Necesitamos probar que la ley está en el Sánscrito: "Leyes de Manú", libro primero, verso 16, "Y habiendo hecho penetrar en los elementos del alma suprema partículas imperceptibles de los séis principios que tiene energía inmensa, formó todos los seres. Ver. 17- "Y porque estos séis principios están unidos a las partículas imperceptibles de aquella, se llama cuerpo a la forma perceptible de ella". 18- "En ella penetran los grandes elementos con sus propias operaciones, y también la inteligencia, factor imperecedero de toda clase de seres con sus sutiles partículas. 19 – Con las corpóreas y finísimas partículas de estos siete principios, cuya energía es inmensa, y que con la inteligencia, el Yo y los rudimentos sutiles de los cinco elementos, se ha producido lo perecedero de lo imperecedero" (es decir el cuerpo que se crea el espíritu para sus pruebas) 20- Cada uno de estos elementos: Eter, Aire, Fuego, Agua y Tierra adquiere la calidad de la que precede: de suerte que cuanto más lejos está un elemento en la serie, posee más cualidades". Ahí se confirma que cuantas más encarnaciones hace el espíritu adquiere más sabiduría. 21- "El Ser Supremo asignó desde un principio a cada ser en particular un nombre, actos propios y manera especial de existir, según su ley establecida" (queda desmentida la procedencia de una especie de otra especie en el sentido darwiniano) He ahí la ley del sistema expuesto por Demócrito, 32 siglos más tarde descrito el Sánscrito, donde seguramente comprobó las doctrinas de Sócrates en su viaje a la India y en la Caldea, donde ese mismo principio estaba, llevado por Zoroastro, Abraham, Jacob y Moisés.
Ahora puede el estudiante de filosofía comprender el valor de los átomos, en su incesante movi-miento, forzados por la eterna ley renovación.
Ha de comprenderse también que no puede existir el vacío, desde que el Eter todo lo llena y en él está la perpetua renovación de la vida, porque es la vida al natural, sin formas en sus elementos, pero Cada átomo tiene en su especie un mandato especial y el modo de vida que otro átomo no puede hacer; y para su comprensión, hemos descubierto el Espiritismo Luz y Verdad, que en su sabiduría todo lo resuelve.
Del sistema de Demócrito, se ha formulado la ley físico-química moderna que si tiene un vacío por cada regla, es a causa del prejuicio y de los sabios de derecho, pero que no son de hecho, sino los confirmadores, los verdugos de Antulio, Sócrates, Juan y Jesús.
La última palabra más escandalosa de Demócrito es, "El alma humana es como una tabla de cera en la que todo se imprime" con lo que ha descubierto la Psicología racional y el sensualismo de las cosas admitido al estudio de la filosofía, en la fisiología, biología y psiquiatría del ser humano.
PLATÓN: sostuvo: "Las leyes políticas, como las morales, son derivadas de la idea del bien" que hoy sentamos en verdad. Las leyes humanas son reflejas de las leyes divinas.
Platón veía identidad entre la política y la religión, pero en la moral que debía tener ambas, no pudo ver el significado de religión, que es sentimentalismo, que no es sentimiento, pero sí comprendió que"El estado tiene por objeto, la formación de hombres virtuosos"; "Que las leyes del Estado son iguales a la moral del pueblo", "Que el estado debe estar subordinado al pueblo" y por fin, "Que la psicología del Estado es semejante a la de los individuos que componen el Estado". Principios todos que excluye la religión; porque todos ellos tienen que apoyarse en la ciencia, la que no puede tener religiones, porque dejarían de ser religiones.
Platón sembró directamente para Aristóteles, como Hertz sembró para Guillermo Marconi; pero, ¿acaso no están esos principios en el sistema de Demócrito? Y éste, ¿no los recibió de Shet? Y… éste… ¿no los recibió de Sócrates y Antulio y los comprobó en los escritos de Shet en la India?
El gravísimo pecado de la Grecia en el asesinato de Antulio, reincidiendo en Sócrates, no podía en justicia quedar sin el equivalente correctivo de quitarle la primacía del poder, que lo da sólo la sabiduría de los hombres de la nación.
La India o el Oriente, la Persia y el Egipto, y aunque sea el pueblo de Israel el más señalado en los secretos de la sabiduría universal, la inflexible ley de Justicia les retiró sus sagrados depósitos, por haber prevaricado y malversado sus frutos y no había de hacer la excepción con Grecia, y así esos depósitos del arte, la ciencia y la fuerza que da esa sabiduría, empezó a emigrar de Grecia, con los hombres perseguidos, naciendo la fuerte Roma que impondría la ley civil a todo el mundo y primero a la misma Grecia.
Roma, no nació espontánea como los demás pueblos, nació adulta y obedece a los designios de la justicia de la ley inexorable del Progreso. Nació para implantar el derecho de gentes y dejar Oriente a la Comuna, o comunismo, que el mundo presenció, con terror, prejuiciado de todos los errores políticos, sociales y religiosos; pero nada hay que lo pueda evitar (hoy resurge de nuevo), como nada evitó el nacimiento y decadencia de todas las naciones que vemos en la historia, hasta el deshecho completo de Roma, por la misma causa que se anularon las civilizaciones de Oriente, Persia, Egipto y Grecia. P62v
Zenón. Apreció, como Sócrates, que "El inmoral es siempre un ignorante para el bien y un inconsciente para el mal". Pero queda demostrado hoy, que "la fuerza suprema de las multitudes, es igual a la cantidad de moral de los individuos". Y, también, "el deber es ineludible" y las demás cosas pueden ser convenientes, preferibles o indiferentes..
Nuestra escuela, ha simplificado esa política en estas máximas: "¿Quieres tener derechos? Créate primero obligaciones"; "El que nada sacrifica, a nada tiene derecho". "Sé señor de ti mismo y esclavo de tu deber".
Pero las pasiones no se desarraigan así como quiera, porque el Etnicismos se hereda. Y ni aún con la tiranía moral se consigue el desarraigo de las pasiones de un pueblo, en una generación: Se necesitan bien tres generaciones consecutivas bajo una tiranía moral, para hacer el hábito o formar un nuevo etnicismo social, que lo crea la Ética.
Ahora bien. La ley, es sólo una; la fuerza bruta puede más que la razón; pero son efímeros esos triunfos, porque quieran que no se transforma la materia y pierde odio y fuerza bruta, por razón de la transformación continuada (purificación); y generación sobre generación, se moraliza y se impone la Ética a la Etiqueta.
Ese pujar de los espíritus hacia la Ética, molesta a los que aún no conocen más que el odio, la venganza, el predominio, la pasión en fin, y se desatan contra quien los empuja al progreso, a los que obligan a defenderse y de aquí todas las revueltas y hecatombes.
Sufrida la derrota de la Etiqueta, los de la Ética con su luz y sentimiento, van adelantando y sosteniendo una lucha de principios que también se ven locuras, fluctuaciones, vaivenes, zig-sag y sube y baja agitados, que mantienen un estado incierto, porque en las sombras, los de la Etiqueta, siempre que pueden, hacen una de las suyas que sacan de quicio a los que empiezan en la Ética, como lo tenemos representado en la revueltas de Roma, que anuncian su apoteosis con Nerón.
Este, discípulo del gran Séneca, hombre profundo en el análisis de las pasiones humanas, siendo ya su discípulo emperador y estando él, para contener lo más posible las pasiones que el imperio despertaría en el joven Nerón, tiene que transigir con muchos desbordes de la bestia humana y tiene Séneca que resignarse a ver el grandioso cuanto terrorífico espectáculo del incendio de Roma, vieja, vetusta, insaciable y corrompida, después de cuya purificación, un plano nuevo y bellos edificios, darían satisfacción a los horrorizados moradores de la trágica Roma.
Queda aquí trazada la lucha del espíritu y la materia, con el parangón de la Ética y la Etiqueta y son puntos que deben dar la llave para desentrañar las causas de las luchas humanas, desarrollando así vuestro espíritu en el estudio de las causas por los efectos
. "La filosofía es el arte de obtener la felicidad humana. Todas las sensaciones son iguales en valor; pero difieren de intensidad, duración y consecuencias. El espíritu tiene placeres muy superiores a los del cuerpo; pero ha de saber elegirlos para alcanzar la dicha".
Como filosofía moral está bien; pero como verdad de filosofía Austera sólo es relativa, porque el espíritu no tiene en lo absoluto el libre albedrío, desde que tiene una ley que cumplir".
"Para evitarse dolores, el hombre debe restringir sus deseos". Como consejo moral, pase; pero como cuestión filosófica, no puede admitirse; puesto que es indiscutible que el progreso es eterno o infinito e indefinido; y como el espíritu tiene que imprimir continuamente deseos de mayor belleza as sus cuerpos y alma, resultaría que jamás podría el hombre disfrutar un solo momento de la felicidad. Pero con una buena filosofía de conformidad de las cosas, cada uno tendría felicidad que en esa forma sea capaz de hacerse.
El producto de las dudas de tantos filósofos, dejando un vacío en cada examen de causas, había de traer por necesidad, el escepticismo, del cual, es fundador de la escuela Megárica, Pirrón de Elide.
Dudando de todo, llegó a afirmar que "la verdad no existe y que si existe, el hombre no la poseerá nunca". De aquí dedujo y enseñó que "para gozar de una perfecta tranquilidad lo mejor es no afirmar nada". El mismo se contradice, ya que no puede anularse; pues creía que la impasibilidad Atoraxia puede alcanzarla no afirmando nada. p68
En la tibieza, todo muere: y en el fanatismo y el escepticismo, también mueren los efectos de la razón, por lo que no es necesario la conciencia, que es el regulador.
La causa en esos estados es el Antagonismo: y éste surge de los instintos no dominados que el fanático quiere matar y no puede y el escéptico vive por ellos desarrollándose la pasión.
Hay un Axioma supremo e innegable que eternamente no se acabará de estudiar y sí cada vez se comprende más: La vida. En el cual está el Creador con el espíritu. Todos los axiomas son relativos, aunque no cambian por el progreso, en la esencia, pero sí en las formas. P71.
El Testamento Secreto de Abrahán, dice lo que son los ángeles y demonios, que no son otros que espíritus buenos y malos y propiamente dicho, espíritus de luz y de tinieblas, o progresados y retrógrados.
Si Apolonio y Plutarco, quisieron coordinar su misticismo con un sistema panteísta. Pero si hubieran poseído aquel testamento, no hubieran sentado esos errores; pero la maldad de la religión, acaso hubiera querido acabar con la especie humana, para no verse descubierta en su falsedad y a esto se debió el que Moisés ocultara para algunos siglos, los máximos secretos de la ley Suprema, que hoy se descubren, para enterrar las religiones.
Estos Neo-Pitagóricos, pues, concebían la verdad; pero se les ocultaba en justicia, para que no sufriera la humanidad, intensamente más que ha sufrido por causa de la maldad de las religiones mís-ticas y dogmáticas.
Pero las religiones que saben aprovechar los flacos humanos, toman como fundamentales la con-cepción Neo-Pitagórica y consagra artículo de Fe, la existencia de Ángeles y Demonios con su infierno y cielos por habitación necesaria y con sus horribles sufrimientos desesperados y sin esperanza de rehabilitación, a los goces de una vida inactiva, en una contemplación imposible; todo esto es la muerte por necesidad, consagrada por el dogma, lo que significa la descalificación del autor de la vida. Resultando acusado de vengativo, parcial, e injusto: pero como en un juicio frío, filosófico, no puede ocultarse nada a la luz del espíritu, éste, descubre que, nadie es capaz de pensar, más que según el estado de su discernimiento; con lo que la religión, se sentencia al calificativo de absurda y temeraria, símbolo verdadero de ignorancia y fanatismo; lo que envuelve todas las tendencias de su negra historia.
La Naturaleza es sólo una. ¿Cómo puede tener tres el creador de la Naturaleza? No será capaz toda la ciencia de hoy, ni lo será toda la que hemos de alcanzar de demostrar tres ni dos sino una naturaleza, aunque en cada especie que examinamos encontramos diferentes fisiologías, fisiognosias y etnologías; la naturaleza siempre será una y ésta será siempre Eter, única sustancia.
Sí, las supremacías civiles y religiosas que las Víboras de Raza han perdido los dientes: y en prueba ved como el pueblo libertado los domina, aunque no lo puede hacer como Juan y Jesús le enseñaron con sólo el Amor; pero es a causa de que, si han perdido los dientes no perdieron aun la vida y les duran las mañas y se agitan y coletean furiosas y mueven los Caldos (incautos y engañados hombres) que inconscientes les siguen por afinidad, y estos hombres, que los hace más duros de corazón que el pedernal y como esta piedra, cortan, muelen y destrozan la obra de los libres. No es menos penosa hoy la lucha que en el tiempo de Juan y Jesús; pero sí es más intensa y extenso moralmente, material y espiritualmente. Como que entonces nacía la causa del mal nuevo y hoy, aunque es decrépita, el viejo es Socarrón y desentrañado, como el poder supremático.
Juan no es filósofo: es el genio de la verdad dura y desnuda y la voz de la justicia sin contempla-ciones; pero justamente, su obra, encierra esta filosofía, que no tiene componendas ni paños tibios. Así conviene al reinado del espíritu.
Gamaliel, es maestro de la escuela secreta (esénica) fundada bajo formula cabalística y donde únicamente los Profetas, Mesías y Maestros podían oír a sus hermanos Espíritus de Luz; y Gamaliel, maestro de la Kábala, es también Rabino del pueblo judío liberal, disidente del pontífice plutócrata: pero para poder tener asiento en el Sanedrín (Consejo Supremo de los judíos) era necesario ser maestro (doctor) y Gamaliel, sostuvo de su peculio esa escuela con el nombre de Teología, para bajo ese título tener libertad en sus explicaciones sobre el destino del alma, el Ser del Espíritu y la creación del Dios único, teniendo por base y programa el decálogo de Moisés.
En esta escuela no tienen entrada los mediocres porque no pueden resistir la luz de la verdad en su rigor y encuadra en el ser de Juan y Pablo, que fue condiscípulo de Juan, aunque aprendió para la vida política y comercial y Gamaliel no le dio instrucción de los secretos de la Kábala, pero sí en la moral y la fortaleza.
Juan, ha recibido todo lo que el espíritu necesita; y para salir al público, se retira antes un tiempo a estudiar la naturaleza en la práctica y sale por fin al público, al que encuentra corrompido, diferente de su naturaleza y olvidado del sentimiento y del amor, que la ley del decálogo exigía.
En la ley de higiene existía un artículo, de la purificación; el mismo, aunque variado, que tenían el Veda y tiene los bracmanes; pero que en la ley judía hecha por los sacerdotes, consistía en ir al Jordán y tomar abluciones. Juan, supo aprovechar esas ocasiones y empezó a predicar del Juicio Final y de la venida del Mesías prometido; pero aludía a Jesús al cual no conocía ni sabía como hombre que existiese; pero en espíritu, sí lo sabían ambos.
Aquí se descubre el secreto de la ley suprema, a la que todos los espíritus están sujetos y la cual rige todo, por los mismos espíritus.
En esa ley, se marcaba la hora de descubrir a los hombres la libertad del pensamiento y el reinado del amor, con la descubierta del espíritu, descubriendo la necesidad de la reencarnación del espíritu, para el progreso material y espiritual.
La promesa a la humanidad de la venida del Espíritu de Verdad, sería de gran escándalo a los sacerdotes, ya que no eran ellos los que lo prometían y esto era despertar en el pueblo la primer sospecha de la falsedad de la religión y de la mentira del ministerio divino de los sacerdotes y de los reyes.
Esto levantaría las iras de los sacerdotes, los que exigirían al poder civil la represión y la muerte de tales revolucionarios. La ley no puede equivocarse, ni ser transferida, cuando la esfera y su fiel marca el segundo de cada evolución que debe obrarse.
En los concejos del Creador, que los forman los espíritus maestros de la creación, se toman las medidas con el tiempo justo y descienden y encarnan tres espíritus misioneros: El fuerte Elías que es Juan; El obediente Isaac y sabio Antulio Asesinado en Grecia, que es Jesús; y El legislador Shet, que fue Jacob, Moisés y Sócrates, es el hermano menor de Jesús, que tuvo que dirigir el apostolado de su hermano Jaime o Santiago apóstol de España.
Todo el cielo fantástico creado a Jesús de Nazaret, se desploma con un rugido de fiera que muere herida a fuego. Todo el cimiento de ese falso edificio se descubre apestando su podredumbre a todo el género humano y aun escandaliza a los engañados por el apócrifo nombre de Cristo cargado con tanta infamia al hijo legítimo en la carne, del carpintero José.
Voluminosos tomos en blanco que esperan tranquilos; luego que la legua de acero pronuncie impresas estas verdades lacónicas, duras, frías como filosóficas, preparen a los enfermos a pedir por ellos mismos la medicina y el remedio eficaces a su mal, los hombres los llenarán.
¡Jesús!… ¡Ya es hora! Sal al público como hombre entero, sin apócrifos ni infamias; sin la vergüenza de Dios vengativo ni la ruindad del ídolo irracional y preséntate hombre de ley, hijo como los hombres del creador y por lo tanto, hermano de todos los hombres, bajo cuya verdad, sólo puedes ser querido sin ser temido y reconocido en tu valor. Y no sólo no lo has tenido, sino que según la ciencia, en la forma inicua que eres expuesto y consagrado, no has existido; eres un mito; estás vilipendiado por los científicos, porque eres ultrajado por los que quieren pasar por ministros divinos.
Tu situación es, la que ningún ser de la tierra soportó; pues no puedes ser Dios y dejas de ser hombre. Dejamos esta acusación a la filosofía y la parte de culpa de los causantes al tribunal del Padre común, de este delito, insólito en la historia de los infinitos mundos del Universo, para que hagan justicia.
Como consecuencia de los acuerdos de los Concejos y Tribunal del Padre Creador, atrás anotado, nace Jesús hijo primero de José de Nazaret y María de Jericó, los que tuvieron 7 hijos. Ya, José, viudo de Débora tenía 5 hijos.
No es verdad que la niña María, estuviera depositada en el templo; siendo la mayor garantía de esto, que Joaquín, el pastor de Jericó su padre, era antirreligioso, puesto que era miembro de la Kábala Secreta de Moisés. Y, otra no menor prueba es, la sentencia de muerte de Jesús dada por los sacerdotes; que sí María habría sido la virgen que los sacerdotes esperaban, su influencia, habría evitado tal crimen perpetrado de largo tiempo. Luego, ni María es la virgen, ni Jesús el mesías prometido: y con esto, filosóficamente, por todas las reglas inductivas y lógicas, quedan: María, mujer simple como todas las mujeres; y Jesús, hombre como todos lo hombres, y así, su obra es meritoria ¿Hay algún Falaz que pueda destruir esta verdad? Si alguien se atreve oponer una sola objeción, ese es su enemigo. Ese es uno de los mixtificadores; ese es uno de sus asesinos; ese es un enemigo del progreso y un verdugo de la especie humana.
José, aunque sea bajo el traje del humilde pero honrado del obrero, su espíritu es el del Padre de Shet, Adán histórico, y María, Eva: no en el paraíso, sino en la hoy ciudad de Abderabat, en la India. Son los mismos, Abrahán y Sara, padres de Isaac y la ley de justicia, terminan la obra encomendada sus espíritus regeneradores y son ahora padres de nuevo, de Isaac-Jesús y Shet-Jaime.
Por tales actuaciones en la regeneración humana, acuden como espíritus conscientes a donde la ley les marcas y donde están depositados los principios dejados por ellos mismos, y José, es miembro de la Kábala y amigo entrañable del otro José, secretario de la Kábala y miembro del sanedrín, a cuya amistad y conocimientos de Arimatea en los secretos de la ley suprema, debemos la conservación de algunas cartas o misivas escritas en pieles por José el carpintero, al de Arimatea, siendo la más esencial y expresiva la que llevó el mismo Jesús a los 12 años, acompañado de su Madre y de su hermanastro Eleazar, dice así, según la traducción: "Amado hermano".
"Con motivo de haber cumplido 12 años mi hijo Jesús, primero de María, va a esa para cumplir con la ley de presentación al Templo: Lo acompañan María y mi otro hijo Eleazar; yo los alcanzaré dos días más tarde: Entretanto estudia ese niño, porque yo no lo entiendo; hace falta sacar provecho; pero creo que para el taller no será útil; estúdialo y a ver que se puede sacar de provecho para la casa, porque mi familia se aumenta que es una bendición".
"Jehová nos bendiga, hasta luego, tu hermano. – José.
Este documento como tantos otros, referente a la verdad de Jesús hombre y no Dios, conservados en la Kábala y custodiados para dar fe a quien corresponde, destruye, cuando es hora, toda la Falacia Católica.
No nació Jesús en Bethlehém; no hubo tales reyes Magos, ni la degollina de inocentes, ni la fuga a Egipto; no hubo nada milagroso, porque el milagro no existe ni lo sobrenatural.
A los 12 meses y 8 días de sus desposorios, más claro: a los 373 días, nace Jesús y no Emanuele ni otro caso y fue en Nazaret: correspondiendo al día 4 de nuestro actual mes de diciembre.
La casa de José, era de la más amplia de la ciudad, con todas sus comodidades deseables en aquel tiempo y rodeada de jardines, cuyo suelo es el que constituye la plaza principal de Nazaret hoy.
Obviando muchos otros detalles. Ha quedado el niño en Jerusalén, muy satisfecho, porque su espíritu llegaba a su centro y aquí es justo recordar el examen que hace su protector maestro, José de Arimatea.
Al recibir la carta o misiva de manos del niño, le pregunta: "No tienes afición al oficio de tu padre". –No. Pues para ser maestro de las escrituras, se necesita ser muy abnegado y amar de verdad a los hombres, aun a sus más grandes enemigos. ?"Lo sientes tú?" – Lo siento en mí y siento que todo está mal y que alguno lo tiene arreglar, enseñando la verdad. ¿Tu sabes niño lo que significan tus palabras? –No lo sé pero lo presiento; y cuando haya estudiado las escrituras lo sabré y lo diré a los hombres. – Niño, no eres tú el que hablas: pero esas doctrinas, sólo en la Kábala se pueden aun exponer y allí recibir consejo de los espíritus de Luz, hasta que venga el Juez a juzgar… Y… ya vino; y… también ya se fue.
No trae Jesús por destino subir al Gólgota; tampoco Juan el de perder su hermosa cabeza, arca de luz y sabiduría; es el arma del verdugo religión que se opone a la declaración de las verdades, bajo cuyo odio, volverán a caer los antes sacrifica-dos por la misma causa y por los mismos verdugos.
Ante la terrible profecía de Arimatea, el niño no se amilana, y aunque en la Kábala no pueden entrar más que los juramentados, los sabios, Jesús es llevado y ya oyó su deber y misión que se le oculta a la madre y a José y, Jesús es llevado a la comunidad de los Esenios, para hacerse maestro y en su día predicar.
Sigue Jesús en los estudios, progresando como aquel que los repasa después de saberlos, y, 12 años más tarde de su salida de Nazaret, muere su padre y no está Jesús presente.
Después de algunas persuasiones de su tío Jaime, para que deje sus tendencias revolucionarias, (pues había dado algunas conferencias y levantado al pueblo). María bajó a Jerusalén y trae a su último hijo que no conocía Jesús y con él y el tío; llama María a las puertas, anunciando ser la madre y hermano de Jesús de Nazaret y éste contesta que "Para él, su madre y sus hermanos son los que cumplen la ley de su padre". Contestación que hirió a María como madre. Pero que por la luz de su espíritu, se conformó, aunque habría hecho todo lo posible para retirar a su hijo del peligro seguro que se la avecinaba, ya que Jaime la impuso de las algaradas que levantaba cuando hablaba al pueblo.
María, si lo hubo de ver, fue esperando a que con los demás colegiales saldría de paseo, pero no podría hablarlo porque era prohibido ya que iban en comunidad; así fue y así vio el pequeño Jaime a su hermano, por primera vez.
María se llevó ya la convicción de que no le sería posible retirar al hijo del peligro de los sacerdotes, porque comprendió que no podía torcer al Misionero; sin embargo, le hubiera sido provechoso seguir su consejo y habría podido cumplir su misión, que solo esbozó, pero dijo lo que traía encomendado su espíritu.
La escuela esénica, poseía los secretos de la Kábala y desarrollaba las facultades mediumnímicas y el magnetismo con la alta Magia, con lo que operaban lo que se conoce hoy en los Fakires y Brahmanes, como lo que obró Mahoma más tarde y Simón y Cipriano: que, a falta de conocimientos, el vulgo los llama milagros, de lo que ha hecho tan descarado comercio.
Jesús en todas esas ciencias penetró y en las escrituras y el Veda, era un verdadero Maestro, que junto a sus facultades mediumnimicas, le era muy fácil penetrar en los pensamientos de los que le rodeaban y siempre su dominio Magnético, lo sobrepuso a los demás.
En esas condiciones es graduado maestro en la Escuela Esénica: Empezó su predicación en las calles y la sinagoga a los 28 años, levantando siempre el ánimo del pueblo, declarándole sus derechos y aclarando la ley, lo que puso en cuidado a los Sacerdotes y Doctores, puesto que cada vez que Jesús hablaba en la plaza, había revueltas y protestas contra los sacerdotes y poderes, empezando a formarse partidos revolucionarios. Su moral era perfectamente civil, nada de misticismo, pero siempre acusadora.
Su doctrina, de progreso y amor al hermano que son todos los hombres y declarando, que "no había privilegios en la ley para nadie, ni las Castas son por la ley divina, sino por la ley humana a causa de las concupiscencias de los sacerdotes de los falsos dioses que no eran Jehová, ni Hellí, hoy Eloí".
En sus controversias con los doctores de la ley y con los sacerdotes sobre las escrituras, era intransigente y nunca quedó vencido, lo que exasperaba a aquellos y soñaban con su muerte; de lo que fue avisado por Arimatea y otros pidiéndole que dejara la ciudad, pues a cada instante se revolucionaba y convenía que para alargar sus días, se saliera de aquel nido de víboras. Jesús no lo hizo de buena gana, pero hubo de obedecer por bien de la escuela Esénica.
Ya Jesús va de pueblo y ejecuta actos simples de poder Psíquico-Magnético, acompañados de la Botánica, para curar enfermos. La ignorancia y la superstición del pueblo empezó a clamarlo por lo que no comprendía y ya le seguían algunos deseosos de aprender y acompañarlo.
Ha reunido un día un gran número de oyentes y les habló de las cosas que le podían comprender de las doctrinas Vedas, ensalzando la humanidad, la mansedumbre, el trabajo y la ayuda mutua, lo que han llamado el sermón de la montaña, o de las bienaventuranzas. (Abro paréntesis para obviar la historia entre Juan y Jesús).
Jesús vuelve a Tiberíades, tratando entonces de formar un grupo de discípulos a quienes enseñar los secretos de la doctrina y es cuando empieza a predicar en parábolas para no ser atajado por los sacerdotes y sus espías escribas y fariseos apoyaban la ignorancia y el entusiasmo de los curados, propagando los milagros que figurarán como acusación.
En este tiempo ha recibido Jesús avisos de su madre que, en su facultad mediumnímica veía los peligros de su hijo; y consintió en ir a Nazaret a conocer a sus hermanos, descansar un poco y arreglarse (pues andaba ya echo una lástima en su vestimenta).
Su entrada en Nazaret en esas fechas, ocasionó algunas mofas que predispusieron al pueblo contra él, probándose en esto el adagio de que: "Nadie es profeta en su pueblo".
Reunido el consejo de familia para disuadir a Jesús de su vida nómada, no lo pudieron convencer. María, buscaba todos los medios y le anuncia las bodas de unos parientes en Canaan, pidiéndole que asistiera, prometiéndolo Jesús; pero quería volver a sus discípulos antes, para que no se enfriaran en la fe y porque entre ellos había algunos parientes de los futuros desposados. Jesús concurrió a Canaan, llevando consigo a sus discípulos Juan y Andrés.
En las bodas se consumía demasiado vino y había una combinación tendiente a que Jesús se embriagara y saliera casado y de esa forma formaría familia y esto acabaría los temores de la madre y sus hermanos.
Pero Jesús, cumplido su deber y saludos a los desposados, hablándoles del deber de unos para otros, se retiró diciendo a su madre: "No es prudente mi estancia entre esta gente, capaz de consumir el agua de todas las tinajas si se convirtieran en vino". Sólo fue un pensamiento, y no un milagro, que no existe; sino, causa y efecto.
El plan de María, sin embargo, ha triunfado. Hay allí dos mujeres que se fijan en Jesús; las dos bellísimas, pero una, Susana, hermana de Gamaliel, por sus prejuicios de clase, no se manifiesta y queda en el secreto. La otra, pariente de María, menos sabia que Susana pero aun más bella, oye las peticiones de la madre y concierta con ella encontrarse con Jesús, al que invitara a su casa a un festín, Es María de Magdala, (que no es verdad que fuera una mujer de vida pública; era una mujer exuberante de belleza y toda ternura, pero que despertó la vista de Jesús su corazón al amor) En el convite, en el que se encontraba también Susana y muchos otros, Magdalena, se descubre en toda su arrebatadora belleza cubierta con el sin igual manto de su cabellera y rompiendo con todos los atavismos y prejuicios, se tira a los pies de Jesús, suplicando perdón por tal hecho, pero ofreciendo su amor para la seguridad de su vida.
Sigue sus predicas Jesús. Han arreciado los escribas su campaña difamándolo y quieren tentarlo presentándole para que la juzgue, a una mujer adúltera, previniéndole, que la ley la condena a morir apedreada. Jesús les contesta: "Si entendéis la letra que mata ¿por qué no comprendéis el espíritu de la ley? ¿Habrá de ser el Juez menos limpio que el reo? Pues el que de vosotros esté limpio de culpa, que tire la primera piedra". Esta suprema filosofía, cruda, austera, acusadora, desconcertó hasta el anonadamiento a los escribas, pero no se quedaron conformes; pues ellos, no entendían más que la letra, lo que ocasiona la sentencia: "La letra mata el espíritu de la ley; sois duros como la letra hecha en la piedra". Lo que comprendieron como ofensa a las tablas de la ley y les replicó, "Os contentáis con tener la ley en el corazón". Se hace superior a Moisés objetaron los escribas. "Yo fui antes y después de Moisés y no vengo a invalidar la ley, sino a cumplirla". Y llamó Jesús a muchos niños que allí había y no los dejaban acercase y dijo a los que le rodeaban: "Dejad que los niños se acerquen a mí, porque en ellos se graban fácilmente las verdades porque son corazones limpios", lo que era despedir a los importunos. P97
Jesús, para darse autoridad y prolongar todo lo posible su vida, empezó a llamarse hijo de Dios y se agitaba en la predicación del juicio venidero he hizo la parábola de la siega, la separación del trigo y la cizaña y de la vendimia. Tanto se agitó que se debilitaba demasiado y sintió la necesidad de acudir a su madre que temblaba por el fin que preveía para su hijo, como lo había tenido Juan.
Era el último reducto que le quedaba a María: y ya Jesús en casa, le rodean todos sus hermanos y el que le seguía a Jesús en orden de edad, Efraín, lo acometió con las palabras de impostor, calumniador, vergüenza de la familia y otros epítetos que podían sublevar al más místico.
Pidió cuentas Efraín a Jesús de la deshonra que les echaba a sus padres al llamarse hijo de Dios; "Hijo de José y María eres como yo; Pero tú a nada has ayudado a la casa y, ¿aun nos deshonras renegando de nuestros padres? Efraín levantó los puños y descargara su justa ira de buen hijo, si la pronta intervención de María y su hermano Jaime, no se pusieran por medio. Y Efraín se marchó como alocado diciendo: "¿Por qué nos deshonras andando como vagabundo?"
"¿Por qué no cumples la ley formando un hogar y demostrará que eres Maestro?" Jesús viendo marchar a su hermano, le dice: "¿Quién te ha dicho a ti que no cumplo la ley? ¿Acaso sabes tú, que sea más grande la familia del hogar que la del universo? "Yo te agradezco la ayuda que has prestado a nuestros padres y nuestros hermanos, pero cada uno tiene un deber; tú cumples el tuyo, yo cumplo el mío"..
Jesús rodeando la cintura de su madre y descansando su cabeza sobre el pecho, la llevó a un rincón del jardín, donde desahogó su dolor y mirando al fugitivo Efraín, decía: "Pobre hermano mío otra oveja más que habrá que recoger, te perdono". María manda a su hermano a que vuelva a Efraín, porque ha llegado el momento de la última deliberación y acuerdo.
Jesús oye los consejos de su madre; pero éste le dice que, "ya no es posible retroceder sin deshonra del hombre y sin una pérdida irreparable de la causa que defendía".
María pregunta con autoridad a su hijo: "¿Estás convencido de tu misión?" – "Sí, madre mía". María tomó una resolución suprema, y llevando a Jesús a sus hermanos, se paran oyendo al tío Jaime defender con calor las doctrinas de su sobrino; "porque, decía, si tienen el valor de sublevar un pueblo, es porque ellas apoyan y defienden los derechos del pueblo."Efraín ya no encuentra razones pero aun ataca, "pero ¿por qué se llama hijo de Dios?" Jesús se adelanta y le dice: "Yo y todos los hombres que cumplen la ley del padre, tienen derecho a llamarse su hijo; yo la cumplo". María corta toda discusión y dice: "Jesús tiene razón por la doctrina que sostiene de la que está convencido y al convencido, no se le puede volver atrás; yo apoyo su misión y sólo tengo que hacerle una petición". Todos quedaron estupefactos ante esta decisión. María ha tomado en su regazo al menor Jaime que recién cumplía 20’ años. Y dirigiéndose a Jesús, le dice: "Puesto que eres maestro y estás convencido de tu misión y tienes discípulos, éste tu hermano menor, no tiene quien lo enseñe y ya el taller poco puede dar, desde que sus hermanos, cada uno ha creado su hogar; tómalo y llévalo contigo; él concentra todo mi amor, porque cerró mi maternidad y mi pensamiento en él, será también sobre ti; pero aceptarás también a mi hermano, vuestro tío Jaime, que tenga de vosotros el cuidado que yo no podré tener". Jesús abraza a su madre y todos se confundieron abrazados, presenciando el universo aquel cuadro de la más sublime abnegación que madre alguna haya podido tener. Sólo Efraín, el duro de corazón, no pudo soportar aquella escena, prólogo de la regeneración humana y marcho blasfemando.
Jesús acepta el ofrecimiento y descansa unos días, mientras se hacen los preparativos para ponerles todo lo más posible y encarga a Jaime que avive el amor en la Magdalena, por si es posible que forme hogar Jesús para librarlo de la muerte; y sino, que la tenga al corriente de cuanto suceda y que no deje al pequeño nunca y pida a la larga parentela que les ayuden en todo; lo que explica que Jesús estuviera casi a diario de convite.
Jesús ha vuelto repuesto de cuerpo y más fuerte en espíritu, obra curaciones y crece su nombre tanto como exaspera a los sacerdotes. Los escribas lo asedian a preguntas de toda laya y le conminan a que diga sí él es el Mesías prometido. Él contestó: "Yo soy el camino; cualquiera que andáre por mis senderos, llegará a la vida Eterna". Entonces ¿tú eres el Mesías que esperamos? ¿Para que queráis que lo sea sino me recibís? "Yo vengo en nombre de mi Padre y no me queréis, por eso no aceptáis mi doctrina; pero otro vendrá y aquél, sí lo recibiréis; más en aquel día, serán cumplidas y pesadas todas las cosas y el Espíritu de Verdad (entiéndase Espíritu Santo) descenderá y justificará mis palabras" Hablas como profeta; y constó: "todo el que tiene luz, puede ser profeta; pero en verdad os digo, que estas cosas pasarán cuando las ya habéis olvi-dado; pero yo repetiré mis palabras y entonces os sorprenderá el juez como ladrón de sorpresa"
Este es el punto capital de la misión de Juan y Jesús y ya queda cumplido; ha triunfado la ley una vez más. Jesús debía entonces ya, o esquivar la acción de sus enemigos, o afrontarla decidido, hasta la muerte.
Trató de lo primero, pero no lo podía conseguir en aquella tierra de víboras. ¿Y cómo emigrar dejando a sus discípulos débiles, que dejarían morir la semilla? Entonces se dedicó a enseñarles los secretos e instruirles en la predicación y se trasladaba de ciudad en ciudad y de aldea en aldea sin poder fijar hogar. Esa es la presión de las religiones, cuando cuenta con pueblos esclavizados por la superstición e ignorancia.
Jesús se veía acorralado, porque el pueblo se había sublevado muchas veces por causa de su prédica. Pero aun necesitaba dar el último apóstrofe, dentro de la ciudad, para lo cual necesitaba fuerza y consejo que no se lo podían dar los hombres, desde que Juan no vivía.
Acude a sus armas facultativas; toma a su hermano Jaime a Juan y Pedro y subió al Tabor, retirándose del barullo. Allí se reconcentra y llama a consejo a Elías y Enos. Jesús, en su fuerza psíquica, deja salir de sí su aureola fluídica que ilumina a su persona y presta materia a los espíritus de Elías y Enos, con los que conversa, recibiendo consejo y valor y ya sabe "Que su sentencia está dada; pero que puede defenderse y tomar el templo y reinar aun, si así lo quiere" cosa que no comprendían los discípulos que veían la transfiguración y las figuras de Elías y Enos, materializados.
Este es el único hecho visible que la ignorancia podría llamar sobrenatural pero es todo lo material y natural que podáis pensar y es producto de una causa natural y material también.
Su ley está en el Magnetismo Psíquico; pero hoy tenemos tomos completos de tales fenómenos fotografiados y es del todo científico, por lo que no hay nada de milagroso ni sobrenatural. Ha dado Jesús cuenta a la Kábala de su conversación con Elías y Enos y la escuela esénica idea la forma de dar cumplimiento, procurando la toma del templo y poner en el trono a Jesús, que tanto partido tenía entre el pueblo.
La escuela Esénica, cuenta entre sus adeptos al príncipe de Ur, ciudad no rendida a los Romanos en la Caldea, cuyo príncipe empezó a formar ejército para cuando fuese la hora.
Sabiendo que los sacerdotes y escribas estaban en la sinagoga se acercó y dejó a sus discípulos a las afueras que se ocultaron en casa Raab. Entró Jesús en la sinagoga sembrando el pánico entre los Doctores, Escribas y sacerdotes, que trataron de echarle mano; pero el pueblo lo rodeó y Jesús los trató con la galantería que merecían sus enemigos llamándolos "Sepulcro Blanqueados", "Manada de puercos", "Vil manada de esclavos encadenados de noche", "Yo predico el progreso, un reino que no muere; La libertad del hombre y el amor, para la paz de los hombres".
"Me cerráis las puertas del templo; pero no podéis cerrar las del campo libre y las plazas públicas y os acuso de vuestras acciones".
Se levantaba ya la gran marejada que corría a los escribas. Jesús llamó al pueblo y les dijo: "No es esa la guerra que predico: yo predico el amor de hermanos y la muerte no castiga al delincuente, sino el mostrarle la fuerza de la doctrina".
Puede decirse que este es el último sermón de Jesús. Jerusalén se convulsionó y los sacerdotes se convencieron que por el camino de justicia, no podrían quitarse del medio a Jesús. Pero juraron los sacerdotes crucificarlo y buscaron el medio de la intriga por cualquier medio. Salió Jesús de Jerusalén y sus discípulos le salieron al encuentro imponiéndole de cuanto habían oído de crucificarlo.
El tío Jaime, llamó a María a Jerusalén; la Samaritana que se metía por todas partes, sabía todo y sorprendió el primer conciliábulo de los escribas con Judas Iscariote, el que amaba mucho a Jesús, pero estaba celoso de que el amor del Maestro se significara más en Juan y esto lo predispuso.
Llegó María alarmada, corriendo los caminos hecha una lástima, sin poder alcanzar a Jesús, que tenía que estar en constante movimiento esquivando la persecución, hasta que fuera ordenado.
A María la encontró la Samaritana, y conocida, la condujo enferma a casa del gobernador, donde servía. La Samaritana ha instalado a María, dando conocimiento a su amo de quien es la huéspeda, a la que el gobernador visitó y la consoló asegurándole "que la ley civil no había sido desconocida por Jesús, por lo que no lo sentenciaría y defendería en cuanto pudiera; pero que convenía, que Jesús, para sus doctrinas, eligiera otro Teatro, porque sus doctrinas (con las que estaba conforme) eran destructoras de la religión y todo lo temía de los sacerdotes y además, en el pueblo no se puede tener con-fianza porque es del último que llega, del último que le habla"Respuesta María con los pródigos cuidado que se le prestaron y auxiliada por los medios y regalos que el gobernador le diera, con más cartas y recomendaciones, salió de aquella granja, acompañada de la Samaritana, hasta encontrarse con las Marías (Cleofás y Magdalena) avisadas a tiempo por la sirvienta del gobernador, que las impuso, ocultando a la madre la trama que sorprendió de Judas y los sacerdotes.
Llegaron donde estaba Jesús y al ver a su madre lloró en sus brazos y a sus ruegos cedió en retirarse a Bethania, lo que alegró y dio esperanzas a las mujeres; pero, enterado Jesús de la acción de Judas, comprendió que ya no tenía remedio por el camino de la fuga y avisó a la Kábala. Esta, activó los preparativos con el Príncipe de Ur.
Avisado Jesús por la Kábala y la escuela, la decisión de "tomar el templo y arrojar a los sacerdotes proclamándolo Rey del pueblo Judío que en herencia correspondía, aceptó y señaló el día Domingo 22 de Marzo anterior a la Pascua, para su entrada a Jerusalén.
Jesús ha guardado silencio de ese gran acto político-religioso y no ha trascendido y lo ignoran los sacerdotes y sus mismos discípulos..
Ha comido en Bethania e invita a los discípulos a ir a Jerusalén; pero está emocionado y María presiente que algo trascendental ocurre, pues, las otras Marías que han estado fuera, a su vuelta han conversado con Jesús y, en su presentimiento, dijo a su hermano y al joven Jaime que la tengan al corriente de todo.
Cuando Jesús y su comitiva avistaban a Jerusalén, desfilaban por las colinas columnas de gente armada, que al unirse, le notificaban a Jesús la última resolución de proclamarlo Rey de los Judíos bajo el imperio Romano, lo que no contrariaba la ley del imperio.
Marchaba Jesús, siguiéndole la gente armada: el Príncipe de Ur, sale al encuentro y lo proclama Rey de los Judíos; Jesús le contestó, "No es mi reino de este mundo; pero lo quiere el pueblo y obedeceré hasta la muerte".
La sorpresa ha desconcertado a los sacerdotes y es tarde para toda acción pues han entrado escoltando a Jesús veinte mil hombres armados, encabezados por un Príncipe de derecho reconocido.
Las gentes cubrieron el camino de telas y ramas y lo aclamaban como Rey y como Cristo sin saber el significado de la palabra Cristo, repetida por el pueblo de Israel.
Formáronle arcos de palmas; cruzan la ciudad y toman el templo, arrojando Jesús, con un látigo, a los sacerdotes. Entre aquel tumulto, se traban algunas escaramuzas con los guardias del templo y corre sangre a los pies de Jesús, con lo que no había contado y con lo que él no podía transigir y apenas sentado en el trono, renunció de Rey. Ante cuya actitud, los soldados de Ur lo abandonaron diciendo: "No queremos un Rey débil" y Jesús se retira a Bethania.
Ahora los sacerdotes que saben de su renuncia, extreman sus esfuerzos, hacen denuncias; pero el gobernador justifica "Que no había ofensa al imperio; que allá los sacerdotes".
Jesús es avisado y teme que no podrá llegar a celebrar la pascua y aún no ha dado a sus discípulos el título de apóstoles, ni les ha comunicado los secretos de su misión y de su poder en obrar lo que han visto y dispone adelantar la celebración de la Pascua, para lo que mandó aviso a su amigo Simón en el monte de los olivos, que le preparara el cenáculo el día Jueves 26.
Las mujeres, que por lo que sabía presentían lo que sucedería, sin que pudiera verlas Jesús, se adelantaron encerrándose en casa de Simón inmediata al cenáculo, donde oían todo.
Jesús se entristeció, cuando no vio que faltaba Judas. Evocó Jesús la bendición; partió el pan y puso vino y les dijo "ha llegado mi hora" en ese momento entró Judas y se sentó donde le correspondía. Jesús continuó "Cuando yo faltare os desca- rriaréis; pero cuando os juntéis dos o más, el pan que comáis y el vino que bebáis, creed que es mi cuerpo y mi sangre y hacedlo en memoria mía para que tengáis valor". "Id y predicad la doctrina que os enseñé y sed mis apóstoles porque yo, resucitaré al tercer día y os confortaré: Ya sabéis que os he dicho (este es el secreto) que la resurrección que os anuncio es del espíritu que despierta del letargo; pero los hombres creen que es la resurrección de la carne; y si esto es arma conveniente, blandirla".
"Amáos los unos a los otros, como el Padre nos ama a todos y todos sois hermanos y todos son salvos en el Padre" "Guardad mis palabras y si todas no las recordáis, recordar el espíritu de ellas, y si os entendéis, hablad como queráis".
"No todos los que me oís sois limpios de corazón; pero perdonar a vuestros enemigos".
Pidió una palangana con agua y una toalla y fijó los ojos en Judas, diciendo: "Esta es la hora de las tinieblas, y como voy yo a hacer con vosotros, haced con todos los hombres; limpiadlos".
Judas viéndose descubierto sale y huye; Jesús lo ha visto marchar y levantándose dice: "Pobre hermano mío te compadezco y yo también soy culpable, no te estudié".
Esto es lo más importante dicho en este acto en que los discípulos son confirmados apóstoles. Caía la tarde y Jesús invita a dar un paseo por el monte para admirar la belleza de la puesta del Sol.
María que lo ha visto todo, por Simón, hace llamar a su hijo Jaime y le dice: "Tengo terribles presentimientos, cualquier cosa que ocurra, ven que aquí te espero".
Jesús sabe que no puede escapar al odio de los sacerdotes, pero de algo necesita deshacerse y deja a sus discípulos en un punto y él se interna. No fue como dicen a orar, él sabe la entrada secreta a la Kábala y allí se internó a recibir el valor necesario y a entregar lo que ya no podía guardar consigo.
Cuando vuelve, ya Judas llega con su centurión que los sacerdotes habían pedido y que no había más remedio que darles.
Se adelanta Judas y va a darle el beso al maestro, que era la consigna y los guardias lo apresaron maniatándolo. Jaime que ve a su hermano preso, medio se enloquece y sale corriendo seguido por Juan y cuando María y las otras lo ven llegar en aquel estado, lo comprenden todo: María cae en un letargo del que no vuelve hasta el medio día del Vienes.
Todos andan desorientados; las mujeres tratan con el gobernador; éste les asegura que él no lo sentenciará; pero que todo lo teme de los sacerdotes que ejercen la curia religiosa.
Se echa mano de todos los medios. Dimiten del jurado Arimatea y Nicodemo; pero son integrados por otros en el acto. Susana, Gamaliel y Joiadas, influyen; nada vale.
En la noche es llevado del Sanedrín, al pontífice, haciendo escarnio. Pero temen el despertar del día y delegan acusadores falsos que pregonen que Jesús ha querido destruir el templo; abolir la ley de Moisés; que se ha llamado hijo único de Dios; Y todo esto en los oídos de los esclavos, aquellos mismos que le entramaron el camino, piden su sangre; la crucifixión. Tenía razón Pilatos, "Todo los temo de los sacerdotes". "El pueblo es del último que habla".
Entre todo el interrogatorio Falaz, sin orden ni sentido, capcioso, la pregunta de más interés es: "¿Te has llamado hijo de Dios?" a los que Jesús contesta: "Tú lo dices"."Ha blasfemado" dice el pontífice y rasga su vestidura. ¿dónde la blasfemia?.
Hay que mandarlo a Pilatos. ¿Con qué acusaciones? No hay una sola de fundamento, ni para un simple arresto. Porque si ha levantado al pueblo en sus prédicas hablándole de sus derechos, es señal evidente de que el pueblo los deseaba y no se los daban.
Idean causas y no se encuentra ninguna, ni aún con las más absurdas leyes del altar y flaquean: ¿Qué hacer? El pontífice encuentra solución. "Conviene que muera dice, para bien de la religión" ¡gran razón la del sacerdote! Y esto, que el pueblo lo ha aclamado " Hijo de Dios!" pero si fuera el mismo Dios, lo mismo hiciera y moriría.
Ya han soliviantado al pueblo esclavo, que por esto, es una horda de bestias con figura humana y vocifera hostigado por los sacerdotes: "El pueblo pide" –que muera dice el pontífice y Caifás como Anás, saben que no pueden encontrar artículo en la ley y quieren cargarle el fardo a Poncio, pidiendo que lo sentencie a muerte, 1) "Porque subleva al pueblo contra las leyes del imperio", 2) "Porque se proclamó rey de los Judíos" y 3) "Porque atentó contra la religión y se llamó hijo de Dios"
Pilatos recibe la ingrata visita. Examina las acusaciones y se vuelve a los acusadores y dice: "Si otra cosa no tenéis, este hombre es inocente; y nada tengo que hacer con él en este asunto". "ha blasfemado" –prorrumpieron—"Nada importa eso a la ley civil" –contestó Pilatos—"Quiso derribar el imperio" –objetaron—"No es verdad" –dijo Pilatos y lo declaró inocente de todas vuestras acusaciones"p108
Todo lo que pasaba en el Pretorio lo sabían los sacerdotes por los chasquis que de palabra en palabra les llevaban: y viendo el caso perdido lanzaron al comprado populacho a las puertas del pretorio y con estentora voz gritaban!"Crucifícalo! ¡crucifícalo! Pilatos sale a la galería y le dice al pueblo: "Este hombre es inocente". ¿De qué le acusáis? ¡Crucifícalo! ¡crucifícalo". Caiga su sangre sobre nuestras cabezas de nuestros hijos… Fue la contestación. Pasemos de largo muchas minuciosidades.
No es cierto que Jesús subiera al calvario con la Cruz a cuesta, ni lo intentaron, porque no había llegado por su estado que apenas andar sostenido podía. Sí, lo vieron las mujeres que lo seguían y Juan y Jaime, desgarrados, lo acompañan de cerca.
A las 12 del día Viernes 27 de Marzo del año 33, cortaban el aire los ecos de los martillos clavando a Jesús de pies y manos y la Cruz es levantada, con un grito de horror.
Una mujer, pálida como la muerte, sube la cuesta y ya el monte está desierto. Un joven de 23 años se arroja al pie de la Cruz, pone su mano sobre la piedra que recibe la sangre de su hermano y levantando la otra mano al cielo clama: "Hermano mío, juro al Dios vivo quitarte los cargos del Cristo".
María se abalanza con los brazos tendidos y oye de Jesús: Mujer he ahí a tu hijo; ese es el que ahora necesita de ti", era Jaime. María se abraza a Jaime y las otras mujeres con Juan y Pedro que llegó avergonzado y abatido, rodea al grupo de Jaime y su madre, que los salpicaba la sangre que corría por la Cruz. P110.
Jesús ha caído en un desmayo, su espíritu no estaba allí.
Se acercaban las tres, cuando llega el soldado Longinos y rasga el pecho de Jesús para ayudarle a morir antes. Longinos no lo hizo con maldad y no miró al clavar la lanza y no hirió el corazón.
Jesús al sentir el dolor del desgarrón, reaccionó y exclamó: ¡Hellí, Hellí" Padre, Padre, perdónalos que no saben lo que hacen.
Arimatea, que había pedido el cuerpo de Jesús, llegaba con los elementos necesarios para descenderlo de la Cruz y darle sepultura: En aquel momento, el firmamento se encapotó y ruidos subterráneos se oyeron, lo que alejó todos los escasos curiosos que llegaban o merodeaban y un terremoto hizo temblar el suelo.
Descienden a Jesús: la guardia había huido espantada y en su prejuicio corrían diciendo: "Verdaderamente es Hijo de Dios y nos castiga".
Arimatea aprovecha aquella soledad y viendo que Jesús vivía, encargó el silencio; el sepulcro destinado (que el Arimatea, encerrando allí la sábana que lo recogiera de la cruz manchada de sangre) y llevan al mártir a la Escuela Esénica, lo curan y reacciona. El secreto sólo lo saben las mujeres, Pedro, Juan, Jaime, Arimatea y Nicodemo.
Los sacerdotes recuerdan que había hecho creer Jesús que resucitaría al tercer día. Saben éstos que esto no puede ser, pero temían algún hecho de la Magia que la gente creerá y el cual será peor.
Ya era tarde; pero piden que el gobernador ponga guardias en el sepulcro que creían estaba Jesús: La Escuela y la Kábala toman sus disposiciones; en la noche del domingo, han ido al Sepulcro llevando algunas bebidas, de las que los guardias han tomado, (no es extraño tratándose de soldados) y con el narcótico preparado, duermen.
Los visitantes levantan la losa y dejan la sábana dentro. A su tiempo, los soldados sueñan según la sugestión del narcótico, viendo la resurrección, cuyo fenómeno, puede y lo hizo un espíritu materializado y los soldados despiertan y corren asustados gritando: "ha resucitado, ha resucitado".
La Kábala no descuida los acontecimientos y prepara en su poder psíquico –hipnótico – magnético y espiritual las causas, para producir los efectos que han de ser castigado a los sacerdotes, que saben éstos lo que son, pero que no pueden declararlo al pueblo, porque sería perderse ellos mismos; y si habían triunfado en fuerza bruta, no podían lo mismo en fuerza psico-magnética, y aun el mismo Jesús solo, los venció siempre.
Por estos hechos psíquico-magnéticos y actos de alta Magia, con la cooperación de los espíritus de Misión, ha quedado el pueblo bajo la duda, sin negar afirmar, pero amedrentado y pesaroso. (Efecto de la causa ignorancia)
Jesús no curaría, la escuela representará la ascensión como convenía "para entero castigo de los asesinos de Jesús y del pueblo: y si éstos (los sacerdotes) tienen el valor de declarar los actos de Magia, la Escuela y la Kábala declararán la verdad, suceda lo que suceda"; así quedó escrito en aquellos Archivos, que sólo en el siglo 18 dejó sacar dos copias, (no del todo enteras porque aun no era hora) las que están una en Berlín y la otra en Londres.
El primer jueves de la luna de mayo, aprovechando una magnífica aurora vespertina, salió un maestro de la Escuela Esénica con vario novicios con sus clásicos mantos albos y se colocan en la cúspide del Monte Olivete, reflejándose en los mantos el rojo áureo de la aurora. El maestro, conforme a las reglas de la Magia, extendió sus brazos, en cuyo momento los novicios con sus mantos extendidos destaparon francos de productos de alquimia, envolviéndolos una nube blanca pasada por los rayos áureo rojos, que se elevaba hasta perderse, mientras los actores cantaban "Hosanna in exelsis Deo" desapareciendo tras la nube por la falda de la montaña: y queda fraguada la famosa Ascensión, que no se atrevieron a desmentir los asesinos sacerdotes. P111
Esta es la verdad de los hechos y ya Jesús queda invisible para todos menos para su madre, Jaime su hermano, y Juan, Jaime recibe todos los secretos, mandatos y ayuda de la Cábala y Jesús desencarna a los 88 días de su crucifixión, corres-pendiendo al día 22 de Junio de nuestros meses.
Ahora bien: los hechos reales ha habido que envolverlos bajo sombras dudosas, aunque con hechos de la más alta sabiduría, la que lucha y triunfa por sus medios de la maldad opresora religiosa, que ha hecho un pueblo esclavo por la ignorancia, la falacia y el terror. ¿Es culpa de la verdad?…, el maestro no quiso filosofar en este punto. Ha dejado escrita esa página de historia ocultada, por sabiduría suprema del espíritu en defensa de la verdad misma, ocasionada a causa y por la maldad religiosa únicamente. Toca ahora a la razón limpia, hacer juicio filosófico: y ésta gran página que encierra todas las filosofías hasta aquel momento histórico expuestas, será donde los estudiantes de estos cursos han de encontrar material suficiente para su desarrollo, en todos los conocimientos de las llamadas fuerzas y ciencias ocultas que quedan enumeradas y que en verdad de verdad rigen todos los actos de los hombres individual y colectivamente.
Sólo queda afirmar que: ninguno de los hechos descubiertos con motivo de esta página suprema están fuera de las ciencias positivas y exactas, pero que se enlazan con lo espiritual, y sabed para siempre que los números son la representación metafísica de la única sustancia condensada en el hombre, con sus tres representaciones de cuerpo, alma y espíritu, de lo que Jesús era consumado Maestro, el que deja (en lo que son capaces) enseñados sus apóstoles, que obran algunos pequeños actos, que como en Jesús, la ignorancia y la malicia los llamara milagros; Pero que el espíritu trajo las ciencias para demostrar a su hora que el milagro, ni lo sobrenatural existe; sino efectos naturales de causas naturales; y el único milagro que existe es la ignorancia.
Ni Pedro ni otro apóstol recibió supremacía ni encargo de Jesús de fundar una iglesia y mucho menos religión, como lo prueba valientemente 19 siglos más tarde el obispo Strossmayer en Concilio Vaticano en 1870 ante el mismo Pío IX y todo el concilio allí reunido con motivo del acto más escandaloso que anota la historia, declarándose Pío IX infalible, Dios. Pero que el espíritu levanta a Garibaldi y le muestra su infalibilidad, destronándolo como rey emperador: Es que ya se había cumplido el tiempo, cuya mitad señalaron Juan y Jesús, y los espíritus hablaban y se movían en todas formas y figuras, y en verdad había nacido aquel que, con la mano ensangrentada en el calvario, hemos visto jurar "quitar a su hermano el cargo del Cristo" y derribar la cruz para siempre, y se cumple.
A raíz de la desaparición física de Jesús, cada uno de los apóstoles asumió su responsabilidad en diferentes partes; Pedro y Pablo en Roma. Santiago (Jaime) pasa a España, que los vigilaba a los dos, costándole varios viajes a Roma a arreglar sus pleitos y rencillas.
Santiago tuvo mejor acogida y mejor acierto, porque su programa era político-social, por lo que en poco tiempo consiguió la unión de 52 ciudades y pueblos bajo el señor de Salduba (Zaragoza), lo que le dio ascendencia, respeto y cariño, que acrecentó cuando su anciana madre fue a su lado, dedicándose a enseñar a las madres españolas.
Allí vivió esta gran madre 12 años y dejó allí sus restos sagrados de madre proficua de misiones. No es verdad la asunción que la iglesia católica dice del cuerpo de esta mujer. ¿Adónde está el cielo?.
Santiago (Jaime, hijo menor de María), apóstol de España: sintetiza la doctrina en su Carta Universal, que es un documento antirreligioso; pero por eso mismo tiene un máximo valor de justicia y libertad y no cayó el original en manos de los fundadores de la Iglesia Católica, por lo que es el documento menos adulterado; y quitando la palabra Cristo, que aparece en el encabezamiento, puede tenerse por buena la traducción de Valera.
Pablo, quien no conoció a Jesús, fue el único que fundó religión: mal llamada cristiana porque asocia a Jesús con la palabra "Cristo"; que, en la visión del Apocalipsis del vidente Juan apóstol, lo señala como el Dragón de 10 cuernos (reinados) que cabalga en una bestia de 7 cabezas (7 religiones (que fundaron la católica).
Pedro, que también, se quedó en Roma, no fundó ninguna religión. Pues, no es verdad que él fundara la Católica, que nace de una bestia vieja que muere es la religión cristiana y nace de sus cenizas otra bestia nueva, la Católica con 7 cabezas; alianza de religiones y 10 cuernos (10 reyes o naciones) Esta extraña visión Juan, no la entiende y pide explicación, pero dan orden de no declararlo y Juan dice: "Esto encierra sabiduría: el que tiene entendimiento, entienda". Pero señala a la bestia que nace con el número 666, número correlativo en los registros del investigador de las religiones que habían pasado hasta entonces en la tierra.
El obispo Estrossmayer, en su discurso ante Concilio Vaticano l870, certifica que Pedro no fundó la Religión Católica, desde que, esto sucedió 325 años después, en el Concilio de Necea cuando ya Pedro hacía 250 años que no existía.
La historia de los otros apóstoles está menos adulterada, por la poca relevancia, en los Evangelios; pero no exenta de incoherencias, falsedades, chismes, pobreza de idiomas y múltiples traducciones. Pero, como dice mi Maestro: la Biblia, hay que leerla de atrás para adelante.
Lo más relevante de las profecías del Apocalipsis se han cumplido (el que tenga entendimiento que entienda), sólo falta de cumplirse en estos momentos, es la caída del incensario o de "una estrella que arrastrará una tercera parte de la tierra y dos terceras partes de la humanidad"; lo que ya está preparado y cerca. P118.
Como todo el programa allí expuesto está cumplido, no tiene ya más que el valor histórico y el de confirmar que el espíritu de luz penetra en los secretos de la ley suprema y los advierte muchos siglos antes de operarse para prevenir a los hombres en amor a ser prudentes, a obrar en justicia lo inevitable, lo que toca analizar a los filósofos, verdaderos filósofos.
Pero, ¿Quién fue el primer papa de la Religión Católica? Manuel obispo que habla ante el emperador, comprenden los otros obispos, los pactos y tratos que ya hay y proclaman Pontífice a Manuel I que es el primero que puede llamarse Papa: pero que ahora no aparece en las cronologías y la Iglesia Católica sabrá porqué, como también han quitado de la Biblia a Elías y su profecía, y sin embargo en el calendario existe San Elías profeta.
Manuel I Papa, celebra el concilio ecuménico donde consagran sus 14 absurdos artículos de fe y acuerda llamar o pedir a las principales Religiones la unión; para lo cual mandarían representantes y sus doctrinas, ritos y cultos, acudiendo siete, entre ellas: La Islamita, la Judía, la Fúlica, la Isica, la Veda y otras menores.
Manuel I (su concilio), promete hacer un código único para todas y reclama la primacía que obtiene; pero en vez de un código moral les mandaron las armas de Constantino. Tiene el concilio aquel, todos los Ritos, Dogmas, secretos, y fines de las religiones y los usa como armas contra ellos mismo apropiándose de sacramentos y ritos y concordando a su placer los absurdos de aquellas religiones con el mayor absurdo del "Credo" o artículos de fe, en los que se nos declara a toda la humanidad, huérfanos, desde que declaran a "Jesucristo único hijo de Dios". Pero a ese Dios, se le confirma irracional porque quiebra sus leyes, haciendo concebir y parir a una mujer sin obra de varón, quedando Virgen… y, por que compone una Trinidad imposible.
Protestan las religiones signatarias, hacen peligrar a esa nueva Religión que es "La bestia 666 del Apocalipsis". Pero ¿qué le importa a Manuel I? "Después de esto yo sé lo que me haré" había dicho al Concilio; y ahora, le dice al Emperador Constantino: En política, el más astuto triunfa y la justicia es del más fuerte, y… In hoc signum Vencis" y Constantino, manchado de sangre de los suyos (asesinó a su suegro y su mujer), ve en la cruz su triunfo, crucificando a toda la humanidad.
Constantino organiza ejércitos y lleva el terror a todas partes. Manuel I encomienda al concilio la mixtificación de las escrituras; raspan pergaminos y destruyen Archivos e incendian Bibliotecas: se destierra al pueblo Judío excomulgándolo perpetuamente y aun le persigue la maldición sin lograr formar pueblo y sufriendo matanzas hasta estos días, lo que prueba el pacto de la religión Católica con el poder civil, creado a su semejanza, en Constantino.
La historia de 19 siglos es toda luto, sangre y desolación y es el fruto de la bestia y el Dragón, que se sienta en ella. Aquí queda, estudiantes, un depósito inmenso de material para filosofar. Puntos maliciosamente unos y otros adulterados y mixtificados; por lo que, todas las filosofías hasta hoy, adolecen forzosamente en los principios y las ciencias quedan llenas de vacíos e hipótesis que se desvanecen en la razón, dejando otro vacío por largo tiempo.
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