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La Justicia y El Proceso, de Kafka (página 2)

Enviado por Enriqueta Faizal G.


Partes: 1, 2

Joseph indaga el porqué de las causas reales de su detención, preguntando el motivo a éstos detectives pero no obtiene respuesta alguna. Piensa en un comienzo que se trata de una broma de sus compañeros de oficina, pero advierte que no es así. También considera Joseph que ahí hay un error pues él no ha cometido delito alguno que amerite una detención, pero los detectives no le responden.

  • Joseph K es notificado telefónicamente para asistir a la indagatoria y asiste a la misma.

Es el deseo en ésta idea expresar la esperanza que siente Joseph al verse notificado por parte de la justicia para hacerle ver a él mismo que es requerido a indagatoria. Joseph en éste episodio, tiene la certeza del comienzo del proceso en el cual se ve envuelto según él mismo, de manera injusta.  Llega al sitio de indagatoria y describe este sitio como confuso y sombrío.

Aunque Joseph alberga la esperanza que toda esta pesadilla va a terminar pronto, en mi concepto personal apenas está comenzando. Escogieron el día domingo para la indagatoria, teniendo en cuenta su trabajo en el banco (4).

  • Discurso de Joseph K sobre la justicia y su aparato.

En mi concepto personal es esta la parte más importante del libro en donde Joseph K resume todos sus sentimientos hacia la justicia que le ha tocado enfrentar.

En este importante discurso, Joseph manifiesta toda su sensación de impotencia y cómo de una manera inexplicable él se ve inmerso dentro de un enorme mar de confusión. Discurre además sobre la honestidad de los funcionarios bien sean éstos policías, jueces, detectives o vigilantes de la llamada justicia.

  1. Ibidem, Pág. 37

Joseph se había mantenido calmado y a la espera de un resultado positivo que dejase ver su presumible inocencia, pero a partir de este momento comienza una carrera desesperada y sin fin, para lograr su cometido (5).

  • Joseph K critica nuevamente a los códigos y a la justicia.

K asistió a una nueva y aparente citación, pues al no verse citado creyó internamente que estaba obligado a asistir al igual que el domingo anterior.

Una vez estuvo allí, quiso revisar unos libros que estaban sobre una mesa pero éstos no podían tocarse puesto que pertenecían al juez. Esto hizo nuevamente despertar su rabia e ira contra la justicia.

Ese sentimiento es el que llevará durante todo el libro, al afirmar que "deben ser códigos y la manera como se aplica aquí la justicia obliga a condenar al inocente sin que este conozca la ley". (6).

  • Sensación de impotencia de K al encontrarse en medio de tanto papeleo, tantas personas y no encontrar ayuda ni salida.

K sigue alimentando esa sensación de impotencia y soledad frente al proceso que le tocó enfrentar.

Es tan inmenso su sentimiento de impotencia que no encuentra salida en medio del caos y la incertidumbre que se convirtió en justicia.  Veía como la justicia castigaba a los inculpados muchas veces sin serlo pero lo peor aquí es que a K nunca le dejaron ver ni conocer qué delitos había cometido. (7)

  • Castigos y latigazos a los agentes Franz y Willem por las supuestas quejas de K.

Intempestivamente quienes habían sido los detectives que detuvieron a K, fueron sometidos a castigos crueles y latigazos por parte de la justicia. Curiosamente los acusadores de K ahora eran acusados y castigados por lo que K se había quejado de ellos. Ellos eran simples trabajadores de la justicia que sólo cumplían sus órdenes, eran además jefes de familia que con su bajo sueldo debían sostener a las mismas.

  1. Ibidem, Pág. 52
  2. Ibidem, Pág. 55
  3. Ibidem, Pág. 80

Incluso, los mismos detectives pusieron en duda lo que era la justicia. K intentó sobornar al verdugo con dinero para que no los castigara más, pero esto tampoco funcionó. Finalmente y después de intentarlo todo, tuvo que irse y cerrar la puerta tras de sí, para evitar que fuese involucrado con ésta situación y complicase aún mas su proceso (8).

  • El tío Leni aparece en escena para ayudar a su sobrino K a salir del proceso.

En la conversación sostenida con él, lo inculpa entre otras cosas por no tener abogado y no hacer una buena defensa.

El tío Leni juzga a Joseph pues anteriormente actuaba con más objetividad y en ese entonces no hubiese puesto en tela de juicio a toda la familia, al involucrarse en ese proceso tan engorroso. El Tío Leni contacta a un abogado que había sido compañero y amigo suyo y en quien confiaría el proceso de Joseph.

Joseph lo incita a calmarse pues, según él mismo no había cometido ningún delito y no había indicios de culpabilidad (9).

  • Conversación y visita al abogado Huld.

El Tío Leni lleva a su sobrino Joseph donde el abogado y amigo Huld en busca de una real defensa para su sobrino. El abogado estaba enfermo y al parecer no recordaba a su amigo.

El abogado decía tener buenas relaciones con el aparato de la justicia y que a pesar de estar enfermo, lo visitaban constantemente a su casa y éste convence a Joseph que requiere de un abogado como él pues es imprescindible la ayuda de un profesional conocedor de la ley y la justicia.

Joseph finalmente no acepta su ayuda por encontrarla confusa y sin fundamento. (10).

  • Joseph conoce a muchos otros abogados.

Joseph K al ver reunidos a tantos otros abogados tiene la sensación de ser  los menos interesados en mejorar el sistema judicial.

  1. Ibidem, Pág. 90
  2. Ibidem, Pág. 103
  3. Ibidem, Pág. 116

Renace en Joseph el escepticismo frente a los abogados que pueden surgir como innecesarios (11).

  • Joseph conoce a Tintorelli que dice ser un pintor conocedor de la justicia.

Tintorelli era un pintor que había heredado de su padre esta labor. El pintaba a los jueces en los juicios y también decía conocerlos a la perfección, incluso mejor que los mismos abogados. El había pintado por encargo a la justicia combinada con la diosa Victoria, pues le había colocado alas en los pies además de la venda y la balanza.

De manera inútil se da cuenta también que Tintorelli no le sería de gran ayuda en su proceso y que probablemente lo estaba llenando de mentiras que no lo llevaría a feliz término (12).

  • Aparecen en escena "los grandes abogados".

Joseph es remitido por Huld a ellos. Son ellos los que llevan ese nombre para diferenciarse de los particulares que son pequeños abogados. Son ellos los encargados de los grandes procesos que los pequeños abogados no pueden realizar.

En ellos tampoco encuentra ayuda pues es imposible conocerlos pues sólo se conocen y son ellos quienes eligen a quiénes quieren  defender. También desecha la idea de avanzar en el proceso con ellos. (13).

  • Encuentro con el sacerdote quien también pertenece a la justicia.

Joseph K llega al sacerdote en busca de consejo con la sensación de estar perdiendo el proceso. El sacerdote le menciona en mi concepto una de las más hermosas parábolas en la que habla sobre el centinela de la ley y el deseo de entrar en ella.

El sacerdote lo reconoce y le habla también sobre un mal final de su proceso.

Joseph se declara nuevamente inocente ante el sacerdote a lo que él le dice que "las sentencias no se deciden de la noche a la mañana sino que van adquiriendo forma a medida que pasan los días". (14)

  1. Ibidem, Pág. 127
  2. Ibidem, Pág. 153
  3. Ibidem, Pág. 191
  4. Ibidem, Pág. 228
  • Llega el final.

Dos señores llegan a casa de Joseph y se lo llevan a la fuerza y es donde él piensa que todo va a acabar.

Estos señores que Joseph presume que vienen "de parte de la justicia" y le ayudarán, lo ven indefenso y se lo llevan a una cantera pequeña, próxima a una casa.

Le entregan un cuchillo a Joseph con el que debía suicidarse a lo que él se niega. Una de las personas toma el cuchillo y se lo hunde en su corazón mientras que el otro señor lo sostiene por el cuello.

Personalmente da a entender que el proceso terminó sin solucionarse y que la justicia representada por los dos señores, prefirió terminar con el acusado antes que enfrentarse a ellos.

Es mas fácil exterminar a los acusados que esperar que la justicia tenga que hacer un proceso desgastante. Me queda la duda si Joseph fue inocente ó realmente culpable. La justicia debió hacerlo determinado y eso no sucedió. (15).

La novela es la historia de un hombre que es acusado y condenado por un crimen del cual él nunca se entera. Joseph K. asiste a su juicio, es acusado y se defiende vehementemente; pero nunca sabemos de qué es  lo que se lo acusa.

Joseph K. no es encarcelado, pero él, impulsado por sus propias convicciones de inocencia, acude cumplidamente a todos los interrogatorios. Su vida se convierte en una pesadilla; al comienzo de la novela él rechaza en forma categórica toda probabilidad de culpa, ya que se sabe inocente, y al final pareciese estar convencido de todo lo contrario. Para concluir toda esta pesadilla, dos individuos, igualmente extraños a todos los otros personajes de la novela se llevan a Joseph K. a una cantera y allí lo apuñalan no sin antes incitarle a que su suicidio.

Kafka muestra en su libro El Proceso una estructura judicial con grandes semejanzas a cualquier estructura judicial, un acusado, un abogado, un tribunal. Pero, lo que va a caracterizar esta estructura son las profundas diferencias que podrían establecerse entre el aparato judicial kafkiano y las instituciones propias de un estado real.

Después de leer y releer este hermoso libro, cabe preguntarnos: "¿Qué es la justicia?"

La justicia (16) aquí plasmada, es como un gran grupo de puertas cerradas y a la vez trancadas por dentro, en donde por más que se golpeé en ellas es muy difícil lograr su acceso.

  1. Ibidem, Pág. 242

El protagonista Joseph K., intentó por todos los medios alcanzar cruzar esa puerta, sin lograrlo. Se valió de todos los recursos que encontraba para llegar a la justicia.

La justicia (17) aquí es como un imposible, la asemejo a una luz que está muy lejos y como se describió al comienzo es la similitud a una puerta cerrada o a muchas puertas cerradas. El juzgado, ó sea el que espera por la justicia, lo vislumbro como aquel "pordiosero" que se sienta en las afueras de las iglesias a esperar siquiera una limosna, pero todos los presentes pasan frente a él, algunos tirándole una migajas que no alcanzan siquiera a mitigar su dolor y sus necesidades y aquellos pocos que le prestan atención a todo menos a ese pordiosero, ni se dan por enterados del dolor y la esperanza que este tiene en los demás.

La justicia (18) aquí es como un muy largo camino, tortuoso y angustioso, lleno de tropiezos representados tanto en las pequeñas piedras que son esas pequeñas dificultades que se presentan como en las grandes rocas que obligan a quien transita junto a ellas a tomar otros caminos, sin que ello signifique que superando las pocas caídas o incluso cambiando de camino por las grandes rocas encontradas, se vaya a llegar a un feliz destino, entendiéndose éste como la luz.

  1. Según el Diccionario Microsoft Encarta: (Del lat. iustitĭa). f. Una de las cuatro virtudes cardinales, que inclina a dar a cada uno lo que le corresponde o pertenece. || 2. Derecho, razón, equidad. || 3. Conjunto de todas las virtudes, por el que es bueno quien las tiene. || 4. Aquello que debe hacerse según derecho o razón. Pido justicia. || 5. Pena o castigo público. || 6. Poder judicial. || 7. Rel. Atributo de Dios por el cual ordena todas las cosas en número, peso o medida. Ordinariamente se entiende por la divina disposición con que castiga o premia, según merece cada uno. || 8. desus. Ministro o tribunal que ejerce justicia.

    17.  Para Platón la justicia en la ciudad y en el individuo consisten esencialmente en lo mismo. En el individuo consiste en una virtud del alma, cuyo objeto es conseguir que reinen el orden y la armonía entre los diversos elementos que lo constituyen (elemento racional o inteligible, fogoso o irascible y apetitivo) para que cada uno realice la función que le corresponde dentro del compuesto humano. Al parecer de Platón la justicia se identifica con la felicidad: "sólo el justo es feliz y desdichado el injusto".

    18.  Según el Diccionario de la lengua española © 2005 Espasa-Calpe S.A., Madrid: justicia Virtud que inclina a dar a cada uno lo que le pertenece o lo que le corresponde.

La justicia aquí es como muchas puertas y todas ellas cerradas. Algunas puertas son muy grandes, muy gruesas y muy altas; otras puertas son pequeñas, otras más delgadas, algunas tienen timbre, a otras hay que golpearlas con la señal metálica que llevan pegada, en otras hay que llamar incluso con piedras para que escuchen, trompetas o grandes elementos y hasta orquestas completas pueden estar afuera; pero infortunadamente ninguna de éstas puertas se abre. Es como si un guardián invisible a nuestros ojos, estuviera detrás de éstas e impidiera nuestro paso a como diera lugar.

Ese guardián invisible no sólo es transparente a nuestros ojos, también se hace el sordo así lancemos muchos gritos; es ciego para nosotros y con nosotros o para quien está afuera esperando que lo dejen entrar, es mudo pues no responde a ninguna pregunta que se le formule; ha perdido su olfato pues ni siquiera puede percibir el olor de la angustia que tiene quien está afuera.

Ese guardián invisible y negligente, es el guardián de la justicia y es la justicia misma.

La justicia (19) aquí no tiene amigos, ni cercanos, ni vecinos, ni lejanos. Se acude a ella a través de múltiples y aparentes lealtades, se le busca por medio de familiares; se pretende llegar a ella intermediando relaciones amorosas con los miembros de la misma, pero ningún camino parece conducir a ella.

La justicia aquí se vale de cualquier detalle por insignificante que este sea, para mover su voluntad y manejar a su antojo la vida de la gente. La justicia tiene su propio andar y su propio camino, ella misma traza los destinos de quien se atreve siquiera a caminar por ella, si lo desea puede hacer un dulce camino, pero este nunca es su deseo y por el contrario hace de este un sendero tosco y martirizado.

La justicia no respeta a los abogados, o quizás sean ellos mismos que sintiéndose lejos de ella al igual que los acusados, procuran evadirla como lo hace un ratón con el gato.

19.  Para estudiar bien la justicia y la injusticia, es preciso considerar tres cosas: a qué acciones se aplican, qué especie de medio es la justicia, y cuáles son los extremos entre los cuales lo justo es un medio laudable. Sigamos para esto el mismo método que en todo lo que precede. Vemos que todo Vemos que todo el mundo está de acuerdo en llamar justicia a esta cualidad moral que obliga a los hombres a practicar cosas justas, y que es causa de que se hagan y de que se quieran hacer.

La justicia (20) castiga también a sus propios miembros como aquellos que fueron latigados… no tiene piedad ni con sus propios servidores.

Cuando Aristóteles habló de las leyes se refirió a todas las normas que regulan las relaciones sociales, además es consciente de que la fórmula que establece entre la igualdad, justicia y legalidad requiere de una justificación. Reconoce ya una diferenciación entre las costumbres y las leyes que conforman la justicia política, en un principio afirma que las costumbres y en general las leyes no escritas son superiores, porque ellas trascienden las intenciones y decisiones de los individuos particulares, en la medida que emanan espontáneamente de la dinámica social (Texto de Filosofía de Aurelia Alvarez Heredia, USTA).

Mi opinión sobre el libro El Proceso se basa en la oportunidad que tuve de analizarlo capítulo por capítulo y tratar de entender cada una de sus conversaciones, de sus momentos y  sus personajes y espacios en los cuales se encuentra y se desarrolla. El tema de la justicia ha sido un eje central en la historia del pensamiento humano; los conceptos y definición de la idea de justicia tienen relación con la cronología de la vida, así por ejemplo si pensamos cual pudo haber sido la idea de justicia en el hombre primitivo tendríamos que asociarlo con una idea de lo que pudiera ser útil o peligroso para ese grupo donde era difícil detenerse a pensar si una acción determinada era justa o injusta. El pensamiento primitivo debió haber estado más relacionado con las ideas de satisfacción, peligro, en la búsqueda de ciertas satisfacciones y en huir de peligros que conllevaban

la muerte y la destrucción del mismo hombre y de su especie.

A modo global es un excelente libro que bien vale leerse más de una vez. Aunque al igual que la literatura de Kafka, este no se escapa a su peculiar estilo de escribir. Es un libro denso y en ocasiones se torna monótono, pues todo gira alrededor de la misma trama sin ver un final resuelto a favor o en contra del protagonista Joseph K.

Esta obra nos muestra un sistema judicial con muchas fallas, exponiendo de una manera algo irreal lo que puede llegar a ser un proceso judicial, me parece que con esta obra Kafka quiere hacer una crítica a la estructura judicial.

20.  Concepción que cada época, civilización, etc. tiene del bien común: practicar la justicia.

La justicia (21) aquí descrita, prefiere acabar con los acusados y conducirlos a un suicidio, antes que verse juzgada por ellos.

En esta obra también se puede analizar lo que en Derecho denominamos la presunción de inocencia y el principio de la buena fe, y como éstos dos derechos se dejan de lado.

El Principio de la Buena Fe se encuentra dentro de la Reglas Generales del Derecho y aquí abiertamente fue quebrantado. La Buena Fe indica que cada cual debe celebrar sus negocios, cumplir sus obligaciones y, en general, ejercer sus derechos, mediante el empleo de una conducta de fidelidad, o sea, por medio de la lealtad y sinceridad  que imperan en una comunidad de hombres dotados de criterio honesto y razonable. La buena fe se desdobla en dos aspectos: primero cada persona debe usar para con aquel con quien establece una relación jurídica, una conducta sincera, vale decir, ajustada a las exigencias del decoro social; en segundo término, cada persona tiene derecho a esperar de la otra esa misma lealtad o fidelidad. En el primer caso se trata de una buena fe activa, y en el segundo, de una buena fe pasiva (confianza). (22)

Como puede observarse, no reviste el carácter de norma jurídica, sino que actúa como principio rector de todos los actos jurídicos. Para obrar de buena fe, las buenas intenciones y la creencia de que se está actuando correctamente no son suficientes, sino que es necesaria la realización de una conducta que suponga un esfuerzo para lograr el esclarecimiento y certidumbre de la naturaleza auténtica de los hechos y de los actos.

Asimismo, en los últimos siglos hemos hablado del Derecho a la libertad". Allí como en muchas otras constituciones se establece que nadie puede ser sometido a detención o encarcelamiento arbitrario, y que toda persona detenida o retenida como es el caso de Joseph K debe ser informada de las razones de su detención y notificada del cargo o cargos formulados contra ella, asimismo, debe ser llevada ante un juez o un funcionario autorizado para ejercer funciones judiciales sin demora. Este principio igualmente fue trasgredido en todo su concepto.

  1. Kelsen: La justicia es aquello cuya protección puede florecer a la ciencia y junto con la ciencia, la verdad y la sinceridad. Es la justicia de la libertad, la justicia de la paz, la justicia de la democracia, la justicia de la tolerancia.
  2. Derecho Civil, Valencia Zea Arturo. Tomo I, Parte General y Personas. 9ª. Edición. Pág. 204
  3. Kafka, Franz. El Proceso. Pág. 5 Edit. Momo Ediciones.

En mi concepto cabe más de un protagonista en este libro. Aunque a primera vista es resaltable que este es principalmente Joseph K, la justicia en todas sus formas también es protagonista y ni que decir de los abogados que aparecen prácticamente durante todo el libro.

Opinando integralmente sobre el libro, deseo tomarme la libertad de hablar a quienes considero (reitero que este es mi concepto personal) los personajes mas importantes y trascendentales en "el proceso".

En primer lugar esta sin duda el personaje principal Joseph K, que nunca supo qué delito había cometido y porqué estaba sometido a ese proceso. Aparecen una serie de personajes como el comerciante, el abogado Huld, el pintor Tintorelli y otros tantos que prometen ayudarle a solucionar el proceso y nunca lo consiguen.

Me gusta mucho el diálogo que establece K con el sacerdote quien al final también se revela como perteneciente a la justicia. El sacerdote le relata una hermosa parábola sobre la justicia y el centinela que la está resguardando.

Me pregunto, ¿acaso la justicia si existía y el protagonista no quiso buscarla?  A Joseph se le acabaron prontamente las fuerzas y el deseo de buscar la verdad sin importar si era culpable o inocente.

En el proceso, Kafka muestra como el sistema anula la vida de un individuo sin dejar que viva de acuerdo a sus derechos y a su propia voluntad desencadenando así un problema con su existencia a tal punto de llevarlo a la desesperanza y a la muerte.

Comparando con la justicia colombiana, lo que he podido conocer de ella se asemeja mucho a la trama desarrollada en "El Proceso" de Kafka. Pareciese muchas veces que la justicia no llegará y que muchos crímenes como los cometidos por personas inescrupulosas y grupos al margen de la ley quedarán impunes. Confío personalmente (a diferencia de K) que la justicia debe balancearse a favor de las víctimas y de los inocentes y castigar como es debido a los culpables.

También como futura y gran abogada que anhelo llegar a ser, debo a diferencia de los abogados que aparecen en el libro, consagrarme con honestidad y vehemencia a la defensa de los implicados. Si son inocentes, lograr demostrarlo y si son culpables, lograr y buscar el mejor trato para con ellos.

Hermoso libro, algo denso como lo expresé al comienzo pero que deja grandes enseñanzas sobre el aparato de la justicia. Sabemos a ciencia cierta que muchos prefieren desistir o morir en el intento antes que luchar por lo que consideran su propia verdad, como fue el caso de Joseph.

Desde la detención de Joseph K., Kafka deja en claro el carácter arbitrario de tal situación. Pero la detención no sólo es absurda sino que también resulta ridícula. "-No tiene derecho a salir, está detenido. -Así parece -dijo K. y añadió enseguida-. ¿Pero por qué? -No estamos autorizados para decírselo. El procedimiento ya está en marcha…". Y aquí comienza a brillar por su ausencia todas las garantías para el desdichado protagonista pues el derecho del detenido a ser informado de la acusación contra él queda desconocido desde las primeras páginas del libro.

Del procedimiento al que se encuentra sometido Joseph K es imposible salir intacto. La culpabilidad está preestablecida para Joseph, la protección a éste es inexistente, su estado de indefensión es total y lo coloca en una situación de impotencia imposible de superar por más que lo intenta. Joseph K. desconoce de qué se lo acusa, cuál es la instancia a la que tiene que dirigirse, qué tipo de tribunal lo va a juzgar, qué pasos debe dar en aras de su defensa. Parece como si todos supiesen más sobre el proceso que el propio acusado, el abogado Huld, el pintor Tintorelli, el sacerdote, su propio tío Leni y todo aquel con quien se encontraba estaba más enterado que él mismo.

Esa ignorancia le produjo una enorme sensación de impotencia y ésta es tal que le provocó conmoción y una gran angustia, mezcladas con un sentimiento de culpa que al parecer acaba convenciendo a Joseph de su culpabilidad. El proceso avanza de una manera casi furtiva. La defensa parece que se ofrece a todos menos a Joseph el cual permanece imperturbable ante una sucesión de acontecimientos que, cada vez más, se le van volviendo en contra).

Kafka en esta hermosa novela nos muestra un aparato judicial opresivo y terrible. El autor que también fue abogado hace una crítica a las estructuras judiciales en particular, pero también al parecer a cualquier institución pública.

  • "Para Joseph K, el delito, su único delito fue existir".

Siendo Franz Kafka el precursor del existencialismo, no podía esperarse menos de ésta obra. El existencialismo se desarrolló en Europa como consecuencia de la crisis provocada por las dos guerras mundiales. Ni siquiera la ciencia o la técnica se mostraban útiles para mejorar el mundo.

Los existencialistas respiran una atmósfera común de pesadumbre y desasosiego. Se sienten arrojados a un mundo que ya no ofrece seguridades sino catástrofes.

El visionario y precursor del existencialismo literario fue Franz Kafka, adelantándose a los graves y angustiosos problemas provocados por una sociedad moderna dominada y dirigida por unos pocos, distante del individuo que impiden su desarrollo en libertad. Fue continuado por autores como Samuel Beckett, Simone de Beauvoir, Miguel de Unamuno, Eugene Ionesco, Albert Camus o el mismo Jean Paul Sartre.

Para efectos académicos y literarios y por considerarlo de suma importancia, se procederá a definir el existencialismo (24). Se denomina existencialismo a una serie de doctrinas filosóficas que, aunque suelen diferir en mucho puntos, coinciden considerar que es la existencia del ser humano, el ser libre, la que define su esencia, en lugar de su esencia humana la que determina su existencia. Para Jean Paul Sartre (25), el existencialismo es la filosofía que hace suya

la comunicación de que la "existencia procede a la esencia" pero realmente ¿qué quiere decir?

Según Sartre la tradición filosófica occidental, desde Sócrates en adelante supuso que en los seres humanos " la esencia precede a la existencia". Ya sea por que creía en alguna esencia platónica preexistente que deja su estampa en el individuo como el repostero con su molde o porque creía que el ser humano existe en la mente de dios antes de la creación (mas o menos como existían las tijeras en la mente del inventor).

24.  Tomado literalmente de la Enciclopedia de Literatura Francesa. Montaner y SIMO S.A. Editores

25.  Jean Paul Sastre: Jean Paul Sartre nació en París el 21 de Junio de 1905. Filósofo y escritor. En 1943 publicó El Ser y la Nada, su obra filosófica más conocida, versión personal de la filosofía existencialista de Heidegger. El ser humano existe como cosa (en sí), pero también como conciencia (para sí), que sabe de la existencia de las cosas sin ser ella misma un en sí como esas cosas, sino su negación (la Nada).  La conciencia sitúa al hombre ante la posibilidad de elegir lo que será; ésta es la condición de la libertad humana. Eligiendo su acción, el hombre se elige a sí mismo, pero no elige su existencia, que le viene ya dada y es requisito de su elección; de aquí la famosa máxima existencialista: «la existencia precede a la esencia».

Aprovechando este espacio y continuando con el tema de justicia, considero  importante anotar algunas hermosas frases de un libro que gracias a su contenido sencillo, dejó muchas enseñanzas trascendentales, me refiero al "El Monje que vendió su Ferrari" (26). 

Julián era un gran abogado y su forma de trabajar en los tribunales era ya una leyenda. Egresado de Harvard, y con una gran fortuna, tenía todo lo que un gran abogado pudiera desear. Julián había encontrado a los monjes "sabios de Sivana", y de allí aprendió, por medio de técnicas los siguientes fundamentos de una vida autodisciplinada y feliz, importantes en la vida de toda persona y que sin duda alguna si nuestro protagonista Joseph las hubiese puesto en práctica, otro final habría tenido.

-          "Los Sueños de los grandes soñadores jamás llegan a cumplirse, siempre son superados" Alfred Lord Whitehead. Una frase que nos enseña que debemos de tener siempre un propósito, y sueño a la vida (27).

-          "Soy un artista del vivir; mi obra de arte es mi vida". Nos hace reflexionar que cada quien hace su vida como quiere, y que como buena obra de arte la perfecciona (28).

-          "La mayoría de la gente vive en un circulo muy restringido de sus posibilidades". Todos nosotros tenemos reservas de vida en las que ni siquiera soñamos" William James (29).

-          "La gente buena se consolida sin cesar" Confucio. Nos habla que las personas exitosas están en continuo perfeccionamiento de sus vidas y hábitos (30).

Como futura abogada y como ser humano, no debo permitir que la desesperanza se apodere de mis clientes ni de los que me rodean. Siempre habrá muchas puertas como lo relató en su parábola el sacerdote y aunque cada una de ellas tenga un centinela más fuerte y poderoso que el anterior, se debe golpear muy fuerte con toda la artillería, defensas y convicciones necesarias para lograr abrirla y ver la luz al final de cada una de estas.

Esta luz es la verdadera Justicia.

26.  Robin S. Sharma. "El monje que vendió su Ferrari" Ed. Plaza Janés México, D.F. 2002

27.  Ibidem Pág. 43

28.  Ibidem Pág. 49

29.  Ibidem Pág. 59

30.  Ibidem Pág. 109

                                                     BIBLIOGRAFIA

  1. Microsoft® Encarta® 2006. • 1993-2005 Microsoft Corporation.

Todos los derechos reservados.

  1. Derecho Civil, Valencia Zea Arturo. Tomo I, Parte General y Personas. 9ª. Edición. Pág. 204

3.     Robin S. Sharma. "El monje que vendió su Ferrari" Ed. Plaza Janés México, D.F. 2002

4.     Alvarez, Aurelia. Texto de Filosofía U.S.T.A.

Vínculos Web:

1.    

  1. http://www.filosofia.org/cla/ari/azc01119.htm
  2. http://enciclopedia.us.es/index.php/Franz_Kafka
  3. http://www.expansion.com/edicion/exp/juridico/opinion/es/desarrollo/1068414.html

 

 

Autora:

Enriqueta Faizal Geagea

Colombia, Febrero de 2008

Partes: 1, 2
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