Introducción
La problemática de cómo interpretamos la Escritura, en nuestra denominación, y por los mismos ministros, preparados para ello, es un hecho. Presento un desafío, como estudiante, aunque ya conocedor del hecho desde que formé partre del movimiento adventista, allá por el año 1989.
Soy consciente del problema, y amigo de la "sana doctrina", pero no creo que debamos cerrar los ojos ante un problema que adquiere consecuencias eclesiásticas y antropológicas. Mientras seguimos mirando, observando,juzgando las conductas de los demás, de forma osada y en ocasiones, de forma cruel, muy alejada del evangelio de Jesús, la Iglesia trata de hacerse camino, planteando un problema de crecimiento y de estructura.
Se trata de algo que se viene evidenciando desde 1957, cuando se publicó "Question and Doctrines"[1] y quedó en evidencia la profunda división que existía en la visión de algunos temas claves como la naturaleza de Cristo y la eclesiología… Allí comenzó Andreasen[2]a publicar escritos en contra de la iglesia, el más representativo fue "Cartas a las iglesias", que aún circula traducido en varios idiomas. Desde allí, el abismo se fue ensanchando hasta llegar al día de hoy con una profunda división que muchos no tienen ni idea que existe. Pohler, un teólogo alemán hizo su tesis doctoral evidenciando este problema, se la dirigió el Dr. Dederen, y casi le costó que no le permitieran defenderla, la publicó en dos tomos Brill Hay mucho material, casi nada en nuestras casas editoras, pero si en tesis y papers, que revelan la profunda división hermenéutica que la iglesia tiene. Cuando en 1996, después del Concilio Anual, se hizo el documento "Estudio de la Biblia", en alguna medida fue para tomar una postura oficial, sin embargo, como siempre pasa algunas secciones de ese documento fueron escrito en un lenguaje "ambiguo" y "políticamente correcto", así que varios de sus pasajes son interpretados de acuerdo al lente con el que se lea.. El 2009, el BRI[3]publicó, con la edición del Dr. A. M. Rodriguez el primer tomo de un texto que sienta las bases de la hermenéutica adventista, pero, ese texto duerme el sueño de los justos en bibliotecas de teólogos y eruditos, porque no se ha traducido en ningún otro idioma, y la gran masa de la iglesia, no tiene ni idea… En muchos sentidos, la mayoría de la hermanandad es pro Andreasen, sin saber que esa no es la posición oficial de la iglesia. [4]
Es por tanto un tema de calado actual y en el que todos deberíamos estar implicados, de esto mismo pueden depender nuestra identidad denominacional.[5]
El problema hermenéutico
Definiendo La Hermenéutica:
Antes de considerar el objeto de éste trabajo, debemos definir Hermenéutica: El estudio de cómo interpretar la Biblia de manera tal de ser fiel a su significado original y también relevante respecto a las cuestiones de hoy. Se trata, pues, de la ciencia que tiene que ver con las leyes y principios de la interpretación y explicación de la Biblia.[6]
El mayor problema de toda disciplina es la Hermenéutica.[7] En la filosofía Gadamer, o Habermas ya denunciaron el problema.
"Era necesario hacer que los conceptos griegos nos hablaran de nuevo. Si simplemente traducimos y repetimos esos conceptos griegos no descubriremos nada en ellos. Si, por ejemplo, decimos placer en vez de hedonê, nos equivocamos al comprender que la vida debe escoger entre placer o conocimiento como lo más alto. Todo lo que se conecta con la vida dulce o cómoda parece incluirse bajo el nombre de placer griego. Pero desde el momento en que empezamos a hacer distinciones entre placer y felicidad estamos en la problemática del diálogo socrático"[8]
Si consideramos que la hermenéutica es una ciencia, y que está sometida a unas leyes de interpretación y explicación, el sujeto que pretenda interpretar la Escritura, debe estar sometido a esas reglas de estudio. Por lo tanto, ¿Puede entonces cualquier persona interpretar la Escritura? O incluso, ¿Puede una denominación concreta hacerlo de forma institucional?[9] En la antropología, Levi-Straus, o Mead. Del mismo modo en la psicología, Foucault, o Jung. Del mismo modo en otras disciplinas. El debate es oportuno.
No es mi deseo, estudiar la exégesis, ni profundizar sobre el campo hermenéutico, porque mi objetivo es exponer la problemática antropológica, que desde el ser humano, en su encuentro con el texto, llega a conclusiones diferentes, dentro de una misma denominación, y el problema actual, en nuestra Iglesia, en la que muchos están percibiendo una institucionalización que abandona o mitiga el texto bíblico.
Mi objetivo, es estudiar el problema de la hermenéutica adventista y proponer algunas soluciones. Desde la antropología, encuentro que existen grupos dentro de nuestra denominación, estudiados estructuralmente, que ven situaciones de formas diversas, y mi preocupación consiste en analizar el límite, entre la antropología cultural y la hermenéutica bíblica. Veamos los siguientes colectivos:
1.2 Definiendo grupos Hermenéuticos
ADVENTISTAS LIBERALES: Este grupo es sobre todo centralizado en el sur de California, pero se pueden encontrar casi en cualquier parte del mundo. Estos son los adventistas que han aceptado el concepto liberal cristiano, donde casi todo vale. No se acerca a la interpretación literal de las Escrituras, desde Génesis hasta los Evangelios, así como el resto del Nuevo Testamento. La escritura es considerada como una colección de mitos o historias y exageraciones históricas usadas para enseñar lecciones morales. Algunos pueden tener otros libros antiguos gnósticos, en el mismo nivel de importancia de la Biblia. Ellos no creen en el relato de la creación literal, las inundaciones en todo el mundo, o milagros, incluyendo la resurrección de Jesús. Muchos han aceptado la evolución de alguna forma en sus sistemas de creencias. Las creencias pueden ir desde que no hay vida después de la muerte hasta el universalismo. La homosexualidad es aceptada como una alternativa de estilo de vida. Elena G. de White no significa nada para ellos y la han descartado. Se puede disfrutar de los servicios religiosos de diversos tipos o ninguno en absoluto. A menudo se llaman a sí mismos agnósticos cristianos o cristianos agnósticos, muchos adventistas liberales han conservado es el sábado. Casi todos asisten a las películas de cualquier clase, llevar joyas, comer carne, tomar café, algunos participan de los alimentos impuros, bebidas alcohólicas.[10]
ADVENTISTAS PROGRESIVOS: Altamente preparados, defensores de la lógica, la razón y el método histórico-crítico. Adoptarían, todos los medios modernos de interpretación bíblica disponible. Cuestionan muchos de los fundamentos, sobre todo las doctrinas santuario. Creen en Elena de White, como una mujer de su época, cuyas obras pueden contener material de inspiración que se puede utilizar de una manera pastoral. No como autoridad doctrinal. Algunos sostienen la creación literal, el diluvio y los milagros. Otros ven la historia del Génesis como no-literal y utilizar otros medios como posible explicación. El movimiento post-moderno también puede atribuirse a este grupo. En la comprensión de la filosofía post-moderna, que desean que la iglesia sea relevante en el momento actual y no respecto de la historia y el legado de los pioneros Adventistas como la encarnación de la verdad religiosa. Reguero de pólvora en muchos países europeos.
ADVENTISTAS VISTA: También se encuentran principalmente en el sur de California, área de Loma Linda, este grupo niega que Dios destruirá a los "malvados" en el final. Énfasis en el amor y la misericordia de Cristo a la exclusión de su ira y la justicia. Amargamente de lucha contra la perfección sin pecado, teología de última generación y la creencia en la naturaleza pecaminosa de Cristo. El adventismo es más fácil de practicar y el subgrupo presenta, la cara más aceptable.
ADVENTISTA DE PROTESTANTISMO. Creen que la expiación fue completada en la cruz. Representantes de los Adventistas del pensamiento equilibrado. Tienen puntos de vista realistas de la inspiración y rechazan completamente la inspiración verbal de la Biblia y Elena de White. No creen que ella tenga autoridad doctrinal y que está sujeta a los apóstoles del Nuevo Testamento. Algunos adventistas evangélicos han abandonado Elena G. de White, pero no todos.
ADVENTISTAS MODERADOS: El subgrupo más numeroso con diferencia, lo que constituye la mayoría en los bancos. Las creencias adventistas estándar, evita los extremos y tratan de ser equilibrados. Gran respeto por Elena G. de White, pero sin inspiración verbal ni elevarla por encima de la Biblia. Línea principal de los creyentes que apoyan la misión oficial de la Iglesia con fervor. Estar muy cerca de la política oficial Adventista de la conferencia General.
ADVENTISTAS CONSERVADORES / TRADICIONALES: se oponen a la ordenación de la mujer, el consumo de carne, la justificación por la fe enseñada por Lutero. En muy alta estima de Elena G. de White, en el límite de la inspiración verbal. Reverencia a la ley y los Diez Mandamientos y tienen tendencias hacia la impecable perfección. Muchos están muy involucrados con los Jesuitas, católicos e incluso teorías de conspiración masónica. Acérrimos defensores de los 28 principios fundamentales y amantes de los pioneros. Representación importante en los países del tercer mundo como África y América del Sur. Cifras clave:
ADVENTISTAS ULTRA-CONSERVADORES / TRADICIONALES Adventistas Históricos que representan a la extrema derecha. Creen en la naturaleza pecaminosa de Cristo, la justicia por las obras, tienen un odio hacia el evangelio de la Reforma. Perfeccionistas libres del pecado que creen que Cristo es simplemente el ejemplo que podemos seguir hasta llegar a la condición de Adán antes de la glorificación de la caída. Fuerte énfasis en el estilo tradicional y hacerse digno de pasar la inspección por Jesús. Énfasis estricto en la dieta de reforma, todos son vegetarianos, la mayoría son veganos.
EXTREMISTAS ADVENTISTAS: ministerios independientes: Estrictos en la reforma de la dieta, la reforma de la mente, cualquier reforma que se pueda imaginar. La dieta creen que es un asunto de salvación y de los consumidores de carne se han perdido. Énfasis, en el extremo adventismo histórico y los pioneros. Agenda para purificar a la Iglesia Adventista y volver al adventismo estilo de 1800. Tienen sus propias comunas, escuelas, iglesias, reuniones de campo, deifican a Elena G. de White, todos la han incluido en el canon bíblico. Grupos marginales. Odio a adventismo corporativo y la estructura de la conferencia. Creen que la Conferencia General es la sede de la bestia, llena de infiltrados jesuitas. El odio a las expresiones modernas del adventismo, creen que son los Adventistas únicos y verdaderos, y el resto se pierden. Todos creen que la línea principal de la iglesia está en apostasía y han caído en Babilonia, y por lo tanto, es necesario un llamamiento a la mayor cantidad posible. Muchos utilizan las tácticas de culto en el miedo y el lavado de cerebro para reclutar y retener a sus seguidores.[11]
Problemas hermenéuticos
2.1 Una realidad presente
Nos encontramos ante un desafío de implicaciones eclesiológicas y sociales de enorme calado, si entendemos, que la base de nuestra hermenéutica, es capital, para el funcionamiento de todo un pueblo, que enfrenta unas diferencias antropológicas culturales, que chocan con lo que es una interpretación del texto bíblico que debe unirnos en nuestras diferencias y que no responde a intereses económicos o partidistas.[12]
Definir la disciplina de la hermenéutica, nos permitirá comprender la dimensión del problema antropológico que estamos viviendo en nuestra denominación y que queda reflejado en múltiples casos de actualidad social.[13] Un ejemplo último tiene que ver con el papel de la mujer en nuestra denominación, pero hay otros, así como hubo, tales como la interpretación verbal bíblica, los escritos proféticos, el aborto, la homosexualidad y los homosexuales, las relaciones sexuales, la masturbación, la convivencia previa al matrimonio, y un gran etc.
Considerando que, efectivamente los abandonos en nuestra membresía, casi siempre, o en un alto grado estadístico, obedece a razones más emocionales que doctrinales, no es por esto, óbice para que singularmente, establezcamos una relación entre la interpretación Bíblica y el abandono de la denominación. Existen en el fondo de las interpretaciones sesgadas que tenemos hoy, una mala comprensión de la naturaleza de Cristo, una comprensión jerárquica de la acción de Dios y una tendencia legalista que lleva a negar la gracia efectiva y clara, a un segmento de la cristiandad, tendencia que viene del tiempo de los arrianos y que con el tiempo sólo se ha acentuado.
Algunos creen que, las administraciones, no están buscando ni la verdad bíblica ni la ilustración del pueblo, sólo interesan diezmos y más membresía (para sostener con sus diezmos), porque nos hemos institucionalizado… cualquier cambio no vendrá de la denominación, sino desde las bases de la iglesia…manifiestan indignados.
Como si de una profecía de G.Knight[14]se tratara, en el año 1990, con su comparación del adventismo con el marxismo, artículo polémico, y que no hacía más que repetir algunos reparos que tuvieron Jaime White y Jhon Loubourouhgt[15]al inicio de la denominación: Que llegara un momento donde sólo interesara mantener en pie la denominación, a costa de todo… y hoy, a costa de la Palabra.
Según el estudio que referimos, uno de cada tres miembros dejó la iglesia en los últimos cincuenta años; el apoyo personal es clave para ayudar a los miembros.[16] Se trata de la primera cumbre global dedicada a la retención de los miembros de la Iglesia Adventista está revelando la tasa y las razones por las cuales estos abandonan la denominación. Es la primera vez que se ha puesto énfasis en el tema en forma tan destacada, lo que ha llevado a los líderes de la iglesia a renovar su énfasis, porque si bien es por todos aceptados que las principales razones no son doctrinales sino emotivas, ¿no es del todo, exagerado, pensar que algo tendrá que ver la forma de interpretar comportamientos ajenos y asociarlos a una hermenéutica incorrecta?
La Iglesia Adventista mundial, que ahora tiene casi 18 millones de miembros, ha perdido al menos uno de cada tres adventistas en los últimos cincuenta años. Asimismo, en este siglo, el índice de personas perdidas versus los nuevos conversos es de 43%.
¿Sabemos afrontar los problemas emocionales que se experimentan en las Iglesias de nuestra denominación? Desde el punto de vista antropológico, ¿comprendemos el elemento cultural y de comprensión del texto bíblico? ¿Cómo aplicamos la doctrina en la esfera de la intimidad del otro? Es decir, el elemento cultural es de suma importancia y sería muy oportuno evaluarlo desde la hermenéutica. Un ejemplo, la palabra "pez" no tendrá el mismo valor aquí, que en Groenlandia, entonces, la oración del padre nuestro y el pan cotidiano, ¿podría sustituirse por el pez de cada día? ¿Perdería significado el texto? Entonces, ¿valoramos ésta herramienta a la hora de disciplinar la hermenéutica?
La única esperanza es aplicar criterios interpretativos que consideren: 1. Contexto histórico y cultural. 2. Que consideren la lengua original. 3. Que se entienda que DIOS NO DICTÓ la Biblia, por lo tanto, el instrumento es imperfecto en forma (no en fondo).
El problema no adquiere la misma dimensión en diferentes partes del globo. No hay unanimidad respecto al texto sagrado. Por ejemplo, Los que perciben éste problema hermenéutico de base, ¿pueden convertirse en un peligro para el sistema? Algunos consideran que, es un sistema que, cada vez se parece más al catolicismo por su verticalidad y por la ignorancia del texto bíblico, y que se quiere impulsar el dogma, que siempre es más sostenible, económicamente y para mantener a la multitud en silencio.[17]
2.2 Un acercamiento Bíblico:
A pesar de reconocer, por parte de la misma base de la reforma, los principios de "Sola Scriptura" entre otros, la realidad cotidiana nos muestra que, especialmente el "laos" o pueblo llano, laico, presenta una serie de acercamientos muy diversos y controvertidos ante el texto, a pesar del material diseñado y elaborado por los departamentos correspondientes, sin menoscabo ni riesgo percibido de poder, queriendo o no, interpretar "particularmente" la Escritura.
Hay quienes, la estudian, para impresionar y mostrar a los demás cuánto saben. Les encanta resaltar ante la gente la habilidad que tienen de hacer malabarismos sin caer en herejía. Rozando los límites y olvidando el espíritu de revelación progresiva y humildad que lo debe impregnar todo. Otros son estudiosos apologéticos o denominacionales: la estudian para confirmar y defender aquello que han aprendido desde pequeños. Lo entiendan personalmente o no. Otros son estudiosos luchadores, que la estudian para poder pelear con un contrincante. Sin el respeto a la alteridad. Hay estudiosos eruditos: la estudian para llegar a conclusiones que nadie entiende pero que pueden sustentarse con el apoyo del griego y el hebreo, o de la teosofía, o del inmenso poder cultico que tiene el susodicho. Hay estudiosos polémicos y controvertidos que, llegan siempre en su estudio a la conclusión contraria a la de los demás y estudiosos históricos, en donde, sus conclusiones no tienen ningún efecto en la vida práctica. (Por lo menos de momento) Del mismo modo, encontramos estudiosos lapsos, que intentan en su estudio llegar a conclusiones que deje contento a todo el mundo, y estudiosos liberales, cuyo objetivo, es válido solamente para rescatar, sus valores, pero no creen que sus relatos sean historias verdaderas ni que Dios pueda interactuar con el ser humano en el día a día. Un grupo, especialmente peligroso, es el formado por los estudiosos fundamentalistas, que piensan que, Dios dictó la Biblia a los profetas y que si la Biblia dice que "el sol sale y se pone" quiere decir que el sol gira alrededor de la tierra. Los estudiosos periféricos, hacen de un tema periférico de la Biblia, el tema central, olvidando el resto y la analogía de la fe. Los estudiosos legalistas, estudian la Biblia solamente para descubrir sus leyes sin importar lo que la Biblia habla acerca de Dios y las personas. Especialmente poco misericordiosos.
Todos podemos identificarnos con uno o más de estas clases de estudiantes. ¿Cuál es el estudiante verdadero? Aquel que puede admitir que en él están en potencia todas estas actitudes y limitaciones. Reconociendo su incapacidad de comprender el mensaje de Dios se humilla en su presencia en oración y súplica con el vivo deseo de conocerlo a través de la revelación de Jesucristo.
En realidad creo que todos debiéramos tener la sospecha de que no somos estudiantes verdaderos. Eso nos debería llevar a buscar a Dios con temor y temblor para que él nos capacite para recibir su Palabra.[18]
Conclusión
El presente trabajo no ha pretendido, por otro lado, relativamente sencillo sería, indagar en las reglas hermenéuticas, o en su defecto, en la ciencia de cómo deben aplicarse las reglas más elementales, pues considero existe abundante material y de muy fácil adquisición para tal objetivo.
Mi principal interés, consiste, en el planteamiento de un problema que atenta a nuestra identidad y esencia como individuos asiduos a la Palabra y como denominación mundial.
Un tema candente en el mundo cristiano se halla en relación con el sentido y grado en que la Biblia está condicionada por la cultura. ¿Fue escrita la Biblia solamente para los cristianos del primer siglo? ¿O fue escrita para gentes de toda época? Podríamos responder rápidamente en acuerdo con lo segundo, pero ¿podemos decirlo sin reserva? ¿Hay alguna parte de la Escritura que se encuentre limitada a su medio cultural y por ende limitada en su aplicación a su propio medio cultural?
A no ser que afirmemos que la Biblia cayó del cielo en un paracaídas, grabada por una pluma celestial en un lenguaje divino peculiar, singularmente adaptada como un vehículo para la revelación divina, o que la Biblia fue dictada directa e inmediatamente por Dios sin referencia a ninguna costumbre local, estilo, o perspectiva, tendremos que enfrentarnos a la zanja cultural. Es decir, la Biblia refleja la cultura de su época. Entonces la pregunta es: ¿Cómo puede tener autoridad sobre nosotros en esta época?
Vamos a suponer que el estudiante tiene delante un pasaje que quiere estudiar. Desde luego, lo más esencial es leerlo con mucho cuidado, fijándose en las palabras y frases, en primer término y en la práctica, esta norma del cuidadoso examen del texto irá unida con otras que hemos de presentar, pero a los efectos de una clara presentación del tema, tenemos que aprender a manejar nuestras «herramientas» una por una.
Durante el mismo tiempo de Jesús, sus propios discípulos a veces no entendían el Antiguo Testamento ni las propias enseñanzas de Jesús (vea Mt 15:16; Mr. 4:10–13; 6:52; 8:14–21; 9:32; Lc 18:34; Jn 8:27; 10:6). Aunque a veces esto se debía al hecho de que todavía no habían acaecido ciertas cosas en la historia de la redención, y especialmente en la vida del mismo Cristo (vea Jn 12:16; 13:7; cf. Jn 2:22), también hubo ocasiones cuando esto se debió a su propia falta de fe o dureza de corazón (Lc 24:25). Es más, hubo ocasiones en la iglesia primitiva cuando los cristianos no entendían o no estaban de acuerdo con las enseñanzas del Antiguo Testamento o con las cartas que escribieron los apóstoles: nótese el proceso de crecimiento en su comprensión respecto a las implicaciones de la inclusión de los gentiles en la Iglesia (culminando en «larga discusión» [Hch 15:7] en el concilio de Jerusalén, según Hechos 15), y nótese el malentendido de Pedro respecto a este asunto, según Gálatas 2:11–15. De hecho, en toda la historia de la Iglesia, los desacuerdos doctrinales han sido muchos, y el progreso para resolver las diferencias doctrinales a menudo ha sido lento.
Para ayudar a las personas a evitar errores al interpretar la Biblia, muchos maestros bíblicos han desarrollado «principios de interpretación», que son pautas para estimular el desarrollo de la capacidad de interpretar correctamente.
Consecuentemente, cuando uno estudia los principios de interpretación, se le llama «hermenéutica»; pero cuando uno aplica esos principios y empieza a explicar el texto bíblico, uno está haciendo «exégesis».
La existencia en toda la historia de muchos desacuerdos respecto al significado de las Escrituras nos recuerda que la doctrina de la claridad de la Biblia no sugiere que todos los creyentes van a concordar en todas las enseñanzas de las Escrituras. No obstante, sí nos dice algo muy importante, y es que el problema no siempre está en la Biblia sino en nosotros mismos. Afirmamos que todas las enseñanzas de las Escrituras son claras y se pueden entender, pero también reconocemos que las personas a menudo (debido a sus propias debilidades) malentienden lo que está escrito claramente en la Biblia.
Por consiguiente, conforme la persona crece en la vida cristiana, y va adquiriendo más conocimiento de las Escrituras al estudiarlas, entenderá mejor la Biblia. La doctrina de la claridad de la Biblia dice que la Biblia se puede entender no que todos la entienden igualmente bien.
No podemos, por tanto, llegar a conclusiones dogmáticas, sin una buena base sistemática y ésta no estará fundamentada sin una base hermenéutica que se apoye en una exégesis realmente trabajada. No puede ser, que se hable de teología como se habla de política o deportes. Detrás debe existir un trabajo serio y riguroso, si bien, finalmente el objetivo único y primordial es la salvación y el reencuentro del creador con su creación.
La problemática es evidente hoy, y nos queda tan solo, admitir la disponibilidad y la humildad ante la Inspiración y la interpretación. Deseo que nuestra Iglesia, supere sus problemas de siempre, con el espíritu que nos debe caracterizar como remanente. Un pueblo humilde y siervo.
"Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos: y que alcanza hasta partir el alma, y aun el espíritu, y las coyunturas y tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón"[19]
Bibliografía
Sproul, R. C. (1996). Cómo estudiar e interpretar la Biblia (pp. 105–108). Miami, FL: Editorial Unilit.
Lund, E., & Luce, A. (2001). Hermenéutica Introducción Biblica (pp. 25–28). Miami, FL: Editorial Vida.
Trenchard, E. (1958). Normas de interpretación Biblica (pp. 41–47). Grand Rapids, MI: Editorial Portavoz.
Leo´n, J. A. (s. f.). Tres caminos para conocerse a si´ mismo y alcanzar la salud integral (pp. 77–78). Buenos Aires, Argentina: Jorge A. Leo´n y Rivero.
Harrison, E. F. (2006). EXÉGESIS. En (E. F. Harrison, G. W. Bromiley, & C. F. H. Henry, Eds.)Diccionario de Teología. Grand Rapids, MI: Libros Desafío.
Deiros, P. A. (2006). Prefacio a la Edición Electrónica. En Diccionario Hispano-Americano de la misión. Bellingham, WA: Logos Research Systems.
Lacueva, F. (2001). En Diccionario teológico ilustrado. Tarrasa, Barcelona: Clie.
De Andrade, C. C. (2002). En Diccionario Teológico: Con un Suplemento Biográfico de los Grandes Teólogos y Pensadores. Miami, FL: Patmos.
Grudem, W. (2005). Doctrina Biblica: Enseñanzas esenciales de la fe cristiana (pp. 52–53). Miami, FL: Editorial Vida.
Grudem, W. (2005). Doctrina Biblica: Enseñanzas esenciales de la fe cristiana (p. 62). Miami, FL: Editorial Vida.
Lund, E., & Luce, A. (2001). Hermenéutica Introducción Biblica (pp. 3–4). Miami, FL: Editorial Vida.
Escuain, S., & Haley, J. W. (1988). Diccionario de dificultades y aparentes contradicciones bíblicas (pp. 5–7). TERRASSA (Barcelona): Editorial CLIE.
Autor
Diego Calvo Merino
Asignatura: Antropología
Profesor: Dr. Antonio López
TRABAJO DE INVESTIGACIÓN
FACULTAD ADVENTISTA DE TEOLOGÍA
CAMPUS ADVENTISTA DE SAGUNTO
Mayo 2014
[1] ASOCIACION GENERAL. Seventh-day Adventist Answer Questions on Doctrine: An Explanation of Certain Major Aspects of Seventh-day Adventist Belief. Washington, D.C.: Review and Herald, 1957.
[2] ML Andreasen (1876-1962), es uno de los teólogos adventistas mas grandes de todos los tiempos, defensor pródigo de la doctrina del santuario, la santificación y principal ponente de la teología de la última generación. Entró en seria discución con los líderes denominacionales en los últimos años de su vida, por la publicación del libro "Preguntas sobre doctrina". Fue administrador, Pastor, Evangelista, Profesor de Teología y escritor.
[3] Biblical Research Institute (Instituto de investigación bíblica)
[4] NUÑEZ Miguel Ángel, La verdad progresiva: El desarrollo histórico de la teología adventista, presenta de manera sucinta el problema. Recomiendo su lectura
Página siguiente |