La materialización de las relaciones de poder a traves del edificio escolar (página 2)
Enviado por Darío Yancán
Obtenemos una estrecha relación entre la conformación de los lugares comunes de una sociedad y la intervención del hombre tanto en su conformación material como en su aspecto sensible/sensorial, conformando un par dialéctico inseparable,
Subjetividad / territorialidad.
La observación antropológica siempre está contextualizada. La observación y el estudio de un grupo sólo tienen sentido en un contexto dado. Ahora bien, hoy en día, incluso en los grupos más aislados, el contexto, a fin de cuentas, siempre es planetario. Ese contexto está presente en la conciencia de todos, interfiere desigual pero en todas partes de manera sensible con las configuraciones locales, lo cual modifica las condiciones de observación.
Es al análisis de este cambio al cual les invito ahora.
Lo podemos localizar, me parece, a partir de tres movimientos complementarios:
砅l paso de la modernidad a la llamada sobremodernidad.
砅l paso de los lugares a los no-lugares.
砅l paso de lo real a lo virtual.
Estos tres movimientos privilegian puntos de vistas diferentes; el primero pone énfasis en el tiempo, el segundo en el espacio y el tercero en la imagen.
A partir de aquí reservaré el término de "lugar antropológico" como esa "construcción concreta y simbólica del espacio que no podría por sí sola dar cuenta de las vicisitudes y de las contradicciones de la vida social pero a la cual se refieren todos aquellos a quienes ella les asigna un lugar".
"El lugar antropológico es al mismo tiempo principio de sentido para aquellos que lo habitan y principio de inteligibilidad para aquel que lo observa. Así pues, el lugar antropológico es de escala variable".
"Se lo considera identificatorio, relacional e histórico" y se define que "el estatuto intelectual del lugar antropológico es ambiguo. Que no es "sino la idea, parcialmente materializada, que se hacen aquellos que la habitan de su relación con el territorio, con sus semejantes y con los otros." Y "varía según el lugar que cada uno ocupa y según su punto de vista".
"Si un lugar puede definirse como lugar de identidad, relacional e histórico, un espacio que no puede definirse ni como espacio de identidad ni como relacional ni como histórico, definirá un NO LUGAR.
La hipótesis aquí defendida es que la sobremodernidad es productora de no lugares, es decir, de espacios que no son en si lugares antropológicos y que, contrariamente a la modernidad, no integran los lugares antiguos: éstos, catalogados, clasificados y promovidos a la categoría de "lugares de memoria", ocupan allí un lugar circunscripto y específico".
Espacios "donde la soledad se experimenta como exceso o vaciamiento de la individualidad, donde sólo el movimiento de las imágenes deja entrever por momentos a aquel que las mira desaparecer, la hipótesis de un pasado y la posibilidad de un porvenir" o como "espacios donde el individuo se siente espectador sin que la naturaleza del espectáculo le importe verdaderamente". No lugares donde la sobremodernidad impone "a las conciencias individuales experiencias y pruebas muy nuevas de soledad, directamente ligadas a la aparición y a la proliferación de no lugares.
"Por "no lugar" designamos dos realidades complementarias pero distintas: los espacios construidos con relación a ciertos fines (transporte, comercio, ocio), y a la relación que los individuos mantienen con esos espacios".
Así como los lugares antropológicos crean lo social orgánico, los no lugares crean la contractualidad solitaria".
"Mientras que la identidad de unos y otros constituía el "lugar antropológico", a través de las complejidades del lenguaje, las referencias del paisaje, las reglas no formuladas del saber vivir, el no lugar es el que crea la identidad compartida de los pasajeros, de la clientela o del anonimato relativo que necesita la identidad provisional".
Considerando que el espacio del no lugar no crea ni identidad singular ni relación, sino soledad y amplitud, ni tampoco le da lugar a la historia. Allí reina la actualidad y la urgencia del momento. Se vive el presente. De hecho no se percibe nada: el espectáculo, una vez más sólo es una idea, una palabra. El pasajero de los no lugares hace la experiencia simultánea de la experiencia del presente perpetuo.
SEGUNDA PARTE:
De la combinatoria de elementos.
El problema de explicar el funcionamiento de la obra de arquitectura siempre ha sido difícil, dado que exige mirar lo que nunca se mira. Para eso les propongo hacer un ejercicio de inversión, de invertir sus miradas y empezar a ver lo que no está. Pero, ¿cómo realizaremos esto?
Muy simple.
Cambiando la mirada sobre la arquitectura.
Generalmente al observar los edificios, uno repara en las imágenes y la estética de los mismos, pero para el corpus específico de la obra, su interés no se halla en lo construido, en lo físico y corpóreo, se halla en los vacíos, en los lugares/no-lugares en los intersticios que existen entre los paramentos.
El proceso de diseño en general, tiende a generar huecos y no sólidos, tiende a definir un espacio habitable. El espacio no está dentro de las paredes, se lo encuentra en lo determinado por estas, y en realidad, ¿qué es la obra sino una articulación de espacios?
Leibniz planteaba: "No es el espacio, el intersticio entre dos coexistencias?" Y realmente es allí donde debemos remitirnos, a los intersticios, al vacío que separa lo físico.
No existe inocencia arquitectónica, cada forma inserta y condiciona las relaciones, dirige acontecimientos:
"el discurso arquitectónico es psicológico: con dulce violencia soy llevado a seguir las instrucciones del arquitecto, el cual no sólo significa funciones, sino que las promueve y las induce (en el mismo sentido en que hablamos de persuasión encubierta, de inducción psicológica), maneja proximidades, significados". 妱uot;El mensaje arquitectónico oscila entre un máximo coercitivo (tienes que vivir así) y un máximo de irresponsabilidad (puedes utilizar esta forma como quieras)"
En un ensayo J.M. Montaner dice "嬯s lugares ya no se interpretan como recipientes existenciales permanentes, sino que son entendidos como intensos focos de acontecimientos, como concentraciones de dinamicidad, como caudales de flujos de circulación, como escenarios de hechos efímeros, como cruces de caminos, como momentos energéticos."
Esta concepción de fugacidad de los momentos y de los lugares, habla a las claras de todo un momento sociológico y antropológico, de la sociedad actual, una sociedad de consumo, pasatista, ociosa.
Sigue diciendo Montaner: "峯n siempre espacios relacionados con el transporte y las rápidas, el consumo y el ocio que se contraponen al concepto de lugar de las culturas basadas en una tradición etnológicas localizada en el tiempo y en el espacio, radicadas en la identidad cultural y lugar, en la noción de permanencia y unidad.", en coincidencia con los planteos de Marc Augé.
Es aquí donde me animo a instar a una toma de conciencia a la arquitectura del presente, un llamado al estudio profundo de lo que se construye y diseña. Me atrevería a decir una confluencia de disciplinas, como la semiótica (de manera de analizar lo que la arquitectura denota y connota, positivamente o negativamente) la antropología, en cuanto a la arquitectura como la que concreta la relación del hombre con el espacio.
Un tema de centralidad que hoy se ve reflejado en los megaedificios contemporáneos (los shoppings, los museos institucionales, los mega-centros culturales) remite un análisis que ha llevado a cabo Marc Augé "…la superabundancia espacial del presente".
Esta concepción del espacio se expresa, como hemos visto, en los cambios en escala, en la multiplicación de las referencias imaginadas e imaginarias y en la espectacular aceleración de los medios de transporte y conduce concretamente a modificaciones físicas considerables: concentraciones urbanas, traslados de poblaciones y multiplicación de lo que llamaríamos los , por oposición al concepto sociológico de lugar, asociado con la cultura localizada en el tiempo y en el espacio, como anteriormente he dicho.
Los no lugares son tanto las instalaciones necesarias para la circulación acelerada de personas y bienes (vías rápidas, empalmes de rutas, aeropuertos) como los medios de transporte mismos o los grandes centros comerciales, o también los campos de tránsito prolongado donde se estacionan los refugiados del planeta. .
La organización del espacio y la constitución de lugares son, en el interior de un mismo grupo social, una de las prácticas colectivas e individuales. Entonces, define como a la aparición del hombre, el momento en donde el lugar es espacio creado, "奬 espacio, es un : los caminantes son los que transforman en espacio la calle geométricamente definida como lugar por el urbanismo."
Pero en los lugares, el humano no genera acontecimientos, sino, que se hace presente a partir de ellos,
"奬 pasajero de los no lugares sólo encuentra su identidad en el control aduanero, en el peaje o en la caja registradora. El espacio del no lugar no crea ni identidad singular ni relación, sino soledad y similitud."[ ] "奬 hombre que no siente ya con la ciudad, mide su éxito por el dinero que recibe, y festeja siempre la desaparición de vínculos, temores y deberes, esto es: lo que el llama su libertad."
Esa incipiente desaparición de vínculos en el sistema mundial como dice Alan Tourine "no solo hay que aceptar esta ruptura, nos dicen, sino acelerarla y vivirla como una liberación."
"Pierde, sin embargo, el bien más profundo, aquello que constituye propiamente su existencia de hombre: el lazo misterioso y cordial con las cosas del mundo, por lo que éstas se hacen valiosas para él y otorgan arraigo y sentido a su vida. El empobrecimiento de la personalidad, la trivializaron de los deseos y la masificación humana son sus consecuencias visibles."
No es nada más ni nada menos que el sentido del espacio y del tiempo, el "sentido de la arquitectura".
LA ARQUITECTURA DE LOS META-ESPACIOS O LUGARES DE PERTENENCIA.
La base de la reafirmación personal es el grupo de pertenencia donde el individuo por identificación y oposición contextual se valida. Dicho reafirmación opera sobre cada uno validando o derrumbando los principios individuales
Cuando actúa el biopoder sobre lo inmaterial de la vida genera espacios inmateriales. Al igual que el cambio de paradigma que especificábamos al principio, la sociedad del control resuelve el problema del espacio desde lo físico-institucional hacia el espacio intelectual-inmaterial. Este cambio de espacio interesado por el control genera en la observación de los edificios, una doble mirada, la cual inicialmente debe esclarecer la operatoria existente por detrás del ladrillo apilado.
Cada individuo trata de adaptarse a lo impuesto por la vida institucional y por la espacialidad institucional. Todos "padecen" la institución. Los usuarios conciben al edificio desde las significaciones y relaciones que establecieron y esto trasciende, lógicamente lo físico – a tal punto que relacionan al lugar con personas.
Mas allá de los afectos que puedan establecerse durante el tiempo de la institucionalización, la nota dominante en la mayoría de los comentarios sobre la vivencia de los edificios institucionales, alude a lo ajeno que les resulta el edificio a las dificultades de identificarse con un espacio en particular de la institución, a la falta de intimidad que produce la vida institucional y a la dificultad de establecer un territorio propio dentro de la institución.
En arquitectura se sostiene que hay que conocer al usuario para el que se va a proyectar, a la par que la formación de los arquitectos adolece de una aproximación rigurosa a técnicas del trabajo del antropólogo en cuanto a observación.
Dar una respuesta a los problemas edilicios desde una actitud antropológica de "debe ser" pensando en un usuario ideal que surge de los estereotipos construidos socialmente – la familia tipo, el huérfano típico, etc.- O bien Intentar una aproximación a las necesidades, posibilidades y preferencias, de quienes van a usar tratando de conocer "como son", esto, implica en primera instancia asumir que para conocer a los usuarios primero es necesario aprender a conocer a los usuarios o potenciales usuarios. En ambas actitudes siempre se halle presente la persona.
Es desde esta perspectiva que las técnicas antropológicas cobran importancia.
De todos modos parece evidente que la sociedad actual, heredera de la modernidad, pondera discursivamente la libertad humana, pero paradojalmente no posee formas de construirse que actúen en ese sentido. Ahora bien, este proceso de conformación social no respondió a un proyecto absolutamente homogéneo o uniforme; pero constituyó una cierta racionalidad que vino a brindar características identitarias al mundo occidental.
Si bien todo este cuerpo de saberes no se vio plasmado en grandes sistemas filosóficos, la racionalidad puede apreciarse con mayor nitidez un tejido reticular. denominado dispositivo en red, y por él entiende: " (…) un conjunto decididamente heterogéneo, que comprende discursos, instituciones, instalaciones arquitectónicas, decisiones reglamentarias, leyes, medidas administrativas, enunciados científicos, proposiciones filosóficas, morales, filantrópicas,
Dentro del terreno de la educación la racionalidad se vehiculizó particularmente en programas pedagógicos, reglamentos de escuelas, proyectos arquitectónicos, normativas de funcionamiento y otros por el estilo. Por ello es conveniente analizar uno de esos elementos menores pero de referencia obligada de esta racionalidad:
la conformación del edificio escolar en tanto operador de vigilancia.
De este modo las escuelas parroquiales fueron diagramadas en función de sutiles mecanismos disciplinarios donde la mirada operaba como instrumento de control: nació así una arquitectura de la vigilancia opuesta a la arquitectura del espectáculo.
Foucault comenta "Los arquitectos modernos están descubriendo una forma que antiguamente se desconocía. En otros tiempos – dice refiriéndose a la civilización griega- la mayor preocupación de los arquitectos era resolver el problema de cómo hacer posible el espectáculo de un acontecimiento, un gesto o un individuo al mayor número posible de personas. (…) Actualmente, el problema fundamental para la arquitectura moderna es exactamente el inverso. Se trata de hacer que el mayor número de personas pueda ser ofrecido como espectáculo a un solo individuo encargado de vigilarlas".
Entonces para Foucault, a todo un saber glorioso de la visión asociado a las mejoras en las lentes, los telescopios, los microscopios y el arte de la óptica se le contrapuso un saber de bajo vuelo relacionado con la funcionalidad política de la mirada.
El modelo del panóptico ha sido propuesto por el propio Jeremy Bentham como diagrama perfecto de vigilancia para las escuelas de diverso tipo, ya sean religiosas, pupilares, normales, militares o de cualquier otro orden. Su principio de funcionamiento es por demás conocido y su éxito se debe a que produce en el sujeto la internalización de la mirada controladora. Después de la maravilla arquitectónica de Bentham el mejor vigilante para el alumno pasó a ser el propio alumno.
El diseño arquitectónico de estas escuelas recuerda el esquema antes descripto del campamento militar: la forma rectangular ubica en los laterales del edificio las aulas, laboratorios, sala de máquinas, sanitarios, cocinas, bibliotecas, sala de reuniones, secretarias; y en el extremo del mismo -en una privilegiada posición de observancia- la Dirección. Vale decir que el lugar reservado para la conducción del establecimiento sintomáticamente es el espacio adjudicado para la ubicación de una mirada omniabarcativa. Esta posición permite a los directivos barrer el interior del edificio con un simple vistazo. Por otro lado, de necesitarse una inspección más compleja, las aulas están construidas con ventanas y puertas vidriadas que dan hacia el pasillo central; ofreciendo la posibilidad de visualizar hacia el interior en una sencilla recorrida.
Asimismo conviene destacar que de un lado del establecimiento se ubica su entrada principal, y en el otro una amplia puerta que comunica al salón de usos múltiples y a la salida al patio de recreo. Por lo tanto el ingreso y egreso de alumnos, padres y cualquier otra persona queda rigurosamente controlado gracias al estratégico lugar de la Dirección. Incluso los sanitarios, lugares donde las personas se encuentran con su más pura intimidad, se hallan ubicados mucho más cerca de la Dirección que las aulas; y en su interior cada habitáculo posee media puerta lo que permite un control más riguroso de los sujetos.
Al ingresar a la escuela los alumnos deben realizar ciertas prácticas rutinarias que dan inicio a las actividades del día: saludar a las autoridades, izar la bandera, formar fila ordenadamente, permanecer en silencio y escuchar atentamente las palabras del propio director, entre otras. Esta prácticas constituyen en la generalidad un modo de relación intersubjetiva donde personajes como el preceptor o el celador realizan el trabajo de individualizar a todos aquellos que se distinguen por conductas transgresoras a la norma. A todo este proceso específicamente centrado en los alumnos no escapan tampoco los propios docentes ni demás agentes del sistema educativo -porteros, bibliotecarios, asesores pedagógicos y demás.
Es notable como en ciertas instituciones escolares se pretende homogeneizar las diferencias en virtud de producir individuos acordes con la norma, dóciles y domesticados.
Como decíamos antes, no sólo los alumnos son objetos de normalización, sino también los docentes. Éstos a diferencia de lo planteado en la Reforma Universitaria y la obtención de la libertad de cátedra, en la escuela el docente es objeto de permanente inspección, a través de la presentación de una enorme cantidad de papelerio inútil, la visita y observaciones de clases por parte de inspectores de rama, inspectores jefe, y/o directivos de las instituciones. Y el caso de las instituciones de gestión privada, el encausamiento en la linea de pensamiento ideológico que existe detrás del proyecto empresarios de la institución transforma el ámbito educativo en alineación empresaria.
Peor es el caso de instituciones que pertenecen a partidos políticos y sindicatos donde aparte de regir la especulación económica, exigen sometimiento a vía jerárquica fáctica, identificación política, silencio cómplice y lealtad a códigos corporativos rayanos con lo mafioso.
"La evaluación se ha convertido en una de las características fundamentales de la reconstrucción política y de disciplina de los profesores como sujetos éticos en la década de 1980. Extiende la lógica de control de calidad y de los indicadores de la ejecución al centro pedagógico de la docencia. Lleva consigo la necesidad de soportar la mirada tutelar, haciendo que el profesor sea calculable, descriptible y comparable.
Se asiste de este modo a un proceso sutil de normalización de los sujetos.
Y en este proceso de normalización, un papel importante es el del edificio escolar. Cuando éste se combina con agentes del sistema educativo más cercanos a imperativos de vigilancia, control y corrección que a pedagogias liberalizadoras y democráticas, el proceso educativo cambia sustancialmente.
El caso de los dos establecimientos neuquinos es, en sí mismo, absolutamente preocupante pero debe constituir en última instancia una excusa, una sana excusa para poner en discusión un problema teórico mucho más profundo: ¿necesariamente la educación va de la mano de la disciplina social?; ¿las prácticas pedagógicas deben estar pautadas por la severidad y las formas rígidas ?; ¿se halla inscripta en el corazón de la enseñanza la exigencia de generar sujetos normales?; ¿por qué esta necesidad de homogeneizar para educar?, y por otro lado, ¿por qué este imperativo de individualizar las transgresiones a la norma y la obligación a corregirlas en lo particular?; finalmente ¿es posible construir una pedagogía absolutamente independiente de la vigilancia, el control y la corrección?
Los nuevos diseños de control -diferenciados del modelo panóptico ortodoxo- no siempre se asocian a discusiones pedagógicas de vanguardia, sino que a menudo se deja en manos de los arquitectos esta cuestión, bajo el supuesto que son los únicos especialistas en el problema.
Pero además del modelo panóptico, las escuelas y edificios escolares del siglo XIX también fueron construidos en el marco de una multiplicidad de diseños entre los que se destaca el patrón del campamento militar: este patrón exigía que las puertas de las carpas de los superiores se abrieran hacia las tiendas de los subalternos, permitiendo una rápida y permanente visualización para perfeccionar el control de tipo jerárquico piramidal.
De este modo los reclutas eran vigilados por los suboficiales, y estos por los oficiales, de tal manera que el principio de ordenamiento se articuló a la vez como principio de control. El antiguo y tradicional plano cuadrado fue sustancialmente modificado en el curso de la Edad Moderna de acuerdo con numerosos esquemas. Cabe señalar un modelo alargado de manera rectilínea en el cual los vigías se situaban estratégicamente en los extremos para barrer de una simple mirada todo el interior del campamento. Durante mucho tiempo se encontraron elementos característicos de este diseño en la construcción de ciudades obreras, hospitales, manicomios, prisiones, instituciones educativas y otras semejantes. "Desarróllase entonces toda una problemática: la de una arquitectura que ya no está hecha simplemente para ser vistas (fausto de los palacios), o para vigilar el espacio exterior (geometría de las fortalezas), sino para permitir un control interior articulado y detallado…".
El análisis de edificios evidencia la repetición de tipologías como esquema predefinido, done se optimiza su funcionamiento interno y actúa como máquina desde el punto de vista social, repitiendo espacios de relación.
TERCERA PARTE:
Del PROGRAMA DUHALDE.
Una muestra significativa de lo que representa para el poder político y por ende para su política educativa, analizaremos los datos aportados por el INFORME SOBRE ARQUITECTURA ESCOLAR emanado por la Dirección Provincial de Arquitectura de la provincia de Buenos Aires. Dichos datos son relevante en tanto nos permiten apreciar las pautas rectoras del Plan del construcción de Escuelas para la transferencia del sistema educativo determinado por la Ley Federal de Educación.
A partir de este momento el trabajo se tornará eminentemente técnico a saber que se adoptará una mirada crítica y detallista de pautas y edificios.
Comenzaremos de los considerandos vertidos en la presentación del Informe donde se puede leer:
Este… principio implica que ya en la infancia deben sentarse los fundamentos para la conformación de un ciudadano SANO, con firmes convicciones éticas,…con un firme compromiso integral con el pasado, el presente y el futuro de la nación",
y en la misma pagina a párrafo siguiente:
"…la enseñanza secundaria es de una importancia decisiva al fortalecer la CONCIENCIA MORAL…",
para finalizar la introducción, hablando de la Universidad:
"… No puede conformarse como una isla dentro de la comunidad…sino ser capaz de forjar a los jóvenes como INTELECTUALES ARGENTINOS EL SERVICIO DE LA RECONSTRUCCIÓN Y LIBERACIÓN DE LA PATRIA."
La lectura aguda e intencionada nos permite hallar un modelo de persona que necesita el poder de turno, el cual, queriendo darle al discurso patriótico tensiona los preceptos y destinos del Sistema Educativo.
Utiliza conceptos del tenor de SANO Y CONCIENCIA MORAL, los cuales conllevan una escala de valores que claramente tienen relación con los de la clase dirigente, en este caso, representado por el Discurso, la retórica y el panteón peronista en su faceta populista/caudillezca.
En su capítulo que trata las "Causas que generan las construcciones escolares", en su apartado de " Creación de nuevos servicios " detecta la siguiente causal de obra y es el hecho que existen
"…los CEC… que dan respuesta a la problemática de absorber a los chicos … de las escuelas de escolaridad simple y el resto del día permanecen en la calle."
Donde pareciera que el problema es el estar en la calle. En los lugares donde se desarrollan las problemáticas de la vida del ciudadano, donde el padecimiento de la realidad es cruelmente educador, se busca crear instancias donde los chicos, bajo el discurso de la contención, en colocado permanentemente bajo supervisión de los cánones de la sociedad SANA.
Desde el punto de vista de la metodología proyectual, en el capítulo que trata las "Reflexiones y propuestas", la parte de la Planificación será considerada a partir del problema
"… del deficit entre la demanda y la oferta edilicia…",
para lo cual se realizará una política de rápida respuesta donde
"… La sistematización …permitirá tipificar soluciones…".
En los capítulos anteriores hemos hablado del surgimiento de la Arquitectura como manifestación de la sociedad según sus parámetros culturales y a partir de la determinación de lugares antropológicos, actitud que en el empleo de una sistematización de una respuesta de carácter general no permite la subsistencia de los rasgo de memoria social de los diferentes puntos de la Provincia. Salvo que se siga operando a partir de la concepción de la TABULA RASA, de la misma manera que operó el Mov. Moderno de principios del S. XX.
En realidad, las nuevas forma de biopoder tiende a la neutralización de los perfiles regionales en pos de una modernización obligatoria, que permita pertenecer al primer mundo; adoptando una imagen universal tanto en lo formal como en lo interior.
Las operaciones proyectuales nacidas de la sistematización nos permitirá actuar de manera adecuada con las urgencias, donde el uso del
"…prototipo como parte de la búsqueda es el primer paso sobre la RACIONALIDAD, ECONOMIA Y ELEMENTO DE RESPUESTA RÁPIDA, la sistematización agregará la flexibilidad, versatilidad y multiplicidad de respuesta. La sistematización integral permitirá la adecuación permanente…a diferentes temáticas…"
Como vemos los principios rectores del " Proceso de proyecto en la obra pública", son todos de ámbitos exteriores al quehacer exclusivo del proyecto. Todas las pautas enunciadas son congruentes con una modalidad de pensamiento netamente utilitario donde nada tiene mayor aspiración que la de obtener el máxino rendimiento.
La lógica de la máxima rentabilidad, originaria en los cálculos financieros, se impone sobre las particularidad sociales, las culturas, tradiciones y los lugares antropológicos.
Texto del libro de Obras Públicas
Espíritu joven.
Hay un número indeterminable de agentes sociales que están ya utilizando las redes de control con fines no siempre relacionados con lo específico, ocupándose de intereses particulares ajenos a la empresa, estableciendo espacios autónomos con relaciones laterales, no jerárquicas, entre ellos e, incluso, propiciando actividades antagonistas en el interior de esas redes oficiales. Situación compleja donde gravitan lógicas de ruptura y discontinuidad social y donde se atisba una imbricación en el seno de lo social entre dos flujos divergentes: uno que trata de conservar y canalizar lo instituido y otro que lo desborda, lo desprograma y lo disuelve. Ambas lógicas a menudo convergen y chocan en sujetos sociales anómalos e innovadores, lo que puede llegar a producir cortocircuitos y apagones en el propio mando.
Lo que está en juego es nada menos que la nueva relación biopolítica "normal" entre los ciudadanos y el Estado. Esta relación no tiene nada que ver con la participación libre y activa en la esfera pública, sino que concierne a la inscripción y fichaje del elemento más privado e incomunicable de la subjetividad: quiero decir la vida biológica de los cuerpos.
A los dispositivos mediáticos que controlan y manipulan la palabra pública corresponden en consecuencia los dispositivos tecnológicos que inscriben e identifican la vida desnuda: entre esos dos extremos de una palabra sin cuerpo y de un cuerpo sin palabra, el espacio de lo que llamábamos otrora la política es cada vez más reducido y más exiguo.
Así, al aplicar al ciudadano o mejor dicho al ser humano como tal, las técnicas y dispositivos que fueron inventados para las clases peligrosas, los Estados, que deberían constituir el lugar mismo de la vida política, han hecho de él, el ser humano, el sospechoso por excelencia, hasta el punto de que es la humanidad misma la que se ha transformado en clase peligrosa.
Hace algunos años, escribí que el paradigma político de Occidente no era ya la ciudad, sino el campo de concentración, y que habíamos pasado de Atenas a Auschwitz. Se trataba evidentemente de una tesis filosófica, y no de un relato histórico, ya que no se deberían confundir fenómenos que conviene por el contrario distinguir.
Querría sugerir que el tatuaje apareció sin duda en Auschwitz como el modo más normal y económico de organizar la inscripción y el registro de lo deportados en los campos de concentración. El tatuaje biopolítico que nos imponen ahora los Estados Unidos para entrar en su territorio, podría ser el signo precursor de lo que nos pedirán más tarde aceptar como la inscripción normal de la identidad de buen ciudadano en los mecanismos y engranajes del Estado.
La humanidad tiene la responsabilidad, responsabilidad derivada del principio de la selección natural, de la preservación y superación del individuo. La decisión es nuestra: o nos destruimos o nos desarrollamos. El principio de la selección natural no entiende de sentimientos. El panorama no es muy alentador. Y no es que seamos pesimistas; pero, las masacres, el odio, la envidia, la destrucción, el egoísmo son una constante en la ecuación del "desarrollo humano" y en el desarrollo organizacional.
En efecto – dice el autor portugués, Premio Nobel de Literatura 1998, José Saramago – yo no sé quien soy. Pero, más que el yo me preocupa el otro, ese otro al que siempre definimos como enemigo. Por eso, la vida pacífica entre los seres humanos no existió nunca y, si existió alguna vez, no duró mucho. Esforzarnos por comprender al otro, que es nuestro semejante, es lo decisivo.
Nuestras conciencias están secuestradas, igual que nuestro lenguaje, nuestra identidad perdida. Muy bien lo dijo recientemente, en una entrevista, el ganador del premio Nobel de Literatura 2002, el escritor húngaro, Imre Kertész, con relación a cómo los sistemas secuestran el lenguaje:
"堳igue secuestrado. Los medios y los periódicos crean su propio lenguaje en el que el individuo está perdido. Tenemos que volver al lenguaje del individuo宦quot;
En el discurso aprendí que en un momento de mi vida decidí que mi única realidad era yo. Creo que todo el mundo debería tener ese momento, la libertad total del ser. Debemos rescatar nuestra propia identidad y debemos estar dispuestos a hacerlo por duro y difícil que sea el camino: Debe considerarse que no hay nada más difícil de llevar a cabo, ni éxito más dudoso, ni más peligroso de manejar, que iniciar un nuevo orden de cosas.
La construcción de una nueva cultura y una nueva ética planetaria no es una opción, es una obligación. Una cultura y una ética que promueva y fortalezca el potencial de resistencia, con creatividad, ante sistemas dominantes que prohiben a las personas una vida digna, una educación que libere y no que domestique. Esa es nuestra misión. Misión que se desdobla en: misión individual y misión grupal. No bastan las buenas intenciones. De buenas intenciones está lleno el infierno.
Donde hay poder hay resistencia: una de las características de las relaciones de poder es precisamente la resistencia. Pero la capacidad de resistir depende de las armas morales que cada sujeto pueda ir construyendo a lo largo de su vida. Sujetos moralmente "fuertes" significa sujetos autónomos y autodeterminados, capaces de decidir.
Las instituciones, sobretodo las educativa formativas y las de asistencia a menores y adolescentes son un dispositivo muy potente en este sentido, pero históricamente han contribuido a la formación de sujetos acríticos, obedientes a la autoridad, etc. Si bien este tópico trasciende en mucho los alcances de este estudio.
"匡 máquina imperial vive produciendo un contexto de equilibrios y/o reduciendo las complejidades. Ella pretende proponer un proyecto de ciudadanía universal e intensifica, con este propósito, la eficacia de su intervención sobre todo elemento de la relación de comunicación, disolviendo toda identidad e historia sobre un modo enteramente posmoderno妱uot;
Toni Negri y Michael Hardt
Giorgio Agamben (La traducción ha sido realizada por Miriam L. Chorne para la página de El observatorio Psi, de donde la he extraído).
Friedrich, Nietzsche, (2000) Así habló Zaratustra. Madrid: Ediciones Escolares.
Maurice, Marsal, (1971) La Autoridad. España: oikos-tau, s.a.-ediciones.
Nicolás, Maquiavelo, (1999) El Príncipe. Ed. Losada
Michael Hardt y Toni Negri, L䅭pire, publicado en las ediciones Exils
Michel Foucault, Vigilar y castigar, Ediciones siglo veintiuno, Argentina 1989 (décimo séptima reimpresión).
Michel Foucault, Genealogía del Poder, Ediciones de la piqueta; Madrid 1993.
Michel Foucault, La verdad y las formas jurídicas, Barcelona, Gedisa, 1995, IV y V conferencia.
Jaques Derrida, La escritura y la diferencia, Ed. Antrophos, España, 1989
Francis Fukuyama, "El fin de la historia 10 años después". (1999)
Sarlo,Beatriz, "Escenas de la vida postmoderna. Intelectuales, arte y videocultura en Argentina". Ed. Ariel. (1996)
Umberto Eco, "La Estructura Ausente. Introducción a la Semiótica" (Editorial Lumen, Barcelona, 1999)
Marc Augé, "Los 뮯 lugares뮠Espacios del anonimato. (Una antropología de la sobremodernidad)" (Editorial Gedisa, Barcelona, 1996
Martin Heidegger, "Construir, habitar, pensar" (Alción Editora, Argentina, 1997)
Conferencia dictada por el Arq. Darío Yancán
en el marco de las Jornadas de Intercambio de la RED EDUCATIVA INTERINSTITUCIONAL DISTRITAL, el 15 de octubre de 2004
en Bernal, Buenos Aires, Argentina.
Autor:
Arq. Darío Yancán
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