El profesional de la educación requiere de un autoperfeccionamiento constante de su labor, por ello es imprescindible incorporar elementos psicopedagógicos a la misma. Se requiere la optimización del proceso de enseñanza aprendizaje y favorecer un aprendizaje creativo-vivencial en los futuros profesores. Esta tendencia debe conducir a un autoaprendizaje permanente del profesor.
A la escuela contemporánea le caracteriza aún una actividad que ha sido dirigida fundamentalmente a la adquisición de conocimientos, hábitos, habilidades, conductas y valores, pero no siempre se ha tenido en cuenta la posibilidad que brinda de favorecer el
desarrollo integral de los estudiantes y de su potencial creativo a través del carácter productivo de las actividades y el sistema de comunicación entre otros, llevando a los estudiantes a implicarse en su propio proceso de aprendizaje.
¿Por qué hablar de la educación centrada en el estudiante?, ¿es posible hablar de un sistema pedagógico, de la educación no centrada en el estudiante?. Si no está centrado en el estudiante, ¿dónde podría estar centrado?
Así pues, parece obvio que todo sistema educativo debería, primero que nada, tomar como punto de partida y como objetivo al alumno; sin embargo, el descuido de lo obvio en el planteamiento de un problema nos lleva a buscar soluciones donde no las hay, lo cual muchas veces tiene proyecciones increíblemente funestas, a medida que se avanza en la búsqueda de una respuesta. Nuestro sistema educativo, por las paradojas teórica y prácticas con que en todo momento nos confronta, parece haber descuidado la más evidente de las premisas: que la educación debe tener en cuenta, antes que nada, el aprendizaje del alumno.
Por ello, tal vez la teoría, el método y la práctica educativas nos resulten frecuentemente insatisfactorias y volvemos los ojos al educador, al psicólogo, y al sociólogo en busca de una fórmula nueva que de a nuestra enseñanza y a los esfuerzos invertidos en ella la eficacia que con tanto ahínco deseamos.
El sistema pedagógico conocido como educación centrada en el estudiante representa una revaloración de los factores que intervienen en el proceso de aprendizaje, que es producto de la observación y la investigación sobre las paradojas del sistema educativo vigente, con toda su riqueza y sus enormes limitaciones.
¿Cuáles serían estas paradojas, estas contradicciones que manifiestan las incongruencias de nuestros sistemas pedagógicos a todos los niveles de la enseñanza y particularmente, a niveles superiores, preuniversitarios y universitarios?
1. Los profesores universitarios suelen compartir la convicción (o el prejuicio) de que la desconfianza en el estudiante, muchas veces justificada, producirá en éste hábitos de honradez y empeño por aprender, de confianza en sí mismo para adquirir nuevos conocimientos que lo capaciten para llegar a ser un profesional competente. Paradójicamente, pensamos que guiando, dictando, vigilando y sancionando (aunque no sea más que con las calificaciones), actitudes que indiquen al alumno al engaño a deslealtad, formaremos profesionales deseosos de adquirir nuevos conocimientos, honrados, rectos y más interesados en el éxito real de su trabajo que en las apariencias.
2. Muchas veces, el profesor equipara la satisfacción que siente con sus programas y con sus métodos de enseñanza al aprendizaje que, de hecho, se da en el alumno. Sin confesárselo abiertamente, el profesor razona así: me siento satisfecho con lo que enseño y cómo lo enseño; luego, el alumno aprende.
El único índice de calidad en la enseñanza es el grado de aprendizaje que, de hecho, se da en el alumno. Un profesor será más o menos apto como tal según aprendan más o menos sus alumnos. ¿Es enseñar la meta del proceso educativo, o bien el que los alumnos aprendan, y aprendan no como entidades anónimas o como miembros de un grupo, sino como personas e individuos distintos cada uno y en colaboración con los demás?
3. Con frecuencia en forma indirecta o aun abiertamente, se exige al alumno un sometimiento continuo no sólo al contenido y secuencia de las enseñanzas del profesor, sino también a la forma y métodos de enfocar las ideas y la práctica. El alumno, por conveniencia o por deseo de sobrevivir, aprende a bailar a la música que sólo el maestro tiene derecho a tocar. La toma obsesiva de apuntes es un síntoma de este sometimiento que el maestro, explícita o sutilmente, favorece.
Lo más interesante es que, al mismo tiempo, el maestro espera que sus alumnos sean creativos, tomen iniciativas propias, y más todavía, se siente con derecho de exigir a los profesionales, producto del sistema educativo, que investiguen, revisen y diseñen nuevos enfoques y métodos. A través del sometimiento pasivo, se educa para la creatividad y la iniciativa responsable.
4. Los sistemas pedagógicos ponen tal énfasis en los exámenes y las calificaciones, que honradamente cabe preguntas si no se está midiendo con las pruebas la habilidad para pasar exámenes, más que conocimientos suficientemente asimilados.
Consciente e inconscientemente, el alumno aprende durante el curso a pasar el examen, más que a integrar sus conocimientos y a disfrutar de ellos. Las estrategias de "pase" varían en honradez, desde la copia directa hasta la memorización superficial, instrumento para pasar, sin raigambre ni significado ulterior.
5. Es lamentable que el maestro mismo llegue a creer que es capaz de evaluar los conocimientos de sus alumnos a través de los exámenes, con frecuencia carentes de validez y de confiabilidad elementales. Qué difícil es traducir el fenómeno conocimiento a una escala numeral. Sin embargo, el maestro llega a sentirse capaz de evaluar "objetivamente" a sus alumnos en centésimas de unidad, y da calificaciones de 7.59.
Pero lo más lamentable de todo es que los alumnos llegan a creer a su maestro y a evaluarse a sí mismos en términos de las calificaciones que éste da. En realidad, no se les deja otra salida. ¿Es ésta la mejor escuela para desarrollar un sano sentido de autocrítica y de evaluación objetiva de méritos y conocimientos que se supone que son las metas más nobles del proceso educativo?
6. ¿Es la educación superior, el producto de la acumulación de conocimientos profesionales? Tal vez muy pocos maestros estén de acuerdo con que lo es; sin embargo, en la práctica, las clases, conferencias y seminarios que imparten los maestros parecen tener como objetivo la transmisión escueta de la información accesible y pocas veces invitan a la reflexión personal, a la controversia y a la investigación.
Curiosamente, en teoría, al maestro le interesa que sus alumnos utilicen al máximo sus recursos, desarrollen hábitos mentales de crítica e investigación y sepan dónde encontrar las mejores fuentes de información profesional; sin embargo, en la práctica, el maestro se conforma con transmitirles información desnuda, generalmente árida y obsoleta.
Estas y otras paradojas ineludibles del sistema educativo dan pie a un nuevo planteo del sistema pedagógico, a la luz de su objetivo primario aceptado por cualquier programa educativo, independientemente de la teoría filosófica y psicológica que lo sustenten.
Este objetivo primario podría formularse así: la meta del proceso educativo es el aprendizaje máximo de cada alumno en función de su desarrollo integral, como persona humana distinta de todas las demás, como profesional en el área de su especialidad, y como miembro constructivo de una sociedad de hombres, de la cual se beneficia y a la cual sirve con el ejercicio responsable de su libertad.
Un planteamiento como éste invita a nuevas reflexiones sobre el proceso de aprendizaje, no sólo a nivel superior, sino también a todos los niveles.
El aprendizaje humano, como creciente proceso de individualización, debe ser considerado como diferente en cada persona. Si todos somos distintos por nuestras características fisiológicas, temperamento, carácter, medio en que vivimos, historia, condicionamiento y experiencias, la organización del campo perceptual en cada uno de nosotros es diferente, pues es producto de la conjugación característica de todos estos factores diversos en cada individuo.
Si la formulación de hipótesis y teorías que hace posible la metodología científica parte de que no existe identidad sino analogía entre los fenómenos que parecen iguales, cuánto más, en la formulación de las hipótesis en las ciencias humanas -en nuestro caso, la educación-, las personas deben ser consideradas no como idénticos sino como análogos.
Sin descuidar las hipótesis generalizables, la ciencia pedagógica no puede perder de vista al individuo, a riesgo de desfigurar su identidad y bloquear su crecimiento y el aprovechamiento de sus recursos.
De todas estas reflexiones se puede formular la hipótesis de que no existe el mejor método para impartir conocimientos, sino tantos métodos distintos como alumnos participen en un programa de aprendizaje que para cada alumno sería el mejor, y que la función del maestro consiste en estimular y ayudar a cada estudiante a descubrir su propio método.
La experiencia de la mayoría de nosotros podría confirmar esta hipótesis. Si recordamos aquello que hemos aprendido bien, que ha pasado a ser parte de nosotros mismos, constataremos que ha sido aprendido a nuestro modo, a nuestro paso, y congruente con lo que somos, podemos y nos interesa. En consecuencia, el profesor tendría como función principal estimular y facilitar el aprendizaje más significativo y más congruente con la personalidad de cada alumno, y sólo como función secundaria, aunque muy importante también, la transmisión de conocimientos.
Tal vez no sería factible este enfoque distinto de la misión del maestro si éste no pudiese revisar sus propias actitudes frente a las personas que son sus estudiantes. ¿Son sus relaciones con ellos antagónicas, más que cercanas y amistosas?, ¿están caracterizadas por desconfianza mutua, más que por un deseo de colaboración?
Con frecuencia el maestro se vuelve más desconfiado y exigente cuando se siente menos capaz de estimular el interés y el entusiasmo de sus alumnos por lo que enseña. A veces, siente miedo a que conozcan lo que es y vale como maestro, y prefiere mantener una imagen que, en el fondo, sabe que no es honrada. En función de este miedo, mantiene a los alumnos lejos de él. Por su parte, ellos harán lo mismo para mantener sus propias imágenes, puesto que no es generalmente lo que decimos, sino lo que somos, lo que más influye en los demás.
¿Son las posturas del maestro dogmáticas e incontestables o él se muestra abierto al análisis, la investigación y el diálogo?
Tal vez, cuanto más inseguro se siente el maestro de lo que puede y sabe, tiende a ser más autoritario y rígido. Probablemente, el profesor que sabe es el que está más abierto al diálogo y también es más tolerante con la ignorancia de los demás. El maestro más seguro de sus conocimientos suele impartirlos sin hostilidad, con frecuencia pone en tela de juicio sus propias conclusiones e investiga y analiza con mayor honradez.
¿ Qué piensa el maestro de sus propios métodos de evaluación ?, ¿ los considera objetivos e incontestables?, ¿ cree que sus calificaciones describen objetivamente el aprovechamiento de alumno ?, ¿ reprueba a la mayoría ?, ¿ pasan todos con él ?, ¿ considera que el éxito de su programa depende de lo que enseña, o más bien, y sobre todo, de lo que sus alumnos aprendan ?
Recuérdese que un índice bastante objetivo para evaluar la labor didáctica es el promedio de calificaciones del alumno. La misión del maestro no se reduce a informar y trasmitir adecuadamente, a su criterio, los conocimientos, sino a que sus alumnos, cada uno de ellos, aprendan lo más posible. El profesor no es un técnico, sino un maestro; no es un informador, sino un educador.
Utilizar, como único criterio para evaluar el aprendizaje del alumno, el examen final o los exámenes parciales, puede privar a aquellos de la oportunidad de evaluarse con honradez y creciente objetividad. Un convergente criterio de evaluación que considere tanto el punto de vista del profesor como del alumno, estaría, probablemente, más cerca de la objetividad. Por otra parte, el ejercicio de la autoevaluación educa el juicio del alumno, y lo previene contra el vicio, más lamentable del sistema educativo: el autoengaño y el engaño para pasar.
Cuando aludimos a enseñanza debemos dejar claro su diferencia con "dar clases". Un maestro puede haber estado dando clases por más de treinta años y nunca haber enseñado, pues enseñar supone trazar acciones intencionales y conscientes para propiciar aprendizajes.
Por su parte el aprendizaje supone, fundamentalmente, el logro de modificaciones en las conductas, las capacidades y las actitudes de los sujetos. De ahí que cuando trabajamos en función de que los alumnos modifiquen su conducta y deseamos constatar esa modificación en la conducta observable, sin atender a lo que sucede al interior de la mente del alumno, estamos logrando un aprendizaje parcial, para determinado propósito, pero no podemos asegurar que estamos logrando aprendizajes integrales.
Esta forma de proceder en función de un tipo de aprendizaje constituyó una variación de la Escuela Tradicional se tenía una base teórica informacionista cultural, pero no constituyó una variación esencial pues se continuaba con un adiestramiento de la memoria, pero en realidad no se trata de excomulgar este modo de actuación, pues como se verá, todo modelo pedagógico tiene ventajas y desventajas y todos pueden en determinado momento servir de base para inspirar determinado momento de la práctica educativa en el aula , en dependencia de lo que se desea enseñar. De lo que se trata, entonces, es de retomar la palabra "tránsito" atendiendo a la dialéctica entre lo viejo y lo nuevo.
DESARROLLO.
Principales teorías del aprendizaje
Acerca de la teoría psicológica del aprendizaje diremos que es una temática central en la Pedagogía, en la psicología y en el desarrollo histórico de estas ciencias.
Las tendencias de las teorías psicológicas del aprendizaje han sido y son variadas, todas han tratado de dar respuestas científicas a cómo transcurre este proceso tan complejo, y también han propuesto diferentes estrategias didácticas de cómo desarrollar el mismo en el ámbito institucional; con un acercamiento a la vida cotidiana como preparación de niños y adolescentes para su mejor desempeño social.
La presentación de las diferentes teorías del aprendizaje recogen desde las más tradicionales hasta aquellas que pueden considerarse renovadoras, en nuestro caso que conduzcan al desarrollo de la creatividad.
Pueden citarse entre ellos:
Teorías asociacionistas, de condicionamiento. (Representantes: Watson, Torndirte, Skinner).
Teorías de la Gestalt y la Psicología fenomenológica. (Representantes: Kafka, Kohler, Maslow, Rogers).
Psicología genético-cognitiva. (Representantes: Piaget, Bruner, Ausubel).
Psicología genético-dialéctica. (Representantes: Vigotsky, Luria, Rubinstein).
La teoría del procesamiento de la información. (Representantes: Gagné, Simón, Pascual Leone.)
Esta clasificación responde a dos criterios fundamentales:
El aprendizaje analizado como un proceso de asociaciones de estímulo-respuesta.
El aprendizaje como un proceso de conocimiento de comprensión de relaciones, la construcción del conocimiento, condicionadas por el medio.
Las teorías asociacionistas explican el proceso de adquisición, retención, extinción y la transferencia del aprendizaje.
El conocimiento clásico desde Pavlov hasta el de Thorndirle, Skinner explican el reforzamiento positivo, negativo, el castigo y otros que indiscutiblemente explican aspectos del proceso de aprendizaje. Estas teorías han tenido una repercusión didáctica amplia, la cual incluye algunas tendencias actuales.
La Psicología de Gestalt, con sus representantes brindó una explicación al aprendizaje referida a que es un proceso que permite la reacción individual a significado que presenta en situaciones concretas, no es una reacción mecánica como el conductismo clásico sino que es una percepción subjetiva a estímulos de su campo vital. Se asume la importancia del significado, su relación con la motivación como motor impulsor del aprendizaje.
El principal y eminente representante de la psicología genética Jean Piget diseñó una teoría estructurada, fundamentó lo que hoy constituye el sustento teórico de diferentes sistemas educativos para la comprensión más precisa del aprendizaje. Sus principales postulados con relación al aprendizaje se declaran en:
El aprendizaje constituye una adquisición como resultado del intercambio con el medio. El aprendizaje mediatizado por estructuras reguladoras. Es un resultado genético por interactuar con el medio. Abordan que se construyen los conocimientos. Procesos que ocurren: acomodación, reformulación y elaboración de nuevas estructuras en equilibrio interno por estimulación del medio.
El conocimiento es una elaboración subjetiva del medio.
La actividad desempeña un papel en el proceso de aprendizaje.
Una de las teorías de aprendizaje con gran divulgación es el << Aprendizaje significativo de Ausubel, referido cómo el proceso de aprender se requerirá de partir de lo que el alumno sabe, el material debe ser suficientemente significativo para él.
El aprendizaje desde las posiciones de Ausubel debe vincular lo aprendido con las nuevas ideas y conceptos. Sus premisas parten de las dimensiones lógica, cognitiva y afectiva. Según Ausubel el material aprendido requiere de esta significatividad.
Las posiciones teóricas del aprendizaje bajo la óptica de la Psicología Materialista-Dialéctica han sembrado pautas en las investigaciones contemporáneas, partiendo de los brillantes postulados del eminente científico L. S. Vigotsky, y continuada por sus seguidores Luria, Leontiev, Rubinstein, Golperia, Talizina y otros.
L. S Vigotsky con su enfoque histórico cultural aborda la relación existente entre la instrucción y el desarrollo. El proceso de aprendizaje es instrucción, es desarrollo; se produce en un proceso de interiorización del aspecto social-individual, de lo interno y lo externo.
En la teoría de L. S Vigotsky se distingue su magistral concepto de Zona de desarrollo Próximo (Z. D. P) es según sus citas " hallar la distancia entre el nivel real de desarrollo del niño, determinado por la capacidad de resolver independientemente un problema, y el nivel de desarrollo potencial, determinado a través de la resolución de un problema bajo la guía de un adulto o en colaboración con un compañero más capaz."
La teoría del procesamiento de la información, parte de una proyección del aprendizaje contemporánea, un representante es Gagné, quien preconiza que aunque pueden existir varios tipos de aprendizajes, resulta el de conceptos, principios y solución de problemas, que caracterizan a la enseñanza y que conducen al desarrollo de la inteligencia. La esencia de estos teóricos se centra en explicar la conducta cognitiva del hombre procesando información, es activo en su recepción, transformación y utilización, es una perspectiva cognitivista.
A manera de síntesis se observa en la literatura psicológica y pedagógica la existencia de disímiles enfoques sobre el aprendizaje, la proyección didáctica debe incluir las direcciones siguientes:
Enfoque integral del proceso de aprendizaje.
Vínculo con las situaciones prácticas de la vida, en una interrelación de lo cognitivo-vivencial.
Caracterización particular, específica del aprendizaje escolar, con un enfoque de prepararlo para la vida y para su desempeño creador en su mundo social.
1.1 La concepción neoconductista.
Dentro de la multitud de variantes que ha tenido el Conductismo, es la concepción sobre el aprendizaje de B. Skinner la que más impacto ha tenido en el mundo, y especialmente en América Latina. Por tanto, en ella focalizare la atención en este caso. La concepción skinneriana es conocida como la teoría del condicionamiento operante porque, a diferencia del condicionamiento clásico, que se basa solo en conductas respondientes, es en la propia acción u operación donde se produce el aprendizaje, entendido este como la apropiación de conductas. Por conducta se concibe todo aquello que hacemos para producir un cambio en nuestro mundo externo (Colectivo de Autores, 1996).
Esta concepción parte de rechazar los enfoques pasivos, memorísticos e intelectualistas sobre el aprendizaje, por lo que destaca el carácter activo que debe tener el mismo. Como todo buen conductista B. Skinner desecha toda intención subjetiva en el análisis científico del problema y adopta la comprensión de "caja negra". Propone estructurar el proceso de estudio sobre la base de la experiencia y que la investigación psicológica tiene que estar al nivel de la descripción funcional de los hechos observados (Danilov, M. A y M. N.Skatkin (1978).
Tiene como antecedentes un fuerte trabajo experimental con animales y personas al suponer el autor que los mecanismos de aprendizaje son los mismos. La obra de B.Skinner es muy popular y esta ampliamente divulgada por lo que es innecesario detallarla.
De esta teoría es interesante destacar la precisión que exige del proceso de enseñanza en cuanto a su contenido y al sistema de reacciones conductuales que deben producirse en el educando con la determinación de las habilidades especificas, con sus correspondientes acciones y operaciones. Los objetivos se redactan en función de lo que el alumno hace (acciones), o sea, en términos de aprendizaje y de su proceso antes del resultado final, por lo que esta categoría didáctica adquiere carácter rector dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje (Danilov, M. A y M. N.Skatkin ).
Constituye una postura muy práctica sobre el aprendizaje, que no se complica con disquisiciones teóricas complejas, con salida directa a la práctica educacional y con resultados palpables en lo que el estudiante debe saber hacer. En asignaturas eminentemente prácticas, como por ejemplo, de la enseñanza técnica y profesional, son muy evidentes sus aportes.
Una arista importante de dicha teoría es la enseñanza programada, la cual floreció en la década del 60 y con el auge de la computación ha vuelto a popularizarse; a veces de forma inconsciente los profesores confeccionan programas de computación para la enseñanza de forma totalmente empirista por desconocer los principios de este tipo de enseñanza.
Las cuestiones relativas a los principios de la enseñanza programada se encuentran bien delimitados y divulgados en la literatura científica contemporánea, solo se destacarán a continuación algunos elementos de aplicabilidad a nuestras condiciones:
-Permite una mayor explotación de los medios de enseñanza que utiliza (computadora personal y libros de texto).
-Individualiza más el proceso de aprendizaje de acuerdo con el ritmo de cada alumno.
-Obliga a una estructuración lógica del contenido de estudio con un enfoque deductivo.
-Activa el proceso al exigir del educando una mayor participación en el mismo y convertirse en sujeto de aprendizaje.
-Estimula el desarrollo de hábitos y habilidades relacionados con el contenido de la enseñanza.
-Facilita el vínculo con situaciones de la vida y con la formación profesional.
-Provoca una mayor motivación hacia el aprendizaje.
Las limitaciones que tiene esta concepción son:
-Minimiza el papel del maestro como elemento educativo esencial en el aprendizaje.
-No se preocupan por conocer como esos conocimientos, hábitos y habilidades se estructuran en la personalidad (antiteoricismo positivista).
-No se utiliza al grupo como dinamizador del aprendizaje individual.
-Limita el aprendizaje a conductas observables.
-No estimula el desarrollo del pensamiento teórico ni de la creatividad.
1.2 La teoría de las acciones mentales.
Esta teoría de la formación por etapas de las acciones mentales es considerada hija legitima de la psicología soviética porque se sustenta en el enfoque de la actividad, al considerar el proceso de estudio como un tipo de ella, en la que el alumno se implica activamente en el acto de aprender. Concibe el estudio como un "proceso de asimilación por los alumnos de distintos tipos de actividad humana y, por consiguiente de las acciones que las realizan" (Danilov, M. A y M. N.Skatkin ).
Es necesario precisar que esta concepción no surge como una teoría de la enseñanza, sino como una comprensión teórico-general que intenta explicar el desarrollo ontogenético de la realidad psíquica, o lo que es lo mismo, la asimilación por el hombre de la experiencia histórico-social, donde se refuerza el carácter activo del sujeto. Por tanto, es la concreción para el aprendizaje de un enfoque teórico-general de la psicología. Desde el punto de vista experimental ha tenido una fuerte y sistemática aplicación, sobre todo en la enseñanza de las ciencias exactas y naturales y de idiomas extranjeros, lo que le ha conferido no solo rigor científico sino también le ha facilitado su generalización en la práctica escolar. Es una concepción bastante divulgada a través de diferentes vías, por lo que es bien conocida en nuestros medio educativo y no es necesario entrar a detallarla. Sin embargo, es prácticamente desconocida o ignorada en el mundo occidental y en América Latina.
Como fuentes teóricas se nutre de la teoría cibernética y la teoría general de la dirección, al introducir términos tales como objeto de la dirección, estado de partida, enlace de retorno, regulación del proceso, etc., así como del Conductismo en cuanto a la búsqueda de la objetividad en la psicología y la dirección al estudio de la conducta del hombre (Danilov, M. A y M. N.Skatkin ). también presenta influencias de las concepciones de 4 B.Skinner en cuanto a que se puede aprender una conducta solo realizando esta conducta, la acción solo se puede asimilar actuando (carácter activo de la enseñanza).
Como conceptos claves están los de actividad, acciones, operaciones, habilidades y una serie de etapas para explicar el proceso de formación de las acciones mentales. Constituye una teoría de un riguroso orden lógico, de relativamente fácil aplicación a la enseñanza y que estimula el desarrollo del pensamiento algorítmico en el aprendizaje de conceptos científicos por parte de los estudiantes. Sus autores y defensores pretendieron convertir esta concepción en la máxima y optima explicación del aprendizaje humano e intentaron generalizarla a todas las enseñanzas y llego a convertirse en la teoría oficial de los planes de estudio C para los ISP cubanos.
Además de sus valores, presenta también limitaciones, no ha podido ser aplicada con éxito en la enseñanza de las ciencias sociales y humanísticas, con excepción de idiomas extranjeros, al no ser posible trabajar con conceptos científicos que tengan el nivel de formalización y algoritmizaciòn de las ciencias exactas y naturales.
Aunque el concepto de comunicación no esta ausente en esta teoría, no posee la posición clave que merece como categoría central, junto con la de actividad (principio de la unidad de la actividad y la comunicación) No reconoce ni le confiere a los procesos afectivos una importancia capital en el proceso de aprender, junto con los componentes intelectuales (lógicos) que tanto enfatiza (principio de la unidad de lo cognitivo y lo afectivo).
Su fuerte compromiso con el enfoque de la actividad le ha llevado a considerar al alumno como objeto de enseñanza y no como sujeto de la misma, así como que los conocimientos interiorizados son formas de actividad con una estructura similar a la externa. Precisa muy bien desde el punto de vista del que enseña que debe hacer el alumno, pero no queda claro desde la óptica del que aprende como se organiza ese conocimiento dentro de la personalidad. Quizás por eso se reafirma tanto como una teoría de la enseñanza y no como una teoría del aprendizaje. No tiene en cuenta los conocimientos previos de los estudiantes y sus conceptos "acientíficos" como elementos importantes en el proceso de aprendizaje de los conceptos científicos.
A pesar de que parte del carácter activo de la enseñanza no explicita las vías para la estimulación y el desarrollo de la creatividad de los estudiantes.
Ofrece una visión homogénea del aprendizaje en los alumnos al proponer para todos la misma vía como etapas estándares, lo cual obvia el principio de la personalidad.
Desconoce el papel del grupo y de su dinámica interna como potenciador del aprendizaje individual (principio del carácter colectivo e individual de la educación).
1.3 La concepción humanista.
El modelo humanista atribuye gran importancia a la posibilidad de enseñar al hombre y subraya la reflexión, la argumentación, al razonamiento y la imaginación creadora en el proceso docente-educativo,
Las posiciones generales que sustenta esta concepción están referidas al rescate de la subjetividad, de la personalidad como lo mas importante en el proceso pedagógico en su comprensión sistémica, activa y en la unidad de lo cognitivo y lo afectivo del ser humano (enseñanza centrada en el alumno).
Es una postura optimista, con gran peso en los valores y creencias individuales, que responsabiliza a la persona en su condición de sujeto del aprendizaje, como activo organizador y desarrollador de su personalidad. El papel de la educación debe ser el desarrollo de personas que ejerciten plenamente sus posibilidades, que sean seguras, conscientes de si mismos, abiertos a la experiencia y creativas. Este enfoque hace que cambie el rol tradicional del docente y del alumno en el proceso de aprendizaje atendiendo a:
Desarrollar todo el potencial humano (habilidades, capacidades, conocimientos, etc., en la unidad de lo instructivo y lo educativo).
Atender a las relaciones humanas para conocerse mas a si mismo y a los demás
Educar a la persona en su totalidad (concepción holística del hombre), que permita el desarrollo de varias cualidades en su integridad.
Enfatizar en lo emocional, afectivo y motivacional como potenciador del aprendizaje.
Complementar la educación con la auto educación, al no solo aprender conocimientos sino como obtenerlos de manera independiente.
Todo ser humano posee potencialidades naturales para aprender. El aprendizaje se hace significativo para el educando cuando lo percibe como importante para sus propios objetivos, sin amenazas externas .El vínculo con la vida real facilita el aprendizaje, solo así será personalmente significativo y tendrá valor práctico. El alumno debe participar de manera responsable en el proceso de aprendizaje (aprendizaje participativo). La coacción o amenaza hacen fracasar cualquier intento de aprendizaje. La independencia, creatividad y confianza del alumno coadyuvan a un mejor aprendizaje (ambiente de libertad).
La no directividad del proceso de enseñanza es la clave del éxito en la educación. Todo esto plantea exigencias al maestro como facilitador de aprendizaje:
Crear un ambiente inicial favorable en la clase, de confianza.
No solo preocuparse por la calidad de los contenidos a impartir, sino por conocer las necesidades y metas de los alumnos.
Permitir que el alumno aprenda por si mismo con los recursos didácticos que sean necesarios.
Expresar el maestro sus ideas como un miembro más del grupo, ofrecerse como consejero o asesor útil al grupo y no como un ser autoritario que todo lo sabe.
Reconocer y aceptar sus limitaciones como persona.
Es obvio que este enfoque ha condicionado una forma novedosa de enseñar, a partir del rompimiento de los esquemas de concebir el proceso educativo, por lo que sus representantes han creado y desarrollado una cantidad considerable de técnicas participativas que activan la labor de los alumnos en el aula y motivan mas para el incremento de la eficiencia de dicho proceso, explotando a la vez su experiencia cotidiana (no científica).
Las limitaciones que presenta este enfoque son:.
No reconocer que las peculiaridades y tendencias de la personalidad son resultado de la educación y de las condiciones socio-históricas, al concebirlas como elementos inherentes a ella por naturaleza propia.
Al enfatizar tanto en la individualidad de la personalidad, le restan valor a lo grupal en el aprendizaje. Es una concepción individualista de la enseñanza.
En su afán por estimular la libre expresión de la personalidad (auto actualización), debilitan el carácter dirigido que tiene el proceso de enseñanza-aprendizaje en la escuela, por lo que los objetivos quedan resentidos. Por su rechazo absoluto a los esquemas y algoritmos para aprender, han caído en posiciones demasiado ambiguas e imprecisas desde el punto de vista metodológico, el proceso queda muy abierto y con poco rigor lógico y científico. El papel del maestro como conductor y guía del acto pedagógico queda relegado a simple facilitador del aprendizaje y su papel educativo esencial es limitado para permitir la libre expresión personal de los alumnos.
Niegan la existencia de objetivos sociales de la educación al plantear que son los estudiantes quienes deben proponerlos (Leontiev A. N., 1981).
Generalizan a todas las sociedades las condiciones concretas y enajenantes del capitalismo de los países desarrollados, en las cuales la educación es autoritaria y alejada de los intereses vitales de los alumnos.
1.4 Las teorías cognitivistas.
Este enfoque parte de ubicar a los procesos cognitivos (internos) como los esenciales en el proceso de aprendizaje, basándose en los resultados teóricos y experimentales de la psicología cognitiva, la lingüística, la antropología, las neurociencias y la computación, de forma tal que se ha ido conformando una comprensión sobre la cognición desde diferentes puntos de vista científicos (interdisciplinario). Las premisas teóricas más evidentes de este enfoque están en:
1. La Escuela histórico-Cultural (L.S. Vigotsky y sus seguidores).
2. La Escuela de Epistemología Genética (J. Piaget y sus seguidores).
3. El Enfoque del Procesamiento de la Información (semejanzas entre los programas de computación y los procesos cognoscitivos).
A partir de esta concepción se pueden plantear derivaciones pedagógicas para el proceso de aprendizaje:
Las sensaciones, percepciones, la atención y la memoria constituyen unidades vitales que procesan información, junto con el pensamiento. Las necesidades y motivos del que aprende condicionan que el procesamiento de la información (aprendizaje), posea un carácter activo en el sujeto. Las características ambientales (adultos-medio familiar-sociedad) son factores que facilitan o retardan el desarrollo cognitivo del alumno.
Para optimar el procesamiento de la información en el trabajo escolar se sugiere algoritmizar el proceso de enseñanza-aprendizaje en la descomposición de los contenidos en elementos más sencillos y didácticos. Vincular los contenidos con la vida real y establecer relaciones con los conocimientos anteriores para motivar el aprendizaje y apoyarse en analogías. Cuando las personas encuentran información relevante para si, tienden a interpretar activamente la misma y utilizar las estructuras de conocimiento previamente almacenadas y organizadas, lo que estimula la auto cognición (Pozo, J. I., 1990).
Los estudiantes van desarrollando estrategias de aprendizaje, las cuales constituyen una serie de operaciones cognitivas que el alumno lleva a efecto para organizar, integrar y elaborar la información en su estructura cognoscitiva de la manera mas efectiva posible. Son procesos o secuencias de actividades que sirven de base a la realización de tareas intelectuales que facilitan la adquisición, almacenamiento y aplicación de la información o conocimiento (Castellanos S, D. 2002)
Dentro del conjunto de autores que se agrupan alrededor de este enfoque, se encuentran los aportes de D.Ausubel y J.Bruner a la conceptualización del aprendizaje, los cuales son muy citados en la literatura especializada:
1. 5 Teoría del aprendizaje significativo: (D.Ausubel)
Todo el aprendizaje en el aula posee dos dimensiones: dimensión repetición-aprendizaje significativo y dimensión recepción-descubrimiento. Ambos pueden ser significativos si el estudiante puede relacionar el nuevo material de aprendizaje con su estructura de conocimiento existente y que la tarea de aprendizaje en si sea potencialmente significativa para el estudiante.
Es importante concebir el aprendizaje como proceso: el estudio de la adquisición, retención y transferencia del aprendizaje.
El aprendizaje significativo es aquel en que las ideas expresadas simbólicamente son relacionadas esencialmente con lo que el alumno conoce, produciéndose una modificación de la información recién adquirida y en aquella con la cual se vincula. Supone una interacción entre la información nueva y las ideas preexistentes de la estructura cognoscitiva.
La inclusión es el proceso de vinculación de la información nueva con segmentos preexistentes de la estructura cognoscitiva del que aprende, el contenido esencial no se le brinda al alumno, sino que debe ser descubierto por el antes de incorporarlo a su campo cognoscitivo. Supone un proceso inicial de búsqueda y de reorganización de la información. Es esencial para la enseñanza del método científico y para las técnicas de solución de problemas. La transferencia consiste en moldear la estructura cognoscitiva del alumno de modo que se faciliten las experiencias de aprendizaje subsiguientes .Todo aprendizaje es afectado por la estructura cognoscitiva existente en el alumno y a la vez modifica dicha estructura lo aprendido.
1. 6 Teoría del aprendizaje conceptual y por descubrimiento (J. Bruner).
Es típico del ser humano la categorización o la conceptualización, es decir, agrupar objetos, acontecimientos y personas en clases.
El alumno debe ser activo y capaz de asumir la dirección del proceso de formación de conceptos.
El ambiente y la cultura poseen gran importancia desde las primeras etapas del desarrollo.
El lenguaje es muy importante en la construcción de categorías y conceptos, la categorización de los objetos requiere de la existencia de palabras que las identifiquen.
El hombre es un ser que construye activamente su mundo de conocimientos, a través de su intercambio con el medio, la cultura y sus propias potencialidades, inteligencia, experiencia, disposiciones, etc.
El aprendizaje conceptual presupone el dominio de categorías, conceptos y los sistemas de codificación, los cuales están muy relacionados entre si.
El proceso de categorización conduce a la conceptualización. Los sistemas de codificación constituyen el resultado de una creciente conceptualización y generalización que permite la formulación de predicciones de tipos formales o intuitivos. Codificar equivale a generalizar.
El aprendizaje por descubrimiento es a la vez un objetivo de la educación y una practica de la teoría de la enseñanza.
Una meta educativa es enseñar a pensar, a descubrir de manera que cada persona pueda continuar aprendiendo y relacionarse constructivamente a lo largo de toda su vida.
El descubrimiento consiste en la transformación de hechos o experiencias que se nos presentan, de manera que se pueda llegar mas allá de la información recibida. Reestructurar o transformar hechos evidentes, de manera que puedan surgir nuevas ideas para la solución de los problemas.
El aprendizaje por descubrimiento es el mejor medio para estimular el pensamiento simbólico y la creatividad del individuo.
Este aprendizaje estimula la mayor utilización del potencial intelectual, crea una motivación intrínseca, se domina la heurística del descubrimiento y ayuda a la conservación de la memoria.
Las técnicas para estimular todo aprendizaje son: enfatizar en los contrastes, estimular la formulación de hipótesis, tomar el estudiante conciencia de su capacidad para descubrir por si mismo, estimular constantemente la participación de todos los alumnos y cultivar el pensamiento intuitivo.
Valoración critica:
Estas teorías sobre el aprendizaje con enfoque cognitivista incorporan elementos y conceptos valiosos de otras teorías anteriores que son aportes científicos indiscutibles.
Posee una sólida base investigativa que ha propiciado la realización de múltiples trabajos científicos con sus consiguientes resultados en función de enriquecer la teoría con carácter interdisciplinario, como por ejemplo, los aportes de la meta cognición en el aprendizaje.
Como todo enfoque científico no posee un carácter homogéneo, pues proliferan teorías de diferentes autores, los que sin dejar de adscribirse a la posición cognitivista, destacan determinados aspectos del aprendizaje que no se llegan a contraponer entre si. Algunas de sus tendencias, muy cercanas a las teorías del procesamiento de la información y de las neurociencias, en aras de lograr "mayor objetividad científica", enfatizan en lo tecnológico experimental, en detrimento de lo persono lógico.
Lo grupal y lo interactivo en el aprendizaje no es destacado por algunos autores al resaltar en demasía lo interno de dicho proceso.
1.7 El enfoque constructivista.
Esta posición del aprendizaje humano posee mucha popularidad en el mundo académico y es muy utilizado como punto de partida en diferentes trabajos teóricos y prácticos sobre el tema. Constituye una derivación del enfoque cognitivo pero con peculiaridades que ameritan un análisis diferenciado.
Sus antecedentes teóricos se encuentran en (Álvarez de Zayas, R.M, 1997):
La teoría de la equilibración de J. Piaget: el equilibrio de las estructuras como ajuste progresivo a las estructuras del sujeto y de estas a aquellas.
La teoría de los constructos personales de Kelly: el hombre procesa (estructura) información como un científico y forma sus constructos personales para ordenar los hechos de la realidad y anticiparse a ella. El sistema de constructos personales le permite al hombre conocer e interpretar la realidad y actuar en ella.
La teoría de la asimilación de Ausubel: el sistema de conceptos organizados jerárquicamente que son representaciones que el individuo se hace de la experiencia sensorial. A través del proceso de asimilación se produce un incremento de la estructura cognoscitiva existente.
El aprendizaje acumulativo de Gagne: teoría sobre la jerarquización del aprendizaje, la formación de estructuras jerárquicas en orden creciente de complejidad. formación de categorías de Bruner: procesamiento del mundo como proceso de categorización. La construcción social de L.S.Vigotsky: la función significativa y sus sistema de signos como fundamentales para estructurar los procesos psicológicos y perceptivos. El desarrollo cognitivo se potencia con la convergencia de la acción y el lenguaje.
Adoptar un enfoque constructivita es concebir al individuo como explorador y codificador activo de la información. La propositividad consciente es la base de la construcción humana que convierte al sujeto en responsable de su futuro (Álvarez de Zayas, R.M, 1997).
De modo que el alternativismo constructivita es considerar al sujeto como un constructor activo y personal de la realidad a través de la elaboración e interpretación de ella, lo cual constituye una reacción a la explicación conductista del aprendizaje. A partir de ciertos principios o postulados básicos (constructos) va percibiendo, comprendiendo y construyendo el hombre la realidad y a la vez va categorizandola, describiéndola, interpretándola y adoptando decisiones
Los fines pedagógicos no deben ser imposiciones dogmáticas, ni meras aceptaciones tradicionales, han de justificarse pedagógicamente y mantenerse abiertas a la crítica y al cambio. Son fundamentales la autodeterminación, la codeterminación y la solidaridad.
Los contenidos de los temas deben ser relevantes para los alumnos y que estimulen su independencia. Eliminar la falsa objetividad. La enseñanza y el aprendizaje es un proceso de interacción social entre enseñantes y alumnos. En el transcurso de las interacciones con los objetos, las personas o los hechos el individuo construye una realidad de ellos. Esta construcción mental guiara entonces las siguientes acciones con el objeto o con otro hechos.
El aprendizaje debe ser comprensivo, descubridor y dotado de sentido.
Planificar la enseñanza con arreglo a una escala de dificultad creciente y en colaboración con los alumnos.
La enseñanza debe tener en cuenta las ideas previas de los alumnos.
El papel del maestro es mediar en el proceso de construcción del aprendizaje que llevan a cabo los estudiantes.
Para que tenga lugar el cambio conceptual es necesario que los alumnos expliciten sus ideas previas, se sientan satisfechos con ellas y encuentren que los nuevos conocimientos se muestran inteligibles, plausibles y fructíferos.
La secuencia didáctica de la enseñanza debe comprender las fases de orientación, explicitación, reestructuración, aplicación y revisión de ideas.
Los alumnos poseen concepciones alternativas al conocimiento científico en diferentes grados de articulación, las cuales están ampliamente extendidas y se muestran resistentes al cambio.
El aprendizaje es un proceso personal en la producción del conocimiento, no solo intelectual. Proceso activo que favorece la adquisición de un tipo de razonamiento científico. En este proceso actúa como un científico, estableciendo hipótesis y tesis.
El conflicto cognitivo es una forma de aprender.
Lo que se aprende no se fija, se construye.
El conocimiento escolar no entra al estudiante como a un recipiente vacío, sino que este posee experiencias previas, desde las cuales organizar su propio aprendizaje.
El objetivo ultimo del enfoque constructivita del aprendizaje es que el alumno llegue a construir representaciones absolutas del mundo a través de un proceso consciente de integración de la realidad, como resultado de la comparación consciente con las concepciones que ya posee (Coll, C. 1992).
Valoración:
Aunque su raíz cognitivista es evidente, trasciende este enfoque, pues refleja influencias del humanismo al enfatizar en la persona como sujeto activo del aprendizaje con un enfoque holístico.
También presenta influencias de la concepción sobre el aprendizaje social al destacar la importancia del momento interactivo no solo del maestro y del alumno, sino con otros estudiantes. Es evidente que un aprendizaje cooperativo es superior al individual, a partir de dos posiciones teóricas (Castellanos, D.; Grueiro, I. 1996).
La teoría del conflicto cognitivo: la existencia de divergencias moderadas constituye la variable determinante del desarrollo intelectual de los participantes en su grupo.
La teoría de las controversias conceptuales: en la controversia existe una voluntad de superar las discrepancias entre las ideas, creencias, datos, opiniones y puntos de vista. Si se resuelven positivamente pueden tener una influencia adecuada sobre la socialización, desarrollo intelectual y el aprendizaje.
Ha logrado diferenciarse e independizarse como enfoque alternativo del conjunto de concepciones cognitivas sobre el aprendizaje. (Castellanos, D.; Grueiro, I).
Su generalización a la práctica educativa permite hablar de la elaboración de una didáctica constructivita en la enseñanza de las ciencias
El criterio del maestro como simple mediador en el proceso de aprendizaje del maestro disminuye su papel como dirigente de ese proceso en la escuela.
Reafirma que la personalización de los conocimientos por parte de los alumnos constituye una senda esencial en el aprendizaje.
Los objetivos sociales para la enseñanza y la educación quedan en segundo plano al sobrevalorar la participación democrática de los estudiantes en la determinación de los fines pedagógicos.
Es una visión con cierto matiz individualista por centrar al proceso de aprender solo en el sujeto y con influencias del idealismo kantiano por la primacía de estructuras mentales racionales y abstractas a expensas de una subjetividad histórica y social (Monereo, C. y otros, 1996).
No posee carácter homogéneo al enfoque, pues existen posiciones que desde dentro critican la atención preferente a las construcciones mentales que ocurren en la cabeza de los sujetos y muy poca a los intereses materiales, prácticos, sociales y propiedades objetivas de la situación (Monereo, C. y otros).
También se le critica que lo que se construye es ahistórico, libre de valores y las representaciones son universales, por lo que se aparta de la realidad social e histórica y no favorece cambios en dicho mundo social.
Reduce el desarrollo intelectual a un ejercicio puramente mental.
Esta posición critica al constructivismo propone como alternativa la relación entre la construcción por parte de la subjetividad individual y la construcción social de la comprensión, pues los alumnos son el resultado de entornos socioculturales concretos y de épocas históricas que encarnan un tipo de valores que no solo llevan consigo conocimientos sino construcciones de la realidad y de si mismos, sobre la base de su experiencia sociocultural anterior. Estos constructivitas llamados dialógicos argumentan que aprender es también un proceso social, comunicativo y discursivo (por el valor del diálogo).
Conceptualización del aprendizaje
Nuestra concepción teórica parte de los postulados de la posición de L. S. Vigotsky en su enfoque histórico cultural. Es por ello que debemos partir de la relación existente entre la instrucción y el desarrollo. El proceso de aprendizaje es instrucción, es desarrollo. Se produce un proceso interiorización del aspecto social-individual, de lo interno a lo externo.
Entre las diferentes definiciones de aprendizaje hay que valorar la del Dr. C. Diego González Serra, profesor titular del ISP Enrique José Varona cuando dice:
"Entendemos como aprendizaje la génesis, transformación y desarrollo de lo psíquico y del comportamiento que ello regula en función de la actividad, o sea, interacción del sujeto con su medio"
Según esta definición la esencia del aprendizaje consiste en surgimiento y modificación de los procesos psíquicos y del comportamiento tanto en la dimensión afectiva como cognitiva.
Se aprenden hábitos conocimientos habilidades capacidades pero también aptitudes, rasgos volitivos, emociones sentimientos.
El estudio del aprendizaje se centra en la investigación de lo adquirido en virtud de la experiencia del sujeto, de su interrelación con el medio. La personalidad puede decirse es fundamentalmente un producto del aprendizaje desde nuestro punto de vista la concepción del aprendizaje es una función especial de la escuela ,y s psicopedagógico del aprendizaje produce diferentes transformaciones en el escolar , en su personalidad , esto quiere decir ,en su forma o modo de pensar ,sentir o actuar; modificaciones que se logren en el enfrentamiento activo del sujeto que aprende la realidad a través de una actividad que le proporciona rasgos relativamente estables de su comportamiento .
Así independientemente de que el aprendizaje es esencialmente un proceso psicológico por los cambios que se operan en la psiquis del sujeto, también debemos considerar sus fundamentos pedagógicos, dados por la estructuración de los diferentes componentes no personales del proceso pedagógico (objetivo, contenido, medio, métodos, formas de organización de la enseñanza y evaluación, en función de lograr los cambios y modificaciones deseados en los alumnos, de garantizar su aprendizaje.
Resulta interesante considerar además las características del material de estudio que pueden incidir en el aprendizaje. Importancia especial adquiere el papel de los componentes personales en la actividad pedagógica: el alumno y el profesor, siendo necesario organizar el proceso sobre la base de considerar al alumno como centro de la actividad pedagógica, tomando en cuenta sus necesidades básicas en relación con el aprendizaje.
Esencialmente aprender significa:
Entender mejor los conocimientos.
Ser capaz de explicar y argumentar, proceder con sensatez y con orden en su quehacer y tener mejores habilidades para realizar tareas, y ante diversos problemas tener mejores recursos de indagación y búsqueda. Cuando su actividad es de influir y resolver la actividad.
Se puede precisar que la diferencia entre el que aprende y el que no logra es:
Que el sujeto haya logrado o no mejores condiciones de entendimiento y se haya apropiado o no recursos para enfrentar adecuadamente los problemas que la situación impone.
Se precisa pues, que el aprendizaje significa:
Un proceso que consiste en hacer comprensible y explicable una situación problemática que inicialmente parecía trivial, plana e intrascendente.
Disponerse con una actitud más analítica y crítica.
Más habilidad y destreza.
Una estrategia más eficiente ante los problemas.
Reflexionar en el proceso que se ha protagonizado para tomar consciencia de la complejidad de la situación y de las condiciones personales para generar nuevas expectativas del conocimiento.
Aprender es hacer más significativo el papel del sujeto en situación de habla, de solución de problemas y de la realización de actividades para asumir críticamente y transformar sus relaciones de conocimientos con el entorno, es desarrollar el discurso explicativo de las diferentes actividades, expectativas y la voluntad de apropiarse de nuevos conocimientos.
Tipos de aprendizaje
Algunos estudiosos al abordar el tema lo hacen desde la óptica de "enfoques de aprendizaje", otros aluden a "modelos explicativos del aprender" o a tipos de aprendizaje. El acercamiento al problema podrá ser abordado desde una designación u otra, pero lo más importante no estriba en estas deliberaciones conceptuales, sino determinar en nuestra práctica pedagógica, qué tipos de aprendizajes (generalmente debemos propiciar más de uno) se requieren en consonancia con el tipo o tipos de saberes que abordamos.
El análisis debe ir además, a favorecer el análisis sobre cuáles son las prácticas ocasionales, frecuentes o ausentes de nuestro quehacer en materia de tipos de aprendizaje, con el objetivo de buscar un accionar equilibrado y efectivo según situaciones concretas.
Sin temor a especulaciones me atrevería a asegurar que en dicho análisis veríamos que el tipo de aprendizaje repetitivo es el más frecuente, con su correspondiente fase de reforzamiento y búsqueda de éxitos a que se pretende arribar "de todas todas", lo que trae consigo, por lo general, la exhibición de éxitos aparentes, evidenciales más en las respuestas que deseamos que en un "proceso" que evidencia un aprendizaje real. Nada, que el alumno sabe multiplicar, pero no cuando debe hacerlo.
Lo más lamentable es que este tipo de aprendizaje repetitivo se extiende al trabajo con contenidos actitudinales, insertados en la formación de valores y con ello los maestros se convierten en "sermoneadores", cuyo sermón, por repetido, puede llegar a aceptarse, pero nunca comprenderse ni incorporarse a modos de actuación en la esfera valoral, hecho muy peligroso para los fines de educación preocupada por las proyecciones humanistas del hombre.
Ahora bien, sigamos describiendo el problema: el maestro que actúa de esta forma, no adopta deliberadamente estas posiciones que afectan el desarrollo cognoscitivo del alumno (recuérdese que se entiende por desarrollo cognoscitivo "los cambios que ocurren en el pensamiento, el pensamiento y la comprensión de los fenómenos). El maestro actúa propiciando un aprendizaje repetitivo, porque así nos enseñaron a enseñar" (por supuesto que debemos pues enfatizar en "enseñar a aprender".
Por todo lo expuesto haremos un recorrido, obligadamente sintético, sobre diferentes tipos de aprendizaje que pudo propiciar el maestro. Este recorrido tiene como objetivo condicionar un espacio de cooperación reflexiva alrededor del tema, con vista a enriquecer las acciones encaminadas a integrar los saberes escolarizados.
Nuestro recorrido abarcará:
a) El aprendizaje según el conductismo.
b) El aprendizaje comprensivo.
c) El aprendizaje por descubrimiento.
d) El aprendizaje como proceso constructivo.
e) El aprendizaje como procesamiento de la información.
f) El aprendizaje significativo por recepción.
a) El aprendizaje según el conductismo:
Este tipo de aprendizaje se sienta en la denominada "Ley del aprendizaje causal": el organismo intenta repetir aquellas acciones particulares que tienen una relación causal "aparente" con el resultado deseado (aunque los docentes sabemos que el mero ejercicio repetitivo bajo unas mismas condiciones no lleva a un progreso en el aprendizaje). Una característica esencial del conductismo en la enseñanza es que busca el fomento a adherirse a las respuestas deseadas para los estímulos apropiados, o sea, concibe el aprender en relación directa con la realización de la tarea, siempre asociado al resultado esperado. De ahí que motivación y expectativas fueran elementos esenciales para establecer conexiones con el aprendizaje. Veamos las implicaciones que se derivan de un modelo o tipo de aprendizaje según el conductismo para poder percatarnos de que
si bien no hay que desterrarlo, el absolutizarlo como experiencia de aprendizaje puede acarrear serias dificultades en el desarrollo y maduración del estudiante. Implicaciones del conductismo en la instrucción y las relaciones enseñanza-aprendizaje.
1- El estudiante es un mero ejecutor de lo programado por el profesor.
2- No tiene en cuenta las conductas y los aprendizajes divergentes o relacionales (todos los alumnos deben llegar a éxitos por los mismos caminos y de manera taxonómica, o sea, a partir de una secuencia de pasos, tareas, categorías diseñadas y explicadas por el maestro, donde las representaciones relacionales que hace el alumno con otros campos de la realidad o las tentativas que va realizando sobre la base de errores para encontrar aciertos, son consideradas como desviaciones del tema o como pasos que obstaculizan el éxito deseado.
3- Se centra en el almacenamiento de la información y no en su procesamiento. (Hay gran preocupación por "correr" detrás del programa enmarcado en un currículum oficial, para vencerlo, de manera tal que el alumno tenga acumulada la mayor cantidad de conocimientos posibles sobre los conocimientos que de manera fragmentada aparecen recortados en el marco de una asignatura. Tal almacenamiento se propone que después los alumnos puedan recordar y expresar esa información en diferentes actividades diseñadas artificialmente para la comprobación en la escuela.
4- Los aspectos de aprendizaje son planteados más bien en la búsqueda de una conducta operante (un operante es un conjunto de actos que constituyen la realización de un organismo al hacer algo, por ejemplo: levantar la cabeza, accionar una palanca, decir "caballo", etc. Se denomina así debido a que la conducta opera sobre el ambiente y genera consecuencias). El conductismo enfatiza en la conducta observable y sólo en ella y de acuerdo con esto defina el aprendizaje como un cambio de las probabilidades de respuesta.
5- Resulta difícil transferir lo ejecutado a otras situaciones que no guardan mucha similitud con la que se creó como marco de aprendizaje, a diferencia de lo que ocurre con el aprendizaje comprensivo, como veremos más adelante. Como ya habíamos apuntado, no se trata de exacerbar las limitaciones del conductismo y desterrarlo de la práctica pedagógica, pues este tipo de aprendizaje en el cual el asociacionismo, los estímulos repetidos acompañados muchas veces por un aprendizaje de ensayo (prueba) -error del tipo "búsqueda a ciegas y éxito", representan momentos del aprendizaje y no oposición total al desarrollo cognitivo como muchas veces se ha afirmado. El problema no está en eliminar el aprendizaje conductista sino en saber determinar cuándo es apropiado el mismo y por sobre todo, no reducir las prácticas de la enseñanza a este tipo de aprendizaje.
b) El aprendizaje comprensivo:
El término comprensión se ha utilizado muy ambiguamente. Al igual que en el conductismo, el término está vinculado a la idea de asociación, pero no se opone a toda forma mecánica. Lo primero que un individuo tiene que hacer para que la situación o la información le resulte comprensiva es estructurarla, lo que a su vez implica realizar un análisis de los elementos que conforman la misma y relacionarlos con lo que ya conocemos, es decir, con situaciones precedentes. Lo que no se pueda relacionar, ya de hecho no se podrá comprender realmente. (Debe recordarse que relacionar no es simplemente informar sobre contenidos anteriores, como hacen frecuentemente los maestros). ¿Cómo se traduce lo que venimos diciendo a la práctica pedagógica?. Antes de propiciar el aprendizaje comprensivo el maestro debe conocer cuáles son las estructuras cognitivas precedentes que tienen los alumnos, sus creencias, sus preferencias, deseos, motivaciones, etc. pues para asimilar cualquier información nueva tiene que hacerlo en entrecruzamiento con mucha otra información que el alumno tiene, información escolarizada y no escolarizada que está influyendo y determinando su formación socio-cultural y el por qué él no es igual a los demás.
El profesor puede enfrentar a los alumnos a la comprensión de una situación, de un hecho, de un problema o de una información y debe tener presente que la comprensión de cualquiera de estas de estas formas no depende la estructuración de ellas mismas, sino de lo que sean capaces de sugerir al sujeto (de ahí la importancia de emplear un lenguaje sugerente como paso previo al desarrollo de la imaginación, la creación y la activación del pensamiento)
En lo que hay que estar claros es en el papel activo del sujeto en el proceso de aprender, o sea, a diferencia del conductismo que concibe a los alumnos como "cerebros que hay que rellenar con la información que les falta, para que después puedan expresarla, el aprendizaje comprensivo parte de que el contenido (ya sea conceptual, procedimental o actitudinal) se reconstruye de manera muy personal hasta llegar a formar parte de su propio bagaje de conocimientos.
Concluyendo no puede haber homogeneidad pues el aprendizaje comprensivo personaliza dicho aprendizaje y por eso es que puede ser transferido a otros problemas y conocimientos Pero ni todos los aprendizajes se transfieren, ni todos tienen el por qué ser transferidos, es por ello que a transferencia del aprendizaje hemos dedicado un aparte dentro de este punto el aprendizaje comprensivo.
Para lograr un verdadero aprendizaje comprensivo, los maestros tienen que enseñar a los alumnos a hacer generalizaciones, esas generalizaciones son necesarias para "reunir" datos que requieren de memorización no mecánica, sino de una memoria comprensiva que es aquella en la cual intervienen las operaciones intelectuales. Una generalización es un enunciado o una comprensión de relaciones. Constituye un proceso mediante el cual se formula una idea o un concepto genérico a partir de haber discernido características de numerosos casos individuales.
Es indispensable, para ayudar a comprender, que no es de continuar "descargando" datos y nuevas informaciones, nos vayamos retroalimentando de como los alumnos van generalizando la información. Insistimos en que generalizar no es repetir lo que el maestro dijo, ni las preguntas que hacemos encaminadas a que resuman con sus palabras lo que dijimos. Generalizar es relacionar; se trata pues, de retroalimentarnos de como los alumnos van relacionando la información que van adquiriendo. Se trata en fin de enseñar a los estudiantes a pasar de los datos individuales a las generalizaciones (principios) y a utilizar dichas generalizaciones con el fin de interpretar nuevos hechos.
En este aspecto para comprender está relacionado con la finalidad es decir, el que comprende debe tener una meta y ver qué es lo que trata de entender. Para que el alumno se trace metas no basta con informarle cuáles son los objetivos que se persiguen, pues muchas veces esa información, oralizada, se ofrece al inicio de la tarea cuando el alumno no tiene ni tan siguiera una visión de conjunto de hacia dónde lo conducen.
Por ello esos objetivos, expresados formalmente, no le dicen nada, y lo que es peor, no se cumplen. El trazarse metas está ligado a qué debes hacer secuencialmente, o qué debes tener garantizado para hacer tal cosa. El trazado de metas parte de niveles de ayuda que pueden estar en documentación bibliográfica, de consulta, en la eliminación de barreras gnoseológicas (de conocimiento), etc. Comprender la finalidad, que no es más que percibir el efecto utilitario de lo que se está comprendiendo, exige precisar la esfera de dicha utilidad. ¿Para qué te sirve esto que estamos haciendo? Puede ser sólo un ejercicio de fundamento (son aquellos que adiestran para la solución o el desarrollo de actividades más complejas) puede servirte para llenar un vacío de información que luego necesitarás en determinada esfera, puede garantizarte el éxito en la realización de una tarea científica escolarmente diseñada, puede servirte para enriquecer tu cultura política, ideológica, etc. de manera tal que puedas mostrar competencia de actuación en cualquier acto social, etc.
Ahora bien, un estudiante que limita su comprensión a ver relaciones entre datos particulares para generalizarlos y apreciar su finalidad está mostrando una comprensión muy superficial y frágil. La comprensión total se logra cuando lo comprendido puede utilizarse productivamente, o lo que es lo mismo, instrumentalmente porque puede transferirse a otras situaciones.
Cómo se logra:
En torno a la transferencia del aprendizaje, uno de los principios de la enseñanza comunicativa alude "al desarrollo de habilidades más allá del aula". Esta es una aspiración de toda la educación formal, pero lamentablemente damos por sentado que toda la información que recibe el alumno en el aula y la práctica de determinadas habilidades ya garantiza que lo aplique a otras situaciones que se le presenten.
La escuela existe, en última instancia, para propiciar aprendizajes transferibles, pero la realidad nos dice que una gran mayoría de los contenidos que reciben en la escuela son olvidados y que el haberse ejercitado ampliamente en matemática, física o química, por ejemplo, no determina que puede resolver problemas matemáticos, físicos o químicos en condiciones diferentes a las de la escolaridad.
Y el problema está en que la transferencia de aprendizaje es un problema para la educación toda vez que no se logra automáticamente, sino que exige de determinadas condiciones para la concepción del proceso de enseñanza-aprendizaje.
Estas condiciones se establecen a partir de definir qué es la transferencia de aprendizaje y cómo puede fomentarse más eficazmente esa transferencia.
La transferencia del aprendizaje se produce cuando el aprendizaje de una persona en una situación influye en su aprendizaje y su ejecución en otras, es decir, las estructuras cognoscitivas actuales se extienden a otros espacios internos y externos futuros en un individuo. Esta transferencia se realiza a través de generalizaciones, conceptos o estructuras cognoscitivas (conocimientos, capacidades, actitudes) desarrolladas en una situación y utilizadas en otra.
Debe aclararse que no toda generalización garantiza ya una transferencia, por eso resulta necesario determinar cómo la transferencia se logra de manera más eficiente, por ejemplo:
1- Cuando el alumno se da cuenta de que adquiere significados y capacidades que son aplicables en el aprendizaje y la vida.
2- Cuando el alumno está motivado para resolver nuevos problemas o abordar situaciones apoyados en experiencias anteriores.
3- Cuando los alumnos arriban a generalizaciones a partir de haber percibido los factores comunes en diferentes situaciones para luego comprender cómo puede usarse la generalización.
4- Cuando se propician variadas oportunidades para la transferencia a partir de variadas situaciones en diferentes campos del conocimiento.
5- Cuando el alumno puede descubrir relaciones por sí solo.
6- Cuando los alumnos comprenden muchas relaciones, principios o generalizaciones que sean útiles en una gran gama de situaciones.
7- Cuando la aprehensión de lo que se desea transferir va acompañada la estimulación en torno a determinadas actitudes y sistema de valores relativos a la vida y al progreso social.
8- Cuando los métodos de enseñanza y aprendizaje se conciben en función de las situaciones de la vida.
Todo lo expuesto no debe llamarnos a engaño: el aprendizaje comprensivo resulta necesario, pero aún no es el más comprometido con el "aprender a pensar".
c) El aprendizaje por descubrimiento:
Esta teoría del aprendizaje ha sido la que durante años ha fundamentado una práctica de enseñanza considerada progresista, la denominada escuela activa, que pretendía conectar la experiencia de aprendizaje escolar con la vida cotidiana del alumnado, su entorno físico y su ambiente social. Uno de los principales defensores de esta perspectiva fue el filósofo funcionalista americano John Dewey. En ella subyace la idea de que la enseñanza ha de basarse en la acción, en la solución de problemas cotidianos y en la creencia de que el niño y la nina sólo aprenden aquello que descubren por sí mismos, aquello que han de investigar. Este modelo se fundamenta en las aportaciones del propio Dewey sobre el proceso de pensar articulado en torno a una serie de fases de aprendizaje, que son al mismo tiempo grados del proceso didáctico y que tienden a seguir este orden:
1- Conflicto entre los esquemas de actuación anterior y una nueva dificultad, lo que conlleva la motivación por el reto que supone la nueva dificultad.
2- Delimitación de esa dificultad: definición del problema y fijación de una meta de trabajo.
3- Desarrollo del inicio de posibles soluciones: primeras hipótesis.
4- Desarrollo lógico de las consecuencias previsibles de este inicio de posibles soluciones: aplicación de una metodología.
5- Aplicación de las posibles soluciones: verificación de las primeras hipótesis mediante las consecuencias prácticas (Coll, C., 1992).
La fundamentación psicopedagógica de este modelo la sintetiza (Silvestre O, M. 2001, uno de sus más relevantes críticos, al sostener que el empleo ocasional de técnicas de descubrimiento inductivo se justifica didácticamente cuando el alumnado se encuentra en la etapa definida por Piaget como de las operaciones concretas.
Cuando las tareas de aprendizaje adquieren otros niveles de complejidad y resultan menos familiares para el estudiante, el descubrimiento autónomo probablemente mejora la intuitiva intensificando y personalizando tanto lo concreto de la experiencia como las operaciones reales de abstraer y generalizar a partir de datos empíricos.
En los trabajos de (Silvestre O, M.) pueden encontrarse extensas reflexiones sobre este modelo de aprendizaje y sobre todo algunas de las críticas fundamentales al mismo. Estas críticas podrían sintetizarse como sigue:
1- El método inductivo, como estrategia de pensamiento para estudiar la realidad en el que se fundamenta el aprendizaje por descubrimiento, lleva, según (Silvestre O, M.) a la aceptación de principios tales como: el significado es producto exclusivo del descubrimiento creativo y no verbal; la capacidad de resolver problemas es el objetivo principal de la educación escolar; el adiestramiento en la comprensión del descubrimiento es más importante que el adiestramiento en la materia; todos los estudiantes deberían ser pensadores creativos y críticos… Sin embargo algunos autores han puesto de manifiesto que el método inductivo no es equivalente al método científico, el método "natural" de investigación tal como se mantiene desde este modelo con lo que quedan cuestionadas las implicaciones formativas del mismo. (UNESCO 1996)
2- Lo aprendido en la situación de descubrimiento no se transfiere siempre con facilidad a otras circunstancias y problemas de aprendizaje.
3- El descubrimiento exige una enorme inversión de tiempo para aprender conceptos y principios.
4- Puede ser útil para el alumnado en los primeros años de escolaridad, pero es poco provechoso para que estudiantes maduros cognoscitivamente, que ya dominan unos procedimientos y un vocabulario básico, puedan elaborar el contenido de una disciplina científica.
5- Si el individuo ha de descubrir todo lo que tiene valor como aprendizaje, esto significa que no se tiene en cuenta que el conocimiento procede de forma interrelacionada y requiere tener informaciones previas que en su momento se harán significativas, es decir, el alumno las podrá utilizar cuando las circunstancias lo requieran.
Sin embargo, las críticas este enfoque no han impedido reconocer la importancia de algunos de sus planteamientos, sobre todo los que pueden contribuir a posibilitar o lograr un aprendizaje eficaz y que resultan de gran utilidad a la hora de planificar y abordar las situaciones de enseñanza. El énfasis que pone en la necesidad de que el enseñante descubra lo que el alumnado está en disposición de aprender, es decir, el momento personal y cognitivo que "vive" frente a los conocimientos para, a partir de él, planificar y desarrollar la enseñanza, y la consideración de que mediante la acción y no sólo mediante la verbalización, se pueda facilitar el aprendizaje de conceptos y procedimientos, son dos principios comúnmente aceptados en educación y que proceden de este modelo de aprendizaje.
d) El aprendizaje como proceso constructivo:
La visión constructivista del aprendizaje tiene su origen en el auge del enfoque cognitivo en la psicología contemporánea en general, y en los estudios sobre el desarrollo en particular En lo referente al aprendizaje, la perspectiva contructivista sitúa su objetivo principal en el estudio de cómo los procesos de aprendizaje que se encuentran relacionados con la edad se vinculan estrechamente con las estructuras cognitivas del individuo.
Para la psicología y la epistemología contemporánea, la fuente del conocimiento no radica en los objetos (epistemología empirista) ni en el sujeto (racionalismo innatista) sino en su relación interactiva. Este interaccionismo es constructivo en dos sentidos: por un lado el sujeto construye un modelo de la realidad ajustado a sus modelos internos y, por otro, construye unos esquemas mentales que se adecuan a la realidad, realizando una progresiva diferenciación y reorganización de tales esquemas (Brown, A.L.1987).
Han sido sobre todo las aportaciones de Piaget "las que ha fundamentado esta concepción constructivista del desarrollo del conocimiento. El psicólogo suizo ha descrito, en su afán por explicar el desarrollo de la inteligencia lógica, tres tipos de actividades mediante las cuales los humanos se desarrollan cognitivamente en relación con el medio: la asimilación, la acomodación y la adaptación. La asimilación, en el sentido más amplio del término, es la acción del organismo sobre los objetos que lo rodean. Esta acción, que depende de las conductas anteriores referidas a los mismos objetos o a otros análogos, posibilita una valoración aproximativa de la nueva situación. La acomodación se refiere al hecho de que los seres vivos reaccionan a lo que les rodea, modificando el ciclo asimilador y acomodándose a ellos mismos, mediante la comparación de la nueva situación con las experiencias y estructuras que ya posee. La adaptación representa el equilibrio ente la asimilación y la acomodación y permite la creación de una nueva relación de conocimiento. El contenido de estas actividades, que según este autor sigue una serie de estadios progresivos y de carácter universal, depende del estadio evolutivo de los individuos y de la riqueza del medio. Según la perspectiva constructivista de la inteligencia, cada fase del desarrollo se fundamenta en la precedente.
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