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Fundamentos del curriculo


Partes: 1, 2

    La discusión en el marco del Plan Decenal de Educación, se arriba a la presentación de una propuesta de diseño curricular para la educación dominicana en todos sus niveles y modalidades.

    Este documento es, en primer lugar, el resultado de un proceso de amplias consultas que se desarrollaron a lo largo de un año y medio de trabajo, como parte de un movimiento social por el mejoramiento de la calidad de la educación dominicana. En segundo lugar, constituye un replanteamiento de las concepciones y prácticas educativas prevalecientes en el país. Es la propuesta curricular más ambiciosa en la historia de este siglo y se formula como reto para la acción educativa de cara al nuevo milenio.

    Se parte del convencimiento de que la educación y la escuela tienen un papel preponderante que cumplir en el mejoramiento de la calidad de vida de la nación dominicana y en sus esfuerzos por fortalecer la democracia.

    La aspiración, como ciudadanos y educadores, es formar hombres y mujeres capaces de enfrentar viejos y nuevos problemas. Por eso en esta propuesta se asume que el propósito fundamental de la educación dominicana es propiciar el desarrollo pleno de nuestros hombres y mujeres en sus formas de sentir, pensar y actuar, para que todos puedan contribuir a lo que como ciudadanos demandamos y a lo que la sociedad reclama.

    En consonancia con este propósito fundamental, este diseño curricular es concebido como el documento normativo que establece una estrategia para la formación de sujetos democráticos y transformadores de la realidad material, social y cultural. En este sentido el currículo viene a constituirse en la estrategia fundamental de la educación para el logro de sus propósitos. Expresa la fundamentación y orientación del proceso educativo y un compromiso de trabajo en la dirección de promover el desarrollo de las capacidades humanas.

    Al tener el currículo como meta influir en la conformación de sujetos capaces de transformar la realidad personal y social hacia metas humanamente deseables, el conocimiento de esa realidad se convierte en punto de partida inevitable como contexto en el cual se desarrolla la práctica educativa, y en función del cual se plantean los propósitos educativos del diseño curricular. Por esta razón, previo al desarrollo de la propuesta se incluye una presentación analítica de la realidad social dominicana que, sin pretender ser exhaustiva, permite captar el sentido de lo propuesto y, mediante la confrontación con la realidad, juzgar la validez del currículo.

    Para introducir mayores niveles de especificidad en relación al contexto en el que se llevará a cabo el proceso de transformación curricular, el documento incluye además un análisis de los principales problemas del sistema educativo, priorizando aquéllos de mayor incidencia en el desarrollo del nuevo currículo. En esta parte se abordan, tanto los problemas propios del currículo vigente a todos los niveles de la estructura educativa como las reformas curriculares realizadas en los últimos años para la educación de adultos y la educación especial.

    Luego de la exposición del diagnóstico antes referido, se procede a abordar las fuentes del currículo, sus características y componentes fundamentales, así como la gestión que se organizará para hacer operativo y eficaz el proceso de desarrollo curricular.

    En tal sentido, el diseño curricular incluye las partes siguientes:

    Volumen 1­ Fundamentos del Nuevo Currículo: Fundamentación Teórico­ Metodológica. Naturaleza de las Áreas. Ejes Transversales.

    Volumen II­ Educación Inicial

    Volumen III­ Educación Básica

    Volumen IV­ Caracterización del Nivel Medio y Modalidad General

    Volumen V­ Modalidad Técnico Profesional

    Volumen VI­ Modalidad en Artes Volumen VII­ Educación Especial Volumen VIII­ Educación de Adultos

    1.1. EL P ROCESO P A RTI CI P ATI VO EN LA ELA BORA CI ÓN DEL DI SEÑO CUR R I CULAR

    Tomando como base la experiencia de elaboración del Plan Decenal de Educación se asumió una metodología participativa para diseñar el nuevo currículo.

    Se partió de un punto de vista plural, en cuanto se entendió como no pertinente un currículo diseñado exclusivamente por especialistas, desde la lógica de sus disciplinas particulares y a espaldas de las culturas y la sociedad que diagnosticó y determinó la necesidad de transformarlo.

    En este sentido se constituyeron tres tipos de Consultas: Abierta, Nacional e Interna y Regional.

    La Consulta Abierta: con ella se pretendió mantener y sostener los nexos con la comunidad, a través de la cual la escuela podrá construir esa síntesis a la que aspira entre el saber cotidiano, el saber elaborado, la cultura popular y la cultura universal. Es este diálogo continuo el que posibilitará que el nuevo currículo sea abierto, que reciba los aportes que nutran y retroalimenten el trabajo.

    En atención a ese interés se llevó a cabo una primera reflexión, en la cual participaron más de quinientas personas (representantes de los diversos ámbitos de desempeño, necesidades básicas y áreas del conocimiento), quienes abordaron las siguientes cuestiones: los valores y actitudes, las competencias sociales, intelectuales y prácticas y los conceptos claves que todo dominicano y toda la dominicana deben dominar al término de la educación básica.

    La Consulta Abierta integró equipos consultivos que realizaron importantes aportes durante todo el proceso del diseño curricular.

    La Consulta Nacional e Interna: fue conformada por especialistas y profesionales de la pedagogía y de las diferentes áreas del saber que confluyen en el currículo, quienes desde su formación y experiencia trabajaron en la tarea de integrar al currículo los hechos, conceptos, principios, procedimientos, valores y actitudes que contribuirán a que los/las estudiantes estén en condiciones, los desafíos de un mundo en un proceso de cambios vertiginosos en todos los órdenes.

    Esta Consulta se organizó en diecisiete comisiones de trabajo, agrupadas de la forma siguiente:

    • Comisiones de Niveles y Modalidades:

    • Educación Inicial

    • Educación Básica

    • Educación Media

    • Educación de Adultos

    • Educación Especial

    • Comisiones por Áreas del Conocimiento:

    Lengua Española

    Lenguas Extranjeras

    • Matemática

    Ciencias de la Naturaleza y sus Tecnologías

    • Ciencias Sociales

    • Educación Artística

    • Educación Física

    • Formación Integral, Humana y Religiosa

    • Comisiones Especiales:

    Construcción del Conocimiento

    • Animación Socio­Cultural

    • Orientación y Psicología

    • Ética

    En un primer momento del proceso cada equipo presentó una propuesta preliminar y se organizaron un conjunto de talleres con el propósito de socializar, cualificar e iniciar la validación, enriquecimiento yio confrontación de las propuestas de cada comisión.

    Los talleres referidos, ampliados con la participación presencial de destacados maestros, especialistas, académicos o a través de opiniones, críticas y aportaciones escritas funcionaron tanto como una Consulta Abierta e Institucional como Nacional e Interna. Al mismo tiempo, al participar en ellos representantes de las diferentes regionales del país se iba logrando un cierto nivel de articulación de las tres consultas del proceso de transformación curricular.

    Al término de dichos talleres se hizo necesaria la celebración de un seminario, con el propósito de unificar criterios acerca de la orientación que debería seguirse para la elaboración de un Prediseño Curricular Integrado. En este evento participaron los integrantes de las diferentes comisiones involucrados en la transformación curricular.

    Concluyó, con la actividad anterior, la fase denominada "Divergencia Necesaria", frase acuñada para dar cuenta de la necesaria confrontación de puntos de vistas entre los diferentes equipos de especialistas y la pertinencia de integrar los aportes de diversos sectores de la comunidad científica nacional. Entonces se dio inicio a la fase de "Convergencia Imprescindible", en la cual se desarrollaron los acuerdos bilaterales de áreas, niveles y modalidades. Con éstos se produjo un primer acercamiento formal entre los pedagogos que habían caracterizado los niveles y modalidades y los especialistas de las áreas del conocimiento que trabajaron en la concreción de lo que deberá aprenderse en las escuelas dominicanas una vez se dé inicio a la implantación del nuevo currículo.

    Después de este primer acercamiento se inició un proceso sistemático de articulación entre las comisiones de áreas y niveles con la finalidad de completar la versión preliminar del Prediseño Curricular por Niveles y Modalidades. Esta articulación constituyó la tarea fundamental del Segundo Momento de avance curricular.

    Durante el proceso de articulación se celebraron una serie de diecisiete Talleres de Integración del Diseño Curricular de la Consulta Nacional e Interna, en su versión preliminar y un Seminario Taller de Validación del Diseño Curricular, también a título preliminar. Con esta actividad, celebrada en San José de las Matas los días 16, 17 y 18 de. Diciembre de 1993, culminó la elaboración de la Propuesta Curricular de la Consulta Nacional e Interna.

    La Consulta Regional: Tuvo como órgno de gestión la Coordinadora Regional y como instancias: La Comisión Regional, Comisiones Municipales y Distritales en todo el territorio nacional. Su función fué la de concitar los aportes de la más amplia gama posible de instituciones y personas de las distintas comunidades, municipios, provincias y regiones del país para la formulación de la propuesta curricular de la Consulta Regional.

    Esta Consulta fue integrada por funcionarios y dirigentes nacionales, regionales y distritales de la Secretaría de Estado de Educación Bellas Artes y Cultos (SEEBAC) y de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), junto a la comunidad educativa nacional.

    La Consulta Regional constituyó comisiones de trabajo que identificaron los elementos curriculares contenidos en los documentos del Plan Decenal, a nivel municipal, provincial y regional y a partir de ellos se elaboraron los prediseños curriculares municipales, punto de partida necesario para elaborar los Prediseños Regionales.

    La Coordinadora Regional de la transformación curricular agrupó las once (11) Regionales del país en cuatro ejes:

    • Eje 1, Regionales de: Barahona, San Juan y Azua.

    • Eje 2, Regionales de: Santo Domingo, San Pedro de Macorís.

    • Eje 3, Regionales de: La Vega y San Francisco de Macorís.

    • Eje 4, Regionales de: Santiago, Mao y Puerto Plata.

    Trabajos distritales y regionales que dio como resultado cuatro documentos con las propuestas curriculares de cada uno de ellos. Posteriormente se desarrolló, los días 7, 8 y 9 de febrero de 1994, el Seminario Nacional de la Consulta Regional, evento que unificó las propuestas de los cuatro ejes en un sólo documento que constituyó la Propuesta Curricular de la Consulta Regional.

    Para dar continuidad al proceso participativo y garantizar una actualización que fuera respetuosa de los resultados de las discusiones y reflexiones de la diversas consultas, y que a la vez pudiera incorporar elementos novedosos, para la culminación de la etapa de diseño curricular, se adoptó una "Guía para la Integración de las Propuestas Curriculares de las Consultas Nacional e Interna y Regional". Esta guía contempló comisiones de trabajo, criterios de homogeneización y metodología de integración, sirviendo como marco normativo para la conclusión del proceso.

    Siguiendo la metodología que se describe se fueron redefiniendo los roles de todos los actores involucrados en la actividad educativa, teniendo como referente central la idea de que se trata de establecer un nuevo tipo de relaciones horizontales, donde se tomen en cuenta las características reales de las personas que participan en los procesos educativos; lo que son, lo que traen en la escuela y lo que aspiran a llegar a ser, así como las características específicas de los diferentes contextos en que se desarrollarán las nuevas prácticas educativas.

    Estas aspiraciones, que condujeron en Plan Decenal a una profunda reflexión en relación a la función de la escuela y el acto educativo que se desarrolla en ella, han sido retomadas en la transformación curricular.

    El proceso de diseño curricular ha sido realizado, pues, desde la perspectiva de una metodología participativa en la cual entran en diálogo y realizan sus aportes diferentes actores con saberes diversos. Así, el "saber experto", es decir, el imprescindible núcleo de especialistas en áreas determinadas, no orientó el proceso desde sus particulares visiones y perspectivas, sino que fueron resultante de un proceso de diálogo y confrontación.

    El abordaje y planeamiento de una metodología participativa no se ha limitado por tanto al plano estratégico, sino que transciende al plano curricular. Aquí se parte, a todos los niveles de concreción, de las necesidades, características y expectativas de los sujetos y contextos.

    1.2. ÓRGANOS DE GESTI ÓN P A RA LA ELA BORA CI ÓN DEL DI SEÑO CUR R I CULAR .

    De acuerdo con la Guía Metodológica para el Proceso de Transformación Curricular se estableció que la elaboración del diseño curricular fuera orientada por los siguientes organismos:

    • El Consejo Nacional: tuvo la función de garantizar la integración de los aportes de las diferentes consultas de acuerdo con las orientaciones de Plan Decenal. En este órgano participaron la SEEBAC, las Universidades, las Asociaciones de Empresarios, las Asociaciones de Colegios, la Federación de Estudiantes Dominicanos, la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), Plan Educativo, Acción para la Educación

    • Básica (EDUCA), el Centro Poveda y otras instituciones.

    • El Consejo Ejecutivo: este órgano tenía como función garantizar que la transformación curricular se realice de acuerdo con las decisiones del Consejo Nacional. Estuvo integrado por representantes de las instituciones que forman parte de dicho Consejo y los Coordinadores de Niveles, Modalidades y Áreas que trabajaron en la Consulta Nacional e Interna.

    • El Equipo de Trabajo Diario: orientó de manera permanente los trabajos del proceso de elaboración del diseño curricular de acuerdo con los lineamientos del Consejo Nacional y el Ejecutivo. Este equipo estuvo constituido por el Asesor Técnico Principal de la SEEBAC, el Subsecretario de Educación, los Coordinadores Generales de las Divisiones de Servicios Técnicos y de Descentralización de la SEEBAC, el Director de la Oficina de Apoyo Logístico a la Transformación Curricular, los Coordinadores de Niveles, Modalidades y Áreas para la Transformación Curricular, dos Consultores Nacionales del PNUD y un representante de la ADP.

    • Coordinadora Regional: la función de este equipo fue la de concitar los aportes de las instituciones y personas de las comunidades, municipios, provincias y regiones para promover el proceso de transformación curricular. Las Coordinadoras Regional estuvieron representadas, tanto las Direcciones Regionales de Educación como los Distritos Educativos y los maestros y maestras del sector oficial y de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP).

    • Comité de Trabajo Ampliado: en el desarrollo del proceso se estableció la conveniencia de integrar para propuestas de decisiones trascendentes de política educativa a nuevos actores que ampliaran la perspectiva de los organismos anteriores, integrándose al trabajo de manera mas continúa. Para ello se conformó este comité. Esta instancia estuvo integrada por los miembros del Equipo de Trabajo Diario, tres representantes de la ADP, un representante de PRODEP, uno del Proyecto BID y miembros del Consejo Asesor Externo de la Secretaría de Educación.

    2. EDUCA CI ÓN Y CONTEXTO SOCI AL

    La República Dominicana está situada en la parte oriental de la isla de Santo Domingo. Tiene una superficie de 48,442.23 Km221, y ocupa las 2/3 partes de dicha Isla, que comparte con la República de Haití. Está ubicada entre los 17 grados y 36" y los 19 grados y 56" Norte y los 62 grados y 19" y 74 grados y 31" Oeste.

    La Constitución Nacional vigente establece un régimen de gobierno civil, democrático y representativo, organizado en los poderes Ejecutivo (encabezado por el Presidente de la República), Legislativo (representado por el Congreso Nacional, constituido por el Senado y la Cámara de Diputados) y el Judicial.

    La división político­administrativa territorial del país reconoce tres (3) Regiones (Suroeste, Sureste y Cibao) y siete (7) Subregiones2, las cuales agrupan las 29 Provincias y el Distrito Nacional (Santo Domingo, Capital del país3). Las Provincias se subdividen en 144 Municipios y Distritos Municipales4, los cuales a su vez se subdividen en 648 Secciones que agrupan a un número variable de Parajes.

    Según la definición censal, se considera urbana la capital del país, las cabeceras de provincias, los municipios y los distritos municipales.

    Oficina Nacional de Estadística (ONE), 1987. República Dominicana en Cifras. República Dominicana, 1987.

    2 Ley # 2465 del 27 de mayo de 1981

    3 Ley # 5220 y sus Modificaciones. Citada el "República Dominicana en Cifras", Pág.3, ONE, 1987

    4 Pimentel, Máximo: "Inventario Municipal 1988". Liga Municipal Dominicana. Enero 1989

    2.2. SI TUA CI ON GENERA L DEL P AI S*

    2.2.1. P oblación.

    El país se ha caracterizado por un elevado crecimiento poblacional en el presente siglo, pasando de 894,665 habitantes en 1920 a un estimado de 7.3 millones en 1991. La densidad poblacional se ha elevado de 11.5 a 142.2 habitantes/Km2 en 1980, con una estimación 151 hab./km2 en l991. Se considera que la población dominicana continúa creciendo, en el período 1990­95, a un ritmo de 2.0% anual, y la misma se estima en 7.6 millones de personas para mediados de 1993 (3.9 millones de hombres y 3.7 de mujeres), lo que representa aproximadamente un 33% más que el total estimado para 1980.

    Este crecimiento poblacional ha sido el resultado, entre otras causas, deja reducción de la mortalidad, y la permanencia de una elevada fecundidad hasta los años 60. A partir de esta década la tasa de crecimiento tendió a descender en razón, básicamente, de una reducción acentuada de la tasa de natalidad, la cual expresa la reducción de la tasa de fecundidad de 6.7 (en 1965­1969) a 3.7 (en 1983­1985) hijos por mujer en su edad fértil. La tasa de natalidad ha mantenido una tendencia descendente en los últimos años, estimándose en 31.3 por mil habitantes para 1985­1990 y 28.3 para el período 199019956.

    De igual manera la Tasa Global de Fecundidad (TGF) continúa con una tendencia al descenso, pasando de 3.7 hijos por mujer (de 15­49 años) en el período 1983­1985 (ENDESA­86), a 3.3 hijos por mujer para el período 1988­91 (ENDESA­91). Existen diferencias importantes de fecundidad según áreas geográficas o estratos sociales: para el período 1988­9 1 la TGF era de 2.8 hijos en la zona urbana y 4.4 en la rural; asimismo, dicha tasa era de sólo 2.6 hijos en la región O de Salud (Distrito Nacional) mientras alcanzaba a 4.7 en la región

    5 República Dominicana, Población y Desarrollo. ONE­CELADE. San José, Costa Rica 1988

    6 Estimaciones PROCETS en base a información ONE­CELADE. Citado en "Informe de Progreso de los PMP para la Sub­Región de América Central". OPS/OMS, Nicaragua, noviembre de 1991

    La expectativa de vida al nacer ha sido establecida en 65.9 años en el país para el período 1985­90. El grueso de la población tiende a envejecer como producto de la reducción de la fecundidad, a pesar de que ella continúa siendo predominantemente joven (42% menor de 15 años en el censo poblacional del 1981). Se ha estimado que para el inicio de la década de los 90"s este grupo se ha reducido al 37%, y la edad media de la población ha pasado de los 16 años en 19908. Así pues, la estructura por edad de la población ha venido cambiando rápidamente desde los años setenta, debido sobre todo a los cambios registrados en el comportamiento reproductivo mencionado anteriormente9.

    2.2.2. Aspectos So cioeconómicos de la Situación del P aís.

    Al igual que para la mayoría de los países latinoamericanos la década de los 90"s constituye el inicio de un nuevo período social y político consecuencia de los cambios estructurales producidos por el agotamiento del modelo de desarrollo vigente hasta ese momento, así como de los derivados de las políticas de "ajuste económico" asumidas por el país desde la década anterior.

    En efecto, hasta mediados de la década de los setenta, la economía dominicana giraba alrededor de la exportación de los productos tradicionales (azúcar, café, cacao y tabaco). Estos representaron en la década de los 70 el 60 % del valor de las exportaciones, el azúcar absorbía el 70 % del empleo industrial y más del 45 % de la Población Económicamente Activa (PEA)10. Todos ellos significaron el 64.4 % del valor total de las exportaciones.11 Sin embargo para la década de

    7 IEPDIPROFAMILIA: Encuestas Demográficas y de Salud 1986 y 1991. Santo Domingo

    5 Estadísticas de Empleo Industrial. ONE, Santo Domingo, 1984.

    9 Boletines de Comercio Exterior. ONE, Santo Domingo, 1984.

    10 Estadísticas de Empleo Industrial. ONE, Santo Domingo, 1984

    11 Boletines de Comercio Exterior. ONE, Santo Domingo, 1984

    En el contexto de esta crisis del sector externo, el espacio dejado por las exportaciones tradicionales ha sido ocupado por el sector servicios (turismo, finanzas), zonas francas industriales y agroindustrias. En la década de los 80"s el país alcanzó el segundo lugar en el área del Caribe, después de México, como destino turístico y los parques industriales, junto al sub. Rector turismo, se constituyeron en los principales proveedores de empleo para la población económicamente activa. Se estima que ambos componentes del sector servicios y zonas francas han ofertado un cuarto de millón de empleos directos e indirectos, elementos ya indicados explican parcialmente el aceleramiento de la redistribución espacial de la población12.

    La búsqueda de una reinserción en la economía mundial al través de este esquema de desarrollo "hacia afuera" en base a servicios y zonas francas implicó el abandono progresivo del modelo de sustitución de importaciones, el endeudamiento externo, cambios en las políticas del gasto público, y condujo a los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional. Se produjo entonces en la década pasada un proceso de débil crecimiento económico, constreñimiento de la balanza de pagos, inflación,, deterioro del salario real, del valor del gasto social (20% en la década de los 80"s) y de salud .

    Este resultado tiene su explicación en el hecho de que en las dos primeras etapas de aplicación de la política de ajuste llevadas a cabo en el para, el Estado dominicano, como otros países del área, estuvo bajo una fuerte presión para generar el "equilibrio, financiero" y mantener un crecimiento de la producción que le permitiera reducir lo más posible l deuda pública y atender los requerimientos de los acreedores internacionales, amortizando básicamente los intereses de una deuda externa en crecimiento permanente. En este período la política social fue la más afectada y, por lo tanto, el desarrollo humano

    12 La feminización de las corrientes migratorias internas se explica por el hecho de que la mayor parte de la mano de obra captada en zonas francas es de sexo femenino.

    13 Centro de Investigaciones Económicas (CIECA), con informaciones del Banco Mundial.

    Citado en "Condiciones de Salud en República Dominicana", para "Condiciones de Salud en Las América", Edición 1990, OPS/OMS.

    Como ya es ampliamente conocido en América Latina, estos condicionamientos del progreso social relegaron el bienestar humano a un segundo plano, a tal extremo, que pretendiendo "sanear" la economía para saldar la deuda externa bajo las orientaciones de las organizaciones financieras internacionales, fueron provocados graves deterioros en las condiciones de vida de las poblaciones que a su vez determinaron descontento y protestas en amplios sectores.

    La primera etapa de este proceso de ajustes (1983­1986) tuvo como objetivo fundamental "el saneamiento de la economía" desde el punto de vista financiero, en el supuesto de que de esta forma se contribuiría a trillar el camino de un crecimiento económico "adecuado y sano". En su segunda etapa, a partir de 1986, se observan dos fases claramente diferenciadas en la política económica. La primera de ellas (1986­1990) se caracterizó por el aumento del gasto público orientado hacia las obras de infraestructura, que contribuyó a aumentar la presión inflacionaria hasta un 105%, y el constreñimiento sistemático de los salarios. Así, los anteriores ajustes de 1984 fueron severamente afectados, provocándose, a partir de 1991, la necesidad de otros nuevos que se basaron, en esta fase, en una cierta liberalización de la economía, la ampliación de la base fiscal, y de nuevo el constreñimiento del gasto social y de los salarios.

    2.2.2.1. Empobrecimiento y concentración de las riquezas.

    Como efecto del proceso descrito anteriormente, se observa que el país se ha "modernizado" en los polos de acumulación (zonas francas, "polos" turísticos, servicios financieros), pero se han hipertrofiado las ciudades que son asientos territoriales de estos polos de acumulación, mientras la mayoría de la población que habita en dichos centros urbanos, como se ha indicado, ha sufrido el impacto negativo del costo social de la reestructuración económica. En razón de este modelo de desarrollo se produce un significativo crecimiento del llamado sector informal de la economía, resultado en gran parte de estrategias de supervivencia de los sectores urbanos populares afectados. Por otra parte y simultáneamente la relación de ambos sectores está

    14 Serulle Ramia, J.; Boin, J.: "Diez años de ajuste (1983­1993): sus efectos sociales ". Balance Económico, No. 222; Periódico HOY, Sección 5D, Santo Domingo, 31 de diciembre de 1993.

    Este proceso, que ha sido gradual en las últimas décadas, pero que ha tenido un impulso importante en el inicio del ajuste económico del año 1984, generó un intenso proceso de concentración del ingreso nacional, el estrato social más pobre pasó de recibir en 1984 el 2.1% del ingreso familiar a sólo el 0,8% en 1989, y el estrato social más alto pasó de un 33.2% a un 44.2% del ingreso en ese mismo período16. La proporción de pobres aumentó de un 47% en 1984 a un 57% en 1989, y la de indig1entes pasó de 16% en el 1984 a 30% en 1989. Otras estimaciones señalan un empeoramiento en el año 1991, con hasta un 62% de la población con ingresos por debajo de la línea de pobreza. Se estima que entre ambos ajustes (1984 y 1991) el número de pobres se ha incrementado en por lo menos un millón.

    El salario mínimo real declina en un 42.3%, la tasa de desempleo abierta se eleva a un 27%, y el consumo per cápita de calorías se reduce en un 7%. Este último fenómeno tiene en parte su explicación en el hecho de que durante la década de 1980­90 los precios de la canasta familiar tuvieron un aumento superior al 400%, y el índice de precios al consumidor se elevó en un 467%, mientras que el salario mínimo se elevó sólo en un 29% durante igual período, con la agravante de que con el salario mínimo de 1991 apenas se podía obtener el 35% de la canasta familiar de 1989.

    La Organización Panamericana de la Salud (OPS) 18 en colaboración con la Oficina Nacional de Planificación (ONAPLAN) y utilizando en su análisis, entre otras fuentes de información, los datos 39.4% (2, 826,028 habitantes) de la población dominicana se encontraba ubicado en las áreas territoriales más desfavorecidas del país (22 de las 30 provincias), mientras que el Distrito Nacional (polo de mayor "desarrollo ") concentraba el 3 3.6% del total de la población, con una distribución espacial desigual a su interior, ya mencionada con anterioridad20. Por otra parte, de acuerdo a Organización Panamericana de la Salud (OPS), de los hogares entrevistados en la ENDESA­91 el 33.7% correspondió al grupo de hogares con necesidades mayormente insatisfechas, 3 8.4% a hogares con necesidades medianamente insatisfechas y un 28.0% con necesidades mayormente satisfechas.

    15 Cela, J.; Duarte, 1.; Gómez, C. J.: Foro Urbano No.4: "Población, Crecimiento Urbano y Barrios Marginados en Santo Domingo, D.N." Fundación Friedrich Ebert. 1988.

    16 Segunda Encuesta sobre ingresos y gastos familiares del Banco Central 1984

    Encuesta sobre gastos sociales de las familias del Banco Central y el PNUD, 1989.

    17 OPS: "Condiciones de Salud de la República Dominicana, 1993". OPS/OMS, Santo Domingo, 1993.

    18 OPS: "Condiciones de Salud de las América, versión de la República Dominicana", 1993.

    Elemento importante de la orientación estratégica del proceso descrito en los párrafos precedentes ha sido, como es conocido, la redefinición del papel del Estado. Este pasa de asumir funciones protectoras y subsidiantes (de los bienes y servicios) y de soporte fundamental para los procesos de acumulación a largo plazo, a asumir un rol de árbitro de la privatización generalizada de la producción de bienes y servicios tradicionalmente estatales. La importancia de esta lógica de análisis está en el hecho de que los problemas sociales y las crisis de servicios, y por lo tanto educacionales, tendrán sus máximas expresiones en los territorios de despoblamiento (descampesinización) y en los territorios urbanos de alta densidad con exclusión social aguda.

    Como se aprecia en los párrafos precedentes, las condiciones socio­económicas. .de la mayoría de la población dominicana constituyen un gran reto para la educación. El Plan Decenal formula una respuesta. Los esfuerzos. que se realizan para elevar la calidad de la educación influirán de manera positiva para el mejoramiento general de la calidad de vida.

    19 Encuesta a 14,000 hogares dominicanos, en todo eL territorio nacional (todas las provincias el Distrito Nacional) y en zonas urbana y rural.

    20 OPS: "Condiciones de Salud de la República Dominicana, 1993". OPS/OMS, Santo Domingo, 1993.

    La corriente migratoria rural­urbana ha constituido un impresionante fenómeno de redistribución espacial de la población, ya que la proporción de la misma que habita en áreas urbanas ha ascendido de 16.6% en 1920 a 59.3% en 199021. Los informes preliminares del Censo de 1993 establecen en un 66% de la población que habita en territorios urbanos y un 34% en rurales22. La movilidad territorial actual, que es predominantemente urbana, se expresa en el fenómeno de que el 34% de la población ha cambiado de localidad o de residencia por lo menos una vez y el 9% lo ha hecho en el quinquenio anterior23.

    En esta situación han influido diferentes factores, entre ellos:

    • El desarrollo de polos turísticos predominantemente costeros;

    • El establecimiento de parques industriales;

    • La hipertrofia de la capital dominicana que concentra la mayor cantidad de actividades económicas y burocráticas;

    • La concentración creciente de la propiedad de la tierra rural de por lo menos 5.5 millones de tareas de tierra en manos de 191 compañías y personas particulares con su contrapartida de 400 mil campesinos sin tierra

    En los datos ofrecidos en Población y Desarrollo25 se indica que siendo los sistemas campesinos los mayores productores de alimentos, éstos sólo existen hoy en el 29.9% de las tierras ocupadas, mientras que el 70.1% de las mismas lo son por sistemas no campesinos.

    21 Estimaciones PROCETS en base a información ONE­CELADE

    22 ONE: Censo Nacional de Población 1993, Informe Preliminar. Cortesía del Lic. Jesús de la Rosa, Asesor Nacional

    23 IEPD­PROFAMILIA: Encuesta ENDESA­9 1

    24 Encuentro Nacional Pastoral de la Iglesia Católica Dominicana.

    25 Pedro Juan Rosario y Rafael Emilio Yunén: Los fenómenos migratorios relacionados con los cambios tecnológicos en la agricultura dominicana. Pág. 9. 1992. Población y Desarrollo.

    Los amplios sectores de la población dominicana se expresa también en el nuevo carácter de los procesos migratorios. Estos son ahora, fundamentalmente de ciudad a ciudad (dentro del país) y de ciudades a países con mayores expectativas de mejoría económica (Puerto Rico, Venezuela, Estados Unidos y Comunidad Europea).

    Los datos más recientes nos dicen que en las migraciones internas predomina, en un 37.5% del total, el desplazamiento urbano­urbano. En cuanto a la emigración al exterior, datos conservadores arrojan un promedio de 1.69 millón de emigrados. La integración socio­cultural que deben realizar los emigrantes constituye otro gran reto para la duración dominicana.

    2.3. ALGUN AS TENDEN CI A S DE LOS P R OCESOS DE SOCI A LI ZA CI ÓN Y DE P R OMOCI ÓN DE VALOR ES Y A CTI TUDES.

    En el contexto de las transformaciones analizadas tienen lugar procesos muy heterogéneos y contradictorios de formación de valores, actitudes y en el desarrollo de las capacidades de las personas.

    En numerosos casos se desarrollan actitudes emprendedoras de nuevos proyectos que se insertan en el nuevo modelo de desarrollo, dando lugar a acciones originales, que promueven el mejor aprovechamiento de los recursos, la preservación del medio ambiente y la innovación tecnológica. También se forman actitudes solidarias en el marco de las estrategias de sobre vivencia de los sectores populares, nuevas lógicas económicas, cooperativas y asociativas, un nuevo pensamiento crítico sobre la sociedad y la socialización, así como la búsqueda creciente de nuevos mecanismos de participación. En otros, en cambio, se limitan, condicionan y hasta inhiben las posibilidades de desarrollo de las capacidades de los habitantes del país.

    En ese sentido se aprecia que una proporción de la población dominicana de procedencia popular sólo desarrolla competencias imprescindibles para su sobre vivencia en el día a día, lo que limita las oportunidades para el desarrollo de otras capacidades: cognitivas, afectivas y motoras. No obstante, en ocasiones se manifiesta la creatividad a los sujetos de manera esporádica y puntual. En ocasiones las capacidades creativas no se profundizan por la ausencia de experiencias educativas adecuadas.

    La necesidad de utilizar todo el tiempo útil del día en las más variadas actividades orientadas a la sobre vivencia, la ausencia de posibilidades de ejercer trabajos creativos y el desempleo, impiden que muchas personas dispongan de un tiempo de ocio que pueda ser utilizado en actividades comunitarias, de lectura, sistematización y reflexión personal. Según algunas interpretaciones esto podría conllevar limitaciones para elaborar esquemas de pensamientos comprensivos y complejos y favorecer la permanencia de tendencias a otorgar una relevancia excesiva a factores o fuerzas externas a los sujetos que puedan explicar los problemas existentes y, en ocasiones, confían sólo a esas fuerzas: mágicas, políticas o religiosas, para resolución del futuro personal y social. En casos extremos esto deviene en prácticas conformistas y de resignación.

    La profundización de los procesos de desarraigo rurales y urbanos, tales como la descampesinización, incrementaría en ocasiones la sensación de inseguridad y rechazo, estimulándose con ello prácticas de afirmación, que pueden llegar a expresarse en búsquedas de soluciones individuales a problemas que serían resueltos más satisfactoriamente a través de la asociación y la cooperación.

    Se presentan también tendencias al consumismo, la competencia, la banalidad, el erotismo y la búsqueda de acumulación de riqueza sin trabajo. Esa propuesta cultural que preconiza símbolos de supuesto éxito económico y social, que no se asocian a la satisfacción de las necesidades fundamentales de las grandes mayorías nacionales.

    El contexto de exclusión y de dificultad para la sobre vivencia, así como la problemática del uso del tiempo, los procesos de desarraigo urbano­rurales y las dificultades para acceder a objetos de consumo, no necesariamente vinculados a las posibilidades de mejoramiento de la calidad de vida, podrían constituir obstáculos en los procesos de construcción de una identidad positiva y de autoestima en las personas. En casos extremos propiciarían fenómenos de violencia y agresividad, sensaciones de impotencia y frustración. Dificultarían la comunicación, en especial porque se suma a las herencias de una pobre educación, que no permitió a la población dominar, ni en ocasiones adquirir, el uso de los códigos de expresión y comunicación.

    Por otra parte, las nuevas tecnologías ingresan al país, en muchos casos, sólo bajo la manifestación de productos terminados para ser utilizados. Los "modos de hacer", los conocimientos básicos que permiten seleccionarlas, recrearlas y crear otras nuevas de acuerdo a las necesidades y demandas de las personas y de un desarrollo más humano, no tiene la misma presencia en estas nuevas formas culturales. La tecnología no es vista como un instrumento que puede servir para mejorar la calidad de vida, sino que es incorporada como una mercancía más de consumo, lo que inevitablemente influye en las condiciones de subdesarrollo del país.

    Las "Grandes Declaraciones de Congreso Nacional del Plan Decenal de Educación" permiten establecer algunos parámetros en relación a los cambios que se pretenden propiciar. El Plan Decenal aspira a ofrecer una educación que incida en la conformación de un país y una sociedad diferentes al país y la sociedad de hoy.

    Es un país y una sociedad que se deben caracterizar por la capacidad de propiciar el desarrollo humano, a partir de la participación de sus ciudadanos/as, conformando relaciones sociales más justas y por ende más igualitarias, respetando el ambiente natural y construyendo un ambiente social más sano y fraternal.

    Para concretar estas aspiraciones, y como ya ha sido establecido por diferentes estudios de instituciones y organismos nacionales e internaciones: el desarrollo dominicano de mediano y largo plazo no puede depender de actividades que se basen en la persistencia y reproducción de la pobreza, el desempleo y la depredación, ni de la imposición de modelos culturales foráneos.

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