Es difícil imaginar un desarrollo social como el actual sin afectar el medio natural, y de éste el elemento más frágil es la diversidad biológica. Sin embargo, si en la época postindustrial las sociedades humanas quieren ser dueñas de su destino, deberán poder regular su actividad y crecimiento, obtener los satisfactores que necesitan sin deteriorar el legado más importante de la evolución biológica: la biodiversidad. Al analizar qué es la biodiversidad, este escrito pretende proporcionar una cierta base conceptual a la difícil tarea de decisión que implica responder a las cuestiones: ¿debemos conservar la biodiversidad, por qué, cómo y a qué precio?.
Mucha gente tiene una idea intuitiva de la diversidad y no tiene ninguna dificultad en aceptar que, por ejemplo, el bosque lluvioso tropical aloja mayor número de seres vivos que un desierto o que existe una alta diversidad de organismos en los arrecifes de coral. Pero ¿qué es la Biodiversidad?, ¿cómo podemos definirla?. A menudo el uso y abuso de un vocablo termina vaciándolo de contenido. Algo parecido comienza a suceder con la Biodiversidad. No han faltado incluso detractores del término. Argumentan que es tal la magnitud conceptual de este neologismo que expresa todo y, al mismo tiempo, nada. Algo hay de razón en ello, pero sólo algo. Así, para Hurlbert (1971) la diversidad es un ‘non-concept’. Para otros es, simplemente, un pseudovocablo cuyos usuarios comparten una definición intuitiva (Salt, 1979). Otros en cambio, algo más moderados, aducen que al menos, no es fácil definirla. Ello se debe a que la diversidad en un contexto ecológico, engloba dos componentes: variedad y abundancia relativa de especies (Magurran, 1988).
¿Qué es la diversidad biológica? Una respuesta general es sencilla y clara. La biodiversidad es un resultado del proceso evolutivo que se manifiesta en la existencia de diferentes modos de ser para la vida. Mutación y selección determinan las características y la cantidad de diversidad que existen en un lugar y momento dados. Diferencias a nivel genético, diferencias en las respuestas morfológicas, fisiológicas y etológicas de los fenotipos, diferencias en las formas de desarrollo, en la demografía, y en las historias de vida. La diversidad biológica abarca toda la escala de organización de los seres vivos. Sin embargo, cuando nos referimos a ella en un contexto conservacionista, estamos hablando de diversidad de especies, de variación intraespecífica e intrapoblacional, y en última instancia de variación genética, que no por estar enmascarada a veces por fenómenos de dominancia deja de ser lábil y expuesta a la desaparición (Ezcurra, 1990).
Además del significado que en sí misma tiene la biodiversidad, es también un parámetro útil en el estudio y la descripción de las comunidades ecológicas. Tomando como base que la diversidad en una comunidad dada depende de la forma como se reparten los recursos ambientales y la energía a través de sistemas biológicos complejos, su estudio puede ser una de las aproximaciones más útiles en el análisis comparado de comunidades o de regiones naturales. La biodiversidad es quizá el principal parámetro para medir el efecto directo o indirecto de las actividades humanas en los ecosistemas. La más llamativa transformación provocada por el hombre es la simplificación de la estructura biótica, y la mejor manera de medirla es a través del análisis de la biodiversidad. En un sentido estricto, la diversidad un concepto derivado de la teoría de sistemas es simplemente una medida de la heterogeneidad de un sistema. En el caso de los sistemas biológicos, la diversidad se refiere a la heterogeneidad biológica, es decir, a la cantidad y proporción de los diferentes elementos biológicos que contenga el sistema. La medida o estimación de la biodiversidad depende, entre otras cosas, de la escala a la cual se defina el problema (Halffter, 1992)
Tipos de Diversidad Biológica y Rareza de Especies
Existen básicamente tres niveles de la biodiversidad: el genético, el ecológico y el biogeográfico que han sido reconocidos, con diferentes nombres por distintos autores.
La biodiversidad no depende sólo de la riqueza de especies, sino también de la dominancia relativa y la abundancia de cada una de ellas. Las especies, en general, se distribuyen según jerarquías de abundancias, desde algunas especies muy abundantes hasta algunas muy raras. Cuanto mayor el grado de dominancia de algunas especies y de rareza de las demás, menor es la biodiversidad de la comunidad. Esto es muy común, por ejemplo, en algunos tipos de vegetación templada como los bosques de pinos, donde hasta el 90% de la biomasa del ecosistema está formada por sólo una o dos especies, y el 10% restante por una cantidad grande de plantas de baja abundancia (Halffter, 1992).
Entender el problema de la biodiversidad implica, entonces, discutir el problema de la rareza biológica. Por "especies raras" entendemos todas aquellas que se encuentran en números suficientemente bajos como para representar un problema de conservación, y en algunos casos, como para encontrarse amenazadas de extinción. La conservación de la biodiversidad es fundamentalmente un problema vinculado al comportamiento ecológico de las especies raras. Son estas especies "invisibles", como las llamó Preston (1979 citado por Halffter, 1992), las responsables del comportamiento de las curvas especie-área, y de la forma de los diagramas de abundancias de especies, dos herramientas metodológicas de gran importancia en el estudio de la biodiversidad.
Causas de la Rareza de Especies
Podemos entender la superficie de la Tierra como un fino mosaico de condiciones y recursos que definen diferentes nichos fundamentales, y representan lugares que son habitables por diferentes especies. Si conocemos bien la ecología de la especie, podemos caracterizar sus "áreas habitables". La rareza de las especies tiene mucho que ver con la de sus áreas habitables. Podemos decir que una especie es rara cuando: i) Sus áreas habitables son raras. Por ejemplo, condiciones físico-químicas raras en la naturaleza, pueden tener una flora y fauna especializada a estas raras condiciones. Un ejemplo de este tipo de rareza es el de las plantas adaptadas a los suelos con serpentinitas, que presentan una gran concentración de metales pesados. Este tipo de suelos son muy raros a escala global. Ej: Melide; ii)sus áreas habitables permanecen habitables durante un corto período de tiempo. Ej: especies adaptadas a las fases iniciales de la sucesión; iii)sus depredadores, competidores y parásitos, mantienen sus poblaciones por debajo de su nivel de carga. Este es un proceso común en los casos de especies cazadas por el hombre; iv)sus áreas habitables son pequeñas. Esto es particularmente aplicable a las especies habitantes de islas (no sólo islas oceánicas, si no todo tipo de islas "ecológicas"). Las islas están frecuentemente habitadas por especies endémicas, que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo; v)parte de sus áreas habitables están más allá de su rango de dispersión. Esto puede ocurrir también con las especies de las islas; vi)sus recursos, aunque son predecibles, están presentes sólo en pequeñas cantidades o en densidades relativamente bajas. Esto se puede aplicar a muchos superdepredadores, habitualmente aves y mamíferos, que se alimentan también de otros mamíferos o aves, y que tienen poblaciones de baja densidad, recorriendo amplias zonas para la búsqueda del alimento. Ej: águila imperial; y vii)la escasa variabilidad genética entre sus miembros limita su adaptabilidad a diferentes hábitats. Muchas de las especies presentes en las listas de especies amenazadas son especies que se reproducen asexualmente (Cordero, 2000)
La biodiversidad tiene varios componentes que se expresan a diferentes escalas. Ideas similares sobre la importancia del concepto de escala en la medición de la biodiversidad han sido expresadas por diferentes autores (p.ej. Berry, 2002). La escala de la biodiversidad condiciona de manera muy marcada la forma como se medirá ésta. Por ello, en esta sección discutiremos el problema de la medición de la biodiversidad como una serie de metodologías separadas (pero no desvinculadas la una de la otra) para cada escala.
Diferentes Escalas Espaciales para Medir la Biodiversidad
Si aceptamos que la diversidad es una propiedad de los seres vivos y, por tanto, algo más que el número de especies en un tiempo y lugar, hemos de plantearnos cómo medirla. Es indudable que sin una cuantificación de la diversidad biológica no podremos movilizar una ciencia seria y rigurosa de la Biodiversidad. Además, a menudo necesitamos diferentes aproximaciones metodológicas (medidas) para resolver problemas de distinta índole. No es lo mismo medir la diversidad a escala local que la diversidad a escala regional o continental, por lo tanto un modelo conceptual bastante utilizado consiste en desglosar la diversidad en tres componentes: Diversidad Alfa (Diversidad Local), Diversidad Beta (Tasa a la que se acumulan nuevas especies en una región) y Diversidad Gama (Diversidad global de una región) (Berry, 2001).
Existen además puntos de vista en los que la biodiversidad se mide en las dimensiones ecológica y evolutiva de la diversidad biológica (Martín Piera, 2001) , las cuales proporcionan los marcos teóricos y metodológicos de referencia, en los que desarrollar medidas adecuadas para resolver las numerosas cuestiones que plantea en la actualidad, los problemas relativos a la conservación y preservación de la Biodiversidad.
Los Ecosistemas se deben observar desde una perspectiva jerárquica dada su complejidad y dinamismo por la influencia de un amplio espectro de procesos ambientales. La medición de la biodiversidad se facilita si se aborda de manera jerárquica (Genes, Especies, Comunidades, Ecosistemas, Paisajes); Esto resulta util desde el punto de vista conceptual y ayuda además a desarrollar estrategias apropiadas de diseño experimental y de investigación tanto básica como aplicada (Scatena, 2001).
Como Medir la Biodiversidad
En el sentido ecológico más estricto la diversidad – un concepto derivado de la Teoría de la Información – es una medida de la heterogeneidad del sistema, es decir, de la cantidad y proporción de los diferentes elementos que contiene. Además del significado que en sí misma tiene la diversidad, es también un parámetro muy útil en el estudio, descripción y comparación de las comunidades ecológicas. Dado que la diversidad en una comunidad es una expresión del reparto de recursos y energía, su estudio es una de las aproximaciones más útiles en el análisis comparado de las comunidades, o incluso de regiones naturales (Halffter & Ezcurra, 1992).
De todos los índices descritos en la literatura, los dos más clásicos son el Índice de Simpson y el Índice de Shanon-Wienner. El primero es una medida de Dominancia y se expresa como:
l = pi2
siendo pi = ni /N, donde ni es el número de individuos de la especie ‘i’ y N es la abundancia total de las especies. Con otras palabras, pi es la abundancia proporcional de la especie ‘i’.
A medida que el índice se incrementa, la diversidad decrece. Por ello el Índice de Simpson se presenta habitualmente como
1/l = 1/pi2
que expresa, en realidad, una medida de la dominancia, como se acaba de indicar. Por tanto, el índice de Simpson sobrevalora las especies más abundantes en detrimento de la riqueza total de especies.
El Índice de Shannon-Wienner, a veces incorrectamente denominado Índice de Shannon-Weaver (Martín Piera, 2001), procede de la Teoría de la Información y se expresa como:
H’ = – pi ln pi
Siendo pi la proporción de individuos de la especie i, es decir, p=ni/N. Este índice requiere que todas las especies estén representadas en la muestra . Este índice es muy susceptible a la abundancia.
Cuando se cuantifica Biodiversidad, hay que tener en cuenta tres componentes: La riqueza, la abundancia y la equitabilidad. Se deben además tener en cuenta factores como la intensidad del muestreo, la relación area/Nº de especies y los efectos del investigador.
Por razones como las mencionadas, es conveniente siempre usar varios índices para poder suponer alguna tendencia de la diversidad biológica del área en cuestión.
Patrones de Abundancia de Especies
Los estudios de Biodiversidad enfrentan varias barrera logísticas cuando se miden parámetros como numero de especies y endemismos (Rodríguez, 2001) principalmente de naturaleza logística, pero otros estudios como los de Gentry (1982)(citado por Scatena, 2001), intentaron determinar los patrones que describen los factores ecológicos que se podían correlacionar con una diversidad alta de especies, llegando a la conclusión que la diversidad aumentaba con la cantidad y equitabilidad de la precipitación y en menor grado con la fertilidad del suelo.
Las especies se distribuyen, normalmente, según jerarquías de abundancia desde algunas especies muy abundantes hasta algunas muy raras. Generalmente, en las comunidades lo normal es que haya bastantes especies raras, pocas especies abundantes y muchas especies con una abundancia intermedia (Figura 1). Esta parece una regla que también se cumple en las sociedades humanas: hay bastantes personas pobres, pocas muy ricas y mucha clase media. Es muy probable que este tipo de relación especies / abundancia, se dé siempre que los elementos del sistema interaccionan y compiten por unos recursos limitados.
Esta observación condujo a los modelos de distribución de abundancia de especies.
Se han descrito cuatro modelos principales: Las series logarítmicas (log-series) de Fischer, Corbet & Williams (1943), el modelo log-normal (Preston, 1948), las series geométricas y el denominado modelo de ‘bastón roto’ (MacArthur, 1957). Estos cuatro modelos se han interpretado clásicamente en términos de distribución de recursos, en donde la abundancia de una especie es, de alguna forma, equivalente a la porción de nicho ocupado por cada especie en la comunidad. (Martin Piera, 2001).
En especial el Modelo de Índice de Diversidad Alfa de Fisher permite hacer comparaciones relativamente fieles a nivel de diversidad de especies entre sitios que, dada una misma área, varían en términos de abundancia el índice que estableció Fisher (1943) (citado por Berry, 2001), establece de manera explicita que la diversidad (Riqueza de especies), depende del numero de individuos muestreados. Así desde el punto de vista matemático, este índice controla y elimina por el tamaño de la muestra el efecto positivo que tiene la abundancia sobre la diversidad, lo que permite determinar si una parcela de muestreo de biodiversidad es realmente mas "diversa" que otra. El índice se define de la siguiente manera:
S = a Ln (1 + N / a )
Donde S = numero de especies, N = numero de individuos y a = el índice mismo de diversidad. La gran ventaja de este índice es que permite hacer comparaciones entre parcelas de diferente área y parcelas con diferente numero de individuos y permite extrapolar el numero de especies obtenido en diferentes parcelas hasta un numero común de individuos. Es de notar, sin embargo, que el índice de Fisher no es perfecto y no es recomendable aplicarlo a muestras de menos de 500 individuos.
Por otro lado, la forma de la unidad muestral influye también en la relación especies / abundancia. La forma tradicional es el cuadrado, aunque se usan también círculos y rectángulos donde a veces se obtienen datos con varianzas menores (Rodríguez, 2001), por ejemplo Condit et al (1996) (citado por Berry, 2001), demostraron que si se trazaba una parcela rectangular y se mantenía constante el área pero se iba disminuyendo el ancho, se obtenían números de especies sucesivamente mas grandes que en una parcela cuadrada, pues las parcelas rectangulares cubre mayor heterogeneidad de microhabitats que las parcelas cuadradas. Se consideran además, la aparición de gradientes y efecto de borde en el diseño de las unidades muéstrales.
las consecuencias del modelo de Fisher fueron de gran trascendencia para la ecología de comunidades y para la biogeografía, y son de una gran trascendencia en la actualidad, en que el problema de la biodiversidad se ha convertido en un asunto de importancia mundial. La relevancia del modelo de la log-serie radica en que es capaz de describir la cantidad de especies a hallar en una muestra como una función de la cantidad de individuos que tiene cada especie en la muestra, y sumando los individuos de todas las especies, como una función del tamaño total de la muestra. Obviamente, cuanto mayor sea el área de muestreo, mayor será el número de individuos muestreado, y por lo tanto, mayor será el número de especies en la colección, dado que aumenta la probabilidad de incluir especies raras. El modelo de Fisher planteó, por primera vez, la forma teórica que debería tener la relación entre el número de especies colectadas y el área de muestreo, un problema conocido en ecología de comunidades como la "relación especie-área" (Halffter & Ezcurra, 1992)
En todo el mundo, sólo cerca de una docena de países poseen "megadiversidad", es decir que albergan en sus selvas y regiones montañosas, la más diversa y mayor cantidad de especies de fauna y flora del planeta. Muchas de estas plantas y animales son especies endémicas, o sea aquellas especies que sólo se encuentran en determinados lugares geográficos.
En términos biológicos, Colombia está considerada como uno de los países más ricos del planeta. Su alto endemismo y concentración de especies son inigualados en el mundo entero y su riqueza biológica es sobrepasada únicamente por Brasil, un país siete veces su tamaño. La variedad de ecosistemas en el territorio colombiano comprende hábitat desde páramos y laderas andinas hasta selvas tropicales, humedales, llanuras y desiertos. Esta variedad de ecosistemas intensifica la riqueza biológica colombiana, la cual se calcula en diez por ciento del total de especies del planeta. (Potes, 1999)
Origen y Conformación del Continente Suramericano
El origen de la biota colombiana es fundamentalmente suramericano. Este aspecto tiene mucha importancia si se tiene en cuenta que América del Sur fue parte de un gran continente llamado Gondwana y que gradualmente se separó de este como una masa cobrando autonomía.
El proceso de fragmentación progresivo de este supercontinente tiene una importancia definitiva para poder entender el origen de la biota Colombiana
En este contexto, uno de los eventos más significativos fue la separación entre África y América del Sur. Esta separación fue el resultado de la apertura paulatina del océano Atlántico Sur y Central siguiendo la línea de la gran cordillera submarina que aún hoy existe y que marca el punto de sutura original de estos continentes. Este proceso de separación culminó hace 92 millones de años (Cretácico Superior), según las dataciones más recientes, con la separación final del NE del Brasil con respecto de África y con la unión del Atlántico Sur con el mar que se había abierto más al N dentro del proceso de formación del Atlántico (Hernández et al., 1992).
Estos movimientos y procesos de fragmentación paulatina de Gondwana permiten ver desde una perspectiva general cómo América del Sur en términos de su biota evolucionó durante muchos millones de años en una condición de gran continente aislado, comparable en cierto modo a la de Australia, que tantas veces se enfatiza por la singularidad de su biota. De todas formas, existen ciertas afinidades bióticas entre Suramérica y otros continentes que sustentan su origen gondwánico o que plantean la existencia de diferentes rutas de migración para explicar los amplios patrones de distribución actuales de varios elementos bióticos (Hernández et al., 1992).
La Teoría de los Refugios
Parece evidente que cambios climáticos pronunciados motivaron grandes oscilaciones en cuanto a la cobertura vegetal natural durante el Pleistoceno, los cuales produjeron la reducción y fragmentación areal de grandes sectores de selvas húmedas isomegatérmicas, circunstancia que ocasionó el aislamiento geográfico o espacial de "islas" de selva húmeda. Al producirse este fenómeno sobrevino por ende la fragmentación de los areales en refugios de distribución de especies y subespecies de plantas silvícolas, lo cual estimuló procesos de especiación geográfica y la adquisición de mecanismos de aislamiento reproductivo. Al invertirse las condiciones climáticas las selvas húmedas reinvadieron las áreas que originalmente ocupaban y se interconectaron entre sí diversos refugios de selva húmeda, lo cual condujo a la ampliación del areal de las nuevas especies aparecidas durante fases glaciales (Hernadez et al., 1992).
En términos generales, como refugio húmedo o positivo pleistocénico se entiende un área que permanentemente, no obstante las vicisitudes climáticas del pasado, ha permanecido cubierta por selvas húmedas. A esta noción se opone la de refugio negativo que corresponde a aquellas áreas que en la actualidad y durante las diversas fluctuaciones climáticas permanecieron cubiertas por vegetación con tendencias más o menos xerofíticas (Chardon, 1981).
En Colombia no se dispone de inventarios taxonómicos completos para fauna y la flora, aun así puede calcularse con razonable certeza que la biota de Colombia, excluida la marina, representa un 10% del total mundial distribuido así:
1754 especies de aves (19,4% del total mundial), aproximadamente 40000 plantas fanerógamas y 155 especies de quirópteros (17,22% del total mundial). Esto le da a Colombia un posición entre los 12 países con mayor biodiversidad del mundo, llamados países de la megadiversidad.
A pesar de la falta de inventarios taxonómicos detallados, hay evidencia suficiente que permita establecer que la diversidad biológica en el territorio colombiano se concentra principalmente en las estribaciones inferiores de las cordilleras y en las áreas de piedemonte. Como se menciono anteriormente, existe una gran relación entre los niveles de biodiversidad y la precipitación, es decir, a mayor biodiversidad, mayor riqueza biológica.
En Colombia, el optimo altitudinal de lluvia se encuentra entre los 600 y los 1200 msnm correspondientes al cinturón inferior de la selva nublada, las cuales presentan las cifras mas elevadas de especies florísticas y faunisticas (Halffter y Ezcurra, 1992). A medida que se asciende la tendencia es a la disminución de la biodiversidad.
Aunque permanentemente se afirma que los ecosistemas tropicales son los que albergan la mayor diversidad en el mundo, es importante también resaltar la singularidad de la biota de alta montaña que no es tan diversa pero si mas rica en especies endémicas (Botero, 1989).
El criterio de niveles de diversidad no debe ser el único factor determinante para la definición de las prioridades de conservación en Colombia, mas aun cuando varios de los ecosistemas de montaña se encuentran seriamente amenazados. Dado el alto riego de perdida actual de la biodiversidad en Colombia, se trata de conceptuar como la fragmentación y la destrucción de hábitats conducen a la extinción de numerosas especies y en un corto o largo plazo la desestabilización y simplificación de los ecosistemas y en algunos casos de los biomas.
Caracterización Geográfica de Colombia
La República de Colombia se halla situada en el NW de América del Sur, posee costas sobre el mar Caribe al N y sobre el océano Pacífico al E y todo su territorio se halla comprendido dentro de la zona intertropical. Su territorio continental está enmarcado dentro de los 12º90'40" de latitud N (Punta Gallinas, Guajira, el punto más septentrional de América del Sur), los 4º13'30" de latitud S (confluencia de la quebrada San Antonio con el río Amazonas), los 66º50'40" de longitud W del meridiano de Greenwich en el río Negro o Guainía (frente a la llamada Piedra del Cocuy) y los 70º01'23" al W del citado meridiano en Punta Manglares (Departamento del Nariño).
La extensión total de Colombia es de 1141748 km2 que en su mayoría queda comprendida dentro del hemisferio norte, e incluye el archipiélago de San Andrés y Providencia, configurado por las islas de Providencia (Old Providence), San Andrés y Santa Catalina y un conjunto de cayos con una extensión de 55 km2 aproximadamente, situados en el mar Caribe al E de Nicaragua, y otras islas situadas sobre la plataforma continental caribeña como son las islas costeras de Cartagena, Tierrabomba y Barú, los archipiélagos de Rosario y San Bernardo y las islas de Fuerte y Tortuguilla, pertenecientes al Departamento de Bolívar. En el Océano Pacífico se hallan además la isla de Malpelo, de carácter oceánico, y las islas de Gorgona y Gorgonilla, inmediatas a la plataforma continental. Sus límites terrestres son al E y NE con Venezuela (2219 km), al E y SE con Brasil (1645 km), al S con Perú (1626 km), al SW con Ecuador (586 km) y al NW con Panamá (266 km).
La mayor parte de la superficie del país corresponde a llanuras bajas situadas por debajo de los 500 msnm pero, a grandes rasgos, el país puede dividirse en dos regiones: una región transinterandina que incluye tres cordilleras andinas, los valles interandinos y las fajas litorales caribeña y pacífica, y la región cisandina que abarca las llanuras de la Orinoquía y la Amazonía.
Aspectos Climáticos
Debido a la latitud geográfica el periodo de insolación diaria muestra poca variación durante el año, pues la diferencia entre los solsticios (días más cortos y más largos del año) es apenas de 29' y 16.7" en el extremo meridional del país (desembocadura de la Quebrada San Antonio) y de 86' y 14.4" en el extremo septentrional (Punta Gallinas). Por lo tanto, es reducida la posibilidad de estímulos fotoperiódicos sobre los organismos (animales o plantas) debido a cambios estacionales en la duración del periodo de insolación diaria. Sin embargo, la cuantía del brillo solar varía localmente en proporción inversa a la nubosidad.
La temperatura media tiene poca variación durante el año, pues la diferencia entre los promedios de los meses más cálidos y los meses más fríos es inferior a 5ºC, o sea que el clima es isotérmico como podría esperarse conforme a las latitudes geográficas, pero la oscilación diaria de la temperatura del aire es mucho mayor y en los páramos puede sobrepasar los 20ºC en días despejados. Las heladas nocturnas son usuales en elevaciones por encima de 3800 o 4000 msnm, y se presentan en días claros seguidos de noches despejadas a elevaciones desde unos 2500 msnm durante los veranos o temporadas de sequía. La temperatura decrece con la elevación sobre el nivel del mar, y el termogradiente altitudinal varía localmente entre – 0.52ºC/100 metros y -0.66ºC/100 metros aproximadamente dando origen a una gran variedad de pisos térmicos. La isoterma anual de 0ºC se sitúa hacia los 4.800 msnm (Halffter y Ezcurra, 1992). Estos datos son susceptibles a fenómenos hidroclimatologicos de otra índole como el ENOS.
Unidades Biogeográficas de Colombia
La realización de estudios biogeográficos resulta indispensable para el conocimiento y caracterización de la diversidad biológica del país pues, por una parte, permiten conocer la distribución original y actual de la biota y, por otra, atender muchas de las necesidades para su conservación y manejo. Igualmente, la biogeografía puede contribuir en forma significativa a la tarea de discernir patrones de evolución, patrones de especiación, etc. Aunque puede restringirse al análisis de las comunidades hoy existentes, la biogeografía adquiere un mayor interés cuando se proyecta con una visión histórica, buscando reconstruir la evolución de las unidades biogeográficas y el origen de los componentes vivos que las caracterizan (Halffter y Ezcurra, 1992). Es por esto que una visión integral de la biogeografía debe contemplar tanto la parte descriptiva y analítica basada en el presente, como la reconstrucción de los procesos históricos que pueden determinarse a través de evidencias geológicas, paleogeográficas, paleosedimentológicas, paleoclimatológicas y paleontológicas (Hooghiemstra et al, 2001)
A pesar de que en la actualidad sigue siendo bastante prematuro esbozar satisfactoriamente la biogeografía del país, se busca realizar una aproximación a la misma, principalmente a través de sus unidades biogeográficas. Estas unidades se definen con base en criterios fisonómicos de la vegetación, criterios de paisaje, condiciones climáticas y en los componentes de la biota.
El intento de clasificación de las unidades biogeográficas de Colombia que se presenta en el siguiente cuadro no deja de ser provisional, primeramente por la carencia de información en cuanto a la distribución reciente de muchas de las especies, así como por los obstáculos que también presenta la desaparición de muchas otras en vastas áreas del país y que se evidencia en la carencia de documentación adecuada para poder precisar, en no pocos casos, la extensión original que tuvieron hasta hace pocos años, decenios, o hasta el siglo pasado (Halffter y Ezcurra, 1992). La deforestación constituye la causa principal de destrucción de hábitats en Colombia. Esta ha venido ocurriendo en el país desde épocas precolombinas y, obviamente, la vulnerabilidad de las especies, la pérdida o degradación de sus ecosistemas originales es alta, favoreciendo en numerosos casos su proceso de extinción. Lamentablemente, en la actualidad resulta bastante difícil hacer un listado de las especies extintas en el país.
Cuadro 1. Unidades Biogeográficas de Colombia
I. Territorios insulares oceánicos caribeños (Archipiélago de San Andrés y Providencia)
II. Territorios insulares oceánicos del Pacífico
III. Cinturón árido pericaribeño
IV. Macizo de la Sierra Nevada de Santa Marta
V. Provincia biogeográfica del Chocó-Magdalena
VI. Provincia biogeográfica de la Orinoquia
VII. Provincia biogeográfica de la Guayana
VIII. Provincia biogeográfica de la Amazonia
IX. Provincia biogeográfica norandina
IX. Provincia biogeográfica norandina
Centros de Endemismo en Colombia
Cuando el área de distribución de una planta o animal es menor de 50000 km2 (Terborgh y Winter, 1983 citado por Hernández et al., 1992), se dice que la especie tiene una distribución localizada o restringida, es decir, es una especie endémica, lo cual quiere decir que sólo se encuentra en esa área, ya que por razones de hábitat, u otras, no le es posible crecer en ningún otro lugar.
La teoría de los refugios pleistocénicos y la historia evolutiva de la biota reflejada en las unidades biogeográficas aquí descritas han sido uno de los principales criterios para ayudar a delimitar los centros con especies endémicas en Colombia (Hernández et al., 1992). Estos centros de endemismo permanecieron relativamente estables durante las épocas en donde predominaban, bien sea condiciones secas o húmedas permitiendo así la especiación y diversificación de las especies que sobrevivieron en estos "bolsillos" o refugios húmedos cubiertos de bosque o en los refugios secos cubiertos de sabanas. Los centros de endemismo son el resultado de los procesos de fragmentación del área de distribución y aislamiento temporal de las especies contenidas en estos centros. En Colombia, se han identificado 58 centros de endemismo distribuidos sobre todo el territorio colombiano, pero no serán mencionados en este documento
Las Especies endémicas tienen la particularidad de ser medianamente vulnerables a la extinción. Aunque es evidente que el endemismo por si mismo no es una categoría de amenaza de extinción (de hecho algunas especies endémicas pueden ser localmente muy abundantes), la distribución geográfica restringida de una especie puede ser un factor que aumenta su vulnerabilidad.
Al comenzar el siglo XXI el escenario que nos aguarda, si las tendencias de transformación y degradación del paisaje natural continúan, es el de un vasto territorio modelado por el uso humano de la tierra, con intercalaciones aquí y allá, de algunas extensiones de bosque natural. Las áreas de bosque y los hábitats que persistan serán solamente aquellos que permanezcan gracias a su status actual de áreas declaradas como parques o reservas naturales. Ortiz (1992), predice para ese entonces la eventual pérdida del 66% de especies de plantas en América Latina. Se estima que este porcentaje de extinción corresponderá a la extinción del 14% de las familias de plantas del mundo y para el caso de la eventual extinción de las aves amazónicas esto corresponderá a la extinción del 26% de las familias de aves existentes en el mundo.
El empobrecimiento biótico con el cual iniciaremos este nuevo siglo se debe fundamentalmente a la conjunción de un "cuarteto demoníaco" como lo denomina Diamond (1984), (citado por Ortiz, 1992), integrado por un lado, por la destrucción y fragmentación de algunos hábitats y la contaminación de otros; y por otro, la destrucción de animales y plantas por parte del hombre; igualmente, otro elemento del cuarteto, es la introducción de animales y plantas extraños al hábitat original; y por último, tenemos los efectos secundarios de las extinciones (la extinción de una especie causada por la extinción de otra o el "efecto cascada").
Si bien, la extinción es un proceso que se manifiesta a nivel de las poblaciones de las especies y que además ha ocurrido con cierto carácter cíclico en tiempos remotos (Pérmico o Pleistoceno, por ejemplo), los niveles de extinción que se alcanzarán a registrar en las primeras décadas del siglo que entra no tendrán precedentes si los comparamos con las ocurrido en tiempos prehistóricos (Kattan, 2001).
De la comprensión de la dinámica de la extinción de las especies y de las acciones de conservación que se desprendan de éste entendimiento dependerá la interpretación que el "cuarteto demoníaco" de Diamond pueda ejecutar, o bien, dejamos que interprete un requiem, o bien cambiamos la partitura para que interprete una sonata.
Que es la Extinción?
Dado que la naturaleza puede ser entendida como una red de sistemas o de "todos" dispuestos en múltiples niveles jerárquicos, la desaparición o pérdida de uno de estos sistemas, implica la desaparición de parte de la jerarquía que éstos comprendan o de la cual hacen parte. La pérdida de un tipo de comunidad ocurre por la pérdida acumulativa de todos los parches en los cuales habita este tipo de comunidad; al mismo tiempo cada parche se pierde porque las poblaciones que lo componen han desaparecido; la pérdida de las especies ocurre por la desaparición acumulativa de todas las poblaciones que separadamente conforman su distribución; y por último la pérdida de la diversidad genética ocurre porque las poblaciones se han extinguido (Ortiz, 1992).
La extinción de especies es fundamentalmente el resultado de dos fenómenos que ocurren a dos escalas espaciales diferentes (Kattan, 2001), Primero, la degradación del hábitat y segundo, el aislamiento geográfico de poblaciones de una especie en parches remanentes (Fragmentación). El riesgo de extinción puede aumentar además, por la vulnerabilidad que adquieren estas poblaciones a otras intervenciones humanas.
La extinción ha pasado a ser fundamentalmente un proceso antropogénico por intensa transformación que el hombre ejerce sobre el medio natural,. Las tasas antropogénicas de extinción arrojan predicciones tales como que una de cada cincuenta especies del total que hoy puebla la tierra habrá desaparecido a finales del siglo XX (Ortiz, 1992).La extinción y la especiación son dos procesos naturales complementarios que ocurren simultáneamente desde que la vida hizo su aparición en la tierra. El resultado de la relación entre la tasa de especiación y la tasa de extinción es la evolución de las especies.
Mecanismos de Extinción
Aunque los diferentes organismos responden de manera diferente a cambios en su hábitat, es evidente que la fragmentación es el principal proceso causante de la extinción local de muchas especies. Tradicionalmente se considera que el principal factor de riesgo es el tamaño de la población, pues a menor tamaño de la población, mayor riesgo de extinción ya sea por factores demográficos, estocásticos (Azar) y/o genéticos (Kattan, 2001). Sin embargo, una densidad baja no siempre se traduce en extinción y la abundancia no siempre es garantía de supervivencia. Para poder predecir el efecto que la fragmentación tiene sobre los distintos tipos de organismo es importante tener en cuenta la escala espacial y temporal a la que ocurre dicho evento.
Turner, (1996)(citado por Kattan, 2001), identifico por lo menos seis clases de mecanismos de extinción: (1) eliminancion total de ciertos habitats dentro del paisaje; (2) disminución del tamaño de la población; (3) prevención o reducción de la inmigración (es decir, aislamiento de la población); (4) efectos de borde; (5) efectos de orden superior (es decir, a nivel de interacciones con otras especies); y (6) inmigración de especies exoticas. La importancia relativa de cada uno de estos factores es incierta, pues la cinética del proceso de extinción depende de la historia natural de la especie. Los seis mecanismos identificados pueden adjudicarse a procesos que operan a dos escalas espaciales diferentes: a escala de paisaje y a escala local (a nivel de fragmento). Los procesos se separan par entenderlos mejor, pero estos pueden operar simultáneamente (Kattan, 2001).
Los ecosistemas no necesariamente están siempre en equilibrio, son imperantemente dinámicos como un diástole de energía y vida en primavera y un sístole de recogimiento en invierno. El dinamismo de los ecosistemas dependen naturalmente de los gradientes ambientales, las condiciones y recursos imperantes en el ambiente. Lo anterior es el transcurso normal de los ecosistemas por ya de mas de 3500 millones de años. Pero hace poco gracias a la necesidad torpe del hombre de adecuar la naturaleza a su antojo y provecho, torna el constante cambio de los ecosistemas, a través de los trastornos antes mencionados en monstruos gigantescos de destrucción, esto sumado a la superpoblación hace muy difícil implantar estrategias de conservación como sucede en nuestro país, pero no obstante, Colombia cuenta con un porcentaje representativo de su área protegida, convirtiéndose esta en la principal estrategia de conservación de especies endémicas.
Se conoce que Colombia cuenta con 1 de cada 5 especies de aves del mundo, 1 de cada 3 especies de ranas y 1 de cada 5 especies de mariposas, entre otras. Esto demuestra que Colombia goza con una biodiversidad incalculable. Y cuando hablamos de incalculable nos referimos a las condiciones de alto riesgo de nuestros investigadores para el cumplimiento de su labor debido al conflicto interno de nuestro país, donde los actores armados tienen como refugio los parque naturales como la Sierra Nevada de Santa Marta, La Reserva de Chingaza, El Parque Nacional Natural Tatama y Los Farallones de Cali, solo por mencionar algunos, los que mayor desorden publico presentan.
Los Parque Nacionales Naturales son de vital importancia para la conservación de la biodiversidad, en especial de las especies endémicas y emblemáticas y como centros nacionales e internacionales de investigación biológica en procura de la conservación de la diversidad biológica haciendo prioridad en especies en peligro de extinción como el Oso de Anteojos, la Danta de Montaña y el Condor de los Andes, solo por mencionar las mas representativas.
El uso potencial de estos recursos depende de tomarlos con la mayor seriedad y compromiso pertinente por parte de las autoridades competentes en una serie de parques donde se fomente el ecoturismo sostenible de bajo impacto en pro de la conservación y conservación de ciertos nichos ecológicos y la salvación de los ecosistemas estratégicos de manera económicamente viable.
En conclusión, convertir los parques y reservas naturales en una macroempresa dedicada a exportar oxigeno, conocimiento y conciencia ambiental.
Biodiversidad Colombiana en Peligro de Extincion
Colombia es un país megadiverso: posee el 10% de la biodiversidad mundial en tan solo el 0.7% de la superficie terrestre. Dicha variedad de formas de vida (número de especies en un espacio determinado) es el nivel más usual para referirse a la biodiversidad. En cuanto a fauna (mamíferos, aves, reptiles y anfibios), por ejemplo, nuestro país cuenta con aproximadamente 3290 especies. Los peces, a pesar de su gran importancia biológica y económica son todavía poco conocidos; sin embargo, algunos autores reportan aproximadamente 2900 especies para Colombia. Se estima que tan sólo se ha descrito el 80% de la flora colombiana, sobre un total estimado en 55000 especies de plantas vasculares.
Actualmente, la conservación de la biodiversidad (en términos éticos y económicos) es un importante objetivo de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales en todo el mundo. Especial interés genera la idea de que muchas plantas y animales silvestres pueden ser la base para la elaboración de medicinas, fibras, alimentos y nuevas formas genéticas, diseñadas y manejadas por el hombre. Desde esta perspectiva, la biodiversidad es el capital biológico del mundo y representa opciones estratégicas para su uso sostenible.
Hay que recalcar que la extinción de determinadas especies no puede considerarse como un proceso aislado, sino como un indicador de la salud e integridad de los ecosistemas. Y la cantidad creciente de especies de fauna colombiana en riesgo a la extinción refleja un grave proceso de degradación ambiental, relacionado directa-mente con la pérdida de hábitat. Regiones biogeográficas como Chocó-Magdalena, Norandina y Amazonas, de cuales se tiene conocimiento de su deterioro, presentan el mayor número de especies de fauna amenazada.
Las listas rojas producidas por la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) se han utilizado durante los últimos 30 años para llamar la atención sobre las especies que se encuentran en peligro de extinción. Las categorías de la UICN fueron sometidas a revisión en 1987 puesto que presentaban dificultades para su aplicación en plantas e invertebrados. En 1994 numerosos especialistas participaron en el proceso de evaluación de los diferentes factores de riesgo de extinción y finalmente se adoptaron nuevas categorías basadas en criterios y subcriterios sobre la disminución de los efectivos de una población o la reducción de su área de ocupación (ver Cuadro 2).
Cuadro 2: Categorías de la UICN (1994)
EXTINTO
* EXTINTO (EX)
* EXTINTO EN ESTADO SILVESTRE (EW)
AMENAZADO
* CRÍTICAMENTE AMENAZADO (CR)
Riesgo de extinción inmediato
* EN PELIGRO (EN)
Riesgo de extinción en un futuro cercano
* VULNERABLE (VU)
Riesgo de extinción a mediano plazo
POSIBLEMENTE AMENAZADO
* BAJO RIESGO (LR)
Dependiente de la conservación (cd)
Casi amenazado (nt)
Preocupación menor (lc)
* DATOS DEFICIENTES (DD)
NO EVALUADO (NE)
Las letras entre paréntesis corresponden a las iniciales de
la categoría en inglés.
Acciones para la Conservación de la Biodiversidad en Colombia
De acuerdo con el estado de una población, y teniendo en cuenta las causas de disminución, se pueden definir las acciones para la conservación. Según el estado actual del conocimiento de las poblaciones de especies de Colombia, es evidente que la mayoría deben someterse a acciones de conservación de carácter preventivo a nivel ecosistémico. Sin embargo, un conjunto de especies se encuentra ya en las situaciones de disminución sistemática, para las cuales es necesario establecer estrategias integradas de conservación, que incluyen acciones complementarias in situ y ex situ. Los aspectos de conservación in situ no solo están centrados en el manejo directo de la especie, sino en el control de las causas de disminución de su hábitat. Por otra parte, la conservación ex situ debe considerarse como un apoyo para lograr la recuperación del número de individuos (que luego deberán ser reintroducidas al medio natural), y la diversidad genética al interior de las poblaciones (Franco, 1999)
El Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander Von Humboldt determino en su programa de Biología de la Conservación unos criterios de priorización para la conservación (Franco, 1999) a saber: Riesgo de Extinción, Endemismo, Importancia y Oportunidad de Conservación. Los criterios definidos tienen un valor y se relacionan en la siguiente función de priorización para cada especie y así determinar las prioridades ALTA / MEDIA / BAJA de conservación en fauna:
P= R + I + OC
En donde, P = prioridad, R = riesgo de extinción, I =importancia y OC= oportunidad para la conservación Así las cosas, P puede adquirir valores que van de 1 al 9:
* 9 – 7 prioridad alta de conservación
* 5 – 6 prioridad media
* 3 – 4 prioridad baja
* Valores menores a 3 falta información.
La ponderación de prioridades es un proceso constante que se alimenta continuamente de acuerdo con la información recopilada. El primer resultado de prioridades nacionales de conservación fue logrado por medio de la información escrita que existe sobre el uso dado a las especies por diferentes comunidades (locales y rurales). La información sobre las especies cambiará a partir de la información arrojada por la base de datos del Sistema de Información que en la actualidad se desarrolla en el Instituto Humboldt (Franco, 1999).
Del total de las especies de mamíferos, aves, reptiles y anfibios reportadas para el país, el 10.6% se encuentra con algún riesgo de extinción. En comparación con la UICN, el número de especies de fauna con algún riesgo a la extinción aumentó para Colombia. Algunos de los cambios se deben a la existencia de especies recientemente descritas o a la recategorización de otras. El análisis realizado a los diferentes taxones, no incluye los grupos de peces y artrópodos, por ser grupos muy grandes sobre los cuales se conoce muy poco en país; en la actualidad no se cuenta con un número exacto de especies reportadas con distribución nacional. Una lista preliminar de vertebrados endémicos de Colombia, contiene 311 especies para los grupos de mamíferos, aves, reptiles y anfibios. Del total de endemismos, 20.6 % (64 especies de mamíferos, aves, reptiles y anfibios) presentan alguna categoría de riesgo (Chaves y Arango, 1998).
El conocimiento de las áreas de concentración de especies endémicas, de la distribución de los taxones con algún nivel de riesgo global en las provincias biogeográficas, del estado actual de los hábitats y del grado de deterioro de los mismos, permiten una aproximación a las prioridades de conservación. Sin embargo, el proceso de priorización nacional depende en gran medida de la lista categorizada de especies amenazadas y de la participación de un gran número de especialistas e instituciones conocedoras del tema. En la actualidad ya se cuenta con listas básicas revisadas para los taxones de mamíferos, aves, reptiles y peces.
La Importancia de la Conservación y Las Áreas Protegidas.
Conservación es un ejercicio de intercambio y trabajo social enmarcados en procesos de concertación de intereses y percepciones sobre el ambiente y orientado por el análisis y compresión de las relaciones entre la sociedad y la naturaleza, en las diversas expresiones que tiene cada área. Actualmente se avanza en busca de entender la diversidad de sistemas culturales que existen para manejar y entender la naturaleza.
Las áreas protegidas se identifican, planifican y manejan para conservar a largo plazo la base ambiental indispensable para que la vida pueda desarrollarse en condiciones de respeto y equidad, cumpliendo específicamente con funciones como mantener los procesos ecológicos, preservar la diversidad de hábitats, de especies, y la conservación de la variabilidad genética y de las capacidades productivas de los ecosistemas, al tiempo que se busca preservar las tradiciones culturales de los grupos humanos que han hecho posible durante siglos esa conservación.
Los objetivos de conservación son: i)Asegurar la continuidad de los procesos evolutivos y el flujo genético necesario para preservar la diversidad de especies de flora y fauna terrestre y acuática; ii)Garantizar la oferta de bienes y servicios ambientales esenciales para el desarrollo humano; iii)Garantizar la diversidad cultural asociada al cumplimiento de los anteriores objetivos; iv)Generar las condiciones necesarias para el uso y aprovechamiento sostenible de la fauna silvestre como alternativa socioeconómica y estrategia de conservación para el desarrollo del país garantizando la permanencia y funcionalidad de las poblaciones naturales y de los ecosistemas de los cuales hacen parte; y v)lograr el uso sostenible de los bosques, con el fin de conservarlos, consolidar la incorporación del sector forestal en la economía nacional y contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de la población.
Por otro lado, Cunnigham, (1987) (Citado por Molina, 2001), enumeró las cuatro razones, "las 4 E", por las cuales debemos conservar la biodiversidad: 1) La razón ética, el derecho a la vida de todas las especies. 2) La razón estética, preservar la belleza de las especies que se extinguen. 3) La razón ecológica, el papel vital que puede desempeñar en un ecosistema la especie que se extingue. 4) La razón económica, el interés para la industria farmacéutica o alimenticia que puede tener la especie que se extingue.
Lamentablemente, parece ser que esta última es la única razón que llevaría al ser humano a crear las condiciones que eviten las extinciones masivas
Servicios Ambientales de las Áreas Protegidas
Las áreas protegidas representan los ecosistemas estratégicos del país, por los bienes y servicios ambientales que prestan para garantizar el bienestar social y el desarrollo económico de la Nación. Más de 17 millones de personas dependen del agua suministrada por éstas áreas; son responsables también del 20% de los recursos hídricos que abastecen de energía eléctrica al país y contribuyen a la producción de biomasa y oxigeno, además de ser consideradas sumideros de carbono atmosférico.
Las áreas protegidas garantizan la producción y regulación hídrica del país ya que en sus territorios están incluidas cuatro de las seis estrellas hidrográficas más importantes; más del 62% de los acuíferos de Colombia se originan en áreas del sistema; protegen el 7% de las lagunas y ciénagas naturales; el 76% de los Parques contienen ecosistemas de humedales.
Las áreas también contribuyen a la salud humana, la infinidad de recursos genéticos que contienen pueden ser utilizados con fines terapéuticos. También se reconocen como fuente de recursos a largo plazo para la seguridad alimentaria.
Más de 1.500 sitios arqueológicos y de patrimonio histórico nacional son protegidos dentro de las áreas del Sistema y al menos 40 pueblos indígenas y decenas de comunidades negras las utilizan para garantizar su supervivencia y el mantenimiento de sus culturas.
Son además espacios ideales para la práctica del ecoturísmo nacional y extranjero. Más de 400.000 visitantes por año están generando recursos económicos para la sostenibilidad financiera del Sistema y aportan ingresos constantes a las poblaciones locales.
Teniendo en cuenta el diagnóstico del Sistema de Parques Naturales Nacionales realizado por Biocolombia (1.999) y de acuerdo con el análisis efectuado al interior de la institución en desarrollo del "Proceso Interno de Redefinición Participativa de Políticas", se identificaron aspectos de la gestión institucional de los Parques a lo largo de treinta años, que aportaron al análisis de enfoques, operatividad, normatividad y administración. A partir de ahí se construyó una estrategia de intervención institucional.
Cuadro 3. Categorías de áreas protegidas en Colombia.
Categorías de áreas Protegidas de la UICN y equivalencia con las definidas para Colombia.
Categorías según UICN | Categorías del sistema de parques nacionales de Colombia | Categorías diferentes al sistema de parques nacionales de Colombia |
I. Reserva natural estricta o área natural silvestre | Reserva natural | |
II. Parque nacional | Parque Nacional | |
III. Monumento Natural | Santuario de Fauna Santuario de Flora Área Natural Única Vía parque | Parque Natural Regional |
IV Área de manejo de hábitats o especies | Territorio Fáunico Reserva de Caza Coto de caza | |
V. Paisaje terrestre o marino protegido | ||
VI. Área Protegida con recursos manejados | Distrito de manejo Integrado Distrito de Conservación de suelos Áreas de Reserva Forestal Protectora Áreas de Reserva Forestal Productora Áreas de Reserva Forestal Protectora-Productora Área de reserva (recursos pesqueros) Área de manejo integrado Para recursos hidrobiológicos) Reserva natural de la sociedad civil |
La categoría UICN, área protegida con recursos manejados, presenta en Colombia ocho equivalencias. Ninguna de ellas administradas por el sistema de parques nacionales colombiano, pero si contempladas en la legislación colombiana. Ellas son : Distrito de Manejo, Distrito de Conservación de Suelos, Área de Reserva Forestal Productora, Área de reserva forestal Protectora, Área de reserva forestal Protectora-Productora, Área de reserva para recursos pesqueros, Área de manejo Integrado para recursos hidrobiológicos y Reserva Natural de la Sociedad Civil.
La UICN define el Área protegida con Recursos Manejados como "área que contiene predominantemente sistemas naturales no modificados, que es objeto de actividades de manejo para garantizar la protección y el mantenimiento de la biodiversidad biológica a largo plazo y proporcionar al mismo tiempo un flujo sostenible de productos naturales y servicios para satisfacer las necesidades de la comunidad"
El Convenio sobre Diversidad Biológica cuenta con 10 años de existencia desde que los países firmaron en 1992 el compromiso de conservar y usar de manera sostenible la Diversidad Biológica. Un balance rápido para Colombia lo podemos presentar como la evolución del discurso entre la aparente la aparente conservación de la Biodiversidad y el desarrollo nacional.
El conflicto de la Conservación proviene del desfase entre beneficios y costos percibidos a niveles espaciales y temporales diferentes. Si se lograra identificar los beneficios de conservar la biodiversidad a mediano y largo plazo, nos daríamos cuenta que el problema se reduce a una mala asignación de costos y beneficios y a un problema de transferencias entre actores sociales por la conservación de la diversidad Biológica de Colombia.
En materia de instrumentos de política, en Colombia ha predominado el uso de instrumentos de comando y control y solo hasta hace unos pocos años, se involucraron los grupos humanos en las estrategias de conservación de la biodiversidad. La política de parques con la gente de la UAESPNN, de manera concertada con los habitantes de las áreas protegidas y entendiendo las diversas maneras que tienen de entender la naturaleza, desarrolla programas que involucra directamente el componente socioeconómico en la Biología de la Conservación para Colombia.
En relación con los instrumentos de mercado o instrumentos económicos, estos buscan cambiar de manera voluntaria el comportamiento de los actores económicos hacia una mejor racionalización de los activos naturales (agua, suelo y aire) o bien, buscan generar unas reglas en las cuales los costos ambientales sean incluidos dentro de la toma de decisiones en los diferentes actores.
Naturaleza Económica de la Biodiversidad
La valoración económica de los recursos naturales y la gestión de los problemas ambientales se ha centrado tradicionalmente en el tratamiento separado de cada una de las áreas de gestión relacionadas con el tema, sin embargo, esta dicotomía no permite tomar el medio ambiente y los recursos naturales, entre ellos la Biodiversidad, como formas conjuntas de capital.
La complejidad de los ecosistemas, favorece el surgimiento de propiedades emergentes que los hace a veces mas valiosos que los elementos que los conforman, es decir, el todo es mucho más que la sumatoria de sus partes. La separación académica de los procesos de valoración económica de recursos como la Biodiversidad, no tiene en cuenta los fenómenos de complejidad, de interdependencia y de emergencia de propiedades de los elementos que componen la biosfera. Desde esta perspectiva, el tratamiento de la Diversidad Biológica supone un análisis de las formas de organización implícitas dentro de un sistema complejo donde el sistema natural y el sistema humano mantienen relaciones económicas, físicas, biológicas y socioculturales.
Muy a menudo, y dependiendo de quién lo diga, puede parecer que los términos ecología y economía describen conceptos enfrentados. Ésta es una impresión que está muy lejos de la realidad. Sin embargo, un claro ejemplo de lo que puede aportar la nueva visión de los sistemas económicos es el análisis del procedimiento de valoración de los recursos naturales, que todavía está dando sus primeros pasos. Son muy escasos los estudios con rigor científico sobre la valoración de los recursos naturales y, en cambio, abundan los análisis que pretenden pasar por serios cuando, en realidad, son la prueba evidente de que la ciencia económica se ha convertido gradualmente en el lugar de juego de muchos, interesados principalmente en ejercicios matemáticos sin relevancia más allá del papel en el que se hacen (Georgescu- Roegen, 1977. Citado por Molina, 2001).
El tratamiento de la Diversidad Biológica requiere dos niveles de análisis que asimilados o confrontados mutuamente pueden aportar al uso y aprovechamiento sostenible de la Biodiversidad. El primero tiene que ver con la relación entre Biodiversidad y Sistema Humano; la relación Biológica / física – Económica. El segundo tiene que ver con la Biodiversidad y su relación Sociocultural y política
Sistemas de Tenencia, Derechos de Propiedad y Biodiversidad
El tema de la tenencia es muy complejo, pues incluye asuntos de hecho y de derecho, es decir, encontramos categorías de propiedad jurídicamente registradas pero en la realidad no ocurre así. La tenencia esta íntimamente ligada al sistema de derechos de propiedad (Hernández et al, 1998). Adicionalmente, a menudo sobre un mismo territorio coexisten el derecho de propiedad sobre la tierra con los derechos de usufructo de los recursos o viceversa (Tal es el caso de la Diversidad a escala genética).
Hernández (1998), argumenta que un incentivo a la conservación y uso sostenible de la Biodiversidad esta dado por la determinación de regímenes de propiedad sobre los recursos naturales y la biodiversidad. Por tal motivo, la determinación de los regímenes de derecho de propiedad es necesaria pero insuficiente para el logro de los objetivos de conservación del a Diversidad Biológica. Solo con nuevos elementos de análisis microeconómico que tomen en relación la complejidad biológica y su interacción con un sistema sociocultural y económico bien determinado, se podrá lograr una valoración suficientemente adecuada de los recursos biológicos que motiven su conservación.
La Tragedia de los Bienes Comunales
Los bienes naturales comunales son altamente susceptibles de degradación debido a la sobreexplotación. Esto es así por la propia dinámica económica, que hace que la sobreexplotación sea la mejor estrategia para incrementar los beneficios inmediatos. Si en los análisis económicos de costo -beneficios no se incluyen los beneficios futuros, entonces la explotación de bienes naturales no puede sostenerse de forma comunal.
Recordemos el ejemplo que nos cita Cordero (2000): un pueblo tiene un terreno comunal que se dedica al pasto para el ganado. Imaginemos que el pasto puede soportar 100 vacas (igual a capacidad de carga) y que actualmente hay 20 propietarios que tienen 5 vacas cada uno. Cada una de estas vacas puede producir 10 kg de leche por día, con lo que la producción por ganadero será de 50 kg y la producción total de 1000 kg. hora supongamos que uno de los propietarios se plantea comprar una vaca más, con lo que pasaría a tener 6 y el total a 101. El propietario sabe que haciendo esto sobrepasará la capacidad productiva del pasto y la producción por vaca disminuirá. Si la producción disminuyese en un 1%, ¿debería el ganadero comprar una vaca más? Si se analiza el problema en términos de aumentar el beneficio a corto plazo obviamente debería comprarla. Esto es así porque ahora tendrá 6 vacas *9.9 kg/vaca= 59.4 kg de leche diarios. Obviamente el resto de los propietarios notarían el descenso de producción de sus 5 vacas, que pasaría a ser de 49.5 kg (5*9.9). Si otro ganadero decide hacer lo mismo, la producción por vaca descendería a 9.8 kg/día, pero aún así él ganaría (58.8 kg frente a los 49.5). Este proceso podría continuar hasta que todos los propietarios tuvieran 6 vacas y la producción por vaca hubiese descendido a 8 kg/día. Ahora la producción total sería de 960 kg, con lo que todos hubieran perdido. La tentación para comprar otra vaca e incrementar la producción, pronto vendría a la mente.
Este ejemplo ilustra claramente el problema con que nos enfrentamos en la conservación. Los bienes que son de todos son sobreexplotados y así sucede también con la Biodiversidad. Muy probablemente esta paradoja solo podrá solucionarse con una legislación apropiada, situación que se torna muy complicada en un país como el nuestro.
El Dilema de la Conservación de la Biodiversidad
El problema de la biodiversidad esta inmerso en muchas decisiones económicas que cada uno de nosotros enfrenta día a día, y esas decisiones tienen implicaciones fundamentales en la conservación o agotamiento de los ecosistemas que contienen las especies. Además de afectar la Diversidad Biológica cuando aprovechamos o preservamos los bosque y animales de nuestra región, también lo hacemos diariamente cuando decidimos consumir o no consumir productos que provienen de ecosistemas amenazados, o al consumir productos alternativos que inducen a la conservación de la Biodiversidad.
Pero mas interesante aun es el dilema social que individualmente enfrentamos: si todos cooperáramos espontáneamente en cualquiera de estas decisiones, lograríamos un objetivo colectivo de conservación, pero es extremadamente difícil lograr un acuerdo que nos obligue a todos (productores y consumidores) a cooperar en el caso de la Biodiversidad (Cárdenas, 1998). Estudiar el problema económico de la biodiversidad, implica entonces enfrentar varios problemas conceptuales y metodológicos centrales. La mayoría de los componentes de valor económico y social de la Biodiversidad no están reflejados en los precios del mercado de los productos que involucran algún componente de Biodiversidad. Sin embargo, la Biodiversidad tiene un valor social y cultural muy alto a lo largo de toda la historia de la Humanidad. Sabemos que la supervivencia de la sociedad y la base natural que la sostiene depende de la biodiversidad.
El grado de incertidumbre por el escaso conocimiento acerca de la diversidad biológica en nuestro país y en el mundo hace muy difícil definir los recursos escasos en los que la sociedad debe invertir para su conservación, relativos a otras prioridades sociales (Cárdenas, 1998). La imposibilidad de conocer las necesidades que las siguientes generaciones tendrán de los recursos de la Biodiversidad hacen extremadamente difícil definir cuales genes, especies o ecosistemas resultan mas urgentes de conservar en el corto, mediano y largo plazo, incluso si su potencial actual es mínimo. Sin embargo, extinguir una especie por siempre puede implicar costos sociales muy altos e irreversibles en el futuro.
Conflictos e Instrumentos de Política para la Conservación de la Biodiversidad
Como lo mencionamos en las secciones precedentes, plantear la conservación y uso sostenible de la Diversidad Biológica como una alternativa viable dentro de los procesos de desarrollo significa poder valorar los beneficios de la conservación e identificar los conflictos sociales derivados de las formas de aprovechamiento de la Biodiversidad.
Las diferentes formas de aprovechamiento de la Biodiversidad conducen a conflictos de conservación cuando: i) las decisiones privadas de uso son incompatibles con los objetivos de política general relacionada con la conservación y uso sostenible de la Biodiversidad; ii) las decisiones privadas no consideran el costo del agotamiento y degradación progresiva de los recursos asociados a la Biodiversidad; iii) las decisiones de política nacional y/o sectorial envían a los actores sociales señales que conducen a la degradación y perdida de la Diversidad Biológica (p. ej. La reforma agraria como causante de ocupación de terrenos en zonas de bosque natural); y iv) algunos instrumentos económicos conducen a comportamientos no deseados por parte de los actores económicos (efectos perversos).
Poder analizar la naturaleza del conflicto de conservación permitiría enfocar mejor los instrumentos posibles de política que corregirían estas externalidades negativas para adaptar los instrumentos actuales a las prioridades locales y regionales.
Varios elementos han sido identificados y que explicarían las deficiencias en la efectividad de los instrumentos de política. Estos elementos de tipo estructural, parecen ser requisitos fundamentales para llevar a cabo todo programa y proyecto de conservación y uso sostenible de la Biodiversidad. En estos se destaca la necesidad de generar unos planes de ordenamiento territorial que consideren la Biodiversidad como eje integrador de las políticas ambientales a implementar.
En todos los conceptos y definiciones de Biodiversidad, convergen dos dimensiones estrechamente relacionadas que dependen de la escala de enfoque y de la escala de análisis (genes, individuos, poblaciones, especies, comunidades, ecosistemas): la histórico-evolutiva y la ecológico-funcional. La primera se consagra al estudio de los Patrones estructurales y espacio-temporales en los que se expresan las relaciones genealógicas de los organismos, ilustradas en las clasificaciones jerárquicas y la segunda, a los Procesos e interrelaciones funcionales que acontecen en la intimidad de los propios organismos y en el seno de los ecosistemas. (Martín Piera, 2001).
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