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Desarrolo de la Salud Publica en Cuba

Enviado por Carlos Paniagua


  1. Introducción
  2. Contenido
  3. Primera Etapa
  4. Segunda Etapa
  5. Tercera Etapa
  6. Cuarta Etapa
  7. Diez hitos en la historia del sistema de salud cubano
  8. Conclusiones
  9. Referencias bibliográficas

Introducción

La Salud Publica en Cuba, ha atravesado una serie de acontecimientos durante su historia, que marcan un hito en América pues siendo un país comunista ,y con una historia muy compleja por sus revoluciones, problemas políticos y económicos, hoy marca diferencia en los avances médicos en la región y en el mundo.

Hay que resaltar además las diferentes etapas que ha pasado Cuba desde su inicio como país independiente de EEUU, las epidemias que azotaron la isla y como pudieron superar todas estas etapas, llegando a sobresalir sobre todo en el campo de la Salud.

El Sistema Nacional de Salud cubano, se caracteriza por ser único. Su organización en forma de sistema flexible le ha permitido el replanteo persistente del qué hacer y cómo hacer mejor por la salud de la población. La capacidad de respuesta y la adecuación a las situaciones de cada momento, han llevado a que la estrategia de salud alcance indicadores sin precedentes, comparables con los países más desarrollados del mundo.

OBJETIVOS

Conocer como fue a aparición de la Salud Publica en Cuba,

Identificar los elementos que hicieron que la salud en Cuba hoy sea un referente a nivel mundial.

Determinar como hizo la Salud Publica en Cuba para luchar contra las epidemias que aparecieron en la isla.

Identificar como fue el proceso de independización de los EEUU y su repercusión en la salud de la población cubana.

Reconocer las etapas de la evolución de la Salud Publica en Cuba.

Contenido

Antes de la llegada de Cristóbal Colón, Cuba estaba integrada por dos islas mayores y cinco archipiélagos, así como cuatro diferentes grupos étnicos. En 1492, con la llegada de Colón y por tanto de los españoles, se inicia la conquista de Cuba y el sometimiento de la población a su dominio económico, político, cultural y al establecimiento de un régimen basado en la esclavitud. Junto con los españoles también llegaron esclavos africanos a quienes también se les unió una gran inmigración china. Todos ellos formaron parte de la diversidad étnica cubana, quienes dieron a Cuba diferentes características culturales y su variada medicina tradicional.

Es así como la monarquía española queda establecida conformada por una doble organización: civil y eclesiástica.

La organización civil estaba regida por un Gobernador cuya unidad administrativa era el Municipio. El Municipio tenía a su cargo las escasas medidas sanitarias que existían en aquella época, su objetivo era proteger la salud del pueblo brindando atención primaria de manera privada, a domicilio y cobro por sus servicios.

La organización eclesiástica estaba dirigida por el Obispo cuya unidad eclesiástica era la Parroquia. La iglesia tenía a su cargo la atención médica secundaria hospitalaria, es así como el Obispo Juan de Whitte fundó el primer hospital en Santiago de Cuba en 1525. También se fundó un hospital en La Habana (1538 y 1544) y otro en Bayamo (1544). La Iglesia también tenía bajo su cuidado las llamadas convalecencias; los leprosorios; los hospitales emergentes, originados por las epidemias y los asilos o casas de recogidas, de maternidad y de beneficencia.

Fue en 1634 que se fundó la primera organización de la salud pública cubana: el Real Tribunal del Protomedicato de La Habana, que era a su vez la primera organización de la salud pública española, la cual había sido mandada a instaurar en América por Ley de Indias de 1570 y que con anterioridad a Cuba se había fundado solamente en los virreinatos de México y Perú.

Esta importante organización a partir de su reinstalación en 1711 llegó a poseer un tribunal múltiple en La Habana y fiscales en casi todas las poblaciones de la colonia. A su cargo quedaba la regulación del ejercicio médico en todas sus ramas, la supervisión de las farmacias, la orientación de medidas sanitarias en presencia de epidemias y fuera de ellas y la prescripción de otras medidas relacionadas con hospitales.

En 1520 llega a Cuba la primera gran enfermedad epidémica: la viruela y en 1649 la fiebre amarilla, para constituir los 2 grandes problemas epidemiológicos que frenaban el desarrollo económico y social del país.

En 1793 se funda la Real Sociedad Patriótica de Amigos del País y nombra al doctor Tomás Romay Chacón, quien es además la personalidad médica más relevante de la isla, para que dicte las medidas necesarias para la erradicación de ambas enfermedades. Es así como, el doctor Romay desarrolla la primera monografía científica cubana con el título de «Disertación sobre la fiebre amarilla llamada vulgarmente vómito negro, enfermedad epidémica de las Indias Occidentales», la cual fue publicada en La Habana en 1797. El Dr. Romay no tuvo la misma suerte con la viruela; y es hasta 1804 que se da inicio a la vacunación antivariólica, gracias a la llegada del Dr. Francisco Xavier de Balmis, quien también funda ese mismo año la Junta Central de Vacunación en La Habana.

Con la finalidad de auxiliar al Real Tribunal del Protomedicato en sus funciones sanitarias fueron creadas en Cuba a partir de 1807 las Juntas de Sanidad con una Junta Central en La Habana y Juntas Subalternas en las capitales de provincias y otras ciudades del país.

En 1833 llega a Cuba otro gran problema epidemiológico: el cólera, que determina el cierre del obsoleto Real Tribunal del Protomedicato de La Habana y su sustitución por otras 2 organizaciones de salud, la Junta Superior Gubernativa de Medicina y Cirugía y la Junta Superior Gubernativa de Farmacia, las que solamente duraron 10 años y cuyas funciones quedaron incorporadas a las Juntas de Sanidad. También surgen Juntas de Beneficencia y Caridad, que limitan el control de la iglesia en la atención médica hospitalaria y le dan a ésta un carácter mucho más científico que de actividad caritativa.

En 1825, se pone en práctica el primer modelo estatal de atención primaria en Cuba con el nombre de Facultativo de Semana, el cual dependía de la Junta Superior de Sanidad y que se mantuvo como tal hasta 1871, en que se cambia por el de Casas de Socorro.

La Guerra de los Diez Años (1868-1878) por la independencia cubana, puso a prueba el sistema de salud pública colonial y lo subordinó a la sanidad militar del ejército español. Durante esta época se aumentaron las tasas de mortalidad por enfermedades infecciosas como la viruela, fiebre amarilla, cólera, paludismo y fiebre tifoidea.

Pasada la guerra (1880-1894), se produjo la recuperación de la salud pública. El doctor Carlos J. Finlay Barrés dio a conocer al mundo científico en 1881 su descubrimiento de la teoría metaxénica del contagio de enfermedades infecciosas y las medidas para la erradicación de la fiebre amarilla, en su genial estudio "El mosquito hipotéticamente considerado como agente de transmisión de la fiebre amarilla", aceptado como el mayor aporte hecho por un cubano a las ciencias en general en todos los tiempos.

A partir de 1882 se logró la erradicación del cólera, gracias a la aplicación del método epidemiológico descubierto, por John Snow en 1854. Se inauguró el Laboratorio de la Crónica Médico Quirúrgica de La Habana; se introdujo la vacunación antirrábica; se reactivó la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales; se mejoró el plan de estudios de la Facultad de Medicina y se fundaron la Sociedad de Higiene y la Revista de Higiene, entre otros muchos logros.

La guerra independentista de 1895 a 1898 constituyó una verdadera tragedia epidemiológica para el pueblo de Cuba, el país se encontró prácticamente sin organización de salud pública; empezó una etapa de casi 4 años de humillante ocupación militar extranjera.

Durante la primera ocupación militar norteamericana, sin embargo, se llevó a cabo una importante labor de higienización a lo largo de todo el país; se tomaron enérgicas medidas contra el muermo, la tuberculosis humana y del ganado, la fiebre tifoidea, viruela, fiebre de borras, paludismo, escarlatina, lepra y otras enfermedades. Se logró reorganizar la salud pública en sus 2 grandes ramas, todo con la participación de los médicos del país, pero el hecho de mayor importancia lo constituyó, sin lugar a dudas, la aplicación del descubrimiento del doctor Finlay para la erradicación de la fiebre amarilla, uno de los momentos cumbres de la historia de la salud pública mundial que, sin embargo, se vio enlodado por el más bochornoso intento de plagio que se recuerda en la historia de la medicina.

Al alcanzar Cuba su independencia (soberanía limitada y dependiente de Estados Unidos) , el 20 de mayo de 1902, el Presidente de la nueva República, licenciado don Tomás Estrada Palma , nombró como Secretario de Gobernación, a cuya Secretaría correspondía la organización sanitaria del país, al eminente médico doctor Diego Tamayo Figueredo. El doctor Tamayo nombró como Jefe Nacional de Sanidad al genial investigador doctor Carlos J. Finlay Barrés , quien también fue nombrado al frente de la Junta Municipal de Sanidad de La Habana, la más importante del país, y al crearse, en 1903, la Junta Superior de Sanidad ocupó igualmente su presidencia.

El Dr. Finlay, junto con los ilustres doctores Juan Guiteras Gener, Enrique B. Barnet Roque de Escobar , Arístides Agramonte Simoni, José A. López del Valle Valdés, Jorge Le Roy Cassá, y otros, llegó a fundar la Escuela Cubana de Higienistas; cuyos logros podemos resumirlos en: la erradicación definitiva de la fiebre amarilla del país; la sólida organización de las 2 grandes vertientes de la salud pública: la Sanidad y la Beneficencia; la redacción de 2 obras clásicas de la sanidad cubana: el "Manual de Práctica Sanitaria" y "Ordenanzas Sanitarias".

El 28 de enero de 1909, entra en funciones la Secretaría de Sanidad y Beneficencia, primer ministerio de salud pública del mundo, cuya creación respondía exclusivamente al desarrollo histórico de la salud pública en el país y a las ideas avanzadas en materia salubrista de la Escuela de Higienistas Cubanos.

Desde la primera mitad del siglo XIX comienzan a fundarse casas de salud privadas para la población más adinerada, constituyéndose de esta manera un sistema nacional de salud privado. En la segunda mitad, las asociaciones regionales españolas de ayuda mutua fundan también casas de salud, que constituyen un sistema nacional de salud mutualista, que como el privado, aumenta su poder en el presente siglo.

Estos 2 llamados sistemas de salud privado y mutualista, tienen a su cargo, junto con el sistema nacional, la atención médica primaria y secundaria la población cubana, dividida en clases sociales.

El sistema de salud mutualista después de una larga etapa de lucha de intereses con el gremio médico (1926-1944), sale de ella reforzado con un incremento en el número de unidades, propiedad de cooperativas de profesionales de la medicina, que convierten al mutualismo en un verdadero seguro médico para una gran parte de la burguesía media cubana.

Durante una cruenta guerra civil por alcanzar su definitiva liberación, el estado que presentaba la salud pública cubana era el siguiente: las clases que integraban la oligarquía gobernante contaban con un sistema de salud privado, que le brindaba una excelente medicina asistencial; la burguesía media y los grupos de mayores ingresos de la clase obrera, con un sistema mutualista que disponía de 242 unidades, de las cuales 96 estaban en la capital de la República, cuya calidad era variable, pero buena en general en las principales; la inmensa mayoría del proletariado y el campesinado con el sistema estatal integrado por 97 unidades hospitalarias en toda la nación, mal equipadas, con un presupuesto para gastos asistenciales y preventivos insuficientes y esquilmado por los desfalcos administrativos y por último, el campesinado de las zonas más apartadas del país, quien ni siquiera con eso podía contar, se atendía con la medicina tradicional en manos de personas incultas y llenas de ideas mítico-mágicas.

Durante el periodo de Revolución Socialista se ha dejado establecido una periodización de la historia de la salud pública la cual consta de las siguientes etapas:

1. De integración del Sistema Nacional de Salud único, que comprende 1959 y años de la década de 1960.

2. De consolidación del Sistema Nacional de Salud único, años de la década de 1970.

3. De incorporación y desarrollo de alta tecnología médica, impulso a las investigaciones y dispensarización de acciones de salud a toda la población del país a través del modelo de atención primaria El Médico y la Enfermera de la Familia, años de la década de 1980.

4. De lucha por la preservación de las conquistas logradas en el campo de la salud pública y por su desarrollo en condiciones de crisis económica, años de las décadas de 1990 y 2000.

Primera Etapa

En 1959 existían en Cuba los 3 sistemas nacionales de salud, el único que pasó inmediatamente al poder revolucionario fue el estatal, el cual va a sufrir muy tempranamente importantes transformaciones. En julio de 1959, se cambia el nombre de la organización por el de Ministerio de Salubridad y Asistencia Hospitalaria y en enero de 1960, por el que mantiene hasta la actualidad, de Ministerio de Salud Pública. En esta última fecha se crea el organismo más importante de esta primera etapa, el Servicio Médico Social Rural, que hará posible extender la atención primaria y secundaria hasta los lugares más apartados de la nación.

En agosto de 1961 se da un gran paso de avance en la integración del Sistema Nacional de Salud Único al promulgarse la Ley No. 959, la cual señala al Ministerio de Salud Pública como rector de todas las actividades de salud del país, incluyendo las de las unidades privadas y mutualistas.

Por Decreto Ministerial de diciembre de 1962 quedan integradas las unidades privadas y mutualistas en la Empresa Mutualista, organización dependiente del Ministerio de Salud Pública, pero que conservaba su estatus de autonomía.

El propio desarrollo que va tomando el carácter estatal de la salud pública cubana hace que, en forma paulatina, las unidades de la Empresa Mutualista se vayan convirtiendo en hospitales u otros tipos de instituciones estatales, según sus condiciones o las necesidades del momento, para pasar de 226 unidades existentes en 1961, poco antes de constituirse la empresa, a 27 en 1968, las que ya en la segunda mitad de 1969 se incorporaron, casi en su totalidad, al Ministerio de Salud Pública, para hacerlo la última, el histórico Centro Benéfico Jurídico de Trabajadores de Cuba, en septiembre de 1970.

Llega así al establecimiento del primer sistema nacional de salud único e integral en la historia de nuestro país y del continente americano; quedaba preparado el camino para continuar su perfeccionamiento y desarrollo.

Segunda Etapa

La implantación del Sistema Nacional de Salud Único permitió el primer intento de planificación a largo plazo en la esfera de la salud, lo que se produjo a finales de 1969, con la elaboración del Plan de Salud 1970 a 1980, que abarcaba 10 años.

Durante ese decenio la salud pública continúa su avance progresivo y sin abordar su desarrollo en extensión, ocurren cambios cualitativos que consolidan más la cobertura alcanzada en los años anteriores y hacen que predomine el desarrollo intensivo y se comience a aplicar la planificación como función rectora del trabajo de dirección.

Los principios de la salud pública socialista que habían sido introducidos en la primera etapa como rectores de la política de salud del Gobierno Revolucionario se consolidan en ésta y toman en muchos casos características nacionales propias, muy principalmente: el carácter integral de las acciones de salud, con especial acento preventivo, lo que permite erradicar enfermedades seculares en Cuba como el paludismo, la poliomielitis y la difteria, entre otras; la participación activa de la comunidad organizada (CDR, FMC, ANAP), con su colaboración desde un principio en la higiene ambiental, las campañas de vacunación y la educación para la salud, lo que determinó una vinculación tan estrecha, que a partir de estos trabajos iniciales no ha habido tarea alguna en el sector de la salud donde no participe activamente el pueblo organizado; la accesibilidad a los servicios de salud que comenzó a ser una realidad mediante el establecimiento de gratuidad de éstos en sus componentes de más alto costo, tales como hospitalización, incluyendo en ella la obtención de medicamentos, las consultas médicas y estomatológicas, los exámenes de laboratorio y otros, mediante el desarrollo de vías de comunicación y transporte en los lugares más apartados, así como la construcción de unidades de salud dentro de las mismas áreas donde residen los núcleos de población incluyendo los rurales y por último, la proyección internacionalista de nuestra salud pública, que se extendió en esta etapa por países en vías de desarrollo de 3 continentes.

Tercera Etapa

Al comenzar la década de los años 80 el desarrollo en extensión del Sistema Nacional de Salud Único permitió iniciar una etapa más ambiciosa, por lo costosa, que las anteriores. En ella se va a acumular y desarrollar en Cuba una destacada experiencia en el empleo de las técnicas más avanzadas a escala mundial.

Esta nueva tecnología podía ser asimilada por el desarrollo alcanzado en nuestros institutos de investigaciones creados en la primera etapa y en unidades de reciente creación como, entre otros, el Hospital Clinicoquirúrgico "Hermanos Ameijeiras" y el Centro de Investigaciones Médico-Quirúrgicas (CIMEQ).

Otro gran paso de avance lo constituyeron las unidades de terapia intensiva pediátrica, que en pocos años se extendieron a las 14 provincias y el municipio especial Isla de la Juventud y los cardiocentros, inaugurados el primero en 1986.

Se realizan investigaciones, se desarrolla la tecnología médica en los institutos ya existentes y se crean otras instituciones de más amplia proyección en el área de las técnicas médicas modernas como el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, Centro de Inmunoensayo y Centro Nacional de Biopreparados.

Pero lo que quizás constituya la medida más importante para el desarrollo del Sistema Nacional de Salud Único en esta etapa lo es la implantación del tercer modelo de atención médica primaria del período revolucionario o médico de la familia, precedido en el tiempo por los modelos del Policlínico Integral y del Policlínico Comunitario, con el que se tiende a dispensarizar acciones preventivas curativas y de promoción de salud a la totalidad de la población del país y el cual, iniciado experimentalmente en 1984, al final de la etapa ya cubría casi la mitad de los habitantes del archipiélago cubano.

Cuarta Etapa

A finales de la década de los años 80 comienzan a experimentarse cambios en los países socialistas de la Europa del Este, que llevarán a la caída sucesiva de los gobiernos marxista-leninista en dichas naciones.

Entre diciembre de 1989 y diciembre de 1991 se habían perdido para Cuba sus mercados más ventajosos y seguros; comenzaba para el país una etapa de crisis económica profunda, que se agudiza más al aprobar el Congreso y sancionar el Ejecutivo de los Estados Unidos de las leyes Torricelli y Helms-Burton, con las que se ha hecho más férreo el bloqueo económico impuesto a nuestro país desde febrero de 1962 y se trata de impedir que empresas de otros países, relacionadas con transnacionales norteamericanas, establezcan convenios económicos con Cuba.

Esta crisis económica interrumpe el desarrollo del Sistema Nacional de Salud Único en su tercera etapa y da paso a una cuarta caracterizada principalmente por las dificultades económicas para la obtención de equipos, materiales médicos, materiales y medicamentos de toda clase en los mercados capitalistas, pero que se ha singularizado también por la lucha denodada de nuestro pueblo y su dirección revolucionaria por preservar las conquistas logradas en el campo de la salud pública en las 3 etapas anteriores y por continuar su desarrollo en condiciones de crisis económica profunda.

Así no ha dejado de funcionar ninguna de las unidades del sistema nacional de salud del país; se ha continuado extendiendo el modelo del médico de la familia en toda la isla. En octubre de 1993 se inauguraron las nuevas instalaciones del Instituto de Medicina Tropical «Pedro Kourí», que lo convierten con su moderna tecnología, en uno de los más importantes de América Latina y se crearon nuevas instituciones de la significación del Centro Iberolatinoamericano para la Tercera Edad (CITED), por sólo citar algunas de las conquistas logradas en esta difícil etapa actual de la salud pública revolucionaria cubana.

Ya en los años de la década del 2000, en completa fase de recuperación económica del país, se inicia lo que pudiera considerarse una quinta etapa del desarrollo del Sistema Nacional de Salud único, caracterizada principalmente por el crecimiento en extensión de la educación médica superior que abarca gran parte de los municipios del país (municipalización de la enseñanza médica superior).

De una Facultad de Medicina y una de Estomatología que existían antes del período Revolucionario Socialista, en las etapas anteriores se habían creado 4 institutos superiores de Ciencias Médicas (La Habana, Villa Clara, Camagüey y Santiago de Cuba), 20 facultades de Medicina, 3 facultades de Estomatología, 20 filiales de Ciencias Médicas, el Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas "Victoria de Girón", la Escuela Latinoamericana de Ciencias Médicas (La Habana), la Escuela de Medicina Caribeña (Santiago de Cuba) y se reestructuró y amplió el antiguo Instituto "Finlay", primero como Instituto de Desarrollo para la Salud y, actualmente, como Escuela Nacional de Salud Pública.

Otra característica del desarrollo alcanzado en los años de la primera década del 2000 lo es el programa de salud "Operación Milagro", el cual llevado primero a todas las provincias del país, a partir de julio del 2004, impulsado también por Venezuela, ha beneficiado con los progresos de la oftalmología cubana a más de 900 000 pacientes latinoamericanos y caribeños, en nuestros centros de salud y en sus propios países.

Diez hitos en la historia del sistema de salud cubano

1960

Creación del sistema nacional de salud de cobertura universal y gratuito

1961

Enfoque de atención al sistema de salud preventivo

1970-1980

Desarrollo de la atención primaria de salud que conlleva a la formación del especialista en medicina general integral y la consolidación de la colaboración integral de la salud

1988

Inauguración del centro de microcirugía ocular

1991

Creación del primer polo científico de Cuba que incluye instituciones como el centro de inmunoensayos, centro de ingeniería genética y biotecnología y el centro de biopreparados

1992

Creación de las unidades de análisis y tendencias en salud y de la red electrónica de información en salud

1999

Inauguración de la escuela latinoamericana de ciencias medicas

2002

Creación del programa integral del adulto mayor, con un enfoque comunitario e institucional

2003

Creación del programa operación Milagro, que ofrece tratamiento oftalmológico – quirúrgico gratuito a ciudadanos pobres de América latina y el Caribe

2005

Fundación del contingente internacionalista General Henry Reeve una estructura medica permanente en desastres naturales

 

Conclusiones

La evolución de la Salud Publica en Cuba es un ejemplo claro de las etapas que todo país americano ha pasado luego de ser colonia de España.

Es importantísimo recalcar la tenacidad del Ministerio de Salud Pública de Cuba para poder combatir y erradicar las diferentes epidemias que fue objeto la población cubana.

Uno de sus más grandes logros en salud publica surge a partir de la creación de instituciones de manejo biotecnológico principalmente en oftalmología.

La revolución que tuvo busco también equilibrar la desigualdad que existía en la atención de salud a la población cubana.

No obstante los cambios en el mundo, Cuba está demostrando seguir siendo un ejemplo en lo referente a salud, a través de su programa "Operación Milagro" que alcanzado varios países solucionando problemas oculares.

Referencias bibliográficas

1. Plataforma Programática del Partido Comunista de Cuba. La Habana: Ciencias Sociales, 1978.

2. Rodríguez Rodríguez CR. Cuba en el tránsito al socialismo (1939-1963). En: Letra con filo. La Habana: Ciencias Sociales, 1983;t.2 :293-407.

3. Delgado García G. El sistema nacional de salud único: su integración en Cuba (1959-1969). Rev Cubana Salud Pub 1989;15(1-2):101-10.

4. Ruíz Hernández JR. La salud pública cubana: su desarrollo en el período revolucionario (1959-1980). La Habana: Publicación del IDS, 1986.

5. Delgado García G. La solidaridad internacional de la medicina cubana. Antecedentes. Su desarrollo y trascendencia en el período revolucionario. Cuad Hist Salud Pública 1987;(72):137-50.

6. Aldereguía Henríquez J. Perfeccionamiento de la dirección científica de la salud pública cubana. La Habana: Publicación del IDS, 1985.

7. El facultativo de semana: antecedente histórico del Médico de la Familia. Rev Cubana Salud Pub 1991;17 (2):131-6.

8. Almanaque Mundial 1994. Diccionario Geográfico. Florida, EE.UU.: Editorial América, 1994.

9. Dr. Gregorio Delgado García. Ministerio de Salud Pública. Calle 23 esquina a N, Vedado, Ciudad de La Habana, Cuba.

10. 1 Historiador Médico del MINSAP y Jefe del Departamento de Historia de la Salud Pública de la Facultad de Salud Pública. ISCM-H.

11. Artículo de revisión Sistema de salud de Cuba The health system of Cuba

Emma Domínguez-Alonso, MCI; Eduardo Zacea, MC, Ph D.II

Instituto Nacional de Endocrinología, La Habana, Cuba Registros Médicos y Estadísticas de Salud, Ministerio de Salud Pública de Cuba, La Habana, Cuba

 

 

Autor:

C.D. Bueno Beltran Cecilia

C.D. Gutierrez Ramos Mariela

C.D. Palacios Bustamante Sandro

C.D. Paniagua Vela Carlos

UNIVERSIDAD SAN PEDRO DE CHIMBOTE

FILIAL AREQUIPA

DOCTORADO EN SALUD PUBLICA

CURSO :

HISTORIA DE LA SALUD PUBLICA

DOCENTE :

Dr. JULIO CESAR ARIZABAL GUZMAN

AREQUIPA, DICIEMBRE 2014