Las agencias en el diseño y aplicación de la política exterior norteamericana
Enviado por Carlos Manuel Ventura Moa
- Resumen
- Análisis
- El contrapeso en la Política exterior Norteamericana
- Rol de las Agencias en la Política Exterior de USA
- Conclusión
- Trabajos citados
Resumen
Los Estados Unidos de Norteamérica constituyen la nación más influyente a escala planetaria. Su política y economía les permiten convertirse en la nación modelo, cuyo diseño de política internacional se encuentra a la vanguardia. Luego de la Segunda Guerra Mundial, el centro de gravitación política del planeta se trasladó al continente americano, siendo una potencia emergente quien capitalizara este control: Estados Unidos de Norteamérica. Este rol se consolida con la aplicación del Plan Marshall, instrumento que permite que este país controle la economía de toda Europa, Asia, Medio Oriente, África y América Latina; realizando una repartición con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas de los países desbastados por el conflicto bélico. Esta polarización del mundo se matizó por la llamada Guerra Fría. En este caldo de cultivo se consolidan Los Estados Unidos de Norteamérica como una de las principales potencia del mundo. Esta condición de potencia, obliga a la USA, a diseñar una política internacional, que no solamente atañe a sus intereses particulares como nación, sino a garantizar su hegemonía en los países de su bloque. A la luz de los instrumentos legales de esa nación en el diseño de la política internacional se encuentra bajo la responsabilidad del Presidente de la República y del Congreso Nacional de Estados Unidos de Norteamérica de manera preminente. Dentro del entramado estructural de los elementos que diseñan y ejecutan esa política, juegan un papel sustancial las agencias. El presente trabajo tiene como foco de atención analizar el papel que desempeñan estas organizaciones institucionales (de múltiples naturalezas y funciones), en la elaboración y materialización de la política exterior de la principal potencia del planeta tierra. Conjuntamente con el estudio de la naturaleza y estructura de cada una de estas agencias, se dilucidará la interrogante siguiente: ¿El papel que desempeñan de las agencias en la estructuración de la política internacional es determinante en la consolidación del imperialismo norteamericano?
Análisis
La política internacional de Los Estados Unidos de Norteamérica se encuentra ligada a su propia concepción de interés nacional, sin embargo, en la práctica sólo una ínfima minoría de personas definen e interpretan cuáles son los intereses nacionales de un país, aunque en cada caso de acuerdo a la forma de funcionamiento del Estado es asignada una connotación diferente. El ejercicio de la democracia se realiza de modo más o menos directo y las concepciones de seguridad logran reflejar los "intereses nacionales".
En el caso de Estados Unidos, compete al Presidente y su Ejecutivo, incluyendo asesores y agencias gubernamentales, al Congreso, con la influencia especial de algunos subcomités, los que más activa y directamente participan en la elaboración y ejecución de la política exterior.
De Acuerdo a la Constitución de Los Estados Unidos de América, el Poder Ejecutivo y el Congreso Nacional, tienen la máxima potestad para el diseño y ejecución de la política exterior del país. Segundo los autores de la obra "El Proceso de Conformación de la Política Exterior de los Estados Unidos", de manera general, "la Constitución de Estados Unidos le confirió el poder legislativo (al Congreso), el ejecutivo (al Presidente), sus departamentos y agencias y, el judicial (a los tribunales federales inferiores y a la Corte Suprema), como máximos órganos del poder supremo y de la dirección del Estado federal norteamericano" (Castro Mariño, Fernádez Tabío, Lobaina Barthelemy, López Oceguera, González Morales., & Achkienasi Chernak, 1998).
Visto desde el punto de vista de la practica política cotidiana de esta imponente nación, la política exterior es diseñada de manera especifica por el Presidente y la Secretaría de Estado, el Asesor de Seguridad Nacional del Presidente, el Secretario de Defensa, el Jefe del Estado Mayor Conjunto y, por supuesto, el Director de la Agencia Central de Inteligencia, que provee a los otros miembros claves del equipo de política exterior la información más reciente sobre acontecimientos mundiales. Estos funcionarios constituyen el núcleo del Consejo de Seguridad Nacional, que es el organismo de elaboración de la política exterior de más alto nivel en la nación. Y la Secretaría de Estado toma muy en serio su función primordial de ser la principal asesora del Presidente en cuestiones de política exterior (Pickering, 2000).
En ese mismo contexto convergen una multiplicidad de factores, tanto externos como internos, para el esbozo y la propia realización de las políticas externas de ese país. Así no solamente el Congreso influye, sino que inciden en la toma de decisiones la situación internacional, el electorado, la opinión pública (interna y externa), los grupos de presión (lobbies), los medios de información pública, las agencias, los departamentos de ejecución y los periódicos (Parma, 2010).
Según Vicente Palacio de Oteiza, se tiende a identificar la Política Exterior (PE) de EEUU con la mera voluntad del presidente Bush y sus colaboradores más próximos. Pero no es así: el Congreso, las decenas de Departamentos y los centenares de Agencias, los partidos políticos, los poderosos lobbies económicos y étnicos, los think-tanks y los medios de comunicación, que orientan en un sentido u otro a la opinión pública, conforman los resultados finales (Oteiza, 2003).
El contrapeso en la Política exterior Norteamericana
Es importante apuntalar que originalmente la constitución de los Estados Unidos de Norteamérica, asigna la función directa e inmediata del diseño de la política exterior al Presidente de la República, empero, el Congreso Federal ejerce la función de contrapeso, pues a parte de la función básica de legislar y aprobar todas los fondos para la ejecución de la política en todas las esferas de la vida social, la Ley Fundamental también le confiere al Congreso las siguientes potestades en materia de política exterior (Castro Mariño, Fernádez Tabío, Lobaina Barthelemy, López Oceguera, González Morales., & Achkienasi Chernak, 1998).
Es decir que el citado texto constitucional pone a cargo de este órgano de poder popular, la aprobación de los tratados y acuerdos internacionales que suscribe el país; así mismo es el Congreso que refrenda o aprueba la designaciones de los funcionarios públicos que hace el Presidente, pero también, ratifica los nombramientos de los miembros de la Suprema Corte de Justicia. En otro tenor, el Presidente no puede literalmente per-se declarar la guerra a otro estado, sin la previa aprobación del Congreso de esta medida.
La última palabra en materia de política exterior es del Congreso de Los Estados Unidos de Norteamérica. En ese sentido el Presidente debe indisolublemente someter al Congreso los proyectos y el diseño de políticas económicas en materia internacional, para que esta estructura de poder democrática las apruebe (Oteiza, 2003).
Huelga subrayar que este esquema institucional de la política exterior y su contrapeso, fue predominante en la política exterior de la nación norteamericana, hasta los finales de la Segunda Guerra Mundial, con el nacimiento de la polarización con el campo socialista y la auto-asignación de la misión de gendarme internacional para la defensa del capitalismo que adoptó esa potencia del norte del continente americano.
En ese periodo posterior hasta la fecha, la política exterior de esta nación tiene un esquema diferente, donde participa de manera preponderante, casi sin contrapeso real el Poder Ejecutivo, alrededor de quien inciden los departamentos, órganos ejecutores y agencias de diferentes naturalezas que suministran los insumos para la realización de la política exterior: el papel del otrora poderoso Congreso Federal se encuentra subsumido a la realidad internacional de dar respuestas inmediatas y en tiempo real a los múltiples factores que convergen en la política internacional.
Ante el cambio de correlación de fuerzas en el ámbito mundial, en Estados Unidos la estrategia de política exterior de la postguerra se montó sobre un tema consensual: "la necesidad de salvaguardar la seguridad nacional de Estados Unidos ante el surgimiento del antiguo Campo Socialista".
Para ello se plantearon, como estrategia, una política de contención bajo los preceptos de la guerra fría. Es necesario destacar que el consenso ha estado asentado sobre una base clasista que apoya la función permanente del Estado de custodia política del régimen capitalista. Asimismo, el argumento de seguridad nacional se empieza a esgrimir, fundamentalmente, como instrumento en defensa del sistema.
Desde el punto de vista organizativo, en 1947 se producen cambios substanciales en los mecanismos de la rama Ejecutiva de los Estados Unidos, los cuales pueden resumirse de la siguiente forma: 1) Mayor fortalecimiento del Ejecutivo y una mayor especialización de su aparato.- 2) Reorganización del departamento de Estado.- 3) Reorganización del departamento de Defensa, y se unen a él los departamentos de Guerra y Marina. – 3) Creación de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y 4) Creación del Consejo de Seguridad Nacional (NSC) (Castro Mariño, Fernádez Tabío, Lobaina Barthelemy, López Oceguera, González Morales., & Achkienasi Chernak, 1998).
Rol de las Agencias en la Política Exterior de USA
En Estados Unidos existen diversos tipos de agencias que participan en el proceso de conformación de política, unas son independientes en el sentido de que no forman parte de un departamento del gabinete, pero varía su grado de independencia con respecto al Presidente y al Congreso, como son la Agencia Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) y la Administración de Veteranos (Veterans Administration), cuyas relaciones con el Presidente corren parejas con las de los departamentos. Por otro lado, existen otras que no se consideran parte del gabinete y con frecuencia tienen una situación casi independiente pero cuyos funcionarios pueden ser eliminados por el Presidente, como la Agencia de Protección Ambiental (Enviromental Protection Agency-EPA) (Castro Mariño, Fernádez Tabío, Lobaina Barthelemy, López Oceguera, González Morales., & Achkienasi Chernak, 1998).
El acuerdo de colaboración tacita entre los órganos de poder (Poder Ejecutivo-Congreso), para los fines de expansión y hegemonía mundial, se vio erosionada con los acontecimientos de la Guerra de Vietnam y el escandalo de Water Gate que afectaron la figura del Presidente. Sin embargo, estos hechos no limitaron los poderes otorgados al Presidente para la toma de decisiones en los casos de política exterior, empero, retomó su fuerza el Departamento de Estado y el surgimiento de las agencias, para el diseño de política especializadas en materia internacional.
El Departamento de Estado (Department of State, DoS), cuya principal función, la diplomacia, había sido marginada durante la Guerra Fría por el uso encubierto de la fuerza por parte de Defensa o la CIA, vuelve a experimentar ahora, si no un retroceso, sí una ralentización respecto a las expectativas generadas en la década de los 90. Aun así, el DoS tiene a cargo extensas áreas funcionales y geográficas diversas, coordina más de 30 Agencias en el extranjero, y conecta sus funciones con todos los demás organismos y Departamentos: la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAIDD), Defensa, Inteligencia, Tesoro, Representante de Comercio o Agricultura (Oteiza, 2003).
En sentido general el servicio exterior de EEUU, se encuentra conformado por las siguientes instituciones: 144 embajadas, 9 misiones, 71 consulados generales, 26 consulados, 1 sección y 23 agencias consulares. Su función es aportar al presidente y al Secretario de Estado la información y los materiales necesarios con los cuales se nutre la política exterior, además de hacer recomendaciones en ese sentido.
En la elaboración de la política externa de los Estados Unidos, de manera indisoluble participan las agencias, cuyo trabajo en la practica se encuentra especializado, así la Agencia Central de Inteligencia (CIA), constituye el centro fundamental de la comunidad de la inteligencia; a través de este organismo se obtienen las informaciones necesarias para orquestar los planes de relaciones internacionales del imperio con otras naciones y su accionar en la geopolítica mundial.
También en este quehacer convergen otras agencias, que se encuentra subordinadas al Secretario de Estado. Sin embargo, dentro del Departamento de Defensa se encuentra como órganos director en jerarquía con el Secretario del Departamento de Estado, otras agencias como la "United States Information and Educational Exchange" (USAIDD), que tiene a su cargo la información y tareas culturales del gobierno de Estados Unidos en el exterior, también la Voz de las Américas (VOA).
La USAIDD, surgió en el 1948 y fue reformada en el 1961, la cual se encuentra diseminada en términos estructurales en casi todos los países, como una especie de misión de ayuda o voluntariado que se integra con la población de las naciones donde se encuentra operando. Desde este centro de información el Presidente recibe los principales insumos sobre la opinión pública mundial para la generación de la política exterior.
Estadas dos importantes agencias de información (USAIDD y VOA), surgen como una necesidad de mantener niveles de información necesarias para la ejecución de política de control y defensa de EEUU durante la guerra fría. En algunos periodos de gobiernos estas perdieron importancia como en el de Dwight Eisenhower (1957-1960), que los jefes de estas agencias participaban de reuniones de alto nivel, cuando eran convocados.
Durante el mandato de John F. Kennedy (1961-1963), aunque la agencia tuvo un desempeño más activo y ganó en influencia, sobre todo a partir de la iniciativa presidencial conocida como Alianza para el Progreso, todavía no se le reconoció un papel estructural dentro de la Casa Blanca (Castro Mariño, Fernádez Tabío, Lobaina Barthelemy, López Oceguera, González Morales., & Achkienasi Chernak, 1998).
Es importante destacar que esta agencia, conjuntamente con la Voz de las Américas, jugó un papel preponderante en la segunda intervención Norteamérica en la República Dominicana. A través de estas agencias se generó importantes colección de informaciones y labores de contrainsurgencia en la población; consolidando de esta manera la intervención militar y propiciando controles en centros importantes del país.
La USAIDD, adquirió su mayor desarrollo e importancia durante la Guerra de Vietnam, donde ejecutó un papel de apoyo logístico a las tropas interventoras, así como sirvió de acicate psicológico a los soldados de ocupación. Desde ese momento, la USAIDD pasó a desempeñar un papel de relevancia en las operaciones de propaganda que realiza Estados Unidos en el exterior, tarea que ejecuta en comunicación directa con el Buró de Asuntos Públicos, la Junta de Jefes de Personal y otros bureos del Departamento de Estado, que tienen la responsabilidad de la radiodifusión y la divulgación en el exterior (Morales, 2008).
De manera que, bajo la presidencia de Ronald Reagan (1981-1988), hubo otro momento significativo en la evolución de la agencia, y desde la perspectiva ideológica conservadora, la Agencia de Comunicación Internacional (International Comunication Agency -ICA) se denominó de nuevo USAIDD, se ampliaron sus funciones, presupuesto y personal.
Además, se dieron algunos cambios estructurales que fortalecieron y especializaron aún más el trabajo de la agencia y en general de la propaganda, al centralizarse la dirección de este tipo de actividades y de divisionismo ideológico en la Casa Blanca, lo que quedó establecido en la National Security Decision Directive – 77, de 1983, que creó un Grupo de Planeamiento Especial, responsable de la dirección de la llamada diplomacia pública (Castro Mariño, Fernádez Tabío, Lobaina Barthelemy, López Oceguera, González Morales., & Achkienasi Chernak, 1998).
Como dependencia directa del Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, se crearon cuatro grupos o agencias, a saber: El Comité de Información Internacional (International Information Committee), presidido por la USAIDD, para planear, coordinar y ejecutar las actividades de información internacional en apoyo de la política de Estados Unidos; El Comité de Política Internacional (International Political Committee), bajo la dirección del Departamento de Estado y que tiene como vicedirector a la USAIDD, que planea, coordina y ejecuta las tareas en apoyo de la política norteamericana, realizando estrategias en la política de contención del comunismo; El Comité Internacional de Radiodifusión (International Broadcasting Committee), con la función de planear y coordinar las actividades de radiodifusión de la VOA, Radio Europa Libre y Radio Libertad y El Comité de Asuntos Públicos (Public Affairs Committee), que planea y coordina las actividades de la propaganda doméstica.
Estas nuevas agencias, constituyeron los pilares ideológicos para la política de control y contención del comunismo como ideología contrapuesta de los dos grandes polo en que estaba segmentado el concierto internacional. Los estadounidenses que eran representantes "legitimo" del capitalismo y las denominadas democracias occidentales, fomentó la aparición de nuevas agencias, concomitantemente con el fortalecimiento de las existentes: En estas estructuras de política internacional se empleaba gran parte del presupuesto nacional del imperio, para mantener la operatividad y efectividad de estos instrumentos de control planetarios.
De todos los órganos de inteligencia, la USAIDD es la mas importante y de mayor radio de acción, pues no solamente colecta información sino que las analiza y en post de esto, juega un rol de asesor del Presidente y del propio Congreso estadounidense en la política internacional (Pickering, 2000).
La principal línea de trabajo de la USAIDD es la del divisionismo ideológico. En este sentido cumple una doble misión: la de divulgar la política de Estados Unidos en busca de credibilidad y consenso internacional a las políticas nacionales; y la de tratar de influir en los diferentes países donde actúa. En este sentido, no sólo ejecuta la propaganda norteamericana en el mundo, sino que participa de manera activa en la formulación de la política informativa del gobierno en lo que respecta a las relaciones públicas (Castro Mariño, Fernádez Tabío, Lobaina Barthelemy, López Oceguera, González Morales., & Achkienasi Chernak, 1998).
Es importante apuntalar que la revolución de las tecnología de la información y el conocimiento, de la cual Estados Unidos de Norteamérica ha sido beneficiaria directa de su aprovechamiento, generó mecanismo que fortalecen el trabajo de las agencias, sobre todo de la USAID, que tiene tentáculos ramificados en la geopolítica mundial, medios que le permiten tener informaciones en tiempo real de los acontecimientos en cualquier parte del planeta.
La USAID, que mantiene 204 oficinas en 127 países, comprende además 5 oficinas de nivel ejecutivo por áreas geográficas: África; Europa; Asia Oriental y Pacífico; Repúblicas Americanas; y África del Norte, Cercano Oriente y Sur de Asia, cuyos funcionarios vinculados al servicio exterior en embajadas y consulados reportan a las oficinas respectivas en Washington (Castro Mariño, Fernádez Tabío, Lobaina Barthelemy, López Oceguera, González Morales., & Achkienasi Chernak, 1998).
La eliminación de Osama Bin Laden, constituyó una operación más que militar, un proyecto dirigido por la Agencia Central de Inteligencia (CIA); lo que indica la preponderancia del rol jugado por las agencias en la aplicación de la política internacional de Estados Unidos de Norteamérica.
Impone que de forma retrospectiva, se analice el nuevo rol jugado por las agencias en la política internacional de USA, luego de la caída del muro de Berlín. Este acontecimiento, que marcó el declive y la posterior desaparición del bloque socialista, determinó un viraje radical en la política internacional estadounidense. Las agencias entonces, jugarían un rol diferente, pero esta vez con mayor preponderancia en la política exterior.
La reformulación del accionar de las agencias, entonces, se encontraba en términos literales dirigidos a promover y fortalecer la comprensión internacional y el apoyo a las políticas y acciones de Estados Unidos; también impulsar los valores democráticos y de mercado libre, los procesos e instituciones, así como fomentar el entendimiento mutuo entre el pueblo de Estados Unidos y otros pueblos por medio del intercambio de individuos e ideas.
También debían servir como una fuente confiable y autorizada de las noticias de Estados Unidos, el mundo y la región, a través de sus radiodifusiones, tanto en Europa, como el continente comodín de la política imperialista, también en el resto del mundo, con marcada incidencia en el mundo árabe.
Servirían pues, las agencias para estimular la discusión internacional y la cooperación en cuestiones fundamentales como la proliferación de armas, comercio, inversiones, la solución de conflictos, el abuso de las drogas, el medio ambiente global, derechos humanos y terrorismo; actividad que debía estar conjugada con el rol de asesorar al Presidente, al Secretario de Estado y a otros funcionarios gubernamentales sobre las implicaciones para la opinión pública mundial de las políticas e intereses de Estados Unidos.
Otra arista del nuevo papel asignado a las agencias Norteamericana, era el de promover la capacidad de Estados Unidos de comprometerse de manera efectiva en asuntos mundiales, facilitando la mayor participación del sector privado en actividades internacionales, de educación, cultura e información, enlazado con la promoción de sociedades sin fines de lucro a lo internos de los países de incidencia.
Estos objetivos se explican por sí mismos; a través de ellos se pone en evidencia la importancia que reviste la USAID y otras agencias, en la consecución de una política exterior que sustenta el liderazgo global estadounidense como base esencial de la hegemonía imperialista (Castro Mariño, Fernádez Tabío, Lobaina Barthelemy, López Oceguera, González Morales., & Achkienasi Chernak, 1998).
De forma similar, el Departamento de Estado atraviesa por una especie de "Revolución de los Asuntos Diplomáticos", en la que la función del diplomático en el siglo XXI y la forma en que nos comunicamos, tomamos decisiones, negociamos y mantenemos relaciones públicas (lo que llamamos diplomacia pública) —incluso la índole misma del trabajo que realizamos— han cambiado radicalmente. Los diplomáticos de hoy están en el terreno, trabajando con la Agencia de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) en campañas contra las drogas en América Latina, sobrevolando el norte de Irak en helicópteros militares, prestando ayuda a los refugiados y organizando la evacuación de civiles en África, llevando a cabo tareas de cooperación de seguridad regional en Europa Central y preparando la nueva fase de operaciones civiles en Bosnia, Kosovo, y Timor Oriental (Newsom, 2000).
Una de las agencias mas influentes después de la USAID en la política internacional de ese país, a la Agencia Internacional para el Desarrollo (AID), cuyos fines son promover entre las naciones una alianza estratégica en términos comerciales, culturales y económicos, con el objetivo de impulsar el desarrollo entre los pueble y la eliminación de las desigualdades entre los diversos segmentos de la población mundial, auspiciada por los Estados Unidos de Norteamérica.
Esta agencia surgió como consecuencia de la Guerra Fría y como se ha expresado anteriormente, recibió la metamorfosis de la nueva política post guerra fría, adecuando su quehacer a fines más estratégicos, ligados a la solidaridad económica internacional. Institucionalmente las funciones de esta agencia se desdoblan en dos grandes ramas de cooperación.
La primera es asegurar que las metas de desarrollo sean tomadas en cuenta en la rama ejecutiva, como son la decisión de tratados, asuntos financieros y monetarios, tecnología y otras cuestiones de política económica que afectan el desarrollo de las naciones y segunda promover la dirección de la política económica de Estados Unidos hacia el mundo subdesarrollado y una coherente estrategia de desarrollo a través del uso de programas de asistencia bilateral y la participación en organizaciones de carácter multilateral.
En la práctica la verdadera naturaleza de esos propósitos queda al desnudo en la interconexión que se establece con las instituciones económicas de carácter global o regional, como el Fondo Monetario Internacional – FMI y el Banco Interamericano de Desarrollo- BID, en el establecimiento de condicionantes a los países que reciben la asistencia y en la reducción de los costos que implica la misma para el país emisor, en este caso Estados Unidos. Resulta evidente que la ayuda establece patrones que legitiman determinadas conductas por parte de los estados que la reciben bajo la supervisión de quien la otorga para vigilar su cumplimiento.
En síntesis, las agencias estadounidenses juegan un papel estelar en la colección de información, análisis de estos insumos y la asesoría al Presidente y Congreso Federal, para la elaboración de una correcta y efectiva política internacional. Se podría afirmar siguiente las ideas examinadas, que con el fin de la Guerra Fría, las agencias antes analizadas, están llamadas a ocupar un lugar de relevancia en el diseño de la política exterior norteamericana que busca imponer los modelos prescritos de la democracia occidental, teniendo en cuenta supuestos que parten del papel cada vez más significativo que desempeña la información, la diplomacia pública y la asistencia económica en ese sentido.
Conclusión
Analizar la política exterior de los Estados Unidos de Norteamérica, en tanto constituye la principal potencia en un mundo multipolar, unido por fracciones de segundo por el creciente desarrollo tecnológico, con el consiguiente enfrentamiento de grandes amenazas, implica un vistazo acucioso de la fascinante política de la mas compleja democracia del planeta. A lo largo de este breve ensayo, se analizó el criterio institucional del diseño de la política exterior de Norte América, haciendo un paralelo entre la teoría y la practica en cuando a la política exterior: se mostró un Congreso que compuesto por dos estamentos diferenciados de carácter representativos, con capacidad constitucional para servir de contrapeso a las ejecutorias del Poder Ejecutivo, cede ante la preservación de un interés nacional, que ha garantizado la hegemonía de esta nación, pero mas aún, su condición cada vez mas apuntalada de gendarme de la democracia occidental, ejecutada en todo el globo terráqueo a través de estructura departamentales internas, convertidas en agencias para su aplicación internacional. Se ha demostrado que las agencias son los brazos y los pies del imperio en los angostos caminos de sus relaciones en el concierto mundial. Se destacó el papel decisión de la USAID, la CIA, VOA (otras versiones para las demás regiones del mundo) y el AID, en la conformación de las políticas diplomáticas y económicas a escala mundial de los Estados Unidos de Norteamérica. Se ha confirmado también, que en el diseño y ejecución de las políticas internacionales de EEUU, convergen otros organismos y pensadores organizados que elaboran insumos a partir del conocimiento para la política de control planetario de la más influyente potencia después del imperio romano en la historia de la humanidad.
Trabajos citados
Castro Mariño, S., Fernádez Tabío, L. R., Lobaina Barthelemy, R. M., López Oceguera, R., González Morales., L. L., & Achkienasi Chernak, L. (1998). EL PROCESO DE CONFORMACIÓN DE LA POLÍTICA EXTERIOR DE LOS ESTADOS UNIDOS. Habana: Centro de Estudios Sobre Estados Unidos Universidad de la Habana.
Morales, L. L. (2008). Continuidad y Cambio en la Polícia Exterior Norteamericana. Habana: Centro de Estudios Sobre Estdos Unidos.
Newsom, E. D. (2000). LA FUERZA Y LA DIPLOMACIA UNIDAS PARA AUMENTAR LA SEGURIDAD. AGENDA DE LA POLITICA EXTERIOR DE LOS ESTADOS UNIDOS, 16.
Oteiza, V. P. (2003). ¿Quién hace la política exterior de Estados Unidos? Actores y procesos en la Administración de George W. Busch. Madrid: Universidad de Syracuse.
Parma, E. E. (2010). CARACTERISTICAS DE LA POLÍTICA EXTERIOR DE LOS ESTADOS UNIDOS. Buenos Aires: Instituto de Estudios Estrategicos de Buenos Aires.
Pickering, T. R. (marzo de 2000). LA DINAMICA CAMBIANTE DE LA ELABORACION DE LA POLITICA EXTERIOR DE ESTADOS UNIDOS. AGENDA DE LA POLITICA EXTERIOR DE LOS ESTADOS UNIDOS. (D. McDonald., Entrevistador) Revista.
Autor:
Carlos Manuel Ventura, M. A.
Universidad Católica de Santo Domingo.
Maestría en Ciencias Políticas