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Grandes Personajes

Enviado por Kenndrith Bayola


  1. Alejo Carpentier
  2. Andrés Bello
  3. Garcilaso de la Vega (el Inca)
  4. Ángel Rosenblat
  5. Carlos Fuentes
  6. Mario Vargas Llosa

Alejo Carpentier 

(1904-1980), novelista, ensayista y musicólogo cubano, que influyó notablemente en el desarrollo de la literatura latinoamericana, en particular a través de su estilo de escritura, que incorpora todas las dimensiones de la imaginación, sueños, mitos, magia y religión en su idea de la realidad.

Nació en La Habana el 26 de diciembre de 1904, hijo de un arquitecto francés y de una cubana de refinada educación. Estudió los primeros años en La Habana y a la edad de doce años, como la familia se trasladó a París durante unos años, asistió al liceo de Jeanson de Sailly, y se inició en los estudios musicales con su madre, desarrollando una intensa vocación musical. Ya de regreso a Cuba comenzó a estudiar arquitectura, pero no acabó la carrera. Empezó a trabajar como periodista y a participar en movimientos políticos izquierdistas. Fue encarcelado y a su salida se exilió en Francia. Volvió a Cuba donde trabajó en la radio y llevó a cabo importantes investigaciones sobre la música popular cubana. Viajó por México y Haití donde se interesó por las revueltas de los esclavos del siglo XVIII. Marchó a vivir a Caracas en 1945 y no volvió a Cuba hasta 1958, año en el que se produjo el triunfo de la Revolución castrista. Desempeñó diversos cargos diplomáticos para el gobierno revolucionario, murió en 1980 en París, donde era embajador de Cuba.

En 1962 publicó El siglo de las luces, en la que narra la vida de tres personajes arrastrados por el vendaval de la Revolución Francesa. Más que una novela histórica, o una novela de ideas es, en la interpretación de algunos críticos, una cabal novela filosófica. Concierto Barroco (1974) es una novela en la que expone sus visiones acerca de la mezcla de culturas en Hispanoamérica. Finalmente El recurso del método (1974) y La consagración de la primavera (1978), obras complementarias y difíciles; la primera suele "considerarse como la historia de la destrucción de un mundo", la caída del mito del hombre de orden, mientras que la segunda representa la larga crónica del triunfo en Cuba de un nuevo mito, que Carpentier trata de explicar desde su imposible papel de espectador: el autor trata de explicar el inconciliable desajuste entre el tiempo del hombre y el tiempo de la historia.

A pesar de su corta producción narrativa, Carpentier está considerada como uno de los grandes escritores del siglo XX. Él fue el primer escritor latinoamericano que afirmó que Hispanoamérica era el barroco americano abriendo una vía literaria imaginativa y fantástica pero basada en la realidad americana, su historia y mitos. Su lenguaje rico, colorista y majestuoso está influido por los escritores españoles del Siglo de Oro y crea unos ambientes universales donde no le interesan los personajes concretos, ni profundizar en la psicología individual de sus personajes, sino que crea arquetipos el villano, la víctima, el liberador de una época.

Andrés Bello

(1781-1865), escritor y político venezolano, nacido en Caracas y muerto en Santiago.

Cursó estudios en la universidad caraqueña, graduándose como Bachiller en Artes. En 1808 redactó la Gaceta de Caracas. En 1810, junto con Simón Bolívar, marchó a Londres, donde permaneció hasta 1829 y coincidió allí con Francisco de Miranda y el español José María Blanco White. Allí estudió en la biblioteca del Museo Británico, realizó traducciones de lord Byron, Molière, Delille y Boiardi, y dirigió las revistas Biblioteca americana y El repertorio americano.

Se instaló en Chile, donde ocupó altos cargos en diversos ministerios, una senaduría y el rectorado de la universidad santiaguina. Redactó el Código Civil y orientó a numerosos intelectuales del país y exiliados, como los argentinos Juan María Gutiérrez y Domingo Faustino Sarmiento, con quien polemizó acerca del castellano en América. En 1851 la Real Academia Española lo designó miembro honorario.

Bello cultivó diversos géneros; sus obras completas ocupan 26 volúmenes. Fue poeta neoclásico de cuidadosa versificación en su silva A la agricultura de la zona tórrida. Tiene trabajos de recopilación histórica, como un juvenil Resumen de la historia de Venezuela (1810) y de reflexión filosófica, como Filosofía del entendimiento (póstuma, 1881), pero su obra de mayor relieve es Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos (1847), considerada uno de los textos más importantes en la historia científica de la lengua española.

En Chile publicó también Principios de ortología y métrica de la lengua castellana (1835); Análisis ideológica de los tiempos de la conjugación castellana (1841); numerosos poemas, entre ellos el justamente celebrado, "La oración por todos", y frecuentes artículos literarios y científicos en El Araucano. Dedicó varios lustros a completar sus Comentarios del Poema del Cid, que hacia el fin de sus días cedió a la Real Academia Española. Transformó esencialmente el periodismo nacional, infundiéndole serenidad y altura; introdujo la crítica teatral y pese a su formación de la difusión del romanticismo, incluso mediante traducciones. Maestro de la lengua española y humanista integral, educó a muchos destacados chilenos y elevó el nivel cultural del país, que, agradecido, le otorgó la ciudadanía.

Garcilaso de la Vega (el Inca)

(1539-1616), escritor y cronista peruano, uno de los mejores prosistas del renacimiento hispánico. Su visión del Imperio de los incas es fundamental en la historiografía colonial, y en ella brinda una imagen armoniosa, artísticamente idealizada y emocionalmente intensa del mundo precolombino y de los primeros años de la conquista.

Nació en Cuzco y era hijo natural pero noble por ambas ramas: su padre fue el conquistador español Sebastián Garcilaso de la Vega y Vargas, vinculado a ilustres familias, y su madre la ñusta (princesa) inca Isabel Chimpo Ocllo, perteneciente a la corte cuzqueña. Escuchó tradiciones y relatos de los tiempos del esplendor inca y asistió a las primeras acciones de la conquista del Perú y las guerras civiles entre los conquistadores; resumió esa visión del fin de una era y el comienzo de otra muy distinta en una frase famosa: "Trocósenos el reinar en vasallaje".

Sin derecho a usar el nombre de su padre (llevaba el de Gómez Suárez de Figueroa), de naturaleza tímida y reservada, la formación intelectual del Inca fue lenta, y tardía su producción madura. Escribe su obra enteramente en España, adonde viajó, en 1560, con el propósito de reclamar el derecho a su nombre (entre sus antepasados ilustres se encontraban el poeta Garcilaso de la Vega, Jorge Manrique y el marqués de Santillana), lo que consiguió, y a él agregó orgullosamente el apelativo Inca, por el que se le conoce. Se estableció en la localidad cordobesa de Montilla (1561), ciudad en la que gozó de la protección de sus parientes paternos, y luego en Córdoba (1589), donde se vinculó a los círculos de humanistas españoles y se dedicó al estudio y la investigación que le permitirían escribir sus crónicas. Se inició en la vida literaria en 1590, con la notable traducción de los Diálogos de amor de León Hebreo, a partir del original italiano. Su primera crónica, La Florida del Inca (1605), epopeya en prosa, nada tiene que ver con el Perú sino con la conquista de la península de ese nombre (actualmente parte de Estados Unidos) por Hernando de Soto, pero prueba las altas virtudes del Inca como prosista y narrador. Su obra máxima son los Comentarios reales, cuya primera parte (1609) trata de la historia, cultura e instituciones sociales del Imperio inca; en tanto que la segunda, titulada Historia general del Perú (publicada póstumamente en 1617), se ocupa de la conquista de esas tierras y de las guerras civiles. La crónica ofrece una síntesis ejemplar de las dos principales culturas que configuran el Perú, integradas dentro de una concepción providencialista de los procesos históricos, que él presenta como una marcha desde los oscuros tiempos de barbarie al advenimiento de la gran cultura europea moderna. Se le considera y aprecia como excepcional y tardío representante de la prosa renacentista, caracterizada por la mesura y el equilibrio entre la expresión y los contenidos, así como por su sobria belleza formal.

Ángel Rosenblat

(1902-1984), lingüista y ensayista literario venezolano nacido en Polonia.

Llegó a Venezuela en la década de 1940 y en ese país llevó a su madurez y a la plenitud su densa obra de filología y de estudioso del habla nacional. Es el experto por excelencia de las formas del español que se habla en Venezuela. Esto lo hizo a través de Buenas y malas palabras (1960), libro fundamental e inspirado sobre su tema. De su interés por los problemas suscitados por el mestizaje en el idioma que se habla en América surgió su obra El castellano de España y el castellano de América (1962). Otras disquisiciones lingüístico-literarias de Rosenblat se hallan en El nombre de Venezuela (1956) y en La primera visión de América y otros estudios (1965). Es esencial su acercamiento a Cervantes en 1972.

Carlos Fuentes 

(1928- ), escritor y ensayista mexicano, cosmopolita y polígloto, es uno de los grandes narradores y pensadores de su país.

Nació en la ciudad de Panamá, donde su padre era embajador de México, y, a causa de la profesión de su padre, se educó en diversos países americanos, entre ellos Chile y Argentina, donde conoció a importantes figuras de la cultura, como Pablo Neruda y David Alfaro Siqueiros. Estudió en Suiza y Estados Unidos, aunque la carrera de abogado la realizó en la Universidad Nacional Autónoma de México, donde conoció al profesor exiliado español Manuel Pedroso, que ejerció una gran influencia en su vocación literaria. En 1950 viajó a Europa y realizó estudios de Derecho Internacional en la Universidad de Ginebra. En Francia conoció a Octavio Paz, cuyos libros Libertad bajo palabra y El laberinto de la soledad ejercieron una enorme influencia en él. Empezó a publicar en la revista Medio Siglo con sus compañeros de generación, Salvador Elizondo, Flores Olea, González Pedrero y Sergio Pitol. Fundó y dirigió con Emanuel Carballo la Revista Mexicana de Literatura (1955-1958) y fue codirector con Luis Villoro, Francisco López Cámara y Jaime García Terrés de El Espectador (1959-1960), una importante revista política.

Fue becario del Centro Mexicano de Escritores (1956-1957) y ha preparado numerosas adaptaciones cinematográficas de obras suyas y de otros autores como, por ejemplo, de Juan Rulfo. También ha colaborado en los principales suplementos culturales y periódicos de México y del extranjero. En 1963 conoció en París a Julio Cortázar y a Mario Vargas Llosa y, un año más tarde, inició su amistad con Gabriel García Márquez, con quien escribió varios guiones de cine. Ocupó cargos administrativos y diplomáticos, y fue embajador de México en Francia de 1975 a 1977. Ha vivido en Europa y Estados Unidos, dictando cursos o representando a México, y ha sido profesor en las más prestigiosas instituciones de México y de otros países: universidades de Columbia, Harvard, Princeton, Brown, Pennsylvania (Estados Unidos) y ocupó la cátedra Simón Bolívar en la Universidad de Cambridge.

Desde la publicación de la colección de cuentos Los días enmascarados (1954) empezó a definirse su narrativa y su popularidad: lo fantástico colinda con lo real y empieza a fusionar el mundo prehispánico con el actual. Su primera novela, La región más transparente (1958), lo consagró de inmediato en los medios literarios mexicanos; en ella trata el tema de la ciudad de México en franco futuro apocalíptico, superpone distintas técnicas literarias y diversas clases sociales, así como diferentes épocas y culturas. En Las buenas conciencias (1959) explora otra vena más realista y planea una nueva comedia humana mexicana. En su tercera novela, La muerte de Artemio Cruz (1962) donde adquiere su perfil característico y muestra la asimilación de técnicas modernas, como el monólogo interior y la alternancia de narradores, propias de la literatura estadounidense, reconstruye cincuenta años de la vida nacional y enjuicia la Revolución Mexicana.

En otros títulos ha continuado trazando un gran fresco de la sociedad mexicana contemporánea: Aura (1962), una narración breve y uno de sus mejores textos, a caballo entre lo histórico y lo fantástico, es una versión singular del eterno tema del vampiro. Otros libros de cuentos son Cantar de ciegos (1964), Chac Mool y otros cuentos (1973) y Constancias y otras novelas para vírgenes (1989). Con sus novelas Zona sagrada (1967) y Cambio de piel (1967) regresa a lo épico y esboza una cosmovisión carnavalesca irreverente. Los ensayos y artículos de la década de 1960 y principios de la de 1970 fueron recogidos en Casa con dos puertas (1970) y Tiempo mexicano (1971).

Terra Nostra (1975, premios Xavier Villaurrutia y Rómulo Gallegos) es una empresa colosal, un trabajo intrincado con el lenguaje y la historia, uno de los textos más atrevidos que se hayan construido en español, en donde entrelaza distintos tipos de ficción y distintos mitos.

Escritor muy prolífico, ha publicado, además, Agua quemada (1981), Gringo viejo (1985) —que versa sobre el periodista y escritor estadounidense Ambrose Bierce y que dio lugar a una película producida y protagonizada por Jane Fonda—, Cristóbal Nonato (1987), La campaña (1990), El naranjo o los círculos del tiempo (1993), Diana o la cazadora solitaria (1994), La frontera de cristal, una novela en nueve cuentos (1995), Los años de Laura Díaz (1999) e Instinto de Inez (2001), sobre la relación amorosa entre un director de orquesta y una cantante de ópera. También ha escrito para el teatro: Todos los gatos son pardos y El tuerto es rey (1970) o Los reinos originarios y Orquídeas a la luz de la luna (1982). En 2002 publicó En esto creo, una obra en la que traza su autobiografía intelectual y que le sirve para reflexionar sobre asuntos como literatura, cine, historia, política, amistad o amor, entre otros. Sus publicaciones más recientes son La silla del águila (2003), una novela política escrita en clave epistolar sobre lo que será el México del año 2020; Inquieta compañía (2004), un volumen formado por seis relatos de misterio y fantasía; y Los 68 (2005), una recopilación de tres textos sobre los movimientos estudiantiles de 1968 y sobre la influencia que esa agitación social tuvo en las sociedades occidentales. En 2006 publicó Todas las familias felices, libro compuesto por dieciséis relatos que narran las historias de otras tantas familias con la violencia y el dolor como puntos en común.

Algunos de sus libros de ensayo se han vuelto clásicos, como La nueva novela hispanoamericana, Tiempo mexicano, Valiente mundo nuevo y recientemente El espejo enterrado, todos ellos polémicos textos tanto sobre la literatura y la historia de México y de América, como sobre los problemas y perspectivas de la actualidad del mundo. Carlos Fuentes cuenta con numerosos premios literarios, entre los que destacan: Biblioteca Breve (España, 1967), Rómulo Gallegos (Venezuela, 1974), Xavier Villaurrutia (México, 1975), Alfonso Reyes (México, 1979), Nacional de Literatura (México, 1984), Cervantes (España, 1987) y Príncipe de Asturias de las Letras (España, 1994).

Mario Vargas Llosa

 (1936- ), escritor peruano, considerado uno de los más grandes novelistas hispanoamericanos de la segunda mitad del siglo XX, al lado de Julio Cortázar, Carlos Fuentes y Gabriel García Márquez.

Nació el 28 de marzo de 1936 en Arequipa y estudió en esa ciudad, en Bolivia, en Piura y en Lima. En 1953 ingresó en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en Lima, donde estudió Letras y Derecho. En 1959 viajó a Madrid para hacer el Doctorado en Filosofía y Letras en la Universidad Complutense. Al año siguiente se instaló en París. En 1964 regresó al Perú, viajando al Amazonas y a La Habana. Entre 1967 y 1974 residió en varias ciudades europeas (París, Londres y Barcelona) y después regresó a su país, donde permaneció hasta 1990. Durante esos años desempeñó un papel importante en la vida social, literaria y política del Perú. La etapa culminante de ese proceso fue su participación en las elecciones de 1990, como candidato presidencial de la República por el Frente Democrático (FREDEMO). Después de dos reñidas vueltas, el candidato opositor, Alberto Fujimori, se alzó con la victoria. Poco tiempo después, Vargas Llosa abandonó el país y regresó a Londres, retomando su actividad literaria. En 1993 adoptó la ciudadanía española.

En la actualidad colabora con el diario El País y con la revista Letras libres. Ha sido Profesor Visitante o Escritor Residente en numerosas universidades.

Es básicamente un realista, y a veces un regionalista, cuyas obras reflejan la convulsa realidad social peruana (y en algún caso, latinoamericana), sacudida por conflictos de tipo racial, sexual, moral y político. Su representación artística de esa problemática no es, sin embargo, mimética o naturalista, sino que incorpora las técnicas narrativas más innovadoras de la novela contemporánea (multiplicidad de focos narrativos, montaje de planos espacio-temporales, efectos expresionistas, monólogo interior).

Es, por la fecundidad, riqueza y hondura de su obra creadora y por su continua presencia en el debate sobre asuntos relativos a libertad, violencia, censura y justicia, una de las personalidades intelectuales más activas e influyentes de la actualidad. Ha sido traducido a numerosísimas lenguas y ha obtenido los mayores reconocimientos literarios, entre ellos el Premio Rómulo Gallegos, el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, el Premio Planeta, el Premio Cervantes y el Premio Casa de América. En 1995, fue elegido académico de número de la Real Academia Española, y en 1996 leyó su discurso de ingreso sobre Azorín. En 2002 fue nombrado presidente de la Fundación Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.

Su primer libro, Los jefes, una colección de cuentos, obtuvo el Premio Leopoldo Arias. Sin embargo, Vargas Llosa alcanzó la fama al ganar el importante Premio Biblioteca Breve, de Barcelona, con su novela La ciudad y los perros (1963), que es una de las expresiones más características de ese momento de renovación en la novelística hispanoamericana que se conoce como "el boom", del cual era el representante más joven. La novela reelabora sus experiencias en el colegio militar Leoncio Prado, con imágenes de gran violencia, tensión dramática y cuestionamiento moral sobre autenticidad, responsabilidad y heroísmo.

La destreza técnica y el virtuosismo de su lenguaje narrativo son todavía mayores en las dos siguientes novelas: La casa verde (1966), que aprovecha memorias de sus años en Piura para componer un gran mural de acción y degradación sexual; y Conversación en la Catedral (1969), que transcurre durante los oscuros años de la dictadura de Manuel A. Odría (1948-1956) intentando un minucioso análisis de los círculos del poder, el mundillo del periodismo amarillo y los cabarés de mala muerte. En 1967 publicó su notable relato Los cachorros.

La rigurosa objetividad y la indeclinable tensión con las que plantea sus conflictos ceden un poco en la segunda etapa de su producción novelística, que se distingue por toques de humor grotesco, como en Pantaleón y las visitadoras (1973), o por retratarse a sí mismo en su relato, como en La tía Julia y el escribidor (1977), en la que narra episodios de su primer matrimonio y sus comienzos literarios.

La guerra del fin del mundo (1981) es una vuelta al estilo de composición épica de su primera etapa y una rara incursión en el mundo sociopolítico del Brasil de fines del siglo XIX, siguiendo el modelo de gran reportaje establecido por Euclides da Cunha. En la última porción de su obra narrativa se entremezclan las novelas cuyo tema es esencialmente político, Historia de Mayta (1984) o Lituma en los Andes (1993), con las más ligeras, de corte detectivesco, como ¿Quién mató a Palomino Molero? (1986), o erótico, como Elogio de la madrastra (1988).

El hablador (1987) señala un retorno al mundo de la selva, uno de sus ambientes favoritos, para contar una historia sobre identidades culturales y diferencias antropológicas. En su novela Los cuadernos de don Rigoberto (1997), a través de los recuerdos del protagonista, el autor se sumerge en el mundo de la fantasía creadora y del erotismo (véase Literatura erótica). La novela histórica La fiesta del chivo (2000) trata de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo en la República Dominicana y de la conspiración para asesinarlo; fue llevada al cine en 2006. El paraíso en la otra esquina (2003) es una meditación sobre las utopías que encarnaron con su vida y obra la escritora y activista Flora Tristán y su nieto, el pintor Paul Gauguin.

En mayo de 2006 publicó Travesuras de la niña mala, una novela de corte clásico, en la línea de Madame Bovary, que tiene como trasfondo algunos de los enclaves más importantes en la vida del propio autor, como Lima, París, Londres y Madrid. A finales de ese mismo año vio la luz Diccionario del amante de América Latina, en el que Vargas Llosa reúne diversos textos sobre el mundo latinoamericano escritos por él a lo largo de su carrera, algunos de ellos inéditos.

Ha escrito además libros de crítica literaria: García Márquez: historia de un deicidio (1971); La orgía perpetua: Flaubert y Madame Bovary (1975); Entre Sartre y Camus (1981); La verdad de las mentiras (1990), un ensayo sobre la novela moderna con el que obtuvo en 2002 el Premio Bartolomé March de crítica literaria; y La tentación de lo imposible (2004), un ensayo sobre Victor Hugo y su novela Los miserables. Una importante porción de su obra ensayística puede leerse en los volúmenes de ensayos que llevan por título Contra viento y marea y en El lenguaje de la pasión (2001), recopilaciones de artículos periodísticos sobre literatura, política, arte y los más variados asuntos. Sus memorias tituladas El pez en el agua (1993) ofrecen un apasionante y minucioso recuento de su experiencia como frustrado candidato presidencial en las elecciones peruanas de 1990. Es autor también de las obras teatrales, La señorita de Tacna (1981), Khatie y el hipopótamo (1983), La Chunga (1986), El loco de los balcones (1993) y Ojos bonitos, cuadros feos (1996).

República Bolivariana de Venezuela.

Ministerio del Poder Popular para la Educación.

U.E.C.P "La Octava Estrella".

Ciudad Bolívar. Estado Bolívar

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Autor:

Bayola Kenndrith