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Literatura Griega (página 3)


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    • Los Persas 472 adC
    • Los siete contra Tebas 467 adC
    • Los suplicantes 463 adC
    • La Orestíada 458 adC que comprende:
      • Agamenón
      • Las Coéforas
      • Las Euménides
    • Prometeo encadenado (autoría en discusión)

    Sófocles

    1. Vida

    (Colona, hoy parte de Atenas, actual Grecia, 495 a.C.-Atenas, 406 a.C.) Poeta trágico griego. Hijo de un rico armero llamado Sofilo, a los dieciséis años fue elegido director del coro de muchachos para celebrar la victoria de Salamina. En el 468 a.C. se dio a conocer como autor trágico al vencer a Esquilo en el concurso teatral que se celebraba anualmente en Atenas durante las fiestas dionisíacas, cuyo dominador en los años precedentes había sido Esquilo.

    Comenzó así una carrera literaria sin parangón: Sófocles llegó a escribir hasta 123 tragedias para los festivales, en los que se adjudicó, se estima, 24 victorias, frente a las 13 que había logrado Esquilo. Se convirtió en una figura importante en Atenas, y su larga vida coincidió con el momento de máximo esplendor de la ciudad.

    Amigo de Herodoto y Pericles, no mostró demasiado interés por la política, pese a lo cual fue elegido dos veces estratego y participó en la expedición ateniense contra Samos (440), acontecimiento que recoge Plutarco en sus Vidas paralelas. Su muerte coincidió con la guerra con Esparta que habría de significar el principio del fin del dominio ateniense, y se dice que el ejército atacante concertó una tregua para que se pudieran celebrar debidamente sus funerales.

    De su enorme producción, sin embargo, se conservan en la actualidad, aparte de algunos fragmentos, tan sólo siete tragedias completas: Antígona, Edipo Rey, Áyax, Las Traquinias, Filoctetes, Edipo en Colona y Electra. A Sófocles se deben la introducción de un tercer personaje en la escena, lo que daba mayor juego al diálogo, y el hecho de dotar de complejidad psicológica al héroe de la obra.

    Comenzó así una carrera literaria sin parangón: Sófocles llegó a escribir hasta 123 tragedias para los festivales, en los que se adjudicó, se estima, 24 victorias, frente a las 13 que había logrado Esquilo. Se convirtió en una figura importante en Atenas, y su larga vida coincidió con el momento de máximo esplendor de la ciudad.

    Amigo de Herodoto y Pericles, no mostró demasiado interés por la política, pese a lo cual fue elegido dos veces estratego y participó en la expedición ateniense contra Samos (440), acontecimiento que recoge Plutarco en sus Vidas paralelas. Su muerte coincidió con la guerra con Esparta que habría de significar el principio del fin del dominio ateniense, y se dice que el ejército atacante concertó una tregua para que se pudieran celebrar debidamente sus funeral

    Eurípides

    Entre los mejores poetas trágicos griegos debemos situar a Eurípides. La mayoría de los datos biográficos que conservamos serían invenciones por lo que resulta difícil establecer una línea coherente para referirnos a su vida. Parece que su aparición en el teatro se produjo en Atenas hacia 455 a.C., sin cosechar ningún éxito, elemento común a su vida ateniense. Nunca participó en la vida política aunque en sus obras encontramos muestras de la preocupación por el cariz que tomaban los acontecimientos y que llevaban a Atenas a la destrucción. El linchamiento al que le sometían sus rivales y la incomprensión del público motivaron su traslado a Macedonia, recibiendo la protección del rey Arquelao. Los especialistas atribuyen a Eurípides más de noventa obras de las que se han conservado 17 tragedias entre las que destacan "Medea", "Electra", "Hipólito" y "Las Troyanas". El elemento común de estas obras es la desilusión del héroe, presentada mediante recursos psicológicos y naturalistas, alterando la mitología de obras anteriores. Se centra en la vida cotidiana y la gente común, siendo considerado el precursor del drama burgués. Curiosamente, Eurípides alcanzó el éxito después de su muerte, superando incluso a Esquilo y Sófocles.

    1. Vida

    Historiador y geógrafo griego. Considerado el padre de la historiografía por su obra "Historia". Ésta ha sido considerada una fuente importantísima por los historiadores posteriores debido a su gran veracidad, por ser la primera descripción del mundo antiguo a gran escala y por ser, a su vez, la primera en prosa griega.

    Nació en Halicarnaso hacia el año 484 a.C., pero tiempo después tuvo que irse de su tierra, debido a que se rebeló contra Ligdamis, tirano de su ciudad. Además de costarle a él su exilio en la isla de Samos durante diez años, esto provocó la muerte de su tío.

    Durante este periodo recorrió Hélade, Babilonia, Cólquida, Siria, Macedonia, Libia, Cirene y Egipto. En este último país viajó durante cuatro meses, desde la desembocadura del Nilo hasta Assuan, intentando (sin poderlo lograr) descifrar los jeroglíficos. Todos estos viajes los llevó a cabo por el solo deseo de aumentar sus conocimientos.

    Su estancia en Atenas le permitió contemplar el gran momento político y cultural que vivía la ciudad. Allí Herodoto pudo conocer a Protágoras, gran filósofo griego, y a Sófocles, el extraordinario poeta que tanto influyó en su obra histórica. De acuerdo a la misma, los últimos acontecimientos mencionados acerca de Grecia se refieren al año 430 a.C., fecha en la que concluyó su relato. Se piensa que murió hacia el 420 a.C., en Turios.

    La gran obra histórica de Herodoto, es múltiple y compleja. Para reunirla, éste extrajo las fuentes de información de sus viajes, de donde recogió todo tipo de datos, desde las cosas que ha visto, hasta las que le han contado. También indagó en los resultados de sus pesquisas, luego de contrastar las tradiciones orales recibidas con los restos arqueológicos y monumentos, o tras recurrir a los sacerdotes y estudiosos de los lugares visitados.

    En definitiva, Herodoto fue un gran narrador y un compilador experimentado de datos de índole etnográfica o geográfica. Y así fue como en la Antigüedad se distinguió como el "padre de la historia" (citado de esta forma por primera vez por Cicerón).

    Ya desde el comienzo de su obra "Historia", escrita hacia el año 444 a.C., que luego los eruditos distribuyeron en nueve libros (cada uno de los cuales lleva el nombre de las nueve Musas -Clío, Euterpe, Talía, Melpómene, Terpsícore, Erato, Polimnia, Urania y Calíope-), el propio Herodoto anuncia que su objetivo es narrar los sucesos y hazañas de los hombres y, más en concreto, la guerra entre bárbaros y griegos. El núcleo central del relato es la narración de las Guerras Médicas, aquellas que enfrentaron a Oriente con Occidente. Pero a pesar de su enorme éxito obtenido como historiador, los que le siguieron lo acusaron de ser poco riguroso con los datos. Así todo, Herodoto se convirtió en una fuente inevitable para todos los historiadores del mundo antiguo, que poco a poco fueron rectificando algunas de sus informaciones sobre países lejanos y exóticos. En resumen, su obra es considerada por ser la primera descripción del mundo antiguo a gran escala y ser a su vez la primera en prosa griega.

    Sin embargo, durante la Edad Media, Herodoto se dejó de leer, aunque de una manera indirecta gracias a los historiadores latinos, por los que se conocieron algunas de las anécdotas de sus relatos. Pero gracias al humanismo su obra resurgió de las penumbras. Lorenzo Valla fue el primero que la tradujo al latín, y a comienzos del siglo XVI (en 1520) Aldo Manuzio sacó la primera edición de su "Historia".

    Tucídides

    La obra principal de Tucídides es "La Guerra del Peloponeso" que dejó inconclusa, escribiendo ocho volúmenes antes de morir. El historiador se ha basado en los hechos ocurridos para hacer la narración , alejándose de la mitología o de las narraciones orales. Con sus escritos intenta encumbrar la política de los máximos dirigentes atenienses: Temístocles y Pericles, así como defender la ideología que representaban: la democracia. Su estilo es dramático y expresivo. Tucídides participó en la política de su tiempo al ser nombrado estratega y almirante de una escuadra que luchó contra Esparta (424 a.C.). La derrota sufrida por los atenienses sería aprovechada por los enemigos de Tucídides para enviarle al destierro, superada la condena a muerte inicial. Se refugió en Tracia donde alcanzó un importante nivel económica gracias a la explotación de las minas de oro.

    1. Pocos son los datos que sobre la vida de Tucídides se conocen y casi todos los conocidos son gracias a lo que sobre sí mismo escribe en su obra.

      Sabemos que era hijo de Oloro y que pertenecía a una familia aristocrática ateniense, pues el mismo se llama ateniense (Tuc. I 1); por el nombre de origen tracio de su padre se ha querido ver una relación entre Tucídides y la familia de los Filaidas, a la que pertenecía Cimón -cuyo abuelo materno también se llamaba Oloro-, quien se oponía al imperio naval ateniense tal y como propugnaba Pericles.

      Como, según la ley ateniense, era preciso tener más de treinta años de edad para ser elegido estratego y debido a que Tucídides participó como estratego en el sitio de Anfípolis en el 424 a.C. (Tuc. IV 104), es preciso que Tucídides naciera con anterioridad al 454 a.C. Tal nombramiento para una acción en Tracia se debió a la influencia de Tucídides entre los personajes más destacados de Tracia -recordemos su posible origen-, donde además tenía adjudicada la explotación de unas minas de oro (Tuc. IV 105).

      Educado en el seno de una familia aristocrática, frecuentó las escuelas de la sofística a juzgar por su estilo, su lengua y su pensamiento. Destinado a ejercer las más altas magistraturas, debido al desastre de Anfípolis frente a Brásidas, sufrió un destierro de 20 años (Tuc. V 26), tras una previa condena a muerte por rebeldía, en el año 423 a.C. hasta el final de la guerra.

      No obstante, fue el destierro el que le sugirió la idea de historiar y narrar los acontecimientos de su guerra contemporánea, ya que tenía acceso a lo ocurrido en ambos bandos, con cierta calma e imparcialidad.

      Como fecha de su muerte se suele tomar como término post quem el elogio a Arquelao de Macedonia, que falleció en el 399 a.C., elogio incluído en su obra.

    2. Vida

      Heródoto y Tucídides

      Si bien ambos son considerados padres de la historiografía clásica y mundial, no obstante, son muy marcadas y notorias las características y diferencias por las cuales ambos merecieron tal título.

      Mientras Heródoto afirma que su obra es el fruto y resultado de sus investigaciones (historíe), Tucídides nunca llama así a su obra; el primero era heredero de la logografía jonia (también escribe en jonio), mientras que el segundo era heredero de los sofistas, de la escuela sofística ateniense (y por ello también escribe en ático).

      Por otro lado, si bien aquél se mueve en el terreno épico y religioso, ateniéndose a hechos antiguos, fiel a las tradiciones orales donde la especulación religiosa, la gloria del pasado de dioses y héroes, es reflejada para darles eternidad a modo de aedo primitivo que escribe en prosa, por contra Tucídides no da pie a la especulación religiosa, se atiene a la naturaleza humana para narrar unos acontecimientos contemporáneos a él, algunos incluso vividos por él mismo y otros que le fueron transmitidos, pero no por el fruto de una larga tradición oral: para él su obra tiene un valor ejemplar: ktêma eis aeí (tesoro para siempre);.

      Por su parte Heródoto se limitó al conflicto entre griegos y persas, pero con el recuerdo constante del pasado, recogida de datos sin criticarlos: antologías, genealogías, historias locales, geografía descriptiva y etnográfica (todo ello herencia de los logógrafos griegos), frente a Tucídides que innovará al introducir la crítica histórica de las ideas políticas, los acontecimientos, las causas profundas y los detonantes externos del conflicto entre griegos con una mezcla de objetividad.

      Finalmente la utilización del pasado en Tucúdides -la Arqueología – está en función de hacer comprensible el presente, mientras que en Heródoto está en función de buscar la anécdota (casi como una enciclopedia etno-geográfica e histórica).

      La historia política

      Si Tucídides recibió el título de padre de la historia fue en gran parte por culpa del enfoque político que le dio a su historia.

      Cuando trazó el programa de su historia ya definió que no pretendía narrar los acontecimientos de la guerra exclusivamente, sino que pretendió plasmar lo que para él era lo más importante: las ideas políticas de ambos bandos, de los protagonistas de la guerra, en cada momento de la guerra y de la paz -incluyendo aquí la paz de Nicias.

      Por ello, para dar una perspectiva política a su obra, utiliza dos recursos: la crítica que hace a lo largo de toda la obras y los discursos de los distintos dirigentes políticos de ambos bandos a cada momento; es así como dibuja los planteamientos políticos, aunque no sabemos, eso sí, con cuánta fidelidad a la realidad o si bien están hechos a posteriori en función de su propia subjetividad y de la finalidad de su obra (cf. infra). Es notorio que en los discursos se reflejan personajes favorecidos por la crítica de Tucídides -como Pericles- y que ello se debe achacar a la proximidad de ideas políticas de Tucídides y los distintos protagonistas.

      Al mismo tiempo busca en cada acontecimiento y en el conjunto de la guerra en sí misma la causa profunda; de hecho, gran parte del libro I desarrolla lo que para él son causa profunda del conflicto, por un lado, y, por otro, los detonantes externos del mismo, derivados, no obstante, de la causa profunda: la expansión del imperialismo de Atenas y, encadenado a esto, el conflicto de Corcira, el conflicto de Potidea y el decreto megárico.

      Relacionado con tal concepto están todas las alusiones y meditaciones que Tucídides va haciendo sobre el poder: su mayor procupación como político y militar es analizar el fenómeno del poder, del imperialismo y del hecho revolucionario.

      Para nuestro autor la ambición de poder es un impulso innato de la naturaleza humana y es éste el que, como motor de los impulsos humanos, explica la conducta de los estados en la idea de que el débil está dominado por el fuerte -la filosofía del más fuerte. Por ello la Historia de la Guerra del Peloponeso es la historia del intento de conservación y aumento del poder imperialista de Atenas, resultado de un plan prefijado de expansión imperialista y excusado en el temor del propio imperio a perder su poder a manos de potencias rivales. Es por ello que el imperialismo es el centro focal de la reflexión de Tucídides en boca primero de los grandes políticos atenienses (Pericles, Cleón, Nicias y Alcibíades) con las matizaciones y precauciones de cada uno de ellos y después de los principales personajes del bando contrario (Hermócrates, Arquídamo, Brásidas) con sus temores e individualismos, con la idea subyacente de que la gran beneficiada de la guerra fue Esparta.

      Es por ellos que autores de la talla de Maquiavello -en El príncipe – y de Hobbes -en su Leviathan – se basan en ideas políticas de poder expuestas en distintos puntos de la obra de Tucídides para elaborar sus propias tesis, así como la idea surgida en grandes estudiosos de Tucídides que ven en él un acérrimo defensor de la Machtpolitik -política del poder- de Pericles y lo describen como "el político que escribió para políticos".

      La historia contemporánea

      La madurez de Tucídides coincidió con el desarrollo de la guerra: al comienzo de ésta -431 a.C.- debía de rondar la treintena. Es gracias al destierro de 20 años cuando decide contar y analizar la historia de lo sucedido, ponerla por escrito con la intención de ser leída con espíritu crítico (xyngrafeîn), no para ser escuchada por un auditorio: contar cómo se han producido y quiénes fueron los participantes desde el punto de vista propio como partícipe durante un tiempo y después como observador de la misma y desde el punto de vista inmediato de gentes que participaron en los avatares de la misma y con el análisis del semblante psicológico y político de los grandes personajes de la misma mediante no ya la narración, sino mediante los discursos. Es la narración de la historia con información de primerísimo orden, tamizada eso sí por el filtro objetividad-subjetividad de Tucídides.

      Es, por tanto, el primer autor que escribe una historia sobre hechos contemporáneos y por ello se constituye como principal fuente histórica de dicho período -junto con escritores como Eurípides y Aristófanes que en sus piezas teatrales incluían alusiones, burlas, noticias y críticas sobre la guerra-, aunque, eso sí, de un modo incompleto, pues murió al parecer antes de poder acabarla. Sólo Jenofonte, Cratipo, Teopompo y las Hellenica Oxyrhynchia continuaron el relato donde aquél lo dejó, pero con una menor calidad, con una mayor falta de testimonio y documentos inmediatos y con la falta de la concepción histórica tucidídea.

    3. Tucídides historiador
    4. Tucídides escritor

    Influencias

    Como escritor Tucídides es heredero de la sofística ateniense y del espíritu de esta ciudad, así como de las corrientes científicas y filosóficas del momento.

    Cómo se muestran estas corrientes e influencias en el autor, es fácil de indagar.   Una tendencia del espíritu filosófico y político ateniense de la época es la preocupación por el presente, de ahí el giro total de la concepción histórica de Tucídides respecto a la historiografía anterior. Al mismo tiempo, el gusto ateniense por la preocupación humana como ser social, por su conducta privada -su moral– y su conducta pública -su política-, se traduce en la búsqueda tucidídea de la historia política y humana alejada de toda influencia divina y de la historia legendaria.

    Por otro lado la influencia sofística se plasma a lo largo de la obra en distintos puntos: en la estructura y el estilo de su lengua, en el poder supremo de la razón -si en Sócrates lo era como factor moral, en Tucídides aparece como factor político e histórico (gnóme y synesis)-, el estudio de lo verosimil -tò eikós– como fundamento de la crítica junto a una oposición al relativismo -la historia de Tucídides es una lección de política e historia universal, un ktêma eis aeí.

    De la filosofía natural de Anaxágoras y de Demócrito toma la concepción de que el espíritu humano actúa de acuerdo a sus leyes, leyes naturales, sin intervención divina: la vida y la historia se manifiestan como el encadenamiento de circunstancias naturales y materiales junto con los hechos humanos.

    De la escuela hipocrática hereda Tucídides la metodología médica: deducir las causas por observación e inducción, mediante la experiencia y el raciocinio; la distinción entre causas –aitía como causa profunda- y síntomas –profásis como pretextos y motivos ocasionales-; la influencia del carácter moral –nómos– y físico –fysis– de los pueblos y su interés médico y minucioso por describir la peste de Atenas.

    La metodología

    1. El programa: en Tuc. I 22 se dedica a exponer parte del método seguido para la elaboración de su obra, todo él emparentado con las ya vistas sofística, filosofía y ciencia. El método indica que la narración consta de dos elementos básicos: discursos y narración de hechos, con la mayor objetividad en la medida de lo posible para acercarse a la realidad de lo sucedido.
    2. Los discursos: hay discursos que realmente Tucídides sí pudo oír, pero no son la mayoría (los de fuera de Atenas antes de su destierro y los de Atenas durante el mismo). Al mismo tiempo ofrecen un aspecto muy sintomático: presentan analogías de estilo y pensamiento con fórmulas que se repiten casi a modo de correspondencias. Al mismo tiempo, dicursos de personajes que no gozaban de la simpatía de Tucídides -Cleón, por ejemplo- son pesados, mientras que discursos de los personajes favoritos de Tucídides -Pericles o Alcibíades- son más amenos y ágiles. Por tanto, al margen de que fueran auténticos o reelaborados, han sufrido la actuación de un criterio estilístico al tiempo que están todos ellos escritos en ático, lo que hace sospechar en cierto modo de la objetividad de Tucídides. No obstante, hay que tener en cuenta que, como ha indicado de Romilly, el criterio de objetividad en Tucídides no se basa tanto en distinguir lo verdadero y lo falso, sino en distinguir con inteligencia y con elección lo que cuenta y lo que no cuenta, lo importante y lo insignificante.

    Otro dato que lleva a pensar en la reelaboración de los dicursos es que la duración de éstos en el ágora era mucho mayor que la extensión que los discursos tucidídeos presentan: al parecer lo que Tucídides habría hecho es concentrarlos para hacer de ellos unos discursos para ser leídos y no para ser escuchados. Con todo, la variedad de los discursos es muy grande: los hay encomiásticos, como el elogio fúnebre de Pericles y el discurso en honor de éste; los hay deliberativos, como los de la conferencia de Esparta o la de Camarina; los hay dialogados, uno sólo, entre embajadores melios y atenienses; y, por último, están las arengas de los generales y estrategos a los soldados.

    1. Algunos eran de primerísimo orden y muy famosos como Alcibíades, pero siempre pasando por el tamiz de su objetividad. Tucídides selecciona lo que, a su juicio, es historiable de los hechos y lo acontecido, lo que siempre es importante para él y el objetivo de su obra, aunque en ocasiones también lo que calla es importante. No obstante, de lo que calla da parte por consabido y conocido y, al mismo tiempo, enfatiza lo que es de gran trascendencia.

    2. Narración de los hechos: respecto a los hechos, Tucídides dice en su programa que se ha limitado a una crítica profunda recibida de los mejores testigos.
    3. El estilo tucidídeo: si Tucídides ha perdurado a lo largo de los siglos como modelo de historidor y de prosista debe gran parte de su éxito a la originalidad de su prosa y la peculiaridad de su estilo, en parte único y en parte modélico para la posterior prosa ática.
    4. El léxico: el carácter del léxico tucidídeo, a pesar de ser historiador y prosista, se caracteriza por ser muy poético, aunque parezca paradójico; cómo lo hace y lo consigue es fácil, al menos para él: toma términos y construcciones típicas de la poesía, al tiempo que carga determinados pasajes con un dramatismo, plagados con un ritmo prosístico muy distinto del habitual, adoptando y adaptando para ello palabras de poetas como Homero y los dramáticos o tomando palabras y términos de la prosa jonia e incluso creando él mismo nuevos términos y expresiones. La lista de neologismos inventados y utilizados por Tucídides es tremenda: los sistemas de composición de palabras alcanzan con Tucídides unas de las mayores cotas de la lengua y literatura griega. Cualquiera, al traducirlo, habrá podido comprobar que, de un lado, términos normales aparecen utilizados con distinta significación en Tucídides y sólo en él, ya ningún otro autor utiliza tal acepción, y, de otro, términos que sólo aparecen recogidos en Tucídides, bien por primera vez o bien por única. Esto nos puede dar idea de un rasgo de Tucídides: la precisión de su vocabulario y la riqueza de matices de su lengua.
    5. Figuras retóricas: Tucídides es un autor que usa de un modo prolífico distintas figuras retóricas y estilísticas; de los sofístas heredó el gusto por la antítesis, una antítesis exacerbada, ya que la usa no sólo para contraponer elementos de una oración, subordinadas u oraciones enteras, sino que también hace antitéticos los discursos: los discursos se contraponen unos a otros -a veces unos son respuesta a otros-, pero siempre cargados con el mayor retoricismo, a pesar de su brevedad, con un estilo recargado con largos períodos de subordinación.

    El estilo tucidídeo

    Al mismo tiempo el estilo de Tucídides brilla por una dureza de construcción (tò trachy tês harmonía), una falta de delicadeza en el estilo que junto a su amaneramiento presenta una gran violencia, lo que se ha dado en llamar inconcinidad (inconcinitas) de estilo y figuras: el autor une elementos que no coordinan entre sí normalmente. Relacionada con la inconcinidad de estilo hay una serie de figuras tales como la variatio (metabolé), que actúa como verdadero motor estilístico de la obra tucidídea.

    Otro principio estilístico es la brevedad de sus expresiones, una concisión, que hace que a veces su prosa parezca un telegrama que provoca en el lector-traductor la necesidad de ejercitar constantemente la atención, debido a la tremenda economía sintáctica y léxica del autor: da muchas cosas por sobrentendidas en sus oraciones. Por ello brila más la léxis katestramméne que la eiroméne. También aparecen algunos ejemplos de la típica construcción arcaica en anillo, la Ringkomposition. Frecuente es, a menudo, relacionado con la inconcinidad de su estilo, la utilización del anacoluto para cambiar el tipo de construcción sintáctica de la frase y asímismo la utilización del paréntesis para añadir explicaciones.

    La cuestión tucidídeo

    Tucídides no concibió su historia como una mera narración objetiva de acontecimientos bélicos; su posición como estratego procedente de una familia aristocrática y sus conocimientos de política no le permitieron dejar al margen de su historia su propia opinión sobre todo lo que envolvía ésta y sobre ella misma. A partir de aquí la investigación se encamina a determinar qué partes son nuevas y cuales están retocadas, así como cuándo comenzó a escribir.

    Ullrich, en 1846 descubrió que había diferencias entre las dos mitades de la obra (en el libro V aparece un nuevo prólogo casi paralelo al que da inicio a la obra tucidídea), y esto le hizo sospechar de un posible cambio de plan a la hora de escribir su obra. Para Ullrich la intención primera de la obra era escribir una narración de la guerra Arquidámica -hasta la paz de Nicias-, pero cuando de nuevo estallaron las hostilidades, se dio cuenta de que era la misma guerra y alargó su obra afirmando que la causa de la guerra era el temor lacedemonio al poderío ateniense. Durante muchos años los críticos se limitaron a retocar las teorías de Ullrich.

    En 1919 Schwartz se plantea la problemática de los discursos; para él los discursos son concebidos y realizados en dos períodos distintos, que se notan por un corte en sus ideas sobre la guerra y una evolución interna respecto a la cuestión del poder; en un principio los causantes de la guerra son los aliados de Esparta, pero en el segundo momento es Esparta la culpable de la guerra: Schwartz dice que Tucídides, convencido al acabar la guerra de que la verdadera beneficiada de la misma había sido Esparta, fue ésta la responsable de la misma y que, una vez acabada la misma, Tucídides orientaría lo que estaba escribiendo a demostrarlo e incluso retocaría partes, como el discurso de Pericles donde expone una política de intransigencia con Esparta, para demostrar que tal política era la apropiada para Atenas para haber vencido en la guerra. La teoría de Schwartz parece ser que indica que realmente comenzó a escribir una vez acabada ya la guerra, pero que, no obstante, durante la misma, se habría dedicado a redactar alguna parte y a tomar notas y apuntes.

    En 1920 Max Pohlenz expone una tesis que coincide en lo básico con Schwartz, pero para él la evolución en Tucídides es más lenta y su límite o punto de cambio es más difícil de marcar.

    En 1929 Schadewaldt, atendiendo al análisis de los libros VI, VII y VIII indica que Tucídides, según él, primero quiso escribir una historia 'objetiva', pero que una vez acabada la guerra su narración adquirió un matiz de 'interpretación'.

    En 1930 Momigliano expone que en un principio, siguiendo las tesis de Ullrich, escribió la guerra Arquidámica, pero que después decidió continuar el relato de la guerra interesándose más por la política interna de la guerra y de los dos bandos y fue entonces cuando introdujo los discursos.

    En 1973 Dover indica que la afirmación de que comenzó a escribir cuando empezó la guerra es compatible con el hecho de que todo fue escrito a partir del año 404 a.C. en el orden actual.

    Jenofonte  (401-354 a.c.)

    Las fuentes de que disponemos para datar la vida de Jenofonte nos vienen dadas por su propia obra, particularmente la Anábasis, y por las anécdotas que nos cuenta Diógenes Laercio en sus Vidas.

    1. Nace en Atenas en la primera mitad del s. IV a. C, en el seno de una familia acomodada. Su infancia y juventud transcurrieron en el ambiente incierto y turbulento de las Guerras del Peloponeso (431-404) en las que participó formando parte de las fuerzas ecuestres, como le correspondía al ser miembro de la clase de los caballeros. Estamos ante la crisis del modelo de estado democrático de Pericles y la  decadencia de los valores morales y filosóficos en los que, hasta entonces, se había fundamentado la sociedad ateniense. Durante el gobierno de los Treinta, Jenofonte partió en una expedición mercenaria a Persia conocida como "los Diez Mil" en apoyo del príncipe persa Ciro, que se enfrentaba con su hermano Artajerjes. El futuro historiador llegaría a hacerse amigo y admirador de Ciro, y a la muerte de éste, la expedición que mandaba Jenofonte quedó abandonada a su suerte, por lo tuvieron que abrirse paso a través de 1.500 km. de territorio hostil hasta conseguir volver a su patria. Este es el argumento de la Anábasis.

      De regreso a Grecia conoce a Sócrates, haciéndose discípulo suyo, y tras un breve período al servicio de un príncipe tracio, Jenofonte encontró un nuevo líder en el rey espartano Agesilao, que comandaba las fuerzas griegas contra los persas. En el 394 a. C. tuvo lugar la batalla de Corona, en la que se enfrentaron contra una coalición de la que formaba parte Atenas. La vinculación de Jenofonte primero al ejército persa y luego al espartano, enemigos ancestrales del estado ateniense, provocaron que fuera desterrado de su patria, aunque se desconoce la fecha exacta en la que sucedió esto. En todo caso, la protección de Agesilao le proporcionó un lugar de retiro en territorio eleo, una propiedad rural cerca de Olimpia, en la que pudo dedicarse a la vida contemplativa y comenzó  a escribir parte de su prolífica obra. 

      En el 371 tuvo lugar la batalla de Leuctra, tras la cual los eolios recuperaron los territorios que les habían sido arrebatados por Esparta y Jenofonte tuvo que trasladarse a Corinto, donde residió hasta que le fue conmutada la sentencia de destierro, gracias a una nueva alianza espartano-ateniense contra Tebas. De vuelta a su ciudad natal, completaría el resto de sus escritos.  

    2. Vida

      Como hemos podido comprobar, este autor estuvo treinta años fuera de su patria en diversas campañas militares, lo que le permitió adquirir una gran experiencia en el campo militar, convirtiéndose en un hombre de mundo. La obra de Jenofonte es muy amplia tanto en sentido cuantitativo como en cuanto a la multiplicidad de temas que trata. Se ocupa fundamentalmente de la historia, pero también de la filosofía, la política, la economía e incluso escribió tratados sobre la práctica de la hípica y la caza. Su contacto con Sócrates, coincidiendo con la época en que éste fue juzgado, nos permite acceder a una visión del filósofo distinta de la que nos ofrece Platón, claramente desfigurado por intereses ajenos a la historiografía. Platón se sirve de la figura de Sócrates para apuntalar su propia filosofía, mientras que Jenofonte nos plantea un punto de vista relativamente más sincero. También éste estuvo junto al famoso filósofo en el momento de su muerte, y fruto de aquella relación son varias de sus obras: la Defensa de Sócrates, los Recuerdos de Sócrates y el Banquete, obra homónima a la de Platón y que trata el mismo episodio, la cena en la que Sócrates, rodeado de su círculo de allegados, discute sobre la naturaleza del amor

      La obra de Jenofonte tiene dos grandes virtudes: nos proporciona una amplia cantidad de información sobre aspectos variados de la vida de sus contemporáneos y constituye un excelente conjunto de textos para quien se introduce por primera vez en el estudio de la lengua griega, debido a su sencillez. Como contrapunto, la crítica moderna ha mostrado de manera casi unánime un cierto desprecio hacia el valor histórico y literario de sus escritos. Se le acusa de parcialidad, de omitir numerosos datos importantes y falta de un espíritu realmente científico y riguroso. Ciertamente, aunque no podemos asegurar que llegase a falsear los hechos que relata, es evidente que en su relato de las guerras hay huecos, digresiones y saltos en el tiempo, además de no realizar un auténtico análisis sobre las causas de los acontecimientos, limitándose a describirlos. Su intención era continuar la línea de Tucídides; de hecho la Anábasis pretende ser la continuación de la Historia de la Guerra del Peloponeso. También se han resaltado los conocimientos precisos que tenía Jenofonte sobre estrategia militar, que afectarían positivamente a la descripción de batallas, sin olvidar cierta habilidad para crear un ambiente dramático y la profundización psicológica que lleva a cabo en algunos de los personajes más cercanos a él, como Ciro o Agesilao. 

    3. Estilo

      • Anábasis
      • Helénicas (Paralipómena)
      • Hipárquico
      • Acerca de la hípica
      • Las Rentas
      • Cinegético (?)
      • Constitución de Atenas
      • Constitución de los lacedemonios
      • Apología
      • Banquete
      • Memorables
      • Económico
      • Hierón
      • Ciropedia
      1. LA FILOSOFÍA

      En su origen, la Filosofía fue el "amor a la sabiduría" y más tarde la "sabiduría misma", de tal manera que los filósofos eran primeros amantes del saber y luego sabios. Ello hace los filósofos griegos no se encuentren especialistas; Aristóteles, por ejemplo, había de botánica, política, moral, zoología, y es, junto con Socrates y Platon, de ese trío de los que podrían llamarse filósofos mayores de Grecia. Pero hay algo mas en ese grupo de sabios: es su interés por buscar respuestas al origen de las cosas.

      Conjunto de conceptos filosóficos desarrollados sobre todo durante el esplendor de la civilización griega entre el 600 y el 200 a. C. La filosofía griega constituyo el fundamento de toda la especulación filosófica posterior en el mundo occidental. La hipótesis intuitivas de los antiguos griegos presagiaron diversas teorías de la ciencia moderna, incluso muchas ideas morales elaboradas por los filósofos griegos han sido incorporadas a la doctrina moral cristiana.

      Sócrates (Atenas 470 a.C.-399 a.C.)

      Entre los filósofos más importantes del mundo griego encontramos a Sócrates, el maestro de Platón. Pertenecía a una familia de cierto poder adquisitivo ya que participó en las batallas de Potidea, Delio y Anfípolis como hoplita, sufragando los importantes gastos que conllevaba el coste del equipo. Atenas será el lugar donde Sócrates pase toda su vida, interesándose por la educación de los jóvenes y abandonando la política. Sus dos actuaciones en la política ateniense provocaron un grave peligro para el filósofo, consiguiendo salvarse por la conflictividad que vivía la ciudad. No ocurrió lo mismo cuando los demócratas le acusaron de impiedad y de pervertir a la juventud, siendo castigado a beber la cicuta que le produciría la muerte. Por coherencia con su estima de la justicia y su propia conciencia, Sócrates renunció a huir y librarse de la condena. Sócrates no dejó ningún escrito y lo que sabemos de su obra se debe a terceros, especialmente a Platón pero también a Jenofonte, Aristófanes y Aristóteles. Se le considera el fundador de la filosofía antropológica, partiendo de la máxima "conócete a ti mismo". Siendo consciente de la propia ignorancia, gracias a su método inductivo a través de diálogos, intentará alcanzar una verdad universal que sea admitida por todos. De esta manera el ser humano podrá alcanzar la Virtud a través de sus actos. La Virtud permite obtener la felicidad. El "daimónion" o voz interior se convierte en la única guía moral

      1. Vida

      Filósofo griego. Fue hijo de una comadrona, Faenarete, y de un escultor, Sofronisco, emparentado con Arístides el Justo. Pocas cosas se conocen con certeza de la biografía de Sócrates, aparte de que participó como soldado de infantería en las batallas de Samos (440), Potidea (432), Delio (424) y Anfípolis (422). Fue amigo de Aritias y de Alcibíades, al que salvó la vida.

      La mayor parte de cuanto se sabe sobre él procede de tres contemporáneos suyos: el historiador Jenofonte, el comediógrafo Aristófanes y el filósofo Platón. El primero retrató a Sócrates como un sabio absorbido por la idea de identificar el conocimiento y la virtud, pero con una personalidad en la que no faltaban algunos rasgos un tanto vulgares. Aristófanes lo hizo objeto de sus sátiras en una comedia, Las nubes (423), donde se le identifica con los demás sofistas y es caricaturizado como engañoso artista del discurso.

      Estos dos testimonios matizan la imagen de Sócrates ofrecida por Platón en sus Diálogos, en los que aparece como figura principal, una imagen que no deja de ser en ocasiones excesivamente idealizada, aun cuando se considera que posiblemente sea la más justa.

      Se tiene por cierto que Sócrates se casó, a una edad algo avanzada, con Xantipa, quien le dio dos hijas y un hijo. Cierta tradición ha perpetuado el tópico de la esposa despectiva ante la actividad del marido y propensa a comportarse de una manera brutal y soez.

      En cuanto a su apariencia, siempre se describe a Sócrates como un hombre rechoncho, con un vientre prominente, ojos saltones y labios gruesos, del mismo modo que se le atribuye también un aspecto desaliñado. Sócrates se habría dedicado a deambular por las plazas y los mercados de Atenas, donde tomaba a las gentes del común (mercaderes, campesinos o artesanos) como interlocutores para someterlas a largos interrogatorios.

      Este comportamiento correspondía, sin embargo, a la esencia de su sistema de enseñanza, la mayéutica, que él comparaba al arte que ejerció su madre: se trataba de llevar a un interlocutor a alumbrar la verdad, a descubrirla por sí mismo como alojada ya en su alma, por medio de un diálogo en el que el filósofo proponía una serie de preguntas y oponía sus reparos a las respuestas recibidas, de modo que al final fuera posible reconocer si las opiniones iniciales de su interlocutor eran una apariencia engañosa o un verdadero conocimiento.

      Platón (Atenas 428 a.C. – Atenas 348 a.C.)

      1. Los primeros años

        Platón nació en Atenas, (o en Egina, según otros, siguiendo a Favorino), probablemente el año 428 o el 427 a. c. de familia perteneciente a la aristocracia ateniense, que se reclamaba descendiente de Solón por línea directa. Su verdadero nombre era Aristocles, aunque al parecer fue llamado Platón por la anchura de sus espaldas, según recoge Diógenes Laercio en su "Vida de los filósofos ilustres", anécdota que ha sido puesta en entredicho. Los padres de Platón fueron Aristón y Perictione, que tuvieron otros dos hijos, Adimanto y Glaucón, que aparecerán ambos como interlocutores de Sócrates en la República, y una hija, Potone.

        A la muerte de su padre, siendo niño Platón, su madre contrajo nuevas nupcias con Pirilampo, amigo de Pericles, corriendo la educación de Platón a su cargo, por lo que se supone que Platón pudo haber recibido una enseñanza propia de las tradiciones democráticas del régimen de Pericles.

        En todo caso,Platón recibió la educación propia de un joven ateniense bien situado, necesaria para dedicarse de lleno a la vida política, como correspondía a alguien de su posición. Según Diógenes Laercio llegó a escribir poemas y tragedias, aunque no podamos asegurarlo. También fue discípulo del heracliteano Cratilo, noticia esta que tampoco parece posible confirmar. La vocación política de Platón está constatada por sus propias declaraciones, en la conocida carta VII; pero su realización se vio frustrada por la participación de dos parientes suyos, Cármides y Crítias, en la tiranía impuesta por Esparta luego de la guerra del Peloponeso, conocida como la de los Treinta Tiranos, y que ejerció una represión violenta y encarnizada contra los lideres de la democracia. Sin embargo, el interés político no le abandonará nunca, y se verá reflejado en una de sus obras cumbre, la República.

        Dos ciudades se disputan el nacimiento de uno de los filósofos más importantes de Occidente: Platón. Atenas y Egina se consideran el lugar donde vino al mundo este hombre, llamado posiblemente Aristocles, como su abuelo. Platón sería un sobrenombre que haría referencia a su ancha espalda. Lo que no hay duda es que formaba parte de una familia aristocrática en el seno de la cual recibió una completa formación educativa, artística y deportiva. Se inició en la filosofía con Cratilo y a los veinte años se encontró con Sócrates, momento crucial en la vida de Platón. Desde ese instante decidió dedicarse al estudio junto a Sócrates, permaneciendo a su lado hasta la muerte de éste en el año 399 a.C. debido a la acusación de impiedad y corrupción de menores. El fallecimiento del maestro motivó el traslado de Platón y algunos compañeros a Megara desde donde inició una serie de viajes con destino a Egipto, Cirene, la Magna Grecia y Sicilia donde tuvo un estrecho contacto con Dionisio el Viejo, tirano de Siracusa, intentando que pusiera en práctica sus planteamientos políticos. En Siracusa encontró a un fiel discípulo, Dión, pero el resultado de su experiencia no fue positivo ya que Dionisio decidió enviar a Platón a Egina donde fue vendido como esclavo.

        Hacia el año 387 regresa a Atenas donde funda la Academia, dedicándose a la enseñanza durante veinte años. Será en el 367 cuando Dionisio el Joven sucede a su antecesor como tirano de Siracusa lo que anima al filósofo a volver a la isla para poner en práctica sus planteamientos políticos. Rechazadas sus propuestas, una vez más Platón debía huir de Siracusa aunque ahora con la promesa de que sería llamado de nuevo. El tercer viaje tuvo peores consecuencias ya que de no mediar Arquitas de Tarento, Platón hubiera perdido la vida. Resignado regresó a Atenas donde se dedicó de pleno a la enseñanza y a la investigación.

        La filosofía platónica está basada en la existencia del mundo de las Ideas y el mundo del Ser, contrapuestos al mundo de las Apariencias. La formación del mundo se debe a una inteligencia, a un demiurgo, que desarrolla las apariencias (no ser) tomando las ideas como punto de partida. El individuo está formado de cuerpo y alma, siendo ésta inmortal. Existe un número limitado de almas por lo que es necesaria la reencarnación. Esta unión de alma y cuerpo es accidental y violenta. Estos planteamientos están recogidos en sus principales obras como "El banquete", "La república", "Timeo" o "Fedón", estructuradas en forma de diálogos donde el protagonista es Sócrates hablando con sus discípulos.

      2. Vida

        En el año 407, a la edad de veinte años, conoce a Sócrates, quedando admirado por la personalidad y el discurso de Sócrates, admiración que le acompañará toda la vida y que marcará el devenir filosófico de Platón. No parece probable que Platón mantuviera una relación muy intensa con el que consideró su maestro, si entendemos el término relación en su sentido más personal; sí es cierto que entendida en su sentido más teórico la hubo, y de una intensidad que raya en la dependencia. Pero también sobre su relación con Sócrates hay posiciones contradictorias. El que no estuviera presente en la muerte de Sócrates ha hecho pensar que no pertenecía al círculo íntimo de amigos de Sócrates; sin embargo, parece que sí se ofreció como aval de la multa que presumiblemente la Asamblea impondría a Sócrates, antes de que cambiara su decisión por la condena a muerte.

      3. La influencia de Sócrates

        En el año 399, tras la muerte de Sócrates, Platón abandona Atenas y se instala en Megara, donde residía el filósofo Euclides que había fundado una escuela socrática en dicha ciudad. Posteriormente parece que realizó viajes por Egipto y estuvo en Cirene, (noticias ambas, aunque probables, difíciles de contrastar, no habiéndose referido Platón nunca a dichos viajes, por lo que también es probable que luego de una breve estancia en Megara regresara a Atenas ) yendo posteriormente a Italia en donde encontraría a Arquitas de Tarento, quien dirigía una sociedad pitagórica, y con quien trabó amistad.

        Invitado a la corte de Dionisio I, en Siracusa, se hizo amigo de Dión, que era cuñado de Dionisio, y con quien concibió la idea de poner en marcha ciertas ideas políticas sobre el buen gobierno que requerían la colaboración de Dionisio. Al parecer, las condiciones de la corte no eran las mejores para emprender tales proyectos, ejerciendo Dionisio como tirano de Siracusa; irritado por la franqueza de Platón, según la tradición, le retuvo prisionero o lo hizo vender como esclavo en Egina, entonces enemiga de Atenas, siendo rescatado finalmente por un conciudadano que lo devolvió libre a Atenas.

      4. Primeros viajes

        Una vez en Atenas, en el año 388-387, fundó la Academia, nombre que recibió por hallarse cerca del santuario dedicado al héroe Academos, especie de "Universidad" en la que se estudiaban todo tipo de ciencias, como las matemáticas (de la importancia que concedía Platón a los estudios matemáticos da cuenta la leyenda que rezaba en el frontispicio de la Academia: "que nadie entre aquí que no sepa matemáticas"), la astronomía, o la física, además de los otros saberes filosóficos y, al parecer, con una organización similar a la de las escuelas pitagóricas, lo que pudo comportar un cierto carácter secreto, o mistérico, de algunas de las doctrinas allí enseñadas. La Academia continuará ininterrumpidamente su actividad a lo largo de los siglos, pasando por distintas fases ideológicas, hasta que Justiniano decrete su cierre en el año 529 de nuestra era.

      5. La Academia

        En el año 369 emprende un segundo viaje a Siracusa, invitado por Dión, esta vez a la corte de Dionisio II, hijo de Dionisio I, con el objetivo de hacerse cargo de su educación; pero los resultados no fueron mejores que con su padre; tras algunas dificultades (al parecer estaba en situación de semi-prisión) consigue abandonar Siracusa y regresar a Atenas. También Dión tuvo que refugiarse en Atenas habiéndose enemistado con Dionisio I, donde continuará la amistad con Platón. Unos años después, en el 361, y a petición de Dionisio II, vuelve a realizar un tercer viaje a Siracusa, fracasando igual que en las ocasiones anteriores, y regresando a Atenas en el año 360 donde continuó sus actividades en la Academia, siendo ganado progresivamente por la decepción y el pesimismo, lo que se refleja en sus últimas obras, hasta su muerte en el año 348-347.

      6. Últimos viajes
      7. Obras

      Platón elige el diálogo como forma de expresión de su pensamiento; quizá como tributo a su maestro Sócrates a quién , por lo demás, convierte en interlocutor de prácticamente todos ellos; o quizá por el influjo de su época. Su obra se puede dividir en varios períodos, según distintos criterios, siendo una de las clasificaciones más aceptadas la cronológica:

      • Diálogos de juventud (de los 28 a los 38 años) (399-389). Los diálogos de juventud están dominados por los temas de carácter socrático, y en ellos Platón se mantiene fiel a lo enseñado por Sócrates. Son de esta época los viajes a Megara, Cirene, Egipto e Italia

      Aristóteles

      1. Nace en el norte de Grecia, en Estagira,hoy Stavró en el año 384 a. C., en una familia de tradición científica; su padre, Nicómaco había sido médico de Amintas II, procedente de Calcis, padre de Filipo II de Macedonia. Perdió sus padres siendo aún muy niño, y quedó a cargo de su tutor, Próxeno de Atarneo, quien a los diecisiete años lo envió a Atenas para estudiar en la Academia de Platón y siguió con el maestro hasta su muerte 348-7)veinte años después. Platón estimaba extraordinariamente a su discípulo, a quien llamaba "el lector" y la "mente de la escuela". Con la temprana muerte de Alejandro, Aristóteles, protegido suyo, tuvo que hacer frente al sentimiento antimacedonio que estalló en Atenas.Viaja por 12 años estableciendo nuevas academias en Assus (347-344) y Mitilene en la isla de Delfos donde permanece en compañia de Jenócrates y teofrasto desde 344 a 342. En Assus se casa con Pythia, la hija adoptiva o sobrina del Rey Hermías, con la que tiene una hija, a la que le pone el mismo nombre de la madre y al fallecer ésta, vuelve a contraer nupcias con Herpyllis. Pasa a vivir en Pella, capital de Macedonia, para convertirse por tres años en el tutor del que llegaría a ser Alejandro Magno, entonces con trece años.Con este objeto pasó a Pella y a Mieza, consagrándose a la formación de su regio discípulo. Alejandro fue asociado al trono en 340 y sucedió a su padre en 336, iniciando poco después sus fulgurantes campañas contra el imperio persa (batalla del Gránico en 334). Alejandro reedificó Estagira, destruida por Filipo en 348 y le enviaba a su naestro material para sus estudios de Historia natural y grandes cantidades de dinero para sus investigaciones (se cita la cifra elevadísima de 800 talentos). Pero esas relaciones se enfriaron después de la muerte de Calístenes, sobrino del filósofo, que acompañaba a Alejandro como historiógrafo (327), y que Aristóteles nunca le perdonó.

        En el 336-335 regresa a Estagira y se retira allí por un tiempo. Regresa a Atenas en el 335 , dedicandose al trabajo científico puro y en ese mismo año abrió su propia escuela en unos terrenos fuera de las murallas, al lado opuesto de la Academia, entre el monte Licabeto y el río Ilisos, en las proximidades de un templo dedicado a Apolo Likaios, de donde recibió el nombre de Liceo (Lykeion). Bien fuese por estar dotada de un paseo o por la costumbre de enseñar paseando, fue designada con el calificativo de Peripatos, y sus seguidores, "peripatéticos". Aristóteles organizó la enseñanza dando clases matutinas para sus discípulos y vespertinas para un público más amplio. Después de su muerte el Liceo fue ampliado bajo Teofrasto, con nuevos terrenos cedidos por Demetrio de Pháleron, con dos pórticos cubiertos y jardines (310). Más tarde fue saqueado por Filipo V de Macedonia en el año 300 y arrasado por Sila en 86. Acusado de ateísmo, Aristóteles tuvo que exilarse y se refugió en Calcis, donde moriría al año siguiente, el 322 a.C., a los 62 años de edad.A los estudios de F. Etudniczka se debe la identificación, con bastante probabilidad, del retrato del filósofo. Al morir Aristóteles legó su biblioteca a Teofrasto. Este, a su vez, a Neleo, hijo de Corisco, el cual la llevó consigo a su patria, Skepsis de Ida, en Asia Menor. Pero por temor de que se apoderasen de ella los emisarios del rey de Pérgamo, la ocultó en una cueva, donde permaneció hasta que en el año 100 antes de J.C. fue adquirida por el rico coleccionista Apelicón de Teos. Este la trasladó a Atenas, donde se apoderó de ella Sila, en el año 86, llevándola a Roma como botín de guerra. Su hijo Fausto la vendió en el año 55 para pagar las deudas de su padre. El gramático griego Tiranión de Amisos (s.I) se encargó de restaurar los manuscritos, muy deteriorados, e hizo una primera edición. Poco más tarde hizo otra más correcta, con la ayuda de Andrónico de Rodas, décimo escolarca del Liceo (h.70 a.J.C.), que ordenó los escritos de Aristóteles, distribuyéndolos por orden de materias. (Cf.Dióg.Laer.,V 52.). Es simpática la anécdota del Califa de Bagdad, Al-Mamún, siglo IX, responsable de Dar al-ilm (La casa de la ciencia), y la aparición de Aristóteles que le pidió traducir sus obras al árabe, lo cual hizo, y que resultó ser el camino para que luego, mediante la cultura musulmana, pasaran del árabe al latín y así llegasen al Occidente, al que conmovieron profundamente dejando por siempre su impronta en ella.

        Aristóteles siempre conservó la influencia de su maestro, Platón, pero en su madurez supo superar el platonismo hasta configurar su propio sistema de pensamiento, que se separa del de Platón en un punto fundamental: Aristóteles no acepta que las ideas sean entidades subsistentes en un mundo separado de la realidad sensible; para él las ideas no son sino la esencia de las cosas, que se halla en las cosas mismas, cuya constitución explica mediante los conceptos de potencia y acto, materia y forma, o la teoría de las cuatro causas (material, formal, eficiente y final).

        En filosofía moral, Aristóteles presenta una ética basada en la naturaleza humana, cuyo fin es, según él, la felicidad, al cual debe estar dirigido el ordenamiento de la sociedad política, es decir, del Estado. Las obras de Aristóteles pueden clasificarse, según su contenido, en los distintos grupos: Obras de Lógica, recopiladas en la antigüedad con el nombre de Órganon o instrumentos para pensar rectamente. Escritos sobre ciencias de la naturaleza: Física, Del cielo, De la generación y corrupción, Sobre el alma…

      2. Vida

        Obras sobre literatura: la Retórica y la Poética. Jaeger distigue tres períodos en la producción aristotélica : PERÍODO DE LA ACADEMIA (hasta el año 347), PERÍODO DE LOS VIAJES (del año 347 al 335), PERÍODO DE MADUREZ (del año 335 al 322). F. Nuyens en su obra "La evolución de la psicología Aristotélica" señála tres períodos: PERÍODO PLATÓNICO (antagonismo dualista, por ejemplo el Eudemo); PERÍODO DE TRÁNSITO (se da natural colaboración del alma y del cuerpo, rige en su pensamiento un instrumentalismo vitalista); PERÍODO DE MADUREZ (el alma es forma del cuerpo, comienza a existir con el cuerpo y perece con él; en el primer período, por lo contrario, el alma era independiente del cuerpo e inmortal). Metafísica. Escritos que tratan de las causas generales de las cosas. Se trata de una colección de catorce libros, que recogen pequeños tratados o cursos impartidos por Aristóteles en el Liceo. La palabra metafísica no fue usada por Aristóteles, sino por un recopilador posterior, que ordenó estos escritos a continuación o más allá (significado de la preposición griega meta) de los libros de física.

        1. ORATORIA
      3. Los ocho libros de Política.

      Este genero literario se desarrollo en toda Grecia debido a las luchas sociales que llevaban hacia la democracia, así como las guerras entre ciudades, contra los persas o contra los macedonios. El primero de los oradores, por la fuerza de sus discursos, fue Demostenes, que dejo dos series de piezas oratorias en contra de Filipo de Macedonia: las Filípicas y las Olintianas (estas, con motivo de la toma de la colonia Olinto por el invasor) además de los discursos sobre la corona y sobre la democracia.

      Demóstenes (Atenas 384 a.C. – Atenas 322 a.C.)

      Según cuenta Plutarco, Demóstenes llegó a ser uno de los más brillantes oradores del mundo antiguo después de entrenarse duramente en las artes de la elocuencia y la declamación. El historiador griego afirma que Demóstenes superó incluso un defecto de dicción colocándose piedrecillas en la boca.

      1. Vida

      Demóstenes nació en Atenas alrededor del año 384 a.C. Despojado por sus tutores de la cuantiosa fortuna que su padre le había legado, decidió dedicarse a la oratoria, sometiéndose a una severa y concienzuda preparación que modeló su carácter inflexible y su tenaz determinación. En el 363 a.C. derrotó brillantemente a su tutor, Afobo, ante los tribunales, y durante algún tiempo trabajó como logógrafo, tarea que consistía en redactar discursos para particulares que querían defender su causa ante los tribunales. A partir del 354 a.C. Demóstenes intervino con más asiduidad en la vida política ateniense, denunciando en sus discursos los peligros que amenazaban la antigua tradición democrática de la ciudad.

      El peligro que representaba para la hegemonía ateniense la expansión incontenible de Filipo II de Macedonia constituyó el tema central de sus discursos más célebres, las Filípicas (351-341 a.C.), en las que arengaba a sus conciudadanos a resistir al invasor macedonio y reclamaba la alianza de otras ciudades griegas. Pese a la derrota sufrida por Atenas en Queronea en el 338 a.C., Demóstenes se convirtió en el más decidido líder de la facción antimacedónica.

      En el 330 a.C., cuando Alejandro Magno, sucesor de Filipo, realizaba su campaña de conquista de Asia, Demóstenes pronunció su famoso discurso Sobre la corona, con motivo de la proposición de Esquines, principal defensor de la política macedónica, para que se lo recompensase con una corona de oro por sus servicios en favor de la libertad. El discurso, considerado como una pieza maestra de la oratoria, fue tan brillante que Esquines, humillado por la derrota, optó por exiliarse. En el 324 a.C., Demóstenes, acusado de dejarse sobornar por un refugiado macedonio llamado Harpalo, huyó de Atenas. A la muerte de Alejandro Magno fue llamado por los atenienses, en el 323 a.C., e incitó de nuevo a la guerra contra los macedonios. Tras la derrota de Atenas el general Antípatro pidió que le fuera entregado Demóstenes, quien se refugió en la isla de Calauria y se suicidó, mediante la ingestión de veneno, el 12 de octubre del 322 a.C.

      Esquines (Atenas 390 a.C. – 314 a.C.)

      1. Orador ateniense, cuya biografía se puede reconstruir a partir de sus propios discursos y los de Demóstenes (v.; n° XVIII Sobre la embajada infiel y XIX Sobre la corona). Las ocho biografías de la Antigüedad son una combinación de estos datos y derivan quizá de un original de Cecilio de Calcate (época de Augusto). N. ca. 390 a. C. (1,49) era hijo de Atrometo (11,149) y de Glaucótea, familia arruinada por la guerra del Peloponeso, de la que nacieron otros dos hermanos, Filócares y Alfobeto (11,149). Para ganarse la vida, su padre, al regreso del destierro con la restauración democrática de Trasibulo, hizo de maestro y su madre de oficiante de un culto místico (Demóstenes, XVI11,199,249,281). E. fue primero actor teatral (Demóstenes, XVI11,180; XIX, 337) y después escribano (grammateus) del Estado bajo la administración de Eubulo. Cumplidos sus deberes militares en Mantinea (362) y Eubea (357 y 350), forma parte (348) de la embajada al Peloponeso que pretendía la formación de una liga contra Filipo. Poco después abogaría por el acercamiento a Macedonia. Las causas de esta evolución se ignoran y no se puede precisar hasta qué punto son fundadas las acusaciones de Demóstenes. Su papel en las tres embajadas a Filipo, en el 346, es dudoso, y asimismo su actuación en las discusiones de la Anfictionía de Delfos, el 339, que condujeron a la intervención armada de Filipo en la guerra sagrada contra los locrios de Anfisa. De esta época y la siguiente son sus tres discursos conservados. El 330 abandona Atenas por el fracaso del Contra Ctesifonte y se instala en Asia Menor, dedicándose quizá a la enseñanza de la retórica en Rodas.   

      2. Vida

        El primer discurso conservado, el Contra Timarco (346), es una antigraphe (contra-acusación) a este personaje, instrumento de Demóstenes, que le había acusado de soborno en su embajada a Filipo. Consta de exordio (1-8), exposición legal (9-32), prueba (32-116), un desarrollo para poner al tribunal en guardia contra los argumentos de la defensa y una peroración. Demuestra la incapacitación legal del personaje para intervenir en los tribunales y la política por su falta de piedad filial y haberse prostituido en su juventud. La argumentación, aunque apoyada en verosimilitudes, logró su objetivo: E. paró el golpe de sus enemigos y Timarco fue condenado.

        El 433, empero, tuvo que defenderse en Sobre la embajada infiel de una nueva acusación de soborno, esta vez presentada por Demóstenes. Su defensa elocuente y hábil, basada en su buena fe y sorpresa por el curso ulterior de los acontecimientos, le valió la absolución por la escasa mayoría de 30 votos. Del 330 es el Contra Ctesifonte, acusación de ilegalidad a la propuesta de éste, según el cual debía de concederse una corona de oro a Demóstenes por su celo patriótico en el 338. Tras un exordio (1-8) y la discusión legal (49-167), pasa a demostrar después la indignidad de Demóstenes para merecer la distinción, extendiéndose en consideraciones sobre su vida privada. Aunque la razón jurídica estaba de su parte (la propuesta de Ctesifonte tenía defectos de forma), lo que se ventilaba en realidad en el proceso era el descrédito de la política de Demóstenes. Con cierta perspectiva histórica, muerto ya Filipo y en pleno triunfo de Alejandro en Asia, Demóstenes se justificó brillantemente en su discurso Sobre la corona. E., sin obtener la quinta parte de los votos, fue condenado a una multa.     

      3. Obra.
      4. Ideario y oratoria:

      La política promacedónica de E. no se basa en ningún ideal al estilo del panhelenismo de la Epístola a Filipo de Isócrates, sino en razones de oportunismo (superioridad militar de Macedonia, falta de recursos de Atenas, buena disposición de Filipo). Más elegante que Demóstenes como orador, carece del apasionamiento de éste. Es, sobre todo, un maestro en las insinuaciones insidiosas y en el halago a los sentimientos populares. Con todo, no convence: le falta el requisito de ser «vir bonos» para que el dicendi peritos que en él había adquiriera la talla de genuino orador.

      CONCLUSIONES

      1. La civilización helénica, fue sometida a múltiples invasiones a través de su historia, lo que motivo una especie de intercambio cultural, pero también en algún momento la llevo a un período de profunda y larga decadencia.
      2. El establecimiento de polis (estados independientes) ocasionaron el desarrollo integral de Grecia.
      3. El desarrollo griego, entre los siglos V y IV a. C., alcanzó su máximo apogeo e irradió sus influencias al mundo, teniendo como eje de este destello a las ciudades de Atenas y Esparta
      4. Las Poleis griegas desarrollaron una gran cultura en todo sentido: política, arte, arquitectura, teatro, historia ,filosofía, ciencias, a tal extremo que muchas de las formas actuales de vida, se derivan de las costumbres y hábitos de este pueblo.
      5. En el campo de las letras, la herencia cultural del pueblo helénico, fue prolífica, con temas y autores que hasta nuestros días tienen influencia sobre el pensamiento de muchos grupos sociales.

      BIBLIOGRAFÍA:

      Recopilación de diferentes páginas web

       

      AUTOR

      Eduardo H. Machado Berroa

      Lengua y Literatura

      Arequipa, Perú

    4. Obras
  1. Obra

Partes: 1, 2, 3

Partes: 1, 2, 3
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