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El Abismo (página 4)


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Inigualables en el afecto, me cercaran de cariño. Durante ese tiempo no vi a Orcus ni a Atafon que se ausentaran en visita a otras regiones. Supuse que en el momento me fuese suspendido el viaje con ellos.

Procuré comprender y aprovechar la compañía de las hermanas que se desvelaban a mi lado contándome historias de los abismos y de sus luchas. El sistema de vida que llevaban me impresionó profundamente. En realidad no eran criaturas como nosotros. Eran más diáfanas y poseían una penetración extraordinaria a trabes de los obstáculos, así fuesen ellos montañas, lagos o polvadales .

Lo que significa polvadal en el interior de la tierra son grandes fajas vibratorias que circulan en el interior de la Tierra, como tocadas por vientos invisibles y que en muchas ocasiones arrastran a multitud de seres como si fuese un ciclón, siendo permanente motivo de terror.

Ellas todavía, se sobreponían a esos fenómenos. Las hondas pasan por ellas sin causarles ninguna molestia.

Se alimentaban en copas de cristalina transparencia, ingiriendo líquidos de inigualable belleza.

En ocasiones me daban de esos alimentos, pues me sentía intensamente revigorizado y notaba que me agudizaba las percepciones espirituales. Parecían líquidos de fuego que me exaltaban los sentidos espirituales. .

Las tazas en forma de grandes lirios eran de excelsa delicadeza.

Temp y Téram reposaban poco, pues en cuanto una cuidaba de mi, la otra se desvelaba en los desfiladeros. ¿Que buen servicio prestaban ellas en favor de aquellos espíritus deformados, perdidos, inconscientes o locos?

–No siempre están perdidos, habló Téra cierta vez que mi pensamiento se fijaba con intensidad en el problema. En todo ser por más bajo que aya caído, siempre brilla la luz de la esperanza. Controlamos a los enviados de los Dragones e impedimos a que sus ansias de justicia ultrapase la fuerza de la ley. Aquí estamos como guardianes de los más débiles. Nos oponemos a la ferocidad sin límite, y damos amparo a los que comienzan a ascender弯font>

¿Entonces es realidad la afirmativa de que a trabes de la forma degradada o desgastada, puede el Espíritu "caído" tornar a subir?-interrogué ansioso de conocimiento.

–La Divina Bondad recupera siempre a los que desean recuperarse: así después de perdida la esperanza en el corazón de las formas, aún permanece la Esperanza Divina. Dios, mi hijo, es infinitamente misericordioso堼/font>

Comprendí el apunte de Téra y me perdí en profundas meditaciones. Una pequeña ventana de material y de formas inconcebibles en la superficie nos permitía ver el exterior de la habitación y pude percibir que allá afuera muchas beses el viento gemía y una cortina de nieve caía sin cesar.

¿Cómo se podría dar ese extraño fenómeno teniendo en cuenta la teoría científica de que a cada 33 metros de profundidad de la Tierra sube un grado de calor y de acuerdo con las informaciones Espiritas, más aún?

El interior de la Tierra también posee zonas frígida, gélidas en sus círculos espirituales. Estamos en una faja espiritual de intensa frigidez por donde los Espíritus sombríos la pasan endurecidos y cubiertos de nieve. Aquí solamente seres de piel o caparazón endurecido pueden vivir. Nosotros estamos por enzima de la temperatura y el tiempo existente en estas zonas. Por eso Usted aún no posee organismo espiritual adecuado. Por esto es que Atafon prefirió dejarlo en nuestro clima casero. De hecho mirando por la ventana vi que filas interminables de criaturas semejantes a búfalos almizcleros caminaban por la nieve. Sin embargo, las fisonomías nos recordaban de manera distante la fisonomía humana. Miradas fusilantes como brazas y caminaban con pasos lentos. Seres de forma antidiluviana, como dinosaurios, horribles, descomunales, avalaban las inmensidades. Contemplarlos por aquel ósculo era de cierta forma un espectáculo horripilante empero al mismo tiempo grandioso. ¿Cómo serán los Dragones? Me gustaría enfrentarlos un día!

Téra me alisó los cabellos suavemente diciendo:

— ¿Usted recuerda la leyenda de lucifer? Entonces no desee nunca ver los Dragones!

Aun no se conformaran con aquello que suponen ser condena eterna!

A través de la ventana vi. a otros seres. A veces eran bandos enormes de macacos peludos o de osos desagradables. Me decía Tére que todos ellos eran espíritus degradados en la forma.

Algunos se arriesgaban a acercarse a la ventana y nos miraban ansiosos. La presencia de Téra o de Tem, paréese que los impidió de cualquier ataque. Supuse que se trataría de criaturas espirituales.

–De cierta manera son-me explicó Téra La capacidad mental de ellos está muy reducida. Muy abajo de cualquier ser humano que habita la superficie. Por lo tanto lo que sucede es que muchos en adelante descendiendo guardan inviolablemente la inteligencia, y pasan a usarla para el mal. No todos caminan lejos al encuentro de la inconsciencia. Resisten por un poder para nosotros aún un poco desconocido a la paralización de la mente. Primero se les endurece el corazón y la inteligencia brilla para el mal. Esos realmente son peligrosos Desde aquí abajo traman incursiones en la superficie. Por eso Usted se recuerda que lucifer quiso escalar a los cielos. Precipitado en los abismos añora la superficie rebelde. Hay caídas de planetas superiores para planetas inferiores. Empero hay caídas también para el interior del propio planeta.

Quedé contemplando aquel Ángel sublime que me servia cierto de que la Infinita Bondad de Dios se olvidara que en mi inferioridad yo aún conservaba la mente sin luz y un corazón de barro.

CAPITULO XXXII

El regreso de Atafón

El retorno de Atafon y Orcus me hincharan el corazón de alegría. Ahora ya armonizado con Téra y Temp, me complacía verlos de nuevo. Me sentía firme y seguro con ellos. Sonreían por mi alegría que les podría parecer infantil.

–Fuimos al sub abismo –Habló él, la situación continua siendo la misma; nada mejoró por allá.

–¿Sub abismo?-aquello vibró como golpe fuerte en mi cabeza ¿Qué seria eso? asta ahora nosotros apenas recorremos lugares situados en la faja interior de la Tierra que se llamara Abismos. Luego enseguida, descendiendo viene lo que se llamó Sub Abismos que se encuentra debajo de los Abismos. Son regiones más profundas situadas en faja inmediatamente inferior a la que nos encontramos. Mi hijo, seguimos siempre en la dirección del centro. Aquí donde habitan Téra y Temp es una de las entradas o puertas de aseso de los Sub Abismos. Para los Abismos o viceversa. En el momento desdichadamente Usted no está en condiciones de descender más. Deberá satisfacerse solamente con la información de la existencia de esa faja que le quedará por ahora desconocida.

Agradecí con un gesto la delicadeza de Atafon debido a que yo aún guardaba el lecho y comprendía perfectamente mi inmensa inferioridad espiritual. —Luego aprenderá que en el interior de la Tierra solamente siendo cada vez más monstruo, o cada vez más Ángel Jesús descendiera a los infiernos o regiones inferiores como el mayor de los Ángeles que ya penetró en la Tierra.

Para los mundos superiores la ley es casi la misma. Hay puertas de salida o de entrada por todas partes Se entra por atraso o por adelantamiento. En la condición de aprendiz o en condición de enfermo. Los instructores divinos esparcidos por todas partes nos estudian las posibilidades.

Orcus, sereno, me contemplaba con simpatía. y amor. Espíritu de gran envergadura se alegraba con mis adelantos en el campo del conocimiento.

Nos despedimos de Terá y Tem, con lágrimas en los ojos. En la puerta nos abrazamos con profundo cariño y tristeza. A nuestro frente la noche más obscura nos esperaba teniendo como caminos gradas peligrosas, húmedas escurridizas. El corazón me batía en el pecho descompasado. No podía pensar. Los sentimientos por la Tierra me tornaba más intenso.

En breve, retornaremos a la superficie.–, me animó Orcus paternalmente.

Nuestro primer viaje por el interior de la Tierra se aproxima al fin .Un día habremos de penetrar de nuevo hasta los grandes Abismos. Un calor diferente me cubrió el ser. Las palabras de Orcus plenas de electromagnetismo Espiritual, me causaron enorme bienestar. La esperanza de retornar en buen tono me hacían sentir muy bien. Ahora el aprendizaje y la conquista de conocimientos superiores, la alegría del hogar era indescriptible.

Venciera la angustia del tiempo, empero no me podía sobre poner a mis emociones

Las gradas ahora se sucedían unas tras las otras con desvíos laberínticos perturbadores. Las ondas de nieve quedaban atrás y los grandes mamuts que yo viera a trabes de la ventana habían desaparecido. La soledad, la inmensa soledad, había desaparecido. La soledad, esa terrible soledad, era la que dominaba todas las cosas. Ni un grito, ni ningún tipo de sonido. Nada..

Debemos tener cuidado ahora explicó Atafon Este silencio es peligroso. Los Dragones que habitan el centro de la tierra lo usan para enloquecer a los Espíritus como nosotros que venimos con misión

Acreditan que podamos caer.

–¿Y eso no sucede nunca? Pregunté.

–En ocasiones sucede, Espíritus menos prevenidos se dejan invadir por el silencio de las cosas muertas y se desorientan. —Es cuando aparecen los monstruos horribles y nos arrastran para las tinieblas.

—¿Quiere decir que ese silencio es aparente? Pregunté ansioso.

Es así; todos están ahí –¿quiere ver?

Hice un gesto de aceptación. Atafon erigió la diestra en dirección a la inmensidad y una descarga de luz azulina y rósea iluminó las tinieblas. En ese lugar pude ver millares de criaturas de todos los tamaños y formas, miedosas y horripilantes, subhumanas o animaléscas que prorrumpieran en un clamor ensordecedor. Me tapé los oídos aterrorizado empero inútilmente, pues los sonidos penetraban a trabes del organismo periespiritual como puntas de fuego y nos hacían repercutir como un instrumento de percusión. Imaginé caer dormido, empero Atafon hace un gesto de luz y todo tornó al silencio sepulcral. Comprendí que el haz luminoso que trazó con la diestra era una orden que ellos entendían. Mi corazón con arritmia tornó a la normalidad.

–¿comprendió donde estamos? Me cuchicheó Orcus apretándome el brazo. Nada por aquí está desabitado. La luz y las tinieblas enchen el Universo y por encima de ellas Dios gobierna.

CAP. XXXIII

Buscando la salida

–Hay puertas de salida en todo el Universo-enseñó Orcus. De las esferas inferiores para las superiores. Todas ellas son guardadas por seres terribles o Angélicos. En las fajas vibratoria más densas permanecen guardianes maléficos y a beses, como aquí, enviados celestiales. La dificultad para el Espíritu evolucionado es alcanzar esas puertas liberadoras. Hay una infinidad de criaturas que se complacen en vivir en las tinieblas y en el mal, procurando impedir de todas maneras que los seres se liberen.

Usan todos los medios o recursos que estén a su alcance. El orgullo, la vanidad y el egoísmo son sus aliados naturales, a seguir, los preconceptos, los formalismos y también la fuerza y la violencia.

Eso caracteriza el "bien y el mal"."La luz y las tinieblas" identificados en todas las épocas por todos los grandes Iniciados.

Observé a Orcus deslumbrado. Sus anotaciones eran realmente impresionantes! El silencio dominando de nuevo la extensión nos inducía al temor sin límites. Alcé los ojos buscando las "puertas", nada vi solamente oscuridad. Solamente del pecho de Atáfon luminosa fuente de luz verdosa que clareaba el camino. Busque a Gabriel en las alturas, mas los rayos de luz se filtraban debilísimos para mí, a través de los peñascos. –¿Dónde estaríamos? Como era de angustioso el silencio!

Me asusté yo que sufriera la crisis del tiempo ¿no vendría a sufrir la angustia del silencio?

–Es posible!-me habló Orcus, antes que yo le dijese. El silencio profundo provoca una profunda tristeza. El corazón paréese estar vació, y el alma pierde el equilibrio interior.

Miré a Orcus preocupado, me empecé a sentir angustiado y una indiferencia desagradable me dominaba el Alma.

–No estamos aún en el silencio absoluto, advirtió él, el ambiente está repleto de ideas, de formas pensamientos de esos millares de criaturas que se esconden en las sombras. Lo que piensan y lo que sienten se refleja en el espacio aéreo que pre hinche los abismos y en cuanto Espíritus como usted no lo perciban, a pesar de todo son alcanzados en pleno pecho o en la cabeza por el impacto de esas manifestaciones de orden inferior, emanadas de sus inteligencias o impulsos terribles de sus sentimientos. En realidad, podríamos compararlos con los estampidos de los cañones que ni toda la mente puede alcanzar.

Se calló Orcus, y Atafon al frente proseguía la jornada. Parecía que subía escarpada encuesta. El terreno era escurridizo y pedregoso. Oscuro, camino estrecho que mal permitía el paso para una persona.

De repente Atafon nos hizo una señal con la diestra. Paramos. Y murmuró en voz baja para Orcus y entonces fui sorprendido por un hecho extraordinario. Atafon que hasta allí se mantuviera con una conducta de perfecta modestia y humildad, se elevó en el espacio como un gran pájaro. Su vestido se semejaba a alas y de súbito se iluminara de una luz verde amarillenta cuyos rayos iluminaban las tinieblas. Observé asombrado millones de criaturas que exhibían todas las formas y aspectos que yacían en las reentrancias de los peñascos, en los huecos enormes o en los caminos tortuosos. Atafon paró en la altura. Al principio chocado con el fenómeno el silencio pareció tornarse más profundo, enseguida prorrumpieran en enorme gritería como les era habitual en tales circunstancias. Después, en fracciones de segundos .si se pudiese medir el tiempo, las voces se suspendieron Atafon como un pájaro de luz subía en la oscuridad que poco a poco iba recayendo en los abismos, en su pasaje por las alturas verificamos que picos puntiagudos de prolongación casi infinita se clareaban y luego se sumergían en la sombra. Quedamos perdidos en la distancia inmensurable. ¿A dónde iría aquel Ángel de los Abismos? Pensé dominado por angustiosa tristeza.

–Atafon fue obligado a subir con el fin de observar si las "puertas de salida" están abiertas para nosotros-Explicó Orcus.

¿Y por que, el se mantuvo a pie durante todo ese tiempo con nosotros cuando podíamos haber recorrido estos infiernos de manera más suave?-interrogué.

Realmente hubiera podido usar las facultades de transporte aéreo y usted seria cargado en sus brazos–, concordó Orcus. Sin embargo, hijo mío, usted perdería la importancia de su viaje, ¿no le paréese? Hubiera visto todo de arriba y eso no hubiera atendido a los objetivos de su incursión. Por otro lado, mi estimado, en aquellas alturas donde se encuentra Atafon en el momento él esta desenvolviendo una actividad celular de expansión del propio periespíritu, de tal manera que usted bajo el impacto de la vibración de él, viajaría desencajado弯font>

Mire a Orcus sorprendido y pálido, empero comprendí la observación.

Si los Espíritus superiores vibrasen a nuestro lado con toda la intensidad de que son capases, nos adormeceríamos–, enseñó además el gran Espíritu. ¿Se recuerda de Jesús en el Monte Tabor?

¿ No ocurrió un hecho semejante? Hay leyes de tal rigidez que inútilmente podremos vencerlas. La humildad en todas partes del Universo es el equilibrio de las leyes. El rostro de Orcus sobre el cuello taurino en aquella hora me pareció iluminado por extrañas vibraciones y yo sentí que un estado diferente y desagradable me envolvía el corazón.

CAP. XXXIV

Las puertas liberadoras

Atafon se perdía en las distancias abismales.

Sabíamos que a nuestro regreso los monstruos horrendos estarían sumergidos en las tinieblas y podrían surgir de un momento para otro. No me era dado a saber cual era la fuerza o poder real de Orcus. ¿Tendría las posibilidades de defensa similar a la de Atafon? El hecho es que el silencio dominaba el ambiente y nos invadía completamente.

Me alegré con el silencio que antes me angustiaba. Ahora, el era como bálsamo en mi alma. Savia lo que significaba la quietud y la calma Los seres horripilantes de aquella región estaban lejos.

Atafon desapareciera, y Orcus suspiró. –En fin, atravesó las puertas!.-dijo él.

Comprendí que hablaba de Atafon.

Ahora se encuentra en la superficie,–agregó; y en breve nosotros lo seguiremos!

–¿Nos es permitido salir en línea recta como Atafon? Pregunté.

–No!, eso no!, mas conseguirá las ordenes que necesitamos para el retorno.

–¿Quiere decir que no podemos salir sin esas ordenes?

–Así es, no podemos. Quien desciende con permiso, permanece bajo control de las esferas más elevadas Tenemos que esperar ordenes para salir de nuevo a la superficie弯font>

–esto me paréese a un "pasaporte", hablé, queriendo sonreír. Orcus se rió abiertamente por mi idea.

–Ni más ni menos, mi hijo! La ley es semejante.

La espera fue larga. Abrazados por las nieves sin fin parecíamos dos aves abandonadas en los picos de las cordilleras desnudas. El viento comenzaba a gemir

–Es el Teon de nuevo –explicó mi amigo Me sentí otro oyendo el viento.

–¿no es el que marca el tiempo por aquí?

–Si, así es!

–Ahora comprendo la bendición que representa. –Quedo ansioso esperando su vuelta!

De hecho era una realidad, el viento gemía y silenciaba. Después de un tiempo retornaba a gemir. Teníamos la perfecta idea de que se trataba de un eterno reloj. Entre un gemido y otro, significaba medida de tiempo. Como el alma humana necesita de la medida del tiempo, en cuanto permanezca en estado inferior de evolución, difícilmente el –Espíritu podrá de un solo golpe comprender y vivir la eternidad! Veo que aquí Dios guardó un profundo misterio! La insignificancia de nuestra presencia en los Abismos era completa La grandeza de las cordilleras puntiagudas nos apresaba la mente. En la distancia infinita vimos de pronto una claridad.

–Es Gabriel, esclareció Orcus.-que prepara nuestro regreso. .

De hecho allá estábamos de nuevo, bajo la silueta del Ángel

Comprendí que una inmensa luz estaba siendo proyectada para el interior de la Tierra. Me parecía en esa luz que marchaba a nuestro encuentro, una prodigiosa escalera se desenrollaba lentamente como una faja.

Las líneas de protección están siendo lanzadas para el interior, me explicó el amigo espiritual. En breve estaremos "controlados" por ellas.

Contemplé la luz y, realmente, líneas magnéticas de fuerza corrían en nuestra dirección. Descargas eléctricas le acompañaba el proseso.Pasara a trabes de las cordilleras y de os accidentes como si estos no existiesen, Luego, fuimos envueltos por aquella fuerza extraña que nos dominó los centros motores y la capacidad interior Me parecía que un enorme poder me invadía el alma. Tuve la impresión de que Gabriel extendiera las manos y los brazos en nuestra dirección y que, de él, partieran fajas, rayos y líneas de fuerza electrodomésticos y tal vez atómicas. Inmenso aparato de energías cósmica.

Iniciamos la caminata en aquel diseño fantástico gravado en la atmósfera abismal.

Era una perfecta escalera Caminaba por ella en dirección a la superficie como si fuese sobre algo plano.

Marcha lenta, acompañada de alegrías. Una emoción desconocida nos invadía en lo íntimo al dejar aquellos páramos. Pensábamos en las criaturas en la degradación de la forma que allí permanecían. Nada podíamos hacer por ellas. .

Sub mundo totalmente desconocido para los humanos.

En la corteza terrestre el hombre plasmaba su felicidad o su alegría futura o paraíso interior o infierno de la perturbación casi sin fin. Ahora si comprendo porque algunas religiones hablaban de infierno. En verdad no existía infierno eterno, empero si estados de permanencia infernal. Allí, cada uno se precipita por si mismo en el desgaste de su propia forma periespiritual ejecutando en el plano que desee弯font>

De vez en cuando oíamos algunos gritos chocantes provenientes de los contra fuertes de las montañas oscuras.

–Volveremos algún día para estudios más perfectos de los abismos –afirmó Orcus. Este viaje que hicimos tenia como único objetivo dar una noticia de la existencia real de criaturas en el fondo de la Tierra. Todo el universo está poblado.

No existe un solo lugar del cosmos donde Dios no haya colocado la vida. Nuestro viaje aunque largo, se aproximaba al fin. Veíamos ahora a Gabriel perfectamente sobre grandiosas montañas de alas extendidas como un águila, y manos abiertas extendidas para nosotros, irradiaban luz, fuerza y amor. Era de una belleza indescriptible y el rostro iluminado nos ofuscaba la visión. Lo miré apenas un momento y tapé los ojos con las manos para no quedar ciego. Sin embargo, pude ver que todo su organismo se tornara una poderosa lámpara que se incendiaria en el afán de ayudarnos.

Las culminaciones a su vuelta estaban impregnadas de aquella luz maravillosa.

Un poco más y alcanzábamos las puertas de la salida. Un pequeño esfuerzo más, pues me sentía cansado, empero cosa extraña, aquella luminosidad parecía penetrarme interiormente como si yo fuese una esponja que absorbiese agua, y me daba nuevo aliento. En fin, alcanzamos a Gabriel

CAP. XXXV

LIBERADOS

Debido a nuestra aproximación Gabriel desminuyo su luminosidad. Vi que estábamos a pequeña distancia de él y que caminábamos por un pequeño sendero sobre las montañas escarpadas.

El Ángel nos sonrió y Orcus se arrodilló en un gesto de humildad y agradecimiento.

Entonces oímos una voz, que jamás había escuchado en mi vida.

–Orcus, no te arrodilles ante mi que somos personas iguales; amémonos sin humillación, El Divino maestro que descendió, que es la esperanza de todos, vino al mundo con humildad.

–levántate, y mira que te amo con todas las fuerzas del Alma.

Orcus se levantó con el rostro cubierto de lágrimas. Gabriel, al que ahora yo contemplaba, porque se apagara, era una criatura impresionantemente bella, joven y puro de una edad inimaginable, lo miraba y lloré bajo el impulso emocional.

–¿Por qué lloras? –pregunto. El reino de Dios. es de alegría y de paz. Sed como el Señor.

Orcus recobro el coraje y dice:

—Gan Espíritu que asistís a los pies del cristo, agradezco a vos el amparo y la protección..

Dios en su misericordia ha de recompensarte

Gabriel con las manos hizo un gesto significativo de despedida, y Orcus me tomó de los brazos diciendo:

Mi hijo, Agárrate de mi, vamos a atravesar la atmósfera movediza.

Luego enseguida, como poderoso motor se puso en movimiento y yo sentí que nos elevábamos del suelo; como un juguete penetramos en la faja de tonos rojizos marrón que hervían en torno del centro de la tierra. Percibí que en dados momentos habíamos atravesado la superficie y sumergido de nuevo en el cielo estrellado. La noche de una limpidez sin fin, era una invitación al descanso y a la paz.

Respiré profundo y sentí que el aire era pacifico y leve. Como era de sublime y bella la superficie donde habitamos. Observé de lejos los continentes y esperé que Orcus me recolocase en tierra firme.

El sonrió

Volveremos ya que el señor nos dio la vida Nos situó en el mundo para el trabajo. Confiemos en El

Vi. la vía Láctea y las grandes constelaciones como quien contempla viejos amigos y seres familiares. Expresaba mi alma un inmenso amor por todo. Yo ahora sabia que en las profundidades habitan los que se olvidan de las leyes de Dios. Y cuyos recuerdos permanecen como pesadillas en mi Espíritu

Me abrasé aún más a Orcus, lo besé en las mejillas. Orcus sonrió

–Es nuestra Tierra, dice él:

–Sintamos por ella, –aprecio y cariño.

Después de eso comenzó a descender.

Yo feliz, contemplando el Universo estrellado veía a Dios en todas partes. .

 

 

Autor:

Libardo Trujillo Medina

 

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