- Elaboración de un proyecto deportivo.
- Entrenamiento deportivo.
- ¿Qué medios tenemos para entrenar?
- Programación por períodos.
Elaboración de un proyecto deportivo.
Todo entrenador necesita crear un proyecto deportivo para su institución, es decir, tener claridad y orden en el planteamiento de los objetivos, desarrollando su trabajo dentro de un contexto en el cual todos saben qué es lo que se quiere lograr.
La elaboración de un proyecto abarca no solamente la faz deportiva sino también la faz social en donde se incluyen a todas las personas que conforman el grupo de basketball, jugadores, padres, subcomisión, dirigentes.
Todos sabrán cómo piensa el entrenador, qué es lo que quiere lograr, cómo va a desarrollar su trabajo. No hay que ser pesimistas, ni tampoco prometer cosas que no vamos a poder cumplir, simplemente, hay que ser realistas con las circunstancias del club, posibilidades de desarrollo, etc.
El proyecto deportivo surge del análisis de la situación:
Material humano que se tiene.
Elementos a disposición.
Infraestructura.
Circunstancias de institución.
Entrenamiento deportivo.
La Teoría y Metodología del Entrenamiento Deportivo en sus contenidos académicos y científicos, desde hace muchos años ha estado abordando en sus publicaciones un aspecto que relaciona los diferentes tipos de preparación deportiva, nos referimos a los aspectos fundamentales de la preparación del deportista. Este concepto ha tratado de abordar todos aquellos contenidos que debe recibir un deportista no sólo en su ciclo anual de preparación, sino también durante su vida deportiva.
Los aspectos de la preparación del deportista refieren los siguientes:
La preparación física (general y especial).
La preparación técnica.
La preparación táctica.
La preparación psicológica (moral y volitiva).
La preparación teórica (intelectual).
¿Qué medios tenemos para entrenar?
Los medios de entrenamiento son el conjunto de actividades que realizan los jugadores para alcanzar los objetivos previstos en la planificación. Los medios están formados, fundamentalmente, por los ejercicios físicos que se realizan en los entrenamientos y la competición. Podemos distinguir dos clases diferentes de medios de entrenamiento: medios específicos y medios básicos.
- MEDIOS ESPECIFICOS
Son aquellos que se desarrollan en un contexto semejante al de la competición.
Este tipo de cargas tiene una incidencia completa en todos los factores de rendimiento. Constituyen el mejor medio para incrementar el rendimiento de jugadores y equipos al estimular el sistema, en las mismas condiciones en que será requerido en la competición. Centrándolos en los factores físicos, el entrenamiento específico es, por sí mismo, el mejor estímulo para la mejora de las cualidades físicas específicas.
- MEDIOS BASICOS
Son todos aquellos que se desarrollan en condiciones ajenas a las propias de la competición. Tienen una orientación más definida que los medios específicos, puesto que inciden prioritariamente sobre algún factor concreto de rendimiento.
Si hacemos referencia a las cualidades físicas relacionadas a las cualidades físicas relacionadas con el baloncesto, que fundamentalmente son:
- Velocidad de reacción
- Capacidad de aceleración y velocidad gestual (cambios de ritmo, dirección, etc.)
- Fuerza explosiva, elástica explosiva y reflejo-elástico-explosivo
- Resistencia a la velocidad, a la fuerza explosiva y resistencia de media y larga duración ante esfuerzos intermitentes,
parece que los estímulos específicos son insuficientes para garantizar las necesidades propias de una temporada o de la vida deportiva de los jugadores. Es necesario someter a los mismos a cargas básicas condicionales teniendo en cuenta lo siguiente:
- La resistencia aeróbica de baja intensidad sólo puede ser tratada con el objetivo de recuperación o tras períodos de larga duración. Aunque también debe ser considerada muy importante en el trabajo con jugadores de categorías inferiores, como minibasket o infantil.
- La resistencia mixta por medio de esfuerzos intermitentes medios – cortos, y con cambios de ritmo, es una carga básica eficaz, fundamentalmente a partir de la categoría cadete.
- Estímulos de fuerza con cargas elevadas y máximas son necesarios para aumentar las capacidades de energía rápida y para evitar lesiones articulares.
- La flexibilidad específica es tanto una cualidad de rendimiento, como de recuperación y cuidado ante lesiones.
Respecto de la fuerza, ocupa un lugar central ya que la mayor parte de las acciones relevantes para el resultado son de alta y muy alta intensidad (desplazamientos, lanzamientos, saltos y paradas, arrancadas, situaciones de oposición y contacto). En cuanto a la resistencia, el trabajo específico, siempre que se garanticen los niveles de intensidad propios de la competición, y se prolongue adecuadamente es un estímulo muy adecuado para la resistencia específica.
Respecto de la velocidad, la eficacia no depende de la capacidad para desplazarse lo más rápidamente posible, sino de la capacidad para ajustar la velocidad / el ritmo de las conductas a la situación de juego. En otras palabras, la velocidad depende, siempre que estén garantizados los mecanismos de aporte rápido de energía -fuerza-, de los factores informacionales –toma de decisión- y de la calidad de los ajustes motores.
Por consiguiente, la velocidad en el baloncesto se desarrolla mediante el entrenamiento específico. El entrenamiento básico de esta cualidad sólo se orienta hacia la adquisición de fuerza y la mejora de calidad de los factores motores.
En general, podemos decir que a medida que avanza la temporada aumentan los medios específicos a utilizar y disminuyen los medios básicos, de la misma manera que a medida que tenemos jugadores más formados será necesario utilizar medios más específicos.
Programación por períodos.
Principios generales a aplicar en la programación:
- Las cargas generales no suponen un estímulo significativo en la adaptación de los deportistas de élite, y sí en los jugadores en formación. El corto período preparatorio imposibilita las propuestas de largas ondas adaptativas de este tipo de cargas.
- La acumulación de cargas físicas de orientación específica, en cortos períodos de tiempo, provocan efectos adaptativos rápidos, ya que producen efectos complejos sobre todos los factores de rendimiento.
- Durante los largos períodos de competición, las programaciones se diseñan en microestructuras, coincidentes con las semanas de entrenamiento en su mayoría, que agrupan las fases de carga, competición y recuperación de forma cíclica y repetitiva, con pocas modificaciones, a lo largo de todo el período.
Gracias a esta microestructuración de las cargas, conseguimos el mantenimiento del estado de forma a lo largo de toda la temporada.
En el baloncesto, la periodización de la temporada se suele dar en las siguientes fases:
- PRETEMPORADA
Anterior al inicio de la competición, de duración relativamente corta, cuyo objetivo fundamental es la adquisición del nivel de adaptación individual y colectivo que permita iniciar con el rendimiento esperado.
- TEMPORADA
Período muy largo cuyos objetivos se concretan en el mantenimiento y en la optimización del estado de forma para el logro de los rendimientos previstos.
- TRANSICION O DESCANSO ACTIVO
Orientado hacia la recuperación de los efectos de la competición.
PRETEMPORADA
La pretemporada es el período previo al inicio de la competición, con una duración entre 6 y 9 semanas, cuyos objetivos fundamentales son:
- Conseguir un alto nivel de rendimiento del equipo al inicio de la temporada.
- Adquirir un estado de forma individual que permita satisfacer las necesidades de juego del equipo.
- Continuar el proceso de desarrollo individual de los jugadores.
¿Qué consideraciones hay que tener en la pretemporada?
Los jugadores más experimentados, gracias a los procesos de adaptación a largo plazo, no necesitan ni cargas generales ni largos períodos de adaptación. Los jugadores jóvenes, tienen una mayor disponibilidad a someterse a cargas más generales, coherentes con sus necesidades de desarrollo.
Las cualidades físicas a trabajar durante la pretemporada serán fundamentalmente la resistencia orgánica, la flexibilidad, la fuerza-resistencia, la fuerza máxima, factores de velocidad, coordinación, equilibrio y agilidad. A medida que progresamos en la pretemporada deberemos centrarnos exclusivamente en la resistencia específica, fuerza rápida y explosiva y velocidad.
La pretemporada, se puede dividir en los siguientes períodos:
- PRIMER PERIODO
De 3 o 4 días de duración, su objetivo es iniciar las adaptaciones biológicas a las cargas de entrenamiento. Las cargas son fundamentalmente físicas, y orientadas hacia la resistencia aeróbica, la fuerza resistencia (circuitos, autocargas, ejercicios globales) y la flexibilidad.
- SEGUNDO PERIODO (4-5 semanas de entrenamiento)
Los objetivos de este período se centran en:
- Conocer los objetivos, estrategias y las tácticas básicas del equipo.
- Adquirir / recuperar los patrones de la motricidad específica y sus ajustes.
- Adquirir el nivel adaptativo físico específico que requiere cada deporte.
- Adquirir la reserva condicional para el período de competiciones.
Los medios que se utilizan son básicos y específicos, con una mayor frecuencia de los primeros sobre los segundos. Durante todo este período predomina el volumen sobre la intesidad.
TECNICA: las cargas motricies básicas son muy frecuentes. Se deben elabborar a partir de la lógica interna del baloncesto. Se utilizan a modo de cargas de contraste y transferencia en relación a las cargas físicas y forma parte de la mayor de los calentamientos.
CONDICION FISICA: en el baloncesto, podemos observar una clara tendencia hacia las manifestaciones de la fuerza rápida:
- Las manifestaciones de fuerza ocupan la mayor parte de los entrenamientos de orientación física.
- En el caso de equipos de base, como cadetes, el trabajo de fuerza irá fundamentalmente dirigido hacia un desarrollo de la resistencia muscular, del trabajo de fuerza-resistencia. En el caso de equipos de categorías aún inferiores, este trabajo de realizarse con mucha precuación y no será prioritario.
- La mayor parte de las cargas se orientan hacia el tren inferior, puesto que suelen soportar la mayor parte de las conductas de competición.
- Las cargas de fuerza evolucionan, dentro de los márgenes propuestos, primero hacia un aumento de la magnitud de la masa a desplazar, intentando mantener unos mínimos de velocidad, para pasar después a desminuir la carga e incrementar la velocidad, aproximándose a la estructura de movimiento de la competición.
- Las cargas básicas de fuerza se complementa con el trabajo de técnica, de forma que vayan adquiriendo los ajustes precisos para los movimientos de la competición.
Respecto de las cargas de resistencia, su diseño tiene las siguientes características:
- Las cargas no específicas orientadas hacia la mejora de la resistencia son pocas, y los ejercicios deben estar estructurados de forma semejante a la lógica interna del baloncesto. En general, los ejercicios son de intesidad variable (medio-alta y alta), interválicos de corta duración y con pausas cortas.
- Los ejercicios para la mejora de la motricidad específica, especialmente los desplazamiento y la combinación con otros elementos, son un excelente estímulo para la resistencia.
- Las cargas específicas son, evidentemente, la mejor propuesta para la mejora de la resistencia específica y el retraso en la aparición de la fatiga.
- La evoloución de las cargas de resistencia se produce automáticamente por el incremento de las cargas específicas en la segunda parte de este período y la desaparición de las cargas básicas.
- En el caso de equipos de base con jugadores en formación, debemos prolongar aún más el desarrollo de la resistencia.
Las cargas específicas so nmenos frecuentes y de menor duración en las primeras 2-3 semanas, para pasar a una mayor frecuencia y mayor duración en las últimas 2 semanas. En esta segunda fase, las cargas específicas son de mayor volumen que las propias de la competición para estimular los mecanismos que retrasan la aparición de la fatiga específica.
En la última parte de este período, es conveniente la celebración de algún partido de competición, aún en condiciones de fatiga acumulada, que permita poner en práctica los aprendizajes adquiridos y evaluar el grado de eficacia de los mismos.
- TERCER PERIODO.
Este período, de 2-3 semanas de duración, tiene como objetivos adecuar las adaptaciones individuales adquiridas a las necesidades de la competición, adquirir el nivel de juego del equipo y adquirir las inercias de carga, competición y recuperación propias de período competitivo.
Este conjunto de objetivos se consigue mediante una modificación de las magnitudes de la carga, tales como:
- Disminución del volumen general del trabajo.
- Disminución de las cargas básicas e incremento de las específicas.
- Las cargas básicas se orientan fundamentalmente a la fuerza en las manifestaciones propias de la competición, incidiendo en el componente de la velocidad (la velocidad en la realización de las conductas de competición es una cualidad compleja y resultante de la actuación del resto de los factores de rendimiento, por lo que su mejor estímulo se produce en los entrenamientos específicos).
- Se realizan varios partidos de competición para ajustar las relaciones del complejo de factores de rendimiento y su evaluación.
TEMPORADA.
La programación de las cargas exige un análisis previo del calendario, del sistema de competición, de las diferentes competiciones en las que se participa, de las pausas competitivas. Este análisis permite la selección de los momentos de la temporada en los que se requiere un mayor nivel de rendimientos y de aquellas otras fases de competición de menor relevancia.
Es necesario estructurar las cargas en pequeñas unidades de programación, que se repiten de forma semejante a lo largo de todo el período. La curva de intesidad y volumen irá fluctuando con el objeto de obtener los momentos de máxima forma en aquellos partidos que más nos interesen.
Las cualidades físicas propias de este período serán prácticamente las mismas que se trabajan al final del período de pretemporada: resistencia específica, fuerza rápida, fuerza explosiva y velocidad.
Las circunstancias que se presentan a lo largo de la temporada son muchas. De cualquier manera expondremos las más frecuentes:
- Cuando en uno o dos micirociclos no hay competición, además de proporcionar día de descanso, debemos aprovechar para desarrollar sesiones intensas desde el punto de vista físico, especialmente de fuerza explosiva, elástico-explosiva y resistencia, para garantizar el mantenimiento de los niveles de eficacia en las manifestaciones de la competición.
- Los jugadores que participan menos en la competición pueden incrementar las cargas con el fin de mejorar el desarrollo individual.
- Modificar esporádicamente la estructura básica de la semana, tiene efectos positivos en la dinámica del grupo y en los factores psicológicos de los jugadores.
- Conforme avanza la temporada, las cargas básicas de mejora desaparecen, permaneciendo exclusivamente las cargas específicas, de intesidad propia, y las de recuperación.
Rush Federico