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Perdida de los cuidados parentales e institucionalizacion de niñas, niños y adolescentes” (página 2)


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La familia como grupo social debe cumplir 03 funciones básicas que son: la función económica, la biológica y la educativa, cultural y espiritual, y es precisamente éste uno de los indicadores que se utilizan para valorar el funcionamiento familiar, o sea, que la familia sea capaz de satisfacer las necesidades básicas materiales y espirituales de sus miembros, actuando como sistema de apoyo y protección.

Sin embargo, para hacer un análisis del funcionamiento familiar, es necesario verlo con una perspectiva sistémica, pues la familia es un grupo o sistema compuesto por subsistemas que serían sus miembros y a la vez integrada a un sistema mayor que es la sociedad. De manera general se pueden considerar como indicadores para medir el funcionamiento familiar, los siguientes[24]

  • 1. Cumplimiento eficaz de sus funciones: (económica, biológica y cultural-espiritual- afectiva).

  • 2. Que el sistema familiar permita el desarrollo de la identidad personal y la autonomía de sus miembros.

  • 3. Que en el sistema familiar exista flexibilidad de las reglas y roles para la solución de los conflictos: Se considera una familia funcional cuando las tareas o roles asignados a cada miembro están claros y son aceptados por éstos. Otra condición necesaria para que funcione adecuadamente la familia es que exista flexibilidad o complementariedad de rol, es decir, que los miembros se complementen recíprocamente en el cumplimiento de las funciones asignadas y éstas no se vean de manera rígida. También debe tenerse en cuenta la jerarquía o distancia generacional que puede darse de una manera horizontal (cuando se tiene el mismo poder) o de una manera vertical (cuando hay diferentes niveles de jerarquía). Por ejemplo, en la relación matrimonial debe existir un sistema de jerarquía horizontal y en la relación padre-hijos debe ser vertical (cuando se encuentra bajo la tutela de los padres). La familia se hace disfuncional cuando no se respeta la distancia generacional, cuando se invierte la jerarquía, (por ejemplo: la madre que pide autorización al hijo para volverse a casar) y cuando la jerarquía se confunde con el autoritarismo.

  • 4. Que en el sistema familiar se dé una comunicación clara, coherente y afectiva que permita compartir los problemas: La comunicación distorsionada o disfuncional se refiere a los dobles mensajes o mensajes incongruentes, es decir, cuando el mensaje que se trasmite verbalmente no se corresponde o es incongruente en sí mismo y no queda claro.

  • 5. Que el sistema familiar sea capaz de adaptarse a los cambios: La familia funciona adecuadamente cuando no hay rigidez y puede adaptarse fácilmente a los cambios. La familia es un continuo de equilibriocambio. Para lograr la adaptación al cambio, la familia tiene que tener la posibilidad de modificar sus límites, sus sistemas jerárquicos, sus roles y reglas, en fin, de modificar todos sus vínculos familiares, pues no son independientes unos de otros.

Violencia familiar y maltrato infantil

El término violencia familiar alude a todas las formas de abuso que tienen lugar en las relaciones entre los miembros de la familia. La relación de abuso es aquella en la que una de las partes ocasiona un daño físico y/o psicológico a otro miembro. Este daño se puede dar ya sea por acción o por omisión, y se da en un contexto de desequilibrio de poder. Para establecer que una situación familiar es un caso de violencia familiar, la relación de abuso debe ser crónica, permanente y periódica, refiriéndose así a las distintas formas de relación abusiva que caracterizan un vínculo familiar. Entre las principales características que puede presentar una familia que sufre de violencia son las siguientes:

  • Organización jerárquica fija o inamovible. Además sus miembros interactúan rígidamente, no pueden aportar su propia identidad, deben actuar y ser como el sistema familiar les impone.

  • Las personas sometidas a situaciones críticas de violencia familiar presentan un debilitamiento de sus defensas físicas y psicológicas, lo que conduciría a un incremento en los problemas de salud (baja autoestima, depresión y enfermedades psicosomáticas).

  • También otras personas muestran una disminución marcada en el rendimiento laboral. En los niños y adolescentes se encuentran problemas de aprendizaje, trastornos de la personalidad, etc.

  • Por lo general las personas que viven afectadas por la violencia familiar, como se criaron dentro de este contexto, tienden a reproducirlos en sus futuras relaciones.

En nuestro país se observa que las mujeres y los niños son los más afectados por la violencia doméstica, en el caso de estos últimos, una gran parte de los padres, lo consideran un método educativo o correctivo, asociado a la pobreza y al bajo nivel educativo (UNICEF, 2004)[25].

La mayor vulnerabilidad femenina no sólo se debe a causas físicas, también incide en que las mujeres suelen concentrar en la mayoría de los casos, la mayor carga y responsabilidad en la crianza de los hijos, además por diferentes cuestiones culturales condensan las tareas hogareñas y mantienen una mayor dependencia económica como cultural de los hombres. En el caso de los niños, como en otros casos de violencia se da una relación de vulnerabilidad. Claramente los niños, niñas y adolescentes muestran inferiores recursos para defenderse de lo que les puede hacer un adulto. Además se debe considerar el daño emocional y los efectos a corto y largo plazo que provocan los maltratos. Estos pueden ser tipificados de la siguiente manera[26]

  • Maltrato Físico: se refiere a cualquier lesión infligida (hematomas, quemaduras, fracturas, lesiones de cabeza, envenenamiento, etc.), que no es accidental y que provoca un daño físico o enfermedad en un niño o adulto. Puede ser el resultado de uno o dos incidentes aislados, o puede ser una situación crónica de abuso.

  • Maltrato Sexual: se refiere a cualquier implicación de niños y adolescentes, dependientes o inmaduros en cuanto a su desarrollo, en actividades sexuales que no comprenden plenamente y para los cuales son incapaces de dar un consentimiento informado. La intensidad del abuso puede variar de la exhibición sexual a la violación. De todas las formas de abuso, el abuso sexual es el más difícil de reconocer y aceptar. Según estadísticas que 01 de cada 04 niñas y 01 de cada 08 niños serán sexualmente abusados antes de llegar a los 16 años. En más del 90% el abusador será masculino y en más del 80% de los casos el abusador será una persona conocida por el niño.

  • Abuso y Abandono Emocional: El abuso emocional generalmente se presenta bajo las formas de hostilidad verbal, como por ejemplo insultos, burlas, desprecio, críticas o amenazas de abandono, inclusive el constante bloqueo de las iniciativas infantiles por parte de algún miembro de la familia. Provoca graves trastornos psicológicos. Mientras que el abandono emocional puede expresarse de modo pasivo, sin brindar afecto, apoyo y la valoración que todo niño necesita para crecer psicológicamente sano. Se refiere a la falta de respuesta a las necesidades de cuidado y amor del niño.

  • Abandono material o físico: es un maltrato pasivo y se presenta cuando las necesidades físicas de un niño como alimentación, abrigo, higiene y protección no son atendidas en forma temporaria o permanentemente por ningún miembro del grupo que convive con el niño.

  • Niños testigos de violencia familiar: cuando los niños presencian situaciones crónicas de violencia entre sus padres. Estos niños presentan trastornos emocionales muy similares a quienes son víctimas de abuso[27]

Los niños criados en hogares donde se los maltrata suelen mostrar desordenes postraumáticos y emocionales. Muchos experimentan sentimientos de escasa autoestima y sufren de depresión y ansiedad por lo que pueden llegar a utilizar el alcohol u otras drogas para mitigar su estrés psicológico, siendo la adicción al llegar la adultez, más frecuente que en la población general. Los efectos que produce el maltrato infantil no cesan al pasar la niñez, mostrando muchos de ellos dificultades para establecer una sana interrelación al llegar a la adultez. Para muchos niños que sufren de maltrato, la violencia del abusador se transforma en una forma de vida. Crecen pensando y creyendo que la gente que lastima es parte de la vida cotidiana; por lo tanto este comportamiento se torna "aceptable" y el ciclo del abuso continúa cuando ellos se transforman en padres.

De la doctrina de la "Situación irregular" a la doctrina de la "Protección Integral"

La atención a los niños y adolescentes en abandono, ha ido evolucionando a través de los años de acuerdo a diferentes doctrinas y perspectivas de afrontamiento de la problemática creciente, prevaleciendo durante décadas una concepción paternalista – proteccionista – excluyente – sancionadora, llamada también "Doctrina de la situación irregular", en donde se priorizaba la atención de necesidades básicas en un sistema masificado, aislándolos de la sociedad en centros cerrados sin metodología de intervención y utilizando en muchos casos el maltrato y humillación como "método educativo".

A partir de los años 90 y luego de una evolución en la concepción del hecho de ser niño y su importancia como ser humano y en el desarrollo social, los Gobiernos – entre ellos el del Perú – se comprometen a luchar por los derechos del niño y proponen políticas de protección y desarrollo plasmadas en las normas internacionales como "La Convención sobre los Derechos del Niño" – adoptada y abierta a la firma y ratificación por la Asamblea General en su resolución 44/25, de 20 de noviembre de 1989, la Declaración Universal de los Derechos del Niño, las Directrices de las Naciones Unidas para la Prevención de la Delincuencia Juvenil (Directrices de RIAD), las Reglas de las Naciones Unidas para la Protección de menores Privados de Libertad, las Reglas Mínimas Uniformes de las Naciones Unidas para la Administración de Justicia de Menores (Reglas de Beijing), los Convenios con la OIT sobre trabajo infantil; plasmadas en las normas nacionales como la Constitución Política del Estado y el Código de los Niños y Adolescentes.

En la doctrina de la Protección Integral, los niños, niñas y adolescentes son sujetos de derechos, libertades y protección, con deberes y derechos sociales, con opinión y capacidades que deben ser promovidas en el interior del núcleo familiar, la comunidad y el Estado.

Luego de 23 años de la entrada en vigencia de la Convención sobre los Derechos del Niño, es mucho lo que se ha avanzado en el reconocimiento, protección, promoción y restitución de los derechos del niño y adolescente, aunque queda mucho por recorrer y corregir, principalmente en las políticas públicas en relación a garantizar el derecho a vivir en familia frente al cuidado alternativo en una institución pública o privada.

De acuerdo al documento Latinoamericano sobre los Niños, niñas y adolescentes sin cuidados parentales en América Latina (2010), en la región prevalece un uso inadecuado del cuidado alternativo de niños privados del cuidado parental, en lo referente a lo siguiente:

  • Las medidas son indefinidas en el tiempo, por ausencia de seguimiento y de revinculación familiar. Según información recogida por la CIDH, en las Aldeas SOS en Perú, el periodo promedio de permanencia es de 07 años debido a que no se promueve la reinserción familiar[28]

  • Se toman decisiones sin el debido proceso legal vulnerando el derecho de los niños a ser escuchado.

  • En la práctica los cuidados alternativos no se enmarcan en una perspectiva de derechos, sino que tienen un abordaje asistencialista.

  • Es frecuente que las instituciones se ubiquen en lugares lejanos a la familia y la comunidad de los niños

  • No se han adoptado medidas que prevengan y eviten la separación como la ayuda a la familia de origen

  • Las causas de ingreso son ilegitimas: la pobreza y la orfandad son las más notables.

Efectos del abandono y la institucionalización

A través de diversas investigaciones se ha descubierto que la separación con la figura materna y la discontinuidad de los cuidados propios de las instituciones son elementos perjudiciales para el sano desarrollo de un niño. Para un bebé los mayores efectos nocivos de la institucionalización residen justamente en la carencia de relaciones afectivas estables durante los primeros años de vida.

Serían determinadas variables, características y procesos que poseen las residencias o Casas de Atención Residencial, las que determinan en mayor o menor medida la vulnerabilidad y el daño que generan en la vida psíquica de un niño. Estas características tienen que ver con el tiempo de institucionalización, recursos físicos del centro centrados en la calidad y cantidad de la infraestructura, calidad del vínculo de las cuidadoras y razón de niños por cuidadoras. En la medida que se intervenga sobre estas variables, las condiciones de bienestar y adecuado desarrollo de los niños se verían altamente favorecidos[29]

Desde esta perspectiva, institucionalización y carencia afectiva aparecen como dos conceptos aparejados. La institucionalización como proceso de pérdida de los vínculos tendría como consecuencia privar al niño de las porciones mínimas de afecto que le permitirían vivir y desarrollarse. Ahora bien, será relevante para el desarrollo de este proyecto de investigación diferenciar institucionalización y carencia afectiva, y determinar

Se han realizado varios estudios en esta área, las primeras descripciones que se encuentran en la literatura acerca de las alteraciones de la conducta socioemocional de niños institucionalizados son reseñadas por Spitz y Woff (1946) con el cuadro que denominó "hospitalismo y/o depresión anaclítica". Posteriormente Golfarb en el año 1949 (Citados por Morales, C. 2012), señala que estos infantes presentarán una disminución de la reactividad emocional, dificultad para aceptar normas y falta de culpabilidad.

En esa misma época Marcella Kling (1950) observa resultados similares. Señala que los niños institucionalizados no saben mantener relaciones estables, demuestran una alegría pasiva ante la presencia de otro niño, permanecen insolentes e inertes y presentan una tendencia a precipitarse ávidamente sobre objetos acumulados sin utilizarlos. A la edad de ocho años el grupo en estudio reportó dificultades antes no detectadas, se apreciaron problemas en el área escolar; mayores conductas disruptivas dentro de la sala de clases, inquietud para seguir instrucciones y dificultad en la relación con los iguales.

Independiente de la causa que originó el abandono, para la realidad psíquica del niño que no capta racionalmente los hechos, la muerte de los padres por ejemplo, es vivida como un abandono, como una falta de amor. Spitz planteaba que si no se establece en los primeros meses de vida del niño una relación estable con un personaje maternal, su personalidad se verá trabada, en su formación, no sólo en lo afectivo, sino también en lo cognitivo, motor y social. Erikson planteó que la existencia de la madre y la estabilidad del medio familiar, durante el primer año de vida, permiten el desarrollo de actitudes de confianza básica[30]

Desde la perspectiva psicoanalítica en las primeras etapas de la vida, se establece entre la madre y el hijo una relación en que ambos se transmiten a través de la mirada y del contacto de la piel, el conocimiento de la existencia del otro significativo, llegándose a un estado de coordinación en el vínculo, que proporciona gran satisfacción mutua. Si esta coordinación no se da, el niño lo registra como una gran frustración, que tendrá peso en su vida de relación. Las situaciones afectivas serán vivenciadas como "todo o nada" de gratificación o de frustración totales. Estas demandas de todo o nada son fuente de posteriores frustraciones y van generando una imagen negativa de sí, la fantasía de no recibir por no merecerlo, sentimientos de no-valoración de sí mismo y angustia intensa de la cual requiere defenderse.

Efectos del abandono en las diferentes edades[31]

a) Abandono in útero: Verny (citado en Hermosilla 1989) plantea que el abandono in útero sienta las bases de una personalidad depresiva y vulnerable a las situaciones de estrés.

b) Primeros 06 meses: La separación de la madre a esta edad implica que el niño pierde sus sentimientos de seguridad. Alrededor del 3ª y 4ª mes el niño empieza a contactar con el ambiente que lo rodea y puede reconocer a la figura materna y personas significativas.

c) De 06 meses a un año: Los niños de vuelven más tímidos y un nuevo vínculo se da más fácilmente si el niño ha tenido inicialmente una relación segura. Pareciera que el abandono en esta edad tuviera peores consecuencias para el desarrollo de la psiquis, que en otros momentos. (Hermosilla 1989).

d) Posterior a 01 año: Los efectos van a depender de los vínculos establecidos en los 2 primeros años. Si han sido buenos y hay figura sustituta es probable que el niño logre establecer buenos lazos afectivos. Si las experiencias anteriores han sido frustrantes es difícil que genere lazos adecuados.

Alternativas a la institucionalización

Las Directrices sobre las Modalidades Alternativas del Cuidado de los Niños (2009), en relación a los niños que por alguna razón son privados temporal o permanentemente de su medio familiar, en el Artículo 20 (Inc. 1, 2,3), refiere:

  • 1. "Los niños temporal o permanentemente privados de su medio familiar, o cuyo superior interés exija que no permanezcan en ese medio, tendrán derecho a la protección y asistencia especiales del Estado"

  • 2. "Los Estados Partes garantizarán, de conformidad con sus leyes nacionales, otros tipos de cuidado para esos niños".

  • 3. "Entre esos cuidados figuraran, entre otras cosas, la colocación en hogares de guarda, la kafala del derecho islámico, la adopción o de ser necesario, la colocación en instituciones adecuadas de protección de menores. Al considerar las soluciones, se prestará particular atención a la conveniencia de que haya continuidad en la educación del niño y a su origen étnico, religioso, cultural y lingüístico".

En nuestra legislación, el Código de los Niños y Adolescentes del Perú, establece que las medidas de protección al niño y adolescente en presunto estado de abandono (Art. N°243°) son las siguientes[32]

  • a) El cuidado en el propio hogar, para lo cual se orientará a los padres, familiares o responsables del cumplimiento de sus obligaciones, contando con apoyo y seguimiento temporal por instituciones de defensa;

  • b) La participación en el programa oficial o Comunitario de defensa con atención educativa, de salud y social;

  • c) Incorporación a una familia sustituta o colocación familiar;

  • d) Atención integral en un establecimiento de protección especial debidamente acreditado, y

  • e) Dar en adopción al niño o adolescente, previa declaración del estado de abandono expedita por el juez especializado.

En referencia a la Colocación familiar, en el Artículo N°104 se establece que:

"el niño o adolescente es acogido por una persona, familia o institución que se hace responsable de él transitoriamente. Esta medida de protección puede ser impuesta por la instancia administrativa o judicial y puede ser remunerada o gratuita. Se tomará en cuenta el grado de parentesco y, necesariamente la relación de afinidad o afectividad con la persona, familia o institución que pretende asumir su cuidado, dando preferencia a quienes se encuentren ubicados en su entorno local".

La adopción (CNA, Articulo N°115), es:

"..Una medida de protección al niño y al adolescente por la cual, bajo la vigilancia del Estado, se establece de manera irrevocable la relación paterno-filial entre personas que no la tienen por naturaleza. En consecuencia el adoptado adquiere la calidad de hijo del adoptante y deja de pertenecer a su familia consanguínea".

Si bien se aprecia que existen medidas alternativas a la institucionalización de las niña, niños y adolescentes en la normativa nacional, en la ejecución se le prioriza frente a otras menos victimizantes y normalizadoras. Es así que mientras aproximadamente se encuentran 19,000 niños, niñas y adolescentes se encuentran viviendo en instituciones públicas, mixtas y privadas del país lejos de sus padres, por estar en presunto estado de abandono y riesgo (MIMDES, 2010), solo se adoptaron en el país 204 infantes en el año de 2011 (MIMP, 2012). No se cuenta con datos de colocación familiar ni de la participación en otros programas.

Una alternativa interesante y posible frente a la institucionalización indiscriminada, es el servicio de acogimiento familiar que brinda el INABIF en convenio con la Fundación Buckner[33]el que se inició en mayo del 2007 y convoca a las familias interesadas en acoger temporalmente a niños, niñas y adolescentes en abandono y riesgo social con el objetivo de ofrecerles la posibilidad de crecer en el seno de una familia que facilite el pleno desarrollo de su personalidad. Los beneficiarios de este servicio cuentan con una familia biológica plenamente identificada, a la que no pueden retornar porque no les garantiza la protección integral de sus derechos.

Además, se cuenta con la ayuda de las redes sociales que hacen los esfuerzos posibles para que al cabo de un período mínimo de dos años, los niños y niñas puedan retornar con sus familias biológicas, tras haberse realizado la adecuada preparación emocional de los niños y el fortalecimiento de las funciones parentales en las familias de origen.

El acogimiento familiar no es un programa de adopción, sino una alternativa que busca hogares temporales para que los niños, niñas y adolescentes en abandono moral y riesgo social puedan crecer y desarrollarse en el seno de una familia, sin perder contacto, según el caso, con sus familias biológicas que, por el momento no están en condiciones de tenerlos. El proceso de selección de las familias acogedoras comprende la evaluación de los aspectos social, psicológico y legal de los solicitantes.

En otros países de la región, se viene desarrollando este programa con éxito como en Brasil en donde están disminuyendo los hogares masivos, pues se da prioridad a hogares pequeños que albergan a no más de 20 niños en sus instalaciones. Colombia tiene a 6,000 niños en acogimiento Familiar y Chile a más de 4,000. Argentina también cuenta con un Programa de Acogimiento al cual le da gran impulso. En el Perú el programa aún es incipiente, pues solo atiende a 25 niños y adolescentes (INABIF, 2010).

Conclusiones

  • Las causas que generan la pérdida de los cuidados parentales en los niños y adolescentes están asociadas a problemáticas de orden político, social, económico y cultural. Los conflictos armados, migraciones del campo a las ciudades, la falta de acceso a servicios básicos y de salud y educación y vivienda digna, la violencia familiar, las adicciones, la explotación sexual, el trabajo infantil, la discriminación, etc.; vulneran las estructuras sociales y familiares hasta su desestructuración.

  • La institucionalización por largos periodos de tiempo, causa diversos desajustes cognitivos, emocionales y comportamentales debido al desarraigo familiar y social, que puede desencadenar en retrasos en el desarrollo, cuadros de depresión y ansiedad, dificultades para interrelacionarse y vincularse afectivamente, entre otros.

  • La institucionalización es una medida que se caracteriza por ser excepcional y transitoria, pues constituye como el último recurso y por la más breve duración posible a fin de garantizar desde el Estado la protección de los niños gravemente vulnerados. Tiene por objetivo la restitución de los derechos vulnerados y la posterior reintegración al seno de su familia u otra que le brinde el cuidado y amor que requiere para el desarrollo de sus capacidades. Sin embargo en el Perú dicha medida se aplica indiscriminadamente, por periodos de tiempo indeterminados, asociada a la pobreza y desigualdad, así como a la indiferencia y la marginación social de los niños, niñas, adolescentes y sus familias; convirtiéndose en una grave violación de los derechos humanos.

Bibliografía

Villegas Paucar, Samuel A. (2010). "Historia y pensamiento Intelectual sobre la infancia". Tesis para optar el grado académico de Magister en Políticas Sociales con mención en Promoción de la infancia. Lima, Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Aldeas Infantiles SOS. (2009). "Directrices sobre las Modalidades del Cuidado de los Niños. Un Marco de Naciones Unidas". Madrid, Aldeas Infantiles SOS Internacional.

RELAF (2010). "Niños, niñas y adolescentes sin cuidados parentales en América Latina. Contextos, causas y consecuencias de la privación del derecho a la convivencia familiar y comunitaria". Buenos aires, Red Latinoamericana de Acogimiento Familiar.

UNICEF (2002). "Internación de Niños: ¿El comienzo del fin?. Crisis de los internados y transformación de las políticas de infancia en España, Italia y el Cono Sur". Florencia, Publicaciones Innocenti.

RELAF (2011). "Niñez y adolescencia institucionalizada: visibilización de graves violaciones de DDHH. Serie: Publicaciones sobre niñez sin cuidados parentales en América Latina: Contextos, causas y respuestas". Buenos Aires, Red Latinoamericana de Acogimiento Familiar.

Rosas, M., Gallardo, I. y Angulo, P. "Factores que influyen en el apego y la adaptación de los niños adoptados". Santiago de Chile, Universidad de Chile.

Méndez, L. y Gonzales, L. (2002). "Descripción de patrones de apego en menores institucionalizados con problemas conductuales". Revista de Psicología, año/vol. XI, N°002, Universidad de Chile. En www.redalyc.com

 

 

Autor:

Gian Franco Vacchelli Sicheri

 

[1] Matayoshi, N. “Niño, familia y comunidad en los Andes”. En “Niñas, niños y adolescentes, exclusión y desarrollo psicosocial. Castro, J. INFEJANT

[2] Villegas, S. “Historia del Pensamiento intelectual sobre la infancia” (1532 – 1930). Tesis para obtener el grado académico de Magister en Políticas Sociales con mención en Promoción de la Infancia de la UNMSM. Lima, 2010.

[3] Chuhue, R. “Pobreza, asistencialismo y caridad cristiana en Lima del siglo XVIII. Historia de la Iglesia del Sagrado Corazón de niños huérfanos”. UNMS. Lima, 2006. En http://maytediez.blogia.com/2006/072402-pobreza-asistencialismo-y-caridad-cristiana-en-lima-del-siglo-xviii.-historia-de.php#ixzz2EOkf4jaM. Consultado el 6 de diciembre de 2012.

[4] Sociedad de Beneficencia de Lima Metropolitana (2012). En http://www.sblm.gob.pe. Consultada el día 6 de diciembre de 2012.

[5] Orrego, J. “Notas sobre el Puericultorio Pérez Araníbar (2012). En http://blog.pucp.edu.pe/item/66312/notas-sobre-el-puericultorio. Consultada el día 6 de diciembre de 2012.

[6] Normas Legales. www.elperuano.com.pe, Año XXIX-N°11688

[7] Wikipedia. Definición de niño. En http://es.wikipedia.org/wiki/niño. Consultado el 4 de diciembre de 2012.

[8] Programación de los derechos del Niño. Como aplicar un enfoque de derechos en la programación. Safe the Children, 2005.

[9] Ley N°27337. Nuevo Código de los Niños y adolescentes. En http://www.mimdes.gob.pe. Consultado el 4 de diciembre de 2012.

[10] RELAF (2010). “Niños, niñas y adolescentes sin cuidados parentales en América Latina. Contextos, causas y consecuencias de la privación del derecho a la convivencia familiar y comunitaria”. Buenos aires, Red Latinoamericana de Acogimiento Familiar, Pp.14-15.

[11] http://www.mimp.gob.pe. Consulta 09 de julio de 2012.

[12] Artículo Nº 15 del Código de Niños y adolescentes

[13] Directrices sobre las Modalidades Alternativas del Cuidado de los Niños. Aldeas Infantiles SOS, 2009.

[14] Schereirer, G. Riesgo o abandono: más allá de la semántica. gabriela[arroba]conscienciasocial.net Pp. 4

[15] Defensoría del Pueblo. Serie Informes Defensoriales. Informe N°150: “El derecho de los niños, niñas y adolescentes a vivir en una familia: La situación de los centros de atención residencial estatales desde la mirada de la Defensoría del Pueblo”,Pp. 433 – 456

[16] Citado en el artículo: “Infancia institucionalizada: Representaciones y prácticas profesionales”. Universidad de Buenos Aires, 2004.

[17] Pinheiro, P. World Report on Violence against Children (2006). Citado por SOS. “Niños, niñas y adolescentes sin cuidados parentales en América Latina, Pp 18.

[18] MIMDES. “Las Familias en el Perú”. Boletín Trimestral N°01-2010, pp. 14

[19] RELAF (2010). “Niños, niñas y adolescentes sin cuidados parentales en América Latina. Contextos, causas y consecuencias de la privación del derecho a la convivencia familiar y comunitaria”. Buenos aires, Red Latinoamericana de Acogimiento Familiar, Pp.7.

[20] Perfil del niño y adolescente en abandono (2004). En www.monografías.com.pe.

[21] Herrera, M. “Soluciones jurídicas viables para el problema de los niños institucionalizados”, (2007). Seminarios de derecho e instituciones. Documento de trabajo N°6. Bahía Blanca, Universidad Nacional del Sur. En http://www.uns.edu.ar/congresos/Derinstitu/documentos.htm

[22] Beloff, Mary, “Luces y sombras de la Opinión Consultiva 17 de la Corte Interamericana de Derechos Humanos: “Condición Jurídica y Derechos Humanos del Niño”, en de la misma autora Los derechos del niño en el sistema interamericano, Editores del Puerto, Buenos Aires, 2004, p. 79 y ss.

[23] En una investigación denominada “Estudio sobre la situación psicosocial de los niños y adolescentes albergados en el hogar “Jesús mi Luz” de la ciudad del Cusco, derivados de los Juzgados de Familia por encontrarse en presunto estado de abandono”, Vacchelli, G. (2004), concluye, luego de la revisión de 73 expedientes y cuadernos de campo de los profesionales a cargo de su atención, que la gran mayoría de niños y adolescentes eran visitados por familiares, en un 50% por toda la familia, es decir, padre, madre, hermanos, abuelos, etc. Y en general poseían visitas de algún familiar; solo un 09% se encontraba en total abandono. En monografías.com.pe.

[24] Herrera, P. “La familia funcional y disfuncional, un indicador de salud” (1997). En http://bvs.sld.cu/revistas/mgi/vol13_6_97/msi13697.htm

[25] UNICEF. “El estado de la niñez en el Perú”. Lima, 2004

[26] Santamaria, S. “Violencia familiar y maltrato infantil” (2004). En https://www.edu.red

[27] Santamaría, Sandra. “Violencia familiar y maltrato infantil”. Artículo de Internet. Lima, 2004.

[28] UNICEF (2011)

[29] Morales, C. Infancia y política. Por una infancia con historia y memoria. “Institucionalización de niños en Chile” (2012). En http://infanciaypolíticas.wordpress.com. Consultado el 09 de diciembre de 2012.

[30] Rosas, M., Gallardo, I. y Angulo, P. “Factores que influyen en el apego y la adaptación de los niños adoptados”. Santiago de Chile, Universidad de Chile

[31] Rosas, M. y otros. “Factores que influyen en el Apego y la adaptación de los niños adoptados”. U. de chile, Pp. 4

[32] MIMDES. Código de los Niños y Adolescentes (2010).

[33] INABIF. “Acogimiento familiar” (2012). En http://www.inabif.gob.pe/portalweb/portal/portalwebugpi/ir

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