"La contradicción en el debido tiempo, es el crisol de la verdad." [1]
1. GENERALIDADES
El 7 de febrero de 1786 nace en Guatemala el prócer de la independencia americana, don Antonio José de Irisarri. Autor de más de veinte obras (ensayos y artículos sobre temas económicos, de sociología, finanzas públicas, inversiones financieras, derecho internacional y ciencia política; novelas, investigaciones históricas, poemas, filología y de otras ramas); fundador de periódicos y redactor en los propios y en muchos otros.
Polemista como el que más, cáustico y satírico en sus alegatos contra quienes se enfrentaba por medio de la pluma, dejó de existir un 10 de junio de 1868 en la ciudad de Nueva York después de cumplir una labor de trece años ininterrumpidos como Embajador de Guatemala ante el gobierno de los Estados Unidos. Es decir, a la vuelta de 2011 han pasado 143 años y su gallarda figura se exhibe en el oleo expuesto en una de las salas del Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala. [2]En 1973 fue creada la Orden "Antonio José de Irisarri", cuyo primer poseedor fue el poeta y novelista Rafael Arévalo Martínez (1884-1975).
Un año antes de fallecer, se dio a la tarea de recopilar sus poemas escritos y publicados entre 1806 (en un periódico de Oaxaca, México) y 1863 (en su novela Historia del perínclito Epaminondas del Cauca), así como otros inéditos, refundiéndolos en Poesías satíricas y burlescas (1867), obra de suyo interesante y que podría figurar entre los "libros duendes" a que se refería el poeta y novelista César Brañas (1899-1976), cuando en 1955 hizo relación de los libros de dificil adquisición o sencillamente inencontrables, sin que necesariamente fueran de los clasificados como "incunables". En su obra poética Irisarri incluye una oda: A un tribuno donde le dice: "Hoy eres demagogo, / y mañana la víctima habrás sido", y El perfecto patriotismo criticando por medio de un diálogo entre dos militantes de un partido: "¿Qué más pudiste tú hacer / que lo que hice? Charlar, / y mentir y calumniar, / de un polo a otro correr, / y a todo el mundo engañar.". [3]A la vista del calendario de elecciones en 2011, realizadas y pendientes de desarrollar en Guatemala y en otros países de América Latina, podrá el lector observar que lamentablemente sus sentencias son aplicables a la realidad presente, motivo por el cual no está demás decir que Irisarri continúa vigente. De él es aquella sentencia autocrítica: "El que escribe para el público se expone a la censura de todos los que leen." [4]
2. MINI BIOGRAFÍA
En forma sucinta puede indicarse que Antonio José de Irisarri (1786-1868), fue político, escritor polémico, novelista y redactor de artículos periodísticos en siete países hispanoamericanos y de Londres, primer Presidente de Chile en 1814, durante una semana a la edad de 28 años. Publicó dos novelas: El Cristiano Errante (novela que tiene mucho de historia) -(1846); e, Historia del perínclito Epaminondas del Cauca (1863). Fundó más de 15 periódicos [5]en diversos países (v.g. La Aurora de Chile, en Chile, junto con Camilo Enríquez en 1812; semanario El Guatemalteco, 27 de octubre de 1827; y, en Nueva York el periódico semanal La Revista -1864- en cuyo primer número explica los motivos políticos de la publicación: combatir a Justo Rufino Barrios y defender a Rafael Carrera, a sabiendas que "Gritarán y anatematizarán al escritor, dirán que soi yo, y merezco ser empalado vivo, pero esto no me hará retroceder." [6]
Para su antiguo Secretario en la embajada de Estados Unidos, el literato Antonio Batres Jáuregui (1847-1929), el estilo periodístico de Irisarri siempre fue sencillo y fácil de leer; aunque omite insertar algunos de los artículos publicados por don Antonio José, opina acerca de éstos:
"[…] que en la polémica era donde más brillaban las raras dotes del escritor humorístico, que poseía a la vez profundos conocimientos en historia, derecho público y de gentes, economía política, administración y literatura, indispensables al periodista, si éste ha de ser el vocero del público, y el centinela de sus intereses; y no, como suele verse, algún ignorante advenedizo que no sepa ni el español, y quiera sólo convertir en granjería el augusto ministerio de la prensa; alguno de esos momos, de quien pudiera decirse lo del famoso fray Gerundio, que dejó los estudios que acababa de comenzar, para meterse a predicador; o a quien pudiera preguntarse lo que al saltimbanqui aquél, que peroraba sin ver que el mono sabio había apagado la luz: «¿De qué sirve tu charla sempiterna/ Si llevas apagada la linterna?»" [7]
Embajador de Chile en Inglaterra y Francia (1819-1824). Con la calidad de Ministro Plenipotenciario con que Bernardo O"Higgins lo envió a Gran Bretaña en 1819 para solicitar el primer préstamo externo pedido por Chile, desarrolla una intensa actividad negociadora en el banco o casa comercial con la que finalmente suscribió el contrato de préstamo, aceptado a finales de 1822 por la cantidad de un millón de libras; el 2 de enero de 1823 el Gobierno de Chile aprobó las actuaciones de Irisarri. Ante las acusaciones referentes a que se había beneficiado personalmente cobrando una comisión, Irisarri se defendió de los señalamientos. Publicó un escrito mediante el cual demostró haber obtenido ventajas sobre todos los demás empréstitos negociados por entonces, pues la tasa de interés era menor que la existente en plaza; dicho escrito lleva por título "El Empréstito de Chile" (1833), en cuya corrección de pruebas participó don Andrés Bello (1781- 1865), quien otrora fuera su Secretario en la Legación chilena de Londres (1822-1824) y con quien mantendría una amistad de toda la vida, redactando el 8 de julio de 1846 una carta encomiástica a favor del venezolano, que después se utilizó como Prólogo a la segunda edición de la obra de Bello, Principios de Derecho Internacional (1847).
En 1825 Irisarri proyectó la formación de una compañía minera por medio de una sociedad anónima, a ser creada con la venta de bonos por cinco millones de libras esterlinas, actuando él como Presidente; las bases de dicha sociedad se adecuaban a los intereses de la República Federal de Centroamérica, y también se proponía el establecimiento de un banco. Para el efecto escribió una carta desde Londres, la cual constituye una exposición dirigida al Presidente del Poder Ejecutivo de Centroamérica, fechada al 2 de febrero de 1825, y que con el título Sistema Económico fuera publicada en el periódico "El Sol" de México, el 8 de septiembre del mismo año.[8] Esto es, aunque solicitó el permiso correspondiente, el Gobierno Federal tardó demasiado en expedir las patentes del caso (28 de julio de 1825), las que llegaron a Inglaterra hasta el 17 de febrero de 1826, fecha en la cual ya no era posible vender las acciones en razón de una crisis en la Bolsa de Londres que ocasionó quiebras de cientos de empresas y el desequilibrio de los valores. Sin ser economista, Irisarri expuso tales problemas en el documento de 35 páginas intitulado: Memoria sobre los obstáculos que han impedido la realización de las compañías proyectadas para la América Central, por Antonio José de Irisarri. – Nueva York: impreso por C. S. van Wimkle, calle de Pine, número 48.- 1826.
A finales de 1826 llega a Guatemala y participa con el partido conservador en la guerra de facciones políticas ocurridas entre 1827-1829. [9]En su calidad de coronel, grado alcanzado en 1814 en Chile, el 16 de marzo de 1827 acepta nombramiento interino como Comandante en jefe de las fuerzas de operaciones del Estado, cargo que entregó durante los primeros días de 1828 pero lo reasume el 9 de febrero; después, el 20 de octubre de 1828 el coronel Irisarri es nombrado Ministro de Guerra y Policía, el cual se vió obligado a dejar en febrero de 1829 cuando es capturado en Quetzaltenango y enviado por Francisco Morazán a la cárcel de El Salvador, donde ya se encontraban José Batres Montúfar y Miguel García Granados, de la cual se fuga el 7 de enero de 1830. De su estancia en Guatemala como resumen Irisarri publicaría en 1832, en la ciudad de Bolivia, La pajarotada, carta jocoseria o agridulce o sub-ácida, con recuerdos nada gratos de su paso por Guatemala, comentando:
"Llegué a Centroamérica a la hora de freír los huevos y me quemé lindamente en aquella manteca que otros habían derretido." [10]"[…] se llevó Satanás al gobierno, a los cuerpos legislativos, a la Iglesia de Dios, al arzobispo, a los santos padres, a los pícaros de los propietarios que no querían la igualdad de fortunas, y al Irisarrillo de maula, [11]que defendía aquellas cabronadas, contrarias a las luces del siglo. El buey viejo cayó allí bajo su arado, como debe caer un buen artillero al pie de su cañón, para que las ruedas de la cureña le quiebren los brazos." [12]
Después de escaparse en enero de 1830 de la prisión de El Salvador, continua su periplo por varios países del Cono Sur, desempeñando diversos puestos públicos especialmente en Chile y Ecuador, hasta ubicarse finalmente en los Estados Unidos, ocupando el cargo de Embajador de Guatemala ante la Casa Blanca (1855-1868).
Entre 1830 y 1868 escribió y publicó varios libros, algunos en Sur América y otros en los Estados Unidos, elaborándolos en forma combinada con sus ocupaciones de Embajador; la temática es diversa, algunas veces política, otras histórica, cuajada de anécdotas personales con fines didácticos para las futuras generaciones, y algunos le llaman "el Cervantes americano" por su capacidad para escribir correctamente el idioma castellano, al extremo que en sus Cuestiones Filológicas (1861) para demostrar que no siempre los autores españoles observaban una regla fija en el uso de los casos dativo y acusativo del pronombre él, toda vez que empleaban el le y el lo en forma indistinta, utiliza precisamente como ejemplo dos obras de Cervantes, señala en forma simpática los errores comunes en dicha época:
"El gran Cervantes era uno de los que llamamos leístas y de los más aficionados al le; pero no por eso dejó de hacer lo que sus antecesores; y así vemos que, hablando del escrutinio hecho por el cura y el barbero de los libros de don Quiote, (sic) dice que Palmerín de Inglaterra era un libro que le compuso un discreto rey de Portugal, y luego tratando de Tirante el Blanco, dice que merecía ser echado a galeras el que lo compuso; pero si era leísta en singular, fue loísta en plural, alguna vez más de los que convenía, y por eso vemos que hace decir a la sobrina de Don Quijote, hablando de los libros, mejor será arrojarlos por las ventanas al patio y hacer un rimero de ellos y pegarlos fuego. En La Galatea hallamos que, hablando del Tajo, dice Timbrio que él cree que las aguas de este río sean en gran parte causa de la belleza del cielo que le cubre, y luego añade: La tierra que lo abraza… El río cubierto es le y abrazado lo. Se me dirá que estos son descuidos de Cervantes; pero yo no digo que han sido cuidados de él, ni de los demás, el tener al le por igual caso que al lo, sino que, si escribieron y dijeron más les que los, o más los que les, fue porque les dio la gana de hacerlo, y nada más." [13]
Seguramente después de leer dichas Cuestiones, acostumbrado el público lector a lo cáustico de sus escritos, principalmente los publicados en diversos periódicos, a más de alguno le causó extrañeza ver cómo alguien que siempre había lanzado diatribas contra sus contrincantes, políticos y gobiernos, cambia su espada por una pluma más tranquila. A decir de José Rodríguez Cerna (1885-1952):
"Se adentraba en las tempestades cuando no las llevaba consigo. Su mordacidad es zarpa y dentellada: es natural que su poesía sea sátira. Si la polémica no llegaba a buscarlo, él echaba abajo puertas hasta dar con ella. Y se cree soñar al ver que pluma así pudiera suavizarse en pacíficos campos de cuestiones filológicas y en la gustosa picaresca del autobiográfico Cristiano Errante." [14]
Para no abundar en nuevos aspectos biográficos, véase la reseña elaborada modestamente por quien esto firma, con el título: ¿Quién fue Don Antonio José de Irisarri?, publicada en Ciudad de Guatemala el 13 de diciembre de 2007, portal electrónico de la Municipalidad de Guatemala:
Respecto a biografías más completas acerca de Irisarri, son recomendables las de Antonio Batres Jáuregui, Landívar e Irisarri. Literatos Guatemaltecos (1896); [15]Ricardo Donoso Novoa (1896-1985), Antonio José de Irisarri / Escritor y diplomático 1786-1868 (1966); John Browning, Vida e ideología de Antonio José de Irisarri (1986); y, la más reciente, aunque con serios errores de precisión en las referencias que brinda acerca de lugares y fechas, escrita por Carlos García Bauer (1916-2003), Antonio José de Irisarri. Insigne escritor y polifacético prócer de la independencia americana (2002). Ver detalles en fuentes consultadas.
3. IRISARRI SIGUE VIGENTE
Amílcar Echeverría, en el Prologo que escribiera el 15 de diciembre de 1959 a la edición publicada en Guatemala en 1960 de El Cristiano Errante, califica esta novela como un libro misterioso, señalando y criticando a la vez a las autoridades y a las editoriales, e incluso adelantándose un tanto a los actuales tiempos donde en Guatemala está en boga la piratería de toda clase de artículos, incluidos los libros.
Ergo, no se trata de clasificar las obras de don Antonio José de Irisarri como libros incunables, sino casi, desde el punto de vista que después de la decada de los 60"s del siglo pasado en que se reimprimieron sus dos novelas y su Historia crítica del asesinato cometido en la persona del Gran Mariscal de Ayacucho, no ha existido esfuerzo alguno en Guatemala por volver a hacerlo, ni gubernamental ni privado. Su Carta al Observador en Londres, o impugnación a las falsedades que se divulgan contra América se publicó en 1972; y, Cuestiones Filológicas sobre algunos puntos de la ortografía, de la gramática y del origen de la lengua castellana, fue reproducida parcialmente en 1997.
Podría aplicarse la acepción que efectúa la Biblioteca Digital del Congreso de Chile, en cuyos archivos se encuentra -por ejemplo- el Acta de la Independencia de Chile, clasificada en la sección Documentos Históricos, apartado de Clásicos, Raros y Valiosos. [16]A juicio de quien esto escribe, los artículos publicados por don Antonio José de Irisarri en diversos periódicos durante el período 1812-1868, sus extensas cartas de hasta 78 páginas, impresos varios, sus novelas y escritos académicos, gozan de la triple acepción indicada: clásicos, por ser citados repetidas veces por diferentes investigadores, académicos y políticos; raros desde el punto de vista que no se encuentran a la vista del público en las librerías y puntos de venta, de tal suerte que los lectores interesados no pueden adquirirlos directamente, a no ser en locales de venta de libros usados o bien acudiendo a la piratería en el fotocopiado; [17]finalmente, son valiosos por el valor histórico que encierran y por las ideas y principios expuestos en los mismos.
Después de 143 años de su fallecimiento en 1868, todavía es factible aplicar sus sentencias expuestas en dos de sus poemas. Dichas composiciones son inencontrables en su versión original, motivo por el cual se acude al excelente trabajo de un contemporáneo de Irisarri.
En efecto; en el año de 1873 el guatemalteco Ramón Uriarte (1846-1897), abogado, poeta, y funcionario diplomático en el gobierno liberal de Justo Rufino Barrios, y posteriormente Presidente del Poder Legislativo en 1887 (diputado por el departamento de Atitlán), publicó la primera edición de su Galería poética centro-americana (Imprenta de la "Paz"), dedicada al general Miguel García Granados. [18]Habida cuenta que se agotó y continuaba siendo requerida en Guatemala y otros países de Hispanoamérica y Europa, don Ramón Uriarte [19]se dio a la tarea de editar una nueva, con el ejemplar que le prestó un joven estudiante de El Salvador, toda vez que "¡cosa rara! el autor del libro, o mejor dicho su ordenador, es el solo acaso que no ha podido obtener un ejemplar completo de la GALERÍA, ni siquiera fuese para hacer una segunda edición de ella." [20]Siendo así, en 1888 edita la nueva edición (Tipografía "La Unión"). No se explica el por qué la Tipografía Nacional, al reeditar la obra en 2009 indica que se trata de la segunda edición, cuando en realidad es la tercera. Un pequeño yerro del editor.
La Galería Poética de 1873 y reeditada en 1888, incluye muestras poéticas de 14 bardos (incluidas dos mujeres). En el caso de Irisarri, don Ramón Uriarte aunque liberal de pura cepa no deja de reconocer las dotes literarias del conservador Irisarri, más no por ello omite cuestionar suavemente su filiación política. Y resulta que a pesar de no ser un rapsoda consumado, el compilador lo tiene por encima de todos los vates contenidos en su Galería, señalando del mismo:
"Este personaje es, sin duda, una de las figuras más prominentes que ofrecemos en nuestra Galería. Si bien es cierto que Irisarri está muy lejos, como poeta, de la graciosa facilidad que caracteriza a José Batres, de la delicada sátira de Goyena o del esquisito sentimiento que se revela en los armoniosos cantos de los Diéguez, su colosal reputación en la América Latina, como eminente literato y distinguido hombre de estado, nos hace consagrar a sus apuntes biográficos algunas cuantas líneas más de lo que permite la índole de nuestra publicación.
El bardo de que nos ocupamos nació en la capital de Guatemala el día 7 de febrero de 1786. Dedicado desde muy joven al estudio, dio muestras de un talento precoz y nada común, distinguiéndose entre sus condiscípulos por su esmerada aplicación, [21]y más que todo, por aquella asombrosa actividad de espíritu que fue el más notable distintivo de su carácter hasta los últimos momentos de su vida.
[…]
Extraño parece que Irisarri, que había consagrado sus talentos a la santa causa de la libertad en la América meridional, se filiase en Guatemala bajo las banderas del partido conservador, para combatir en la persona de Morazán la idea regeneradora de la Unión de Centro-América. Nombrado Coronel [22]recorría con la fuerza de su mando los departamentos de los Altos, cuando fue derrotado en San Pedro Sacatepéquez por una división federal, y hecho prisionero en la cuesta de San Pablo.
Precisado a abandonar su patrio suelo, Irisarri volvió a Chile donde prestó nuevos servicios a la revolución que ya fermentaba entre aquella República y las de Bolivia y el Perú.
En 1855 fue nombrado Ministro de Guatemala en los Estados Unidos de América, cuya Legación desempeñó hasta su fallecimiento, prestando importantes servicios al aborrecido Gobierno de los treinta años.
[…]
De sus Poesías satíricas y burlescas extractamos unas cuantas para dar una idea de su genio siempre fecundo, siempre satírico, siempre ameno, y tan fogoso como en los mejores años de su vida.
Dotado de una vasta instrucción, de modales cultos y elegantes, y favorecido por la suerte con una buena figura y una fortuna colosal, Irisarri fue bajo todos conceptos un hijo mimado del destino. Su nombre ha llegado a alcanzar una celebridad universal; y si nosotros no podemos menos de sentir que en los negocios públicos de Centro-América, haya representado un papel indigno de sus antecedentes en Chile y el Perú, tampoco podemos negarle el tributo de admiración y de respeto que nos merece como uno de los esclarecidos patriotas que más decididamente trabajaron por la independencia de esta patria común que se llama América española." [23]
Esto es: si como buen liberal Uriarte desecha y contraría todo lo que huela a conservador, no por ello omite reconocer la calidad de los escritos de Irisarri, no obstante le moleste que haya servido al gobierno de Rafael Carrera, el representante directo del para él, odioso gobierno de los treinta años. En tal sentido, Uriarte es consistente consigo mismo, en virtud que cuando reseña la vida de la poetisa Jesús Laparra señala que en sus últimos días ésta abrazó filosofías misticistas con las que él no comulga; empero, la acepta por su obra y no por su vida personal: "Como verdaderos liberales respetamos las creencias: como artistas, también nosotros anhelamos por lo ideal." [24]
Tomando en cuenta que de la obra poética de Irisarri, contenida en Poesías satíricas y burlescas (1867) el autor de este Ensayo no pudo tener a la mano un ejemplar, se toma la libertad de transcribir dos poemas que Uriarte incluye en su Galería poética centro-americana, pues él mismo anota que "De sus Poesías satíricas y burlescas extractamos unas cuantas". La lista que incluye es la siguiente:
Sátira (es el que inicia con el verso "¿En qué consiste mi señora Musa, […]"; transcrito en otro apartado del presente Ensayo)
Sátira / El Bochinche (transcrito en otro apartado del presente Ensayo)
Oda / A un tribuno
Fábula / El perfecto patriotismo
Fábula / El lobo y el zorro
Fábula / La razón y el interés
Fábula / Más claro que el agua
Risa y lágrimas (corresponde al que en otras antologías aparece como Letrilla Satírica dedicada a la risa; al final de cada estrofa incluye un verso como este: Mal haría yo en llorar, siendo la risa mejor)
Letrilla (se trata del que en varias antologías se titula Tiempos pasados; la primera estrofa dice: Los tiempos pasados / eran cosa buena, / mas estos presentes / son malos de veras. / Esto me contaba / mi difunta abuela.
La oda A un tribuno y El perfecto patriotismo (no es fábula pero Uriarte así la clasifica), son muy útiles para reflexionar en época de elecciones presidenciales, en cualquier país de esta América que aún reclama democracia y cada cuatro o cinco años, según el período de duración de la presidencia en determinado país, observa que los candidatos y candidotes ofrecen el oro y el moro, se ven atribulados por una serie de oportunistas y empleómanos, y si ven que les va mal con un partido, cual camaleón cambian de color y asunto arreglado, todo por el "patriotismo", aspectos de los cuales se burla Irisarri, como sigue:
Oda A un tribuno
"Haces mal ¡oh Tribuno!
en incitar al pueblo a los motines,
creyendo que oportuno
será para tus fines
el valerte de medios tan rüines.
Hoy eres demagogo,
y mañana la víctima habrás sido
del fiero desahogo
del pueblo enfurecido,
por tus inicuas artes corrompido.
Teme, teme el ejemplo
que dando estas al vulgo temerario:
y no creas que templo
hallarás ni santuario
que te dé asilo en el azar contrario.
Enseñas impudente
a romper de las leyes la barrera,
que al pueblo inconsecuente
los ímpetus modera,
y al hombre le separa de la fiera.
¿Cómo el dique destruyes
con que el mar de pasiones se sujeta,
sin ver que tú te incluyes
en la ruina completa
que es preciso que todo lo someta?
Tú, el fiero incendio atizas
para hacer de la patria inmensa pira
que reduzca a cenizas
cuanto a la paz conspira,
aquella dulce paz que Dios inspira.
Sigue, sigue en tu intento;
mas aguarda temblando el resultado
de tanto atrevimiento;
pues tú serás penado
con el mal que tú mismo has preparado.
Ese pueblo tranquilo
a quien tú vuelves fiero y sedicioso,
no será ya el asilo
del hombre laborioso,
ni la mansión del justo y del virtuoso.
Será de turbulencias
la fragua permanente, de venganzas,
de discordias, pendencias,
traidoras acechanzas,
y trastornos eternos y mudanzas.
Y en esta fragua misma
en que se forje sin cesar el daño
que viene con el cisma,
tú serás de tu engaño
la víctima expiatoria en modo extraño.
Y serás, no lo dudes,
cual otros fueron que constante imitas,
que a falta de virtudes,
sus astucias malditas
emplearon con fatigas infinitas.
Y por lograr un día
del aura fácil que consigue el necio
por esta infame vía,
recibieron el precio
de hacer venir la ley en menosprecio.
Y justo es que así sea,
y así lo quiere Dios por su justicia;
que aquel que se recrea
en su propia injusticia,
la pena le prepare su malicia.
Así contar ya puedes
con que serás un día aprisionado
en esas mismas redes
que tiendes tan confiado
en tu sola ignorancia, desdichado!
Serás escarnecido,
de injurias mil y de baldón cubierto,
por nadie protegido,
y ten por caso cierto
que a manos de asesinos serás muerto.
Y tal será tu suerte,
de aciaga, de fatal y de terrible,
que tu trágica muerte
verá el mundo insensible,
aunque tu fin parezca el más horrible.
Porque tal fue la pena
que impuso Dios al hombre criminoso,
que emprende la faena
de turbar el reposo
que es del orden social eje precioso." [25]
Fábula [26]El perfecto patriotismo
"Yo no sé, decía Juan,
por qué motivo o razón
tienes empleo, Ramón,
y a mí ninguno me dan
cuando soy de la facción.
¿Qué más pudiste tú hacer
que lo que hice? Charlar,
y mentir y calumniar,
de un polo a otro correr,
y a todo el mundo engañar.
De ese modo se logró
que triunfásemos al fin,
y por eso Pelantrín
de presidente se vio,
merced a nuestro trajín.
Si yo tanto trabajé
en la maldita elección,
¿por qué motivo, Ramón,
sin pitanza me quedé,
y metido en un rincón?
Ya puedes tu conocer,
Ramón dijo a su parcial,
que el tesoro nacional
un coto debe tener,
lo que en verdad es un mal.
Es imposible cumplir
con todos contra el rigor
de la escasez que dá horror
en el tesoro; es decir,
que no puede ser mayor.
Bien puede ser eso así,
el triste Juan contestó;
pero en verdad no sé yo
que eso me convenga a mí.
A Baco juro que no.
Si de balde trabajé
en la maldita elección,
iréme a la oposición,
y quizá me vengaré
en una revolución.
Y así fue, sin más ni más,
como Juan echó a correr
al mismo bando que ayer
llamaba de Barrabás
y decía aborrecer.
Eso pasó en el Perú,
en México, El Salvador,
En Chile y el Ecuador,
y doquier que Belcebú
hacer pudo su labor.
¿Qué tenemos que extrañar
que Juan pareciese infiel
a su partido, cuando él
nada podía esperar
quedando firme en aquel?
¿Quién un partido siguió,
o dos partidos o tres,
dando continuos traspiés,
sino porque em esto halló
su personal interés?" [27]
Quede constancia pues, que si bien han pasado 143 años desde aquel 10 de junio de 1868 en Nueva York donde murió don Antonio José de Irisarri (la repatriación de sus restos se realizó con motivo del Centenario de su fallecimiento en 1968), no por ello su obra ha perdido vigencia. La muestra de tan solo dos de sus poemas (oda y fábula) así lo confirman, a la que podría agregarse sus sentencias emitidas en las novelas El Cristiano Errante -novela que tiene mucho de historia (1846) e, Historia del perínclito Epaminondas del Cauca (1863), así como en: Carta al Observador en Londres (1819), Cartas a la Junta Provisional Consultiva de Guatemala (1822), Cuatro palabras del cocinero del Coronel Irisarri al inglés, William Perks, en contestación a su manifiesto de 14 de marzo de 1828, Historia crítica del asesinato cometido en la persona del Gran Mariscal de Ayacucho (1845-1849), Protesta por invasión de Walker y la doctrina Monroe (1855-1857), y otros escritos polémicos, algunos de los cuales fueron recopilados por Ricardo Donoso en su obra Antonio José de Irisarri / Escritos polémicos (1934) y por John Browning, Antonio José de Irisarri -Antología (1999).
ABV/ 10-Junio-2011
FUENTES CONSULTADAS
Batres Jáuregui, Antonio; Landívar e Irisarri. Literatos Guatemaltecos. Edición príncipe, 1896. Guatemala: Biblioteca Guatemalteca de Cultura Popular "15 de Septiembre", Volumen 16. Segunda edición. Editorial del Ministerio de Educación Pública, 1957.
Browning, John; Vida e ideología de Antonio José de Irisarri. Guatemala : Colección Editorial Universitaria Volumen No. 74. Editorial Universitaria de la Universidad de San Carlos de Guatemala, 1986. Advertencia: No está claro si el número de Volumen es el 73 ó 74, toda vez que en la portada interior se indica éste último, en tanto que en la contraportada se especifica el anterior.
—————; Antonio José de Irisarri -Antología. Guatemala : Publicación Especial No. 37. Academia de Geografía e Historia de Guatemala, 1999.
Cardoza y Aragón, Luis; Guatemala: las líneas de su mano. Edición princeps 1955. Colección Popular, Fondo de Cultura Económica. Tercera edición. México, 1976.
Del Cid Fernández, Enrique; Epistolario Inédito de Antonio José de Irisarri (1857-1868). Guatemala : Editorial del Ejército, 1966.
Donoso, Ricardo; Antonio José de Irisarri / Escritos polémicos. Ricardo Donoso, editor. Santiago de Chile : Imprenta Universitaria, 1934.
—————; Antonio José de Irisarri / Escritor y diplomático 1786-1868. Santiago de Chile : Facultad de Filosofía y Educación, Universidad de Chile, 1966.
García Bauer, Carlos; Antonio José de Irisarri. Insigne escritor y polifacético prócer de la independencia americana. Guatemala: Colección Salve Cara Parens, Serie Más Allá…, No. 2. Tipografía Nacional, 2002.
Irisarri, Antonio José de; Carta al Observador en Londres, o impugnación a las falsedades que se divulgan contra América. Guatemala : Tipografía Nacional, 1972.
—————; Cuestiones Filológicas. Tomo I (único publicado, 1861). Guatemala: Taller Estudio de Artes Gráficas. Academia Guatemalteca de la Lengua, 1997.
—————; El Cristiano Errante (novela que tiene mucho de historia) publicada en 1847. Biblioteca Guatemalteca de Cultura Popular "15 de septiembre", Volúmenes 31, 32 y 33. Guatemala : Editorial del Ministerio de Educación Pública, 1960. Con Prólogo de Amílcar Echeverría y Proemio Bibliográfico de Guillermo Feliú Cruz.
—————; Historia crítica del asesinato cometido en la persona del Gran Mariscal de Ayacucho. Guatemala: Editorial "José de Pineda Ibarra", Colección Documentos No. 28. Ministerio de Educación Pública, 1968. Obra escrita originalmente en 1846 e impresa en Curacao en 1849.
—————; Historia del perínclito Epaminondas del Cauca (Nueva York, Imprenta de Hallet & Breen, 1863). La primera edición se imprimió en 1863 en Nueva York, con el seudónimo de Hilarión de Altagumea.
Guatemala : Editorial del Ministerio de Educación Pública, Biblioteca Guatemalteca de Cultura Popular "20 de octubre", con Prólogo de Manuel Galich. Tomo I (Volumen 14, páginas I a XXXIX y 1 a 168) y Tomo II (Volumen 16, páginas 169 a 349). Guatemala, 7 y 12 de noviembre de 1951.
Ministerio de Relaciones Exteriores; Centenario del fallecimiento de Don Antonio José de Irisarri. Guatemala : Editorial del Ejército, 1968.
Rodríguez Cerna, José; Interiores (Semblanzas y Paisajes). Guatemala : Segunda edición. Biblioteca Guatemalteca de Cultura Popular "15 de septiembre", Volumen 85. Departamento Editorial y de Producción de Material Didáctico "José de Pineda Ibarra", Ministerio de Educación, 1965. Nota: la primera edición data de 1942, impresa por la Tipografía Nacional, Guatemala.
Uriarte, Ramón; Galería poética centro-americana. Guatemala : Segunda edición. Tipografía Nacional, 2009.
Autor:
Ariel Batres Villagrán
Guatemala, 10 de junio de 2011
[1] Irisarri. Antonio José de; Historia crítica del asesinato cometido en la persona del Gran Mariscal de Ayacucho. Guatemala: Editorial “José de Pineda Ibarra”, Colección Documentos No. 28. Ministerio de Educación Pública, 1968. Obra escrita originalmente en 1846 e impresa en Curacao en 1849. Página 307.
[2] Óleo de Mercedes G. de Acuña Durán. Véase en portada interior de: *Del Cid Fernández, Enrique; Epistolario Inédito de Antonio José de Irisarri (1857-1868). Guatemala : Editorial del Ejército, 1966. *Ministerio de Relaciones Exteriores; Centenario del fallecimiento de Don Antonio José de Irisarri. Guatemala : Editorial del Ejército, 1968. * Irisarri, Antonio José de; Historia crítica del asesinato cometido en la persona del Gran Mariscal de Ayacucho. Guatemala : Editorial “José de Pineda Ibarra”, Colección Documentos No. 28. Ministerio de Educación Pública, 1968. * Irisarri, Antonio José de; Cuestiones Filológicas. Guatemala : Academia Guatemalteca de la Lengua, 1997.
[3] Nota: esta fábula no tiene ninguna connotación particular a favor o en contra de determinado partido político cuyo nombre pudiera sonar parecido con la realidad de Guatemala en 2001.
[4] Irisarri, Antonio José de; Carta al Observador en Londres, o impugnación a las falsedades que se divulgan contra América. Guatemala : Tipografía Nacional, 1972. Página 17.
[5] García Bauer, Carlos; Antonio José de Irisarri. Insigne escritor y polifacético prócer de la independencia americana. Guatemala: Colección Salve Cara Parens, Serie Más Allá…, No. 2. Tipografía Nacional, 2002. Página 23.
[6] Del Cid Fernández, Enrique; Epistolario Inédito de Antonio José de Irisarri (1857-1868). Página 184.
[7] Batres Jáuregui, Antonio; Landívar e Irisarri. Literatos Guatemaltecos. Edición príncipe, 1896. Guatemala: Biblioteca Guatemalteca de Cultura Popular “15 de Septiembre”, Volumen 16. Segunda edición. Editorial del Ministerio de Educación Pública, 1957. Páginas 173 y 174.
[8] Cfr., Villacorta C., Jorge Luis; Apuntes para una bibliografía. En: Ministerio de Relaciones Exteriores; Centenario del fallecimiento de Don Antonio José de Irisarri. Página 276.
[9] Finales de 1826 según Browning, y en enero de 1827 según García Bauer. Batres Jáuregui hace un salteo en el tiempo y en el espacio al indicar: vino de Londres a Guatemala el año de 1827, en tanto que Cardoza y Aragón sólo explica que regresó en 1827. Cabe agregar que éste último señala: “Quebrado en sus negocios personales, […] regresó a Guatemala en 1827, después de veinte años de ausencia, y se puso al servicio del partido de la Federación.” Véase: Cardoza y Aragón, Luis; Guatemala: las líneas de su mano. Edición princeps 1955. Colección Popular, Fondo de Cultura Económica. Tercera edición. México, 1976. Página 228.
[10] García Bauer, Carlos; Antonio José de Irisarri. Insigne escritor y polifacético prócer de la independencia americana. Op. Cit. página 43.
[11] Extraño que el propio Irisarri se auto califique como maula. (De maular). adj. Arg., Bol., Perú y Ur. Cobarde, despreciable. FUENTE: Biblioteca de Consulta Microsoft® Encarta® 2005
[12] Browning, John; Antonio José de Irisarri -Antología. Página 8.
[13] Irisarri, Antonio José de; Cuestiones Filológicas. Guatemala : Academia Guatemalteca de la Lengua, 1997. Página 101.
[14] Rodríguez Cerna, José; Interiores (Semblanzas y Paisajes). Guatemala : Segunda edición. Biblioteca Guatemalteca de Cultura Popular “15 de septiembre”, Volumen 85. Departamento Editorial y de Producción de Material Didáctico “José de Pineda Ibarra”, Ministerio de Educación, 1965. Página 100.
[15] Antonio Batres Jáuregui fue también Secretario de Irisarri en la embajada de Guatemala en Estados Unidos hasta la muerte de éste en 1868. De ahí la credibilidad que tiene la biografía.
[16] Véase Biblioteca Digital del Congreso de Chile, sección Documentos Históricos en la siguiente dirección digital: www.bcn.cl/pags/publicaciones/textos_digitales.htm
[17] Nótese que Amílcar Echeverrìa se adelantó en el tiempo cuando en 1960 señaló lo referente a la piratería en su Prólogo a la novela El Cristiano Errante, no obstante que en esa época las fotocopiadoras aún no existían en mayor número ni gozaban de la popularidad de hoy en día, ya no se diga del escaneado de documentos que se efectúa con ayuda de las computadoras.
[18] Uriarte, Ramón; Galería poética centro-americana. Guatemala : Segunda edición. Tipografía Nacional, 2009. Página 11.
[19] No confundir al guatemalteco Ramón Uriarte con su casi homónimo, el ensayista y poeta salvadoreño José Ramón Uriarte (1875-1927).
[20] Idem., página 7.
[21] Tal parece que Uriarte no leyó El Cristiano Errante (1846), novela donde el propio Irisarri confiesa su aversión a los estudios y no se alaba a sí mismo diciendo que era un excelente estudiante ni que se distinguía de sus compañeros de banca.
[22] El grado de coronel ya lo traía desde Chile. En Guatemala se le confirmó en el mismo.
[23] Uriarte, Ramón; Galería poética centro-americana. Op. Cit., extracto de páginas 97 a 100.
[24] Idem., página 372.
[25] Idem., páginas 110 a 113.
[26] Se respeta la clasificación dada por Uriarte a El perfecto patriotismo. Empero, no se trata de una fábula propiamente dicha, toda vez por definición en una fábula los personajes son en general animales u objetos inanimados, en tanto que Irisarri hace intervenir a dos personas.
[27] Idem., páginas 114 a 116.