La clasificación por cruces no es recomendable usarla, especialmente en las infecciones por P. falcíparum debido a que pueden clasificarse erróneamente ataques severos como ligeros ya que éste método no es preciso. Por tanto se debe siempre calcular el # de eritrocitos parasitados y para ello es necesario multiplicar el número de parásitos calculado como promedio en cada campo por 500 y dará la cantidad de hematíes parasitados ( Ej. 20 parásitos por campo por 500 es igual a 10 000, por tanto, es un ataque ligero). Otro aspecto importante es saber la forma parasitaria presente en la muestra ya que la presencia de esquizontes de P. falcíparum en la muestra debe considerarse como signo de gravedad independientemente de la clínica presente en ese momento. Además la presencia de gametos tiene suma importancia desde el punto de vista epidemiológico para decidir aislar un enfermo o no según el programa de erradicación presente en la zona en que se encuentre la persona afectada.
Tipos de tratamientos en las infecciones por Plasmodium spp:
Tratamiento quimioprofiláctico: Es aquel que se comienza cuando una persona va de un área no endémica a un área endémica. Se comienza dos semanas antes de partir hacia la zona endémica y se realiza con un esquizonticida hemático de forma permanente (2 veces por semana) según la especie que esté presente en el área. Se mantiene por 2 años. Si la permanencia en el área es mayor se suspende a partir de ese momento.
Tratamiento supresivo: Es aquel que se realiza en un área endémica con el objetivo de suprimir los síntomas pero no para eliminar la infección. Por tanto se
utiliza un esquizonticida hemático a las dosis recomendadas para el ataque agudo según la sensibilidad de la especie presente en el área.
Tratamiento radical quimioprofiláctico: Se realiza cuando una persona va de un área endémica a un área no endémica. Son personas que clínicamente no están enfermas o que la gota gruesa practicada al arribo es negativa. El tratamiento debe hacerse en éste caso con una combinación de esquizonticida hemático y esquizonticida tisular, ambos a dosis standard sin tener en cuenta el peso de la persona. Tener en cuenta la especie y la posibilidad de resistencia a los antimaláricos
Tratamiento radical curativo: Se realiza cuando una persona va de un área endémica a un área no endémica. Son personas que clínicamente están enfermas o la gota gruesa practicada al arribo es positiva. El tratamiento debe hacerse en éstos casos con una combinación de esquizonticida hemático y tisular a las dosis que correspondan según el peso actual de la persona en cuestión, dependiendo de si en la zona de procedencia de la persona hay resistencia a los antimaláricos habituales o no y de la especie diagnosticada
Resistencia a las drogas antimaláricas: Existen dos formas de clasificar la resistencia a los antimaláricos (cloroquina). Una es la forma in vitro con pruebas especiales basadas en la metodología de Rieckman y col. Las cuales son suministradas por la OMS. La otra forma de clasificar la resistencia es la forma in vivo que surge de la observación clínica de la respuesta del parásito ante la droga y que ha sido normalizada por la OMS. Su fundamento está basado en la administración de una dosis standard de cloroquina base (25 mg/kg. de peso como dosis total) en el adulto durante 3 días con un período de observación de 28 días de la forma siguiente:
Sensible (S): Eliminación de la parasitemia sexual (formas anulares) dentro de los siete días de iniciado el tratamiento sin una recrudescencia subsiguiente.
Resistencia tipo 1 (R 1): Eliminación de la parasitemia asexual (formas anulares) como en los casos sensitivos, seguida de una recrudescencia que se observa en 28 días pero que puede llegar hasta los 45 días.
Resistencia tipo 2 (R 2): Marcada reducción de las formas asexuales (formas anulares), pero sin llegar a desaparecer.
Resistencia tipo 3(R 3): No hay reducción de las formas asexuales de los parásitos (formas anulares), puede mantenerse la misma parasitemia o podría incluso aumentar.
Hay que recordar que siempre debemos esperar para la acción de la cloroquina 7 días a partir del primer día de comenzado el tratamiento y que la resistencia se define a dosis usuales o ligeramente mayores de cloroquina base siempre dentro de los límites de tolerancia del sujeto.
Clasificación de las drogas antimaláricas según el sitio de acción en el ciclo de vida del parásito:
Profilaxis causal: Son las drogas que evitan la maduración de los esquizontes hepáticos en el ciclo pre-eritrocítico. Pertenecen a éste grupo el Proguanil y la Pirimetamina.
Esquizonticidas hemáticos: Son las drogas que destruyen las formas asexuadas en los glóbulos rojos y pueden ser de acción rápida (Cloroquina, Amodiaquina, Quinina, Mefloquina, Dabequín , Quinghaosu – Artesunato y Artemeter-) o de acción lenta (Proguanil, Pirimetamina, Sulfonamidas, Dapsone, Fansidar, Clindamicina, Tetraciclina y Doxiciclina)
Gametocidas: Son las drogas que destruyen las formas sexuales del parásito (gametos) en la sangre haciéndola no infestante para el mosquito. Pertenecen a éste grupo la Primaquina (para P. falcíparum) y la Cloroquina (para P. vivax).
Esporonticidas: Son las drogas que evitan la maduración de los parásitos durante el ciclo sexual en el mosquito. Pertenecen a éste grupo el Proguanil, la Pirimetamina y las Sulfonamidas.
Esquizonticidas tisulares: Son las drogas que destruyen las formas hepáticas (esquizontes e hipnozoítos) evitando así las recaídas. Pertenece a éste grupo la Primaquina.
Dosis de los antimaláricos más usados:
Cloroquina: 25 mg/Kg dosis total (10 mg de entrada, 5 mg a las 6 horas, 5 mg a las 24 horas y 5 mg a las 48 horas de la primera dosis) o 600 mg IM de entrada seguido de 300 mg IM a las 6, 24 y 48 horas.
Quinina: 650 mg c/8 horas por 3-5 días o 600 mg disueltos en 300 ml de sol. salina EV a pasar en 1 hora (no menos) y repetir la dosis pero en infusión constante cada 8 horas con un máximo de 1800 mg en 24 horas.
Primaquina: 3-3,5 mg/Kg como dosis total en 14 días 4- Pirimetamina: 25 mg 2 veces al día por 3 días
Sulfadiazina: 500 mg c/6 horas por 5 días.
Tetraciclina: 250 mg c/6 horas por 7 días
Fansidar: 3 tab de una sola dosis o 3 amp (2,5 ml) IM de una sola dosis 8- Clindamicina: 300 mg c/6 horas por 5 días
9- Doxiciclina: 100 mg c/12 horas por 7 días 10-Halofantrina: 8 mg/Kg c/8 horas
Amodiaquina: Igual a la cloroquina
Mefloquina: 250 mg 3tab dosis única junto con sulfadoxina y Pirimetamina. 13-Artesunato: 4 mg/Kg una vez al día por 3 días.
Vacunas contra la Malaria:
Durante la última década se ha avanzado mucho en la búsqueda de una vacuna contra el paludismo. La exposición natural a la Malaria induce una inmunidad parcial en el hombre, pero las reinfecciones reiteradas permiten mantener esa inmunidad. Se ha comprobado que los esporozoítos inactivos son muy eficaces como inductores de la inmunidad en el ser humano. Desafortunadamente, no es posible producir esporozoítos inactivos en las enormes cantidades requeridas para utilizarlos como método viable de vacunación. Sin embargo se dispone hoy de nuevas tecnologías. Por ejemplo, la tecnología de vacunas de ADN nos permite identificar prometedoras moléculas inmunogénicas con una rapidez mucho mayor, y eso amplía considerablemente el número de vacunas potenciales. Se empieza a disponer de nuevos adyuvantes – sustancias neutras que potencian la respuesta inmunitaria del organismo a los antígenos – para uso clínico. Se están desarrollando además otros sistemas de administración (vectores vivos como Salmonella o el virus vaccinia) portadores de secuencias genéticas de antígenos, y vacunas de ADN que se han empezado a evaluar ya en el ser humano.
Tipos de vacuna que se desarrollan en la actualidad: Las vacunas experimentales están basadas en diversos antígenos derivados de las diferentes formas que adopta el parásito durante su ciclo de desarrollo.
Vacunas pre-eritrocitarias: Impiden que los esporozoítos penetren o se desarrollen en las células hepáticas. Estas vacunas prevendrían las consecuencias graves y potencialmente mortales del paludismo en las personas no inmunizadas. Hasta la fecha se han ultimado unos 20 ensayos clínicos en el hombre con diversas protovacunas pre-eritrocitarias de Plasmodium falcíparum. Una protovacuna muy prometedora es la RTS,S que se está ensayando sobre el terreno en Gambia.
Vacunas contra las formas hemáticas asexuadas: Son aquellas que impiden que los merozoítos penetren o se desarrollen en el interior de los hematíes. La inmunidad contra las formas hemáticas asexuadas del parásito, causantes de los síntomas del Paludismo, incidiría directamente en la morbilidad y la mortalidad individuales ,pero no evitaría necesariamente la infección de la gente. Son ya 6 por lo menos las vacunas de ese tipo que se han ensayado clínicamente o se están ensayando en el hombre.
Vacunas bloqueadoras de la transmisión: Inhiben el desarrollo de las formas sexuadas del parásito en el interior del mosquito. Esas formas sexuadas se desarrollan en los hematíes a las pocas semanas de la picadura y son infecciosas para los mosquitos que pican a los infectados. Mediante una cobertura amplia esas vacunas podrían atenuar la transmisión de la enfermedad en las regiones endémicas reduciendo el número de mosquitos infectados. En los EUA se están realizando ya ensayos clínicos para determinar la inocuidad y la inmunogenicidad de varias vacunas experimentales de bloqueo de la transmisión.
Entre las vacunas en curso de desarrollo cabe citar las siguientes:
Vacunas basadas en cócteles de antígenos (vacunas multicomponentes). La primera vacuna peptídica sintética multicomponentes, la SPf66, desarrollada por el Dr. Manuel Patarrollo en Colombia (integrada por 3 antígenos de la forma hemática asexuada y un antígeno esporozoítico), es la vacuna más ensayada hasta la fecha. Los resultados con ella obtenidos en los ensayos
Otra vacuna multicomponentes, obtenida manipulando el virus vaccinia para que expresara tres proteínas pre-eritrocitarias, tres antígenos de la forma hemática asexuada y un posible bloqueador de la transmisión, confirió una protección limitada en un ensayo clínico realizado en EUA
Actualmente se están realizando ensayos clínicos en Papua Nueva Guinea con una tercera vacuna multicomponentes desarrollada por científicos australianos contra la forma hemática asexuada.
Hasta ahora resulta imposible cultivar el parásito en cantidades suficientemente elevadas para poder elaborar las vacunas de la manera habitual, a partir ya sea de organismos vivos pero debilitados o de preparaciones de antígenos en crudo. De ahí el interés por los péptidos sintéticos, las proteínas recombinantes o las vacunas de DNA.
Falta de adyuvantes más potentes para uso humano.
No se dispone de sistemas satisfactorios de análisis indirecto in vitro para evaluar la eficacia de las diferentes vacunas en el laboratorio.
Los parásitos han desarrollado ingeniosos y complejos mecanismos para soslayar la respuesta inmunitaria del huésped. Por ejemplo, es capaz de expresar diferentes antígenos en cada una de las fases de su ciclo de vida, y a menudo es capaz de modificar esos antígenos cuando el huésped lanza contra ellos su sistema inmunitario.
Hay que citar además la complejidad inherente a la realización de los propios ensayos clínicos y sobre el terreno, por cuanto no es fácil para los investigadores determinar la reducción de la morbilidad y la mortalidad atribuible a la vacuna experimental.
Asegurar el diagnóstico precoz y el tratamiento inmediato.
Planificar y aplicar las medidas selectivas y sostenibles de prevención, incluida la lucha antivectorial.
Detectar a tiempo, contener o prevenir las epidemias.
Reforzar la capacidad local en materia de investigación básica y aplicada, a fin de permitir y promover la evaluación regular de la situación del Paludismo en el país, en particular los factores ecológicos, sociales y económicos que influyen en la enfermedad.
Los viajeros sometidos a vigilancia, procedentes de áreas endémicas y que regresan al país de vacaciones realizarán quimioprofilaxis controlada en el área de salud por su médico de familia, tomando semanalmente, sin exceder de 8 semanas, 300 mg de CLOROQUINA (tabletas de 150 mg base). Si excediera de 8 semanas se le administrará PRIMAQUINA (tabletas de 15 mg) 1 tableta diaria durante 14 días al igual que a los regresos definitivos.
Realizar tratamiento radical antipalúdico presuntivo al 100 % de los cubanos y extranjeros procedentes de áreas o países endémicos de paludismo (Africa) y sometidos a vigilancia, para lo cual se utilizará en dosis única tres (3 tabletas) de FANSIDAR (cada tableta contiene Sulfadoxina, 500 mg y Piremetamina, 15 mg) y PRIMAQUINA, 1 tableta (cada tableta contiene 15 mg) diaria durante 14 días.
El esquema de tratamiento radical antipalúdico para pacientes afectados por:
Por la posibilidad de reacciones adversas hemolíticas en el curso de la administración de primaquina, el personal médico debe vigilar atentamente los signos de reacción (íctero y coluria) si esta aparece se suspende la primaquina y se consulta de inmediato al especialista de medicina interna.
La primaquina no se administra a niños menores de 6 meses ni a embarazadas.
Realizar gota gruesa a todos los viajeros procedentes de áreas maláricas antes de iniciar el tratamiento antipalúdico y después a los 3 meses y 6 meses posteriores al arribo.
Se mantiene la observación dispensarizada de los viajeros internacionales con riesgo. Los policlínicos y médicos de la familia realizarán el tratamiento controlado y la quimioprofilaxis, y realizarán consulta clínico-epidemiológica de forma trimestral.
Todos los ciudadanos cubanos que se trasladen a países endémicos de zonas palúdicas debe ser instruidos de como protegerse. Las instrucciones estarán basadas en las medidas de protección personal, insistiendo en la quimioprofilaxis, el uso de repelentes, ropas adecuadas y la protección de las viviendas contra los vectores.
Los médicos de familia y los Subdirectores de Epidemiología de los policlínicos, mediante entrevistas educativas informarán a los viajeros cuales son las medidas de carácter presuntivo.
Al término de la misión se insistirá en la importancia que tiene para el viajero, como para su familia y la comunidad, que cumpla las medidas orientadas para la prevención y el control de las enfermedades exóticas, insistiendo en el cumplimiento del tratamiento antipalúdico radical presuntivo y en los reexámenes después de su llegada. El médico de familia se convierte en el principal exponente para cumplir este objetivo.
Los viajeros en riesgo deben recibir la información que no podrán ser donantes hasta después de haber cumplido 3 años de su regreso a Cuba.
Se realizará la administración del tratamiento radical antipalúdico controlado en todas las unidades del sistema nacional de salud que brinda atención primaria (policlínicos y médicos de familia) a los viajeros con alto riesgo procedentes de los países africanos al sur del Sahara.
Se continuará la quimioprofilaxis controlada a los viajeros que estén en Cuba de vacaciones según lo establecido.
A pesar de los grandes avances tecnológicos para el diagnóstico de enfermedades bacterianas, virales y parasitarias entre otras, con soportes incluso de la Biotecnología y de la Ingeniería Genética, la gota gruesa continua siendo el principal e incuestionable método de confirmación del paludismo. Su técnica sencilla, económica y de alta sensibilidad, que puede incluso aplicarse en investigaciones de campo, no tiene sustituto y constituye uno de los principales soportes en los programa de control o mantenimiento de la erradicación como es el caso de Cuba.
Se mantendrá como requisito obligatorio, la toma de lámina de gota gruesa en todos los servicios médicos del país en los casos siguientes:
A todos los febriles actuales o recientes (1 mes) que hayan viajado a las áreas seleccionadas de riesgo.
Pacientes sospechosos de paludismo, por síntomas clínicos y por antecedentes epidemiológicos (áreas o localidades del país donde hayan ocurrido brotes de transmisión local en los últimos años).
A todos los febriles, adultos o niños, en que no se haya precisado la etiología del proceso febril.
Realizar la verificación de cura (MVC) al 100% de los casos de paludismo importado o introducidos mediante la toma de gota gruesa semanal durante 8 semanas (2 meses) y luego mensual durante 1 año.
Las láminas de gota gruesa, deberán ser tomadas cumpliendo los requisitos técnicos y examinadas en las primeras 24 horas y antes de las 72 horas enviadas al CPHE según lo normado. Las láminas positivas se envían al CPHE y de éste al laboratorio Nacional de Referencia en el IPK en el período de una semana.
El personal médico especialista de Higiene y Epidemiología, Microbiólogos, Administradores de Salud, Especialistas de MGI, Medicina Interna y Pediatría, etc) de las unidades que diagnostican el caso por microscopía de gota gruesa, tienen la responsabilidad de hacer la notificación oportuna del mismo (UATS, SID, tarjeta de EDO y a la Dirección Nacional de Epidemiología).
Se establecen los siguientes indicadores que sirven de guía para la evaluación mensual de la vigilancia mediante la gota gruesa (mínimo deseable mensual, MDM), tomando como base para el cálculo la totalidad de las consultas de medicina general de cada mes:
2% de la población, en áreas o localidades que hayan tenido brotes de transmisión local en los dos últimos años.
1% de la población, en áreas o localidades en que coincidan la presencia del vector (mosquito Anopheles albimanus) y viajeros internacionales con riesgo.
0,5% de la población, en áreas o localidades que tengan presencia del vector o de viajeros con riesgo.
Los CPHE, CMHE y UMHE deben mantener adiestrados a los técnicos necesarios para realizar el diagnóstico parasitológico de paludismo en el territorio. Cada provincia establece su red de diagnóstico en base a las características de cada territorio.
Los CPHE son responsables en coordinación con el IPK de mantener adiestrados a los técnicos dedicados al diagnóstico de paludismo, tanto en cursos provinciales como en el Laboratorio Nacional de Referencia.
Los laboratorios de diagnóstico de Paludismo de los CPHE se convierten en Laboratorios de Referencia para el resto de los laboratorios de las provincias (hospitales y municipios) y reciben el 100 % de las láminas positivas, el 10 % de las láminas de controles de foco y el 2% de las láminas negativas.
Los Laboratorios Provinciales envían al Laboratorio Nacional de Referencia del IPK cada mes el 100 % de las láminas positivas, el 10 % de las láminas de los controles de foco y el 2% de las negativas.
El Laboratorio de Referencia del IPK, mantendrá los cursos nacionales y el adiestramiento de técnicos provinciales y municipales en base a las necesidades y situación actual, y brindará asesoría a los CPHE y CMHE.
Caso presuntivo: todo paciente febril con antecedentes epidemiológicos, clínica típica y con gota gruesa negativa.
Todos los casos con diagnóstico presuntivo o confirmado serán ingresados y aislados en salas especiales de los hospitales provinciales. Los casos correspondientes a las provincias Ciudad de La Habana y La Habana serán remitidos al IPK.
Importado: caso de paludismo que adquirió la enfermedad en un país o área endémica.
Introducido: caso de paludismo que adquiere la enfermedad en un área o país libre de esta como producto de transmisión local a expensas de uno o varios casos importados.
Inducido: caso de paludismo que adquiere la enfermedad de la madre antes del parto (transmisión placentaria).
Autóctono: todo caso de paludismo que ocurre en un área o localidad donde la transmisión es endémica. Para que un área donde se declaró la erradicación de la enfermedad pierda esta condición, se debe establecer la transmisión de forma ininterrumpida por espacio de 2 o más años.
Los CPHE, CMHE, UMHE, policlínicos y médicos de la familia asumirán la responsabilidad de los controles de foco de los casos de paludismo que ocurran en su territorio, según el nivel que corresponda. El Ministerio de Salud Pública asesorará y evaluará la realización de los controles de foco.
Encuesta hemática (gota gruesa) a contactos y convivientes, tomando en cuenta el período de incubación de la enfermedad, fecha de arribo al país (si se trata de casos importados), presencia de gametocitos y otros elementos epidemiológicos.
Búsqueda activa de casos por pesquisa de febriles actuales o recientes (1 mes antes) casa por casa a las horas más apropiadas durante 1 mes. Tomar gota gruesa a los febriles.
Incremento de la búsqueda pasiva mediante la toma de láminas de gota gruesa a todos los pacientes febriles que acuden a las unidades asistenciales del área de influencia.
Crear condiciones para garantizar la calidad y agilidad del estudio parasitológico de las laminas generadas en el control de foco, evitando errores técnicos y confusiones en la identificación.
Destrucción o tratamiento de criaderos y saneamiento ambiental, tratamiento focal con insecticidas de acción residual en la vivienda del caso positivo y sus vecinos, pudiéndolo extender según las características particulares del foco y presencia del vector. Aplicación de nebulización térmica a UBV en el área del foco, pudiendo incluso utilizar la fumigación aérea si epidemiológicamente se justifica. Realizar encuestas entomológicas diarias para evaluar el resultado de las medidas aplicadas (por espacio de un mes). Según las características del foco estas se realizarán mensualmente durante un año.
Seguimiento de los casos positivos de paludismo durante un año que debe incluir evolución clínica y parasitológica semanal a partir del alta hasta los 2 meses (8 semanas) y después a los 3 meses, 6 meses, 9 meses y 1 año.
Vigilancia epidemiológica del foco durante 2 años con una meta mensual mínima (MDM) de gota gruesa del 2% de las consultas de medicina general del área del foco.
Para determinar la extensión geográfica del foco no existe una fórmula única. En cada foco los responsables de su control, basados en los elementos técnico epidemiológicos que brinda el conocimiento de la enfermedad y las características del lugar, son los que fijan los límites geográficos, pero nunca pueden olvidar que la enfermedad está eliminada en Cuba y hay que evitar su reintroducción. Por lo general el límite se establece entre 500 y 1000 metros de radio tomando como centro la vivienda del caso índice.
sobre el terreno realizados en América del Sur, Africa y Asia sudoriental son dispares.
Entre las vacunas de segunda generación figuran las que contienen péptidos maláricos modificados o nuevos adyuvantes; vacunas de DNA (secuencias nucleotídicas codificadoras del antígeno en cuestión) con las que se han obtenido prometedores resultados en roedores, y vacunas antitóxicas o contra las manifestaciones de la enfermedad.
Problemas actuales de las vacunas contra el Paludismo:
Estrategia Mundial de la lucha contra la Malaria:
En contraste con las actividades de erradicación, la Estrategia Mundial reconoce que los problemas asociados con el Paludismo varían enormemente de un país a otro, de una zona a otra, e incluso entre los diferentes grupos de población. Para dar los resultados deseados, los esfuerzos de lucha han de adaptarse a esas diferentes situaciones. Los objetivos de la estrategia son sencillos: prevenir las defunciones por Paludismo y reducir el sufrimiento y el daño social y económico que la enfermedad provoca. Ello es posible porque el Paludismo es una enfermedad que se puede prevenir y curar. Pero como muchas de sus causas y de los remedios se encuentran fuera del sector sanitario, la estrategia requiere que la lucha se convierta en parte integrante no sólo de los programas de salud generales sino también de los programas pertinentes de desarrollo de otros sectores. EL CONTROL DEL PALUDISMO ES TAREA DE TODOS Y TODOS
DEBEN CONTRIBUIR. Se necesita la colaboración de los miembros de la comunidad y la participación de quienes se ocupan de la educación y del medio ambiente en general, del abastecimiento de agua, del saneamiento y del desarrollo comunitario.
Antes la lucha contra el Paludismo de pendía en gran medida del rociamiento con insecticida, mientras que ahora se está comprobando que el uso selectivo de algunos métodos de protección, incluida la lucha antivectorial, resulta más rentable y más sostenible. El rociamiento de las viviendas se aplica ahora sólo en
determinadas zonas de alto riesgo y propensas a las epidemias, mientras que uso de mosquiteros impregnados con insecticida va en aumento.
La Estrategia Mundial tiene cuatro elementos básicos:
En varias comunidades, las escuelas y los maestros están desempeñando un papel activo en la lucha contra el Paludismo dentro y alrededor del recinto escolar. Los programas de prevención del Paludismo en el medio escolar son un buen ejemplo de la disponibilidad que tiene las escuelas de aportar una señalada contribución a la salud de la comunidad y de ampliar la cobertura de la atención primaria. De hecha la prevención del Paludismo a través de la escuela puede ser una medida de salud pública eficiente y de gran valor educativo. Puede estimular así mismo la prevención de otras enfermedades e infecciones comunes, a la vez que propicia mejoras ambientales que hacen de la escuela un lugar sano en que aprende a trabajar.
La lucha contra una infección como el Paludismo sólo podrá dar resultados y sostenerse si va acompañada de una labor encaminada a hacer de la escuela un lugar más limpio y saludable. Es importante demostrar a los alumnos y a la comunidad en general, que un entorno higiénico y seguro los protegerá de la enfermedad. Esa labor de educación sanitaria, que pueden hacer los maestros, dependerá de la dedicación y entrega de éstos, pero muchos carecen de la formación indispensable en lo tocante a la salud. Habrá pues que darles apoyo y
estímulo, adiestrándolos, facilitándoles material docente y reconociendo debidamente su labor. La OMS, consciente del importante papel de las escuelas en la promoción de la salud, ha emprendido varias iniciativas para fomentarlo y servirse de la escuela como punto de acceso a la comunidad. Entre esas iniciativas figura su programa de colaboración con la UNESCO encaminado a proteger a la infancia contra el Paludismo. Un programa de prevención del Paludismo de base escolar cuidadosamente planificado y aplicado puede demostrar la eficacia de recurrir a la escuela en apoyo de la atención primaria. Su fin deberá consistir en convencer a los padres y a la comunidad de que la escuela, rica o pobre, puede repercutir positivamente en la salud de los niños y en la de toda la comunidad
La Estrategia Mundial comienza ya a tener un efecto en la morbilidad y la mortalidad por Paludismo en muchos países, y está permitiendo a otras mantenerse libres de la enfermedad. La conclusión es clara: el Paludismo puede controlarse con los instrumentos actualmente disponibles. Lo que hay que hacer ahora es utilizar al máximo esos instrumentos. Entre tanto, el fortalecimiento de la labor de investigación y desarrollo permitirá encontrar nuevos medios para afrontar le situación del Paludismo según vaya evolucionando.
Quimioprofilaxis y tratamiento antipaludico
Plasmodium vivax (esquema corto) para adultos con peso promedio de 60 kgs, como sigue:
Cloroquina (tab. de 150 mg de droga base)
Primaquina (tab. de 15 mg de droga base)
1er. día………………cloroquina 4 tab (600 mg)
primaquina 2 tab (30 mg)
2do. día………………cloroquina 3 tab (450 mg)
primaquina 2 tab (30 mg)
3er. día………………cloroquina 3 tab (450 mg)
primaquina 2 tab (30 mg)
A partir del cuarto día se administra una tableta diaria de Primaquina hasta completar 14 tabletas.
Igual conducta se aplica a los casos afectados por P.ovale y P.malariae.
Niños:
Cloroquina: 20 mg. por Kg. de peso repartido en tres (3) días.
Primaquina: 3 mg. por cada 10 kg. por día durante 14 días (0,25 mg por Kg por día).
Plasmodium falciparum:
Fansidar (tabletas de Sulfadoxina 500 mg y Pirimetamina 15 mg): Administrar tres (3) tabletas, dosis única y una tableta diaria de Primaquina durante 14 días.
Si no existe disponibilidad de Fansidar se iniciará similar esquema que el utilizado para el tratamiento del Plasmodium vivax, bajo estricta observación médica a fin de detectar resistencia en cuyo caso se utilizará Quinina según normas de Medicina Interna.
Prevencion de la introduccion del paludismo
Diagnostico y control oportuno del 100 % de los casos de paludismo
– 0,125% de la población, en áreas en que no estén presentes la vulnerabilidad (reservorio, viajeros) ni la receptividad (vector).
– Caso confirmado: toda persona con cuadro febril que tenga una gota gruesa positiva a Plasmodium.
Clasificación de los casos de paludismo.
– Las medidas de control de foco consisten básicamente en:
Confirmación parasitológica y notificación a los niveles correspondientes. Envío de láminas positivas al Laboratorio Nacional de Referencia en el IPK.
Ingreso hospitalario y aislamiento del caso evitando contacto con los vectores específicos.
Tratamiento radical antipalúdico (TRAP) según normas.
Investigación epidemiológica inmediata (historia epidemiológica) en todos los casos.
Estudio entomológico inmediato (precisando índices de infestación de Anopheles albimanus, existencia de criaderos y antecedentes entomológicos.
De acuerdo a los resultados de las investigacionesepidemiológicas y entomológicas se dictarán las siguientes medidas basadas en:
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Autor:
Omelio Cepero Rodriguez.
Rigoberto Fimia Duarte.
Jorge Abilio Perez Bastida.
Jorge Orlay Serrano Torres.
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