Gemidos provenientes de las fibras más intimas de seres desconocidos hincharan las sombrías playas. Algazara terrible que me invadía el Alma de terror y asombro!
¿Qué seria aquello?-pensé en mi coraje para mirar hacia atrás.
Atafon! Atafon!-más de mil voces gritaban al mismo tiempo-sálvanos! Arráncanos de este lodo y de esta desgracia!
El Ángel se volvió hacia nosotros y lo seguimos con la mirada vitrificada. Fue entonces cuando vimos que la extraña floresta negra se agitaba angustiosamente extendiendo los brazos resequidos en nuestra dirección. En la realidad, aquellos gajos resecos semejantes a garras eran brazos. Percibimos en aquellos árboles las Almas de los que se paralizaran en la forma. Fue ahí que el Ángel del Abismo elevó la voz respondiendo:
Queridos hermanos y hermanas en prueba; vos que petrificaste la mente en el egoísmo y en el orgullo, recordéis vos el Divino Poder.¿Quien soy yo para salvaros? Solamente el Padre en su misericordia Divina podrá elevaros del lodo que vosotros alojaste hasta el solio de luz en que resplandece en las alturas! Volved vos para Él, implorarle el amparo que es la luz inmortal de su Reino de Gloria que ha de penetrar sus corazones! Perdóname si no los puedo ayudar ahora, mas en mi debilidad imploraré al Padre por vosotros, y él, que no nos abandona, por cierto nos ayudará.
Las palabras de Atafon probablemente atravesaron los Abismos hasta ganar la superficie de la Tierra proyectándose asta las esferas Superiores, porque segundos después una lluvia de centellas plateadas vino descendiendo Tierra adentro asta alcanzar aquellas pobres criaturas de Dios.
El ambiente de súbito se aclaró por la tempestad de luz y entonces pudimos ver millones de seres alados que se escondían en la sombra sobre los árboles. Lechuzas desagradables, de porte aventajado, nos contemplaban con sus ojos fosforescentes.
De un momento para otro la floresta se pobló de millones de Almas prisioneras en esa forma. Sin embargo en aquellos ojos de fuego, nosotros veíamos las características apagadas del hombre de la Tierra.
Me sentí más asombrado aún convencido de que ahora vagaba perdido en el infierno de la inconsciencia humana. Un ansia incontenible de explicaciones me dominaba el ser.
Dejaba más esclarecimientos sobre todo aquello que se abatiera sobre mí, como una pesadilla o un sueño de locura.
Atafon me percibió la ansiedad, y sin hacerse de rogar enseñó:
—-En estos lugares, mi hijo, la forma, como ya les dije, gana la expresión del pensamiento de cada uno. Se modela así mismo cada Espíritu que desciende o que sube. El periespíritu en el Universo gana sombra o luz dependiendo de la dirección que imprime la propia mente. Como organismo plástico acepta la expresión que le da la fuerza mental. Estas criaturas caídas en el lodo o volando en las alturas esclavizadas en la forma inferior son responsables por la dirección que le dieran a la propia vida. Amor y odio nacen en nosotros mismos conforme la orientación que demos a nuestras energías. La caída o degradación en la forma es un fenómeno común en todas las regiones del Universo. No hay involución del Espíritu empero existe la degradación de la forma periespiritual..
Como sabemos, el periespíritu es la más alta conquista del Espíritu humano con sede en la Tierra.
El vehículo que envuelve el Alma le expresa los sentimientos y los sentimientos adquiriendo vibraciones cada vez más elevadas al impulso de sus estímulos interiores. Esas criaturas que parecen abandonadas por Dios; todavía son hijos bienamados de su justicia. Si no hubiese leyes sabias que las amparase en las caídas, hace mucho tiempo ya hubieran desaparecido en el torbellino del Cosmos Aprisionadas en las formas vegetales, en la animalidad, en las aves o en los minerales, apenas estacionan en el tiempo hasta que en ese proceso de gestación tengan de nuevo la oportunidad de reconquistar los peldaños que perdió en su caída. Lo que párese como infinita desgracia, no es más que la infinita Misericordia.
Contemplé a Atafon asombrado. . .
No solamente eran las anotaciones repletas de sabiduría que me envolvían, La cabeza del Ángel se iluminaba interiormente y centellas de luz le irradiaban de su mente con profunda intensidad. Se tornaba más bello y más puro. Verifiqué que las "aves" ocultas en la floresta también pararan de gritar, extasiadas ante el hecho extraordinario. Maravillosa luminosidad se le derramaba de frente, del pecho, de los brazos y de las manos. En plena frente, una rosa de mil pétalos cintilaba como fuente de sublime belleza.
El Ángel comprendió nuestro asombro porque intento apagarse mas no lo consiguió porque era tanta la sinceridad con que se refería a la Obra de Dios. Esos seres que parecían lechuzas, estaban magnetizadas, sonámbulas, con ojos vítreos vueltos hacia Atafon.
Orcus se aprovecho del momento y me aconsejó:
Examinémoslas ahora que están estáticas.
Atafon nos hizo un gesto de aprobación y entonces nos aproximamos a una de esas criaturas extrañas y negras y la de aspecto más aventajado. Noté que tenía el cuerpo cubierto de pelo y que exhibía dos enormes alas semi-peladas como murciélagos. El rostro recordaba al del ser humano y la cabeza también se revestía de peluche. No tenia brazos empero se afirmaba con sus piernas y pies chatos como los de los gansos.
Los ojos fogueantes contemplaban fijamente a Atafon. Había en ellos la fijeza de la inexpresividad de la vida en cesación. Sonámbulos, no nos percibían a nosotros, Orcus y yo, le pasamos la mano con cariño por la cabeza, le estiré con cuidado una de las alas y le aprecié admirado las nerviosidades y las líneas de las fibras periespirituales. Realmente era una obra de arte como forma; así estuviese el, caído en las regiones inferiores del propio yo.. Lo estudie detenidamente con la mirada y me estremecí. ¿Como podía ser que una criatura que en otrora fuera humano en la corteza de la Tierra, haya podido alcanzar tal grado de involución en la forma animal? Es cierto que el Espíritu pasa por la especie animal como nos enseñó el maestro Allan Kardec y eso nosotros lo comprendemos perfectamente, sin embargo sabemos que el fenómeno se da en la escala evolutiva ascendente. Por eso allí, yo encontraba ante mis ojos, de manera contraria el fenómeno, pues el Espíritu que retornaba al seno de la animalidad, cayendo en escala descendente, que presumiblemente lo llevaría, degradante, al origen del ser como vida periespiritual. –¿y la consciencia? ¿Cuál es la situación de la consciencia de aquellas criaturas encerradas en vehículos inferiores?
Orcus me percibió mis indagaciones mentales porque adujo:
La consciencia mi estimado, como el caracol que se esconde en la caparazón se oculta en la "inconsciencia" y ahí permanece por siglos y siglos!
Una extraña angustia me alcanzo el pecho y el corazón. Aquello me parecía el abismo más pavoroso, que los otros Abismos. Aquel sumergimiento en la forma interiorizada, decadente y defectuosa, ahora me simbolizaba cárceles obscuras donde la inteligencia, la razón y la consciencia quedaban sepultadas. ¿No seria la nada el no ser? Orcus sonrió amigablemente.
Aún no es el no ser, mi hijo, es apenas una actitud estacionaria entre la consciencia y la inconsciencia El misterio del Universo es más complejo de lo que el hombre imagina. ¿Acaso la sombra no es la ausencia de la luz? Así, también, la inconsciencia no es sino la ausencia provisoria de la consciencia.
Miré a Orcus sorprendido. Nunca yo hubiera tenido tal raciocinio. En realidad era espantoso como un hecho tan simple, pasara tan desapercibido por mi mente.
Mano posada sobre la cabeza peluda de la lechuza, yo escuchaba a Orcus como discípulo fiel.
En instantes la luz de Atafon se apagó y la floresta empezaba a sumergirse en la oscuridad, el fenoménico ser se movió y de repente expidió un pavoroso grito que me sacudió las fibras más intimas y después, nos abandonó internándose en las sombras.
CAP. XXIII
Orcus y Atafon me sintieron las más íntimas emociones. Era cierto que mi corazón batía acelerado al impacto de aquellas pungentes impresiones.
Era demasiado para mis posibilidades internas de resistencia a la visión de aquellos seres que, por la indiferencia para consigo mismos, se habían precipitado en las degradaciones de las formas. Aquellos seres con forma de lechuzas, criaturas haladas y fabulosas me impresionaron profundamente!
¿Como aceptar sin conmoverme íntimamente el encuentro de criaturas que después de haber sido en la Tierra humanos, penetraron al interior del planeta sobre el velo de la animalidad?
Aves que fueron humanos y seres que son Espíritus, empero caminaban al encuentro de construcciones intimas de tal inferioridad que llegaban talvez a alcanzar lo inconcebible!.
¿Qué nos esperará ahora?
Fue en ese momento que noté que detrás de nosotros, nos acompañaba con su pobre linterna el pobre Enano que nos seguía. Ojos vueltos para el mundo interior que le era propio como simple autómata, esclavo de seres perversos empero más inteligentes. Extraña y curiosa hera la Creación Divina! Dios que esparciera por la Constelación las naves eternas y luminosas de los astros, abrigará también en las profundidades sombrías de los Abismos, criaturas de esas cualidades!
Mis meditaciones fueron interrumpidas porque percibí que ahora nuestros pies pisaban una lama de cierta manera más blanda y suave, asustado temí hundirme en esa pasta cenicienta.
Sin embargo, Orcus sonrió y dijo:
No tema. Aquí usted va bien, porque no posee compromiso con estos sitios. Su contextura peri espiritual vencerá los inconvenientes de la marcha. Las palabras de Orcus me dieron nuevo aliento y proseguí feliz.
La playa parecía interminable! Era infinita su extensión. El lago plateado era sugestivo cuadro digno de ser reproducido en la fase del mundo por un genial artista!.
Miré la inmensidad como quien contempla el vasto mar Quise volverme para lo alto empero tan grande fue la angustia que me vi obligado a mantener los ojos sobre la superficie del lago.
La floresta quedara en la retaguardia. Enorme montaña agreste de súbito se nos presentaba al frente.
—Este es el "Monte del tiempo" – dijo Orcus- señalándome con la diestra la elevación.
Espíritus formidables amantes de la mentira y del error le habitan sus extremos, Se sienten felices de contemplar de lo "alto" estos charcos y así se suponen poderosos. Acreditan como los políticos de la tierra, que por el simple hecho de vivir en las alturas "físicas", sean dueños de todo. En verdad, gobiernan el charco con su lama..
Sentí realmente que de lo alto de aquella montaña ojos ocultos nos espiaban.
La figura de Atafon, constituía sin embargo una garantía de seguridad para nosotros. Más allá de eso, francamente ahora percibíamos las vibraciones de Gabriel que descendían de las alturas. La lama se ablandaba cada vez más y nuestros pies se hundían en la caminata. Divisé Ojos luminocentes en los vagones obscuros y fui sorprendido por vocerío de millares de sapos que en profusa orquestación henchían el laberinto con el sonido de su voz. No en tanto eran voces prodigiosamente amplificadas como si extraño altoparlante les diese a cada uno de ellos un volumen insospechado. De hecho era asustador.
El Enano mudo y silencioso, nos acompañaba Orcus a sus ojos se tornaba cada vez mayor. Su figura taurina y sus cabellos blancos de profeta Hebreo le daban extraña respetabilidad en aquellos parajes. Como era de sublime y confortable poseer un cuerpo espiritual con todos los órganos relativos a la faja de la evolución en que permanecíamos! Aquellas criaturas mutiladas que veníamos encontrando eran un testimonio vivo de cuanto puede caer el Espíritu invigilarte en el mundo! En realidad la mente era el moderador del cuerpo psicofísico. La inconsciencia conducía al Espíritu a las formas animalizadas en el derrotero de la involución! Volvía el ser a recorrer a la inversa la larga escala evolutiva!
Me contemplé a si mismo y agradecí a Dios la gracia de la vida con la relativa perfección periespiritual que pudiera alcanzar. Sabíamos que iríamos ahora a encontrar criaturas desagradables, habitantes de un mundo inferior, seres perdidos en la lama de los submundos de la infraesfera o esferas de las zonas centrales. Me estremecía la simple idea de encontrarlos. De súbito un sofocante grito de terror salió de mi garganta Sobre mis pies, una criatura semejante a las ranas se arrastraba. Piernas largas, brazos cortos, gelatinosos y transparentes. Nos miraba tal vez con extrema angustia. . La fisonomía, sin embargo aproximada del rostro humano de las razas más inferiores de la humanidad. . .
Mostraba la boca entre abierta dejando escapar ansiosamente un profundo suspiro traduciéndose a una especie de dolorosa tristeza. Tenía el tamaño de un hombre.
Atafon me identificó la tristeza y el horror. Orcus me prendió de la mano con inmenso cariño sentí que de él venia una corriente de vibración prodigiosa que me penetraba el organismo espiritual en alta velocidad. Una fuerza desconocida me mantenía de pie. Al principio dos o tres seres y después una multitud.
Son hombres! Son hombres!-exclame llevando la manos que soltara de Orcus, sintiendo que mi cabeza daba vueltas.
Profunda repugnancia me dominaba los sentidos. Emisiones de vibraciones inferiores desencajadas, terribles partían de aquellas criaturas y me alcanzaban de lleno. Pensé morir una vez más哩 no fuese por Orcus hubiera caído inconsciente en el lodazal infectado. Color del amarillo transparente o verde como el de algunas especies de ranas, gelatinosas y a la vez vítreas como los seres que viven en las tinieblas y la humedad. Yo no podría contemplar por más tiempo aquellas fisonomías angustiadas o apáticas que me miraban fijamente. Inenarrable espectáculo!
¿Como podían las criaturas humanas descender tanto en la escala espiritual? Infelizmente cualquier espíritu podría llegar a ese estado!
Era una pesadilla! Mal pude sofocar los sollozos que me surgían de la garganta!
¿Qué fue lo que estos hicieron?-aclamé desconsolado.
Orcus me alisó la cabeza con amor, y Atafon con profundo acento en la voz me respondió:
Confianza en Dios, mi hijo. Estos son los que no se decidían ni por Dios ni por las fuerzas inferiores Por eso ahora viven sumergidos en el lago y en la lama. Entre ellos se encuentran Espíritus de todos los estratos. Vivieron entre los humanos en una terrible lucha entre las cosas de la materia y las cosas del Espíritu. Nuca supieron lo que deseaban. Indecisos, perdieron precioso tiempo no pudieron subir así como tampoco pudieron descender más de lo que ya descendieron.
Veamos la consciencia de uno de ellos. Después de esa afirmación el gran Espíritu se aproximó del hombre rana y le colocó la diestra en la frente El extraño ser no hace ningún movimiento. Sus ojos fijos permanecían perdidos en el tiempo, inmediatamente ante nuestra atónita mirada, en su frente, se proyectó una tela cinematográfica semejante a la pantalla de un televisor, aunque un poco reducida; y pasamos a ver personas, cosas y acontecimientos se desenvolvían allí continuamente.
Enormes ciudades desfilaban como por encanto, seguidas por sombríos paisajes y otros abismos profundos. Las más extrañas criaturas aparecían y desaparecían. Eran comunes los paisajes de la superficie terrestre. Mas eran muy comunes todavía las visiones tenebrosas y abismales. De súbito notamos la presencia de una extraña mujer de largos cabellos y facciones aún bellas que hace estremecer la tela mental de aquella criatura. Una onda diferente le invadió el cerebro espiritual.
Ese es el ser a quien el más amó-Explicó Atafon se encuentra presente en la superficie y es su único objetivo en su existencia. Por causa de ella, ese ser extraño y decadente deseará un día retornar a la tierra para proseguir en la senda evolutiva. Dios, mi hijo, a trabes de los seres hace que funcione su Ley usándolos para ayudar en su aplicación a los propios seres
Ligados por fuerzas magnéticas, arrastrados por el amor o por el odio, unos auxilian de algún modo a los otros para sacarlos de las regiones oscuras del propio yo. Nadie permanece eternamente estacionario. En el universo todo se modifica y se transforma para el bien. La única realidad inmutable es Dios.
Escuché las palabras de Atafon registrándole la solemnidad de las enseñanzas. Me parecía oír al propio Dios tal era la grandeza moral y espiritual. La voz le tomaba entonaciones desconocidas y de su olímpica cabeza rayos de luz comenzaron a verter de tal magnitud que iluminara el pantano con una luz rojo verdoso
Seres horripilantes surgieron de las tinieblas en gritos desvariados y Luego, extraño silencio dominó la extensión del Abismo. .
OH Ángel!-clamó de manera angustiada terrible voz que hablaba como si fuese a través de las rocas—¿ por que te exhibes entre las criaturas que nos pertenecen? –¿No sabes cual es la ley?
¿por acaso bienes a disputarnos el Gobierno del Abismo, o solo te autorizaron para fiscalizar?.
Atafon minimizó aquella exhortación.
Perdóneme amigo de los Dragones!-respondió nuestro Guía.-No lo hice por gusto. Envuelto en fuerte emoción me distraje un poco.-Sabes que nunca e disputado el gobierno de los Abismos que por derecho pertenece a los Dragones, hasta el día que el bien sobre puje el mal en estas regiones. En cuanto a eso, funcionara por aquí apenas la justicia de ustedes, debido a que el amor no encuentra guarida en estas Almas endurecidas. Perdóneme y olvide.
Atafon silencio y nosotros le admiramos la sublime humildad.
El silesio torno a envolvernos de manera sepulcral.
Proseguimos el viaje, olvidando allí a los Espíritus ranas que en gran número yacían en ese lodazal.
¿Quién sabe si volveríamos algún día para estudiarlos mejor?
CAP. XXIV
Mi pensamiento me abismara en profundas manifestaciones. Aquella situación de los Espíritus ranas
Era un pesar enorme en mis concepciones más intimas. Jamás supusiera que la forma pudiese llegar a tal punto de degradación. Allí estaban hermanos nuestros encarcelados en la forma que se modificara espantosamente al impulso de los pensamientos, sentimientos y actos que estaban en desacuerdo con la Ley de Dios Descendían como en retorno en la escala evolutiva y caían en los abismos de la inconsciencia que los arrastraba para las zonas más densas y más bajas. Evidentemente cuando relatásemos esos hechos en la superficie, habremos de encontrar la risa fácil y la burla desenfrenada, pues seria natural. Nosotros mismos solamente acreditamos porque no podríamos negar las evidencias ante nuestros ojos. Cual grande era aquel misterio de la vida espiritual! Ahora comprendíamos perfectamente porque ciertas escuelas religiosas de la Superficie
Preferían detenerse en el limite de la vida eterna; por cierto eran terriblemente des animadores aquellos espectáculos de la vida que se debatía en aspectos más primitivos. Un gobierno de fieras monstruosas y una esclavitud sin límites. Espíritus hermanos que eran diversos animales otros monstruosos y Espíritus que marchaban al encuentro de formas talvez gelatinosas o amibianas. Mis ojos se turbaban y yo sentía aquella profunda angustia que muchas veces me dominaba el Alma ya tan abatida. ¿Cómo continuar soportando el impacto emocional de tal naturaleza? A pesar de todo, retroceder, era cosa imposible. Una fuerza extraña me obligaba a marchar.
Orcus me posó las manos en los hombros y comprendía mi lucha intima.
Mi hijo, Dios que es el padre sabe por que ocurre todo esto. Los Espíritus como nosotros todavía luchamos entre "materia y Espíritu" La terrible batalla de la evolución se traba dentro de cada uno y el progreso evolutivo es conquistado paso a paso. Hay retrocesos y caídas empro la lucha continua. Si aquí enfrentamos las falencias de todas las especies, en otras regiones superiores encontraremos a los vencedores vestidos en gloriosa túnica de luz. Hay monstruos y Ángeles en la creación Divina, sin embargo, todos sin duda se encontraran en la gloria de Dios, redimidos y purificados. ¿No te recuerdas que Jesús antes de ir al Padre, primero descendió a los infiernos? .
Orcus se silenció pero su anotación permanece para siempre en mi corazón.
CAP. XXV
Espesas sombras invadían ahora la región por donde pasábamos. Sentíamos que ahora la oscuridad se tornaba más densa. Atafon, después de la advertencia del monstruo, se apagó completamente y marchaba con nosotros apenas con la luz de la linterna del pobre Espíritu que nos acompañaba. Aquella criatura inconsciente nos servia automáticamente. Conservaba un poco de sentimiento de responsabilidad que le determinaba a Atafon sobre el impulso de una ley que talvez era mal percibida por nosotros. Por cierto, ya en numerosas veces el Ángel ya lo venia utilizando en esos servicios. Y la fuerza de verlo iluminado hacia que el extraño enano se curvara a su autoridad.
Atafon, leyéndome el pensamiento sonrió
No, mí estimado, nada de eso. Simplemente, los Dragones lo autorizan y le determinan servirme.
El obedece fielmente a los Dragones.
Mayor sorpresa no se podía estampar en mis ojos! ¿Cómo?!-exclamé asombrado. ¿Entonces, está apenas al servicio de los Dragones? .
Atafon volvió a sonreír con mucha mansedumbre.
Cuando fui designado por las fuerzas superiores para servir en estos Abismos me presente a los Dragones y les dije cual era mi misión. Ya habituados con otros mensajeros que vinieran en otras épocas con la misma finalidad me recibieron con frialdad, sin embargo de manera correcta, le ordenaron al Enano para que me atendiera en lo que fuese necesario. En cuanto yo los fiscalizo en nombre de las fuerzas de arriba, ellos me fiscalizan en nombre de las fuerzas inferiores弯font>
No podía ser mayor mi asombro Nunca supuse que aquel esclavo del mal fiscalizase a un Ángel!
No obstante, allí estaba sumiso y vigilante dentro de su inconciencia. ¿No seria también así en nuestro mundo físico? ¿Quien sabe si el mal que avasalla la Tierra, el no sea solamente, una defensa y un amparo para aquellos que iniciaran la marcha en el bien? Tan extrañas eran aquellas enseñanzas que por algún instante juzgué que iba a perder los sentidos tan agobiados ya por todo lo que había observado. Orcus me amparó bondadosamente.
Una verdadera explosión atómica se desencadenara en mi cerebro y sentí que todo rodara vertiginosamente Cuando volví en si, descansaba en los brazos de Orcus. Reposando al margen de bellísimo rió que corría por entre árboles silenciosos que le cubrían el margen, y una brisa suave de manera amorosa que nos acariciaba los cabellos.
Miré para arriba buscando a Gabriel pero no lo encontré. Picos prodigiosos se elevaban como torres majestuosas que se perdían en la distancia casi sin límites.
Una ansiedad desagradable me dominó el corazón. Un desesperado deseo de retornar a la superficie y volver nuevamente a la vida de la Tierra me asistía. Me parecía que fuese un asilado en el hueco de un submarino que navegase en el fondo del mar. Para mi todo se tornara extraño y angustioso. OH! Si pudiese retornar! Orcus me abrazó de manera cariñosa y paternal. Atafon me alisó la cabeza con un gesto paternal y algo triste.
No se preocupe ni se desespere, mi amigo, hace más de tres siglos permanezco en estas regiones sin regresar a los lugares donde habitaba兮 el Universo todo obedece a leyes inmutables y verídicas El sumergimiento que usted hizo en los Abismos, es apenas consecuencia de la ley que lo obliga a descender para después subir.. Nadie alcanza las alturas sin primero experimentar las angustias de abajo.
Atafon se silenció por eso yo busqué comprenderle el pensamiento audaz mas no lo conseguí. Cuando más intentaba pensar un sudor frío me cubría la frente.
El enano nos miraba parado y estático, evidentemente sin comprender lo que ahí sucedía.
Los ojos vítreos le permanecían en las órbitas como dos faros apagados. Las manos en forma de garras y los pies caprinos le daban la figura y aires del Dios Pan
__ Y este ___ pregunté curioso__ ¿cuanto tiempo hace que permanece en estas profundidades?
Nueve mil años, ___ fue la respuesta de Atafon. Déspota terrible en la superficie descendió a los abismos como esclavo. Trae en si mismo las primeras señales de estatización o en lenguaje mas comprensible. Está perdiendo el uso de las facultades normales de la razón, del entendimiento y embotando los sentidos de relación con el exterior. Poco a poco se sumerge dentro de si mismo caminando para la movilidad más densa del periespiritu
Si mantuviese la mente presa al mal y a la venganza automática iría perdiendo después las expresiones humanas de la forma. Eso tendrá inicio en los órganos que más ejercitare el mal. Noté que poseía ojos vítreos, opacos, quietos堥so se debe a que los ha venido usando constantemente en el trabajo de la vigilancia al servicio de las tinieblas. Centralizó las energías paralizantes en los órganos de la visión, no ve otra cosa sino el mal para denunciar los trasgresores a los dragones que los someten a duros castigos. Mi hijo, estamos en plenos dominios de los grandes espíritus que controlan la forma en el proceso de dilaceramiento como camino para la condenación que el hombre no conoce.
___Empero esto no será entonces los infiernos? ¿ __ exclamé exaltado.
___ de cierta manera así es ___ , confirmó Atafon,¿ y lo que no es infierno en el universos, fuera de las leyes de Dios?
CAPÍTULO XXVI
Mal recuperado de la explosión atómico celular que me postrara sobre el imperio de prodigiosas vibraciones, proseguí la marcha amparado por Orcus y Atafon.
Me era reconocido que yo no poseía la elevación superior para pasar invencible en medio de las tinieblas ni de la inferioridad degradante para permanecer en las profundidades de los Abismos, como individuo sintonizado con el magnetismo de la superficie. Por lo tanto, me sentí asfixiado en pleno corazón de la Tierra.
De repente, nos encontramos con inmensa montaña de materia blanda semejante a la gelatina de color verde claro dándonos la impresión de que podríamos ver, a través de ella o atravesarla.
Aún yo ni bien había pensado en eso y Atafon le comunicó a Orcus:
No tenemos otro camino. Aquí termina el sendero primitivo. Tenemos que atravesarla.
Noté que Orcus frunció el entre cejo preocupado y me miró pensativo.
Aumentaremos la vibración de él –murmuró Atafon.
— ¿Soportará?-interrogó mi amigo espiritual. ¿Y el retorna? ¿No quedará perturbado?
Atafon también pareció meditar sobre el asunto.
Yo savia que hablaban de mi y contemplé la gran maza gelatinosa con justo recelo. ¿Cómo iría a entrar en esa inmensa blandura de materia totalmente desconocida para mi?.Ya había atravesado muchos obstáculos empero aquello me parecía fantástico!
Atafon me extendió la mano sobre mi cabeza, y de inmediato empecé a percibir que hondas poderosas de vibraciones vertiginosas me penetraban el pecho. Al principio sentí calor, después, una gran suavidad me dominaba el organismo periespiritual. Comprendí que me inflamaba y que me tornaba más sutil. La montaña gelatinosa ahora a mis ojos, no parecía más como un obstáculo formidable. Sentí que podía atravesarla. Inicialmente un devaneo me invadió el cerebro enseguida me sentí equilibrado, y mi visión se amplió alcanzando fajas vibratorias que yo normalmente desconocía Ciertamente una multitud de cosas y seres que anteriormente no viera, aparecías en ese instante como por encanto.
Divisé criaturas excepcionalmente bellas que nos acompañaban silenciosas, y al lado de eso, seres terribles, asombrosos, que me cubrían repentinamente la visión dilatada. A pesar de todo, con un gesto de profunda simplicidad como si hubiera realizado la cosa más natural del mundo, Atafon, dejándome, avanzó en dirección al inmenso bloque de gelatina Se internó como si un río de luz simplemente atravesase un vidrio de una ventana. Se asemejaba a un pez en un inmenso acuario.
Nos hizo señal con la mano. Avanzamos, no obstante yo, agarrado del brazo de Orcus.
Asombrado de haber entrado también en la maza verdosa, verificando que no había resistencia alguna en mi pasaje. Como era de extraño todo aquello! Caminábamos sin un camino establecido y penetrábamos de manera inusitada para mi, montaña a dentro.
Un gran silencio nos acompañó la marcha. Atrás quedaran los gritos de esos seres horripilantes que habíamos encontrado.
El mundo de la muerte se me hacia análogo en aquel momento al grandioso mundo de la vida. Sobre el suelo del Planeta la vida espiritual palpitaba de manera diferente mas absolutamente real..
Nuestros hermanos más necesitados permanecían esclavizados a la forma que se descomponía ante la insensatez del espíritu que despreciaba la ley de Dios.
La maza verde era enorme. Es posible que en la medida terrestre significara algunos kilómetros de longitud.
Habían allí otros seres adentro y eso también me espantó En realidad juzgué divisar peses fluctuando en silencio.
Aquí al menos el clima es más ameno.–, esclareció Atafon.-aún así encontramos seres y vida. En el Universo entero, pues es presencia obligatoria.
El silencio que acompañó a esas palabras me pareció mayor…
Preste atención-dice a la vez Orcus-y no diga nada. Hay muchas cosas para observar.
Seres extraños pasaban frente a nosotros. Verifique que poseían forma de peces, como los mismos peses conocidos en la superficie y de otras formas inimaginables. Algunos repelentes, otros largos o chatos.
Dilate la vista abismada. Aquellas criaturas también parecían gente. En las fases de los peses también encontraba la fisonomía de los humanos.
Son seres que se devuelven en la escala evolutiva.- explicó Orcus.-Esta fase es la que en la superficie podríamos considerar acuática. La centella mental ahí está casi petrificada. Se mueven siguiendo el instinto, ahora las conquistas espirituales en el campo de la mente no retrocedan. Si las facultades no le han sido destruidas, a pesar de todo están anestesiadas. .
Al frente de nosotros pasaba un enorme crustáceo. Orcus le alisó el dorso con cariño. La criatura demostró sentirse bien. El gran Espíritu le acarició la cabeza y me pidió que le observase su tela mental. Me concentré íntimamente y pude penetrarle en su fuero interno. Las escenas que aprecie en la casa mental de aquel ser era toda terrestre. Criaturas con forma humana, le ocupaban el centro de la memoria. No reflejaba los monstruos que lo cercaban ni el ambiente abismal. Por el contrario, como en un filme fotográfico le deslizaban íntimamente hogares, familiares, seres perfectamente humanos. Le veía las últimas experiencias en la Tierra y pude acompañar de cerca sus más íntimos pensamientos.
Última mente, se ha recordado mucho de sus verdaderas experiencias en la Tierra-informó Orcus.
¿ y cuando ocurrió eso? – indagué interesado.
Hace más de veinte mil años según nos explicó Atafon. Ahora, párese estar sintiendo los primeros síntomas de aquellos que iniciarán la marcha de retorno.
¿Y los Dragones? Exclamé preocupado.¿No se oponen a eso?
Hacen todo por impedir hasta el momento de ser vencidos por la fuerza de la ley
El monstruo parado, se dejaba acariciar lleno de mansedumbre e indiferencia ante nuestras indagaciones.
¿Y esto es un río o un lago? Contemplando la inmensidad gelatinosa.
Podíamos clasificarla como una u otra cosa a esta montaña, sin embargo, seria mejor clasificada como la estufa peri espiritual o lago de hibernación, o campo de recuperación..
Aquí la consciencia aparentemente muerta puede aún readquirir el poder de recuperación y comenzará a subir.
Esta forma acuática así como otras formas quedan como el huevo debajo de la gelatina que lo encuba.
El pez, por un instante, nos contempló como si quisiese entender lo que hablábamos y se apartó de nosotros.
En fase de eso reiniciamos la caminata Atafon se detuviera oyendo las explicaciones de Orcus que para el, por cierto serian infinitamente elementales, empero no demostró el más mínimo desprecio. Serio como el director de un establecimiento educativo que asiste al aula de un profesor. Jamás sonreía por el interés de un alumno inferior como yo.
Agradecí íntimamente la inmensa bondad con que aquellos seres excepcionales me conducían. Estaba tan distante de la superficie cuanto un hombre de la edad de piedra estaría de los tiempos modernos.
Todo lo que veía con certeza me habría enloquecido si no estuviese bajo la tutela de aquellos Espíritus. Reino insondable profundamente fantástico, me agobiaba profundamente las concepciones más osadas. Era cierto que Dante, el notable poeta florentino, médium extraordinario, también relatara aspectos del interior de la tierra. Por eso una cosa era leer a Dante y otra cosa era ver lo que yo estaba viendo! Apenas al recordarme de él, me sentía contraer el corazón recordándome de lo que sufriera entre los hombres después de retornar del "infierno" ¿Qué me aguardará a mi?. .
Peses y hombres, Espíritus y Ángeles, ahora todo se confundía en mi mente como si el mundo de la fábula se instalase en el interior de mi Alma. ¿Estaría soñando o estaría loco?
Avanzamos maza adentro. En ocasiones con facilidad y a beses con dificultades. La respiración no siempre era normal, por todas partes la vida se mostraba palpitante o la estagnación de la vida persistía. Seres inconformes navegaban la gelatina indiferentes a nuestra presencia. Todavía, sobre el impulso de aquella fuerza que nos conduciéra hacia abajo, marchábamos. De súbito, Atafon hace una parada y nos avisó:
Aquí enfrentamos poderoso vigilante de los Dragones que por cierto nos indagará. No se preocupen que todo ocurrirá con la voluntad Divina.
De hecho, no acabara de hablar el Espíritu, y como si saliese de una caverna abierta en la gelatina, nos surgió de improviso la figura absurda y real de un verdadero neptuno. Tridente en la diestra, barbas largas y una fisonomía de cierto modo asta simpática. Noté que de la cintura hacia abajo tenia cuerpo de pez. Nadó en nuestra dirección y a una distancia de unos tres metros, después hizo un círculo propio de los seres acuáticos y nos observó detenidamente. Parados, silenciosos, aguardábamos sus manifestaciones sobre la mirada amorosa de Atafon.
¿Qué deseáis en los dominios de los Dragones, fiscal del Cordero?-habló el extraño Neptuno con voz indescriptible.
Observé que las interpelaciones de los siervos de los Dragones eran siempre basadas en términos semejantes.
Y por más desagradable que parezca, solamente en ese momento, noté que el enano que nos acompañaba estaba ausente. Nada pregunté atento a las recomendaciones de Atafon , y concluí que el no podría penetrar a la gelatina acuosa.
Atafon con simplicidad y comprensión, esclareció.
Recibí órdenes de potencias a quienes obedezco de hacer un viaje de estudios en el seno de las regiones sabiamente administrada por los Dragones. Tengo el permiso de ellos. .
El extraño neptuno quiso meditar y luego amenazó.
Está bien. Sin embargo no se olvide que tengo mis órdenes a millares de siervos dispuestos a obedecerme y que en algunos instantes podrían destruirlos. Quedan pues prohibidos de intentar apresar y conducir a cualquiera de nuestros tutelados.
¿apresar como?-pensé instintivamente. ¿No estaban ellos acaso esclavizados y prisioneros en la forma?
Percibiéndome la mentalización intempestiva, Orcus me hizo un gesto de silencio al mismo tiempo que esclareció de manera inregistrable;
Ellos creen que nosotros apresamos a los "seres libres" en la superficie. Para nosotros "liberarlos" sería el término exacto. No lo entienden así. Creen firmemente que esto es la liberación.
Permanecí absolutamente inmóvil bajo ese concepto.
Era la inversión de todos los valores. Para ellos los lesionados de la forma eran una gloria alcanzada. Atafon agradeció y sorprendentemente, le pidió.
¿No podríamos descansar un poco en su ambiente de trabajo?
Una palmada en la cabeza de neptuno no le hubiera sido mayor choque.
Sorprendentemente, hace un gesto de consentimiento y nosotros lo acompañamos.
Era veloz, empero tuvo la gentileza de abordarnos. Tuve la impresión de que cuando nosotros caminábamos mientras él nadaba, una sonrisa de superioridad se expresaba en sus labios. Consciente de que la locomoción fácil en aquel ambiente gelatinoso le daba una posición ventajosa sobre nosotros, olvidada de que difícilmente se movería en medio diferente en cuanto estuviese .esclavizado en la degenerada forma.
CAP. XXVII
Meditación en las profundidades
Aún quede pensando en la forma que, precipitada en si misma, descendía a lo más profundo de la Tierra perdiéndose lentamente. Resultado de la decadencia del Espíritu que, indiferente, viviera en el mundo olvidado de que Dios donador de la vida también organizara el Universo mediante leyes inexorables. De nada sirve reír de las leyes Divinas, pues ellas siempre han existido y funcionan de manera perfecta. El pensamiento que construye el Universo interior también puede determinar en el inconsciente sin fin..
¿Como olvidar que entre nosotros permanecen los gérmenes de la vida eterna y de la muerte aparente?
Inmensa tristeza se estampó en mi Alma. Por esto Orcus vino en mi auxilio enseñando.
Mi hijo no se emocione ni se perturbe, por enzima de nosotros está Dios que cuida de todos
Los seres no están perdidos y se redimirán por si mismo.. En las tinieblas más densas se esconde la luz que reaparecerá en el futuro. Esperemos el mañana con el Señor que es la verdadera libertad
Me sentí reconfortado sobre el influjo de aquellas palabras de fuego. Orcus, humilde y simple, sereno y bueno, era la fuente de vida espiritual que me acompañaba. Lo miré agradecido y sentí que dos lágrimas corrían por mis fases.
Atafon me envió de manera sutil vibraciones inexpresables de amparo que me tocaran el corazón.
A nuestro alrededor pasaban aquellos seres extraños que habitaban aquella maza gelatinosa como si hubiesen nacido allí y vivido allí eternamente.
Los pulpos de cien brazos y mirar tristón se movían se con extraordinaria facilidad, y figuras nunca vistas en la tierra aparecían y desaparecían a cada instante sorprendiéndonos la visión
Esto nos invitaba al estudio y a la meditación. Empero la mente sobrecargada de sorpresas principiaba a negarse a grandes divagaciones. Una poderosa fuerza se abate sobre mí y comprendí que la inferioridad del Espíritu nos arrastra siempre para las zonas de la casa mental.
Intenté observar mejor el ambiente con el fin de aprender más y comprender más a Atafon sin embargo, me hizo un gesto indicando que debería acompañarlo en silencio mental a ese ser medio hombre y medio pez que comandaba a millares de otros seres que habían perdido el comando de si mismos. Y todavía porque nos aproximábamos a su ambiente de trabajo.
. .
CAP- XXVIII
Todo era verde allí adentro. Una caverna común sin grandes atractivos. Larga e inmensa..
Me pareció ver bocas y ojos fusilantes en esos orificios que nos contemplaban. ¿Qué seria aquello?
Somos los Nerodianos-exclamó a manera de explicación, el extraño ser .Y aquí mantenemos algunos compañeros que descansan de sus luchas en la superficie.
Como la caverna estaba aparentemente vacía, y allí la gelatina era más verde, no dejé de esbozar una sonrisa de incredulidad. Nerodiano, aún no se hizo de rogar.
Veo que el mozo que a ustedes acompaña-habló dirigiéndose a Atafon-aún mantiene los lazos que lo prenden a la superficie! Desagradable que pueda haber venido asta los dominios de los Dragones. No posee credenciales para eso!
Sentí terrible pavor que se posaba en mi consciencia. Era cierto que todos nosotros estábamos en las manos de aquellas criaturas. En cuanto pudiese imaginar el poder de que podía disponer Atafon o Orcus en tales circunstancias para defendernos no imaginaba la fuerza de que disponían ellos.
Es amigo nuestro con ingreso libre en las profundidades por orden Superior-esclareció Atafon con humildad.
No discuto órdenes superiores –manifestó Nerodiano, mas es extraño verificar que el no posee las condiciones de superioridad que caracteriza a los seres Angélicos o simplemente iluminados que vienen a nuestra zona.
La condición de el –expresó Orcus,–es la de el aprendiz que viene a observar para decir a los encarnados la gran obra de justicia realizada por los Dragones.
OH ahora comprendo!-dice Nerodiano balanceando la cabeza, Asta que en fin hacemos justicia!
La explicación de nuestros benefactores tuvo el don de calmarles la mente satisfaciéndoles vanidad.
Si es así, agregó, tendré el placer de mostrarle aquellos que descienden para luego subir.
Diciendo eso, nos encaminó a oscuro túnel donde yacían criaturas aparentemente momificadas acostadas en el suelo boca arriba. Noté espantado que todas ellas tenían la forma de peces apenas la cabeza era aún vislumbre de la humanidad. Vestidos de pez!
Atafon tomó la palabra y enseñó:
Aquí sucede el mismo fenómeno que vimos con los espíritus ranas, apenas ocurre que las ranas que ya perdieron las piernas y las manos, descendieran más y se vinieron a localizar en estas regiones
Les resta de la forma humana la fisonomía Por eso la mente de ellos está en un estado más profundo de estacionamiento.
En cuanto Atafon enseñaba habíamos salido del túnel y observamos otros túneles donde innumerables seres de aquella condición se enfilaban.
Nerodiano aprobó las afirmativas de Atafon como si las considerase indiscutibles.
La caída de la forma en los planos inferiores-continuó el Espíritu-es un hecho.
La mente puede ir aumentando sus vibraciones, y alcanzar la Angelitud con otras formas superiores de vida, así como disminuyendo, se precipitará en los Abismos de la forma. La densidad del periespíritu aumenta al mismo paso que determina mayor peso atómico y el ser desciende a las profundidades. Es simplemente ley física indiscutible. En adelante constantemente recorrido por incesantes cargas electromagnéticas las células peri espirituales tienen la contextura organizada por divisiones semejantes a los neutrones que en si mismos no tienen carga eléctrica, lo que les permite la incursión de cualquier tipo de materia. No habrá obstáculo a su pasaje como sucede con nosotros dependiendo apenas de la relación existente entre ellas y la materia a ser penetrada
La Tierra no es más que una gran faja existente entre ellas y la materia a ser atravesada, grande faja en movimiento atómico o electrónico y las profundidades son otras tantas fajas circulares donde millones de organismos vivos se mueven permanentemente. Vivir en todas partes del Universo es condición absoluta. La muerte como la entienden los encarnados comunes de la superficie no existe.
Atafon se calló. Nerodiano lo contempló aturdido y Orcus Bajara los ojos respetuosamente. Solamente yo, talvez por la profunda ignorancia que me caracteriza, a todo asistía como quien penetrase al palacio encantado de la ilusión.
CAP. XXIX
Mi sorpresa aún no alcanzaba el auge.
Nerodiano, probablemente entusiasmado con el interés que Atafon demostraba, comenzó a hablar con elocuencia.
Como ven, estos son nuestros "archivos", la justicia de los Dragones es rigurosa y terrible! Ahí de aquellos que caen en manos de los Dragones! Nosotros cooperamos con la justicia del Mundo y con el orden del Universo! Por medio de nuestras organizaciones cumplimos la ley.
Atafon hizo un gesto aprobativo con la cabeza. De hecho, era verdad. La degradación de la forma tomando a los Espíritus endurecidos en el mal a los Abismos, traía como consecuencia el cumplimiento de las leyes físicas, químicas como magnéticas de alcance Universal. La tortura y el despiadado sistema de esclavizar corrían por cuenta de los Dragones. Nerodiano aún sobre el entusiasmo de la demostración, nos convidó a descender empero en un túnel central. Una angustia me dominó el pecho Me sentí asfixiar y un ambiente más pesado nos rodeaba.
Al frente encontramos una sala circular. Observando mejor verifiqué dentro de una especie de orno, tan embovedado era el techo. Atafon nos secreteó.
Estas son las madres de gestación. Aquí las criaturas espirituales que perdieron todos los miembros por la mentalización y conducta en el mal, en lucha contra las leyes de Dios, tienen la oportunidad de yacer en la espera de la oportunidad de despertar para subir o retornar al dominio de la ley renovadora. Son como semillas en la tierra o como huevos en incubadoras
¿No son estos los ovoides de que nos habla autorizado escritor espiritual?-interrogué recordándome de otras informaciones.
Realmente, son seres en condiciones semejantes, sucediendo solamente que la situación de estos es un poco peor.. –Ya se desgastaron más y alcanzaron profundísimo estado de inconsciencia.. Los ovoides que nos habló el amigo espiritual aún tenían forma y se ligaban a otras criaturas encarnadas. Estos no. Estos ni siquiera se alimentan. Se asemejan a huevos totalmente cerrados..
Nerodiano que nos presenciaba, agregó enfáticamente.
Infalible y dura es la ley de los Dragones. Aquellos que no obedecen pagan caro!
¿Quieren ver? .
Diciendo eso nos condujo para las proximidades de especie de nichos incrustados en la gelatina que allí era más densa y obscura.
Pude entonces observar que verdaderos huevos como de peces dormitaban. Eran enormes. Algunos parecidos a huevos de aves, lisos, en uno de sus extremos alargados con ligera forma de embudo; unos apenas mantenían el diseño de la fisonomía humana o simiesca. Otras nada expresaban dándonos la idea de que se habían recubierto con la cáscara.
Mi asombro no tenía límites. Me recordé de la Tierra del hombre bueno y malo. Cuan engañadas Vivian las criaturas bajo el peso de la ilusión! La cantidad era enorme en sus nichos sin fin.
Atafon, tal vez olvidado de la presencia de Nerodiano, comenzó a enseñar.
Como ven la forma se distorsiona, se desgasta y se degrada aunque la mente no retroceda, pierde poco a poco su poder de expresión e inicia el proceso de paralización de sus movimientos más íntimos. Aquí estamos en el límite de la segunda muerte. Si no existiese este recurso de la naturaleza que expresa la Ley de Dios que aún quiere salvarnos todo estaría perdido.
–¿ y la segunda muerte de hecho se realizó?-interpelé compungido.
Si, mi hijo, la segunda muerte es una realidad. Morirse en el mundo inferior al encuentro de las fajas vibratorias más densas por la petrificación o mineralización del periespíritu, si así nos podemos expresar, o morirse por segunda vez cuando se pierde, en las esferas superiores, el vehículo periespiritual al conquistar el organismo más sutil y sublimado. En cualquier de los dos casos podrá ocurrir una desintegración atómica.
¿y la mente se desintegraría algún día?-me arriesgué en la pregunta.
La destrucción del ser en su mayor intimidad que es la mente, mi hijo, reducto sagrado de la Divinidad, también puede ocurrir, empero eso solo ocurre; más tarde podremos comprender.
¿ y la inmortalidad no nos garantiza una integridad de la mente?
La subdivisión de la mente que un día se tornó humana y que marcha al encuentro de la Angelitud es semejante a la subdivisión del átomo, casi inexplicable inicialmente por la Ciencia de la Tierra y tan fácil de comprender hoy día.
Atafon miró a los seres caídos que allí permanecían abrazados con la Tierra.
El misterio de la vida Universal aún es un desafío a la ciencia y a la comprensión del hombre. Por eso Dios en su grandeza y bondad nos concede nuevos órganos de percepción que permiten que salgamos de las tinieblas para la luz.
El Espíritu Sublime acarició como era su costumbre, uno de aquellos pobres adormecidos y la criatura prisionera en si misma párese hacer movimientos que nosotros percibimos.
Le restan aún algunas vibraciones – agregó Orcus que asta aquel momento se mantuviera silencioso.
Nerodiano esperaba estático el final de la lesión.
Como prueba de lo que decía, Atafon acarició a otro de aquellos seres durmientes, tan profundamente adormecidos como si estuviesen muertos, sin que estos hiciesen cualquier movimiento por más imperceptible que fuese o que diese cualquier demostración de vida.
Las galerías conteniendo las "madres de gestación" es decir los nichos, se encontraban en todas las direcciones como pudimos observar.
El éxito de la visita entusiasmara a Nerodiano que resolviera abrir todas las puertas para nosotros.
Se observaba en el rostro del gran carcelero que el se sentía feliz en vigilar a aquellos infelices. En realidad, abstrayéndose de la situación fantástica de la caverna gelatinosa y de la profundidad en que se encontraba, podríamos admitir aquello como un departamento o laboratorio especializado. Dios en su intensa misericordia extenderá sus manos para amparar a los que caen permitiéndoles un estado en región intermediaria.
De hecho lo que a primera vista parecía un mal, era un Bien Salvador que fuera al encuentro de los que estaban perdidos.
Grandes incubadoras funcionando según un mecanismo que yo desconocía en la clasificación más adecuada. Situada poco distante de nosotros.
Vimos después de eso, que Atafon tuvo un gesto de agradecimiento hacia Nerodiano, y nos preparamos para salir cuando notamos la llegada de "otro pez" que nadando velozmente viniera a nuestro encuentro.
¿Como va mi hijo? Interrogo a uno de ellos, que pude verificar que era criatura femenina. No nos dio la menor atención y tampoco nos saludó Los otros rodearon a Nerodiano. Eran exactamente seis.
El monstrego respondió asta con delicadeza.
Va bien. Está sobre mis cuidados especiales.
¿Demostró alguna señal de vida?-continuó.
No, nada demostró.
Evidentemente nos interesamos de inmediato por el asunto Estábamos sorprendidos. ¿Será que así mismo es en el fondo de los Abismos que el instinto maternal predominaba?
deseo verlo. ¿Me lo permite?-solicitó ella.
Nerodiano asintió con leve movimiento de cabeza y ambos se encaminaran para una gran platea, era situada un poco cerca de nosotros.
Vimos que Nerodiano corrió alguno de esos ovoides. La madre lo acarició, lo abrazó y comenzó a llorar desesperadamente.
Mi hijo, mi hijo! ¿Cuando me volverá a reconocer?
Tan grande era el desespero que nos conmovió.
Jamás podría imaginar que en aquellas regiones pudiese existir el sentimiento y el amor!
No en tanto, allí estaba el hecho elocuente y vivo. Como era de terrible contemplar aquella madre que se dirigía al hijo encarcelado en si mismo! . Ni un sonido, ni una palabra, ni un movimiento se sintió de él. Impotente, exclamó desvariada:
Malditos Dragones que nos apresan y nos esclavizan! ¿Porque hicieron eso con mi hijo?
Malditos, malditos sean todos!
Sollozos entre cortados le sacudieron el pecho .Jamás me olvidaré de aquella mujer pez, desesperada dentro de los abismos!
Nerodiano, impasible le habló de manera severa:
No te dirijas de manera insolente a los Dragones. ¿Sabes lo que le espera a los rebeldes?
匡 mujer pez asombrada pareció recordarse de algo terrible porque se calló inmediatamente y nadando, salió.
Atafon me percibió la honda del pensamiento confundido porque vino listo a mi auxilio
–No conocen la ley que los desgasta y los deforma-Explico solicito-creen que la degradación de la propia forma es obra de los Dragones. Estos a su vez criaturas inteligentísimas y más los conservan en esa creencia absurda con el fin de gobernarlos mejor, aprovechándose de la fuerza real conquistan con esa estrategia el respeto de millones de espíritus que en estas regiones se debaten en las mayas de la forma degradante y degenerada.
Nerodiano le acompañaba la libre palabra y no demoró a envolverse en el asunto emitiendo comentario estratégico:..
Me extraña mucho que mensajero de la jerarquía espiritual de su clase venga a desprestigiar a los Dragones. "vigilantes milenarios de la forma."
Atafon lo contempló y respondió:
Se engaña Nerodiano, no busco descalificar a los Dragones apenas enseño a mi pupilo. No me envuelvo en la justicia de los Dragones, estudio la Obra de Dios en todas partes. ¿No dices tu mismo que los Dragones ejecutan la ley? Pues yo vengo en nombre de la ley que tú respetas. Como viste nada dije a la mujer que menos preciase el trabajo de los Dragones.
El personaje pareció calmarse porque hablo en manera de disculpa:
Tienes razón, no había pensado en eso. Es verdad que no perturbaste a la mujer
Asistiendo a todo aquello y viendo a Nerodiano, el mismo mitad hombre y mitad pez, no podía comprender su conformación y obedecía a los precepto de seres tan perversos como los Dragones, que yo aún no conocía más pero que estaba aprendiendo a temer.
Solamente seres muy peligrosos tendrían fuerzas para existir desafiando el bien y burlándose de la Divinidad dentro de un proceso de esclavización a millares.
Salgamos –Dice Atafon. Y nos condujo para afuera de la caverna.
Nerodiano a la salida recibió los agradecimientos de Atafon, quedó contemplándonos en cuanto nos apartábamos a trabes del océano de gelatina.
CAP. XXX
Indicaciones sobre el poder mental
.Seres extraños y siniestros pasaban frente a nosotros y en todas las direcciones, y su mirar aún les parecía distante y perdido.
¿Son inconscientes? Pregunté.
En realidad son, respondió Orcus.-el pensamiento de ellos en cuanto exista, permanece lejos o embotado. Viven una vida de peses o animales acuáticos. Muchas veces no se recuerdan, de la esfera de la superficie y suponen que son capaces de articular una vida diferente en condiciones superiores, perdieran la noción de la vida en la forma humana.
¿y tienen sensaciones y deseos?-continué interrogado.
En ocasiones esas sensaciones se intensifican en eso que podríamos llamar la base infra física. En la medida que el ser cae las sensaciones y deseos se concentran cada ves más en sus órganos de manifestaciones primarias, y de manera excepcional sexuales. La naturaleza en todo lugar del Universo exige su quantum y cobra su tributo.
¿Mas aquí, en estos lugares y en estas regiones existe entendimiento sexual entre estas criaturas?-exclamé espantado.
Talvez no como lo entienden los humanos, la manifestación del sexo es aún de los mayores poderes de la mente en todo el Universo. La mente en estado inferior de conocimiento, progreso y vibración, se expresa sexualmente a trabes de órganos de sensación y reproducción de las formas en plano inferior.
La mente en estado de conocimiento, progreso y vibración superior se expresa sexualmente
a trabes de transferencia de alimento masculino o femenino que en última instancia significa cambio de valores evolutivos. ¿No recibe la flor el polen de otra flor que se sitúa a distancia?
¿Acaso en último análisis no es sino manifestación sexual en el campo de la botánica?
Miré a Orcus asombrado. Nunca escuchara semejantes manifestaciones. y ese escenario, se tornaba más fantástico.
¿Entonces esos seres que vemos deformados, esclavizados, mutilados, aún así se aman y se reproducen?
en cierta manera si. Amar y reproducirse es ley Divina. A través de las formas infinitamente diferentes se expresa la evolución del principio espiritual en marcha para el supremo bien.
La escala que conduce a las cúspides espirituales tiene su base en las formas inferiores de la vida. Dios está en todo. A cada uno según sus obras, como enseña la palabra Divina. De la sombra para la luz, y de lo inferior para lo superior, expresa el principio de la ley. Lo que piensa el hombre a respecto de la verdad no altera la propia verdad. Aquí abajo como en lo alto, Dios legisla con el mismo amor y cariño. Nadie es huérfano de la providencia Divina. El odio es apenas el distanciamiento de la ley. El desorden solamente indica la existencia del orden y el mal es temporalmente la ausencia del bien. Estacionar y progresar son estados de un mismo movimiento.
Orcus se calló y yo quedé extático contemplando la gelatina verde que contenía en si millones de vidas que representaban la existencia de Dios en todas partes.
Orcus sonrió percibiéndome los pensamientos a trabes de la tela mental y agregó:
No se eluda mi amigo, El Ángel y el Demonio son hermanos匡 ameba y las Potencias celestiales más elevadas contienen en si los principios de la misma vida Universal eterna y gloriosa.
Fuimos sorprendidos por la llegada de un extraño pulpo de mil brazos y mirar fosforescente. Me aterrorice. Atafon, sin embargo extendió la diestra de la cual emanaba agujas azulinas de intensa vibración. El animal paró a nuestro frente. Era en realidad, un monstruo. Antes que me rehiciese de la sorpresa fui tomado por una sorpresa mayor. Con voz gutural y horrenda el hablo dirigiéndose a Atafon:
¿No respetas a tus hermanos? ¿Dónde está tu superioridad Ángel del Abismo?
Aquí no se trata de respetar hermanos, respondió Atafon-y si, de autodefensa. Sabes muy bien cual es tu intención! La ley no nos obliga a sucumbir! Viajo con finalidades educativas en compañía de amigos, conoces mis funciones de fiscal de la ley, ¿Por qué me atacas?
Las palabras decisivas de Atafon parecieran detener el monstruo porque permaneció estático. Antes que dijese algo, Atafon se movió lago adentro dejándolo allí parado. La gelatina cubría la inmensidad. Nos sentíamos ansiosos de salir de allí. El valioso Espíritu me percibió la lucha íntima porque exclamó:
Saldremos ya de estas regiones. Espíritus menos comprensivos comenzaran a infectar a este lago!
De hecho noté que las aguas "gelatinosas" se movían extrañamente y juzgué vislumbrar seres desconocidos, de tamaño descomunal, que nadaban en nuestra dirección.
Por ahora hijo mio, usted no está en condiciones psíquicas de enfrentar todos los monstruos que habitan en estos lugares.-Exclamó Orcus. Atafon sabe lo que hace. El conocimiento gradual es norma indefectible del pensamiento Superior. Nadie puede dar más de lo que tiene ni recibe más de lo que puede. La Capacidad de asimilación de cada Espíritu determina su situación en el Universo.
Ya decía el apóstol que a los niños se les debe dar leche..
Comprendí las enseñanzas de Orcus No más me impelía mi curiosidad. Si conocer era mi objetivo, sobrevivir era mi necesidad absoluta. No debía retroceder ni tampoco arriesgar mi integridad periespiritual. A cada uno según sus obras, enseñó el Divino Maestro. No tenia yo derecho a pedir más de lo que merecía o enfrentar peligros para los cuales no estaba preparado. Ademas, me abordaban dos queridos instructores.
Cuando salimos del lago a extensa playa, la noche oscura nos invadía totalmente la retina. Sentí que afuera la densidad del ambiente era menos asfixiante Una brisa fresca nos bañaba las fases y una impresión de bienestar nos tomaba el corazón.. Un as de luz descendió de lo alto.
Es aún Gabriel que nos cuida–,Explicó Atafon.. A trabes de las rocas de los lagos y de las tinieblas, El proyecta su luz para advertir que está presente. Dios no abandona a sus criaturas
Atafon habló y yo seguí con los ojos aquella expresión de la bondad Divina que descendía a los más profundos Abismos.
OOO-
Seguidamente empezamos a escuchar desagradables voces guturales salidas de la oscura noche.
Son los cocodrilos, nos advirtió el venerable Espíritu. Pasaremos en medio de ellos sin ser registrados..
¿Son también formas espirituales?-pregunté asombrado.
Si, hermanos nuestros que yacen prisioneros en las formas animal ésas que crearon para si mismo. Los espíritus crean las prisiones que os esclavizan. Cuando el hombre llegase a comprender el poder modelador de la mente, comprenderá entonces que alcanzar las estrellas o sumergir en los más profundos infiernos es únicamente su obra. El poder de la mente centella Divina y dadiva del Creador, conduce para lo alto o viceversa de acuerdo con la voluntad de cada uno que se opone o que se adapta a la ley.
El pensamiento, mi hijo, establece en el ser las corrientes vibratorias que organizan al propio Espíritu. Vibrar es intensificar en si mismo el amor de Dios o el amor a la materia más densa.
Oí las enseñanzas con profunda ansiedad. Mi corazón sintió que Atafon abría para mí, el santuario de los grandes misterios弯font>
A nuestros pies estáticos, miradas fosforescentes, horribles, centenas de Espíritus cocodrilos nos contemplaban. Atafon encendiera luz en pleno pecho. Luminosidad rojo plateado se irradiaba en su entorno lo que parecía inmovilizar a las horrendas criaturas.
Las fisonomías por más horrible que pareciesen, recordaban a los humanos. En el mirar había aquella expresión de la humanidad perdida. Un pavor sobre humano me dominó las entrañas.
No se decir si era emoción de ver hasta que punto descendieran mis hermanos esclavizados en la forma degradada, o si el recelo de ser asaltado por aquellas criaturas antihumanas. Larga, larguísima fue la caminata.
Nada les hablamos, y Atafon prefirió guardar silencio. Orcus me aseguró del brazo y me mantenía De pié.
Por ahora las sombras de la noche eran iluminadas por la luz de Atafon que aclaraba las fisonomías animaléscas. Interminable fue el viaje hasta que fueron escaseando las agrupaciones de cocodrilos y de repente nos conducimos por estrecho camino que rodeaba la montaña soturna donde habitaban los mayores seres de aquellos lugares. Perdimos de vista a los cocodrilos, que así al percibir que la luz desapareciera, prorrumpieron en una gritería infernal
Señor! Señor! Perdónanos el mal que practicamos!
Me asombré. ¿Porque no ayudar a esos que están arrepentidos?
De nada vale dice Orcus –Conducirlo simplemente de las sombras para la luz, el cambio de lugar no les altera la intimidad del ser. Solo el tiempo podrá reconducirlos a la superficie.
¿ y esos gritos de arrepentimiento no son verdaderos?
Es posible que sean, mas no esta escrito que no basta decir "señor, señor"! La evolución es inexorable y la ley que permitió el descenso exige condiciones para el asenso. Nadie desafía impunemente las leyes de Dios. ¿El enfermo hospitalizado en grave estado, por el hecho de gritar
Señor! Señor! No queda curado inmediatamente! Tendrá que aguardar la cura lenta que los medicamentos le proporcionan. Aquellos cocodrilos en ese charco no están abandonados así mismos.
La misericordia Divina ya les oyó las voces y El Padre proveerá.
Frente a las juiciosas observaciones de Orcus me callé., aunque dominado por profunda angustia en el corazón. .
CAP. XXXI
Arriba, en la montaña oscura dijo a Atafon que había grandes y terribles Espíritus envueltos en formas jamás soñadas por el hombre y que ellos se suponían administradores de los charcos y de las planicies. Realmente silbidos, gruñidos, y clamores que avalaban la inmensidad se oían de vez en cuando haciéndome temblar las fibras íntimas de mi ser. Atafon, seguido de Orcus y por fin caminando en fila. Éramos tres sombras indudablemente iluminadas por la luz de un espíritu. La inmensidad de aquellos desiertos no tenía medida y sería imposible describirles la extensión.
De vez en cuando mi corazón era tomado por un profundo vacío lleno de angustia. Me parecía infinita la soledad. Orcus me percibió las oscilaciones vibratorias dirigiéndose a Atafon
____ Nuestro amigo está sintiendo la angustia del tiempo.
Atafon se detuvo inmediatamente y respondió:
____ Orcus, en ese caso la situación es grave tenemos que buscar reposo en algún puesto de vigilancia.
Yo me comenzaba a sentir cada vez más tonto y tenía la sensación de que iba a perder los sentidos. ___ ¿como encontrar ahora un puesto de socorro? __ aún oí la voz de Orcus un tanto preocupado.
___ veremos, ___ agregó Atafon.
___ No me recuerdo de más nada. Cuando desperté reposaba en lecho muy blanco donde una temperatura agradable nos penetraba inmensamente.
Oercus paternalmente me alisaba la cabeza y Atafon me sonreía.
___ Usted sufrió una crisis de tiempo dice él. No es fácil atravesar esas zonas sin la noción del tiempo, que la superficie concede para aquellos que viven en ella.
Mi pensamiento aún incapaz de articularse no podía comprender exactamente lo que el hablaba. Solamente más tarde iría a entender que la falta de noción de la medida del tiempo puede precipitar a la criatura a un estado de completa desolación interna. El vacío y la angustia dominaban de tal manera el alma que el ser marcha vertiginosamente al encuentro de la iconciencia. Hay una paralización casi total de los centros motores del cerebro y del corazón.
Miré mejor el ambiente y vi. que allí habían otros espíritus casi tan bellos en cuanto a Atafon y a Orcus.
Semejaban formas femeninas de diafanidad inconcebible.
___Son nuestras hermanas para vigilar unos de los desfiladeros del abismo.___, nos la presentó alegremente Atafon.
Las entidades se aproximaron a mí y me besaron en la frente.
Temp y Téra, murmuran ellas con voces angelicales. El señor nos concedió la alegría de servirlo en estos abismos y somos felices por esto.
__ como podría ser felices en aquellas regiones abandonadas de todo! __ pensé en si mismo.
Sonrieron en una demostración de que había comprendido mis pensamientos.
__ la alegría íntima de servir vence todas las facultades!__ me enseño Téra .
Cuando se conquista en verdadero sentimiento del amor a Dios y a los demás seres somos felices en cualquier parte del universo .el reino de Dios está en todas partes.
Me sentí ligeramente avergonzado al escucharle la lección.
__¿en pero el abandono, y la soledad? __ gangocie
No existe abandono ni soledad..__ esclareció. __ nosotras vivimos intensamente procurando despertar a los seres que habitan los abismos a la comprensión de la ley de Dios o también amparando a aquellos que se pierden.
Las palabras de Téra cayeron en mi corazón como agua en el desierto. Mi visión limitada se desveló en un entendimiento mayor sobre la alegría de vivir para servir
Pasé allí muchas horas días o meses. No se decir porque allí el tiempo no se cuenta.¿ Estaría todo aquello amarrado dentro de algunos minutos de acuerdo apenas con la medida del tiempo de la tierra? No podría también responder porque cuando en la superficie yo me recordaba que soñando, en algunos minutos u horas una infinidad de cosas suceden.
Temp y Téra son dos espíritus de evolución femenina con enorme progreso conquistado. Un poco menos que Atafon y un poco más que Orcus, admirables criaturas de manos iluminadas. Les pregunté si había hecho su carrera evolutiva siempre en la Tierra. Dijeron que no
Vinieron de Venus donde habían alcanzado el más alto progreso posible .informadas de la existencia de planos subterráneos en nuestro mundo voluntariamente se ofrecieron para ayudar en los abismos. Esa decisión repercutió intensamente entre el consejo espiritual venusiano que después de entendimientos con el gobernador de la Tierra les concedieron autorización. Llegaron aquí hace milenios donde permanecen. De vez en cuando son relevadas por otras dos figuras masculinas también de Venus de igual evolución. Ellos son Irus y Urus. El relevo se hace en el ciclo de ochocientos años terrestres. Especie de monjas. La dedicación de esos espíritus que auxilian las formas degeneradas de las profundidades del sub-mundo alcaza las rallas de lo sublime. La penetración de la luz en plenas tinieblas representa evidentemente notable consideración.
Es cierto que eso le aumentará las credenciales en los planos superiores en pero no hacen eso con la intención de conquistar credenciales, apenas se estimula el amor al prójimo.
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