"No conoceriamos esos crímenes que son producto
de monstruosos abusos, es la ley la que engendra los crímenes,
y no existiendo leyes no habría crímenes"
Marqués de Sade
Resumen
Uno de los grandes enigmas planteados por la filosfia, biología, antroplogía y psicología, sobre la diferencia que guardan entre la especie animal y humana, no ha podido ser resuelta a pesar de los enormes avances cientificos y tecnologicos desarrollados por el hombre. Desde los microorganismos hasta los primates, se comparten caracteristicas muy similares a las nuestras. Sin embargo, hay algo que nos distingue del resto y nos coloca en la esfera de lo "no natural" y por lo tanto humano. ¿ Donde estuvo este punto de inflección, metamorfosis, transformación, evolución, cambio o como se quiera llamar, para lograr distanciarnos de los animales y convertirnos en lo que ahora llamamos hombre? Al parecer no es mucho lo que nos separa, pero si muy compleja su explicación. Un intento para revelar este screto pudiera estar en los relatos o leyendas mitológicas narradas por sus autores legendarios e interpretadas por hombres diestros en el arte de la hermenéutica y la deducción. Freud, ha demostrado la eficacia del método de la interpretación, como una herramienta eficaz para descubrir las formas de vida y pensamiento en culturas muy anteriores a nuestra civilización, y encontrar la posible respuesta a esta gran interrogante.
Palabras claves: Complejo de Edipo, incesto, endogamia, exogamia, hermenéutica, mito, leyenda
Summary
One of the great enigmas posed by the philosophy, biology, antroplogia and psychology, on the difference that saved between the species of animal and human, has not been able to be resolved in spite of the enormous scientific and technological advances developed by us. From microorganisms to primates are shared characteristics very similar to ours. However, there is something that distinguishes us from the rest and puts us in the realm of the "unnatural" and therefore human. Where was this point of infleccion, metamorphosis, transformation, evolution, change, or whatever you would like to call it, to achieve distance ourselves from the animals and become what we now call man? Apparently there is not much that separates us, but if its very complex explanation. An attempt to reveal this screto might be on the stories or mythological legends narrated by their legendary authors and interpreted by men skilled in the art of hermeneutics, and the deduction Freud, has demonstrated the effectiveness of the method of interpretation, as an effective tool to discover the ways of life and thought in cultures very prior to our civilization, and to find a possible answer to this big question.
Key Words: Oedipus Complex, incest, inbreeding and out breeding depression, hermeneutics, myth, legend.
En la literatura universal, encontramos obras escritas por hombres que han trascendido a través del tiempo y el espacio, y aún, todavía perduran hasta nuestros días, manteniendo su vigencia, como sí se hubieran escrito apenas algunos días o incluso en este mismo momento. Pero, ¿que es lo que todos esos escritos contienen, para que millones de lectores en el mundo, de todos los idiomas y todas las nacionalidades, les sigan cautivando y motivandose a continuar con esas lecturas?
La respuesta podría estar ligada a una idea simple y sencilla; porque me gusta, me llama la atención, porque es muy interesante, me hace sentir bien etc…Todas y cada una de estas reacciones tiene un común denominador, el placer o la satisfacción por la lectura, factor que si bien es muy importante para mantener la continuidad de esta actividad, no responde a cabalidad las verdaderas razones de este interesante comportamiento humano.
Por nuestra parte, tenemos la intención de llevar el tema un poco más lejos, y explorar elementos más significativos de dicho fenómeno, planteandonos la siguiente reflexión. ¿Acaso, este tipo de literatura esconde contenidos que guardan muy celosamente aspectos o claves de la vida del hombre que han sido relevantes en la historia de su evolución? O, también, estos hechos contados a través de los grandes clásicos; llámense mitos, leyendas, obras, relatos, historias o novelas, nos describen veladamente los acontecimientos más relevantes en un momento de personas de esa época, y estos personajes a su vez, guardan una enorme relación con sus lectores?
Es evidente observar en todo aquello que nos gusta o nos interesa, como el caso de la lectura por ejemplo, necesariamente debe estar relacionado con nosotros mismos, o mejor dicho, con nuestra propia historia personal. De otra forma, no podríamos explicarnos tal hecho. Y claro está, aunque no represente una verdadera razón para llevar a cabo algunas actividades indispensables en la vida cotidiana del hombre, sí, recrean y orientan a los lectores a conocer, como nuestros ancestros resolvían sus problemas y cuál era su cosmovisión de vida.
Desde esta perspectiva, creo poder explicar a través del desarrollo de este trabajo, el fenómeno que mantiene la vigencia de estas importantes obras y la necesidad del hombre, porque no desaparezcan. A pesar de que, también hemos sufrido hechos lamentables y vergonzosos de personajes de la historia que se han empecinado por la extinción total o parcial de estas importantes expresiones literarias. Y sin embargo, de todo lo anterior, han podido sobrevivir a estos criminales actos y siguen presentes con mayor fuerza, incluso, cuando se pusieron en circulación por primera vez.
Un ejemplo muy representativo de lo expuesto en parrafos anteriores, lo podemos observar en las obras de Donatien Alphonse François de Sade (1740), mejor conocido por su título como, el Marqués de Sade, que escribió algunas historias muy controvertidas tales como; Justine, Juliette, los crimenes del amor, los 20 días de Sodoma y filosofía del tocador. Clásicos que son obligados para todo aquel que gusta de la literatura y la filosofía. En ellos, plasma el autor, más allá de toda idea superficial sobre hechos que rayan en lo inmoral, lo perverso y lo pornográfico, una visión que rescata lo más esencial y profundo de la condición humana.
En su época, era evidente, el rechazo y la indignación por parte de la sociedad burguesa y eclesiástica la difusión de las obras ya mencionadas, dado que, plasmaba, a manera de relato, todas las atrocidades y perversiones que cometían algunos de los personajes de alto rango, tanto en la política como en la cúpula religiosa.
En sus escritos destacan actos de un alto grado de erotismo y desviaciones sexuales; como orgías, abuso sexual a menores y todo tipo de conductas sexuales relacionadas con la flagelación y la excitación, en su expresión más perversa. Sin embargo, y a pesar de todo eso, el Marqués de Sade, logra justificar todas y cada una de las acciones "inmorales" impresas en sus obras, poniendo en relieve como la parte esencial de la naturaleza del hombre. Caer en la tentación engrandece el alma del hombre, no lo envilece, todo lo contrario, lo hace más humano. Tal como reza la siguiente máxima; "Cuanto más culto es un individuo, más capaz es de romper todos los frenos, por lo que el hombre culto es más propenso que el inculto a los placeres del libertinaje".
Debido a sus excesos, fue encarcelado y pasó veintisiete años de su vida encerrado en diferentes fortalezas y «asilos para locos». También figuró en las listas de condenados a la guillotina. Protagonizó varios incidentes que se convirtieron en grandes escándalos. En vida, y después de muerto, le han perseguido numerosas leyendas. Sus obras estuvieron incluidas en el Index librorum prohibitorum de la iglesia católica.
Ante este hecho histórico, sigue abierta la pregunta inicial de nuestro trabajo. ¿Por qué la gente sigue leyendo obras literarias, a pesar del tiempo, y las vicisitudes en las que estas pasan? ¿Cuál es la fuerza cautivadora en la especie humana que impulsa a mantener en vigencia estos hechos a pesar de resultarnos ominosos y de provocar dolor y repugnancia?
De igual forma, también, podemos mencionar otras obras pertenecientes al dominio universal y todavía se siguen leyendo con la misma frecuencia o más, que en los tiempos en donde fueron escritas: La Iliada y la Odisea, de Homero, Las tragedias de Sofocles, Hamlet, Romero y Juieta, el mercader de Venecia, el Rey Lear, de Shakespeare. El Quijote de Saavedra. El Fausto de Goethe. El anticristo, Genealogía de la Moral de Nietsche, Metamorfosis de Kafka y el Ulises de Joyce. Por mencionar algunas.
Todas Ellas, relatan diversos escenarios del quehacer Humano; desde las tragedias, los romances, aventuras, odiseas y la ficción . No es gratuito entonces considerar de alguna manera que estas creaciones artísticas, tengan su vigencia y actualidad, como si se hubieran creado en nuestros tiempos, a pesar de haber sido escritas en épocas anteriores y de contar con varios siglos de antiguedad. Ante esta evidencia entonces podríamos preguntarnos con toda justificación. ¿Qué permite la permanencia de estas creaciones artísticas, aunque el tiempo y las distintas épocas del desarrollo de las civilizaciones hayan atravesado a lo largo y ancho de su historia? La respuesta a esta insistente pregunta la podriamos encontrar invariablemente en los hechos pasados y, nos reflejan a todas luces, que, siguen siendo los mismos patrones que se repiten y se actualizan, aún en las distintas épocas, en donde el hombre ha atravezado en su proceso de evolución. Así, vemos por ejemplo, las leyes y las costumbres de hace dos o más siglos, siguen siendo en lo escencial lo mismo.
Ahora bien, todo lo antes mencionado, salta la luz de cualquier hecho comprobable. Sin embargo, y para los propósitos de nuestro estudio, se requiere ir más allá, para demostrar ´la enorme similitud de costumbres y formas de pensar en los hombres de todos los tiempos y de todas las épocas.
Un ejemplo más de la justificación de este ensayo, se puede observar también, en la literatura griega. Edipo Rey, obra dramática escrita alrededor del año 430 A.C por Sófocles, no escapa a esa regla, y se puede adaptar fielmente a todo quehacer humano; el cine, teatro, literatura, pintura, música, política, y en la clínica particularmente.
Edipo Rey, tiene una antigüedad de más de 2400 años y sigue tan vigente como en sus primeros días de aparición. Con solo el hecho de leerla, podemos darnos cuenta de las semejanzas que guarda esta obra con los conflictos familiares de hoy.
Es natural a estas alturas del trabajo se presenten en nuestro lector, dudas acerca de la comprensión del planteamiento propuesto desde el principio, sobre la idea de que, toda creación humana, guarda íntima relación con sus motivaciones más profundas de su ser. El Edipo, es decir, la trama de Edipo Rey, como producto de una creación artística , también esta´estrechamente vinculada con todas las acciones denominadas humanas. En otras palabras, Edipo Rey, deberá contener en su historia, elementos con una fuerte relación sobre los acontecimientos y vicisitudes de la evolución histórica del hombre. De ahí, la vigencia de esta obra literaria, escrita desde hace más de dos mil años.
Pero, Edipo Rey, no solamente comparte cosas en común a los hombres y sus acciones, sino, más bien, existe un elemento central que la distingue de los demás productos literarios o artisticos; La muerte del padre por su hijo y el esposamiento de éste con la madre. En esta obra se pone en relieve, un drama que siempre se nos ha presentado como una aberración moral en todas las civilizaciones pasadas y presentes. Sin embargo, sigue tan vigente este hecho al grado de no ser posible su erradicación ni mucho menos la justificación como un acto normal o licito.
El tema del incesto es tan antiguo como la historia misma, y no existen registros históricos capaces de explicarnos como estaban constituidas las familias anterior a esta prohibición, es decir, en que momento pudimos pasar de una estructura familiar endogámica hacia una exogámica. Y, cuales fueron las razones por las que se llevó a cabo esta transformación. De la misma forma también, no aparecen evidencias sobre el origen de la prohibición al homicidio, y como llegó a constituirse como delito. Estos dos hechos trascedentales en la evolución histórica del ser humano, parcen ser, a nuestro juicio, los ejes rectores por los que nos distingue del resto de las especies animales, y por tanto, digno de poner en la mesa del análisis y su consecuente discusión. No, sin antes, presentar un fragmento de la obra de sófocles que plantea, a manera de mito, una historia famiiar con un desenlace dramático.
Edipo Rey
Edipo Rey es una obra de Teatro escrita por Sófocles que narra la historia de Edipo, un desventurado príncipe de Tebas, hijo de Layo y de Yocasta. Poco antes de que Layo y Yocasta se casaran el oráculo de Delfos les advirtió de que el hijo que tuvieran llegaría a ser asesino de su padre y esposo de su madre.
Layo tuvo miedo, y en cuanto nació Edipo, encargó a uno de sus súbditos que matara al niño, pero dicha persona no cumplió con la orden de matar a Edipo, solo perforó los pies del bebé y lo colgó con una correa de un árbol situado en el monte Citerón, faltando a su lealtad al rey Layo y también por el horror que le producía la orden que le habían dado, Por ese lugar pasó Forbas, un pastor de los rebaños del rey de Corintio, escuchó los grandes lamentos y llanto del bebé y lo recogió entregándoselo para su cuidado a Polibio. La esposa de Polibio, Peribea se mostró encantada con el bebé y lo cuidó con cariño en su casa, dándole por nombre Edipo, que significa "el de los pies hinchados".
Cuando creció Edipo le preguntó a su madre si era adoptivo o no, pero Peribea, mintiendo, le dijo a Edipo que ella era su auténtica madre. Edipo acudió al oráculo de Delfos, quien le pronosticó que él mataría a su padre y se casaría con su madre, y además le aconsejó que nunca volviese Corinto, lugar donde nació. Edipo emprendió camino hacia Fócida. En su viaje se encontró a un horrible monstruo, La Esfinge. La Esfinge tenía cabeza, cara y manos de mujer, voz de hombre, cuerpo de perro, cola de serpiente, alas de pájaro y garras de león y desde lo alto de una colina detenía a todo aquel que pasara junto a ella y le hacia una pregunta, y si no se la contestaban, la Esfinge les provocaba la muerte.
Creonte el rey de Tebas tenía una hermana llamada Yocasta. Creonte prometió dar la mano de su hermana y el trono de Tebas a aquel que consiguiera descifrar el enigma de la Esfinge. Dicho enigma era: ¿cuál es el animal que por la mañana tiene cuatro pies, dos al mediodía y tres en la tarde? Edipo que deseaba la gloria más que nada dio respuesta al misterio de la Esfinge diciendo que era el Hombre, pues en su infancia anda sobre sus manos y sus pies, cuando crece solamente sobre sus pies y en su vejez ayudándose de un bastón como si fuera un tercer pie. La Esfinge, enormemente furiosa porque alguien hubiera dado la respuesta correcta, se suicidó abriéndose la cabeza contra una roca.
Entonces Edipo se casó con Yocasta y vivieron felices durante muchos años teniendo varios hijos cuyos nombres son: Etéocles, Polinice, Antígona e Irmene. Un día hubo una gran peste que arrasó a toda la región sin que tuviera remedio alguno, y el oráculo de Delfos informó de que tal calamidad solo desaparecería cuando el asesino de Layo fuese descubierto y echado de Tebas. Edipo animó concienzudamente las investigaciones como buen rey que era pero éstas descubrieron lo que realmente había ocurrido: había matado a Layo, su padre y se había casado con Yocasta, su madre.
Yocasta, después de este descubrimiento se suicidó y Edipo, abrumado por la gran tragedia, creyó no merecer más ver la luz del día y se sacó los ojos con su espada. Sus dos hijos le expulsaron de Tebas y Edipo se fue al Ática donde vivió de la mendicidad y como un pordiosero, durmiendo en las piedras. Con él viajaba Antígona que le facilitaba la tarea de encontrar alimento y le daba el cariño que requería.
Una vez realizada la lectura de esta bosquejo de la obra de Edipo Rey, seguramente surgirá la siguiente reflexión por parte de nuestro fiel lector. ¿Y Qué tendrá que ver esta obra con mi historia personal. Mas allá, del interés que me mantuvo su lectura?
En principio, podemos darle toda la razón a nuestro estimado lector, por experimentar este instante de asombro, provocado por la lectura de este fragmento de Edipo Rey. Y seguramente reflexionará sobre nuestro planteamiento y no encontrará ninguna coincidencia con la obra y su historia personal, o de otras personas conocidas. Sin embargo, me aventuro a confirmar, exactamente todo lo conrtario. Es decir, esta historia, sí comparte muchos elementos en común con nuestro lector y con el resto de los hombres.
Antes de fundamentar esta afirmación, me veo en la necesidad de precisar algunos aspectos importantes para no generar confusiónes. Cuando me refiero a las coincidencias entre la obra de Edipo y los seres humanos, no significa que este drama también sea representado en la vida real, y por ese hecho, guarde una importante relación. En realidad, mis argumentos se dirigen hacia otros caminos del conocimiento marcados por el mundo de lo sensible; la esfera de lo incognoscible, del mundo subjetivo, de lo verdadero y determinante.
Desde esta perspectiva, es posible encontrar coincidencias con alguna relación, donde nos permita apoyarnos en nuestra hipótesis. Sin embargo, podemos echar mano de un recurso, que si bien, no es del todo científico, si posee un un alto grado de válidez.
La hermenéutica, podemos considerarla como un arte, o digamoslo mejor, un método que nos permite llegar a deducciones de hechos, donde no hay un registro histórico suficiententemente objetivo para dar cuenta real de tal acontecimiento. Para esto, se hace indispensable emplearla y dejar a la capacidad interpretativa llevar esta labor, para poder alcanzar conclusiones más cercanas al hecho, dada la inexistencia de datos no registrados en su momento.
Freud, tuvo esta virtud de poder ver más allá de los acontecimientos históricos, empleando la hermenéutica, para desarrollar la más importante contribución a su teoría y el concepto, que a mi juicio, se ha convertido en Universal; El complejo de Edipo.
Freud, muy posiblemente se dio cuenta en la obra de Edipo Rey, así como su autor, Sófocles, sobre las razones de la prohibición de este infortunio. Buscando sus origenes a través de la comunicación oral, alguna historía o algún hecho acontecido en tiempos muy anteriores a su civilización, donde no existía alguna restricción sobre el contacto carnal entre familiares de la misma linea consanguínea, es decir. El padre, podía tener relaciones sexuales con los hijos, o entre los propios hermanos, así como, la madre con sus descendientes, sin que estas acciones tuvieran la más mínima censura.
A partir de estos hechos, y de información relacionada en otras culturas, podemos observar en algunas tribus ancestrales, costumbres muy cercanas a rituales o costumbres que se constituyen como incestuosos. Freud en el desarrollo de su teoría, así como, Sófocles supo plasmar en una obra literaria, un hecho que debió existir, pero, en el desarrollo de la civilización, fue desapareciendo, o mejor dicho, reprimiendose, hasta el grado de verse como un acontecimiento nocivo a nuestra condición humana.
Y si el incesto fue reprimido, ¿cual habría de ser la poderosa razón para que no volviera aparecer como una actividad lícita o normal? ¿Acaso, lo que nos produce más placer, no es lo más prohibido? No tendría caso, pues, prohibir algo desagradable.
Freud, seguramente tuvo esta genialidad de advertir, y puso de nuevo en la palestra el tema del incesto, provocando en la gente, la critica y el rechazo sobre este hecho intrinseco al humano. Sófocles, así como Freud, lo sacaron de las penumbras, descubriendo nuevos derroteros para dar cuenta sobre las verdaderas motivaciones humanas.
Es muy probable que en épocas ancestrales, el incesto no constituía ninguna prohibición, hoy en día, se ha convertido en un tabú, pero, sigue tan vigente, no como un ritual o costumbre, sino en el mejor de los casos, como un pensamiento presente en el deseo del hombre.
Toda actividad humana tiene como principal motor la prohibición al incesto. Para demostrar esta tesis, me es necesario, en primer momento, poner como ejemplos algunos de los comportamientos de animales donde no se asoma el más mínimo indicio sobre la censura al acto incestuoso, salvo de aquellas conductas relacionadas, sobre el control teritorial del macho dominante, o el acaparamiento de las hembras
En todas las especies del orden animal, desde los microorgnisos, hasta los más grandes, como el elefante o la ballena, no encontramos en su estrucura social, por ejemplo, un aspecto singular y distintivo en la conducta del hombre, con respecto al de los animales; la prohibición de tener la cópula entre los miembros de la misma familia; los progenitores con los descendientes, o los hermanos entre sí.
Existen una enorme cantidad de experimentos del orden social, en distintas variedades de animales, y se han encontrado importantes similitudes con la de los humanos; el rol del lider, o macho dominante, territorialidad, comunicación, cohesión, toma de decisiones, personalidad e inteligencia. Todas estos patrones psicosociales se expresan de igual forma en los grupos de humanos, de hecho, muchos de los hallazgos sobre la experimentación animal en experimentos de laboratorio o de campo, presentan asombrosas similitudes entre ambas especies. Principalmente, si si tienen que ver con primates.
Sin embargo, no se ha podido encontrar, en ninguna organización animal, la prohibición de tener la cópula entre los miembros de primer linea consanguinea, con la salvedad de comportamientos relacionados sobre el dominio de del grupo y la posesión de las hembras. Tal y como ocurre con los humanos.
No es necesario poner a experimentación este fenómeno, ni tampoco, se requiere de contar con experiencia en investigación para demostrar este hecho tan evidente. La simple observación, es suficiente, para reconocerlo y constatarlo.
Seguramente y con toda justificación, nuestro lector, ha de hacernos otro cuestionamiento sobre la cópula entre miembros de la misma linea consanguinea, tienen como resultado, consecuencia negativas. en relación a la formación de aberraciones genéticas o taras mentales. Y más aún, si es de primera linea, es decir, entre padres, e hijos y entre hermanos, principalmente.
Con la venia que ha de permitir mi fiel lector, no me resta más que esgrimir, con argumentos sólidos extraidos de la empiria, una puntual respuesta a dichas ideas preconcebidas, que se encuentra en el imaginario colectivo de la mayor parte de la gente.
Para empezar mi defensa, preciso decir, en base ha investigaciones científicas serias, no reportan en sus resultados haber encontrado alguna relación de las llamadas aberraciones genéticas o retrazo mental de los descendientes de progenitores en primer grado. Arno Motulsky, profesor emérito de Medicina y Ciencias del Genoma de la Universidad de Washington y uno de los autores del estudio, indica que si bien en una relación entre no consanguíneos el riesgo es entre el 3% y 4%, entre primos-hermanos apenas llega a 7% u 8%; "en el peor de los cálculos, en 93% de los casos nada malo ocurre.
En crías de animales especialmente las de registro, la cruza entre padres e hijos, para, "hacer más pura la raza"; los experimentos de laboratorios con ratas, se procura lo mismo para mantener cierto tipo de cepas. en los perros, primates, aves, gatos, conejos, pollos, peces, bacterias, etc. Y podemos seguir con una lista prolongada de los mismos ejemplos, sin que podamos encontrar el inconveniente de las llamadas deformaciones genéticas provocadas por la retrocruza.
La idea generalizada sobre las marcadas diferencias biológicas entre el hombre y la especie animal, ha contribuido a la creencia del centralismo humano, como en tiempos de Copernico. Pensando como en esa época, la exclusividad que nos privilegia la naturaleza por ubicarnos en lo más alto de la escala filogenética del reino animal. En este caso no es la excepción, todavía nos resistimos al hecho de compartir muchas características biológicas comunes a los animales negando y rechazandolas. La iglesia por su parte ha mantenido en celo esta posición conservadora y la gente la ha aceptado con mucha naturalidad, al grado de pensar que estos hechos ya constituyen para el hombre una verdad absoluta.
Esta última postura, me parece estar más cercana a las reflexiones escolásticas que a las científicas. Desde Darwin y su libro, la evolución de las especies, han quedado abolidas estas ideas del centralismo humano; la iglesia nos ha hecho creer, durante siglos la distancia entre nosotros y la especie animal, poniendo al hombre como el producto de una creación divina. Este pensamiento de omnipotencia sigue tan vigente en los hombres, que ha resultado casi imposible arrancarlo de la incredulidad humana, a pesar de las demostraciones científicas que sustentan lo contrario.
Otro hecho importante de mencionar, y seguramente digno de explicación, lo encontramos en aquellas personas que se encuentran escondidas en algún lugar de la casa, por el estigma de sufrir un tipo aberración genética, o retrazo mental. Ocacionado "aparentemente" por ser descendientes de familiares muy cercanos, y de ahí la creencia de las llamadas malformaciones. Asi como, lo mencionamos en los parrafos anteriores, este tipo de defectos físicos o mentales, también los podemos observar en descendientes de progenitores que no tienen ninguna linea de parentesco.
Sin embargo, y muy a pesar de lo anterior, podemos afirmar exactamente todo lo contrario. No existe una clara evidencia científica de que esto sea una regla. Como otra prueba adicional, podemos mencionar que se conocen casos bien difundidos y documentados, de hijos entre hermanos, y por los azares del destino, sin alguna voluntad personal, llegaron a conocerse y procrear descendencia, desconociendo por completo su parentezco. Dichos hijos, nunca presentaron alguna malformación y en cambio si gozan de excelentes condiciones físicas y psicológicas.
Podríamos extendernos todavía aun más, sobre situaciones muy similares, pero el espacio nos resultaría muy reducido, para poder mencionarlos. A cambio de esto, le propongo al lector, llevar a cabo su propia investigación, y confio ha de tener una actitud imparcial que lo conduzca a la verdad de las cosas.
El punto de partida del ensayo y la justificación del mismo, surge a partir de todo lo anterior expuesto, y nos daremos a la tarea de llevar a buen puerto su desarrollo, retomando el concepto de Edipo, como nuestro eje rector de todo el trabajo..
Más allá de todos los hechos que encierran el drama edípico; el infortunio de matar a su padre, casarse con su madre y tener descendencia con ella, hay algo conmovedor, pero a la vez aberrante en esta historia. Es como si al leerla estuviéramos participando con algunos de los personajes, a los que, compartimos complicidades o identificaciones de las situaciones sufridas por ellos.
Entonces surge la siguiente pregunta. ¿Por que, tenemos que aprehendernos de estos hechos, si solamente representan una ficción, acontecimientos que nunca existieron, o al menos, no recordamos dentro de nuestra memoria colectiva un suceso de esta magnitud a lo largo de toda la evolución del hombre. Hemos visto todo tipo de tragedias, acontecimientos dramáticos, desgracias e infortunios, pero no recuerdo, ni creo que exista un hecho en la realidad, tal como lo presenta el relato de Sófocles.
Ante esta evidencia, no podemos negarnos a revisar y analizar las razones de este fenómeno y buscar algún camino que nos conduzca a una posible explicación de este hecho trascendental. ¿Pero cuál sería el punto de partida para comenzar este camino que a todas luces, se vislumbra oscuro e incierto.
Muchas veces hemos oído hablar a los psicólogos sobre todas nuestras actividades creadoras y la relación que guardan con nuestros sentimientos y emociones. Desde esta premisa, aunque empírica, bastante corrovorable, podemos constatar la enorme conexión entre los productos humanos como una prolongación de su estado emocional. Es decir, todo lo hecho por el hombre, está directamente relacionado con nuestra forma de pensar.
En el proceso del pensar, incluye los siguientes aspectos; razonamiento, memoria, análisis, síntesis, inteligencia y las emociones. Este último aspecto, es el que nos motiva para explicar sobre las razones que impulsan a los seres humanos a producir.
Al no contar con hechos registrados históricamente, pero, si con productos intelectuales como El Edipo, podemos suponer, de la misma forma como Freud lo hizo, una interpretación que parte de un hecho ficticio a una explicación sobre la forma más primitiva de de las relaciones que dominaban en los hombres mucho antes de nuestras antiguas civilizaciones. Así mismo, si no contamos con antecedentes relacionados con hechos de esta naturaleza, entonces, tendríamos que, emplear habilidades deductivas que nos permitan acceder a conocimientos inhéditos, ahí donde la historia cojea.
La mitología, también puede ser un recurso válido para encontrar la verdad de los hechos, que la historia no ha podido registrar, debido a la falta de evidencias físicas que lo demuestren. Pero, ¿como puede ser que un relato apócrifo pueda aportar hechos veraces, ahí donde nunca existieron? ¿Cómo hacer de una mentira, un hecho real? ¿Acaso estaríamos hablando de sofismas? ¿O de un secreto a voces?
Es posible demostrar mediante un relato mitológico, un hecho que en el pasado si tuvo la posibilidad de ocurrir, y si bien ha dejado de suceder, no significa su inexistencia, sino, en el mejor de los casos sigue presente en el pensamiento de la gente; como un fantasma incrustado en todas las actividades del hombre y como un principal motor de todas sus motivaciones.
Sófocles posee una excelente imaginación, al escribir el Edipo, así como, otras obras, proyectando su extraordinaria capacidad intuititiva y creadora. La sensibilidad de percibir en la linea del tiempo, acontecimientos inaccesibles a una mente común, y además de este hecho trascendente supo plasmarla como si solo se tratara de un acto puesto en esena. Sin embargo, no solo su inteligencia y su enorme capacidad imaginativa lograron despertar en el autor, una belleza literaria, sino, también supo encontrar información muy relevante que le permitía inferir como vivian nuestros más antiguos antecesores.
La tradición oral, una de las formas más antiguas de comunicación de generación en generación, también pudo haber sido la manera en la que Sófocles recolectó datos para documentar su obra. De esta forma, la comunicación oral, la escrita y la interpretación, pudieron constituir elementos de mucho peso para llegar a su magna obra, el Edipo. Esta joya de la literatura universal representa uno de los relatos mitológicos, imposibles de concibir en la realidad humana. Desplegando en forma simbólica, hechos fantásticos y asombrosos, inaceptables a la moral dominante. Sin embargo, hay un mensaje oculto en todas estas historias o leyendas que nos conducen a suponer, como vivian o como se pensaba muy anterior a nuestras civilizaciones. Asi mismo, como los pensamientos mágicos o imaginarios narrados en obras de la mitología, también reflejan la forma de pensar del hombre actual.
Uno de los datos más aproximados con los que se cuenta y apuntan a una teoría sobre la inexistencia de la prohibición al incesto, lo encontramos en el libro titulado, El origen de la familia, la propiedad privada y el estado. Engels, describe las formas en que se constituían los miembros de las familias de tribus u hordas, de varias partes del mundo, que incluso hoy en día podemos encontrar, por ejemplo; "Entre los negros australianos del monte Gambier, en el sur de Australia, un misionero inglés llamado Lorimer Fison, encontró el grado más bajo de desarrollo. La tribu entera se divide allí en dos grandes clase: los Krokis y los Kumites. Está terminantemente prohibido el comercio sexual dentro de cada una de estas dos clases; en cambio, todo hombre de una de ellas es marido nato de toda mujer de la otra, y recíprocamente. No son los individuos, sino grupos enteros, quienes están casados unos con otros, clase con clase. Y notese que allí no hay en ninguna parte restricciones por diferencia de edades o de consanguinidad especial, salvo la que se desprende de la división de dos s clases exogámicas. Un Kroki tiene de derecho por esposa a toda mujer Kumite; y como su propia hija, como hija de un Kumite, es también Kumite en virtud del derecho materno, es, por ello, esposa nata de todo Kroki, incluido su padre. En todo caso, la organización por clase, tal como se nos presenta, no opone a esto ningún obstáculo. Así pues, esa organización apareció en una época en que, a pesar de la tendencia instintiva de limitar el incesto, no se veía nada malo en las relaciones sexuales entre hijos y padres, y entonces el sistema de clases debió nacer directamente de las condiciones del comercio sexual sin restricciones, o, por el contario, cuando se crearon las clases estaban ya prohibidas por la costumbre de las relaciones sexuales entre padres e hijos, y entonces la situación actual señala la existencia anterior de la familia consanguínea y constituye el primer paso dado para salir de ella".
Puedo suponer, que la información antes expuesta, sobre las costumbres de los Krokis y Kumites, como otras culturas, posiblemente pudo haber llegado a los oídos de personas, que haciendo recurso de su imaginación, empezaron a crear historias o narraciones que partieron de un hecho mezcaldo de realidad y ficción.
Es muy probable que a estas alturas el lector, haya anticipado la razón de este ensayo. Efectivamente, el Edipo o propiamente la leyenda de Edipo Rey, escrita por Sófocles, tuvo que, correr con esa suerte de combinaciones; entre la tradición oral, los hechos marcados en la evolución de los grupos humanos y la hermenéutica.
No disponemos de otro recurso preciso, para conocer más atrás de las escrituras antiguas, los jeroglíficos o incluso las pinturas rupestres, hechos que correspondan a costumbres o formas de vida del hombre primitivo. De ahí la importancia del emplear los relatos mitologicos como una herramienta para llegar lo más cercano a la verdad. La mitología, más allá de recrearnos sobre la producción artística e intelectual de sus autores, nos permite entender nuestro pasado más remoto.
Con estas deducciones, puedo suponer que los mitos, historias y leyendas son el producto de la creación humana, que surge a partir de una interesante combinación que consta de la transmisión oral de hechos reales o imaginarios y la interpretación. La tragedia de Edipo Rey, al ser contada como un hecho ficticio por Sofocles, no puede estar excluida de esta afirmación. Así pues, como lo explica Lorimer en sus investigaciones antropológicas sobre la posibilidad de que, las costumbres que mostraban culturas primitivas tales como:los Krokis y Kumites, pudieran haber existido una especie de promiscuidad sexual entre padres e hijos y a partir de estas actividades surgieron las clases sociales que prohibían el incesto y promovían la exogamia, como hasta ahora están constituidas todas las organizaciones familiares del mundo.
Así como las investigaciones descritas en los párrafos anteriores, podemos encontrar otras que, solo nos hagan suponer, la existencia de familias con una formación endogámica pero, no se presentan, en ningún otro registro histórico algunos indicios, siquiera de su existencia previa a la endogamia, es decir, el cambio de las familias endogámicas a la exogámica pareciera que nunca se dio, porque no contamos con información que así lo constaten. Solo nos podemos conformar con plantearnos la hipótesis sobre la existencia de las familias endogámicas en un pasado anterior a nustra civilizacione.
La mitología y la hermenéutica, constituyen nuestros pilares donde se sostiene todo el edificio del presente ensayo. Si bien estos recursos no representan para el científico un instrumento válido donde se puedan establecer explicaciones objetivas y comprobables, no significa que el método deductivo no pueda conducirnos a revelaciones tan exactas como la misma ciencia.
Auxiliarse de la mitología como método para llegar a la verdad, sigue siendo hasta nuestros días una condición tan necesaria como la de emplear la metodología científica. Una razón de peso para confiar en esta afirmación, nos la pueden dar numerosos ejemplos de hombres que haciendo uso de su intelecto e intución, han podido no solo descifrar acontecimientos muy importantes del pasado, sino también llegar a descubrimientos o invenciones muy adelantados a su epoca; para muestras podemos mencionar dos ejemplos muy representativos. Platón, aristoteles, Copernico,Leonardo Da Vinci y Julio Verne, por mencionar algunos.
Edipo Rey, es una leyenda, un mito, una ficción, una realidad, o todo a la vez. Más allá de todas estas afirmaciones, lo que nadie puede estar en desacuerdo, es sobre la trama de esta historia; no aparece ningún hecho de esta obra, algo relacionado con el comportamiento de especies inferiores al hombre. No existe ninguna circunstancia similar en relación a la prohibición al incesto en todas las especies del reino animal, como sí sucede en el ser humano. Pareciera como si esa fuera la distinción para definirse como humano. No, asi, el razonamiento, la inteligencia, la compasión, la tristeza, la alegría y todas las cualidades adjudicadas a la exclusividad del hombre.
El Edipo, podría entonces significar la síntesis de todas estas emociones, derivando a través de la infinidad de vasos comunicantes todas sus expresiones.
Las leyes que rigen al hombre en su comportamiento, no son naturales, en cambio, las del reino animal y vegetal si corresponden a un regimen natural. Estas especies, siguen fielmente todo aquello que la naturaleza les marca, mientras en el hombre, representan una perversion, porque la mayor parte de sus acciones no constituyen una condición indispensable o necesaria para su supervivencia; caracteristica primordial de lo natural.
El edipo, es inherente a la especie humana, es lo único que nos hace diferente a los animales, ellos no padecen la prohibición al incesto, nosotros sí.
Desde la óptica lacaniana encontramos también, esta distinción; "Lacan dijo, que ´el animal no tiene cuerpo, el animal es un organismo, es que como sujetos podemos prescindir de él, como sujetos del significante estamos separados del cuerpo. El sujeto es alguien del cual se habla antes de que incluso pueda hablar, el sujeto está efectivamente en la palabra antes de tener cuerpo, sencillamente antes de nacer y permanece ahí aun después de no tener cuerpo, es decir, después de la muerte: la duración del sujeto, al estar sostenido por el significante, excede pues a la temporalidad del cuerpo" (Soler,2010).
A lo largo de la obra de Lacan hay tres momentos "históricos" en donde pone el énfasis en lo imaginario, después en lo simbólico y por último en lo real. Lo que Lacan va a decir sobre el cuerpo está orientado siempre por estos tres registros.
Página siguiente |