- Camino al Porfiriato
- La política durante Porfiriato
- Economía
- Sociedad
- Cultura
- Conclusión
- Biografías
- Bibliografía
Es la etapa de la historia de México que inicia en 1877, con el primer gobierno de Porfirio Díaz y termina en 1911, cuando éste deja el poder y es exiliado.
Díaz se levantó en armas en dos ocasiones, con los planes de la Noria, en 1871 y el de Tuxtepec, en 1876 después de perder las elecciones presidenciales contra Lerdo de Tejada y Benito Juárez. En ellos se manifestaba antiautoritarista, anticentralista y antirreeleccionista. Consideraba que el presidente debería tener menos poder otorgando más al legislativo y judicial, así como a los gobiernos de los estados, municipios o pueblos, fortaleciéndolos; y que ellos debían de decidir en sus asuntos particulares.
Al inicio buscó atraer a las personas que más ayuda podía darle a su gobierno sin importar su tendencia política o credo, permitiendo a la iglesia católica situaciones que estaban prohibidas en la constitución. Buscó así unir fuerzas políticas y acabar con los levantamientos; después se fue fortaleciendo tanto en lo político como en lo económico, en donde a pesar de los problemas financieros y de poca producción, llevó a cabo cambios que permitieron a nuestro país, de, tener un déficit y un gran endeudamiento, a lograr un superávit desde 1894. Para lograr esto, promovió la inversión y aplazó deudas; impulsó el desarrollo de la industria y del comercio, tanto interno como externo; desarrolló vías de comunicación de las principales zonas productivas hacia los puertos o a Estados Unidos, incrementando la red ferrocarrilera de 5892 Km. en 1885 a 19280 en 1910. Durante esta época gracias al desarrollo económico, varias ciudades incrementaron su población con un gran número de migrantes en busca de trabajo. Socialmente, se desarrollaron dos divisiones; la rural y la urbana, habiendo grandes contrastes en la calidad de vida entre las clases alta, media y baja. Culturalmente, en el inicio del porfiriato se tuvo la influencia europea con tendencia francesa, tomando después tintes realistas y una tendencia nacionalista.
La entrevista hecha por James Creelman, donde Díaz dijo que no participaría en las elecciones de 1910 pues el país se encontraba preparado para entrar en democracia. Este hecho, fue una de las causas que motivaron a quienes ya pretendían un cambio a pensar que ya era el momento acabar con este régimen, siendo un factor importante en el inició la Revolución Mexicana, al no cumplir Díaz su palabra y encarcelar a Francisco I. Madero y mandar fuera del país a Bernardo Reyes.
Camino al Porfiriato
Plan de la Noria
El Plan de la Noria fue un levantamiento armado que inició don Porfirio Díaz en su Hacienda de la Noria en noviembre de 1871, por el descontento de éste, ante el resultado de las elecciones por la presidencia de México de de 1871 a 1875, pues estaban a favor de don Benito Juárez, y no estaba de acuerdo con éstas por considerarlas un fraude. Además de no reconocer el triunfo de Juárez, se manifestaba en contra de la reelección. Este plan tuvo poco respaldo, y con la muerte de Juárez el 18 de Julio de 1871, fin principal del plan, ya no tuvo razón seguir adelante.
Plan de Tuxtepec
El 10 de Enero de 1876, en Tuxtepec, Oaxaca, se presentó este plan, escrito por el general Riva Palacio y respaldado por Porfirio Díaz. En éste, se desconocía a Lerdo de Tejada como presidente de la república, la desintegración del Senado, la no reelección y la instalación del gobierno provisional mientras se realizaban nuevas elecciones, entre otras cosas.
Poco a poco, el plan tuvo aceptación en varios estados del país, triunfando finalmente con la batalla de Texcoac, Tlaxcala, que motivó a que Lerdo dejara el poder y se exiliara en Estados Unidos, instalando a Díaz como presidente provisional, ya que José María Iglesias no había estado de acuerdo con el plan y aunque también había desconocido a Lerdo y formado un gobierno provisional en Guanajuato, al contar con pocos seguidores, pactó con Díaz y también se fue en exilio a Estados Unidos.
La política durante Porfiriato
Políticamente, se contemplan tres etapas:
Primera etapa (1877-1890)
Se caracteriza como de: construcción, pacificación, unificación, conciliación, negociación y represión.
Buscó evitar la concentración de poder, que el pueblo eligiera a sus gobernantes y hasta sus jueces.
Enfrentó problemas de gobernabilidad, ya que la constitución no favorecía al ejecutivo, considerando la igualdad de los individuos.
Buscó atraer a todos los grupos importantes (lerdistas, juaristas, y otros) agregándolos a su gabinete, así como a los miembros de la iglesia católica, encontrando respaldo en ésta, ya que aunque no eliminó leyes en contra del clero, casi no las aplicó, permitiéndole recuperar propiedades, reinstalar frailes y monjas, celebrar misas y realizar algunas festividades.
Cuando no lograba atraer a alguien, echaba mano de la fuerza y la represión, apoyado en el ejército y la policía, acabando con rebeliones agrarias en Sonora y Yucatán, o con bandoleros y asaltantes de caminos.
En las elecciones solo votaban mayores de 18 años, hijos de mexicanos o extranjeros naturalizados, casados o mayores de 21 años, solteros, pero las papeletas de votación no eran llenadas por los votantes.
Segunda etapa (entre 1888 y 1890, hasta 1908)
Muestra un periodo centralista, autoritario y personalista, tanto de don Porfirio, como de los gobernadores de las entidades; resaltando en ella tres personajes importantes: Joaquín Baranda, Ministro de Justicia desde 1882, liberal de la época reformista; José Yves Limantour, Ministro de Hacienda (1893-1911), miembro de un grupo de profesionistas destacados (los científicos), de familias ricas o relacionadas con ellas, basados en la filosofía positivista, pensaban en la aplicación del método científico para estudiar la sociedad y la solución de problemas; y Bernardo Reyes, Ministro de Guerra (1900-1902), porfirista y militar, surgido de la clase media o baja que había en provincia y que contaba con el apoyo de empresarios, pequeños burgueses, clase media y trabajadores de Nuevo León, donde fue gobernador.
Al elegir a Limantour como su sucesor, Díaz provocó que Baranda renunciara a su gabinete, perdiendo presencia su gobierno y en 1902, Limantour como Ministro de Hacienda, impidió la renovación y modernización de la milicia al no otorgarle fondos, por lo que Díaz, para evitar represalias contra éste, mandó a Reyes de gobernador a Nuevo León, e hizo cambios en el ejército.
Para 1904, la influencia de "los científicos" impuso en las elecciones a Ramón Corral como primer vicepresidente, pensando en la ausencia o muerte de don Porfirio.
Díaz fue perdiendo respaldo de algunos grupos y esto aunado a que por estar bien con los gobernadores o con aquellos con poder regional olvidaba sus obligaciones con los campesinos, y que, dando prioridad a inversionistas y empresarios frente a las peticiones obreras a las que calmó ya fuera mediante el diálogo, la imposición, el autoritarismo o la represión, así como al freno político impuesto por Díaz o sus colaboradores con autorización de éste al mantener en el poder a gobernadores, legisladores y magistrados estatales y federales y que solo eran sustituidos para cambiarlos a algo mejor o eran relegados porque Díaz se molestaba con ellos. Por esta razón, se fue formando un grupo que dio nacimiento al Partido Liberal Mexicano, que empezó a manifestarse a través de periódicos que criticaban a don Porfirio, por lo que fueron objeto de represión y encarcelamiento continuamente sus directores, redactores e impresores.
Las manifestaciones por las calles, los ataques a los edificios de gobierno, los robos, las huelgas de obreros y las rebeliones de los campesinos, mostraban un descontento creciente ante los cuales la represión llevó hasta a la muerte a mineros de Cananea y obreros de Río Blanco.
En cuanto a política exterior, mantuvo relaciones tanto diplomáticas como económicas con Estados Unidos, Inglaterra, Francia y Japón, oponiéndose a que el primero decidiera en los gobiernos latinoamericanos, ya que los asuntos de cada país eran casos particulares de cada nación.
Tercera etapa (los últimos años)
Se contempla que las crisis en el nacimiento del siglo XX afectaron la economía, la vida social y cultural y por consiguiente la política en este régimen.
Presenta ya, un régimen de políticos ancianos que querían seguir imponiendo su voluntad, y que después de las declaraciones de don Porfirio a James Creelman, periodista estadounidense, de que no participaría en las elecciones de 1910, ya que México estaba listo para entrar en democracia. Para los políticos del régimen, esa declaración era para el exterior, considerando que la sucesión seguía en la vicepresidencia, promoviendo nuevamente a Ramón Corral, mientras que Bernardo Reyes, leal a Díaz, aceptaba ser enviado a Europa, ya que sus seguidores lo habían promovido por todo el país en clases medias y obreras.
Los reyistas continuaron con la oposición, surgiendo además los liberales o maderistas, y entre los cuales existía afinidad en demandas como la legalidad, el respeto al voto y la no reelección, así como ayuda legal a campesinos y obreros.
En las elecciones triunfó nuevamente Díaz, lo que provocó la Revolución y al triunfo de ésta, el exilio de don Porfirio Díaz.
Economía
En los inicios del porfiriato, la Hacienda Pública estaba en quiebra; se tenían grandes deudas con préstamos nacionales y extranjeros, pos lo que los ingresos de las aduanas se daban a los prestamistas; algunos impuestos eran de los estados y nadie quería que éstos aumentaras.
Matías Romero, Manuel Dublán y José Yves Limantour como Ministros de Hacienda realizaron cambios, disminuyendo los gastos del gobierno, administraron de mejor forma los recursos, controlaron los ingresos e impusieron impuestos que no afectaron al comercio. Con préstamos del extranjero, se pagó parte de lo debido, y el resto se pidió pagarlos con tasa fija en pagos a plazo mayor, resultando un superávit desde 1884.
Se buscó en el plano internacional, convertir a México en un exportador tanto agrícola como minero.
Como el Mercado Nacional era de regiones, se buscó aumentar la producción y el comercio tanto interno como externo, para esto, se promovió la inversión, se aumentó el circulante, los medios de transporte y las comunicaciones.
Se eliminaron las alcabadas, se promovieron subsidios en la industria, la construcción de obras públicas y de transporte, llevando a cabo un gravamen a artículos extranjeros que México también vendía.
Tanto el gobierno federal como los estados dieron concesiones para atraer inversiones y con ellas se crearon puertos, incrementándose la red de ferrocarriles en 12% anual como promedio principalmente hacia los puertos o a los Estados Unidos.
La producción agrícola de henequén, caucho y café se vio favorecida por la exportación, incrementándose, aunque algunos alimentos de consumo disminuyeron su producción o se estancaron, aumentando su precio y teniéndose que importar.
En minería, al aumento de la producción de oro y plata se le sumó la de cobre, zinc y plomo, así como el petróleo en los inicios del siglo, exportándolos a Europa y Estados Unidos.
La modernización de la industria desplazó poco a poco a los talleres, realizándose más rápido la de bienes de consumo. El desarrollo industrial se vio frenado por la falta de materia prima, el poco consumo nacional, la falta de maquinaria y bienes de producción y sobre todo de industria pesada.
Las crisis económicas de 1890, al bajar el precio de la plata, y la de 1907 a 1908, con la fuga de capitales y la disminución de los precios de exportación mostraron contrastes en el desarrollo del país.
Sociedad
Durante el porfiriato se dio un gran crecimiento demográfico, aumentando de 1877 a 1910, de 9 a 15 millones de habitantes, influyendo el cese de guerras civiles, la mejor alimentación y los avances en higiene y medicina.
Es esta etapa, la migración tuvo gran auge hacia Chihuahua, Coahuila, Durango, Nuevo León, Tamaulipas, D.F., Puebla, Veracruz, Sonora y Nayarit. En el norte los campesinos tenían trabajos temporales o rentaban la tierra; en el centro, mayormente de dedicaban al comercio, la minería y la industria ligera; y en el sur, la mayoría se dedicaba a la agricultura.
La mayoría de los habitantes vivía en el campo y muchos de los que eran propietarios de tierras fértiles, las perdieron con los hacendados, campesinos ricos y prestamistas, naciendo grandes latifundios.
En las sociedades rurales, los hacendados eran la clase alta; rancheros, pequeños propietarios, comerciantes, artesanos y algunos empleados importantes de las haciendas eran la clase media; y los campesinos sin tierra eran la clase baja.
La forma de trabajo y de vivir era diferente de acuerdo con el patrón y con el lugar: en el norte, tenían mayores sueldos, ya que no había suficientes trabajadores, por la poca población. Los hacendados, en el sur, contrataban los trabajadores del lugar y de otros lugares cercanos o lejanos, dándoles una cantidad de dinero para llevárselos, cantidad que nunca podían pagar, ya que su sueldo nunca les alcanzaba ni para comer en las tiendas de raya de los patrones, endeudándose de por vida ellos y sus hijos, lo cual originó rebeliones.
El crecimiento de las urbes tuvo diferentes causas, como la minería en Cananea y Santa Rosalía; el desarrollo industrial en Monterrey y Torreón; el comercio en los puertos de Tuxpan, Progreso, Guaymas y Manzanillo; y en poblados donde pasaban los trenes. En el D.F., influyó el centralismo del gobierno, la llegada de los principales ferrocarriles y el contar con el 12% de la industria del país.
A pesar de que los gobernantes y la clase alta querían mostrar el progreso del país con obras hermosas y tener limpio y seguro, no era posible, pues muchos migrantes sin trabajo se dedicaban a delinquir o a la prostitución y vivían en lugares insalubres, sufriendo por inundaciones, por no tener vivienda ni agua potable y por la mala alimentación. Para superar esto, el gobierno realizó obras de agua y drenaje, pavimentación y limpieza de calles, elaborando además códigos penales y sanitarios así como reglamentos de policía.
Los lugares comerciales y colonias ricas contaban con todos los servicios, mientras que en las zonas populares no los tenían viviendo en ellas la mayor parte de la urbe como sirvientes, dependientes de negocios, artesanos, obreros o vendedores ambulantes.
Si bien, los hombres, mujeres y niños trabajaban entre 12 y 14 horas al día toda la semana con salarios bajos y con descuentos de la tienda de la industria, no tenían derecho a huelga, podían despedirlos sin motivo y en caso de accidente no recibían ayuda, lo cual originó que se organizaran y ayudaran en casos de enfermedad, heridas, funerales y préstamos u otorgación de alimentos a viudas o huérfanos.
Durante el porfiriato se presentaron diversos conflictos y huelgas, aumentando desde 1900, y aunque el gobierno trataba de negociar, si no lo lograba utilizaba la fuerza, como en Cananea, que pedían horario máximo de trabajo, salario mínimo e igual al que recibían empleados extranjeros. En Río Blanco, Porfirio Díaz hizo propuestas en respuesta a las peticiones pero los trabajadores no aceptaron, amotinándose y robando en la fábrica y su tienda, por lo que muchos fueron asesinados.
Cultura
Es esta época hubo distintas formas de comprender la sociedad del país con liberales, positivistas y conservadores. Si bien la mayor parte era católica, el protestantismo ya se hacía presente desde 1870, instalando misiones e integrando a ellas a grupos descontentos, otorgándoles educación y servicios médicos gratuitos, pero encontrando obstáculos por no confiar la población en ellos y porque la iglesia católica los enfrentó, saliendo adelante con el apoyo de Díaz y de gobernadores que querían mostrar la libertad de creencias y la laicidad.
Se consideraba que la familia debería de tener de base el matrimonio religioso. En él, el hombre hacía vida pública en política o trabajando y la mujer debía dedicarse al hogar, haciendo vida privada.
En la literatura y el arte, así como en la comida y la moda, se mostraba la influencia de Europa con tendencia francesa, destacando en literatura Manuel Gutiérrez Nájera, Salvador Díaz Mirón, Amado Nervo, Juan José Tablada y Efrén Rebolledo.
La arquitectura manifestó distintos estilos combinándolos libremente y mostrándose en teatros como el Juárez de Guanajuato, el de la Paz en S.L.P., El Doblado en León y otros.
En un principio se manifestó una literatura costumbrista y después la realista, que pretendía mostrar la realidad lo más fiel posible en sus ambientes y personajes, destacando Heriberto Frías, Emilio Rabasa; y en la pintura con José María Velazco o Joaquín Clausell con paisajes y José Guadalupe Posadas con retratos de personajes y escenas y sucesos de la vida diaria.
A fines del porfiriato, se desarrolló una tendencia nacionalista surgida del "Ateneo de la Juventud" que fueron la base intelectual del movimiento revolucionario con críticas al positivismo impuesto, a la libertad de acción y elección y buscando rescatar lo mexicano.
Con la enseñanza de la historia patria, se pretendía educar a los niños con valores cívicos, siendo la educación gratuita aunque insuficiente. También se promovieron ceremonias cívicas buscando defender la soberanía y la formación del país.
Conclusión
El porfiriato, es una parte de la historia de nuestro país en donde los contrastes políticos, económicos, sociales y culturales están presentes de diversas maneras.
Si bien, en lo político se logró estabilizar el país, poniendo fin a confrontaciones civiles importantes al incorporar a su gobierno a los principales hombres de los grupos políticos e ideológicos más importantes de la época; también se observa un régimen con una dictadura impositiva en el cual no existía la democracia, ya que las elecciones para presidente de la república, gobernadores y otros funcionarios de elección popular eran solo actos para justificarse en el poder, sobre todo, ante la prensa mundial, ya que en las elecciones las papeletas de votación eran entregadas sin ser llenadas por los votantes, por consiguiente esos puestos eran ocupados por quienes habían sido designados por don Porfirio o algún allegado a él, pero con su consentimiento.
En lo económico, si bien nuestro país se encontraba en quiebra, surgiendo de ella en este periodo favorablemente, convirtiéndose nuestro país en exportador de algunos productos de interés en el extranjero y sentándose las bases de un desarrollo industrial que aunque fue bajo, ayudó al país a lograr un superávit durante varios años, que estuvo dirigido al enriquecimiento de hacendados y de aquellos que eran favorecidos por don Porfirio o algunos gobernadores en ocasiones a costa de maltrato y hasta del asesinato de algunos obreros y campesinos, algunas veces hasta sin motivo.
En lo social, el contraste de clases era evidente, ya que, mientras que la clase alta vivía en la abundancia con tintes afrancesados y queriendo mostrar al exterior una imagen de nuestro país que solo era de su entorno; por otra parte, tanto la clase media como la baja vivía en condiciones muy diferentes; éstos últimos en su mayoría en condiciones muy malas de vida.
En lo cultural, se contempla en los inicios del porfiriato, la tendencia hacia lo europeo para después surgir una tendencia nacionalista, siendo ésta una de las causas que motivó a gran parte de la clase media a la inconformidad que se plasmó en periódicos a pesar de la presión del gobierno; despertando el interés por poner fin a este régimen y levantarse en armas, culminando con el inicio de la Revolución Mexicana.
Éstas y otras diferencias, así como la falta en el cumplimiento de la palabra de Porfirio Díaz en la entrevista hecha a James Creelman, donde Díaz mencionó que no participaría en las elecciones de 1910 pues el país se encontraba preparado para entrar en democracia y la forma en que se dieron éstas.
Biografías
Benito Juárez
Benito Juárez nació en San Pablo Guelatao, Oaxaca, el 21 de marzo de 1806. Sus padres fueron los campesinos indígenas Marcelino Juárez y Brígida García. Ellos fallecieron cuando Benito tenía 3 años de edad, por lo que fue criado por sus abuelos y trabajó como pastor hasta los 12 años. Entonces partió rumbo a la Ciudad de Oaxaca, para trabajar y estudiar. Con mucho esfuerzo se tituló de abogado en 1834, y empezó a trabajar defendiendo a los indígenas. Paralelamente enseñó en el Instituto y logró ocupar puestos importantes en Oaxaca.
En 1847, fue elegido diputado federal y se trasladó a Ciudad de México donde afianzó sus relaciones con los liberales. En 1853, fue expulsado a Cuba por el dictador López de Santa Anna, pero regresó en 1855 gracias al presidente Juan N. Álvarez que lo nombró Ministro de Justicia e Instrucción. Desde este cargo recortó los privilegios del clero y el ejército.
En 1858, se convirtió en Presidente de México y al año siguiente promulgó la famosa "Ley de Nacionalización de los Bienes Eclesiásticos". Logró derrotar la dura oposición de los conservadores en 1860 con la ayuda de Estados Unidos. Pero en 1862 los franceses invadieron México e impusieron como emperador a Maximiliano de Habsburgo. Entonces Benito Juárez lideró la resistencia. Sus tropas derrotaron al usurpador y lo fusilaron en 1867. El mismo año fue reelegido como Presidente de la República. En esta nueva etapa Benito Juárez expandió la educación gratuita y laica por todo el país. También se esforzó por implementar ferrocarriles y telégrafos. En 1871, postuló nuevamente a la presidencia y resultó ganador. Entonces se sublevaron Lerdo de Tejada y Porfirio Díaz acusándolo de fraude electoral, pero fueron derrotados en 1872.
Lamentablemente, Benito Juárez sufría problemas cardiacos y respiratorios. En la noche de 18 de julio de 1872 una angina de pecho le quitó la vida. El pueblo mexicano lo enterró con honores de héroe.
Sebastián Lerdo de Tejada
(Jalapa, México, 1827 – Nueva York, 1889) Político mexicano que fue presidente de la República entre 1872 y 1876. Recibió las órdenes menores, pero renunció al sacerdocio para dedicarse a la abogacía. Sirvió como fiscal en la Suprema Corte (1855) y fue ministro de Relaciones Exteriores con el presidente Ignacio Comonfort del 5 de junio al 16 de septiembre de 1857.
Elegido para el Congreso de la Unión, lo presidió en tres ocasiones. El 31 de mayo de 1863, cuando el gobierno republicano abandonó la capital, se unió a Benito Juárez y fue nombrado ministro de Relaciones, Gobernación y Justicia, el 12 de septiembre, en San Luis Potosí.
Luchó junto al presidente Benito Juárez contra la invasión francesa de México. Cuando triunfó la República, llegó a ser, de manera simultánea, ministro de Relaciones Exteriores y de Gobernación, presidente de la Suprema Corte y diputado. En 1871 se opuso a la reelección de Juárez y abandonó el Partido Liberal para constituir su propia agrupación política, el Partido Lerdista. Reelecto Juárez, fue nombrado presidente de la Suprema Corte de Justicia y, tras la muerte de Juárez, pasó por imperativo legal a presidir el país entre 1872 y 1876.
Lerdo continuó el proceso de cambio iniciado con las leyes de Reforma de Juárez, cuya aplicación se había visto interrumpida por la intervención francesa. Como nuevo presidente, elevó estas leyes a la categoría de constitucionales. Su gestión económica no fue demasiado afortunada y se atrajo la oposición de los católicos en el episodio conocido como la revuelta cristera.
En 1876, cuando había sido reelegido, el general Porfirio Díaz se pronunció contra la reelección de Lerdo para un nuevo período, promulgó el plan de Tuxtepec y derrotó a sus fuerzas en la batalla de Tecoac (16 de noviembre). Lerdo hubo de exiliarse a Estados Unidos, donde pasó el resto de su vida.
Porfirio Díaz
Porfirio Díaz Mori nació en Oaxaca el 15 de setiembre de 1830. Sus padres fueron José Faustino Díaz y Petrona Mori. Estudió Leyes en el Instituto de Ciencias y Artes de la misma ciudad.
En lugar de ejercer su carrera, en 1854 se incorporó a las fuerzas de Juan N. Álvarez que lograron derrocar al presidente Antonio López de Santa Ana. Destacó en la Guerra de la Reforma (1858-1860), derrotando a los conservadores en varias batallas. En 1861 se convirtió en diputado por Oaxaca.
Durante la invasión francesa en México (1861-1867) Porfirio Díaz sobresalió en las batallas de Puebla (1862), Miahuatlán (1866) y Carbonera (1866), contribuyendo notablemente a la victoria final del presidente Benito Juárez.
En 1867 y 1871 fue candidato presidencial, pero en ambas ocasiones fue derrotado por Benito Juárez. El 8 de noviembre de 1871 inició la Revolución de la Noria para derrocar a Juárez, pero éste murió en 1872, y el poder recayó en Sebastián Lerdo de Tejada.
Cuando Lerdo intentó reelegirse en 1876 Porfirio Díaz inició la Revolución de Tuxtepec y logró tomar al año siguiente. Su primer gobierno se desarrolló de 1877 a 1880. Este año le cedió el mando a su compadre Manuel González, quien gobernó hasta 1884.
De 1884 a 1911 Porfirio Díaz gobernó dictatoríamente haciéndose reelegir sucesivamente. Favoreció a sus partidarios con inmensas haciendas y promovió la llegada de capitales extranjeros en la minería, el petróleo y la industria. Mientras tanto la mayor parte del pueblo mexicano sufría marginación y pobreza.
En 1910 se reeligió después de encarcelar al candidato opositor Francisco Madero, quien al salir de prisión hizo un llamado a la rebelión nacional que fue seguido por muchos caudillos antireeleccionistas. Así empezó la Revolución Mexicana.
Cuando los rebeldes Pascual Orozco y Pancho Villa tomaron Ciudad Juárez, Porfirio Díaz decidió renunciar (25 de mayo de 1911). Los maderistas le permitieron salir del país y se exilió en Francia. Falleció en París el 2 de julio de 1915.
Joaquín Baranda y Quijano
Joaquín Baranda y Quijano (n. Mérida, Yucatán; 7 de mayo de 1840 - Ciudad de México;21 de mayo de 1909), político, escritor, historiador y maestro mexicano, hijo de Pedro Sainz de Baranda y Borreiro y de doña Joaquina de Quijano y Cosgaya. Fue hermano del general Pedro Baranda, quien jugó un papel importante en la erección de los Estados de Campeche (1862) y Morelos (1869), siendo el primer gobernador de este último estado.
Joaquín Baranda hizo sus estudios en Campeche y se graduó como abogado en 1862. Fue el creador de la Procuraduría General de la República y de la Normal de Profesores; Diputado del Congreso de la Unión, presidente del Supremo Tribunal de Justicia, Gobernador de Campeche de 1871 a 1877 y Secretario de Justicia e Instrucción Pública en el gobierno dePorfirio Díaz.
Siendo diputado por Campeche inició su larga carrera política. Hacia 1872 fue electo gobernador de Campeche. En 1875, fue reelecto para el periodo siguiente. Durante su gobierno se expidió la Ley sobre instrucción primaria obligatoria y se procuró la mejora de caminos vecinales. En 1881 fue electo senador por el Distrito Federal.
En septiembre de 1882 el presidente Manuel González lo designó Ministro de Justicia e Instrucción Pública, cargo que desempeñaría por casi dos décadas; incluyendo varios periodos como Ministro del general Don Porfirio Díaz. Durante este tiempo la educación en México progresó notablemente. En esta fecunda labor contó con la colaboración de destacados intelectuales como Enrique C. Rébsamen, Ignacio Manuel Altamirano, Ezequiel A. Chávez y su paisano don Justo Sierra Méndez. Juntos y con el apoyo de otros especialistas lograron la fundación de la Escuela Normal Nacional de Maestros así como que se reconociera el derecho a la educación primaria gratuita, laica y obligatoria. La materialización de esto último ha llevado varias décadas siendo hasta el período de Adolfo de la Huerta con José Vasconcelos a la cabeza de la Secretaria de Educación cuando se dieron avances significativos.
El 28 de julio de 1898, en representación del presidente Porfirio Díaz, Baranda, inauguró el ferrocarril de Mérida a Campeche. Ingresó en la Academia Mexicana de la Lengua en 1894 como miembro numerario.
José Yves Limantour Marquet
José Yves Limantour Marquet (n. Ciudad de México; México 1854 - m. París, Francia;1935). Fue político mexicano y principal financiero en el período conocido como Porfiriato.
Nació en la Ciudad de México, el [[26 de diciembre] de 1854. Sus padres fueron Joseph Limantour, Capitán de Goleta, originario de Bretaña, Francia y Adela Marquet, nacida en Burdeos. Desde su infancia gozó de la gran riqueza familiar, proveniente de la venta de armas y de la especulación con tierras en la Baja California y con inmuebles en la Ciudad de México en el período de la desamortización de los bienes de la Iglesia, decretada por los liberales. Así, contó con todas las facilidades para realizar buenos estudios en México y en el extranjero: después de una primera fase de educación privada y un viaje a Europa a los 14 años, ingresó a la Escuela Nacional Preparatoria en una de las primeras promociones de la institución; posteriormente pasó a la Escuela Nacional de Jurisprudencia, en donde obtuvo el título de Licenciado en Derecho, luego se especializó mediante diversos cursos de economíay administración en Europa, de donde regresó cuando se iniciaba el Porfiriato. Desde entonces practicó y asesoró al gobierno en cuestiones monetarias, comerciales y económicas.Su archivo está en el Centro de Estudios de Historia de México.
Fue miembro de la Junta de Desagüe y diputado al Congreso durante la década de1880-1890. En 1892, después de haber participado en la Unión Liberal que encabezaba Justo Sierra Méndez, fue designado Oficial Mayor de la Secretaría de Hacienda, que estaba a cargo de Matías Romero; poco después se encargó brevemente del Despacho. Finalmente, en mayo de 1893, fue designado Secretario de Hacienda y Crédito Público, cargo que conservaría ininterrumpidamente hasta la renuncia del Presidente Porfirio Díaz el 25 de mayode 1911. En ese puesto llevó a cabo importantes reformas económicas para el país; entre otras cabe mencionar la supresión de las alcabalas; el equilibrio presupuestal; el impulso en las obras de infraestructura material, como ferrocarriles, puertos, alumbrado, urbanización, parques, etcétera; la reforma monetaria; la consolidación del Sistema Bancario y la conquista del buen crédito internacional, a través de diferentes operaciones de apertura o de conversión de la deuda pública interna o externa. Su participación en la política fue también decisiva, como confidente del Presidente Porfirio Díaz y como líder de los llamados Científicos (se decía que el participar en la política era toda una ciencia). Su influencia fue tal que Joaquín Baranda un excelente Secretario de Justicia e Instrucción Pública, después de casi dos décadas de destacada actuación, tuvo que renunciar cuando se confrontó políticamente con Limantur. Durante las fiestas del centenario (1910) estuvo Limantour ausente del país y regresó en 1911 para hacerse cargo de las reformas políticas que intentaban detener el crecimiento de la rebelión de Francisco I. Madero (o maderista). Su participación en las negociaciones de paz con este movimiento antireleccionista y la formación de un gobierno interino al mando de Francisco León de la Barra fue destacada.
Renunció y vivió en el exilio, en París, Francia, hasta su muerte, a la edad de 80 años
Bernardo Reyes
General Bernardo Reyes Ogazón (Guadalajara, Jalisco, 20 de agosto de 1850 - México, D.F., 9 de febrero de 1913) fue un destacado militar y político mexicano, que peleó en la Segunda Intervención Francesa en México.
Proveniente de una familia que formaba parte importante del partido liberal, Bernardo Reyes Ogazón nació el 20 de agosto de 1850, en el No. 121 de la calle López Cotilla, en Guadalajara, Jalisco, siendo hijo del coronel Domingo Reyes y de Juana Ogazón. Estudió en escuelas públicas en Guadalajara, llegando a realizar un curso de leyes hasta la edad de 14 años, cuando inició su carrera militar como soldado, luchando en Michoacán contra las fuerzas imperialistas en plena Intervención Francesa.
Llegó a ser gobernador del Estado de Nuevo León por más de 20 años, logrando durante su administración un importante avance económico, industrial y social en el Estado. Fue uno de los hombres más cercanos y fieles al general y presidente de México Porfirio Díaz.
En 1900 fue nombrado Secretario de Guerra y Marina por el propio presidente Díaz; sin embargo, tuvo que dimitir al cargo dos años después debido a los conflictos que se generaron entre Reyes y el grupo de Los Científicos, regresando al cargo de gobernador. Fue forzado a renunciar al cargo, partiendo a un viaje por Europa, del cual no volvería sino hasta después de la caída de Díaz
Durante la primera etapa de la Revolución Mexicana, se levantó en armas contra el gobierno de Francisco I. Madero, llegando a ser arrestado y después liberado, para luego llevar a cabo un enfrentamiento contra las fuerzas leales al presidente Madero, en vísperas de la Decena Trágica, terminando muerto a consecuencia de una ráfaga de balas de parte del bando contrario.
Fue padre del famoso escritor regiomontano Alfonso Reyes.
Ramón Corral Verdugo
Ramón corral Verdugo nació el 12 de enero de 1854 en la hacienda Las Mercedes, municipio de Álamos.
Era un hombre de ideas liberales muy de su época. Consideraba que el trabajo, la buena administración, pero sobre todo la educación, eran los elementos fundamentales para el progreso. Así lo demostró desde el bienio 1879-1881 como secretario de gobierno con Luis E. Torres.
En ese periodo, Corral Verdugo le dio un fuerte impulso a la educación pública, al responsabilizar por primera vez al gobierno estatal del pago a los maestros, una responsabilidad que antes recaía sobre los ayuntamientos. En octubre de 1880, también por iniciativa de Corral se creó el primer colegio de instrucción secundaria en el Estado.
Posteriormente, en 1887, cuando Corral siendo vicegobernador, asumió las funciones de gobernador de Sonora, con motivo de la licencia de Lorenzo Torres, el Estado tenía 139 escuelas mal equipadas que atendían a 5534 alumnos.
Al finalizar el periodo en 1891, ya había 175 escuelas y la población escolar prácticamente se había duplicado con 9050 alumnos. El apoyo absoluto a la educación fue una constante en los gobiernos de Corral, así lo demuestra la creación de las Juntas de Instrucción Pública en los diferentes municipios; una medida que trajo como resultado la proliferación de escuelas por toda la geografía sonorense.
En el aspecto de la administración y las finanzas fue un modernizador, ya que reorganizó los municipios, aumentó la inversión del Estado en comunicaciones y transportes, urbanizó y embelleció las ciudades con edificios públicos y servicios. La carrera pública del alamense Ramón Corral es amplia y dominante durante todo el porfiriato, tanto a nivel estatal como nacional. En Sonora se inició como diputado local y federal, también fue secretario de gobierno en varios periodos.
A partir de 1887, cuando asumió el puesto de gobernador interino, se puede decir que desde entonces se convirtió en el amo absoluto de la política en el Estado, en el brazo fuerte de la dictadura y en el intermediario único y de confianza que Porfirio Díaz tuvo con la clase política sonorense.
En el ámbito nacional, su carrera política la inició como gobernador del Distrito Federal (1900-1903), posteriormente, Secretario de Gobernación (1903-1911) y vicepresidente de la República con don Porfirio Díaz en el periodo (1904-1911).
Amado Nervo
(José Amado Ruiz de Nervo; Tepic, Nayarit, 1870 – Montevideo, 1919) Poeta mexicano. Hizo sus primeros estudios en el Colegio de Jacona, pasando después al Seminario de Zamora, en el Estado de Michoacán, donde permaneció desde 1886 hasta 1891.
Los problemas económicos que atenazaron a su familia, un hogar de clase media venido a menos, le forzaron a dejar inconclusos sus estudios eclesiásticos, sin que pueda descartarse por completo la idea de que su decisión fuera también influida por sus propias inclinaciones.
En cualquier caso, siguió alentando en su interior una espiritualidad mística, nacida sin duda en estos primeros años, que empapa la producción lírica del poeta, en la que medita, fundamentalmente, sobre la existencia humana, sus problemas, sus conflictos y sus misterios, el eterno dilema de la vida y la muerte.
Abandonados pues los estudios, empezó a ejercer el periodismo, profesión que desarrolló primero en Mazatlán, en el Estado de Sinaloa, y más tarde en la propia Ciudad de México, a donde se trasladó temporalmente en 1894. Sus colaboraciones aparecieron en la Revista Azul. Junto a su amigo Jesús E. Valenzuela, fundó la Revista Moderna. Estas dos publicaciones fueron el resultado de las ansias e impulsos modernistas que aparecieron, en aquella época, en todos los rincones de la Latinoamérica literaria y artística.
En 1900, el diario El Imparcial lo envió como corresponsal a la Exposición Universal de París, donde residiría durante de dos años. Entabló allí conocimiento y amistad con el gran poeta nicaragüense Rubén Darío, quien más tarde diría de Nervo: "se relacionó también con el grupo de literatos y artistas parnasianos y modernistas, completando de ese modo su formación literaria."
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