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Evaluación geriátrica a ancianos del consejo popular San Cristobal


  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Justificación
  4. Magnitud del proceso de envejecimiento
  5. Preguntas Científicas
  6. Conclusiones
  7. Recomendaciones
  8. Referencias Bibliográficas

Resumen

Se realizó una investigación observacional analítica, transversal, basada en la evaluación geriátrica de 120 ancianos como muestra de un universo de 455. Pertenecientes y dispensarizados en 5 consultorios del médico de la familia, del Consejo Popular San Cristóbal I, del Policlínico Universitario "Camilo Cienfuegos", seleccionados a través de muestreo aleatorio simple en el periodo desde Enero 2010 a Diciembre del 2010, coordinando con el EBT y teniendo acceso a fuentes de información , como historia clínica individual y familiar; contando con la cooperación de pacientes y familiares para obtener los datos solicitados, conforme a los criterios de inclusión que se declararon y permitieron la recopilación de las variables de interés, aplicando la Escala Geriátrica de Evaluación Funcional, y la escala de FFSIL para determinar la funcionabilidad familiar donde conviven los gerontes, plasmados en una base de datos, que fue validada automáticamente, realizándose el análisis estadístico a partir de la valoración porcentual, y la determinación del test de CHI cuadrado en las tablas de contingencia que así lo requieran. Los resultados se compararon con la bibliografía revisada. El mayor número de ancianos perteneció al grupo de 60 a 64 años y del sexo femenino, predominaron las alteraciones en las esferas biomédicas y socioeconómicas, así como el elevado número de ancianos independientes y la mayoría de las familias tenían cierto grado de disfuncionabilidad. Se propone una estrategia de intervención, encaminado a modificar modos y estilos de vida en los gerontes, que se traduce en mejora del validísimo.

Palabras claves: evaluación geriátrica ancianos.

Introducción

El hombre en su tránsito por la vida acumula un sin número de experiencias acorde con su tiempo, época y su medio social; en su gran mayoría las personas logran pasar varias etapas del desarrollo hasta la llamada tercera edad y el menor por ciento alcanza una etapa denominada longevidad.

El envejecimiento ha sido identificado como: todas las modificaciones morfológicas, fisiológicas, bioquímicas y psicológicas que aparecen como consecuencia de la acción del tiempo sobre los seres vivos. En la época actual con el mejoramiento de la calidad de vida de muchos países y de los progresos científicos logrados por la medicina se ha producido un aumento significativo en la duración media de la vida (1). El segmento de la pirámide poblacional que más se expande es el correspondiente a los mayores de 75 años con una base que se reduce drásticamente con la caída de la natalidad.

Cuba, junto con Argentina, Uruguay y Chile ocupan los primeros lugares en el porcentaje de envejecimiento en el Continente Americano y clasifica con Barbados entre los más longevos del Caribe en lo que está presente una "vejez demográfica".

Se estima que éste grupo poblacional ocupe el 20 % de la población en el año 2025. La expectativa de vida en Cuba alcanza los 76 años de edad. (2,3).

Este incremento numérico impone a la sociedad una serie de dilemas y desafíos médicos, sociales, económicos y éticos que se esperan sean resueltos con satisfacción.

La familia constituirá por siempre la mayor garantía para el bienestar físico y espiritual de las personas de edad avanzada. Las relaciones familiares están determinadas por múltiples factores de tipo psicomaterial y otras del tipo psicológico afectivo de los que dependen en mayor o menor medida el fortalecimiento y armonía de las mismas, así como del bienestar y la seguridad de los adultos mayores (4,5).

Es bien conocido que cuando el anciano tiene satisfecha todas sus necesidades y las relaciones interpersonales y familiares se desarrollan en armonía en todas las etapas del ciclo vital, tiene especial trascendencia en su calidad de vida. La Geriatría y los cuidados paliativos se dan la mano en este nuevo objetivo de mejorar el bienestar de los enfermos ancianos. (6,7)

El cuidado de las personas mayores es uno de los temas más importantes de la gerontología ya que la adaptación del habitad cubre tres pilares fundamentales para el cuidado de la tercera edad, comodidad, seguridad y movilidad, lo que asegurará una notable mejora en la autoestima, la independencia y la dignidad del anciano (8).

En los países industrializados donde el 13 al 15% de la población tiene una edad mayor a los 65 años, existe además una tendencia al incremento progresivo (14).

Cuba ya es un ejemplo de país en desarrollo con un envejecimiento importante de su población. El 13.9% de los cubanos tiene 60 años o más, cifra que aumentará según estimaciones a casi el 25% en el 2025, con una expectativa de vida al nacer actual de más de 75 años. Especialmente es destacable la esperanza de vida geriátrica que en los hombres llega a los 19.5 años y 21.1 para las mujeres. (9-12)

Definición del problema científico:

El desconocimiento de la Escala Geriátrica de Evaluación Funcional como instrumento de valoración multidimensional y la no aplicación conspira en el manejo integral del anciano.

Todo esto nos invita a pensar, ¿Cuál es el comportamiento de la capacidad funcional, la dependencia y la autonomía, en estas personas de 60 años y más del Consejo Popular San Cristóbal I?

Justificación

La evaluación del anciano debe medirse periódicamente, incluyendo la funcionabilidad, valorando así el desempeño de sus actividades diarias y el grado de dependencia que puedan tener. Esta evaluación funcional provee los datos objetivos que puedan indicar futura declinación o mejoría en el estado de salud, permitiéndoles al médico y la enfermera intervenir de forma apropiada.

La evaluación del estado de salud de la población anciana no debe valorarse en términos de función como medida absoluta, ya que esta y los diagnósticos tradicionales cumplen fines complementarios, no definiendo el grado de deterioro funcional, que constituye un factor de riesgo para numerosos eventos adversos en los ancianos. (13-15).

Según la publicación de la OMS, "Aspectos de la Salud Pública en los ancianos y en la población", en el año 1959, como mejor se mide la salud en los ancianos es en términos de función. Todos estos argumentos y otros más han demostrando la tendencia mundial al envejecimiento y que nuestro país será el más envejecido del mundo para el año 2025, con la incidencia multifactorial , dígase factores biológicos, psicológicos, económicos y sociales, por lo que nos hemos motivado a la realización de esta investigación, evaluando la capacidad funcional de los ancianos pertenecientes a un Consejo Popular del área de Salud, del Policlínico Universitario "Camilo Cienfuegos", del municipio San Cristóbal, reforzando el concepto la valoración funcional como objetivo primordial en el cuidado del anciano, previniendo incapacidad y fomentando independencia , y poder establecer intervenciones que garanticen una mejor calidad de vida

Magnitud del proceso de envejecimiento

La expectativa de vida en los países desarrollados ha aumentado de forma notable. Por ejemplo, un niño nacido en 1900 tenía una esperanza de vida de sólo 46 años, mientras que uno nacido hoy en día probablemente vivirá más de 72 años. Una niña nacida en 1900 tenía una esperanza de vida de 48 años, mientras que en la actualidad sería de unos 79 años.

Si bien es significativo el aumento en el promedio de la expectativa de vida, es muy poco el cambio registrado en el límite máximo de edad que se puede alcanzar. A pesar de los avances en genética y en medicina, nadie parece haber conseguido superar el límite de los 120 años. (16 – 18).

Nuestro país no se encuentra exento de estos cambios propios del envejecimiento, en la actualidad contamos con un 15,6% de población envejecida y la expectativa de vida a los 60 años en Cuba ha aumentado sensiblemente, en 1950 era de 15,5 años y hoy después de 50 años se ha elevado a 21 años la esperanza de vida, cifra esta comparables con los de los países más desarrollados del mundo (18).

Todas las especies envejecen y experimentan notables cambios desde su nacimiento hasta la muerte. A partir de esta evidencia la ciencia propone diversas teorías sobre las causas del envejecimiento, aunque ninguna ha sido comprobada. A fin de cuentas, de cada teoría se pueden extraer algunas de las causas por las cuales la gente envejece y muere.

Según la teoría de la senectud programada, los genes predeterminan la velocidad del envejecimiento de una especie porque contienen la información sobre cuánto tiempo vivirán las células. A medida que éstas mueren, los órganos comienzan a funcionar mal y con el tiempo no pueden mantener las funciones biológicas necesarias para que el individuo siga viviendo. La senectud programada contribuye a la conservación de la especie ya que los miembros más viejos mueren a la velocidad requerida para dejar paso a los jóvenes. Por otro lado, la teoría de los radicales libres expone que la causa del envejecimiento de las células es el resultado de las alteraciones acumuladas debido a las continuas reacciones químicas que se producen en su interior. Durante estas reacciones se producen los radicales libres, sustancias tóxicas que acaban dañando las células y causan el envejecimiento. (19-21)

En general, es muy difícil determinar cuáles son los cambios que se relacionan con el envejecimiento y cuáles dependen del estilo de vida que haya llevado cada individuo. Varios órganos pueden sufrir daños en un grado mucho mayor que el causado por el envejecimiento, como en el caso de las personas que llevan un estilo de vida sedentario, una dieta inadecuada, que fuman y abusan del alcohol y de las drogas. Los individuos expuestos a sustancias tóxicas pueden experimentar un decaimiento más marcado o más rápido en algunos órganos, especialmente los riñones, los pulmones y el hígado. Los individuos que han trabajado en ambientes ruidosos tendrán más probabilidades de perder la capacidad auditiva.

Algunos cambios se pueden prevenir si se adopta un estilo de vida más saludable. Por ejemplo, dejar de fumar a cualquier edad, incluso a los 80 años, mejora el funcionamiento de los pulmones y disminuye las probabilidades de un cáncer del pulmón. A cualquier edad, la actividad física ayuda a mantener en forma los músculos y los huesos (22-24)

Las ideas de la prevención de las enfermedades de la vejez y la conservación de la salud de los ancianos, fueron introducidas por Anderson y Cowan en 1955, mientras que Willianson en 1964 describe el Iceberg de las enfermedades no referidas en la vejez. En 1982 se fundo en Oxford el primer Departamento de Geriatría en Inglaterra

Envejecimiento Exitoso: En el que se observa solo el decremento funcional atribuible a la edad y donde ni la enfermedad, ni los factores ambientales o adversos del estilo de vida complican o acrecientan el deterioro. Esto representa una mayor reserva fisiológica y menor riesgo de enfermedad. Implica cambios prevenibles o reversibles en al proceso de envejecimiento. (25,26).

Así se puede definir al anciano sano como " aquel sujeto con alteraciones funcionales al, límite entre lo "normal " y lo "patológico", en equilibrio inestable y con adaptación de los trabajos funcionales a sus posibilidades reales de rendimiento" (21,26).

La creación de instrumentos de evaluación geriátrica se inició en los años 50 del siglo XX, cuando la explosión demográfica evidenciaba el envejecimiento de la población, por lo que fue necesario el uso de una nueva metodología para el manejo integral de los problemas de salud de los ancianos. La valoración geriátrica es el elemento básico para medir la capacidad funcional como expresión de salud, es la piedra angular de la Medicina Geriátrica y se ha identificado como la nueva tecnología de la geriatría en la Conferencia del Consenso celebrada en el Instituto Nacional de Envejecimiento de Estados Unidos en 1987, y esta debe estar a manos de la atención primaria de salud, en los policlínicos, los equipos básicos de salud (consultorios médicos) y los demás centros asistenciales de atención geriátrica con enfoque comunitaria. (27,28)

Numerosos son los instrumentos que existen para medir funcionabilidad en los ancianos, entre ellos el índice de Katz para evaluar la independencia relacionada con las actividades básicas de la vida diaria, la escala de Lawton es útil en individuos con dificultades en las actividades instrumentadas de la vida diaria, en los entornos clínicos y del hogar, la escala de Tinetti Modificada, para evaluar capacidad funcional en cuanto movilidad, equilibrio y marcha, entre otras. El estudio de la capacidad funcional debería ser el centro de la valoración integral del adulto mayor como expresión de salud. Las escalas más frecuentemente utilizadas para la valoración funcional es la de Katz (28,29).

En nuestro país se están realizando esfuerzos para maximizar la eficiencia y contener el gasto, que requieren los ancianos discapacitados y dependientes, por lo que debemos apoyar al gobierno cubano, con participación multisectorial, y como guía científica, en alcanzar calidad de vida para nuestros ancianos, y así se disminuirán los gastos económicos.

Teniendo en cuenta la importancia de una escala geriátrica que incluyera todos los aspectos que intervienen en el estado de salud de los ancianos, un grupo de expertos en el tema se dieron a la tarea de elaborar una escala de evaluación multidimensional, que agrupa tres esferas, la biomédica, psicológica y socioeconómica. Esta se realiza en colaboración con profesionales de las distintas disciplinas, en la cual los problemas de las mismas referidas se descubren, se describen, y si es posible se explican, por lo que se habla de una escala de evaluación multidisciplinaria.

Este instrumento de valoración estándar ayuda a la cuantificación exacta, y se debe realizar repetidas veces, a lo largo del tiempo, para constatar la evolución de estos cuatro apartados por lo que recibe el nombre de dinámica. Este diagnóstico integral favorece la implantación de un tratamiento cuádruplo más adecuado y racional y evita pautas farmacológicas que con frecuencia originan en el anciano enfermedades iatrogénicas. Los cambios normales a causa del envejecimiento y los problemas de salud, a menudo se manifiestan como declinaciones en el estado funcional de las personas adultas. (30,31).

Cuando se tomen decisiones diagnosticas y terapéuticas en el adulto mayor no debemos basarnos solamente en los aspectos clínicos, considerando que la repercusión funcional en el estado de salud de los ancianos es vital, pues sus posibilidades dependen del apoyo familiar, social y socioeconómico donde se desenvuelve el mismo. Entre las ventajas se destaca la factibilidad de la medición, además de permitir comparar con otras personas y grupos poblacionales, permite seleccionar el momento y tipo de intervención necesaria, así como establecer prioridades y tomar decisiones oportunas.

Para el año 2050, se habla de un estimado de un 22 % de personas con 60 años y más, América Latina estima que para el 2015 el 10,9 % y para el 2025 el 14,2 % de su población corresponda al grupo de la tercera edad.

En Cuba en el año 2000 la población en términos de envejecimiento alcanzó un 14,3% de personas de 60 años y más (1,6 millones), lo que evidencia el avance de este proceso en el país, cifra que es superior en más de medio millón a la de hace 20 años. Para el 2025, Cuba con casi un cuarto de su población de 60 años y más, será el país más envejecido del mundo, con un estimado de un 33% sobre la población cubana total, sin permanecer ajena a la problemática nacional e internacional, siendo este problema un reto a resolver por el gobierno cubano, aún en estos momentos de crisis, dando a este grupo poblacional una atención priorizada que permita mantener una calidad de vida adecuada.

En el adulto mayor se mide la salud en términos de función y no de patología. La capacidad funcional es la que define la buena salud y el envejecimiento satisfactorio en la tercera edad.

La discapacidad se caracteriza por alteraciones en el desempeño y el comportamiento normal de una actividad rutinaria, en la ejecución de tareas, aptitudes y conductas y crea problemas de adaptación que limitan el funcionamiento individual, esta discapacidad puede ser causada no solo por limitaciones físicas o mentales, sino también por factores culturales medioambientales, pobre entretenimiento o pobre motivación.

Muchos son los estudios que han logrado identificar los factores más importantes relacionados con el desarrollo de discapacidad en los ancianos, se destacan el sexo, el nivel de escolaridad, la situación socioeconómica, sustento económico, la incidencia de morbilidades agudas y crónicas descompensadas, el consumo de medicamentos y el estilo de vida , entre otros.(29,32 ).

Varios instrumentos han sido desarrollados para evaluar funcionalidad, los que abarcan el funcionamiento físico solamente y aquellos más amplios que combinan las áreas física, mental y social.

La evaluación de la función física consiste en evaluar la capacidad que tiene el anciano de realizar, sin ayuda, las actividades de la vida diaria (AVD).

Un instrumento tomado de la Clasificación Internacional de Deterioro, Incapacidad e Impedimentos desarrollada por la OMS, demostró entre 5 dominios (actividad física, AVD, actividad social, actividad psicológica y comunicación) que las AVD fueron las más importante para medir discapacidad .(28)

Estos instrumentos obtienen la información de 2 modos: a través de cuestionarios (auto reportes), los cuales son relativamente rápidos de aplicar pero tienen como desventaja que el adulto mayor subvalora su propia discapacidad mientras sus familiares la sobrevaloran y la observación directa basada en ejecuciones, las cuales consumen tiempo, requieren de un entrenamiento previo del paciente y del médico, de un espacio adecuado, de equipamiento especial y existe el riesgo de lesión, pero tienen como ventaja una mejor reproducibilidad, mayor validez y están menos influenciadas por un pobre funcionamiento cognitivo, por el lenguaje, el nivel cultural y educacional del paciente. Las actividades básicas de la vida diaria (ABVD), índice de Katz, fueron establecidas por Katz, Ford, Moskowitz, Jackson y Jaffee en 1963, quienes definieron como independiente la ejecución de tareas para el cuidado personal (bañarse, comer, vestirse, levantarse, usar el retrete y continencia) sin la supervisión, dirección o asistencia activa de otra persona. Lawton y Brody (1969) desarrollaron las actividades instrumentadas de la vida diaria (AIVD), índice de Lawton, para obtener información más compleja en el mantenimiento de la vida. Estas son: transportarse, comprar, preparar alimentos, realizar trabajos en la casa, manejar finanzas, lavar ropas y responsabilidad con la medicación.

La habilidad para realizar estas actividades sin la ayuda de otra persona es el criterio que determina independencia. Wolinsky y Johnson (1991) debatieron que el manejo de finanzas, uso de teléfono y preparar alimentos mide funcionamiento cognitivo. La medición de las AVD basada en ejecuciones se caracteriza por ser objetiva, directa, estandarizada y cuantificable, por tanto, preferible a los subjetivos reportes del paciente o del cuidador. Se recogen, en la bibliografía consultada, diferentes test: de capacidad motora, de habilidad manual, de autocuidados, escala de mediciones directa del estado funcional, batería de mediciones estructuradas de la vida independiente y mediciones de habilidades complejas.

Nosotros utilizamos tanto los cuestionarios (índice de Katz y Lawton) como la observación directa basada en ejecuciones práctica. Dentro de esta última incluimos:

  • Peinarse, mide la actividad muscular proximal de los miembros superiores.

  • Escribir una oración, mide la actividad muscular distal de los miembros superiores y funcionamiento cognitivo.

  • Comer, mide la actividad muscular distal de los miembros superiores.

  • Caminar 4,5 m (se mide el tiempo en segundos), mide actividad muscular distal de los miembros inferiores.

  • Vestirse (ponerse un pijama), mide actividad de casi todos los grupos musculares.

  • Recoger una moneda de 5 centavos del suelo, mide alto nivel de funcionamiento (actividad muscular, visión, equilibrio, reflejos posturales y realización de tareas aprendidas).

Múltiples estudios han demostrado que las medidas de evaluación funcional constituyen un fuerte predictor de morbilidad y mortalidad. (31)

La evaluación geriátrica no es novedosa, en los años 40 la doctora Marjory Warren la aplicó con resultados tan alentadores que contribuyó de forma fundamental a la inclusión en 1948 de la Medicina Especializada Geriátrica en el Sistema Nacional de Salud del Reino Unido. A partir de los años 80 varios ensayos realizados en unidades geriátricas de los EE.UU. y Europa dieron fe de las ventajas que se obtienen con la aplicación de la VGI.

La Comisión de Población y desarrollo de las Naciones Unidas prevé que el número de centenarios a nivel mundial pasará de 155.000 en el año 2000 a 2.189.000 en el 2050. (18, 30,32)

Preguntas Científicas

  • 1. ¿Cuáles son características epidemiológicas de la muestra de estudio?

  • 2. ¿Cuáles son las principales esferas de la escala geriátrica de evaluación funcional que se encuentran afectadas en nuestra muestra?

  • 3. ¿Con qué grado de dependencia del grupo y funcionabilidad familiar viven estos ancianos?

  • 4. ¿Qué acciones podremos realizar para mejorar la calidad de vida de estos ancianos?

OBJETIVOS.

Objetivo general.

Evaluar el comportamiento de la evaluación geriátrica a ancianos del Consejo Popular San Cristóbal I y proponer estrategia de intervención para elevar la calidad de vida

Objetivos Específicos:

1-Caracterizar epidemiológicamente la muestra de estudio.

2- Determinar sobre las principales esferas de la escala geriátrica de evaluación funcional que se encuentran afectadas.

3-Determinar el grado de dependencia del grupo, así como la funcionabilidad familiar en que viven los ancianos.

4-Diseñar la estrategia de intervención.

Se realizó una investigación observacional analítica transversal basada en la evaluación geriátrica de 120 ancianos pertenecientes y dispensarizados en 5 consultorios del médico de la familia, del Consejo Popular San Cristóbal I, del Policlínico Universitario "Camilo Cienfuegos" en el periodo desde Enero 2010 a Diciembre del 2010.

Universo y muestra. Del universo de ancianos (455) fueron seleccionados a través de muestreo aleatorio simple una muestra de 120 ancianos que cumplieron con los siguientes CRITERIOS DE INCLUCIÓN:

  • Que dieron su consentimiento informado (ver anexo I).

  • Que no estuviera limitada su capacidad física o mental para cooperar con la investigación.

Y como CRITERIOS DE EXCLUCIÓN:

Fueron excluidos del estudio los pacientes que por su capacidad mental y o física estén limitados a cooperar con la investigación, así como los que por su propia voluntad no estuvieron dispuestos a participar.

La información se obtuvo mediante la revisión de las historia clínica individual y familiar; previa coordinación con el EBT y contando con la cooperación de pacientes y familiares para obtener los datos solicitados, conforme a los criterios de inclusión que se declararon y permitieron la recopilación de las variables de interés, además fueron consultados los materiales bibliográficos referentes al tema, la información científica se obtuvo de las bases de datos Medline y Lilacs, la Biblioteca Médica Nacional de Cuba y el Centro Iberoamericano de la Tercera Edad. (CITED).Así como las HC individuales y familiares de los ancianos seleccionados

Conclusiones

El grupo etáreo que predomino en el estudio fue entre 60 y 64 años, con predominio del sexo femenino. Las principales esferas de la EGEF afectadas son la biomédica y la socioeconómica. El consumo de medicamentos se presentó en un gran número de ancianos. El mayor por ciento de ancianos del estudio se evaluó de independientes y el medio familiar donde se desarrollan fue moderadamente funcional.

Además partiendo de estos resultados, se trazó una estrategia o propuesta de programa educativo en pos de prolongar la calidad de vida del anciano.

Podemos concluir planteando que la evaluación geriátrica funcional se ha convertido en la piedra angular del trabajo de la geriatría, y constituye un instrumento para el reconocimiento precoz de las alteraciones en las funciones vitales, evitar discapacidades y prolongar la vida activa del geronte.

Recomendaciones

Continuar perfeccionando cada día con mas cientificidad , la atención dirigida a la tercera edad utilizando como arma de trabajo la Escala de Evaluación Geriátrica Integral, sin perder el enfoque preventivo , progresivo, continuo e integral.

Desarrollar estudios que respondan a esta línea de investigación, estrategia priorizada en nuestro ministerio y Gobierno.

Perfeccionar nuevas estrategias que garanticen autonomía, independencia y calidad de vida para nuestros ancianos.

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Autor:

MsC. Lic. Mayelin Salazar Alfonso

MsC.Lic. Beatriz Borrego.

Lic. María de Jesus Miranda Gómez.

Lic. Tania Martínez Martínez.

Lic. Sahily Arrebato Grant.

Lic.Mayelin González Martínez.

Filial Ciencias Medicas "Comandante Manuel Piti Fajardo"

San Cristóbal