II.- Verificar o rechazar la conclusión de la investigación realizada por la UNESCO sobre la correlación entre los índices de fecundidad y el nivel de educación de las mujeres.
III.- Denunciar el equívoco subyacente en el enfoque "utilitarista" de la educación puesto en marcha en 1990.
Con la investigación hemos pretendido aportar ciertos elementos de reflexión que posibiliten mejorar el actual enfoque sobre la educación de las mujeres, y replantear y generalizar los ámbitos de intervención.
I.- La función social de la educación.-
El desigual tratamiento que la educación ha dado a los seres humanos en razón de género es una evidencia y una constante a lo largo de la historia de la humanidad.
La educación informal como proceso de socialización, enculturación y asunción de normas y roles sociales ha sido, desde los comienzos de la humanidad y hasta el presente, desarrollada en el ámbito familiar, mayoritariamente por las madres, otros familiares o nodrizas, es decir, ancestralmente dicho proceso ha sido patrimonio del género femenino.
Dicho proceso persigue un doble objetivo: la supervivencia del nuevo ser en la sociedad, su adaptación social y el mantenimiento de la sociedad misma.
A lo largo de la historia, los diferentes pueblos y culturas han estado sistemáticamente sometidos a cambios y evoluciones que, aún originado modificaciones en las normas y costumbres sociales, han mantenido sin diferencias significativas el proceso de educación informal antes referido.
Recientes estudios convergen en afirmar que es durante este proceso de educación informal, que va desde los 0 a los 3 años, cuando se acuñan aspectos tan esenciales como la visión del mundo, las actitudes, normas sociales, diferenciación de roles, etc.
Históricamente ha existido otro nivel de educación, un nivel más formal y selectivo dirigido a la preparación para el mundo adulto. Se trata de la educación específica que capacitaba a los niños y niñas para el trabajo que deberían desempeñar cuando llegasen a la edad adulta. Esta educación ha contribuido a lo largo de milenios al mantenimiento y preservación de los privilegios sociales en función de la procedencia social. Si el cometido asignado a un joven era el ejercicio del poder (gobierno del patrimonio familiar, gobierno de las instituciones sociales –leyes, ejército, religión, fisco,…), o si en el polo opuesto el cometido de un joven era trabajar y someterse al poder (campesinos, artesanos, pequeños comerciantes, soldados,…) la educación que ambos recibían era en su contenido y en su forma altamente discriminatoria.
Pero este nivel de discriminación educativa en razón de la procedencia social ha llevado pareja en la mayoría de las sociedades humanas (sociedades patriarcales a excepción de las comunidades del periodo neolítico, algunas otras sociedades ya extinguidas como la cretense y las remotas y escasas comunidades matriarcales de la Amazonía , Polinesia, Australia y África Subsahariana) otra discriminación, la discriminación por razón del género. Salvo en momentos puntuales o en sociedades minoritarias y ya pretéritas, las mujeres jamás han sido educadas para el ejercicio del poder fuera del ámbito privado.
Así pues el cometido de instituciones como las academias, gimnasios, liceos, institutos, universidades o tutorías particulares no ha sido otro sino el mantenimiento y preservación del dominio social y de género y, siguiendo los avatares de las sociedades en las que se inscribían dichas instituciones, éstas contribuían así mismo al sometimiento y dominio de unas sociedades sobre otras.
Ahora bien, en la medida en que las sociedades y la vida en ellas se ha ido tornando más compleja, los niños y niñas no pertenecientes a las esferas de poder, van a necesitar mayores ámbitos formativos que los dispensados de manera informal por el entorno familiar.
La industrialización y los procesos de consolidación de los estados modernos en Europa y EEUU aconsejan la implantación y extensión de una educación "formal" e "intencional" controlada por el Estado y dirigida a los niños y las niñas cuyo cometido social era el trabajo asalariado en fábricas, explotaciones mineras, servicio doméstico, etc.
Tal vez, esta necesidad económica y política, junto con otros factores de carácter social contribuyeron al cambio más revolucionario de toda la historia de la educación: la universalización de la educación elemental y la configuración de los sistemas estatales de educación. Esta revolución se produce a lo largo del siglo XIX en aquellos países en los que el predominio de la economía había pasado de la agricultura a la industria y en aquellos otros de nueva creación que requerían consolidar su identidad nacional.
El proceso de universalización del derecho a la educación elemental y la configuración de los sistemas educativos no supone inicialmente más que la continuidad de aquella educación informal, preservando su doble objetivo y fortaleciendo los mecanismos de adaptación social, pero al mismo tiempo es percibida como una poderosa herramienta para la mejora social de los y las trabajadoras -movilidad social- y como un instrumento para la regeneración social que pudiese terminar con el clima de crispación y con los disturbios sociales en las grandes ciudades y zonas industriales en Europa y EEUU.
Así pues, aún asumiendo con reservas que el desarrollo de los sistemas educativos en tanto que garantes de la universalización e igualdad de la educación elemental persiguiese la no discriminación en razón de la procedencia social, no puede dejar de reconocerse que esta educación formal e intencional mantenía y consolidaba un tratamiento diferencial de las personas en razón de su género, Esta afirmación se puede rastrear en la generalidad de los escritos sobre educación, tanto desde las filas burguesas: El Emilio de Rousseau, los escritos de Fenelón, La Bella Ignorancia de Madame Lambert,… como desde las filas proletarias La Familia, la Sociedad Privada y el Estado de F. Engels, los escritos de Carl Marx, Rosa Luxemburgo, Mao Tze Tung, … tanto desde la antigüedad La República de Platón, pasando por la evidencia explícita de Jullien de París de 1813, hasta llegar a los currícula que actualmente se imparten por los sistemas educativos de muchos países del mundo.
Un común denominador ha tenido este diferencial tratamiento en todas las sociedades (budistas, musulmanas, cristianas, judías,…), la educación dispensada a las mujeres debía favorecer y limitar su desarrollo al ámbito privado, al ámbito familiar.
"En la Historia de Occidente, en el curso de los siglos X al XIII, las dos conquistas principales del hombre fueron el establecimiento de la célula conyugal, de la pareja, como marco normal de la vida familiar, conquista sobre cuya base vivimos todavía; y por otra parte la instalación de la casa…, órgano primero y fundamental de la vida colectiva, de la vida señorial. En un caso y en otro, quien aparece en el centro de esas dos células es la mujer, núcleo sin el cual no existirían esos marcos."
"En cuestión de mujeres, los chiitas y los sunies están de acuerdo,…. Las mujeres no tienen los mismos derechos políticos que los hombres,… el varón árabe, no se perturba por la inteligencia de una mujer….Lo perturbador es la decisión de una mujer de existir como una voluntad independiente. Y hay una gran diferencia entre inteligencia y voluntad, siempre se puede poner la inteligencia de una mujer al servicio de quien la posee, pero jamás se puede hacer lo mismo con una voluntad soberana. Una voluntad es o no es y si es sólo puede ser en competencia con otra y sobretodo con la del hombre al que debe obediencia".
Sobre las mujeres de todo el mundo, indiferente de su status social, ha recaído la responsabilidad del cuidado de los hijos y de la familia; junto a ello y según las costumbres sociales y el status familiar, la mujer ha tenido históricamente que colaborar en el sustento de la familia (trabajo en el campo, cuidado del ganado, venta en los mercados de los productos artesanos producidos en el ámbito familiar,…) o bien favorecer la economía paterna mediante los ingresos que su trabajo en la industria y los servicios podría reportarles cuando todavía se encuentran solteras o sin hijos. Así la educación de las mujeres se ha venido orientando al mejor cumplimiento de dichas funciones.
El proceso seguido por los sistemas educativos, y muy especialmente en lo relativo a la discriminación en razón de género, ha sido muy diverso:
durante la primera mitad del siglo XX
En Europa y EEUU, la educación se pone al servicio del desarrollo:
No existe discriminación en el acceso a la educación elemental en razón de género aunque si en razón de ubicación geográfica (las zonas rurales de población dispersa).
En las escuelas separadas (para niños y para niñas) se dispensaba un contenido común en las "instrumentales básica" lectura, escritura, cálculo, educación religiosa/moral, reglas de urbanidad e higiene personal y social, etc. al tiempo que se reafirmaba el rol social en razón de género dispensando contenidos específicos para su desarrollo: educación política y técnica para los niños, educación doméstica para las niñas.
En las escuelas mixtas el contenido escolar era común y restrictivo a las disciplinas académicas (lenguaje, matemáticas, historia, geografía, ). Mayoritariamente los contenidos educativos no atendían la función social que los niños y niñas debían desempeñar en el mundo adulto, en éste sentido no contrarrestaban la discriminación de roles masculino y femenino en relación a los ámbitos de poder. Recientes estudios confirman la discriminación sufrida por la mujeres en los manuales de historia.
Aún las escuelas progresistas americanas y europeas que preconizaban la educación para la vida, para el buen desempeño de sus funciones sociales Democracy and Education de John Dewey, no se sometieron a juicio el reparto social de roles en razón de género.
Con importantes matices en las repercusiones que ambas estructuras educativas tienen en la asunción de roles rígidos o flexibles; los sistemas educativos mantuvieron vetado el acceso de las mujeres a los niveles superiores de educación. muy especialmente en aquellos campos orientados al ejercicio del poder económico y social. Este veto se fundamentaba en la "existencia" de diferencias de aptitud y capacidad (intelectual, física y de carácter) en razón de género, así como en la no rentabilidad social de dicha educación, el papel social de la mujer es la familia y no el ejercicio profesional y más concretamente si la profesión exigía renuncia o desatención del rol social.
En los países surgidos de revoluciones campesinas y proletarias (Rusia, China, Latino América) durante la primera mitad del siglo XX, la educación se pone al servicio del desarrollo y de la consolidación de los nuevos estados.
El componente ideológico trastoca e impregna toda la sociedad, el igualitarismo social de las personas y la participación activa de todas ellas al desarrollo de las nuevas sociedades es una máxima. Las mujeres deben abandonar su rol principal de madres y esposas para participar en la construcción y fortaleza económica, militar y cultural de los nuevos países.
Las escuelas mixtas imparten iguales contenidos a niños y a niñas, se vincula la formación académica con la actividad laboral. No se veta el acceso de la mujer a ningún nivel del sistema educativo ni a ningún tipo de carrera, con excepción de la militar. Paradójicamente el porcentaje de mujeres en las cúpulas de poder político y militar es anecdótica. Las mujeres rusas, chinas, mejicanas, cubanas,etc. siguen asumiendo la tarea de la crianza y el cuidado de los hijos y del hogar.
En los países descolonizados (India, África Subsahariana, Antillas,..) durante la primera mitad del siglo XX, la educación se pone al servicio del desarrollo
Los sistemas educativos se desarrollan tarde, con grandes dificultades y mayores problemas.
La situación de subdesarrollo económico, la carencia de infraestructuras básicas (carreteras, electricidad, sistemas de depuración y conducción de aguas, centros de asistencia sanitaria, escuelas, etc), la dependencia económica y tecnológica de los países desarrollados, junto a la extrema discriminación en razón de la procedencia familiar y el escaso desarrollo de clases intermedias,… obligan a los nuevos estados a atender y dar respuesta en multitud de frentes. Mayoritariamente se focalizan las prioridades en aquellos factores directamente relacionados con el desarrollo de la economía formal (sector industrial y servicios de banca y de administración del Estado)
Se implanta progresivamente el modelo educativo desarrollado en los países colonizadores, con la enorme distancia de que en aquellos la asunción estatal de la universalización de la educación corría paralela al descomunal aumento de las estructuras productivas y de la riqueza, situación que no se producía en éstos.
La participación en el sistema educativo confrontaba posturas ambivalentes (se asumía la posibilidad de ascenso social al tiempo que se recelaba de los elementos de aculturación occidentales, lo occidental era amoral) de ahí que a nivel familiar se reforzase la educación informal en aras a preservar su cultura.
Especial refuerzo se realizaba en las niñas que participaban en la educación primaria. El sistema podía favorecer a los niños otras posibilidades de vida (trabajo en el sector formal) pero se debía prevenir a las niñas contra los estereotipos que recibían de la mujer occidental (abandonaban a los ancianos, no cuidaban de sus hijos y maridos, etc.)
A lo largo de la segunda mitad del siglo XX
Los imperativos del desarrollo ha propiciado en los países industrializados la incorporación masiva de la mujer al mundo laboral formal (trabajo asalariado en el sector secundario y terciario), mientras que en los países en vías de desarrollo la incorporación de la mujer al mundo laboral se ha debido más a la necesidad de colaborar en la subsistencia familiar y sobrellevar la pobreza que como alternativa de mejoramiento a su situación personal y social de dependencia, esta situación ha sido propiciada por la caída de los precios de los productos agrícolas, la escasa productividad de los mismos, la fuerte inmigración rural a las grandes ciudades, la lentitud en el desarrollo del sector secundario y terciario, etc. que han llevado a millones de familias a situaciones de gran indefensión y pobreza forzando su incorporación a las estructuras económicas no formales, al trabajo sumergido en el sector industrial, manufacturero y de servicios.
En ningún caso la incorporación de la mujer al mundo laboral ha ido pareja de un replanteamiento profundo, ni a nivel personal ni a nivel social, respecto de su rol de madre y esposa. En todo caso ha afectado al número de hijos que está dispuesta a tener en función de su mantenimiento en las estructuras productivas formales.
"En los países industrializados hay hoy en día muchas más mujeres de todas las edades en busca de empleo que antes de la Segunda Guerra Mundial, y es también mucho menos frecuente que se retiren temporalmente de la vida activa durante los años en que se ocupan de sus hijos"
Tasa de participación en la fuerza de trabajo | ||||
Varones | Mujeres | |||
Países de la OCDE | 1979 | 1992 | 1979 | 1992 |
Alemania | 84,9 | – 5 | 52,2 | +6 |
Australia | 97,6 | -2 | 50,3 | +12 |
Austria | 81,6 | -1 | 49,1 | +9 |
Bélgica | 79,3 | -6 | 46,3 | +8 |
Canadá | 86,3 | -7 | 55,5 | +10 |
Dinamarca | 89,6 | 69,9 | ||
España | 83,1 | -8 | 32,6 | +9 |
EEUU | 85,7 | -1 | 58,9 | +10 |
Finlandia | 82,2 | -3 | 68,9 | +1 |
Francia | 82,6 | -3 | 54,2 | +5 |
Grecia | 79 | 32,8 | ||
Irlanda | 88,7 | 35,2 | ||
Italia | 82,6 | -4 | 38,7 | +8 |
Japón | 89,2 | +0,5 | 54,7 | +7 |
Luxemburgo | 88,9 | 39,8 | ||
Nueva Zelanda | 87,3 | -5 | 45 | +8 |
Noruega | 89,2 | -6 | 61,7 | +9 |
Países Bajos | 79 | +2 | 33,4 | +22 |
Portugal | 90,9 | -7 | 57,3 | +5 |
Reino Unido | 90,5 | -6 | 58 | +7 |
Suecia | 87,9 | -5 | 72,8 | +6 |
Suiza | 94,6 | -1 | 53 | +6 |
Los imperativos del desarrollo y la incorporación de la mujer al mundo laboral han contribuido en los países desarrollados a la exigencia y generalización del derecho a la educación formal en todos los niveles del sistema educativo, sin discriminación en razón de la procedencia social o de género. Sin embargo las últimas investigaciones han puesto de manifiesto que la pretendida "igualdad de oportunidades" no se consigue exclusivamente favoreciendo el acceso a los diferentes niveles del sistema. Es especialmente importante conocer si en la totalidad de los ámbitos formativos (técnicos, científicos, profesionales,..) el porcentaje de participación de los géneros es similar.
En los países en desarrollo con la excepción de América Latina y Caribe, los niveles secundario y superior continúan siendo selectivos en función de la procedencia social, geográfica y también en razón de género.
"En la mayor parte de los países la mayoría de las jóvenes abandonan completamente el sistema educativo al acabar el primer ciclo, o la primera fase de la educación secundaria, las expectativas de empleo y carrera en general, junto con un modo de ver su matrimonio y sus responsabilidades ulteriores de madre y ama de casa, desempeñan probablemente un papel decisivo en las actitudes y motivaciones de las jóvenes con respecto a los distintos sectores de estudio en la escuela."
En los países desarrollados, tras más de dos décadas de participación de la mujer en los tres tramos del sistema educativo ha puesto en evidencia una de las brechas de la pretendida "igualdad de oportunidad en razón de género".
Datos de la segregación en función del género por sectores de estudio en la enseñanza superior en Bangladesh y en Finlandia, 1992
Bangladesh | Finlandia | |||
SECTORES | Distribución de todos los estudiantes | Mujeres | Distribución de todos los estudiantes | Mujeres |
Educación | 1 % | 35 % | 11 % | 76 % |
Humanidades | 30 % | 16 % | 14 % | 70 % |
Derecho y ciencias sociales | 42 % | 15 % | 19 % | 57 % |
Ciencias naturales, ingeniería y agricultura | 25 % | 15 % | 38 % | 23 % |
Ciencias médicas | 2 % | 27 % | 18 % | 84 % |
Total todos los sectores | 100 % | 99 % |
" Desde el punto de vista mundial, y al menos por lo que respecta a los países sobre los cuales la UNESCO dispone de datos pertinentes, puede decirse que, por lo general, la segregación en función del sexo por sectores de estudio aumenta a medida que aumenta el porcentaje global de mujeres en la enseñanza superior"
"En todos los países sobre los que la UNESCO dispone de datos, la proporción de mujeres matriculadas en ciencias naturales, ingeniería y agricultura es inferior a la proporción total de mujeres escolarizadas en todos los sectores de estudio. En humanidades se observa la tendencia opuesta. En derecho y ciencias sociales la proporciones son, en general equilibradas. Tanto en educación como en ciencias médicas la proporción de mujeres escolarizadas tiende a ser algo superior (salvo, probablemente, en las ciencias médicas en África) a la proporción de mujeres escolarizadas en todos los sectores de estudio….
La interpretación depende del punto de vista… O bien las humanidades, el derecho y las ciencias sociales "acogen" más fácilmente a las mujeres o las mujeres tienden a preferir estos sectores… La verdad en este caso (¿especialización o discriminación?) se encuentra probablemente a medio camino, pudiendo varias según los países. La combinación de presiones sociales e institucionales ejercidas en hombres y mujeres para que intenten ingresar en determinados sectores y no en otros no es la misma en todos los países, como tampoco es idéntica la distribución de plazas disponibles entre los distintos sectores,.."
Tal vez, la aceptación de facto de la distribución de roles sociales en razón de género influya no sólo en los rendimientos académicos de niños y niñas en relación con las materias -las niñas ofrecen mejores rendimiento en materias humanistas y peores en materias científicas y técnicas-, sino también en la elección profesional.
La inferior capacidad y aptitud de las niñas hacia las ciencias y la tecnología que cierto tipo de investigación (estilos cognitivos, capacidad espacial, …) ha difundido debe ser revisada y recontextualizada a la luz de las aportaciones de las ciencias sociales y la neurología (influencia decisiva del ambiente en el desarrollo del área de aprendizaje potencial –Vigotsky -, la motivación ambiental en la activación o inhibición de las capacidades cognitivas, mayor desarrollo del lóbulo temporal derecho en el cerebro de las niñas -dominio de las competencias lingüísticas- ,etc.). Lo cierto es que a nivel mundial el sistema formal de educación aún habiendo favorecido el acceso a los niveles de educación por igual para hombres y mujeres, no es menos cierto que las cotas de poder público que las mujeres detectan en la actualidad no son proporcionales a las de los hombres. La generalidad de las mujeres del mundo continúan excluidas de las estructuras de poder económico y político.
En las últimas décadas del siglo xx.
La importancia de la educación de la mujer emerge paralela al éxito de su contribución en los planes de desarrollo industrial (tras la segunda guerra mundial) y de desarrollo sostenible (década de los 90).
La evolución de planteamientos sobre la educación de las mujeres tiene escala mundial y, aún con diferentes orientaciones a tenor del nivel de desarrollo del país, existe un enfoque común: la educación de las mujeres para lograr su participación en el desarrollo económico -incorporación a la actividad productiva-, y paralelamente lograr la "mejora" en su rol de esposa y madre.
En el marco de la educación formal y no formal (programas de desarrollo comunitario, bienestar familiar, mejora de la calidad de vida de las mujeres campesinas,..) la motivación, el contenido curricular, los ámbitos de participación y su organización…. la asumción encubierta de roles y la orientación profesional evidencian este doble objetivo.
En el marco de la educación informal (educación familiar, contextual, medios de comunicación, publicidad,…) la educación de la mujer se orienta especialmente a la mejora de su condición de esposa y madre, al tiempo que refuerzan la imagen de dependencia respecto de los hombres.
Como consecuencia de ello y dada la no corresponsabilización de los géneros en la tarea social de crianza y cuidado de los hijos y del hogar, las mujeres se mantienen alejadas de los ámbitos de poder económicos, políticos y sociales. Así, el denominador común en la educación de las mujeres es mantener la desigualdad de género en los ámbitos de poder: la esfera privada para las mujeres y la esfera pública para los hombres.
En los países desarrollados, la educación de la mujer está contribuyendo a evidenciar las contradicciones y el reparto desigual de funciones y recompensas sociales. Nos encontramos ante el umbral de una revolución social (coparticipación de funciones y equidad de recompensas) o una involución a valores pretéritos (definición estricta de roles y normas de sanción o mecanismos para su cumplimiento).
El proceso seguido en las sociedades avanzadas, en las que hace décadas que la mujer se está incorporando masivamente al mundo laboral, evidencia un cambio de actitud y de voluntad a favor de su emancipación respecto de los hombres, de la demanda de igualdad a todos los niveles y en todos los ámbitos de la vida. Dicho cambio no es todavía un cambio compartido por la generalidad de los hombres. Las mujeres occidentales saben el precio que deben pagar por cada nuevo hijo que traen al mundo, no tanto por que tengan mayores niveles de formación o porque deban compaginar ambos roles o porque un hijo supone mucha inversión económica, cada nuevo hijo supone una nueva limitación a su libertad en tanto la corresponsabilidad no sea asumida en profundidad por el hombre y por el conjunto de la sociedad.
En los países en desarrollo, la educación de la mujer pretende "mejorar" su intervención en el ámbito privado en aras a favorecer el desarrollo sostenible.
Los postulados sobre la relevancia que la educación de la mujer tiene para la humanidad en los umbrales del siglo XX adolecen tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo de consistencia.
Las sociedades avanzadas tendrán que modificar sus postulados rígidos sobre el reparto de funciones sociales, especialmente las relativas a la crianza y cuidado de los hijos, si desean salir de los índices negativos de crecimiento natural de sus poblaciones.
Por ende los países en desarrollo, muy condicionados por posturas religiosas y culturales que pretenden reforzar a través de sus sistemas educativos formales e informales, será preciso que la corresponsabilidad se plantee sin que ello suponga un rechazo por parte de las mujeres. No se puede reproducir la lucha de sexos llevada en occidente y que a lo más que ha conducido ha sido al doble rol y a un nivel de libertad personal sólo sostenible si se concentran las fuerzas en el rol de mujer trabajadora .La corresponsabilidad sólo es entendible desde la aceptación de la incorporación de la mujer al mundo del trabajo formal y en similares condiciones a las de los hombres. Cuando el trabajo es precario la corresponsabilidad debe introducirse por la toma conjunta de decisiones en relación al número de hijos.
Las reformas de los sistemas educativos formales que se están emprendiendo en el conjunto de países en desarrollo, al igual que en los países desarrollados, han apostado por el modelo de educación para el desarrollo, en algunos países europeos y de influencia ideológica socialista se proyectan experimentalmente proyectos educativos que atiendan el objetivo de la corresponsabilidad, pero estas opciones son todavía muy minoritarias.
Se está todavía muy lejos de lograr una vertebración consistente entre la educación para el desarrollo sostenible y la educación para la corresponsabilidad de los géneros.
II.- Análisis de la investigación de la UNESCO por la que se afirma la correlación entre los índices de fecundidad y el nivel educativo de las mujeres.
En 1995, la UNESCO publica en su Informe Mundial sobre la Educación el estudio relativo a la situación educativa y los índices de fecundidad. En él se afirma que:
"En el 50% de los países sobre los que existen datos, las mujeres que han recibido de 1 a 3 años de educación han tenido una media de 6 a 7 hijos; en el 25% de los países han tenido entre 7 y 9 hijos, y en el 25% restante entre 5 y 6 hijos."
Formulación de la hipótesis
Consideramos que la tasa de fecundidad no correlaciona ni única y especialmente con los años de educación de las mujeres. La fecundidad correlaciona con diferentes variables: renta per cápita, posibilidades de empleo formal, nivel de desarrollo económico, creencias y costumbres sociales,… de cada país. Y, que dichas variables, a su vez también correlacionan con la educación de las mujeres.
Nuestra investigación pretende:
Confirmar o rechazar la afirmación de la UNESCO relativa a la dependencia de la variable fecundidad respecto de la variable analfabetismo de la mujer.
Profundizar en las dependencias de la fecundidad respecto de otras variables, especialmente el analfabetismo total del país, la variable renta y la variable zona contextual.
"…más del 75% de la población mundial vive en países en desarrollo y sólo cuenta con el 16% de la riqueza mundial. Más aún, según los estudios de la UNCTAD , en la actualidad los ingresos de los países menos adelantados, cuya población se cifra en 560 millones de habitantes ascienden a 300 dólares por año y habitante, en comparación con 906 en los países en desarrollo y 21.598 en las naciones industrializadas" .
Aproximación analítica.
País | Población en miles | Renta P C | %Analf Total | %Analf Dona | %Fecundidad |
Afganistan | 16624,0 | 68,0 | 85,0 | 6,90 | |
Albania | 3364,0 | 2,90 | |||
Alemania | 80365,0 | 23030,0 | 1,30 | ||
Angola | 9900,0 | 7,20 | |||
Antillas Neerland | 193,0 | 2,10 | |||
Arabia Saudí | 16825,0 | 7940,0 | 37,0 | 50,0 | 6,40 |
Argelia | 26127,0 | 1830,0 | 38,0 | 51,0 | 3,90 |
Argentina | 33377,0 | 6050,0 | 4,0 | 4,0 | 2,80 |
Armenia | 3441,0 | 780,0 | ,40 | ,50 | 2,60 |
Australia : | 17377,0 | 17070,0 | 1,90 | ||
Austria | 7807,0 | 22110,0 | 1,50 | ||
Azerbaiyán | 7296,0 | 870,0 | ,40 | ,50 | 2,50 |
Bahamas | 264,0 | 12020,0 | 2,0 | 2,0 | 2,0 |
Bahrein | 520,0 | 15,0 | 21,0 | 3,80 | |
Bangladesh | 112709,0 | 220,0 | 62,0 | 74,0 | 4,40 |
Barbados | 259,0 | 6530,0 | 3,0 | 3,0 | 1,80 |
Belarrús | 10210,0 | 2910,0 | ,50 | ,60 | 1,60 |
Bélgica | 10012,0 | 20880,0 | 1,60 | ||
Belice | 199,0 | 2210,0 | 4,20 | ||
Benin | 4930,0 | 410,0 | 63,0 | 74,0 | 7,10 |
Bhután | 1582,0 | 180,0 | 58,0 | 72,0 | 5,90 |
Bolivia | 6893,0 | 680,0 | 17,0 | 24,0 | 4,80 |
Bosnia | 3944,0 | 1,60 | |||
Botswana | 1359,0 | 2790,0 | 30,0 | 40,0 | 4,80 |
Brasil | 153821,0 | 2770,0 | 17,0 | 17,0 | 2,90 |
Brunei Darussal | 269,0 | 12,0 | 17,0 | 3,10 | |
Bulgaria | .920 | 1330,0 | 1,50 | ||
Burkina Faso | 9502,0 | 290,0 | 81,0 | 91,0 | 6,50 |
Burundi | 5847,0 | 210,0 | 65,0 | 77,0 | 6,80 |
Cabo Verde | 360,0 | 850,0 | 28,0 | 36,0 | 4,30 |
Camboya | 9399,0 | 5,30 | |||
Camerún | 12184,0 | 820,0 | 37,0 | 48,0 | 5,70 |
Canadá : | 28487,0 | 20320,0 | 1,90 | ||
Chad | 5846,0 | 220,0 | 52,0 | 65,0 | 5,90 |
Chile | 13600,0 | 2730,0 | 5,0 | 5,0 | 2,50 |
China | 1184000,0 | 380,0 | 18,0 | 27,0 | 1,90 |
Chipre | 718,0 | 9,820 | 2,50 | ||
Colombia | 33424,0 | 1290,0 | 9,0 | 9,0 | 2,70 |
Comores | 585,0 | 510,0 | 43,0 | 50,0 | 7,10 |
Congo | 2,371 | 1030,0 | 25,0 | 33,0 | 6,30 |
Costa Rica | 3192,0 | 2000,0 | 4,0 | 5,0 | 3,10 |
Côte d’Ivoire | 546,0 | 670,0 | 60,0 | 70,0 | 7,40 |
Croacia | 4516,0 | 1,60 | |||
Cuba | 10786,0 | 4,0 | 5,0 | 1,80 | |
Dinamarca | 5156,0 | 25930,0 | 1,70 | ||
Djibouti | 546,0 | 54,0 | 67,0 | 5,80 | |
Ecuador | 10741,0 | 1070,0 | 10,0 | 12,0 | 3,50 |
EE.UU : | 255191,0 | 23120,0 | 2,10 | ||
Egipto | 58988,0 | 630,0 | 54,0 | 67,0 | 3,90 |
El Salvador | 5396,0 | 1170,0 | 28,0 | 30,0 | 4,0 |
Emiratos Á.Unidos | 1770,0 | 22220,0 | 5,0 | 6,0 | 4,20 |
Eritrea | 3255,0 | 64,0 | 75,0 | 5,80 | |
Eslovaquia | 5295,0 | 1920,0 | 1,90 | ||
Esolovenia | 1931,0 | 6330,0 | 1,50 | ||
España | 39452,0 | 14020,0 | 3,0 | 4,0 | 1,20 |
Estonia | 1563,0 | 2750,0 | ,20 | ,20 | 1,60 |
Etiopía | 50329,0 | 110,0 | 64,0 | 75,0 | 7,0 |
Fed. Rusia | 148064,0 | 2680,0 | ,50 | ,60 | 1,50 |
Fiji | 746,0 | 2010,0 | 8,0 | 11,0 | 3,0 |
Filipinas | 63427,0 | 770,0 | 5,0 | 6,0 | 3,90 |
Finlandia | 5033,0 | 22980,0 | 1,90 | ||
Francia | 57260,0 | 22300,0 | 1,70 | ||
Gabón | 1213,0 | 4450,0 | 37,0 | 47,0 | 5,30 |
Gambia | 1002,0 | 390,0 | 61,0 | 75,0 | 5,60 |
Georgia | 5442,0 | 850,0 | ,40 | ,60 | 2,10 |
Ghana | 15959,0 | 450,0 | 35,0 | 46,0 | 6,0 |
Grecia | 10335,0 | 7180,0 | 3,0 | 5,0 | 1,40 |
Guatemala | 9745,0 | 980,0 | 44,0 | 51,0 | 5,40 |
Guinea | 6116,0 | 510,0 | 64,0 | 78,0 | 7,0 |
Guinea Bissau | 1006,0 | 210,0 | 45,0 | 57,0 | 5,80 |
Guinea Ecuatorial | 369,0 | 330,0 | 21,0 | 32,0 | 5,90 |
Guyana | 808,0 | 330,0 | 2,0 | 2,0 | 2,50 |
Haití | 6755,0 | 55,0 | 58,0 | 4,80 | |
Honduras | 5180,0 | 580,0 | 27,0 | 27,0 | 4,90 |
Hong Kong | 5777,0 | 15380,0 | 8,0 | 12,0 | 1,20 |
Hungría | 10262,0 | 3010,0 | 1,0 | 1,0 | 1,70 |
India | 884425,0 | 310,0 | 48,0 | 62,0 | 3,70 |
Indonesia | 188740,0 | 670,0 | 16,0 | 22,0 | 2,90 |
Irak | 19011,0 | 42,0 | 55,0 | 5,70 | |
Irán | 62507,0 | 2190,0 | 31,0 | 41,0 | 5,0 |
Irlanda | 3511,0 | 12100,0 | 2,10 | ||
Islandia | 260,0 | 23670,0 | 2.2 | ||
Islas Salomón | 343,0 | 710,0 | 5,40 | ||
Israel | 5036,0 | 13230,0 | 2,90 | ||
Italia | 57096,0 | 20510,0 | 2,0 | 2,0 | 1,30 |
Jamaica | 2394,0 | 1340,0 | 15,0 | 11,0 | 2,40 |
Japón |
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