Descargar

La unión europea. Instituciones y políticas comunitarias


Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8
Monografía destacada
  1. Introducción
  2. Antecedentes de la Comunidad Económica Europea (1945-1956)
  3. El Tratado de Roma y el inicio y desarrollo de la CEE (1957-1992)
  4. Instituciones de la Unión Europea
  5. El Tratado de Maastricht y el inicio de la Ue (1992)
  6. El Tratado de Niza
  7. El Tratado de Lisboa
  8. Actividades económicas comunitarias
  9. Ayudas de la UE al Tercer Mundo
  10. Los padres de la CEE
  11. Documentos, datos básicos de la UE y fotografías
  12. Bibliografía clásica

  "Europa se basta a sí misma en orden a la paz y en orden a la guerra, pues posee gran cantidad de combatientes, de cultivadores de la tierra y de administradores de las ciudades…También produce los mejores frutos, que son necesarios para la vida y todos los metales que están en uso…".

Estrabón: Geografía. Prolegómenos. Libro II. Cap.V. S.I.a.C.

El emperador Constantino Augusto al Obispo Hosio.

Que quienes con sentimiento religioso han concedido en el interior de una iglesia la libertad a sus esclavos, se considere que la han dado con los mismos efectos jurídicos que cuando es concedida la ciudadanía romana… que la libertad se obtenga automáticamente, el mismo día, sin necesidad de testigo…

Código Teodosiano. IV, 7, 1. S.IV. d.C.

Carlomagno controló todo el estamento político, rigiendo casi absoluta mente el universo conocido. El talento de Carlomagno consistía en ilustrar a su pueblo haciendo renacer las ciencias y las artes, estableciendo una administración fija y regular sobre la base de las leyes, y en pacificar a Eu ropa, sujetando y civilizando a las naciones bárbaras.

B. Henrion: Historia General de la Iglesia. LIB. XXIV.

"…Que, ansí, del engañoso

toro la blanca Europa confiada,

con rostro temeroso

miró la mar, quaxada

de formas espantables, aunque osada…

Aprende a ser dichosa;

¿del Iúpiter -no llores- no vencido

no ves que eres esposa?.

Del orbe dividido,

el tercio gozará de tu apellido (Europa)".

Fray Luis de León. LVII. Oda XXVII, LIB. III. Impios.

"Con Europa dividida en nacionalidades formadas libremente, la paz entre los estados habría llegado a ser más fácil: los Estados Unidos de Europa se convirtieron en una posibilidad".

Napoleón Bonaparte. PP. S. XIX.

Introducción

La Unión Europea no precisa de presentaciones. Durante más de medio siglo ha aportado estabilidad política y prosperidad económica a sus ciudadanos. Ha creado un mercado único sin fronteras y una moneda única, el euro, y ha reunificado un continente fracturado. La Unión Europea es una gran potencia económica y comercial y la principal donante mundial de ayuda al desarrollo a los países más desfavorecidos. Su número de miembros ha aumentado, pasando de seis a veintiocho países, con lo que su población asciende a más de quinientos cinco millones de personas.

No todos los países europeos son, o desean ser, miembros de la UE, pero la Unión está dispuesta a recibir candidaturas de cualquier país europeo democrático. La UE mantiene relaciones estrechas y amistosas con todos sus vecinos, tanto en Europa como en las riberas oriental y meridio nal del Mediterráneo.

A pesar de su rica diversidad, los países de la UE están unidos en su compromiso por la paz, la democracia, el Estado de Derecho y el respeto de los derechos humanos. Desean mantener estos valores en Europa y en el mundo, crear prosperidad y compartirla, y ejercer su influencia colectiva actuando juntos en la escena mundial.

Con veintisiete Estados miembros y una población de casi quinientos millones de personas, la Unión Europea ocupa una gran parte de Europa. Desde su creación, ha trabajado con el fin de llevar la prosperidad y la estabilidad a sus ciudadanos. Su actuación y sus políticas nos afectan a todos, directa e indirectamente.

La Unión Europea pretende ser una sociedad justa y solidaria, comprometida con el fomento de la prosperidad económica y la creación de empleo, haciendo a las empresas más competitivas y dotando a los trabaja dores de nuevas capacidades.

Con respecto a sus vecinos y al resto del mundo, la UE trabaja para extender la prosperidad, el progreso democrático, el Estado de Derecho y los derechos humanos más allá de sus fronteras. La Unión Europea es la mayor potencia comercial mundial y uno de los principales donantes de asistencia técnica y financiera a los países más desfavorecidos.

La UE nació en los años cincuenta como la Comunidad Económica Europea con seis Estados miembros fundadores: Bélgica, Alemania, Francia, Italia, Luxemburgo y los Países Bajos. Estos países establecieron una nueva modalidad de alianza encaminada a gestionar sus intereses comunes que se basaba esencialmente en la integración económica. En 1973, se sumaron Dinamarca, Irlanda y el Reino Unido; en 1981, Grecia; y, en 1986, España y Portugal. La reunificación de Alemania, en 1990, supuso la incorporación de los Estados federados de Alemania Oriental.

En 1992, un nuevo Tratado confirió nuevas responsabilidades a las instituciones comunitarias e introdujo nuevas formas de cooperación entre los gobiernos nacionales, dando lugar a la Unión Europea propiamente dicha. En 1995, la UE se amplió para incluir a Austria, Finlandia y Suecia.

En 2004 se adhirieron la República Checa, Estonia, Chipre, Letonia, Lituania, Hungría, Malta, Polonia, Eslovenia y Eslovaquia, a los que siguieron Bulgaria y Rumanía en 2007. Tres candidatos, Croacia, Turquía y la Antigua República Yugoslava de Macedonia, han solicitado su adhesión.

Europa ha albergado siempre pueblos y culturas diferentes. En todos los Estados miembros reside gente procedente de otros países que normal mente mantienen fuertes vínculos históricos con el país de acogida. La UE considera la diversidad étnica y cultural como una baza, y promueve la tolerancia, el respeto y el entendimiento mutuo.

La Unión Europea cuenta con 505 millones de habitantes, lo que representa la tercera población mundial en orden de importancia después de China y la India.

La proporción de la población del mundo desarrollado está disminu yendo con respecto a la del resto del mundo, pasando del 30% en 1960 al 16% en 2005. En la actualidad, cuatro de cada cinco personas de este planeta viven en países en desarrollo. Para apoyar a los países más desfa vorecidos, la UE promueve activamente el desarrollo global y es el princi pal proveedor mundial de ayuda al desarrollo.

Los 505 millones de habitantes de la UE no están repartidos de forma homogénea en el continente. Algunos países (y algunas regiones) están más densamente poblados que otros. El hecho de disponer de una gran super ficie no entraña necesariamente contar con una población muy numerosa.

La esperanza de vida en la Unión Europea está creciendo. La de los nacidos en 1960 era de 67 años (para los hombres) y de 73 años (para las mujeres). Para los nacidos en 2004, las cifras alcanzan ya casi los 76 años, en el caso de los hombres, y los 82 años, en el de las mujeres.

A título de comparación, las cifras de las Naciones Unidas muestran que la esperanza de vida de los nacidos entre 2000 y 2005 en Somalia, uno de los países más pobres del mundo, es de 46 años (para los hombres) y 49 años (para las mujeres).

En 1960, la mayoría de las mujeres de la UE tenían dos o más hijos. En términos estadísticos, cada mujer tenía más de 2,5 hijos. En 2004, la tasa total de fertilidad se había reducido a aproximadamente 1,5 hijos por cada mujer. Francia e Irlanda tienen las tasas de fertilidad más elevadas, algo inferiores a dos hijos por cada mujer. Las más bajas (menos de 1,25) se encuentran en la República Checa, Letonia, Polonia y Eslovaquia.

Con la reducción de la población joven, está disminuyendo la mano de obra de la UE. Cada vez son menos los trabajadores que deben sustentar a un número creciente de pensionistas, como muestra el gráfico. Está previsto que el número de personas mayores de 80 años represente el 6,3% de la población para el 2025.

Para impulsar el crecimiento de la población activa, Europa necesita que un número mayor de personas en edad de trabajar acceda al empleo, que se retrase su jubilación, que sean más las mujeres que trabajen, que los trabajadores pongan al día sus capacidades mediante programas de apren dizaje permanente y que se promueva una inmigración más dirigida.Huelga decir que también sería bueno que nacieran más niños.

La calidad de vida depende de una serie de factores, como son tener suficiente dinero y gozar de buena salud. ¿Cuánto dinero y salud tienen los europeos? La respuesta varía de un país a otro.

Para hacernos una idea a grandes rasgos del nivel de vida material en un país dado, podemos calcular el valor total de todo lo que produce dicho país en un año determinado (su producto interior bruto o PIB) y dividir la cifra resultante por el número de habitantes.

Sin embargo, lo que se puede comprar con la misma cantidad de dinero varía de un país a otro. Para que los niveles de vida sean comparables, es preciso tener en cuenta estas diferencias de poder adquisitivo. Esto se puede hacer calculando en cada país el precio de una «cesta» de bienes y servicios que sea comparable y representativa y expresando el precio resultante no en la moneda local ni en euros, sino en una moneda común conceptual que denominamos «estándar de poder adquisitivo» (EPA).

El EPA elimina las diferencias de los niveles de precios entre países, de tal modo que la comparación del PIB por habitante en EPA permite cotejar adecuadamente los niveles de vida en el conjunto de la UE.

Los niveles de vida en Europa han mejorado notablemente en el último decenio. De acuerdo con el EPA, que permite las comparaciones interna cionales, los niveles de vida de la UE se encuentran entre los más elevados del mundo.

El nivel de vida varía en el seno de la UE. El PIB por habitante (en EPA) más elevado corresponde a Luxemburgo y el más bajo a Bulgaria. La UE se está esforzando por reducir la brecha entre los miembros ricos y los pobres, consolidar la economía europea, hacerla más competitiva y crear más puestos de trabajo, para que todos podamos disfrutar de una mejor calidad de vida. De este modo, el PIB de los países más pobres que se adhirieron a la UE a partir de 2004 crece más rápidamente que el del resto de los Estados miembros.

Los niveles de vida pueden variar también de una región a otra dentro de un mismo país. En algunas regiones de la UE, como muestra el mapa, el PIB por habitante en EPA es inferior al 50% de la media de la Europa de los Veintisiete. En las regiones más prósperas puede situarse por encima de dicha media en más de un 25%.

La UE ha creado los denominados Fondos Estructurales a fin de corregir estas diferencias mejorando el nivel de vida de las regiones más pobres. Más del 35% del presupuesto de la UE se utiliza para impulsar las economías de estas regiones y, a su vez, para reforzar a la UE en su conjunto.

Si bien los europeos viven cada vez más y de una manera más saludable, pueden hacer un esfuerzo mayor por protegerse de las dos principales causas de muerte: las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. A ello puede ayudar un estilo de vida saludable y activo. El tabaco, una dieta inadecuada y la falta de ejercicio son factores que aumentan el riesgo de padecer cardiopatía isquémica, dolencia en la que las arterias obstruidas o dañadas suministran una cantidad insuficiente de sangre al corazón.

Estas enfermedades provocan la muerte de más hombres que mujeres en la UE, y la proporción de la población afectada varía mucho de un país a otro. En 2004, Hungría registró la tasa más elevada de mortalidad por cáncer tanto entre las mujeres como entre los hombres. Francia cuenta con la tasa más baja de mortalidad por cardiopatía isquémica correspondiente a ambos sexos.

El ejercicio físico es bueno para la salud. Una encuesta del Euroba rómetro publicada en noviembre de 2006 mostró que el 64% de los ciuda danos de la UE realizaban semanalmente algún tipo de actividad física. En la cabecera de la lista se situaba Finlandia, donde el 83% de los encues tados afirmaron participar en actividades recreativas, deportivas o de ocio que exigían un esfuerzo físico. A los finlandeses les seguían los neerlan deses (79%) y los lituanos (78%).

Los menos activos eran los portugueses, seguidos de los rumanos y los malteses.

En conjunto, el número de hombres que practican deportes es mayor que el de mujeres, y los más jóvenes son los que más ejercicio físico realizan.

Uno de los principales objetivos de la UE es el desarrollo económico. Durante los últimos cincuenta años, y en especial desde los años ochenta, se ha trabajado mucho para derribar las barreras entre las economías nacionales de la UE y para crear un mercado único en el que los bienes, las personas, los capitales y los servicios puedan circular libremente. El comercio intracomunitario ha crecido extraordinariamente y, al mismo tiempo, la UE se ha convertido en una gran potencia comercial a escala mundial.

El producto interior bruto (PIB) de la UE, es decir, la producción de bienes y servicios, crece a un ritmo constante. Tras la adhesión de los nuevos Estados miembros en 2004, el PIB de la UE es ahora superior al de los Estados Unidos.

En todos los países de la UE, más del 60% del PIB es generado por el sector de los servicios (que incluye actividades como la banca, el turismo, el transporte y los seguros). La industria y la agricultura, aunque siguen teniendo importancia, han perdido peso económico en los últimos años.

Si bien el PIB de la Unión sigue aumentando, en los últimos años su crecimiento ha sido más lento que el de los Estados Unidos, pero más rápido que el de Japón.

El mercado único es uno de los mayores logros de la UE. Ha acabado con las fronteras económicas en Europa y ha fomentado la competencia, lo que ha dado lugar a la mejora de la calidad y al abaratamiento de los precios de bienes y servicios. Algunas de las reducciones de precios más espectaculares han tenido lugar en los ámbitos del transporte aéreo y las comunicaciones. Si se toma como referencia el precio de una llamada telefónica de diez minutos de duración a los Estados Unidos, puede comprobarse como en los Países Bajos su precio se redujo en un 90% entre 1997 y 2006. Los abonados letones, sin embargo, no han tenido tanta suerte.

Aunque la UE representa solamente el 7% de la población mundial, sus intercambios comerciales con el resto del mundo representan aproxima damente una quinta parte de las importaciones y exportaciones mundiales.

Tan sólo los intercambios comerciales entre los propios países de la UE representan dos terceras partes de todo el comercio de la UE, aunque los niveles varían entre los distintos Estados miembros. El mercado único ha facilitado mucho los intercambios entre los países de la UE, ya que los bienes, servicios, capitales y personas pueden moverse ahora libremente a través de las fronteras nacionales.

La UE es el principal exportador del mundo y el segundo mayor importador. Los EE.UU. son su socio comercial más importante, seguidos de China. En 2005, la UE representó el 18,1% de las exportaciones y el 18,9% de las importaciones mundiales.

Asimismo, es también un importante socio comercial de los países menos desarrollados y la mayor parte de las exportaciones procedentes de estos países entran en la UE libres de impuestos o con unos tipos de impuestos reducidos. Con este acceso preferencial al mercado de la UE se pretende impulsar el crecimiento económico de los países más pobres de todo el mundo.

La pobreza sigue siendo un problema mundial, a pesar de los progresos de las últimas décadas. Más de mil millones de personas en todo el mundo —una tercera parte de ellas en el África subsahariana— sobrevive con menos de un dólar al día.

En su calidad de potencia económica de primer orden, la UE desempeña el papel que le corresponde a través del comercio y la ayuda, con el fin de luchar contra la pobreza en el mundo y promover el desarrollo global. Trata de utilizar su influencia en la Organización Mundial del Comercio a fin de garantizar unas normas justas para el comercio mundial y hacer que la globalización beneficie a todas las naciones, incluidas las más pobres. Es también el principal donante mundial de ayuda oficial al desarrollo.

Los europeos van conociéndose cada vez mejor y desarrollando un sentimiento común de pertenencia a Europa, si bien no todos muestran el mismo entusiasmo por la UE. Muchos de ellos pasan sus vacaciones en otro país europeo, y cada vez más gente estudia y trabaja fuera de su país gracias a la libertad de circulación en la UE. Un gran porcentaje de escolares europeos aprenden al menos un idioma europeo además del suyo propio.

En una encuesta del Eurobarómetro realizada en la primavera de 2006, ocho de cada diez ciudadanos de la UE manifestaron estar bastante o muy satisfechos con su vida, y la mayoría se mostraron optimistas con respecto al futuro. Los «muy satisfechos» constituían un 21%, frente al 23% de la anterior encuesta realizada en el otoño de 2005.

El número de personas que manifiestan no estar en absoluto satisfechas se ha mantenido durante la última década relativamente bajo, situándose en torno al 4%.

Aunque generalmente satisfechos con su vida, los europeos tienen problemas y preocupaciones. El desempleo sigue siendo la principal preocupación para muchos ciudadanos de la UE. En una encuesta realizada en 2006, sólo un 10% de los encuestados opinaba que el terrorismo era uno de los dos principales problemas de su país.

Aunque los resultados varían, reflejando la diversidad de culturas y opiniones en la UE, la encuesta muestra que los ciudadanos de la UE comparten muchas preocupaciones comunes.

Respecto a las instituciones de la UE, tres serían las más importantes:

  • El Parlamento Europeo. Representa a los ciudadanos de la UE y es elegido directamente por ellos cada 5 años.

  • El Consejo de la Unión Europea. Representa a los Estados miembros individuales.

  • La Comisión Europea. Defiende los intereses de la Unión en su conjunto.

Este "triángulo institucional" decide las políticas y leyes que se aplican en la Unión Europea.

Las normas y procedimientos que las instituciones deben seguir se establecen en los Tratados negociados por los primeros ministros y por los presidentes de los Estados miembros y ratificados por sus parlamentos.

En principio la Comisión propone las nuevas leyes a la Unión , pero son el Parlamento y el Consejo los que las adoptan.

Otra institución importante es el Tribunal de Justicia que vela por el cumplimiento de la legislación europea, y el Tribunal de Cuentas que controla la financiación de las actividades de la Unión Europea.

Además se han creado órganos especializados para determinados ámbitos técnicos, científicos o de gestión

Las recientes ampliaciones de la Unión Europea han unido un continente que estaba dividido, creando una extensa zona de estabilidad y prosperidad en Europa. Aunque su adhesión es aún muy reciente, los ciudadanos de los países que se incorporaron a la Unión a partir de 2004 ya han comenzado a cosechar los beneficios de la misma en términos de crecimiento económico, movilidad personal y modernización de infraestructuras previamente descuidadas.

La UE pretende vivir en armonía con sus vecinos y apoyar sus esfuerzos en aras de la democracia, la estabilidad y la prosperidad. Las fronteras exteriores de la UE no deberían convertirse en una nueva línea divisoria en el seno de Europa, que separe a la Unión de sus vecinos: Rusia, Belarús, Ucrania, Moldova y las regiones del Cáucaso y los Balcanes, al este, y los países de la ribera oriental del Mediterráneo y del norte de África, al sur.

El objetivo es desarrollar unas relaciones más estrechas con cada uno de ellos basadas en el comercio, la cooperación política y económica, iniciativas conjuntas en materia de I+D, protección medioambiental, ciencia y cultura, así como asistencia técnica. La UE cuenta con acuerdos especiales de asociación con los países de los Balcanes como primer paso hacia su adhesión. Los primeros acuerdos de este tipo se firmaron con Croacia y la Antigua República Yugoslava de Macedonia, que ahora son candidatos oficiales a su adhesión a la UE.

He contado con la inestimable ayuda en el Centro de Documentación Europea de la Universidad de Oviedo, que generosa y desinteresadamente nos han proporcionado todo tipo de fuentes y documentos para hacer posible la elaboración de dicha obra.

Antecedentes de la Comunidad Económica Europea (1945-1956)

Nada más finalizar la Segunda Guerra Mundial se realizó, por parte de los Aliados, un profundo análisis ocasionado por el conflicto.

Para el conjunto de los países que habían participado en la guerra de 1939-1945, tanto en Europa como en Asia, las cifras de pérdidas humanas son impresionante, las mayores que una guerra haya producido en toda la historia. En total se calculan 45 millones, de los cuales más de 35 en el continente europeo, 20 millones del total de fallecidos en el conflicto, eran militares y el resto civiles, sin contar 5 millones de judíos asesinado en el Holocausto ocasionado por los Nazis. Pero esto es sólo una estimación aproximada , las destrucciones de registros civiles por bombardeos aéreos, la confusión provocada por los traslados de población -que imposibilita distinguir entre fallecido y desaparecidos- y la pérdida de parte de la documentación han impedido un mayor acercamiento a la cifra real de los muertos.

Alemania

5.500.000

Francia

600.000

Inglaterra

300.000

Polonia

6.000.000

URSS

22.000.000

Yugoslavia

1.700.000

A pesar de su falta de precisión, estas cifras aproximadas proporcionan una idea de la sangría demográfica que significó la Segunda Guerra Mundial, con un descenso poblacional casi cuatro veces mayor que el ocasionado por la de 1914-1918. Esta diferencia se explica por la considerable extensión del teatro de operaciones bélicas y por la implicación directa de toda la población en la guerra como efecto de los bombardeos aéreos. Todo ello agravado porque algunos países (Japón y la URSS principalmente) no respetaban la Convención de Ginebra de 1864 sobre prisioneros de guerra, y por las políticas racistas de exterminio sistemático llevadas a cabo por el Tercer Reich.

A estas cifras se deben añadir 35 millones de heridos y 3 millones de desaparecidos, así como las víctimas de la subalimentación que sufrían de enfermedades como la tuberculosis y el raquitismo. Además, esa hecatombe demográfica tendría consecuencias a largo plazo; en las pirámides de edades correspondientes países como la Unión Soviética, Polonia, Yugoslavia y Alemania, se puede observar un desequilibrio en los indicadores de edad y sexo, que representa un notable descenso de la población activa que afectó de manera inmediata la reconstrucción de esos países y años después impactaría sobre el comportamiento del índice de natalidad.

Al final de la guerra se planteaba en Europa el problema de las personas desplazadas a causa de las vicisitudes de la guerra. En tanto que millones de hombres y mujeres vagaban de un punto a otro del Continente, ex prisioneros de los campos de concentración nazis que trataban de volver a sus respectivos países, ex colaboracionistas que esperaban escapar a las represalias y los castigos y, sobre todo, millones de personas que abandonaban los territorios anexionados por los vencedores. Unos 10 millones de alemanes sin recursos expulsados de Polonia, de Checoslovaquia o de Hungría, fueron transportados a una Alemania que había perdido 25% de su territorio, mientras que  cerca de dos millones de checos y eslovacos ocupaban los territorios abandonados por los alemanes. En Austria apenas si fueron dejados en sus hogares los descendientes de colonos alemanes.

En la región del Báltico, la suerte más cruel la sufrieron los letones, estonios y lituanos, quienes, deportados a campos de trabajo alemanes durante la guerra, al terminar ésta fueron llevados a Rusia al tiempo que su territorio era ocupado por colonos rusos. Siglos de lentos procesos demográficos fueron barridos en pocos meses; el mapa desplazamiento de etnográfico de Europa central y oriental fijado desde la Edad Media fue radicalmente remodelado.

El panorama de las destrucciones materiales era también desolador; numerosas viviendas y otras construcciones fueron destruidas. Las comunicaciones (puertos, ferrocarriles, puentes y viaductos) y las grandes ciudades sufrieron los daños mayores. Alemania perdió 20% de sus viviendas y Gran Bretaña 9%, a causa de los bombardeos que afectaron también numerosas fábricas. En Francia, Italia y Alemania, aparte de ciertos sectores como el de la siderurgia, las instalaciones industriales habían sufrido menores daños; en las naciones de tradición industrial lo que impediría la recuperación sería la falta de materias primas y recursos financieros. Las destrucciones materiales causadas por los bombardeos aéreos, sobre todo, tratan de alcanzar, más que nada, los medios de comunicación, las instalaciones industriales, etc. En Francia, la producción industrial desciende en un 55% y la destrucción afecta a 425.000 casas, 3.100 puentes ferroviarios, 6.000 puentes de carreteras. En Alemania la producción industrial se vio reducida al 40% y la destrucción alcanzó a la cuarta parte de los inmuebles y a 3.000 puentes ferroviarios.

Pero fue en la Europa oriental donde las destrucciones alcanzaron mayor magnitud: en la Unión Soviética 17.000 ciudades y 70.000 pueblos fueron arrasados y, en conjunto, este país perdió más de 20% de su potencial industrial e incalculables daños en la agricultura y la ganadería. Polonia quedó arruinada, casi no quedaba edificio en pie, había perdido más de un tercio de su capacidad de producción y se encontraba al borde de la hambruna. En Yugoslavia, pueblos y campos quedaron destruidos y el país había perdido aproximadamente 38% de su capacidad productiva.

En el aspecto financiero, los gastos de guerra y las muy pesadas exacciones monetarias impuestas por los alemanes en los países ocupados, particularmente en Francia, agravaron el déficit presupuestario y desencadenaron la inflación. Además, al finalizar la guerra apareció una gran masa de billetes atesorados durante el conflicto, cuya puesta en circulación constituyó otro factor inflacionario. Todo esto hacía inevitables las devaluaciones de las monedas, sobre todo en los países menos desarrollados como Hungría y Grecia. Como consecuencia de la guerra las monedas europeas caen originándose un endeudamiento de los Estados y una gran inflación. La deuda francesa, pasó a ser de 1.679 miles de millones de francos.

Aparte de las destrucciones materiales y los desplazamientos de población, la guerra trajo consigo la ruina psicológica y moral, ocasionada por varios motivos: la utilización sistemática de la tortura por la Gestapo, la dominación de dictaduras militares y policíacas, la acentuación de los antagonismos de clases, la lucha enconada entre colaboracionistas y miembros de la resistencia. Otro elemento negativo en este sentido fue la creación de hábitos de violencia y pillaje que trastornaron incluso el orden interno en países que antes se habían destacado por el respeto a las leyes y a los derechos individuales.

Pero el extremo de la ruina moral y psicológica estaba en los campos de exterminio nazis, descubiertos tras la derrota alemana y la liberación de las naciones ocupadas. Se trataba de campos de concentración donde se llevaban a cabo los increíbles programas de exterminio del régimen nazi, "fábricas de la muerte" en las que se intentó la "solución final del problema judío" y se eliminaba también a los opositores políticos del nazismo, al tiempo que se ensayaban experimentos de esterilización y de eliminación de personas con defectos físicos o retraso mental, con miras a alcanzar la "pureza étnica" preconizada por las filosofías racistas alemanas.

Aparte de la terrible huella dejada en los supervivientes de los campos de concentración, el conocimiento de aquellas atrocidades provocó un verdadero trauma moral en la conciencia humana ante el hecho inex plicable e injustificable de que una barbarie tal se hubiera podido desarro llar en el mundo civilizado del siglo XX.

La reconstrucción se lleva a cabo rápidamente gracias a la intervención masiva de los Estados Unidos que enviaron hacia Europa gran cantidad de víveres, materias primas, máquinas y los transportes necesarios. Esta ayuda fue decidida por el presidente Truman evitando así el aislamiento que había caracterizado a la política americana de los años veinte. Esta ayuda se decidió por motivos humanitarios, para evitar el avance del comunismo en el continente europeo y también para impedir una grave crisis económica comparable a la de los años treinta.

Las formas de ayuda americana para Europa fueron las siguientes:

  • A) Prolongación del "préstamo-arriendo" hasta septiembre de 1946. Se suministraron 48.400 millones de dólares en concepto de "préstamo-arriendo" de los que cinco sextas partes fueron para la guerra. En diciembre de 1945 Gran Bretaña recibió un préstamo de 3.700 millones de dólares.

  • B) La UNRRA (United Nations Relief and Restauration Adminis tration) fue la ayuda provisional otorgada a los Estados más pobres como Grecia, Yugoslavia, Italia, etc.

  • C) El Plan Marshall, llamado así por ser anunciado por el secretario de Estado, general Marshall, el 5 de junio de 1947, supuso una inye cción de 14.000 millones de dólares de los cuales el 80% se dieron en concepto de donación y el resto, 20% en préstamo. Esta ayuda fue rechazada por la URSS y las democracias populares y aceptada por los 16 Estados de Europa occidental, excepto España por no tener un régimen democrático.

Resumiendo estas cifras, se calcula que los Estados Unidos destinaron 38.000 millones de dólares en Europa occidental entre 1945 y 1952.

En plena Segunda Guerra Mundial, tres países, Bélgica, Holanda y Luxemburgo pactan la supresión de los derechos de aduana en sus fronteras comunes, además de fijar tasas comunes para las mercancías provenientes del exterior de la unión. Esta política de libre comercio fue inspirada por la derrota de las políticas proteccionistas implementadas durante los años 1930, tras la crisis del 29.

El 5 de septiembre de 1944, se firma el tratado en Londres, en donde los tres gobiernos se encuentran exiliados. La entrada en vigor del tratado fue prevista para el 1 de enero de 1948, con el ánimo de poder tener un tiempo (tres años) para la reconstrucción de cada uno de los países.

El tratado del Unión Aduanera de Benelux, tenía además como vocación la libre circulación de personas, de bienes y de servicios.

La formación final del Benelux resulta de los estrechos lazos que unieron a Bélgica, los Países Bajos y Luxemburgo después de la segunda guerra mundial y los condujeron a hacer las mismas escogencias, que fueron más allá de la cooperación económica. Es así como el 17 de marzo de 1948, los tres estados del Benelux se adhieren a la Unión Europea Occidental (junto con Francia y el Reino Unido) con el fin de protegerse de la amenaza alemana. Ese mismo año los estados miembros del Benelux entran a formar parte de la OTAN.

Rápidamente, Benelux se fue agregando a las zonas de integración económicas que iban apareciendo, las cuales eran más amplias que el Benelux y a veces tenían más ambiciones que él mismo. Es así como en 1948 entra a formar parte de la Organización Europea de Cooperación Económica (OECE), de la CECA en 1951 y de la CEE en 1957; con la firma de estos tratados el Benelux pierde su razón de ser.

En los años siguientes, a la finalización del conflicto, los resentimientos y la desconfianza entre las naciones europeas, dificultaban una recon ciliación. En este contexto el Ministro francés de asuntos extranjeros Robert Schuman sostuvo decididamente la creación de la Alemania Occidental, resultado de la unión de las tres zonas de ocupación controla das por las democracias occidentales, dejando de lado la zona ocupada por la URSS. Schuman, de origen luxemburgo-alemán, había poseído las tres nacionalidades (francesa, alemana, luxemburguesa) durante diferentes etapas de su vida. Esto le hizo comprender la complejidad de los conflictos europeos.

En 1947, se crea el Comité de Cooperación de los movimientos euro peístas que convoca el Congreso de La Haya, el cual se reúne en mayo de 1948 y constituye el acontecimiento más importante desde el punto de vista de la integración europea, desde los inicios de tal pretensión a finales de la Primera Guerra Mundial. De este Congreso, salió el impulso decisivo para la creación de la Comunidad Europea, cuyo Estatuto fue firmado en Londres el 5 de mayo de 1949. En el Congreso de la Haya se manifiestan dos tendencias que corresponden a una distinta concepción de la integración europea:

  • A) Aquella que propugna una cooperación de tipo intergubernamental desarrollada por instituciones permanentes que no afecten, en absoluto, a la soberanía de los Estados. Tal era la postura defendida por Gran Bretaña, siendo la base del Consejo de Europa.

  • B) La que pretende, por el contrario, una integración de carácter federal, llegándose a proponer la convocatoria de una Asamblea Constituyente europea. A este segundo enfoque responden las posturas de Francia y Bélgica y es la base de las Comunidades Europeas.

Así nace el concepto de una organización de tipo supranacional en la cual los Estados ceden competencias soberanas a favor de las instituciones internacionales. La postura de Gran Bretaña, la más hostil a la creación de un vínculo federal, determina que se forme un núcleo de relaciones más intensas en Europa y que se empiece a hablar de la Europa de los Seis constituida por Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Alemania Federal, Francia e Italia.

El 9 de mayo de 1950, cinco años después de la rendición del Régimen Nazi, Schuman lanza un llamamiento a Alemania Occidental y a los países europeos que lo deseasen para que sometieran bajo una única autoridad común el manejo de sus respectivas producciones de acero y carbón. Este hecho, acogido de manera dispar dentro de los gobiernos europeos, marca el inicio de la construcción europea, al ser la primera propuesta oficial concreta de integración en Europa. El hecho es que al someter las dos producciones indispensables de la industria armamentística a una única autoridad, los países que participaran en esta organización encontrarían una gran dificultad en el caso de querer iniciar una guerra entre ellos.

Alemania, a través de su canciller Konrad Adenauer, acoge entusiasta la propuesta. En la primavera de 1951, se firma en París el Tratado que institucionaliza la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), concretando la propuesta de Schuman. Alemania, Francia, Italia, Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo (conocidos como "los Seis"), logran un entendimiento que favorece el intercambio de las materias primas necesarias en la siderurgia, acelerando de esta forma la dinámica económi ca, con el fin de dotar a Europa de una capacidad de producción autónoma. Este tratado fundador buscaba aproximar vencedores y vencidos europeos al seno de una Europa que a medio plazo pudiese tomar su destino en sus manos, haciéndose independiente de entidades exteriores. Así, el Plan Schuman comienza su desarrollo por puntos concretos:

  • La finalidad próxima y fundamental: crear una unidad económica.

  • Como finalidad remota: llegar a una integración política para lo cual es necesaria la realización de la unidad económica.

La Comunidad Europea del Carbón y del Acero o CECA fue un organismo internacional del ámbito europeo que regulaba los sectores del carbón y del acero de los estados miembros.

Desde su fundación en 1951, ha sido decisiva para la historia de la integración europea. Esta comunidad suele ser considerada como la "semilla" de la actual Unión Europea (UE), si bien a partir de su fundación, argumentos y presiones de toda clase se han dado en forma de fuerzas opuestas que contrastan con quienes han querido una Europa federal con un solo objetivo predeterminado. Los países miembros iniciales fueron Francia, Italia, Alemania, y el Benelux (Bélgica, Holanda y Luxemburgo), quedando en sus inicios notablemente fuera de él España (sumida en la autarquía), el Reino Unido y Suiza, como en el mapa se aprecia. Estos dos últimos países siempre han sido poco dados a ceder, y aún en la Europa actual son fuerzas más independientes.

Se extinguió en 2002, integrando sus funciones y competencias en la Comunidad Europea, hoy sucedida (desde la entrada en vigor del Tratado de Lisboa el 1 de Diciembre de 2009, por la Unión Europea).

El objetivo económico del tratado era establecer un mercado común del carbón y del acero, es decir suprimir aranceles, subvenciones nacionales o medidas discriminatorias, para asegurar así la libre competencia en este sector, obtener precios más baratos y un abastecimiento sin interrupción.

Durante la elaboración de la CECA se inventaron las principales instituciones europeas actuales:

  • La Alta Autoridad, primer organismo supranacional, compuesta por nueve miembros, es la precursora de la Comisión Europea.

  • La Asamblea, compuesta por miembros designados por los parlamentos nacionales, es la precursora del Parlamento Europeo.

  • Un Consejo de Ministros, formado por ministros de los seis integrantes, anuncia el Consejo de la Unión Europea.

En mayo de 1952, ya en plena Guerra fría, se firmó en París un tratado estableciendo la Comunidad Europea de Defensa (CED), que permitía el armamento de Alemania Occidental en el marco de un ejército europeo. Cinco miembros de la CECA ratificaron el tratado, pero en agosto de 1954, los parlamentarios franceses lo rechazaron, como consecuencia de la oposición conjunta de gaullistas y comunistas. Es así que el antiguo Tratado de Bruselas de 1948 es modificado para crear la Unión Europea Occidental.

La UEO es una organización europea de cooperación para la defensa y la seguridad fundada en 1948 por el Tratado de Bruselas. Está constituida por 28 países, que se acogen a cuatro tipos de estatuto diferentes: Estados miembros, miembros asociados, observadores y países asociados. De los países de la Europa de los Quince, diez gozan del estatuto de Estados miembros y los otros cinco – Austria, Dinamarca, Finlandia, Irlanda y Suecia – tienen estatuto de observadores. Los seis miembros asociados son Hungría, Islandia, Noruega, Polonia, República Checa y Turquía. Por último, los siete países asociados son: Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania, Eslovaquia, Eslovenia y Rumania.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8
Página siguiente