Página 2 EXORDIO Pensar, es meditar con cuidado y atención acerca de una cosa que se estudia o examina especialmente con un sentido bien estructurado, para llevar la mente bastante más allá de lo obvio. Tendremos que incorporar a nuestro pensamiento las ideas que ya han madurado otros investigadores a fin de poder generar una integración de conceptos válidos, que haremos coexistir ordenadamente, sentando las bases para obtener una aproximación científica a un tema tan relevante. Esta actividad, que es estrictamente humana, la entendemos como muy necesaria para poder desarrollar un análisis crítico y riguroso de un tema como el que aquí tratamos. Es un concepto que planteó hace más de 2500 años Platón y que generó en su desarrollo histórico el planteo de la epistemología, como doctrina de los fundamentos y métodos del conocimiento científico. De hecho, comúnmente se cree que naturalmente se razona, y de manera eficaz, por el mero hecho de tener inteligencia y habilidad para contestar con rapidez sobre algo que se nos pregunta, se nos dice o vemos. Para tener éxito, nuestro esfuerzo de pensar deberá encontrar un método de análisis que nos posibilite escapar al pensamiento vulgar y sin estructura como forma de llegar a concretar un dictamen bien logrado, veraz y certero, que sirva como buen pie de apoyo a esta tarea tan importante de “PENSARNOS”. Para concretar esta opinión al mayor nivel deberemos hurgar profundamente en el ámbito de los elementos racionales e interpretativos de la investigación y asegurarnos de comprobar científicamente, tramo a tramo, los hechos prácticos de la experiencia real. Como supremo esfuerzo, que sea intelectual y éticamente válido, intentaremos concretar nuestro “PENSARNOS” en la búsqueda de las mejores visiones que logremos tener sobre las perspectivas actuales del animal urbano, tal como hoy se lo conoce. Habituarse al pensamiento lógico no es tarea que se realiza de la noche a la mañana y por supuesto que para llegar a “pensarnos como los animales urbanos que somos” se requiere de una buena práctica. Como no tengo dudas de que para progresar socialmente esto es necesario hacerlo, juzgo que bien vale la pena intentarlo. La manada espera conocer vuestro aporte proactivo. La propuesta para que comencemos a pensar juntos sobre el tema “El animal urbano y su problemática actual en nuestro hábitat ribereño local“ queda así formalizada ante ustedes. Nuestro contacto directo es posible mediante el correo electrónico [email protected]
Página 4 ENUNCIACIONES IMPORTANTES DE RECORDAR DEFINICIONES ÚTILES PARA SER ANALIZADAS ANIMAL Ser orgánico que vive, siente y se mueve por propio impulso en un hábitat determinado. ANIMAL URBANO El que se ha ubicado en un sitio geográfico determinado, constituyendo un área urbanizada y creando allí un modelo de ambiente artificial, al que denominamos hábitat urbano, donde desarrolla el modo de vida urbano implantando un determinado orden ecológico. ATAVISMO Tendencia en los seres vivos, a la reaparición de caracteres propios de sus ascendientes. Semejanza con los abuelos o antepasados, herencia de caracteres. ANIMAL MANSO BESTIA El que por su disposición particular vive en la compañía del hombre compartiendo su hábitat, su modo de vida y su determinado orden ecológico. ANIMAL RURAL El que se ha ubicado de forma permanente en un sitio geográfico determinado del campo y se ejercita fundamentalmente en las tareas agrícolas creando allí un modelo de ambiente artificial al que denominamos hábitat rural donde desarrolla el modo de vida rural estableciendo un determinado orden ecológico. ANIMAL SALVAJE El que vaga libremente por la tierra, el aire o el agua, o se ha ubicado en forma permanente en un sitio geográfico en plena relación con la naturaleza, en modo de hábitat natural donde desarrolla el modo de vida natural estableciendo un determinado orden ecológico. Cualquier animal cuadrúpedo, y generalmente los de carga. Persona ignorante y tosca. CIVILIZACIÓN Conjunto de ideas, ciencia, artes y costumbres por los que se caracteriza el estado social de un grupo humano. ÉTICA Parte de la filosofía que trata de la moral. HÁBITAT Conjunto de condiciones físicas y geográficas en que viven las especies animales y vegetales y que condicionan su desarrollo personal y el de su modo de vida.
Página 5 HOMBRE Individuo de la especie humana, en general (ambos sexos). Animal dotado de instinto, sentimientos y razón. INSTINTO Impulso natural de los animales, que precede a la razón, y que les mueve a procurar de forma permanente su conservación (o reproducción). MANADA Conjunto de ciertos animales de la misma especie, que andan reunidos. RAZÓN Facultad de Pensar y reflexionar e incluso inventar cosas. SENTIMIENTO Impresión que causa en el ánimo las cosas espirituales. VIVIENDA La definimos como un Tipo particular de hábitat humano. El troglodita tenía vivienda: la caverna. Tanto como la tenía el indígena nómada: el toldo. Para otros animales la choza y el rancho son también viviendas. Todas ellas corresponden a estados culturales primitivos o bárbaros de la evolución del animal urbano. Son la solución precaria y perentoria al problema planteado por los fenómenos del clima y, eventualmente, por la presencia de animales feroces y aún de los demás hombres. Todas esas viviendas apenas superan la condición de guarida.
Página 6 COMO ENTENDEMOS A LA NATURALEZA La entendemos como el conjunto de todo lo que compone el Universo, como principio universal de todas las operaciones naturales, e independientes de todo artificio humano. Si seguimos nuestra observación del planeta tierra más de cerca, notaremos claramente que aparecen variados elementos que se encuentran en su superficie y aprovechan una delgada capa que la rodea, la biosfera, que permite la existencia activa de un sistema multifacético de hábitat, poblado por elementos vegetales, animales y humanos. Cuando logramos un mayor acercamiento, lo que aparece en nuestra observación es una Naturaleza Artificial que a lo largo de los tiempos la ha ido construyendo el hombre con sus artificios, paso a paso, componiendo un sistema multifacético complejo que denominamos Hábitat Urbano. Poblado con elementos humanos, animales y vegetales se encuentran coordinados entre ellos con un mayor o menor acierto, según como apreciemos que lo fue plasmado, sobrepuesto al Hábitat Natural. ARTIFICIO nos suena como una palabra clave. DEFINICIÓN DE ARTIFICIO: Arte, primor, ingenio o habilidad con que está hecho algo por un ser humano-Diccionario de la Real Academia Española. 1. HABILIDAD: Es la palabra común a las cuatro nociones básicas del artificio humano, aplicadas en la construcción de ese “algo”. 2. ARTE: Todo cuanto se hace por Habilidad del hombre. 3. PRIMOR: Destreza, Habilidad, excelencia en hacer o decir algo. 4. INGENIO: Habilidad para conseguir lo que se desea, facultad de discurrir o inventar con facilidad. 5. DESTREZA: Habilidad, primor, arte con que se hace una cosa. Deducimos que todo artificio es una obra de arte pues se construye con habilidad, que es la capacidad, disposición, aptitud especial para una cosa que es ejecutada con gracia y destreza humana. Del grado de Habilidad que poseamos, depende que la construcción de nuestro artificio sea muy buena, buena, regular o mala. Si desarrollamos nuestra cultura animal en el Hábitat Urbano, estas son las cuatro dilucidaciones básicas que debemos ser capaces de plasmar sobre el artificio construido. Como la coordinación en la Naturaleza Artificial es a su vez tarea del artificio humano, la habremos plasmado de manera muy buena, buena, regular o mala. El tema específico del valor del artificio y de la obra de arte generada es un contenido complejo de la metrología social, ya que debemos relacionarlo con los parámetros personales del artista diseñador y con los paradigmas históricos, los sociales y los culturales, de lugar y tiempo, que existen como marcos supra voluntarios en el diseño de la creación, los que tienen su evidente manifestación en el artificio humano ya plasmado.
Página 7 CONSTRUCCIÓN DE LA NATURALEZA ARTIFICIAL La tendencia de la población rural de ir a establecerse en conglomerados urbanos, define al Urbanismo como una naturaleza artificial construida para poder desempeñarse allí las variadas actividades humanas. Según Le CORBUSIER nos enseñara en el siglo pasado, la Urbanística, en cuanto disciplina desarrollada por la Arquitectura, nos lleva en principio a discriminar en cuatro títulos básicos: Habitar, Trabajar, Circular y Cultivar (el cuerpo y la mente) las actividades humanas desplegadas en el hábitat urbano. Así es que para realizar estas actividades humanas variadas vamos creando una Naturaleza artificial tal, que su construcción dependerá de los artificios que implantamos con habilidad los propios seres humanos. ARTIFICIAL Hecho por mano o arte del hombre. Producido por el ingenio humano. No natural. Es en este sentido que contraponen los filósofos la Naturaleza Terrena al Arte humano. Sumariamente, asumimos que la Urbanística es la ciencia que mediante artificios creados por el hombre plasma intervenciones en la Naturaleza Terrestre para realizar actividades humanas de cierta magnitud y proporción que le aseguren el confort, que permiten ser definidas como “un sistema razonado de construcción de una Naturaleza artificial”. La Arquitectura se encarga de desarrollar “Un sistema racional de construcción de la naturaleza artificial”, y en su esencia, es “El arte de definir áreas urbanizadas para proyectar y construir edificios que sean confortables al fin de desarrollar las actividades humanas en la forma más conveniente”. Dispone de la máxima habilidad e ingenio para organizar un Hábitat Sustentable bien relacionado con la NATURALEZA TERRESTRE, donde se asiente el ser humano con la mejor calidad de vida posible. La aceleración histórica del desplazamiento humano del campo apoyó y sigue apuntalando en el sistema el desarrollo de la “Edificación irracional”. Según los parámetros que vimos anteriormente esto debe ser evaluado y categorizado como “un artificio humano Malo”. Sobre todo hoy cuando ya sabemos que más del 50% de la población mundial se encuentra confinada en asentamientos urbanos no bien desarrollados con escasa calidad de vida. El sistema no racional de construir la Naturaleza Artificial con escaso confort está no muy bien relacionado con la naturaleza y nos acerca a las deforestaciones, a los impactos ambientales negativos, a los asentamientos, favelas, cantegriles, rancheríos, o como se decida llamarlos. En el siglo XXI los científicos presumen que es el sujeto estratégico que se encuentra propiciando un cambio climático peligroso para la permanencia humana en el planeta Tierra. Más allá de que las hipótesis sean probadas a satisfacción, hoy es tan necesario como ineludible que recapacitemos sobre la frecuencia y la calidad de los fenómenos climáticos que actualmente se producen en nuestro país.
Página 8 ? ? ? ? ? ? ? ? RESUMIENDO LO QUE HEMOS VISTO Los edificios son una “intervención urbana” en nuestra NATURALEZA terrestre con la finalidad de satisfacer alguna realizamos los Arquitectos con la finalidad de satisfacer una actividad humana de importancia relevante. actividad humana. Debido al cambio climático, tal cual hoy observamos que se Son proyectados y diseñados por Arquitectos, quienes ayudan de esta manera a la construcción de esa Naturaleza artificial, de manera que asegure la mejor calidad a la vida humana. El Urbanismo, es la tendencia de la población rural a ir a materializa, es esta naturaleza artificial creada por los seres humanos en su conjunto la que se encuentra en crisis ya que no puede asegurar la mejor calidad de vida al hombre y a su familia ni en la vivienda, ni en el trabajo, ni en la circulación ni en el esparcimiento. establecerse en las ciudades. Por tanto, si es que queremos desarrollarnos de la mejor manera en Las ciudades son una “NATURALEZA ARTIFICIAL CONSTRUIDA” que depende de los artificios que crean los seres humanos. La naturaleza artificial que creamos es la que nos permite adaptarnos, con cierto grado de confort imprescindible, a la NATURALEZA PRIMIGENIA. Esta visión nos ha llevado al punto de poder concebir cuáles valores poseen los edificios, esa intervención urbana en la Naturaleza que nuestro Hábitat Urbano, deberemos seguir acomodándonos a la Naturaleza primigenia, asegurándonos de coordinar de la mejor manera los artificios que construimos en ella para resolver las necesidades del confort humano para poder dotarlo de la mejor calidad de vida.
Página 9 EL HÁBITAT URBANO En tanto identifiquemos lo urbano con la entidad física de la ciudad, viéndolo sólo como rígidamente delimitado en el espacio, y procedamos como si los atributos urbanos cesaran abruptamente de manifestarse más allá de una línea limítrofe trazada, no estaremos en condiciones de elaborar ninguna adecuada concepción del urbanismo como método de vida. El desarrollo tecnológico, el de los transportes y de la comunicación, que marcó virtualmente una nueva época en la historia humana, ha acentuado el papel de las ciudades como elementos dominantes de nuestra civilización y extendido enormemente el modo urbano de vida más allá de los confines de la ciudad misma. El dominio de la ciudad puede ser visto como una consecuencia de la concentración operada en ella de varios elementos como: ? Servicios y actividades industriales, comerciales, financieras y administrativas. ? Equipos culturales y recreativos tal como la prensa, estaciones de radio, teatros. ? Bibliotecas, museos, salas de concierto, hospitales, instituciones de educación superior. ? Centros de investigaciones, publicidad, organizaciones profesionales e instituciones religiosas y de beneficencia. Si no fuera por la atracción y sugestiones que la ciudad ejerce sobre la población rural a través de estos instrumentos, las diferencias entre los modos de vida rural y urbana serían mayores aún de lo que son. De hecho el que migra de una zona más rural a otra más urbana, difícilmente quiera regresar hacia su lugar de tradición. El modo de vida urbano es pues mucho más rural de lo que creemos y el modo de vida rural es a su vez mucho más urbano de lo que entendemos. Queda así definido con claridad que el animal urbano no es una raza pura ya que mantiene muy firmemente sus raíces ideológicas y atávicas culturales rurales.
Página 10 capital. LA CIUDAD El elemento que distingue el modo de vida del animal humano en la edad moderna es la concepción urbana de las ciudades y su concentración en agregados gigantescos que irradian las ideas y prácticas (que llamamos civilización) alrededor de los cuales se aglomeran centros menores. En ninguna otra parte ha estado el hombre más alejado de su Naturaleza orgánica que bajo las condiciones artificiales del hábitat Urbano por él creadas, que son propias de las ciudades actuales y de la sociedad urbana industrial y pos industrial que la sobrevive. El crecimiento de las ciudades y la urbanización del mundo es uno de los hechos más impresionantes de los tiempos modernos. La transformación de una sociedad rural en otra predominantemente urbana fue virtualmente acompañada por cambios que han afectado profundamente todos los aspectos de la vida social. Dado que la ciudad es fruto del crecimiento, antes que de una creación instantánea y planificada, puede suponerse que las distintas influencias que ejerce sobre los modos de vida no logran extirpar por completo los modos previamente dominantes de la asociación primitiva. Por lo tanto y en un grado mayor o menor, nuestra vida social muestra huellas de una temprana sociedad tradicional rural, de la que son modelos característicos de instalación la granja, la hacienda y la villa. La sociedad tradicional rural es un tipo ideal de sociedad, opuesto al tipo ideal urbano industrial, en el que se dan como características fundamentales, entre otras, el tamaño reducido, el aislamiento con respecto a otras sociedades, el pre alfabetismo y la homogeneidad, en cuanto que sus integrantes comparten la misma tradición y valores. En ella la división del trabajo es mínima, la ínter relación es típicamente personal, la economía es de estatus y no de mercado, donde lo sagrado prevalece sobre lo secular. Tal influencia histórica de esta sociedad tradicional rural está reforzada por la circunstancia de que la población de la ciudad misma es en gran medida reclutada del campo, donde persiste un modo de vida que recuerda aquella forma primera. De aquí que no nos sea dado esperar el hallazgo de variaciones abruptas y discontinuas entre los tipos urbano y rural en la personalidad del animal urbano actual. La ciudad y el campo, si bien pueden ser vistos como dos polos, en la realidad observamos que todos los establecimientos humanos tienden a acomodarse con relación a uno u otro de ellos. A su vez, cada polo de desarrollo urbano tiene una definición propia, vinculada fundamentalmente con las actividades productivas que en él se realizan. Una ciudad industrial difiere significativamente, en los aspectos sociales, de una ciudad comercial, minera, pesquera, universitaria, turística o Empero no hay que confundir Urbanismo con Industrialismo y Capitalismo moderno.
Página 11 ? ? ? ? El surgimiento de las ciudades en el mundo moderno no es independiente de la emergencia de la moderna tecnología, de la producción en serie y de la empresa capitalista. Pero por diferentes que hayan llegado a ser en virtud de su desarrollo las grandes ciudades actuales respecto de las ciudades de épocas tempranas y de un orden pre industrial y pre capitalista, aquellas primigenias fueron, con todo, ciudades. Dado que la población de una ciudad no se reproduce sólo por sí misma, ya que recluta inmigrantes de otras ciudades, del campo y de otros países, el hábitat urbano incorpora animales humanos de otras razas, gentes y culturas que son la base más favorable para nuevos híbridos biológicos y culturales. El Pensarnos, conlleva implícito que nos preocupemos de la observación del animal urbano, como método básico de investigación, la que tendremos que realizar sobre algunas pistas fundamentales que deberemos desarrollar: Vida de grupo Cantidad de población Densidad de la localidad Heterogeneidad de los habitantes Con estas pistas, encontraremos los eslabones de las cadenas de la tradición grupal, fenómeno al que no podemos escapar ya que es un elemento supra voluntario. EL MUNDO MODERNO LÍQUIDO La vida líquida y la modernidad líquida están estrechamente ligadas. La primera es la clase de vida que tendemos a vivir en una sociedad moderna líquida. La sociedad moderna líquida es aquella en que las condiciones de actuación de sus miembros cambian antes de que las formas de actuar se consoliden en unos hábitos y en unas rutinas determinadas. La liquidez de la vida y de la sociedad se alimenta y se refuerzan mutuamente. La vida líquida, como la sociedad moderna líquida, no puede mantener su forma ni su rumbo durante mucho tiempo. En una sociedad moderna líquida, los logros individuales no pueden solidificarse en bienes duraderos porque los activos se convierten en pasivos y las capacidades en discapacidades en un abrir y cerrar de ojos. Las condiciones de la acción y las estrategias diseñadas para responder a ellas envejecen con rapidez y son ya obsoletas antes de que los agentes tengan siquiera opción de conocerlas adecuadamente. De ahí que haya dejado de ser aconsejable aprender de la experiencia para confiarse a estrategias y movimientos tácticos que fueron empleados con éxito en el pasado.
Página 12 hacerlo. esa Las pruebas anteriores resultan inútiles para dar cuenta de los vertiginosos e imprevistos (en su mayor parte, y puede incluso que impredecibles) cambios de circunstancias. La extrapolación de hechos del pasado con el objeto de predecir tendencias futuras no deja de ser una práctica cada vez más arriesgada y, con demasiada frecuencia, engañosa. Cada vez resulta más difícil realizar cálculos fidedignos y los pronósticos infalibles son ya inimaginables. Si por una parte, nos son desconocidos la mayoría (si no la totalidad) de las variables de las ecuaciones, por otra, ninguna estimación de su evolución futura puede ser considerada plena y verdaderamente fiable. La sociedad de consumo justifica su existencia con la promesa de satisfacer los deseos humanos como ninguna otra sociedad pasada logró Sin embargo esa promesa de satisfacción sólo puede resultar seductora en la medida en que el deseo permanece insatisfecho. Para que la búsqueda de realización personal no se detenga y para que las nuevas promesas sigan resultando seductoras y contagiosas, hay que romper las que se hayan hecho anteriormente y hay que frustrar las esperanzas de realización. El consumismo es, por ese motivo una economía de engaño, exceso y desperdicio. Pero el engaño, el exceso y el desperdicio no son síntomas de su mal funcionamiento, sino garantía de su salud y el único régimen bajo el que se puede asegurar la supervivencia de una sociedad consumidora. Todos los seres humanos son y siempre han sido consumidores y el interés humano por consumir no es nuevo. Hablar de una sociedad de consumidores es más, mucho más, que verbalizar una observación tan trivial como que sus miembros hallan placer en el hecho de consumir y que, en un intento de ampliar sus placeres, dedican gran parte de su tiempo y de sus esfuerzos a esa tarea consumidora. Significa decir, además, que la percepción y el tratamiento de la La sociedad de insatisfacción. consumo consigue hacer permanente práctica totalidad de las partes del escenario social y de las acciones que éstas evocan y enmarcan tienden a estar guiadas por un síndrome consumista. Lo que empieza como una necesidad debe convertirse en una compulsión o en una adición. Y en eso se acaba transformando, gracias al impulso de buscar en los comercios soluciones a los problemas y alivio para el dolor y la ansiedad en un aspecto de la conducta cuya materialización en hábito no sólo está permitida, sino que es activa y permanentemente demandada. También este síndrome implica más, mucho más, que una mera fascinación por los placeres de ingerir y digerir, por las sensaciones placenteras sin más y por el divertirse o el pasarlo bien. Se trata de un auténtico síndrome, un cúmulo de actitudes y estrategias, disposiciones cognitivas, juicios y prejuicios de valor, supuestos explícitos y tácitos sobre el funcionamiento del mundo y sobre cómo
Página 13 miedo). desenvolverse en él, imágenes de la felicidad y maneras de alcanzarla, preferencias de valor y relevancias temáticas, todas ellas variopintas, pero estrechamente interrelacionadas. El síndrome consumista consiste, por encima de todo, en una negación enfática tanto del carácter virtuoso de la dilación como de la corrección y conveniencia del aplazamiento de la satisfacción, dos pilares axiológicos de la sociedad de productores regida por el síndrome productivista. El síndrome consumista exalta la rapidez, el exceso y el desperdicio. El mercado ejerce actualmente de mediador en las tediosas actividades que intervienen en la formación y la finalización de las relaciones interpersonales, como son el unirse y el desunirse con otra persona, el vincularse y el desvincularse de ella, el salir con alguien y el borrar luego su nombre de la agenda del móvil, etc. Influye en las relaciones humanas, tanto como en el trabajo como en la casa, tanto en público como en los espacios privados más íntimos. Los desperdicios son los productos finales de toda acción del consumidor. La actual percepción del orden de las cosas es justamente la inversa de la que se tenía en la ya pasada sociedad de productores. Entonces, era lo útil — extraído de la materia prima adecuadamente procesada — lo que se suponía que tenía que ser sólido y duradero, mientras que los residuos y los deshechos sobrantes estaban destinados a la eliminación inmediata y al olvido. Hoy, le ha llegado el turno a lo útil de ser fugaz, volátil y efímero, en el sentido de dejar despejado el terreno para la siguiente generación de productos útiles. Sólo los residuos tienden (por desgracia) a ser sólidos y perdurables. Solidez es hoy sinónimo de desperdicio. La exhibición de amenazas para la seguridad personal ha pasado a ser un importante (quizás el más importante) recurso de las guerras de los medios de comunicación de masas por los índices de audiencia (lo que ha redundado aún más en el éxito de los usos comercial y político del capital del Como dice RAY SURETTE, el mundo que se ve por televisión se parece a uno en el que los ciudadanos / ovejas son protegidos de los delincuentes / lobos por policías / perros pastores. Todo ello no puede menos que afectar (e, incluso revolucionar) las condiciones de la vida urbana, nuestra percepción de la vida en la ciudad y la esperanzas y aprensiones que tendemos a asociar al entorno urbano. Y cuando hablamos de las condiciones de la vida urbana, hablamos, en realidad, de las condiciones de la humanidad. Según las proyecciones actuales en dos décadas 2 de cada 3 seres humanos vivirán en ciudades. Hace muchos años, tras estudiar lo que quedaba del mundo rural pre moderno, ROBERT REDFIELD llegó a la conclusión de que la cultura campesina resultaba incompleta y no era autosuficiente.
Página 14 Por lo que no podía ser descrita (y aún menos comprendida) de forma adecuada si no era dentro del marco de su entorno próximo, en el que se incluía el municipio o la localidad con la que los vecinos de la zona mantienen una relación de servicio y dependencia mutuos de la que no se puede escapar. Hoy, cien años después, podríamos decir que el único marco en el que debe contemplarse todo lo rural para poder describirlo y explicarlo de forma adecuada es el planetario. No basta con incluir en el cuadro una ciudad cercana, por grande que ésta sea. Tanto el pueblo como la ciudad son escenarios de operaciones de fuerzas que están mucho más allá del alcance del uno y de la otra, y de los procesos que estas fuerzas ponen en marcha y que nadie —ni los habitantes de las zonas rurales y urbanas afectadas ni tampoco los propios iniciadores— puede comprender y aún menos controlar. Convendría, pues, reformular el viejo refrán que dice que los hombres disparan, pero Dios lleva las balas: puede que los habitantes de las zonas rurales y los urbanistas estén lanzando los proyectiles, pero son los mercados globales los que deciden adónde van. Hoy en día, debido a una curiosa inversión de su papel histórico, y en un claro desafío a sus intenciones y expectativas originales, nuestras ciudades están dejando rápidamente de ser un refugio frente a los peligros y se están convirtiendo en la principal fuente de éstos. La vida de las ciudades regresa a un estado de naturaleza caracterizado por el dominio del terror, acompañado por un miedo omnipresente. La guerra contra la inseguridad, los peligros y los riesgos, se libra ahora en el interior de la ciudad y es dentro de ella donde se definen campos de batalla y se trazan las líneas del frente. Las trincheras y los búnkeres, fuertemente blindados y cuya finalidad original era la de separarse de los extraños, manteniéndolos alejados y vedando su entrada, están pasando rápidamente a ser uno de los aspectos más visibles de las ciudades contemporáneas. Si bien las formas que adoptan son muy numerosas y sus diseñadores se esfuerzan por mezclar sus creaciones con el paisaje urbano, lo cual contribuye aún más a normalizar el estado de emergencia en el que viven los habitantes urbanos, adictos a la seguridad.
Página 15 LA TRADICIÓN Donde quiera que se encuentre, cada hombre es, como eslabón, parte de cadenas que lo vinculan e involucran con sus predecesores. La suma total de esas cadenas constituye una trama en la que cada animal ocupa su lugar específico y es a la que llamaremos tradición. Ningún ser humano es una isla que se mantenga alejado de ella. Sin tradición le sería imposible al hombre pensarse con claridad. Ella es la plataforma desde la cual lanza al aire su investigación. Luego, el punto donde se pose se convertirá en parte de la trama y le servirá de punto de partida para propiciar nuevos saltos. Tanto si nos damos cuenta, como si no, debemos reconocer que la tradición es el marco dentro del cual formamos inevitablemente nuestras opiniones y aquilatamos la realidad. Esas valoraciones serán siempre incompletas y estarán sujetas a revisión, ya que para el enfoque definitivo deberíamos seguir las cadenas en toda su longitud. La actividad del animal urbano se desarrolla por tanto dentro de un marco de referencia histórico, político, social, económico y cultural, que le pertenece como propio por tradición local y regional, que como hecho es inevitable y supra voluntario. EL ANIMAL URBANO Lo definimos como Animal con un determinado modo de vida urbana y con capacidades naturales para poder desarrollar el pensamiento. Esto lo habilita a realizar transformaciones de los elementos naturales y a emprender con ellos construcciones artificiales, a partir del desarrollo de su creatividad manifestada primigeniamente en la elaboración de códigos propios de diferenciación y comunicación. La diferencia de jerarquía intelectual entre el animal urbano y la bestia empieza en un plano más alto que el mero ejercicio del pensamiento. El hombre es capaz de pensar y muchos otros animales también. Pero sucede que el hombre además de pensar, en su modo más excelso, es capaz de Pensarse: el animal piensa, mas el hombre reflexiona y especula. Los animales son inteligentes, por eso tienen astucia, una manera de ocurrencia, una categoría de lo imprevisible y creador. El animal, por más artero y vivaz que sea, está sumido sin embargo en la realidad que lo circunda. El hombre en cambio puede saltar fuera de sí: se imagina en el mundo, se ve y se razona desde lejos, se posee al objetivarse, al Pensarse como un objeto más entre los objetos. El animal tiene un solo punto de vista que no puede abandonar: el centro de sí mismo.
Página 16 En ese encierro, sumergido en los velos de la subjetividad, no vive sus impulsos como suyos, sino como movimientos o repulsiones que parten de las cosas; cree que su respuesta al mundo es el mundo. Por eso el animal obedece siempre a sus apetitos, mientras que el hombre, espectador distante y distinto de sí mismo, es el único ser que posee el don admirable de sentir lo que quiere, considerarlo y decirse: NO. También todo grupo humano que desee el avance social de su cultura, así como el desarrollo de cada uno de sus integrantes, debe empezar por asumir la reflexión como inicio en su tarea de investigación previa. Son cazadas en su país de origen y transportadas a las grandes capitales para espantar, con el solo hecho de existir, a las cándidas gentes de la ciudad. Claro que tanto los zoológicos como los ejercicios pintoresquistas tienen muy poco que ver con la investigación y el arte, menos aún con las esencias de la cultura. Así, materia de arte o de pensamiento, es lo que está pasando en las zonas más profundas de nuestro ser lo que debemos investigar y no la cáscara aparencial de la sociedad, la vida y costumbres de este rincón, bastante convencional en esto. Una comunidad que no sea capaz de verse y Pensarse será, en cuanto comunidad, un rebaño o manada dócilmente sometida a sus impulsos, sin posibilidad de conocerse, entregada mecánicamente a la voracidad y por tanto, esclava de sus necesidades más inmediatas, sin conducta humana, ni goces de cultura. No se trata pues de creer que la tarea de un investigador consiste en mostrar o reproducir lo pintoresco de este lugar. No se trata de envasar esto que es raro, primitivo, menor y bastante elemental, y entretener con su colorido, a falta de buen peso, de alta maestría, de real trascendencia. No se trata de enjaular un pedazo de la extraña barbarie que nos rodea para exhibirla ante la sorpresa de los civilizados. Es lo que pasa con las bestias.
Página 17 LA VIDA EN GRUPO Por interés común, el animal urbano se agrupa localizadamente en manadas urbanas de diverso tamaño y poder conformadas por una composición humana muy heterogénea y una trama social altamente diversificada. Los rasgos característicos del modo de vida del animal urbano consisten en la sustitución de contactos primarios por secundarios, el debilitamiento de los vínculos de parentesco y la decadencia de la significación social de la familia, la desaparición del vecindario y la socavación de las bases tradicionales de la solidaridad social. La ciudad no conduce al tipo tradicional de vida familiar, incluyendo a la crianza de los niños y el mantenimiento del hogar, como el centro de un círculo completo de actividades vitales. La transferencia de actividades industriales, educacionales y recreativas a instituciones especializadas exteriores al hogar, ha privado a la familia de algunas de sus más características funciones históricas. En las ciudades es más probable que las madres estén empleadas, los matrimonios tienden a ser pospuestos, es grande la proporción de gente solitaria y aislada y los huéspedes son frecuentemente parte de la casa. Los miembros individuales de la familia persiguen sus propios intereses divergentes en su vida vocacional, educacional, religiosa, recreativa y política. Al mismo tiempo que la ciudad ha destruido las rígidas líneas de casta de la sociedad pre industrial, ha agudizado y diferenciado los grupos según ingresos y estatus. La ciudad desalienta una vida económica en la que en tiempo de crisis el individuo tenga una base de subsistencia a la cual recurrir y desalienta el trabajo por cuenta propia. El animal urbano, reducido a un estado de impotencia virtual como individuo, está condenado, para obtener sus fines, a empeñarse en lograr una unión en grupos organizados con otros individuos de intereses similares. Esto da como resultado la enorme multiplicación de organizaciones voluntarias dirigidas a una variedad tan grande de objetivos como necesidades e intereses humanos existen. Mientras que por un lado los lazos tradicionales de la asociación humana se han debilitado, la existencia urbana involucra un estado de ínter dependencia mucho mayor entre los hombres y una forma más complicada, frágil y volátil de ínter relaciones mutuas, en muchas de cuyas fases el individuo como tal escasamente puede ejercer algún control. Frecuentemente hay una relación muy tenue entre la posición económica y los otros factores básicos que determinan la existencia del individuo en el mundo urbano y los grupos de participación voluntaria a los cuales está afiliado. En casi todas las relaciones de la vida en la ciudad sólo se puede proyectar la pauta general de formación y afiliación de grupos, y esta pauta pondrá de manifiesto muchas incongruencias y contradicciones.
Página 18 Es a través de las actividades de los grupos voluntarios, sean sus objetivos económicos, políticos, educacionales, recreativos o culturales, como el hombre urbano se expresa y desarrolla su personalidad, adquiere un estatus y es capaz de llevar a cabo el conjunto de actividades que constituyen su vida. Desde que en la ciudad es imposible, para la mayoría de los propósitos del grupo, apelar individualmente a la gran cantidad de individuos opuestos y diferenciados, y desde que es sólo a través de las organizaciones a las que los hombres pertenecen, que sus intereses y recursos pueden ser abarcados para una causa colectiva, puede inferirse que en la ciudad el control social se efectúa típicamente a través de grupos formalmente organizados. Las masas de hombres en la ciudad están sujetas a la manipulación por medio de símbolos y estereotipos y son conducidos por individuos que trabajan a distancia u operan invisiblemente detrás de la escena, a través del control de los instrumentos de comunicación. Bajo estas circunstancias, el auto gobierno, ya sea en el reino de la economía, lo político o lo cultural, está reducido a una mera figura literaria, o, en el mejor de los casos, está sujeto al equilibrio inestable de los grupos de presión. En vista de la ineficacia de los actuales lazos de parentescos, creamos ficticios grupos de parentescos y frente a la desaparición de la unidad territorial como base de la solidaridad social, creamos unidades de intereses. Mientras tanto, la ciudad como comunidad, se resuelve en una serie de tenues relaciones segmentadas sobrepuestas en una base territorial con un centro definido. Y descansa sobre una división del trabajo que trasciende la localidad inmediata y es de alcance universal, pero sin una periferia definida. Deberíamos ser conscientes de que la dirección de los cambios que están en marcha con el urbanismo, transformará no sólo la ciudad sino el mundo todo.
Página 19 propio. LAS TENSIONES DEL ANIMAL JOVEN Para el animal urbano una primera tensión (o paradoja) es que el animal joven goza de más acceso a educación y menos acceso a empleo. Los animales jóvenes de hoy tienen más años de escolaridad formal que las generaciones precedentes, pero al mismo tiempo duplican o triplican el índice de desempleo con respecto a esas generaciones. En otras palabras, están más incorporados en los procesos consagrados de adquisición de conocimientos y formación de capital humano, pero más excluidos de los espacios en que dicho capital humano puede realizarse, a saber, el mundo laboral y la fuente de ingresos para el bienestar En parte, porque el progreso técnico exige más años de educación para acceder a empleos modernos, y por tanto enfrentamos una dinámica de devaluación educativa (la misma cantidad de años de escolaridad “valen menos” hoy que hace dos décadas); y en parte, porque la nueva organización laboral restringe puestos de trabajo y hace más inestable el empleo. Una segunda paradoja o tensión es que los animales jóvenes gozan de más acceso a información y menos acceso a poder. Por una parte, la juventud tiene proporcionalmente mayor participación en redes informáticas que otros grupos etarios y también más acceso a información merced a su alto nivel de escolarización y de consumo de los medios de comunicación. Pero por otra parte, participan menos de espacios decisorios de la sociedad, sobre todo en la esfera del Estado. Aquí también existe una a sincronía entre mayor inclusión juvenil en cuanto a acceso a información y redes, y mayor exclusión en lo referente a la ciudadanía política. Si bien los jóvenes manejan e intercambian más información que otros grupos etarios, no es menos cierto que se sienten poco representados por el sistema político, y estigmatizados como dis ruptores por los adultos y las figuras de autoridad. Una tercera tensión se produce porque el animal joven cuenta hoy con más expectativas de autonomía y menos opciones para materializarla. Para insertarse en los nuevos desafíos de la sociedad de la comunicación, los animales jóvenes cuentan con capacidades que los adultos no tienen tales como más años de escolaridad, mayor fluidez en la “convergencia digital”, y un uso más familiarizado con la comunicación interactiva a distancia. Al mismo tiempo, han interiorizado las expectativas de autonomía propias de la sociedad moderna y postmoderna. Y esta expectativa es mayor que en generaciones precedentes que crecieron bajo patrones más tradicionales. Sin embargo, chocan con factores concretos que les postergan la realización de esa misma autonomía: mayor dilación en la independencia económica, porque hoy existen mayores requerimientos formativos y más dificultades para obtener una primera fuente de ingresos; así como mayores obstáculos para acceder a una vivienda autónoma debido a problemas de mercado de suelos urbanos y acceso al crédito.
Página 20 En consecuencia, están más socializados en nuevos valores y destrezas, pero más excluidos de los canales para traducirlas en vidas autónomas y realización de proyectos propios. Esta tensión acrecienta la crisis de expectativas de los animales jóvenes. Una cuarta tensión o paradoja se funda en que los animales jóvenes se hallan mejor provistos de salud pero menos reconocidos en su morbi mortalidad específica. Es sabido que el ciclo de la juventud es aquel en que son muy bajas las probabilidades vegetativas o “endógenas” de enfermar gravemente o morir. Pero por otra parte, existe un perfil de morbi mortalidad juvenil que se origina en la mayor prevalencia de accidentes, agresiones físicas, uso nocivo de drogas, enfermedades de transmisión sexual, embarazos no deseados y precoces, y otros, que no encuentran un sistema integrado de atención en los servicios de salud. De manera que los jóvenes viven un contraste entre buena sa
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