- Introducción
- Sistema Monetario Internacional
- Derechos Especiales de Giro (DEG)
- El Banco Mundial
- Banco Internacional de Desarrollo
- El sistema monetario europeo
- Mercados Financieros Internacionales
- Características de los Créditos Internacionales
- El valor del dinero en el tiempo
- Comercio Internacional
- Teorías del comercio internacional
- Generalidades del comercio internacional
- El Comercio y las Transacciones a través de Internet (Comercio Electrónico)
- Cambios en las empresas
- Fusiones entre empresas
- Organizaciones mundiales de comercio
- Casos
- Conclusiones
Introducción
El conocimiento de las finanzas internacionales ayuda de dos maneras muy importantes. Primero, a decidir la manera en que los eventos internacionales afectarán a una empresa y cuales son los pasos que pueden tomarse para explotar los desarrollos positivos para aislar a la empresa de los dañinos. Entre los eventos que afectan a las empresas, se encuentran la variación de los tipos de cambio, así como en las tasas de interés, en las tasas de inflación y en los valores de los activos. Debido a los estrechos vínculos que existen entre los mercados, los eventos en territorios distintos tienen efectos que se dejan sentir inmediatamente en todo el planeta. Esta situación ha hecho que para los administradores, tanto los formados como los aspirantes, sea un imperativo, hacer una detallada revisión del excitante y dinámico campo de las finanzas internacionales. La Administración Financiera Internacional de Empresa, en síntesis actúa directamente sobre dos campos de acción.
No se trata ya solamente de la expansión de las relaciones económicas internacionales de las empresas, sino de que una empresa que opera simultáneamente en varios países, además de su país de origen, o sea, que produce y comercia mediante establecimientos ubicados en distintos países. Habitualmente se trata de una empresa matriz ubicada en el país de origen y cinco o más empresas subsidiarias ubicadas en distintos países, estrechamente relacionadas mediante una estrategia de producción y comercialización común, incluso hay multinacionales que tienen subsidiarias esparcidas prácticamente por todo el mundo.
En la actualidad las compañías que tienen éxito adoptan una perspectiva global y operan en muchos países. El resultado es que la distinción entre las compañías estadounidenses y las compañías extranjeras, se ha vuelto borroso a medida que las compañías más importantes han evolucionado para convertirse en corporaciones multinacionales. El crecimiento de las empresas multinacionales en la segunda mitad de este siglo XX,
Sistema Monetario Internacional
El Sistema Monetario Internacional (SMI) se refiere a las instituciones por medio de las cuales se pagan las transacciones que traspasan las fronteras nacionales, determina cómo se fijan los tipos de cambio y cómo pueden influir en ellos los gobiernos.
La necesidad del SMI surge al aparecer la moneda como medio de pago (1870), momento en que se empieza a desechar como tal el uso de los bienes y a generalizar la utilización del papel moneda. En el instante en que este último se utiliza para realizar pagos al exterior, se vuelve indispensable el hecho de contar con unas reglas de valoración de esas monedas.
Este Sistema Monetario se presenta como un conjunto de acuerdos, leyes, mecanismos bancarios, instituciones monetarias internacionales, instrumentos financieros, etc., que regulan el trasvase de los flujos monetarios entre países, desenvolviéndose en función de ciertas reglas de juego perfectamente establecidas, aceptadas por todos los países que participan en el mismo.
Su objetivo es procurar la generación de liquidez monetaria a los fines que las transacciones internacionales se desarrollen en forma fluida , radicando en esto la necesidad de su correcto funcionamiento. De ahí la significación asignada a los problemas monetarios mundiales, que son causa y efecto de las alteraciones sufridas en el nivel de la actividad económica de cada uno de los países.
Uno de los aspectos más relevantes observado a través de la historia de los distintos sistemas monetarios internacionales vigentes desde fines del siglo pasado, es el abandono del principio de independencia entre las decisiones gubernamentales y el funcionamiento del sistema.
El comercio internacional se realiza con diferentes monedas nacionales, que están ligadas por los precios relativos llamados tipos de cambio. Las transacciones entre monedas de distintos países se realizan en el mercado de cambios ó divisas. En este mercado se lleva a cabo el cambio de moneda nacional por monedas de los países con los que se mantienen relaciones económicas, originándose un consenso de ofertas y demandas de moneda nacional a cambio de monedas extranjeras. En el mercado de divisas, la demanda de nuestra moneda procede de extranjeros que desean comprar nuestros bienes, servicios e inversiones; la oferta de nuestra moneda proviene de conciudadanos que quieren comprar bienes o activos financieros extranjeros. La relación entre estas ofertas y demandas determinan el tipo de cambio.Un descenso del precio de mercado de una moneda es una depreciación; un aumento de su valor es una apreciación. En un sistema en el que los gobiernos tienen unos tipos de cambio oficiales, una bajada del tipo de cambio oficial se denomina devaluación, mientras que un aumento se denomina sobre valuación.
El elemento fundamental del Sistema Monetario Internacional son los mecanismos por medio de los cuales se fijan los tipos de cambio. En los últimos años, los países han utilizado uno de los tres grandes sistemas de tipos de cambio siguientes:
a). Un sistema de tipos de cambios flexibles o fluctuantes, en el que los tipos de cambio son determinados enteramente por las fuerzas del mercado.
b). Un sistema de tipos de cambio fijos.
c). Un sistema híbrido de tipos de cambio 'dirigidos', en el que el valor de algunas monedas fluctúa libremente, el valor de otras es el resultado de la intervención del Estado y del mercado y el de otras es fijo con respecto a una moneda o a un grupo de monedas.
El sistema del patrón-oro clásico
Este sistema fue dominante en el período 1880-1913. En él, los países expresaban su moneda en una cantidad fija de oro, estableciendo así unos tipos de cambio fijos entre
los países acogidos al patrón-oro.
Desde el punto de vista teórico, se lo consideraba un sistema totalmente automático y que no necesitaba de medidas gubernamentales, nacionales o de la cooperación internacional para su correcto funcionamiento.
adolecía de serios inconvenientes:
Beneficiaba a los países poseedores de oro, que son los que en un principio podían
emitir dinero en cantidades abundantes.
Estimulaba el desequilibrio inicial entre países que tenían oro y los que no lo tenían; aunque con el tiempo el sistema tendió a ajustarse al ir adquiriendo dicho metal estos últimos países.
La cantidad de dinero en circulación estaba limitada por la cantidad de oro existente. No había más cantidad de dinero que la cantidad de oro. En un principio el sistema funcionaba, la masa monetaria (M) era suficiente para pagar las transacciones internacionales que se realizaban, pero a medida que el comercio y las economías nacionales se fueron desarrollando, M se volvió insuficiente para hacer frente a los cobros y pagos derivados de dichas transacciones.
La falta de liquidez provocaba un aumento de la deflación y de los desequilibrios que afectaban a cada economía nacional.
Esta es la razón por la que el sistema evolucionó, hacia otro denominado sistema de patrón de cambios-oro o conocido también como patrón-oro-esterlina.
Sistema de patrón de Cambio -Dólar:
Comenzó el colapso de la economía norteamericana
"Estamos en un período de depresión global causado por el sector de hipotecas de riesgo", expresó Jacques Tissier, gestor de fondos de Stratege Finance el 10 de agosto de 2007 en París. Depresión que hace parte del cambio de época que vivimos, cuya manifestación más fidedigna es la muerte del patrón dólar, defunción similar a la acaecida en 1971 con el patrón dólar oro y en 1930 con la del patrón oro. Prevalece, sin embargo, el falso e ingenuo supuesto de que los gobernantes y la banca siempre lograrán balancear la economía.
Aunque advertida desde hace tiempo por muchos especialistas, la depresión global es oficial desde el pasado mes de junio: Robert Samuelson y Steven Pearlstein lo anunciaron el 13 de junio de 2007 en las páginas del Washington Post, uno de los medios más destacados de la elite monetaria estadounidense: "El colapso de la economía norteamericana ha comenzado".
Circunstancia económica facilitada por la burbuja inmobiliaria (pieza maestra de la desastrosa estrategia económica de la actual administración de los Estados Unidos), la avalancha de gastos militares, al tiempo que las reducciones fiscales autorizados por esta misma administración. Triada económica que en una primera instancia empujaron hacia delante su economía, inflando al mismo tiempo un consumo respaldado no en su desarrollo productivo sino en las importaciones. Su resultado final: una deuda externa cada vez más gigantesca.
Las cifras son asombrosas: las deudas con el exterior de la mayor economía del mundo, trepaban en 2007 a 10 millones de millones de dólares. Pero hay más. A este endeudamiento se suma el proveniente de créditos fáciles, en especial los destinados a bienes y raíces. Los precios pagados por las compañías y la deuda entablada por las empresas para adquisiciones son fabulosas, de manera que para finales de 2006 la deuda total estadounidense (pública, empresarial y personal) llegaba a los 48 millones de millones de dólares: más de tres veces el PBI norteamericano y superior al Producto Bruto Mundial (PBM).
En los últimos tiempos, las deudas privadas y públicas ascendieron sin cesar no solo en EE.UU. sino en todo el mundo. La deuda pública y privada mundial, sumaba en 2001 unos 60 millones de millones de dólares, o sea el 150 por ciento del PBM, y no ha dejado de crecer. EEUU, sin embargo, debía más de la mitad de ese dinero. A su vez, la mitad de la deuda pública norteamericana es a favor de extranjeros. Acreencias en dólares, como reservas internacionales. Este escenario implica una insostenible hipoteca sobre el futuro, a la par que una amenaza de una nueva depresión a escala mundial. La ola de pánico, por el imprevisible efecto que pueda tener la crisis hipotecaria, constructora e inmobiliaria en marcha en los Estados Unidos sobre la economía nacional, europea y global, alcanzó en este agosto los mercados financieros mundiales. Así lo evidencian las importantes caídas en las bolsas.
Los bonos del Tesoro, considerados en otro tiempo como garantía de seguridad, se encuentran bajo creciente presión. La reacción a la crisis, por parte de los bancos centrales de todos los países, fue común: ofrecer fuertes inyecciones de dinero para insuflar mayor liquidez a bancos y mercados monetarios. Es cierto que los bancos centrales pueden intervenir para superar crisis económicas, y así lo han hecho en el pasado, pero no pueden evitar las crisis ni soslayar un agotamiento en la propia racionalidad económica vigente. Hoy en día ni los bancos, ni aún los bancos centrales, parecen contar con una visión clara de qué institución crediticia u otro servicio financiero será el próximo en descubrir pérdidas en bonos de alto riesgo. Ya nadie confía en nadie. La rueda de rumores en Wall Street, y en los mercados financieros internacionales, cobra víctimas cada día.
Los temores en todo el mundo no son gratuitos. Una nueva recesión mundial, en una era de globalización caracterizada por el predominio del capital especulativo al debe, sería tan profunda que generaría una crisis sistémica. En Estados Unidos hay cerca de 10.000 millones de dólares en créditos hipotecarios, de los cuales alrededor de un tercio tienen una calidad de solvencia mala o insuficiente. El mercado de la construcción y todas las ramas asociadas representan casi un cuarto de toda su economía. Los consumidores locales, cuyo gasto soporta casi dos terceras partes de la economía de su país, se tornan conscientemente retraídos.
Esta situación se refleja no sólo en la brutal caída de los precios inmobiliarios (vea gráfico abajo) y en la peor contracción en la historia del mercado de la construcción, sino también en las cifras de facturación del comercio minorista y los malos resultados de la industria automotriz. En otras palabras, la economía productiva ya se encuentra hace rato en recesión. La venta al detalle cayó al 1% al mes a mediados de 2007 en tanto que la venta de repuestos de automóviles cayó en un 3%. La venta de autos en el último año cayó drásticamente en EEUU. General Motors vio caer sus ventas en un 19%, Ford en 17%. Incluso las marcas extranjeras perdieron terreno en EEUU. Las ventas de Toyota bajaron en un 3.5% y las de Honda en un 3% (3). No es casual que se asegure, por tanto, que nos encontramos ad portas de una recesión de la economía de Estados Unidos y ante el punto de inflexión de la fase de impacto de la crisis sistémica.
Circunstancia que provocaron falta de liquidez
Los países comienzan a producir bienes y servicios.
Las fuertes fluctuaciones experimentadas en los tipos de cambio de algunas monedas europeas.
La desviación de los recursos para cubrir los gastos generados por conflictos internacionales.
Derechos Especiales de Giro (DEG)
Los derechos especiales de giros son definidos en términos de una canasta de monedas fuertes utilizadas en el comercio internacional y las finanzas. En la actualidad, las monedas en la canasta son el euro, la libra esterlina, el yen y el dólar estadounidense. Antes de la introducción del euro en 1999, el marco alemán y el franco estaban incluidos en la canasta. La cantidad de cada moneda que hacen un DEG son escogidas en acuerdo con la importancia relativa de la moneda en el comercio y las finanzas internacionales. La determinación de las monedas en la canasta del DEG y sus cantidades son realizadas por el comité ejecutivo del Fondo Monetario Internacional cada quinquenio.
Las cantidades exactas de cada moneda en la canasta y sus relativas contribuciones aproximadas al valor de un DEG, tanto antes como ahora, son las siguientes:1
¿Por qué se creó el DEG y para qué se usa en la actualidad?
El derecho especial de giro (DEG) fue creado en 1969 por el FMI para apoyar el sistema de paridades fijas de Bretton Woods. Los países que participaban en este sistema necesitaban reservas oficiales -tenencias del gobierno o el banco central en oro y monedas extranjeras de amplia aceptación- que pudiesen ser utilizadas para adquirir la moneda nacional en los mercados cambiarios mundiales, de ser necesario, a fin de mantener su paridad cambiaria. Pero la oferta internacional de dos activos de reserva fundamentales -el oro y el dólar de EE.UU.- resultaba inadecuada para apoyar la expansión del comercio mundial y el desarrollo financiero que estaba teniendo lugar. Por consiguiente, la comunidad internacional decidió
crear un nuevo activo de reserva internacional con el auspicio del FMI.
Sin embargo, pocos años después, el sistema de Bretton Woods se derrumbó, y las principales monedas pasaron a un régimen de tipo de cambio flotante. Además, el crecimiento de los mercados internacionales de capital facilitó el endeudamiento de los gobiernos solventes.
Ambos fenómenos redujeron la necesidad del DEG.En la actualidad, la importancia del DEG como activo de reserva es limitada y su principal función es la de servir como unidad de cuenta del FMI y de otros organismos internacionales. El DEG no es ni moneda ni activo frente al FMI. Más bien representa un activo potencial frente a las monedas de libre uso de los países miembros del FMI. Los tenedores de DEG pueden obtener estas monedas a cambio de sus DEG mediante dos operaciones: primero, la concertación de acuerdos de canje voluntario entre países miembros y, segundo, la designación, por parte del FMI, de países miembros con una sólida situación externa para que compren DEG a países miembros con una situación poco firme.
El Banco Mundial
Abreviado como BM (en inglés: WBG World Bank Group) es uno de los organismos especializados de las Naciones Unidas. Su propósito declarado es reducir la pobreza mediante préstamos de bajo interés, créditos sin intereses a nivel bancario y apoyos económicos a las naciones en desarrollo. Está integrado por 185 países miembros. Fue creado en 1944 y tiene su sede en la ciudad de Washington, Estados Unidos.
En 1944, en el marco de las negociaciones previas al término de la Segunda Guerra Mundial, nace lo que a la fecha se conocería como el sistema financiero de Bretton Woods (llamado así por el nombre de la ciudad en New Hampshire, sede de la conferencia donde fue concebido) integrado por dos instituciones, fundamentales para entender las políticas de desarrollo que tuvieron lugar a partir de la segunda mitad del siglo XX: el Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo (BIRD) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Concebido el primero, en un principio, con el fin de ayudar a las naciones europeas en la reconstrucción de las ciudades durante la posguerra, poco a poco fue ampliando sus funciones, creándose más organismos que funcionarían paralelamente a este, integrando lo que hoy conocemos como el Grupo del Banco Mundial (GBM).
La organización tiene oficinas en 109 países y más de 10.000 empleados en nómina (entendidos como personal "staff", y aproximadamente otros 5000 que sirven de manera temporal o como consultores) El monto de la asistencia del Banco Mundial a los países en desarrollo para el año 2002 fue de 8.100 millones de dólares estadounidenses y 11.500 millones adicionales en créditos otorgados para un período de 35 a 40 años, con 10 años adicionales de gracia.
El Grupo del Banco Mundial está integrado por:
El Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF, 185 países miembros). Creado en 1945, tiene como objetivo lograr la reducción de la pobreza en los países en vías de desarrollo y de mediano ingreso con capacidad crediticia, brindándoles asesoría financiera en materia de gestión económica. Sin duda alguna es la principal rama del GBM, debiéndose pertenecer a él para poder ser miembro de cualquiera de los siguientes organismos.
La Asociación Internacional de Fomento (AIF, 166 países miembros). Creada en 1960, sus miembros son quienes realizan aportaciones que permiten que el Banco Mundial (BM) proporcione entre 6,000 y 7,000 mdd anuales en crédito, casi sin intereses, a los 78 países considerados más pobres. La AIF juega un papel importante porque muchos países, llamados "en vías de desarrollo", no pueden recibir financiamientos en condiciones de mercado. Esta proporciona dinero para la construcción de servicios básicos (educación, vivienda, agua potable, saneamiento), impulsando reformas e inversiones destinadas al fomentar el aumento de la productividad y el empleo.
La Corporación Financiera Internacional (CFI, 179 países miembros). Creada en 1956, esta corporación esta encargada de promover el desarrollo económico de los países a través del sector privado. Los socios comerciales invierten capital por medio de empresas privadas en los países en desarrollo. Dentro de sus funciones se encuentra el otorgar préstamos a largo plazo, así como dar garantías y servicios de gestión de riesgos para sus clientes e inversionistas.
El Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (OMGI, 171 países miembros). Creado en 1988, este organismo tiene como meta promover la inversión extranjera en países subdesarrollados, encargándose de otorgar garantía a los inversionistas contra pérdidas ocasionadas por riesgos no comerciales como: expropiación, inconvertibilidad de moneda, restricciones de transferencias, guerras o disturbios.
El Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI, 143 países miembros). Creado en 1966. El CIADI tiene como meta principal cuidar la inversión extranjera en los países, al proporcionar servicios internacionales de conciliación y arbitraje de diferencias, relativas ese rubro. Esta institución cuenta con una fuerte área de investigación que publica temas sobre legislación internacional y nacional (de acuerdo al país), en materia de inversiones.
La CFI y el OMGI, cuentan a su vez con la Oficina del Ombudsman y Asesor (CAO *) que tiene funciones de asesoría independiente y de atención de las reclamaciones formuladas por comunidades afectadas.
¿PARA QUÉ SIRVE EL BANCO MUNDIAL?
En una economía mundial cada vez más interconectada y en rápida evolución, el Banco Mundial ofrece a más de 100 países en desarrollo y países en transición, préstamos, asesoramiento y una variedad de recursos adaptados a sus necesidades. Lo hace en una forma que permite obtener el máximo de beneficios y amortiguar el impacto para los países más pobres a medida que aumenta su participación en la economía mundial.
El Banco Mundial utiliza sus fondos y su personal, y coordina sus actividades con otras organizaciones, para guiar a cada país en desarrollo en particular hacia una vía de crecimiento estable, sostenible y equitativo. Su objetivo principal es ayudar a la población más desfavorecida de los países más pobres, pero para todos sus países clientes el Banco hace hincapié en la necesidad de:
Invertir en las personas, especialmente a través de servicios básicos de salud y educación
Proteger el medio ambiente
Prestar apoyo al sector privado y alentar su desarrollo
Reforzar la capacidad de los gobiernos de suministrar servicios de buena calidad, en forma eficiente y transparente
Promover reformas orientadas a la creación de un entorno macroeconómico estable, favorable a las inversiones y la planificación a largo plazo.
"Lo que nosotros podemos hacer como comunidad que se ocupa del desarrollo es ayudar a los países – proporcionando financiamiento, sin duda; pero, lo que es aún más importante, entregando conocimientos y comunicando las enseñanzas adquiridas acerca de las dificultades y la forma de abordarlas…"
James D. Wolfensohn, Presidente, Banco Mundial.
Un mundo interdependiente
El mundo de hoy es una economía mundial en rápida evolución y estrechamente interrelacionada. Lo que acontece en un país o una región puede producir efectos inmediatos en la estabilidad financiera, la salud humana, la salud ambiental y la estabilidad política de otros países. Por ejemplo:
La inestabilidad de la bolsa de valores de una nación se puede hacer sentir en cuestión de minutos en otros mercados de todo el mundo porque las nuevas tecnologías y comunicaciones han acelerado enormemente la velocidad de transmisión de la información.
La afluencia de capitales puede transformarse en salida de capitales casi instantáneamente, debido a que los mercados son sensibles a los acontecimientos políticos y económicos.
El mejoramiento de los niveles de vida y el crecimiento económico en las economías en desarrollo y en transición afectan directamente a los países más ricos, pues crean mercados para las exportaciones y las inversiones.
La destrucción del medio ambiente, las enfermedades, las corrientes de refugiados y otras consecuencias de la pobreza extrema no conocen fronteras.
¿PARA QUE SIRVE EL FMI?
Para poder comprarle o venderle algo a otro país, hay que solucionar un problema fundamental: el comprador tiene que poder cambiar la moneda de su país por la moneda del país del vendedor. Como en vez de hablar de "moneda extranjera" se suele usar el término "divisa" en el comercio internacional, esa transacción se conoce como un "cambio de divisas". Cada divisa, ya sea el quetzal guatemalteco o la peseta española, tiene un valor determinado en función de otra divisa. A ese valor es lo que llamamos "tipo de cambio" o "tasa de cambio". Si no hubiera una oferta constante de divisas en cada país y si los tipos de cambio no fueran relativamente estables, el comercio mundial se reduciría enormemente. Por ejemplo, no tendrías oportunidad de escuchar una radio fabricada en Asia ni de comer manzanas de Nueva Zelandia.
El Fondo Monetario Internacional se creó hace 50 años para que las divisas pudieran circular con más libertad y facilidad entre los países miembros. Lo que hace ahora es ayudar a los países miembros a que tengan siempre suficientes divisas para poder seguir haciendo negocios con el resto del mundo.
Ahora te invitamos a que nos sigas a un mundo imaginario en el que el FMI no existe. Allí encontrarás un país en desarrollo que sufre una escasez de divisas y del cual te haremos empresario. Pronto verás lo difícil que es hacer negocios con otros países sin un FMI que pueda ayudar a solucionar una crisis de divisas.
Banco Internacional de Desarrollo
El BID trabaja directamente con los países para combatir la pobreza y fomentar la equidad social por medio de programas adaptados específicamente a la coyuntura local. Con la participación de los gobiernos y el sector privado, procura lograr un crecimiento económico sostenible, aumentar la competitividad, modernizar las instituciones públicas y fomentar el libre comercio y la integración regional.
El BID concede préstamos a gobiernos nacionales, provinciales y municipales y a instituciones públicas autónomas. Las organizaciones de la sociedad civil y las empresas privadas también pueden recibir financiamiento del Banco.
Desde 1959 el BID ha aprobado proyectos por un monto de US$168.000 millones, movilizando más de US$375.000 millones en inversiones. Las actividades del Banco abarcan toda la gama del desarrollo socioeconómico en América Latina y el Caribe, con énfasis en programas que benefician a las personas de bajos ingresos. El BID financia proyectos tanto en el sector público como en el privado.
En los préstamos para el sector público, si bien el énfasis varía según las necesidades que van surgiendo en la región, las prioridades actuales incluyen apoyo para la competitividad, la reducción de la pobreza, la modernización del Estado y la integración regional.
El Grupo BID ofrece financiamiento para proyectos del sector privado a través de su Departamento de Financiamiento Estructurado y Corporativo, así como también por medio de la Corporación Interamericana de Inversiones y el Fondo Multilateral de Inversiones.
Por otro lado, los 26 miembros prestatarios del BID poseen en conjunto el 50.02% del poder de voto en el directorio y se dividen en 4 grupos de acuerdo al porcentaje máximo de financiamiento que pueden recibir:
Grupo A:: Argentina, Brasil, México y Venezuela. Porcentaje máximo de financiamiento: 60 %
Grupo B:: Chile, Colombia y Perú. Porcentaje máximo de financiamiento: 70 %
Grupo C:: Bahamas, Barbados, Costa Rica, Jamaica, Panamá, Surinam, Trinidad y Tobago y Uruguay. Porcentaje máximo de financiamiento: 80 %
Grupo D:: Belice, Bolivia, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Nicaragua y Paraguay. Porcentaje máximo de financiamiento: 90 %
Los países miembros que son 48 se clasifican en dos tipos: miembros no prestatarios y miembros prestatarios. Los miembros no prestatarios son 22 en total y no reciben financiamiento alguno pero se benefician de las reglas de adquisiciones del BID, pues sólo los países miembros pueden procurar bienes y servicios a los proyectos financiados por el banco. Entre los no prestatarios figuran los países miembros de la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá, Japón, Israel, Croacia y Suiza.
Países Nuevos en el BID.
China ingreso como nuevo miembro no prestatario, esta decisión fue tomada en Colombia donde se llevo a cabo la 50 Reunión Anual de la Asamblea de Gobernadores del BID.
Fondos de inversión latinoamericanos: una inversión rentable, pese a los altibajos políticos y económicos.
La bolsa de fondos es un mercado donde se comercializan valores cuyo costo es un balance entre oferta y demanda comerciales. La función principal de la bolsa de fondos es dejar atraer capitales de inversión para las empresas públicas y gobierno lo que se hace con la venta de valores. También la bolsa de fondos cumple una función de mercado secundario y permite vender papeles de valor unos a otros inversionistas comprometiéndose un cierto nivel de liquidez y bajos riesgos para inversión. La liquidez del mercado es menos que en FOREX. Dinero es dinero y es poco probable que Inglaterra o Japón digan que las monedas oficiales de sus países dejen de ser válidas, por lo tanto la liquidez de monedas más importantes del mundo son unos 100% no obstante una quiebra de empresa comercial sí es una cosa muy probable.
El sistema monetario europeo
Un avance verdaderamente importante de los arreglos monetarios internacionales comenzó en marzo de 1979 con la instalación del Sistema Monetario Europeo (SME). Este sistema nació de la flotación conjunta de las seis monedas principales europeas frente a otras divisas.
El primer paso clave del SME fue la creación de una nueva unidad monetaria, el ECU (European Currency Unit), que define los tipos de cambio centrales de las divisas de los países miembros de la Comunidad Europea.
El SME se formó para fomentar una mayor estabilidad cambiaria en Europa y generar un crecimiento económico más estable y equilibrado, con una base más firme. Aunque los tipos de cambio centrales han variado de vez en cuando, en general se considera que el sistema ha alcanzado sus objetivos en cierta medida. Como la mayor estabilidad cambiaria.
Tenía 3 objetivos fundamentales:
estabilizar los tipos de cambio para corregir la inestabilidad existente,
reducir la inflación y
preparar mediante la cooperación la unificación monetaria europea.
Los elementos básicos de este Sistema son tres:
El ECU: se trataba de una moneda compuesta (o cesta de monedas) formada por porcentajes determinados de cada una de las monedas participante establecidos en función de la aportación del país respectivo al PNB de la Comunidad y a los intercambios comunitarios. El valor de la cesta se calculaba multiplicando el peso atribuido a cada moneda por su tipo de cambio con respecto al ecu.
Es una moneda que se utilizaba concretamente para especificar el presupuesto comunitario, no siendo moneda de curso legal. Servía de medio de pago y reserva de los bancos centrales.
Un mecanismo de tipos de cambio e intervención (MTC): es el núcleo básico del SME. El MTC establecía para cada una de las monedas un tipo central de cambio del ecu (pivote central), y unos tipos de cambio centrales o paridades fijas de cada moneda respecto a las restantes (pivotes laterales).
Alrededor de la parrilla de paridades, formada por todos los tipos de cambio bilaterales, debían estabilizarse los distintos tipos de cambio de las monedas participantes, estando los bancos centrales comprometidos a intervenir para intentar mantener a sus monedas siempre dentro del margen de fluctuación establecido.
Fondo Europeo de Cooperación Monetaria (FECOM): creado en octubre de 1972 y cuyas funciones principales eran:
facilitar las intervenciones en los mercados de divisas,
efectuar las liquidaciones entre los bancos centrales y
gestionar las facilidades de crédito a corto plazo asociadas al SME.
¿Por qué?
El euro será la moneda legal de los países que participan en la tercera fase de la UME. La denominación EURO fue adoptada en el Consejo Europeo de Madrid en diciembre de 1995 a propuesta de Alemania, ya que se consideraba conveniente sustituir la expresión ECU (European Currency Unit) por otra palabra fácilmente pronunciable en las distintas lenguas de la UE. Este cambio de denominación afecta al TCE que se refería al ECU como unidad monetaria europea, y por ello los 15 países miembros de la UE establecieron en la cumbre de Madrid que la palabra EURO constituye una interpretación válida del ECU que aparecía en el Tratado.
La existencia del Euro como moneda única favorece al mercado único, y si bien es cierto que no es imprescindible para su funcionamiento, le proporciona ventajas tales como:
mayor seguridad en el comercio y en las relaciones internacionales al reducir los riesgos que provocan las fluctuaciones de los tipos de cambio entre las diferentes monedas,
reducción de los costes de las transacciones dentro de la UME,
mayor transparencia en el mercado, lo que motiva la competencia entre empresas,
mayor estabilidad macroeconómica mediante la armonización de la política monetaria y de los tipos de interés y
desaparición de las presiones especulativas frente a otras monedas debido a la importancia del Euro con respecto a las monedas a las que sustituye.
La importancia del Euro como moneda única se basa en su alcance, que afecta a todos los agentes económicos de los países que acceden a la tercera fase de la UME y en que es una moneda con influencia en el resto de países, incluidos los que no forman parte de la UE.
Ventajas e Inconvenientes:
En sentido general podemos afirmar que la UME aporta beneficios netos para el área euro en su conjunto aunque el reparto de esos beneficios dependerá de cómo se adapten los distintos países y sus agentes a la nueva situación.
Como ventajas de la UME se pueden establecer entre otras:
la disminución de costes en las transacciones con los países de la zona euro,
la reducción del grado de incertidumbre de las monedas de cada uno de los países respecto al tipo de cambio, que debería mejorar la calidad de la información sobre la cual tanto consumidores como empresas tomasen sus decisiones,
una mayor transparencia de precios cuando todos los bienes sean marcados en euros, que provocará un incremento de la competencia en el mercado único,
el fomento de la integración económica que llevará a unas finanzas europeas más eficientes,
mayor estabilidad de los precios,
la moneda única será moneda internacional de reserva,
si el BCE mantiene la inflación bajo control, ello contribuirá a una mayor eficiencia económica y
ventajas tanto en política exterior y seguridad común como en la cooperación en los ámbitos de justicia e interior.
En general, se puede decir que el objetivo principal de la UEM, el conseguir la estabilidad de precios, puede suponer grandes beneficios para las empresas que logren controlar sus costes de producción, para las Administraciones Públicas, (ya que con el control del déficit disminuirá su presión fiscal), y para los consumidores, que verán ampliada su oferta de productos y servicios con menores precios debido a la mayor competencia, y a quienes les será más barato solicitar un crédito y viajar por los países de la zona euro al no tener que hacer frente a los costes del cambio de monedas.
Pero junto a las ventajas, también se observan inconvenientes en la UME tales como:
imposibilidad de realizar políticas monetarias a nivel nacional, con lo cual cada Estado, de manera individual no podrá alterar los tipos de cambio para responder a crisis económicas temporales ni modificar de modo unilateral los tipos de interés nacionales,
necesidad de limitar sustancialmente a nivel nacional el uso de políticas fiscales expansivas y
probabilidad de la existencia de problemas de desempleo en algunas zonas que serían difíciles de combatir por la pérdida de soberanía en política monetaria, siendo necesario entonces introducir algún tipo de transferencias entre las zonas más ricas y las más desfavorecidas de la UEM, para intentar lograr una convergencia real de los Estados miembros, básicamente a través de los Fondos de Cohesión.
Mercados Financieros Internacionales
Mercado De Divisas
El mercado de divisas es el lugar en que se intercambian las monedas de los diferentes países y en el que se determinan los tipos de cambio. Es, en efecto, el intercambio de divisas, pero este intercambio se realiza derivado del intercambio comercial que se realiza entre los países del mundo. El factor principal que determina el valor de una moneda frente a otra, es el intercambio comercial realizado entre los dos países emisores de una moneda. Un mercado es la constelación de demanda y oferta dominante en el mismo. Es fácil determinar quienes son los actores en este mercado.
Tipos De Cambio En El Mercado De Divisas
Existen tres maneras de establecer el tipo de cambio o paridad de una manera frente a otra. Estos tres tipos son: el fijo, el flexible y el manejado.
1. cambio fijo:
Cuándo el tipo de cambio es fijo, el gobierno (que actúa cómo regulador a través de su Banco Central) establece la paridad de su moneda frente a otra, y el Banco Central deberá tomar todas las medidas necesarias para mantenerlo. Por ejemplo, con el establecimiento del FONDO MONETARIO INTERNACIONAL, los valores nominales de las monedas de los países miembros fueron definidas en términos de oro. Durante años el precio oficial del oro en dólares fue de $35 la onza. Con el precio oficial del oro en Inglaterra de 14.58 libras esterlinas por onza, la tasa oficial de cambio dólar-libra fue de US2.40 por libra. Al utilizar el patrón oro, la manera utilizada durante décadas para establecer los tipos de cambio, sobre todo antes de que el comercio internacional ejerciera la influencia de hoy en día, los valores de las monedas nacionales definidas en términos de oro también determinaban sus valores relativo. El patrón oro constituye el ejemplo más claro del sistema de tipos de cambio fijos. Tienen tres rasgos distintivos o reglas.
El gobierno fija el precio del oro y, por lo tanto, el valor de su moneda. El valor paritario del oro es su precio en la moneda fijado por el gobierno. El gobierno mantiene la convertibilidad de la moneda nacional en oro. Es decir, compra o vende automáticamente la moneda nacional a cambio de oro al valor paritario. El gobierno sigue una política de respaldo del oro o cobertura al 100%. Sigue siendo importante en este mecanismo el establecer un equilibrio entre la entrada y la salida de capital (manera de expresar el movimiento de oferta y demanda de la moneda local), para poder mantener un tipo de cambio fijo.
Actualmente existen economías con tipos de cambio fijos, pero ya no basadas en el patrón oro, sino ligado el valor de su moneda a la más fuerte del mundo, como lo es de hecho el dólar norteamericano. El caso de Argentina es el más claro. Bajo el patrón oro la moneda local se encontraba respaldada por una cantidad del metal. Bajo el patrón dólar, la moneda local se encuentra respaldada por una cantidad de dólares americanos, y se encuentra en circulación (masa monetaria) en la economía Argentina solo la cantidad que el país conserva de dólares americanos.
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