Diversas miradas sobre la -Cisplatina- y la cuestión de los límites con Brasil
Enviado por Lourdes Gonzalez
- Resumen
- Introducción
- Reflexiones sobre el concepto de "límites naturales"
- Reflexiones finales
- Bibliografía
Resumen
En este trabajo se realizará en primer lugar lo que se denomina "reflexiones sobre los límites", donde se analiza las opiniones de distintos autores uruguayos y brasileños sobre la cuestión de los "límites naturales" impulsada por la Corona Portuguesa.
En segunda parte se revisarán las contribuciones historiográficas con respecto a la incorporación de la Provincia Oriental a Portugal, Brasil y Algarves.
Palabras claves: límite, frontera, Cisplatina
Introducción
En un seminario sobre Historia Regional y como profesora de Historia en Enseñanza Media en una región de frontera, tratar el tema de los límites entre Uruguay y Brasil es un tema casi obligatorio, así como muy complejo y apasionante. Aquí se encuentran los saberes cotidianos, los prejuicios y lo que el alumno "oficialmente" aprende sobre el tema. Lo difícil es realizar diversas miradas sobre el mismo sin entrar en conflictos, pero esto es precisamente lo interesante.
Difícilmente en alguna parte se sienta tanto y se entienda lo que une y separa, como en la frontera. Lo que aquí une/separa es una calle, unos "marcos", una plaza Internacional. En el lenguaje cotidiano se habla de la "línea", como el centro de las ciudades.
Es una zona de encuentros y desencuentros desde la época colonial, en el proceso fundacional de las dos ciudades, las relaciones entre las autoridades virreinales hizo que hasta la calle principal de la hoy Rivera se cambiara una decena de cuadras. Hechos estos que no se borran de la memoria para bien o para mal, rivalidades que reviven ante un campeonato de fútbol, o que se olvidan, para conmemorar por la avenida principal algún hecho histórico que marcó a las dos comunidades, por ejemplo las conmemoraciones del movimiento de los "farrapos".
Es difícil abordar los temas históricos, enfrentar los prejuicios, los "saberes" que tienen los adolescentes y también los adultos.
La historiadora Ariadna Islas cuando se refiere a las fronteras y límites en la región platense nos dice que es común en la conciencia de historiadores referirse a las negociaciones y firma de tratados como "usurpaciones, traición y entrega", y esto lo comprobamos en nuestras clases, "lo que Brasil nos robó", es una expresión común.
En este trabajo se realizará en primer lugar lo que se denomina "reflexiones sobre los límites", donde se analiza las opiniones de distintos autores uruguayos y brasileños sobre la cuestión de los "límites naturales" impulsada por la Corona Portuguesa.
En segunda parte se revisarán las contribuciones historiográficas con respecto a la incorporación de la Provincia Oriental a Portugal, Brasil y Algarves en 1821.
Para ello analizaremos a los siguientes historiadores:
En la historiografía uruguaya se consultaron, entre otros:
Real de Azúa, Carlos (1991) Los orígenes de la Nacionalidad uruguaya. El autor prioriza en este libro el análisis de las distintas tesis interpretativas sobre los orígenes de la independencia nacional. Tomamos para este trabajo el capítulo que se denomina "El tornasol de la Cisplatina"
Pivel Devoto, Juan E. El Congreso Cisplatino (1821), publicación realizada en la "Revista del Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay. Tomo XII. Año 1936. El autor hace un análisis del Congreso a partir del Repertorio documental referente al Congreso , desde sus antecedentes hasta las repercusiones del mismo en la época de su realización
Mena Segarra, Enrique. Frontera y Límites. Publicación de la Revista Nuestra Tierra Nº 42. Realiza el autor una evolución del tema de los límites desde épocas remotas, de los que tomamos algunas críticas a los tratados realizados.
Islas, Ariadna: Capitulo 5 de la obra Historia Regional e independencia del Uruguay. Proceso histórico y revisión crítica de sus relatos, coordinada por Ana Frega. La autora presenta un análisis de los límites a través de la cartografía. Se toma el análisis del periodo de la Cisplatina.
Castellanos, Alfredo .La Cisplatina, la Independencia y la República Caudillesca. De esta obra se analiza el Capitulo I que hace referencia a la Dominación Luso-brasileña.
De la historiografía brasileña se estudiaron los siguientes obras:
Buarque de Holanda, Sergio. (1972) História Geral Da civilização Brasileira. Tomo I. Á Época colonial. Tomo 1.São Paulo. De esta obra tomamos las reflexiones sobre los "limites naturales", reclamados por la Corona Portuguesa.
Miranda, Márcia Eckert. Fiscalidade e Guerra: o Rio Grande do Sul e o Brasil na Guerra da Cisplatina. El trabajo busca analizar los mecanismos de financiación de la guerra cisplatina, la autora demuestra en este trabajo como los intereses económicos que estaban a favor de la Incorporación, luego se oponen porque la carga fiscal recae sobre ellos.
Pimenta, João Paulo (2011) Estado y Nación hacia el final de los imperios ibéricos. Rio de la Plata y Brasil 1808-1828 .En esta obra el autor estudia la disolución de los imperios ibéricos en América y los primeros vislumbres de lo que serán algunos Estados nacionales modernos en la región platense. Se toma, en la segunda parte del libro, el apartado que hace referencia a la Provincia Cisplatina, donde el autor analiza las opiniones de prensa sobre el tema de la incorporación de la Provincia Oriental al Reino Portugués.
Pinto Pereira, Aline (2007) Domínios e Império: o Tratado de 1825 e a Guerra da Cisplatina na construção do Estado no Brasil. En este trabajo la autora analiza la Guerra Cisplatina primer conflicto internacional de Brasil independiente y su influencia en la formación del Estado Brasileño,
Reflexiones sobre el concepto de "límites naturales"
El problema de los límites entre las posesiones coloniales de las Coronas Ibéricas es un tema de larga duración; sus antecedentes en la Región rioplatense los debemos buscar a partir de 1680 con la fundación de la Colonia del Sacramento por la Corona Portuguesa, la que desde entonces pretendió expandir sus dominios sobre la costa oriental del Río de la Plata para alcanzar lo que consideraba los "límites naturales".
Para la Corona Portuguesa esta región tenía "una doble significación: como zona templada podía constituirse en el granero de las opulentas zonas tropicales, y, geopolíticamente, era no solo el resguardo y apoyo necesario para el avance paulistano hacia el oeste, sino que, sin el Plata, el Brasil era un coloso con pies de barro, pues carecía de vías de acceso fáciles hacia el interior. Para España, era el flanco vulnerable de su Imperio , ruta atlántica del Perú; y en particular, para Buenos Aires y Santa Fe, la Banda oriental era ya la gran base de su beneficio" [1]
La fundación de la Colonia del Sacramento en 1680 por Manuel del Lobo, Maestre de campo portugués, inicia la expansión de la Monarquía Portuguesa en la región del Rio de la Plata. La tierra de nadie y sin "ningún provecho" adquiere sentido y será codiciada y a partir de entonces se presenciará una continua disputa por la misma entre la Monarquía Lusitana y la Monarquía Española.
La Corona Portuguesa sostiene que las tierras corresponden a los que la pueblan y que las fronteras no debían ser líneas convencionales, sino que "limites naturales" representados por grandes accidentes geográficos
Según el profesor Enrique Mena Segarra "desde los orígenes remotos, el dinamismo expansivo de las sociedades ha buscado ocupar los accidentes geográficos notables –cadenas montañosas, bordes de los desiertos, ríos caudalosos- como elementos de defensa contra la penetración de otras. De ahí deriva el concepto de "fronteras naturales", engañoso si los hay…" "la frontera es un factor humano y social, y no natural…" "El término "límite" es la división jurídica entre dos países o territorios y "frontera" es la zona de interacción entre ellas".
Sergio Buarque de Holanda (1972) habla de "os mitos das fronteiras naturais" cuando, en los debates realizados sobre las pretensiones lusitanas y españolas, afirma que:
"nem portuguêses, nem espanhóis, parecem pressentir a idéia de que a natureza teria dado providencialmente a cada Estado uma espécie de moldura fixa". "É ocioso querer achar nos inúmeros textos, oficiais ou não, da polêmica luso-espanhola sobre a demarcação dos senhorios de ultramar, o mais leve indício de que os pretensos mandatos da Natureza já se achassem, para qualquer das partes, impregnadas desse poder misterioso e inexpugnável."
Por otra parte el historiador João Paulo Pimenta (2011) haciendo referencia al tema de los límites entre los actuales estados de Uruguay y Brasil Dice:
"…la mayor parte del territorio que actualmente pertenece al Uruguay, durante toda la vigencia del sistema colonial en América fue área de permanente litigio entre las coronas ibéricas, no quedando claramente sujeta a ningún gobierno colonial que pudiera tomarse como "antecesor" de otro gobierno"(João Paulo Pimenta, pág. 63)
"la espacialidad de las áreas coloniales en América siempre fue imprecisa, ya que los propios Estados monárquicos nunca pretendieron establecer límites de un modo absolutamente definido sino que se limitaron a hacerlo apenas en lo que se refería a sus espacios de jurisdicción sus marcos y sus usos sociales" (Joao Paulo Pimenta, pág. 59)
Se refiere el investigador brasileño a los "consensos momentáneos entre Portugal y España durante el siglo XVIII, tales como los tratados de Madrid (1750), El de Pardo(1761) , y San Ildefonso (1777)." "Históricamente, los límites entre las áreas coloniales se encontraban en permanente estado de redefinición (…)" y coinciden con las aspiraciones expansionistas de la Coronas absolutistas.
La historiadora uruguaya Ariadna Islas haciendo referencia a este problema de la movilidad de los límites afirma que "las unidades políticas se estructuraron en función de acuerdos convencionales y de procesos sociales, cuyo desarrollo determinó el dominio territorial para aquellos proyectos que resultaron exitosos en circunstancias históricas determinadas" y que "la definición de las fronteras en épocas de guerra dependerían de las fuerzas que los ejércitos de las coronas en litigio tuvieran , para defenderlas."
Coinciden estos autores en que los "límites naturales" no existen. "Los límites naturales son una ficción que esconde la peculiar relación de fuerzas de dos o más países en el orden internacional"[2]
La Naturaleza no "seleccionó" qué territorio ocuparía cada Estado con anterioridad a su formación .El territorio es un espacio geográfico que se construye socialmente y depende de acuerdos políticos y tratados internacionales. Los límites son un elemento que constituye un Estado, pero la ausencia de los mismos, o su indefinición, no son un impedimento para su formación.
Durante la dominación luso-brasileña (1816-1828), el problema de los límites estará en discusión, y las trascendencias de ese debate es objeto de estudio de los investigadores.
En 1816 el anhelo de la Corona Portuguesa de alcanzar los "límites naturales" del Río de la Plata toma un nuevo impulso cuando envía un ejército "Pacificador" a cargo del General Federico Lecor; de este modo toda la Provincia quedará bajo la autoridad lusitana.
La historiadora Ariadna Islas (2009) aborda este tema a partir de la tesis nacionalista y de una revisión de las representaciones cartográficas, cronológicamente ordenadas, de las diversas adscripciones político-estatales a las que estuvo sujeta esta región (pág. 172). La autora explica que la cartografía como fuente para la Historia refleja intereses del autor y del destinatario, no existe en ella "neutralidad científica" "sino que ha sido agente en la construcción de las tradiciones ideológicas que acompañaron la formación de diferentes estados". En realidad todas las fuentes de la historia le sirven al investigador que las utiliza según el tiempo y el espacio donde le toca vivir.
En el apartado que Ariadna Islas denomina "Representaciones y denominaciones sobre un mismo territorio" hace referencia a los distintos nombres que fue recibiendo la "Provincia Oriental", "Provincia de Montevideo", "Provincia Cisplatina" y que "al remitir a una u otra denominación para la "provincia", la Convención Preliminar de Paz aludía a las fronteras que los distintos gobiernos entendían como propias de acuerdo con el proyecto político que representaban en ese momento.(….) "…la Provincia Oriental fue constituyéndose territorialmente en un proceso conducido desde distintos centros de poder politico" [3]
De acuerdo a lo analizado por la historiadora citada, el nombre de la Provincia fue cambiando según el centro de poder a la que estaba sujeta en el momento. Así vemos que, no cambian solamente los "límites", sino también la denominación del territorio, según esté bajo la administración española o la luso-brasileña.
Cuando la investigadora se refiere a los "límites de la Provincia Cisplatina, inicia haciendo referencia al tratado "de la farola", firmando por el jefe portugués Federico Lecor y el Cabildo de Montevideo.
Alfredo Castellanos (1998) al referirse a este acuerdo lo señala como "un episodio humillante [que] vino a demostrar el total entregamiento de los montevideanos "cisplatinos" al invasor: fue el nefando tratado llamado de la Farola suscrito entre Lecor y el Cabildo de Montevideo en enero de 1819" (pág. 15)
Era una vieja aspiración de marineros, comerciantes y autoridades de Montevideo contar con un faro en la Isla de flores que permitiera salvar los riesgos que presenta la zona para la navegación. En 1817 el Dr. Lucas José Obes en su carácter de Prior del consulado de Comercio replanteó el tema mediante una memoria donde se hacía referencia a las ventajas de la instalación del faro.
Elevado el tema a Federico Lecor este aprobó la instalación del mismo y comisionó a Lucas Obes para su compra y construcción de las torres para instalarlo.
Para costear las obras Lucas Obes presentó un "plan de arbitrios": se cobrarían impuestos al comercio, al clero, a los capitales de particulares y a los cueros orejanos que entraran a Montevideo.
El Cabildo de Montevideo, integrado por hacendados, rechazó el impuesto a los cueros orejanos, la misma actitud tuvieron barraqueros y saladeristas. Consideran este impuesto impulsaría el contrabando por la frontera con Brasil para eludir su pago.
Federico Lecor, con la colaboración del Cabildo firma un acuerdo secreto por el que " se cedían para su anexión a la Capitanía de Río Grande los territorios situados al norte del río Arapey, a cambio de la construcción por parte de Lecor de un fanal o farol en la Isla de Flores, y la cancelación de varias deudas contraídas por el Cabildo con el jefe invasor inmediatamente después de su entrada en Montevideo" [4]
Este acuerdo demuestra la habilidad política de Federico Lecor, que de esta forma obtiene ventajas territoriales para la Corona Lusitana y favorece a un sector económico de mucha influencia en la Provincia Oriental.
Para el Profesor Enrique Mena Segarra los montevideanos, ponen sus intereses particulares por encima de los intereses de todos los orientales "para satisfacer sus necesidades mercantiles de sector con ventajas permanentes…independientes de los sucesos políticos, disfrazadas como "beneficio inestimable a los Pueblos" y la "felicidad general de la Provincia", no trepidan en un "pequeño sacrificio" : el abandono , no solo de los derechos eventuales pendientes desde 1777, sino también de zonas que Portugal nunca había reclamado, pero que por su valor estratégico dejaban totalmente desguarnecido lo que quedaba de la provincia". Se refiere al "desprecio por el territorio" y las diferentes opiniones que se emiten sobre el valor de estos cien mil kilómetros cuadrados que para unos es "una pequeña parte de territorio de corto valor" y para otros (Brasil) son "preciosos campos".
Este acuerdo, quedó sin efecto, fue ilegalizado internacionalmente,[5] porque el Cabildo no tenía atribuciones para realizarlo y porque los portugueses dejando postergados sus anhelos expansionistas, no lo ratificaron previendo que las relaciones con España, que quería recuperar sus colonias, y para ello solicitó ayuda a las Potencias europeas, podían agravarse.
El "Congreso Cispaltino"
En 1820 se había logrado la ocupación total de la Provincia Oriental por parte de los enviados de la Corona Portuguesa a mando de Lecor. Esta ocupación militar no era regularizada por ningún acto jurídico que le diera validez. El obstáculo para que esto ocurriera derivaba de la situación internacional .En 1820 la situación de Europa había cambiado, se producían en algunos países, entre ellos en España y Portugal, una serie de pronunciamientos liberales que buscaban realizar una alianza que les permitiera enfrentar cualquier intento de restauración del absolutismo y en este sentido, la ocupación militar de la Provincia Oriental significaba un serio problema para las relaciones de los gobiernos liberales que habían adoptado las Coronas Ibéricas.
En Brasil, cede de la Corona Portuguesa desde 1808, el Rey Juan VI fue obligado a aceptar las bases de la Constitución liberal[6]y desde Portugal se solicitaba su regreso.
En este contexto histórico se discutirá el destino de la Provincia Oriental y nuevamente el problema de los límites entre las posesiones lusitanas y las españolas estará en las discusiones.
El Rey portugués Juan VI y sus Consejeros deciden reunir un Congreso Extraordinario en 1821 para que se discuta este asunto.
Antes del embarque del monarca rumbo a Lisboa el General Federico Lecor, recibió Instrucciones para la reunión del congreso que "debía decidir, ya la incorporación a Portugal, la independencia de la Provincia, o su incorporación a algunas de las otras del Río de la Plata" [7]
El Monarca lusitano no era partidario de la anexión de la Provincia Oriental a la Monarquía portuguesa , "El ministro de Negocios Extranjeros don Silvestre Pinheiro Ferreira planteó abiertamente en Consejo de Estado, el problema de la ocupación y destino de la Cisplatina" (…), en su concepto la ocupación militar no podía prolongarse por más tiempo; los gastos que ella demandaba, eran abrumadores; frecuentes los malos ejemplos ofrecidos por los jefes y excesos cometidos contra los pueblos, y grandes los perjuicios ocasionados por el corso al comercio portugués.[8]
El 18 de julio de 1821 se conoce la noticia de la incorporación de la Provincia Oriental a Portugal, Brasil y Algarves con el nombre de "Cisplatina".
Partimos para el análisis del "Congreso Cisplatino" de la obra de Juan E. Pivel Devoto. El profesor e historiador realiza su análisis a partir de los documentos emanados de dicho congreso. La obra que denomina "El congreso cisplatino (1821)" fue publicado en el año 1936 en la revista del Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay, y es un bibliografía a la que recurren historiadores uruguayos y extranjeros. El autor inicia su análisis con los antecedentes del congreso en 1817, cuando el Cabildo de Montevideo solicita la incorporación de la Provincia Oriental al Reino Unido de Portugal. Brasil y Algarves. Se refiere a este hecho como "uno de los capítulos más interesantes de la historia diplomática de la Cisplatina" .
En esta obra, el autor de refiere a la desobediencia del jefe lusitano a las órdenes recibidas para la convocatoria del congreso, afirma que, en las discusiones del Congreso Cisplatino, "hay que reconocer la obra maquiavélica de Lecor; pero ello solo no las explica ante la historia. Necesario es también reconocer en ellas la participación de los orientales de Montevideo.
Para este investigador y profesor las además de las motivaciones individuales de Federico Lecor para la incorporación, existen motivos políticos y militares. "la ocupación portuguesa dio a la capital la fuerza y el poder militar que carecía para someter la campaña a su dominio"[9]
"La incorporación a Portugal suponía, para Montevideo (…) disponer de los medios para lograr en los hechos su ideal de poderío sobre el campo"[10]
Para Carlos Real de Azúa la variedad de opiniones en la Cisplatina "responde a la variedad de tratamientos" que recibió la población de Montevideo a lo hora de la invasión portuguesa.
Lecor contó desde un principio con la adhesión expresa o tácita de la oligarquía montevideana, contrariada en sus intereses económicos y materiales en general, por la revolución artiguista: "En primer término los grandes hacendados españoles y criollos que se vieron afectados por el Reglamento de 1815 los comerciantes y saladeristas que vieron afectado el comercio de sus productos por la prohibición de entrar con los mismos a Montevideo."
"Con el patriciado montevideano Lecor logró su adhesión mediante cargos administrativos, títulos nobiliarios, condecoraciones, fiestas y saraos"
"Debió atender posteriormente a los reclamos del los hacendados desposeídos por el Reglamento de 1815" (Alfredo Castellanos, 1998)
"la población oriental se vio sometida a un dominio extranjero de desorientadora desigualdad de maneras medida: duro o blando, fuerte o débil según fueran los azares de la coyuntura, las clases y grupos sociales sobre los que se ejerciera los fines -adhesión , intimación, marginalización- que quisiera lograr con su manipulación ,las zonas de la provincia sobre las que se hiciera sentir ,las avideces castrenses que sus riquezas despertaran ,el talante, características y sentido de la tarea que a los distintos jefes y niveles de la fuerza ocupante fueran capaces de motivar"[11]
Este tratamiento diferente se verá reflejado a lo hora de tomar decisiones en el Congreso. El autor detalla en su obra las diferentes argumentaciones de las distintas tesis que interpretan los orígenes de la independencia nacional, y para el período que abarca este trabajo tomamos el capítulo que denomina "El tornasol de la Cisplatina".
El "tornasol" alude precisamente a la pluralidad de motivaciones para decidir estar a favor de la incorporación al Brasil, a los argentinos o ser independientes.
Utiliza las ideas de "independencia relativa", cuando se refiere a la incorporación a Brasil, e "independencia absoluta" cuando habla de independencia propiamente dicha, o sea no unirse a ninguno de los vecinos. Expresiones estas que se desprenden de los debates y argumentos de la época cisplatina.
Describe con detalle y abundancia de palabras como es característica de este autor, las distintas opiniones de las que se selecciona lo siguiente:
"Propios y extraños variaron a menudo su juego. Casi todos los "notables" orientales apoyaron en cierta medida al régimen portugo-brasileño y casi todos en algún grado lo resistieron, con solo algunos pocos a cada lado del espectro"[12]
(…)
"Variables reales obran (…) el grado de identificación de intereses de algunos dominados con los gobernantes cisplatinos, o el peso de los vínculos tradicionales con las provincias argentinas y aun fortalecidos durante la etapa artiguista, o el escozor aún vivo por el abandono y la traición porteñas de 1816, o el enfoque de factibilidad de acuerdo a la vivencia de una política como "ante lo posible" y aun la difícil compaginación y jerarquización de tan varias memorias, impulsos y reflejos"
Refiriéndose a los motivos de la incorporación Real de Azua dice "todos los móviles pudieron ser percibidos(…) de ambición personal, de afirmación de circulo o de clase , de beneficio global para la Provincia (…)
Para el análisis de las resoluciones adoptadas en el "Congreso Cisplatino" es un gran aporte la de João Paulo Pimenta "Estado y Nación hacia el final de los Imperios Ibéricos" la obra abarca los años 1808 -1828. El libro está elaborado en torno al análisis de la prensa periódica luso-brasileña, porteña y de la provincia Oriental.
Los motivos por los que utiliza esta fuente son varios, entre ellos destaca que la prensa constituía un vehículo privilegiado para la realización de los debates políticos ,"la prensa es también una de las principales armas de lucha disponible para poblaciones aun poco habituadas a la crítica política, mediante noticias y silencios, artículos y polémicas…"Dentro de una gran cantidad de material disponible para el investigador , los periódicos examinados ofrecen un cuadro confiable de tendencias , acontecimientos y problemas característicos y representativos de la. [13]
En el capítulo que denomina "La Provincia Cisplatina" el autor trabaja con periódicos como la Gazeta do rio de Janeiro, la Malagueta de rio de Janeiro", el "Correio Braziliense", el "Pacifico Oriental de Montevideo", "El Argos de Buenos Aires", entre otros.
Entre los distintos periódicos citados hay diferentes actitudes frente a la noticia de la incorporación de la Provincia oriental al Reino de Portugal, Brasil y Algarves, por ejemplo:
"los Anais Fluminenses de Ciências, Artes e Literatura ya en su primer número le dedicaron un extenso artículo al asunto de la incorporación de la Provincia Oriental al Brasil en la que aluden a la "voluntaria" incorporación de la misma al Brasil de tierras de las cuales los Españoles modernamente se han apoderado del lado de acá del Rio de la Plata,[que] le pertenecen a la Corona Portuguesa y ya en otros tiempos les fueron garantizadas por los Señores Reyes de España"(João Paulo Pimenta pág. 201)
Pimenta hace referencia a que El Pacifico Oriental de Montevideo defendió la incorporación, para este periódico la protección portuguesa era el camino más rápido para la pacificación de la Provincia.
El "Correio Brazilienze" por su parte criticó al gobierno brasileño por la incorporación; la Gazeta do Rio de Janeiro mantuvo en silencio la noticia, solamente la publicó a fines de febrero de 1822.Omisión que fue reclamada desde Bahía, en artículo transcripto también por la "Malagueta" [14]
João Paulo Pimenta explica este silencio de la Gazeta de Río de Janeiro diciendo que este periódico siempre defendió el fortalecimiento del poder monárquico y la incorporación de la Provincia Oriental "estaba signada por la fragilidad, traducida en el temor e inseguridad de los habitantes de Río Grande. Esto explicaría por qué la Gazeta omitió la incorporación ocurrida en julio de 1821, como un reconocimiento de que la inestabilidad no manchaba solamente la margen occidental del Río de la Plata"[15]
La Gazeta Buenos Ayres decía que la incorporación era un "acto ilegal y escandaloso" ,esto se debe a que los diputados que concurrieron al Congreso Cisplatino no fueron elegidos por el pueblo, sino "individuos de los cabildos hechos por la instigación y a favor del gobierno portugués, que no resolverán sino lo que este quiera". Por lo tanto los consideraban ilegítimos.
El Argos de Buenos Ayres publicó una carta que llegó de Montevideo firmada por "El de las barbas del Barracón de Marina"[16]donde relata los festejos realizados en Montevideo y de la que se concluye que no hubo una fuerte adhesión popular, pueblo que tampoco fue consultado por el congreso citado por Federico Lecor.
Si el argumento para la incorporación era brindar seguridad a la Provincia Oriental, la Gazeta de Buenos Aires afirma que tampoco Brasil podía ofrecer tranquilidad porque no había logrado la estabilidad política.
De la prensa analizada por el historiador brasileño João Paulo Pimenta, de las que se transcriben algunos ejemplos, se puede concluir que aquellos que defienden los intereses de la corona Portuguesa anuncian la incorporación de la Provincia como un acto en el que se reconocen estos territorios como legítimos de la Corona lusitana, no hay usurpación, es un acto voluntario, que legaliza estos territorios bajo el dominio lusitano.
El autor hace referencia a los intereses de los habitantes de Rio Grande do Sul , que defendían la incorporación, pero se quejan de la inseguridad en que esta situación los dejaba, "debido a la proximidad amenazante de las provincias hispánicas", en revolución.
Por su parte la historiadora brasileña Marcia Miranda también hace alusión a los intereses riograndeses en esta incorporación, además de los móviles políticos de la Corona Lusitana existen móviles económicos:
"A intervenção militar que culminou com a incorporação da Banda Oriental ao Reino do Brasil com o nome de Província Cisplatina (1821) era ponto de convergência dos interesses de estancieiros, charqueadores e comerciantes sul-rio-grandenses e da Coroa lusitana. Para os estancieiros, as campanhas militares permitiram o acesso às terras e rebanhos da Banda Oriental; aos charqueadores e comerciantes, a intervenção permitia obter ganhos extraordinários decorrentes da desestruturação da atividade saladeril, reduzindo as exportações de couros e charque por Montevidéu e aumentando a oferta de animais para as charqueadas rio-grandenses"
"À Coroa, a intervenção viabilizava a expansão da fronteira ao Prata, além de impor uma barreira à difusão de idéias liberais. Interesses convergentes que se consolidaram ao longo de quase uma década de domínio luso-brasileiro".[17]
Para estancieros y comerciantes la anexión de la Provincia Cisplatina significaba conseguir buenas tierras y ganados para ampliar su producción y comercialización del charque. La frontera siempre fue codiciada por los portugueses como una gran estancia que los abastecía.
Para la Corona, de acuerdo a la autora, la anexión significaba expandir dominios y frenar la difusión ideas liberales. Así se unen intereses individuales con los de la Corona.
Según Tau Goulin [18]es posible entender la anexión de la Cisplatina al territorio de Brasil, como resultado de las alianzas políticas entre el General Carlos Lecor y el gobernador interino Juan José Duran, que intervinieron en la convocatoria de los diputados para el Congreso Cisplatino.
Afirma que:
"os deputados que defenderam a incorporação de Província Cisplatina ao território brasileiro consideraram que a Banda Oriental não teria condições políticas, militares ou econômicas de garantir a autonomia de um novo país. Afirmavam que as Províncias Unidas estavam absorvidas por guerras civis, e que a população oriental ja se manifestava contrariamente a Coroa espanhola".
"Não havia outro recurso senão a incorporar-se á Monarquia portuguesa e sua Constituição liberal, escolha que protegeria a província da anarquia e a colocaria sob un poder respeitável"
Nuevamente surge con este historiador la motivación política para la incorporación: la búsqueda de protección, la pacificación la Provincia Oriental, el orden, la eliminación de la anarquía debido a los constantes conflictos.
En las palabras de Tau Goulin se reflejan las ideas de D. Jerónimo Pio Bianqui que en su discurso en el congreso dijo que" "hacer de esta Provincia un Estado, es una cosa que parece imposible en lo político", carecía, "en su opinión , medios para sostener su independencia , y de población, recursos y elementos para gobernarse en orden y sosiego; que por consiguiente debía formar parte de otro Estado"[19]
Luego de esta "mirada" sobre las motivaciones de la incorporación de la Provincia Oriental al Reino de Portugal, Brasil y Algavres, retomamos el problema de los límites entre los territorios lusitanos y los de la denominada "Provincia Cisplatina"
En el Congreso Cisplatino reunido en Montevideo en 1821 se vuelve a hacer alusión a los límites la Provincia Oriental con la Capitanía de Río Grande y se plantea el reclamo de aquellos que tenia al inicio de la Revolución, al norte el río Cuareim
El diputado oriental que hace referencia a los límites en el Congreso Cisplatino, es el Padre Dámaso Antonio Larrañaga cuando enumera algunas condiciones de la incorporación de la Provincia, "tales como, seguir formando la Provincia un territorio separado, conservar sus límites primitivos, reclamar para sus pobladores los empleos, la libertad de comercio, industria etc."[20]
La idea del Padre Larrañaga fue tomada y se admitió como límite el río Cuareim con la Capitanía del Río Grande de San Pedro.
La sugerencia de este límite no seguía la línea del Arapey del tratado de la Farola, ni el de Ibicuy del tratado de Madrid de 1750, ni lo resuelto en el tratado de San Ildefonso de 1777, que establecía el Pepirí-guazú.
El Congreso Cisplatino fue el momento donde los lusitanos ven consolidarse su anhelo de expansión hasta el Río de la Plata, a pesar de que no fue ratificado por el Rey Juan VI. La Corona Portuguesa en ese momento había abandonado la idea de expansión, deseaba tener relaciones de buen vecino con España; ambos gobiernos "animados por principios de armonía" en circunstancias en que los príncipes aliados de Europa intentaban reprimir los movimientos liberales, "España y Portugal negociaron un tratado de alianza que asegurase la independencia de la dos naciones y diese garantías al Gobierno Constitucional en ellas implantado". La desobediencia de Federico Lecor pudo poner en riesgo las buenas relaciones entre los vecinos de la península Ibérica.
En 1828, cuando finaliza la dominación luso-brasileña con la firma de la Convención Preliminar de Paz, el problema de los límites no se explicita, a pesar de que puede considerarse que implícitamente se hace alusión a los mismos, cuando en los artículos 12 y 13 del mencionado tratado establece el retiro a sus respectivos territorios de las tropas que se enfrentaron en la guerra entre las Provincia Unidas y Brasil
Ariadna Islas hace alusión a que las tropas de Fructuoso Rivera debieron cruzar el Ibicuy y luego el Cuareim, lo que puede dar una pista que los límites adoptados eran los del inicio de la Revolución, como tantas veces fue reivindicado. De acuerdo a esta historiadora el "silencio absoluto" sobre los límites en la Convención Preliminar de paz de 1828 pareció indicar que para ese momento histórico ninguno de los contrincantes podía asegurar militarmente el control territorial"[21] del Nuevo Estado.
El proceso de construcción del territorio de la Provincia Oriental fue un proceso lento, conflictivo, que dependió de los distintos centros de poder, de las coyunturas políticas internacionales y regionales y de los intereses locales de sectores económicamente dominantes.
Reflexiones finales
El análisis de los distintos trabajos de investigadores permite tener una visión más amplia sobre los temas abordados.
No es común en nuestras clases de Historia hacer una análisis comparativo entre la opinión de autores de diferentes nacionalidades, en este caso entre brasileños y uruguayos.
El ejercicio de abordar a distintos autores sobre el tema permite examinar los acontecimientos como parte de complejos procesos, repensar la cuestión de los límites en espacio regional y no solo con una mirada desde lo local.
El problema de los "límites naturales" es una cuestión que los autores analizados consideran una ficción.
Se entiende que la Corona Lusitana desee llegar hasta el Río de la Plata con sus dominios, pero no se puede considerar que este territorio naturalmente le pertenezca; tampoco legalmente, porque los primeros tratados internacionales no preveían a este Río como límite del poderío lusitano.
Como afirma el historiador Paulo Pimenta, aunque "se trata de una indudable ingenuidad creer exclusivamente en el argumento de las "fronteras naturales" para justificar la postura portuguesa con relación a la región oriental, su amplia difusión permitió que fuera utilizado como evidencia en sus intervenciones…"
Tampoco se podría hablar de usurpaciones de territorios, porque estos pasaban de las manos de la Corona Española a las de la Corona Portuguesa según acuerdos o tratados realizados, que una vez beneficiaba a una Monarquía y otra vez a la otra según la habilidad de los gobernantes de turno para las negociaciones, o los acuerdos locales o internacionales realizados.
La cartografía analizada por la investigadora Ariadna Islas también deja claro que el tema de los límites es muy complejo, de difícil resolución. Y que cada representación cartográfica depende de las motivaciones del autor, para quien está trabajando, de sus intereses al seleccionar los materiales. Entre los mapas publicados por esta autora se encuentra uno que fue dedicado al Emperador Pedro I, en el que vemos estampado "Imperio do Brazil" en el territorio del actual Uruguay.[22]
La idea de expansión de la Corona Portuguesa coincidió, en algunos momentos, con los intereses locales de los sectores económicos fuertes. Los hacendados riograndenses veían con buenos ojos las expansión hacia la Provincia Oriental porque sabían de la bondad de sus pasturas y calidad de sus ganados, y que el Puerto de Montevideo ofrecía las garantías.
Los "notables" orientales,[23] que fueron consultados en el Congreso Cisplatino, ricos hacendados y comerciantes que integraban el "Club del Barón"[24] votan por la incorporación atendiendo a sus ambiciones personales de enriquecimiento, y obtención de cargos políticos.
Desde el punto de vista político la incorporación se explica con diversos argumentos: como un pedido de protección a la Corona Lusitana para que brinde seguridad a una región "anarquizada" por la revolución ; por la ausencia de condiciones para autogobernarse manifestado por uno de los congresales y la estrategia política de Federico Lecor, que frente a los rumores de la independencia de Brasil, terminaba uniendo la Provincia Oriental a la suerte del Brasil, por considerar que su ubicación geográfica le obligaba a seguir sus destinos "o ser su más encarnizado y peligroso enemigo".
Bibliografía
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Revista de la APHU: Historia y docencia Año 1 Nº1 Montevideo (1994)
ZUM FELDE, Alberto:(1967) Proceso histórico del Uruguay .Montevideo .Arca Editorial
Autor:
Lourdes González Navarrini
POSGRADO DE DIDÁCTICA PARA LA ENSEÑANZA MEDIA
IPES-MONTEVIDEO
SEMINARIO: LA INVESTIGACIÓN ACTUAL SOBRE LA HISTORIA DE LA REGIÓN I
DOCENTE: Prof. Ana Frega
Febrero 2012
[1] (Reyes Abadie ,1996,pag 26)
[2] Frega, Ana (1994) La Constitución de la Banda Oriental como provincia. Apuntes para su estudio desde un enfoque local. Historia y Docencia .Año 1 Nº1
[3] Ariadna Islas pág. 174
[4] (Alfredo Castellanos, 1998)
[5] . De acuerdo a lo que afirma Alfredo Castellanos (1998) este tratado no tiene validez en el Derecho internacional, porque fue celebrado entre dos autoridades del mismo Estado: el Gobernador y Capitán General de la Provincia (Lecor) y el Cabildo de Montevideo.
[6] Constitución de Cádiz de 1812 jurada en España por el rey Fernando VII y en Portugal por el ejercito
[7] Juan E. Pivel Devoto (1936) El Congreso Cisplatino
[8] Juan E. Pivel Devoto (1936) pág. 11
[9] Pivel Devoto (1936) pág. 49
[10] Pivel Devoto(1936) pág. 50
[11] Carlos Real de Azúa (1991) Los orígenes de la nacionalidad uruguaya, pág. 81
[12] Carlos Real de Azúa (1991) Los orígenes de la nacionalidad uruguaya, 259-260
[13] Pimenta, J.Paulo Estado y Nación hacia el final de los imperios ibéricos Pág. 22
[14] (Semanário Cívico Nº 42; Malagueta Rio de Janeiro Nº6 de 01/1822) citado por João Paulo Pimenta 2011
[15] João Paulo Pimenta(2011).pág. 207
[16] El Argos de Buenos Aires Nº2 ,sábado 18 de Agosto de 1821.Publicado por Juan E. Pivel Devoto en El Congreso Cisplatino (1821)
[17] Márcia Eckert Miranda IX encontro estadual de história. Associação Nacional de Historia. Seção Rio Grande do Sul
[18] GOULIN, Tau (2002) A fronteira. Governos e movimentos espontâneos na fixação dos limites do Brasil com o Uruguai e a Argentina. Porto Alegre: L&PM editores. Citado por Aline Pinto Pereira (2007)
[19] Castellanos, Alfredo ,(1998) pág. 18
[20] Juan E. Pivel Devoto (1936) El Congreso Cisplatino (1821)
[21] Islas,Ariadna (2009) pág. 216
[22] Novo Mappa Geographico que contem as Províncias de S.Pedro, Cisplatina, Entre Rios, Paraguay e Paises adyacentes.Publicado em Historia Regional e Independencia Del Uruguay.Coord. Ana Frega
[23] Real de Azua (1991),pág. 260
[24] Nombre con el que se designaba al los seguidores el Jefe F. Lecor de los que algunos participaron en el Congreso Cisplatino