Descargar

El gran paradigma de sí las ideas y ética protestante influyen en el desarrollo económico moderno

Enviado por MANUEL LLAYIRI


  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Desarrollo del artículo
  4. Ética protestante
  5. Diferencias de la concepción ética entre los católicos y protestantes
  6. La Reforma y el ascetismo
  7. Conclusión
  8. Bibliografía

Artículo científico

Resumen

En la actualidad se documentó una gran predisposición o tendencia a asimilarlos las virtudes que profesa la ética protestante como una forma para desarrollar el capitalismo en un marco de valores

Ese es el motivo por el cual yo recuro al la obra de Maximiliano Weber la ética protestante y el espíritu del capitalismo que expone ampliamente sobre este tema y como material de apoyo las bases dogmaticas del calvinismo y luteranismo que es de estos autores donde extrae sus principales fundamentos, este brillante filósofo plantea:

Primero que existe una interacción entre la ética puritana y el desarrollo del capitalismo que guardan una relacionados de que la este tipo de ética hace aflorar las virtudes se podría decir que de manera obligada debido a su estricta forma de controlar el comportamiento de sus partidarios lo que permitiría una evolución más rápida y fuete de este sistema económico

Segundo hay unas diferencias innegables entre la formación ética de los católicos y los protestantes, los primeros no profesan todo lo que predican debido a un pésimo control que se debe a la gran cantidad de feligreses que concurren a esta religión; por el contrario los protestantes desde sus inicios en la reforma mostraron una gran cantidad de restricciones en su comportamiento

Por último al final de este trabajo encontramos que la postulación de weber puesto en un contexto actual se muestra descubriremos que el capitalismo tal y como lo conocemos hoy en dia se desarrolla íntegramente con las bases de la ética protestante

Introducción

El presente trabajo es el resultado de una exhaustiva investigación sobre las interacciones entre un modelo de conducta protestante basado en los principios de la iglesia calvinista e iglesia luterana y el desarrollo del capitalismo, es decir las conexiones que existen entre la ética económica moderna con la ética racional del protestantismo ascético.

En la actualidad penzamos que el termino "capitalismo" es como un salvajismo económico donde lo principal es el afán de lucro. Lo anterior se da en todo lugar, momento y condición en que el individuo tenga un afán irracional de enriquecerse.

Por el contrario el capitalismo es la moderación racional al ya mencionado impulso irracional de lucro que se basa en un cálculo de capital, mediante el cual se estiman los modos de producción de más capital, de tal manera que se obtenga un beneficio mayor al invertido en el proceso adquisitivo.

Para nosotros un acto de economía capitalista significa: situación que hace que las personas busque el máximo beneficio con el mínimo consumo de recursos acto que se consigue en el mercado de libre comercio.

Para Weber el capitalismo ha existido siempre en todas las culturas y en todos los tiempos, así que para él, el problema central no es el capitalismo como tal, sino el origen del capitalismo industrial burgués con su organización racional del trabajo libre.

Este trabajo está organizado, escribiendo primero una síntesis del libro de Max Weber resaltando los capítulos que mayor implicancias tienen con respecto al tema ética y el capitalismo en una segunda parte en la cual nos embullamos en el tema estrictamente de ética protestante y reforzando el tema con los enfoques del dogma calvinista y luterana de ahí tocamos una comparación entre la ética católica y la ética protestante debido primordialmente a que en el dogma de la iglesia católica indica que todo lo material es subjetivo y nada importante porque, porque cuando llega el momento de la llegada de nuestro Señor Jesucristo lo único que quedara es lo espiritual, por el contrario desde la reforma del protestantismo el control de sus seguidores asido más rigurosa haciendo que desarrollen virtudes como:

y para finalizar poner la tesis de Weber en un contexto actual demostrando que imponiendo un estilo de conducta puritana a la mal formada economía moderna lograríamos un capitalismo con bases éticas firmes

Desarrollo del artículo

SINTESIS Y ANALISIS DEL LIBRO" La ética protestante y el espíritu capitalista" (por capítulos)

Para Max Weber se le hizo notorio que el 90% de los partidarios del protestantismo tenían una participación mayor en la posesión de capital, en la dirección empresarial y la adquisición de los más altos puestos de trabajo en las empresas industriales y/o comerciales más grandes, en contrastes con otras religiones.

Lo anterior sucedía donde el avance del capitalismo en la época de su mayor auge tuvo poder para organizar a la población en capas sociales y profesionales de acuerdo con sus necesidades.

En el siglo XVI gran parte de los territorios más ricos del Reich, más favorecidos por la naturaleza y con un mayor desarrollo económico, se habían convertido al protestantismo.

Al parecer las tendencias económicas no dependen de las religiosas, sino al contrario, ya que la ruptura con el tradicionalismo económico parece ser un momento excepcionalmente favorable para que le espíritu se incline a la duda ante la tradición religiosa y acabe por revelarse contra las autoridades tradicionales (la reforma).

Con la anterior reforma no se eliminaba el poder eclesiástico únicamente, más bien la sustitución de la forma actual por otra más estricta.

Esta transformación no solo afecto a la vida económica, afecto también a la educación: la mayoría de de los protestantes estudiaban profesiones de tipo industrial y comercial; mientras que los católicos preferían las de tipo humanista, lo que significo una menor participación de los católicos en la vida capitalista y en los trabajos de la industria moderna.

Los protestantes en cualquier situación (opresores u oprimidos, como mayoría o minoría) han demostrado una tendencia al raciocinio económico, tendencia que no se da en los católicos.

Un escritor contemporáneo de Weber creyó haber explicado las tendencias económicas de las dos confesiones religiosas de la siguiente manera: Un católico prefiere llevar una vida tranquila y bien asegurada a pesar de no tener buenos ingresos; el protestante en cambio, prefiere el peligro a cambio de honores y riquezas. Weber desmiente lo anterior comparando los protestantes de un país con otro (Alemania y Francia) y a los católicos de la capa inferior con los de la capa superior.

Weber encuentra una supuesta virtud capitalista del sentido de negocios y una forma de piedad intensa, que impregna y regula todos los actos de la vida protestante. Esta característica es hallada en mayor medida en el calvinismo. Esta piedad tenía una conjunción con el desarrollo y éxito comercial.

Ahora solo basta abandonar las vagas generalidades en las que nos hemos movido y penetrar en los idearios religiosos que se han traducido históricamente en la religión cristiana; para repudiar a la incógnita de que si ¿habrá o no relación entre la mencionada piedad y el desarrollo económico?

  • b.  El espíritu del capitalismo.

No es posible definir específicamente al espíritu del capitalismo porque estaríamos definiendo una individualidad histórica con esto quiero decir que el significado se compondría de distintos elementos y conexiones de la realidad histórica.

Weber hace referencia a Benjamín Franklin con varios supuestos del espíritu del capitalismo, pero no hace más que eso (supuestos), son solo normas de conducta ante una sociedad capitalista, conceptos tales como honradez, prudencia y puntualidad; tan solo sirven para ganar prestigio. Franklin no predicaba la ganancia como un medio de satisfacer las necesidades del hombre, sino como el fin de su vida.

El supuesto enemigo del capitalismo según la ética protestante y el espíritu del capitalismo es el tradicionalismo al que están sujetos los trabajadores, pues el trabajador no se pregunta cuánto dinero puede ganar trabajando al máximo, sino cuanto trabajo hace falta para ganar una cantidad suficiente para cubrir sus necesidades.

Tradicionalismo: lo que el hombre quiere por naturaleza no es ganar más dinero sino vivir pura y simplemente, como siempre ha vivido y ganar lo necesario para seguir viviendo.

La motivación que ha ocupado el capitalismo desde sus inicios para la productividad de los trabajadores es la de pagar poco, de esta forma motiva al obrero a trabajar para alcanzar cierta cantidad de dinero. Con esto no solo se obtiene una mayor ganancia, sino que también se invierte menos capital (mayor rentabilidad de los medios de trabajo). Pero desde el punto de vista comercial el salario bajo como base de desenvolvimiento capitalista fracasa siempre que se trata de conseguir trabajos que exigen un trabajo cualificado (intelectual); en estos caso, el salario bajo no es rentable y causa efectos contarios a los pretendidos.

También los empresarios capitalistas se veían afectados directamente por el tradicionalismo en sus formas de producción. Podría decirse que el espíritu del capitalismo animaba a los empresarios, pero mantenían la forma tradicional de llevar el negocio con sus respectivas ganancias tradicionales. Pero estos fueron atacados por el proceso de racionalización y se empezó a aplicar la frase: quien no asciende, desciende. En la industria y el comercio, y los que se aferraron al viejo estilo limitaron su plan de vida, mientras que el resto comenzó a ahorrar para enriquecerse.

Según Weber el tipo ideal de empresario capitalista es el de aquel que aborrece la ostentación, el lujo inútil y el goce consciente de su poder; le repugna aceptar signos externos del respeto social que disfruta, por que le son incómodos. Nada de su riqueza lo tiene para su persona; sólo posee el sentimiento irracional de cumplir buenamente en su profesión.

El orden económico capitalista requiere esta entrega a la profesión de enriquecerse; y ya no requiere apoyarse en la aprobación de los poderes religiosos.

El raciocinio económico es un concepto histórico lleno de contradicciones; así pues investigaremos a la forma de vida y pensamiento racional que dio origen a la idea de profesión y al dedicación irracional del trabajo profesional que es un elemento de la civilización capitalista.

  • c. Confesión luterana de la profesión.

Para los luteranos, así como para las demás religiones de carácter protestante, la profesión (beruf), es una reminiscencia religiosa: la idea de una misión impuesta por dios.

Tanto el sentido literal como la idea nueva de la profesión fueron causa de la reforma; ya que la conducta moral reformista siente como un deber el cumplimiento de la tarea profesional en el mundo. Tal era el sentido sagrado del trabajo, lo que engendró el concepto ético-religioso de la profesión, concepto que resume el dogma común de todas las confesiones protestantes.

Para los protestantes dios no reconoce la superación de la moralidad terrena, sino el cumplimiento en el mundo de los deberes que a cada quien impone y por lo cual se convierte para él en profesión.

Para Lutero existe una idea que al mismo tiempo es profana y religiosa del trabajo profesional como manifestación del amor al prójimo.

Para Adam Smith la obligación del trabajo obliga a cada quien a trabajar para los demás.

Lutero se basa en la biblia para darle significación a la profesión (en especial del antiguo testamento); de donde toma una idea religiosa análoga: que cada quien se preocupe por atender su alimentación, y que los herejes se encarguen de ganar dinero; tal fue el sentido que le dio a todos los pasajes que hablan de un oficio o profesión.

En medida que Lutero comienza a estimar en más al trabajo profesional, y se perfila en mayor medida a la idea de que el ejercicio de una determinada profesión concreta es como un mandamiento que dios dirige a cada uno, obligándole a quedarse en la situación en que dios lo coloco.

Los fundadores reformistas no tenían como fin de sus trabajos o actividades el espíritu del capitalismo, tampoco consideraron la aspiración a los bienes materiales como un valor ético, o como un fin en sí, ni dieron importancia primordial a los programas de reforma moral. Lo único que los movía era la salvación humana.

El espíritu del capitalismo (del capitalismo actual) solo se pudo crear gracias a la reforma.

  • d. Los fundamentos religiosos del ascetismo laico.

Los representantes religiosos del protestantismo ascético son: el calvinismo (doctrina religiosa protestante, basada en las teorías de Juan Calvino), el pietismo, el metodismo (doctrina religiosa que se caracteriza por la rigidez de sus principios y la defensa de la oración personal frente a las formas de culto pública y oficial) y las sectas nacidas del movimiento bautizante.

Según los calvinistas el hombre esta condenado a recorrer solo su camino hacia un destino ignorado, que ha sido preescrito desde la eternidad, para así poder conseguir la felicidad eterna. El trabajo social del calvinista, en su acepción más simple desprovista de connotaciones contemporáneas, en el mundo, se hace gloria de dios; y lo mismo ocurre con la ética profesional. Por lo tanto, su primera manifestación es el cumplimiento de las tareas profesionales impuestas por la ley natural, con un carácter objetivo e impersonal. El desconocimiento del dualismo entre el individuo y la ética, a pesar de que éste pone al individuo a solas consigo mismo en lo que a cuestiones religiosas se refiere; ahí radica la fuente del carácter utilitarista de la ética calvinista y de los más característicos aspectos de la concepción profesional del calvinismo. Esta religiosidad, de marcada tendencia mística, no solo es perfectamente compatible con su sentido marcadamente realista, sino que incluso puede constituir su más firme apoyo por su incompatibilidad con las doctrinas de carácter dialéctico.

El calvinista no acepta una afectiva penetración de lo divino en el alma por su absoluta trascendencia de dios sobre lo creado. El hombre debe asegurarse su estado de gracia sintiéndose como recipiente o como instrumento del poder divino (obrar ascéticamente como en el calvinismo). El dios del calvinista no exige de sus fieles tales o cuales buenas obras, sino una santidad al obrar elevada a sistema; así, el penitente posee una regla segura con la que sabe a que atenerse exactamente, y por la cual orienta y rige toda su vida. Prudente, alerta y precavido, vive con arreglo a la ley.

El ascetismo puritano trabaja por capacitar a los hombres en la afirmación de sus motivos constantes (que eran los mismos que el ascetismo les inculcaba) frente a los afectos. Lo que pretendía era educar al individuo como una personalidad, para que así éste pudiera llevar una vida alerta, clara y consiente. La consecuencia de esta metodización (de la conducta ética), que había sido impuesta por el calvinismo era una cristianización de toda la existencia.

El valor específico de la confraternidad radica e actividad de la vida cristiana en la misión y el trabajo profesional; no debe de verse en este factor sentimental lo especifico del pietismo frente al luteranismo, pero, en comparación con el calvinismo, el grado de realización de la vida era mucho menor. En conjunto, la evolución del pietismo se orientó en el sentido de una creciente acentuación del factor sentimental. Las virtudes que cultivan el pietismo eran distintas de las que podía provocar el funcionario, empleado, trabajador o artesano o el patrono de sentido patriarcal con sencillez grata a dios; el calvinismo parece mucho más cercano al frío espíritu jurídico y activo del empresario burgués capitalista.

Los efectos que en la vida económica la idea puritana de profesión han sido analizados con los varios elementos que, en conjunto, existieron y actuaron en todas las confesiones religiosas ascéticas, en eso consiste la razón de la penetrante acción económica de las minorías protestantes ascéticas, no de las católicas. el ascetismo cristiano se lanza al mercado de la vida, cierra los claustros y se dedica a impregnar con su método esa vida, a la que transforma en vida racional en el mundo

  • e. La relación entre la ascesis y el espíritu capitalista

Será el análisis de escritos inspirados en la práctica de la cura de almas, de diversos autores, para encontrar las conexiones entre las ideas religiosas del protestantismo ascético y el espíritu fundamental de la actividad económica; reparando en especial en Richard Baxter, que bebió de las fuentes del calvinismo, y máximo exponente del puritanismo inglés, por su consecuente idea de la profesión. La ociosidad es moralmente reprobable, placiéndole a Dios el cumplimiento de su voluntad a través de la profesión, un fin prescrito por él, que ni aún con la abundancia y riqueza se está exento de su cumplimiento por ser un precepto divino. De una profesión especializada se desprende una vida ordenada, un carácter metódico de la ascesis que incluso, a diferencia de Lutero, justifica el cambio razonado de trabajo, que será considerado grato por Dios si es éticamente aceptado, bueno para la comunidad y sobre todo provechoso.

El ascetismo racional protestante se oponía al goce despreocupado de la existencia, la ostentación de la riqueza, la diversión y a la pérdida de tiempo, propia de la sociedad monárquico-feudal, a la superstición y al modo irracional de comportamiento, pero al tiempo legalizaba el afán de lucro so pretexto de precepto divino.

En la cadena de producción son reprobables al igual, conductas desleales y afán de lucro por el lucro que es en sí mismo una tentación. El concepto de la nueva vida; abnegación por el trabajo profesional como fortalecimiento de nuestra fe representará el espíritu del capitalismo.

Consecuencia lógica de cercenar el consumo y el lucro por el lucro es la acumulación de capital en forma de ahorro cuyo fin más lícito sería la inversión que, según donde lo enmarcamos, acumulaban fincas rústicas o desarrollaban la agricultura como importante actividad económica, siendo por ese orden el proceso seguido en Inglaterra. Estos ideales de vida; el nuevo hombre económico, fracasó al otro lado del atlántico, donde el puritanismo dominante no resistió la dura prueba de las tentaciones de la riqueza. Patente es que en todas las religiones, la secularización de la riqueza ha sido uno de sus grandes escollos, y fuente de las reformas iniciadas.

Profesión, es al igual la del trabajador, incluso con sueldos bajos y que la vida no ha brindado mejores oportunidades, como la del enriquecimiento del empresario. Según Baxter, la ilustración dejaba atrás al puritanismo, no necesitando el capitalismo resurgido de lazos religiosos algunos, siendo el deber profesional una concepción ahora secularizada y creada desde la religiosidad. Quizás esto no lleve a una nueva era de especialistas sin espíritu, hombres vacíos.

Pero el sentido histórico que debe prevalecer en nuestro estudio debe conducirnos a nuevos problemas aún por sondear. La influencia que pudo tener el racionalismo ascético en el funcionamiento de los grupos sociales, su

salida desde la oscuridad del convento a lo mundano, su relación con el humanismo, que no era racionalismo puro, en el desarrollo del empirismo filosófico, y su evolución histórica hacia su disolución, representada en el utilitarismo; contemplando así el verdadero alcance cultural del protestantismo ascético

Nada desdeñable sería estudiar ahora los condicionantes o influencias que la cultura y la sociedad hicieron forjar ese ascetismo protestante que provocó, moldeó y originó el actual espíritu del Capitalismo.

Ética protestante

La Ética Protestante, también llamada ética del trabajo es un código moral basado en los principios del ahorro, disciplina, trabajo duro e individualismo. El adjetivo Protestante se explica por el hecho de que en la religión Protestante estas cualidades se vieron especialmente alentadas, sobre todo en aquellas denominaciones basadas en los principios del Calvinismo. Quienes principalmente formularon el concepto de Ética Protestante fueron Max Weber, sociólogo y filósofo político alemán y Richard H. Tawney historiador inglés.  Ambos vieron una estrecha relación entre la Ética Protestante y el surgimiento del capitalismo.

La Iglesia católica Romana estuvo tan estrechamente ligadas a la vieja aristocracia terrateniente que provocó que la nueva clase media emergente tendiera a irse hacia las nuevas sectas Protestantes

La idea de la Ética Protestante ha tenido una influencia sustancial desarrollo económico del siglo XXI. Por ejemplo, algunos han visto el nacionalismo y el socialismo como éticas seculares que han afectado tipos de desarrollo económico. Otros teóricos se enfocan en que la declinación relativa del capitalismo en Estados Unidos y Gran Bretaña  es resultado, afirman, del deterioro en la Ética Protestante entre la gente en esos países.

Martin Lutero (1483-1546)

Martin Lutero inicia su carrera filosófica cuando ingresa en 1505 al monasterio agustino de Erfurt. En 1507, con 24 años, fue ordenado sacerdote y tres años más tarde viajó a Roma dónde sufrió una gran desilusión por la mundanalidad en que había caído la capital del cristianismo. De regreso a Alemania se doctoró en teología en 1512 y comenzó a dar clases en la universidad de Wittenberg.

En 1517, motivado por la venta de indulgencias promovida por el monje dominico Johann Tetzel, dio a conocer sus famosas "95 Tesis" (que, dicho sea de paso, probablemente nunca se clavaron en la puerta de la iglesia de Wittenberg). Por medio de ellas, desafió varias enseñanzas de la Iglesia Católica, en especial la naturaleza de la penitencia, la autoridad del Papa y la utilidad de las indulgencias.

Una de las bases principales de la doctrina creada por Lutero es que Dios no juzgaría a los hombres por las buenas obras sino por la fe. Esto es lo que se conocería como la "justificación por la fe". De hecho, el luteranismo ( y buena parte del protestantismo) se basa en cuatro fórmulas principales:

1)- La sola gracia: La salvación es exclusivamente una gracia de Dios.

2)- La sola fe: La fe es lo único que, mediante la gracia de Dios, nos salva. Las buenas obras, incluidos los ritos eclesiásticos y cualquier otro tipo de esfuerzo humano, no son la causa de la salvación del hombre.

3)- La sola Escritura: La única fuente de revelación y norma de vida son las Sagradas Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento. El luteranismo considera como Antiguo Testamento sólo al Canon Hebreo.

4)- Sólo Cristo: El único fundamento de la fe es Cristo y es el único mediador entre Dios y los hombres.

Juan Calvino 1509 – 1564

Jean Cauvin o Calvin, fue un teólogo y reformador protestante, probablemente el más importante de todos ellos o, al menos, el que mayor y más amplia influencia ejerció sobre el protestantismo como movimiento. Al igual que Lutero, fue educado en el catolicismo, realizando estudios de Teología, Humanidades y Derecho. Con poco más de veinte años se convirtió al protestantismo, al adoptar las tesis principales de Lutero tales como negación de la autoridad de la Iglesia de Roma, hegemonía del texto bíblico, y la doctrina de la salvación a través de la fe y no de las obras.

Debido a su postura tuvo que abandonar París en 1534 y buscar refugio en Basilea (Suiza). En 1536 publicó Las instituciones de la religión cristiana dónde sistematizó la doctrina protestante. El mismo año se estableció en Ginebra. No obstante, apenas dos años después, las autoridades de la ciudad lo expulsaron por el exagerado rigor moral que había tratado de imponer a los habitantes.

Sin embargo, en 1541 los ginebrinos lo llamaron de regreso. Habiendo aprendido la lección de su anterior estadía, Calvino no se limitó a predicar sino que asumió un verdadero poder político borrando de hecho la frontera entre la comunidad religiosa y la civil.

Un Consistorio de ancianos y de pastores vigilaba, reprimía y castigaba con severidad las conductas para adaptarlas estrictamente a la que se suponía que era la voluntad divina.  Se prohibió y se persiguió el adulterio, la fornicación, el juego, la bebida, el baile y las canciones consideradas obscenas. La asistencia regular a los servicios religiosos se hizo obligatoria. El culto se simplificó, quedando reducido a la oración y a la recitación de salmos en templos extremadamente austeros sin altares, santos, velas ni órganos. El disenso fue imposible: Calvino hizo quemar en la hoguera a Miguel Servet, en 1553, por considerarlo hereje.

La lucha por imponer todas estas innovaciones se prolongó hasta 1555, con persecuciones sangrientas, destierros y ejecuciones. Después de ello, Calvino reinó como un dictador, convirtiendo a Ginebra en uno de los más importantes centros de irradiación protestante de Europa.

El calvinismo superó pronto en influencia al luteranismo que, en la práctica, quedó confinado al Norte de Alemania y a los países escandinavos. El calvinismo se convirtió en la base del protestantismo dominante en Suiza, en Holanda, entre los hugonotes franceses, los presbiterianos escoceses o los puritanos ingleses que después emigraron a los Estados Unidos. Otras comunidades importantes de tendencia calvinista surgieron en países como Hungría, Polonia y Alemania. Fuera del ámbito del luteranismo propiamente dicho, prácticamente todo el resto del protestantismo ha estado y en gran medida sigue estando, en mayor o en menor grado bajo la influencia del calvinismo.

De hecho, los caminos del luteranismo y del calvinismo se separaron decididamente, entre muchas otras cosas, por una innovación teológica creada por el propio Calvino: la doctrina de la predestinación. Según la misma, Dios tiene decidido de antemano quiénes se salvarán y quiénes se condenarán. Esta suprema decisión divina sería, según Calvino, completamente independiente de cualquier acción de la persona, es decir: está más allá de su comportamiento y hasta más allá de la propia fe. De acuerdo con la doctrina calvinista el hombre se salva si y sólo si ha sido elegido por Dios para ser salvado. Si no es un "elegido", no importará lo que haga en la vida, no importará la cantidad de buenas obras que realice, ni importará tampoco la profundidad de su fe: estará condenado sin remedio porque, según Calvino, así lo ha dispuesto Dios desde toda la eternidad.

Diferencias de la concepción ética entre los católicos y protestantes

  • Para el católico el trabajo es un castigo de Dios, como consecuencia del pecado original.

  • Para el protestante el trabajo es fundamental para el hombre, se honra a Dios a través del trabajo diario.

  • Para el católico el dinero es un medio para obtener mejores condiciones de vida, situaciones pasajeras, vivir mejor, comer bien, vestir mejores ropas, etc.

  • Para el protestante el dinero es un medio sólo para vivir de forma correcta, se tiene que evitar el despilfarro, es un pecado la vanidad y sólo se utiliza aquello indispensable.

  • El católico al tener un ingreso económico lo gasta, lo despilfarro en muchos casos.

  • El protestante lo ahorra, aumenta el capital.

  • Los católicos enseñaban a sus hijos una Educación humanística.

  • Los protestantes educaban a sus hijos en el área del comercio, del negocio y la creación de tecnología industrial.

  • El católico llega a Dios a través de la Iglesia, los sacerdotes son los encargados de llevar la palabra en forma correcta, no existe la libre interpretación.

  • El protestantismo se basa fundamentalmente en un invidualismo religioso, el cual es personal y sólo en la medida que el individuo comprenda y tenga fe en Dios se llega a Dios.

La Reforma y el ascetismo

En la actualidad, en medio de una época que rinde culto a lo pernicioso, se hace difícil comprender el poder del ascetismo.

En términos simples, el ascetismo es una disciplina mediante la cual se busca poner la parte material del hombre, su cuerpo y todo lo que con él se relaciona férreamente bajo el control de su parte inmaterial, su alma, su espíritu, su mente o lo que bajo su equivalente se entienda en las diferentes religiones o filosofías.

Esta disciplina, al hombre moderno le parece innecesaria y, en todo caso, arbitraria y hasta cruel. Sin embargo, la "lógica" fundamental que existe detrás del ascetismo es prácticamente la misma que la detectable detrás de ese fisicoculturismo que hoy se halla tan de moda y que puede resumirse en la conocida frase de "la función hace al órgano". En efecto, la práctica intensa y sistemática de un deporte o de un ejercicio físico, templa y desarrolla el cuerpo al punto de hacerlo capaz de obtener logros que, para la persona común, resultan verdaderas proezas. Sucede que lo mismo es aplicable a la práctica sistemática e intensa de un ejercicio espiritual, mental o intelectual. A lo que apuestan las escuelas ascéticas es a que, venciendo las necesidades materiales del cuerpo y ejercitando intensamente las capacidades espirituales, se obtiene la posibilidad de acceder a una elevación espiritual extraordinaria con la subsiguiente posibilidad de obtener dones y capacidades que no están a disposición de los mortales comunes.

El ascetismo, por lo general, ha sido relacionado con la religión. Es un error ya que no es propiedad exclusiva ni de las religiones ni, mucho menos, de algunas de ellas en particular. Se ha practicado, por de pronto, en las más variadas culturas y en las más diversas épocas. Existieron escuelas ascéticas filosóficas, como por ejemplo la de los estoicos en Grecia y en Roma. El budismo lo ha incorporado como una de sus normas básicas, especialmente en sus versiones más estrictas. Existe en el Islam expresada a través de la mística del sufismo. En la Iglesia Católica, la ascesis, registra varias escuelas siendo las principales la dominica, la franciscana, la agustina, la carmelita y la jesuita.

En este texto, Max Weber se refiere al ascetismo protestante, una de cuyas características es el haberse inspirado, directa o indirectamente, en las escuelas ascéticas católicas pero arrancando – casi literalmente – la práctica ascética de la intimidad del monasterio o de la Orden para volcarla al mundo laico y a la vida mundana. Con ello, lo que originalmente fue pensado como un ejercicio y una disciplina practicadas lejos del mundo y en forma individual, terminó tratando de ser practicado como norma de vida cotidiana aplicable a todo el conjunto social.

Si esta orientación ascética hubiese sido la única característica diferenciadora del protestantismo, probablemente sus efectos, con ser importantes, no hubieran llegado a ser ni la mitad de relevantes de lo que, de hecho, fueron. Weber halla que el protestantismo en general y la ética del ascetismo mundano en particular constituyen una de las fuerzas impulsoras del capitalismo (y no la causa del surgimiento del capitalismo como algún lector superficial de Weber ha cometido el error de interpretar). Existe – y Weber lo demuestra – un nexo entre el protestantismo ascético y el capitalismo. Pero la evolución de esta tendencia, por si sola, muy probablemente no hubiera podido prevalecer de no hallarse asistida por otro ingrediente esencial: la doctrina de la predestinación aportada por el calvinismo.

Lo menos que puede decirse de esta doctrina es que resulta siniestra. El sólo pensar que ya al momento de nacer estamos condenados o salvados, más allá de lo que hagamos o dejemos de hacer en la vida, sencillamente produce escalofríos. Es algo que no se condice ni con el libre albedrío y su correspondiente responsabilidad personal, ni tampoco con el principio de la justicia divina. Mucho menos se compatibiliza con la imagen auténticamente cristiana del Dios Padre predicada por Jesús de Nazaret, y, en todo caso, revierte bastante fuertemente al Jehová del Antiguo Testamento.

Pero el efecto más angustiante de la predestinación es que, por fuerza, instaura en la persona la compulsión a "verificar" o "comprobar" si es o no un "Elegido". Por más vericuetos filosófico-teológicos que se le agreguen a la idea, en lo básico todo se resume a pensar que, si todo depende de una soberana decisión divina y las buenas obras no sirven para nada, considerándonos "Elegidos" las peores acciones son hasta un lujo que cualquiera de nosotros se puede dar. Por supuesto que las buenas personas no pensarán así. Pero las malas y las muy malas fácilmente encontrarán en esto la semiplena justificación para sus peores actos. Porque, si soy un condenado: ¡qué más da! El infierno ya me está garantizado de todos modos, así que mi única posibilidad es pasarla lo mejor posible sobre esta tierra al precio que sea y a costas de quien sea. Pero si tengo éxito en mis proyectos y adquiero una alta posición social, muy probablemente sea un "Elegido" porque, de no ser así, Dios no me premiaría con el éxito. En el fondo, se trata de un maquiavelismo puro elevado a la categoría de religión: de un modo o de otro, el éxito lo justifica todo.

El tremendo efecto que esto tuvo sobre la cultura de Occidente resulta hoy difícil de apreciar. La religión ha perdido su importancia en nuestras vidas al punto que hoy, desde una perspectiva de varios siglos, muchas de las feroces y a veces hasta sangrientas disputas teológicas nos parecen injustificables. Pero, con todo, lo que también hemos perdido es la noción de lo que realmente estuvo en juego en aquél momento más allá de las ambiciones personales y las eternas cuestiones de poder con lo cual, por fuerza, ya no sabemos establecer un nexo entre los acontecimientos de los Siglos XVI y XVII y el Occidente actual.

Y por sobre todo, de lo que no tenemos conciencia es de algo que Hilaire Belloc señaló con mucho acierto: una herejía nunca es algo inocente. Muy pequeños cambios en la fe de las personas, muy pequeñas modificaciones en aquello que las personas creen profundamente, al final terminan produciendo enormes cambios en toda una civilización. En esencia, se trata del principio fundamental de la moderna Teoría del Caos: en determinados sistemas, pequeños cambios en las condiciones iníciales conducen a enormes discrepancias en los resultados.

Nuestras sociedades actuales son el resultado de un proceso. Investigar y profundizar nuestro conocimiento acerca de los orígenes de ese proceso nos permitirá al menos entender de dónde provienen las características esenciales de la civilización en la cual vivimos y con cuyos defectos, muchas veces, no estamos para nada conformes.

Y, con tan sólo un poco de suerte, ese conocimiento del origen de nuestros defectos quizás nos provea también de herramientas para superarlos y eliminarlos.

Conclusión

Max Weber busca una relación entre la ética económica tratando de demostrar la influencia de la ética protestante sobre la economía, en la actualidad se ve que aquellas sectas puritanas son muchos más rígidas y astrictivas en el control del comportamiento de sus partidarios lo que provoca que asimilen mejor virtudes como el respeto, puntualidad, honestidad, un amor por el trabajo, un sentido de ayuda social, raciocinio económico, ect. Otra religión paralela a la protestante es la iglesia católica y aunque ambas religiones pertenecen al cristianismo tienes apreciaciones muy distintas sobre algunas cosas como el capitalismo y el desarrollo económico

Poniendo las actitudes protestantes basadas en virtudes, en una balanza con el comportamiento de los católicos, que valgan verdades tienen una actitud desmedida, irracional, hedonista ,con un gran sentido de insatisfacción que lo único que busca es una vida cada vez más simple, sin muchas complicaciones, con aspiraciones de superación prácticamente nulas, pero hay que reconocer que no podemos generalizar debido a que hay respetables excepciones, estas actitudes poco deseables harian una gran diferencia en nuestra comparación ética. Pero regresando a las interacciones entre la ética protestante y el desarrollo del capitalismo, en la actualidad las empresas buscan a personas con un perfil ético basado en principios del protestantismo para puestos gerenciales y de alta dirección, porque se conoce que tienen los valores morales bien enraizados en su conducta. Es por esta razón que comparto la opinión de este gran autor alemán Maximiliano Weber que los comportamientos y actitudes basados en valores que profesa la ética de la iglesia protestante ayudan al desarrollo del capitalismo

Del articulo leído saque otra muy importante deducción que la doctrina protestante no restringe o prohíbe la riqueza, Weber cuenta que los calvinistas no hacían ostentación de sus riquezas, gastándolas en tierras u objetos de lujo sino al contrario (todos vestían de forma modesta) y los beneficios los reinvertían continuamente generando así un círculo virtuoso y esta es otra razón para reafirmar mi posición es favor a la postulación de Weber, que dice que la ética protestante es parte fundamental para el desarrollo de una economía teniendo como objetivo primordial el desarrollo del hombre pero sin descuidar el aspecto economico .

Bibliografía

-CAMPBELL Tom (1985).Siete teorías de la sociedad. Madrid. Oxford University Press.

-MC Salvat (2004). La Enciclopedia. Madrid.

-YEPEZ Rene (2009).Ciencias Sociales/Resumen y análisis del libro "ética protestante y el espíritu del capitalismo" MAX WEBER.

-ALCOBERRO Ramon. http://www.alcoberro.info/weber.htm. Universidad de Gerona.

-ELWELL Frank W. http://www.faculty.rsu.edu/~felwell/Theorists/Weber/Whome.htm. Universidad RSU de Oklahoma

 

 

Autor:

Villaverde Jahuira Brayan

Enviado por:

Manuel Llayiri