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Santo Tomás de Aquino (página 2)


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Victor Hugo Quijada Huamán

CAPÍTULO I

SANTO TOMAS DE AQUINO

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Santo Tomás de Aquino O.P. (Roccasecca, Nápoles, ?28 de enero de 1225 – Convento de Fossanova, en la actual Provincia de Latina, 7 de marzo de 1274), fue un reconocido teólogo y Doctor de la Iglesia Católica que vivió en la edad media. Máximo representante de la tradición escolástica, y padre de la Escuela Tomista de filosofía. Es conocido también como Doctor Angélico y Doctor Común. Su trabajo más conocido es la Summa Theologica, tratado en el cual postula Cinco Vías para demostrar la existencia de Dios. Canonizado en 1323, fue declarado Doctor de la Iglesia en 1567 y Patrón de las Universidades y Centros de estudio católicos en 1880. Su festividad se celebra el 28 de enero.

Biografía.

Tomás nació en 1225 en Roccasecca, un castillo situado en la cumbre de una montaña, cerca de Aquino, Italia.1 Su familia pertenecía a la nobleza napolitana. Hijo del Conde Landuf de Aquino, estudió en el monasterio de Montecasino y después en la Universidad de Nápoles. En el año 1244 tomó el hábito de la Orden de Predicadores y conoció a Alberto Magno, con quien estudiaría en Colonia. Se ha dicho que muy pocos filósofos o teólogos han logrado escribir esa cantidad de trabajos, de tan alta calidad, en el plazo que lo hizo Aquino, un poco menos de tres décadas.

Después de su muerte, algunas tesis de Tomás de Aquino fueron condenadas por el obispo de París, Étienne Tempier, quien en 1277 lanzó una gran condena de 219 tesis respecto a la Universidad de París. A pesar de esto (era una condena importante, pero local), Tomás de Aquino fue canonizado el 18 de enero de 1323. Las condenas de 1277 fueron levantas en lo que respecta a Tomás de Aquino el 14 de febrero de 1325.

Sumario de los trabajos.

Posteriormente se doctoró, y en 1252 ejerció como maestro de Teología en la Universidad de París, y en otras ciudades europeas como Orvieto, Roma, Viterbo, Boloniay Nápoles. Murió en 1274camino del segundo concilio de Lyon.

Trabajos de Tomás de Aquino.

La obra de Tomás de Aquino es extraordinaria,

Tres síntesis teológicas, o summas

Nueve tratados en la forma de disputas académicas

Doce disputas quodlibetales

Nueve exégesis sobre las Sagradas Escrituras

Una colección de glosas de los Padres de la Iglesia sobre los Evangelios

Once exposiciones sobre los trabajos de Aristóteles

Dos exposiciones de trabajos de Boecio

Dos exposiciones de trabajos de Proclo

Cinco trabajos polémicos

Cinco opiniones expertas, o responsa

Quince letras sobre teología, filosofía o temas políticos

Un texto litúrgico

Dos oraciones famosas

Aproximadamente 85 sermones

Ocho tratados sobre teología

Pensamiento.

Se puede analizar su pensamiento de acuerdo a dos etapas:

Primera (1245–1259). En este período predominan las influencias Platónicas (Avicena y Alberto Magno) y las neoplatónicas (Agustín de Hipona y el Pseudo Dionisio).

Entre las obras más importantes de esta etapa podemos destacar: los comentarios a las obras de Pedro Lombardo, Boecio (sobre la trinidad), el opúsculo titulado De ente et essentia y el libro primero de la Suma contra Gentiles. La función de esta obra era servir de apoyo a los predicadores que tenían que discutir con judíos y musulmanes, valiéndose de argumentos racionales y filosóficos sin tener que basarse sólo en la fe.

Segunda (1259–1273). Sin cambiar su pensamiento precedente, domina en el filósofo el pensamiento aristotélico, logrando una síntesis entre platonismo y aristotelismo. Así comenta ampliamente la Ética a Nicómaco.

En este momento la universidad de París atraviesa un momento de gran inestabilidad que se manifiesta en la pugna entre franciscanos, de orientación agustiniana, y los dominicos, con fuertes influencias aristotélicas.

Tomás de Aquino realiza en esta etapa toda una síntesis de los problemas filosóficos más discutidos (fe–razón, creación, política). Entre sus obras podemos destacar: finaliza la Suma contra los gentiles, cuestiones disputadas sobre el mal, sobre el alma, opúsculos contra los averroístas, como De aeternitate mundi y el De unitate intellectus. La obra más importante de Tomás de Aquino es la Summa Theologica (1265–1272), en la que logra una sistematización entre teología y filosofía.

Patronazgo

Es patrono católico de todos los centros de educación del mundo, declarado el 4 de agosto de 1880 por el Papa León XIII.

Influencias recibidas y repercusión posterior

La principal influencia recibida por Tomás de Aquino se encuentra en Aristóteles. De él toma la teoría hilemórfica, y sus aplicaciones en la antropología y epistemología, como la idea de que el alma y el cuerpo forman una única sustancia o la diferenciación de seres en acto o en potencia. La forma es lo que ordena y estructura la materia. Aplica la teoría del ser a Dios, diciendo que Dios es el ser total, causa de todo. Toma influencias de su teoría del conocimiento que comienza con la experiencia sensible y se termina con la abstracción donde se llega al conocimiento de lo universal. También toma influencias en sus planteamientos éticos, en la idea de felicidad como fin último, el cual constituye el bien supremo; o las virtudes que se entienden como medio para llegar a ese fin. Toma influencias de la teología natural de Aristóteles. Todo ello lo recibe gracias a su maestro, Alberto Magno.

De Agustín de Hipona recibe dos de sus causas que explican la existencia de Dios, la que se explica en la primera vía, la del movimiento ya que ante esto tiene que haber algo inmóvil; y la de la perfección. De Platón toma su idea de «participación» para explicar la relación entre el ser y los seres, del mismo modo que Platón explicaba la relación de las ideas con las cosas. Recibe influencias del pensamiento musulmán como de Avicena de quien toma la distinción de esencia y existencia y la vía de la contingencia, o de Averroes, de quien asume al menos algunos aspectos suyos en cuanto al problema de los universales, parte de su teoría del conocimiento, sobre el conocimiento divino de los seres particulares, sobre la inmaterialidad del primer motor, sobre Dios como acto puro y sobre el principio de individuación.

Su principal influencia procede de la religión, la idea de Dios como ser.

La repercusión posterior ejercida por Tomás de Aquino ha sido inmensa y se comprueba ya que su doctrina fue el prácticamente el pensamiento oficial de la iglesia durante muchos siglos.

La relación del tomismo con la filosofía y el pensamiento moderno se entiende en estas dos cuestiones:

Demostrabilidad de la existencia de Dios: la vía de la contingencia se conserva en filósofos como Leibniz y la vía de la causalidad subordinada en Descartes. La primera via del motor inmovil, no ha podido ser desmetida, de hecho los ultimos trabajos cientificos relacionados con el principio del tiempo (conocido como teoria del Big Bang) dan sustento cientifico a la idea del motor inmovil. Las otras dos vias, cuarta y quinta, permanecen sin refutación alguna.

Ley natural: si bien no es una postura exclusiva de Tomás de Aquino, el concepto tiene un rol central en la postura oficial de la Iglesia. Aparece en el Derecho internacional gracias a los aportes hechos por tomistas de la segunda escolástica.

Algunos de los seguidores más conocidos anteriores al siglo XVIII han sido: Juan Capreolo, Paulo Barbo (también llamado Soncinas), Domingo de Flandria (o el Flandriense), Francisco Suárez SJ, Francisco de Vitoria OP, Domingo Báñez OP, Tomás de Vio OP (también conocido como Cardenal Cayetano), Juan de Mariana SJ, Francisco Silvestre de Ferrara OP (también conocido como el Ferrariense), Juan de Santo Tomás OP (o Juan Poinsot), Domingo de Soto OP, Francisco Zumel OCD, Melchor Cano OP y Diego Mas OP.

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CAPITULO II

LA FILOSOFÍA DE SANTO TOMÁS DE AQUINO

Hasta el siglo XIII, predominio absoluto del pensamiento platónico en Europa, por influencia sobre todo de S. Agustín, las escuelas agustinianas y el Pseudo-Dionisio Areopagita. El desconocimiento de la obra de Aristóteles era prácticamente total. Sólo se conocían partes de la Lógica por los comentarios de Boecio (V-VI), pero nada de la Física, la Metafísica, su antropología y teología.

En el s. XIII, Aristóteles se pone de moda y abundan sus traducciones y comentarios, a pesar de la resistencia que oponen la jerarquía católica y los platónicos. No obstante, Tomás de Aquino intentó asimilarlo y construir un sistema que armonizara cristianismo y aristotelismo.

Cobró fuerza el averroísmo latino, corriente intelectual que reclamaba la autonomía de la razón frente a la fe.

Durante sus conquistas, los árabes tomaron contacto con los últimos reductos de la cultura griega en Siria, donde algunos intelectuales cristianos habían traducido al sirio textos originales de filósofos griegos. Tanto del sirio como del griego, se traducen al árabe obras originales y comentarios de Aristóteles, surgiendo una especie de filosofía árabe-aristotélica con claros residuos platónico. Avicena (s. X) fue el máximo representante de este aristotelismo árabe platonizado.

Averroes (XII) escribe los primeros comentarios a obras de Aristóteles sin adherencias platónicas. Fue el primer ejemplo de aristotelismo puro.

A través de los árabes se despertó en Occidente la curiosidad por el aristotelismo. En el s. XII se traducen directamente del griego al latín las obras de Aristóteles y también las obras y comentarios de los filósofos árabes.

  EL AVERROÍSMO LA LATINO

. S. XIII: la universidad de París es el centro intelectual de Europa. Existía una gran expectación ante la llegada de la versión íntegra de la obra aristotélica y los comentarios de Averroes -aristotelismo puro-. Surgió así el averroísmo latino. Tesis:

a. El mundo es eterno (en evidente contradicción con la doctrina creacionista cristiana). Según Aristóteles, Dios es el motor inmóvil que mueve eternamente un mundo también eterno. Dios ni siquiera conoce el mundo (a diferencia del demiurgo platónico).

b. El alma individual de cada hombre no es inmortal, sino corruptible y perecedera. Sólo el entendimiento, común a todos los hombres, es inmortal. Y negar la inmortalidad del alma supone tirar por tierra toda la doctrina cristiana de la salvación.

c. Existen dos verdades: la teológica -fe- y la filosófica -razón-. De este modo podían conciliarse tesis opuestas sobre el alma, p. ej.: una es verdad desde la fe, y otra lo es desde la razón.

Los representantes de esta corriente fueron condenados por la jerarquía y expulsados de la universidad de París (Sigerio de Brabante condenado a cadena perpetua).

  EL ARISTOTELISMO DE TOMÁS DE AQUINO

Tomás rechazó, como es lógico, las tres tesis averroístas:

a. Respecto a la eternidad del mundo, se movió entre dos aguas y sostuvo que el sistema aristotélico no implicaba necesariamente la eternidad del mundo ni el concepto cristiano de creación excluía la posibilidad de que el mundo fuera eterno: puede ser eterno y creado.

b. Respecto a la inmortalidad del alma, Aquino entendió que el entendimiento inmortal del que Aristóteles habló no es único para todos los hombres, sino que se trataba de la facultad superior del alma, y ésta es inmortal.

c. Y en cuanto a la doble verdad, resultaba innecesaria una vez solucionados los problemas que planteaban las dos tesis anteriores. Pero la criticó por considerarla inadmisible.

Aunque Tomás se distanció de los averroístas en sus tesis contrarias a la fe cristiana, mantuvo una actitud favorable hacia la filosofía aristotélica.

. Estaba convencido de que la filosofía aristotélica era enteramente compatible con la fe cristiana y que, además, ofrecía una interpretación de la realidad aceptable por sí misma y valiosa, aunque en el fondo de su sistema permanezcan presupuestos platónicos fundamentales.

TESIS FUNDAMENTALES SOBRE LA REALIDAD Y LA NATURALEZA

Aquino asume muchas tesis aristotélicas:a. Teoría aristotélica del movimiento: se define el movimiento como «paso de potencia a acto», siempre por la acción de algo que ya esté en acto. Dos tipos de movimiento: cambio sustancial -generación y corrupción– y cambio accidental -cuantitativo, cualitativo y local-.

b. Composición hilemórfica de las sustancias naturales: todo objeto natural está compuesto de materia y forma.

c. Distinción entre sustancia y accidentes

d. Teoría de las cuatro causas: material, formal, eficiente y final (e interpretación teleológica de la naturaleza).

 DOCTRINA TEOLÓGICA DE SANTO TOMÁS

a. Tomás acepta la demostración aristotélica de la existencia de Dios basándose en el movimiento, entendido como paso de potencia a acto (1ª vía). Por tanto, Aquino parte del conocimiento sobre el universo que nos proporciona la experiencia sensible, de lo contingente -no de ideas inmutables o introspección, como en S. Agustín-.

b. Define a Dios con categorías aristotélicas: acto puro, sin ningún tipo de potencia. La inmutabilidad se define en función del grado de actualidad, entendido el movimiento como paso de potencia a acto. Dios ha de ser inmutable porque es acto sin potencia. Será también perfecto porque la imperfección se debe sólo al grado de potencialidad existente. Acepta también la definición aristotélica de Dios como puro acto de pensamiento.

c. Aquino corrige el aristotelismo en un punto: Aristóteles sostenía que la vida y felicidad de Dios consiste en conocerse a sí mismo, y puesto que es autosuficiente no conoce nada fuera de él. Aristóteles sostuvo que Dios no creó el mundo, sino que éste es eterno: Dios sólo es el principio del origen del movimiento del universo y el fin hacia el que el mundo se orienta. Pero Santo Tomás afirma que, de acuerdo con el cristianismo, Dios creó el mundo. Por tanto, Dios conoce el mundo, y lo hace al tiempo que se conoce a sí mismo. Acepta, pues, que la actividad de Dios consiste en conocerse a sí mismo.

 ANTROPOLOGÍA TOMISTA

. Aquino acepta la concepción hilemórfica del hombre, y la concepción aristotélica del alma como principio de vida, como forma y acto del cuerpo (contra el platonismo agustiniano, donde cuerpo y alma son dos sustancias radicalmente distintas). Aquino afirma que el hombre constituye una sustancia única, cuyos elementos fundamentales son el alma y el cuerpo.

. Como Aristóteles negaba la inmortalidad del alma, Aquino se aleja de Aristóteles en este punto y echa mano de platón, intentando una difícil síntesis entre platonismo y aristotelismo.

 ÉTICA

. Acepta el principio aristotélico de que el fin último del hombre es la felicidad, y que la felicidad perfecta consiste en al contemplación, en la actividad intelectual. Esto le aleja del agustinismo.

. Afirmar que la felicidad se halla en el conocimiento conlleva defender la primacía de la razón sobre la voluntad, contra el voluntarismo agustiniano que defendía lo contrario: primacía de la voluntad sobre la razón.

. Recoge Tomás la tesis de que las normas morales se basan en la naturaleza humana. Por tanto, conocerla y saber sus objetivos y finalidades es el criterio clave para la formulación de la ley moral natural. La síntesis aristotélico-platónica de TOMÁS DE AQUINO

 LÍMITES DE LA RAZÓN Y DE LA FE

Las discusiones sobre el tema de la doble verdad habían obligado a replantear las relaciones entre fe y razón. La coherencia de la doctrina aristotélica del conocimiento puso de manifiesto las flaquezas de la concepción platónica y neoplatónica del conocimiento, porque:

. El objeto propio del conocimiento humano son las realidades inmateriales.

. El conocimiento que el alma tiene de sí misma es mucho más perfecto que el obtenido de las cosas sensibles exteriores.

. El conocimiento de las realidades sensibles superiores se obtiene por elevación progresiva (dialéctica).

. Son sistemas que se desarrollan de arriba abajo, a partir del principio supremo (Bien, Uno), hasta descender a las realidades inferiores.

La concepción aristotélica, por el contrario, afirma lo siguiente (en la versión de Santo Tomás):

. El origen de nuestro conocimiento está en los datos que nos suministran nuestros sentidos a partir de la experiencia sensible.

. Por tanto, el objeto adecuado para nuestro conocimiento no son las realidades inmateriales, sino las sensibles.

. Aunque el entendimiento es inmaterial y conoce lo real, está ligado a la experiencia sensible porque es el entendimiento de un ser humano.

Consecuencias importantes:

. Por tanto, la filosofía ha de construirse de abajo arriba, a partir de experiencias sensitivas.

. Por tanto, el conocimiento que podamos alcanzar de Dios será muy imperfecto, limitado y analógico, a partir de comparaciones con otras realidades limitadas e imperfectas por necesidad, cuyas causas y accidentes conocemos.

. El conocimiento natural acerca de Dios, del hombre y del universo tiene unos límites que la razón no puede sobrepasar, y en los que flaquea cuando se aproxima a la frontera.

. La fe cristiana, no obstante, puede aportar nociones acerca de la naturaleza de Dios y acerca del destino del hombre traspasando las fronteras de la razón. Son elementos añadidos por revelación a la razón humana, que no vienen a anularla sino a perfeccionarla/orientarla, lo mismo que el orden sobrenatural no anula sino que perfecciona al orden natural. No tienen por qué entrar en conflicto.

 CONTENIDOS DE LA RAZÓN Y DE LA FE

. Fe y razón tienen cada una elementos propios y diferenciadores, pero existen verdades compartidas por las dos facultades. Por tanto, son dos conjuntos con una zona de intersección. Ej.: que el mundo es creado y el alma inmortal puede ser fundamentado racionalmente y argumentado desde la fe.

  Interpretaciones sobre la existencia de contenidos comunes:

1ª. A veces, conviene que ciertas verdades racionales sean impuestas y conocidas mediante la fe, porque muchos hombres no tendrían tiempo ni oportunidad, sin la ayuda de la fe, para acceder a tales verdades.

2ª. Como la razón fácilmente cae en el error, la fe nos proporciona una seguridad adicional en aquellas verdades que nos haga dudar.

3ª. La existencia de verdades comunes a la fe y la razón pone de manifiesto que la distinción entre ambas no puede hacerse por sus contenidos, sino por la forma de acceso a los mismos: mientras la teología toma sus contenidos de la fe, la filosofía accede a los suyos por la razón.

 

 ¿QUÉ AYUDA PRESTA LA RAZÓN A LA FE?

Aunque las dos fuentes son autónomas e independientes, la razón presta una valiosa -insustituible- ayuda a la fe, sobre todo a la hora de hacer de la teología una ciencia:

. La razón aporta procedimientos para la organización sistemática y científica de los conocimientos y afirmaciones;

. Aporta herramientas dialécticas, argumentativas y retóricas, para refutar las afirmaciones contrarias a la fe. Ej.: no puede demostrarse que el mundo hay sido creado, pero tampoco lo contrario.

. Aporta datos científicos y hallazgos teóricos útiles para el esclarecimiento de las ideas menos firmes de la fe.

 

 

 ¿CÓMO PUEDE SER LA FE UNA ALIADA DE LA RAZÓN?

Si la fe contiene verdades indudables comunes a la razón,

. la fe sirve a la razón de norma o criterio extrínseco de verdad o de objetividad. Si la razón llega a conclusiones totalmente contrarias a la fe, seguramente estará basada en premisas falsas o habrá algún paso erróneo en el razonamiento. La fe hace, pues, una invitación a corregir posibles errores.

. La fe es un criterio extrínseco porque tiene otra fuente de conocimiento distinta a la razón, y el filósofo no debe basarse en ella como norma.

. Por tanto, Aquino mantiene una actitud moderadamente optimista hacia la razón. Pero la autonomía concedida a la razón es limitada. [¿por ser un cristiano profundamente creyente?]

Después de Santo Tomás, en el pensamiento cristiano han prevalecido sus opiniones sobre la relación fe-razón: autonomía de la razón como fuente de conocimiento e imposibilidad de un conflicto real/definitivo entre ambas. Los conflictos han de atribuirse o a errores de la razón o a una deficiente interpretación de los contenidos de la fe. Aquino afirmó expresamente que los errores no se deben a la fe, sino a la razón (lo contrario hubiera significado el cese inmediato), pero en esto ha de verse un condicionamiento de la época. Pero la mayor parte de los teólogos de altura en los últimos años han partido del segundo supuesto: los conflictos proceden de una deficiente interpretación de la fe.

 CINCO VÍAS PARA DEMOSTRAR LA EXISTENCIA DE DIOS

Santo Tomás, como creyente y filósofo, buscó un fundamento racional a la existencia de Dios. Planteó dos cuestiones previas: a) ¿Es necesario demostrarla?; b) ¿es posible?

i) Hoy se daría por supuesta la necesidad de demostrarla, pues está lejos de ser una idea evidente y asumida por todos los pensadores. Pero en el contexto social y religioso de Tomás, la opinión predominante sostenía que «el conocimiento de la existencia de Dios está imbuido de un modo natural en todos los hombres» (S. Juan Damasceno). Y la tradición agustiniana defendía que Dios está en lo más íntimo del alma humana y es posible alcanzar el conocimiento de su existencia a partir de la comprensión de la idea de Dios -argumento ontológico de S. Anselmo-.

· Tomás distinguió, además, dos tipos de verdades:

[a] las evidentes en sí mismas y para nosotros, como las proposiciones cuya verdad resulta indudable después de analizar los conceptos implicados, p.ej. «la línea recta es la distancia más corta entre dos puntos» o «el todo es mayor que las partes».

[b] las que, siendo evidentes en sí mismas, no los son para nosotros, y a este grupo pertenece la proposición «Dios existe»: aunque es evidente en sí misma -el concepto de Dios implica su existencia-, no lo es para nosotros, pues carecemos de una comprensión adecuada de la naturaleza de Dios.

ii) Aquino piensa que es posible demostrar la existencia de Dios, y que el procedimiento más adecuado es partir de los seres que existen en el mundo natural hasta llegar a la causa inicial que originó el primero de todos los antecesores. Es una demostración a posteriori, pues se remonta del efecto a la causa anterior –a priori sería desde ir desde la causa hasta el efecto-.

Con argumentos y elementos tomados de la filosofía anterior -platonismo, aristotelismo y otras fuentes-, Aquino propuso cinco vías o procedimientos argumentativos para demostrar la afirmación «Dios existe». Todas tienen una estructura similar, en 4 pasos:

a) Constatar un hecho de experiencia -movimiento en la Naturaleza-.

b) Aplicar el principio de causalidad al hecho constatado -todo lo que se mueve es empujado por algo-;

c) Insistencia en que es imposible una serie infinita de causas;

d) Afirmación de la existencia de Dios -existe un primer motor, «a eso le llamamos Dios», etc.-.

1ª vía: [genuinamente aristotélica] Parte de la constatación del movimiento en la naturaleza para remontarse hasta la existencia de Dios como Motor inmóvil.

2ª vía: Parte de que hay causas causadas para terminar en la existencia de una Causa Incausada.

3ª vía: [inspirada en Avicena] Constata que existen seres contingentes -que existen pero pueden dejar de hacerlo- y llega a la conclusión de que debe haber un Ser Necesario, que no puede no existir, necesario por sí.

4ª vía: [de inspiración platónica] Parte de que hay seres con diversos grados de perfección, para concluir afirmando que ha de haber un Ser Sumamente Perfecto.

5ª vía: Constata el orden que podemos descubrir en el mundo natural y termina atribuyéndolo a la existencia de una Inteligencia Ordenadora.

 

ASPECTOS FUNDAMENTALES DE LA ANTROPOLOGÍA TOMISTA

Hemos visto ya algunas de sus afirmaciones más importantes:

a) El entendimiento es inmaterial, y también el alma. Por su inmaterialidad, su objeto es toda la realidad en conjunto, sin limitación alguna.

b) Pero en el hombre, el entendimiento está estrechamente vinculado a un cuerpo material con determinados órganos sensoriales. Existe, pues, una unión sustancial entre cuerpo y alma -influjo de la teoría hilemórfica aristotélica-. Por eso el objeto más adecuado del entendimiento humano no es el ser de todo lo real en su conjunto, sino el ser de las realidades materiales sensibles.

c) La atadura del entendimiento humano a órganos sensoriales implica que el conocimiento intelectual comienza con el conocimiento sensible y no puede ejercerse si falta éste.

EL CONOCIMIENTO INTELECTUAL

Si el entendimiento forma conceptos a partir de la experiencia sensible, ¿cómo se da el paso de las representaciones sensibles a los conceptos que maneja el entendimiento, de características tan diferentes? Respuestas:

.. Los conceptos son universales. La definición «el hombre es un animal inteligente y libre» no se refiere a ningún hombre concreto, pero es válida para todos los seres humanos. Por tanto, el concepto «hombre», como todos los conceptos, es universal.

.. Pero nuestras percepciones sensibles no son universales, pues nadie ha visto jamás a «el hombre» ni al «árbol». Existen hombres y árboles concretos, pero no «el hombre» ni «el árbol». Los sentidos sólo nos muestran objetos individuales.

Por tanto, el problema de la formación de conceptos es cómo pasar de la individualidad de las percepciones sensibles a la universalidad de los conceptos. La única salida posible es admitir que el entendimiento tiene la capacidad de extraer conceptos a partir de los datos suministrados por el conocimiento sensible. A esto se le llama capacidad abstractiva, abstracción. Admitir que el conocimiento comienza por los datos sensibles supone reconocer la necesidad de la capacidad de abstracción. Pero las diferencias surgen en el modo de explicar la abstracción:

a. Para Aquino, el entendimiento tiene una doble capacidad: i) la capacidad de universalizar -capacidad abstractiva-, para convertir en universales las representaciones sensibles particulares; y ii) la capacidad de conocer universalmente, como resultado de generalizar los datos extraídos de la experiencia sensible. A estas dos capacidades les llama entendimiento agente y entendimiento posible.

b. Las percepciones -inicio de todo el proceso de conocimiento- dejan en la imaginación/memoria una imagen o representación particular (fantasmas, si la imaginación es fantasía). El entendimiento agente actúa sobre tales imágenes/fantasmas abstrayendo, es decir, despojándolas de sus elementos individuales y posibilitando así la formación de conceptos universales.

c. Según Aquino, el entendimiento conoce primaria y directamente el universal. Cuando el entendimiento se concentra sobre cosas particulares, «le cuesta trabajo» prestar atención a las características y peculiaridades que las diferencian. Tanta habilidad ha adquirido el entendimiento humano para abstraer, que al ponerse a funcionar no puede dejar de universalizar y prestar atención sólo a la esencia de las cosas. Sólo con mucho trabajo se concentra sobre las diferencias particulares.

d. El principio de individuación. Si el entendimiento agente actúa sobre las imágenes particulares seleccionando los rasgos esenciales del individuo y eliminando las diferencias particulares, entonces nos vemos obligados a pensar que capta sólo los rasgos comunes a todos los individuos de una misma especie/clase -se trate de hombres, animales y objetos-. La cuestión ahora: ¿cómo una esencia común a todos los individuos se multiplica e individualiza en cada ejemplar de la especie? Si todos tenemos la misma esencia -hombre-, ¿qué nos hace ser diferentes y peculiares? La respuesta de Aquino: es la materia concreta, distinta en cada miembro de la especie; no la materia «general»/indiferenciada -el sustrato biológico común-, sino la materia concreta de cada individuo.

 LA ESTRUCTURA DE LA REALIDAD

. A pesar de todos los elementos tomados de Aristóteles por Santo Tomás, algunos pilares fundamentales de su sistema metafísico proceden de Platón y de una reinterpretación del concepto cristiano de creación -entendida como participación [Plotino: todos los seres derivan del Uno por participación]-.

. La doctrina cristiana de la creación subraya la diferencia radical que existe entre Dios y los seres creados por él. Mientras Dios es necesario, los demás seres son contingentes: existen, pero podrían no existir.

. Santo Tomás se dio cuenta de una distinción filosófica importante: esencia y existencia no tienen por qué estar relacionadas. Una cosa es la esencia de hombre -animal racional- y otra su existencia: exista o deje de existir, «hombre» seguirá siendo animal racional [?]. La distinción entre esencia y existencia fue un elemento fundamental del sistema tomista.

 CONTINGENCIA COMO MEZCLA DE ESENCIA Y EXISTENCIA

. Filósofos cristianos y neoplatónicos habían insistido mucho en qué cosas distinguen mejor a Dios de los demás objetos del universo:

. Neoplatónicos: El Uno se caracteriza por su absoluta simplicidad, mientras que las demás realidades son compuestas.

. Cristianos y tradición agustiniana: todas las realidades excepto Dios están compuestas de materia y forma.

. Santo Tomás: no acepta que todas las cosas estén compuestas de materia y forma, porque admite la existencia de formas inmateriales. Por eso matiza más: lo que distingue a las realidades creadas es la composición de esencia y existencia. Esto significa que su existencia es contingente porque entre los rasgos de su esencia no entra la existencia. Sólo en un ser necesario -que no puede dejar de existir- esencia y existencia se identifican.

LA EXISTENCIA COMO "ACTO DE SER"

. En la terminología aristotélica, la existencia pone en acto la capacidad de existir contenida en la esencia -mera potencia-. Es decir: la existencia queda caracterizada como acto de la esencia -puesta en acto de la esencia-.

. Pero a cada esencia corresponde un tipo de existencia diferente: existir para un ser vivo es vivir, para un animal sentir; para un ser con entendimiento, entender. Por consiguiente, no todas las cosas existen del mismo modo. Sería más adecuado hablar de composición de esencia y ser: ser y acto de ser.

. El «acto de ser» se despliega en diferentes niveles de perfección, según la esencia de que se trate: será más perfecto en un entendimiento que en un animal, en una planta más que en una piedra. La perfección en cada caso depende de lo que su esencia contenga en potencia.

. Dios no tiene limitación alguna; su esencia incluye toda perfección posible: su esencia es su ser. Ser y esencia se identifican.

ACTO DE SER Y PARTICIPACIÓN

. A diferencia de Dios, los seres creados se componen de esencia y ser. Participan del ser en diversos grados, según las respectivas esencias. Y en esto recurre al concepto cristiano de participación. Por tanto, la inspiración más profunda de su pensamiento no es aristotélica, sino platónica/neoplatónica.

UNA ÉTICA FINALISTA DE RAÍZ NATURAL

.. De Aristóteles incorpora Santo Tomás las siguientes tesis:

a. La felicidad es el fin último del hombre.

b. El conocimiento de la naturaleza humana nos proporciona un conjunto de normas morales que constituyen la ley natural.

.. Muchos griegos -sofistas, epicúreos, etc.- habían reflexionado ya sobre la naturaleza humana como fuente de normas de conducta, y pusieron de manifiesto las dos grandes orientaciones posibles del problema:

(m)  Concepción mecanicista: Si nos preguntamos qué es lo que impulsa a los hombres a actuar como lo hacensofistas, Epicuro-, probablemente coincidamos en que se trata de conseguir el mayor placer posible y alejarnos del dolor.

Desarrollamos así una ética de móviles, buscando respuesta a cómo la naturaleza nos impulsa a actuar del modo que lo hacemos, e indagando las causas, factores y acontecimientos que condicionan nuestra actuación.

(m ) Concepción finalista: La referencia a la naturaleza como fuente de normas puede hacerse también preguntándonos cuál es el fin a cuyo cumplimiento tiende todo ser humano -como hicieron Platón y Aristóteles-. Indagamos en este caso no las causas del comportamiento humano, sino en qué consisten el perfeccionamiento y la plenitud humanas.

En este segundo caso desarrollamos una ética de los fines, una ética centrada en la perfección o cumplimiento de las exigencias de la naturaleza humana.

. A esta concepción finalista/teleológica de la naturaleza humana se adhiere Santo Tomás.

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CAPÍTULO III

FILOSOFIA DEL DERECHO DE SANTO TOMAS DE AQUINO

EXISTENCIA DE LA LEY NATURAL

. Siguiendo la concepción teleológica de Aristóteles, Aquino afirma que el hombre, igual que los demás animales, experimenta ciertas tendencias enraizadas en su naturaleza. No se trata de pulsiones irresistibles, sino de orientaciones espontáneas de la conducta hacia una finalidad concreta.

. La tendencia hacia fines es común a hombres y animales. Pero el hombre tiene una racionalidad propia y diferente a la del resto de los animales. Sólo él puede conocer sus propias tendencias y deducir de ellas ciertas normas de conducta que lo aproximen cada vez más al fin perseguido.

. Queda así demostrada la existencia de la ley natural: Como ser racional, el hombre puede establecer ciertas normas de conducta teniendo en cuenta las exigencias de su propia naturaleza.

 CONTENIDOS DE LA LEY NATURAL

. Se deduce del repertorio de tendencias naturales del hombre. Existen tres tipos de tendencias:

a. En tanto que sustancia, el hombre tiende a conservar su propia existencia. La conservación del individuo y de la especie es un deber moral.

b. En tanto que animal, el hombre tiende a procrear. De aquí pueden derivarse algunas normas de conducta relacionadas con el cuidado y protección de los hijos.

c. En cuanto racional, el hombre tiende a conocer la verdad y a vivir en sociedad. Puesto que la vida en sociedad supone organizar la convivencia de manera que nos permita a cada uno alcanzar nuestros fines, las exigencias de verdad y justicia deben respetarse siempre, para que el grupo humano no degenere en manada, rebaño u horda.

. Pero las exigencias así obtenidas tienen un carácter demasiado general y abstracto. Es preciso un esfuerzo de concreción ulterior, para que los principios generales se transformen en normas concretas realizables en la práctica. Por ejemplo: Si la ley natural exige respetar la vida ajena, ¿qué hacer en caso de guerra o ataque personal? ¿hay circunstancias donde las exigencias naturales pierden su valor? Si una familiar no puede garantizar comida, educación y acogida a un nuevo hijo, ¿es lícito interrumpir el embarazo?

 PROPIEDADES DE LA LEY NATURAL

. Si verdaderamente la ley natural se deduce de nuestras tendencias naturales, su contenido ha de ser evidente, universal e inmutable. No serviría para orientar la conducta de todos los seres humanos si sus mandatos no son asequibles fácilmente a todos los hombres, sin necesidad de un sofisticado proceso educativo.

. Si realmente es un reflejo de la naturaleza humana, los hombres de todas las culturas, países, razas y religiones deberían reconocer los mandatos derivados de ella.

. Si su contenido se deriva directamente de lo más auténtico esencial de la naturaleza humana, en nada debería haber cambiado su contenido a lo largo de la historia. Debe permanecer constante a pesar de los cambios históricos

  LEY NATURAL Y LEY POSITIVA

Ley positiva es la que se halla escrita en los códigos y reglamentos aceptados por un grupo social, con carácter vinculante. Relaciones entre ley natural y ley positiva:

a. La existencia de la ley positiva es una exigencia de la ley natural misma. Si la ley natural impone la vida en sociedad, ésta sólo es posible cuando existe un sistema legal que regule la convivencia y permita solucionar pacíficamente los conflictos. Por tanto, la ley positiva no puede entenderse siempre como una imposición de los más fuertes o un capricho de magistrados: es condición de posibilidad para la vida en sociedad.

b. La ley positiva constituye una prolongación de la ley natural: debería concretar las normas morales y los grandes principios naturales para saber a qué atenerse exactamente en la convivencia social, por ejemplo.

c. La ley positiva no debe ir nunca contra las exigencias de la ley natural. La legislación de un país o comunidad humana nunca debe saltarse los límites marcados por la ley natural, si queremos que sea justa. Una legislación no puede fundamentarse sobre la violación continua de los derechos y exigencias naturales.

. Por tanto, el mundo del derecho y el ámbito de la moral están estrechamente relacionados en la filosofía de Santo Tomás, y se articulan en torno a la idea de justicia. La justicia consiste en «dar a cada uno lo suyo»; es una exigencia ética y natural al mismo tiempo, y sobre ella debe fundamentarse el derecho.

  LA LEY NATURAL Y EL ORDEN DEL UNIVERSO

. La ley natural que debe guiar la conducta humana refleja también el orden general que existe en el universo. Santo Tomás atribuye a Dios la causa de que exista un orden semejante, y a esto le llama ley eterna -tomado de S. Agustín y Heráclito-.

. La ley eterna es «la razón de la sabiduría divina en tanto que rectora de todos los actos y movimientos». Pero mientras esta ley eterna se concreta en leyes físicas y mecanicistas para los objetos y seres del universo, en el caso del ser humano deja espacio para que actúe libremente con la ayuda de su razón. Por tanto, no son las leyes físicas sino la ley moral libremente asumida lo que guía la conducta del ser humano racional y libre. La ley natural no sería más que un reflejo de una ley eterna más amplia [fundamentos teológico-religiosos del sistema tomista].

La Ley de Santo Tomás de Aquino.

En el terreno jurídico, el Santo de Aquino expresa que el hombre es dirigido a su fin por la Ley, la cual es "una ordenación de la razón, dirigida al Bien Común, promulgada por quien tiene a su cargo el cuidado de la comunidad". Afirma que el Derecho Natural es una parte de la Ley Natural; justifica al Estado como consecuencia de la naturaleza sociable del hombre y señala a la comunidad como sujeto y titular del poder público.

Por todo lo anterior y por la trascendencia que ha tenido en el pensamiento occidental, podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que Santo Tomás de Aquino es una de las mentes más lúcidas, geniales y brillantes, por no decir la más, de toda la historia de la humanidad. Por eso, no es arriesgado proponer a este genial santo como el hombre del milenio.

En toda comunidad de seres libres que tienen dominio sobre sus actos, es necesaria la existencia de una norma que indique en que sentido debe orientarse esa actividad libre, de modo tal de indicar el sentido que se necesita para alcanzar la finalidad para la cual esos individuos han decidido vivir en comunidad. Ahora bien, este primer argumento viene a comprobar una vez más la existencia patente y potencia del alma racional como lo es la libertad humana y la capacidad del hombre de elegir libremente entre las posibilidades que conoce y desea, sin estar determinado por ninguna. Justamente porque el hombre es libre y puede incluso elegir una alternativa que no se oriente al bien personal o al bien común de la sociedad política, es que debe existir este marco regulatorio que emane de la razón y se oriente al bien común al que llamamos ley.

Características fundamentales de la ley.

La ley debe ser obra de la razón

La ley es una especie de regla o medida de los actos, para lo cual alguien es inducido a actuar o impedido de actuar. La razón es regla y medida de los actos humanos puesto que es el primer principio de los mismos, puesto que la razón: ordena los actos hacia el fin debido, así queda establecido que la ley es algo que pertenece a la razón.

La ley debe ordenarse siempre al bien común

Así como la razón es principio de los actos humanos, así también en la razón hay algo que es principio respecto de todos los demás actos, por lo cual es necesario que la ley pertenezca a aquello que es lo más principal. El primer principio es el Fin Último, que es en el hombre según el patrono de todas las Escuelas y Universidad del mundo, la felicidad o bienaventuranza. Por la tanto es necesario que la ley se orienta al orden de hacer y conservar la felicidad personal y de la comunidad política. Solo así son legalmente justas las normas, en su orientación al bien común que es una finalidad común, no por comunicación genérica, ni específica, sino por comunicación de finalidad, en tanto que es la natural orientación humana al bien.

¿Es capaz la razón de cualquier particular de hacer la ley?

Ordenar la ley hacia el bien común es tarea de la comunidad o bien de quien hace la representación de esta, por lo tanto legislar pertenece a la comunidad o a la persona pública que tiene al cuidado la comunidad. Ahora bien, la ley se halla en un sujeto no solo activamente (regulando) sino que también pasivamente (por participación, como en sujeto regulado) y de este modo cada hombre sería para sí mismo su propia ley, en cuanto participa del orden establecido por aquel que le incumbe regular.

Ahora bien, Santo Tomás de Aquino se pregunta en "Del Reino" ¿Que conviene más a la ciudad: ser regida por muchos o por un único dirigente? Desde esta pregunta extraemos de la citada obra de nuestro Santo Patrono las siguientes consideraciones que pueden responder:

a) La intención de cualquier dirigente debe encaminarse a procurar la salvación de lo que ha aceptado dirigir.

b) Debe conservar la unidad de la comunidad social que se llama Paz. En cuanto más eficaz sea un régimen para conservar la unidad de la paz, tanto más será útil, pues entenderemos como útil en esta reflexión a lo que mejor lleva hacia el fin. Es más útil para llevar al fin uno que muchos, puesto que en este caso es más posible que uno procure de mejor manera la unidad de la paz de la comunidad, así es más útil el régimen de uno que de muchos.

c) De ningún modo podrían dirigir una multitud muchos si entre ellos disintieran totalmente; nos dice el aquinate que aquí se requiere unidad en la pluralidad para poder regir de algún modo, pues mucho no podrían llevar un barco a puerto si es que no estuviesen unidos de alguna manera. Así se dice que muchas cosas están unidas por aproximación a lo uno, por lo que es más conveniente que rija uno a muchos en cercanía de lo uno.

d) En todo régimen natural es propio que quien dirija sea uno. En el sistema circulatorio: el corazón; en el alma humana: la recta razón; entre las abejas hay una sola reina; en el Universo un solo Dios que es creador y rector de todas las cosas, explica el angélico. Este planteamiento responde a la lógica más pura pues toda multitud proviene de lo uno y toda virtud es mejor si es más una (no ambigua), y es mejor el efecto si es que se asemeja a su causa, tal como el hombre debe esforzarse por seguir el ejemplo de Cristo, el verdadero hombre; y como una obra de arte debe asemejarse a la naturaleza en tanto representación de ella, será más bella en cuanto más se acerque a lo uno. De todo esto se desprende que es mejor lo uno que lo múltiple, y que la comunidad llega de manera más óptima a su fin si es dirigido a él por uno que por muchos.Definición de Ley.

"(.) Un prescripción de la razón, en orden al bien común, promulgada por aquel que tiene el cuidado de la comunidad"

La ley en tanto es impuesta como regla y medida es menester que sea conocida por la comunidad. Así es propio que para que la ley tenga fuerza de obligar, que es lo propio de la ley, debe ser aplicada a los hombres. La aplicación se produce en la promulgación de la ley. Por lo que la promulgación es necesaria para que la ley adquiera su vigor.

Las tres leyes

La ley eterna.

El orden político de la ley está inserto en el orden eterno y universal de la creación y la ley humana no es más que una participación de la ley eterna.a) Es necesario entonces que el mundo esté regido por una divina providencia, pues todo el conjunto del universo está regido por la razón divina que tiene carácter de ley.

b) Esta ley no entiende nada en el tiempo sino que es eterna.

c) El fin del gobierno divino es Dios mismo, y su ley no es otra cosa distinta de ÉL. Por consiguiente la ley eterna no se dirige a otro fin que Dios mismo que es todo el Bien, del cual participan todos los demás bienes, por lo que no puede ser un bien honesto algo que sea contrario a Dios.

d) La ley eterna no es otra cosa que la razón de la divina sabiduría, en cuanto es directiva de todos los actos y movimientos. Precisamente, porque el hombre se mueve dentro de las cosas creadas, la ley humana solo tiene razón y fuerza de ley, en cuanto se conforma con la ley eterna.

e) Toda ley se deriva de la ley eterna en la medida que participa de la recta razón.

f) Por otra parte todas las criatura pueden participar de don manera en la ley eterna:I. Participar de ella porque conoce la misma leyII. De las criaturas irracionales que están sujetas a la ley y que esta es el principio motorEn el hombre ocurre una doble participación de la ley eterna. Hay un doble sometimiento a ella: de la manera que participa por ser racional y conocer la ley y además participa llevando grabada en su misma naturaleza, cierta inclinación a aquello que es conforme a la ley natural.

La ley natural.

El fundamento de la bondad o de la maldad de las acciones humanas tiene su fundamento en la propia naturaleza del hombre.

a) El hombre, ayudado de la razón puede ordenar y sistematizar las reglas y normas del funcionamiento de nuestra propia naturaleza, y a esa ordenación de la razón se le llama ley moral natural o, simplemente ley natural.

b) Ahora bien, podemos definir la ley natural como "(.) el conjunto de reglas o normas que el hombre descubre en su naturaleza y gracias a las cuales es capaz de dirigirse a su fin."

c) Esta ley se llama natural, no por referencia a los seres irracionales, sino porque la razón que la que la proclama pertenece propiamente a la naturaleza humana. Des esto podemos desprender lo siguiente:

I. La ley natural supone una intrínseca ordenación de las facultades humanas hacia sus propios fines, especialmente de la inteligencia hacia el conocimiento de la verdad, y de la voluntad hacia el bien. Es por eso que las potencias del hombre no son anárquicas sino que se orientan a un fin claro guiado por la razón. Es por eso que cuando el hombre no usa sus potencias superiores rectamente y no las orienta al fin debido, está actuando en definitiva en contra de sí mismo. No está siendo verdaderamente un Hombre.

II. Los preceptos de la ley natural están grabados en la inteligencia y la voluntad de todo hombre. el hombre "advierte", "estima" instintivamente que: ayudar a sus semejantes, decir la verdad, cumplir la palabra empeñada Santo Tomás de Aquino, con respecto a la Sindéresis extraída de la ley natural se puede resumir en "Haz y persigue el bien y evita el mal"

En tanto aplicación de una prescripción, podemos decir que Santo Tomás de Aquino distingue 3 leyes: la ley eterna, la ley natural y la ley humana.

Seguramente a la cuarta ley que se refiere su profesor es a la ley divina. Dentro del artículo que está publicado en mi blog, no se especifica sobre la ley divina, y puede que sea un error, pero lo explico ahora, dada su consulta.

Santo Tomás en la Prima Secundae de Suma Teológica, en el tratado de la ley, explica el tema en las siguientes cuestiones:

Cuestión 90: De la esencia de la ley

Cuestión 91: De las distintas clases de leyes

Cuestión 92: de los efectos de la ley

Cuestión 93: de la ley eterna

Cuestión 94: de la ley natural

Cuestión 95: de la ley humana

Como vemos, Santo Tomás no dedica una cuestión completa a la ley divina, sino que solo la indica en la cuestión 91 (S. Th., I-II, q.91, a4) diciendo: "Por la ley natural participamos de la ley eterna en la medida que lo permita la capacidad de la naturaleza humana. Pero el hombre necesita ser encauzado hacia el último fin sobrenatural; por eso se nos ha agregado una ley  por la divinidad, por medio de la cual se nos participa de un modo más perfecto de la ley eterna"

Por si no le quedara claro le cito ahora in extenso, el a.4 de la q.91:

"Además de la ley natural y de la ley humana, era necesario para la dirección de la vida humana contar con una ley divina. Y esto por cuatro razones. Primera, porque el cometido de la ley es dirigir al hombre a sus actos propios con vistas al último fin. Ahora bien, si el hombre estuviese solamente ordenado a un fin que no excediese el alcance de sus facultades naturales, no necesitaría su razón ninguna dirección superior a la ley natural y a la que de ésta se deriva, la ley humana. Pero como el hombre está ordenado al fin de la bienaventuranza eterna, que sobrepasa el alcance natural e las facultades humanas, según ya expusimos (q.5 a.3), siguese que necesitaba ser conducido a su fin no sólo mediante las leyes natural y humana, sino también mediante una ley dada por Dios. Segunda, porque la incertidumbre de los juicios humanos, sobre todo en asuntos contingentes y particulares, da lugar a que hombres de diversa condición juzguen diversamente acerca de los actos humanos y, en consecuencia, formulen leyes diversas y aun contrarias. Por eso, para que el hombre pueda saber sin ninguna duda lo que ha de hacer o evitar, era necesario que fuera dirigido en sus actos propios por una ley de origen divino, de la que consta que no puede equivocarse. Tercera, porque el hombre no puede dictar leyes más que en aquello de que puede juzgar. Pero el juicio del hombre nada puede decir acerca de los movimientos interiores, que están ocultos, sino sólo acerca de los actos exteriores, que se pueden ver. Y, sin embargo, para la perfección de la virtud se requiere que los actos humanos sean rectos en lo interior y en lo exterior. Así pues, como la ley humana no alcanza a someter y ordenar suficientemente los actos interiores, era necesario que para esto se nos diera además una ley divina. Cuarta, porque, como dice San Agustín en I De lib. arb.9, la ley humana no puede castigar o prohibir todas las acciones malas, pues al tratar de evitar todo lo malo, suprimiría a la vez muchos bienes e impediría el desarrollo del bien común, que es indispensable para la convivencia humana. Por eso, para que ningún mal quedara sin prohibición y castigo, era necesario que sobreviniese una ley divina por la cual quedaran prohibidos todos los pecados. Y estas cuatro razones aparecen insinuadas en el salmo 18,8, donde se dice: La ley del Señor es inmaculada, es decir, no permite ninguna mancha de pecado; convierte el alma, porque dirige no sólo los actos externos, sino también los internos; el testimonio del Señor es fiel, por la certeza de su verdad y rectitud; concede ¡a sabiduría a los pequeños, porque ordena al hombre al fin sobrenatural y divino.

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CONCLUSIONES

  • 1. El concepto de ley natural ha tenido enorme aceptación entre intelectuales y filósofos morales. La Ilustración lo recogió, aunque despojándolo de sus elementos teológicos. Hoy sigue constituyendo el eje fundamental que explica los pronunciamientos de la jerarquía católica en cuestiones de moral, teología y sociedad. Pero ha sufrido duros ataques por parte del historicismo [Ortega y Gasset: el hombre no tiene naturaleza, tiene historia] y del existencialismo [J.P. Sartre: el hombre no tiene naturaleza, es libertad]. Hoy se ven numerosos elementos aprovechables en el concepto de ley natural, para combatir particularismos y nacionalismos beligerantes, y se ha puesto de moda con las corrientes de inspiración ecologista, aunque reinterpretado y maquillado

  • 2. Hay que decir: Como ya expusimos (a.4.5.), a la ley natural pertenecen, en primer lugar, ciertos preceptos comunísimos que son conocidos de todos, y luego, ciertos preceptos secundarios y menos comunes, que son como conclusiones muy próximas a aquellos principios. Pues bien, en cuanto a los principios más comunes, la ley natural no puede en modo alguno ser borrada de los corazones de los hombres si se la considera en universal. Puede ser abolida, sin embargo, en algún caso concreto cuando, por efecto de la concupiscencia o de otra pasión, la razón se encuentra impedida para aplicar el principio general a un asunto particular, según ya expusimos.

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  • Tomás de Aquino (traducción de Ana Mallea) (Marzo 2000). Comentario a la Ética a Nicómaco de Aristóteles. Pamplona: EUNSA. ISBN 84-313-1761-2.

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