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Actividades encaminadas a fortalecer la identidad de barrio desde los juegos tradicionales

Enviado por Vladimir Arias G.


  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Desarrollo
  4. Conclusiones
  5. Referencias Bibliográficas

Resumen

En las condiciones actuales de lucha de nuestro pueblo el mantenimiento de nuestra identidad ocupa un papel preponderante en la preservación de las conquistas de la Revolución. En la presente investigación se hace un estudio sobre el comportamiento de la identidad de barrio en el barrio de El Sosa, en el municipio de Las Tunas, detectándose un conjunto de dificultades que dieron lugar a la necesidad de formar y fortalecer la misma, por lo que se planteó el objetivo proponer un conjunto de actividades a través de los juegos tradicionales que permitan su fortalecimiento, para lo cual se sistematizó el conocimiento teórico sobre la categoría identidad desde diferentes perspectivas, y específicamente la identidad de barrio, de igual modo se enfatiza en los juegos tradicionales como vía para desarrollar la propuesta, la cual está dirigida a los niños y niñas del barrio objeto de estudio, demostrándose con el desarrollo de la propuesta la efectividad en la formación de individuos más identificados con su localidad, su pueblo y su patria, de acuerdo con las más profundas tradiciones del pueblo cubano. La propuesta se aplica por primera vez en el barrio, la comunidad y es aplicable a otros barrios y comunidades donde se desarrollen, dentro del proceso recreativo, los juegos tradicionales.

Introducción

La construcción de la identidad es un proceso social, necesita de la interacción entre las individualidades y de estos con la colectividad, a través de un intercambio de culturas. Es un proceso dinámico, dialéctico, con proyección a lo universal; integrando como un todo las particularidades de cada región, a través de los diferentes componentes que han sido decisivos en la formación de la identidad nacional cubana: condiciones geográficas – naturales, economía, sociales (deporte), idioma, cultura, político, ideológica, entre otros.

La identidad es el reconocimiento del ser y el querer ser, esta implica conciencia de igualdad y diferencia con otros. La identidad implica etiquetarse, de sentirse parte de algo y tener conciencia de ello y de las diferencia con lo demás, de comenzar a pensar el "yo" como un "nosotros". Contempla además los elementos más característicos e inherente del fenómeno u objeto que se identifica a sí mismo o es identificado.

Por lo anteriormente expuesto se puede entender la identidad como autorreconocimiento social, individual o grupal, identificativo de un pueblo como tal. Mantener una identidad contribuye a preservar costumbres, hábitos, e incluso lenguaje e historia, elementos de tanta importancia para una sociedad que sin estos no sería tal.

El Instituto Nacional de Educación Física Deporte y Recreación (INDER,) es el organismo rector del movimiento deportivo cubano, encargado de aplicar la política, respecto a la Cultura Física en general, a través de sus diferentes subsistemas Deporte, Educación Física y Recreación, desde su fundación ha trabajado por favorecer el desarrollo de actividades que favorezcan la identidad de los pobladores con lo autóctono del lugar donde residen, con el objetivo de lograr que satisfagan las necesidades deportivas, recreativas y culturales de la población en el espacio de su tiempo libre, dando cumplimiento, de esta forma, a la resolución dictada por el Congreso del Partido Comunista de Cuba y ratificada en los posteriores.

La identidad en su significado sociocultural ha recobrado singular vigencia y actualidad en los últimos tiempos siendo esta una de las tareas más difíciles y complejas que tiene que presentar las ciencias sociales y humanísticas. Lo comunitario, por supuesto forma parte de lo nacional, en todo caso, la identidad comunitaria enfatiza la situación grupal, destacando la cohesión y la solidaridad existente entre sus miembros que se identifican con dicha comunidad y así mismo, al reducirse el espacio geográfico o físico se puede considerar la identidad de barrio.

Por otra parte, cuando se trata el problema de la recreación, es necesario verlo más allá que como un proceso sociocultural, sino como fenómeno esencial en el campo de las actividades humanas, ya que la misma posee un carácter superestructural, y es portadora de una gran carga ideológica. El fenómeno no es algo novedoso, sino que es tan antiguo como el hombre mismo, ya que las primeras ideas de recreación nacen con determinado tiempo utilizado para realizar actividades no relacionadas con la producción.

Las actividades físicas de tiempo libre, visto los juegos dentro de ellas, como parte de la recreación, se consideran en la actualidad una necesidad para todos los seres humanos. Estas posibilitan calidad de vida y creación de un estilo de vida en la población, que benefician al hombre en su capacidad física, en la salud, en la economía, en los niveles de comunicación, en el desarrollo humano, factores esenciales en el desarrollo local, que conforman la identidad de los actores sociales de una comunidad.

Las tradiciones se valoran como unidades por medio de las cuales se conserva y transmite la experiencia social de las colectividades; la identidad es el resultado de la cultura, compuesta ésta por costumbres, tradiciones, valores, que la enriquecen y dan vida, de aquí la estrecha relación entre ambas categorías.

Los juegos tradicionales como elemento de socialización, de transmisión, apropiación de cultura y costumbres tienen una gran significación desde el punto de vista educativo y recreativo, constituyen además un valioso patrimonio cultural, costumbres y sabiduría popular, sucesos alegres y serios, caracterizan muchos de nuestros barrios, comunidades y regiones.

Por supuesto, por las características de los juegos, estos se ubican dentro de la recreación lúdica. Este concepto es poco manejado en el contexto de nuestra sociedad. Generalmente se le limita a la interpretación de los juegos infantiles. Se ignora que esta categoría define uno de los procesos más abarcadores e interesantes de la cultura. Si se tiene en cuenta a los juegos tradicionales dentro de este proceso habría entonces que analizar en cuál de las diferentes clasificaciones de la misma se encuentra ubicado. Por su parte, los juegos tradicionales, como una forma de actividad de tiempo libre, y de manifestación cultural y de la historia de la comunidad presentan elementos identitarios de vital importancia en este espacio socio – geográfico.

Han contribuido a trasmitir las costumbres de las generaciones pasadas, sus frases, nombres de pueblos, plantas, animales y trabalenguas, elementos que sin duda son parte de de la identidad de los pueblos. Como se ha podido notar, los juegos tradicionales, como compiladores de tradiciones, constituyen una vía para el fortalecimiento de la identidad de la comunidad, por lo que en la presente investigación se pretende influir en este fenómeno a través de los mismos.

La búsqueda de la identificación propia ocupa un lugar significativo en el pensamiento y en el quehacer de muchos pueblos; en este interés la recreación física se erige como parte integrante del proceso en el cual deberá conseguir la participación consciente de los demás actores educativos: la familia y la comunidad.

En bibliografías consultadas entre las que se destacan en el ámbito internacional, figuras como: Edgard Thompson (1981), Pierre Villar (1982), Maritza Montero(1984), Gilberto Jiménez (1994), Luis González (1998), y en el contexto nacional se han destacado autores como: Waldo Acebo (1992), José Sánchez (1998), Maricela Millet (2000), Adalis Palomo (2001) (Héctor Díaz Polanco2002) y Amaury Laurencio (2003),.han abordado sobre el tema de investigación referido a la identidad y la cultura sin embargo, no refieren nada respecto a cómo los juegos tradicionales favorecen el desarrollo de la identidad en los barrios ó comunidades.

Asimismo sobre la significación del fortalecimiento de los juegos tradicionales, con todo lo investigado por autores como: José Martí (1975),Caridad Santos-Sonia Correa(2000),Rolando Alfaro(2003), Nerys Pupo(2008), se constata poco tratamiento a lo relacionado con los elementos identitarios aportados por las practicantes de los juegos que se desarrollan en algunas localidades de Las Tunas.

A través de la observación a las actividades física recreativas realizadas en el barrio acerca del tema, así como entrevistas con los comunitarios y el accionar individual de esta investigadora, por más de tres años, en la actividad de la recreación física de manera empírica, se ha podido notar un deterioro de la cultura y la identidad del barrio Sosa en el municipio Las Tunas, pues sus niños no desarrollan los juegos tradicionales, desconocen el pasado de su barrio, las historias de sus padres cuando eran como ellos, las leyendas y mitos de la localidad, entre otras cosas. Se ha constatado entre otras, las siguientes regularidades:

  • 1. Insuficiente conocimiento de los juegos tradicionales que se jugaban el los barrios de la comunidad.

  • 2. Una parte significativa de los niños del barrio y la comunidad no se sienten parte activa de los mismos.

  • 3. Insuficiente conocimiento sobre la riqueza deportivo-cultural y las potencialidades deportivas, recreativas, aportadas por el barrio El Sosa.

  • 4. Los juegos tradicionales no constituyen una prioridad en el trabajo recreativo del barrio.

  • 5. Falta de unidad familiar y entre los miembros integrantes del barrio.

El estudio y procesamiento de estas carencias hacen evidente la necesidad de incrementar el trabajo en el barrio, expresado en el propósito que se persigue de lograr el desarrollo de la identidad del través de la realización de juegos tradicionales.

A partir de los presupuestos anteriores, se sostiene la idea de que una propuesta de actividades sobre la base de juegos tradicionales como parte de la recreación física constituye una vía para fortalecer la identidad de barrio en los niños de la comunidad del Reparto Sosa del municipio Las Tunas, por lo que se plantea el objetivo de proponer actividades a través de los juegos tradicionales que permitan fortalecer la identidad de barrio en los niños de la comunidad del reparto Sosa del municipio Las Tunas.

Desarrollo

Para realizar un análisis del tema de la identidad es necesario partir de que esta es tanto el ser como la conciencia de ese ser y es también, la conciencia de que eso implica igualdad y diferencia con otro, la identidad puede ser individual o social.

¿Qué se entiende por identidad? ¿Cómo se diferencia la identidad nacional de la cultural? Si definimos la identidad como lo que nos distingue de otros pueblos, caemos en una definición cultamente peligrosa porque nos puede llevar al chovinismo, a la xenofobia a pensar que la distancia de un país dado, o los habitantes de otro país son más inteligentes o los más hermosos, que tienen la tierra más hermosa del mundo, que sus mujeres son las más sensuales, que sus comida son las mejores, que su literatura es la mejor, que su arquitectura es la mejor. Cuidado con esta concepción porque nos puede llevar al chovinismo, a la xenofobia; y si bien hay rasgos que nos diferencias de otros pueblos hay también muchísimos rasgos, posiblemente más que nos identifican con otros pueblos.

Cuando se habla de identidad se debe primero recordar que hoy en día las ciencias sociales han superado las concepciones esencialistas o naturalistas de antaño y adhieren, por lo general, a una idea de identidad como proceso de construcción paciente y contingente de una representación del self (del inglés: sí mismo) que es válido para sí mismo y para otros. No se piensa ya que haya algún sustrato firme al que podamos remitirnos como núcleo duro de nuestra identidad, individual o colectiva, ni siquiera los muy comunes de la lengua, raza o territorio. El self se construye en el mismo momento en que se piensa, apela a una memoria y a un olvido individuales y colectivos, y se proyecta hacia el futuro, dando con ello una idea de sustancia más o menos permanente. La identidad se piensa como una presentación de un conjunto discursivo o configuración coherente (la personalidad, la nacionalidad, etc.) ante un Otro. Ese Otro es tanto un Alter externo, distinto de mí mismo o del nosotros, como también un Alter interno, el Otro de la conciencia reflexiva en que nos desdoblamos cuando hacemos una autocrítica individual o colectiva. La doble faz de la identidad responde, entonces, a la pregunta ¿quién en fin de cuentas soy yo? (o ¿ quiénes somos nosotros?) y a la complementaria ¿cómo me o nos miran y tratan las otros?. Estas son preguntas simples, pero de respuesta evidentemente muy difícil.

simples, pero de respuesta evidentemente muy difícil.

La identidad es la concepción de quienes somos; es una toma de conciencia que se produce a partir de un contexto socia, es la resultante de las exigencias histórico – compartidas y de los eventos que nos enfrentamos: otras ideologías, culturas y otras concepciones del mundo.

Partiendo de este supuesto tiene una estructura dialéctica compleja, en ella las formas superiores contienen o reflejan, de alguna manera, las inferiores. La misma parte de elementos simples como los ajuares domésticos, las vestimentas, etc.; se manifiesta en la idiosincrasia, las costumbres, tradiciones y el sistema de valores; marca la cultura popular y se expresa teóricamente en el pensamiento social y las creaciones artístico-literarias de una comunidad humana.

La identidad es un constructo elaborado en relación a los límites o fronteras entre los grupos que entran en contacto. No deja de ser, en este sentido, una manifestación relacional de interacciones. En esta línea, los límites identitarios han acabado siendo límites de identidades culturales y fronteras de identidades "nacionales".

Según Rafael Hernández(año) no hay identidad nacional sin religión, cuando se habla de religión se quiere enfocar el asunto lo más ecuménicamente posible, que se analice la relación que tiene la Iglesia Católica con la identidad nacional, pero también la religiosidad popular.

El concepto de identidad además de auto imagen, de representación, que es uno de sus componentes indiscutibles, es el espacio donde nos expresamos, nos encontramos y nos vemos emocionalmente, es un fenómeno vivencial, no conceptual o imaginativo (6)

Por otra parte la cultura cubana se mueve alrededor de dos polos, uno que simboliza Félix Varela y el otro que simboliza Enrique José varona. En toda nuestra nacionalidad hemos estado dialécticamente jugando con esos dos polos; el libre pensamiento positivista y la cosa religiosa, en lo cual somos muy cubanos: frase típica. Yo soy católico a mi manera.

Por otra parte, no se puede ver a la identidad desligada de la cultura. Al respecto Armando Hart Dávalos (1988) ha incursionado en los aspectos teóricos de la cultura, plantea que esta es el conjunto de realizaciones humanas, que ha trascendido a nuestro tiempo y que le permite al hombre actuar, reproducir y crear nuevos valores y conocimientos para la transformación de su medio natural y social.

Según la concepción de Hart cultura es un concepto que está estrechamente ligado a la identidad, debido a la trascendencia en el tiempo de aspectos que pueden ser conservados pero va más allá, pues deja su visión de que la cultura puede estar sometida a transformaciones, debido al surgimiento de nuevos valores y elementos que en un momento determinado pueden marcar pautas en la cultura y quedarse incorporadas a ella, está enfatizando en la complejidad de este fenómeno al que constantemente está sometida la sociedad por medio de un conjunto de elementos históricos , sociales y políticos.

La idea global de identidad como conceptualización social nos lleva a profundizar en un aspecto más concreto y crucial como es la identidad cultural, y desde ésta, destacar un núcleo si cabe más cohesionado, más denso de interrelaciones como es la identidad comunitaria, que nos permite hablar del concepto de identificación. De alguna manera, la distinción entre identidad social, identidad cultural e identidad comunitaria se presenta para poder desbriznar y destacar elementos sutiles relacionados con los complejos procesos de la construcción de las identidades y de los procesos de identificación en un mundo que se debate entre la globalización y lo local. (1)

En todo caso, la identidad comunitaria enfatiza la situación grupal, destacando la cohesión y la solidaridad existente entre sus miembros que se identifican con dicha comunidad. En este sentido, Weber (1979) insiste en que los individuos cuando están dentro de una comunidad se sienten subjetivamente como individuos con características comunes; a partir de aquí se puede derivar una acción comunitaria positiva o negativa en relación a otras comunidades (a otras identidades) que se ven y se viven como diferentes. (2)

La idea de comunidad se concreta en un terreno más controlable o controlado. Se da una cierta tendencia a cerrar comunidades, pero ello no quiere decir que no se de la existencia de "comunidades de intercambio social" (no endogámicas) según las costumbres o hábitos enraizados en cada comunidad. De hecho, la identidad comunitaria se basa sobre todo en la "conciencia de comunidad" existente que fomenta la imitación entre sus componentes, facilitando, a la vez, la identificación.

De algún modo, la identidad comunitaria tiene algo que ver con la identidad de resistencia de la que habla Castells(2). La apelación a la identidad es en muchas ocasiones defensiva y la comunidad ofrece el reducto seguro para ello

Por otra parte es necesario analizar a la comunidad como el todo, y ver dentro de ella al barrio como "parte", ya que es en este donde nacen las primeras interacciones de los individuos con el medio no familiar y se crean las primeras nociones y representaciones de la sociedad en su conjunto, por lo que, después de la familia, es en el barrio donde nace la identidad comunitaria, local y luego nacional, por supuesto.

Teniendo en cuenta esto, se asume que la identidad comunitaria se nutre del barrio, por lo que es necesario definir el término "identidad de barrio", que de acuerdo con el criterio del autor no es más que la toma de conciencia de las diferencias y las similitudes referidas a estos estrechos espacios físicos, grupos sociales y entidades que generalmente mantienen relaciones afectivas y esto en su conjunto refleja sentido de pertenencia por el "barrio".

Está estructurada por el conjunto de valores culturales que trasmitido de generación en generación el hombre desarrolla, que influye en la definición de una cultura familiar o grupal en un marco estrecho, que crea estructuras y normas que dan origen y sentido a la vida en lo individual, familiar y social.

Por su parte la recreación física constituye una vía eficaz para el tratamiento al tema, sobre todo, si dentro de esta se trabajan los juegos tradicionales, pues estos son una actividad tan antigua como la humanidad misma; sin embargo, en cada nueva generación se visten de infancia, de adolescencia y de juventud; enriquecer la vida con ellos, ha sido durante milenios, una vía fundamental y espontánea para transmitir de una generación a otra, las mejores tradiciones, las normas de comportamiento social, y para ello desarrollan en los niños las capacidades que le permitan enfrentar y resolver los problemas que la vida le plantea.

Muchas de las tradiciones culturales que conformaban la identidad cubana se perdieron o re – semantizaron en la concepción de lo popular, sin embargo, es significativo que los niños en nuestro país siguieron jugando los mismos juegos. Esta supuesta estabilidad dentro de la actividad lúdica, nos invita a reflexionar en la relación que guarda este fenómeno con el proceso de conformación de la identidad y el sentido de pertenencia de los individuos respecto al grupo social y a la comunidad en la que se desarrollan.

Los juegos tradicionales como legado de generaciones transmiten cultura, tradiciones, costumbres, leyendas del lugar donde se crean o arraigan, contribuyendo a la formación identitaria de estos espacios físicos y/o sociales en la medida en la que contribuyen al logro de las interacciones sociales y la constitución del yo individual y grupal. Cuando los miembros del barrio se reúnen comparten vivencias afectivas, profesionales, deportivas, culturales, históricas que desencadenan un proceso de reconocimiento y aceptación de cada uno con su coetáneo y del grupo con su medio geofísico y social.

Por otra parte el barrio, según el autor de la presente investigación, no es más que aquella parte o porción socio – geográfica de la comunidad donde sus integrantes generalmente comparten lazos consanguíneos y/o desarrollan con sus semejantes relaciones afectivas que los diferencian con el resto de los integrantes de la comunidad.

Como se podré notar el barrio es sin dudas parte constitutiva de la comunidad y no se podrá hablar de una identidad comunitaria si no existen identidades de barrios, que en su conjunto conformarían esta primera.

Estos supuestos teóricos revelan la necesidad de trabajar en la formación y fortalecimiento de la identidad de los sujetos como un proceso en el cual los individuos se manifiestan en su doble dimensión: como identificados e identificadores.

En los escenarios participativos de la actividad física los individuos alcanzan a través de los procesos identitarios, su propio desarrollo integral, afirmando también los sentimientos de identidad nacional, local (de barrio) y de grupo, contribuyen a la formación de valores éticos; fomentan los sentimientos de cooperación y solidaridad, se apropian de hábitos y conductas acordes a las exigencias de la sociedad socialista, y como consecuencia, favorece un desarrollo humano más pleno que se convierte en sustento de un crecimiento cualitativo social y económico.

Todo lo anteriormente tratado deja ver la viabilidad de los juegos tradicionales para la formación y fortalecimiento de la identidad de barrio, por lo que la investigadora propone actividades sobre la base de los mismos para mitigar el problema.

Dentro de la propuesta se pueden encontrar actividades como :

Carrera de canguro.

Competencia de los zancos.

Matandile.

La señorita

El Patio de Mi Casa

El chucho escondido (Tipisao)

Cuba y España.

La escoba.

El escondido.

La gallinita ciega

La chiringa (papalote).

Competencia de tiros

Mi perrito

El cuentero.

Después de aplicadas las mismas se pudo comprobar la factibilidad y viabilidad de las mismas en la solución del problema. El análisis de los resultados de la aplicación se centra en los datos recopilados a partir de los instrumentos de investigación así como la observación de los modos de actuación de los sujetos objetos de investigación en determinadas condiciones, para ello se parte de los resultados de cada actividad ante los indicadores seleccionados. Los mismos permitieron una valoración cualitativa y situar el desarrollo de la formación y fortalecimiento de la identidad de barrio.

Las relaciones entre los niños y sus padres mejoraron considerablemente, así como los espacios de juegos grupales, sobre todo de los juegos tradicionales que anteriormente no se jugaban. Se logró una mayor comunicación entre los niños y las niñas. Se desarrollaron las capacidades motrices de los participantes, el pensamiento lógico, la dinámica de grupo, el rescate de tradiciones, la autoestima individual etc.

Es interesante el incremento del conocimiento de las tradiciones del barrio, así como los mitos y leyendas por parte de los niños, lo que por supuesto enriqueció su cultura e identidad.

Aunque la propuesta mostró efectividad, se pudo notar la resistencia de algunos padres a la hora de permitirles a sus hijos compartir con sus semejantes, sobre todo de sexos diferentes ante los diferentes juegos.

Todavía queda mucho por hacer en lo que a la formación y fortalecimiento de la identidad de barrio se refiere, pues como se pudo notar los cambios logrados no son absolutos, no obstante, al respecto de las actividades implementadas se manifestó una buena opinión pues se estrechó el vínculo entre los componentes del barrio y las instituciones educativas y deportivas, además, por parte de sus usuarios, no solo los niños, sino sus familias, el barrio y la comunidad en su conjunto, se pusieron de manifiesto criterios positivos recopilados por la investigadora sobre la misma.

Aunque lasactividades implementadas no logran una total transformación de los niños del barrio se pudo comprobar que estas contribuyen a la formación y fortalecimiento de la identidad de barrio, y con esta a la preservación de las mejores tradiciones de la localidad, así como la cultura de los miembros del barrio, lo que sugiere la posibilidad de continuar aplicando la propuesta para el posterior análisis de sus resultados a largo plazo.

Conclusiones

A manera de conclusiones se puede plantear que:

La formación y fortalecimiento de la identidad de barrio en los niños de 6 a 10 años de edad del barrio: el sosa, es viable a partir de la sistematización teórica realizada de los referentes consultados, que permiten concluir que independientemente del tratamiento dado al tema por varios autores y diferentes perspectivas, la comunidad exige en los momentos actuales un enfoque socializador, en función de fortalecer el desarrollo de la identidad de barrio en el barrio, la comunidad y la nación.

El estado actual de este proceso, especialmente la identidad de barrio, se encuentra afectado debido a que las actividades realizadas en el barrio no contribuyen de manera significativa a la formación y fortalecimiento de la identidad de barrio en los niños de 6 a 10 años, se manifiesta además, una incorrecta orientación práctica sobre la formación de este en correspondencia a las especificidades de cada barrio y edades de sus miembros.

El nivel de complejidad de las actividades propuestas para cada actividades obedece a las características de los niños, partiendo de su edad y sexo y características personales, deben tener un carácter dinámico tradicional a través de las cuales se desarrollan elementos de la identidad que se trata como complementariedad del proceso de formación de los mismos.

El desarrollo de las actividades como parte del proceso recreativo en los niños y niñas objeto de estudio, permite que en estos se produzca un cambio de actitud y de conducta, mostrado a través de sus criterios, cualidades y modo de actuación, evidenciado en su vida social mayor sentido de pertenencia al barrio en que viven.

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Autor:

Lic. Tania Ibáñez Taylor

Enviado por:

Vladimir Arias G.

UNIVERSIDAD DE LAS CIENCIAS DE LA CULTURA FISICA Y EL DEPORTE

"MANUEL FAJARDO"

FACULTAD DE LAS TUNAS

Las Tunas 2011