Descargar

El Origen del Español de Santo Domingo


  1. Introducción
  2. Antecedentes Históricos
  3. Conclusión
  4. Recomendaciones
  5. Bibliografía

Introducción

En esta investigación trataremos sobre el origen del Español de Santo Domingo. El castellano llegó a Santo Domingo con los españoles que descubrieron la isla y al igual que sucedió en los demás países de América Latina, este nuevo idioma desplazó por completo las lenguas de los aborígenes (Lengua Taina, Lengua Ciguaya y Lengua Macorije), hasta hacer que desaparecieran totalmente, del mismo modo que en pocos años murieron todos los habitantes que los españoles encontraron en la isla, muchos por enfermedades traídas por los invasores, otros como resultado de los abusos y maltratos a los que fueron sometidos; los menos por tristeza y frustración.

Se afirma, según consigna Pedro Henríquez Ureña en su obra: El Español en Santo Domingo, escrita entre 1935 y 1961, que "la Española fue en América el campo de aclimatación donde empezó la lengua castellana a acomodarse a las nuevas necesidades." Sin embargo, conservamos, apenas, algunas palabras con las cuales los nativos designaban algunos objetos, plantas y frutos desconocidos por los españoles y que éstos asimilaron, enriqueciendo el castellano.

No se tiene precisión sobre a partir de cuándo puede hablarse de un español dominicano propiamente dicho, pero, obviamente, los colonizadores que se establecieron en la isla y asimilaron palabras de las lenguas locales fueron los que iniciaron el proceso de reacción del dialecto dominicano.

Con el paso del tiempo por evolución natural, adecuación idiomática, influencias del español de otros países y de otras lenguas, se ha constituido lo que conocemos como el español dominicano y que Carlisle González Tapia define como "La modalidad dialectal del español general que se habla seria la República Dominicana y que presenta características particulares en el orden fonético, en las construcciones morfosintácticas y en el vocabulario y los distintos significados de los vocablos, con relación a los demás dialectos del español general".

Metodología.El método utilizado para realizar el presente trabajo, fue el analítico. Pues más que describir, nos concentramos en examinar y estudiar el documento que establece el origen del Español de Santo Domingo.

Propósitos de la Investigación.

Esta investigación, es de carácter documental, porque las informaciones se obtendrán a través de fuentes documentales tales como libros, revistas, boletines, folletos, e Internet en donde las investigadoras recopilarán toda la información necesaria de otros estudios realizados, para ampliar los conocimientos sobre el tema de la investigación.

Objetivo General.

Analizar todo lo referente al origen del Español de Santo Domingo.

Objetivos Específicos:

  • Conocer los antecedentes históricos del origen del Español de Santo Domingo.

  • Identificar las tradiciones en refranes y frases hechas, cantos y cuentos, juegos y oraciones.

  • Establecer las diversas características del Arcaísmo, Indigenismos, sistema fonético, Morfología.

TEMA: EL ESPAÑOL EN SANTO DOMINGO.

Antecedentes Históricos

Un nuevo volumen que viene a enriquecer la notable colección de Dialectología Hispanoamericana que dirige don Amado Alonso, explica que según Pedro Henríquez Ureña, que tan distinguido lugar ocupa en la investigación y crítica literarias, había tratado también de materias lingüísticas relativas a América en varios estudios importantes antes de publicar la presente obra.

Sus viajes por los países del mundo hispánico, con largas residencias, y su conocimiento directo del habla de muchos de ellos, le capacitan singularmente para salvar el escollo en que han fracasado otros dialecto-logos: el de atribuir a un país particular, como formas típicas de su lenguaje, voces y expresiones que se encuentran también en otras regiones. Varias veces se ha hecho la división de zonas del idioma español en América. Pero sólo ahora, con bastantes estudios ya de dialectología hispanoamericana, se pueden señalar esas zonas con exactitud.

Y es el Sr. Henríquez Ureña quien en el presente libro[1]de manera precisa y razonada, marca la distribución geográfica del español en América. Una de esas zonas es la del Mar Caribe (que además de Cuba, Santo Domingo y Puerto Rico, incluye gran parte de Venezuela y la costa atlántica de Colombia), y toda la cual "se distingue por el sabor fuertemente castellano de su vocabulario y de su sintaxis, en combinación con una fonética que se asemeja más a la andaluza que a la castellana"[2]. Agrega a continuación que esta zona "coincide, en la base castiza de su léxico y su construcción, con Lima y Bogotá, ciudades que en la zona andina representan el grado sumo del sabor castellano.

Resalta el aire antiguo que caracteriza al español de Santo Domingo, con sus abundantes expresiones tradicionales. Aun se conservan allí en circulación arcaísmos léxicos tales como taína, catar, dizque, y arcaísmos de forma por el estilo de atanto, celebro, dende, entre otras más. Muchas de esas expresiones arcaicas subsisten en otros países hispánicos, se encuentran aisladas y sueltas en tal o cual región, pero en ninguna se podrá reunir, según el Sr. Henríquez Ureña, un vocabulario de arcaísmos que iguale en número a los que se oyen normalmente en Santo Domingo.

Atribuye muchos rasgos arcaicos, en parte, al hecho de haber sido la primera colonia española de América. Su núcleo de colonizadores, relativamente numeroso, se formó allí en los quince años que siguieron al descubrimiento. Y este grupo fue el que estableció y mantuvo, frente a los colonizadores que llegaron más tarde de la Península, la base lingüística de la isla.

"Así se explica la supervivencia, en Santo Domingo, de palabras o formas medievales que en el siglo XVI eran ya arcaicas o al menos obsolescentes, como el pronombre ge, los sustantivos conocencia o confisión o cris, los verbos catar, creder, veder y crebar, los adverbios taína y atanto"[3]. Pero, a la vez Santo Domingo fue el primer centro de americanización del español, tanto en la adaptación de palabras europeas a cosas o hachos del Nuevo Mundo como a la adopción de palabras indias, actividad importante en los siglos XV y XVI, pero detenida luego, al desaparecer las lenguas aborígenes de las Grandes Antillas: hoy, por eso, hasta los indigenismo tienen en Santo Domingo carácter arcaico.

Señala, como signo del influjo de la cultura colonial en el lenguaje, el uso regular del pronombre tú y de las formas verbales que lo acompañan, mientras en otros muchos países de América se impuso el vos con acompañamiento irregular de formas pronominales y de formas verbales; también, la supervivencia del futuro de subjuntivo entre la gente culta. El territorio de la actual República Dominicana se divide en regiones con rasgos propio en el habla. La lengua de las ciudades es uniforme en todo el país y tiene los caracteres generales del hable culta en el habla rural se señala divisiones: la principal es la del norte y la del sur. El Cibao, palabra que significa en taino terreno pedregoso, fue llamado por los descubridores "la gran vega" y es un conjunto homogéneo: región interior, entre la Cordillera Central y la Septentrional, sin puerto marítimos, pero la más rica de todo el país. Allí, junto a fuente rasgos arcaicos, se advierten avances espontáneos de variación dialectal.

El hecho fonético saliente es el paso de la r y la l a i en final de sílaba (comer: comei, papel: papei). Observemos que también se produce el fenómeno inverso (aceite: acerte, caimito: carmito). Ejemplos del primer caso: capital: capitai, porque: poique, alguno: alguno, salsa, saisa."En el vocabulario hay singularidades de forma y de significados. Las zonas costeñas septentrionales de Montecristi y Puerto Plata participan muy poco de los caracteres del Cibao.

En la provincia de Montecristi, la frontera con la Republica de Haití, "la línea", recibe elementos léxico del patois criollo de los haitianos. Igual cosa sucede, en toda la frontera, entre las dos pequeñas naciones, de norte a sur; si en la "línea noreste" se hace particularmente visible, es porque aquella porción fronteriza es la más poblada. A la costa de la había de Samaná tampoco se extiende el tinte caribeño: influyen, en cambio, el francés criollo y el Ingles de pequeños grupos extranjeros establecidos allí desde mediado del siglo XIX.

En el sur, las únicas regiones que ofrecen rasgos peculiares son, al occidente, la frontera con Haití, y al oriente los Campos del Seibo que coinciden con el Cibao en la vocalización de la i y la r.

Así ocurre con el español en Santo Domingo: el núcleo de población, relativamente numerosa, que se formo durante los quince años siguientes año descubrimiento, estableció la base lingüística. A este fondo inicial se sumaban las incesantes aportaciones de los noveles de los chapetones; pero debieron de persistir muchos rasgos del habla de los primaron pobladores, de los viejos baquianos como se llamaban ellos a sí mismo, como palabras indígena.

Sobre el papel de Santo Domingo en la historia lingüística de América escribe Cuervo: "puede decirse en la Española fue en América el campo de aclimatación donde empezó la lengua castellana a acomodarse a las nuevas necesidades. Como en esta isla ordinariamente hacia escala y se formaban o reforzaban las expediciones sucesivas, iban estas llevando a cada parte el caudal lingüístico acopiado, que después seguían aumentando o acomodando en los nuevos países conquistados.

Allí se llamo estancia a la granja o cortijo, y estanciero al que en ella hacia trabajar a los indios (voz que luego ha pasado a significar el que tiene o guardar una estancia); allí quebrada se hizo sinónimo de arroyo; se generalizo el sentido de remada y se aplico a los puches o gachas que de maíz hacia los indios el nombre de mazamorra con que la gente de mar llamaba al portante hecho de pedazos de bizcocho hervidos en agua; allí empezó a decirse que los indios a los animales se alzaban y a hablarse de culebras o de tigres cebados.

1.2.- Arcaísmo.

Se define el Arcaísmos, como el uso de palabras o frases anticuadas. Sobre el español de Santo Domingo, en su época, Pedro Henríquez Ureña escribió: "Mi tesis principal es que al español de Santo Domingo lo caracteriza su aire antiguo, que en ocasiones llega al arcaísmo, el español de Santo Domingo presenta como rasgos distintivos la conservación de la lengua tradicional, con matices antiguos y hasta arcaicos más abundantes que en ningún otro país del Nuevo Mundo".

Entre los arcaísmos utilizados aún por hablantes cultos, señala: acesar, agonía (esfuerzo), alfeñique, alferecía, alquilarse una persona, amujerado, anafe, aparente, apeñuscado, atollarse, barcino, boto, donde "en casa de", catar, cecina, mancar, mata (planta de cualquier especie, hierba o árbol y no solamente maleza), pollera por falda, agüela por abuela, vide por vi, agora por ahora, repite por regaño, entre otros arcaísmos muy escuchados a nivel rural son: sernos, vide, haiga. Sin embargo, la afirmación de Henríquez Ureña no puede considerarse válida en la actualidad, como lo demuestra en su estudio Max A. Jiménez Sabater al señalar que una buena parte de los 258 arcaísmos referidos por Henríquez Ureña son casi completamente desconocidos por los jóvenes universitarios de hoy. Concluye señalando: Es probable que muchos de esos términos fueran bastante usuales hace un siglo o que todavía se oiga alguno de ellos en tal o cual rincón de la República.

Por su parte, Carlisle González, afirma sobre el particular: "El panorama actual del español en Santo Domingo no es el que plantea Henríquez Ureña.Creemos que aunque se conservan muchos arcaísmos tanto en el lenguaje hablado como en el escrito, no existe "el fuerte sabor arcaico" a que alude don Pedro, salvo en zonas rurales muy apartadas. Además, la influencia por contacto con otras lenguas ha enriquecido en gran manera al castellano dominicano".1.3.- La tradición en refranes y frases hechas, cantos y cuentos, juegos y oraciones.

La frase hechas de tipo tradicional son millares: una son ya arcaicas, otras sobreviven en el español de todas partes, ¡A buena hora!, A lo hecho, pecho. A otro perro con ese hueso, Al tú por tú, Como perros y gatos, La cosa está que arde, Con el alma en un hilo, Echar chispas de ira, Despecharse con la cuchara grande, Dar alas.

1.4.- Indigenismos.

Desde mediados del siglo XVI falta en Santo Domingo sustrato lingüístico indígena permanente que influyan sobre el español. Las palabras que el indio arahuaco de Santo Domingo debía aportarle al conquistador se las enseño en los a los inmediatamente posteriores al descubrimiento. Hacia el 1540, el idioma taino estaba ya en vía de extinción. De las palabras que los españoles aprendieron en Santo Domingo y en las islas vecinas, muchos entraron pronto en la circulación general. A España, los hombres llegaban con las cosa o con sus descripciones: aje, ají, bohío, cacique, canoa, ceibo, tiburón, cocuyo, nigua.1.5.- Elementos exóticos.

-Africanismo: Los que existen son los del español general: cachimba, o cachimbo, can (reunión o tumulto), ñame (o yame), macaco, baquiní, bembe (en Cuba, bemba), federes, bitongo, fuácata, guagua, vodú o judú (baile ritual, conocido solo de gama en Santo Domingo), Zambambé.

En la clase culta toda nota de extranjerismo es, o el galicismo procedente de los libros, o el anglicismo procedente del cinematógrafo y del comercio con los Estados Unidos. Muy débiles uno y otro.

Los galicismo de origen librescos son los de todas partes acaparar, acreencia (termino jurídico), avalancha cabaret, cliché, confort, coñac, creyón, debut, esprit, frac, framboyant, fuente, marrón, menú, matinée, panfleto, champagne, provisorio, rasgo, reprise, revancha, reseda, tournée, satén, silueta, experticio.-Galicismo procedente del trato con los haitianos son: brigan, carabine, (baile campesino), colier "collar", frer (amigos) y su diminutivo frercito marrón (esclavo alzado) petisale, poliza (sustantivo masculino de police), tafia (aguardiente).-Anglicismo: rimel, royal, colín, bisté, pudín, chercha o chorcha (iglesia protestante) esplín, queque revólver, romo o ron, seibor (aparador), yate, bloc, bridge, coctel, cheque, experto, (perito), juiski, póker, reporter, suiche, bate (de bat), y la terminología relativa de los deportes: baseball, basketball… Italianismo: adiós, manyata (comilona), eccolequa (¡eso es!) pianito.1.6.- El sistema fonético.

El habla de la clase culta, se distingue de la popular por el mayor cuidado que se pone en la emisión de los fonemas. Pero este cuidado varía desde la emisión constantemente correcta de unos pocos catedráticos de universidad, por ejemplo hasta la emisión descuidada, del que se aproxima mucho a la forma popular, pero que, poniendo atención puede pronunciar con igual rigor que el universitario, porque este rigor esta dentro de las posibilidades normales de sus hábitos articulatorios.De la clase a las clases populares hay no poca diferencias. En el habla popular, los órganos de la articulación tienen poca movilidad, lo cual afecta a las vocales, haciéndolas poca diferenciadas entre sí: en las ciudades el matiz es abierto, a causa de la abertura de los labios en sentido horizontal; en cambio, hay regiones rurales de tendencia contraria: las vocales se hacen oscuras por abocinamiento de los labios. ¿Villa Mella?

En Santo Domingo existe la entonación grave, semejante a la colombiana. Entre los campesino hay diferencia de región a región… Indicare dos variedades curiosas: una entonación grave y oscura, con fuente golpe sobre la ultima sílaba acentuada, que según la opinión humorística da impresión de ladrido (en frases como "!Muchacho del diablo!"; otra entonación, aguda, Sueve, que da la impresión exacta de la hipocresía campesina.

Como fenómeno de cantidad o duración, puede señalarse el alargamiento de la vocal acentuada final de grupo fónico. Esta duración aumenta acentuada particularmente en caso de énfasis: ¡adioóóó!, ¡vaale! ¡compaadre! o cuando se quiere reforzar una impresión; laargam leííísimo, muy dulce. A veces, el énfasis cae ostensiblemente sobre la consonante: ¡ladronas-so! La fonética nuestra tiene semejanza con la andaluza. Cabe señalar: las vocales abiertas en las clases cultas; la articulación abierta y faríngea de la j; reducción de ll a y; conversión de z y c en s; variedad de articulaciones de la s la aspiración de s en final de sílaba: el debilitamiento de caída de las consonantes en final de sílabas (usté); los trastornos de la r y la l; entre los campesinos. La conservación de la antigua h aspirada (heder, jeder). La entonación no es de tipo andaluz.

1.6.1.- Fonética (Fenómenos Diacrónicos).

El seseo dominicano Igual que sucedió en el resto de los países hispanoamericanos, en la República Dominicana, los antiguos fonemas que la grafía medieval y la clásica representada con s, ss, c y z se unificaron en el fonema sordo /s/. En nuestro medio se tienen evidencias gráficas de las confusiones que causó esta pronunciación indiferenciada, al momento de escribir, en documentos del 1,581. Pueden apreciarse errores como "nesesarias", "jueses", "pareser", "rresebido", "haserle", "marsso", "provinssia", "fransesses", "Yglecia", "hassiendas", "destruyssion", entre otros.

Eliminación de /s/. En las clases populares y campesinas, por lo general, se aspira la S final de sílaba, y ésta es quizá la característica más notoria del español dominicano actual: má comida, por más comida; do día, por dos días; tre peso por tres pesos, etc. En las clases cultas puede observarse lo mismo en conversaciones relajadas entre amigos, sin embargo, en conversaciones formales, discursos y en el lenguaje escrito, se cuida caer en esos errores.

A pesar de ello, Carlisle González Tapia afirma que sólo alrededor de un 33 % lo consigue, aun "en estilo totalmente formal" Jiménez Sabater refiriendo sus impresiones al respecto señala: "En la República Dominicana la pérdida total de la aspiración procedente de /s/ final de sílaba se halla mucho más avanzada hoy día entre las generaciones jóvenes -menores de treinta años- que entre personas de mayor edad. Contemplé con asombro cómo en una misma familia la abuela conservaba buen número de aspiradas, mientras que en el habla de sus hijos el número de éstas era menor y en la pronunciación de los nietos se manifestaba ya la omisión casi sistemática de dicho sonido".

Concluyendo que la evolución de este fonema tiende hoy en día a la desaparición total en el habla de los dominicanos, después de haber pasado por la etapa de la aspiración. La S ubicada en medio de palabras, también se aspira en nuestro medio, en condiciones similares a las de la S final de sílaba y de palabra: fóforo por fósforos, totone por tostones, uté por usted, pecao por pescado, juto por justo, satre por sastre, critiano por cristiano, ecuela por escuela, embute por embuste, repeto por respeto, etc. En personas de nivel alto y medio se produce una aspiración de la /s/, pronunciándose como una 11, ejemplos: chidme por chisme, tardajte por tardaste. Igualmente se aspira la S en el grupo ST, por ejemplos: tar por estar, etante por estante, etc. Se observa, también, en nuestra población campesina y popular, la tendencia a sustituir la S por H aspirada, ejemplos: nojotro por nosotros.

Yeísmo: Consiste en la pronunciación de II como y, por ejemplos: botella, fallecimiento, guillotina, lluvia, etc. Este fenómeno se generalizó en toda Hispanoamérica desde el siglo XVII. Se entiende que a su rápida propagación "es posible que contribuyera la pronunciación de los esclavos africanos quienes, como se sabe, solían ser yeístas".

Beísmo: Este fenómeno lingüístico está igualmente generalizado en toda Hispanoamérica y consiste en la pronunciación indiferenciada del sonido /b/, independientemente de que la palabra lleve en su ortografía una /b/ o /v/. De esa forma se ha eliminado en el lenguaje hablado el antiguo sonido de la NI.Vocales: Entre los dominicanos existe una notoria tendencia a la nasalización de las vocales. En las zonas rurales y personas pertenecientes a clases populares muchas vocales resultan nasalizadas por asimilación o metafonía cuando aparecen consonantes nasales en la misma palabra o en otra vecina. ejemplos: romana, cuando, trabajando, como, etc.

Vocales acentuadas: "El hecho más sobresaliente en lo que concierne al timbre de las vocales tónicas dominicanas es su regular y persistente carácter medio-abierto, exento de extremos cierres o aberturas". Por esta razón señaló Henríquez Ureña su impresión de que "la nitidez de las vocales dominicanas viene dada por su carácter relativamente despejada"'.

Vocales inacentuadas: Jiménez Sabater afirma sobre el tema: "Es lo más extendido en el país, fundamentalmente en las zonas rurales y en parte de las áreas urbanas, un mantenimiento muy nítido del timbre de las vocales inacentuadas, las cuales suelen ir acompañadas de un acento de, intensidad mayor que el usual en el castellano normativo". "En las clases urbanas de la alta y parte de la mediana burguesía el timbre de las vocales inacentuadas no suele ser mantenido con tanta fijeza, por lo cual se observa la relajación de las mencionadas vocales en circunstancias bastante similares a las del castellano culto peninsular".

"La E inacentuada, en los medios rural y popular, si va seguida de A se convierte en 1: apiai por apear, jarrai por arrear. La E seguida de O, con frecuencia se convierte en 1: pioi por peor, Lionera por Leonora. La E se transforma por disimilación en 1: ojiao por ojeado. La I sufre cambios muchas veces por supresión, como en sencia por ciencia; por cambio de lugar en una palabra, suida por ciudad; dislocación por acento, como cáida por caída, y sustitución como memo por mismo.

La O también ofrece cambios en el lenguaje popular; los casos más frecuentes son la sustitución por la U, como podemos observar en tualla por toalla; búa por voy; tuavía por todavía. El diptongo lo en algunos casos se transforma en O como ocurre en Antoño por Antonio".

1.6.2.-Consonantes.Según Jiménez Sabater "lo más significativo lo constituye tal vez el hecho de que actualmente en la República Dominicana se manifiesta mejor que en ninguna otra zona del mundo hispánico la tendencia ancestral del castellano a resolver la sílabas trabadas en sílabas libres".

-Bilabiales: Las consonantes B y V, como ya dijimos, se pronuncian sin alteración cuando son iniciales o están en posición intermedia: banco, barro, vaso, vida, bambú, navega. bia por G, como en agüela por abuela, güeno por bueno, güeita por vuelta. Esto es frecuente en las oclusivas sonoras. En la palabra vagamundo por vagabundo la B se convierte en M. El sonido bilabial de la P inicial, media o intervocálica no sufre alteración: pera, propina, papá. En el grupo Ps, se pierde: así cáusula por cápsula.

La P seguida de T, desaparece: aseto, por acepto, conseto por concepto. El sonido figurativo de la F, no sufre alteración: Fragoso, farfullero. Pero en algunos casos su sonido se sustituye, en el lenguaje popular, por el de la J. Así Juimos por fuimos, ajuera por afuera. Dentales (T-D): La T en posición inicial no cambia: tabaco, Teresa, trueno. La D inicial, en la lengua vulgar se aspira, en las voces onde por donde, epachai por despachar, enú por desnudo.

Existe el caso contrario que es agregar la D al principio de algunas palabras: diba por iba, dentro por entró. En la lengua vulgar la D final se pierde también: verdá por verdad, amitá por amistad, uté por usted. En algunos casos se agrega al final de algunas palabras la sílaba DE: vide por vi (forma arcaica). El grupo DM y DV se vocaliza, es decir se convierte en I: aimití por admitir, aiveití por advertir, y con frecuencia ambos grupos se convierten en L o R, aimití y alvertí, este cambio no es sólo propio del lenguaje del Cibao, sino de todas las regiones del país.La D antes de N, en muchos casos se pierde, como aonde, por adonde, onde por donde.

-Velares: la C seguida de O y de U es en forma exclusiva, como: cama, cubo (con sonido de K). En posición inicial se conserva: casa, cuna. La C final sólo se conserva en voces cultas, por consiguiente, se pierde en el lenguaje vulgar: Isa por Isaac.

La C seguida de E y de Y tiene sonido de S: sielo por cielo; sinta por cinta.La C formando parte del grupo CT desaparece: dotoi por doctor; en el mismo grupo, la C a veces se vocaliza: faitura por factura; aituai por actuar.En el grupo CC, también se vocaliza aisión por acción, y como le ocurre a la R en este caso también, según la región es sustituida por Y, o por R: aisión y arsión, por acción.

La J: la J inicial siempre se pronuncia: junta, jaula, jamás; pero en posición intermedia con mucha frecuencia sustituye a la H, así: jalai, por halar, bojío por bohío, jamaca por hamaca. En los pocos casos que existen en español de J final, en ellos ésta se pierde: reló por reloj.

La G: la G, que es consonante sorda en los sonidos ge, gi: Gengibre, gina, es sonora en las combinaciones ga, go, gue: Gavillero, gozo, guerra. La G intermedia permanece sin alteración: mago, ruego, final no existe. La G seguida de N, generalmente pierde su sonido: inorante por ignorante; indino por indigno.

La L: consonante alveolar, en posición inicial permanece igual: ladera, lino, lima. En posición intermedia se convierte en 1: saito por salto, buito por bulto. Cuando es final, ocurre lo mismo, se convierte en : animai por animal, fiel por fiel.

La Z: esta consonante se sustituye por la S. En la palabra pez, la Z final se sustituye por J; peje.

1.7.- Morfología.

La morfología ofrece muy poco de variación frente a los usos normales del español.

Género: hay algunas modificaciones. Ejemplos: el ovejo, el tortugo, el paraguito (hongo), la chincha, la tigra, la yerna, la tutumpota; en nombre propios: Candelario, Margarito, Magdaleno, Ofelio.

-Adjetivos: celebro (astuto), encuera, encuero (desnuda-o) el sartén; la azúcar, la azucarara, dos sustantivos en los cuales hay cambio de género sin cambio de forma. En el Aumentativo, una forma masculina puede servir para aplicarse al sexo femenino: aun mujerona (o una mujerona) un putón (o una putona); caso contrario: una mariquita (hombre afeminado).

-Número: singular curioso: vívere. Plural en sese: piese, sofases, Haitises (montañas) ñuses (de ñu) se equiparan a mes-meses.

-Pronombres: entre los personales han desaparecido del hablo vos y vosotros. En lugar de vosotros se usa ustedes, único para la segunda persona real y tercera ficticia, con el verso en tercera persona, como en toda América. Le tiende a convertirse en forma invariable del sustantivo, como en todas partes: le hablo a ellos; les digo a ellas: la tendencia viene de siglo atrás. Tirso dice: "Y darle a mis males fin", en El Burlador de Servilla. Entre los campesinos existe el pronombre arcaico de tercera persona ge: ge lo diré.

-El Verbo: la conjunción ha perdido las formas correspondientes a vos y a vosotros. La tercera persona del plural hace doble papel, agregándosele el de la segunda, como en toda América. En el habla popular la forma en ra del imperfecto de subjuntivo sustituye al re (futuro) y elimina la forma se. Hay diptongos de tipo arcaico: entriego, por entrego; estriego, por estrego, tiemplo, por templo. Se produce el fenómeno inverso: forzo, por fuezo. Diferencias tales como: herver, por hervir; verter; pasiar, por pasear, cambeo, por cambio.

-Adverbio: formas arcaicas en el habla campesina: onde (y ande), entonce, agora, entodavía (y entoavía y entuavía), dispues, asina o ansina, aposta, cuasi, contimás. Formaciones populares en mete: cuasimente, talmente, malmente, apuramente (precisamente), los humorista han formado a ambamete o ambasmente. En la ciudades: donde, por "en casa de" Ejemplo: fui donde Marina, en vez de: fui a casa de Marina. Que adverbial (así en que, ahora es que, allí es que por eso es que). El autor del español en Santo Domingo, no lo cree galicismo, como se ha supuesto. Cuervo dice que es un que galicado. Pedro Henríquez Ureña lo cree de formación espontánea, ya que se oye tanto entre los campesinos, como entre las gente culta de las ciudades. Pero se cuando encuentra este que adverbio en muchos clásicos españoles, por lo cual le atribuye origen español.

-Diminutivo: correndito, bregadito, lejitos o lejecitos.

-Interjecciones: ¡ayayay!, ¡guay! (arcaico), ¡po! (arcaico), ¡che! (tse, escrito ce), ¡barajo!, ¡carajo!, ¡cará!, ¡caracas!, ¡anda a, o pa la porra!, ¡anda el diablo!

1.8.- Sintaxis.

La sintaxis es la usual del español. La concordancia sólo presenta las irregularidades, antiguas en español, que se deben al sentido o a la proximidad: "la gente que estábamos allí"; "un reburujón de gente salían corriendo", se pesca el tiburón y muchos carites. Uso popular curioso: "son verdad", "son mentira". Tanto haber como hacer en el habla popular se construyen tomando como sujeto lo que hay o lo que se hace: habían muchos muchachos; hacen días, habrán fiestas. En el habla popular, se trata medio como adjetivo, en casos en que es adjetivo y por tanto, invariable: ellas están medias locas; un poco de agua.

1.9.-Fenómenos lingüísticos: metaplasmos.

-Apócope: Este metaplasmo que consiste en la supresión de una o más letras al final de un vocablo, es muy frecuente en toda nuestra población, pero muy usado en el Cibao; así: ciudá por ciudad; usté por usted; verda por verdad. Así como la supresión de la S final, también de uso general: má por más; arró por arroz; Lui por Luis.

-Prótesis: Consiste en colocar al principio de una palabra una o más letras: asigún por según; afusilai por fusilar.

-Epéntesis: Consiste en intercalar una letra en medio de un vocablo: lambei por lamer; haberá por habrá; biságara por bisagra. De origen culto tenemos Atalántico por Atlántico.

-Aféresis: Consiste en la supresión de una o más letras al principio de la palabra: ora por ahora; onde por donde; taba por estaba; ta por está; Cola por Nicolás; Tanilao por Estanislao; Norabuena por enhorabuena.

-Sincopa: Ocurre cuando se suprimen una o más letras en medio de una palabra: navidá por natividad; Magalena y Madalena por Magdalena. El primero pierde la D y el segundo la G; anque por aunque; este vocablo sufre la pérdida de la U.-Metatasis: Consiste en alterar el orden de las letras de una palabra: probé por pobre; Grabiel por Gabriel; ajóla por ojalá; naide por nadie.

-Disimilación: Ocurre al alterar un sonido para diferenciarlo de otro igual o semejante, cuando influye sobre aquel: debino por divino; molenillo por molinillo; medecina por medicina. El cambio de I por E se produce por la concurrencia de las Íes en sílabas consecutivas.

-Contracciones: Se verifica cuando se hace una sola palabra de dos, de las cuales la primera acaba y la segunda empieza en la vocal, suprimiendo una de estas vocales. En ocasiones se suprimen más de una letra: Voy a, vuá; cómo es, comué; de este, déte; de ahí, diai, etc.

-Diminutivos: La costumbre de usar diminutivos está arraigada en la región del Cibao. Es parte de la afabilidad hospitalaria de las gentes, es una forma de ser agradables y corteses. Así cuando nos hacen esperar nos dicen epéree un ratico, aunque la espera sea larga; si nos obsequian un dulce nos ofrecen un dulcito; cuando llovizna dicen: tá jariniandito; cuando nos indican una dirección siempre es cerquita, aunque sea distante. Cafesito, adiosito, partico, son otros diminutivos de uso frecuente.

-Dislocación de acento: Es una característica de nuestro lenguaje popular en todas las regiones del país. La voz mama es una de las más corrientes, particularmente cuando la usan para insultar a alguien, también sufren dislocación de acento la voz cáida por caída; traída por traída; mái por maíz.

-Regresión: Ocurre al decir leva por levita, Margara por Margarita.

-El Verbo: El uso de algunas inflexiones verbales ofrece interesantes cambios en el habla popular. Estos cambios los encontramos: en la supresión de letras en la tercera persona del plural del presente de indicativo. Ejemplos: Cogien por cogie(ro)n: Vivien por vivie(ro)n. En la forma compuesta del pretérito perfecto de subjuntivo del verbo Haber se dice Haiga por Haya. En el pretérito imperfecto de algunos verbos se da una especie de rodeo en lugar de usar el tiempo correcto, así se dice: Yo iba a venir, en lugar de decir Yo venía. En cuanto al futuro podemos observar que su uso se está perdiendo. Así es general el empleo de la forma: Voy a mandar a buscarla, en lugar de Mandaré a buscarla; Voy a ir, en lugar de decir Iré, entre otras tantas. El pronombre de segunda persona (Vosotros) ha desaparecido; se conserva la segunda persona del singular Tú. También se usa en lugar de Tú, Usted y en lugar de Vosotros, Ustedes.

Conclusión

Al finalizar esta investigación, diríamos que el proceso de satisfacción de las necesidades se manifiesta como un proceso activo, con un fin determinado y como un proceso que posee una forma de actividad desarrollada socialmente. Garantizando una motivación permanente del adulto, por el aprendizaje continúo.

Al finalizar esta investigación sobre el origen del Español de Santo Domingo. Se afirma, según consigna Pedro Henríquez Ureña en su obra; El Español en Santo Domingo, establece que "El territorio de la actual República Dominicana se divide en regiones con rasgos propio en el habla. La lengua de las ciudades es uniforme en todo el país y tiene los caracteres generales del hable culta en el habla rural se señala divisiones: la principal es la del norte y la del sur.

El Cibao, palabra que significa en taino terreno pedregoso, fue llamado por los descubridores "la gran vega" y es un conjunto homogéneo: región interior, entre la Cordillera Central y la Septentrional, sin puerto marítimos, pero la más rica de todo el país. Allí, junto a fuente rasgos arcaicos, se advierten avances espontáneos de variación dialectal. En el vocabulario hay singularidades de forma y de significados. Las zonas costeñas septentrionales de Montecristi y Puerto Plata participan muy poco de los caracteres del Cibao. En la provincia de Montecristi, la frontera con la República de Haití, "la línea", recibe elementos léxico del patois criollo de los haitianos. Igual cosa sucede, en toda la frontera, entre las dos pequeñas naciones, de norte a sur; si en la "línea noreste" se hace particularmente visible, es porque aquella porción fronteriza es la más poblada.

Finalmente, gracias a la UTE, miles de adultos pueden retomar sus estudios sin afectar su trabajo laboral y en si mejorar uno mismo como ser humano. Es por tanto que nos queda la satisfacción de haber realizado un trabajo conciso que nos arrojó luz sobre la base teórica y la aclaración de varios aspectos prácticos relacionado con dicho tema.

Recomendaciones

Entendemos que resulta importante, seguir indagando más sobre el tema el origen del Español de Santo Domingo. Que, está plenamente demostrado que cada región de la República Dominicana, posee su modo de comunicarse, esto se afirma, cuando Pedro Henríquez Ureña en su obra: El Español en Santo Domingo, expresa que "la Española fue en América el campo de aclimatación donde empezó la lengua castellana a acomodarse a las nuevas necesidades."

Sin embargo, no se tiene precisión sobre a partir de cuándo puede hablarse de un español dominicano propiamente dicho, pero, obviamente, los colonizadores que se establecieron en la isla y asimilaron palabras de las lenguas locales fueron los que iniciaron el proceso de reacción del dialecto dominicano. Con el paso del tiempo por evolución natural, adecuación idiomática, influencias del español de otros países y de otras lenguas, se ha constituido lo que conocemos como el español dominicano.

Nosotros entendemos que debe de darse todo el apoyo a los programas de enseñanza para adultos, primordialmente el programa de alfabetización Quisquella aprende contigo, ya que se debe de aplicar el sistema andragógico, a este programa, para que el adulto se sienta más cómodo en el proceso enseñanza – aprendizaje y pueda entender la forma de los diversos contenido.

Por último a la Universidad de la Tercera Edad:

– Para hacer que cada grupo de la Lengua Española y su metodología, realice un trabajo social, dentro de su comunidad, siendo la universidad, a través de profesores y directores de la carrera, el ente que coordine tales actividades.

– Seguir promoviendo en todas las carrera, este tipo de iniciativa, a través del sistema investigación – acción (enseñanza – aprendizaje), para que como profesionales brindemos un mejor servicio a la sociedad Dominicana.

Bibliografía

  • Henríquez Ureña, Pedro. (1978), "EL ESPAÑOL EN SANTO DOMINGO". Tercera Edición. Editora Taller. Santo Domingo.

  • Jiménez Sabater, Max A. (1975), "MÁS DATOS SOBRE EL ESPAÑOL DE LA REPÚBLICA DOMINICANA". Ediciones Intec. Editora DEL SOL, S.A. Santo Domingo.

  • González, Carlisle. (1975), "MÁS DATOS SOBRE EL ESPAÑOL DE LA REPÚBLICA DOMINICANA". El Nacional de ¡Ahora! 27 de Agosto de 1975.

  • Olivier Vda. Germán, Consuelo. (1971), "DE NUESTRO LENGUAJE Y COSTUMBRES". 2da. Edición, Impresora Arte y Cine, C. por A. Santo Domingo.

  • Pérez, Odalis G. (1997), "LENGUA Y SOCIEDAD EN SANTO DOMINGO. EXPRESIONES DIALECTALES, HABLAR URABANOY SOCIOLECTO". Calasanz No. 48: 8, Nov. 1997.

  • Pérez, Odalis G. (1997), "LENGUA Y SOCIEDAD EN SANTO DOMINGO. EXPRESIONES DIALECTALES, HABLAR URABANOY SOCIOLECTO". Calasanz No. 47: 7, Nov. 1997.

  • Zaglul, Antonio. (1974), "EL DOMINICANO Y SU LENGUAJE, APUNTES". Editora Taller. Santo Domingo.

 

 

Autor:

Ing. +Licdo. Yunior Andrés Castillo S.

edu.red

Santiago de los Caballeros,

República Dominicana

2014.

[1] Henríquez Ureña, Pedro. (1978), “EL ESPAÑOL EN SANTO DOMINGO”. 3ra. Edición, Editora Taller, Santo Domingo, Rep. Dom. págs. 29-30.

[2] Ibis, pág. 40.

[3] Henríquez Ureña, Pedro. (1978), “EL ESPAÑOL EN SANTO DOMINGO”. 3ra. Edición, Editora Taller, Santo Domingo, Rep. Dom. pág. 41.