Presupuesto Disponible y Financiamiento para la Gestión Ambiental (Perú)
Enviado por estefani asto tinco
- Presentación
- Introducción
- Conociendo al Perú país andino, amazónico y antártico
- Cambio Climático
- Entidades de financiamiento
- Fortalecimiento de la capacidad nacional de gestión ambiental
- Conclusiones
- Referencias bibliográficas
No se ama (ni cuida) lo que no se conoce. Suena a lugar común, pero esta frase encierra una verdad: es nuestra función conocer la situación que atraviesa nuestro patrimonio natural y las condiciones ambientales en las que se encuentra para poder tomar las decisiones adecuadas y adoptar las políticas públicas basados en conocimientos certeros. Por ello, para el Ministerio del Ambiente (MINAM) resulta prioritario mostrar el estado de los bienes y servicios del ambiente pero con perspectiva transversal a los diferentes espacios del territorio nacional. Ello requiere de estudios y, en especial, del análisis que valore el estado en que se encuentra el hábitat, así como las oportunidades y posibilidades que existen para hacer un aprovechamiento adecuado y, en armonía con su conservación.
Salvaguardar el medio ambiente… Es un principio rector de todo nuestro trabajo en el apoyo del desarrollo sostenible; es un componente esencial en la erradicación de la pobreza y uno de los cimientos de la paz.
Kofi Annan
El objetivo principal es brindar la mejor información disponible, el informe expone, de manera introductoria, cómo se está asumiendo la temática del Cambio Climático, a partir de las presiones, impactos y acciones adoptadas en el país en materia de adaptación y mitigación. De igual modo, se muestra la participación, acciones y propuestas que el Perú está preparando en el marco de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático COP20 (máxima autoridad de la CMNUCC), que se realizó en el Perú del 1 al 12 de diciembre del 2014.
El INEA recoge los aportes de especialistas de las direcciones de línea y los organismos adscritos del MINAM, con determinadas contribuciones provenientes de diferentes entidades y sectores. Todas ellas las obtuvimos a través de diversos talleres, reuniones y grupos focales, así como con reportes de fuentes importantes e información actualizada disponible y accesible de instituciones oficiales.
Se inicia con una descripción ordenada de la información sobre el marco general del país, sus aspectos geográficos, climáticos, culturales y sociales, de manera que establece el escenario general del Informe.
Presenta las fuerzas motrices y macropresiones sobre el ambiente: el crecimiento económico, la población y el desarrollo social, expresadas en las actividades antrópicas (incluidas los eventos naturales) que ejercen presión sobre la biodiversidad y los bosques el recurso hídrico, los suelos, la atmosfera, entre los más relevantes.
Cuenta del estado de los recursos naturales y el ambiente, en temas relacionados con el Cambio Climático, biodiversidad, suelos, atmósfera, agua, sustancias químicas, residuos sólidos y conflictos socioambientales. Cada uno de estos temas describe el estado de los recursos naturales y la biodiversidad, analizando las presiones específicas que explican su condición; así como las respuestas de la sociedad y el Estado para mejorar su gestión.
Por último se aprecia que, a pesar de los avances realizados en materia de gobernanza ambiental, producto de todos los procesos vividos y monitoreados desde la creación del MINAM (2008), aún no se cuenta con un balance entre la asignación de recursos presupuestales y las acciones ejecutadas en orientación a conservar y proteger los recursos naturales y el ambiente del país.
Asimismo, el Informe evidencia esquemas de gestión que arrojan resultados alentadores, pero que deben ser sostenidos, fortalecidos y complementados a fin de abarcar la escala y la frecuencia con la cual surgen los problemas ambientales y sus alternativas de solución. Situación que compromete a todos los sectores en los tres niveles de gobierno, a impulsar la gestión ambiental con la participación responsable e informada de la población, incrementando de esta manera la sensibilidad y el compromiso efectivo de los ciudadanos.
Conociendo al Perú país andino, amazónico y antártico
El Perú en su extensión de 1 285 216 Km2 presenta una gran diversidad geográfica, lo que ofrece una gran diversidad biológica, ecosistémica y cultural. Por su ubicación cercana a la línea ecuatorial, el país debería tener un clima tropical. Sin embargo, por la influencia de factores geográficos como la cordillera de los Andes, las corrientes marinas, la dinámica de los ciclones y anticiclones, y la geografía andina, el Perú posee características oceanográficas y continentales complejas y bastante heterogéneas, dando lugar a tres regiones naturales (costa, sierra y selva), 84 zonas de vida y 17 zonas transicionales. A ello se suma la gran diversidad climática, ecológica y química que caracteriza el territorio peruano. Además, el Perú es un país de montañas y llanos amazónicos megadiversos que poseen riquezas biológicas sobresalientes dentro de las 100 millas náuticas, sin contar las riquezas excepcionales en la zona amazónica y andina, que lo convierten un país cuya economía depende del buen manejo de sus recursos pesqueros, mineros y agropecuarios.
La pluriculturalidad del Perú guarda directamente relación con esta megadiversidad ecosistémica y biológica, donde los pueblos originarios, -tanto prehispánicos, quechuas, aymaras y amazónicos- establecieron relaciones de interacción con la naturaleza. Así fue como aprovecharon el potencial de los recursos naturales en función a la tecnología disponible, tras un proceso sistemático de observación y aprendizaje, que les permitió la domesticación y uso de las plantas alimenticias y medicinales y de los animales, así como la aplicación de técnicas agrícolas- policultivo, rotación del suelo y riego- y metalúrgicas.
No obstante, la etapa de la Colonia irrumpió este proceso de aprendizaje y adopción, dando un giro en el eje central del uso del territorio, movilizándose desde las prácticas agropecuarias hacia la explotación minera, cambio que jugó y sigue jugando un rol central en la economía peruana. En el Periodo Republicano, el crecimiento económico se vinculó a extensas actividades de uso y explotación de otros recursos naturales, como el guano de islas, salitre, caucho y la anchoveta Luego de alcanzar un nivel alto, las ganancias descendieron rápidamente, hasta que en la década del 70, el Perú incursionó sistemáticamente en la explotación petrolera en la Amazonía.
Por otra parte, el gran legado cultural del Perú se expresa en la multiétnica, cultural y de lenguas nativas que coexisten en su territorio. En las regiones andinas, las comunidades campesinas hablan el quechua con sus respectivas variantes, y en el sur andino, el aymara. En la región Amazónica, las comunidades nativas hablan el shipibo, el ashaninka y otras 62 lenguas nativas de la Amazonía.
En total, se estima que 76 grupos étnicos coexisten en el territorio peruano, de los cuales 15 habitan la región andina, 60 la Amazonía y uno la costa. Asimismo, existen 6.067 comunidades campesinas reconocidas, 1.514 comunidades nativas y 101 comunidades afroperuanas.
Tendencias que causan presiones en el ambiente: Población y Economía
Las interacciones de un conjunto de fuerzas motrices, sean estas de tipo socio-demográfico, económico, científico- tecnológico, político-institucional o cultural, resultan en presiones que inducen cambios e impactan en la calidad y en el aprovechamiento de los recursos naturales y el ambiente.
En términos generales se puede señalar que el crecimiento poblacional y el modelo de desarrollo que el país ha seguido, está generando una severa presión sobre el ambiente y el uso de los recursos naturales; originando problemas ambientales, a la par de oportunidades de crecimiento para algunos sectores productivos. Los problemas provienen del crecimiento poblacional, heterogéneo y desorganizado, de la urbanización creciente y de la desigual distribución de los ingresos, que termina ejerciendo presión sobre el ambiente y los recursos naturales.
Desde mediados del siglo XX, el Perú ha ingresado a una etapa de transición e inversión de la pirámide poblacional. Es decir creció la población en edad de trabajar, (llamado el "bono demográfico"), y creció la desigual distribución poblacional en el territorio, dando lugar a una concentración cada vez mayor de la población en las ciudades de la costa (75,6%). De otro lado, se aprecia una tendencia creciente de los flujos migratorios desde las zonas andinas hacia territorios costeros y de Amazonía, en busca de oportunidades de ingresos y de aprovechamiento directo de los recursos naturales in situ. Ello ocurre a la inversa de las zonas amazónicas y también andinas, que se movilizan hacia las ciudades de costa en busca de empleo, ingresos y educación.
En la costa, y es en ella donde se concentran las actividades más importantes sobre la que se sostiene la economía del país, por lo que el crecimiento poblacional se agudiza en los márgenes del litoral costero, donde además las actividades industriales son aún ineficientes en sus procesos tecnológicos. ¿El resultado? Un deterioro creciente en la calidad del recurso hídrico y de los suelos, acompañado por los efectos de la inadecuada disposición de los residuos sólidos provenientes de las actividades urbanas, industriales, mineras, etc. Junto al factor poblacional, la pobreza aparece como uno de los principales desafíos que se requiere enfrentar para tener mayor sostenibilidad ambiental. Por ello, la erradicación de la pobreza sigue siendo una tarea priorizada y estratégica del país y que necesita abordar la agenda pública ambiental.
En torno a la actividad económica, se analizan los principales indicadores macroeconómicos: el Producto Bruto Interno (PBI), la inversión, el consumo y la exportación. El PBI del país mantiene su tendencia creciente, mientras
que la variación porcentual de éste muestra una leve desaceleración en los últimos años. Entre las inversiones, destaca el hito de ProInversión, con una adjudicación record de USD 4.518 millones, destinados prioritariamente a proyectos energéticos y de transporte. Por otra parte el consumo interno en el país adquiere una dinámica importante, debido al incremento en la masa salarial, la cual es producto del bono demográfico y la oferta creciente de empleo, reflejado en la proliferación de centros comerciales. Las exportaciones mantuvieron una tendencia decreciente, afectada por valores libre a bordo (FOB) más bajos de productos tradicionales (agrícolas y pesqueros), y en un menor grado de los sectores mineros y textil.
Ambos factores mencionados constituyen fuertes presiones sobre el ambiente, toda vez que la población en crecimiento demanda alimentos, bienes de consumo, urbanización y servicios básicos en niveles cada vez mayores, lo cual repercute en el abuso de recursos naturales, mayores volúmenes de generación de residuos domésticos, más viajes, más uso de áreas protegidas y espacios de recreación, entre otros.
En ese sentido, la asignación de recursos del Gobierno en materia ambiental se expresa en la contribución del tema ambiental en la conformación del presupuesto total del país. Al 2012, representó sólo el 2%, mientras que entre el 2012 y 2013, este presupuesto se incrementó en aproximadamente 74%, principalmente en el presupuesto de los gobiernos regionales. Frente a esta relación, es preciso señalar que siendo el gasto ambiental la inversión del Gobierno en materia ambiental, el clasificador funcional del presupuesto nacional (en el número 17) presenta vacíos, pues no se dispone de partidas presupuestales para muchas de las actividades que desarrollan los sectores, especialmente los gobiernos regionales y locales en materia ambiental. Por ello, éstas acciones son registradas en rubros no ambientales, impidiendo apreciar realmente a cuánto asciende la participación del rubro ambiental en el total de inversiones del país.
Las actividades en exploración energética se incrementaron en un 60% en el 2012, (respecto al año anterior) impulsadas principalmente por las inversiones en la selva sur. Mientras que las inversiones en explotación decrecieron en un 12%, respecto al 2011.
En la actividad manufacturera, los subsectores más dependientes del patrimonio natural son la industria alimenticia y la de madera, porque ambas emplean de manera directa los recursos del patrimonio natural para sus procesos de transformación y producción. La industria alimenticia representa la mayor participación en el PBI del sector manufactura con el 30,53%; y en un menor grado la industria de maderas, con 2,52%. En este contexto, la expansión industrial, en particular la basada en la transformación de los recursos naturales, representará también una mayor presión sobre los recursos naturales.
El sector silvoagropecuario sigue teniendo los mismos problemas ambientales del pasado, ya que a la fragilidad de los ecosistemas agropecuarios se agregan las prácticas agrícolas incompatibles con la sostenibilidad, determinadas principalmente por las formas predominantes de tenencia de la tierra, el cambio de uso de la tierra, los altos niveles de fertilización y el manejo inadecuado del agua para el riego y de los suelos.
La actividad minera en el 2013 abarcó aproximadamente el 1,2 % del territorio peruano, con un total de 575 unidades mineras. En promedio, la minería generó empleos para 208 078 trabajadores, mostrando una tendencia creciente. Los departamentos que mayor actividad formal concentran son Arequipa, Junín y La Libertad. En el 2013, el PBI minero ascendió al 2,2%, por la producción de cobre, zinc y plata. Asimismo, la inversión mantuvo su crecimiento creciente, alcanzando los USD 9 724 millones en el mismo año. Mientras, la mediana y pequeña minería aún utiliza sistemas de producción ambientalmente negativos, que generan presión especialmente sobre el recurso hídrico, afectando los acuíferos y dando cabida a los conflictos sociales crecientes en diferentes espacios del territorio peruano. A ello se suma la megapresión que genera la minería ilegal sobre los suelos y el agua, con efectos serios sobre la salud de las personas de su entorno.
La actividad pesquera en el Perú es una de las actividades estratégicas para la economía nacional, principalmente porque es una gran generadora de divisas después de la minería. En los últimos diez años, la participación del sector en el PBI ha representado un incremento de 36%, con una tasa de crecimiento anual promedio de 3,1%. Ello ha incrementado los ingresos de las empresas en un 26% (a fines de la segunda temporada del 2013) superando en dinamismo a las empresas financieras, mineras y retail.
El sector transporte presenta un PBI en continuo crecimiento desde el año 2008, acompañando el crecimiento de la economía nacional. Su participación en el PBI nacional corresponde al 6,8% en el 2013, estimándose en 75,6 millones de personas las que se han movilizado por el territorio nacional usando el servicio regular de transporte terrestre vial. Durante el 2013, el servicio de transporte ferroviario movilizó a más de 2 millones de pasajeros, con un crecimiento de 15,4%, con relación el año anterior. El transporte aéreo movilizó a más de 24 millones de pasajeros, con un crecimiento del 17,5% con respecto al año 2011. Finalmente, el parque acuático registró a 921 naves, un 88% conformado por naves del parque fluvial.
El sector turismo presenta actualmente un crecimiento sostenido por la participación conjunta del sector privado y público. En el 2013, los arribos internacionales se incrementaron en un 13%, que representa un incremento del 19% del ingreso de divisas por turismo receptivo. El mismo año, el turismo generó más de un millón de empleos, contribuyendo en 3,7% al PBI nacional. En este sentido, la importancia de la actividad turística ya no es vista solamente en el contexto del impacto económico, sino también en sus impactos sobre las comunidades y el ambiente, toda vez que el ambiente tiene un valor intrínseco que vas más allá que su potencial turístico y la belleza de sus paisajes naturales y arqueológicos.
El sector vivienda, construcción y saneamiento fue uno de los sectores más dinámicos de la economía nacional en el 2012, con un crecimiento del 14,8% del PBI nacional y ha continuado con el mismo ritmo de crecimiento en el 2013. Los departamentos con mayor variación porcentual positiva del índice de volumen físico de las construcciones fueron: Amazonas y, en menor escala, San Martin y Huancavelica. Por su parte, Ancash, Madre de Dios y Loreto tuvieron una variación porcentual negativa para el 2012.
Estado del Ambiente y los impactos más relevantes
La problemática del cambio climático ha estado presente en los últimos años en numerosos foros internacionales, por lo que la agenda de los países desarrollados y sus prioridades han dotado de recursos financieros a los organismos internacionales. En estos foros el Perú ha estado también presente, asistiendo a numerosos encuentros en los que se habla y repite lo poco que se sabe sobre el tema.
En términos generales, el Cambio Climático podría interpretarse como una macropresión de alcance mundial
que permite acciones beneficiosas para el ambiente. Sin embargo, esta interpretación podría llegar a ser un arma de doble filo: las preocupaciones excesivas, unidas a la captación de recursos financieros, podrían dejar en la sombra a otros temas urgentes y más locales. En un caso extremo e hipotético, podría el Perú alinearse a las medidas de cambios acordados en el nivel mundial, pero seguir perdiendo a pasos agigantados sus bosques amazónicos, su agua dulce, sus glaciares, etc.
Entre las presiones que agravan los sucesos del cambio climático se tiene:
la deforestación y las emisiones de GEI. En el primer caso, destaca el cambio de uso de la tierra, especialmente en la región amazónica, que constituye el 94% de los bosques del Perú, donde los diversos episodios históricos de explotación de los recursos naturales han dejado consecuencias devastadoras y traumáticas. Y lo continúa haciendo, especialmente por los recursos forestales sometidos por décadas a prácticas no sostenibles, con la consiguiente disminución irremediable de especies maderables más preciadas como la caoba y el cedro. Estas presiones incluyen la inadecuada colonización agrícola y las prácticas de tala y quema indiscriminada; así como la ejecución de proyectos de infraestructura a gran escala y encadenamientos productivos relacionados con actividades económicas extractivas y de transformación (en algunos casos, informales e ilegales), sin olvidar la débil articulación e implementación de políticas de desarrollo nacionales y subnacionales. Todo lo cual, genera a su vez, fuertes impactos sobre la biodiversidad en el Perú.
Sobre los impactos en las ciudades, vivienda, construcción y saneamiento, se prevé que muchas ciudades tendrán que soportar lluvias torrenciales y vientos intensos, siendo las ciudades costeras situadas en tierras bajas más vulnerables al aumento del nivel del mar y riesgo de maretazos y mareas altas. Las viviendas en las riberas de los ríos y al pie de montañas enfrentarán problemas serios de inundaciones por los efectos de grandes precipitaciones y de deshielos. Asimismo, el aumento de las temperaturas medias puede extender el rango de los vectores de enfermedades e incrementar los riesgos de enfermedades diarreicas.
Los impactos en los medios de vida y seguridad alimentaria se expresan a través del incremento de la vulnerabilidad de la agricultura frente a los eventos relacionados con el clima y que ponen en riesgo la seguridad alimentaria del país. Por ejemplo, entre 1995 y el 2007, el MINAGRI estimó una pérdida para los agricultores de 444 707 ha por un valor de USD 910 millones, debido a la ocurrencia de eventos extremos (inundaciones), que afectan más a los pobladores en situación de pobreza y extrema pobreza.
El impacto y vulnerabilidad del sector hidroenergético, es visto a través de los efectos del Fenómeno El Niño en el volumen hídrico y la capacidad hidráulica de las distintas zonas hidrológicas, capaz de originar la carencia del recurso hídrico y daño en la infraestructura de generación y trasmisión de energía eléctrica. Las cuencas más afectadas por la carencia del recurso hídrico serían la de Poechos, Santa y Chili. Las cuencas de Mantaro y Vilcanota soportarían una influencia media, mientras que la del Rímac tendría poca relación.
En tal sentido, 2/3 de la producción hidroeléctrica serían afectadas de manera negativa. En tanto, las infraestructuras más afectadas por daños ocasionados por aluviones o inundaciones son: la Central Hidroeléctrica de Machu Picchu, el enlace de trasmisión la de Chiclayo y Piura.
El impacto en la infraestructura física y servicio del transporte es considerable, en la medida que interrumpen los corredores viales del país por derrumbes, desprendimientos de rocas, huaycos, entre los daños más comunes. Todo ello representa un impacto importante a las economías locales y regionales, al alterar el flujo de personas y mercancías. Deben resaltarse dos variables en relación a la vulnerabilidad funcional: la valoración económica de una interrupción por un día de la vía y las pérdidas explicadas por el incremento en los costos operativos de transporte y la reducción del flujo de mercancías y personas.
Los impactos causados por el cambio climático en la pesca y en la acuicultura presenta sus orígenes en los aumentos en la temperatura superficial y estratificación, así como en la expansión de las zonas de mínima de oxígeno en la franja ecuatorial, desde, al menos, las últimas tres décadas. A escala regional, existen indicios de aumento de vientos costeros y aumento de productividad para el ecosistema de la corriente de Humboldt frente al Perú, superpuesta a la variabilidad interdecadal. Sobre estos efectos y en base a las proyecciones a 50 años, se han planteado dos escenarios probables del impacto del cambio climático en el ecosistema de la corriente de Humboldt frente al Perú. Es la aproximación de aguas oceánicas a la costa (con la posible reducción del frente oceánico/costero); el aumento de la disponibilidad de recursos oceánicos para las pesquerías (atunes, jurel, caballa, pota); y los cambios físicos que llevarían al ecosistema de la corriente de Humboldt fuera de la "ventana óptima ambiental".
Lo que nos propone la COP20
En función a los resultados obtenidos durante las COP previas, ha quedado establecido, como consenso general, que existe la urgencia inmediata de actuar globalmente para mitigar las emisiones de GEI y adaptarse al cambio climático. Para ello, existe un amplio respaldo de informes y conocimiento científico, que constituyen el soporte fundamental para guiar las acciones internacionales en el marco de la CMNUCC, y que recalcan y proporcionan opciones y soluciones para que este accionar sea eficaz.
La consecución de los objetivos del Protocolo de Kioto es un requisito fundamental para cualquier acuerdo climático a futuro, porque, en el cumplimiento de sus obligaciones, los países signatarios demostrarán liderazgo y la seriedad de su voluntad política. En este contexto, el segundo periodo del Protocolo, cuya adopción se acordó en la COP17, en Durban,
ofreció una oportunidad para aumentar la ambición de los Estados signatarios y lograr reducciones sustanciales de los GEI. En dicha COP, por medio de la Plataforma de Durban, se decidió enfocar estas acciones en la identificación de propuestas consensuadas, en aclarar las propuestas que seguían siendo imprecisas y en la reducción gradual del número de divergencias que todavía quedan. Como consecuencia de ello, en las COP18 y 19, se establecieron algunos compromisos concretos, que implicaban mirar con esperanza la aprobación de un nuevo acuerdo climático para el 2015.
En ese sentido, haber sido elegidos como sede de la COP20 significa, para el Perú, una responsabilidad fundamental. Nuestro rol como país, al tener la presidencia del evento, será tratar de adelantar soluciones, fortalecer mecanismos financieros y elevar el nivel institucional del tema de adaptación, todo lo cual buscará consignarse en un borrador de acuerdo, que será aprobado en París durante el 2015.
Este borrador deberá expresar un reconocimiento a los esfuerzos nacionales realizados en pro de la reducción de las emisiones contaminantes, pero, a la vez, deberá dejar constancia de que dichos esfuerzos no han sido suficientes. Por ello, deberá tratarse de especificar cuál será la cantidad máxima de emisiones para los próximos años y sus niveles de reducción. Ello, a su vez, debería llevar al compromiso de cambiar la matriz energética de los próximos 20 años y trabajar en economías limpias. Solo si se logran avances importantes en estas propuestas, se podrá lograr un acuerdo vinculante en la COP21 de París en el 2015. Por lo tanto, el reto es grande. Y, para poder cumplirlo, el Ministerio del Ambiente (MINAM) tendrá un rol político fundamental, buscando armonizar los intereses y posturas de los representantes de 195 naciones que llegarán a Lima.
Sin embargo, durante la COP20, no solo participarán representantes de los gobiernos que conforman la CMNUCC. Las COP han funcionado también como un espacio de participación en el que la sociedad civil, por medio de los jóvenes, los organismos no gubernamentales y las empresas, han venido presentando, de manera cada vez más activa, sus preocupaciones y demandas con relación al cambio climático a los gobiernos y líderes mundiales. En ese sentido, el gobierno peruano busca que, en la COP20, pueda primar el diálogo entre todos los grupos representados con el fin de acercar soluciones que también deberán plasmarse en el borrador de acuerdo que será aprobado en París.
Finalmente, el Perú es consciente que la COP20 en Lima tendrá un efecto transformador para el país, ya que ayudará a acelerar significativamente la normativa y las políticas sobre cambio climático así como la conciencia y responsabilidad de la ciudadanía sobre estos temas. De por sí, en el marco de la COP, ya se vienen articulando las iniciativas climáticas nacionales por medio de un trabajo transversal y coordinado con los sectores, tanto en mitigación como adaptación. Adicionalmente, se viene realizando un trabajo conjunto con los parlamentarios para la promoción y elaboración de políticas sobre cambio climático y una estructura institucional multisectorial, generando compromisos de financiamiento para el plan de inversiones climáticas que está preparando el país, y la promoción de la discusión y propuesta en torno a los temas priorizados en la agenda nacional de adaptación y mitigación (bosques, agua y glaciares, energía y ciudades sostenibles). Finalmente, se espera que, con este evento, se pueda modificar la forma en la que la sociedad civil y el sector privado establecen el vínculo entre responsabilidad climática, crecimiento económico e inclusión social, lo que constituirá un legado a largo plazo para el Perú. Por todo lo expuesto, la COP20 que se desarrollará en Lima constituye una oportunidad única para asumir un compromiso ambiental que permita lograr el desarrollo sostenible que buscamos como sociedad.
En estos días todas las miradas están puestas en la Cumbre del Clima de Naciones Unidas, la COP 20. Este evento reúne en Lima (Perú) a funcionarios de gobiernos así como representantes del sector privado, organismos internacionales, instituciones, donantes, sociedad civil y academia por dos semanas con un ambicioso objetivo: examinar la aplicación de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y negociar nuevos compromisos concernientes a acciones climáticas a nivel global. Sin embargo, a veces no nos queda muy claro cuál es la relevancia de esta cita para América Latina y el Caribe.
A continuación les comparto cinco razones por las que es importante para nuestros países dar seguimiento a esta cumbre mundial de gran relevancia.
1. Nuestra región es altamente vulnerable al cambio climático: Los impactos del cambio climático en América Latina y el Caribe son considerables y se estiman en unos US$100 mil millones anuales. Además, el cambio climático provoca importantes pérdidas de biodiversidad, servicios ecosistémicos, además de impactos sociales y culturales.
2. Tanto la mitigación como la adaptación son clave para nuestro futuro: La mitigación atenúa los riesgos del cambio climático a nivel mundial, mientras que la adaptación nos ayuda a amortiguar los impactos específicos en un lugar determinado.
3. Debemos actuar ahora, porque no hay tiempo que perder: Únicamente así conseguiremos contener los daños económicos causados por el cambio climático, potenciales pérdidas irreversibles de recursos humanos, recursos naturales e infraestructura. La adaptación tiene sentido a nivel económico: se estima que el costo de la adaptación equivale a una cuarta parte de los beneficios que genera.
4. Debemos actuar ahora, porque no hay tiempo que perder: Únicamente así conseguiremos contener los daños económicos causados por el cambio climático, potenciales pérdidas irreversibles de recursos humanos, recursos naturales e infraestructura. La adaptación tiene sentido a nivel económico: se estima que el costo de la adaptación equivale a una cuarta parte de los beneficios que genera.
5. La adaptación al cambio climático es también una oportunidad para promover el desarrollo económico sostenible. La adaptación tiene el potencial no sólo de reducir el impacto neto de las consecuencias del cambio climático, sino también de apoyar la sostenibilidad del desarrollo en América Latina y el Caribe.
Por todas estas razones, es importante estar al tanto de esta cumbre que nos enseña y educa.
Valoración Económica Ambiental y Ecológica
Estudios de valoración económica de patrimonio natural, patrimonio cultural tangible e intangible, patrimonio arqueológico y de identidad: Estimación de beneficios sociales relacionados con la conservación y preservación de diferentes clases de patrimonios de interés para la sociedad.
Estudios de valoración económica de daños ambientales derivados de fenómenos naturales, derrames petroleros y accidentes industriales: Estudios de valores de daño de naturaleza pecuniaria y no pecuniaria relacionados con eventos que afectan la base de recursos naturales y ambientales de una región en particular.
Estudios de evaluación económica ambiental de planes y programas de adaptación y mitigación del cambio climático: Aplicación de la técnica de análisis beneficios, estimación de beneficios dejados de percibir y costos evitados con el diseño e implementación de planes y programas.
Estudios de valoración económica de capital natural para diseñar esquemas de cuentas ambientales (cuentas verdes): Estimación de costos y beneficios ambientales con la finalidad de generar indicadores ambientales, internalizar costos y beneficios ambientales, depreciación del capital natural para obtener una estimación del PIB verde.
Estudios de análisis costo beneficio en los sectores medio ambiente, educación, transporte y salud:
Estimación de indicadores beneficio costo y valor presente neto de beneficios asociados con la implementación de un proyecto y/o política en los sectores de ambiente, educación, transporte y salud. Desarrollo de análisis de simulación en evaluaciones ex ante.
Estudios de valoración económica de biodiversidad para el diseño de políticas de mercado en eco productos: Estimación de la máxima disposición a pagar por eco productos, modelamiento de preferencias individuales por productos y servicios amigables con el medio ambiente. Desarrollo de técnicas de investigación de mercado para la creación de mercados para bienes y servicios ambientales.
Estudios de diseño, evaluación y aplicación de programas y esquemas de pagos por servicios ambientales:
Creación de la oferta de bienes y servicios relacionados con el recurso hídrico, biodiversidad, secuestro de carbono y oferta de paisaje con la generar patrones de eficiencia en el uso y manejo sostenible de estos recursos.
Estudios de diseño y evaluación de programas y proyectos de compensaciones ambientales en proyectos de inversión: Estimación de cambios en bienestar social desde las perspectivas de la evaluación ex ante y ex post relacionados con compensaciones para cubrir depreciaciones del capital natural.
Evaluación de la eficiencia y efectividad de las medidas de compensación.
Estudios de economía del control de impactos ambientales: Estimación de costos y beneficios ambientales derivados de medidas de corrección, mitigación, prevención y compensación de impactos ambientales derivados de actividades económicas que generan afectaciones del capital natural.
Estudios de análisis costo beneficio y costo efectividad de inversiones ambientales contempladas en PMA de proyectos mineros, petroleros, transporte e infraestructura.
Fondo Nacional del Ambiente
El FONAM fue creado por el Congreso y tiene el objetivo de promover proyectos y actividades al mejoramiento de calidad ambiental, el uso sostenible de recursos naturales y el fortalecimiento de la gestión ambiental. Presidido por el Ministerio del Ambiente, el FONAM es reconocido por WB-CF (Negocio de Carbono del Banco Mundial) como punto de actividades de identificación y manejo de proyectos para que sean presentados al Mecanismo de Desarrollo Limpio para obtención de Certificados de Emisiones Reducidas de efecto invernadero.
Logros en cuentas ambientales
Una aproximación de la cuenta satelital ambiental
Este documento constituye un instrumento que proporciona una descripción de la relación que existe entre la economía y el ambiente, lo cual permite evidenciar sus impactos y contribuciones. El marco conceptual y metodológico aplicado amplía el detalle de las estadísticas económicas y ambientales integradas, proporcionando un esquema de compilación y tratamiento de información sobre el agotamiento de los recursos naturales y su degradación.
Nueva estructura del clasificador funcional programático ambiental
Luego de constantes reuniones sostenidas entre el ministerio de Economía y Finanzas y el ministerio de Ambiente, se logró modificar la estructura del clasificador funcional en materia ambiental. Esta nueva estructura permite identificar adecuadamente los temas ambientales prioritarios, acorde a los objetivos que presenta la política nacional del Ambiente.
Propuesta técnico – legal para lograr la modificación del clasificador funcional en temática
Esta documento reseña una propuesta técnica – legal para implementar la modificación del clasificador funcional ambiental del MEF. Esta propuesta ejecutará la estimación cuantitativa del gasto público a nivel del gobierno nacional y regional en materia de patrimonio natural y ambiental en las entidades públicas, contenidas en la Ley de Presupuesto para el Año Fiscal 2010 – Ley 29465.
Diagnóstico y estimación del gasto público en patrimonio natural y ambiente a nivel nacional y regional
El presente documento contiene los resultados del diagnóstico del gasto público en patrimonio natural y ambiente, a nivel de gasto nacional y gasto regional desarrollado, sobre la base de los registros presupuestarios disponibles en el SIAF para la ejecución del año 2008 y la apertura del ejercicio fiscal 2009.
Fondo de promoción de las áreas naturales protegidas del perú
El Profonanpe es una entidad presidida por el Ministerio del Ambiente. Creada el 29 de diciembre de 1992 para apoyar la conservación y manejo de áreas protegidas, se ha consolidado como herramienta financiera para la conservación de la diversidad biológica, gracias a su funcionamiento y al trabajo realizado con instituciones involucradas en la gestión de áreas protegidas. Gracias a esta labor de coordinación, se han realizado sinergias y se ha orientado los esfuerzos a la visión de conservar la diversidad biológica.
Viceministerio de gestión ambiental
El Viceministerio de Gestión Ambiental tiene la función de diseñar y coordinar la política, el plan y la estrategia de gestión ambiental, así como supervisar su implementación. Asimismo, interviene en la elaboración del Plan de Estándares de Calidad Ambiental (ECA) y Límites Máximos Permisibles (LMP) respectivos.
En su función de promoción tiene la responsabilidad de difundir las tecnologías ambientales innovadoras, así como, coordinar, fomentar y promover la educación, la cultura y la ciudadanía ambiental; diseñar, aprobar y supervisar la aplicación de los instrumentos de prevención, de control y de rehabilitación ambiental relacionados con los residuos sólidos y peligrosos, el control y reúso de los efluentes líquidos, la calidad del aire, las sustancias tóxicas y peligrosas y el saneamiento, con el objetivo de garantizar una óptima calidad ambiental, en coordinación con las entidades correspondientes.
Además, el Viceministerio de Gestión Ambiental dirige el Sistema Nacional de Información Ambiental· SINIA y coordina, prepara y difunde los informes sobre la situación del ambiente, del manejo de los asuntos socio ambientales con los gobiernos regionales y locales y las entidades correspondientes.
El sistema nacional de gestión ambiental
El año 2004 se promulgó en el Perú la ley marco del Sistema Nacional de Gestión Ambiental, orientada a fortalecer el marco institucional ambiental en ese entonces liderado por el CONAM. Esta ley se reglamentó un año después. Si bien es cierto, estas normas contribuyeron a ese objetivo de fortalecimiento, debe tenerse en cuenta que con posterioridad a ellas, para ser más exactos, el año 2007, se promulgó la ley orgánica del poder ejecutivo, en uno de cuyos títulos se regula el funcionamiento de los «sistemas» identificándose a los «sistemas funcionales» y los «sistemas administrativos». Bajo esta norma, que regula el funcionamiento de las entidades del poder ejecutivo, se creó en mayo de 2008, el Ministerio del Ambiente, el que es reconocido como el ente rector del SNGA. Este sistema, es bajo los principios de le ley, un sistema funcional.
Cabe mencionar que la ley del poder ejecutivo señala que los sistemas funcionales tienen por finalidad asegurar el cumplimiento de políticas públicas que requieren la participación de todas o varias entidades del Estado, agregando que están a cargo de un ente rector que se constituye en su autoridad técnico-normativa a nivel nacional; dicta las normas y establece los procedimientos relacionados con su ámbito; coordina su operación técnica y es responsable de su correcto funcionamiento. Esta ley precisa que el poder ejecutivo es responsable de reglamentar y operar los sistemas funcionales y que las normas del sistema establecen las atribuciones del ente rector del mismo.
Lo señalado podría resultar suficiente para entender el rol del Ministerio del Ambiente como ente rector y en consecuencia autoridad del SNGA, pero sin embargo se complica cuando luego vemos que se han creado otros sistemas que se integran como subsistemas del de gestión ambiental, pero a la vez integran en su seno a éste. Tal es el caso del sistema nacional de recursos hídricos, que en su norma de creación señala que integra al sistema nacional de gestión ambiental aún cuando a su vez el primero es subsistema funcional del último. Ocurre a su vez con el sistema nacional de evaluación y fiscalización ambiental. Entonces, frente a esta realidad no queda para nada claro quien dirige a quien. Ello parece tener como origen el ánimo político de satisfacer las demandas de distintos sectores, que frente a la creación del Ministerio del Ambiente se resistieron a ceder funciones y detrás de ello cuotas de poder. Si a ello sumamos las dificultades en relación a competencias sobre el bosque y los servicios ambientales, salud ambiental y el rol de la Dirección General de Salud Ambiental, entonces vemos que el panorama se complica y las posibilidades de superposiciones se multiplican.
Siendo ello así toca aprovechar la competencia que tiene el poder ejecutivo para reglamentar los sistemas funcionales y por eso tocaría al Ministerio del Ambiente modificar el reglamento de la ley del SNGA del año 2005 para actualizarlo y precisar mejor las funciones, llenar los vacíos y eliminar las superposiciones.
Sólo así podremos avanzar significativamente logrando la adecuación de todos los sectores al sistema de evaluación del impacto ambiental, podremos lograr que con la autoridad del ente rector del sistema ambiental, se actualicen los límites máximos permisibles, que en su mayoría están desactualizados y en muchos sectores no existen.
La gestión ambiental descentralizada
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