Resumen
Las diferentes asignaturas que recibe el escolar de la Educación Primaria le proporcionan a una representación acerca del sentido de la vida que le permiten el esclarecimiento de su actitud ante los principios y normas morales, y le confieren a su vida escolar y social una orientación, al cumplir la función de patrón o guía en la regulación moral.
La asignatura Lengua Española tiene como objetivo básico: la enseñanza de nuestro idioma. Esto influye en la formación integral de los escolares y una participación más activa y consciente del alumno en el medio que le rodea, medio en el que debe manifestar una conducta moral en correspondencia con la moral de la sociedad cubana. Esta asignatura inicia en cuarto grado el estudio de las primeras lecturas de la obra de José Martí cuyo contenido contribuye a la educación moral de los escolares.
Introducción
La Educación cubana del siglo XXI, está comprometida con un proyecto social que garantice el desarrollo humano sostenible e integral de la nueva generación preservando nuestra cubanía e identidad
La educación mediante la escuela tiene que preparar al hombre para la vida, con conciencia crítica, favorecer su capacidad creadora y transformativa para que llegue a convertirse en protagonista de su proceso histórico. Solo pueden cobrar significado actualmente los valores universales de justicia, libertad, dignidad, solidaridad y paz, entre otros, los que requieren del desarrollo de un clima en la escuela de democracia, participación y respeto al otro.
El contexto escolar debe constituir un lugar esencial para aprender contenidos, pero también es un elemento clave para que los alumnos aprendan a debatir sus ideas, las soluciones a sus problemas, en fin, crear un ambiente participativo donde desarrollen un modo de ser.
La escuela entonces debe ser como planteara Martí, "[…] casa de razón donde con guía juiciosa se habituase al niño a desenvolver su propio pensamiento […]?[1]. Asumir esta concepción martiana en la educación del escolar implica que los escolares desde la Educación elemental a partir de su identidad personal aprendan a comprender su posición dentro de la sociedad y actuar conscientemente por la construcción y el desarrollo de esta con una adecuada educación moral.
En la Educación Primaria la Lengua Española trabaja para el logro de su objetivo básico: la enseñanza de nuestro idioma. Esto influirá decisivamente a la formación integral de los escolares y una participación del alumno más activa y consciente en el medio que le rodea, medio en el que debe manifestar una conducta moral en correspondencia con la moral de la sociedad cubana
En la asignatura Lengua Española en cuarto grado se inicia el estudio de las primeras lecturas de la obra de José Martí cuyo contenido contribuye a la educación moral de los escolares.
La presente investigación tiene como objetivo Explicar la utilización de las lecturas de la Edad de Oro en las clases de Lengua Española para contribuir a la educación moral de los escolares de cuarto grado.
Desarrollo
La categoría moral designa un conjunto de normas, principios, cualidades, ideales que forman parte de la vida espiritual y social de los hombres, la misma está referida al acto, a la acción, es decir, al proceder del individuo, mientras que la categoría ética se refiere a la valoración del acto, al pensamiento, al razonamiento sobre el acto moral.
La moral existió desde la comunidad primitiva, se desarrolló en las condiciones de una lucha brutal del hombre con la naturaleza; el trabajo colectivo y la lucha por la subsistencia crearon las bases y fortalecieron en los hombres primitivos la solidaridad, como un principio moral, cuando el desarrollo de las fuerzas productivas provocó la división social del trabajo y los hombres comenzaron a tener actividades diferentes, dejando atrás el individuo su actitud como miembro de manada, se inicia la formación de una personalidad con intereses individuales. La aparición de diferentes intereses individuales dentro de un mismo colectivo hacen surgir la moral como resultado de una necesidad histórica para regular la conducta del hombre a partir de que los intereses individuales se supeditaran a los intereses sociales, sobre lo que Carlos Marx expresó: "…Si el interés bien entendido es el principio de toda moral, lo que importa es que el interés privado del hombre coincida con el interés humano." [2]
La dialéctica materialista creada por Carlos Marx, Federico Engels y continuada por Vladimir I. Lenin entiende la moral como "un fenómeno social que forma parte de la vida espiritual e ideológica y del mundo interno de los individuos por lo que se da en la relación de lo social (plano objetivo) y lo individual (plano subjetivo), en lo interno y lo externo en una relación dialéctica"[3]. Lo anterior implica que la conducta moral depende de las variadas interrelaciones entre los individuos y que esta está en correspondencia con un sistema de normas que regulan la regulan, tanto en la vida personal como social, por ello la conducta moral de los escolares desde la Educación elemental no puede verse coaccionada sino que debe responder a la interiorización de los principios por los que se deben guiar sus actos y por la libre elección de la postura adoptada.
La conducta moral[4]del escolar de la Educación Primaria se enfrenta a disyuntivas entre el bien y el mal, hasta que logra asumir la opción adecuada, mediante la orientación del maestro. Es válido destacar que esto depende en gran medida de las condiciones histórico-concretas del desarrollo de estos Pues ocurre que los escolares primarios no manifiestan en su conducta cotidiana preceptos morales universales como cumplir el deber, respetar a las personas, ayudar a sus semejantes y mantenerse fiel al amor y a la amistad. Esto es explicable pues como planteara F. Engels "Una moral realmente humana, (…), será factible solamente al llegar la sociedad a un grado de desarrollo en que no sólo se haya superado el antagonismo de clase, sino que se haya olvidado en las prácticas de la vida"[5], realidad que aún no se manifiesta a plenitud en el proceso de construcción de la sociedad socialista cubana en el que existen contradicciones entre los principios morales y las aspiraciones de algunos individuos.
Lo expresado implica que es tarea de los maestros lograr que los principios y normas de la sociedad cubana se conviertan en estímulos morales efectivos del comportamiento de los escolares para que estos los asuman como patrimonio personal a través de la orientación hacia el alcance de ese ideal y el esfuerzo diario por su realización.
Lo anterior no reduce la importancia de la responsabilidad moral que debe desarrollar el escolar, ya que en la medida en que con mayor claridad y precisión orienten su comportamiento hacia los demás mediante normas y principios morales realmente válidos, mayor será el grado de asunción de sus actos. No obstante, con independencia del grado de conciencia que posea el escolar, siempre en un acto moral este asume una determinada responsabilidad, pues su conducta no tiene que ver únicamente consigo mismo, sino que de una u otra manera, más o menos directa, la misma repercute y se entrelaza con el resto de los escolares y sus maestros.
Es puntual reconocer la dependencia existente entre la responsabilidad moral y la libertad, pues el escolar es responsable por sus actos en la medida de la libertad de elección y acción que posea, sobre este aparte el especialista del tema Gerardo Ramos Serpa expresó, "Sobre la base de la libertad moral, entendida como la posibilidad de elección de variadas decisiones y actos con diferente orientación y significado social en determinadas condiciones objetivas y en correspondencia con la valoración realizada por el sujeto, es que se puede entonces delimitar la responsabilidad moral en la conducta"[6].
Las diferentes asignaturas que recibe el escolar de la Educación Primaria le proporcionan a este una representación acerca del sentido de la vida que le permiten el esclarecimiento de su actitud ante los principios y normas morales, y le confieren a su vida escolar y social una orientación, al cumplir la función de patrón o guía en la regulación moral.
Con el fin de lograr la educación moral de los escolares, se hace necesaria la planificación consciente de las asignaturas de su currículo de estudios pues como expresara V. I. Lenin señalaba: "La moralidad sirve para que la sociedad humana se eleve a mayor altura… "[7].
Para los maestros contribuir a la educación moral de sus escolares no significa enseñar conocimientos, sino educar en el cumplimiento de las normas y principios a la conducta, convirtiéndolos en convicción. De igual forma, el resto de los subsistemas de educación de la sociedad debe orientarse a continuar inculcando la moral de la sociedad en cada uno de sus educandos.
La magnitud de la importancia de este tema se resume en el criterio del Comandante Fidel Castro al expresar "los que no entienden que en una revolución la moral es el factor fundamental, están perdidos y están fracasados; son los valores, es la moral lo que arma espiritualmente al hombre"[8].
Educación moral que se logra no sólo a través de la influencia que de los maestros reciben los escolares, sino también, mediante la autoeducación moral de su conducta, entendida en este trabajo como exigencia de la personalidad para consigo misma, donde se transforma la educación moral en objeto de la voluntad y la conciencia propia, incluyendo la valoración crítica por parte del individuo de su quehacer.
En esta misma dirección se destaca la enorme fuerza moral del ejemplo del maestro y su función educativa, al mostrar la unidad de la palabra y la acción e influir así decididamente también en la esfera emocional y sentimental del comportamiento de los escolares.
La educación moral de los escolares se logra además, con la inserción activa de estos en las actividades escolares y extraescolares, pues ello promueve el cambio y su perfeccionamiento haciéndolos crecerse y exigirse más a sí mismos, lo cual también contribuye innegablemente al conocimiento de las normas y preceptos morales de la sociedad cubana.
La asignatura Lengua Española es una de las más abarcadoras y flexibles dentro del currículo de la Educación Primaria, ya que tiene un carácter integrador, favorece la interrelación entre todos sus objetivos y contenidos a partir de la creatividad del maestro; contribuye a la adquisición de habilidades comunicativas básicas que posibilita a los escolares expresarse y exponer sus ideas e impresiones libremente sobre un tema determinado, aporta a los escolares un sistema de conocimientos y habilidades que propician un pensamiento lógico, reflexivo, crítico e independiente no solo en esta asignatura, sino en todo el accionar práctico e intelectual.
Para educar en la dignidad, en la firmeza del carácter, en la intrepidez precisa preparar las condiciones en la que se pueda llevar a cabo actos dignos, firmes, valerosos. A partir del análisis de la propia obra de José Martí se asumen como rasgos de las concepciones morales martianas, los aspectos que se mencionan a continuación:
La consecuencia entre pensamiento y acción: distinguida por la estrecha unidad entre lo ético y lo político identificó el pensamiento ético martiano La unidad indisoluble que debe existir entre pensamiento y acción debe constituir uno de los rasgos fundamentales de un escolar moralmente educado que debe ser ejemplo de revolucionario, fiel a los principios socialistas, lo que presupone la formación de una conducta acorde con la establecida en la sociedad cubana.
Nunca pensó o planteó algo Martí, que no hubiera llevado a la práctica o al menos que no hubiera pensado como hacerlo y en esto radica su alcance, en que fue ejemplo vivo de la estrecha relación que debe existir entre el pensar, el decir y el hacer en el ámbito de la moralidad. El humanismo revolucionario de Martí llama a la lucha con el propósito de crear un mundo nuevo, ansiedad y útil empleo del hombre interesado en el bien humano, Esto implica la conciencia plena de la realización del necesario proyecto de justicia, equidad, dignidad y decoro, de solidaridad humana, de un humanismo que permitiera que junto a la idea del bien y lo bello en el hombre alcanzar los más altos peldaños del ideal moral.
Esta aspiración martiana vista en la educación moral del escolar se traduce en un escolar que respete a sus maestros por lo que le enseñan, que ame a su patria y a la causa del socialismo.
La negación del individualismo del egoísmo del ser humano derecho a hombre capaz de morir por la Patria. Para el Apóstol cubano el bien de la patria debía estar por encima del interés individual de cada cubano y no en el individualismo excesivo. Para un escolar esta máxima martiana se convierte en el colectivismo en sus relaciones con sus compañeros de estudio y los padres.
La vida humana como lucha en función de los intereses de los demás la demostró Martí con su generosidad y el desprendimiento de su propia vida y la entrega de ella a la causa revolucionaria y trasformadora donde la ausencia de todos los vicios y el amor ferviente y la práctica austera de todas las virtudes no bastan a lograr la paz del alma, ni ha dejar tras de sí- por el placer inmenso de hacer bien (…) – una huella visible y duradera. Abogaba porque el ser humano de su época se entregara a la causa de todos que para él era la causa de la independencia.
Sobre el Cumplimiento del deber social disímiles juicios emite Martí: "La gloria y el triunfo no son más que un estímulo al cumplimiento del deber. En la vida práctica de las ideas, el poder no es más que el respeto a todas las manifestaciones de la justicia, la voluntad firme ante todos los consejos de la crueldad o del orgullo. Y cuando el acatamiento a la justicia desaparece, y el cumplimiento del deber se desconoce, infamia envuelve el triunfo y la gloria. Para el Héroe Nacional "…el deber cumplido es el gobierno mejor.
El decoro del hombre que exaltaba Martí, incluye la honestidad, honradez, modestia, sencillez, altruismo, desinterés, desprendimiento, que complementan las virtudes que deben adornar a los hombres, al respecto escribió: "Quien ha sabido preservar su decoro sabe lo que vale el ajeno, y lo respeta", en tanto sobre lo opuesto al criterio anterior en otro de sus apuntes dejó claro que "… el que intenta rebajar el decoro de otro hombre, lo que rebaja es el propio suyo". Esta idea requiere de un escolar sea honesto, honrado, modesto, sencillo, generoso, desinteresado, desprendido.
El respeto a la dignidad humana fue destacado mucho por Martí en sus vivencias reflejadas en "El presidio político en Cuba"[9] en el que revela que el verdadero hombre debe sentir en sí mismo los abusos, sufrimientos y martirios de los demás como algo propio, pues para Martí lo primero que tiene que hacer el hombre es ser hombre.
El perfeccionamiento humano para Martí, para ser alcanzado no puede ser de otro modo que mediante la educación permanente en la vida del hombre. Visto así la educación debe conducir a la felicidad (este es un concepto ético martiano en el cual se funden educación, instrucción y libertad). Para Martí la renovación en educación está ligada a la renovación moral de toda la sociedad. Debe convertirse en virtud en tanto enseñaría al hombre a estar en función de los demás: "Todo hombre tiene derecho a que se le eduque y después en pago contribuir a la educación de los demás".
La utilidad de la virtud, fundamentada en que Martí relacionaba la bondad con la inteligencia y con la felicidad y la maldad con la torpeza y con la estupidez. Esto tiene un enorme valor educativo, entendido como que no hay felicidad mayor que la de hacer un bien a los demás, en los juicios de José Martí sobre esta cualidad moral constaba el criterio de que: "¡La virtud es un hada benéfica: ilumina los corazones por donde pasa: da a la mente las fuerzas del genio!"
Para Martí, la virtud es sinónimo de la verdad y debe alojarse en la hermosura, en la belleza y su enseñanza para concebir la transformación y la grandeza de la sociedad era imprescindible, sobre esto escribió "La enseñanza de la virtud es más noble que el examen inútil de las hondas llagas sociales", considerando que de una sociedad virtuosa "… se hacen buenos escudos para las naciones". .
La defensa de la justicia fue propugnada por José Martí en pleno siglo XIX en medio de una sociedad colonial plagada de corrupción, inmoralidades e infamias, El respeto a la integridad física y moral, he ahí un principio esencial de la ética martiana, pero ese respeto no es real si no existen las posibilidades de su realización práctica, lo cual se articula con el principio de justicia, visto en sus dos dimensiones: individual y social.
Consideraba Martí que la justicia enaltece el valor, lo eleva y que solo hay honra en la defensa de esta. Sobre la urgencia de lograr una sociedad justa declaraba "En la justicia no cabe demora y el que dilata su cumplimiento, la vuelve contra sí." pero para el logro de la sociedad justa digna y virtuosa a la que aspiraba Martí, era necesaria la fuerza de la unidad.
Todas estas concepciones morales son expuestas a los niños por José Martí en su revista La Edad de Oro como el propio Martí expresara "…como sin querer". En esta obra no escribió José Martí línea que no propicie un debate moral, ideológico y literario, al mismo tiempo porque para aprender a pensar vale ese libro, lo vale también para los que aspiran bellamente extrayendo al español el más rico zumo aprendan a escribir.
Mirta Aguirre en sus escritos en la revista Cuba Socialista ratifica su criterio de las tres ideas fundamentales que rigen La Edad de Oro, la libertad y la dignidad del ser humano, la libertad y la dignidad de los pueblos y la libertad y la dignidad del pensamiento
Martí al dirigirse a los niños, en el que domina siempre la profunda siembra de ideales morales, de generosos motivos humanos: la bondad, el hacer el bien , desglosados en los textos de La Edad de Oro, escribiría Mirta Aguirre: les habla de héroes hispanoamericanos, de honradez, de rebeldías justas, de valor civil, de igualdad humana, de relatividad de arquetipos, de belleza, de pobres y ricos, de plebeyos y de nobles, de razas y de pueblos oprimidos, de patriotismo y de trabajo, de bondad, de transigencia, de respeto a la vida.
Cuando Martí acomete la redacción de La Edad De Oro, a sus 36 años se encuentra en la plenitud de su pensamiento y de su creación literaria. Ya había realizado análisis esenciales de las sociedades de su época incluyendo a la que llamó Nuestra América sino también la del resto del mundo y en particular los Estados Unidos. Teniendo importancia decisiva de su fundamental entrega a la causa de la independencia de Cuba, sus estancias en México, Guatemala, Venezuela. En cuanto a Estados Unidos donde vivió desterrado la mayor parte del tiempo, fueron definitivos sus señalamientos acerca de lo que seria los rasgos del naciente imperialismo norteamericano y sus agudos comentarios de las luchas obreras de su tiempo.
Martí escribe La Edad de Oro en un momento cenital de su pensamiento y su expresión. En aquel año 1889 ya había publicado la enérgica Vindicación de Cuba e iniciaría sus crónicas contra la Primera Conferencia Panamericana, realizada en Washington entre 1889 y 1890, luego ofrecería a los cubanos de Nueva York su discurso del 10 de octubre y a los delegados hispanoamericanos aquella conferencia en diciembre Madre América.
En carta a su amigo Manuel Mercado el 3 de agosto de 1889, a la que acompaña ejemplares del primer número de La Edad de Oro le expresa a nuestros niños los hemos de criar para hombres de su tiempo y hombres de América. La Edad de Oro fue editada originalmente en cuatro revistas. Desde 1905 hasta la fecha se le ha leído como un libro, en cuatro partes.
Martí mismo, periodista insuperado, llamó la atención sobre el número de página de dos columnas que tendría cada entrega, exaltó la calidad de la tipografía, la excelencia del papel y las láminas que servirían para completar la materia escrita y hacer su enseñanza más útil y verdadera. Entre las láminas aparecen grabados de obras relacionadas con nuestra América de tamaño no inferior a las provenientes de otras partes del mundo. Tal hecho es una manera gráfica, inmediata de hacer ver que todas las comarcas poderosas o débiles tienen el mismo derecho a ser consideradas.
Otras láminas se refieren unas veces a figuras de importancia histórica o cultural o a personajes de cuentos o artículos, y otras muestran ejemplos de producciones técnicas con lo cual la cultura es ejemplificada tanto en el orden histórico o espiritual como en el orden material.
Sobre el carácter de la revista se revelan en los sumarios que encabezan cada entrega La última página con que concluye cada número y en la que éste, como en una conversación con los lectores se anuncian materiales del próximo o se tocan otros temas.
Salvo la presentación que sólo aparece en el primero de los números, todos tienen una estructura similar con cuentos, poemas, artículos y la sección La última página. Los poemas están ausentes en el número final.
Martí presenta versiones hechas por él de trabajos de otros autores, de otras lenguas. Los cuentos Meñique y el Camarón encantado de Laboulaye, y los Dos ruiseñores de Andersen, los poemas Cada uno a su oficio de Emerson, y Los dos príncipes de Helen Hunt Jackson, y el artículo Músicos poetas y pintores que proviene de Samuel Smiles.
Los otros cuatro cuentos de la revista son enteramente de Martí: Bebé y el señor don Pomposo, Nené traviesa, Los zapaticos de rosa y la Muñeca negra. El cuento escrito en verso Los zapaticos de rosa y el cuento poema Los dos príncipes son los momentos más altos de los versos de La Edad de Oro. Los otros tres poemas que allí aparecen son fábulas: Dos milagros, Cada uno a su oficio y La perla de la mora.
En los artículos por lo menos uno de cada número atañe directamente a nuestra América el primero: Tres héroes, evoca a tres fundadores de patrias hispanoamericanas: Bolívar, Hidalgo y San Martín, el segundo Las ruinas indias invita al conocimiento y al amor de nuestro pasado autóctono, y el tercero El Padre de las Casas, admirables semblanza de un luchador nacido en España pero fundido con lo mejor de nuestra historia de quien Bolívar consideró Apóstol de la América.
En el cuarto número donde no aparecen poemas, tampoco aparece artículo alguno sobre nuestra América, pero si trabajo referidos, uno a Asia un paseo por la tierra de los anamitas y otro a África Cuentos de elefantes.
Los restantes artículos sobre asuntos de la cultura artística y literaria, La Iliada de Homero, Músicos, poetas y pintores, de la cultura material La historia del hombre contada por sus casas, La exposición de París, Historia de la cuchara y el tenedor y La galería de las máquinas y de costumbres Un juego nuevo y otros viejos.
En todos sean cuales fuesen los asuntos Martí reafirma su concepción anticolonialista, popular antirracista, racionalista, subrayando la igualdad profunda de los hombres a pesar de sus diferencias externas.
Mirta Aguirre en un trabajo seminal La Edad de Oro y las ideas martianas sobre educación infantil expresó: La Edad de Oro fue para Martí otro campo de batalla donde sostener y difundir con la hermosura superior que caracterizó todas sus creaciones, ideas fundamentales que hacen de él un orientador capital, y de la obra una de las auténticamente clásicas .en todo los sentidos de la palabra, que nuestra América ofrece al mundo.
Difícilmente hay en la Edad de Oro línea que no propicie un aprovechamiento actual, ideológico y literario al mismo tiempo porque lo que para aprender a pensar vale ese libro lo vale también para los que aspiran bellamente extrayendo al español el más rico zumo aprendan a escribir. Esto se cumple en la utilización de textos de la Edad de Oro para el trabajo de los otros componentes y para la realización de lecturas orientadas en el programa.
La Lengua Española ocupa un lugar destacado en el conjunto de asignaturas de la Educación Primaria, y en particular, en el primer ciclo. Su objeto de estudio es el propio idioma: nuestra lengua materna fundamental medio de comunicación y elemento esencial de la nacionalidad. El alumno ha de emplear el idioma muy directamente vinculado con el pensamiento, como instrumento cotidiano de trabajo ya que lo necesita para expresarse cada vez mejor, para participar activamente en el mundo que le rodea, para entender y estudiar los contenidos de las asignaturas del plan de estudio. Por eso es imprescindible que aprenda a utilizar bien su lengua.
En tercer grado se inicia el trabajo con la lectura en silencio que tiene como antecedente la preparación realizada en segundo grado En. cuarto el desarrollo de la expresión oral es un objetivo básico de la asignatura. Se atiende la producción verbal del niño, considerando lo que dice y cómo lo dice. Esto se logra desarrollando gradualmente sus habilidades de expresión mediante actividades relacionadas con la conversación, la memorización y la recitación.
En el cuarto grado concluye el primer ciclo de la Educación Primaria, es por ello, que el trabajo de la asignatura está dirigido al desarrollo intensivo de las habilidades relacionadas con el idioma, es decir que lean en forma correcta, con la fluidez y la expresividad adecuadas, evidenciando la comprensión de la lectura, que se expresen tanto en forma oral como escrita con coherencia, claridad y con un vocabulario cada vez más amplio
Al trabajar los contenidos relacionados con La Edad de Oro orientados en el programa se debe hacer énfasis en los patrones morales presente en la obr:
A los niños que lean La Edad de Oro destacar el deseo de Martí de que sean estudiosos, caballerosos, sinceros, trabajadores, honestos.
En la lectura Tres héroes destacar el valor, el heroísmo, el desinterés y el patriotismo de los que luchan por hacer a los pueblos libres.
En los dos ruiseñores se hará énfasis en la miseria de lo mecánico, artificioso e inerte frente a lo vivo que logra con su gracia ahuyentar a la muerte.
Meñique, en esta obra conocen que el saber vale más que la fuerza y esta será utilizada solo como defensa ante los poderosos cuando nos quieran oprimir. Se conoce cómo se compensa la pequeñez física con las dotes del espíritu que hacen la verdadera grandeza del hombre.
En los zapaticos de rosa, la muñeca negra, y Bebé y el señor Don Pomposo destacar la solidaridad, el compañerismo y compartir lo que tenemos con los demás.
Conclusiones
En el presente trabajo se define la moral como el conjunto de ideas, de relaciones, de costumbres y de hábitos que cumplen la función de regular la actividad práctica de los hombres dentro de los marcos de la actividad y en correspondencia con la moral social".
Para educar la moral, de los escolares en la dignidad, en la firmeza del carácter, en la intrepidez se puede emplear la obra de José Martí de la que se asumen concepciones morales como: la consecuencia entre pensamiento y acción, sobre el cumplimiento del deber social. El decoro del hombre que exaltaba Martí, incluye la honestidad, honradez, modestia, sencillez, altruismo, desinterés, desprendimiento, el respeto a la dignidad humana. La utilidad de la virtud, fundamentada en que Martí relacionaba la bondad con la inteligencia y con la felicidad y la maldad con la torpeza y con la estupidez. La defensa de la justicia. El respeto a la integridad física y moral, he ahí un principio esencial de la ética martiana, pero ese respeto no es real si no existen las posibilidades de su realización práctica, lo cual se articula con el principio de justicia, visto en sus dos dimensiones: individual y social.
La Lengua Española ocupa un lugar destacado en el conjunto de asignaturas de la Educación Primaria, y en particular, en el primer ciclo. Su objeto de estudio es el propio idioma: nuestra lengua materna fundamental medio de comunicación y elemento esencial de la nacionalidad. Al trabajar los contenidos relacionados con La Edad de Oro orientados en el programa es posible lograr la educación moral de los escolares
Bibliografía
Aguirre, Mirta .José Martí. La Edad de Oro. En Cuba Socialista. La Habana: abril, 1963. Año 3 N. 20 p.128-129.
Almendros, Herminio. A propósito de La Edad de Oro. La
Habana:.Instituto Cubano del Libro,1972.
Arias, Salvador. Acerca de La Edad de Oro. La Habana: Centro de Estudios Martianos, 1980
Arias, Salvador . Glosando La Edad de Oro. La Habana: Centro de Estudios Martianos, 1980
Cuba. Ministerio de Educación .Programa .cuarto grado. La Habana: Ed. Pueblo y Educación,2001.
Martí, José. La Edad de Oro .La Habana: Ed. Letras Cubanas,2006.
Martí, José. Obras Completas. La Habana: Ed. Nacional de Cuba, 1964.
Autor:
MSc. Mariela Sierra Domínguez.
MSc. Ana Elvira Quesada Sotolongo.
MSc. Doris C. Sánchez Pérez
[1] José Martí Pérez : Obras Completa, t. 11, p.80
[2] Carlos Marx y Federico Engels. La Sagrada Familia. La Habana, Editora Política. 1965.
[3] Colectivo de autores. Tabloide ‘Ética y sociedad. p. 5
[4] La conducta moral es una conducta obligatoria conforme al deber, es decir, el individuo se haya obligado a comportarse de acuerdo a una regla o norma de acción y a evitar los actos prohibidos por ella. La obligatoriedad moral impone deberes al sujeto. Tomado del artículo del Psicólogo Educativo y Periodista ecuatoriano Víctor Valverde Aragundi, “La conciencia moral”. Consultado en abril de 2008. Expuesto en www Monografías.com.html.
[5] Federico Engels. Anti-Dühring, pág. 116.
[6] Gerardo Ramos Serpa. ……………………..p. 195
[7] V. I. Lenin "Tareas de las Uniones de Juventudes". En: Obras Completas, ed. cit., tomo 41, pág. 318.
[8] Fidel Castro Ruz. En Fidel y la religión. pág. 221.
[9] Se hace referencia a la obra escrita y publicada por él en Madrid en 1871, donde denuncia las crueldades cometidas por España en las cárceles cubanas , obra que aparece recogida en el t. 1, de las O. C p.52