El Odio y el Temor: Un Estudio del Arcano del Narcisista Patológico…

"El odio es la venganza de un cobarde intimidado". George Bernard Shaw (1856-1950)

"En una previa ponencia: Amor y celos, discutimos esa pasión tan responsable por tantas miserias humanas. Aquí añadimos el elemento del odio… Otra de nuestras pasiones intensas." FEFL en Trilogía del Amor: El Amor, el Odio y los Celos.

Introducción

Hace 147 años, el 14 de abril del 1865, Abraham Lincoln fue asesinado en el Teatro Ford en Washington, DC.

El hombre que disparó el tiro que lo ultimara, lo odiaba a muerte. Su nombre, John Wilkes Booth.

Teatro Ford

Antes del homicidio, el actor John Wilkes Booth estaba camino al destino de una vida incierta como actor de reputación modesta, si no fuera por haberla elevado a una fama tan deplorable como lóbrega cuando hiriera el símbolo de grandezas, por él inalcanzable, encarnada en la persona de Abraham Lincoln. ("Nosotros los cerdos somos trabajadores intelectuales… Día y noche velamos por vuestro bienestar". Rebelión en la Granja, por George Orwell).

Otra forma de odio y de asesinato…

El 7 de octubre del 1849, antes de que la tragedia de Lincoln tuviese lugar, el genio de las letras norteamericano Edgard Allan Poe, falleció por causas desconocidas y misteriosas. Sin ninguna dilación, y, aprovechando la oportunidad de hacer daño a su nombre y memoria, su oponente literario y albacea aleatorio, Rufus Wilmot Griswold, se dedicaría a la tarea del asesinato del carácter y la reputación del escritor, inspirado por el odio que le profesara.

Dos personas caen víctimas del odio incontenible… ¿Cuántas otras más no lo son cada día, destruidas por una pasión poco estudiada y menos entendida?

Este artículo es una lección acerca del odio

Para definir este afecto o desvarío emocional, hemos recurrido a muchas fuentes, decidiendo adoptar, como definición para esta labor, la ofrecida por Wikipedia Español, aunque no sea totalmente apta.

El odio

El odio es un sentimiento de profunda antipatía, rencor, disgusto, aversión, enemistad o repulsión hacia una persona, cosa, o fenómeno, así como el deseo de evitar, limitar o destruir el objeto odiado.

El odio por Salvador Dalí

El odio se puede basar en el miedo a su objetivo, ya sea justificado o no, o más allá de las consecuencias negativas de relacionarse con él.

El odio se describe con frecuencia como lo contrario del amor o la amistad; otros, como Elie Wiesel, consideran al odio como lo opuesto al amor. El odio puede generar aversión, sentimientos de destrucción, destrucción del equilibrio armónico y ocasionalmente autodestrucción, aunque la mayoría de las personas puede odiar eventualmente a algo o alguien y no necesariamente experimentar estos efectos.

El odio no es justificable desde el punto de vista racional porque atenta contra la posibilidad de diálogo y construcción común. Es posible que las personas sientan cierta aversión sobre personas u organizaciones que a estabilidad, incluso ciertas tendencias ideológicas como el capitalismo o el socialismo.

El odio es una intensa sensación de desagrado. Se puede presentar en una amplia variedad de contextos, desde el odio de los objetos inanimados o animales, al odio de uno mismo u otras personas, grupos enteros de personas, la gente en general, la existencia, la sociedad, o todo. Aunque no siempre, el odio a menudo se asocia con sentimientos de enojo. (Para seguir leyendo: http://es.wikipedia.org/wiki/Odio).

En la búsqueda por fuentes alternativas, recurrimos a las escrituras sagradas. En estos lugares nuestra recompensa, como resultado de nuestras pesquisas, resultó ser escasa.

Odio en la Biblia

En este instrumento muy poco encontramos, ya que aquí se habla del odio de manera general. Describiendo la forma como muchos lo expresan, pero no se define el odio como dinamismo ético/religioso, específico del comportamiento del ser humano.

Para este último propósito, nos hemos satisfecho con reproducir el título y el párrafo con que comienza un artículo relacionado, sujeto a controversia.

Amor de hermano

"La Biblia enseña que Jesús también predicó el odio al prójimo", cuestiona un ateo

…Mehta, señala que Jesús no era tan pacífico como que se predica. Mehta, citó algunos pasajes de la Biblia para demostrar que, después de todo, el "Cordero de Dios" no era como el cordero, porque a veces resultó ser intolerante y odioso. (Para leer el artículo: http://www.noticiacristiana.com/educacion/teologia/2012/03/%E2%80%9Cla-biblia-ensena-que-jesus-tambien-predico-el-odio-al-projimo%E2%80%9D-cuestiona-un-ateo.html).

El odio en el psicoanálisis Freudiano

Parece ser que, como el odio es un afecto idiosincrásico; que éste no permite una expresión que lo defina de manera congruente dentro de ningún sistema teórico del estudio de los mecanismos mentales — como plantea ser el psicoanálisis freudiano.

He aquí una exposición razonable de este sentimiento desde el punto de vista teórico de acuerdo a esta última doctrina.

El odio es para S. Freud un hecho clínico fundamental. De él esboza el origen psíquico y las consecuencias sociales. Un hecho clínico fundamental. El odio es un hecho clínico cuya evidencia se le impone a Freud.

Esta pasión se manifiesta particularmente en la experiencia del duelo a través de los síntomas o de los sueños. Freud muestra de entrada su importancia a propósito de su paciente Elisabeth (Estudios sobre la histeria, 1895).

La joven había experimentado una gran satisfacción con la idea de que su hermana al fin muriese y le dejase así la vía libre para casarse con su cuñado. Pero se había defendido de esta representación insoportable convirtiendo esa excitación psíquica en síntomas somáticos: dolores en la pierna.

¿Odiaos los unos a los otros…?

La confesión de este odio acarrea en ella la desaparición parcial de sus síntomas.

Del mismo modo, el obsesivo puede sufrir la pérdida real de un ser cercano con una intensidad que Freud califica de patológica.

Paga el derecho de este odio inconfesado respecto de ese ser cercano volviéndolo contra sí mismo bajo la forma de una culpabilidad autopunitiva.

El odio hacia sí mismo es por lo tanto característico del masoquismo moral (Duelo y melancolía, 1915).

Pero Freud comprueba más generalmente en La interpretación de los sueños (1900) que la obligación convencional de amar al prójimo provoca la represión de los pensamientos de odio y su reaparición disfrazada en los sueños de duelo.

Cuando alguien sueña que su padre, su madre, su hermano o su hermana han muerto y que se apena mucho por ello, es porque ha deseado su muerte en un momento dado, antes o ahora. El dolor experimentado en el sueño burla a la censura.

Su origen y su incidencia social.

Este odio se origina para Freud en la relación primordial del sujeto con los objetos reales pertenecientes al mundo exterior, y no deja de tener su efecto social.

Así, el sujeto odia, detesta y persigue, con la intención de destruirlos, a todos los objetos que son para él una fuente de displacer.

La relación con el mundo exterior extraño que aporta excitaciones está marcada entonces por este odio primordial.

Forman parte de esto real extraño todos los objetos sexuales cuya presencia o ausencia el sujeto al principio no domina. Así sucede con el seno materno, por ejemplo (Trabajos sobre metapsicología, 1915).

(Para seguir leyendo: http://www.tuanalista.com/Diccionario-Psicoanalisis/6470/Odio.htm).

Lo antedicho, puede considerarse como explicación aproximada, con posibilidades de aplicaciones clínicas.

Prosigamos

El odio institucionalizado: Lincoln vs Booth

Indiscutiblemente, Abraham Lincoln, el décimo sexto presidente de los Estados Unidos se considera como el más destacado de todos los primeros mandatarios de esa nación; por su liderazgo durante la guerra civil americana y su elocuencia en sus alocuciones, como fuera el Discurso de Gettysburg. (Para seguir leyendo: http://www.ask.com/wiki/Historical_rankings_of_Presidents_of_the_United_States?oo=0).

Para leer el Discurso de Gettysburg: http://www.monografias.com/trabajos57/lincoln-marfan-syndrome/lincoln-marfan-syndrome2

Todos sabemos quien fuera Abraham Lincoln, pero, no obstante, poco sabemos acerca del sujeto quien fuera responsable por su magnicidio.

John Wilkes Booth

John Wilkes Booth (10 de mayo de 1838 † 26 de abril de 1865) fue un actor estadounidense, famoso por asesinar a Abraham Lincoln. Booth fue un simpatizante de los confederados que no soportó la derrota confederada y cómo terminó la Guerra Civil estadounidense

Booth y un grupo de fanáticos conspiradores dirigido por él, entre ellos el dependiente de farmacia David Herold, se organizaron para atentar contra el Presidente Abraham Lincoln; a Andrew Johnson, Vicepresidente; al Secretario de Estado William Seward, y al Secretario de Guerra Edwin Stanton, en un desesperado intento por ayudar a la causa de la Confederación.

Aunque el Ejército del Norte de Virginia del general confederado Robert E. Lee se había rendido en Appomatox el 9 de abril de 1865, Booth consideraba que la guerra no se había terminado todavía. De los conspiradores, solo Booth tuvo éxito en el cumplimiento de su parte de la trama.

Lienzo del asesinato de Lincoln.

Así que la tarde noche del 14 de abril, aprovechando que el presidente Lincoln, junto a su esposa, estaba presenciando una comedia en el teatro Ford de Washington D.C., se coló en el palco del presidente y le descargó un disparo en la cabeza con una pistola Philadelphia Deringer, que lo dejó herido de muerte, la cual se produjo horas después.

El asesino aprovechó la confusión y saltó del palco, agarrándose de un telón que al rajarse arrojó a John Wilkes Booth al suelo, hiriéndolo en la pierna izquierda. Al saltar por el telón del palco presidencial se rompió el pulgar derecho y al llegar al escenario sufrió un corte en la ceja debido a una espada.

Mientras huía del escenario del crimen, dijo la famosa frase: "Sic semper tyrannis". Fue encontrado cuatro días después viviendo en una granja donde supuestamente fue asesinado, pero hay evidencias de que no era él, pues John tenía pelo negro y cara lisa, mientras que el asesinado tenía pelo rojizo y pecas. La realidad es que pocos días después, al amanecer del 26 de abril varios soldados lo encontraron, junto a Herold, en la granja de Garrett y Booth fue alcanzado por un disparo del soldado Boston Corbett acabando con su vida.

David Herold, Mary Surrat y los demás conspiradores fueron detenidos, juzgados y ahorcados el 7 de julio de 1865. Para continuar leyendo: http://es.wikipedia.org/wiki/John_Wilkes_Booth).

Como podemos apreciar, leyendo la minuciosa y detallada descripción de este abominable crimen, en el libro Killing Lincoln: The Shocking Assassination that Changed America Forever, nos quedamos con la impresión indeleble del odio enceguecedor que el degradado asesino profesaba hacia su víctima.

Las razones para este profundo odio

Booth era un actor mediocre y marginal, cuya fama no pareciera destinada a florecer y a quien toda forma de reconocimiento por siempre lo evadió.

Engreído, vano, mujeriego y narcisista, percibiría en su víctima — como resultado de su envidia — el contraste idealizado de sus flaquezas y deficiencias personales.

Abraham Lincoln

Como narcisista patológico (NP), en sus planes para llevar a cabo su crimen, se revolcaba en el légamo fétido de sus sentimientos de omnipotencia. Por esa razón, su estrategia la tramó al azar, sin orden ni concierto, sin anticipar las trabas que el destino pondría en proporcionarle el esperado escape, sin las dificultades imprevistas que tuviera. Mientras que, tampoco, nunca pudo anticipar la condenación acerba por su acción, de los ciudadanos de un país que aún no se había recuperado de esa guerra entre hermanos, de aniquilación recíproca, conocida como La Guerra Civil Norteamericana (1861-1865). En la cual 620,000 soldados dieron sus vidas por una causa que, para muchos de los que por ella murieran, traicionaba los sentimientos éticos más elementares del ser humano.

Mientras que otros morirían sin entender la razón por la cual se inmolaron.

Ahora examinaremos otro tipo de odio: La envidia profesional

La última, siendo la causa del odio que Rufus Wilmot Griswold abrigara hacia Edgard Allan Poe.

Pero, antes, debemos saber quién fue Edgard Allan Poe.

John Wilkes Booth a la izquierda, en el tablado del Teatro Ford con sus hermanos

Para una biografía resumida de este notable poeta y escritor:

Edgar Allan Poe (Boston, Estados Unidos, 19 de enero de 1809 -Baltimore, Estados Unidos, 7 de octubre de 1849) fue un escritor, poeta, crítico y periodista romántico estadounidense, generalmente reconocido como uno de los maestros universales del relato corto, del cual fue uno de los primeros practicantes en su país. Fue renovador de la novela gótica, recordado especialmente por sus cuentos de terror. Considerado el inventor del relato detectivesco, contribuyó asimismo con varias obras al género emergente de la ciencia-ficción. Por otra parte, fue el primer escritor estadounidense de renombre que intentó hacer de la escritura su modus vivendi, lo que tuvo para él lamentables consecuencias.

Fue bautizado como Edgar Poe en Boston, Massachusetts, y sus padres murieron cuando era niño. Fue recogido por un matrimonio adinerado de Richmond, Virginia, Frances y John Allan, aunque nunca fue adoptado oficialmente. Pasó un curso académico en la Universidad de Virginia y posteriormente se enroló, también por breve tiempo, en el ejército. Sus relaciones con los Allan se rompieron en esa época, debido a las continuas desavenencias con su padrastro, quien a menudo desoyó sus peticiones de ayuda y acabó desheredándolo. Su carrera literaria se inició con un libro de poemas, Tamerlane and Other Poems (1827).

Por motivos económicos, pronto dirigió sus esfuerzos a la prosa, escribiendo relatos y crítica literaria para algunos periódicos de la época; llegó a adquirir cierta notoriedad por su estilo cáustico y elegante. Debido a su trabajo, vivió en varias ciudades: Baltimore, Filadelfia y Nueva York. En Baltimore, en 1835, contrajo matrimonio con su prima Virginia Clemm, que contaba a la sazón trece años de edad. En enero de 1845, publicó un poema que le haría célebre: El cuervo. Su mujer murió de tuberculosis dos años más tarde. El gran sueño del escritor, editar su propio periódico (que iba a llamarse The Stylus), nunca se cumplió.

Pistola Deringer calibre .41 que utilizara John Wilkes Booth para dar muerte a Lincoln

Murió el 7 de octubre de 1849, en la ciudad de Baltimore, cuando contaba apenas cuarenta años de edad. La causa exacta de su muerte nunca fue aclarada. Se atribuyó al alcohol, a congestión cerebral, cólera, drogas, fallo cardíaco, rabia, suicidio, tuberculosis y otras causas. (Para continuar leyendo:

http://es.wikipedia.org/wiki/Edgar_Allan_Poe).

Poe personificó y acopió en sus talentos y genio literarios, todo lo que Griswold, el mediocre resentido, y narcisista frustrado, ansiara para sí mismo, sin poder alcanzarlo.

Conozcamos algo de su persona antes de proseguir con nuestra ponencia.

Rufus Wilmot Griswold 

Rufus Wilmot Griswold (Vermont, Estados Unidos, 13 de febrero de 1812 -Nueva York, Estados Unidos, 27 de agosto de 1857) fue un antologista, editor, poeta y crítico literario estadounidense, muy conocido por su rivalidad con el poeta Edgar Allan Poe.

Nació en el estado de Vermont, y dejó su casa a los quince años. Trabajó como periodista, editor y crítico en Filadelfia, en Nueva York y otros lugares. Adquirió reputación, en gran parte debido a una antología: The Poets and Poetry of America ('Los poetas y la poesía de América'). Dicha antología, la más extensa de su tiempo, reunía lo más granado, según el compilador, de la poesía de su país a la sazón. Griswold publicó versiones revisadas y antologías similares durante el resto de su vida, aunque de muchos de los poetas que quiso promover nunca más se supo. Muchos escritores desearon ingresar en estas ediciones, a pesar de quejarse del fiero carácter del antologista. Griswold estuvo casado en tres ocasiones: su primera esposa murió joven, su segundo matrimonio terminó en un controvertido divorcio, y su tercera esposa le dejó después de que el divorcio anterior fuese revocado.

Homenaje rendido por una nación admiradora a uno de sus hijos favoritos

Edgar Allan Poe, cuya poesía había sido incluida en la antología de Griswold, publicó una respuesta que cuestionaba a algunos de los poetas elegidos. Esto desencadenó una gran rivalidad entre ambos escritores, que se exacerbó cuando Griswold sucedió a Poe como editor de la Graham's Magazine, con un salario superior al de Poe. Más tarde, ambos competirían por la atención de la poetisa Frances Sargent Osgood. Nunca se reconciliaron. Tras la misteriosa muerte de Poe, en 1849, Griswold escribió una áspera esquela y logró convertirse en su albacea literario, iniciando luego una campaña para arruinar su reputación. Ello duró hasta su propia muerte, ocurrida ocho años más tarde, en 1857.

Griswold se consideró a sí mismo un experto en poesía norteamericana, y fue uno de los primeros en proponerla como disciplina académica. También apoyó introducir una legislación sobre copyright, hablando en el Congreso sobre la protección de la industria editorial, aunque él mismo había pirateado obras de otros. Un compañero editor declaró sobre él: «Cuanto más sonoros eran sus discursos, más deprisa rapiñaba.» (Para continuar leyendo: http://es.wikipedia.org/wiki/Rufus_Wilmot_Griswold).

Otra víctima del odio… Dante Alighieri

Dante murió en el exilio, después de haber luchado en su vida contra la intriga de seres de constitución moral ínfima, quienes, sin duda, resintieron sus elevados talentos.

Su obra principal que le mereció gloria y lugar merecido en el panteón de los inmortales se conoce como La Divina Comedia.

Dante Alighieri

Dante Alighieri (Florencia, c. 29 de mayo de 1265 -Rávena, 14 de septiembre de 1321) fue un poeta italiano. Su obra maestra, La Divina Comedia, es una de las obras fundamentales de la transición del pensamiento medieval al renacentista. Es considerada la obra maestra de la literatura italiana y una de las cumbres de la literatura universal. En italiano es conocido como "el Poeta Supremo" (il Sommo Poeta). A Dante también se le llama el "Padre del idioma" italiano. Su primera biografía fue escrita por Giovanni Boccaccio (1313-1375), en Trattatello in laude di Dante.

La Divina Comedia

Dante en el Purgatorio

La Divina Comedia es una epopeya alegórica en tercetos encadenados escrita entre 1304 y su muerte, considerada como una de las obras maestras de la literatura italiana y mundial. Numerosos pintores de todos los tiempos crearon ilustraciones sobre ella, destacan Botticelli, Gustave Doré y Dalí. Dante la escribió en el dialecto toscano, matriz del italiano actual, que se utilizó entre los siglos XI y XII. La obra se divide en tres partes: Infierno, Purgatorio y Paraíso.

Cada una de sus partes está dividida en 33 cantos, a su vez compuestos de tercetos. La composición del poema se ordena según el simbolismo del número tres (número que simboliza la trinidad sagrada, Padre, Hijo y Espíritu Santo, así como también, el número tres simboliza el equilibrio y la estabilidad en algunas culturas, y que también tiene relación con el triángulo): tres personajes principales, Dante, que personifica al hombre, Beatriz, que personifica a la fe, y Virgilio, que personifica a la razón; a estrofa tiene tres versos y cada una de las tres partes cuenta con treinta y tres cantos. El poema puede leerse según los cuatro significados que se atribuyen a los textos sagrados: literal, moral, alegórico y anagógico. En este poema, Dante hace gala de un gran poder de síntesis que es característico de los grandes poetas.

Virginia Eliza Clemm Poe

Dante Alighieri llamó comedia a su libro pues, de acuerdo con el esquema clásico, no podía ser una tragedia, ya que su final era feliz. El libro suele presentarse actualmente con un gran cuerpo de notas que ayudan a entender quiénes eran los personajes mencionados. Estos comentarios incluyen interpretaciones de las alegorías o significados místicos que contendría el texto, que otros prefieren leer como un relato literal. Esta tendencia se acentuó en el siglo XX entre los exégetas y críticos de La divina comedia, muchos de los cuales sostienen que Dante narró una historia en el mundo material de ultratumba tal como se lo concebía en su tiempo. Miguel Asín Palacios, por otra parte, destacó la importancia de la escatología musulmana en la estructura del Infierno dantesco, y en particular de la obra Escala de Mahoma, en la que Mahoma, guiado por el arcángel Gabriel, recorre el Cielo y el Infierno, dividido este último en siete estancias.(Para continuar leyendo: http://es.wikipedia.org/wiki/Dante).

Dante "asignó" en su obra — a personajes históricos quienes lo habían ultrajado, como retribución merecida — ciertos lugares en el infierno, durante el "recorrido" que virtual hizo.

El odio, el narcisismo patológico (NP), y la rabia narcisista

Sin haberlo dispuesto en su visión anticipada del odio — como pasión inherentemente peculiar del ser humano — en la, bien conocida, leyenda bíblica de Caín y Abel encontramos como expresión manifiesta la tragedia entre dos hermanos que culmina en la muerte de uno.

Cuando, un preocupado Dios, pregunta a Caín por el paradero de Abel, el enojado hermano, le responde:

¿Soy yo acaso guarda de mi hermano? (Génesis 4:9).

Indicando que, habiendo eliminado el odiado rival, pretendía evadir la rabia divina por medio de la decepción y el embeleco; aunque sería obvio para todos, que Caín debía estar consciente del hecho de que Dios todo lo sabe.

Algo que se repite en la historia de Wilkes Booth, quien, siendo familiar con la estructura del teatro Ford, en cuyo escenario había actuado roles mediocres, decide tomar riesgos calculados, para el asesinato de Lincoln, que fracasaran de imprevista manera.

Pero, en medio de esta discusión, una digresión de naturaleza teológica es necesaria para estimar si Dios es omnisciente (que puede ver el pasado, leer el presente y predecir el futuro) como no parece ser el caso en muchos de los pasajes bíblicos que nos son más familiares, lo que explica la pregunta de apariencia capciosa que el Todopoderoso hiciera a Caín.

Rufus Wilmot Griswold

Veamos

Para el personaje víctima del NP, su sentido supremo de omnipotencia fantaseada — adoptado como una defensa psicológica de naturaleza inconsciente y cuya génesis es reprimida — Representa la base funcional de su maldad sin límites y de sus sentimientos (o carencia de ellos) para los demás — quienes se convierten de manera expediente en forraje para saciar sus apetitos ciclópeos.

 Solamente Dios sabe certeramente y con todo lujo de detalles todo lo que ha de ocurrir en el futuro.  Esa ha sido la creencia histórica del cristianismo bíblico.  Dios todo lo sabe, siendo que él es omnisciente conoce a cabalidad no solamente el pasado y el presente sino también el futuro. (Para ver el resto: http://www.vidaeterna.org/esp/estudios/omnisciencia.htm).

Así musita un teólogo cristiano en un ensayo digno de ser ponderado.

En el caso del Narcisista Patológico, los mecanismos de la imprevisibilidad de la vida y el poder aplastante de la fuerza del destino, sólo aplica a los demás, porque su ego aventado, como la panza de un batracio, no admite la realidad a la que tanto teme sin permitirse reconocerlo.

El Marchante del Puente paradigma del NP

El genio literario de Shakespeare y sus intuiciones sorprendentes lo colocan como figura universal, no solo de las letras sino del drama vibrante de la psicología funcional/intuitiva del ser humano.

Nuestro análisis en esta ponencia se basa en que todos los caracteres shakesperianos revelan una estructura mental que trasciende las épocas y que se repiten en sus manifestaciones en el transcurso del tiempo. Es como si el bardo hubiese sido iniciado dentro del complejo que hoy llamamos La Regla del DNA.

Charles Buchel como Shylock

Este ensayo es una obra de naturaleza ficticia breve o de historia corta. Se basa en su configuración y en su plan en la famosa obra El Mercader de Venecia.

La imaginación de Shakespeare entrelaza en esa narración cuatro argumentos diferentes. El principal de ellos es el litigio entre el mercader Antonio y el judío Shylock, por el préstamo que éste le hace para que Bassanio pueda conquistar a Porcia y el extraño pagaré que Shylock hace firmar a Antonio, donde se compromete, como colateral, a entregar una libra de su cuerpo y carne, con el fin de vengarse finalmente de él, si no paga.

Otro argumento posible es el cortejo de Porcia por Bassanio y el acertijo de los cofrecillos — como asignación impuesta por el padre, ya muerto — para que quien lograra resolver el rompecabezas terminara casándose con ella.

Los otros dos argumentos finales son los amores de Graciano y Nerissa y la huida de Jessica, hija de Shylock, con Lorenzo, un goy.

Las personas cultas en cuyas manos estas líneas caerán entenderán la trama. Las que no lo son, no cuentan para los fines. (Para continuar leyendo: http://www.monografias.com/trabajos50/narcicismo-patologico/narcicismo-patologico).

¿Puede el odio también ser creativo y estético?

Si, como odio, se califican los celos… Entonces sería posible, como en seguida veremos:

Es la última escena…

Canio, el Payaso, después de descubrir la infidelidad de su amante, por Tonio quien a su vez amaba a Nedda, la esposa. En el acto final de la pantomima, canta, mientras se apresta a salir al escenario vestido de arlequín. Canio no sabe, que el amante de Nedda es Silvio un joven aldeano local.

Canio…

Entretanto se maquilla, canta frente al espejo, y en las estrofas que entona —Recitar!… Vesti la giubba — lamenta que su vida esté ordenada por una ocupación, donde se ríe aunque llorar se quiera — porque llorar él desea, ya que la amante infiel le ha desolado el alma.

Despacioso, vocaliza el aria famosa, vesti la giubba, con sus estrofas divinas de dolida angustia. Mientras solloza se aplica la máscara, se enjuga las lágrimas y procede camino al tablado a encontrar a Nedda, la esposa traidora y la colombina de la ópera. Lo hace mientras alberga el propósito de apuñalarla si no revela la identidad del amante. Lo haría para privar al otro, del amor del que ha sido despojado. Cuando, Nedda rehúsa, sollozando, mortalmente la hiere, y cesa su canto para decirnos, con tristeza infinita: "la commedia è finita…"

¡Aplauso!… ¡APLAUSO! ¡APLAUSO!

Ridi pagliacci!… (Para seguir leyendo: /trabajos50/payaso-triste/payaso-triste2).

El odio político (o es ¿el odio del político?)

El odio político permea de manera implacable las mentalidades de todos los dictadores y de los gobernantes, como Bush y Cheney, que se ampararan en leyes ficticias e inventadas para torturar prisioneros, o a Barack Obama para ordenar la ejecución de Osama Bin Laden (otro sembrador del odio y la destrucción), negándole el debido proceso que la ley requiere.

El duelo de Aaron Burr y Alexander Hamilton

El duelo entre 1804 Alexander Hamilton y Aaron Burr expresa otro tipo de odio. El odio de lèse-majesté.

En la mañana del 18 de junio de 1804, un visitante entregó un paquete al ex secretario del Tesoro Alexander Hamilton. En el interior había un recorte de periódico y una carta escueta de tres frases. El recorte, dijo que Hamilton había descrito el vicepresidente Aaron Burr como "un hombre peligroso, en quien no deben de ser confiadas las riendas del gobierno." 

Aaron Burr hiere mortalmente a Alexander Hamilton

Se llegó a decir que Hamilton había "expresado" una "opinión todavía más despreciable" de Burr — al parecer un amargo ataque personal sobre la moralidad privada de éste. 

La carta, firmada por Burr, exigió como "pronta y sin reservas" la negación o una disculpa inmediata.

Si Alexander Hamilton había considerado a Burr como un hombre sin escrúpulos. Burr, a su vez, culpó a Hamilton por su derrota en la contienda para gobernador de Nueva York a principios de año. 

Cuando Hamilton no respondiera a su carta de manera satisfactoria, Burr insistió en resolver la controversia de acuerdo con el código de honor.

Caballeros a finales de siglo XIX en los Estados Unidos se mostraban muy ansiosos en proteger el honor por vía de la confrontación armada del duelo. 

Para defender su reputación, un caballero podría retar a otro a un duelo. Lo que siempre sería seguido por una serie de respuestas formales y negociaciones para evitar la pérdida de vidas. Sólo en raras ocasiones un desafío resultaría en la violencia. Once veces Alexander Hamilton estuvo involucrado en los asuntos de honor, y sólo una vez se intercambiaron disparos.

Poco después de las 7 de la mañana del 11 de julio del 1804, Burr y Hamilton se reunieron en un terreno de duelo en Nueva Jersey, al otro lado del río Hudson de Nueva York. 

Era el lugar exacto donde el hijo mayor de Hamilton, Felipe, había muerto en un duelo similar.

Después de que él y Burr tomaron sus posiciones a diez pasos de distancia, Hamilton levantó su pistola en la orden de "¡Presente!" y al parecer disparó. Su tiro chocó contra un árbol unos metros al lado de Burr. Luego Burr disparó. Su tiro golpeó a Hamilton en el lado derecho y le atravesó el hígado. Hamilton murió al día siguiente.

Maestro del odio…

Hamilton había dicho que iba a disparar intencionalmente su primer tiro a un lado. La opinión popular es que Burr había matado al líder federalista en un acto de asesinato a sangre fría. De hecho, los historiadores no saben si Burr era culpable de asesinato premeditado. De acuerdo con el código de honor, si Hamilton erró en su primer intento, Hamilton tendría una segunda oportunidad para disparar.

Un gran jurado acusó a Burr de asesinato. El vicepresidente se refugió en Georgia y Carolina del Sur, hasta que las acusaciones fueron anuladas y que pudiera terminar su mandato. (Para leer más: http://www.digitalhistory.uh.edu/learning_history/burr/burr_menu.cfm).

El odio del NP

Parodiando los cantos de Dante; a los narcisistas, en la Divina Comedia, los pondríamos en el círculo más cercano a Satán, mientras los describimos cuando, por su lado camináramos, como Dante lo hiciera con sus acompañantes, el poeta Virgilio y su amada Beatriz:

• Urdidores de falsedades

• Chismosos empedernidos

• Infieles a todos

• Amantes del dinero mal habido

• Mentirosos

• Compradores de jueces venales

• Lascivos

• Inadecuados espiritualmente

• Falsificadores de firmas

• Destructores de la moral de sus propios hijos

• E insulsos en todos respectos.

En fin, alguien quien nadie, en su buen juicio, desearía tener cerca…

Fin de la lección.

El Monte Rushmore en Dakota del Sur, representa los primeros ciento cincuenta años de la historia norteamericana:

De izquierda a derecha: George Washington, Thomas Jefferson, Theodore Roosevelt y Abraham Lincoln.

Nota:

Muchos historiadores no entienden la razón por la cual Theodore (Teddy) Roosevelt fuera incluido en este monumento.

En resumen

El odio es una pasión que ha resultado en los muchos genocidios, que en la historia reciente, con pavor, hemos presenciado.

El odio es ciego, porque ofusca el juicio, y, a la vez, obnubila la razón.

Pero, existen odios y existen odios.

El odiar la injustica y la venalidad es distinto al odiar al prójimo; por el mero hecho de saber que uno, como persona, es inferior a otros.

Así es el odio de los narcisistas patológicos de los que tanto encontramos en la vida cotidiana.

Fin de la lección.

Bibliografía

• Larocca, FEF: Trilogía del Amor: El Amor, el Odio y los Celos en monografías.com

• Larocca, FEF: La Grandeza de Ser Débiles en monografías.co

• Larocca, FEF: Lincoln and Marfan"s Syndrome in monografías.com

• Larocca, FEF: Lincoln y Otra Enfermedad con Él Asociada en monografías.com

• Larocca, FEF: La Parapsicología y los Sueños: Casos Famosos en mailxmail.com

• Larocca, FEF: La Neuropsicología de los Prejuicios en monografías.com

• Larocca, FEF: De Cómo la Regla del DNA Gobierna un Mundo de Incertidumbres Ciertas en monografías.com

• Larocca, FEF: Enfrentar lo Nuevo Aunque Sea Viejo en maixmail.com

• Larocca, FEF: La Envidia y la Trilogía Narcisista en monografías.com

• Larocca, FEF: Una Reseña Acerca del Narcisismo Patológico (NP) en monografías.com

• Larocca, FEF: El Escotoma Moral y el Enjuiciamiento de los Jueces en monografías.com

• Larocca, FEF: Evolución y lo Ineluctable de las Fuerzas de la Naturaleza: Una reseña en dos Actos en monografías.com

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Detalle de un mosaico titulado El Infierno por Coppo di Marcovaldo

Autor:

Dr. Félix E. F. Larocca