Indice1. La investigación científica en el campo profesional 2. Estilo de investigar, atrapado entre las modas epistemológicas 3. Rasgos del periodismo de investigación 4. Periodismo De Investigación 5. La mediación, el poder de la información periodística 6. Para mejorar la calidad de las investigaciones periodísticas 7. Arbitrando en el juego de la democracia 8. Bibliografía Consultada
1. La investigación científica en el campo profesional
Así como la práctica periodística en los medios de comunicación es fundamental para el desarrollo de la sociedad salvadoreña, y la docencia universitaria, necesaria para la formación de profesionales, la investigación científica se constituye en una dimensión sustancial en el campo profesional del periodismo. En la actualidad las sociedades se han complejizado enormemente: las estructuras económicas, políticas, sociales, culturales, etc., se han convertido en procesos problemas extensos, diversos y complejos, más cuando se desterritorializan para constituirse en un espacio globalizado. Esta complejización de la sociedad hace que los hechos coyunturales y estructurales se tornen cada vez más multifactoriales, muchas veces difíciles de entender. En este contexto, a cada uno de los individuos que conformamos la sociedad cada vez más se nos torna dificultoso acceder directamente a la información que nos permita comprender qué es lo que está pasando y qué es lo que pasará, no sólo por las cantidades enormes cantidades de hechos, por la ocurrencia permanente de los mismos y el paralelismo en que ocurren, sino también la diversidad de espacios donde se dan. Aproximarse periodísticamente a los hechos trascendentes e importantes para la nación, se torna difícil, si no se disponen de las herramientas metodológicas y técnicas pertinentes. Entender esos hechos, por ejemplo los políticos, requiere de un abordaje necesariamente riguroso. Acceder a ellos con el simple "olfato periodístico" o con la mera intuición, en la actualidad es una quimera para los informadores o un engaño para los usuarios de la información. Teórica y prácticamente, la investigación científica se constituye en una herramienta de trabajo insoslayable, especialmente en el área informativa, cobra un carácter relevante en todos los espacios del campo profesional de las comunicaciones. Es más, su aportación es clave para el desarrollo y consolidación de la comunicación social del país: provee de contenidos concretos, eficientes y oportunos a la docencia, y, principalmente, funciona como insumo para la confección de productos comunicativos adecuados al contexto sociocultural y preferidos para los públicos específicos. Antes de caracterizar al periodismo de investigación en El Salvador, se presentarán unas consideraciones sobre algunos de rasgos más evidentes de la investigación en comunicación en América Latina:
2. Estilo de investigar, atrapado entre las modas epistemológicas
Como en la mayoría de los países latinoamericanos, aquí los estudios en comunicación han sido elaborados a partir de cualquiera de las dos grandes modas existentes: el modelo funcionalista de corte estadounidense o el modelo marxista de corte soviético. No era había otra posibilidad: o se la estudiaba la comunicación como instrumento o se la entendía como pura ideología. A finales de los años sesenta, en el marco de la modernización desarrollista, enmarcada en "Alianza para el progreso", la comunicación se convierte en punta para la "difusión de innovaciones". Teóricamente: a) se reduce la sociedad a comunicación -se la consideraba como motor y contenido último de la acción social- y b) se reduce la comunicación a los medios, a sus dispositivos tecnológicos, a sus lenguajes y a sus saberes propios.
Todos los paradigmas analíticos se entendieron desde esa dicotomía, especialmente desde la teoría crítica. En el esfuerzo por entender los fenómenos comunicativos, se leyeron en la escuela de Frankfurt los argumentos para denunciar la complicidad intrínseca del desarrollo tecnológico con la racionalidad mercantil. La perspectiva semiótica sirvió para reforzar el modelo marxista: la ideología dominante se constituye en el elemento que explicaba cualquier discurso en los medios. El interés de las investigaciones estaba en demostrar que los medios son portadores de la ideología del "imperialismo burgués" y de las clases "dominantes", que su función era "alienar" a la población o "transculturizarla". Operativamente, trataron de dar respuesta a las preguntas: ¿ qué tipo de ideología está inmerso en los medios de comunicación ¿)cómo se incorpora la ideología dominante en los productos comunicativos? En consecuencia, nunca se ocuparon de responder a las preguntas:) ¿Cómo son recibidos los mensajes de los medios? ¿ Cuáles son sus efectos concretos? ¿)Cómo y cuándo influyen? ¿En qué públicos?) ¿Cómo los receptores se comunican con los medios?
De las reducciones internacionales a las apropiaciones latinoamericanas A mediados de los ochenta, la configuración de los estudios de la comunicación muestra cambios de fondo en casi toda Iberoamérica. En nuestro país, se inicia el cambio metodológico en el segundo lustro de los noventa. A partir de entonces se intenta abordar la comunicación como dimensión constitutiva de la cultura y de la producción de la sociedad Se aborda metodológicamente por medio de las apropiaciones. Significa que desde la comunicación se trabajan procesos y dimensiones, incorporando preguntas y saberes históricos, antropológicos, estéticos, etc (Martín Barbero, Jesús, 1992: 29). Esto posibilita reconocer a los medios de comunicación, no como pura ideología o instrumento, sino como procesos de producción y circulación de la cultura, correspondientes no sólo a las innovaciones tecnológicas, sino a las nuevas formas de sensibilidad y a nuevos tipos de disfrute y apropiación cultural. Desde esta perspectiva, se puede investigar al receptor como un sujeto situado: perteneciente a un tiempo y a una cultura, con una memoria, unos saberes y unas experiencias, que se ponen en juego en situaciones particulares de recepción de mensajes.
Pocos años recorridos; limitaciones de juventud. Por el limitado e injusto desarrollo económico y social de este país en los últimos cuarenta y seis años, la producción de investigaciones científicas en el área de las comunicaciones ha sido escasa y limitada teórica y metodológicamente. En el campo universitario, se han elaborado aproximadamente unos 500 estudios, como requisitos para obtener el grado de licenciatura en cualquiera de las especialidades de la comunicación social. Aunque la producción ha sido pobre metodológicamente, su desarrollo en cuantitativo ha ido en ascenso: a) en los sesenta, 1; en los setenta, 21; en los ochenta, 71; en lo que va de los noventa, 307. Este aumento se debe al ritmo del crecimiento desmedido y desregulado del número de universidades que ofrecen la especialidad, a raíz de los cierres militares de la Universidad de El Salvador en 1980 y 1989.(Alemán, Lilibeth, 1996). Además, la demanda aumentó por la puesta en modo de la profesión debido a la importancia que adquirió la información de actualidad durante la guerra civil, y, consecuentemente, el respeto y legitimidad de la profesión en la sociedad salvadoreña En el ámbito de los medios de comunicación, por lo que se sabe, la investigación de audiencias, desde la perspectiva cuantitativa, se ha incorporado en sus rutinas, como una forma de competir en el mercado de los anunciantes. Los resultados de las investigaciones de raiting, más que utilidad para mejorar o consolidar el contenido o la programación o diseño de la oferta comunicativa, como ocurre en países más desarrollados, cumplen en el mercado de los medios una función legitimante en la relación medio de publicidad y anunciantes, como resultado de la cual se establecen los precios de la publicidad en el espacio mediático. Significa que la información de los sondeos de opinión se utilizan como un argumento del valor de compra del espacio publicitario, que se expresa en el principio comercial: la posición del medio en las preferencias de los salvadoreños supone un aumento o una rebaja en el costo del espacio publicitario. Así mientras mejor es la clasificación, mayor es el precio del espacio; mientras menor es la clasificación, menor es el precio del espacio. Por esto, en muchos ocasiones, los resultados de las encuestas se manipulan de tal modo que algunos medios, especialmente los que patrocinan las pesquisas, aparecen en los primeros lugares, y, la competencia, con porcentajes muy bajos.
La investigación, limitaciones y retos para la profesión. En los últimos cuarenta y seis años, en el país la producción de investigaciones científicas en el área de las comunicaciones ha sido escasa, limitada teórica y metodológicamente. Estos rasgos se evidencian en la falta de rigor y precisión en el procedimiento, desde la selección del tema hasta la formulación de recomendaciones. Tal limitación no es fortuita, sino motivada por una serie de incompetencias o por intenciones estrictamente mercantiles. En las 14 universidades que ofrecen las carreras de periodismo o afines, se utilizan métodos cuantitativos, específicamente el psicosociológico, cuya característica principal es el uso de la técnica de la encuesta y/o el análisis de contenido. En la mayoría de los casos, presentan una serie de inconsistencias metodológicas como: a) Sus delimitaciones vagas del objeto de estudio, b) el forzamiento de la realidad comunicacional investigada, c) el uso injustificado e impertinente de la encuesta, d) las muestras o corpus de análisis mal diseñados, e) el análisis e interpretación superficiales, f) las conclusiones irreales e incoherentes con el objeto analizado. En los medios de comunicación social o en otras instituciones interesadas, se concretan estudios de audiencias, o de "opinión pública", que en muchos casos forzan el diseño del estudio, de los instrumentos o de los resultados para que los patrocinadores aparezcan en los primeros lugares del raiting. Estas investigaciones corresponden a estrategias mediológicas o mercadológicas, con procedimientos fundamentados exclusivamente en un análisis cuantitativo. Tratan de encontrar un referente que les permita producir programas que "peguen", con el fin de ganar lectores, audiencias o televidentes y, prioritariamente, de recibir mayor demanda de los anunciantes. Se busca convencerlos de que son escuchados, leídos o vistos; por lo tanto, se convierten en sujetos de credibilidad para la inversión publicitaria. Por eso, indagan el tamaño de los públicos, los horarios de recepción y las preferencias de medios o de partidos políticos o de temas. Esta utilización desafortunada de los métodos en las universidades tiene su origen en a) la incompetencia de los asesores y b)la incompetencia de los alumnos que realizan los estudios. En el primer caso, se debe al hecho de no haber sido formados en metodologías de la investigación científica en el área de la comunicación y, consecuentemente, por el desconocimiento, algunas veces absoluto, de los métodos. En el segundo caso, porque en los planes de estudio no se los contempla como eje temático prioritario; más bien se aborda en una asignatura de "relleno", con la de ser la última del proceso formativo. Esto se expresa en el marco de un clima académico, donde difícilmente se encuentra una política de investigación sólida, que proyecte el desarrollo profesional eficiente de los estudiantes y, consecuentemente, la potenciación del campo profesional. En recientes medidas académico-administrativas, se evidencia miopía, porque, en lugar de incorporarla en todo el proceso de formación universitaria, se la margina haciéndola incluso desaparecer de los planes de estudio o quitándola como requisito para iniciar los trámites de graduación.
Buscando nuevos horizontes Por las exigencias de la nueva situación generada por los Acuerdos de Paz, aquellos medios que fueron de la ex-guerrilla, específicamente Radio Venceremos y Radio Farabundo Martí, tuvieron que reconvertirse para adaptarse y establecer un espacio en el mercado comunicacional. Con el apoyo financiero de la Fundación Bunstift, con la estrategia metodológica de la Asociación Nueva Radio(ANR) y con la ejecución técnica del Instituto Universitario de Opinión Pública(IUDOP) y del Centro Nacional de Investigaciones Diversas(CENID), se realizaron en 1994 tres investigaciones de hábitos de recepción radial en el país. Unos propósitos metodológicos fueron obtener informaciones valorativas y subjetivas, en las que se detectó no sólo lo que hacen las personas con los medios, sino lo que opinan, desean y demandan de ellos; además, se identificaron en detalle situaciones concretas de recepción, hábitos y experiencias que configuran los gustos con relación a los medios y la manera de interactuar con ellos. En el campo académico, específicamente en un inicio en la Universidad de El Salvador y en algunos casos en la UCA, y actualmente en la Universidad Dr. José Matías Delgado, se ha iniciado también una política de investigación científica caracterizada: a) por su apertura a la utilización de diversos métodos(cuantitativos, cualitativos, híbridos), b) por el abordaje de diferentes objetos( producción, distribución, consumo de la comunicación social), c) por la búsqueda de otros componentes( económicos, políticos, sociales, tecnológicos, estéticos, etc) y d) por el tratamiento variado en el análisis( descriptivo, explicativo, exploratorio, sondeos de opinión, estudios de casos, etc)
Para tomarla en serio… La formulación y ejecución de una política de investigación científica rigurosa, flexible y pertinente para nuestro contexto, tanto en los medios de comunicación social como en las universidades que ofrecen la carrera, es fundamental, entre otras razones, porque: a) se identificaría no sólo el uso que los receptores hacen de los medios, sino también las relaciones sociales, sus imágenes, sus interacciones y su contexto general donde se desarrollan las estructuras de comunicación e interacción; b) sería insumo indispensable, para que el sistema de producción social de la comunicación pueda concretar una propuesta novedosa, natural y atrayente, con un manejo de temáticas(políticas, sociales y cotidianas) con profundidad investigativa; C) sintonizaría las metodologías de la investigación con las características del desarrollo de la comunicación y de la información en el país. Esto sin duda superaría las dos hegemonías siempre de moda en los estudios de comunicación; D) los resultados servirían de fuente documental, para el desarrollo de la docencia, de la producción de comunicación, y, consecuentemente, para ir fundamentando una aportación nacional a las teorías de la comunicación social, especialmente a la impulsada por el profesor Jesús Martín Barbero.
Métodos científicos en el trabajo periodístico Al oír hablar de investigación científica, comúnmente el término evoca la imagen del profesional que la practica, como un hombre de edad avanzada, con pelo cano y barba blanca, con lentes gruesos, con comportamiento excéntrico, en un laboratorio o en una biblioteca rodeado de libros, casi sin ningún contacto con el mundanal ruido de la vida cotidiana. Esta evocación se reproduce y vive en el mundo de los medios de comunicación social; pero es superable con la apropiación adecuada de las herramientas metodológicas en la práctica del periodismo. En la práctica periodística o en las profesiones afines(publicidad, comunicación institucional, comunicación política, etc.), usualmente, por no decir constantemente, se asume, sin discusión alguna, que la investigación científica es un asunto "teórico". Se plantea que, por las características de la producción de la información, los métodos de las ciencias no guardan relación con ella. Significa, entonces, que la construcción de la noticia es sustancialmente empírica (práctica), cuya naturaleza está pautada por "andar en el ajo", por "andar en la calle" y por "el olfato periodístico" Implícitamente se establece que la idoneidad, la eficiencia, la inteligencia, la capacidad, la habilidad, únicamente está dada por la rutina diaria del trabajo en la conferencia de prensa, en la redacción, en la edición y en la transmisión de la noticia. Todo lo demás es foráneo, incompleto, imperfecto, "teórico" o, como dice un periodista conocido: "es un marihuanazo". Significa, también, que la interpretación teórico-conceptual es exclusiva de los intelectuales, figurones o gurúes de las diversas ciencias, o, en su defecto, patrimonio de los universitarios, que necesitan, por una parte, navegar en el limbo de los libros viejos y de las fichas amarillas para poder ganarse la vida, y, por otra parte, amargarse la existencia para poder finalizar su trabajo de investigación, con el propósito de poder obtener el preciado título. Además, su significado redunda en que es un lujo que sólo se pueden darse los extranjeros, europeos o gringos; ellos vienen a pasear un par de meses al país, días después publican la historia de El Salvador, en cuatro tomos. En el fondo se acepta que, por un lado, sólo los extranjeros tienen la capacidad de investigar nuestra realidad, y, por el otro, contrariamente, que nosotros no somos capaces de hacerlo ni igual ni mejor. Se cree, en algunos casos, que una investigación científica en raras ocasiones es útil para los propósitos informativos, porque generalmente se refieren a tópicos que no son de actualidad. Más bien, es una actividad, cuyo resultado tiene un único hogar: los tesarios o las bibliotecas, cuyo destino está marcado: empolvarse y empolvarse y ser un suculento bocado de las termitas. Además de no atribuírsele actualidad periodística o destinarla al mundo de los comejenes, se la califica de "aburrida" o "difícil de leer." Al reconocerla en todas sus dimensiones y bondades, se puede evidenciar que la investigación científica no es patrimonio de "nerds", sino una herramienta útil, cuyos aportes pueden ser variados en la consolidación y desarrollo de un periodismo mucho más profesional, preciso, profundo y objetivo, requisitos establecidos por la transición política. El Salvador no vive ya en la época de la bomba y de la matanza de guerra, o de los rumores políticos, o de "la exclusiva", propios del periodismo de escándalo, sino de la matanza ecológica y de la bomba de la marginación de las mujeres y de los niños, de la aterradora globalización y de la pérdida de la nacionalidad salvadoreña, de la invasión de los extranjeros mientras los salvadoreños nos quedamos en la calle. En esta perspectiva, el uso pertinente y adecuado de los métodos de investigación en la práctica periodística en los medios de comunicación social, puede posibilitar dos cosas: a) efectivizar el trabajo periodístico y b) mejorar el producto informativo. En el primer caso, significa que el proceso de elaboración de la información debe concretarse con criterios más amplios y diversos, más pertinentes a las características del presente social actual y a las necesidades de comunicativas de la población salvadoreña. En esta dirección, los acontecimientos noticiables a) no sólo deben ser los de ahora ( los que genera únicamente el sistema político, los de la conferencia de prensa, los espectaculares o explosivos, los basados en el rumor), sino también aquellos que tienen una duración más permanente y duradera ( como los problemas del medio ambiente, de la violencia, de la cultura, del arte, del proceso de globalización, de la regionalización, de los medios de comunicación, del sistema educativo, de la salud, de la vivienda, etc); b)no sólo deben ser los que interesan a las élites de este país ( los particulares de los organismos de gobierno, los de los partidos políticos, de las relaciones entre ellos, de los rumores entre ellos, etc), sino los que interesen a todos los sectores( los permanentes problemas de los servicios públicos, del tráfico, del deporte, de las amas de casa, de los niños, etc); c) no sólo deben formularse con los datos proporcionados por las fuentes oficiales ( el ministro tal, el director tal, el jefe tal, etc), sino con los de fuentes expertas( sociólogos, politólogos, comunicólogos, antropólogos, economistas, médicos, lingüistas, etc.) y con los la gente que vive y sufre los acontecimientos( el ama de casa, el joven, el anciano, el niño, el profesor, el albañil, el maestro de obra, el atleta, la secretaria, el periodista, etc); d)no sólo deben presentarse en un relato frío ( la noticia corta y la noticia larga), sino, además, en formas que permitan el abordaje explicativo e interpretativo( el reportaje), el género que incluya lo vivencial( como la crónica) o que posibilite lo analítico( el artículo de fondo), etc.; y e)no sólo deben tratar el tema general, sino también el especializado ( el deporte, la comunicación, la política, la cultura, lo educativo, lo medio ambiental, etc., en cualesquiera de sus dimensiones). En el segundo caso, se trata de ofertar un producto a la población, propio para cada uno de los sectores sociales, según sus características, problemas, expectativas, etc., no genérico para "la masa", pues esta no existe en cuanto tal. Implica esto no sólo especializar la oferta comunicativa, sino garantizar que los sectores empaticen con ella, es decir, para que se interesen, asuman, contradigan, polemicen, aporten, se expresen, sugieran con relación a las temáticas que se aborden. Sólo así el periodismo puede cumplir su función fiscalizadora de la democracia, mediadora de los sectores sociales, vigilante del entorno social del país, promotora del cambio, del desarrollo y del beneficio para todos, no sólo para unos. Supone, asimismo, ofertar un producto comunicativo, que satisfaga las expectativas e intereses de los dueños de los medios y de los anunciantes. Al identificarla como una herramienta clave para la excelencia y profesionalismo del trabajo informativo, en un contexto político que exige la explicación y la propuesta, la investigación científica se constituye en un procedimiento útil no sólo en el manejo periodístico de los temas, sino como una forma de indagar los gustos, las preferencias y los usos que los diversos sectores de la población salvadoreña con respecto de la información periodística. Habrá que hacer algo para que el discurso informativo llegue a otros sectores, y que no sólo tenga como destinatarios a los señores políticos y a los que tienen más de 30 años de edad. La democracia no es propiedad privada del sistema político ni de los adultos masculinos, sino de los jóvenes, de las mujeres, del pueblo en general. Interesar a todos esos sectores marginados hasta ahora de la información periodística, implica elaborar productos comunicacionales naturales, atrayentes, novedosos e interesantes, no ficticios," aburridos" y " tradicionales", como dicen los sectores jóvenes de la población. Significa que los medios de comunicación tendrán que estar pulsando el consumo de la información en toda la trama de las relaciones sociales. La manera de hacerlo es por medio de investigaciones de recepción permanentes y sinceras, que permitan obtener radiografías aproximadas de las preferencias de todos los sectores, sus gustos, sus críticas y sus propuestas sobre el presente social actual. Esto es una condición indispensable para poder elaborar productos comunicativos coherentes con la racionalidad y circunstancias de los salvadoreños. No puede seguirse elaborando discursos informativos a priori, fundamentados únicamente en lo que nos enseñaron los abuelos del periodismo o la tradición comunicativa de tantos y tantos años. En síntesis, la investigación científica puede utilizarse para: a) reconocer las prácticas informativas y sus condiciones concretas, no como algo rígido y rutinario, como lo mejor del mundo y como lo que a la gente por fuerza tiene que interesarle, sino como algo flexible, que se puede innovar, que es perfectible y que debe tomarle la palabra a la gente de a pie; b) que a partir de ese reconocimiento se pueden crear y utilizar nuevas formas de comunicación, para el nuevo contexto socio-político del país. Al identificarla como una herramienta para reconocer las prácticas comunicativas y sus condiciones, y tomarla como insumo básico para la creación y utilización de nuevas formas de comunicación, para el nuevo contexto histórico, la investigación científica nos posibilita dos cosas: a) que el conocimiento objetivo sobre la sociedad salvadoreña no es patrimonio de los extranjeros y b) que podemos construirlo nosotros. Sobre el primer caso, sin excluir o descalificar a los profesionales o investigadores que se interesan por nuestra realidad, se puede afirmar que las ciencias no son patrimonio de continentes o de razas, sino de todos aquellos que quieren, necesitan y pueden usarla. Muchos ejemplos de intelectuales y de periodistas compatriotas patentizan que tenemos la capacidad y la habilidad para investigar con rigor y novedad, como es el caso de Rodolfo Barón Castro, Ricardo Sol Arriaza y Mauricio Funes. Concretar la segunda posibilidad, nos permitirá reconocer por nosotros mismos: 1) el funcionamiento de los medios de comunicación social, tanto en su fundamento como en su trama, 2) las fortalezas y debilidades de las ofertas comunicativas y de las rutinas de producción periodística. Si este planteamiento se aplicara permanentemente en dichas rutinas, la oferta de los medios no sólo sería un aporte eficiente al desarrollo de la democracia del país, sino un producto atrayente, novedoso y natural, gustado por la población salvadoreña.
3. Rasgos del periodismo de investigación
Al comparar el tipo de periodismo de la década de los ochenta con el que se practica en la actualidad, es evidente la diferencia. A partir de los acuerdos de paz se da un mejoramiento del trabajo, manifiesto en la ampliación del espectro de temas, en los tímidos intentos de utilizar otros métodos y técnicas de recolección de datos y en el permanente afán de mejorar la forma de presentación de la noticia.
La transición: camino a lo profesional En medios de comunicación social que se están modernizando, se patentizan estas orientaciones: Se trabajan nuevos temas como el de las tortuguitas, el de la corrupción en ciertas instancias públicas o privadas, el de la mala administración de los fondos de la Federación Nacional de Fútbol, el del pollo pelón, etc; se mencionan más fuentes informativas( fmln, gobierno y, de vez en cuando, otras más creíbles); aparecen con mayor frecuencia nuevos géneros (la entrevista o el reportaje); se busca la innovación en los accesos al hecho por medio de la filtración o de la documentación especializada.
Los cambios citados son importantes en la práctica periodística de este país, pues muestra ya el paso de un periodismo rupestre y empírico a un estado mucho más moderno y profesional; pero, en las condiciones actuales del país, se requiere de un periodismo más agresivo y riguroso, más tendiente a buscar la causalidad de lo que ocurre, más propositivo. Aun cuando el contexto sociopolítico lo exige, no se ha podido dar un giro esencial hacia un periodismo de investigación pleno o a una investigación periodística rigurosa. Este paso no se da, porque se arrastra una serie de limitaciones como: la persistencia, casi enfermiza, en la pasividad del medio frente a las temibles figuras de los funcionarios del gobierno o de los partidos políticos, traducida en la dependencia casi exclusiva en la rutina periodística de la mal llamada "conferencia de prensa", convocada por fuentes informativas compulsivas, capaces de presionar subrepticiamente para que sus temas, versiones, propuestas y chambres sean la o parte de la noticia; el anclaje en el enfoque demasiado politizado de los temas de actualidad. Al tratar los de carácter especializado desde el debate e intencionalidad político-partidistas, como suele ocurrir con noticias sobre el medioambiente, la educación, la cultura, la historia, las políticas públicas, etc.; y la propensión cotidiana de definir y caracterizar el acontecimiento periodístico limitado a los hechos de cortísimo alcance( entiéndase "hechos del día", de tipo coyuntural), sin establecer el seguimiento permanente e integralidad de los hechos de largo alcance ( hechos de tipo estructural). Más allá de lo evidente: el actual trabajo periodístico no es tan radicalmente diferente que el de la época de la guerra: No ha cambiado al ritmo de las circunstancias políticas. Ni los permanentes hacedores de acontecimientos políticos han cambiado al ritmo que el periodismo moderno exige. Las razones de este cambio lento se encuentran en diferentes órdenes, especialmente en las mediaciones políticas, académicas y organizacionales. Estas son las que limitan y posibilitan el desarrollo o el estancamiento del quehacer periodístico en este país.
4. Periodismo De Investigación
Antes de abordar estas razones, es necesario dibujar las características más importantes del periodismo de investigación. Los autores más representativos de esta práctica periodística sostienen que, en el marco sociopolítico, la investigación periodística o el periodismo de investigación debe caracterizarse por: La denuncia. Se trata de revelar un problema que aqueja a la comunidad, en la que se revela la causalidad estructural de los acontecimientos del presente, de tal modo que busque inducir a la resolución del mismo. Como sostiene Montserrat Quesada ( 1997: 38), en el periodismo de investigación predominan dos objetivos principales: Explicar hechos ocultos que han propiciado la existencia de los acontecimientos y sacarlos a la luz pública con el fin de que en el futuro no se vuelvan a repetir. La iniciativa propia. Frecuentemente, las investigaciones periodísticas rigurosas no parten exclusivamente de la práctica diaria en la sala de redacción, sino de la intuición del periodista que, por iniciativa propia, busca, como resultado de la observación reiterada, de la infiltración, de los datos de informantes claves, etc., datos motivadores de un tema revelador. El "desprecio" por la fuente oficial. Por considerarla como demagógica o reticente, el periodismo de investigación desprecia la utilización de esta fuente como referencia prioritaria en la construcción de una información periodística; esta se constituye en otra fuente más, pero no la única ni la más importante. Se la consulta al final del proceso de trabajo de investigación, después de consultar y contrastar fuentes personales o documentales más confiables. Explicativo. En este tipo de práctica informativa, no se busca sólo la descripción exacta del hecho de actualidad manifiesta (quién, qué, cómo, por qué inmediato), sino el porqué esencial. Se trata de establecer la conexión entre la coyuntura del momento inmediato y la situación estructural que caracteriza las mediaciones de tipo histórico del hecho. Esas características planteadas difícilmente se pueden cumplir porque el sistema informativo se encuentra con muros, muchos de los cuales son infranqueables a corto plazo, a pesar de que los periodistas tengan la voluntad de investigar, descubrir, explicar y denunciar oportunamente acontecimientos de carácter trascendente para el país. En nuestro país, como bien lo sostienen Mario Ernesto Morales y otras(1999), en su trabajo de tesis de grado, el periodismo de investigación se encuentra limitada por factores de carácter formativo, político, organizativo y económico. Sin duda, tratar caracterizar estos factores permite el reconocimiento de las posibilidades y limitaciones del trabajo informativo en este "país de la sonrisa". Revisemos estos factores.
De tipo político o de los intereses ocultos La independencia política de un medio es una condición indispensable para que el trabajo periodístico profesional pueda evidenciar lo oculto y explicar las causalidades de los hechos. Significa que la labor periodística no debe estar atada a las influencias político – partidistas, o ser dependiente de las decisiones de los gobiernos o los grupos de poder, sino comprometida con los públicos, con el noble fin de ofrecerles la ocurrencia de los hechos lo más exactamente posible. Esta independencia política se trata de aquella opción y posibilidad real que se experimenta en las acciones concretas de las rutinas informativas: Voluntad, decisión y condiciones favorables en el trabajo operativo para planear, investigar, elaborar y publicar un producto informativo de actualidad. No quiere decir que debe existir una independencia absoluta, puesto que cuando se describen o se explican sus motivaciones e incidencias, muchos de los hechos noticiables comprenden e implican situaciones políticas. Asimismo, el trabajo informativo, casi en su totalidad, es una profesión estrictamente política, pues media en espacio público entre los diversos intereses de los grupos de presión y los intereses de los receptores. Actualmente, los espacios informativos son el lugar privilegiado donde circula y se da el debate político. Es más, el proceso de selección y jerarquización de los hechos de actualidad, su enfoque, su ubicación y su amplitud en el espacio redaccional del medio es inherentemente político, porque implica una serie de operaciones lógico-subjetivas en donde los pensamientos y los sentimientos se conjugan. Sin embargo, en nuestro país todavía privan las estructuras de poder de manera directa, en el tejido del sistema de "compadrazgos", sobre el compromiso de servir a la población con noticias rigurosas. Tal como lo establecen Mario Ernesto Morales y otros( 1999:91), "cuando se realiza una investigación, en la que se implica a sectores afines al medio de comunicación, se cancela de inmediato". Así lo expresan muchos de los colegas que han participado en investigaciones periodística importantes recientemente. Por ejemplo, uno de los que participó en la investigación sobre los escándalos de FINSEPRO e INSEPRO y FOMI-EXPOR, narra que, después de haber realizado una indagación exhaustiva, con toda la documentación pertinente y muchas de las fuentes involucradas, se descubrió que hubo muertes de personas que investigaban esos hechos; por supuesto, asesinatos pintados como homicidios. A pesar del esfuerzo realizado y de su importancia para la sociedad, los artículos jamás fueron publicados, por obra y gracia de la influencia política de los sujetos involucrados. Por este tipo de situaciones: a) no todos los medios de comunicación nacionales retoman el periodismo de investigación como parte de su política informativa, b) cuando lo concretan, lo hacen en algunos casos por conveniencia política, y c) cuando les conviene toman posiciones periodísticas bastante excluyentes y reduccionistas, como se ha evidenciado con el tema de los casinos, de los secuestros, el de la "ley seca" o el del Procurador de Derechos Humanos.
De la formación o de la saga universitaria El trabajo de investigación en esta modalidad del periodismo requiere una preparación especializada previa de los periodistas en metodologías de investigación para la estrategia y recogida de datos, y ineludiblemente para el análisis e interpretación de resultados. Establecer el sentido de los hechos requiere ineludiblemente la preparación en el área de la investigación: Esto porque desenmarañar el tejido de los indicios y de las razones que caracterizan un hecho, requiere el manejo básico de las técnicas que permitan seleccionar las fuentes pertinentes, examinar los discursos de las mismas e identificar los datos adecuados en los documentos. Además, los estudios básicos que permitan identificar y caracterizar el origen, la estructura y el funcionamiento del poder político, en contextos sociales como el nuestro. Sin embargo, aquí en el país los informadores que han incursionado en este campo, lo han hecho sin tener una formación científica previa, pues la mayoría de ellos solamente se ha desarrollado en el periodismo de "actualidad", es decir, en la elaboración de noticias del día. Por esto es encomiable la intuición, voluntad, el valor, atrevimiento y esfuerzo que han tenido al asumir muy bien estas investigaciones espinosas, por medio de las cuales han favorecido enormemente a nuestra nación. Sin duda, para el desarrollo de un periodismo más riguroso y exacto se requiere de periodistas con formación especializada en el campo de la investigación. Paradójicamente, tanto al interior de los medios de comunicación social como en las universidades, se sigue creyendo que la profesión periodística se reduce a las técnicas de redactar rápidamente una noticia, cuando mucho, o en su defecto enseñarles las reglas ortográficas del castellano. Esta limitación teórica y práctica en la formación profesional deviene porque: las escuelas de comunicación del país no cuentan con especializaciones ni con plantas de profesores especializados en la materia. No existen una política de formación universitaria seria y responsable. Muchas veces la actividad formativa cae en lo ridículo: Los alumnos pierden el tiempo en recibir concepciones arcaicas o en preparar viajes y banquetes en lugar de ahondar en las metodologías, técnicas, las estrategias y las tácticas de investigación periodística, que sí son conocimientos fundamentales en su formación. Por su parte, los medios de comunicación social, con raras excepciones, no se preocupan por invertir en la actualización académica o en tener políticas formación profesional de los periodistas. En algunos caso, se llega al extremo de tener como política la no-formación profesional de los informadores: Esto se evidencia en el constante impedimento para que los comunicadores que están estudiando no puedan asistir a sus clases. Así como los factores de tipo político y formativo, tal y como se manifiestan actualmente en nuestro país, afectan el desarrollo del periodismo de investigación, también el económico y el jurídico son decisivos para determinar su estado actual.
De tipo económico o del cuanto tienes cuanto vales El principio es indiscutible y evidente: Los medios de comunicación social están determinados por la dimensión económica; existen enormes presiones, precisamente por la orientación exageradamente mercantil de los medios de comunicación masiva. Esta característica resulta de la limitada concepción del mercado de la información periodística, que reduce el contenido del medio de comunicación a los tópicos publicitarios de modo indiscriminado, y margina, consecuentemente, los temas informativos a un segundo o tercer plano. Esta concepción concede un enorme poder a las estructuras de comunicación comercial y limita la capacidad informativa de la comunicación periodística. Además de convertir la noticia en mercancía de espectáculo a través del amarillismo o sensacionalismo -como ocurre con el telenoticiero CUATRO VISIÓN-, esta concepción amarra al periodismo en todas sus fases (organización, investigación, elaboración y presentación) a los criterios de selección y difusión que tienen los anunciantes, lo cual evidentemente tiene la finalidad de protegerles sus intereses, que en las circunstancias históricas actuales son la trinidad comunicativa: anunciantes-medios-gobernantes. En esta perspectiva, operativamente, en el trabajo diario de los medios informativos la hipótesis funciona más o menos así: Todo aquello que ideológica, comercial o políticamente pueda afectar a "los que pagan la canción de los medios", se perturba y se censura. Contrariamente, aquellos contenidos que favorezcan su poder político, su comercio o su imaginario, se potencian y se promueven en el medio. Aquí es necesario aclarar algunas cosas, a saber: No todos los medios están conectados coherente y sistemáticamente al mismo planteamiento ideológico-político-comercial; tampoco todos los medios actúan de igual manera en todos las circunstancias; no todos y cada uno de los contenidos de actualidad periodística son limitados política, ideológica y comercialmente. Pero sí es cierto que es un factor decisivo que, en muchas ocasiones, limita el trabajo periodístico.
De tipo jurídico o de la soga informativa Contrario a lo que ocurre en otros países desarrollados, donde están dadas las condiciones jurídicas mínimas para que los periodistas puedan realizar su trabajo profesional, aquí en El Salvador se está a "años luz de distancia" de esas libertades esenciales. Situación que evidencia la rusticidad del Estado de Derecho y en consecuentemente de la enclenque democracia. Por ejemplo: El contenido de la Constitución de la República con respecto a la libertad de expresión es en sí mismo contradictorio: a) en un sentido reconoce la libertad de expresar y difundir libremente el pensamiento, b) en el otro, limita la posibilidad de expresarse libremente, cuando condiciona al enunciado o a la enunciación a no dañar la moral, la vida privada. Peor aun: El texto constitucional es tan genérico que no esclarece la especificidad del trabajo informativo y los contextos específicos; consecuentemente, confunde libertad de expresión con libertad información. Por otra parte, aun cuando el Gobierno de la República ha ratificado la Declaración de los Derechos Humanos, en la que se contempla el derecho de informar y de ser informado ( Art.19), aquí no se respeta política ni jurídicamente la profesión. En lugar de respetar irrestrictamente el acceso a las fuentes, con métodos honrados, para la elaboración profesional de la información periodística, se lo restringe con un Código Procesal que atenta contra la profesión, arguyendo moralidad, seguridad nacional y las normas legales. La crítica se centra especialmente en el artículo 327 (Código Procesal Penal, 1997:230), según el cual el periodista no podrá acceder a los acontecimientos judiciales cuando el tribunal decrete reserva del caso," cuando así lo exijan razones de moral, de interés público, la seguridad nacional o esté previsto por una norma específica". Sin duda, tal y como está redactado, el artículo tiene un contenido impreciso, que en la práctica puede dar lugar a abusos de autoridad en contra del informador, o posibilitar arbitrariedades en la determinación de reserva, en casos que los públicos tienen derecho a saber. De hecho, con base a esta disposición legal, se ha impedido arbitrariamente el trabajo de los periodistas. Con este contenido posibilita por los menos dos acciones del órgano judicial en contra del trabajo de los periodistas: Los tribunales pueden establecer reserva sobre cualquier caso con base en criterios estrictamente subjetivos, como las influencias de la "cherocracia", los compadrazgos político-partidistas, el hábito de esconder la verdad, el temor a lo público, las negligencias, la mismísima residuos de intolerancia del sistema político nacional; las autoridades pueden abusar de su poder en contra del periodista, o les facilita la generación de una serie de arbitrariedades para impedir el ejercicio profesional.
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