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La peste negra promotora de la reforma protestante y la libertad de credo (página 2)

Enviado por syanez


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II. La pandemia de 1665.

En Londres está alcanzó su mayor impacto negativo, en septiembre en la ciudad se registraron más de 30,000 personas fallecidas (9), que no refleja la verdadera historia, la población escondía los nuevos casos, escondiendo la enfermedad el mayor tiempo posible, por temor a ser encarcelados en sus casas (7), al reportar de alguien con peste, los funcionarios de sanidad encerraban a quienes estaban ahí: padres, hijos, sirvientes y visitantes; en la puerta se escribía una cruz roja con la inscripción: "Dios, tened piedad de nosotros", con un vigilante permanente por cuatro semanas, hasta declarar sanos a sus habitantes, terminando finalmente en un ataúd (10); así que para evitar el arraigo domiciliar, familias huyeron de Londres, al saber que uno de sus miembros tenía peste (13), otros escapaban y la propagaron a ciudades cercanas, contaminando toda Inglaterra (14), en Londres, el comercio y tráfico se detuvo, ya que las personas temían el contacto con otras, los comerciantes que vendían talismanes y amuletos contra la enfermedad (5); y los médicos charlatanes aprovecharon para ofrecer pócimas o píldoras sin valor para curar la enfermedad (17), los médicos más famosos de ese tiempo no sabían como tratar la peste.

Los bubones que aparecían en axilas e ingles, se trataban con cataplasmas calientes, fármacos cáusticos (14), eran reventados con bisturí, se drenaban, pensando que de esa manera se recuperaría, siendo esto totalmente inútil (7), en consecuencia los médicos no atendían consultas por miedo, desesperación o porque también habían fallecido. (1)

En el otoño de 1666 la peste desapareció de Londres, y Lugo en 1720, excepto por rebrotes aislados, tuvieron drásticas consecuencias en la estructura: económica, intelectual y social de la Europa medieval (18), acelero su caída, y estableció un nuevo precio a la mano de obra en los superviviente de la peste (7), modificó la antigua actitud en la población humana a la enfermedad, quienes pensaban que era un castigo divino (15), pues su origen era terrenal (5). No obstante al principio se culpó los "vapores venenosos", a "humos pútridos", al "aire corrompido", más que al pecado ó por la falta de fe religiosa (1,2), los primeros intentos de cuarentena no fueron efectivos, pero sentaron las bases de sanidad pública (15), en algunos lugares la peste sin explicación desapareció sin provocar epidemia, en general la peste se propaga sólo por pulgas parásitos de las ratas infectadas por Yersinia pestitis vectoras de la enfermedad al hombre (9, 10); en la historia la peste desapareció de Europa hasta 1720, cuando se eliminó la rata negra, a la par con la construcción de viviendas que evitaron la insalubridad y el hacinamiento (4,5); la otra rata, la gris adaptada a la ciudad, desplazó a la negra al cruzar el Volga desde Rusia Oriental, se propagó por tierra (3), el roedor conocido como "rata de cloaca" común en zonas urbanas de Europa y América vive en alcantarillas, la pulga de la rata doméstica es menos eficaz que la negra como vector de la peste al hombre (6,7).

III. La moda femenina y la peste.

Al inicio de la microbiología se especuló el origen de la peste, pero hasta 1910 un cambio en la orientación de la moda femenina provocó una súbita demanda de la piel de marmota de Manchuria, llevando a miles de cazadores chinos sin experiencia en la captura de este roedor, el cual habitante de zonas endémica de peste (5,7), la captura de las marmotas la realizaban cazadores profesionales, quienes mantenían una antigua tradición: "nunca cazar a las enfermas", pero los inexpertos atrapaban las fáciles, que eran las enfermas, poco tiempo después esos cazadores regresaban con peste e infectaron a personas en las posadas, hacinadas e insalubres de Manchuria, en China, así entre 1910 y 1911 comenzó una epidemia de peste bubónica que mató 60,000 personas (9,14).

IV. La peste impulsa la libertad de credo.

La peste es contagiosa, pero en la época medieval se pensaba que la sola mirada de una persona infectada en agonía, era suficiente para transmitirla. Otra variedad en la septicémica, la persona aparentemente sana se acostaba y moría mientras dormía. La población europea más importante, estaba dedicada al cultivo de suelos de los nobles y de la iglesia: la peste enfermó más a los agricultores, que a otros grupos de la sociedad medieval.

En consecuencia la enfermedad llegó a los sitios más lejanos del mundo conocido, como resultado la cantidad de muertos, fue grave, en las iglesias sacerdotes y fieles se infectaron, afectaron cientos de pueblos y ciudades vecinas exterminó: padre, madre e hijos, acabó con la fuerza laboral sobre la que se sustentaba el sistema medieval, quedando desiertas las casas, rebaños dispersos y las cosechas agrícolas se perdieron. "La virulencia de la peste causó un impacto mayúsculo en la población", escribió en Holanda un sacerdote de Flandes; "cuando un enfermo moría, quienes estaban ahí en su agonía, lo visitaron, lo trataron, e incluso quienes lo sepultaron, también perecían" (7), la peste acabo con la población, que no contendía lo que sucedía, algunos huían al campo para aislarse, creían que la evitarían, pero en realidad la transportaban a otros lugares. Los médicos no tenían idea para su prevención y menos aún para su cura, conocían tratamientos útiles para otras enfermedades pero no para la peste, pues sus conceptos se asociaban con la astrología, no con la ciencia médica, Guy de Chauliac, médico de la corte papal, escribió: "la peste fue vergonzosa para los médicos, que no lograban evitarla y/o curarla, por miedo al contagio en ocasiones nisiquiera se atrevían a visitar enfermos" (8,14, 16).

Generalmente este temor fue justificado, ya que médicos que atendían enfermos de peste morían infectados por esta, por la ignorancia de su origen; aconsejaban a la población el aislamiento del viento del sur que según ellos causaba el contagio de la peste, como tampoco acercarse a las costas o pantanos, que eran el originen de los vapores corruptos. Cuando no había opción, la población permanecía en las ciudades, la única recomendación sanitaria consistía en aspirar fuertes olores de maderas aromáticas, de polvos quemados en el fogón "para contrarrestar el efecto del viento del sur con peste" (5, 7).

La ignorancia sobre la enfermedad, suponía que esos olores desagradables evitaban la peste, así las personas visitaban a diario las letrinas públicas y aspiraban su hedor, la idea común al respecto de esa época fue que la inactividad influía en estar sano, pués: "el ejercicio aumentaba el consumo de aire malsano y la probabilidad de adquirir la peste" (3, 10); el médico del Papa con espíritu científico, observó a detalle la peste para distinguir sus dos formas: la bubónica y la neumónica mortal, diseñó un sistema de presencia eficaz para el papa Clemente VI, lo aisló en el palacio, lo sentó y/ó durmió entre dos hogueras para mantenerlo sano; excepto el rey Alfonso de España, que se contagió, de peste y así diezmó a su ejército en Gilbraltar, África, los gobernadores de Europa por lo general no enfermaron, así de los 450 miembros de la curia papal, 94 murieron de peste, cuando llegó a Aviñón, la cifra fue mínima, comparada con lo que sucedió en el resto de la población civil; el origen de la peste fue controversial, ningún cristiano dudó que era un castigo de Dios por los pecados de la época, en octubre de 1348 un año después de la llegada de la peste a Europa, William Edendon, obispo de Winchester dirigió una carta a sus clérigos: "Una voz en Ramá se escucha, lágrimas y llanto se ven por los diversos países del orbe… sabemos que la peste infectó la población de las costas de Inglaterra"(3, 5, 17) y señaló: "la peste no respeta a nadie piadoso o no", el sacerdote que atendía a enfermos fue la primera víctima en Inglaterra, lo que refleja su nivel de propagación por el creciente número de vacantes en el clero, en los monasterios no quedaron supervivientes, aunque la muerte de los miembros del clero no fue la única causa de abandono de los púlpitos, los sacerdotes huyeron de sus enfermas y moribundas congregaciones, en Enero de 1349 el obispo de Bath y Wells de Inglaterra en una carta enviada a los sacerdotes de su diócesis, les pidió que aconsejaran a sus feligreses: "en particular a los que estaban enfermos, que no tenían los servicios de un sacerdote, confesarse entre sí" (17, 18); a principios del siglo XI en Alemania, el terror a la peste estimuló un movimiento llamado "Hermanos de la Cruz o Flagelantes", que pretendían "calmar la ira de Dios", con actos de penitencia extrema, como la autoflagelación, este hecho causó prejuicios en la población de mínima educación; había la práctica de mortificar la carne, en los monasterios italianos, nuevos: "devotos de los Hermanos de la Cruz", se reunieron para flagelarse por los desastres de la peste en su provincia (13,16); en el siglo XIV la enfermedad provocó que este movimiento se transformara en fanatismo (18). En un principio los flagelantes alemanes eran una comunidad rígida y disciplinada en la que para unirse al grupo era necesario confesar los pecados, prometer autoflagelarse tres veces al día durante 33 días, un día por cada año que Jesús Cristo vivió en la tierra. Era obligatorio aportar fondos económicos para su sustento durante ese lapso y obedecer las exigencias por este periodo.

En peregrinación cada uno prometía no cambiarse de ropa ni bañarse, no rasurarse ni dormir en cama y evitar las relaciones sexuales por 33 días (1, 10). Los Hermanos iban de una ciudad a otra, en grupos de cien, algunas veces más de mil, vestidos con túnicas sencillas, marcadas con cruces rojas, marchaban encapuchados en fila de dos, detrás del superior y de dos lugartenientes con estandartes dorados y purpúreos, al entrar en una población celebraban un oficio religioso, se desnudaban el torso, formaban un círculo, se sentaban de modo que un superior pudiera pasar entre ellos y flagelar a quienes adoptaran posturas que simbolizaban pecados, luego se levantaban se autoflagelaban con látigos de cuero y puntas de metal, cantaban durante su dolorosa exhibición penitencial y, llegaban a tal estado de frenesí que la gente congregada se lamentaba y gemía (10, 12, 14, 18), a mediados de 1349, había flagelantes en Alemania, Hungría, Polonia y Holanda, para estar acorde con aquellos días, lo que inició como devoción, degeneró; los superiores autorizaron a los miembros para confesar, exorcizar e incluso revivir muertos (7, 18).

En octubre de 1349, Clemente VI promulgó una bula para eliminar la Hermandad, el papa enlistó entre otras acusaciones la de "derramar la sangre de los judíos, a quienes la piedad cristiana acepta y sostiene" (5, 17). Los flagelantes tenían un celo inequívoco, cuando la peste se extendió por Europa la gente culpó a: leprosos, extranjeros, en especial a los judíos, por ello en la primavera de 1348 los asesinaron en el sur de Francia, en Suiza un juicio aumentó ese odio y la agitación en su contra, en Chillon, Francia se les acusó de envenenar los pozos de agua y provocar así la peste (13, 14).

Estos hechos se conocieron en las ciudades vecinas, la persecución judía la violencia en su contra se generalizo y extendió, como una lamentable imitación del impacto mortal de la peste sobre la sociedad humana (5, 16); en Basilea, Suiza, los judíos fueron encerrados en casas de madera para quemarlos. En Espira, Alemania se les asesinó y sus cadáveres se metieron en barricas de vino y arrojados al Rin (10). En Estrasburgo, Francia, en febrero de 1349 se ajusticiaron en un día 2,000 judíos. En marzo la ola criminal se detuvo, pero en julio, los Hermanos Flagelantes en Frankfurt, Alemania, mataron a sus pobladores judíos (13). En Bruselas, Bélgica, la noticia de la llegada de los Flagelantes causó otra matanza de judíos. Cuando la peste cedió, disminuyeron los crímenes, para entonces estas comunidades judías quedaban en Europa occidental, sin ser atacados por estos fanáticos. "Año infeliz, terrible, destructor", se lee en un rótulo inscrito en 1350, sobre un muro de la Iglesia de Santa María, en Ashwell, Inglaterra. Un amargo resumen de los años de la peste que terminó en 1351, después de que acabo con un tercio de la población europea, 20 millones de personas o más (4, 5). La gente intentó una vida normal, pero nada fue igual.

En palabras del poeta italiano Petrarca señaló: "Sobre los supervivientes una inmensa y terrible soledad cayó, como un sudario. Oh, feliz posteridad-describió, al dirigirse a sus futuros lectores-, no sufrirá este pesar abismal y tomará nuestro testimonio por una simple fábula". Pero su visión de la posteridad fue optimista, la peste volvió a Europa diez años después y los siglos subsecuentes en forma discontinua, hasta que la última epidemia Marsella, Francia, en 1720. Esta epidemia causó trascendentes e irreversibles consecuencias al sistema feudal, que en franca decadencia, acabó por debilitarse como consecuencia de la muerte de millones de campesinos, que con su trabajo lo sostenían (17, 10). Los supervivientes exigieron un mejor salario para la labor agrícola, hubo un modesto auge económico en diferentes sectores, en parte por gente que había perdido su familia y de pronto heredaba una riqueza para gastar. La tradicional aceptación ciega de la autoridad de la Iglesia Católica se deterioró, no sólo porque algunos sacerdotes abandonaron a sus feligreses, también por la impotencia e incapacidad de la iglesia para frenar una enfermedad terrenal y en general consecuencia, con la frecuente muerte de la población, surgió un nuevo escepticismo que se agudizó por la falta de sacerdotes jóvenes, para sustituir a los ausentes. Esto empujó posteriormente a la Reforma protestante. "Yo, John Clyn, de la orden de Frailes Menores y del convento de Kilkenny, dejo escrito en este libro, los hechos notables que pasaron en mi tiempo, los que ví o conocí, por gente digna de fe", este es relato de un fraile que agonizante, vio morir a sus hermanos de sayal en Irlanda, "y para que el texto no perezca con el autor, ni la labor con el agricultor, dejo este pergamino para que se prosiga el trabajo comenzado, si por casualidad alguien, de los hijos de Adán supervive que haya escapado de la peste continúe el trabajo que hemos iniciado" (5, 10).

V. El agente causal de la peste

La peste tiene una variedad de pulmonía contagiosa y la neumónica, trasmitida directamente de un hombre a otro, por aerosoles de los enfermos que expulsan la bacteria al toser. Ambas clases son causadas por Yersinia pestis, identificado hasta 1894, sus principales reservorios, son los roedores salvajes: marmotas y topos, estos habitan en las estepas de Asia Central, el riesgo es que la pulga los invade cuando pica a la rata negra o doméstica.

El mundo actual debe estar preparado para el control de la peste. Razón para exterminar la rata urbana y la pulga que transmite Y. pestis.

Una forma es aplicar una vacuna con cierta protección, si se usa como prevención. Los antibióticos como la estreptomicina curan las dos formas de la peste: bubónica y pulmonar, la experiencia señala que las epidemias de peste, no se diseminan en los países desarrollados con elevado nivel sanitario: Inglaterra, Alemania, Dinamarca, Suecia, Australia, Estados Unidos.

Mientras que en países pobres, la peste se propaga fácilmente, al igual que en los sobrepoblados, sin higiene, ni drenaje, donde sus habitantes viven en hacinamiento, sin educación, los anteriores son factores claves esenciales para tener una calidad de vida. ( )

La peste como enfermedad mortal desaparece, cuando el nivel de vida en términos de servicios de salud, sistema de alimentación, recreación, prevención de enfermedad y educación, son elevadas bases del desarrollo de esa sociedad de los países ricos. En 1976, de los 7441 casos reportados de peste menos de 100 casos, fueron mortales, en EUA, al igual que en otros países europeos ricos, no se reportan epidemias (1, 17 ).

VI. Patogénesis y epidemiología.

Y. pestis es endémico en roedores silvestres de Europa y Asia. Llegó a América, a los E.U.A., desde principios del siglo XX, probablemente transportado por las ratas que viajaron desde Europa a California. Actualmente se reporta peste endémica en ratones silvestres del oeste de los EUA, el 99% de los casos que existen en el sur de Asia, tiene un ciclo de enzootico a selvático, donde la transmisión de solo los animales silvestres que sus pulgas pasan a la rata doméstica, en los EUA, el perro de la pradera es un reservorio, como otros roedores, aunque con relativa resistencia a la enfermedad y sus síntomas. Los datos más fidedignos provienen de los EUA, en donde el hombre es un huésped accidental, en estos sitios el hombre adquiere la peste por la mordedura de pulga de ciclo selvático. La peste de la ciudad o del ciclo urbano no existe en EUA.

La transmisión de Y. pestis a la rata urbana es por la mordedura de la pulga, su único vector. Este insecto existe en ambientes sin sanidad como sucede: en guerras, desnutrición, pobreza y marginación lo que causa, la proliferación de la rata en contacto con pulgas de animales silvestres. La pulga se infecta de Y. pestis, al alimentarse de la sangre de los roedores infectados. Cuando Y. pestis coagula la sangre en el estómago de la pulga queda atrapada en la fibrina, ahí se reproduce Y. pestis y la fibrina, bloquean en la pulga proventrículo de sus vías intestinales como no puede comer aumenta su apetito y deja su selectividad por los roedores y muerde humanos. Así que Y. pestis inoculada en el humano por picadura, se transporta a los ganglios linfáticos regionales, estos se inflaman y sensibilizan, son los bubones, por ello el nombre de: peste bubónica, cuando Y. pestis, alcanza una elevada concentración sanguínea, se reproduce y forma abscesos en otros órganos. El nombre "muerte negra", es por su origen. En humanos la endotoxina de Y. pestis invade intravascularmente con hemorragias cutáneas causa síntomas, el cuerpo tiene la piel de color morado.

VII. Diagnóstico de laboratorio.

La peste es causada por un bacilo: Yersinia pestis, que vive en ratas, cuyas pulgas la propagan. Este es un bacilo Gram negativo, pequeño, de tinción bipolar, capsulado, que se pierde al cultivarse repetidamente en laboratorio, al igual que su virulencia.

Para su diagnóstico el frotis y cultivo de sangre o pus del bubón, para detección de Y. pestis, son procedimientos. El médico debe extremar precauciones para no aspirar la pus, manejar con cuidado al cultivo de Y. pestis, para evitar aerosoles que dispersen la enfermedad. La tinción de Giemsa o de Wayson, revela el aspecto típico de alfiler de seguridad, e igual por la tinción de Gram. La prueba de anticuerpos fluorescentes para su identificación en los tejidos humanos y animales, para la detección del título de anticuerpos del antígeno capsular de Y. pestis 10).

VIII. Tratamiento.

Los antibióticos de elección para la cura y/o prevención son: estreptomicina y tetraciclina combinadas, es posible aplicarlos individualmente como la estreptomicina; esto evita el rápido de la enfermedad, su uso no debe esperar el resultado del cultivo bacteriológico. La incisión y el drenaje de los bubones, en general no son necesarios (11, 13).

IX. Alternativas para su prevención.

Una vacuna con Y. pestis muerta con formalina, proporciona protección parcial contra la peste bubónica, pero no para la neumónica (6, 7). Esta vacuna se utilizó en la guerra de Vietnam, pero no se recomienda para turistas que viajan al sureste de Asia. La peste pulmonar es altamente virulenta, existe cuando la bubónica se complica con pulmonía, en general es fatal para los infectados, se contagia por inhalación del aire exhalado por enfermos de peste. Normalmente la persona muere entre dos a quince días (8).

X. La situación de la peste en la era actual

Actualmente la amenaza persiste, en América del Norte en los Estados Unidos, el riesgo potencial por los roedores salvajes, reservorios naturales de la enfermedad. Un ejemplo, de lo que puede suceder se dio a principios del siglo XX en el estado de California, donde se registraron casos de peste en el barrio chino de San Francisco, de inmediato el gobierno federal envió un funcionario de Salubridad para su control, pero los californianos se indignaron, por sola sugerencia, de que había peste bubónica en el estado, sus habitantes públicamente atacaron al funcionario. Por ello fueron obligados, bajo amenaza de una cuarentena federal de privar a la gente y sus mercancías de la autorización para salir del estado, si no tomaban medidas para controlar la enfermedad. La autoridad local usó veneno para eliminar la rata doméstica, así como otras medidas de prevención para el control de la rata urbana, cuando esta contagiada de peste por pulgas de las ardillas del bosque.

La pulga de la rata urbana diseminó la peste en California, en 1919, donde se reportaron 14 casos en Oakland, en 1924, 30 personas murieron en Los Ángeles, lentamente la peste, trasmitida por las pulgas de las ardillas se extendió á 15 estados occidentales de la Unión Americana. (1).

Hoy la existencia de la enfermedad se registró en: ardillas, marmotas, ratas y ratones salvajes, desde California hasta Kansas, especialistas en epidemiología vigilan estos animales, en especial al más pequeño: el hurón que convive con la rata doméstica en el invierno. (2,6)

X. Conclusión.

La peste negra fue la primera gran pandemia de la humanidad, que obligó a la sociedad de esa época a reflexionar con angustia, desesperación e impotencia, a reconocer que el verdadero origen de la enfermedad, que nada tenía que ver con creencias religiosas, superstición y prejuicios, pero que en realidad estuvo asociada con la falta de educación ambiental, de respeto a la vida salvaje y obviamente a una pobre calidad de vida. Cuando finalmente la sociedad medieval se percató de la problemática, profundos cambios de pensamiento causaron que hubiese un pensamiento abierto al conocimiento, alejado de la superstición y de los prejuicios, que fueron motivo del atraso de la sociedad medieval.

La reforma protestante y la libertad de credo fueron impulsadas y apoyadas por los cambios que la peste origino en la forma de pensar, de actuar y de resolver los problemas no solo causados por enfermedades sino también aquellos que estaban sujetos a la superstición en lugar de la razón. Con esto la sociedad medieval se preparó para la nueva era, en donde el pensamiento racional fue más importante que las ideas basadas en prejuicios.

Agradecimientos.

Al proyecto 2.7 de la CIC-UMSNH (2005). Al QFB. Juan Carlos Carrillo Amezcua por la revisión del trabajo. A Angélica María Rodríguez Almaguer por su escritura.

XI. Bibliografía

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2.- Brock, T.D. 1995. The road to Yellowstone. Ann. Rev. Microbiol. 49:25-35.

3.- Brock, T.D. 1999. Milestones in Microbiology: 1546 to 1940. American Society for microbiology Herndon, VA. U.S.A.

4.- Brock, T. 1998. Roberto Koch. A life in medicine and bacteriology. America Society for Microbiology, Herndon, VA. U.S.A.

5.- Burnet, Mac F. 1972. Natural history of infectious disease. Cambridge University Press. USA.

6.- CONAFE. SEP/1981. La horda invisible: microbios patógenos contagio y enfermedades 1:23. México.

7.- De Kruif, P. 1950. Cazadores de Microbios. Ed. Acriba. España.

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9.- Fenner, F. 1970. The Impact of civilization on the biology of man. Boyden S.V. Ed. Univ. of Toronto Press, Toronto, pp. 48-68.

10.- Gilligan, P.H., Smiley, L.M. and Shapiro D.S. 1997. Cases in medical microbiology and infectarious diseases. 2o. ed. American Society for Microbiology. Herndon. V.A. USA.

11.- Hare, R. Diseases in Antiquity. 1967. Brothwell, D. and Sandison, A.T. Eds. Thomas Springfield, III, pp. 115-131.

12.- Moller-Christensen, V. 1967. Diseases in Antiquity, Brotwell, D. and Sandison, A.T. Eds. Thomas Springfield, III, pp. 295-306.

13.- Panum, P.L. 1940. Observations made during the epidemic of mcasles on the Faroe Island in the year 1846. American Publishing Association, New York, USA.

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18.- Time-Life.1980. Health and disease. Time-Life books Inc. New York. USA.

 

Juan Manuel Sánchez-Yáñez

Libertad Leal Lozano

Microbiología Ambiental, Instituto de Investigaciones Químico Biológicas, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Morelia, Mich, México.

Educación Ambiental, Facultad de Ciencias Biológicas, Universidad Autónoma de Nuevo León, Monterrey, N.L. México

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