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El dibujo del niño

Enviado por MARIA SANCHEZ PRIETO


Partes: 1, 2, 3
Monografía destacada
  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Justificación
  4. Marco teórico
  5. Análisis y evolución del dibujo del niño
  6. Conclusiones
  7. Anexos

RESUMEN:

La primera y más importante de las etapas del desarrollo humano es, precisamente, la denominada "Infancia" o "Etapa o periodo de desarrollo infantil". En esta etapa se comienzan a producir todos aquellos cambios evolutivos que son percusores de los primeros aprendizajes tan necesarios para el desarrollo íntegro del ser humano.

Numerosos estudios científicos1 de esta etapa han puesto de manifiesto la importancia que tienen las actividades experimentales, manipulativas, artísticas y lúdicas para el desarrollo de las distintas capacidades, actitudes y habilidades necesarias para adquirir conocimientos y aprender de un modo significativo. Por tanto, para alcanzar un desarrollo adecuado e integral del niño en todos los aspectos, es primordial que les proporcionemos una amplia gama de experiencias que les permitan estimular y potenciar su desarrollo perceptivo y expresivo. Dado el interés pedagógico que estas actividades y experiencias poseen para el desarrollo infantil, hemos de destacar que dentro de las mismas, la "Expresión artística y plástica" toma una gran relevancia, por lo cual, debe de ser conocida y estudiada minuciosamente por parte del docente, para poder llevarla a cabo dentro del aula infantil.

Los niños atraviesan por diferentes etapas de desarrollo cognitivo y madurativo, las cuales se ponen de manifiesto en sus producciones y realizaciones, por lo que, es a través de las mismas como podemos observar y analizar dicho desarrollo. De aquí nace el objetivo principal de este trabajo, el estudio del desarrollo gráfico infantil y su evolución, y para ello, se ha llevado a cabo una recopilación de la bibliografía de distintos autores que han dedicado parte de sus obras a realizar un estudio pormenorizado de la evolución del dibujo de los niños. Sólo así, es como se aprecia el "arte y creatividad infantil" y se entienden los distintos procesos cognitivos y creadores por las que este desarrollo evoluciona durante este periodo o etapa. Si conocemos estos procesos, como profesionales de la educación o como padres, seremos capaces de inventar, de forma personal, una metodología adecuada a la edad, los intereses y necesidades de cada niño.

Considerando que la "Expresión artística" es una de las principales actividades en la infancia, este trabajo se centra en la recopilación, observación y el análisis comparativo con el estudio que distintos autores han realizado al respecto de la evolución del dibujo del niño.

Palabras clave: Aprendizaje significativo, Arte, Creatividad, Dibujo infantil, Expresión artística, Desarrollo perceptivo y expresivo, Desarrollo gráfico infantil, Etapas o periodos de la evolución gráfica infantil y Procesos cognitivos y creadores.

Notas sobre el lenguaje: en la redacción de este trabajo hemos empleado el genérico del masculino, basado en su condición de término no marcado en la oposición de sexos, basándonos en el principio de economía del lenguaje y a efectos de evitar repeticiones que pudieran generar dificultades sintácticas y de concordancia, y, por tanto, complejizar la literatura y la lectura, según lo dispuesto por la RAE (2010).

I. INTRODUCCIÓN

Una de las etapas más importantes para el desarrollo del ser humano es su infancia. Esta edad se ha denominado, desde un punto de vista psicológico y pedagógico, "Desarrollo infantil, Educación infantil o Etapa infantil", y se ha enmarcado por sus características generales, dentro de un periodo de tiempo determinado -y siempre aproximado-, desde el nacimiento hasta los 6 o 7 años de edad. Dentro de un mismo periodo cronológico madurativo se producen diferentes desarrollos; y estos, son los que marcan y caracterizan las distintas etapas del desarrollo infantil, algunas de ellas generalizables y otras no, por lo cual, podemos afirmar, que estas diferencias que aparecen en las distintas etapas del desarrollo, son las que diferenciaran nuestra evolución, nuestro crecimiento y nuestra propia personalidad.

La psicología evolutiva ha puesto de manifiesto, que en el periodo comprendido entre los 2 y 6 años, las manifestaciones básicas del niño son: el dibujo, el juego, el lenguaje verbal y la expresión facial y corporal; todos ellos están íntimamente relacionados y son la base sobre la que se va a desarrollar toda la experiencia artística, formando parte del desarrollo madurativo de los niños. Este desarrollo viene determinado por los distintos mecanismos perceptivo-atencionales, que les permiten entrar en contacto con el mundo que les rodea. Gracias al desarrollo del tacto, de la vista y del oído, podrán interactuar con otros seres humanos y objetos. Así por ejemplo, el desarrollo auditivo favorece el aprendizaje del lenguaje y la coordinación entre la información perceptiva y la conducta motora les permiten alcanzar objetos, mantener el equilibrio o desplazarse en el espacio; por tanto, la percepción proporciona fundamentos importantes para el desarrollo cognitivo a través de los sentidos.

Desde un punto de vista filogenético, el organismo toma decisiones respecto a qué parte de la información observada del entorno es seleccionada para ser procesada, y parece ser, que los niños prefieren mirar estímulos de colores vivos más que blancos o grises, prefieren los objetos en movimiento, en lugar de aquellos que mantienen estímulos estáticos. En cuanto al sentido del tacto, hemos de señalar, que éste se encuentra bastante desarrollado al nacer, aunque necesita perfeccionarse posteriormente, ya que éste, le sirve para explorar los objetos del entorno y así conocer el mismo mediante la interacción con ellos.

La "Expresión artística" y el uso de diferentes técnicas plásticas en edades tempranas, promueven el desarrollo cognitivo, motriz, sensitivo y emocional; potencia la creatividad, fortalece la autoestima y les ofrece la posibilidad de poder expresar su mundo interior, sus fantasías, su imaginación y sus emociones, ayudándoles a comprender y a pensar, mediante una actividad completamente atractiva y placentera para los niños, como lo es la "Expresión artística". Esta va a proporcionar al niño una estimulación continua y adecuada para desarrollar todos los sentidos implicados en la percepción, y por ende, alcanzar un desarrollo cognitivo pleno.

La "Expresión artística" adquiere su importancia en la etapa de Educación infantil, no solamente por la importancia que tiene en el desarrollo perceptivo-atencional, sino que además debemos de entenderla desde tres vertientes muy diferentes según Bejerano González, F. (2009), y que son:

1. Como lenguaje, ya que la "Expresión artística" es un medio de representación, un instrumento básico de comunicación, y es a través del dibujo, el volumen y la forma, como los niños pueden comunicar creativamente y manifestar sus pensamientos, sentimientos, emociones y necesidades.

2. Como recurso educativo importante y prioritario, debido a que les permite comprender y trabajar contenidos de otras áreas de una forma global.

3. Como medio por el que pueden percibir, interiorizar, comprender y descubrir, favoreciendo el desarrollo integral. El niño plasmará sus aprendizajes, sus intereses, sus gustos y curiosidades en todas aquellas obras artísticas de una manera libre y creativa.

La base de toda "Educación Artística" radica en la importancia que ésta tiene para el ser humano, y mucho más, cuando aún es un niño, ya que es cuando comienza a tener sus primeras experiencias de aprendizaje. Los docentes y las familias (padres o tutores), serán los encargados de brindar al niño actividades y experiencias, poniendo a su alcance los materiales adecuados para su realización; pero esto no es suficiente si no se les ofrece todo el estímulo y apoyo que necesiten para poder expresar y volcar su riqueza interior, para que muestren al máximo sus habilidades y puedan crear su propio estilo. Y por ello deben de ser conocedores tanto de la evolución como de los procesos gráficos por los que los niños van pasando durante este periodo y no tratar de anticipar o influir en su libre desarrollo. Viktor Lowenfeld señaló al respecto en el prefacio de la primera edición de su libro que:

…mientras las actividades artísticas sean enseñadas nada más que intuitivamente, la educación artística será un lugar en el que sólo podrán actuar unos pocos educadores privilegiados y una fuente de fracasos para el resto de los maestros.

Los argumentos que mejor justifican la importancia de la "Educación Artística" en Educación Infantil, son:

El desarrollo madurativo del niño en esta etapa se produce mediante el juego, el dibujo y el lenguaje verbal.

El desarrollo de la sensibilidad permite al niño potenciar sus operaciones mentales, por ello, aumenta su capacidad de reconocimiento y discriminación de las distintas formas, colores, volúmenes, etc. de los objetos y establecer posibles relaciones entre los mismos.

Es un medio de autoexpresión.

Permite desarrollar la autoestima, debido a que el niño se siente completamente implicado en la actividad que realiza. Es importante valorar su trabajo para que confíe en sus propios recursos expresivos, que interiorice y valore todo aquello que ha creado él mismo.

Desarrolla la capacidad creativa.

Constituye junto al lenguaje verbal, matemático, musical y corporal un elemento básico de comunicación gracias a sus múltiples recursos expresivos.

Es un medio de acercamiento a la cultura.

II. JUSTIFICACIÓN

La elección del tema para este trabajo ha sido principalmente motivada por mis experiencias personales en el ámbito educativo durante la realización de las prácticas educativas para el Grado de Maestro de Educación Infantil. En estas prácticas, pude observar la metodología actual utilizada para la enseñanza en esta etapa y la importancia, que en la práctica actual, se le da a la expresión artística infantil.

De las observaciones realizadas y de mi propia intervención en el aula de infantil he de destacar las siguientes conclusiones propias y por supuesto, no generalizables al resto de centros y de aulas, sobre el uso y metodología empleados, así como de la enseñanza artística que se emplea en esta etapa, y que son:

§? La mayoría de las actividades que se realizan en esta etapa presentan un carácter demasiado estructurado y en mi opinión poco diversificado e interconectado con el resto de áreas curriculares. Es decir, si se trabaja un determinado tema curricular, se trabaja desde diferentes áreas pero sin existir una relación entre ellas.

§? Considero que se hace un uso extremadamente exhaustivo de los libros de texto, que normalmente, enfocan y dirigen en demasía las actividades prácticas y limita la propia iniciativa del niño, con lo que deja de lado su propia intervención y en gran medida, su capacidad de libre expresión y creatividad.

§? En cuanto a la expresión artística, considero que no se le da la importancia que ésta requiere en esta etapa y se limita el tiempo a una o dos horas a la semana, cuando en realidad y observando las necesidades e intereses de los niños, estos demandan en todo momento y mucho más a estas edades, el realizar actividades plásticas.

§? Existe un gran desconocimiento general, por parte de los docentes de esta etapa, tanto del significado como de la importancia de la expresión artística en el niño, y por ello, emiten juicios valorativos inadecuados, que perjudican enormemente la imaginación y creatividad infantil, llevándoles a utilizar una metodología inadecuada para el desarrollo madurativo e intereses de sus alumnos.

§? Los espacios y materiales para la práctica en educación infantil son insuficientes, tanto la disposición del mobiliario en el aula como la falta de materiales al alcance de los niños, dificultando el desarrollo de ciertas actividades educativas libremente.

Y de estas conclusiones que me han llevado a realizar este trabajo, paso a numerar en el apartado siguiente los objetivos que deseo alcanzar mediante el mismo.

2.1. Objetivos Los objetivos que se pretenden alcanzar con el mismo son:

§? Adquirir las herramientas elementales necesarias para aproximarse a los aspectos del niño que no pueden ponerse de manifiesto por otros medios, tales como: los rasgos de su sensibilidad, afectividad, autopercepción, creatividad e intuición.

§? Adquirir los conocimientos científicos y pedagógicos sobre el desarrollo, evolución y procesos gráficos infantiles.

§? Aprender a analizar el dibujo infantil para conocer en qué etapa de desarrollo evolutivo se encuentra, y así, poder adaptar personalmente la metodología adecuada a cada edad y a cada niño.

Para alcanzar dichos objetivos lo primero que realizaré será la recopilación de los estudios científicos y enfoques pedagógicos realizados por distintos autores al respecto y que expongo en el siguiente apartado, para posteriormente llevarlo a la propia práctica, mediante la recopilación y análisis comparativo con dichas teorías, de los distintos dibujos realizados por niños con edades comprendidas entre los 2 y 7 años de edad.

III. MARCO TEÓRICO

3.1. Conceptos y definiciones. Toda la legislación vigente recogida y expuesta en el apartado 7.2 del punto VII de este trabajo, nos muestra cómo la "Expresión Artística" es una de las materias más importantes para el desarrollo infantil. Por lo tanto, después de esta introducción legislativa, podemos dar una definición de "Expresión Artística" bastante aproximada a la realidad de su significado.

Por todo ello, definimos la "Expresión artística" como uno de los instrumentos de desarrollo y comunicación del ser humano, gracias a la cual, el ser humano puede expresar, representar y comunicar sentimientos, vivencias, emociones, percepciones y pensamientos; sin obviar, los aprendizajes, habilidades y conocimientos que a través de la misma el ser humano puede adquirir.

La "Expresión artística" está considerada dentro del Currículo de Segundo Ciclo de Educación Infantil como lenguaje y medio de comunicación, y como tal, supone un proceso creador, ya que para poder comunicar creativamente y representar a través de la imagen aquellas percepciones y vivencias, es necesario conseguir un equilibrio entre lo que se vive y lo que se expresa, es decir, entre la acción y el lenguaje.

Para conseguir que los niños alcancen esta habilidad expresiva y creativa, debemos de brindarles ricas experiencias con los suficientes materiales a su alcance, ofrecerles todo el estímulo y apoyo necesario, para que pueda expresarse libremente, interiorizando sus sentimientos, intereses, gustos y necesidades comunicativas, potenciando al máximo sus habilidades.

Bejerano González, F (2009), en su artículo sobre "La Expresión Plástica como fuente de creatividad". Cuadernos de Educación y desarrollo. Vol. 1, nº 4, señala que:

La expresión es una necesidad vital en el niño que le hace posible, en primer lugar, adaptarse al mundo y posteriormente, llegar a ser creativo, imaginativo y autónomo. La expresión plástica, como forma de representación y comunicación, emplea un lenguaje que permite expresarse a través del domino de materiales plásticos y de distintas técnicas que favorecen el proceso creador. Lo fundamental en este proceso es la libre expresión, no la creación de obras maestras. En la actualidad, la "Expresión Plástica" da mucha importancia a todos aquellos aspectos relacionados con ésta, como la educación estética, la creatividad, el desarrollo de la imaginación y la adquisición de diversas técnicas. Por lo cual, la etapa de desarrollo infantil es considerada la más adecuada para trabajarla, debido a que en esta edad, los niños están más dispuestos a desarrollar su imaginación, su creatividad y su expresividad.

Debemos entender que ésta, no sólo es un área de expresión y comunicación, sino que también es un instrumento que los niños necesitan para conectar, construir y expresar los aprendizajes y los aspectos de la realidad que les rodea, como un medio de obtener información y de relación con el entorno. Permite al niño expresar emociones, sentimientos, relacionarse afectiva y lúdicamente con los demás, construir sus propios aprendizajes a través de la manipulación de materiales y es el único medio por el que descubrirán el mundo artístico y cultural que les rodea. Gracias a ésta, lograremos fomentar su desarrollo motriz, cognitivo, lingüístico, afectivo y social.

Cabezas Gallardo, A (2009) señala que:

La Expresión Plástica en la edad infantil permite la expresión espontánea de los pensamientos y emociones, y posibilita la reconstrucción de sus experiencias, suponiendo un importante elemento para el desarrollo personal y emocional de los niños. Además les proporciona a éstos un nuevo lenguaje a través de la manipulación y experimentación con diversos materiales y técnicas que favorecen el perfeccionamiento de la motricidad fina y gruesa, la adquisición de capacidades sensitivas, de observación, atención y concentración, así como la adquisición y estructuración espacio- temporal. Sobre todo, las actividades plásticas son potenciadoras de la creatividad, la imaginación y la curiosidad por conocer y percibir todo lo que les rodea. 3.2. Teorías. Referentes de autores. Considerando todo lo tratado en el anterior punto, es necesario realizar una recopilación de los diferentes enfoques y estudios existentes sobre la evolución del dibujo del niño. Por tanto, no podemos obviar los estudios realizados por:

Georges-Henri Luquet (1876-1965) sobre la evolución del dibujo infantil, y entre sus obras destaca "Los dibujos de un niño" (1913) y "El dibujo infantil" (1927).

El profesor de educación artística y psicólogo, Viktor Lowenfeld (1903–1960)

junto con Lambert Brittain, destacan por su implicación en la investigación científica y su elaboración de ideas sobre los usos terapéuticos de las actividades creativas. Su obra "Creative and Mental Growth" o "Desarrollo de la capacidad creadora" (1947), una de las más influyentes en la educación artística durante la última mitad del s. XX y en el cual se describían las características de las producciones artísticas de los niños en cada edad. Podemos considerar a éste profesor como seguidor de Luquet aunque en su trabajo incluye un completo análisis psicológico del dibujo infantil y por tanto, es el más estudiado actualmente.

La psicóloga y maestra de educación infantil Rhoda Kellogg, que entre 1948 y 1966 estudió más de millón de dibujos infantiles de niños entre 2 y 8 años. La mitad de estos dibujos formaron la Rhoda Kellogg Child Art Collection, que pasó a formar parte del fondo de la Golden Gate Kindergarten Association, en San Francisco. De ese medio millón de dibujos 8000 fueron microfilmados para poder ser estudiados in situ por el público interesado y parte de ellos publicados en varios de sus libros. Su libro más conocido: "Analyzing Children Art", se publicó en EEUU en 1970 y en el año 1979 en España como "El análisis de la expresión plástica del preescolar".

La psicóloga y doctora en Filosofía y Letras, Liliane Lurçat, reconocida experta en problemas educativos y métodos pedagógicos durante los años 90, que realiza un estudio sobre el grafismo en la edad preescolar en colaboración con H. Wallon, plasmado en su obra "L"activité graphique á l`école maternelle" o "Pintar, dibujar, escribir, pensar" (1979).

Antonio Machón, profesor de educación artística en las Universidades de Valladolid y Madrid, realiza una minuciosa investigación del desarrollo gráfico del niño de 1 a 7 años basándose en la observación y en diversos estudios de campo, que recoge en su obra "Los dibujos de los niños" (2009).

Y por último, el profesor Arno Stern, con su obra "Del dibujo infantil a la semiología de la expresión" (2008). Ha dedicado parte de su vida, y por motivos muy diferentes a la pedagogía formal, a la "educación creativa" a través de la pintura, ofreciendo talleres de libre expresión en la década de 1960 y aún están comercialmente muy activo en conferencias y cursos por todo el mundo 2012. Es el fundador del Instituto para la Investigación en la semiótica de expresión.

Según estos autores, los niños pasan por distintas etapas, que ellos denominan de diferentes formas, pero que están enmarcadas aproximadamente en los mismos periodos de edad de desarrollo2.

G.H. LUQUET distingue una serie de etapas dentro del arte infantil con unas peculiaridades específicas cada una de ellas y caracterizadas todas por una forma particular de realismo. Según este autor, el niño atraviesa una serie de etapas en su desarrollo artístico y que son:

Realismo fortuito: el dibujo todavía es una prolongación de la actividad motora, que consiste en garabatos sobre el papel sin ningún sentido intencional, pero sobre éstos se irán construyendo los posteriores dibujos encontrando una semejanza entre ellos y la realidad, que es cuando el dibujo comienza a tener un significado para ellos. Es una etapa donde los trazos se realizan sin ninguna intención representativa y donde se produce un descubrimiento de ciertas analogías.

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Realismo frustrado: en esta etapa el niño pretende dibujar algo real, pero se encuentra con obstáculos en cuanto al control de su motricidad y la limitación de su atención. Aparecen las primeras figuras humanas, representadas por cabezas enormes o "cabezudos" y de la que directamente salen líneas que representan las extremidades. Son dibujos con intención representativa. Pretende ser realista pero no llega a conseguirlo porque choca con tres obstáculos que hacen que los dibujos tengan el aspecto de "fallidos": el físico por un lado, ya que el niño aún no domina sus movimientos gráficos para dar al trazo la forma deseada; por otro lado, el psíquico, ya que el niño en esta edad tiene una atención limitada y discontinua; y por último, su incapacidad sintética, referida a la imperfección global del dibujo, que se pone de manifiesto mediante la incapacidad del niño para mantener en el dibujo las relaciones que conservan los elementos reales del objeto real, por lo que el dibujo aparece con las siguientes características:

o Desproporción de los elementos o Mala disposición de los elementos

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Realismo intelectual: en esta etapa, que va desde los 4 años hasta los 10 o 12 años, el niño ha superado los obstáculos y la "incapacidad sintética" del dibujo infantil, pero su realidad aún no es plasmada aún como lo hace un adulto, ya que no tiene en cuenta la perspectiva de los objetos y representa estos con sus rasgos esenciales y superponiendo varios puntos de vista, representando incluso partes ocultas del objeto, es decir, representa aquello que sabe del objeto, no lo que está viendo. Esto lo hace mediante los rasgos o recursos más relevantes y específicos del realismo intelectual y que son:

a) modo de destacar cada uno de los detalles: consiste en destacar un detalle de otro, aunque aparezca entre ellos una relación de discontinuidad. Por ejemplo, en ciertas figuras masculinas el sombrero aparece dibujado tangencialmente a la cabeza para evitar tapar la frente.

b) la transparencia: consiste en representar los elementos como si los que los tapan fueran transparentes y permitiesen ver lo que hay dentro de ellos.

c) plano en vista de vuelo de pájaro: consiste en hacer figurar el objeto en su proyección sobre el suelo como si se mirase a vista de vuelo de pájaro.

d) abatimiento: es un procedimiento aplicado por el niño en la representación de los soportes de los objetos y figuras (ruedas de coches, patas de los muebles, pies de los animales), consistente en representarlos a cada lado del cuerpo como si estuvieran cogidos con bisagras y se les pudiese hacer girar. Esta es consecuencia de la idea de la visión desde la perspectiva "a vista de pájaro". En un proceso más avanzado, el abatimiento se aplica a los objetos elevados sobre el suelo, a los que se les hace girar hasta tumbarlos hacia uno de los lados de la línea de unión de los planos horizontal y vertical.

e) cambio de punto de vista: proceso constante que el niño utiliza en las representaciones de abatimiento, de elevación y de representación en plano. Se aplica tanto a los objetos como a la representación de los seres vivos. Por ejemplo, la nariz de los animales o de las personas de perfil presenta, a menudo, los dos orificios, como si se vieran desde abajo; la de los pies del perfil de las figuras humanas con las puntas dirigidas hacia el mismo lado; el tronco de frente unido a una cabeza de perfil, etc.

d) figura en elevación: consistente en elevar una figura más que otra u otras para poder representar la lejanía o la distancia entre las mismas.

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Realismo visual: esta etapa, podemos afirmar que comienza a representar la realidad tal y como él la ve, es decir, mucho más aproximada a su percepción visual. Es una etapa donde aparece la perspectiva.

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• Según V. LOWENFELD (1947), las etapas o periodos evolutivos por los que pasa el niño de Educación Infantil a la hora de representar la realidad mediante el dibujo, son las siguientes:

Etapa del garabateo (2-4 años): Alrededor de los 18 meses, el primer registro permanente de la expresión gráfica toma forma de garabato, sin ninguna intención representativa. Son estructuras lineales que muestran variaciones de tensión muscular por las que atraviesa el niño y que no precisan necesariamente un control visual. Esta etapa se observan los siguientes procesos evolutivos:

a) Garabateo desordenado (2 a 3 años): sin ninguna finalidad representativa, son trazos largos, sin sentido, sin orden y desarrollados a partir de movimientos kinestésicos, puramente gestuales, como juego. Dan lugar a dos tipos de garabatos: longitudinales y circulares. Sin control visual por parte del niño/a.

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b) Garabato controlado: después de los 6 meses de haber comenzado a garabatear, el niño comienza a mostrar una coordinación viso-motora y goza prácticamente de ello. El niño descubre una correspondencia entre sus movimientos y los trazos que deja en el papel, lo que le lleva a repetir los mismos movimientos una y otra vez. No pretende dibujar nada en concreto pero ya es capaz de copiar un círculo y se interesa por el uso de los colores. Suele ser un garabato longitudinal, trazado mediante movimientos hacia arriba y abajo o de izquierda a derecha, aunque estos también pueden ser circulares, ovales, etc. Principalmente y más característico de esta etapa es que el niño siente visualmente lo que hace kinestésicamente.

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c) Garabato con nombre: entre los 3 o 4 años comienza a conectar los movimientos que ejercita con el mundo que le rodea y le empieza a dar nombre a los garabatos que dibuja, aunque en la realidad, la representación es irreconocible como tal. Esto supone la transformación del movimiento kinestésico anterior en un pensamiento de imágenes. Es en esta etapa cuando comienza a disfrutar de sus dibujos y de los colores que emplea. En esta etapa no es conveniente que los adultos interpreten el garabato o impulsen al niño a explicar lo que ha dibujado, ya que éste tiene que ver más con el desarrollo físico, motriz y psicológico que con una motivación artística. Tampoco es conveniente enseñarle a dibujar o a copiar de un dibujo, sino que es más importante la participación del adulto en la experiencia del garabato que en el dibujo en sí.

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Etapa pre-esquemática (4 a 7 años): en esta etapa el niño comienza a realizar sus primeros intentos de representar la realidad en el dibujo y son ya representaciones que el adulto puede interpretar. Los trazos son ya controlados y se caracteriza por el logro de la primera figura humana, denominada "monigote o renacuajo", que consiste en un círculo que representa la cabeza y dos líneas verticales que representan las piernas. En cuanto al uso del color, no existe una relación entre el color utilizado y el color real, sino que el color lo eligen de forma libre y siguiendo a sus sentimientos y gustos. El espacio se entiende como todo lo que rodea a la figura principal, siendo el niño el centro de la organización espacial. También existe una desproporción en y entre el tamaño en el dibujo.

Etapa esquemática (7 a 9 años): la aparición de la intencionalidad en el dibujo se encuentra entre la frontera del garabato y el esquematismo, cuando se comienza a elaborar lo que se denomina "vocabulario gráfico" del niño. Éste está constituido por una serie de esquemas con valor representativo y algo más complejos que en la etapa del garabato y pre-esquemática. En esta etapa el niño controla mucho mejor sus trazos y trata de establecer una relación entre el dibujo y lo que intenta representar.

Las características de este esquematismo gráfico tienen relación con el sincretismo del pensamiento pre-operacional de Piaget y que Luquet definió en 1927 al definir la etapa del realismo intelectual, estos conceptos son:

a. Ejemplaridad: usa el mismo esquema para representar distintas cosas. Un modo de representación que define las cualidades de un objeto, es decir, cada parte de un objeto o personaje, y cada objeto y personaje en la misma escena aparecerá representado de la forma que mayor información proporcione de ese elemento, aunque ello contradiga su situación concreta en ese conjunto. Por ejemplo, los animales son representados normalmente de perfil, las manos con todos los dedos extendidos y los aviones mostrarán toda la superficie de sus alas.

b. Dificultad para coordinar los distintos subconjuntos del dibujo. c. Coexistencia de distintos puntos de vista.

d. Transparencias o dibujos en rayos X.

e. Desproporciones entre los objetos, destacando y aumentado aquello que para el niño es más llamativo.

En esta etapa aparece ya la denominada "línea de tierra o línea base", sobre la que va a situar los elementos del dibujo y es capaz de representar en escenas diferentes aquellas cosas sucedidas en tiempos distintos. El dibujo esquemático en el niño termina cuando supera el tipo de pensamiento pre-operacional y aparece el realismo gráfico.

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R. KELLOGG (1979), propone una clasificación evolutiva del arte infantil en cuatro estadios que denomina del "arte autodidacta" que se produce desde que el niño realiza el primer garabato hasta los 5 años aproximadamente, pero antes de este arte, el niño debe de pasar por cuatro estadios sucesivos que la autora señala como:

Estadio de los patrones: según la autora este estadio se inicia alrededor de los 2 años o antes. Y en el mismo, el niño realiza los garabatos básicos, que la autora distingue hasta 20 garabatos básicos incluyendo algunos de ellos en Patrones de disposición3.

Estadio de las figuras: Entre los 2 y 3 años el niño dibuja formas de diagramas nacientes y diagramas.

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Estadio del dibujo del arte espontáneo: Desde los 3 a los 4 años, el niño dibuja combinaciones o unidades de dos diagramas, agregados o combinaciones de tres o más diagramas, mandalas, soles y radiales que son estructuras lineales equilibradas.

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Estadio pictórico: A los 4 años, el niño ya es capaz de representar figuras humanas, animales, casas, plantas y otros temas.

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L. LURÇAT (1979) realiza un estudio en colaboración con H. Wallon sobre el desarrollo del grafismo infantil que plasma en su obra publicada en París en 1979 y posteriormente publicada en castellano en 1980 bajo el título Pintar, dibujar, escribir, pensar. Esta psicóloga francesa realiza un estudio del proceso gráfico infantil siguiendo el desarrollo de las destrezas que propician este acto, de la relación existente entre la mano y el ojo, y diferencia las dos

 

funciones del grafismo relacionadas con la imagen, el dibujo y con la escritura. Esta autora distingue tres niveles en la actividad gráfica del niño y que son:

Nivel motor: en este nivel tiene lugar la organización del movimiento. En éste nivel, el niño va perfeccionando los movimientos braquiales así como la simetría gráfica y espacial. Además los movimientos proximales y distales y las formas que generan se deben a la maduración del flexor del pulgar que posibilita la fragmentación del trazo, importante para el desarrollo de la motricidad fina y facilita el inicio a la escritura.

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Nivel perceptivo: Gracias al descubrimiento de la relación de los movimientos ojo-mano y del dominio del control visual de los trazados, el niño comienza a poner intencionalidad en sus trazados y por ello aparecen las parcelaciones de los trazos, la discontinuidad voluntaria, el frenado, que dan lugar a las primeras figuras geométricas estableciéndose numerosas relaciones entre los trazados y la intención representativa del niño.

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Nivel de la representación: en esta etapa se manifiesta la diferenciación entre el dibujo y la escritura. Además existe una fuerte conexión entre el lenguaje y la actividad gráfica, propiciando dicha actividad y acompañando al mismo.

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ANTONIO MACHÓN (2009) en su obra "Los dibujos de los niños" realiza un estudio del dibujo de los niños de 1 a 7 años basándose en la observación directa y en diversos estudios de campo. Este autor centra su atención en la etapa de 3 a 4 años, estudiando el nacimiento y desarrollo de los distintos procesos de la simbolización gráfica, su disposición en los ámbitos cognitivos y expresivos del niño. A través de este minucioso estudio, demuestra que la función simbólica constituye una condición fundamental para el acceso del niño a la representación gráfica. Este autor, divide el desarrollo gráfico infantil en dos vertientes paralelas: el desarrollo gráfico formal y el desarrollo representacional. Y cada uno de ellos se produce en distintos periodos evolutivos paralelos que denomina:

Periodo de la informa: El garabateo o Las representaciones gráficomotrices (1-3 años) y dentro de éste:

0. Pregarabato (11 meses a 1 año y 4 meses):

Según este autor, en este periodo el niño realiza por imitación al adulto unos trazos sobre el papel sin ninguna intención y sin ninguna observación o percepción sobre la acción. Es un gesto impulsivo con unos resultados gráficos de vaivén, generalmente violentos, curvados o zigzagueantes, irregulares, entrecortados y temblorosos. La extensión y dimensión de los trazados depende del propio gesto impulsivo y suele sobrepasar la superficie sobre la que realizan la acción del trazo.

1. Etapa del Garabato Incontrolado (1 año y 5 meses a 1 año y 8 meses): según Machón, A. (2009) "El garabateo propiamente dicho comienza en el momento en que el niño descubre la relación existente entre sus acciones y la huella que dejan en el papel, estableciendo entonces la relación causa-efecto". Esta percepción de la relación entre la acción y la huella plasmada en el papel a voluntad es una de las primeras manifestaciones de la conciencia creadora que van a posibilitar en el niño el encuentro con su Yo y la conquista del lenguaje de la imagen gráfica. Según la "ley próximo-distal", el control y la coordinación motora de las partes del cuerpo va desde los segmentos proximales a los distales (desde la médula espinal hacia las extremidades), y por ello, el niño será capaz de controlar antes los segmentos braquiales más próximos a su cuerpo. Aún es esta etapa no existe conciencia del espacio gráfico. Aparecen los primeros registros estables de la expresión gráfica infantil mediante garabatos pendulares y de golpeteo (puntos y comas), que responden a secuencias cinestésicas de orden temperamental y a movimientos de arriba-abajo con una ligera curvatura y orientación hacia el cuerpo (comas) y golpeteos más breves (pequeños puntos) del niño, respectivamente.

2. Etapa del Garabato Coordinado (1 año y 9 meses a 2 años y 7 meses): este autor realiza una distinción entre los términos "coordinación" y "control", señalando que la "coordinación" es el ritmo y la armonía en los trazados. Se trata de un logro funcional neuromotor que se produce por la conjugación y armonización de los juegos mecánicos de los segmentos proximales y distales entre sí, produciendo trazados continuos, fluidos y rítmicos. Por tanto, los movimientos en esta etapa, aun siendo todavía impulsivos e incontrolados, presentan una mayor flexibilidad y coordinación entre sí que se refleja en una ordenación cíclica, espacial y temporal y se materializa en el predominio del ritmo. Los movimientos se organizan en "Ciclos de acción" que son movimientos continuos desarrollados en secuencias temporales precisas, de las que dependen la extensión de los trazados y forman parte del nuevo sentido rítmico señalado. Estos ciclos de acción darán lugar a los "Ciclos gráficos" que son los trazados continuos realizados de una sola vez. Estos ciclos dependen de impulsos instintivos, de las leyes endógenas que presiden los impulsos motores y las tendencias reguladoras del desarrollo neuromotor. Esto quiere decir, que los trazados en esta etapa son patrones gráficos cuya ubicación, velocidad, duración y precisión dependen tanto de factores endógenos (tensión, tono muscular, fatiga, etc.) como de los instintos pulsionales de naturaleza afectiva que se proyectan en el propio acto motor. Las diferencias que aparecen en los distintos factores caligráficos, temporales y espaciales nos pueden indicar las diversas personalidades de los niños, así como los cambios emocionales y sus diversas reacciones pulsionales. Aunque aún en esta etapa el niño no da nombre a sus garabatos, en ocasiones, la acción y el movimiento propio del acto del garabateo, lo asocia a movimientos y acciones de los seres, objetos o elementos naturales del mundo que le rodea, estableciendo así los primeros vínculos de todo el desarrollo gráfico entre su actividad gráfica y el mundo de lo real. Según el estudio realizado por el autor sobre la etapa del garabateo, realiza una clasificación de los distintos tipos de garabatos coordinados y que se expone en la tabla nº 2 del punto 7.3 de este trabajo4.

3. Etapa del Garabato Controlado (2 años y 8 meses a 3 años y 3 meses): El término "control", según Machón, A. (2009), se refiere a la conjugación de las funciones motora y visual y a la directa y decisiva participación de la función visual en el acto gráfico, es decir, dicho control corresponde al momento en el que el ojo comienza a guiar la mano y determinar el curso de los trazados, dando lugar al nacimiento de la primera conciencia formal en los mismos. Es esta etapa, el niño manifiesta la capacidad de frenar el ritmo impetuoso de su mano, así como el ritmo y la velocidad se hace más lenta y controlada, la presión es mucho más flexible y dúctil, siendo capaz de realizar y orientar los trazados voluntariamente. Por tanto, los grafismos pueden presentarse aislados unos de otros. Esta etapa representa el momento de transición entre el Periodo de la informa y el Periodo de la forma, en el que aunque aún confluyen los intereses neuromotores y los perceptivos, se produce el descubrimiento de los trazados con fisonomía propia, identidad y autonomía como objetos de percepción cargados de expresividad y sentido. En dicha etapa se producen nuevos trazados que el autor clasifica y que podemos ver en su el cuadro 14, cap. 3, página 187 de su libro "Los dibujos de los niños". Ed. Cátedra. Madrid. 20135.

Partes: 1, 2, 3
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