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Las ciencias sociales (página 6)

Enviado por ela mori diaz


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Este aspecto subjetivo de la calidad de vida hace de los recursos un instrumento para conseguir lo valorado (seguridad, felicidad). Si bien hay una estrecha relación entre los recursos económicos y la posibilidad de desarrollar las capacidades, esta relación no es directa, y no alcanza a explicar la vulnerabilidad a la que se ven expuestas las personas mayores (rol social desvalorizado, abandono, maltrato).

Es necesario presentar la realidad y día con día nos encontramos con historias de abandono, entrega a otras familias por situaciones de pobreza de sus familias de origen, trabajo temprano, golpes frecuentes. En el otro extremo encontramos ancianos que han vivido "su mejor época" en una familia que los contenía, y donde no han pasado tantas necesidades. Ambos extremos sin embargo comparten un hoy que se delinea con elementos comunes y que nos hablan de una vejez especialmente vulnerable y comprometida con la pobreza.

La sociedad como espacio de convivencia desigual

La desigual distribución de los recursos y privilegios de una sociedad origina consecuencias funestas dentro de la histórica vida urbana de la ciudadanía que muchas veces piensa que ya no tiene lideres en quien creer ni a partidos a quien pertenecer.

La inmigración, la pobreza y la exclusión social son tres fenómenos que requieren de una sensibilidad ciudadana que se refleje en el gobierno municipal como ente integrador de la sociedad, cuyas políticas de gestión deben ser más que participativas, valientes para afrontar los retos de una convivencia armónica en esta diversidad social.

En esta economía mundializada, los sectores con más bajos recursos económicos y por ende con carencia de vivienda y salud añadidos a un déficit educativo generan desigualdades de convivencia que muchas veces ponen en peligro el régimen democrático, como un rechazo social a un gobierno municipal que no satisface sus necesidades.

De ahí que dentro de un sistema mundial de ofertas y mercado se hace necesario pensar en lo local como el núcleo de la interacción participativa para ofrecer oportunidades de atención a sus necesidades. La ciudad es el ámbito adecuado para conseguir el objetivo de la convivencia intercultural e interclasista dentro de una ciudadanía pública compartida que posibilite el reconocimiento de sus derechos sociales.

El mundo moderno ha ido propiciando la pérdida de identidad colectiva de la comunidad urbana que a su vez ha producido sentimiento de inseguridad que repliega a los vecinos hacia la esfera de lo privado. Aislados e indiferentes a los problemas de los demás, lo que podríamos llamar "convivencia dentro de la soledad cívica".

Para conseguir la igualdad de oportunidades y luchar contra las discriminaciones hay al menos dos líneas de actuación. La primera poner en práctica políticas de participación y capacitación y por otro lado diseñar políticas que permita reducir el desigual acceso a los recursos.

  • El marco legal

El marco legal nos proporciona las bases sobre las cuales las instituciones construyen y determinan el alcance y naturaleza de la participación política. El marco legal de una elección, y especialmente los temas relacionados con la integridad de la misma, regularmente se encuentran en un buen número de provisiones regulatorias y leyes interrelacionadas entre sí.

Su fundamento en muchos países es La Constitución en tanto suprema legislación, que se complementa con la legislación promulgada por un parlamento o legislatura donde se incluye una ley electoral (leyes, que incluyen provisiones para el proceso electoral, el financiamiento de campañas electorales y derecho de los ciudadanos al voto), leyes, códigos penales, y Regulaciones, que incluyen Códigos de Conducta/Ética, dados a conocer por distintas instancias reguladoras que guardan estrechos vínculos con la materia electoral.

Dentro de las provisiones legales se encuentran los lineamientos para determinar la estructura de la administración electoral, las instrucciones destinadas a los administradores de la elección sobre la forma en que deberán llevar a cabo su labor, y los derechos y responsabilidades de los partidos políticos, los medios de comunicación, los electores y demás participantes en una elección.

El marco legal faculta a la autoridad electoral para que lleve a cabo las labores de administración de la elección de conformidad a la estructura detallada dentro de sus mismas provisiones. Asimismo faculta a los partidos políticos para allegarse recursos financieros y participar en las elecciones de acuerdo a las provisiones legales establecidas. Y por último, asegura que los electores conserven sus derechos políticos para la emisión del voto y la elección de sus representantes de gobierno.

En muchos países, el marco legal en materia electoral ha evolucionado en una compleja combinación de estatutos y regulaciones legales, reglas judiciales y la práctica real. Ciertas legislaciones electorales pueden ser de nueva creación o estar actualizadas, otras pueden basar su funcionamiento en estatutos obsoletos que están desactualizados, pero que sin embargo aún están vigentes. Puede haber algunos, conflictos e inconsistencias entre las diferentes partes que dan forma a un marco legal y en consecuencia al proceso electoral.

Para efectos de integridad, es muy importante revisar el diseño legal en su totalidad con el propósito de entender el marco legal y para determinar cuando sea necesaria la acción correctiva necesaria, y de ser el caso, el tipo de acción definitiva que deba tomarse.

  • Las minorías

La problemática de las minorías comienza a plantearse en el mundo occidental a comienzos del siglo XIX. La conformación de los estados nacionales en Europa a través de la delimitación de sus fronteras que coloca a ciertos grupos étnicos bajo el poder de otros. En otras palabras, estas comunidades que se distinguían por su etnia o su lengua quedan sometidas a una sola comunidad (la que sustenta la legitimidad nacional).

En la actualidad, un gran número de personas en el mundo está sometido a algún tipo de marginación.

Ahora bien, debido a la diversidad de situaciones que existe en el planeta, es difícil precisar la definición del término minoría. En términos generales, el término alude al grupo numéricamente inferior al resto de la población de un país, que se organiza en torno a una identidad diferente de la sociedad en su conjunto y que manifiesta públicamente esa diferencia pidiendo que se la reconozca como tal.

Los criterios para definir a un grupo minoritario pueden ser: su lengua;  su cultura; sus tradiciones; su religión.

En relación a las minorías étnicas, se pueden diferenciar diferentes tipos:

En primer lugar se encuentran las minorías nacionales, son aquellas que reclaman el reconocimiento de un territorio propio dentro del Estado, es decir, poblaciones que ocupan tradicionalmente una región que constituye para ellas su territorio. Es el caso de los vascos en España, y de los kurdos en Asia. Los kurdos constituyen una de las mayores minorías étnicas del mundo actual, han sido víctimas de persecuciones y sometimientos. Viven en los territorios actuales de Turquía, Siria, Irán, Irak y Armenia y aspiran a la creación un Estado independiente.

En segundo lugar están las mayoritarias. Son poco frecuentes y corresponden a las poblaciones mayoritarias en número que se encuentran en una situación de discriminación dentro del país en el que viven. Los indios quechuas en Ecuador o negros en Sudáfrica constituyen ejemplos de este tipo de minorías.

En tercer lugar, la situación en Sudáfrica ha sido originada por la política denominada "apartheid" –separación con respecto a los habitantes negros–. Pero la supresión de esta política en las primeras elecciones multirraciales en 1994 permite advertir avances a favor una convivencia pacífica entre los dos grupos.

En cuarto lugar, podemos distinguir  a las poblaciones aborígenes o tribales que se mantienen aún al margen del mundo contemporáneo. Las mismas se caracterizan por conservar sus costumbres ancestrales, vivir en condiciones muy precarias. A su vez, sus problemas son en muchos aspectos (documentación, titularidad de tierras, educación, etcétera), distintos a los de otros grupos minoritarios. Estos grupos son denominados poblaciones autóctonas por las Naciones Unidas.

Estados Unidos constituye un ejemplo de país que, en su interior, presenta grupos minoritarios. Las minorías más importantes son las de hispanos, asiáticos y negros. El origen de estos últimos se remonta a los esclavos traídos de África para el trabajo en las plantaciones de algodón y tabaco.

Los hispanos conforman el primer grupo minoritario del país; incluyen a los que emplean como lengua común el castellano y proceden de países latinoamericanos, principalmente de México y los países de América Central. Son un grupo heterogéneo, en constante crecimiento, muy difícil de cuantificar. Esto se debe a que la mayoría de los mexicanos ingresa al país en forma clandestina, constituyendo un factor importante de conflicto social.

Asimismo, el proceso internacional de reconocimiento de las minorías y su protección ha sido lento. Así, en 1990 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una Declaración sobre los derechos de las personas pertenecientes a minorías nacionales o étnicas, religiosas y lingüísticas. Este documento sostiene que los Estados están obligados a proteger la existencia y la identidad de las minorías dentro de sus territorios adoptando las medidas necesarias para ello.

En esta misma Declaración se enumeran los derechos de estas personas, a saber:

  • Derecho a disfrutar de su propia cultura, a profesar y practicar su propia religión y a utilizar su propio idioma, sin ser objeto de ningún tipo de discriminación;

  • Derecho a participar efectivamente en la vida cultural, religiosa, social, económica y pública;

  • Derecho a participar en las decisiones que se adopten respecto a la minoría a la que pertenezcan;

  • Derecho a establecer y mantener sus propias asociaciones;

  • Derecho a establecer y mantener contactos libres y pacíficos con otros miembros

  • Derecho a mantener contactos libres y pacíficos con otros miembros de su grupo o con personas pertenecientes a otras minorías.

Universidad y sociedad

El desarrollo de la tecnociencia contemporánea, plantea a la humanidad innumerables desafíos. Por su parte, los estudios de contexto, en la investigación social sobre ciencia y tecnología, exigen abordar las relaciones Universidad – Sociedad.

La universidad debe implementar una estrategia sostenida de capacitación, a través de postgrados e intercambios académicos, que garanticen a través de la movilidad de docentes e investigadores alcanzar nuevos parámetros de calidad y excelencia. En este orden de ideas, el contexto internacional, se manifiesta como un reto para los países que manifiestan una baja inversión en conocimiento para el desarrollo.

Lamentablemente, la sociedad poco aprecia, valora y defiende a sus universidades especialmente las públicas, parecería que ambas tomaran caminos diferentes. En ello, entran en juego diferentes factores, inmersos en la misma crisis nacional, en la cual los lenguajes comunicativos, aún no hallan un punto de encuentro a favor del desarrollo del conocimiento, posiblemente porque la sociedad aún no relaciona el mismo con la vida académica nacional y menos con su cotidianidad. Además, la visión de las huelgas y enfrentamientos con la fuerza pública, induce a mirar a las universidades con desconfianza, más como parte causal del problema, que como factor sustancial de su solución.

En tal sentido, la universidad es la llamada a liderar interesantes procesos de producción de conocimiento socialmente apropiado, para lo cual debe "asomarse" y mirar la realidad nacional y local, para estudiar entre otros aspectos; en el plano económico, el impacto de modelos económicos de carácter impositivo, así como la urgente necesidad de un crecimiento con equidad social. De la misma manera, los procesos de transferencia, apropiación y generación de tecnologías que aceleren el desarrollo industrial, así como una gestión empresarial de cara al futuro son vitales. Por su parte, los conflictos sociales, tanto agrarios como urbanos, traducidos en el incremento de una marginalidad que rebasa los límites de la miseria, representa nuevos retos investigativos para las ciencias sociales. Los procesos de aculturización y pérdida de identidad tienen un trasfondo cultural, social, económico, ambiental y político bien preocupante; el éxodo de poblaciones indígenas hacia los centros urbanos, las presiones demográficas, como efecto inmediato de la guerra, el narcolatifundismo y las fumigaciones de altísima toxicidad, exigen estudios conducentes a contener esa avalancha de grave impacto socio ambiental.

Aparte de lo anterior, la pérdida de importantes riquezas naturales es alarmante, situación que empieza a preocupar a diferentes investigadores por su impacto sobre nuestra enorme diversidad biológica. Por su parte, el conflicto armado, sus raíces, implicaciones y consecuencias futuras, debe aparecer en la agenda investigativa con carácter prioritario, porque nunca antes se habían reunido tantos investigadores planteando desde diferentes disciplinas posibles soluciones a los problemas de convivencia, paz, violencia y seguridad, así como la problemática ligada a la gobernabilidad y la democracia en un país caracterizado como ingobernable.

Reconocemos con preocupación que aún existe muy baja comprensión de los contenidos sociales y ambientales del desarrollo científico y tecnológico, los cuales se asignan fundamentalmente a los investigadores sociales, cuando en realidad tienen profundas implicaciones técnicas.

  • I. El rol de la universidad en la sociedad peruana

La universidad peruana tiene la finalidad de formar personas capaces de lograr su realización ética, intelectual, artística, cultural, afectiva, física, espiritual y religiosa; promoviendo la formación y consolidación de su identidad y autoestima y su integración adecuada y crítica a la sociedad para el ejercicio de su ciudadanía en armonía con su entorno, así como el desarrollo de sus capacidades y habilidades para vincular su vida con el mundo del trabajo y para afrontar los incesantes cambios en la sociedad y el conocimiento.

Contribuir a formar una sociedad democrática, solidaria, justa, inclusiva, próspera, tolerante y forjadora de una cultura de paz que afirme la identidad nacional sustentada en la diversidad cultural, étnica y lingüística, supere la pobreza e impulse el desarrollo sostenible del país y fomente la integración latinoamericana teniendo en cuenta los retos del mundo globalizado.

La educación superior es la segunda etapa del sistema educativo que consolida la formación integral de las personas, produce conocimientos, desarrolla la investigación e innovación, y forma profesionales en el más alto nivel de especialización y perfeccionamiento en todos los campos del saber, el arte, la cultura, la ciencia y la tecnología a fin de cubrir la demanda de la sociedad y contribuir al desarrollo y sostenibilidad del país.

  • II. El rol del gerontólogo social

Es un profesional multidisciplinario, con sensibilidad social, vocación de servicio e integridad moral, comprometido con la problemática social del adulto mayor (sobre aspectos económicos, protección social, vivienda, educación para la vejez, interacción anciano familiar-comunidad e institucionalización, entre otros), enfatiza en su práctica aspectos de recreación, prevención, evaluación de las actividades diarias del adulto mayor, políticas de inserción en los diversos estratos sociales. Teniendo como principal objetivo el mantenimiento del adulto mayor dentro del seno familiar. Siendo este último el verdadero receptáculo de cuidados preventivos y apoyo para la mejor calidad de vida a edades tardías. Sin embargo, no siempre los familiares están en condiciones de proveerle al adulto mayor de estos cuidados. De allí que el proceso de institucionalización, es decir, el ingreso a los conocidos como asilos, unidades geriátricas o geronto-geriátricas, unidades de larga estancia, entre otros; se presenta como una alternativa. Esta situación junto con el envejecimiento de la población a nivel mundial, hacen del profesional de la gerontología social un verdadero baluarte en la lucha por las mejores condiciones de vida para los adultos mayores.

 

 

Autor:

Ela Mori Diaz

emarli2[arroba]hotmail.com

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