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El dibujo del niño (página 2)

Enviado por MARIA SANCHEZ PRIETO


Partes: 1, 2, 3

Periodo de la forma o la representación grafico simbólica (3- 4 años) y dentro de este:

1. Etapa de las Unidades (3 años y 3 meses a 3 años y 9 meses): se caracteriza por el dominio de los intereses formales y la aparición de las primeras representaciones de naturaleza simbólica. En el dibujo del niño en esta etapa se manifiestan de forma recurrente la presencia de un reducido grupo de imágenes más o menos geométricas, que el autor denomina, unidades formales, debido al empeño que manifiesta el niño a través de sus continuadas repeticiones y que favorecen su perfeccionamiento, aprendizaje y automatización. El niño comienza a dar nombre a sus reproducciones gráficas haciendo referencia a sus cualidades formales (redondas, palotes, bolitas, etc.), expresiones verbales que pretenden expresar únicamente la naturaleza formal de los trazados, su redondez o rectitud. Esta expresividad advierte el descubrimiento infantil de las primeras analogías entre las formas del dibujo y los objetos nombrados con las mismas características. En esta etapa se afirma su sentido de unidad e individualidad en las unidades. Según el autor, las unidades formales básicas, consideradas desde su estructura o configuración, pertenecen a dos categorías: las unidades cerradas (la forma circular en todas sus variantes: círculo, óvalo, etc.) y las unidades abiertas (trazados longitudinales: rectas y segmentos)6.

2. Etapa de las Operaciones (las Combinaciones) (3 años y 9 meses a 4 años y 3 meses): según Machón, A. (2009), en esta etapa el niño comienza a realizar un conjunto de acciones orientadas a la combinación y creación de nexos y relaciones entre las unidades del anterior periodo, combinándolas entre sí, enriqueciéndolas con añadidos y señales acordes con sus necesidades formales, expresivas y significativas. Esto da lugar a nuevas y variadas estructuras complejas y nuevas configuraciones. El autor, define el término "Operaciones" como el conjunto de acciones y experiencias gráfico-espaciales que realiza el niño con el propósito de establecer relaciones entre las unidades y la combinación de estas, mediante trazados y añadidos que enriquecen sus posibilidades expresivas, significadoras y estéticas. Estas operaciones dan lugar a nuevas "gestalts" o configuraciones más complejas, permitiendo al niño descubrir espontáneamente otras leyes pertenecientes a otros ámbitos cognoscitivos (matemáticos, aritméticos, geométricos, topográficos, etc.). Gracias a estas operaciones, desarrollaran además la capacidad de organizar su mundo gráfico y visual. Los recursos gráficos usados por el niño para la creación de los nexos o vínculos entre las unidades, el autor las reduce a cinco modalidades fundamentales y que son:

1. Envolver (circundar).

2. Señalización y caracterización del espacio intrafigural 3. Adición de unidades (combinación de unidades cerradas, combinación mixta de unidades abiertas y cerradas, combinación mixta por inclusión y adición, combinación de unidades abiertas, adición de unidades que generan estructuras cerradas crecientes).

4. División y fragmentación del espacio intrafigural y composiciones espaciales interfigurales7.

El dibujo en este periodo constituye un desarrollo formal caracterizado por un desarrollo gráfico natural y que se convierte desde este momento, según el autor, en la expresión gráfica de las funciones de representación y manifestación de la función semiótica que caracteriza el periodo preoperatorio descrito por la psicología evolutiva. Interpretar el dibujo en este periodo equivale a interpretar su pensamiento, dar significado a sus trazados porque expresan sus sentimientos, sus afectos y temores. En este momento, el dibujo representa las asociaciones cambiantes del pensamiento producidas por la propia realización gráfica, los contenidos simbólicos de las formas y grafismos y las sugerencias perceptivas que éstos provocan en el niño. Por tanto, en esta etapa podemos observar al niño, ensimismado y ajeno al mundo, realizando experimentos con trazados (unidades, operaciones, fantaseos gráficos y combinaciones o composiciones complejas) que constituyen experiencias de naturaleza representativo-simbólica y estético-formal, y estas constituyen la manifestación más genuina de su creatividad gráfica y plástica, por lo que es importante saber que en este momento es muy perjudicial intentar dar un significado representativo del dibujo e intentar adelantar la llegada de la representación figurativa, ya que corremos el riesgo de ahogar esta creatividad infantil.

Periodo de la esquematización o la representación figurativa (el iconograma) (4-7 años) y dentro de este:

1. Etapa preesquemática o el preesquema (4 años y 3 meses a 5 años y 3 meses): gracias al desarrollo gráfico-formal, cognitivo, perceptivo del periodo anterior, el niño ha ido observando los primeros parentescos perceptuales entre su dibujo y los seres, objetos e imágenes adultas de éstos, descubriendo la función icónica de la imagen gráfica. Es influyente también en este y en el anterior periodo la situación interactiva con el adulto y con su escolarización formal, influyendo también en su desarrollo gráfico, ya que, en ella tiene lugar su inicio en los sistemas simbólicos notacionales (lectura, escritura, sistema numérico, etc.), factores que van a determinar un definitivo cambio en la orientación del dibujo infantil, pasando éste desde una modalidad representativa ideográfica a una modalidad iconográfica, según Machón, A. (2009). En esta etapa, el autor nos refiere como "preesquemas" a las imágenes figurativas que suceden a los "ideogramas" y en las cuales aparecen elementos suficientes para poder reconocer e interpretar los dibujos realizados sin necesidad del acompañamiento oral que precisaban las anteriores manifestaciones "ideográficas o simbólicas". Por tanto, los "preesquemas" son "iconogramas o imágenes" que han alcanzado un nivel de iconicidad suficiente para evocar por sí mismos a los objetos que representan. Añade el autor otros términos relacionados con la expresividad gráfica del niño en esta etapa como: la generalización, la yuxtaposición, el geometrismo decorativo, los modelos prestados (estereotipos aprendidos de los adultos), la figuración (casas, sol-astro, árbol, nube, coche, transportes, flor, aves, mamíferos y elementos naturales polimorfos), la repetición por el interés en un determinado tema y el color.

2. Etapa esquemática o el esquema (5 años y 3 meses a 7 años): esta etapa se caracteriza por:

a. El dominio total de la figuración y la desaparición de la experimentación con las formas.

b. La persistencia del geometrismo aditivo y de la enumeración, el hieratismo, la rigidez, la ortogonalidad y el estatismo de las imágenes.

c. El nacimiento de la representación bidimensional del espacio y la vinculación de las imágenes entre sí y la aparición de la unidad temática y compositiva, la escena única.

d. Y por último, el establecimiento de las relaciones color-objeto.

Por tanto, Machón, A. (2009) define los "esquemas" como imágenes más estables que han logrado un nivel de iconicidad que les hace reconocibles por cualquier observador. Por otro lado, señala que el niño en esta etapa no puede sustraerse de la fuente de inspiración que se manifiesta en su representación: "el sí mismo", y proyecta en ella casi siempre, a través de su propia imagen corporal, sus problemas y conflictos. Por ello, se debe de prestar atención a dichas representaciones ya que pueden poner de manifiesto trastornos o conflictos interiores del niño en esta edad. En este periodo también pone de manifiesto el autor, la importancia de la representación del espacio, ya que la noción del mismo, va a transformar y a ampliar sus posibilidades de representación. A este nuevo espacio representativo, lo denomina el autor, espacio frontal o alzado, ya que aparece un plano vertical que al apoyarse sobre el plano horizontal o tierra, da lugar a los dos cuadrantes espaciales de la perspectiva lineal y gracias a ello, es capaz de representar las nociones de distancia (lejos-cerca, derecha-izquierda, arriba-abajo), la aparición de la línea de tierra o línea base, sobre la que apoya todas sus representaciones, las transparencias o "rayos X", los plegados o abatimientos de las imágenes, la mezcla de plano y elevación, la desaparición o alteración de la línea base, que modifican el esquema espacial en el que dibuja.

Periodo del realismo subjetivo o comienzo de la narración gráfica (8-10 años) (Este periodo no es desarrollado ampliamente por el autor en su obra, por lo que tampoco hacemos ninguna referencia al respecto).

ARNO STERN (2008) en su obra "Del Dibujo infantil a la semiología de la expresión", realiza un análisis del dibujo infantil basado en una investigación exhaustiva realizada durante 60 años a lo largo de todo el mundo. Para este autor, existe un programa genético en todo ser humano que se manifiesta a través de fórmulas o figuras existentes en nuestra memoria orgánica universal, que expresamos a través del dibujo libre y espontáneo y que el autor denomina "Formulación". Esta primera idea del autor, de que niños y adultos realizaban las mismas figuras y dibujos en todas partes, fue corroborada por sus experiencias durante todos los viajes que realizó por todo el mundo. Sus investigaciones en torno a la "Formulación" han dado lugar a la aparición de una nueva disciplina denominada "Semiología de la Expresión" que busca indagar en el origen de la "Formulación" y sus implicaciones. Para este trabajo, se ha creado el I.R.S.E. (Instituto para la Investigación de la Semiología de la Expresión), que cuenta con la colaboración de biólogos, antropólogos, genetistas, psicólogos, neurofisiólogos, y prehistoriadores.

Abrió su primer taller de pintura en el año 1949 en París al que posteriormente denomino "El Closlieu" que viene a significar "lugar protegido" y donde los niños de distintas edades y adultos, pintaban libremente sobre hojas sujetas mediante chinchetas en las paredes del mismo y con una paleta de varios colores en el centro del taller para que estuviera accesible a todos los que allí se reunían. Procuraba que el ambiente fuera cálido, afable, respetuoso y sobre todo, evitaba la competitividad, porque lo que buscaba era que cada uno de los allí presentes se expresaran con total libertad sobre el papel, dejándose llevar por sus intereses, gustos y emociones.

La investigación que realizó fue desarrollada en poblaciones aisladas cuyas formas de vida no incluían institución escolar, aldeas de la sabana, nómadas del desierto, pobladores de la selva virgen y pueblos indígenas de los Andes, donde nunca se habían visto lápices o pinceles. Según el autor, estas condiciones de libertad, del estado virgen de la mente del ser humano, en cuanto al no sometimiento a instituciones escolares y la poca o nula influencia de otros elementos, son indispensables para la educación creadora del ser humano.

El autor diferencia los trazos en: el trazo-comunicación y el trazo- expresión. El primero tiene que ver con producir una obra para un posible receptor y el segundo es una manifestación que escapa a la intención y que pertenece a un determinado código con sus propios constituyentes funcionando bajo sus propias leyes, y es a este código universal al que el autor denomina "Formulación" y cuyos elementos son idénticos en todos los seres humanos. El origen de la "Formulación" está en la memoria orgánica y ésta es definida por el autor como un recurso humano de grabación, diferente al recuerdo y que no está al alcance de ninguna reflexión.

En referencia al dibujo del niño, el autor manifiesta que la interpretación y valoración de éste por parte del adulto puede ser contraproducente, cortante para su creatividad y su libre expresión, por lo que frente a ello manifiesta que "la expresión no es la consecuencia de la impresión" (Stern, 2008) y por ello, no debemos de interpretar los dibujos infantiles ni de tratar de que el niño lo haga.

También nos habla en su libro del doble origen y los principios de la "Formulación", y dentro de esta, enmarca los distintos trazos del dibujo infantil en sus diferentes momentos evolutivos. Según sus observaciones, los primeros trazos responden a movimientos impulsivos y violentos movimientos giratorios que denomina "torbellinos" y los golpeteos rápidos que dejan una huella sobre el papel en forma de "punto" y que denomina "punteados". Poco a poco el niño va repitiendo una y otra vez estos movimientos y con ello va adquiriendo conciencia de sus capacidades, poniendo en funcionamiento en su interior, un impulso que perdurará toda su vida. Estos movimientos con el paso del tiempo van ralentizándose y dará como resultado un trazo mucho más conciso llegando a dirigir su propio gesto haciendo que coincida el final de la línea con el inicio de esta, lo que denomina, la "Figura Redonda" y que junto con las "Figuras Lineales", los "Punteados", los "Torbellinos", la "Multiplicación" y la evolución de estas figuras, darán lugar a la primera clasificación de trazos del dibujo infantil y que el autor denomina como "Las Figuras Primarias". Estas figuras van evolucionando y originando otras, por ejemplo, la "figura redonda" evoluciona y pasa a ser una "figura cuadrada", o rodearse de multitud de radios y pasar a ser una "figura radial", comúnmente y erróneamente interpretada por los adultos como "soles" con consecuencias terribles para la imaginación y creatividad infantil haciéndoles creer que lo que trazan son representaciones de cosas.

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Según Stern, A., cuando la "figura radial" nace, le sigue la "Espina" como complemento, cuando el niño cruza una línea vertical con otra horizontal o uniendo flecos de una parte con otra de una línea central. De la figura del "torbellino" incontrolado se pasa a un trazo más redondeado, más o menos corto, que denomina "Gancho" y cuando el niño reconduce la trayectoria del trazado y pasa el final por el inicio de este círculo, lo denomina "Gota" que evolucionará hacia la forma del "Triángulo". El "triángulo", según el autor, puede ser una "figura primaria" y un "Objeto- Imagen", es decir, este se presenta dentro del contenido del dibujo de una casa, un personaje, un árbol, un barco, etc.

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El autor, nos habla en su obra, de que dentro de la evolución del dibujo infantil y debido a lo que él denomina "Formulación" (o principios de la misma que están en nuestra "memoria orgánica"), los niños van produciendo diferentes tipos de trazados, figuras primarias, objetos-imagen, personajes-objetos; y todos ellos van apareciendo evolutivamente conforme el niño experimenta, juega con sus capacidades creativas y va configurando o interiorizando sus producciones hasta ser capaz de guiar cada trazo para obtener aquello que quiere representar. Se producen distintos fenómenos en esta evolución de la "Formulación" como son: el fenómeno de la "Multiplicación" y el de la "Reiteración". El primero responde a una necesidad que siente el niño de ocupar todo el espacio en blanco que tiene frente a él, llenándolo de trazados; y el segundo, la reiteración, responde a la necesidad o interés que tiene el niño de representar aquél objeto-imagen, o personaje, que para él es motivador y lo hace por gusto, por lo que el niño, representará casi siempre esa imagen en los distintos dibujos que realice.

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Además manifiesta en su obra el uso que realiza el niño del color en sus producciones y al respecto nos indica que el niño escoge el color para dibujar simplemente porque para él es llamativo o por alguna razón particular que desconocemos, por lo que, no debemos interpretar que este uso irracional o no del color, responde a la imaginación o a la fantasía del niño, sino que es una mera elección que realiza en base a otro tipo de razón.

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Stern, A. nos diferencia entre el "Espacio de luz" y el "Espacio de agua" que se dan en los dibujos infantiles. Lo que él denomina como "Espacio de luz" es la parte del dibujo infantil donde podemos observar precisamente aquella zona donde estaría representado el "Sol", normalmente una zona llena de colores amarillos, rojos o naranjas; y el "Espacio de agua" es aquella zona donde encontramos primordialmente el color azul. Esta combinación de espacios no es fortuita, sino que son complementarias, es decir, la aparición de un espacio favorece la aparición del otro.

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En definitiva, lo que Stern, A. nos aporta con su obra y su trabajo es un aprendizaje pedagógico que está fuera de todos aquellos convencionalismos científicos y psicológicos realizados sobre el significado evolutivo del dibujo infantil, tratando de acercarnos de otra manera al estudio de esta evolución, para que, como maestros, profesores, padres/madres, tutores o cualquier otro adulto en contacto con niños en edad infantil, dejemos plena libertad de expresión y creación en las producciones de éstos, tratando de no influir en las mismas a través de juicios valorativos o interpretaciones erróneas de aquello que están realizando. Debemos de crear espacios adecuados y proporcionarles los materiales necesarios para favorecer esta imaginación y fantasía, dejando fluir sus emociones, mediante el gusto e interés que mostrarán a través de sus dibujos. Sólo así, observaremos la evolución natural que subyace en la "memoria orgánica" del ser humano y que el autor denomina "Formulación".

IV. ANÁLISIS Y EVOLUCIÓN DEL DIBUJO DEL NIÑO

4.1. Metodología y plan de trabajo La metodología llevada a cabo en este trabajo se basa en la observación del proceso evolutivo del dibujo infantil, el estudio de los cambios que se producen en dicho proceso y en una comparación de dicho proceso con los estudios que los anteriores autores mencionados realizaron al respecto.

Para realizar un estudio pormenorizado y fiable, es necesario proponer una serie de hipótesis, elaborar unas pruebas con sus correspondientes ítems de valoración, realizar un análisis estadístico de resultados y confeccionar las conclusiones sobre los resultados obtenidos en el estudio realizado, por lo que, este trabajo, no podemos decir que sea puramente en un estudio transversal y longitudinal -propiamente dicho- que nos lleve a determinar unas características generales comunes y fiables; aunque en cuanto a la recogida de documentación necesaria para llevarlo a cabo, la observación y comparación realizada, si podemos afirmar que como en cualquier estudio formal y válido, hemos usado la variable básica de todo proceso evolutivo y el estudio de los cambios que se producen en él, la edad y nos hemos basado en:

a) Un estudio longitudinal mediante el seguimiento y la observación directa del dibujo infantil durante un periodo de tiempo comprendido entre los 2 y 5 años de edad, para poder observar la evolución de los aspectos gráficos como la velocidad, el ritmo, las pausas y ciclos temporales de la acción, los cambios de material, etc. Para este estudio hemos contado con los siguientes casos:

• Caso 1: Estudio y seguimiento de una niña (Delia) a lo largo de dos meses (desde los 2,02 a 2,04 años), con la recogida de su producción gráfica y videos de algunas sesiones de dibujo durante esta etapa.

• Caso 2: Estudio y seguimiento de un niño (Carlos M.) a lo largo de dos años (desde los 3 a los 4 años), con la recogida y selección de su producción gráfica durante esta etapa.

• Caso 3: Estudio y seguimiento de un niño (Pablo) a lo largo de dos años (desde los 5 a los 6 años), con la recogida y selección de su producción gráfica durante esta etapa.

• Caso 4: Estudio y seguimiento de una niña (Adriana) con TGD (Síndrome de Asperger) a lo largo de 7 años (desde 1 año a los 7 años), con la recogida y selección de su producción gráfica durante esta etapa.

b) Un estudio transversal mediante la recogida de una colección de dibujos de niños de distintas edades, entre 2 y 7 años, para que en función de la edad, el sexo, el grupo social, el nivel cultural, etc., poder realizar las oportunas comparaciones y cuantificaciones necesarias para determinar los procesos de cambio que se producen de un modo más fiable. Para ello, hemos recogido una colección de dibujos de distintos niños en edad preescolar en diferentes centros educativos (colegios y guarderías).

El plan del trabajo llevado a cabo ha sido la recopilación de una colección de dibujos infantiles sobre temas libres y otros temas más dirigidos relacionados con la familia, el colegio y su entorno más cercano. Posteriormente, se han seleccionado aquellos en los cuales el trazo era más significativo o mostraba mucho mejor el mismo, para poder hacer un análisis comparativo del mismo con las teorías propuestas por otros autores estudiosos de este tema y que hemos puesto de manifiesto en los apartados anteriores. Finalizado este análisis comparativo, llegaremos a unas conclusiones, señalando las características más significativas de la evolución del dibujo infantil.

Las muestras seleccionadas en documento impreso han sido digitalizadas, escaneadas y reducidas a un tamaño menor para poder exponerlos en este trabajo y que se acompañan en tamaño real en el apartado de ANEXOS, por lo que recomendamos ir a dicho apartado para poder observar y ver adecuadamente todos los detalles analizados de las mismas. Otras muestras documentales son en soporte video para poder apreciar los ciclos de acción del trazo, los gestos y todos aquellos aspectos observables relacionados con el lenguaje como los comentarios orales que frecuentemente acompañan a la realización del dibujo y por tanto esta muestra, al no poder ser impresa, se acompaña dentro del soporte CD adjunto a este trabajo.

4.2. Aplicaciones prácticas 4.2.1. Análisis comparativo de colección de láminas infantiles. En los casos que vamos a analizar, para señalar la variable exacta de la edad de cada niño en los dibujos realizados y siguiendo la teoría de Machón, A. (2009) sobre la importancia de tener en cuenta los meses en edades tan tempranas ya que cada mes en esta edad tiene una importancia destacada en los años y avances evolutivos posteriores, señalaremos los años y meses de cada niño, de tal modo que, cuando por ejemplo el niño tenga 2 años y 2 meses, en este trabajo aparecerá la cifra 2,02. Realizadas estas aclaraciones, pasamos a mostrar y analizar las siguientes muestras.

En primer lugar, comenzaremos por analizar aquellos casos en los que hemos realizado un estudio longitudinal sobre la evolución del dibujo de los niños Delia, Carlos M, Pablo y Adriana.

Caso 1: Delia (F. Nacimiento: 05/05/2012) Para el caso del desarrollo evolutivo del dibujo de Delia, una niña de dos años, hemos recogido sus producciones gráficas en formato papel y en soporte audiovisual durante dos meses. Aunque es un periodo de observación corto podemos analizar el periodo evolutivo del dibujo en el que se encuentra la niña.

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En estos primeros dibujos realizados por Delia observamos que la niña utiliza ambas manos para realizar los trazos en la Fig.1, concretamente, utiliza una pintura de color naranja con la mano izquierda y una pintura de color rosa con la mano derecha y, curiosamente, en la parte derecha del papel es donde usa su mano derecha y en la parte izquierda del mismo utiliza su mano derecha. En la Fig. 2, la niña primero utiliza la pintura de color amarillo y con la mano derecha realiza sus primeros trazos y posteriormente coge la pintura azul y realiza los trazos de dicho color invadiendo los primeros trazos de color amarillo. En la Fig. 3 observamos que la niña utiliza una gama más amplia de colores, el naranja, el azul y el negro, mezclando y superponiendo los trazos. Los trazos siguen consistiendo en líneas errantes y circulares, con punteados y comas. Se observan igualmente que en la Fig. 2, como la niña rellena todo el espacio del papel, llegando algunos a sobrepasar los bordes del mismo, lo que nos muestra que aún no tiene adquirido un control sobre el movimiento de sus manos al realizar los trazos y tampoco tiene adquirido un control visual del movimiento de su mano, por lo que según Kellogg, R. (1979), podemos afirmar que se encuentra en el "Estadio de los Patrones" donde únicamente produce los "garabatos básicos" en diferentes "Patrones de disposición".

Los trazos con ambas manos son trazos incontrolados, resultado de su actividad motora y por tanto, sin ningún sentido intencional. La huella de los trazos sobre el papel son unas estructuras lineales descontroladas que nos muestran, según la longitud y grosor del trazo, las variaciones de tensión muscular por las que atraviesa la niña mientras realiza el dibujo. Además se puede apreciar que la niña realiza una serie de golpeteos de la pintura sobre el papel dejando unas huellas semejantes a unos puntos y comas. Siguiendo a Machón, A. (2009), estos trazos responden a "secuencias cinestésicas de orden temperamental" y por lo que según el autor, podemos determinar la personalidad y los cambios emocionales del niño mediante estas reacciones pulsionales. Para analizar mejor estos dibujos, recurrimos a la clasificación que Kellogg, R. (1979) realizó sobre "Los 20 garabatos básicos" y la realizada por Machón, A. (2009) sobre "El repertorio gráfico del garabateo: los 26 garabatos"8, podemos observar en este primer dibujo de Delia, unos trazos marcados mediante unas líneas verticales múltiples (Garabato nº 6) y unos puntos (Garabato nº 1) en un equilibrio bilateral o en un patrón de disposición nº 6 según Kellogg, R. (1979), es decir, los garabatos se encuentran colocados verticalmente a los lados del papel en posición horizontal quedando un espacio libre entre ellos, dando sensación de equilibrio el uno respecto al otro y que revelan la frecuencia de la percepción figura-fondo.

Machón, A. (2009), realiza otra clasificación aún más completa sobre los garabatos y en concreto cataloga 26 garabatos y entre los cuales podemos observar en el dibujo de Delia unos garabatos o estructuras gráficas que el autor denomina "Rotación concéntrica", "Líneas errantes", "Plumeados" y "Puntos y comas".

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En la realización de la Fig. 4 observamos que la niña primero coge una pintura de color azul con la mano izquierda y realiza un trazado circular en el lateral izquierdo del papel, posteriormente realiza unas líneas errantes por encima del primer trazado y a continuación realiza unos golpeteos de la pintura sobre el papel produciendo los denominados "puntos". A continuación elige una pintura marrón de la caja y con la mano derecha realiza unos trazados lineales y circulares en la parte derecha del papel para posteriormente realizar otra serie de golpeteos sobre los anteriores trazos. Mientras que la niña pinta, tratamos de conocer que es lo que nos manifiesta sobre lo que está pintando, la niña comenta que está pintando un "uno" y nos pide que hagamos nosotros un "uno" en su hoja, por lo que accedemos a su petición dibujando el número "uno" en otra hoja aparte, nos llama la atención como la niña trata de imitar nuestra grafía mediante la ejecución del trazado de unas líneas verticales llevando la mano de abajo a arriba una y otra vez, pudiendo observar en esta acción como la niña comienza a tener intencionalidad en su acción y un control ocular sobre su mano . Al tener cerca la caja de pinturas, la niña cae en la tentación de jugar con ella, por lo que si queremos evitar que la niña se distraiga de su tarea, deberíamos evitar este tipo de distractores, aunque en esta ocasión y al dejar actuar libremente a la niña podemos observar la realización de otros trazos interesantes que pasamos a analizar a continuación. Al insistir de nuevo en la realización del dibujo y tratar de volver a centrar su atención sobre el mismo, la niña coge una nueva hoja y al ver que por una lado está pintada, la niña voltea la hoja buscando un espacio en blanco y sin pintar. Allí comienza a pintar una serie de líneas mucho más cortas en forma de arco. Observamos que la niña es capaz de parar y controlar estos trazos en arco. Curiosamente mientras los va realizando la niña va diciendo los números del uno al cinco, con lo que podemos manifestar que la niña está adquiriendo un progresivo control del movimiento de su mano, a la par que adquiere una intencionalidad en sus trazados. Según Machón, A. (2009), los "Trazados en Arco" proceden de la fragmentación de los trazados circulares y requieren un mayor control motriz y una mayor intencionalidad formal, por lo que pueden enmarcarse ya en un nivel perceptivo. Según los estudios realizados por este autor, este tipo de trazados aparecen en un 16% de láminas de niños con edades entre 2,00 y 2,02 años, exactamente la edad de esta niña. Recomendamos ver el vídeo de la realización de este dibujo para poder observar todo lo explicado.

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En las Figuras 5, 6, 7 y 8 de los dibujos realizados por Delia se continúa observando en todos ellos los trazados circulares, rotaciones, bucles, punteados, comas y plumeados, así como otros garabatos longitudinales (trazados en ángulo, en arco y líneas errantes). Todos ellos superpuestos y en algunos de ellos con variación de colores que van rellenando todo el espacio gráfico del papel y con una clara preferencia por el uso de la mano derecha. En referencia a lo que Machón A. (2009) manifiesta sobre el "trazado circular", destacamos que éste es la génesis del círculo, primordial forma del desarrollo gráfico que aparecerá en etapas posteriores y que pasará por diferentes fases sucesivas y en las que intervienen las distintas funciones como el dominio pulsional, el desarrollo neuromotor y el dominio definitivo de la función visual sobre la acción. En cuanto al "bucle", el mismo autor señala que es un garabato muy frecuente también en esta etapa, por tanto, hay que tenerle también presente en el estudio del desarrollo gráfico infantil debido a que por su trazado rápido, aspecto aislado y breve, nos presenta un claro ejemplo del sentido de unidad temporal.

En la Fig. 9, Delia realiza un dibujo con la mano izquierda y observamos que los trazos realizados ocupan el lado izquierdo del espacio gráfico del papel. Se observa también que estos trazos son más gruesos que los que realiza con la mano derecha en las anteriores figuras descritas, esto creemos que puede deberse a la presión ejercida al sujetar la pintura con esta mano y la inclinación respecto al plano de superficie de papel sobre el que apoya la misma para realizar los trazos. Además son trazados o garabatos más longitudinales que circulares.

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[Figura 10] Delia 2,02. Dibujo realizado con la mano derecha e

izquierda.

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Video 2: Delia 2,02. Video sobre la figura 10. Adjunto en el CD que

acompaña a este trabajo.

El dibujo correspondiente a la Fig. 10, junto al que se acompaña también un video, podemos observar como la niña rellena todo el espacio gráfico con garabatos realizados con un nuevo material para ella, en lugar de pinturas de cera, le dejamos bolígrafos y rotuladores de punta más fina para que experimentase con ellos. En el video podemos ver como la niña disfruta con el juego de abrir o destapar la punta de estos rotuladores y posteriormente realiza los trazos probando uno a uno indistintamente. En esta ocasión el papel se le colocó de posición vertical en lugar de ponerla en posición horizontal como en anteriores ocasiones, por lo que, los garabatos se superponen y mezclan en todo el espacio gráfico del papel, predominando mayor número de trazos en la zona inferior de la hoja por ser la distancia más próxima a las manos de la niña. Los trazados siguen siendo circulares, longitudinales y punteados. En los trazados longitudinales se observan unos "trazados en ángulo", que según Machón, A. (2009) provienen de la simplificación de los movimientos de extensión y retorno que se producen en la realización de los garabatos pendulares y que aunque aún son movimientos impulsivos parecen mostrar la aparición de una intencionalidad formal propia del nivel perceptivo.

En los dos videos recogidos hasta el momento y en la mayoría de dibujos de esta niña, observamos la acción del golpeteo que producen los denominados puntos, comas y plumeados. En relación a esto, Machón, A. (2009) manifiesta que se producen debido a un estado anímico alegre y a un momento lúdico de diversión y juego. El sonido y el ritmo de este golpeteo producen en el niño una sensación de bienestar y de diversión, que conjuntamente con la percepción de la huella que deja sobre el papel, el niño se siente estimulado, por lo que acelera y refuerza la sensación rítmica característica de esta etapa.

Por tanto, podemos afirmar que la etapa evolutiva del dibujo en Delia se encuentra en lo que Luquet (1927) denomina "Realismo fortuito", o según Lowenfeld (1947) denominó "Etapa del garabateo" y dentro de este el "Garabato desordenado", o lo que Kellogg (1979) denominó "Estadio de los patrones" distinguiendo dentro de este "20 garabatos básicos", o lo que Luçart (1979) denominó "Nivel motor", o lo que Machón (2009) denomina el "Periodo de la Informa" y dentro de éste la "Etapa del garabato coordinado", y finalmente lo que Stern (2008) denominó origen de la "Formulación" y en el que los niños únicamente realizan unos trazos impulsivos, mediante movimientos giratorios que el autor denomina "Torbellinos" y una serie de golpeteos rápidos produciendo los "Punteados". Añade Stern, A (2008):

será necesario que se realicen decenas de Torbellinos para que, después, el gesto se ralentice y la huella sobre la hoja se haga más concisa. Tan pronto como esa huella sea un recorrido con un comienzo y un final, esto indicará que el niño ha cumplido el primer paso de una evolución. Poco después, será tan dueño de su propio gesto que empalmará el final de la línea con su inicio, realizando así la primera figura de la Formulación, una Figura Redonda… (Stern, A., 2008, Pp. 25-26).

Debemos señalar además que en este periodo la niña está en plena adquisición de la noción del espacio gráfico aunque aún muestre un determinado caos gráfico- espacial que refleja, según Machón, la existencia de ese caos personal y la indiferenciación entre el Yo y el medio que rodea a la niña.

Caso 2: Carlos M. (F. nacimiento: 22/12/1990) En el caso de Carlos M. hemos recogido y seleccionado algunos pertenecientes a su producción gráfica realizada durante dos años, desde los 3 a los 4 años. Hay que tener en cuenta que, en algunos dibujos recopilados de este niño, no podemos determinar con exactitud la edad en meses exacta debido a que pertenecen al año 1993-94 y en los mismos no aparece la fecha concreta de realización para poder determinar este dato, por lo que únicamente señalaremos la edad en años.

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En estos primeros dibujos de Carlos M. podemos apreciar claramente algunos de los aspectos más importantes del desarrollo gráfico infantil correspondiente a esta edad, entre ellos:

• En la Fig. 11, observamos la aparición de diferentes trazados, que siguiendo a Machón A. (2009) podemos denominar como "Formas" o "Figuras" y dentro de estas observamos algunas como: círculos, óvalos, rectángulos, cuadrados, cerradas irregulares rectilíneas, semicírculos, rectas, cicloides, quebradas y onduladas, ángulos, cruces y aspas, arcos, etc.9 El conjunto de estas formas y combinaciones entre ellas junto con la aparición superpuesta y entremezclada de distintos garabatos pertenecientes a etapas anteriores a esta, responde al "Principio de dinamización y vitalización" del que nos habla el mismo autor. Según este principio, el niño pretende dotar de movimiento, dinamismo y vitalidad a las formas y los espacios que conforman el dibujo. Hay que destacar también que en este dibujo aparecen también varias figuras que representan figuras humanas y animales, o ideogramas con forma de representación humana y animal, que en este caso parecen "toros o vacas". Estas figuras, también denominadas "monigotes", según Machón, A. (2009), corresponden al "Periodo de la esquematización" entre los 4 y 7 años, y dentro de este está la "Etapa Preesquemática" y en la cual "el monigote" corresponde a la representación del cuerpo físico (el Yo físico). Una etapa caracterizada porque el niño trata de buscar un concepto definido del hombre y de los objetos, de configurar un vocabulario gráfico, relacionando todos ellos para ir descubriendo el significado y lenguaje de sus dibujos.

• En la Fig. 12, el niño representa varios "renacuajos" de diferentes tamaños, de mayor a menor y diferentes formas, lo que nos hace pensar que el niño ya trata de representar diferentes sexos y edades de estos personajes. Algunos de ellos tienen los componentes primordiales de la cara como ojos y boca, y otros únicamente los ojos. Todos ellos presentan un tronco diferente, unos de forma alargada y otros redondeada, por lo que podemos interpretar que los de forma alargada son figuras masculinas y los de forma redonda figuras femeninas. También algunos de ellos han sido representados con pelo y otros no, y según Machón, A. (2009) "el pelo, tanto por su presencia como por su abundancia y dimensión, suele ser el primer signo de caracterización sexual…". Además todos ellos tienen brazos representados por una línea horizontal y tan solo uno, el mayor, posee brazos rectangulares e incluso ha dibujado los dedos de la mano en forma de diferentes líneas horizontales múltiples o lo que Kellogg, R. (1979) denominaba "garabato básico nº 7"10. Observamos que todas estas figuras humanas están representadas frontalmente y en posición vertical; esta verticalidad es uno de los atributos más relevantes de la figura humana y pone de manifiesto el protagonismo de lo visual, según Machón, A (2009). En cuanto al proceso de representación de la figura humana (periodos y etapas), acudimos de nuevo a los estudios realizados por este autor, señalando que éste establece dos periodos conformados por un total de cinco etapas11: el "Periodo de la representación graficosimbólica" (de 3 a 4 años) y el "Periodo de esquematización: el Yo físico". Por tanto, analizando las formas de estas representaciones humanas podemos denominarlas "renacuajos", por lo que el niño se encuentra en la "Etapa de la representación del Yo psicobiofísico". En la realización de la imagen del renacuajo y en el resto de ideogramas tiene una gran participación el conocimiento perceptual, que es el encargado de distribuir los miembros pro la periferia y las facciones en su interior siguiendo la configuración de la imagen humana en la que el rostro es una elemento primordial (Gestalt del rostro).

Otra de las figuras que vemos representada en este dibujo, es la figura del "Sol". Esta figura presenta trazos en el centro a modo de cara, ya que le dibuja dos círculos que representan los ojos y un semicírculo en la parte inferior que representa la boca; esto significa, siguiendo a Kellogg, R. (1979), que el niño ha evolucionado en su desarrollo gráfico dejando atrás las denominadas "mandalas" y "agregados circulares" gracias a su pensamiento y a su percepción visual. Machón, A. (2009) manifiesta que el niño reconoce una imagen propia del mismo que le proporciona alegría y seguridad, por lo que se siente estimulado a representarle en casi todos sus dibujos y además reconoce la imagen inconsciente de su Yo, latente en su configuración celular, un Yo psicobiológico (entre el símbolo de la individualidad implícito en la forma circular y el primer ideograma humano) y un Yo psicobiofísico (que representa la figura del renacuajo).

En las figuras 13 y 14, el niño realiza unos dibujos donde podemos observar perfectamente otras de las figuras "Gestalt" abstracta o no figurativa, las "Radiales" de las que Kellogg, R (1979) nos hace una referencia y descripción bastante amplia en su libro "Análisis de la Expresión Plástica del Preescolar" y al que ya nos hemos referido con anterioridad. Estas figuras radiales son las precursoras o el origen del diseño posterior de la colocación de los brazos y piernas en la figura humana. La autora nos define "Estructura radial" como "un conjunto de líneas que parten de un punto o de un área reducida" y que el "patrón de disposición nº 17" o "Abanico sobre la línea de base. Garabatos que parten de un lado y se dirigen hacia uno o hacia los dos lados adyacentes" (Machón, A., 2009, Cap. III, Pp. 36), es una fuente de estas estructuras. Todas ellas y el gusto del niño por trazarlas en sus dibujos repetitivamente, nos muestra el nuevo avance en su desarrollo gráfico mediante la búsqueda del equilibrio estético, ya que es una aptitud natural y biológica innata en el ser humano e incluso en los primates, según los estudios realizados por Morris y Rensch (1965). Otro autor, que menciona el nacimiento de estas figuras radiales es Stern, A., y según éste, el nacimiento de esta figura conlleva el nacimiento de otra figura que denomina "Espina" como complemento de la figura radial, aunque el orden de aparición pueda estar invertido. Más adelante veremos como Carlos M. en otro de sus dibujos dibuja esta figura de "Espina" y será cuando analicemos la misma. Lo que representa Carlos M. mediante estas "figuras radiales" son las estrellas, ya que las sitúa todas ellas en la línea del cielo, por lo que podemos afirmar que este tipo de representación gráfica se encuentra en la etapa o periodo correspondiente con el "nivel perceptivo" según Wallon, H., y en el que tienen lugar las conexiones entre la forma y el grafismo, es decir, "existe una asociación entre el trazo gráfico y la intención representativa" (H. Wallon y L. Lurçart, 1968, págs.10-12)

• En el dibujo correspondiente a la figura 13, observamos también otra figura, a la que denominamos "quebrada"12 siguiendo a Machón, A. (2009) y que procede de los "trazados en dientes de sierra" que emergen del "garabato controlado". El niño utiliza esta "línea quebrada" para señalar la "línea de base o línea de tierra" en el dibujo. Al respecto del origen de la "línea de base" en el dibujo infantil, no existen estudios científicos ni un consenso generalizado acerca de esta originalidad, por lo que nos remitimos a lo que otros autores estudiosos del desarrollo gráfico infantil refirieron al respecto. Para Lowenfeld y Brittain (1947), la "línea base" es universal y forma parte del desarrollo del dibujo infantil y que no tiene su origen en experiencias visuales, sino que el niño utiliza esta línea tanto para representar la base sobre las que se hallan los objetos como para caracterizar la superficie de un paisaje, por tanto es únicamente un símbolo espacial; según los estudios realizados por Machón, A. (2009), la "línea base" es en su origen un símbolo gráfico que no procede de experiencias visuales sino que es elegida entre las dos unidades formales básicas (el círculo y la recta) de acuerdo con su semejanza o afinidad perceptual con el elemento que representa, por tanto, su analogía con la realidad es antes funcional que visual, debido a que el movimiento , la marcha y la dirección forman parte de la ejecución gráfica del trazado material de la propia línea convirtiéndose debido a su extensión y longitudinalidad en un elemento estructural del suelo donde se apoyan los objetos o por donde estos pasan o se mueven.

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• En los dibujos correspondientes a las figuras 15 y 16, el niño continúa representando algunas de las figuras analizadas anteriormente como el "monigote- renacuajo" y de los que no realizamos ahora ningún otro análisis para no redundar en lo mismo; sin embargo si conviene analizar en el dibujo correspondiente a la figura 16, las "figuras circulares" que el niño realiza queriendo representar "la nieve". Estas "figuras circulares" son unidades cerradas con formas que representan los conceptos simbólicos más primarios de unidad e individualidad que propician la asimilación de los seres y objetos en posteriores etapas, y en este caso vemos como el niño ha sido capaz de representar "la nieve" gracias a la función simbólica de estas formas. En este dibujo Carlos M. traza varias "figuras circulares" realizando una combinación o adición de varias unidades circulares para representar que está "nevando" y que siguiendo a este autor, podemos afirmar que se trata de una de las "operaciones formales y sus combinaciones" que le sirven al niño realizar correlaciones funcionales y estructurales de la representación perceptual de la realidad.

• En el dibujo correspondiente a la figura 16, queremos hacer alusión a la anteriormente mencionada figura de la "Espina" de la que Stern, A. (2008, Pp. 37) nos refiere en su obra. Según el autor, el nacimiento de la figura primaria que denomina "Espina" se produce como complemento de la figura "Radial". Se trata de un trazo vertical atravesado por varias líneas horizontales. El niño puede trazarla de la forma que hemos explicado o también mediante la unión de unos flecos con otros situados a ambos lados de una línea central. En el mismo dibujo aparece también la figura del "Sol" que por el significado e interés que tiene para los niños continuará apareciendo en la mayoría de sus dibujos. En este "sol" observamos que aún no aparece "humanizado", es decir, el niño no representa dentro del círculo ninguna otra forma que represente la boca y los ojos, como en otros "soles" que veremos posteriormente en otros dibujos y que analizaremos este aspecto en su momento.

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• En el dibujo correspondiente a la figura 17 podemos hablar del "Figurativismo temprano" del que Kellogg, R. hace referencia en su obra (Kellogg, R., 1979, Cap. 12. Pp. 125-153). La autora clasifica en varios apartados dicho "figurativismo": animales, casas, plantas y transportes. Observamos en dicho dibujo que aparecen dos animales con el torso en horizontal, lo que significa que está visto de lado, sin orejas, aunque sí con un rabo representado mediante una "línea cicloide"13. Además cambia la posición de los rasgos de la cara en relación con el rostro humano, así como una distinta posición de los brazos y piernas humanos. En cuanto a otra de las figuras que aparece en este dibujo repetidamente, "la casa", y siguiendo con esta autora, observamos que éstas son dibujadas por el niño mediante la combinación de diagramas de forma diversa (la combinación de la forma triangular con la forma rectangular y también con la forma cuadrada). En todas ellas aparecen los elementos que constituyen un edificio, las ventanas, las puertas y la chimenea, ésta última, en todas ellas aparece otro elemento característico e importante para el niño, la representación del humo mediante una "línea cicloide alargada" que concluye en un "hipocicloide" que no llega a cerrarse. Machón, A. (2009), señala a estas representaciones del humo mediante "líneas cicloides" como "Equivalencias de naturaleza cinestésica" que se dan en las "analogías estructurales o configurales" de la función icónica de la imagen gráfica del niño (Machón, A., 2009, Cap. V. Pp. 314-323). Las "líneas cicloides" tienen su origen en el perfeccionamiento de los trazados helicoidales, diversificándose al modificar el sentido de su movimiento. Para el autor Stern, A., la representación de "la casa" va evolucionando desde una figura primaria "la gota" que evoluciona al "triángulo", dando lugar a la casa triangular y evoluciona hasta la combinación del triángulo con el cuadrado, según las leyes de la "Formulación". El autor también nos habla de los órganos que componen la casa, el humo y el camino. En el caso que nos ocupa, únicamente aparece representado el humo saliendo de unas chimeneas representadas perpendicularmente a la línea del tejado, otro rasgo característico de la organización espacial y la búsqueda del equilibrio del niño en esta etapa.

• En la figura 18 podemos ver que el niño ha representado cuatro "monigotes-renacuajos" y un "sol", estando estas figuras rodeadas por una línea que nos hace recordar lo que Machón, A. (2009) nos decía sobre la acción de "Envolver o circundar" dentro de las distintas "Operaciones formales" que se producen en la "Etapa de las operaciones" (3,09-4,03 años). Precisamente esta acción de envolver o circundar otras figuras representadas, nos señala el autor, que está relacionada con las "operaciones espaciales de cierre y clausura" que el niño realiza en la etapa del "garabato controlado". Esta acción de envolver o circundar a otras figuras da lugar a la noción de la "contención" y tiene su mayor ocurrencia en los dibujos infantiles cuando se produce el tránsito entre el "Periodo del garabateo" y el "Periodo de la forma", es decir, entre los 3,00 y 3,05 años. Esta acción supone en el niño la asociación o relación que hace éste de los objetos que representa con las funciones tanto materiales como afectivas que suponen para él.

Observamos además que las formas y tamaños de estos "monigotes-renacuajos" son distintas, por lo que suponemos que el niño ha querido representar figuras humanas masculinas y femeninas, discerniendo también la edad de los mismos por el tamaño de cada uno de ellos. Algunos de ellos poseen pelo y otros no, y conociendo a su familia, sabemos que uno de sus familiares (su abuelo) es "calvo", por lo que creemos que ha querido representar a su familia y al él mismo (la figura más pequeña que aparece). En todos ellos aparecen los caracteres o elementos pertenecientes a la figura de la cara, representando los ojos, cejas, nariz y boca. Si observamos la nariz, el niño ha realizado la misma mediante la combinación de dos figuras primarias conocidas, el triángulo y el círculo, representando este último los orificios nasales. Y la boca, aparece señalada mediante un relleno espacial intrafigural, este último aspecto, señala Machón, A. (2009) es una acción "encaminada a afirmar y diferenciar el espacio interior frente al exterior" tratando con ello de señalar su masa, corporeidad y su textura.

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• En la figura 19 el niño representa de nuevo una "casa" pero en esta ocasión añade un elemento significativo más a tener en cuenta y del que aún no se ha hecho referencia por no estar presente en otros dibujos y esta figura primaria nueva que aparece representada es el "cuadrado con la cruz" de la que también nos habla Stern, A. (2008) en su obra; en este dibujo el niño utiliza este recurso gráfico para representar las ventanas de la casa. Se trata de una "cruz griega" que aparece en combinación con el cuadrado y sobre éstas combinaciones y otras muchas nos habla la autora Kellogg, R. (1979) en el capítulo 6 (Pp. 59-63) y en el capítulo 18 (Pp. 272-287) de su obra "Análisis de la expresión plástica del preescolar" y que recomendamos ver.

En el mismo dibujo continua apareciendo los elementos configurales de la casa como son la chimenea y el humo (representado por una línea cicloide) y de los que ya hemos hablado anteriormente y en esta ocasión el niño no representa un "Sol", sino que combina dos figuras ovoides cerradas unidas por un solo punto y que por la situación en la parte superior izquierda del dibujo, nos hace pensar que pueda tratarse de una figura que pretenda representar la "luna" o un "pájaro". Además siguen apareciendo algunos "punteados", que por la situación en el papel creemos que puede tratarse de la representación de "estrellas"; pero todo esto son suposiciones e interpretaciones de las que no podemos afirmar como ciertas, debido a que no sabemos exactamente lo que el niño manifestó en el momento de realizar este dibujo.

• En la figura 20 aparece una "casa", un "sol", un "monigote", dos figuras nuevas, una a cada lado de la casa, que por su color y apariencia parecen dos "faroles" y en el espacio superior de la hoja, aparecen una serie de signos gráficos correspondientes a las grafías de distintas letras y números así como otros signos matemáticos que nos llama especialmente la atención, ya que por la edad del niño cuando realiza este dibujo, nos indica que el niño ya ha comenzado a aprender las vocales y se encuentra escolarizado, donde por influencia de lo que allí ve, experimenta y aprende, trata de plasmar en sus dibujos, tratando de colocarlas encajando en los Patrones de disposición, dando lugar a diversas formas implícitas. Sobre este aspecto, Kellogg, R. (1979) nos dice que los niños cuando aprenden a leer perciben estructuras lineales parecidas a las que él mismo ha realizado espontáneamente, trazando las letras del alfabeto como "Gestalts artísticas" y éstas las colocan o disponen para completar un "Patrón" o una "figura implícita". Los niños deben de aprender las diferencias de uso de las letras en el arte y en el lenguaje, percibiendo las diferencias entre la disposición estética y la lingüística de las letras aprendiendo a escribir.

Otro aspecto que queremos señalar de este dibujo es la representación de la "línea de base", para la cual el niño ha utilizado un garabato ya conocido, el "garabato nº 7" o líneas horizontales múltiples14 y lo hace empleando una pintura de color verde, simulando la "hierba". En cuanto al uso que hace el niño del color, hemos de referir a Machón, A. (2009) que nos dice en su obra, que existe un interés decorativo y un uso del mismo generalizado cromáticamente, esquematizado y sin matices que irá teniendo una progresiva relación visual con el objeto hasta alcanzar una perspectiva aérea en la que ya será capaz de visualizar otros tonos y matices producidos por los cambios de luminosidad.

• En la Fig. 21 observamos un dibujo realizado con diversas figuras: sol, nubes, casa, elefante, monigotes, estrellas, cuadrados, rectángulos, líneas quebradas, líneas onduladas, cruz griega, círculos y algunas letras circundadas o envueltas en el interior de un rectángulo. Todas ellas, llenan todo el espacio de la hoja queriendo representar una escena y por la disposición que hace el niño de toda esta serie de preesquemas, queremos referirnos aquí a la "yuxtaposición" de la que nos habla Machón, A. (2009), y que nos indica que el niño se encuentra en la "Etapa preesquemática" correspondiente al "Periodo de la esquematización"; esta "yuxtaposición" de formas significan que están representadas unas imágenes al lado de otras pero sin ninguna relación clara entre ellas, sin orden, orientación ni proporción, pareciendo más un muestrario de imágenes que nada tiene que ver con la posterior "imagen-relato" que se verá en la "Etapa esquemática".

En este dibujo, observamos un fenómeno que según algunos estudios sobre la evolución del dibujo infantil, suele aparecer en la "Etapa esquemática" entre los 5,03 y 7,00 años de edad del niño, y esto es, el fenómeno de las "transparencias o rayos X", por el cual la imagen muestra el interior del tema representado, apareciendo como si fuera transparente; en este dibujo se ven una serie de monigotes, estrellas, y otras figuras cerradas, ocupando el espacio interior del cuadrado que representa la casa.

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• La Fig. 22 representa lo que Carlos M. interpreta como un "Gato" y aunque no aparece representado de una forma realista, la suma de detalles en el mismo, como los bigotes, las cuatro patas con sus correspondientes manos-uñas y las manchas circulares en el tronco del cuerpo, dan una imagen resultante lo más próxima a la realidad de lo que el niño ha querido representar. El niño para representar esta figura del "gato" ha necesitado adoptar un punto de vista "a vuelo de pájaro", aspecto con el que Luquet (1927) se refiere a la "ejemplaridad" o necesidad que tiene el niño de representar el objeto de la forma más cabal y por ello escoge el punto de vista desde del que obtiene la imagen ejemplar del objeto. Se trata de un rasgo o recurso gráfico utilizado dentro del periodo denominado según este autor "realismo intelectual" y que cronológicamente está comprendido entre los 4 y 10/12 años de edad.

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• En la Fig. 23 el niño representa una escena de dos niñas jugando con una cuerda. Se observa asimismo que el niño ha representado esta escena mediante dos figuras "monigotes esquematizados", es decir, con muchos menos detalles en cuanto a los rasgos físicos o elementos de la cara, trazando únicamente una figura circular, para representar la cabeza, una figura triangular para representar el tronco y unas líneas o segmentos "rectos", otras en forma de "arco" y en forma de "ángulo" para representar el resto de elementos como el pelo, los brazos y las piernas, tal y como señala Machón, A (2009)15. En este dibujo aparece de nuevo la "línea de tierra" o "línea de base" de color verde mediante una "línea quebrada u ondulada", y como en anteriores dibujos, aparece de nuevo la figura del "Sol", esta vez, con elementos característicos de la "Gestalt del rostro" (ojos, cejas, nariz y boca), lo que se ha venido a denominar los "soles humanizados" y que son el resultado de la experiencia que los niños tienen con los libros y cuentos, donde esta figura aparece humanizada y coloreada de amarillo, por lo que se trata de un "estereotipo" que los niños tratan de imitar.

• En la Fig. 24 el niño ha representado un "monigote" que como observamos aparece con todos los elementos que configuran la imagen humana (cabeza, tronco, brazos, piernas, ojos, cejas, nariz, boca, pelo, manos y pies), por lo que podemos afirmar siguiendo a Machón, A. (2009), que el niño se encuentra en la "Etapa del esquema humano" dentro del "Periodo de la esquematización" y en la cual, el niño alcanza la representación completa del cuerpo. Son figuras que muestran cierta rigidez y estatismo, características propias de la representación esquemática, suelen aparecer apoyadas sobre la línea de tierra, en una visión frontal sobre el plano del dibujo, con los brazos rígidos soldados al cuerpo pero abiertos. Nos señala este autor que cuando finaliza esta etapa de generalizaciones con un esquema corporal ya completo, el niño comienza el nuevo camino de la caracterización y de la búsqueda de sus señas de identidad, comprendiendo dicho proceso dos nuevas etapas caracterizadas por la búsqueda de un mayor realismo.

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• En las figuras 25, 26 y 27 observamos unos dibujos realizados por Carlos M., que representan una serie de animales acuáticos como peces y pulpos. Algunos de ellos representados mediante figuras circulares, ovoides, triangulares y añadiendo detalles mediante líneas quebradas y en forma de arco. Unas figuras son representadas de frente y otras lateralmente, concretamente en la Fig. 25, todas ellas están de frente y en las otras dos figuras siguientes son representadas lateralmente, y observamos en estas últimas, que el niño en lugar de dibujar los dos ojos, únicamente dibuja un ojo, por lo que el niño muestra un nuevo avance en su representación gráfica, dominando ya los recursos básicos de la representación figurativa y entrando en una nueva etapa denominada "esquemática". En dicha etapa dominan las imágenes más estables que han logrado un nivel de iconicidad de fácil reconocimiento por el observador. En este sentido, Luquet (1927) nos define "tipo" como "la representación que un niño determinado da de un mismo objeto o motivo a través de la sucesión de sus dibujos" (G.H. Luquet, 1981, pág. 37); y Lowenfeld (1947) realiza una distinción entre el "esquema puro" que representa el concepto del objeto libre de intenciones experienciales y el "esquema subjetivo" que es elaborado desde una experiencia personal con el objeto representado.

En estos dibujos observamos también cómo el niño comienza a tener interés por otros temas, ya que no representa en ninguno de ellos la figura humana, por lo que podemos también afirmar que gracias a las experiencias y vivencias del niño, éste comienza a utilizar sus recursos gráficos para representar otros temas de su interés.

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• En las figuras 28, 29 y 30 nos encontramos con una serie de dibujos que representan distintas escenas mediante composiciones de combinación de figuras16, que siguiendo a Machón. A. (2009) podemos afirmar que se corresponde al "Periodo de la forma" por el que el niño pasa en su desarrollo gráfico.

• En el dibujo correspondiente a la Fig. 28, observamos que el niño ha realizado una composición mediante la combinación de varias imágenes, "monigotes", "casas", "sol", "figuras cerradas " con formas irregulares, y configurando algunas de ellas mediante los recursos gráficos de los que hemos hablado anteriormente como la "cruz griega", "líneas quebradas y onduladas", "ángulos", "combinación de unidades abiertas", etc. Nos llama la atención en este dibujo la figura "monigote" situada justo en el centro de la hoja y que el niño ha dado color, concretamente empleando el color "rojo" y "amarillo", lo que nos hace pensar que dicho "monigote" es el personaje de esta escena, la cuál para el niño represente alguna vivencia o experiencia que ha tratado de plasmar en este dibujo.

• En las figuras 29 y 30 observamos dos dibujos donde el niño ha representado varias figuras "monigotes" y otras que parecen representar "animales" y otros "objetos". En la Fig. 29 además aparece representado el "sol" y la "luna". Los dos dibujos representan escenas sobre alguna experiencia que el niño ha vivenciado o imaginado. En el dibujo de la Fig. 29, el "monigote" que ha representado el niño presenta un aspecto gráfico mucho más real que los anteriores monigotes representados en otros dibujos si observamos la forma del pelo, la representación del rostro y de los dedos de las manos. Además el niño adorna estas figuras mediante la utilización del color, sin hacerlo aún con un criterio cromático real, sino que les ha dado color simplemente con un sentido decorativo. Por la composición de figuras que forman esta escena, parece que el niño se ha representado a sí mismo con sus juguetes y los objetos que tienen para él cierta importancia emocional y experiencial. En relación a la expresión de las experiencias y emociones, Machón, A. (2009) realiza un interesante análisis en el capítulo V de su libro "Los dibujos de los niños" (Machón, A., 2013, Cap. V. Pp.359-361), que recomendamos ver. Conviene recordar que el nacimiento de los intereses narrativos como los cuentos, historias familiares y escolares, provocan una relación interfigural que contribuirá a la formación de la conciencia espacial.

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• En las últimas figuras que mostramos de Carlos M. correspondientes a los números 31, 32, 33 y 34, observamos que el niño continua su evolución gráfica bajo los patrones de desarrollo que algunos autores mencionados anteriormente pusieron de manifiesto en sus obras. Observamos en todas ellas la aparición de figuras más usadas en la etapa denominada "esquemática" y que han sido de gran interés para el niño en su desarrollo gráfico, como la representación humana y el sol, pero en esta ocasión en estos dibujos, el niño añade además una serie de elementos que anteriormente no habían aparecido como las flores, los árboles, los pájaros, etc. Estos elementos aparecen formando una composición decorativa de la escena que quiere representar. El color, la orientación o la proporcionalidad son arbitrarios respecto al objeto debido a que el niño aún no ha establecido una relación perceptual del objeto-color y su elección viene determinada por el atractivo del material que usa, de los colores más llamativos e incluso de sentimientos emocionales o simbólicos que estos representan para él. Machón, A. (2009) nos manifiesta que son varias las figuraciones que entre los 3 y 5 años aparecen con mayor frecuencia en los dibujos como: las casas, el sol-astro, los árboles, las nubes, los coches, los transportes (aviones, trenes, etc.), las flores, las aves, los mamíferos y otros elementos polimorfos (Machón, A., 2013, Cap. V. Tabla 12. Pp. 349). Las razones que llevan a los niños a representar este tipo de figuras son según el autor:

a) La facilidad de su realización, debido a que utilizan los recursos que han ido aprendiendo durante su evolución gráfica mediante la combinación de otras unidades formales. b) La observación de los modelos adultos cuyas imágenes normalmente aparecen en un contexto espacial en el que las figuraciones aludidas cumplen una función determinada (ej.: modelo de paisajes estándar). c) El interés del niño por representar el espacio y las características o localización del entorno natural. d) La preferencia del niño por las tres imágenes con más vinculación afectiva por su carácter antropomórfico, y que son: la casa, el sol y el árbol. Todas ellas conforman la génesis gráfica de la representación humana. Caso 3: Pablo (F. Nacimiento: 23/05/2008) En este caso hemos recogido y seleccionado la producción gráfica de Pablo, realizada durante dos años, desde los 5 a los 6 años.

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En estas figuras vemos distintas representaciones de la figura humana realizadas por Pablo entre los 5,04 y 5,09 años de edad. El niño en esta edad se encuentra en un periodo de evolución gráfica que Machón, A. (2009) denominó "Periodo de la esquematización" (periodo enmarcado por el autor entre los 4 y 7 años), y dentro de este periodo se encuentra en su segunda etapa o "Etapa esquemática" (etapa enmarcada por el autor entre los 5,03 y 7,00 años). Observando en su conjunto todos estos dibujos podemos observar que en todos ellos, las figuras humanas aparecen apoyadas sobre la "línea de suelo o línea de tierra", en un "Espacio frontal o espacio alzado", distinguiéndose perfectamente la línea de suelo y la línea del cielo en los paisajes, colocando todos los objetos o figuras representados en este esquema espacial, que será de ahora en adelante una característica en la representación gráfica del niño hasta su edad adulta.

Las figuras adoptan todas ellas una orientación estable en la que domina la verticalidad, pero si observamos la Fig. 35, vemos que en este dibujo, el niño ha representado una figura humana en posición "tumbada" (figura femenina tumbada en la playa) y para ello ha necesitado representar la misma de forma horizontal al plano. Por otro lado, el niño al no ser capaz aún de representar la profundidad o lejanía de las figuras, lo que hace es apoyar estas siempre sobre la línea de tierra sin solapar unas con otras. En esta misma figura, vemos como la figura humana que está dentro del agua o del mar, es el único que no está sobre esa línea de tierra, sino que aparece representada como si estuviera suspendido en el aire, utilizando un recurso característico de esta etapa y que Lowenfeld (1947) señaló como una de las fórmulas para modificar el esquema espacial, y esta es, el uso de las "transparencias o rayos X" (la imagen muestra el interior del tema representado, apareciendo como si fuera transparente).

En todos estos dibujos aparece también el color como expresión decorativa de las figuras y los paisajes. Observamos también como se continúan dando otra serie de fenómenos gráficos como el de la "multiplicación" (pájaros de la Fig. 36), que nos señala Stern, A. (2008), y que tiene su origen en el "punteado" que realiza el niño en edades anteriores y subsistiendo incluso en la edad adulta. Este fenómeno de la "multiplicación" se produce por la necesidad que siente el niño de ocupar todo el espacio gráfico.

Los temas representados en estos dibujos siguen siendo los que prefiere el niño, ya sea por percepciones afectivas, emocionales, experienciales e intereses del niño de esta edad, y que son: la figura humana, los árboles, las flores, el sol-astro, las nubes, las aves, mariposas, etc.

Otra de las observaciones realizadas es la diferenciación de los sexos en las figuras humanas representadas. Pablo, realiza una distinción representacional entre la figura femenina y masculina mediante la diferencia de representación del tronco de la figura (triangular para la figura femenina) y en la del cabello (líneas más largas y en arco para representar una melena).

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Los dibujos que ha realizado Pablo en las figuras anteriores corresponden a varios temas que han trabajado en el colegio y otros tratan sobre experiencias o vivencias personales del niño. La Fig. 42 corresponde a un dibujo del "Portal de Belén" o del "Nacimiento de Jesús", la Fig. 43 representa un "niño de acampada", la Fig. 44 es una escena de "un día en el zoo", la Fig. 45 representa una escena sobre la "Edad Medieval", la Fig. 46 pertenece a una imagen sobre una "Procesión de Semana Santa", la Fig. 47 representa una escena de Pablo, con su madre y su hermano yendo al colegio, la Fig. 48 es un dibujo sobre una escena marina de la película de "La sirenita".

En relación a estos dibujos, es necesario realizar un análisis sobre la influencia que tienen los adultos y el entorno donde se desarrolla el niño en su evolución gráfica. Kellogg, R. dedica un capítulo en su obra (Kellogg, R., 1979, Cap. 13. Pp. 154-189), respecto a cómo influyen los adultos en el arte infantil, ya que la autora, después de los estudios realizados sobre la evolución gráfica infantil, observó esta influencia en numerosas láminas infantiles. Según Kellogg, R. (1979) "los niños experimentan una influencia significativa en sus trabajos artísticos primero en sus casas y luego en la escuela". Y en este sentido, afirma que "es en el hogar donde primero se instruye prematuramente al niño; debido a esto, el niño puede llegar a la escuela con un buen dominio de lo aprendido, o que olvide lo aprendido y vuelva a realizar sus primeras estructuras gráficas". Por otro lado, se le presentan al niño una serie de materiales como cuadernos para colorear, libros ilustrados, periódicos, cómics y series de dibujos animados, que contribuyen a grabar en el niño algunas fórmulas adultas de representación de los objetos, anulando su creatividad. También es importante la influencia que ejerce sobre el grafismo infantil la reacción de los adultos ante sus primeras producciones gráficas (garabatos), ya que pueden animar o desalentar al niño en su ejecución. Las observaciones de los maestros sobre los detalles de los dibujos, ya sean positivas o negativas, ofrecen a los niños otras ideas para que cambien o aumenten los esquemas artísticos básicos que ya conocen.

Machón, A. hace mención en su obra (2013, Cap. V., Pp. 346- 347) a "Los modelos prestados" y que "son aquellas figuraciones tempranas que se convierten en imágenes estandarizadas, en estereotipos aprendidos y codificados por el niño". Por ejemplo, los árboles, las flores, el arco iris o los pájaros, forman parte de ese conjunto de figuraciones estereotipadas.

Por tanto y en cuanto al análisis que nos ocupa sobre las anteriores figuras de Pablo, queremos resaltar que el niño se encuentra en un momento de desarrollo y evolución gráfica donde ya podemos apreciar esa influencia de la escuela, de los adultos y del entorno, apareciendo ya en muchas escenas gráficas estas figuraciones estereotipadas de las que hablamos anteriormente. El niño ha realizado una serie de dibujos relacionados con temas impuestos en la escuela, donde el niño, aunque tenga plena libertad de acción y creación artística, se ve obligado a representar aquello que le indican, sin tener en cuenta sus intereses o gustos, y sin que el niño pueda expresar sus sentimientos o emociones mediante los trazos o dibujos que le gustaría hacer.

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En estas dos últimas figuras Pablo representa una figura humana o "monigote" donde podemos apreciar que se trata de un autoretrato del mismo niño en distintos paisajes. Comparando una escena del dibujo con la otra, vemos una diferencia en la representación de la figura del "ave o pájaro" (Fig. 49 y 50). Vemos como éste evoluciona pasando de ser una simple grafía realizada mediante el cruzamiento de dos líneas en forma de "arco" a realizar una figuración más real del pájaro y por tanto, superando el estereotipo inicial aprendido; una figura donde ya podemos ver el cuerpo, el pico, las patas, los dedos radiales y las alas del pájaro.

En estos dibujos, Pablo va añadiendo más detalles a las figuras que representa; la figura del árbol presenta ya otro tipo de grafismo, ya no solamente dibuja el tronco y la copa del árbol (Fig. 50), sino que además, le añade al tronco las ramas de las que salen las hojas que conforman la copa del árbol. Ésta copa, ya no es un simple círculo, sino que es una combinación de líneas onduladas dentro de una forma oval, ondulada y cerrada.

En la Fig. 49, la figura del "sol-astro", aparece "humanizada", de tal manera, que el niño ha trazado los mismos rasgos del rostro humano de su "monigote" a la figura del "sol". En este sentido queremos hacer referencia a lo que Machón, A. (2009) nos decía en su obra y que según el autor, "el sol toma una relevancia importante en todas las representaciones artísticas del ser humano durante su vida, llegando a otorgársele el privilegio de ser el centro de nuestro universo, la fuente de luz, calor y energía por antonomasia". Por ello, el autor manifiesta que esta representación en todos los dibujos infantiles son reflejos de un profundo sentimiento interior de vida y energía, una representación inconsciente del sí mismo.

Caso 4: Adriana (F. de nacimiento: 03/08/1999) Adriana es una niña diagnosticada desde muy pequeña con un trastorno generalizado del desarrollo (TGD), concretamente con el Síndrome de Asperger. Considerando las características que presenta este trastorno neurobiológico en cuanto a las desviaciones o anormalidades de los aspectos del desarrollo motores y comunicativos (lenguaje, expresión de emociones, empatía y habilidades sociales), es también interesante realizar un análisis de la evolución del dibujo infantil de niños con este tipo de trastornos y poder observar las posibles dificultades y diferencias con niños de su edad sin este trastorno.

En la actualidad y según los datos aportados por la Federación de Asperger en España, es un trastorno muy frecuente y concretamente de 3 a 7 casos de cada 1000 nacidos presentan este trastorno. Para tener más información sobre este trastorno, se recomienda visitar su página web http://www.asperger.es/asperger.php?def=3El%20s%EDndrome.

La evolución del dibujo infantil de Adriana se realiza mediante la recopilación de una serie de dibujos que la niña realizó durante siete años, concretamente desde 1 año a los 7 años.

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