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Investigación: "La educación en Casa" (página 2)


Partes: 1, 2

La validez Interna:

  • No afectada por variables históricas.
  • No afectada por aspecto de maduración del objeto
  • Medible semanalmente.

La validez externa:

Esta investigación por la parte de diseño cuantitativo contempla, encuestas, estadística y la construcción de algunos gráficos y un esbozo de estudio de costos asociados al modelo en cuestión. También se verá un diseño de tipo cualitativo en aspectos como la interpretación de la información, el análisis de casos, entrevistas personales, revisando así dimensiones sociológicas y antropológicas asociados al modelo investigado.

Pregunta de Investigación

La pregunta del problema a investigar puede ser presentada planteada en dos partes:

  • ¿Es posible aplicar en Chile el modelo "educación en casa"?
  • ¿El aspecto económico, cultural y ambiental determinan la viabilidad de aplicación del modelo educacional llamado "educación en casa"?

Planteada estas dos preguntas y antes de formular cualquier hipótesis, es importante establecer algunos puntos respecto de esta investigación.

Justificación de la Investigación.

Este estudio se realiza por la necesidad, en diferentes ámbitos, de lograr los mejores resultados en la educacion de los niños en Chile, especialmente aquellos que tienen motivos reales y concretos de llevar a cabo el modelo "Educación en Casa". Durante el presente informe se detallaran las motivaciones de los padres para elegir este modelo. Por otra parte no existen trabajos de este tipo realizados en el país, por lo menos a nivel de tesis de titulación en el área y menos bibliografía que respalde, estudios de este tipo. Como cada país tiene su propia cultura y sus propios problemas y también sus particularidades, es que los estudios realizados en países como EEUU, Canadá o la Comunidad Europea, aunque han sido considerados para el presente estudio, como marco teórico, no son necesarios y suficientes.

Viabilidad de la investigación.

Respecto a la viabilidad de esta investigación, podemos indicar lo siguiente:

  1. Se tuvo el tiempo necesario para llevar a cabo la investigación, de tal manera de lograra la recopilación de datos, las entrevistas, la construcción del marco teórico, el análisis de casos y la revisión de bibliografía.
  2. Los recursos con los que se contó son variados, pues se tuvo acceso a paginas Web, se pudo establecer contacto con familias interesadas en el modelo, también se dispuso informes y datos estadísticos de otros países. Por ultimo se lograron realizar las adecuaciones necesarias para llevar a buen término la investigación.
  3. Existió accesibilidad a lugares como algunos condominios de parcelas en el sector de Lampa-Colina. Además se pudo establecer contacto con otras ciudades como Concepción y Temuco.
  4. Finalmente, en la búsqueda de antecedentes se logro una espertiz en el tema de la educación a distancia y su derivado la "educación en casa".

Objetivos de la Investigación

Objetivos Generales tenemos:

  • Se pretende conocer la aplicabilidad del modelo a nivel nacional.
  • Identificar el tipo de familia que lo requiere.
  • Establecer los recursos que se necesitan para desarrollar el modelo.
  • Determinar los lugares o espacios fisicos en que se puede realizar.
  • Describir los elementos que componen el modelo.

Objetivos particulares Tenemos:

  • Determinar la vialbilidad de este en la zona Lampa-Colina.
  • Establecer los requerimientos legales y curriculares que el Mineduc exige.

Hipótesis a demostrar:

Según la experiencia de otros países, cualquier familia perteneciente a los tres quintiles superiores de la población chilena, es decir el 60% de la población, puede si así lo quiere, implementar para si, el modelo de educación en casa.

Marco Teórico.

Desde sus orígenes, en Estados Unidos este modelo educativo tuvo que hacer frente a la acusación de ilegalidad, con la consecuente demanda judicial contra los padres, por desacato de la legislación educativa correspondiente, que imponía la "escolarización obligatoria" como única vía legal para recibir una educación académica hasta los 16 años. Hoy sabemos que lo que este fenómeno realmente sacó a la palestra no fue educación en casa sí o no, sino educación fuera del marco único que impone la ley sí o no, convirtiéndose así en el germen que originó que cada vez más sectores de la sociedad en los respectivos países se cuestionaran la legitimidad y la constitucionalidad de la "escolarización obligatoria" tal como ésta había sido entendida hasta entonces.

Tras años de contenciosos con el ejecutivo, y avalados por los excelentes resultados académicos obtenidos por los jóvenes escolarizados "en casa" (primero en secundaria, y posteriormente en la universidad, valga de ejemplo el caso de la universidad de Harvard, que da admisión preferente a "escolarizados en casa" por su capacidad para el autoaprendizaje y la autodisciplina), y arropados por la creciente demanda social antes mencionada, cuestionando la legitimidad de la "escolarización obligatoria", los padres pioneros de la experiencia lograron que se fueran modificando las leyes en sus respectivos países hasta obtener el definitivo reconocimiento legal de la "escolarización en casa", abriendo las puertas así a otras vías educativas que no pasaran por la escuela obligatoria, obteniendo de paso mejores resultados.

Paulatinamente otros países fueron modificando sus leyes en la misma dirección, y hoy en día son numerosos los Estados en que se puede optar "legalmente" por este tipo de educación, reconociendo así el derecho a la libertad de educación tal como se contempla en la "Declaración Universal" de Derechos Humanos. En nuestro país, por ahora, la legislación educativa no ha dado muestra alguna de sensibilización al respecto, aún cuando la mayoría de los países de la Unión Europea han dado ya su reconocimiento legal a la escolarización en casa, aunque la tecnología les demuestre lo contrario.

Los padres y madres españoles que han decidido inclinarse por esta vía, han tenido que afrontar la acusación de ilegalidad por parte de inspectores y Ministerio, juicio incluido. Aún hoy, cuando los jueces españoles han confirmado que los padres que optan por este sistema educativo basando su decisión en consideraciones pedagógicas o académicas están simplemente ejerciendo un derecho fundamental recogido en la Constitución (Art. 27.3), ley de rango superior a las leyes educativas. La ley no distingue entre "no escolarización por abandono y desidia de los padres" y "no escolarización por intervención directa y activa de los padres en la educación de los hijos": ambas son igualmente ilegales. Lex, dura lex. No es de extrañar que, como sucedió antes en otros países, muchas personas encuentren claros síntomas de conflicto entre derechos y deberes en nuestra legislación educativa.

¿Qué ha sucedido para llegar a este punto en que un concepto que surgió para la defensa de un derecho humano fundamental puede llevar a la ilegalidad a aquellas personas que partiendo de la misma premisa, defender el derecho a la educación, intentan ejercer otro derecho igualmente fundamental: la libertad de educación?

El siglo XX fue testigo de un consenso histórico sin precedentes: la aceptación generalizada de que las instituciones estatales de las naciones tienen en primera instancia dos campos de obligatoriedad: ofertar educación y sanidad públicas y universales de tal forma que todos los ciudadanos y ciudadanas de un país tengan la posibilidad de ejercitar su derecho a acceder a ambos servicios. Así nació el concepto de "educación como derecho universal", en teoría el mayor logro de la humanidad desde la abolición oficial de la esclavitud. Menos romántico, o para ser exactos nada romántico, es el origen de los sistemas educativos obligatorios actuales. Aún así, qué duda cabe de que si hoy tenemos los niveles actuales de conocimientos en nuestro mundo occidental es precisamente gracias a la implantación de esos sistemas educativos y quizás, quién sabe, a su "obligatoriedad". No debemos olvidar tampoco que en la práctica funcionaban realmente como una ley de "protección al menor", impidiendo la incorporación de los jóvenes al mundo laboral antes de los 14 años, y actualmente antes de los 16. Pero los tiempos cambian, y las necesidades sociales cambian con ellos. Todos los inventos, los descubrimientos, las grandes ideas que revolucionan el pensamiento, e incluso los logros sociales, cumplen su función histórica, es decir nacen, crecen, se reproducen y dan pasos a nuevas formas de descubrimientos y logros. Sería impensable habernos quedado en la rueda, en la imprenta, o en las ideas de la ilustración, aunque efectivamente revolucionaron las formas de transporte, de difusión del conocimiento, y de organización social: fue precisamente porque ellas existieron y en función de lo que ellas nos dieron cómo hemos llegado a alcanzar formas más efectivas de transporte, de difusión del conocimiento, y de organización social. Y la educación no es ajena a esta evolución natural de los fenómenos sociales. O por lo menos, no debería serlo. A ninguno se nos escapa el avance social que supusieron las medievales escuelas gremiales, pero cuando a raíz de la revolución industrial surgió la necesidad de cualificar a los trabajadores para incrementar su producción, lógicamente tuvieron que dar paso a las primeras escuelas del siglo XIX, tal y como éstas posteriormente tuvieron que hacer con nuestras escuelas del siglo XX. Ley de vida.

Ley de vida es por tanto también preguntarnos si ha llegado el momento de plantearnos si en estos tiempos de nuevas y plurales referencias sociales, culturales, tecnológicas y vitales, procede la imposición unilateral y unidimensional de en qué forma y plazos estamos obligados a enfocar nuestras necesidades educativas o las de nuestros hijos e hijas. Tanto más cuando la educación es precisamente la llave que abre la puerta de nuestra receptividad a esa pluralidad y apertura a nuevos modelos. ¿Es la escolarización obligatoria realmente la única vía para que nuestros hijos e hijas reciban una formación académica hoy en día? Parece ser, según nos cuentan estos padres y madres, que no, que ya no es la única vía. Pero sí es la única vía "legal" en nuestro país: decididamente sólo el Ministerio de Educación y su actual Ley Orgánica de Educación, la LOCE, que data de 1990, puede decidir (e imponer) qué, cómo, cuándo y dónde deben estudiar nuestros hijos e hijas. "Escolarización obligatoria" es la seña de identidad de la casa. Baste mencionar los casos Montessori y Waldorf, cuyas filosofías pedagógicas tuvieron que irse diluyendo progresivamente en España, para dar paso a los contenidos y programaciones curriculares de obligado cumplimiento, eliminando la posibilidad de acceso a cualquier corriente o influencia educativa que no fuera la marcada por el estado.

Y para mayor abundancia, Educación Secundaria Obligatoria, ESO, fue el nombre elegido para el tramo de 12 a 16 años. Podía, por ejemplo, haberse contemplado, entre otros, nombres como "Educación como Derecho Universal", EDU, (ahora podríamos oír "yo hago tercero de EDU, ¿y tú?").O incluso haberse mantenido el discreto pero reconfortante "Educación General Básica". Podía, pero no se hizo. Se eligió "Educación Secundaria Obligatoria", sin más atenuantes conocidos que lo de "y el que avisa no es traidor", que también es de agradecer.

Aún así, hay que reconocer que de todos los posibles adjetivos para calificar un derecho, y desde luego para calificar la educación, "obligatoria" es sin duda una elección poco afortunada, con tintes nada evocadores de la motivación y el estímulo que hoy sabemos imprescindibles para que puedan existir auténticos aprendizajes. Porque cuando decimos "educación obligatoria" ¿a qué nos estamos refiriendo exactamente? ¿Obligatoria para quién? ¿"Obligado" a qué?

Entre la gente de a pie, estas preguntas generan primero una cierta incredulidad (¿cómo pueden preguntarse cosas tan evidentes?), después una cierta duda, y por último, muestras de cautela: "…pues el "obligado" es el Estado ¿no?, que debe garantizar que todas las personas puedan recibir una educación, y también el Estado "obliga" a los padres a escolarizar a sus hijos, y también los hijos están "obligados" a ir al colegio…o sea están todos "obligados",supongo que por eso se llama obligatoria. Entonces ¿qué es lo obligatorio: estar escolarizado, garantizar que los hijos reciban una educación o recibir una educación? La cosa se pone realmente confusa, pues uno detecta, muy racional y razonablemente, que "le están mezclando" cosas que parecen derechos con otras que parecen deberes, sin saber exactamente desde qué ángulo "están intentando pillarle": "… bueno, es lo mismo ¿no?, si no es en la escuela ¿dónde vamos a recibir una educación? ", está claro, lo "obligatorio" es recibir una educación, aprender…

Pues no, no está tan claro. Mal asunto si todavía hoy, en el siglo XXI, tenemos que empezar el tema "obligando" tanto a tantos. Definitivamente, si lo pensamos empieza a estar cada vez menos claro. ¿Se está "obligado" a estar escolarizado y a recibir una educación? ¿O se tiene el derecho de estar escolarizado y de recibir una educación? Nuestros derechos y nuestros deberes.

Imaginemos por un instante qué sucedería si en este siglo XXI llegáramos a ser testigos de una experiencia similar en el otro campo de obligatoriedad de los estados: el de la sanidad. Dado que todos sabemos que efectivamente una dieta equilibrada y una cantidad adecuada de ejercicio físico son aspectos indispensables para mantenernos sanos, ¿podría darse el caso de que se nos viéramos abocados a tener una "alimentación y ejercicio físico obligatorios y universales" en aras de proteger nuestro derecho a una vida sana? ¿Tengo yo el derecho a poder acceder a una dieta sana y equilibrada o la obligación de tomar una dieta sana y equilibrada? ¿Tengo yo el derecho a realizar la cantidad de ejercicio físico necesaria para mantenerme sano o la obligación de realizar suficiente ejercicio físico para mantenerme sano? ¿Se puede pensar en una "dieta obligatoria universal" o en una "tabla de ejercicios físicos obligatoria universal" impuestas por ley? ¿Y qué criterios se seguirían para los contenidos? Porque no olvidemos que todos tenemos diferentes constituciones, necesidades nutricionales, gustos, biorritmos, metabolismos… ¿Y sería sólo y exclusivamente el Ministerio de Sanidad quien estipularía por ley exactamente qué tipo de alimentos estarían permitidos, cómo habría que prepararlos, y cuando y en qué cantidad habría que tomarlos? ¿Y qué pruebas habría que pasar para obtener ese "certificado de alimentación sana y buena forma física", que es de suponer sería imprescindible para acceder a la vida laboral, y consecuentemente, qué duda cabe, también a la social? Con todo lo deseables que resultan la salud y el ejercicio físico "chapeau" Aldous Huxley, por tu profético "mundo feliz". Quizás sea exagerado establecer una comparación entre ese hipotético caso de ficción sanitaria y nuestra situación educativa actual, pero no se puede negar que algunos aspectos presentan paralelismos que le hacen a uno pensar y preguntarse seriamente si sólo los legisladores educativos están en situación de saber qué conocimientos y qué aprendizajes necesitan nuestras niñas y niños, y además ¿cómo, cuándo y dónde deben llevarlos a cabo? Y si fuera verdad que lo saben ¿implica eso que además pueden hacerlo obligatorio por ley y excluyente de cualquier otro criterio? Y si lo implica ¿garantiza eso el recibir una auténtica educación?

Escolarización y Educación ¿una misma cosa?

Saber sabemos todos que son cosas muy diferentes: no hay que ser pedagogo, ni legislador educativo, ni profesional de la enseñanza, ni siquiera padre o madre, y desde luego basta con ser estudiante para detectar que estos términos en la realidad no son exactamente sinónimos. Porque vamos a ver: 8 horas diarias x 20 días lectivos durante 9 meses= 1440 horas por año x 10 años de escolarización obligatoria = 14.440 horas, que redondeadas a la baja por fiestas, puentes y posibles ausencias de unos y otros todavía nos dejan con unas jugosas 14.000 horas de escolarización obligatoria. De las horas y esfuerzos que hay que meter además "fuera de las horas escolares", mejor no entrar en cómputos ni detalles pero sabemos que todos, madres, padres y estudiantes, puedan dar buena fe de ellas. ¿Vivir para estudiar o estudiar para vivir? ¿Y están realmente recibiendo una educación? No siempre. Las innumerables muestras de necesitar auxilio que está dando el sistema educativo, las quejas continuadas de unos ("no saben nada" "no aprenden nada"), y otros ("tengo miles de deberes", "tengo mucho que estudiar", "tengo tres exámenes mañana"…), y tantas otras señales apuntando a la saturación del sistema, no deben quedarse sólo en voces clamando en el desierto, ni en la descalificación indiscriminada del sistema, de los profesores, de los padres, de los alumnos de todos en general, ni en dar "más de lo mismo": más años, más horas, más asignaturas, más títulos, más master. Hay que mirar a la realidad de frente y saber decir: esto es lo que hay, la situación educativa actual necesita de algo más que parches. ¿Qué podemos hacer para mejorarla? Y es natural que los padres quieran incluirse en ese "podemos". Podría considerarse positivo, incluso de agradecer, que intenten tomar la iniciativa. Tanto más si recordamos que en educación, como en palacio, las cosas van despacio, y que las soluciones a los viejos problemas y la inclusión de las nuevas corrientes tardan en llegar, lo que comprensible hasta cierto punto dada la magnitud de la elaboración de un proyecto educativo. Tanto más, también, si pensamos que la nuestra es una de las legislaciones educativas menos flexibles y menos abiertas, pues la presencia de optativos en la enseñanza media puede considerarse estrictamente anecdótica, y las posibles combinaciones curriculares son simplemente inexistentes en el tramo de la secundaria obligatoria, apareciendo sólo posteriormente en un bachillerato no obligatorio: materias, contenidos de las mismas, y modos y plazos en que deben aprenderse son únicos y universales, para todos los niños y niñas de nuestro país, independientemente de sus capacidades, prioridades y expectativas personales. Resulta por tanto doblemente restrictivo el que además se impida a los padres actuar en el único campo que les queda sin acotar: ayudar a los hijos a que encuentren una forma personal, beneficiosa y eficaz de aprender todo eso que ya les viene impuesto. Pues no, eso tampoco: sólo el profesor y el colegio pueden enseñar a nuestros hijos legalmente. Los padres podemos, eso sí, repetírselo todo otra vez a nuestro gusto por las tardes, en las escasas horas que les quedan para hacer sus muchos deberes tras la salida del colegio. Dispuestos a vivir en la "ilegalidad oficial". Indudablemente, mientras las cosas siguen así, será difícil saber cuántos padres y madres españoles se plantearían la educación en casa de no tener que pasar por la acusación de ilegalidad. Por eso, vamos siendo cada vez más los que pensamos que necesariamente debe haber alguna otra actividad posible a la que inspectores y leyes puedan dedicar su tiempo y energías que no sea precisamente a dirigir sus iras contra aquellos que de forma más personal y directa tratan de involucrarse en encontrar posibles mejoras para una situación claramente mejorable, como es el caso de estos padres y madres que deciden educar ellos mismos a sus hijos. Quizás sea pretender demasiado que esta batalla se salde a tiempo y sin sangre, por el mero reconocimiento y aceptación de que navegar con ese poderoso viento que es el signo de los tiempos es muchísimo más potente y efectivo que la bomba de neutrones, gracias demos a los dioses por ello. O quizás, como en tantas otras cosas de la vida, sea simplemente una cuestión de número. ¿Cuántos padres tienen que pedirlo a gritos, o cuantas sentencias tienen que reconocer que no es un pecado querer educar a los hijos de esta manera para que se reconozca la "legalidad" de la escolarización en casa? Y esperemos, sinceramente, que los números no tengan necesariamente que ser "números mortales" como con los accidentes de tráfico: ¿cuántos accidentes mortales son necesarios para que se cambien señalizaciones de cruce insuficientes o inadecuadas? Pues igual ¿cuántos "fracasos escolares mortales" son necesarios para dar la bienvenida a aquellos que se ponen ya a intentar hacer algo al respecto?

El éxito escolar de sus hijos puede estar en su propia casa, dicen los partidarios de la educación en el hogar. Los niños que completan la educación primaria y secundaria en sus propias casas, instruidos por sus padres, obtienen mejores calificaciones que aquéllos que asisten a escuelas privadas y públicas, afirma un reciente estudio del Departamento de Educación.

Motivos Para la Educación en Casa

  1. Los niños son tardíos en desarrollarse, por lo que se quedan atrás en el aprendizaje. Necesitan ayuda individual, es decir atención personalizada. La maestra no siempre esta a su lado por que debe atender a un elevado numero de niños. El niño se ve afectado gravemente en su autoestima.
  2. El niño comprenden rápidamente las materias de tal forma que queda ocioso, esperando que la maestra repase la lección a sus compañeros, lo que genera en la distracción de este, afectando el ambiente de trabajo o realizando travesuras que le hacen tener problemas de disciplina.
  3. La oportunidad de los padres de incluir en el aprendizaje una filosofía o sistema de creencias en conjunto con los demás estudios.
  4. Proteger a los niños de la droga, la inmoralidad, de las armas que han aparecido en algunas escuelas.
  5. Por enfermedad o alergias, debiendo apartar a los niños del grupo.
  6. Por estar siempre de viaje por motivos laborales de los padres o por la práctica de algún deporte de elite, requiriendo mucho enfoque durante todo el año.
  7. Padres que por amor a sus hijos, quieren compartir con ellos la vida inclusive los estudios.
  8. La formación que quieren para sus hijos es integral, en lo físico, intelectual, pero principalmente en lo espiritual.

Objeciones a la Educación en Casa

  1. ¿Esta preparada la madre del niño desde el punto de vista pedagógico?
  2. Los niños educados en casa ¿Tienen deficiencia en socialización?
  3. Respecto de los padres, ¿No les quedara poco tiempo para ellos?
  4. Pero si a mi la escuela me sirvió. ¿Por que no le servirá a mis niños?
  5. ¿Cómo aprenderán a estar sujetos a la autoridad?
  6. ¿Cómo lograran conformarse, si no están presionados por sus compañeros?

Ventajas de la educación en Casa y respuesta a las objeciones.

  1. Los niños aprenden a todas horas, no en un lapso determinado de horas.
  2. Los niños aprenden en forma sistemática y también esporádica.
  3. Aprenden muy eficientemente, de manera fluida y natural.
  4. El beneficio de la atención personalizada de los padres.
  5. El aprendizaje al ritmo de cada un o y no del grupo.
  6. Recogen de mejor forma el ejemplo de los padres.
  7. Evita los problemas de autoestima por retraso en el aprendizaje.
  8. Aprenden habilidades sociales de los padres, así logran madurez social, pues los niños son realmente socializados en familia, allí donde aprenden a vivir en una sociedad y a ser respetados.
  9. Los hijos serán individualizados en vez de socializados (concepción socialista del termino). Sabrán así tomar decisiones por su cuenta en vez de hacerlo según el dictamen popular.
  10. Honraran a las autoridades propiamente constituidas.
  11. El niño estará acostumbrado a aprender, este será su estado natural para toda la vida, es decir un ser, con aprendizaje continuo.

Cifras y estadísticas a considerar

  1. En EEUU. Existen más de 1.500.000 de estudiantes de Homes Schooling.
  2. En México mas de 395.000 estudiantes de "Escolaridad en el hogar".
  3. En Canadá 1.105.000 alumnos en Homes Schooling.
  4. En Europa existe "Educación en casa " en Alemania, Inglaterra, Francia
  5. España donde existen algunas familias, han tenido que pasar por tribunales, están en una batalla legal.
  6. Otros países como Hong Kong, Egipto, Japon, Australia, Argentina, Brasil, ya existen organizaciones de padres "Eduquemos en casa".
  7. La universidad de Harvard fue la primera en otorgar cupos especiales para "Homes-schoolers", otorgando 20 vacantes especiales, ( aunque mas Alumnos entran por la vía tradicional)
  8. Hoy tenemos a la universidad de Stanford, MIT, Berkeley, Pardue, Pensilvana, en fin mas de 125 universidades otorgan cipos especiales.
  9. El 95 % de los Homes –Schoolers egresados de las Universidades, han sido destacados en sus trabajos por su creatividad por un lado y principalmente por su compromiso ETICO por otro.

Estudio realizado por la Home Schooling Legal Defense Association

"Se trata de la investigación más importante que se ha hecho en los últimos tiempos sobre la educación en el hogar", declaró Michael Farris, fundador y presidente de la Home Schooling Legal Defense Association, a la revista Score-Newsweek.

El estudio, realizado a nivel nacional, utilizó las calificaciones obtenidas en Composición, Lectura, Gramática, Matemáticas, Ciencias y Estudios Sociales por niños de primero hasta decimosegundo grado. Se comprobó, por ejemplo, que el promedio general de los alumnos de tercer grado que estudian en su casa fue de 204 puntos, mientras que los estudiantes del mismo grado en escuelas tradicionales obtuvieron una puntuación promedio de 185. Los que terminaron la secundaria en sus hogares lograron un promedio general de 325 puntos, en contraste con la media nacional de 280 puntos, según el estudio. Aunque la mayoría de las escuelas caseras enseñan las asignaturas tradicionales, el enfoque, la secuencia y el énfasis no concuerdan necesariamente con los programas académicos nacionales. Para muchos padres, la importancia de este tipo de educación está en la enseñanza de los valores religiosos y morales, dice el estudio. También arrojo que el 93 % de los estudiantes provenía de hogares cristianos, primero protestantes y luego los siguen los católicos, las cifras dicen que es una relación de 70/30 respectivamente. Otro aspecto a considerar es que el 77% de las madres con hijos en casa, no trabajan fuera de esta. El 88% de los padres tiene un nivel académico superior al resto de los padres, pero de estos solo el 48% tiene formación universitaria, el aspecto relevante esta en que el padre es autodidacta y tiene apego por aprender y entregar.

Casos y testimonios de familias con "Educación en Casa"

  1. María Marcos Aguilar Haggard, quien instruye a sus hijos desde su hogar desde hace muchos años. María se incorporó a la escuela Oak Meadow, en Virginia, para que le proveyera el plan de estudio. "El problema con el plan de estudio de Oak Meadow es que carecía de contenido católico", recuerda la señora Haggard. Posteriormente, optó por incorporarse a Mother of Divine Grace (Madre de la Divina Gracia) en Ojai, Ca para que le proveyera un plan de estudio católico. Mother of Divine Grace cuenta con el clásico currículo católico, y además ofrece ayudar a los padres que desean establecer su propio plan de estudio. María, quien es bilingüe (InglésEspañol), es ahora, una de las consejeras de la escuela.
  2. Otro proveedor de currículo es Seton Home Schooling, quien recientemente creó un programa de estudio en California que provee una sólida educación católica ortodoxa para niños desde kinder hasta el grado 12. La directora de la escuela, Dra. Mary Kay Clark, afirma que el futuro del catolicismo en los Estados Unidos está en los latinos, "mi esperanza es que éste país sea revitalizado por la herencia católica de las personas hispano parlantes", dijo. La doctora Clark mencionó que el Arzobispo del Distrito Federal, Monseñor Norberto Rivera Carrera, le dijo que en México existe una gran necesidad por establecer el sistema de educación en el hogar, de manera particular en materia de educación religiosa. "El cardenal dijo que la Iglesia de México no tiene la infraestructura para cubrir toda la demanda de educación religiosa, y afirmó que el programa denominado Educación en Casa sería una importante herramienta para la Iglesia", recordó la doctora Clark. El Diácono, Silvestre Torres, de la Arquidiócesis de la Ciudad de México reiteró que existe una tremenda necesidad de implantar el sistema de Educación en Casa en todo México. El Diácono Torres afirmó que desafortunadamente no existe un movimiento organizado encargado de promover y otorgar el sistema de Educación en Casa. También indicó que la arquidiócesis aceptaría ayuda para establecer dicho programa.
  3. Alma Cornejo, veterana de nueve años de éste programa, dice que ella optó por Educación en Casa para su hijo mayor porque quería darle a su hijo "una buena educación, pero estaba consciente de que no podíamos pagar la colegiatura de una escuela privada". En un principio, la familia Cornejo no sabía que existía el sistema de Educación en Casa. Conocieron de éste programa durante una charla con su director espiritual donde le expresaban su preocupación por la educación de su hijo. El director espiritual les sugirió que ingresaran a ése sistema. El hijo de la señora Cornejo hoy cursa el 8vo grado (2do de secundaria). Desde entonces la familia Cornejo ha sido bendecida con otros tres hijos, los cuales también llevan el plan de estudios del programa de Seton Home Study. Una de las preocupaciones de los que siguen éste sistema es el aprendizaje de otro idioma, ya que la mayoría de las Universidades Americanas exigen a los nuevos aspirantes por lo menos dos años de estudio de otro idioma que no sea el inglés. Las familias latinas que hablan el inglés y el español, tienen una ventaja. En el caso de la familia Cornejo, el español fue el idioma que utilizaban desde que sus hijos eran bebés hasta que iniciaron su educación formal. Debido a que la Ley de California exige que la instrucción sea otorgada en inglés, la señora Cornejo educa a sus hijos en ése idioma. Otras familias hispanas afirman que una de las razones principales por las cuales optaron por el sistema de Educación en Casa es para fomentar en sus hijos la fe católica.
  4. Mónica Salazar, madre de ocho hijos, optó por éste sistema desde que su hija, ahora de 24 años, cursaba el 4to grado. Salazar afirma que la manera negligente de enseñar la fe católica la empujó a iniciar el sistema de Educación en Casa aún cuando muy pocas familias optaban por éste programa."Yo quiero que mis hijos vean a Cristo en los demás" explica Mónica, "deseo que se identifiquen como católicos, que asistan diariamente a Misa, recen el Rosario, quiero besarlos y 'abrazarlos' durante el transcurso del día. Deseo que mis hijos sean santos. Llevar una vida Católica es muy importante para mí".
  5. Julia Robles ingresó a sus dos hijos menores en el programa debido a que sus otros dos hijos mayores están en la escuela parroquial y el pago de colegiatura sería imposible realizar. La señora Robles dijo que la decisión de probar éste programa educacional fué una "gigantesca decisión". Recuerda que lloró el día que retiró a sus dos hijos de la escuela parroquial. De acuerdo a Julia, los niños, que ahora cursan el primer y segundo grado respectivamente, se han adaptado muy bien al sistema de Educación en Casa. El esposo de Julia, Luís Robles, quien comparte la tarea de educar a sus hijos, está seguro de que tomaron la decisión correcta. Luís, que es bombero para el condado de Los Ángeles, afirma que su trabajo le facilita la tarea de educar a sus hijos. "Frecuentemente estoy fuera de casa durante 24 horas continuas, pero posteriormente me quedo en casa por varios días consecutivos", explicó Luís. Entusiasmado por la educación de sus hijos, Luís admite que "me gusta porque es una manera de estar cerca de mis hijos", dijo, "me agrada la idea de poder influenciar directamente la educación que reciben". La señora Robles comenta que el encontrar grupos de apoyo fué muy importante. Afirma que es muy agradable contar con grupos de apoyo tan bien organizados como por ejemplo Christ the King Support Group, quienes se reúnen cada viernes para el ensayo de coro, donde asisten y conviven otros niños que también son educados según el sistema de Educación en Casa. Después del ensayo, los niños y las madres de familia se reúnen en el parque para socializar un poco.
  6. Vicky Peters, directora del grupo de apoyo Holy Family Association, afirma que "los grupos de apoyo ayudan a perseverar y vivir la fe católica al compartirla con otras personas. Cuando interactuamos con otras personas que también han optado por el mismo sistema escolar, reafirmamos nuestras convicciones sobre lo que estamos haciendo. Como líder, ayudo a las familias a encontrar el componente espiritual en sus planes de estudio". Vicky también es asesor de Mother of Divine Grace. Existen numerosos servicios y planes de estudio para las personas que se deciden por Educación en Casa. La cantidad de opciones son abrumadoras. La pregunta que con mayor frecuencia se hacen es: '¿Deberíamos utilizar solamente un plan de estudio católico?' Charlotte Jones, director de Our Lady of Victory en Fall River, Idaho, afirma que las personas que practican la fe católica, deben utilizar un plan de estudios católico. "Quid hoc ad aeternitatem? ¿Como se observa esto bajo la luz de la eternidad? No sabemos lo que nos espera en el futuro, pero sí sabemos en manos de Quién está el futuro". Otros líderes de Educación en Casa están de acuerdo que, para los católicos, es imperativo usar un plan de estudios católico. "En ciertas materias, especialmente historia, los libros de texto no-católicos tienden a ser anti-católicos", explica Jackie Halpin, directora de Christ the King Academy, un programa de estudio independiente. "Los libros de texto utilizados en escuelas seculares y protestantes tienen una perspectiva mundial muy diferente al de la Iglesia Católica". El sistema de Educación en Casa ha evolucionado mucho desde aquellos días en que los padres de familia temían ser acusados de violar las leyes escolares. En nuestros días, el programa está autorizado en los 50 estados de Estados Unidos.
  7. Isabella Schwartz, el caso de Chester, que acaba de cumplir sus ocho años y no sabe lo que es un colegio y sus mejores amigos, Lucas y Craig, tampoco tienen la más remota idea. Viven en Nueva York, capital del mundo civilizado, y forman parte de una red local de niños sin escuela: sus padres han decidido que crezcan lejos del rigor académico, que aprendan a su ritmo y sin competitividad, que sacien su curiosidad leyendo, explorando un museo, empapándose de naturaleza… "Y sobre todo jugando, que están en la edad", proclama la madre de Chester, Isabella Schwartz. "No entiendo cómo a un niño de ocho años se le puede forzar a sentarse seis horas en un pupitre. Tampoco me explico por qué se les bombardea con deberes, por qué se les obliga a memorizar conocimientos inútiles, por qué no se les deja ni cinco minutos a solas con su imaginación. Yo creo que un niño, a esta edad, aprende sobre todo a través de la intuición y del juego. Por eso he decidido no llevar a Chester al colegio". Hace 20 años, Isabella se habría ganado a pulso el estigma de enemiga de la sociedad. La habría denunciado algún vecino; la habrían amenazado incluso con retirarle la custodia de su hijo, como les ocurrió en tiempos a los pioneros del homeschooling. Hoy, pueden estar tranquilos. La escuela en casa es perfectamente legal en los 50 estados. Un millón y medio de niños han faltado este año al comienzo de curso y la cosa va a más. La revista Newsweek le dedica la portada al tema. Brotan decenas de publicaciones, redes locales de apoyo, directorios en Internet. La Universidad de Harvard da la bienvenida a las primeras generaciones de homeschoolers. Aún hay voces que alertan contra las supuestas carencias de los sin escuela. Algunas de ellas, tan autorizadas como las del autor de La Inteligencia Emocional, Daniel Goleman: "Todo lo que sé lo aprendí en el patio de recreo". Pero poco a poco, psicólogos y pedagogos van dejando a un lado los prejuicios, y hasta los asesores del Departamento de Educación, como Patricia Lines, se rinden ante la evidencia: "Estamos asistiendo a la reinvención de la idea de escuela. Nos encontramos a las puertas de una educación más abierta, mucho menos rígida, con infinitas posibilidades de aprendizaje fuera del sistema". La madre de Chester sonríe cuando escucha a los expertos y recuerda los titulares alarmistas que acompañaron a los primeros casos (comparables a los que mereció Gabriel, el niño almeriense que estudia por Internet y que ha golpeado las conciencias de los educadores españoles). "Aquí abrieron la brecha los padres ultra religiosos, preocupados por los valores que estaban inculcando a sus hijos en las escuelas", explica. "Luego se apuntaron los libertarios y los alternativos. Ahora te encuentras de todo, incluso gente que jamás pensó dedicarse a esto, padres y madres convencionales que llegan rebotados, después de una mala experiencia de sus hijos en la escuela". Isabella, 43 años, llevaba rumiando la idea desde antes de tener a Chester. Su maestro en esto del homeschooling fue el venerado John Holt, autor de Enséñate a ti mismo. Holt sostiene que los niños son aprendices natos, y que los exámenes, las notas y hasta los mismos profesores no sirven más que para inhibir esa capacidad natural que muchas veces se acaba perdiendo. La mejor escuela, a su entender, está fuera de las aulas, y los mejores tutores son los padres, que más que enseñar deberán alimentar la curiosidad de sus hijos. Con la lección aprendida, y con la ayuda ocasional de su marido Jim (masajista, como ella), Isabella dejó que Chester llevara la pauta. Y ante su asombro descubrió que el niño aprendió a leer casi por sí solo, con la misma naturalidad con la que empezó a hablar o a dar sus primeros pasos. La jornada extraescolar de Chester comienza sin prisas a eso de las nueve y media de la mañana. Si el tiempo acompaña, lo primero que hacen madre e hijo es media hora de gimnasia y estiramientos en Central Park. Vuelven a casa y leen una o dos horas juntos, con la pequeña Jemimah -tres años- revoloteando en la alfombra. Mientras la madre hace la comida, Chester pinta, o juega, o aprende a tocar la flauta. Por la tarde es cuando ve a sus amigos Craig y Lucas: a veces en el parque, otras en la piscina cubierta o en el taller de artes plásticas al que se han apuntado. Con su padre -y con los otros catorce niños que forman parte de la red de homeschoolers- va todas las semanas a visitar algún museo, o a ver una obra de teatro, o de excursión a una granja cercana: clase práctica de naturaleza. Los viernes y los sábados, partido de béisbol. "En unos meses le llevaré a Matemáticas, que es mi punto débil", admite Isabella. "Contamos con un profesor que da clase en grupos pequeños y tenemos también acceso gratuito a los ordenadores del colegio público. Pero aún es pronto para que el niño se deje los ojos en la pantallita; prefiero que desarrolle antes otras habilidades". Y Chester, ¿qué opina? "En el béisbol tengo amigos que van al colegio, pero siempre están muy ocupados y apenas tenemos tiempo para vernos entre semana… ¿Que si me gustaría ir a clase? Bueno, a lo mejor algunos días, pero todos seguidos no: creo que me cansaría pronto".
  8. Cristina Lloyd, 20 años, estuvo en el colegio precisamente hasta los ocho, cuando sus padres decidieron desescolarizarla: "No guardo mal recuerdo de las clases; lo peor era que llegaba a casa agotadísima. Con el cambio, empecé a aprender mucho más rápido: mi padre, que es ingeniero, decidió trabajar menos y ayudarme con las ciencias. Como me quedaba bastante tiempo libre, me metí de voluntaria en la iglesia, en un hospital y en una asociación ecologista". Cristina estudia Biología en la Universidad de Maryland. Superó con creces el examen de ingreso, y también el de socialización: "No he tenido ningún problema para adaptarme. Toda mi vida he estado rodeada de chicos y chicas de mi edad. La única diferencia es que nuestro punto de encuentro era siempre fuera de la escuela". ¿Y a tus hijos, los educarías en casa? "Uf, no sé. Yo les estoy muy agradecida a mis padres, pero es mucho trabajo, y casi siempre es la madre la que se sacrifica". "Al final te compensa", replica el padre, Bill Lloyd, portavoz del National Home Education Research Institute. "Lo mires por donde lo mires, no veo más que ventajas: los niños aprenden más y mejor, se crean lazos muy estrechos entre padres e hijos, los chavales tienen menos problemas emocionales y salen con un fortísimo sentido de responsabilidad y de independencia". Desde 1993, cuando vencieron la última batalla legal, el número de homeschoolers se ha multiplicado por cinco en Norteamérica. La legislación varía mucho según los estados: unos obligan a exámenes periódicos para comprobar si el niño está a su nivel; en otra basta con el informe de un tutor. Los colegios públicos ceden sus bibliotecas y sus instalaciones deportivas a los sin escuela, y en Washington y Iowa se han abierto los dos primeros centros de recursos para padres de homeschoolers.
  9. Péter tiene dos hijos, Lomi y Tolmi. El mayor fue a clase hasta los nueve años; un cambio de colegio le hizo virar accidentalmente de rumbo: "Decidimos probar a ver qué tal nos iba en casa, y descubrimos que el niño era feliz y que le surgieron inquietudes que antes no tenía. Para mí fue también mucho más gratificante: todas las energías que antes me dejaba intentando cambiar la escuela podía invertirlas directamente en él". Uno a uno, Péter rebate los fantasmas que pesan sobre la objeción escolar. "Los niños no se pasan todo el día en casa; al contrario, gozan de mucha mayor libertad de movimientos que en la escuela. ¿Que si no socializan? Nos olvidamos que la sociedad existe desde mucho antes que la escuela. Mi hijo ha estado en los boy scouts, ha participado en talleres con gente de todas las edades, ha viajado todo lo que ha podido. La niña va desde muy pequeña a clases de música: aprendió a leer las partituras antes que las letras". Péter rebate también el argumento más socorrido desde el flanco progresista: "No queremos restarle el mérito a la enseñanza pública, que ha cumplido una función vital en este siglo. Pero la sociedad cambia, y no es el primer logro social que se vuelve contraproducente por su uso masivo. No estamos pidiendo que desaparezcan los colegios públicos; simplemente que se reconozca el crecer sin escuela como una alternativa". "La curiosidad es el hambre del aprendizaje", sentencia Péter, "y los colegios están provocando la anorexia cognitiva: niños que se han dado el atracón y acaban perdiendo el apetito por conocer".

EL CASO DE CHILE

Durante el desarrollo de esta investigación descubrimos que existe en Chile una organización con varios años de experiencia, la cual ha diseñado y promovido la educación en casa. En Chile tenemos la organización "La Educación en Casa" dirigida por la Dra. en educación, postgraduada en la Universidad de Masachusett MIT, Sra. Kathleen McCurdy con base en la ciudad de Concepción.

Los niños desescolarizados están ligeramente por encima de la media en las pruebas de acceso a la universidad. Pese a que la mayoría de la gente en países desarrollados ha recibido su educación en las aulas de algún colegio, es quizás sorprendente saber que hay algunos ahora que rechazan ese modo de aprender. ¿Es posible que una madre, carente de una preparación pedagógica, esté sin embargo calificada para enseñar a sus hijos? Muchos sostienen que los niños educados con estas metodologías, poseerán una deficiencia de socialización. Existen personas que nos preguntan cómo es posible tener siempre a nuestros hijos junto a nosotros, en vez de disfrutar de su ausencia mientras van a la escuela. La verdad es que la educación no se trata de lo que se enseña, sino de lo que se aprende. Pero como hay muchos que obtienen el sustento mediante la profesión pedagógica, hace ya siglos que se piensa que todo lo que se sabe tiene que haberse aprendido mediante la educación formal, En Chile tenemos mas de 170 familias con el modelo de educación en Casa. Damos asesoría, incluso entregamos los módulos con los contenidos exigidos por el ministerio de educación, además asesoramos a los padres, vamos a sus casa y les enseñamos a dirigir el modelo, Por otro lado existe toda una vinculación vía WEB, además de posibilidades de otro tipo.

  1. Recursos para Educadores en Casa

  2. Según la Dra. Katlin McKurdy, de la Organizacuion "Educación en casa para Chile" los elementos básicos para la implementacion del modelo son:
  3. Costos
  1. Planes y Programas del Ministerio de Educación. (Los entrega EECC)
  2. Un computador en casa.
  3. Acceso a Internet.
  4. Útiles escolares como cualquier niño.
  5. Libros de la especialidad o de la asignatura, elegidos por los padres. Entiéndase Santillana, Arrayan, Sm o cualquier otra.
  6. Materiales caseros como, los que se encuentran en cualquier hogar.
  7. Disponibilidad de 1 o 2 horas a la semana para el tutor en el área de Matemática.
  8. Asociar al niño algún club deportivo que le satisfaga, municipal o particular.
  1. Los Costos de estos elementos no superan los $ 50. 000= mensuales por familia.
  2. Ahorros
  1. Traslado o transporte escolar $20.000= promedio por niño.
  2. Mensualidad, colegio particular, subvencionado, o fiscal pagado (Liceo J. V. Lastarria $ 7000= mensual)
  3. Uniformes, y otras exigencias como buzos camisetas y otros a precios por sobre el mercado.
  4. Colaciones especiales y almuerzos de empresas del rubro como Sodexo y otras. $ 17.000= promedio mensual.
  5. Útiles escolares solicitados sin aviso, de alto costo y que no retornan a casa $ 5.000= promedio mensual.
  6. Cuota del centro de padres del colegio $ 20.000 anual.
  7. Cuota de centro de padres del curso $ 10.000= anual.
  1. Conclusión del trabajo de investigación

Podemos ver que la Hipótesis planteada, se encontraba totalmente respondida, y concuerda con la estimación realizada, puesto que más de los tres quintiles superiores de la población podrían realizar la "Educación en Casa "si es que así lo quisiesen.

Finalmente luego de todas los análisis, para el caso de Chile , ….la principal motivación de los padres, es de tipo valorico, puesto que no estamos dispuestos a que nuestros hijos se alejen de Dios, por influjo de unos currículos ocultos impregnados de un materialismo ateo, que para nosotros solo significa la perdida del paraíso para los niños…(Familia Davis, Católica, Batuco, Chile). En segundo termino esta el tema de una pésima socialización en la cual los niños recogen un sin fin de secuelas de inmoralidad, drogadicción y violencia, finalmente en tercer lugar esta el tema de la calidad de la educación, que realmente arroja resultados deplorables en los estándares internacionales. Finalmente y como corolario de todo lo expuesto, analizando los factores de riesgo a los cuales se ve enfrentado el adolescente, cuando se acude a la Educación en Casa, si estos factores no llegan a cero, por lo menos disminuyen considerablemente. De tal forma que se prolonga generación tras generación, la formación de personas direccionadas al bien común de la sociedad, sociedad en la cual la persona debiese perfeccionarse, lo que lamentablemente hoy día no esta sucediendo.

 

Alvaro Brantes Hidalgo

Partes: 1, 2
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