El sistema ISO 14 001 en empresas seguras y limpias (página 3)
Enviado por José Manuel Castorena Machuca
1) Un grupo de productos que tienen en común el satisfacer una determinada necesidad.
2) Un análisis del ciclo de vida del producto aplicado al grupo en su conjunto, para determinar sus principales impactos ambientales.
3) Una serie de criterios que permiten identificar a los productos menos agresivos con el medio ambiente, dentro del conjunto de los analizados.
II.3.5 Programas de minimización de desechos
La minimización de desechos es una técnica utilizada para llevar a cabo la eco eficiencia en las empresas; los pasos para implementar un programa de minimización de desechos son los siguientes (Blanco, 2004):
1) Delegar a alguien la responsabilidad del manejo de desechos.
2) Establecer la magnitud del problema de los desechos: determinar la cantidad de desechos que la compañía está produciendo y el costo anual en términos de materia prima y costo de disposición de esos desechos.
3) Establecer e implementar un sistema de auditoría: el sistema de auditoría debe ser capaz de establecer la cantidad de desechos que cada proceso o departamento está produciendo.
Realizar auditorías regulares y guardar la información obtenida.
4) Analizar la información: elaboración de gráficas de cantidad de desecho y de la producción total.
5) Considerar las opciones de minimización de desechos disponibles: identificar las oportunidades de reducción de desechos y priorizarlas.
6) Establecer un plan de acción: un plan que tenga metas reales y alcanzables, apoyado por la dirección.
7) Implementar el plan de acción: involucrar a todo el personal y capacitarlo para que se comprendan los beneficios del programa y se apoye con retroalimentación.
8) Revisar el progreso: dar seguimiento comparando con las metas cada determinado tiempo.
Conesa (1997), menciona las prioridades del programa de minimización de desechos como las siguientes:
a) Prevenir los desechos: esto puede involucrar cambios en el proceso de operación, de productos o materias primas, para que el proceso principal produzca menos desechos.
b) Reducción de los desechos: esto puede significar el optimizar los procesos, mejor mantenimiento para evitar la generación innecesaria de desechos en el proceso existente.
c) Reutilización de desechos y reciclaje: se trata de obtener el mejor valor de sus productos de desecho que de otra forma se convierte en un costo de tirar los desechos.
II.3.6 Sistemas de gestión ambiental
Al seguir ciertas acciones de carácter ambiental de manera conjunta, planificada y organizada, se conforma lo que se denomina sistema de gestión ambiental, el cual proporcionará un proceso estructurado para la mejora continua del comportamiento ambiental de la organización.
Granero (2007, p.14), define al sistema de gestión ambiental, como "el marco o método de trabajo que sigue una organización con el objeto de alcanzar y mantener un determinado comportamiento medioambiental, de acuerdo con las metas que previamente se haya fijado como respuesta a las normas legales, a los riesgos ambientales y a las presiones sociales, financieras, económicas y competitivas a las que tiene que enfrentarse."
En la norma ISO 14001, el sistema de gestión ambiental está definido como: parte del sistema de gestión de una organización, empleada para desarrollar e implementar su política ambiental y gestionar sus aspectos ambientales. En la definición contiene notas donde define al sistema de gestión como un grupo de elementos interrelacionados usados para establecer la política y los objetivos y para cumplir estos objetivos; en la segunda nota menciona que el sistema de gestión incluye la estructura de la organización, la planificación de las actividades, las responsabilidades, las prácticas, los procedimientos, los procesos y los recursos.
De aquí entonces, que el sistema de gestión ambiental, es un instrumento o herramienta de la empresa y la parte del sistema general de gestión, el cual incluye la estructura organizativa, la planificación de las actividades, responsabilidades, prácticas, procedimientos, procesos y recursos para desarrollar, implantar, llevar a cabo, revisar y mantener la política medioambiental de la organización.
Conesa (1997) expone que a pesar de que cada sistema de gestión ambiental es diferente según la estructura y entidad de la actividad en cuestión y del centro de producción, existen tres características fundamentales de estos:
1) Completo: debe cubrir las actividades que se realizan en la empresa. Deben evitarse lagunas.
2) Comprensivo: todos los implicados deben conocer y comprender claramente su papel, sus responsabilidades.
3) Abierto: el proceso de mejora es continuo, con lo que el sistema debe permitir cambios sobre la marcha siempre que se detecten irregularidades, lagunas o disfunciones.
Los compromisos que la empresa u organización debe de considerar al establecer un sistema de gestión ambiental son los siguientes (Pousa, 2006):
a) Identificar las exigencias locales y los impactos medioambientales asociados a las actividades, productos y servicios de la empresa.
b) Fomentar la responsabilidad de la dirección y del personal en la protección del medio ambiente, definiendo claramente las responsabilidades técnicas y personales.
c) Fomentar la planificación medioambiental en todo el ciclo de vida del producto y del proceso.
d) Establecer un sistema que permita alcanzar los objetivos medioambientales definidos.
e) Fomentar que los proveedores y los contratistas establezcan un sistema de gestión medioambiental.
f) Evaluar los resultados medioambientales sobre la base de la política y objetivos medioambientales.
Los principales objetivos que se persiguen en la organización, con la adopción de un sistema de gestión ambiental, son facilitar el cumplimiento de la normatividad ambiental, prevenir impactos ambientales de la actividad o proceso que realice la empresa y fijar políticas para alcanzar objetivos ambientales. En este sentido Conesa (1997), expresa que el sistema de gestión ambiental debe estar sujeto a los principios de cumplimiento de las normas legales y de la política ambiental de la empresa; unidad de gestión del medio ambiente; elaboración de procedimientos operativos; evaluación del impacto ambiental; ahorro de recursos; prioridad a la prevención respecto a la corrección; minimización de residuos en origen, si es posible reciclado; vigilancia, control y registro de los impactos ambientales mediante la ejecución de auditorías y planes de vigilancia ambiental y la formación e información interna y externa. A partir de estos principios, propone los siguientes objetivos de los sistemas de gestión ambiental:
a) Garantizar el cumplimiento de la legislación medioambiental, tanto en el ámbito local, nacional e internacional.
b) Fijar y promulgar las políticas y procedimientos operativos internos necesarios para alcanzar los objetivos medioambientales de la organización empresarial.
c) Identificar, interpretar, valorar y prevenir los efectos que la actividad produce sobre el medio ambiente, analizando y gestionando los riesgos en los que la organización empresarial incurre como consecuencia de aquellos.
d) Deducir y concretar el volumen de recursos y la cualificación del personal apropiado en función del nivel de riesgos existentes y los objetivos medioambientales asumidos por la organización empresarial, asegurando al mismo tiempo su disponibilidad cuando y donde fuera necesario.
e) La información al público acerca del comportamiento en materia de medio ambiente.
Actualmente existen algunos sistemas de gestión ambiental ampliamente aceptados y a pesar de que se han desarrollado en lugares y momentos e inclusive con objetivos diferentes, el grado de similitud con respecto a los requisitos básicos exigido es muy alto. Entre los principales sistemas de gestión ambiental están el Estándar Británico BS7750, el Reglamento Comunitario de Eco gestión y Eco auditoría (EMAS), y la norma ISO 14000, los cuales se describen más a detalle:
I. Estándar Británico BS 7750: es una norma publicada el 6 de abril de 1992 bajo el nombre de Sistemas de Gestión Medioambientales; es la primera norma en materia de gestión ambiental a nivel mundial, desarrollada por el Instituto de Normalización Británico (BSI).
El objetivo de BSI era desarrollar una norma que fuese complementaría en cuestiones medioambientales a la norma sobre sistemas de gestión de calidad (la entonces denominada BS 5750 en ISO 9000); que proporcionara una guía resumida del desarrollo de un sistema de gestión medioambiental; que fuese aplicable a todos los tamaños y tipos de empresa; que recogiera los aspectos ambientales tanto de los procesos productivos como de los productos y servicios; que apoyara a las normas y leyes medioambientales existentes y en preparación; facilitara el acceso a la información medioambiental y proporcionara el punto de partida para una certificación
(Clements, 1997).
Al publicarse la BS 7750, se pensaba que dicha norma iba a ser adoptada como la ISO 14000, esto principalmente porque la BS 5750 (la norma para los sistemas de gestión de calidad) fue adoptada prácticamente intacta para formar la ISO 9000; sin embargo el borrador de la norma BS 7750 ejerció una influencia considerable en ISO 14001; en 1994 fue adaptada para que fuera compatible con el estándar EMAS de la comunidad europea (Blanco, 2004).
Los elementos esenciales de la normativa BS 7750 son los siguientes (Hunt, 1996):
a) Compromiso: el compromiso de la dirección general de la empresa resulta esencial para que la gestión ambiental sea efectiva.
b) Revisión medioambiental inicial: el examen preliminar de todos los efectos ambientales que genera la empresa constituye una parte muy importante para el desarrollo de un sistema de gestión ambiental.
c) Sistema de gestión medioambiental: la normativa exige que la empresa establezca y mantenga un sistema de gestión ambiental a fin de asegurar el cumplimiento de su política y sus objetivos medioambientales.
d) Política ambiental: la normativa establece que la política ambiental debe cumplir los requisitos de mencionar los impactos medioambientales que produce la empresa; estar a disposición de todas las partes interesadas; comprometer a toda la empresa a la mejora continua e indica de que manera deben alcanzarse los objetivos.
e) Organización y personal: se establecen requisitos relativos a la responsabilidad, la autoridad y la provisión de recursos, así como las actividades de verificación, comunicación interna y la formación del personal. Además de un responsable de la dirección de la empresa que asuma la responsabilidad de asegurar que estos requisitos se cumplan.
f) Evaluación y registro de los efectos y la legislación ambiental: se establecen los procedimientos necesarios para examinar y evaluar los efectos de todos los procesos, productos y servicios de la empresa, así como de registrar todos aquellos que se consideren significativos; también indica los procedimientos para mantener un registro de la legislación y la normativa medioambiental que afecte a las actividades de la compañía.
g) Objetivos y metas medioambientales: se exige que los objetivos cumplan las condiciones de que sean numéricos o cuantificados en la medida que resulte posible; que estén vinculados con un calendario concreto y que estén a disposición de todas las partes interesadas.
h) Programa de gestión medioambiental: se establece que debe existir un programa separado para cada nuevo proyecto que prevea el desarrollo de un nuevo producto o la modificación de alguno ya existente.
i) Manual de gestión medioambiental y documentación: que se reúna en un documento los elementos clave de un sistema de gestión ambiental y el establecimiento de los procedimientos de control de documentos.
j) Control de operaciones: el control rutinario de procesos y actividades puede realizarse de diversas maneras, dependiendo de la naturaleza de las actividades y el modo en que se desarrollan; se exige que se mantenga un control de calidad efectivo sobre las actividades de medición y seguimiento.
k) Registro de la gestión ambiental: la exigencia de registros es clave para una evaluación y auditoría efectiva del grado de cumplimiento tanto de la normativa como de la política y objetivos medioambientales de la empresa.
l) Auditoria del sistema de gestión medioambiental: se exige que se tenga en consideración con qué frecuencia deben realizarse las auditorias, así como la formación y experiencia que deben tener los auditores.
m) Revisiones de la gestión medioambiental: un examen al más alto nivel de la empresa de la efectividad del proceso de auditoría, así como de la conveniencia de proseguir con la política medioambiental adoptada. Estas evaluaciones junto a la revisión periódica de los objetivos, representan los mayores estímulos de la mejora continua (Anexo 2).
II. Reglamento Comunitario de Eco gestión y eco auditoría (EMAS): es una reglamentación de la Unión Europea relacionada con los sistemas de gestión ambiental que surge en 1993, establecida como obligatoria y se cambia a voluntaria en 1995 (Blanco, 2004).
La norma EMAS siguió el desarrollo de la norma BS 7750; el objetivo principal de EMAS era el de cumplir con la obligación de la Comunidad Europea de desarrollar una política y acciones relacionadas con el medio ambiente y el desarrollo sostenible; de ahí adoptar un enfoque activo en este campo, prevenir y reducir y eliminar la contaminación en la medida posible; asegurar una gestión solida de los recursos y emplear tecnologías más limpias. Tanto la norma EMAS como la BS 7750 son normas de sistema total, lo que significa que no se requiere ningún reglamento adicional. Cabe señalar que EMAS va más allá de los requerimientos de la norma ISO 14000, ya que incluye otras especificaciones para una mejoría constante del desempeño ambiental, la comunicación de metas y logros al público y el mantenimiento de registros ambientales comprensivos (Cascio, 1997).
III. ISO 14000: es una serie de normas internacionales para la gestión medioambiental; esta serie de normas permite a las organizaciones de todo el mundo realizar esfuerzos medioambientales y medir las actuaciones de acuerdo con criterios aceptados internacionalmente. La ISO 14001 es la primera de la serie 14000, publicada en el año de 1996 y especifica los requisitos que debe cumplir un sistema de gestión medioambiental; ISO 14001 es una norma voluntaria y fue desarrollada por la International Organization for
Standarization (ISO) en Ginebra (Hewit, 1999). El objetivo principal de la serie de normas
ISO 14000 es el de apoyar la protección ambiental y la prevención de la contaminación en armonía con las necesidades socioeconómicas; de aquí que la ISO 14001 se aplica a cualquier organización que desea mejorar y demostrar su actuación medioambiental mediante un sistema de gestión medioambiental certificado. En cuanto a los requisitos que establece la norma están el compromiso de mejora continua y la obligación de cumplir la legislación y regulación relevantes (Anexo 3).
Por otra parte, la mayoría de los sistemas de gestión ambiental constan de cuatro pasos o funciones, las cuales son (Conesa, 1997):
1. Planificación; conduce al establecimiento de metas y objetivos, y la fijación de estrategias para alcanzarlos. Estas estrategias configuran la política empresarial y comportan la asignación de recursos para llevarla a cabo. La planificación marca el rumbo a seguir de los programas de protección del medio ambiente de la organización.
2. Organización; persigue el establecimiento de una estructura organizativa, la definición de funciones, responsabilidades y autoridad. La organización supone la base para dirigir y coordinar eficazmente los recursos asignados al sistema de gestión medioambiental.
3. Aplicación; determina los resultados que obtendrá la organización en base a su comportamiento medioambiental. La aplicación del sistema de gestión facilita los mecanismos iniciales y crea el ambiente de trabajo necesario, incluyendo la motivación, la delegación y la fijación de prioridades.
4. Control; constituye el marco necesario para evaluar los resultados obtenidos, identificar las acciones realizadas, diagnosticar problemas, iniciar medidas correctoras y mejorar el sistema de gestión establecido. El control es requisito necesario para evitar que la organización se separe de sus metas y se desvíe de sus objetivos medioambientales.
Algunas ventajas de establecer un sistema de gestión medioambiental, son las siguientes
(Pousa, 2006):
a) Cumplir con la legislación y la política medioambiental de la organización.
b) Anticiparse a los posibles problemas medioambientales, previniendo su aparición.
c) Comprometerse a reducir de forma continuada la contaminación.
d) La realización de registros que avalen el comportamiento medioambiental de la empresa.
e) Contribuir a dar confianza a las partes interesadas: trabajadores, inversores, clientes, accionistas, administración entre otros.
f) Mayores oportunidades de mercado e incremento de la eficacia
g) Cumplir con las exigencias de los clientes.
Más concretamente se habla de las ventajas en distintas áreas en la Tabla 7:
Tabla 7 .Ventajas del sistema de gestión medioambiental en distintos ámbitos.
II.3.7 Auditorías ambientales
La auditoria es una herramienta de la gestión ambiental que complementa al sistema de gestión medioambiental, ya que pretende comprobar si una empresa u organización cumple con la normatividad ambiental y con el mismo sistema de gestión ambiental. La Procuraduría Federal de Protección del Medio Ambiente (PROFEPA), define la auditoría ambiental como
"la identificación, evaluación y control de los procesos industriales que pudiesen estar operando bajo condiciones de riesgo o provocando contaminación al ambiente, y consiste en la revisión sistemática y exhaustiva de una empresa de bienes o servicios en sus procedimientos y prácticas, con la finalidad de comprobar el grado de cumplimiento de los aspectos, tanto normados como los no normados, en materia ambiental y poder en consecuencia, detectar posibles situaciones de riesgo a fin de emitir las recomendaciones preventivas y correctivas a que haya lugar."
La auditoria entonces se refiere al proceso de evaluación sistemática, documentada y periódica, con evidencias objetivas que permite determinar si el sistema de una empresa u organización cumple con el objetivo general de la protección del medio ambiente.
La auditoria está constituida de una serie de elementos fundamentales (Azqueta, 2002):
a) El objetivo de la auditoría; es necesario establecer los aspectos a considerar en la realización de una auditoria y el alcance del análisis que se va a efectuar.
b) Los criterios con los que se va a evaluar el grado de cumplimiento de los objetivos; dichos criterios pueden abarcar desde el cumplimiento legislativo hasta el logro de metas de la política ambiental, pasando por la adecuación del sistema de gestión ambiental a los requerimientos de la normativa aplicable.
c) Las partes involucradas en la realización de la auditoria; la empresa, compañía o departamento que se somete a la auditoria (auditado); la empresa u organismo que encarga la realización del trabajo (cliente) y el equipo auditor.
d) El equipo responsable de llevar a cabo la auditoria; que puede ser tanto individual como colectivo, interno a la empresa o externo.
Entre las ventajas de llevar a cabo la auditoría ambiental están entre otras: el cumplimiento de la legislación ambiental vigente, ahorros para la organización por el uso eficiente de materias primas, la evaluación integral de los procesos de la organización y el impacto de estos con el medio ambiente, mejoramiento de la imagen de la organización ante la sociedad, reconocimiento por parte de las autoridades y el certificado o logotipo y el uso de éste.
Las normas ISO 14000
II.4.1 Creación de las normas ISO 14000
La Organización Internacional para la Normalización ISO (International Organization for Standarization), es un organismo internacional no gubernamental establecido en Ginebra en el año 1946; el propósito de ISO es buscar la estandarización a nivel internacional, por lo que se convirtió en el organismo internacional para el establecimiento de normas, trabajando con cuerpos nacionales de normalización, departamentos de gobierno y representantes de la industria principalmente corporaciones transnacionales; todas las normas desarrolladas por
ISO son voluntarias, por consenso y del sector privado, al ser una institución no gubernamental, no tiene autoridad para imponer sus normas en ningún país u organización
(Blanco, 2004).
Las normas técnicas desarrolladas por ISO se centraban principalmente en productos y seguridad, y dichas normas han sido de gran valor a través de los años ya que han fomentado el comercio internacional, la uniformidad de productos y la interconexión. Durante la década de 1980, ISO diversificó sus operaciones emprendiendo la actividad de estandarizar la administración de calidad, y ya no sólo normas de bases técnicas y/o científicas; el resultado fue la serie ISO 9000, las cuales fueron terminadas en el años de 1987, estas normas han sido adoptadas y reconocidas a nivel mundial y con el éxito que ha tenido la serie ISO 9000, la ISO adquirió confianza para desarrollar otras normas organizacionales (Clements, 1997).
Entonces, aunado al éxito de las normas, existía un deseo internacional por mejorar el cuidado del medio ambiente, ya que se presentaba una problemática ambiental como la reducción de la capa de ozono, el calentamiento global, la deforestación, entre otros muchos más problemas globales; otro importante factor es que se carecía de un indicador universal que evaluara el comportamiento de una organización en cuanto a la protección ambiental; además, a principios de la década de 1990, surgieron normas ambientales a nivel nacional y regional, en áreas de control ambiental y evaluación del ciclo de vida, estas normas eran inconsistentes entre ellas y afectaban negativamente el comercio, ya que tanto el etiquetado de productos no uniformes, así como las evaluaciones de productos, generaban resultados divergentes, lo que causó confusiones y discriminación de mercados. De esta manera, ISO consideró su participación en materia ambiental, y se solicitó la presencia de ISO en la Conferencia sobre Medio Ambiente y Desarrollo, en Río de Janeiro en el año de 1992, por lo que ISO formó un Grupo Asesor Estratégico sobre el Medio Ambiente (SAGE), el cual decidió la creación de normas para el control del medio ambiente. En el año de 1993, se integró un comité internacional formado por los organismos miembros de ISO, el TC 207, para desarrollar sistemas y herramientas de administración ambiental en ciertas áreas ambientales (Cascio, 1997)
La actividad del TC 207, consistiría en normalizar todos los instrumentos y sistemas dentro del sistema de gestión del medio ambiente, excluyendo las funciones de: trabajos sobre métodos de prueba para contaminantes, establecimiento de límites de valores relativos a los contaminantes, establecimiento de niveles de desempeño ambiental y estandarización de productos. El TC 207 trabajó simultáneamente con el TC 176 (comité que desarrolla y revisa la serie de las normas ISO 9000). (Clements, 1997).
La estructura del TC 207, está integrada por seis subcomités y un grupo de trabajo, los cuales están definidos de la siguiente manera: las funciones del Secretariado del TC 207 están a cargo de Canadá, y es responsable de la organización general del grupo y de actividades administrativas; sigue el Grupo de Trabajo 1, el cual es responsable de aspectos medioambientales de las normas; después están los subcomités, el Subcomité 1 es responsable del desarrollo de la norma de los sistemas de gestión medioambientales; el Subcomité 2 estuvo encargado de desarrollar la norma para la auditoria medioambiental y para las investigaciones relacionadas con el medio ambiente; el Subcomité 3 desarrolló la norma para el etiquetaje medioambiental; el Subcomité 4 trabajó sobre la norma para la evaluación del comportamiento con respecto a los temas del medio ambiente; el Subcomité 5 desarrolló la norma para la evaluación del ciclo de vida y finalmente el Subcomité 6 fue responsable de la norma en cuanto a términos y definiciones (Cascio, 1997); en la Figura 7 se puede observar de manera más clara la estructura interna del TC 207, así como el país correspondiente de cada subcomité.
Figura 7. Estructura interna de TC270. (Fuente: elaboración propia)
Partiendo del principio general del comité técnico TC 207, de definir una serie de normas básicas y uniformes que pudieran ayudar a la organización en el logro de sus objetivos de protección al medio ambiente, utilizando instrumentos de gestión efectivos y al mismo tiempo protegiendo el impacto negativo sobre el comercio, el comité definió diez principios en el desarrollo de la ISO 14000, los cuales son los siguientes (Clements, 1997):
1. Gestión avanzada del medio ambiente, mediante la promoción de técnicas de gestión uniformes, efectivas y eficientes.
2. Desarrollo de normas pragmáticas y científicamente probadas para la gestión del medio ambiente que reflejen las mejores prácticas actuales.
3. Elaborar normas de coste efectivo, que no prescriban y flexibles, a fin de incorporar valor añadido a las organizaciones que las utilicen.
4. Disuadir de la utilización de una norma de gestión del medio ambiente como barrera comercial.
5. Armonizar la norma internacional para los sistemas de gestión ecologistas con las normas locales y nacionales.
6. Evitar fijar niveles específicos de ejecución del trabajo, metas, objetivos, políticas o niveles de mejora.
7. Desarrollar una norma de gestión medioambiental que pueda ser utilizada por la organización interna o por una tercera parte externa con autoridad certificadora.
8. Evitar las normas que pudieran requerir que una compañía tuviese que divulgar sus objetivos, políticas o proyectos al público.
9. Desarrollar normas medioambientales mediante el consenso de las partes interesadas por adopción voluntaria de organizaciones afectadas para beneficiar a todas las partes.
10. Armonizar y minimizar las normas para evitar la duplicidad y los gastos innecesarios.
El proceso de elaboración de las normas por parte del comité TC 207, es la revisión de propuestas, elaboración de borradores de trabajo, borradores de comité, borradores de normas internacionales y finalmente las normas internacionales; en base a estos factores y procedimientos surgen y se comienzan a publicar las normas ISO 14000, a partir del año de
1996.
II.4.2 Serie ISO 14000
En base a los principios que se definieron para la elaboración de las normas ISO
14000, se puede decir entonces que la serie de normas 14000 es un conjunto de normas voluntarias, las cuales no tienen obligación legal, no establecen metas cuantitativas en cuanto a niveles de emisiones o métodos específicos que midan dichos niveles y basados en la auditoria de los sistemas de gestión medioambiental; las normas se centran en la organización y proveen los procedimientos, requisitos y pautas para que la organización pueda implantar y mantener un sistema de gestión ambiental.
La serie de normas cuenta con dos documentos básicos: la norma ISO 14001, Sistemas de Gestión Ambiental, Requisitos orientados para su uso y la norma ISO 14004, Sistemas de
Gestión Ambiental, Directrices generales sobre principios, sistemas y técnicas de apoyo; los demás documentos de la serie ISO 14000, son herramientas de apoyo a los sistemas de gestión ambiental orientados a facilitar la evaluación de la organización, como las normas de auditoría y evaluación del desempeño ambiental; y el análisis y evaluación del producto como las normas del análisis del ciclo de vida y etiquetado ecológico. Al respecto, Cascio (1997), en la Figura 8 hace una distinción de las normas que evalúan la organización y las que evalúan el producto.
Figura 8. División de la serie de normas ISO 14000. (Fuente: Cascio, 1997; adaptación propia)
Las normas que componen la serie 14000 se muestran en la Tabla 8.
Tabla 8. Documentos que conforman la familia ISO 14000. (Fuente: elaboración propia)
El sistema de gestión medioambiental, como se ha mencionado, mejora la capacidad de la organización para anticiparse verificar y gestionar su interacción con el medio ambiente; dentro de la serie de normas ISO 14000, se encuentran las normas de Sistema de gestión ambiental la ISO 14001 y la ISO 14004:
ISO 14001; esta norma internacional proporciona las especificaciones y los requerimientos que permiten a la organización desarrollar e implementar la política y objetivos sobre los aspectos ambientales significativos; contiene los elementos que deben ser llevados a cabo para que la organización pueda certificar su sistema de gestión ambiental. Es importante señalar que la última versión de esta norma es la ISO 14001:2004, la cual remplazó a la versión anterior ISO 14001:1996, además esta norma es muy parecida y compatible con la norma ISO 9001 sistemas de gestión de calidad.
En cuanto al contenido de la norma ISO 14001, contempla los requisitos del sistema de gestión ambiental y en su estructura menciona en primer lugar los requisitos generales; después la política ambiental; planificación; implementación y operación; verificación y revisión por la dirección; finalmente en los anexos contiene la orientación del uso de dicha norma, así como la correspondencia entre las normas ISO 14001 e ISO 9001; posteriormente se estudiará más detalladamente el contenido de la norma ISO 14001. ISO 14004; como se abordó anteriormente, la norma ISO 14001 es la que contiene los requisitos que pueden ser auditados con el objetivo de certificar o registrar el sistema de gestión ambiental de la organización; la finalidad de la ISO 14004, consiste en describir los elementos de un sistema de gestión ambiental y proporcionar orientación a las organizaciones sobre cómo desarrollar, implementar, mantener y mejorar dicho sistema; incluye ejemplos y descripciones e inclusive enfoques ilustrativos; al igual que la 14001, la ISO 14004 se actualizó en el año 2004, quedando la versión actual ISO 14004:2004. Esta norma contiene casi la misma estructura de la norma ISO 14001 en cuanto a la política ambiental; planificación; implementación y operación; verificación y revisión por la dirección; sin embargo, como se ha mencionado, ésta sirve como orientación y hace referencia de los elementos del sistema de gestión ambiental y proporciona sugerencias para el proceso de implementación del sistema. Existe una diferencia importante entre la norma ISO 14004, la cual sirve como una directriz no certificable destinada a proporcionar asistencia a una organización para establecer, implementar o mejorar un sistema de gestión ambiental, a diferencia de la ISO 14001, la cual describe los requisitos para el sistema de gestión ambiental de una organización y se puede usar para certificación o registro de un sistema de gestión ambiental; a pesar de esto, es recomendable la utilización de ambas, ya que genera un mayor entendimiento de los elementos y de la implementación del sistema de gestión ambiental.
Por otra parte, la auditoría ambiental, es una técnica imprescindible para verificar y mejorar el desempeño ambiental, por lo que esta acción viene a complementar a la norma ISO 14001; dentro de las normas ISO 14000 hay una serie de documentos exclusivos en el tema de auditoría ambiental ISO 14010, ISO 14011 e ISO 14012; las cuales se describen de la siguiente manera: ISO 14010; contiene los principios generales para la realización de las auditorías ambientales; hace énfasis en que una auditoria debe definir claramente su enfoque y alcance, en reconocer la posible existencia de un cliente que solicite la auditoria y que este se pueda considerar como el auditor o como una entidad reguladora y que las conclusiones de la auditoria pueden ser negativas y positivas. Los principios generales de la auditoría ambiental son divididos en las siguientes categorías por la ISO 14001: objetivos y alcance de la auditoria; objetividad, independencia y competencia del equipo de auditoría; el uso debido del cuidado profesional; utilización de procesos sistemáticos; examen de los criterios de auditoría recogiendo pruebas para poder llegar a conclusiones e informar a la dirección y posiblemente al cliente.
ISO 14011; traduce los principios generales de las normas ISO 14010, en un sistema de gestión ambiental establecido para llevar a cabo la auditoria; es decir, explica cómo auditar un sistema de gestión ambiental. La norma hace referencia al desarrollo del plan de auditoría, el cual debe ser revisado y aprobado por el cliente e incluir los objetivos de auditoría, así como el ámbito y criterio de la auditoria; define además los papeles, responsabilidades y actividades de las partes implicadas en el proceso de la auditoria, lo que incluye las responsabilidades del jefe auditor y del cliente; aborda las actividades que ocurren durante el ciclo de auditoría.
ISO 14012; establece una guía e indicadores de los criterios de calificación para los auditores ambientales, tanto internos como externos. Especifica los requerimientos de educación y capacitación, entre los cuales menciona educación secundaria como mínimo, cinco años de experiencia laboral, una capacitación formal en ciencia y tecnología ambiental, requerimientos de leyes ambientales y sistemas y normas de administración ambiental; por otra parte habla de los atributos y habilidades personales del auditor ambiental como capacidad de comunicación oral y escrita, buenas habilidades interpersonales, objetividad e independencia y capacidad de hacer juicios profundos; en otro apartado habla del mantenimiento de competencia y la actualización de los conocimientos del auditor mediante cursos. En los anexos proporciona una guía para evaluar las calificaciones de los auditores ambientales, en el que se incluyen métodos, entrevistas, test, revisión de antecedentes laborales, entre otros.
Cabe señalar, que estas tres normas fueron anuladas y remplazadas por la norma ISO 19011:
2002, "Directrices para auditorias de los sistemas de gestión de calidad y/o ambiental". Esta norma proporciona orientación sobre la gestión de los programas de auditoría, la realización de auditorías internas o externas de sistemas de gestión de la calidad y/o ambiental, así como sobre la competencia y la evaluación de los auditores; describe los principios de la auditoria en el Capítulo 4, proporciona orientación sobre la gestión de los programas de auditoría en el Capítulo 5, en donde trata aspectos de autoridad para el programa de auditoría, objetivos y amplitud del programa; responsabilidades, recursos y procedimientos; la implementación , los registros, el seguimiento y revisión del programa de auditoría; en el Capítulo 6 hace referencia a la orientación para la realización de las auditorías del sistema de gestión de calidad y/o ambiental, incluyendo la selección de los equipos auditores; finalmente en el Capítulo 7 habla de las competencias necesarias y del proceso de evaluación de los auditores, en donde divide áreas respectivas para los atributos personales, conocimientos y habilidades, conocimientos genéricos, conocimientos específicos, educación y experiencia laboral, formación como auditado y experiencia en auditorias. Como se puede observar, este documento incluye las tres normas que anteriormente se referían al ámbito de la auditoría ambiental y las hace compatibles con las de auditoría del sistema de gestión de la calidad, que anteriormente eran la
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ISO 10011-1:1990, ISO 10011-2:1991 e ISO 10011-3:1991; además hace varias actualizaciones y define de manera más completa los requisitos de calificación para el auditor.
Los programas de etiquetaje ecológico, han ido complementando a partir de la década de 1970 la gestión ambiental, por lo que ISO también desarrolló normas relativas a la etiqueta ecológica, éstas son las normas ISO 14020, ISO 14021, ISO 14024 e ISO 14025.
ISO 14020; aborda los objetivos y principios de todo el etiquetaje medioambiental, la finalidades aportar una guía sobre estos principios y retos que deben de ser considerador en los programas de etiquetado ambiental. Establece principios generales que deben considerarse para el desarrollo del etiquetado y declaraciones ambientales.
ISO 14021; esta norma hace referencia al etiquetaje ambiental tipo II, el cual consiste en una auto declaración informativa por parte de la organización, de aspectos ambientales de productos para considerarlos como productos ecológicos. La ISO 14021 contiene todo el procedimiento para la realización de sus propias manifestaciones o declaraciones medioambientales; además la ISO 14021 hace una lista de los tipos de declaraciones que pueden utilizar las organizaciones; proporciona además una lista de criterios y métodos para realizar dichas manifestaciones ambientales.
ISO 14024; hace referencia al etiquetado ecológico de tipo I, el cual consiste en los productos que son certificados por una entidad independiente, para lo que se establecen criterios para categorizar productos ecológicos. Las características del etiquetado ecológico tipo I, que es un etiquetado voluntario, tiene como objetivo identificar y promover productos ecológicos, los criterios de aprobación son establecidos después de considerar el ciclo de vida del producto y son disponibles para el público. Esta norma contiene objetivos, principios, los procedimientos, la certificación y el cumplimiento.
La evaluación del desempeño ambiental es un instrumento de gestión ambiental que utiliza indicadores para proporcionar información, comparando el desempeño ambiental pasado y actual de una organización con sus criterios de desempeño ambiental; la ISO proporciona normas para este rubro, principalmente es la ISO 14031.
ISO 14031; proporciona directrices sobre el diseño y el uso de la evaluación del desempeño ambiental dentro de una organización, el objetivo principal de esta norma es servir de guía para evaluar el desempeño ambiental de una organización a través de un proceso interno que utiliza indicadores para proporcionar información, comparando el desempeño ambiental pasado y actual con referencia a criterios de desempeño ambiental determinados. La estructura de la ISO 14031 contiene la planificación de la evaluación del desempeño ambiental; la selección de indicadores para la evaluación del desempeño ambiental; uso de datos e información; recopilación de datos; evaluación de la información; informe y comunicación y finalmente la revisión y mejora de la evaluación del desempeño ambiental.
Una herramienta muy importante que viene complementando los instrumentos para un buen desempeño ambiental, es la evaluación del ciclo de vida, la cual se encarga de estudiar aspectos ambientales e impactos significativos a lo largo del ciclo de vida de un producto; la ISO proporciona estándares en evaluación del ciclo de vida con la serie de normas ISO 14040, las cuales se componen de ésta y de la ISO 14041, ISO 14042 e ISO 14043 principalmente. ISO 14040; proporciona una visión general y claro de la práctica, aplicaciones y limitaciones del análisis del ciclo de vida; esta norma establece los principios, la estructura general y los requisitos para conducir el estudio del análisis del ciclo de vida, sin embargo, no describe detalladamente la técnica y los aspectos que deben incluirse en el informe del análisis del ciclo de vida; se definen los términos más utilizados en dicho análisis, los objetivos y la metodología.
ISO 14041; especifica las necesidades y los procedimientos para la elaboración de los objetivos y alcance del análisis del ciclo de vida, así como para realizar, interpretar y elaborar el informe de dicho análisis; proporciona los requerimientos y directrices a considerar en la preparación, aplicación o revisión del análisis del inventario del ciclo de vida.
ISO 14042; proporciona una guía sobre la fase de la evaluación de impactos; describe el objetivo y los requisitos generales para el desarrollo de la evaluación del impacto del ciclo de vida, así como las distintas fases que la componen y lo aspectos a tratar en cada unas de estas; considera además la relación entre el impacto del ciclo de vida y el resto de las etapas (Llanes, 2006).
ISO 14043; proporciona una guía de la interpretación de los resultados del análisis del ciclo de vida en relación con la definición de objetivos del estudio, incluyendo el alcance del análisis; describe la última etapa de un análisis del ciclo de vida y se toman en consideración los resultados del análisis de inventario y el análisis del impacto para elaborar y presentar las conclusiones del estudio (Llanes, 2006).
ISO 14050; esta norma proporciona un glosario general de definiciones de los términos más utilizados por la serie de normas ISO 14000; aunque en cada una de las normas proporciona las definiciones de los principales términos utilizados con la respectiva norma.
Dentro de toda esta serie de normas desarrolladas por ISO, existe una categoría que es relativamente actual, y que está en función de las necesidades de minimizar las emisiones de efecto invernadero, estos estándares son la ISO 14064 e ISO 14065 publicadas en los años 2006 y 2007 respectivamente:
ISO 14064; está constituida de tres partes y contiene un conjunto de criterios para la contabilización y verificación de gases de efecto invernadero; la primera parte de la norma detalla los principios y requerimientos para el diseño, desarrollo, gestión y reporte de los inventarios de gases de efecto invernadero a nivel de una organización. Incluye requisitos para determinar los límites de la emisión de dichos gases, para cuantificar las emisiones y reducciones y para identificar acciones específicas de la organización que tienen el objetivo de mejorar la gestión de los gases efecto invernadero; también incluye requisitos y lineamientos de sistemas de gestión sobre la calidad del inventario de gases, el reporte, las auditorías internas y las responsabilidades de la organización en las actividades de verificación; la segunda parte de la norma se centra en proyectos para reducir las emisiones de los gases, incluye principios y requerimientos para monitorear, cuantificar y reportar el desempeño del proyecto; la tercera parte de la norma describe los procesos de verificación y validación; especifica requisitos como la planificación de la verificación, la evaluación de las afirmaciones respecto a los gases y los procedimientos de dicha evaluación; la finalidad de la norma consiste en validar o verificar los reportes o declaraciones sobre los gases de efecto invernadero (http://spain.irca.org, 2007).
ISO 14065; proporciona el aseguramiento en los procesos de verificación y de validación y define los requisitos para organizaciones que realizan validaciones o verificaciones de los gases de efecto invernadero (http://spain.irca.org, 2007).
La serie de normas ISO 14000, están basadas en la metodología del Ciclo Deming o también conocido como ciclo PHVA (planificar, hacer, verificar, actuar), el cual se describe como:
a) Planificar: establecer los objetivos y procesos necesarios para conseguir resultados de acuerdo con la política ambiental de la organización;
b) Hacer: implementar los procesos;
c) Verificar: realizar el seguimiento y la medición de los procesos respecto a la política ambientales, los objetivos, las metas y los requisitos legales y otros requisitos, e informar sobre los resultados; d) Actuar: tomar acciones para mejorar continuamente el desempeño del sistema de gestión ambiental. Cabe señalar que esta metodología también se aplica a las normas de sistema de gestión de calidad ISO 9000. El ciclo PHVA se ilustra en la Figura 9.
Figura 9. Ciclo Deming o PHVA.
II.4.3 ISO 14001
Como se ha venido mencionando, la ISO 14001 es una norma que establece el procedimiento para la implantación de un sistema de gestión ambiental, es de carácter voluntario y aplicable a cualquier organización, independientemente de su actividad o dimensión; esta norma parte del principio de mejora continua, con un carácter preventivo y proactivo, de forma que define la gestión ambiental como un proceso caracterizado por la introducción constante de mejoras en las diferentes áreas de implantación, mediante un proceso de retroalimentación constante; otra característica de esta norma, que ya se ha mencionado, es que no es un texto legal y no especifica por lo tanto estándares de actuación ambiental; sin embargo exige el cumplimiento de la legislación vigente en materia ambiental.
Existen aspectos que no comprenden la norma ISO 14001, los cuales Pousa (2006) los menciona como:
1) no es un texto ley: el incumplimiento de los requisitos de la normas sólo puede radicar en la pérdida de la certificación
2) no modifica los requisitos legales: exige que se realice un inventario de los textos que son aplicables a la organización, pero no se modifican dichos textos
3) no impone la consecución de un nivel cero de emisiones contaminantes: la organización es libre de fijarse sus propios objetivos en función de los medios que disponga
4) no exige la implementación de un sistema documental complejo: el objetivo de esta norma no consiste en la implantación de un sistema documental de difícil manejo por ser demasiado voluminoso y complicado
5) no obliga a publicar los resultados medioambientales: no se impone la comunicación externa de los resultados medioambientales de la organización
6) no impone los medios aplicables para el cumplimiento de sus requisitos: el SGA variará en función de la actividad de la organización , los medios de los que dispone, la empresa para su tratamiento, el personal, la cultura, entre otros.
La primera versión de la norma fue la ISO 14001:1996, en el año 2000 fue aprobada la reunión plenaria, en Estocolmo, con el compromiso de no incluir ningún requisito adicional a los de la norma de 1996; los objetivos de esta revisión fueron principalmente: clarificar los contenidos existentes para facilitar el uso de la norma y aumentar la compatibilidad con la norma ISO 9001: 2000; el 15 de noviembre de 2004 la ISO publicó la versión revisada de la ISO 14001, con las principales siguientes modificaciones: énfasis en la eficacia del sistema para conseguir resultados ambientales óptimos, mayor importancia a la evaluación del cumplimiento legal, alineamientos con los elementos comunes a los sistemas de gestión de la calidad ISO 9001:2000, mejorar la interpretación de los elementos de la norma y mayor implicación de subcontratistas y proveedores en la gestión. A partir del 15 de mayo de 2005 todas las concesiones de certificados han de realizarse con la versión 2004, y a partir del 15 de mayo de 2006, han expirado los certificados emitidos de acuerdo con la versión de la norma de 1996. (Pousa, 2006).
Por otra parte, para la aplicación de las normas ISO 14001, las organizaciones deben de tomar en consideración algunos factores previos, los cuales Cordero (2002) clasifica como factores internos y externos y se describen de la siguiente manera:
1. Factores internos: liderazgo, organización, capacitación y tecnología
a) Liderazgo: se debe presentar por parte de los directivos que demuestren el compromiso e interés hacia el cambio. De parte de la alta dirección se debe comunicar la importancia de priorizar el medio ambiente en la organización, además de establecer una adecuada delegación de funciones a los miembros clave de departamentos estratégicos.
b) Organización: Se debe integrar el sistema de gestión ambiental, de tal forma que se piense en el medio ambiente como parte del proceso de la organización. El sistema de gestión debe de ser flexible y simple y adaptable a cambios rápidos, además de comprensible para los empleados.
c) Capacitación: se debe tener una constante capacitación en nuevas técnicas y tecnologías, además de lograr conciencia y compromiso en los empleados. En la capacitación debe de asegurarse que los empleados comprendan la importancia del sistema de gestión ambiental, así como los beneficios.
d) Tecnología: la adopción de nuevas tecnologías para los procesos de producción es muy importante, ya que minimiza el impacto negativo hacia el medio ambiente.
2) Factores externos: locales e internacionales; se refieren a normas, leyes y reglamentos en materia ambiental, establecidos en el país o región o provenientes de organizaciones internacionales.
Esta norma también cumple con el ciclo PHVA el cual es un proceso constante que permite que una organización desarrolle e implemente su política ambiental con base en el liderazgo y el compromiso de la alta dirección con el SGA. Después de que la organización haya evaluado su posición actual en relación con el medio ambiente. (ISO 14004:2004). La norma ISO 14001, está compuesta por cinco principales secciones que son: política ambiental, planificación, implementación, verificación y revisión por la dirección, todas estas etapas bajo el principio de una mejora continua. Con los elementos anteriormente explicados se puede ver la Figura 10, la cual proporciona el modelo de gestión ambiental que se sigue para aplicar la norma ISO 14001:
Figura 10. Modelo de sistema de gestión ambiental para la norma ISO 14001. (Fuente: ISO
14004:2004)
Los apartados del esquema anterior, se pueden resumir de la siguiente manera (Granero,
2007):
a) La política ambiental proporciona una estructura para la acción y el establecimiento de los objetivos y de las metas ambientales.
b) La planificación consiste en establecer los objetivos y procesos necesarios para conseguir resultados de acuerdo con la política ambiental de la organización, identificando las repercusiones sobre el medio ambiente y estudiando su adecuación con ella.
c) La implementación consiste en dotar de contenido los procesos del sistema de acuerdo con los requisitos necesarios.
d) La verificación supone el seguimiento y la medición de los procesos del sistema para comprobar su grado de implantación y su eficacia, informando de los resultados.
e) La revisión por la dirección supone una evaluación global del sistema de los que surgirán las decisiones para mejorar continuamente el sistema de gestión ambiental.
Al respecto en la ISO 14004: 2004, se menciona el proceso continuo del ciclo PHVA, incluyendo en cada una de estas fases, los pasos correspondientes a las norma ISO 14001:
a) Planificar: establecer un proceso de planificación continuo que permite a la organización:
1) Identificar los aspectos ambientales y los impactos ambientales asociados; 2) identificar y hacer seguimiento de los requisitos legales y otros requisitos que la organización suscriba, y establecer criterios internos de desempeño cuando sea apropiado; 3) establecer objetivos y metas ambientales y formular programas para lograrlos y 4) desarrollar y usar indicadores de desempeño.
b) Hacer: implementar y operar el sistema de gestión ambiental: 1) crear estructuras de gestión, asignar funciones y responsabilidades con suficiente autoridad; 2) suministrar recursos adecuados; 3) formar al personal y asegurarse de su toma de conciencia y competencia; 4) establecer procesos para comunicación interna y externa; 5) desarrollar y mantener la documentación; 6) establecer e implementar controles a los documentos; 7) establecer y mantener controles operacionales; y 8) asegurarse de la preparación y capacidad de respuesta ante emergencias
c) Verificar: evaluar los procesos del sistema de gestión ambiental: 1) realizar un seguimiento y medición continuos; 2) evaluar el estado de cumplimiento; 3) identificar las no conformidades y tomar acciones correctivas y preventivas; 4) gestionar registros; y 5) realizar periódicamente auditorías internas.
d) Actuar: revisar y emprender acciones para mejorar el sistema de gestión ambiental: 1) realizar revisiones por la dirección del sistema de gestión ambiental a intervalos apropiados; e 2) identificar áreas de mejora.
El proceso de diseño e implantación de un sistema de gestión ambiental según la norma ISO 14001, se puede estructurar en las siguientes cuatro fases (Granero, 2007):
Fase 1, compromiso ambiental y planificación del proceso: habrá que determinar las funciones de las personas que estarán involucradas en la implantación del sistema de gestión ambiental, ya que este es un punto clave para el éxito del proceso. Es recomendable formar un equipo de trabajo integrado por personal de distintas áreas de la empresa, que junto con la asesoría externa de una empresa especializada, de ser necesario, dirija la implantación del sistema. La dirección debe respaldar plenamente, es necesario de parte de ésta que entienda sus implicaciones para la organización y demuestre un compromiso serio de mejora ambiental, además de comprometerse a aportar los recursos humanos, técnicos y económicos necesarios para la correcta implantación. Una vez finalizados los preparativos, el siguiente aspecto es la planificación detallada del proyecto, en donde se plantea un calendario preliminar para todo el proceso y las principales fases.
Fase 2, revisión ambiental inicial: esta etapa no es obligatoria en la ISO 14001, sólo recomendable; sin embargo, antes de desarrollar el sistema, es necesario disponer de información para poder determinar los impactos ambientales de las actividades de la organización; el objetivo de dicha revisión, es establecer cuál es la situación de la empresa respecto al medio ambiente, obteniendo información que sirva de base para el desarrollo del sistema. Esta revisión consiste en un análisis de las prácticas actuales de gestión ambiental en la organización y la identificación de los principales impactos ambientales, así como los requisitos que establece la legislación; esto, llevado a cabo mediante técnicas como cuestionarios, listas de comprobación, entrevistas personales, inspección, medición directa, entre otras. Finalmente se elabora un informe de resultados, que servirá para establecer los puntos de partida que han de tomarse en cuenta para definir la política ambiental y el mismo sistema de gestión ambiental.
Fase 3, implantación del sistema de gestión ambiental: para el correcto desarrollo de esta fase, es necesario satisfacer los requisitos que establece la norma ISO 14001. Un aspecto fundamental para que el sistema de gestión ambiental funcione es el nombramiento de las personas responsables del mismo que actuarán como representantes de la dirección. Es muy común la figura del responsable de medio ambiente, encargado de realizar todas las actividades necesarias para implantar y mantener al día el sistema desde la elaboración del manual de gestión ambiental, procedimiento, instrucciones, pasando por la distribución y actualización de los documentos, planificación de las auditorías internas, hasta la elaboración de informes periódicos para la dirección de la empresa y la dirección de los consultores externos y con la entidad certificadora.
Fase 4, certificación del sistema de gestión ambiental: una organización puede implantar un sistema de gestión ambiental y no requerir necesariamente que una organización externa lo certifique; sin embargo, por lo general las organizaciones suelen acudir a un organismo certificador que confirme la adecuación de su sistema con la norma ISO 14000. Esta certificación sólo será posible si el sistema se ha desarrollado conforme a los requisitos específicos de la norma; además la certificación requiere de pruebas o registros que evidencien un comportamiento acorde con las pautas marcadas por la norma. Previo a la certificación, es necesario que la organización realice una auditoría interna para comprobar el estado de su sistema, detectando las no conformidades o el incumplimiento de los requisitos y las áreas de mejora. Finalmente, la dirección evaluará los resultados, adoptando las medidas oportunas y nuevas estrategias a seguir por la organización.
Por otra parte, se ha mencionado que para llevar a cabo la implantación de un sistema de gestión ambiental, es necesario el cumplimiento de todos los requisitos que establece la norma ISO 14001; estos requisitos establecidos en la norma, se presentan a partir del capítulo 4 de la norma. A continuación se describen estos requisitos de la norma ISO 14001:2004, presentando antes de esta descripción la estructura de la norma en la Tabla 9:
Tabla 9. Estructura de la norma ISO 14001: 2004. (Fuente: elaboración propia)
1. Objeto y campo de aplicación: en este apartado se habla de que la norma ISO 14001: 2004, especifica y establece los requisitos que debe cumplir la organización para implantar correctamente un sistema de gestión ambiental, identificando aquellos aspectos ambientales que la organización puede controlar y sobre los cuales puede generar influencia. Menciona además que la norma es aplicable a cualquier organización que desee implantar, actualizar y mejorar un sistema de gestión ambiental y procurar su certificación por una organización externa.
2. Normas para consulta: en este apartado no se citan referencias normativas.
3. Términos y definiciones: se hace referencia en este apartado a de veinte definiciones, las cuales se muestran en el anexo 4 de este documento.
4. Requisitos del sistema de gestión ambiental: se mencionan seis principales apartados que son requisitos generales, política ambiental, planificación, implementación y operación, verificación y revisión por la dirección, los cuales también tienen sus respectivos apartados.
4.1 Requisitos generales: se menciona que la organización debe establecer, documentar, implementar, mantener y mejorar continuamente un sistema de gestión ambiental, de acuerdo con los requisitos de la norma y determinar cómo se cumplirán estos requisitos; además de definir y documentar el alcance de un sistema de gestión ambiental.
En el Anexo A de esta norma (orientación para el uso de la norma ISO 14001:2004) se complementa esta parte de los requisitos generales, mencionando que los requisitos generales de la organización consisten en establecer una política ambiental apropiada; identificar los aspectos ambientales que surjan de las actividades de la empresa; determinar los impactos ambientales significativos; identificar los requisitos legales aplicables; identificar las prioridades y establecer los objetivos y metas ambientales apropiados; establecer una estructura y uno o varios programas para implementar la política y alcanzar los objetivos y metas; facilitar la planificación, el control, el seguimiento, las acciones correctivas y preventivas, las actividades de auditoría y revisión, para asegurarse de que la política se cumpla y que el sistema de gestión ambiental sigua siendo apropiado; y tener capacidad de adaptación a circunstancias cambiantes.
4.2 Política ambiental: en esta parte se menciona que la alta dirección debe definir la política ambiental y asegurarse de que ésta es apropiada a la naturaleza, magnitud e impactos ambientales de la organización, que incluya un compromiso de mejora continua y de cumplimiento con los requisitos legales aplicables, se documenta, implementa y se comunica a todas las personas que trabajan para la organización.
En el Anexo A de la norma, se menciona acerca de la política ambiental que es la que impulsa la implementación y la mejora del sistema de gestión ambiental de la organización, de tal forma que puede mantener y potencialmente mejorar su desempeño ambiental; la cual debe reflejar el compromiso de la alta dirección, de cumplir con los requisitos legales aplicables, prevenir la contaminación, y mejorar continuamente. Ésta constituye la base sobre la cual la organización establece sus objetivos y metas, debe también ser lo suficientemente clara de manera que pueda ser entendida por las partes interesadas, tanto internas como externas, ser evaluada y revisada de forma. Su área de aplicación debe ser claramente identificable y debe comunicarse a todas las personas que trabajan para la organización, incluyendo contratistas que trabajen en las instalaciones de la organización.
En el Anexo 5 de este trabajo, se proporciona un cuestionario que ayuda al definir la política ambiental de la organización.
4.3 Planificación: en esta parte se habla de tres apartados que son aspectos ambientales, requisitos legales, y objetivos, metas y programas.
4.3.1 Aspectos ambientales: la norma menciona en este apartado, la identificación de aspectos ambientales de las actividades de la organización , que pueda controlar y sobre los que pueda influir dentro del alcance definido del sistema de gestión ambiental, para después determinar aquellos aspectos que tienen o pueden tener impactos significativos sobre el medio ambiente.
En el Anexo A de la norma, se menciona al respecto, que la organización debe identificar los aspectos ambientales dentro del alcance de su sistema de gestión ambiental, teniendo en cuenta los elementos de entrada y los asociados a sus actividades actuales, algunos de estos aspectos ambientales pueden ser emisiones a la atmósfera; vertidos al agua; descargas al suelo; uso de materias primas y recursos naturales; uso de energía; energía emitida, vibración; residuos y subproductos entre otros.
4.3.2 Requisitos legales y otros requisitos: este punto se refiere a identificar y tener acceso a los requisitos legales aplicables y a otros requisitos que la organización suscriba relacionados con sus aspectos ambientales; y determinar cómo se aplican estos requisitos a sus aspectos ambientales. Debe asegurarse de que estos requisitos legales se tengan en cuenta en el establecimiento, implementación y mantenimiento de su sistema de gestión ambiental.
En el Anexo A de la norma, hace mención de que estos requisitos legales pueden incluir los nacionales e internacionales; estatales y departamentales; y los gubernamentales locales.
En el Anexo 6 y 7 del trabajo se proporciona un formato que ayuda al registro de la legislación ambiental.
4.3.3 Objetivos, metas y programas: se habla de establecer, implementar y mantener objetivos y metas ambientales documentados, en los niveles y funciones pertinentes dentro de la organización. Los objetivos y metas deben ser mesurables en la mayor medida posible y deben ser coherentes con la política ambiental; además se debe establecer, implementar y mantener uno o varios programas para alcanzar los objetivos y metas, estos programas deben incluir la asignación de responsabilidades para lograr los objetivos y metas en las funciones y nivel es pertinentes de la organización, los medios y plazos para lograrlos.
En el Anexo A de la norma, se indica que cada programa debería describir cómo se lograrán los objetivos y metas de la organización, incluida su planificación en el tiempo, los recursos necesarios y el personal responsable de la implementación de los programas. Estos programas se pueden subdividir con el fin de abordar elementos específicos de las operaciones de la organización.
En el Anexo 8 del trabajo se proporciona un formato para llevar a cabo el punto anterior de los objetivos, metas y programas medioambientales.
4.4 Implementación y operación: esta parte se compone de las fases de recursos, funciones, responsabilidad y autoridad; competencia, formación y toma de conciencia; comunicación; documentación; control de documentos; control operacional; y preparación y respuesta ante emergencias.
4.4.1 Recursos, funciones, responsabilidad y autoridad: se menciona que la dirección debe asegurarse de la disponibilidad de recursos, entre los que se incluyen los recursos humanos, habilidades especializadas, infraestructura de la organización, recursos financieros y tecnológicos. Se debe definir, documentar y comunicar las funciones, responsabilidades autoridad. Además, la alta dirección debe designar a uno o varios representantes de la dirección, para que estos se aseguren de que el sistema de gestión ambiental se establece, implementa y mantiene de acuerdo con los requisitos de la norma; e informen a la alta dirección sobre el desempeño del sistema de gestión ambiental para su revisión.
En el Anexo A de la norma, menciona que el éxito de la implementación de un sistema de gestión ambiental requiere un compromiso de todas las personas que trabajan para la organización, por lo que las funciones y responsabilidades ambientales no deberían considerarse como restringidas a la función de gestión ambiental; explica además de que este compromiso debe comenzar en los niveles superiores de la dirección.
En el Anexo 9 y 10 del trabajo, se proporciona un formato que ayuda en la realización de este punto, en cuanto a la estructura y responsabilidad.
4.4.2 Competencia, formación y toma de conciencia: este punto hace referencia a que las personas que trabajen para la organización y que puedan causar impactos ambientales significativos identificados por la organización, deben ser competentes tomando como base una educación, formación o experiencia adecuadas. Se menciona también que la organización debe identificar las necesidades de formación relacionadas con sus aspectos ambientales y con el sistema de gestión; y por otra parte, establecer procedimientos para que los trabajadores tomen conciencia de la importancia de la conformidad con la política ambiental, procedimientos, requisitos del sistema de gestión ambiental, aspectos ambientales significativos, impactos relacionados asociados con su trabajo y los beneficios ambientales de un mejor desempeño personal, entre otros.
En el Anexo A de la norma, se menciona que la toma de conciencia, el conocimiento, la comprensión y la competencia, se pueden obtener o mejorar a través de formación, educación o experiencia laboral. La dirección debe determinar el nivel de experiencia, competencia profesional y formación necesaria para asegurarse de la capacidad del personal, especialmente de aquellos que desempeñan funciones de gestión ambiental especializada.
4.4.3 Comunicación: en este apartado la norma establece que la organización debe establecer procedimientos para la comunicación interna entre los diversos niveles y funciones de la organización, así como recibir, documentar y responder a las comunicaciones pertinentes de las partes interesadas externas.
En el Anexo A de esta misma norma, se menciona que la comunicación interna es importante para asegurarse de la implementación eficaz del sistema de gestión ambiental. Los métodos de comunicación interna pueden incluir reuniones regulares de los grupos de trabajo, boletines internos, tableros de noticias y sitios de intranet; menciona además que algunos métodos para comunicar externamente pueden incluir los informes anuales, los boletines, los sitios Web y reuniones con la comunidad.
4.4.4 Documentación: este punto establece que la documentación de gestión ambiental debe incluir la política, objetivos y metas ambientales; la descripción del alcance del sistema de gestión ambiental; la descripción de los elementos principales del sistema de gestión ambiental y su interacción, así como la referencia a los documentos relacionados; los documentos, incluyendo los registros requeridos, incluyendo los determinados por la organización.
En el Anexo A de la norma, se menciona que el alcance de la documentación del sistema de gestión ambiental puede ser diferente de una organización a otra, dependiendo de su tamaño, tipo, actividades, la complejidad de los procesos, sus interacciones y la competencia del personal. Entre los ejemplos de documentos que se mencionan en dicho anexo están: las declaraciones de la política, objetivos y metas; información sobre aspectos ambientales significativos; procedimientos; información del proceso; organigramas; normas internas y externas; planes de emergencia en el sitio; y registros.
Al respecto Pousa (2006), habla de la elaboración de los siguientes documentos para el sistema de gestión ambiental: la política ambiental, donde se establecen los principios medioambientales básicos; el manual de gestión medioambiental, que es la recopilación estructurada de todas las normas, criterios, instrucciones y recomendaciones que aseguran la correcta gestión ambiental; procedimientos funcionales, que se trata de un conjunto amplio de documentos, en los que se define cómo debe funcionar cada actividad relacionada con la gestión ambiental; instrucciones técnicas, las cuales describen de manera clara y concisa los pasos que hay que seguir para iniciar, desarrollar y finalizar una actividad y operación; y, finalmente, los registros medioambientales, los cuales constituyen la base documental de comprobación de la correcta implantación del sistema, que proporciona una evidencia objetiva de las actividades realizadas o resultados obtenidos.
4.4.5 Control de documentos: se menciona que la organización debe establecer y mantener al día los procedimientos para controlar toda la documentación requerida y asegurarse de que esta pueda ser localizada, examinada periódicamente, revisada cuando sea necesario, aprobada por el personal autorizado, que las versiones actualizadas estén disponibles en donde se lleven a cabo operaciones fundamentales, que se retiren los documentos obsoletos, pero que estos se guarden con fines legales o para conservar la información; además que la información debe ser legible, fechada, fácilmente identificable, conservada de manera ordenada y archivada por un periodo específico.
4.4.6 Control operacional: se refiere a que la organización debe identificar aquellas operaciones y actividades que estén asociadas con los aspectos medioambientales significativos identificados, conforme a su política, objetivos y metas; esto mediante el establecimiento, implementación y mantenimiento de uno o varios procedimientos documentados para controlar situaciones en las que su ausencia podría llevar a desviaciones de la política, objetivos y metas ambientales; el establecimiento de criterios operacionales en los procedimientos; y el establecimiento de procedimientos relacionados con aspectos ambientales significativos, identificados de los bienes y servicios utilizados por la organización, y la comunicación de los procedimientos y requisitos aplicables a los proveedores, incluyendo contratistas.
4.4.7 Preparación y respuesta ante emergencias: se menciona de que la organización debe establecer y mantener al día procedimientos para identificar y responder a accidentes y situaciones de emergencia y prevenir y reducir los impactos ambientales que puedan estar asociados con ellos. Además, se debe examinar y revisar los planes de emergencia y procedimientos, en particular después de que ocurran accidentes o situaciones de emergencia.
Pousa (2006), menciona que el plan de emergencia debe contemplar la organización y las responsabilidades en caso de emergencia, el personal clave en cada caso, lo datos de los servicios de emergencia externos, plan de comunicación interna y externa, medidas a adoptar en las diferentes situaciones de emergencia y planes de entrenamiento y ejercicios que permitan comprobar la eficacia de las medidas. En cuanto a los requisitos que propone en el plan de emergencias, se tiene: crear un procedimiento para identificar las emergencias en la empresa y las posibles que se produzcan en el medio ambiente; formar al personal para actuación en caso de emergencia; hacer simulacros de emergencia y documentarlos en un registro y establecer un cronograma para posibles simulacros.
4.5 Verificación: se compone de los apartados de seguimiento y medición; evaluación del cumplimiento legal; no conformidad, acción correctiva y acción preventiva; control de los registros y auditoría interna.
4.5.1 Seguimiento y medición: en esta parte se menciona que la organización debe establecer procedimientos para hacer el seguimiento y medición de las características fundamentales de sus operaciones, que pueden tener un impacto significativo en el medio ambiente; se deben incluir la documentación de la información para hacer el seguimiento del desempeño de los controles operacionales aplicables y de la conformidad con los objetivos y metas ambientales de la organización; que dichos equipos de seguimiento y medición se utilicen y mantengan calibrados o verificados, y se deben conservar los registros asociados.
4.5.2 Evaluación del cumplimiento legal: se menciona que la organización debe establecer procedimientos para evaluar periódicamente el cumplimiento de los requisitos legales aplicables; así como mantener los registros de los resultados de las evaluaciones periódicas.
4.5.3 No conformidad, acción correctiva y acción preventiva: se establece que la organización debe establecer y mantener al día procedimientos que definen la responsabilidad y la autoridad para controlar e investigar las no conformidades, llevando a cabo acciones encaminadas a la reducción de cualquier impacto producido, así como para iniciar y completar acciones correctoras y preventivas correspondientes. Las acciones correctoras o preventivas que se lleven a cabo para eliminar las causas de las no conformidades, debe ser proporcional a la magnitud de los problemas detectados y ajustada al impacto medioambiental encontrado. El procedimiento de investigación de las no conformidades, es la identificación y corrección de las no conformidades, tomando las acciones para mitigar sus impactos ambientales; la investigación de las no conformidades, determinando sus causas y tomando las acciones con el fin de prevenir que vuelvan a ocurrir; la evaluación de la necesidad de acciones para prevenir las no conformidades y la implementación de las acciones apropiadas definidas para prevenir su ocurrencia; el registro de los resultados de las acciones preventivas y acciones correctivas tomadas; y la revisión de la eficacia de las acciones preventivas y acciones correctivas tomadas.
En el Anexo 11 de este trabajo se proporciona un formato que ayuda a llevar a cabo el punto anterior de no conformidad y acción correctiva.
4.5.4 Control de los registros: menciona que se deben establecer y mantener los registros necesarios para demostrar la conformidad con los requisitos del sistema de gestión ambiental, y demostrar los resultados logrados; también se deben establecer procedimientos para la identificación, el almacenamiento, la protección, la recuperación, el tiempo de retención y la disposición de los registros. Estos registros deben estar legibles, identificables y trazables.
En el Anexo A de la norma, se menciona que entre estos registros se pueden incluir registro de quejas; formación; seguimiento de procesos; inspección, mantenimiento y calibración; registros pertinentes sobre los contratistas y proveedores; informes sobre incidentes; registros de pruebas de preparación ante emergencias; resultados de auditorías; resultados de las revisiones por la dirección; decisiones sobre comunicaciones externas; registros de los requisitos legales aplicables; registros de los aspectos ambientales significativos; registros de las reuniones en materia ambiental; información sobre desempeño ambiental; registros de cumplimiento legal; y comunicaciones con las partes interesadas.
4.5.5 Auditoría interna: menciona que la organización debe establecer programas y procedimientos, para que periódicamente se realicen auditorias del sistema de gestión ambiental, con la finalidad de determinar, por una parte, si el sistema cumple con las disposiciones planificadas para la gestión ambiental y los requisitos de la norma; así como una adecuada implementación y mantenimiento. Por otra parte para proporcionar información a la dirección sobre los resultados de las auditorias.
Pousa (2006), explica que el programa de auditoría debe incluir las actividades y áreas que deben contemplar las auditorias, la frecuencia de las auditorias, las responsabilidades asociadas con la gestión y dirección de las auditorias, la comunicación de los resultados de las auditorias, la competencia profesional del auditor y cómo se desarrollará la auditoría. Los pasos necesarios para llevar a cabo su elaboración son la planificación, en donde se decide quienes son los auditados, el equipo auditor, el método de la auditoria y el control de los documentos originados; la ejecución de los programas de auditorías, en donde se valoran los puntos fuertes y débiles, se recoge la evidencia, se evalúan los resultados de la auditoría, se prepara el informe de conclusiones; la comunicación de los resultados en donde se realiza el informe de auditoría, el cual genera la preparación y aplicación de un plan de medidas correctoras adecuado.
En el Anexo A de la norma, se menciona que las auditorías internas del sistema de gestión ambiental pueden realizarse por personal interno de la organización o por personas externas seleccionadas por la organización, que trabajan en su nombre; además que estas personas deben ser competentes y realizarla de manera imparcial y objetiva.
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