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Cuatro relatos históricos

Enviado por Maximiliano


  1. La muerte de Julio César
  2. La caída de Bolívar
  3. Consecuencias de la invasión lusobrasileña de 1816
  4. Breve enfoque sobre el inicio y disolución de Austria-Hungría

La Muerte de Julio César

Es posible que el poder real que César anhelaba no fuese el de los antiguos reyes romanos, sino el de un Alejandro, rey de reyes y señor del mundo. Y, de hecho tendían a ofrecerle los honores divinos que los orientales tributaban a la dignidad regia.

De todas formas, la idea monárquica flotaba en el ambiente. La amargura aumentó más aún cuando la bella reina de Egipto fue a Roma y estableció su corte en una de las quintas de César. Después el dictador reconoció oficialmente al hijo de Cleopatra, se murmuró entonces que César quería casarse con la reina, que trataba de arrastrarle a Egipto. Allí sería proclamado rey y haría de Alejandría la capital del imperio romano, y Roma sólo sería una sencilla capital de provincia.

Muchas cabezas alocadas planearon la muerte del tirano. Unos sesenta hombres se conjuraron contra César y entre ellos algunos antiguos amigos. El genio malo de la conjuración era Casio, hombre rencoroso, también Junio Bruto, joven fanático que se vanagloriaba de tener por antepasado a Junio Bruto, el que libró a Roma de su primer tirano. Bruto era un hombre rudo, insensible, acreedor despiadado y usurero sin entrañas que exigía intereses del 48% a los provincianos.

Casio y Bruto habían luchado contra César en Farsalia, pero se reconciliaron luego con su vencedor, que se mostró benévolo. César fue un auténtico padre para Bruto ( se murmuraba que realmente era su padre ).Pero el obstinado jóven se propuso imitar a su célebre homónimo y a su suegro.

Los conjurados resolvieron actuar durante la sesión del Senado en los Idus de Marzo ( 15 de marzo del 44 A.C. ), o aquel día o nunca, pues esta reunión era la última antes de salir el dictador para una gran expedición contra los partos, entonces los peores enemigos de Roma.

Pero César había de sucumbir durante los Idus de Marzo. Un adivino había prevenido a César que desconfiara de este día. Pero César no se dejó impresionar. César se dirigió pues a aquella Curia, creada por Pompeyo, en el camino un orador griego se abrió paso entre la multitud y tendió un papel dónde constaban todos los planes de la conjuración, ´´ lee esto inmediatamente´´, dijo el hombre. Quizás los apretones de la multitud impidieron a César leerlo, quizás no concedió mayor importancia a este último aviso del destino, lo cierto es que César entró en la Curia sin haber leído el papel que guardaba en la mano. Junto a la entrada encontró al adivino que le había prevenido, César le dijo bromeando ´´ ¡ qué ! , ¿ han llegado ya los Idus de Marzo ?. ´´

´´Si César, pero no han acabado todavía ´´, respondió el adivino César penetró en la Curia y tomó asiento en el sitial dorado, insignia de su cargo junto a la estatua de Pompeyo que el populacho quitara de allí y él mandó restituír en testimonio de respeto hacia el enemigo difunto. Apenas se hubo sentado, César fue rodeado por los conjurados que ocultaban puñales bajo la toga. Uno de ellos le presentó una solicitud y asió el borde de su toga, como los peticionarios solían hacer, era la señal convenida. Uno de los asesinos, un tal Casca dio el primer golpe en la espalda. Cuando vio a Bruto entre los asesinos, César sólo lanzó una queja : ´´ tu quoque fili mihi ( tu también hijo mío ) ´´, fueron sus últimas palabras. Se cubrió la cabeza con la toga y se desplomó, había recibido veintitrés puñaladas. Aterrorizados, llenos de pánico los senadores huyeron alocadamente, Bruto había preparado un elocuente discurso pero cuando intentó hablar no le escuchó nadie, ni en la Curia, ni en el Foro.

Los asesinos de César estaban convencidos de que la antigua administración republicana se restablecería por sí misma a la muerte del tirano. Pero el puñal de Casca no era el remedio ideal para salvar a la República moribunda.

Después del asesinato Bruto exhortó a los ciudadanos a recuperar sus derechos, nadie le respondió, ya no había ciudadanos. Los conjurados no comprendían que el tiempo de la República ya había pasado, que podía derribarse a un monarca, pero no la idea de monarquía. El cuerpo de César debía ser normalmente incinerado en el Campo de Marte, pero el pueblo exigió que los despojos de su bienhechor permanecieran en la ciudad, no pudo impedirse que la multitud encendiera una hoguera en el mismo Foro. Apenas prendió, la multitud tomó antorchas y corrió a prender fuego a las casas de Bruto, Casio y otros libertadores, pero los asesinos se habían puesto ya a salvo.

La situación degeneró en una guerra civil que llevó a la conformación del Segundo Triunvirato ( Marco Antonio, Lépido y Octavio ) cuyos miembros se dividieron los territorios romanos. Luego de vencer a Lépido, Octavio selló una alianza con Marco Antonio quién se casó con su hermana ( Octavia ). Ya en Egipto, Marco Antonio repudió a su esposa e inició una campaña contra los partos con el apoyo de Cleopatra la que culminó en un desastre militar para los romanos. Octavio que había sido instituído por Julio César como su heredero e hijo adoptivo en su testamento y que había ya adoptado el nombre de Cayo César persuadió al Senado para declarar la guerra a la reina Cleopatra y a

Marco Antonio, todo ello culminó en el año 31 A.C. con la victoria de Octavio en la batalla naval de Accio ( en la costa occidental de Grecia, gracias al genio militar de Marco Agripa ) sobre la flota combinada de Marco Antonio y Cleopatra, para luego del suicidio de ambos convertir a Egipto en una provincia romana y ser proclamado Augusto dando así comienzo al imperio romano, a un régimen conocido como el principado republicano y a un período de esplendor denominado el Alto Imperio y la Pax Romana. Luego de Augusto todos sus sucesores utilizarían el nombre de César como título distintivo de su dignidad imperial.

La caída de Bolívar

Para 1826 cuando se convocó al Congreso del Istmo de Panamá, las Provincias Unidas del Río de la Plata desilusionadas porque Bolívar rehusaba tomar parte en la guerra contra el Brasil no ocultaban su enfado.

A su vez ya se manifestaban los primeros intentos secesionistas en Venezuela, conjurados por la intervención directa de Bolívar.

La Constitución que éste redactara ese mismo año para la recién creada República de Bolivia demostró estar fuera de la realidad política, social y económica del país y fue desechada, cuando su primer presidente el Mariscal

Antonio José de Sucre renunció a dicho cargo en 1828.

En dicho Congreso de Panamá si bien se acordó establecer la liga y confederación perpetua de las Américas en la práctica nunca llegó a realizarse lo allí acordado.

En 1827 estalló la guerra entre el Perú y la Gran Colombia motivada por la ocupación de Guayaquil por las tropas peruanas que reclamaban dicha ciudad para su país, la guerra duró hasta 1828 y Guayaquil fue liberada, pero evidenció la ruptura entre el Perú y Bolívar.

Luego del atentado contra su vida en 1828 dónde salvó el pellejo por la intervención de Manuela Sáenz ( quiteña casada con un inglés a quien había abandonado y era amante suya en forma pública a la que le concedió el grado de coronela ), Bolívar suprimió la Vicepresidencia lo que lo enemistó con el General Francisco de Paula Santander a quién se acusó de estar involucrado en el atentado, éste fue condenado a muerte pero Bolívar le conmutó la pena por la de exilio.

Hacia 1830 ya enfermo de tuberculosis renunció a la Presidencia dejando encargado de ella al Vicepresidente Domingo Caycedo ( había tenido que restablecer dicha Institución ). Después de pasar los días en Fucha a la espera de los resultados de la elección presidencial que se llevaban adelante en la Convención de Ocaña, y una vez enterado de su derrota, retornó a Bogotá, para desde allí informar públicamente que partiría a un exilio voluntario en Londres. Partió acompañado por un centenar de Granaderos y Húsares del contingente venezolano, mientras otros tantos del mismo contingente partían a las órdenes del General José Laurencio Silva rumbo a Venezuela, pues temían de cual sería su suerte una vez que Bolívar abandonara el país. Muchos creían que era mentira eso de su exilio voluntario, pero el embajador británico redactó en su informe para su gobierno que el tiempo que le quedaba le alcanzaría a duras penas para llegar a la tumba, así se iba el General Simón Bolívar quien había dirigido más de veinte años de guerras contra los españoles y liberado de éstos un territorio vastísimo el que había gobernado con pulso firme hasta el momento de su renuncia.

Su viaje lo llevó primero a Facatativá, para luego en la ciudad de Honda y con ayuda del Gobernador Posada Gutiérrez abordar un champán y navegar por el río Magdalena en dirección norte hacia la costa del Caribe. Por la ciudad de Santa Cruz de Mompox se entrevistó con el General Lorenzo Cárcamo, enfermo de lo mismo y pronto a fallecer. Había sorteado el episodio diplomático con México a raíz de aceptar como su edecán al Capitán Agustín de Iturbide, hijo del primer Emperador de México el cual luego de depuesto fue fusilado en su intento de volver al trono. El gobierno mexicano lo había considerado como parte de un plan patrocinado por Bolívar para instalar en el trono al hijo del depuesto Emperador y llevar la monarquía nuevamente a dicho país.

Cuando alcanzó el Cerro de la Popa, le llegó la noticia de que el General Rafael Urdaneta había depuesto al Presidente Joaquín Mosquera y al Vicepresidente Domingo Caycedo luego de encabezar una insurrección de las tropas y oficiales venezolanos acantonados en la Nueva Granada. Motivado en parte por el asesinato del Mariscal Sucre, único a quien Bolívar veía como sucesor y capaz de mantener la unidad de la república. Allí hubo un nuevo enfrentamiento con tropas provenientes de Venezuela, pues el General José Antonio Páez ya había proclamado la secesión de ésta de la república gran colombiana. Rechazó por último el ofrecimiento del General Andrés de Santa Cruz, Presidente de Bolivia, de representar a dicho país como embajador ante la Santa Sede.

Llegado a Cartagena el Gobernador General Mariano Montilla lo instó a aceptar el poder que Urdaneta le había ofrecido, pues éste declaró que asumía en forma provisional, sin embargo Bolívar lo rechazó como lo había hecho cuando le ofrecieron coronarlo monarca, pues declaró allí que ninguna corona ceñiría sobre su cabeza. Era republicano, pero unitario pues consideraba al federalismo como un sistema para el que los pueblos recién emancipados no estaban aún preparados, y con él se corría el riesgo de la disgregación nacional.

Partió para Santa Marta y ante la imposibilidad de poder embarcarse en una goleta atracada por los fuertes vientos, se dirigió a la quinta de su amigo Mier situada en San Pedro de Alejandrino, pero su estado era terminal, de allí no saldría con vida, y fue allí mismo que comprendió que la loca carrera entre sus sueños y sus males estaba llagando a la meta final, el resto eran las tinieblas, pues el General había declarado públicamente su ateísmo.

Se preguntó como iba a hacer para salir de ese laberinto por él mismo trazado, lo cierto es que de la apoteosis al eclipse no hay más que un paso, América es demasiado vasta y compleja para que pueda ser gobernada por un solo hombre.

Luego de su fallecimiento el 17 de diciembre de 1830, la Gran Colombia por él ideada se derrumbó y para el 31 de enero de 1831 había oficialmente dejado de existir como tal.

Luego de ello el Ecuador pasó a ser gobernado por el General Juan José Flores, Venezuela por el General José Antonio Páez y la Nueva Granda por el General Francisco de Paula Santander quien retornó de su exilio. Con sus seguidores del partido santenderista fundó el Partido Conservador, lo seguidores de Bolívar agrupados en el partido bolivarista fundaron el Partido

Liberal. ( ambos existentes hoy en Colombia ).

La idea de integración se mantuvo en el ambiente ya que en 1836 el General Santa Cruz unió a Bolivia y el Perú en una confederación de la cual él fue designado presidente, pero que para 1839 luego de una guerra contra Chile y en menor intensidad contra la Confederación Argentina que apoyaron al Ejército Libertador compuesto por peruanos opuestos a Santa Cruz lo vencieron y la Confederación Perú – Boliviana fue disuelta, resurgiendo tanto el Perú como Bolivia como estados separados.

Luego de ello no hubieron esfuerzos serios de llevar a cabo una integración continental y la idea como tal se fue diluyendo con el paso del tiempo y la consolidación de los nuevos estados nacionales, fue llevando al fin del caudillismo y la creación de una identidad nacional bien definida en cada una de las repúblicas americanas.

Consecuencias de la invasión lusobrasileña de 1816

La invasión lusobrsileña de 1816 dejó como legado luego de varios años de guerra y ocupación del territorio oriental el hecho de que era la primera vez que este territorio no se encontraba unido a las demás provincias del Río de la Plata.

Si bien la Banda Oriental durante la época colonial española integró primero la Gobernación, luego el Virreinato y por último la Capitanía General de las Provincias del Río de la Plata, se encontraba ligada en la misma unidad territorial con las demás provincias de lo que hoy es Argentina.

Con la etapa revolucionaria el territorio oriental se integró como la Provincia Oriental en las Provincias Unidas del Río de la Plata, un Decreto del 20 de febrero de 1814 del Directos Supremo Posadas fijaba los límites de la provincia y estipulaba que ésta era parte del Estado Provincias Unidas desde su nacimiento. En el Congreso de Oriente la Provincia Oriental junto con las provincias de Santa Fe, Misiones, Corrientes, Entre Ríos y Córdoba declaran su independencia de España y constituyen la Unión de los Pueblos Libres pero dejando claro que es en el seno de las Provincias Unidas a las cuales pertenecen. El 9 de julio de 1816 el Congreso reunido en Tucumán declaró la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata de España.

En agosto de 1816 la Provincia Oriental, la cual era el bastión principal del Partido Federal de las Provincias Unidas es invadida por las tropas lusobrasileñas, que tras varios años de guerra para 1820 conquistan y ocupan todo su territorio en la batalla de Tacuarembó el 22 de enero.

Aquí se produce la derrota del Partido Unitario en la batalla de Cépeda el 1° de febrero, pero con la firma del Pacto del Pilar entre las provincias de Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires se produce la disolución de la Unión de los Pueblos Libres conocida como Liga Federal. La Provincia Oriental junto a las provincias de Misiones y Corrientes firman el Pacto de Ábalos, ambos pactos en el marco de las Provincias Unidas. Luego de la guerra entre Artigas y Ramírez el Pacto de Ábalos se disuelve, Artigas se exilia en el Paraguay, Entre Ríos se anexa a Corrientes y Misiones y proclama la República Federalista de Entre Ríos también en el seno de las Provincias Unidas. Luego de la guerra entre Santa Fe y Entre Ríos con la victoria santefesina se disuleven el Pacto del Pilar y la República Federalista de Entre Ríos. Más adelante estallarán dos guerras entre Santa Fe y Buenos Aires, ambas con victoria santafesina.

Si bien España reclamó ante el Tribunal de la Santa Alianza sus derechos sobre el territorio oriental, este órgano dictaminó que España defendía un derecho y Portugal un hecho, el derecho prima sobre el hecho pero España debe hacer valer su derecho. Cuando se preparaba una expedición española al Río de la Plata en 1820, antes de zarpar su jefe el General Rafael de Riego se subleva contra el absolutismo real e inicia una revolución, lo que lleva a que España no pueda hacer valer su derecho ni cumplir con lo dictaminado a su favor, entonces el Tribunal de la Santa Alianza valida el hecho de la ocupación lusobrasileña del territorio oriental.

Para 1821 se reúne en la Provincia Oriental un congreso llamado Cisplatino, el que cambia el nombre del territorio por el de Provincia Cisplatina y aprueba su incorporación al Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve. Desde 1815 el Brasil era un reino a la par que Portugal teniendo ambos el mismo soberano, dicha decisión había sido confirmada por el Congreso de Viena.

Cuando en 1822 el Brasil se independiza de Portugal la Provincia Cisplatina queda incorporada al Imperio del Brasil, cediéndola Portugal a éste último en 1823.

La Asamblea de la Florida del 25 de agosto de 1825 en el territorio oriental vuelve a adoptar la denominación de Provincia Oriental, la cual declara su independencia de España, Portugal y Brasil, se declara unida a las Provincias Unidas del Río de la Plata y establece el pabellón provincial. El 24 de octubre de 1825 el Congreso de las Provincias Unidas aprueba la ley de reincorporación de la Provincia Oriental, lo que lleva a que el 10 de diciembre el Brasil le declare la guerra a las Provincias Unidas. Para 1828 con la mediación británica de por medio que temía que el Río de la Plata fuera de exclusivo dominio argentino y que fuera de dominio compartido por argentinos y brasileños promovió la independencia de la Provincia Oriental. Si bien dicha idea había ido tomando forma entre algunos jefes orientales como Juan Antonio Lavalleja, Pedro Trápani, Pablo Zufriategui, Manuel Oribe, Fructuoso Rivera, quienes veían que la permanencia dentro de las Provincias Unidas llevaría a numerosos conflictos con Buenos Aires y con los unitarios como los sostenidos en la época de Artigas. Además durante los años de dominio lusobrasileño se había producido la primera experiencia fuera de las Provincias Unidas. Con la Convención Preliminar de Paz de 1828 nace a la vida independiente la Provincia Oriental la que se pasa a llamar Estado Oriental del Uruguay. Asimismo la clase dominante en Buenos Aires estaba disconforme con la continuidad de la guerra con el Brasil y su elevado costo económico que hacía difícil seguir manteniendo la lucha, por otro lado los brasileños había sufrido varias derrotas navales y militares que les habían dejado sólo el dominio de Montevideo y Colonia en la Provincia Oriental, pero bloqueaban el puerto de Buenos Aires. Por eso ambos aceptaron la mediación británica que instituyó un estado tapón entre las Provincias Unidas del Río de la Plata y el Imperio del Brasil.

Si bien durante la llamada Guerra Grande de 1839 a 1852 el Partido Blanco del Estado Oriental del Uruguay y el Partido Federal de la Confederación Argentina pretendieron la unión de ambos estados en uno solo, la oposición integrada por el Partido Colorado del Estado Oriental del Uruguay, el Partido Unitario de la Argentina, Francia, Brasil, el Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda, luego de su victoria en la batalla de Monte Caseros el 2 de febrero de 1852 pusieron fin al régimen de Rosas y a todo intento de unión entre el territorio uruguayo y el argentino en forma definitiva.

Breve Enfoque sobre el inicio y disolución de Austria-Hungría

En 1867 luego de la derrota de Austria en la Guerra de las Siete Semanas de 1866 contra Prusia e Italia y la posterior disolución de la Confederación Germánica, los húngaros platearon un escenario de revolución nuevamente como la que habían llevado a cabo en 1848, y que los austríacos habían logrado reprimir con la ayuda de las tropas rusas enviadas por el Zar a solicitud del Emperador.

En virtud de ello y ante un escenario de revolución, el Emperador austríaco Francisco José I aceptó la propuesta autonómica de los magiares y así se llegó al Compromiso de 1867 ( AUSGLEICH ) por el cual el Imperio se dividía a través del río Leitha, un afluente del Danubio. Al oeste la Cisleithania, sería el Imperio de Austria, al este la Transleithania, sería el Reino de Hungría.

Cada entidad tendría su gobierno y parlamento propios, con amplia autonomía, teniendo sólo en común al monarca ( Emperador de Austria y Rey de Hungría ), los Ministerios de Guerra, Marina, Hacienda, Estado y Asuntos Exteriores, el Banco de Austria-Hungría, el Ejército y la Marina de Guerra, así como la moneda ( la corona ). Asimismo de un Acuerdo comercial renovable cada diez años.

En Austria se estableció un sistema parlamentario con el consiguiente ascenso de los partidos de masas populares, como los socialdemócratas, aunque los alemanes de Austria mantuvieron el control del gobierno, al mismo tiempo en

Hungría se aplicó un sistema de ingeniería electoral que llevó a los magiares a detentar la mayoría en el parlamento con el consiguiente perjuicio a las demás nacionalidades. Aunque desde la Patente de 1861 se le había concedido cierta autonomía a los checos los que pasaron a tener a su propio reino dentro del imperio austríaco, el Reino de Bohemia del cual el monarca austríaco pasaba a ser el rey.

Esto motivó que en 1868 se llegara a un Acuerdo dentro del reino húngaro dónde se le concedió cierta autonomía a los croatas quienes tendrían su propio reino, si bien el monarca húngaro sería a la vez el Rey de Croacia cuya corona quedaba integrada a la de San Esteban.

Con todo la monarquía dual sobrevivió más de cuarenta años, aunque luego de la anexión en 1908 de Bosnia y Herzegovina como un territorio imperial y real la rivalidad con Rusia se intensificó así como los recelos de Serbia que pretendía la antigua provincia otomana para formar lo que consideraba debía ser la Gran Serbia. Ello dejó a Austria-Hungría aislada del resto de Europa y con Alemania como su única aliada. Produciéndose la ruptura de la Liga de los Tres Emperadores ( Alemania, Austria-Hungría, Rusia ).

En 1914 ante el asesinato en Sarajevo del Archiduque Francisco Fernando y su esposa la condesa Sofía Chotek. Luego del ultimátum austrohúngaro a Serbia y del rechazo de este por aquella Austria-Hungría declaró la guerra a Serbia y el juego de alianzas europeas se puso en marcha lo que llevó al inicio de la Primera Guerra Mundial. El Ministro de Asuntos Exteriores del Imperio, el conde Leopold Berthold en ningún momento creyó que se activarían las alianzas como en los hechos ocurrió, En 1915 con la entrada de Italia en el campo aliado se produce la ruptura de la Triple Alianza ( Alemania, Austria-Hungría, Italia ), lo que aumenta aún más la dependencia austrohúngara frente a los alemanes. Austria-Hungría quedó inmersa en un bando llamado Imperios Centrales en el que se encontraban Alemania, Turquía y Bulgaria además.

En 1916 a la muerte del anciano Emperador Francisco José I, le sucedió su sobrino nieto, Carlos I, el cual intentó buscar la paz por separado a través del nuevo Ministro de Asuntos Exteriores, el conde checo Otokar Von Czernin, pero las gestiones realizadas por intermedio del príncipe Sixto de Borbón Parma, su cuñado ante Francia fracasaron y el hecho salió a la luz lo que obligó a los austrohúngaros a desechar toda nueva tentativa de alcanzar la paz y someterse aún más a Alemania, la cual había iniciado planes para invadir Austria-Hungría con el fin de derrocar al Emperador y sustituírlo por alguien que fuera por completo leal.

Para 1918 ni con el nombramiento del almirante húngaro Miklos Horthy como comandante en jefe de la flota, ni del croata mariscal barón Svetozar Boroevic Von Bojna como comandante en jefe de las tropas en el frente italiano, así como la amnistía a los detenidos políticos, se podía revertir el hecho ineludible de la derrota militar y la posterior disolución del Imperio.

La derrota de la batalla de Vittorio Véneto obligó a los austrohúngaros a solicitar la paz, Croacia proclamó su independencia y la república, otro tanto hicieron Eslovenia y Bosnia y Herzegovina que se unieron con la República de Macedonia y los Reinos de Serbia y Montenegro para conformar el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos el cual en 1929 pasaría a llamarse Reino de Yugoslavia.

En Bohemia se proclamó la independencia y la república al igual que en Eslovaquia, estas crearon la República de Checoslovaquia, la que se quedó con el territorio de los Sudetes de amplia mayoría de la población de origen alemán.

Italia se quedó con las ciudades de Trento, Trieste y Fuime, con la península de Istria, islas de Dalmacia, el norte del Véneto, el Friuli Venezia Giulia y el Alto Adigio Trentino Sul Tirol.

Rumania se anexó la Transilvania, Polonia la región de Galitzia. Serbia se anexó el Banato o Voijvodina y Checoslovaquia se quedó con la región de Rutenia o Ucrania Subcarpática.

En Austria se proclamó la independencia y la república. Se trató de lograr la unión con Alemania en un solo estado germánico, inclusive el nombre de Austria Alemana evocaba esa aspiración. Pero los Aliados en el Tratado de Paz de Saint Germain en Laye en 1919 prohibieron a Austria la unión con Alemania e incluso vetaron el nombre de Austria Alemana, el país pasó a llamarse República de Austria y pasó a ser conocida como la primera república austríaca, al tiempo que Austria reconocía la disolución del imperio y obtenía el reconocimiento como estado soberano. Por otra parte en el Tratado de Paz de Versalles en 1919 los Aliados prohibieron a Alemania unirse con Austria en un mismo estado germánico.

En cuanto a Hungría, ésta proclamó su independencia y la república, la que luego copada por la revolución comunista de Béla Kun quedó convertida en una república soviética fuera de la U.R.S.S., tras una reacción monárquica se restableció el reino pero sin un rey aunque Carlos I intentó en dos oportunidades volver al trono aunque sin el menor de los éxitos. El almirante Miklos Horthy se convirtió en el regente de Hungría situación que perduró hasta 1945.

El imperio de Austria-Hungría había sido disuelto, en el Tratado de Paz de Trianón en 1920 Hungría fue reconocida como estado soberano y ésta reconoció por su parte la disolución del imperio.

Los Aliados reconocieron a los nuevos estados surgidos del desmembramiento del imperio austrohúngaro en forma casi inmediata a su constitución como tales. Además de todo ello la alianza de los Imperios Centrales fue completamente anulada.

Tal fue el costo que tuvo para Austria-Hungría su aislamiento frente a las demás potencias europeas y su cada vez mayor dependencia de Alemania evidenciada en el Tratado de Spa de 1918. Austria dejó de ser una potencia europea para siempre y en 1938 fue anexada por la fuerza a Alemania en el episodio conocido como Anchluss para como estado alemán tomar parte en todas las acciones de Alemania hasta su derrota en 1945, aunque en la conferencia de Teherán de 1943 los Aliados habían acordado el reconocimiento de Austria como la primera víctima de la agresión nazi. Para luego en 1945 restablecer lo que se ha dado en llamar la segunda república austríaca.

 

 

Autor:

Dr. Esc. Maximiliano Mauri Vidal