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Desarrollo social y personal


Partes: 1, 2, 3

  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Breve aproximación histórica. Del niño como adulto en pequeño al niño como sujeto de derechos
  4. Nuevos escenarios para el desarrollo social y de la personalidad
  5. Conclusiones
  6. Bibliografía básica

Resumen

En las siguientes páginas se pretende establecer un diálogo interdisciplinar y abierto sobre cuestiones relevantes acerca del desarrollo social y de la personalidad. A partir de una breve reseña histórica del tema desde una perspectiva psicológica, se trata de comprender, con una visión amplia, el progreso humano como marco general del desarrollo social y de las personas. Finalmente, se muestra un bosquejo de la sociedad actual, definida como "sociedad del conocimiento", "sociedad abierta" y "sociedad multicultural".

Palabras clave

Desarrollo social, desarrollo de la personalidad, multiculturalidad, sociedad abierta, sociedad del conocimiento, progreso.

Introducción

El desarrollo social y el desarrollo de la personalidad se conciben en la actualidad como son dos caras de la misma moneda. La "socialidad" es un rasgo de la persona que se construye y se desarrolla a lo largo de toda la vida. A través del proceso de socialización, los niños, adultos y personas mayores adquirimos creencias, valores y conductas que varían en función de su adecuación a contextos culturales específicos. Tanto la psicología social como la psicología de la personalidad tienen como objeto de estudio el individuo: de hecho, la Asociación de Psicología Americana incluye los dos subcampos en las mismas revistas especializadas (el Journal of Personality and Social Psychology y el Personality and Social Psiychology Bulletin). La diferencia estriba en el carácter social de la psicología social – "ciencia de la mente y la sociedad" (Turner en Morales, 1999:2), "estudio científico en que las personas piensan unas de otras, se influyen y se relacionan entre sí" (Myers, 1995:29); mientras que la psicología de la personalidad se centra más en el funcionamiento y evolución interna del individuo. La psicología social tiene una historia más corta y por tanto sus investigadores y su corpus son menos conocidos. El desarrollo social y el desarrollo de la personalidad avanzan unidos, siendo productos de la interacción entre el medio socio-cultural y las influencias biológicas, los cuales nos hacen ser a la vez semejantes y diferentes.

La intención de las siguientes páginas es establecer un diálogo interdisciplinar y abierto sobre cuestiones relevantes acerca del desarrollo social y de la personalidad. Para ello, en primer lugar se hará una breve reseña histórica del tema desde una perspectiva psicológica. En segundo lugar, más allá de los estrictos límites de la psicología y desde oteros propios de la sociología, la filosofía y la antropología, se tratará de comprender el progreso humano como marco general del desarrollo social y de las personas. Finalmente, se mostrarán algunos rasgos relevantes de la sociedad actual, una sociedad que ha sido definida como "sociedad del conocimiento", "sociedad abierta" y "sociedad multicultural". En la exposición se pretende sugerir, dialogar, provocar la reflexión y plantear interrogantes, combinando la teoría y la realidad, aspectos ambos claves en la intervención profesional eficaz. Por esto, no se presentan unas las conclusiones finales. Que sea el lector quien las elabore.

Breve aproximación histórica. Del niño como adulto en pequeño al niño como sujeto de derechos

1.1. Los primeros pasos

Desde una perspectiva histórica[1]puede afirmarse que el estudio global del desarrollo humano de manera sistemática es relativamente reciente. En la época clásica y durante la edad Media apenas existió interés por la infancia, siendo los niños y los adolescentes considerados y tratados como objetos poco valiosos. Hasta después del Renacimiento no surgen escritos sobre las características y educación de los niños desde el campo de la filosofía y la educación (Rousseau, Pestalozzi, Broëbel, Montessori, Claparède…)[2].

Los primeros estudios sistemáticos de los niños datan del siglo XIX, y van ligados a las llamadas "biografías de los bebés". Campe (1746-1818), ligado al movimiento filantrópico alemán, propone en su enciclopedia "Revisión del sistema escolar y de educación", que se lleven a cabo diarios sobre el desarrollo físico y mental de los niños. El primer diario publicado del que se tiene constancia es el del filósofo alemán D. Tiedemann (1748-1803).

Durante el siglo XIX aparecen nuevas publicaciones, habiendo una gran eclosión a partir de 1870. El resorte fue la publicación de un artículo del filósofo francés H. Taine en 1876 titulado "La adquisición del lenguaje en el niño y la especie humana", el cual provocó que Darwin publicase su "Esbozo biográfico de un bebé" en el que recogía observaciones de uno de sus hijos. Es estos libros se observa ya la intención por separar lo aprendido de lo heredado y se entiende que el desarrollo supone la complejización de conductas. Las observaciones del médico Itard en 1801 sobre un niño salvaje de la región francesa de l"Aveiron suscitaron grandes controversias entre biologicistas y culturalistas. Además de la "observación" como método de investigación, en los inicios de la psicología del desarrollo, se usaron en menor medida la experimentación y los cuestionarios. Adolf Kussmaul, médico alemán en su obra Investigaciones de la vida mental del niño recién nacido (1859) publica sus experimentos para comprobar las capacidades sensoriales de los bebés.

Fue Stanley Hall quien realmente generalizó el empleo de los cuestionarios para estudiar las mentes infantiles. El astrónomo belga Quetelet en su obra Sobre el hombre y el desarrollo de sus facultades, o ensayo de la física social (1835) fue el primero en usar procedimientos estadísticos para obtener datos normativos sobre las personas.

1.2. El nacimiento de la psicología de la infancia

En la década de 1880 salen a la luz algunas publicaciones que han tenido un influjo definitivo en el nacimiento de la psicología del desarrollo, siendo sus autores W. Preyer, S. Hall y A. Binet. Preyer publica en 1882 El alma del niño, obra considerada por algunos como la primera obra científica de la psicología evolutiva. Hall es considerado también como el padre de la psicología de la infancia. Interesado en el pensamiento infantil desarrolló un cuestionario para descubrir los contenidos de las mentes de los niños. En su obra Adolescencia (1904) reconoce ésta como una fase peculiar del desarrollo de la persona. Binet es conocido como el primer autor en medir la inteligencia, con su famoso test Binet-Simon. Aunque fue un excelente psicólogo experimental, su praxis metodológica es plural. J. Baldwin es reconocido por sus aportaciones al desarrollo teórico de la psicología evolutiva. En su obra Mental development in the child and the race (1894) describe unas etapas del desarrollo cognitivo, anticipándose de esta forma a Piaget. Contemporáneo a Hall, S. Freud revolucionó la manera de pensar sobre la infancia con sus teorías psicoanalíticas, a partir de los diarios y las observaciones, dando lugar a numerosos y fructíferos estudios en este campo.

1.3. Teorías clásicas y modernas sobre el desarrollo social y de la personalidad

Entre las teorías clásicas suelen citarse la corriente psicoanalítica (Freud, Erikson), el conductismo (Skinnner, Watson, Bandura) y el desarrollo cognitivo de Piaget. Freud sostenía que las personas se mueven guiadas por instintos agresivos o sexuales innatos pero que pueden ser controlados y que gran parte de nuestra conducta se explica por motivos inconscientes reprimidos. Propuso las ya cinco conocidas etapas de desarrollo psicosexual: oral, anal, fálica, latencia y genital. Erikson revisa se centra más en los determinantes socioculturales del desarrollo humano: las personas se desarrollan superando ocho tipos de conflictos, que van desde la confianza frente a desconfianza en la infancia hasta la integridad frente a la desesperación en la ancianidad. Propio del conductismo es la consideración del desarrollo humano como condicionado pasivamente por ambiente, pudiendo ser moldeado por los refuerzos y los castigos. Bandura protesta cuando se le considera conductista, pues rechaza el determinismo observacional de Watson, y dice que su teoría considera a las personas como procesadores activos de la información por medio del aprendizaje observacional; la influencia con el ambiente sería recíproca. Para Piaget el desarrollo y aprendizaje se dan progresivamente siguiendo unos estadios invariantes y es una función de adaptación al ambiente a través de la exploración y el descubrimiento Las personas construyen sus esquemas mentales y se adaptan mediante los procesos de la asimilación y acomodación.

Entre las perspectivas más recientes cabe citar la etología (Lorenz, Tinbergen), la genética de la conducta (Plomin, de Fries), la ecológico-sistémica (Bertalanffy, Bronfenbrenner) y el cognitivismo moderno (Vigotsky). Desde la etología se considera la conducta humana como una función de la información filogenéticamente adaptada. La genética de la conducta trata de responder a esta pregunta de modo descriptivo: ¿en qué modo y medida las variaciones individuales de los fenotipos se relacionan con los genotipos?, ¿en qué grado los genes heredados influyen el rendimiento intelectual y en desarrollo de rasgos de la personalidad como la extroversión, la empatía o la agresividad? La teoría de los sistemas ecológicos concibe el desarrollo como el resultado de la interacción abierta y cambiante entre la persona y el ambiente. La teoría de Vigotsky, propone que los niños se desarrollan en la medida que van adquiriendo instrumentos de adaptación intelectual cercanos a su zona de desarrollo próximo, siendo el aprendizaje colaborativo una estrategia adecuada para conseguirlo.

A modo de síntesis, he aquí algunos supuestos que sobre la naturaleza y el desarrollo humano subyacen en las teorías presentadas, y, que desde una perspectiva global, resumimos así:

  • a. Comprensión de la naturaleza humana. Las posturas oscilan entre aquellos que creen que ya nacemos "programados" y los que creen todo lo contrario. Entre los primeros cabe citar a Rousseau, para quien los niños nacen con un sentido intuitivo de lo bueno y lo malo y a Hobbes, que opina que los niños son egoístas por naturaleza y deben ser controlados por la sociedad. Entre los segundos, John Locke considera que nacemos "tanquam tabula rasa" y por tanto propensos a cualquier aprendizaje. Estos supuestos sobre la naturaleza humana son importantes porque influyen directamente sobre las teorías del desarrollo y en la educación de los niños y siguen teniendo de una u otra forma vigencia. Valgan dos ejemplos:

  • "Dadme una docena de niños sanos, bien formados, y mi propio entorno para educarlos, y os garantizo que escogiendo al azar a cualquiera de ellos lo convertiré en especialista de lo que yo haya seleccionado – médico, abogado, artista, hombre de negocios e incluso mendigo y ladrón, independientemente de sus talentos, aficiones, tendencias, habilidades, vocaciones y de la raza de sus antepasados" (John Watson, 1878-1958)[3].

  • "La herencia y no el ambiente es el principal agente de la construcción del ser humano…Casi toda la miseria y casi toda la felicidad en el mundo no se deben al ambiente…Las diferencias entre los hombres se deben a las diferencias en las células germinales con las que nacieron (Wiggam, 1923:42)[4].

  • b. ¿Son las personas agentes activos o pasivos en su aprendizaje? ¿Cabe una opción intermedia de interacción recíproca?

  • ¿Los cambios habidos (estadios evolutivos) en las personas a lo largo de su vida son graduales y cuantitativos a disruptivos y cualitativos? ¿Existe alguna relación entre los cambios de los primeros años de vida y los posteriores?

  • ¿Puede afirmarse que existen desarrollos normativos válidos y aplicables a toda la humanidad, manifiestos en todos los individuos, o más bien los resultados evolutivos varían en función de las personas? Los que defienden la teoría de los estadios creen que las secuencias evolutivas son universales y por tanto aplicables a todas las personas normales en todas las culturas. (por ejemplo el desarrollo del lenguaje). Sin embargo otros opinan que son las culturas, las subculturas y los rasgos particulares los que definen el desarrollo humano.

Tipo de Aprendizaje ( Activo-Pasivo)

Las personas se mueven por instintos, los cuales pueden canalizarse activamente hacia comportamientos prosociales si son apoyados.

Pasivo. Según el conductismo clásico, las personas son moldeadas por el ambiente. Desde posturas más flexibles del aprendizaje social, Bandura admite que también las personas pueden cambiar el ambiente

Los estadios suponen formas más elaboradas de comprensión sobre sí mismo, sobre los otros y sobre el ambiente, construyéndose de forma activa.

Las personas nacen con ciertos comportamientos filogenéticamente adaptados, los cuales propician conductas evolutivas adaptativas . El aprendizaje es afectado también por la biología

El desarrollo de las capacidades es un proceso socialmente mediado, variable en función de la cultura, la educación y el aprendizaje

Desarrollo continuo y gradual de las habilidades de procesamiento de la información social y otras cualidades socialmente valoradas

Aprendizaje activo. El comportamiento propio es interpretado o atribuido a factores internos o externos. Importancia del aprendizaje colaborativo y de la zona de desarrollo próximo.

Tipo de Desarrollo(Continuo-Discontinuo)

Desarrollo discontinuo, subrayando los estadios del desarrollo psicosexual (Freud) o psicosocial (Erikson)

Desarrollo continuo y gradual de respuestas aprendidas, las cuales conforman los hábitos

Discontinuo. Los estadios de desarrollo cognitivo son cualitativamente distintos, siendo necesario superar uno para pasar al siguiente

El desarrollo suele ser continuo pero algunas capacidades adaptativas surgen bruscamente en períodos sensibles, como por ejemplo la pubertad.

Se da una continua y recíproca interacción entre la persona y sus sistemas ambientales, lo cual propicia el desarrollo. Los atributos heredados pueden afectar el desarrollo.

Existe un cambio continuo entre el individuo y el entorno, pero también pueden darse cambios bruscos, como por ejemplo a la muerte de un ser querido.

La persona influye y crea ambiente, pero también puede ser determinado por él, sin que se dé cuenta

Comprensión de la Naturaleza Humana

Tanto la biología (instintos, maduración) como las acciones educativas determinan los estadios de desarrollo de la persona.

Lo importante son los comportamientos y éstos, son fruto del aprendizaje.

La herencia y la educación son igualmente decisivas. Son necesarias unas predisposiciones, las cuales necesitan del ambiente adecuado para desarrollarse

El comportamiento humano está filogenéticamente adaptado y necesita un ambiente adecuado para su manifestación

Se subraya la fuerza de la herencia en las diferencias individuales, aunque los últimos esfuerzos tratan de conciliar herencia y ambiente

La interacción entre genotipo y ambiente se dan de manera continua.

Capacitados por las rasgos genéticamente heredados, provocamos conductas en los otros y seleccionamos ambientes apropiados

Conceptos

 

edu.red

 

Teorías y autores

PSICOANÁLISIS

Freud, Erikson

(Finales del XIX y Siglo XX)

CONDUCTISMO

Clásico: Watson, Skinner

Aprendizaje Social: Bandura

(Finales del XIX y Siglo XX)

DESARROLLO COGNITIVO

Piaget

(A partir de 1930)

ETOLOGÍA

Lorenz, Tinbergen, Bolwby, Hinde, Archer

(A partir de 1930)

GENÉTICA DE LA CONDUCTA

Plomin, De Fries, McClearn

(A partir de los "70)

PERSPECTIVA SISTÉMICA

Bertalanffy, Bronfenbrenner

(A partir de los años "50)

COGNITIVISMO MODERNO

Vygotski ( Primera mitad del siglo XX, aunque su reconocimiento ha sido posterior)

Tabla 1: Aportaciones teóricas al desarrollo social y de la personalidad

Fuente: Varios. Elaboración propia

1.4. El niño como sujeto de Derechos

La Convención de los Derechos del Niño (C.D.N.) en 1989 supuso un gran avance humanístico y cultural. Ha significado el fin de una etapa en la que el niño era considerado como objeto a otra en la que es considerado como sujeto, es decir con derecho a participar en todo lo que le concierne[5]

Las leyes y normas sociales son a la vez punto de llegada y punto de partida. En efecto, la C.D.N. es fruto de la evolución de distintas disciplinas, de hallazgos científicos e intervenciones sociales en el campo de la infancia; en este sentido recogen los últimos avances de ese saber y esas prácticas sobre los niños. Pero también marcan un referente de actuación para los profesionales de la psicología y la educación y la misma sociedad. El problema puede surgir cuando estos derechos universales se traducen a culturas y situaciones diversas. Sobre este tema, Casas Aznar (1993:29-30)[6] afirma que "las representaciones sociales que sobre la infancia tiene cada conjunto de población en cada momento histórico conforman buena parte de los elementos más sutiles, pero también más básicos del "contexto social", en que los niños viven y crecen. El contexto social en que se desenvuelven los niños está configurado no sólo por elementos materiales, sino también por los elementos actitudinales (es decir, psicosociales), que los adultos de nuestra sociedad mantienen hacia la población infantil". Según este mismo autor, hay tres campos de investigación de interés fundamental sobre la representación social de la infancia por parte de los adultos:

  • las relaciones y dinámicas intrafamiliares

  • las actitudes generales de la población hacia la infancia

– la consideración de la infancia por parte de los Medios de Comunicación Social.

Si estamos de acuerdo con Wittgenstein (1995)[7], cuando afirma que el lenguaje no puede ser descrito sin tener en cuenta el contexto de su uso y que los conceptos son tan fluidos que no pueden ser definidos estrictamente, entonces la única manera de entender el significado de un concepto es su uso. De aquí se sigue que:

  • a. Los derechos de los Niños, reflejados en la C.D.N. necesitan ser "traducidos" a los lenguajes de las diferentes culturas. Ello requiere investigaciones endógenas encaminadas a la descripción, análisis e interpretación de conceptos tales como "bienestar social", "calidad de vida", "valores", "tradiciones", y expectativas" de un pueblo con respecto a los niños, sus necesidades tanto por déficit como por desarrollo.

  • b. Como la infancia ha sido y sigue siendo un término en evolución de difícil limitación y muy manipulado, es necesaria una mayor reflexión sobre:

  • Políticas y actuaciones sociales de los gobiernos.

  • La visión y trato que los M.C.S. dan a la infancia.

  • La consideración del Niño en el ámbito familiar.

  • El niño en la estructura y cultura social.

  • Las actitudes de los adultos hacia los niños.

  • El ámbito teórico del conocimiento social de tales derechos.

  • Las formas o procedimientos sociales de actuación con respecto los niños.

  • Las actitudes sociales con respecto a los niños.

Nuevos escenarios para el desarrollo social y de la personalidad

Afirma Bronfenbrenner (1987) que el ambiente ecológico se concibe como un ejemplo de estructuras seriadas, cada una de las cuales cabe dentro de la siguiente, como las muñecas rusas. En el nivel más interno está el entorno inmediato que contiene a la persona en desarrollo. Puede ser su casa, el laboratorio o la sala de test. Esas estructuras sociales se relacionan entre sí y sus interconexiones pueden ser tan decisivas para el desarrollo como lo que sucede dentro del entorno inmediato. El ambiente se involucra con aspectos que trascienden lo inmediato –microambiente-, con sistemas exteriores que le afectan y lo configuran en estructuras más amplias.

Esta metáfora bien pudiera aplicarse al desarrollo social y de la personalidad. Los seres humanos evolucionan arropados por diversos sistemas y subsistemas formando un haz de relaciones recíprocas. Si se acepta esta visión, una concepción de la psicología únicamente centrada en sí misma o producto de experimentos de laboratorio no tiene sentido, aunque esto haya sucedido con frecuencia. El psicólogo social y el experto en temas de personalidad debe ser ante todo un profesional abierto a la realidad. Su lenguaje sólo tendrá sentido en el contexto de uso, de las necesidades, intereses y expectativas del cliente. Por esto, las páginas que siguen quieren establecer un diálogo entre lo expuesto hasta aquí y dos aspectos clave interdisciplinares: a) la visión histórica del progreso humano; b) la concepción del tipo de sociedad a construir. Creemos que ambos han sido y siguen siendo decisivos en la construcción de la psicología social. En el desarrollo de las personas ha sido paralelo al desarrollo de la sociedad en particular y de la humanidad en general bajo el concepto de progreso. Finalmente, sacaremos unas conclusiones aplicables a la psicología social y de la personalidad.

2.1. Más allá de la psicología. Un diálogo interdisciplinar sobre el progreso, el desarrollo social y humano

Para contestar a la pregunta de cómo se ha entendido el progreso y el desarrollo social y humano, visitaremos algunos autores que nos parecen relevantes.

2.1.1. La idea de progreso como motor del desarrollo

J. Bury (1971) alega que es interesante el estudio histórico de la idea de Progreso ya que ha servido para dirigir e impulsar toda la civilización occidental ante la que se subordinan siempre todas las teorías y movimientos de carácter social. Hasta tal punto esto es así que la frase civilización y progreso ha quedado estereotipada para indicar el juicio bueno o malo que atribuimos a una determinada civilización según sea o no progresiva. El progreso, afirma, ha venido a reemplazar la esperanza de felicidad en otro mundo, siendo Francia la gran generadora de la evolución histórica de la idea de Progreso. Esta es un tipo de idea – como por ejemplo las de "providencia" o "destino", que tiende hacia una meta humana, aunque no sabemos si es la deseable como tampoco podemos probar que su arribo feliz se deba enteramente a la voluntad humana. Es una idea verdadera o falsa, pero no puede probarse su verdad o falsedad.

Las coordenadas esenciales del Progreso son el tiempo y el espacio. Se puede pensar que la civilización ha avanzado gradualmente durante el pasado, pero la idea de Progreso no aparece hasta que se concibe que la civilización esté destinada a avanzar indefinidamente en el futuro. Las ideas necesitan de un clima intelectual; por esto Bury trata de mostrar que el clima intelectual de la Antigüedad clásica y de los tiempos que la siguieron no era propicio para el nacimiento de la doctrina del Progreso, siendo el Renacimiento la edad favorable para su desarrollo.

Condorcet es una estrella fulgurante en la época de la Revolución Francesa. En su obra "Bosquejo de un cuadro histórico del Progreso el espíritu humano" resume el proyecto de la Historia de la Civilización a la luz de la Historia del Progreso. Los filósofos, incluido Rousseau, habían ignorado la memoria social y la tradición; creían que bastaba con legislar. Amigo de Turgot e impregnado de las ideas enciclopedistas, Condorcet pretendía mostrar los cambios sucesivos de la sociedad humana, la influencia que cada instante ejerce sobre el siguiente y así, en sus modificaciones sucesivas, el avance del género humano hacia la verdad o la felicidad[8]. La idea del progreso del saber había dado origen a la idea del Progreso social y seguía siendo su fundamento. Por tanto era lógico e inevitable que Condorcet entendiese el Progreso en el saber como la clave para marcha del género humano. Para él la idea de progreso era la igualdad y felicidad de los individuos, y la igualdad entre todos los pueblos de la tierra: una civilización uniforme en todo el mundo y la desaparición entre razas avanzadas y retrasadas.

La Exposición de 1851 marca un hito en el desarrollo de la idea de Progreso, entendido como progreso material. El tren, la máquina de vapor se convierten en la bandera de los pueblos civilizados. Esta exposición fue el reconocimiento público del progreso material, del tiempo y del creciente poder del hombre sobre el mundo físico. Aquí se mostró que el desarrollo del progreso humano inscrito en cada conquista sucesiva del intelecto. Víctor Hugo anuncia una nueva época para el mundo en la que el hombre caminará libremente por un sendero glorioso, liberado de la cadena del pasado.

Hacia 1860, concluye Bury, la Idea de Progreso entró en el tercer período de su historia. Durante el primer período, hasta la Revolución Francesa, había sido utilizada accidentalmente; se la daba por sentada y no era examinada a fondo por los filósofos ni por los historiadores. En el segundo período se intuyó su inmensa significación y se iniciaron investigaciones para encontrar una ley general que la definiera y la fundamentara: se inició el estudio de la sociología y, al tiempo, los impresionantes resultados de la ciencia aplicada a las necesidades y comodidades de la vida hicieron cobrar importancia a la idea, que se armonizaba con la noción de "desarrollo", que era moneda corriente en las ciencias naturales y en metafísica.

La aportación del "Origen de las especies" de DARWIN cambió la noción del progreso biológico fijo, pues desmintió el dogma de la inmutabilidad de las especies y explicó las causas reales del transformismo.

2.1.2. Progreso natural y Progreso histórico

Para Collingwood la historia es una forma de pensamiento que consiste en plantear preguntas sobre los actos de los seres humanos realizados en el pasado. Su finalidad es el autoconocimiento: "El valor de la historia, por consiguiente, consiste en que nos enseña lo que el hombre ha hecho y en este sentido lo que es el hombre"[9] .

En el siglo XIX el término progreso escondía dos acepciones: progreso en la historia y progreso en la naturaleza. Collingwood distingue progreso y evolución, entendida ésta como progreso en la naturaleza: En un sentido, llamar evolutivo a un proceso natural es lo mismo que llamarlo progresivo, ordenado y mejorado, no sólo modificado. Ahora bien, para interpretar un acontecimiento como mejora con respecto al anterior, es decir, emitir un juicio de valor, se necesitan unos criterios de comparación. Para Kant, sólo existía una forma de valor independiente de los propósitos humanos: el valor moral de la buena voluntad, según lo cual, el proceso evolutivo ha sido realmente progresivo, porque ha conducido a través de una serie determinada de formas hacia la existencia del hombre, criatura capaz de bondad moral.

Antes estos razonamientos, ¿puede hablarse de una "ley natural" que garantice la mejora en el proceso evolutivo, que garantice la mejora de la naturaleza humana como el producto más noble del proceso evolutivo?. Una contestación afirmativa supondría aceptar estos supuestos:

  • a) El hombre es el valor absoluto. El proceso ordenado de la naturaleza ha desembocado en su existencia.

  • b) El hombre está también sujeto a la ley natural, luego cada uno de las nuevas formas específicas de organización social – arte, ciencia, etc…- son necesariamente una mejora respecto a la última.

Estos supuestos también podrían negarse. Es tal caso, ¿existiría una ley del progreso o éste depende de cada caso particular?

El progreso histórico puede entenderse como otro nombre que se da a la actividad humana en cuanto sucesión de actos, cada uno de los cuales surge del anterior. Si la idea de progreso histórico se refiere a algo, ha de ser al hecho de que cobran existencia no solamente nuevas acciones, pensamientos o situaciones que pertenecen al mismo tipo específico, sino nuevos tipos específicos y mejorados. El dividir la historia en períodos decadentes y de avance, de grandeza y primitivismo no es, pues, históricamente verdadera. El dogma del progreso histórico único, que llega hasta el presente y el dogma de los ciclos históricos, es decir de un progreso múltiple que conduce hacia las "grandes edades" y luego a la decadencia son meras proyecciones de la ignorancia del historiador sobre la pantalla del pasado

Si Einstein logra un adelanto sobre Newton, lo hace porque conocía el pensamiento de Newton, sus problemas y cómo los resolvió. Algo parecido sucede con cualquier otro progreso: por ejemplo, si queremos abolir el capitalismo y la guerra y dar existencia a algo mejor, tenemos que empezar por comprenderlos. La comprensión del pasado es necesaria para que, más allá de mero cambio, haya progreso sólido.

2.1.3. Origen y meta de la historia

Afirma K. Jaspers: "Nuestra memoria del pasado está llena de lagunas; el futuro permanece en la sombra. Solo el presente pudiera aparecérsenos con toda claridad, puesto que estamos en él por entero. Pero justamente por esta razón es opaco a nuestra mirada, pues únicamente podría hacerse claro si conociéramos plenamente el pasado, del que procede, y el futuro que late en su seno. Quisiéramos darnos cuenta de la situación de nuestro presente; pero esta situación implica posibilidades latentes y ocultas que solo se hacen visibles cuando se realizan".[10] Jaspers asume ir inspirado como por un artículo de fe, por la convicción de que la humanidad tiene un origen único y una meta final. Pero no conocemos en absoluto ni este origen ni esta meta.

¿Existe una estructura de la historia universal? Según este mismo autor, en Occidente, la filosofía de la historia ha estado fundada sobre la creencia cristiana, pero ésta es una creencia, no la creencia de la humanidad. Si hubiera un eje de la historia universal, habría que encontrarlo empíricamente en unos hechos que valieran para todos los hombres. Este eje se hallaría allí con ha germinado lo que desde entonces el hombre puede ser. Y parece ubicarse hacia el año 500 antes de Jesucristo. Allí está el corte más profundo de la historia, donde el hombre tiene su origen. A esta época JASPERS la llama "tiempo-eje". La historia total se articula en tres fases sucesivas: la larga prehistoria, que comprende la humanización del hombre, pasando por la formación de la lengua y las razas, hasta el comienzo de las culturas históricas. La historia, que comprende los sucesos de cinco mil años en la China, India y es cuando surgen las grandes viejas culturas. La historia mundial, una realidad incipiente de unidad planetaria, de historia universal.

"La creencia en el progreso ignoraba que el progreso se limita a la ciencia y la técnica y que sería imposible que de ellas resultase el progreso para la totalidad del ser humano" (Jaspers, 1985:163)."La idea del progreso tiene su raíz en la ciencia y la técnica, y es en ellas solamente donde cobra su verdadero sentido" (Id. p. 191). El hecho es que la técnica ha producido una enorme ruptura en la historia de la humanidad, cuyas últimas consecuencias podemos anticipar. Nuestra situación históricamente nueva, decisiva por primera vez, es la real unidad de la humanidad sobre la Tierra. El planeta ha llegado a ser para los hombres un todo dominado por la técnica de las comunicaciones. Hay progreso en el saber, en la técnica, en los supuestos y condiciones para nuevas posibilidades humanas, pero no en la sustancia del ser del hombre.

2.1.4. Progreso, desarrollo y fin de la historia

Hace unos años tuvo gran éxito un ensayo de F. Fukuyama, "¿El fin de la historia"?, publicado en 1989 en la revista The National Interest, Fukuyama afirma que es posible que "lo que estamos presenciando no sea simplemente el final de la guerra fría o el ocaso de un determinado período de la historia de la posguerra, sino el final de la historia en sí; es decir, el último paso de la evolución ideológica de la humanidad y de la universalización de la democracia liberal occidental, como forma final de gobierno humano" (Fukuyama,1989:85). "Los principios fundamentales no han progresado demasiado desde 1806" (Id., p. 96). Después de Hegel, los acontecimientos han contribuido a divulgar el estado homogéneo universal. La historia ha llegado a su término: lo que hay detrás de la aparente amalgama de acontecimientos actuales es la historia de la ideología. El comunismo y el fascismo como alternativas al liberalismo han muerto, aunque según este autor aún quedan dos opositores: la religión y los nacionalismos. En la historia contemporánea, sólo el islamismo ha presentado un Estado Teocrático como alternativa política tanto al liberalismo como al comunismo, pero su doctrina no es muy atrayente para los que no son musulmanes y es difícil que el movimiento adquiera una categoría mundial.

Este fin de la historia será triste: "La lucha por el reconocimiento, la disposición a arriesgar la propia vida en nombre de un fin puramente abstracto, la lucha ideológica universal que daba prioridad a la osadía, el atrevimiento, la imaginación y el idealismo se verá sustituidos por el cálculo económico, la interminable resolución de problemas técnicos, la preocupación por el medio ambiente y la respuesta a las sofisticadas necesidades del consumidor. En la era posthistórica no existirá ni arte ni filosofía: nos limitaremos a cuidar eternamente de los museos de la historia de la humanidad…Siento nostalgia de aquellos tiempos en que existía la historia…Quién sabe si esta misma perspectiva de siglos de aburrimiento, al final servirá para que la historia vuelva a empezar" (Id., p. 96).

2.1.5. La crisis del capitalismo liberal. Hacia la sociedad abierta.

En "La crisis del capitalismo global", George Soros parte de una afirmación básica y que quizás parezca paradógica en él – un gurú de las finanzas y uno de los hombres más ricos del mundo-, a partir de la cual construye todo su discurso: "La economía global se está viniendo abajo", lo cual supone una amenaza no sólo para el capitalismo, sino para toda la sociedad. "Vivimos en una economía global, pero la organización política de nuestra sociedad global es deplorablemente insuficiente. Nos vemos privados de la capacidad de mantener la paz y de contrarrestar los excesos de los mercados financieros." (Soros, 1999:21).

Este es el problema, que lleva al autor a plantearse algunas cuestiones: ¿Cómo se ha llegado a esta situación? ¿Cuáles son los síntomas del problema? ¿Qué alternativas hay para su solución?

Tratando de contestar a las preguntas anteriores, Soros analiza los principios teóricos que sustentan el capitalismo actual – como, por ejemplo, la fe ciega en las fuerzas del mercado -, y concluye que este fundamentalista del mercado nos ha llevado a un callejón difícil de salir, pero no imposible. Soros no sólo critica, también propone alternativas, que pasan por redefinir y hacer viable la sociedad abierta. "Este libro intenta sentar las bases de una sociedad abierta".

Una sociedad abierta global no puede formarse sin que la gente suscriba unos principios básicos. Los principios de la sociedad abierta se resumen en los siguientes:

– El individuo hipotecado y la falibilidad, que significa que nadie tiene el monopolio de la verdad, deben ir acompañados de un impulso positivo para cooperar a nivel global, a escala mundial.

– La democracia participativa, la economía de mercado y los mecanismos para regular los mismos.

Los valores universales, bajo la tutela de la ley y de las instituciones , que se proponen son el pluralismo, la tolerancia y la moderación, el imperio de la ley, as instituciones.

2.1.6. Un encuentro con bastantes preguntas y respuestas abiertas

El progreso humano es el marco general donde tienen lugar el desarrollo social y el desarrollo de la personalidad. Por esto hemos dado unas pinceladas del mismo desde una perspectiva histórica. He aquí algunas cuestiones que planteamos al final de nuestro recorrido:

  • a) La psicología social y la psicología de la personalidad, la sociología, la filosofía, la antropología social tienen por objeto común de estudio la persona, aunque en distintas dimensiones (cognitiva, social, evolución, ética, afectiva

  • b) Sobre la naturaleza y finalidad del progreso humano, el desarrollo social y el desarrollo de la personalidad cabe plantearse las siguientes cuestiones:

  • ¿De qué tipo de progreso y desarrollo humano-social hablamos? ¿Progreso de la naturaleza, del ser biológico, de la cultura social, del bienestar social y material, del ser humano como tal?

  • ¿Qué relación existe entre el progreso humano, el desarrollo social y la evolución de la persona? ¿Puede hablarse de factores determinantes o factores relacionados?

  • ¿Cuál es la esencia del progreso y desarrollo social? ¿El pensamiento y las ideologías, el bienestar social, la felicidad para todo el género humano, la ética?

  • ¿Puede afirmarse que hay leyes invariables y estructuradas sobre la naturaleza humana que determinan el progreso y desarrollo social, así como la evolución de las personas hacia metas positivas?

  • ¿Realmente puede hablarse de una dirección del progreso y desarrollo social? ¿Las realizaciones históricas no serán sino variaciones de grado sobre un mismo tema? ¿Hay cambios sustanciales en la naturaleza humana? ¿Podrá haberlos en el futuro?

  • ¿Hasta qué punto el desarrollo de la personalidad es diferente entre los individuos?

  • ¿Existe un progreso natural y un progreso histórico diferente? ¿El progreso evolutivo puede entenderse como progreso natural, progresivo y mejorado?

  • ¿Existe alguna meta para la historia humana? ¿Cuál sería? ¿La humanización del hombre, la libertad, quizás? ¿Y qué es ser hombre?

  • ¿Existe una único origen para la idea de progreso, la idea del desarrollo y la idea de evolución de las personas

  • c) Sobre las fuentes y condiciones del progreso

  • ¿Por qué vías el ser humano progresa y se desarrolla? ¿Cuál es el motor del progreso y el desarrollo social? ¿Qué factores indicen el desarrollo de la personalidad? ¿En qué medida la herencia y el ambiente determinan o influyen en el el desarrollo y la personalidad? ¿Puede afirmarse que el progreso está ligado a una determinada ideología o praxis social?

  • ¿En qué medida el progreso, el desarrollo social y la evolución de los sujetos es una función del el tiempo y el espacio

  • d) Sobre cómo saber que hay progreso y que el progreso es adecuado

  • ¿Cuáles son los criterios para saber si hay adecuado progreso y desarrollo social y de la personalidad? ¿Es la persona humana el criterio último y definitivo o hay criterios externos a la misma? ¿Puede decirse – siguiendo a Fichte – que la historia del progreso es la historia de la realización de la libertad, del desarrollo de un Espíritu?

  • ¿Los estudios de las realizaciones humanas desde una perspectiva histórica reflejan una entidad propia o es la historia una recreación del pensamiento pasado en la mente del historiador?

  • ¿Quién fija los criterios del progreso y desarrollo social y de la personalidad?

  • Partes: 1, 2, 3
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