La formación de competencias profesionales en el área de enfermería (página 2)
Enviado por Mirian Salazar
De allí que el acontecer diario y los requerimientos de salud de la población en conjunto con ese compromiso conlleva a la Enfermera a la búsqueda imperiosa, de actualizarse con respecto a los nuevos conocimientos, en el sentido de que siente la necesidad para la búsqueda de conocimientos, tecnología en función de perfeccionar sus servicios profesionales; según la realidad del entorno, con los conocimientos académicos adecuados para cumplir con su labor, sumado al mismo tiempo, a la habilidad de conducir con una orientación positiva, como trabajador de la salud.
Es por ello, que la gestión en la formación de competencias hace viable el logro de las metas colectivas, y que los procesos se cumplan aprovechando al máximo los recursos disponibles. Esta perspectiva ha dado como iniciativa el desarrollo de esquemas innovadores, acordes con la evolución del conocimiento, entre los que se cuenta la formación de competencias de enfermería, como una visión real, dinámica y actualizada para abordar la atención de la salud en este siglo.
El recurso humano, constituye el elemento más importante que puede poseer una organización, y en la formación de competencias de enfermería, se requiere formar competencias profesionales convencidos, motivados, cooperadores y comprometidos para consolidar la excelencia gerencial.
En la formación de competencias de enfermería hospitalaria, se debe crear motivación, capacitación, entrenamiento y desarrollo, que apunten hacia la superación profesional y personal, que genere un personal motivado, capacitado y colaborador, y que considere que el mejoramiento de las competencias es una prioridad para la gerencia de la salud.
En el entorno social, la comunicación efectiva de las competencias permitirá promover objetivos y meta, estructurar el recurso humano, como hombre o mujer nueva, de orientación para el desarrollo personal que forme un personal involucrado y responsabilizado que involucre al mismo tiempo su gestión de competencias de enfermería hospitalaria.
El talento Humano en la formación de competencias de enfermería, se refiere al esfuerzo o la actividad humana y a otros factores que dan diversas modalidades a esa actividad: conocimientos experiencias, motivación, intereses vocacionales, aptitudes, actitudes, habilidades, potencialidad, para desempeñar las competencias en el área de la salud.
La formación de competencias de enfermería hospitalaria, considera que sin gente competente no se pueden lograr los objetivos. La dirección del talento humano, en la formación de competencias de enfermería, debe tomar decisiones acerca de la relación de los estudiantes y su influencia en la eficacia, así como en las organizaciones.
Deben realizarse estudios en la formación de competencias de enfermería, que comprenda todo lo relacionado con la preparación de competencias, en función de que el futuro profesional, tenga éxito en el ámbito laboral y social, es por ello, la necesidad de que existan profesionales competentes en esa área laboral.
En la formación de competencias de enfermería, genera importancia la aplicación de la teoría rogeriana (Roger, 1990), porque se basa en la personalidad y su funcionamiento óptimo, cuyos principios básicos son: centralización del proceso de aprendizaje en el individuo; comprensión y aceptación incondicional del individuo por parte del que enseña (la consideración a la condición humana es fundamental); confianza en las fuerzas activas y positivas del individuo; y ambiente de libertad, entendiendo por libertad el hecho de que el individuo se sienta libre de reconocer y elaborar sus experiencias y sentimientos personales de la forma como él crea que debe hacerlo, a sabiendas de que va a ser respetado como persona.
La formación de competencias profesionales en el área de de enfermería, es un proceso integral, cuya responsabilidad recae tanto en los educadores y como en los estudiantes, en diversas dimensiones que se entretejen en las necesidades de formación de competencias, donde los estudiantes deben poner el énfasis en el compromiso de cada quién en el desarrollo de sus competencias personales para el desempeño de sus competencias profesionales.
Un sistema de formación de competencias profesionales de enfermería incluye todas las acciones y procedimientos mediante los cuales se analiza, planifica y desarrolla en los estudiantes los nuevos conocimientos y habilidades necesarias para adaptarse a las circunstancias cambiantes del entorno.
La formación de competencias es el conjunto integrado de actuaciones dirigidas a incrementar el capital humano, a través de la integración del conocimiento en el sistema de cualificación laboral que rige las relaciones del trabajo en el área de enfermería.
Hay que considerar la transición del sistema educativo al trabajo, lo cual debería facilitarse mediante una formación de competencias más práctica; con una enseñanza que responda en mayor medida a las necesidades de la formación profesional.
CONCEPTUALIZACIÓN DE DE COMPETENCIAS
La competencia se conceptualiza por su función específica y aplicada a una situación dentro de un contexto, y es definida como la capacidad de cumplir una tarea de manera satisfactoria (Arellano, 2002), como en el caso de la formación de competencias profesionales en el área de de enfermería.
La competencia como función, se define desde la competencia humana general, que es el producto del dominio de conceptos, destrezas y actitudes. Las competencias humanas generales son aprendizajes mayores o comprensivos, resultado de la totalidad de experiencias educativas formales e informales que la persona manifiesta en multiplicidad de situaciones y escenarios como parte de su comportamiento, los cuales se estiman como cualidades valiosas del ser humano y se desarrollan como parte del proceso de madurez, a partir del potencial humano para el aprendizaje, y ante los retos que las diferentes etapas de la vida le plantean a la persona; es decir que son un poder o una capacidad para llevar a cabo multiplicidad de tareas en una forma que es considerada como eficiente o apropiada.
La competencia busca adquirir una capacidad, la cual se opone a la calificación, cuando esta sólo está orientada a la pericia material, al saber hacer. La competencia combina esa pericia con el comportamiento social (Bazdresch, 1998), que es lo que se busca en la formación de competencias profesionales en el área de de enfermería.
La competencia es un conjunto de conocimientos prácticos socialmente establecidos; habrá que señalar que dichos conocimientos no se refieren al solo hacer rutinario, sino que reflejan el desarrollo de determinadas habilidades, desarrollando además estrategias que le permiten utilizarlas creativamente frente a las diversas situaciones que lo demandan, destacando así que lo que se aprende es la competencia, no las realizaciones particulares.
Desde una definición de competencia profesional, se considera que posee competencia profesional, quien dispone de los conocimientos, destrezas y aptitudes necesarios para ejercer una profesión, quien puede resolver los problemas profesionales de forma autónoma y flexible, y está capacitado para colaborar en su contexto profesional y en la organización del trabajo, igual como ocurre en la gestión de la formación de competencias profesionales en el área de de enfermería.
Los términos aptitud, habilidad, capacidad, destreza tienen una vinculación y se integran con el concepto de competencia (Moreno, 1998):
A) Se puede considerar competencia; la aptitud para trabajar en equipo, la capacidad de iniciativa y la de asumir riesgos. Las competencias en la formación de competencias profesionales en el área de enfermería suponen el cultivo de cualidades humanas, para adquirir; por ejemplo, capacidad de establecer y mantener relaciones estables y eficaces entre las personas. Competencia, es algo más que una habilidad; es por lo tanto, el dominio de procesos y métodos para aprender de la práctica, de la experiencia y de la intersubjetividad.
Se comprende la aptitud como una disposición innata, como un potencial natural con el que cuenta la persona y que puede ser puesto en acción, que puede ejercerse, que puede ponerse en movimiento, se afirma que la aptitud es la materia prima, a partir de la cual es posible el desarrollo de habilidades.
La aptitud se desarrolla cuando la persona va teniendo diferentes experiencias de aprendizaje, tanto en su entorno, como en la educación formal; dicho movimiento permite que lo que sólo estaba presente como potencial natural se desarrolle, y como consecuencia de tal desarrollo, se desarrolle también la habilidad, que se evidencia en desempeños que pueden ir teniendo cada vez un mayor nivel de calidad. (Moreno, 1998).
B) Una habilidad , se desarrolla alcanzando diversos grados en su tendencia hacia lo óptimo, la evidencia de su desarrollo, es el logro de niveles de competencia cada vez mayores, hasta llegar, al nivel de destreza, entendida como actuación de carácter técnico o de coordinación hasta neuromuscular. Las destrezas son conceptualizadas como aquellas habilidades que la persona ha desarrollado con un alto nivel de eficiencia.
Los desempeños en los que se manifiesta el desarrollo de una habilidad pueden ser designados como competencias, que evidencian la habilidad. Alcanzar cierto nivel de calidad en un tipo de desempeño, puede designarse también, como haber alcanzado determinado nivel de competencia para una tarea o grupo de tareas específicas. La competencia, hace referencia al dominio de una práctica, sustentado por el desarrollo de alguna o algunas habilidades necesarias para la formación de competencias profesionales en el área de de enfermería.
Por lo tanto, no se puede afirmar que en el proceso de la formación de competencias profesionales en el área de de enfermería, el desarrollo de una habilidad sea consecuencia exclusivamente de procesos cognitivos complementados con la ejercitación en el desempeño de ciertas tareas, porque también, intervienen las actitudes del individuo, como un factor de suma importancia que está presente en el proceso, mediante el cual se pretende que éste desarrolle una habilidad, estimulando o inhibiendo los avances en el proceso mencionado; inclusive los valores y actitudes que el individuo ha internalizado, lo llevan a establecer prioridades en su vida que pueden estimular o desestimular el interés por el desarrollo de determinadas habilidades (Moreno, 1998).
El desarrollo de habilidades en la formación de competencias profesionales en el área de enfermería, tiene como asiento característico, la posibilidad de transferencia en el sentido en que una habilidad no se desarrolla para un momento o acción determinada, sino que se convierte en una cualidad, en una forma de respuesta aplicable a múltiples situaciones que comparten esencialmente la misma naturaleza; por lo cual las habilidades desarrolladas por un individuo configuran una forma personal de resolver tareas o resolver problemas en áreas de actividad determinadas.
La habilidad, se manifiesta en la ejecución del tipo de desempeño a los que dicha habilidad está referida; las habilidades son constructos que se asocian a la realización de determinadas acciones que puede ejecutar el sujeto hábil; de allí que se utilicen en la formación de competencias profesionales en el área de de enfermería las expresiones, desarrollo de competencias y desarrollo de habilidades.
Una tarea es la especificación de las acciones o desempeños eficientes que son característicos de sucesivos niveles o logros en el desarrollo de cierta habilidad, como el argumentar lógicamente, expresar con orden las ideas, pensar racionalmente, relacionar, simbolizar situaciones, realizar síntesis, detectar situaciones problemáticas, recuperar experiencias, manejar herramientas tecnológicas de determinado tipo, en todos los casos, la habilidad o la competencia en cuestión puede describirse en términos de los desempeños que puede tener el sujeto que la ha desarrollado.
Las habilidades en la formación de competencias profesionales en el área de de enfermería, están vinculados a una estructura que implica que para el logro de una competencia determinada se involucra, más que una habilidad específica, una estructura de habilidades (moreno, 1998).
La competencia humana como habilidad general es el producto del dominio de conceptos, destrezas y actitudes; ser competente significa que la persona tiene el conocimiento declarativo (la información y conceptos), es decir, sabe lo que hace, por qué lo hace y conoce el objeto sobre el que actúa. Ser competente también implica, tener la capacidad de ejecución; es decir, el conocimiento procesal o las destrezas intelectuales y psicomotoras para en efecto llevar a cabo la ejecución sobre el objeto. Finalmente ser competente implica tener la actitud o disposición (conocimiento actitudinal) para querer hacer uso del conocimiento declarativo y procesal y actuar de manera que se considera correcta (Villarini, 1996).
2.-COMPETENCIA LABORAL.
Se destaca que el significado laboral de competencia en la formación de competencias profesionales en el área de de enfermería, como simple descripción de algo que debe ser capaz de hacer una persona que trabaje en una área laboral concreta y como una acción, conducta o resultado que la persona en cuestión debe poder realizar, se trata más bien de un punto de vista alternativo respecto del concepto de competencia, al considerar que el conocimiento, la comprensión de la situación, el discernimiento, la discriminación y la acción inteligente subyacen en la actuación y en la competencia; la competencia supone transferencia, respuesta a situaciones nuevas, valores humanos puestos en práctica, conocimiento técnico inteligente y desarrollo de las habilidades que sustentan su logro, lo que podría ser un conocimiento técnico inteligente (Villarini, 1996).
En virtud de que en la formación de competencias profesionales en el área de de enfermería, se recogen las cualidades profesionales como las sociales, la competencia laboral daría cuenta de una nueva estructuración de los estudiantes y trabajadores de la enfermería, que opera en dos sentidos: diferenciándolos de acuerdo con sus funciones y niveles de competencias y homogeneizándolos por objetivos y comportamientos comunes. La formación de competencias profesionales en el área de de enfermería, supondría entonces movilidad de saberes y conocimientos a través del aprendizaje, tanto dentro como fuera del lugar de trabajo, en la vida ocupacional y fuera de ella. Las competencias en la formación de competencias profesionales en el área de de enfermería, aglutinadas de esta forma pueden ser calificadas en las siguientes categorías:
a) el saber hacer de la Enfermera, que comprende lo práctico, lo técnico y lo científico; su adquisición es formal y profesional;
b) el saber ser de la Enfermera, que incluye rasgos de personalidad y carácter, y
c) el saber actuar en enfermería, como servicio profesional, el cual permite la toma de decisiones y la intervención oportuna.
Las competencias aparecen primeramente relacionadas con los procesos productivos, particularmente en el campo científico y tecnológico, en donde el desarrollo del conocimiento ha sido muy acelerado. Éste es el contexto y el texto en el que nacen las competencias laborales, concepto que presenta varias definiciones, entre las que se despunta aquella que las describe, como la capacidad efectiva para llevar a cabo exitosamente una actividad laboral plenamente identificada (Huerta, Pérez y Castellanos, 2000).
Desde la perspectiva de las competencias laborales se reconoce que las cualidades de las enfermeras (os) para desempeñarse productivamente en una situación de trabajo, dependen de las situaciones de aprendizaje escolar formal, y del aprendizaje derivado de la experiencia en situaciones concretas de trabajo.
Por lo mismo, la propuesta se concreta en el establecimiento de las normas de competencia, estas son el referente y el criterio para comprobar la preparación de un individuo para un trabajo específico. Las normas de competencia se conciben como una expectativa de desempeño en el lugar de trabajo, referente con el cual es posible comparar un comportamiento esperado. De este modo, la norma constituye un patrón que permite establecer si una enfermera (o) es competente o no, independientemente de la forma en que la competencia haya sido adquirida.
El modelo de competencia laboral corresponde en esencia a un nuevo paradigma de calificación basado en una forma diferente de organización del trabajo y de gestión de la producción. Su génesis está asociada a la crisis de la noción tradicional de puestos de trabajo y a un cierto modelo de clasificación y relaciones profesionales.
Por competencias laborales en la formación de competencias profesionales en el área de de enfermería se entiende el conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes verificables, que se aplican en el desempeño de una función de la Enfermera. Lo cual involucra una visión global de las calificaciones, tiene en cuenta el conjunto de elementos que necesita el trabajador en el desempeño en el medio laboral. Se trata de modernizar y profesionalizar las relaciones laborales y la gestión de recursos humanos y establecer vínculos entre la capacitación y los procesos de innovación en las empresas.
Las competencias, han generado subsistemas complejos, que son aplicables en el caso de la formación de competencias profesionales en el área de de enfermería, dirigidos a su normalización y certificación Castellanos, (2003).
A) El subsistema de normalización tiene como propósito formular normas de competencia, que deben ser consensuadas entre sindicatos, empresarios y otros actores vinculados a un determinado sector productivo y cuya utilización posterior es voluntaria. Las normas, que deben luego deben ser permanentemente actualizadas, son la referencia básica de los sistemas de competencia.
B) El subsistema de certificación, partiendo de las normas aprobadas y de evaluaciones de los trabajadores, otorga certificados, a través de organismos independientes (de los trabajadores y educadores) respecto a su nivel de competencia.
Para Arellano (2002) la competencia laboral es la construcción social de aprendizajes significativos y útiles para el desempeño productivo en una situación real de trabajo que se obtiene no sólo a través de la instrucción, sino también, y en gran medida mediante el aprendizaje por experiencia en situaciones concretas de trabajo.
Según Bazdresch (1998) la competencia busca adquirir una capacidad, la cual se opone a la calificación, cuando esta sólo está orientada a la pericia material, al saber hacer. La competencia combina esa pericia con el comportamiento social. Por ejemplo, se puede considerar competencia la aptitud para trabajar en equipo, la capacidad de iniciativa y la de asumir riesgos.
De acuerdo con Bunk, (1994) un individuo posee competencia laboral dándole un giro a la concepción de competencia laboral – si dispone de los conocimientos, destrezas y aptitudes necesarios para ejercer una profesión, puede resolver los problemas profesionales de forma autónoma y flexible y está capacitado para colaborar en su entorno profesional y en la organización del trabajo.
Una competencia laboral se define como una serie de conductas, habilidades, conocimientos y destrezas que se asocian al éxito en el desempeño en un puesto de trabajo determinado; por tanto, el modelo, para una empresa determinada, se ha de desarrollar a partir de la identificación de conductas laborales en un grupo de trabajadores con desempeño sobresaliente y exitoso. En otras palabras, se ha de responder dos preguntas generales: qué hacen y cómo lo hacen (Morfín, 1996).
Las competencias se aprenden en la escuela; también del empeño y desempeño del trabajador que por sus cualidades innatas o adquiridas subjetivas, combina los conocimientos teóricos y los prácticos que lo llevan a adquirir la capacidad de comunicarse, de trabajar con los demás, de afrontar y solucionar conflictos, de mejorar la aptitud para las relaciones interpersonales.
En el ámbito de las definiciones se identifican dos fuentes principales:
A.- la competencia laboral, definida desde el mundo del trabajo y
B.- El mundo de la educación.
La diferencia es la concepción del trabajo que establece la competencia como una capacidad que solo se puede desplegar en una situación de trabajo, y en las escuelas y universidades, el concepto parece responder a la misma idea básica, pero la demostración se acepta en situaciones de algunas definiciones desde el mundo del estudio y trabajo (Arellano, 2002).
La competencia laboral en la formación de competencias profesionales en el área de de enfermería, es la construcción social de aprendizajes significativos y útiles para el desempeño productivo en una situación real de trabajo que se obtiene, no solo a través de la instrucción, sino también, mediante el aprendizaje por experiencia en situaciones concretas de trabajo.
La operacionalización en situación laboral, de capacidades que permiten ejercer convenientemente una función o una actividad. La competencia laboral en este sentido, es la aptitud para desempeñar una misma función productiva en diferentes contextos y con base en los requerimientos de calidad esperados por el sector productivo. Esta aptitud se Logra con la adquisición y desarrollo de conocimientos, habilidades y capacidades que son expresadas en el saber, el hacer y el saber hacer (Morfín, 1996).
La capacidad real del individuo para abordar todas las tareas de la competencia laboral, es la habilidad para desempeñarse conforme a los estándares requeridos en el empleo, a través de un rango amplio de circunstancias y para responder a demandas cambiantes de una construcción a partir de una combinación de recursos (conocimientos, saber hacer, cualidades o aptitudes, y recursos del ambiente (relaciones, documentos, informaciones y otros) que son movilizados para lograr un desempeño (Bazdresch, 1998).
La definición de las competencias, y más aún de los niveles de competencias para ocupaciones especificas, se construyen en la práctica social y son una tarea conjunta entre empresas, trabajadores y educadores.
Algunas definiciones desde el mundo de la educación, que son útiles en la formación de competencias profesionales en el área de de enfermería, indican que la competencia, es la capacidad para actuar con eficiencia, eficacia y satisfacción sobre algún aspecto de la realidad personal, social, natural o simbólica, cada competencia es así entendida como la integración de tres tipos de saberes (Pinto, 1999):
A.-conceptual (saber),
B.-procedimental (saber hacer) y
C.-actitudinales (ser).
Son aprendizajes integradores que Involucran la reflexión sobre el propio proceso de aprendizaje. Características personales (conocimiento, habilidades y actitudes) que llevan a desempeños adaptativos en ambientes significativos. Un conjunto identificable y evaluable de conocimientos, actitudes, valores y habilidades relacionados entre sí que permiten desempeños satisfactorios en situaciones reales de trabajo, según estándares utilizados en el área ocupacional.
Para Lasida (2004), por competencias laborales, se entiende el conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes verificables, que se aplican en el desempeño de una función productiva. Lo cual involucra una visión global de las calificaciones, tiene en cuenta el conjunto de elementos que necesita el trabajador como modelo de competencia laboral.
El modelo de competencia laboral en la formación de competencias profesionales en el área de de enfermería, corresponde en esencia a un nuevo paradigma de cualificación basado en una forma diferente de organización del trabajo y de gestión de la producción. Su génesis está asociada a la crisis de la noción tradicional de puestos de trabajo y a un cierto modelo de clasificación y relaciones profesionales (Pinto, 1999).
La competencia laboral como construcción social de aprendizajes significativos y útiles para el desempeño productivo en una situación real de trabajo se obtiene a través de la instrucción, y mediante el aprendizaje por experiencia en situaciones concretas de trabajo (Arellano, 2002).
De acuerdo a Bunk, (1994) un individuo posee competencia laboral si dispone de los conocimientos, destrezas y aptitudes necesarios para ejercer una profesión, puede resolver los problemas profesionales de forma autónoma y flexible y está capacitado para colaborar en su entorno profesional y en la organización del trabajo.
Las competencias o gestión por competencias, son una nueva forma de gestionar y desarrollar a las personas para aumentar la eficacia de la organización. Son un lenguaje para analizar, medir y correlacionar con el éxito el desempeño profesional y un compromiso de gestionar adecuadamente el papel de las personas en la empresa. Desde una definición de competencia profesional, se considera que posee competencia profesional quien dispone de los conocimientos, destrezas y aptitudes necesarios para ejercer una profesión, (Morfín, 1996).
La necesidad de la flexibilidad como cualidad funcional de la competencia profesional del sujeto, es importante para lograr un desempeño exitoso en diferentes escenarios de actuación, es resaltada en la definición de profesional competente, el cual se ofrece en el glosario del documento "análisis ocupacional y funcional del trabajo" (Bunk,1994), cuando se plantea: "competente: es la persona que posee una compilación de habilidades, conocimientos y destrezas y capacidad para aplicarlas en una variedad de contextos y organizaciones laborales". Esta definición integra, en alguna medida, los aspectos estructurales y funcionales inherentes a las competencias; dado a que aunque hace énfasis en los atributos constitutivos de la competencia, deja entrever su utilidad para el desempeño en situaciones contextuales disímiles.
La complejidad de su naturaleza, el carácter multidimensional y su expresión en las actuaciones del sujeto, son peculiaridades atribuibles a las competencias. Con frecuencia; son factores apreciables en profesionales.
CONCLUSIONES
Para construir el concepto propio, personal de competencias y en la formación de competencias profesionales en el área de de enfermería, se abordan las concepciones, del enfoque conductista, basada en la tarea, serían los saberes técnicos, más analíticos y conceptualizados con el uso de la ciencia y la tecnología, el segundo enfoque, que se centra en los atributos generales del profesional, serían los que permiten realizar y transmitir el análisis de las situaciones a las que hay que hacer frente; y un tercer enfoque, el cual vincula el enfoque de los atributos generales, con el contexto en que éstos son empleados, llamado holista o integrado, se refieren a la capacidad de gestión humanística de una situación de salud del sujeto.
Si consideramos los elementos comunes extraídos de las definiciones, se puede acercar un concepto de competencia y en la formación de competencias profesionales en el área de de enfermería, como la combinación integrada de conocimientos, habilidades y actitudes que se ponen en acción para un desempeño adecuado en un contexto de salud dado. Más aún, se habla de un saber actuar movilizando todos los recursos: de la institución, profesión y del trabajador.
Otra definición que se propone en la formación de competencias profesionales en el área de de enfermería, es la de competencia concebida, como la combinación integrada de un saber, un saber hacer, un saber ser y un saber ser con los demás; que se ponen en acción para un desempeño adecuado en un contexto dado de enfermería.
La razón que conduce a ampliar los saberes necesarios, la cualificación tácita o informal, la movilización de conocimientos y saberes de muy diferente naturaleza, el conocimiento de procedimientos, el conocimiento experto y el conocimiento de gestión.
En términos generales, se puede decir que la reorganización de la producción implica un cambio en la cultura productiva de salud, entendida como práctica, conceptos y reglas necesarias para la producción de servicios y bienes de salud.
Además, la organización flexible – caracterizada como ya se citó anteriormente, por la integración de tareas, el trabajo en equipo, la polivalencia y horizontalización de las decisiones -implica necesariamente el uso de nuevas cualificaciones o competencias en términos de atributos del individuo en la práctica productiva dado por las exigencias de la formación de competencias profesionales en el área de de enfermería en los puestos de trabajo.
La inteligencia reflexiva entendida fundamentalmente, como una actitud de alerta frente al cambio; la visión estratégica y la toma de decisiones sobre la marcha son cualificaciones que parecen perfilarse en un sistema productivo, las cuales se caracterizan para y en la formación de competencias profesionales en el área de de enfermería, dado a su orientación hacia la solución de problemas, la productividad, la innovación, la adaptación y por sistemas no autoritarios, dogmáticos, distributivos del conocimiento y del trabajo.
Se puede señalar de las propuestas epistemológicas, que se adecuan a la propuesta de reconceptualizar el aprendizaje ante el nuevo panorama económico de apertura y globalización, los cuales permitan garantizar la eficacia frente a las nuevas condiciones económicas y tecnológicas, es por ello que a los mercados profesionales y ocupacionales se les plantean nuevos retos, debido a que no se trata de una filosofía de la formación clásica del saber hacer, sino que ahora se incorporan nuevas necesidades que la sitúan en un contexto cognoscitivo de aprendizaje con nuevos paradigmas; tal como el paradigma emocional definido por: el ser, en el saber ser persona, que le permita saber pensar.
Además, existe en la formación de competencias profesionales en el área de enfermería, una redefinición de la escuela y el trabajo mismo, que cada vez exige marcos de interacción orgánica que supongan formas innovadoras de integración de redes, con el consecuente incremento de la participación de los grupos empresariales en los procesos educativos.
En esta nueva redefinición de la educación y el trabajo en la formación de competencias profesionales en el área de de enfermería, circula una visión articuladora teórico conceptual, en donde se articula la destreza, la habilidad con los valores, pareciera que se apuesta por una nueva cultura tecnológica que se funda en la iniciativa de la participación y la flexibilidad; es decir, en la cualificación.
En síntesis, para todos los países puede observarse un aumento de la cualificación formal y de las competencias sociales, las cuales se negocian con las empresas. Éstos normalmente derogan las condiciones de trabajo negociadas según el derecho de convenios colectivos, lo que por una parte lleva consigo una debilitación de las representaciones de personal y por otra parte excluye prácticamente la elaboración de derechos de trabajo negociados al nivel colectivo.
VINCULACIÓN, JUSTIFICACIÓN Y APORTES DEL PRODUCTO CON EL PROYECTO DE TESIS DOCTORAL.
El artículo sobre La formación de competencias de enfermería, se vincula y justifica con el proyecto de tesis doctoral sobre el modelo docente y su fundamentación teórica, en la formación de talentos humanos en enfermería en referencia a que se sitúa en el marco de una tendencia dinámica y práctica en la producción de conocimientos, la cual demanda la sociedad, que de acuerdo a los cambios del sistema la educación superior; la sociedad se apoya en el conocimiento y la investigación y en referencia a la salud subyace una nueva tendencia para la asistencia a los usuarios en los centros asistenciales hospitalarios, que requiere de la innovación y la creatividad de los docentes en esta área para emprender un camino hacia la formación de competencias en enfermería.
Se justifica el producto sobre la formación de competencias profesionales en el área de de enfermería, ya que se debe retomar el conjunto de valores la mística de la profesión de enfermería, como un compromiso con la humanidad, por la necesidad de un cambio en la asistencia al colectivo, en función de que el modelo teórico a construir contemple un proceso docente de enfermería, como eje de las interacciones terapéuticas.
Este modelo teórico Incluye el uso de técnicas para la resolución de problemas entre la enfermera y el paciente; según el modelo, tanto la enfermera como el paciente aprenden a resolver juntos los problemas a partir de la relaciones interpersonales.
Tomando en cuenta la formación de competencias de enfermería hospitalaria, se aplica al estudio por lo referido a la necesidad de respuesta con el fin estar preparados para los requerimientos tanto internos y responder a los requerimientos de carácter estratégico a través de la consolidación de las capacidades del personal clave de la organización. Responder y adecuar los planes formativos a los requerimientos actuales, considerando para ello la introducción de los sistemas de información y de comunicación.
Para los aportes del producto al proyecto de tesis, es pertinente considerar las mejoras a los sistemas de formación los cuales, según especialistas consultados, deben estar orientados a: La transición del sistema educativo al trabajo, lo cual debería facilitarse mediante una formación más práctica; La necesidad de plantear una enseñanza con períodos de formación general menos largos, y que respondan en mayor medida a las necesidades de mercado, promoviendo, para ello la formación profesional como alternativa a la universidad y de cara a las necesidades de la empresa. Garantizar una mejor coordinación entre las acciones de las diferentes administraciones y organismos con responsabilidades en materia de formación y de mercado de trabajo.
Desde el punto de vista estratégico organizacional, la formación de competencias profesionales en el área de de enfermería, adquiere un valor importante, por cuanto son considerables los asuntos que se refieren a si todos los individuos tienen las mismas oportunidades desde el enfoque de la formación laboral por competencias de manera tal que competir con otros individuos, es hablar desde una perspectiva de tipo; de sujeto universal, que opuesto al hombre concreto es una postura limitada e incompleta desde los estudios sociales y laborales, como el que se plantea.
El tema principal del enfoque de las competencias en la formación de competencias profesionales en el área de de enfermería, se refiere a la formación del recurso humano. La formación basada en competencias reconoce el aprendizaje adquirido por la experiencia o por cualquier medio optimizado. Así como el tiempo y el esfuerzo realizado de los participantes.
Saber ser (tener iniciativa y motivación), teniendo los requerimientos específicos del contexto en continuo cambio, con autonomía intelectual, conciencia crítica, creatividad y espíritu de reto.
Esto implica pasar de las competencias como "un saber en contexto" a un saber de procesos de desempeño autocríticos de la realidad personal interna y del contexto externo, para ejercer una transformación. Sólo así puede superarse el reduccionismo que actualmente existe sujeto a los privilegios del mercado.
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Autora:
Mirian Salazar
Participante del Doctorado: Innovaciones Educativas 6ª término UNEFA
Caracas, julio de 2009
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