Libertad y laicidad
- Trayectoria vital y obras.-
- Visión antropológica.-
- Importancia de la educación para el hombre.-
- Educación y libertad de enseñanza…dificultades.
- Precisiones del término laicidad.-
- Laicidad.-
- Laicidad y democracia.-
- Educación y laicidad.-
- Los medios de comunicación.-
- Conclusión.-
- Bibliografía.-
"LAS EXIGENCIAS DE LA TIERRA HACEN NECESARIO APRENDER: LA CONVIVENCIA HACE NECESARIO AMAR Y COMPRENDER"
Reina Reyes
La presente exposición no es más que un acercamiento a las principales ideas y al gran legado que nos ha dejado una de las más grandes intelectuales uruguayas.
Su visión antropológica es enriquecedora en cuanto conjuga su pensamiento con algunas de las principales ideas de pensadores como S. Freud, J.P.Sartre, Piaget o J.Dewey.
Esta postura del ser humano es enmarcada dentro de un contexto social democrático que Reina ilustra como fundamental para el desarrollo de la educación.
La educación como acción generadora tiene fundamentos esenciales como la Laicidad que el docente debe aceptar y llevar a cabo para una integración cabal del ser.
Por otra parte los medios de comunicación que juegan un papel preponderante en el mundo actual deben ser medidos de forma tal que el individuo sea capaz de decodificar y seleccionar lo que contribuya a su desarrollo y desechar lo que no.
Es con gran optimismo que nos dice: " ES POSIBLE ALCANZAR LA LIBERTAD PARA EL HOMBRE Y PARA EL SISTEMA SOCIAL DEMOCRÁTICO: LA LAICIDAD ES EL CAMINO DE SU CONSTRUCCIÓN Y DE SU CONQUISTA".
Reina hace hincapié en que el bienestar del individuo; su realización, esta enmarcada por la acción del estado y por quienes en un marco democrático se desempeñan con la acción y el principio ético de la laicidad para desarrollar las capacidades intelectuales y emocionales y así constituir el "Hombre Situado" para un mejor relacionamiento con el prójimo.
Asimismo, Reina, no cree que la educación pueda resolver los problemas económicos ni sociales, ni que haya que resolver éstos primero que la cultura.
Aclaremos que en el presente trabajo, todas sus partes aunque se muestren separadas, pertenecen a un sistema uniforme donde cada elemento es parte inherente a la idea global de libertad y laicidad indispensable para que se lleve a cabo la acción laica. Es impensable admitir la laicidad sin libertad en un marco democrático que le permita obrar por medio de la educación.
Reina Reyes es sin duda una de las grandes intelectuales del siglo XX en el Uruguay. Autodidacta y ecléctica, supo rescatar lo más significante de los pensadores en todas sus ramas para conformar una filosofía realista con una visión actual y necesaria para nuestra educación.
Nace en 1904 y muere físicamente en 1993. Maestra de formación, es una de las fundadoras del Ateneo de Montevideo.
Gana por concurso la cátedra de pedagogía del I.M.S. y de los II.NN. militante activa de causas populares, de movimientos de defensa de la Educación pública, de la Educación Laica, de la Educación rural, de la Autonomía Universitaria, de los Derechos del Niño y del Adolescente.
Fruto de sus experiencias en el Hogar Femenino del I.NA.ME. N°1, escribe "Psicología y reeducación del adolescente" en 1949 la cual se publica 40 años más tarde, donde se adelanta la idea de "salud mental" que se daría como fruto de las condiciones de vida y de una perspectiva de género.
Sus principales obras son de 1944 "Escuela Rural que el Uruguay Necesita".
1946 "La educación Laica". 1957 "Anales de Instrucción Primaria". 1963 "Psicología y reeducación del adolescente". 1973 "¿Para qué futuro educamos?".1993 "El derecho a educar y el derecho a la Educación".
En su concepción del hombre establece un rechazo ante la postura del Humanismo Idealista abstracto y especulativo, propio de la ilustración que tenía una interpretación estrictamente matemática del universo. Las piedras angulares de esa convicción eran la razón, representada por el carácter infalible de la ley natural, Ley natural, conjunto de principios que, en ética, teología, derecho y teoría social, remite a lo que se supone son las características permanentes de la naturaleza humana, que pueden servir como modelo para guiar y valorar la conducta y las leyes civiles. La ley natural se considera, en esencia, invariable y aplicable en un sentido universal. A causa de la ambigüedad de la palabra "naturaleza", el significado de natural varía. Así, la ley natural puede ser considerada como un ideal al que aspira la humanidad, o un hecho general entendido como el modo en que actúan por norma o regla general los seres humanos. La ley natural es diferente de la ley positiva, establecida por la sociedad civil.
También por el progreso, por la marcha del hombre hacia el saber y la paz, que era una condición utópica que debía, eventualmente, garantizar el completo desarrollo de la cultura europea.
Su propuesta se vincula con lo que llama Humanismo Real el cual lo conforman dos ideas: 1°: la de "Hombre concreto" que es el que conocemos todos, el hombre real, con sus aspiraciones, necesidades biológicas y espirituales.
2°: la de "Hombre situado" que está condicionado y que se explica por las relaciones económicas, políticas, culturales y sociales que le tocó vivir.
Es decir, que el Medio, condiciona todas las manifestaciones naturales y culturales y el hombre saca de ese medio su supervivencia en ese entorno.
Su accionar marca una visión ecléctica frente a conceptos y teorías. Es difícil determinar sus influencias pues son muy variadas. Fue una autodidacta cuyo eclecticismo conformó una rica y productiva visión del hombre, su papel para consigo y los demás, el estado, y la educación.
Manifiesta adhesión a la filosofía marxista y sus seguidores como Georges Burdeau (1985, "La democracia") o Herbert Marcuse miembro de la escuela de Frankfurt y cuyo pensamiento tuvo influenciado por C.Marx y S.Freud y también por el existencialista M. Heidegger. También acepta la postura del Psicoanálisis de que en el hombre existen dos fuerzas una creadora otra destructiva en constante antagonismo, y la estructura del "aparato psíquico" de Sigmund Freud.
La lista continuaría con E.Fromm, un pensador ecléctico y uno de los líderes y principales exponentes del movimiento psicoanalítico de nuestro siglo. Fromm afirma que los tipos específicos de personalidad tienen que ver con pautas socioeconómicas concretas además lo cual significaba romper con las teorías biologistas de la personalidad para considerar a los seres humanos más bien como frutos de su cultura. Además señala que el hombre posee un afán de lucha por encontrar nuevas soluciones creadoras para sus problemas y cierta libertad para crear su propio destino y elegir entre sacrificar su yo individual o adaptarse a la sociedad lo cual esa dicotomía lo asusta; provocándole "miedo a la libertad".
J.P. Sartre fue otra influencia y éste, concebía a los humanos como seres que crean su propio mundo al rebelarse contra la autoridad y aceptar la responsabilidad personal de sus acciones, sin el respaldo ni el auxilio de la sociedad, la moral tradicional o la fe religiosa. Al distinguir entre la existencia humana y el mundo no humano, mantenía que la existencia de los hombres se caracteriza por la nada, es decir, por la capacidad para negar y rebelarse lo cual le confiere un "compromiso vital". Su teoría del psicoanálisis existencial afirmaba la ineludible responsabilidad de todos los individuos al adoptar sus propias decisiones y hacía del reconocimiento de una absoluta libertad de elección la condición necesaria de la auténtica existencia humana. Afirmaba que la influencia de la sociedad moderna sobre el individuo es tan grande que produce la serialización, lo que él interpreta como pérdida de identidad y que es equiparable a la enajenación marxista. El poder individual y la libertad sólo pueden recobrarse a través de la acción revolucionaria colectiva.
Además de los pensadores citados también toma en cuenta la postura psicológica cognitiva de Jean Piaget que proponía que el niño pasa por cuatro estadios en el desarrollo cognitivo, que están relacionados con actividades del conocimiento como pensar, reconocer, percibir, recordar y otras.
El "Derecho a la Educación" también propuesta por Piaget es fundamental en cuanto permite comprometerse con la historia, transformarla para que sea un derecho para todos los hombres.
También ha citado el pensamiento de Jhon Dewey para el cual el hombre es "uno" y su "ambiente". Los principios educativos de Jhon Dewey, proponían el aprendizaje a través de actividades de diferente índole más que por medio de los contenidos curriculares establecidos y se oponían a los métodos autoritarios. Dewey pensaba que lo ofrecido por el sistema educativo de su época no proporcionaba a los ciudadanos una preparación adecuada para la vida en una sociedad democrática. Consideraba además, que la educación no debía ser meramente una preparación para la vida futura, sino que debía proporcionar y tener pleno sentido en su mismo desarrollo y realización. Su trabajo y sus escritos influyeron significativamente en los profundos cambios experimentados en la pedagogía de Estados Unidos en los inicios del siglo XX, manifestados en el cambio del énfasis de lo institucional y burocratizado a la realidad personal del alumno.
R.Reyes; se opone crucialmente al estado positivo (razón, paz y progreso); a la concepción de la educación tradicional y enciclopedista; a la visión kantiana del individuo por ser excesivamente abstracta y al utilitarismo que interpreta la libertad como realidad individual.
La integración de lo racional y lo irracional del hombre también enmarcan su visión acerca de él. Critíca el pensamiento concebido por el período precedente a la ilustración y que culmina con éste, de que la razón es la verdadera naturaleza del hombre debido a que se desconoció que la existencia de la razón depende de un renovado y permanente proceso de conquista de lo irracional. La vida actual crea situaciones que determinan una red de variables internas y externas de conductas que el hombre debe comprender lo cual estaría en algunos aspectos al margen de la razón.
3.- IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN PARA EL HOMBRE
La educación es crucial para construir el hombre situado y comprometido con los otros y para conquistar su libertad autónoma y participativa.
La educación interviene para integrar los dos aspectos, lo racional y lo irracional.
Otro fin de la educación es estructurar las condiciones innatas de pensamiento reflexivo y estabilidad emocional.
La excesiva importancia concebida al cultivo de lo intelectual en las instituciones educativas puede traer graves consecuencias como el egoísmo, conductas individualistas, etc.
El mayor valor en la educación está marcado por la afectividad, por la manera de vincularse con un sentido de igualdad.
Es importante realizar una acción integradora que satisfaga las necesidades afectivas del ser y encauce la emotividad pues de lo contrario quedaría lo irracional a merced de los instintos favoreciendo tendencias regresivas sobre lo que la razón no puede dominar.
Es defensora de la Educación Nueva que contempla al sujeto en forma más integral.
América Latina debe alcanzar la liberación del imperialismo económico y cultural y al mismo tiempo lograr la integración de los pueblos. En este proceso doble "liberarse integrándose", juega un papel decisivo la educación.
Será necesaria una educación intelectual y afectiva, que logre el cultivo de los sentimientos interhumanos: cooperación, solidaridad, camaradería, etc.
La educación debe brindar los medios para que el individuo pueda participar de su medio para construirse como hombre situado; para vivir en situación.
El hombre es un ser activo que interviene, acepta, rechaza o transforma el medio generando así la cultura.
La educación prepara para la libertad y para una autonomía completa que lleva al respeto de los otros.
Este derecho debe procurar el desenvolvimiento de la personalidad, el derecho a encontrar en la escuela la construcción de una razón activa y de una conciencia moral importante. Para conformar estos tres aspectos es indispensable un "clima de libertad" en la relación pedagógica.
Lo necesario, implica la obligatoriedad sin excepciones, la gratuidad en todos sus aspectos, y una acción pedagógica que promueva el desarrollo íntegro.
4.- EDUCACIÓN Y LIBERTAD DE ENSEÑANZA
Es preciso hacer una apreciación respecto de algunas palabras y más precisamente de los términos "Libertad" y "Enseñanza" pues su uso diverge de su contenido ideológico.
La expresión "Libertad de Enseñanza" fue usado por primera vez en Francia cuando frente a la Iglesia que tenía el legado de la enseñanza; los padres reclamaron para sus hijos una formación no ortodoxa. Asimismo, también se la usó para defender la libertad de trabajo de los maestros.
Posteriormente, ante la acción del liberalismo que condujo a la separación de la Iglesia y del Estado fue utilizada por la Iglesia y por los padres para reclamar ante el estado el poder educar e sus hijos en instituciones no estatales.
En esta democracia liberal se consideraba la libertad como condición innata, por lo cual la organización política debía proteger esa libertad frente a los abusos del Poder.
Este último sentido de la expresión "libertad de enseñanza" es el que se usa entre nosotros.
En nuestro tiempo la acción de educar, por sus efectos sobre lo humano sólo puede ser comparada a la de la medicina, cuyo ejercicio puede beneficiar o perjudicar al paciente.
En sus orígenes la palabra enseñar significó, acción de develar, correr los velos que ocultan una realidad; como fue la actividad emprendida por Sócrates que conducía al pensamiento lógico y a la formación moral.
En el transcurso del tiempo y con la influencia de Herbart, denominó la transmisión de conocimientos y destrezas de una a otra persona, perdiendo la connotación inicial.
En el sentido actual la palabra "enseñanza" supone dar a otro lo que no se posee. Y esta acción puede perjudicar si supone la transmisión de valores que deberían quedar librados a una posterior elección personal y que condicionan la conducta.
En cuanto a la palabra "Libertad" su sentido también es equívoco. Se ha usado para necesidades de expresión muy diversa.
Hay que distinguir su significado de ausencia de coacción, fuerza o violencia que impide a la persona hacer lo que quiere, y su significado cuando denomina la capacidad individual, variable en cada momento de la vida de cada uno, para elegir entre una y otra acción posible o imaginable.
Corrientemente es utilizada en el primer sentido. Están entonces los que la utilizan para oponerse a la existencia de situaciones políticas o económicas contrarias a la persona, o que se dicen contrarias a ella y más válido aún los que utilizan la expresión "libertad de enseñanza" como forma de defender un derecho a educar implícito en ella, es decir; defender una acción de formación impuesta desde afuera y referida a la estructura total del ser en formación.
La libertad individual y su necesaria sumisión a las disposiciones legales del orden democrático obliga a distinguir dos formas de libertad: la libertad – autonomía (o lib. Individual) y la libertad social (o lib. de participación) que supone una relativa ausencia de restricción que tiene su razón de ser en la necesidad de asegurar un margen igualitario de libertad para todos.
La libertad – autonomía es ser nosotros mismos, y la forma más plena de serlo es aquélla en que lo somos de manera más total. O como dice Fromm "la libertad positiva consiste en la actividad espontánea de la personalidad total integrada".
El término laicidad no figura expresamente en la constitución, no obstante la esencia de esta radica en la libertad de conciencia íntima del ser humano, y en nuestra constitución existe toda una teoría de la libertad contenidas en los artículos: 9, 10 libertad personal al 27, 36 y 53 libre elección de libertad laboral, 38 derecho a reunión; 39 derecho a asociación de un hombre con otro cuya modalidad esta constituida por la institución que forja y gesta los hábitos de libertad de conciencia, 52 que no podrá obstaculizarse ningún tipo de expresión del sentimiento y del pensamiento religioso, 54 y 58 que contienen el principio cardinal de la laicidad: "los funcionarios están al servicio de la Nación y no de una fracción política. En los lugares del trabajo queda prohibida toda actividad ajena a la función, reputándose ilícita la dirigida a fines de proselitismo de cualquier especie".
El 68 que evita el monopolio de la enseñanza, 72, 205 que prohibe a los órganos típicamente politizados del Estado modificar las resoluciones de los entes de enseñanza y el 332.
Como ya se menciono; es del existencialismo de J.P.Sartre que extrae la concepción del hombre como proyecto, y por tanto su libertad que no se concibe como innata ni como algo adquirido para siempre serás más bien producto del esfuerzo constante para la realización y afirmación de la persona, será un proceso en continuo devenir, fuerza creadora que puede crecer o disminuir.
De Eric Fromm cita su concepción de que cada hombre va construyendo su libertad en un juego dialéctico entre la libertad – autonomía (libertad para) y la libertad – participación (libertad de) es decir el juego dialéctico entre cumplir con los proyectos personales y cumplir con lo que la sociedad espera de nosotros.
El hombre libre se mantendrá en tal condición siempre y cuando se encuentre en contínua defensa frente a las múltiples amenazas de enajenación a que está expuesto. El ser libre depende en gran medida de su capacidad reflexiva y de su equilibrio emocional. La autonomía radica en la capacidad de ajustarse con espíritu crítico a las normas de comportamiento de la sociedad.
La libertad de pensamiento se manifiesta siempre y cuando tengamos nuestras propias ideas para proyectarnos en sociedad a su vez reclama la libertad de expresión, la cual ésta es una libertad social y en relaciones de igualdad.
La libertad de expresión debe ser considerada como el fin más importante de la organización política de las democracias, ya que en una concepción ideal la democracia supone libertad de pensamiento y de expresión. Las libertades sociales pueden acrecentarase.
Este juego de libertad y de respeto a la libertad en el orden de pensamiento, esta relación de derecho y de deber, es lo que constituye la laicidad.
La laicidad es la proyección de la libertad de pensamiento en relaciones sociales de igualdad. Por ello se afirma que la laicidad es condición intrínseca del ideal democrático.
La libertad de pensamiento es función individual en tanto que la laicidad es función social ya que sólo se acusa en situaciones sociales.
La "libertad de enseñanza" es asimilable a las libertades de pensamiento y de expresión. Con esas libertades se asegura la mayor autonomía de todos. La libertad de enseñanza es el "derecho que tienen los padres de elegir la enseñanza que quieran para sus hijos."
Sin embargo la libertad de pensamiento del niño parece estar limitada cuando se elige su educación.
La reciprocidad y no el sometimiento es garantía de libertad individual y de convivencia armónica.
La "libertad de enseñanza" supone el ejercicio del derecho a educar.
5.- PRESICIONES DEL TÉRMINO: LAICIDAD.
El origen del término deriva de Laos que es pueblo no jerarquizado en oposición al Klero que en griego significa la clase social detentora de ciertos privilegios sancionados por la costumbre o por la ley. El término Laico designó a quien no pertenecía al clero pero estaba sometido a la autoridad de éste.
De Laico derivó Laicismo que denomina a la doctrina que defiende al hombre y a la sociedad civil de influencias eclesiásticas porque considera a las religiones y a los cultos como fenómenos ajenos al Estado. El laicismo dio origen al Estado laico que reconoce la multiplicidad de concepciones de vida y mantiene una posición neutral con respecto a ellas, garantizando el libre ejercicio de todos los cultos, sin reconocer un culto oficial, evitando con ello toda intromisión de la autoridad religiosa en la autoridad civil.
El término Laicismo supuso un pensamiento y una acción para oponerse a una determinada religión y a sus enseñanzas en los dominios del Estado.
Laicizar es hacer una institución independiente del poder religioso.
La Laicidad se plantea como principio ético y como forma de actitud de vida y convivencia que permite la vida en democracia. La Laicidad no es una ideología, no es una filosofía, es una sabiduría , es una manera de ser, de sentir, la cual se siente, se vivencia.
La esencia del juego dialéctico entre las libertades de autonomía y la participación que permite la construcción del hombre "situado y libre" es la Laicidad.
La laicidad responde al espíritu del Humanismo que proclama la dignidad de la persona humana, respeta la individualidad de cada hombre concreto y deja a la libre elección personal los valores en los dominios de la filosofía, la religión, la política, el arte.
Laicidad es libertad despojada de las intenciones agresivas que frecuentemente desnaturalizan el sentido del término.
El ideal de laicidad supone "una actitud intelectual y moral por la cual la persona realiza su autonomía en relaciones recíprocas con otras conciencias".
El término Laicidad también como en los expuestos anteriormente exige también realizar una diferencia entre su significado ideológico y su uso.
LAICIDAD ES UNA MANERA DE ACTUAR RESPETUOSA DE TODAS LAS IDEAS.
"Cuando los alumnos requieren conocer el criterio del profesor, éste, si acepta la laicidad, no tiene ningún inconveniente en contestar, respetando todas las posiciones, porque es contraproducente negarse a tener y a dar una opinión en un conflicto en el que estamos todos comprometidos." Reina Reyes de El derecho a educar y el derecho a la educación (1972). Ed. Alfa.
Contrariamente existe otra postura como la de Palomeque que plantea que se puede hacer uso de la laicidad aunque uno no exprese cierta posición o postura ideológica o partidaria.
A lo largo del tiempo se ha modificado el significado para llegar a tener en la actualidad un contenido ideológico que se identifica con el espíritu del humanismo en lo que éste supone respecto a la diversidad de lo humano.
El respeto, hace a la laicidad; a diferencia de la idea de tolerancia que parece insinuar soportar como un favor las ideas contrarias a las propias. Del diccionario se pueden extraer importantes diferencias pues mientras que tolerar es sufrir, llevar con paciencia, soportar, aguantar, la palabra respeto implica "tener miramiento" es decir conlleva una acción de observar, considerar; que significa pensar, meditar, reflexionar algo con atención y cuidado.
La laicidad no es generosidad sino impulso de justicia que emana de la igualdad de los hombres. Quien considera sus ideas superiores a las del otro tiende a imponerlas, quien acepta permisivamente sin análisis; al aceptar las ideas del otro enajena su pensamiento, quien se siente igual a otro hombre respeta sus ideas.
"La laicidad supone interés en lo que otro dice y en lo que otro piensa".
La escuela pública del estado democrático ha de ser necesariamente laica.
La Democracia sería para Reina el sistema político que asegura la libertad del hombre. Es el único régimen que concilia la libertad del hombre con el orden político y reconoce implícitamente la laicidad como condición para la convivencia. Permite el cumplimiento de los Derechos Humanos.
La esencia de la democracia radica en la libertad de expresión y de pensamiento.
El ideal democrático que une igualdad y libertad reconoce que la libertad efectiva y de oportunidades depende del igualamiento de las condiciones políticas y económicas mediante las cuales los hombres son libres de hecho y no metafísicamente.
Compartiendo ideas con G. Burdeau (y su obra "El liberalismo político"); Reina rechaza rotundamente un estado liberal positivista por ser una organización normativa de la sociedad, donde la libertad no se asegura.
Asimismo comparte el sentimiento de que de las ideas de Democracia y libertad son inseparables.
Dado que el hombre no puede asegurar por sí su existencia ni conquistar su libertad, cuando su situación social no es favorable para ello, el estado democrático es quien debe asegurar las condiciones de vida que permitan al hombre un desarrollo integral.
La laicidad supone un ideal de convivencia basado en el respeto a la persona e implica una actitud opuesta a toda presión coercitiva para el pensamiento y para los sentimientos individuales en los dominios de la religión, de la política o de la filosofía.
La laicidad es un elemento esencial de las democracias instituidas y resulta fácil establecer la similitud entre el contenido de las palabras "Laicidad" y "Democracia" cuando ésta se entiende como forma de vida. En otras palabras el orden democrático supone el reconocimiento de los derechos y libertades individuales y la acción para hacerlos efectivos en los cuadros de la vida social con exigencias de igualdad.
El estado-educación y la estructuración de las políticas educativas deben brindar las características que aseguren el "Derecho a la Educación" para todos.
Su postura del estado se vincula con una idea protectora de los derechos individuales y la realización de la persona humana, con fines intervencionistas y socializantes.
La asociación de los gobernados permite una "libertad de participación" que impide a los gobernantes que impongan medidas arbitrarias.
Las religiones positivas y los sistemas filosóficos o políticos construídos sobre la idea de una personalidad excepcional o de una raza privilegiada, fomentan actitudes de origen emocional que difícilmente pueden se objeto de una posterior crítica liberadora.
La democracia permitiría la libertad de enseñanza, libertad de aprender, y la libertad de elegir maestro.
Existen dos posturas básicas en las que la educación puede hacer hincapié que no se excluyen pero se diferencian por el énfasis con que valoran el pasado y el futuro. Puede considerar la función educativa como un conducir al educando a adaptarse pasivamente a la comunidad aceptando totalmente los valores que se dan en esta; o puede sostener que la educación desempeña un papel creador que puede modificar y superar el ámbito del cual deriva.
Es claro que su pensamiento es opuesto a la imposición y a la educación dogmática que perjudican al desarrollo del alumno poniendo trabas al pensamiento reflexivo y afectivo pues cultiva el asentimiento a la autoridad restando posibilidades para la afirmación del yo y por ende, para la libertad – autónoma.
Para hacerse factible la laicidad puesto que es un "valor", una dimensión ética y una actitud dialógica entre individuos necesita de la educación.
La conducta laica exige un ambiente social favorable, un proceso educativo adecuado.
Los métodos de educación especialmente los de la escuela nueva (método inductivo: Observación; Generalización; Confirmación) generarán el clima de laicidad.
Solo mediante la educación que tenga como centro la reflexión, la libertad en oposición a la coacción y que genere el sentimiento de respeto e igualdad entre los hombres pueden conformar una integridad de la personalidad en desarrollo.
La educación laica que procura eliminar en lo posible la imposición de dogmas políticos, religiosos o pseudo-científicos, favorece la duda, cultiva la observación objetiva de la realidad y hace posible el pensamiento reflexivo y el juicio crítico, respetando así las características intelectuales y afectivas de cada individuo.
9.- LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
El mundo de la comunicación electrónica y el de la educación se ven pensionados, pero ambos compiten en la función de la socialización.
La imagen móvil es negativa en cuanto se da una inercia de pensamiento, pobreza imaginativa y debilidad de concentración.
El sistema educativo debe priorizar el proceso de aprendizaje, la interacción, la comunicación de doble vía, diferenciándose de los medios masivos donde interesan los resultados, los productos, logrados por una sola vía.
La educación está desvinculada de los requerimientos del aparato productivo, de las exigencias de la sociedad. Los saberes transmitidos no son los requeridos y no pueden competir con los mensajes de los medios de comunicación.
El desafío de la educación es desarrollar la capacidad de juicio crítico, precaución y elaborar procesos para discernir los peligros de los conocimientos falsos y del poder ilusorio de lo vitual que promociona el efímero y banal goce estético del mundo de las imágenes.
Los aportes de Reina Reyes han sido invalorables. Ha defendido una pedagogía Humanista y se ha opuesto con vehemencia a la enseñanza tradicional.
Lo que para Sócrates era la admiración la que conducía al conocimiento análogamente para nuestra Reina es la laicidad la que conduce a la convivencia. El análisis y defensa de este concepto sumado a la preocupación y al desafío que los medios de comunicación proponen a la educación, son contribuciones valiosísimas para el pensamiento uruguayo.
Con actitud crítica puedo decir que sus prolíficos ideales y su fe puesta en la democracia son muy valiosos, pero lamentablemente vemos que la realidad nos demuestra que tampoco la democracia nos da garantías para que desaparezcan las diferencias ni para que la libertad llegue a todos por igual.
La libertad en sus variados matices y situaciones es un estado indispensable pero muy relativo y a veces utópico.
La brillante y necesaria idea pansofica de Comenio de "enseñar todo a todos" se establece en la actualidad como una posibilidad utópica de llevarse a cabo.
Las políticas educativas actuales siguiendo la postura del F.M.I. y del Banco Mundial pretenden la igualación a un nivel educacional básico y el empobrecimiento intelectual de todo el que aspire a la formación terciaria, lo cual se intenciona la mantención y el enriquecimiento de una élit oligárquica que puede pagar una educación avalada por el mercado e inalcanzable para la mayor parte de la sociedad.
En el momento actual se ve acentuado un mal de siempre, uno de los complejos problemas como lo es la marginalidad y peor aún, la exclusión, que deja sin posibilidad de participación en el sistema social a miles de seres, limita la libertad de acción al no hacerse factible y se replega exclusivamente a los dominios del pensamiento conformándose en mera ilusión.
Junto a esta enfermedad social están en debate otros tales como, la crisis del sistema educativo, la falta de equidad, la baja calidad, poca eficiencia, el análisis de políticas y estrategias de calidad, etc., que perjudican la cultura.
A pesar de lo antes mencionado el comprometerse con una actitud laica y real significa reconocer para sí el derecho a pensar y sentir pero también reconocer en los otros el mismo derecho, respetando, meditando la situación del otro para intentar intervenir y solucionar las situaciones adversas.
Esta actitud sería un buen comienzo para educar en la diversidad, para respetar la multiculturalidad, hacer posible la inclusión e integración ya sea desde el punto de vista de la capacidad o de la condición económica y enfrentar los problemas antes mencionados que enferman la cultura.
Reina reconocía que en el acto educativo no se consigue todo, ni sólo lo que se desea. El rol docente encuentra limitaciones para el pleno desarrollo; en una primera instancia lo encuentra en el aula con estudiantes que con su actitud reflejan la problemática de su ámbito familiar y esto es la notoria repercusión de las deficiencias de un contexto macro, político y económico.
La laicidad es una acción y principio ético fundamental pero no el único.
La democracia es también fundamental pero las garantías que brinda para la igualdad y la libertad son limitadas pues la relevancia no es igual en un Estado Benefactor que en un Estado Prescindente (que deja de lado la dignidad del hombre, exaltando los factores económicos) como el que estamos inmersos. El orden democrático supone el reconocimiento de los derechos y libertades individuales y la acción para hacerlos efectivos; pero un simple "reconocimiento" no garantiza la efectividad de la libertad.
Las condiciones favorables para el progreso en todos los ámbitos gira en torno a la acción económica que se lleve a cabo dentro de este sistema. La aceptación del neoliberalismo y del capitalismo exacerbado velan las posibilidades de avanzar en la equidad, dando ventaja a unos pocos de controlarlo todo, e injustamente establecer una diferencia de calidad educativa entre los que pueden pagar mucho (lo cual le asegurará su inserción laboral futura) y los que no pueden adquirir educación por su condición (que serán los excluídos) aumentando las diferencias sociales en todos los ámbitos. Es así que los valores universales como de justicia social, respeto, equidad, etc., van quedando muy atrás en su realización y a la educación le es encomendada la tarea de reparar las falencias que trae aparejado el sistema económico mencionado.
Los medios de comunicación, la cibercultura, fenómenos estos de la globalización, nos invaden de mensajes que exigen ser decodificados. Ante esta situación la educación es un arma para hacerles frente; generando un poder reflexivo y crítico y así dar oportunidades para el ejercicio de la espontaneidad y para la socialización democrática.
En esta instancia posmoderna de la humanidad donde los valores de la modernidad se han exacerbado y tergiversado, es crucial que el ser, como lo establece Reina deba ir creándose asimismo mientras observa la creación de los demás, desarrollando sus competencias y formándose en valores, integrando lo emocional, lo intelectual, lo social, pilares básicos para el relacionamiento y la convivencia.
Para Reina el educador debe construir el futuro, para que éste sea mejor y más aun, para que los hombres sean libres.
Se nos presentan nuevos desafíos; igualdad de oportunidades; socialización; reconstrucción de conocimientos académicos, realización de proyectos comunes, solución de problemas pacíficamente, aprender a hacer y a ser, y decenas de ítems que van surgiendo de acuerdo a la "involución" de nuestra sociedad pero, a pesar de las limitaciones impuestas se lograrán quebrar las barreras de lo injusto y forjar una sociedad benefactora para el hombre.
Reyes, Reina. "El derecho a Educar y el derecho a la Educación" ensayo. Editorial alfa Montevideo. 1972.
Reyes, Reina. "Para que Futuro Educamos". Ediciones de la Banda Oriental. 1970.
Reyes, Reina. "Momento Actual del Pensamiento Pedagógico". Apartado de Anales CNEPYN.1995.
"Revista de la educación del pueblo". Abril 1994 2da.Epoca. Numero 56, páginas 6 a 9.
Artículo "Reina Reyes: vigencia de su pensamiento".Reuniones de historiadores de la educación.
Autor:
"Revista de la educación del pueblo". Julio 1994 2da.Epoca. Numero 57, páginas 9 a 11.
Artículo "Reina Reyes: algunas claves para interpretar su obra".