La organización democrática en un mundo de competitividad empresarial
Enviado por Armando Aruca Bacallao
- Resumen
- Introducción
- Desarrollo
- Medidas para construir una organización democrática y competitiva
- Conclusiones
- Bibliografía
Resumen
La economía mundial y su ímpetu competitivo sin un sentido democrático puede conducir a compañías a ser mal administradas y ser proclives a desarrollar actos de una moral dudosa El interés de actuar de manera no realista conduce a la deshonestidad. Las empresas actuales deben de modificar sus prácticas y apoyarse más en los valores, es necesario construir una empresa diferente, basada en el respeto, la equidad, la confianza y la honestidad. El objetivo del trabajo es establecer un conjunto de medidas necesarias para crear una organización democrática y al mismo tiempo competitiva, que genere clientes más leales, trabajadores más comprometidos, proveedores más involucrados y cumpla con su responsabilidad social.
Palabras claves: organización democrática, competitividad empresarial, mundo global, dirección. .
La actual globalización avanza con todos los recursos y toda la riqueza generada de la economía de mercado sobre los pueblos, basada en la competitividad empresarial, muestra todo lo que hay de egoísmo en la naturaleza humana, sin una sensibilidad para el bienestar de los seres humanos y la preservación del medio ambiente. La respuesta ante ese mundo global ha sido una integración regional entre las distintas economías nacionales, provocando la presencia de tres grandes bloques comerciales y su rivalidad como es la CELAC en América, la CEE en Europa y la ASEAN en Asia.
Lo cierto es que ante el actual escenario global el enfrentamiento competitivo entre estos bloques está dado sobre bases muy diversas; para las naciones del norte, lo competitivo está en las nuevas tecnologías, apoyadas en la innovación tecnológica; para los países del sur, lo competitivo está en los bajos salarios y en la elevada productividad, apoyada en la transferencia de tecnologías.
Hacia dónde conduce ese escenario globalizado sobre bases competitivas, qué dirección lleva, cuándo se alcanza el punto final. Para todos nosotros como analistas es muy difícil predecir, pero lo cierto es que el poder hegemónico en la economía en estos momentos lo disputan dos naciones, que son Estados Unidos de América y China, y en dependencia de quién lidere será el curso que tomará la humanidad.
Estados Unidos de América garantiza la competitividad sobre bases tradicionales, que fueron descubiertas por Karl Marx en el siglo XIX, cuando denunciaba la alta concentración y centralización en la que se estructuraba el capital a partir de la plusvalía como consecuencia de la explotación a la que era sometido el obrero. En la actualidad, estas acciones se realizan a través de los procesos de fusión y absorción de empresas y las nuevas formas de explotación al obrero se generan con el empleo a muy bajos salarios de emigrantes procedentes de los países del sur.
En cambio, China se apoya en un socialismo de mercado que nace de la construcción del socialismo real sobre las bases de la centralización democrática y la planificación socialista de la economía. Lo competitivo emerge a partir de una combinación armónica entre la planificación socialista y la economía de mercado, donde las acciones se concretan en las economías de escalas, provocando bajos costos de producción.
Objetivo general
Establecer un conjunto de medidas necesarias para construir una organización democrática, sin que deje de ser competitiva.
La economía mundial y su ímpetu competitivo se orienta bajo la teoría de Charles Darwin sobre la evolución de las especies, desde el punto de vista empresarial se puede decir que solo sobreviven las organizaciones más aptas, las más fuertes y las más adaptadas al entorno global. El mundo se está percibiendo como un partido de fútbol o de béisbol donde hay vencedores y vencidos, muchas de estas empresas preocupadas por la competencia, buscan perpetuarse en el mercado y tienen como objetivo primordial la maximización de la ganancia sin tener en cuenta la responsabilidad social.
Por lo tanto, la competitividad se puede definir como la capacidad de competir, es la rivalidad para la consecución de un fin.
El mundo de los negocios muestra que este afán competitivo sin un sentido democrático puede conducir a compañías a ser mal administradas y ser proclives a desarrollar actos de una moral dudosa y al riesgo legal. El interés de actuar de manera no realista conduce a la deshonestidad.
Ejemplos del mundo empresarial donde se ha quebrantado la ética en nombre de la competitividad y la competencia es tomada como una ley natural, según Global exchange, una ONG sobre derechos humanos con sede en San Francisco, la cual promueve la justicia social, económica y ambiental en el mundo y denuncia la violación de los derechos humanos por parte de las empresas trasnacionales, plantea que muchas de estas violaciones van desde la degradación ambiental, el abuso de los fondos públicos, la represión violenta de los derechos políticos, la liberación de elementos tóxicos al medio ambiente, la destrucción de familias, la discriminación y los problemas de salud.
La compañía norteamericana Chevron en su afán de obtener grandes beneficios, alta rentabilidad y evitar más gastos en inversiones, no analizó el proceso final de su refinería, generando que los desechos tóxicos fueran arrojados sobre la población de Richmond en California, provocando daños a la salud. Además, en Nigeria este oligopolio petrolero por garantizar sus intereses económicos, evitar nuevamente gastos en inversiones y no asumir costos de relaciones públicas, en lugar de ello, colaboró con las fuerzas militares de la nación para reprimir a los manifestantes pacíficos que se oponían a la extracción del petróleo en el Delta del río Níger.
La trasnacional norteamericana Coca-Cola es otra de las empresas ligada de manera intensa a la competitividad. El monopolio con su objetivo de mantener los altos niveles de calidad de su producto, el respeto a la marca y la maximización de la ganancia, desarrolló una política de privatización del agua tanto en México como en la India, en este último país bajo las marcas Dasani y BonAqua, con esta privatización destruyó la agricultura local, afectando el subsuelo, generando carestía de agua en las comunidades y contaminando el agua residual con abundante cloro y niveles de bacterias que provocaron afecciones y problemas de salud.
La compañía Monsanto es la mayor productora de semillas genéticamente modificadas que promueve la monocultura con efectos letales en la subsistencia agrícola, la destrucción de tierras cultivables que disminuye en forma drástica la calidad de tierra y agua. Produce herbicidas y pesticidas que provocan daño a la salud como es el cáncer y ha sido fustigada por la explotación laboral de niños.
La compañía Philip Morris (PM) un estudio de la Escuela de Salud Pública de Harvard fustigó que los campos donde se siembra el tabaco han sido desplazados al mundo en vías de desarrollo y a Europa del este, donde vive la mayor parte de los fumadores del mundo y abusa de la mercadotecnia agresiva con productos letales.
La agresividad sin tapujos, desconsiderada y estrecha de miras, que en otras circunstancias se considera destructiva, ha sido alabada como competitividad en las filas empresariales. La codicia desenfrenada y egocéntrica ha sido bendecida como creación de riqueza, con lo que se transformó en héroes a multimillonarios enfermos de adicción al trabajo. Dalla (1999).
Sin embargo, la pregunta a formular es de dónde nace esa competitividad agresiva. La competitividad agresiva nace de un liderazgo jerárquico y burocrático, donde sus elites son preseleccionadas y sus roles están correctamente escritos, apoyados en la autocracia, con estructuras rígidas, reglas fijas, castigos e inflexibles códigos de conductas. La preocupación de estos gerentes es el propio avance de sus carreras, la cual esta muy ligada al carácter competitivo y al éxito empresarial.
Según Cloke (2002), estas jerarquías, burocráticas y autocráticas logran el éxito en los mercados a partir de la competencia por los recursos, la toma de decisión de arriba hacia abajo, procesos de control, acceso limitado a la información, relaciones de subordinación, retroalimentación vertical, reuniones controladas, procesos coercitivos asociados a la contratación, despidos y sanciones.
Además, "estos procesos autocráticos les permiten a los dirigentes delegar la responsabilidad y escapar de las obligaciones, garantizar intereses personales, enmascarar debilidades, inflar los egos del círculo de personas más allegada, manipular a las personas, presionar a la gente a obedecer, negarles el derecho a los trabajadores y humillarlos públicamente". Cloke (2002)
La competitividad ha ido desnaturalizando a muchas organizaciones, crea una relación hostil y de enfrentamiento entre los empleados, entre la administración y los empleados. Según Cloke (2002), los directivos en búsqueda del éxito empresarial generan un conjunto de acciones y comportamientos que socavan la moral de los trabajadores en la organización.
Crítica excesiva y áspera;
Castigos o despidos injustos;
Comunicación poco cortés o irrespetuosa;
Mensajes mezclados, contradictorios o inconsistentes;
Toma de decisiones en secreto y acaparar información;
Conductas frías, distanciadas o arrogantes;
Deshonestidad;
Favoritismo y creación de doble rasero;
Poner el interés personal antes que el interés de los demás;
Inflexibilidad, despotismo e indecisión;
Queda demostrado que las organizaciones se centran en los resultados y les prestan poca atención a como se obtienen. Por tanto, se puede afirmar que hemos entrado en una nueva era, la era de la esclavitud industrial y lejos de darse una relación entre amos y esclavos, se da una relación entre dirigentes y subordinados, donde se hace inevitable salvar una nueva empresa, la organización democrática donde queden eliminados todos los vestigios de una dictadura organizacional.
Las empresas actuales deben de modificar sus prácticas y apoyarse más en los valores, es necesario construir una empresa diferente, basada en el respeto, la equidad, la confianza y la honestidad; donde desaparezcan los miedos a quedar fuera del mercado, a la no obtención de beneficios.
La organización democrática se puede definir como la intervención de todos en la toma de decisión, el predominio del grupo en la dirección, requiere de un alto grado de colaboración, responsabilidad personal, trabajo en equipo y relaciones interpersonales.
La organización democrática descansa sobre la autodirección, los procesos colaborativos, el trabajo en equipos, los procesos de aprendizajes, la retroalimentación y diálogo, los procesos de facultar o autorizar, la planificación estratégica participativa, los procesos de consenso, la negociación, la mediación, la cultura organizacional colaborativa y el fomento de las relaciones interpersonales. Cloke (2002).
En la empresa democrática el trabajador es capaz de ejercer el liderazgo, estas organizaciones aumentan la confianza eliminando los niveles de dirección intermedios, mediante un aplanamiento de la estructura organizacional, confiando información a los equipos, creando sistemas horizontales de comunicación, diseñando sistemas de solución de conflictos, alentando las redes inter-organizacionales y generando retroalimentación constructiva.
Medidas para construir una organización democrática y competitiva
1. Presencia de valores compartidos. El trabajador necesita un contexto de valores compartidos que le permita la autodirección, le genere identidad, moldee sus conductas y lo incorpore a la cultura de la organización, por otro lado, le permita establecer relaciones de colaboración e integración en el interior de la organización y hacia el mundo exterior.
2. La creación de equipos autodirigidos. Según Stoner (1996), son equipos participativos con la responsabilidad de una tarea relativamente completa, los miembros se caracterizan por tener habilidades, conocimientos y destrezas para desarrollar la tarea y normalmente son equipos con las facultades para determinar los métodos de trabajo, los presupuestos, la asignación de recursos. El desempeño del grupo, en general, es la base de la remuneración y la retroinformación.
3. Creación de un entorno organizacional participativo y democrático. Según Cloke (2002), la organización debe de rediseñar las comunicaciones, la toma de decisión, las reuniones, las negociaciones para alentar la diversidad, la colaboración, autodirección y la democracia, con el objetivo de promover la responsabilidad individual y de equipo.
4. Liderazgo democrático y participativo. Según Cloke (2002), la organización necesita dirigentes que personifiquen un claro compromiso con los valores, la ética, que promuevan la colaboración, la interacción honesta, fomenten relaciones de confianza y alienten la autodirección.
5. Toma de decisión participativa. Las decisiones deben ser consultadas, colegiadas, ya que necesitan consenso y para ello deben ser llevadas a votación. La organización debe alentar la diversidad, la colaboración, la auto-administración y la democracia.
6. Creación de procesos de aprendizajes y autoaprendizajes. La empresa democrática necesita crear una organización que aprende, que facilita la solución de conflictos, la creación de sistemas de autocorrección, el auto-perfeccionamiento, la autoorganización, mantenga el nivel de creatividad y la renovación.
7. Crear procesos de innovación. La organización debe apoyarse en los procesos de innovación, orientados a la gestión administrativa para mejorar los procesos y métodos de trabajo y la gestión tecnológica en la creación y modificación de productos y procesos a través de nuevas aplicaciones de conocimientos en el diseño, la gestión de la calidad y la reingeniería de procesos. La innovación debe incrementar la productividad del trabajo, debe incorporarse al proceso productivo, optimizar los costos tanto de recursos financiero y humanos, introducir calidad tanto en el producto y en el proceso e incrementar las oportunidades del mercado.
8. Garantizar la correspondencia entre entorno, organización y producto. La organización debe ajustarse al producto (características, prestaciones, servicios, diseño, etc), mientras que el producto debe responder a las necesidades y valores del entorno.
9. Cultura organizacional colaborativa. La cultura organizacional colaborativa busca mejorar, estimular el ambiente de trabajo y reforzar el proceso innovador. Según Goldsmith (2002), las culturas colaborativas establecen normas colegiadas, el trabajo es compartido, innovador y retador, se genera el compromiso con los éxitos de otros, permite el aprendizaje y las interacciones son dinámicas.
El mundo global está en manos de la economía capitalista, los valores del mercado han servido para socavar los valores tradicionales, esa economía es tan dominante que impone sus valores a la comunidad global. Lo más preocupante es la despiadada competitividad del mercado que está destruyendo los valores humanos alcanzados por la sociedad civilizada.
La organización democrática puede garantizar un cambio cualitativo tanto en el interior de las organizaciones como hacia el exterior, o sea que responda a su responsabilidad social. Esta responsabilidad social debe estar en interrelación con el conocimiento y la comprensión. El mundo empresarial tiene que comprender que muchos quedan excluidos de la participación en la economía global, que muchas personas en el interior de las organizaciones sufren abusos, explotación, despidos injustos y se trata de crear una organización diferente que responda por la dignidad humana.
Una de las grandes preocupaciones de la humanidad debe ser la construcción de un mundo global competitivo pero que tome en cuenta la dignidad humana, la necesidad de crear una organización democrática, que sea competitiva y más eficiente es primordial pero basada sobre principios éticos y con conocimientos de su responsabilidad social.
La organización democrática y competitiva se apoya en la autodirección, la cual constituye un mecanismo de motivación en el trabajador; los procesos colaborativos, el trabajo en equipo hace que los trabajadores sean mucho más eficientes y eficaces en sus tareas; los procesos de aprendizajes, la retroalimentación y diálogo, van a permitirle a los trabajadores la autocorrección del proceso y la solución de conflictos y provoca que los costos sean mínimos para la organización.
La presencia de una organización democrática y su orientación ética desde el liderazgo puede generar clientes más leales, trabajadores más comprometidos, proveedores más involucrados y dispuestos a contribuir.
Aguiloche L.A. (2012). Problemas actuales del imperialismo. Las empresas transnacionales; un obstáculo en América Latina. Editora EMPES. Ministerio de Educación Superior (MES).
Cloke K. (2002). El fin de la administración. Editora EMPES. Ministerio de Educación Superior (MES).
Dalla J.C (1999) Por qué el liderazgo moral es un buen negocio. Editora Ay M Gráfic; SL. España.
Goldsmith J. (2002). Cultivando la autenticidad y conciencia en el trabajo. Editora EMPES. Ministerio de Educación Superior (MES).
Stonner K. (1996). Administración. Editora EMPES. Ministerio de Educación Superior (MES).
Autor:
Dr. Armando Aruca Bacallao
Universidad de la Habana. (Instituto Superior de Tecnologías y Ciencias Aplicadas)
Facultad de Ingeniería Nuclear y Energética