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Influencia China en Chile y latinoamerica

Enviado por Pablo Baeza


    ¿Cómo la sociedad contemporánea responde al legado de la globalización? – Monografias.com

    ¿Cómo la sociedad contemporánea responde al legado de la globalización?

    La historia cultural de occidente en la época contemporánea, es un verdadero laboratorio antropológico y social. Los cambios radicales y poco graduales dejaron entrever sucesos únicos. Éstos marcaron de forma decisiva los fenómenos actuales en todo el mundo, incluyendo Asia y Oceanía.

    En este ensayo se tratará la interacción de Asia, específicamente China en occidente y sus repercusiones tanto políticas, económicas, militares y sociales. También se ligará con nuestro contexto nacional, puntualmente en el tema de la inmigración y sus efectos en nuestro país.

    ¿Las inmigraciones de mediado del siglo XIX en Chile y el resto de Sudamérica fueron resultado de los primeros atisbos de la globalización?

    Para entender si es efecto o no de la globalización o su versión primigenia, hay que considerar el análisis de varios factores: económico, cultural, social y momento histórico.

    "(…) El empresario turístico Hexing Wang y presidente de la Asociación Gremial de Empresarios Chinos, describe el perfil de sus compatriotas que han llegado al país, especialmente tras la aplicación del tratado comercial: la mayoría son hombres, que después traen a sus esposas. Tienen entre 20 y 40 años y provienen de las provincias del sur de su país. Su escolaridad mínima es de cuarto medio, en el caso de quienes llegan a montar pequeñas empresas de importación y exportación, y una formación universitaria, en el caso de los inversionistas en minería, celulosa y vinos, entre otros (…)".[1]

    Economía. Como ya se mencionó, este ensayo se enfoca en China y su relación con Latinoamérica, específicamente Chile. China había estado incursionando en varios tipos de sistemas económicos, para poder integrarse en los mercados de la zona oriental. Se puede creer que con la llegada de Mao, el dictador chino, la economía se cerraría como lo hizo Rusia con las políticas económicas de Stalin, inspiradas en un anticapitalismo y pro centralismo y autogestión. El solo hecho de que China mantuviese a Hong Kong como una joya comercial, con integración de empresas capitalistas y prácticas de las mismas como deportes, música, tecnología, etc. Significó que China mostrará al mundo una intención de mantenerse conectada. Principio fundamental de la globalización –aunque en el caso chino, la globalización es parcializada y semipermeable, debido al alto control de Estado sobre materias de comunicación de redes desde el uso d encomiendas y cartas en los años 20, o el control total sobre las plataformas de internet al día de hoy-.

    En épocas más tempranas, se dedicaron exclusivamente al mercantilismo de productos manufacturados, principalmente textiles y de especias. En el contexto americano, tuvieron nexos comerciales primeramente con México, Panamá, Cuba –bajo dominio de España-, y Perú. La situación con Chile fue excepcional, tema tratado más adelante en este mismo ensayo.

    Cultura. El proceso de adaptación de culturas con los inmigrantes en Chile no ha llegado muy lejos. Desde la integración de las primeras colonias completas a Chile pasando por la Guerra del Pacífico, siempre se ha mantenido una heterogenia en este aspecto. Las influencias nacionales sobre las tradiciones y costumbres de los inmigrantes no han sido inquisitivas. En el caso particular de los chinos, siguen manteniendo sus tradiciones religiosas y familiares. Nuestras culturas no nos muestran mayor interés la una respecto de la otra, generando una simbiosis pasiva, manteniendo un estado de bien estar social y cultural, es decir sin enemistarnos como sociedad chilena contra el pueblo chino

    En otros casos como en la colonia Croata, presente desde hace muchos decenios en nuestro país, quienes arribaron en un plan de colonización de tierras australes. Cometieron graves hechos contra la humanidad por su cultura, asesinaron y extinguieron todo un pueblo indígena llamado Selknam u Onas. El gobierno de la época, poco hizo por los problemas de comunicación que había y la ignorancia y hasta inocencia sobre el tema.

    Social. Las colonias de inmigrantes en Chile comparten el mismo fenómeno de otros lados del mundo: Sectorización étnica. Éste promueve una concentración de sujetos del mismo origen en una localización determinada. Los chinos se concentraron en un principio en Antofagasta, generando pequeñas industrias. También fueron los precursores de los primeros atisbos de "narcotráfico" a inicios del siglo XX con la venta de opio y fumaderos clandestinos. Labor compartida con árabes quienes tenían la misma afición e igualmente concentrados en la zona norte del país.

    Una de las mayores colonias en Chile es (o fue) la croata y haremos un alto en la línea de éste ensayo para analizar brevemente a la colonia más numerosa que ha tenido Chile.

    Su grupo social cargado de una cultura desplaciente e ignorante por culpa de la Gran Guerra, motivados por ambiciones materiales, acabaron con la vida de cientos de Selknam en tierra del Fuego, práctica avalada por el gobierno eugenésico de la época y el gobierno regional de Manuel Señoret.

    "Ya anteriormente los mineros los habían maltratado sin piedad –los croatas que se mencionaron-, arrebatándoles sus mujeres e hijos. Las mismas caravanas que con propósitos meramente científicos han cruzado la isla, han hostilizado a los naturales, de manera que la tradición de estas cruentas luchas en el pasado i los choques frecuentes en el día con los ganaderos que defienden sus majadas, a bala en ocasiones, contribuye a mantener entre indíjenas u blancos una desconfianza mútua que acarrea sucesos sangrientos". [2](Se ha mantenido la gramática del castellano antiguo, transcripción literal del texto)

    Probablemente impregnados con las ideas del imperio Austro-Húngaro que empezaba a desaparecer, escapando muchos a Chile. Esto es negado en la misma fuente oficial de los croatas en Chile "(…) Los primeros croatas llegados a Chile -a comienzos del siglo XIX-, eran marineros de la costa dálmata y se asentaron en la naciente zona magallánica, trabajando en las estancias; buscando oro, construyendo barcos y abriendo los primeros astilleros regionales. Se enrolaron en la Armada o iniciaron los primeros negocios de transporte marítimo entre las ciudades de la región y el país."[3] Por otra parte los hechos históricos confirman que las intenciones no eran tan buenas como su misma sociedad y cultura pretenden hacer ver. Junto con los croatas llego Julio Popper conocido como el asesino de Onas o "genocida de Selknam".

    Volviendo con las colonias chinas, estas aparejan un sistema muy distinto a los croatas (en otra escala). Consideran que mientras menos interactúen y obstruyan a sus vecinos, mejor para ellos –enseñanzas confucionistas, que el comunismo de Mao no pudo erradicar del inconsciente colectivo-. Incluso en temas tan simples como el comercio a baja escala no caen en prácticas predatorias de mercados (pudiendo hacerlo), o competencias. Su interés económico incluso es altruista y egoísta consigo mismo –a nuestros ojos- por su abnegada entrega al trabajo. Bien podemos observar esto con la incipiente industria gastronómica asiática en Antofagasta. El comercio nunca rechazo el sistema chileno y a la vez ellos pudieron subsistir.

    En el momento histórico, los chinos como ya se mencionó tuvieron y tienen un papel preponderante en Chile y el resto de Latinoamérica.

    En un ordenamiento cronológico y geográfico; los primeros chinos o "culíes" del inglés coolie, arribaron en suelo americano a principios del siglo XVII. Según el censo del Marqués de Montesclaros, en 1613 había 38 chinos en la ciudad de Lima, cómo ya se ha dicho realizando prácticas artesanales o de producción a baja escala.

    Los tratos vejatorios contra el pueblo chino comenzaron a partir de otros esclavos o personas pertenecientes a otras etnias –para motivos de este ensayo el término "raza" quedará excluido, ajustando la terminología etnia a un alcance más general que literal. El motivo es adaptar el lenguaje a las nuevas convenciones antropológicas donde se considera la no existencia de las razas-.

    "Ellos debieron de arribar al Perú a través de Acapulco, de donde se embarcaba la mercadería china con destino al Callao. Estando en el Perú, fueron tratados mal por la competencia de mestizos y negros libres, quienes los consideraban una de "castas inferiores". Esto demuestra una temprana discriminación y una animosidad del pueblo peruano contra los chinos, sobre todo por parte de la clase baja."[4]

    En este mismo texto citado, se hace mención a dos intervenciones de chinos en la prensa -protoperiodismo- entre 1649 y 1652, donde obviamente era en ataque a los chinos y su laterización.

    Con el colonialismo, el padre de un prócer de nuestra patria, don Ambrosio O"Higgins, también aportaría en el tema chino en américa. Su proyecto era poblar ciertos sectores peruanos con mano de obra china. La experiencia en Filipinas –sobre el intercambio de sedas y su experticia mercantil, que bien sabían de ello los mexicanos-, pensaba crear algo parecido en Perú. La locación geográfica demandaba tener un puerto de alto tráfico para incentivar la economía en la región, la única forma sería industrializar en menor escala las cosas peruanas y agregar un valor extra –y de paso un interés-.

    "(…) convencido de que en Manila –capital de Filipinas hasta la fecha-, por ejemplo, a través de contratos razonables, podría obtener un crecido número de trabajadores libres cuyo rendimiento sería más beneficioso que el de los esclavos"[5]

    A mediados del siglo XIX los chinos en Perú ascendían a 100.000 aproximadamente[6]Luego de varios procesos reformistas, iniciaron una campaña económica donde necesitarían más mano de obra, así nació la "Ley China". Ésta autorizaba a contrabandear –ellos le decían traer inmigrantes- personas chinas al mando de Domingo Elías junto con Juan Rodríguez.

    "Muchos de los culíes llevados al Perú fueron secuestrados o engañados tal como sus coterráneos transportados a Cuba. Fueron encerrados primero en barracones y luego hacinados en barcos, casi todos con sobrecarga, con rumbo al Perú. Pasaron en promedio 120 días en tales "infiernos flotantes", en los cuales acaecieron tratos crueles, intimidaciones y, por supuesto, motines. Unos 90.000 sobrevivientes llegaron al Callao, casi todos medio muertos"[7]

    En la construcción del canal de Panamá la situación no fue distinta, siendo México el único país que respetó en algo a los ciudadanos chinos junto con Chile durante y post Guerra del Pacífico. Tema que trataremos en el contexto histórico nacional.

    A partir de esta época –s.XIX-, comenzaremos a tratar exclusivamente la situación con Chile.

    Chile

    Chile ha sido epicentro de grandes migraciones a lo largo de su historia. Los primeros inmigrantes desde los primeros atisbos de independización de la corona española, eran los mismos españoles. Posterior a eso con el proceso conformación nacional, un pequeño número de personas de distintas nacionalidades americanas comenzaron a llegar. La mayoría eran intelectuales, catedráticos y artistas, que vieron en Chile una lanzadera de la cual escribir o basar sus trabajos bajo el alero de Bello y Portales con sus reformas, tratando de ser partícipes de ello por fama y gloria personal.

    Ya conformado el Estado en Chile, las migraciones se centraron en los minerales de plata y los centros urbanos más importantes, atrayendo una miscelánea de nacionalidades, pero todo en bajo número. En casos como el de Perú donde la esclavitud encubierta no fue abolida sino hasta el gobierno de Lynch posterior a la guerra del Pacifico, las inmigraciones eran forzadas mediante engaños, como ocurrió con los chinos de Cerro Azul, donde eran traídos en cargueros con promesas falsas de trabajo y una vez llegados a Perú eran obligados a trabajar en las guaneras.

    En los periodos mencionados que van desde fines del siglo XVIII a fines del siglo XIX, las migraciones no fueron sustanciales desde el punto demográfico. La situación geográfica del país contribuía a que las personas que deseaban emigrar a otros países vieran poco atractivo el nuestro.

    "Todo comenzó cuando un grupo de operarios trabajaba en los alrededores de Quillagua, instalando torres de alta tensión. (…)

    Mayor fue el asombro de los investigadores con el paso del tiempo, al determinar que no se trataba de un solo entierro, sino de dos, situados a unos tres metros uno del otro, (…)

    Uno, contenía varios cuerpos que posteriormente fueron fechados por los arqueólogos en el periodo formativo tardío, hacia el 230 d.C. (…)

    Pero había un cuerpo que no correspondía a este entierro masivo, fácilmente identificable por sus rasgos físicos y su data de muerte mucho más reciente: los años anteriores a la Guerra del Pacífico de 1879.

    Se trataba de un culí, nombre con el que se denominaba a los chinos traídos mediante engaños a Sudamérica y sometidos a la esclavitud en los territorios peruanos y bolivianos, entre otros.(…)

    Los culíes trabajaron principalmente en las guaneras de la costa peruana y de las actuales regiones de Tarapacá y Antofagasta, así como en tareas agrícolas y mineras en los mismos territorios, hasta Mejillones por el sur.

    Ayuda a las tropas

    El avance de las tropas chilenas por el desierto en la Guerra del Pacífico trajo la libertad a los chinos, que acompañaron a los soldados hasta Lima. Surgió incluso un líder de la libertad culí: Quintín Quintana, que tomó ese nombre. Especie de "Espartaco" oriental, entusiasmó a sus connacionales, y miles de chinos -hombres y mujeres- se enrolaron como auxiliares de las tropas, facilitando el avance chileno.

    Actuaron de zapadores, derribando las tapias para el paso de la caballería. También transportaron las municiones y armas, además de servir de enfermeros, salvando a los heridos chilenos, y muchos empuñaron las armas."[8]

    Con el desarrollo de la Guerra del Pacífico y la liberación de los chinos esclavizados por el Perú, ocurrió una situación interesante. Los chinos al mando de Leo Tan Sin Chin, se subyugaron voluntariamente a las órdenes del general Lynch en la campaña de Lima. Fueron conocidos como "Batallón vulcano" o "Batallón Asia". Fueron los primeros en tomar Lima, con una ferocidad que muchos datos fueron obviados de las bitácoras de los comandantes chilenos, de conocidos cronistas como el Teniente Cruz de la campaña de Tarapacá, en ninguna parte hizo alusión a un batallón asiático. Esto sería nuestro primer acercamiento a la cultura oriental. La incorporación de los chinos en los que hacer del Ejercito Nacional, no dejó indiferentes a los generales de la plana mayor. Educaron y promovieron a la inmigración de chinos, dieron tierras y documentos.

    Preferentemente se asentaron en los nuevos territorios anexados por Chile después de la Guerra del Pacífico, donde empezaron a crear pequeños puestos de trabajo y a ocupar otros de connacionales. Gracias al monopolio del opio que Japón mantenía sobre la zona del Rio Amarillo en China, para financiar su invasión al mismo territorio, muchos chinos escaparon a Hong Kong que se mantenía bajo dominio británico. Las relaciones entre Inglaterra y Chile estaban en su máximo nivel por sus inversiones en las salitreras chilenas, ganas en pleno poder después de la guerra. Ésta situación facilitó que chinos con una situación económica mayor a los que habían llegados como esclavo, ingresaran al país a la zona norte.

    Es importante recalcar que durante éste periodo, China estaba bajo la dinastía Ching. La mala administración de su última emperatriz antes de la llegada del comunismo, motivó una serie de flujos migratorios de chinos por todo el mundo. La principal lanzadera mercantil china con nuestro continente, era a través de Filipinas con el intercambio de telas con México, como táctica de la dinastía como un acto desesperado e mantener su imperio.

    Podemos decir que China ya estaba siendo víctima – de cierto modo- de la globalización o protoglobalización. Las rutas comerciales eran abordadas por más países, y competían directamente con la India por el mercado de la seda. Sumado a ello, China fue víctima de invasiones-excursiones repetidas por parte del imperio japonés diezmando cualquier intento de estabilización comercial y de conectividad. Esto también fue uno de los motivos por los cuales muchos chinos emigraron a la costa pacífica de América, como lo harán con las reformas comunistas de Mao Tse, y finalmente con las guerras contra Corea del Sur, Japón y tensiones diplomáticas con la India bajo dominio británico.

    A lo largo de todo el siglo XX, China comenzó una escalada de crecimiento acelerado. Sabía que un país con sus características no podía seguir al son de lo que dictaban los demás países capitalistas. Dentro de sus políticas, estaba el fomento a la migración.

    En el año 51, en pleno periodo del presidente Salvador Allende, en ese entonces Senador de la República, realizó una comisión chilena de visita a China[9]donde empezaron a gestarse los primeros contactos oficiales entre nuestras naciones.

    Los principales nexos posteriores a ésta fecha fueron los siguientes:

    15 de diciembre al 30 de diciembre, Salvador Allende como presidente de Chile entrega las credenciales diplomáticas al embajador de China en Chile. El 30 de diciembre el mandatario chino hace lo mismo con la embajada chilena en Beijín.

    Jing Pengfei, ministro de relaciones exteriores de la época, acuerda relaciones bilaterales de cooperación e inmigración a Chile con su par Clodomiro Almeyda.

    Durante el periodo militar, las relaciones con China en vez de detrimentos como se podría pensar, comenzaron a fortalecerse. Ya habían tomado cierta independencia de la URSS. Los chinos estaban aplicando un nuevo concepto de globalización para la época. Autores como Giddens y Castell trataron algunos años después, y sus ideas fueron sintetizadas por el profesor Hugo Fazio Vengoa quién dice:

    "Por último, la globalización se distancia del mercado en la medida en que al construir circuitos de interdependencia, crea las oportunidades para que los colectivos sin tener que ajustarse a los parámetros del mercado, puedan asumir las tendencias globalizantes. Es decir, una cosa es que el mercado potencie el despliegue de las tendencias globalizadoras y otra muy diferente es que solo a través de la desregularización y la liberalización del mercado, o la creación de una economía o sociedad de mercado, se pueda asumir y participar de la globalización."[10]

    China creó su propia tendencia globalizadora con Chile. Ésta incluía desde la industrial textil y textil-mecánica hasta el día de hoy donde tenemos un flujo sostenido de chinos desde inicios de los 90 gracias a los acuerdos bilaterales hechos por Hernán Cubillos Sallato, Ministro de Relaciones Exteriores del General Pinochet, en conversaciones con Deng Xiaoping, viceprimer ministro chino. Posteriormente el General Mathei de la Fuerza Aérea de Chile, entablaría acuerdos con sus pares chinos de índoles menos civiles. Cabe recordar que recaía una enmienda prohibitiva por parte de los Estados Unidos de América, pleno periodo de guerra mundial donde las migraciones estaban en su más álgido momento.

    Con la entrada de los 90, la industrialización de China comenzó hacerse notar. Productos traídos por importadores chinos residentes en Chile, comenzaron a rebalsar el mercado con el clásico "made in China". Ya en el año 95, el pick fue en la gastronomía en sus tres variantes: cantonesa, mandarín y tradicional –reservada solo a chinos, no se vendía a nacionales-.

    En el periodo del ex presidente Alwyn, las relaciones con China se mantuvieron hegemónicas. Se siguió con las tradiciones acuñadas por Salvador Allende cuando era Senador, de ir al gigante asiático y entablar mesas de conversación bilaterales. Así ocurrió el 13 de noviembre de 1992, donde Alwyn se reunió con su homólogo Yang Shangkun. Lo especial de ésta visita es que fue la primera visita de un presidente chileno de frente al primer mandatario chino.

    En el periodo de Frei, se mantuvieron las visitas al país asiático, logrando importantes acuerdos comerciales. Con Lagos Escobar y Bachelet Jeria, hubieron contactos con la R.P.C. de carácter protocolar.

    En el actual gobierno de Piñera, hubo un salto cualitativo y cuantitativo con los orientales. En lo económico, militar, cultural y social. Económicamente hablando, nos consolidamos como nación en ser aliados estratégicos de China de forma permanente, gracias a las gestiones del staff chileno en el Expo Shanghái.

    "Este año es importante en las relaciones Chile-China, pues ella se consolidó como nuestro primer socio comercial, por la aprobación del acuerdo de servicios, por nuestra participación en la Expo Shanghái, y sobretodo porque se cumplen 40 años de relaciones bilaterales ininterrumpidas. Un hecho no menor para China, en donde el tiempo cuenta. Chile es un país y socio confiable, creíble, no obstante los cambios políticos diversos que han habido en nuestro país en cuatro décadas. Por encima de las coyunturas, es importante destacar ciertos rasgos comunes entre ambos países: el espíritu pragmático, políticas de Estado exteriores estables y permanentes, con miradas de largo plazo, estricto apego al principio de no intervención y de solución pacífica de las controversias. Siendo esto así, nuestros vínculos con China constituyen un aspecto prioritario en nuestras relaciones exteriores, ahora tanto como pueden serlo las vinculaciones con EEUU y con el resto de las potencias del mundo."[11]

    China y Chile son dos naciones muy disimiles culturalmente hablando. Las prioridades sociales pueden parecernos muy distintas, también las culturales dándole a China ventaja en ésta materia, pero en temas económicos, China siempre ha necesitado de recursos naturales, debido a su alto crecimiento industrial y extensa demanda mundial. Chile se sitúa como uno de los mayores exportadores de cobre del mundo. La alianza comercial entablada de ello acarreó consigo una entre mezcla cultural y social con nuestra idiosincrasia, es habitual ver restoranes de comida china por todos lados, los aceptamos, disfrutamos y necesitamos en algún modo. Lo mismo ocurre con su comercio interno en Chile de importadoras y distribuidoras. No hay tienda de connacionales que haya dependido de ellos alguna vez.

    Nuestras culturas y países están ligados de forma histórica y simbiótica. Incluso quien escribe es bisnieto de inmigrantes chinos –Jo Chang-. La globalización ha sido la responsable de ello. Todo el mercado actual de plataformas de ventas al por mayor y detalle con China, los Free-Shipping, trader chinese, China Post, etc., son cada vez más habituales en nuestras vidas. Pero el proceso comenzó por algo muy bello que tiene el pueblo chino, la gratitud con quien les tiende la mano, propio de una cultura confusionista. Viendo en nuestro país un lugar donde poder establecerse, sin interferir en los que hacer nacional y social de forma negativa y fundiéndose con nuestra historia.

     

     

    Autor:

    Pablo Baeza Contreras

    Estudiante de pregrado Periodismo

    Universidad Alberto Hurtado

    Escuela de Periodismo

    Cátedra de Historia Cultural de Occidente

    edu.red

    [1] Poblete, Jorge. (2011). China es el tercer país con la mayor tasa de inmigración a Chile de los últimos años. Santiago, Diario La Tercera, 13 de noviembre. http://diario.latercera.com/2011/11/13/01/contenido/pais/31-90321-9-china-es-el-tercer-pais-con-la-mayor-tasa-de-inmigracion-a-chile-de-los-ultimos

    [2] Señoret, Manuel. (1896) Memoria del Gobernador de Magallanes “La tierra del fuego i sus naturales”: Santiago de Chile. Imprenta Nacional, Calle de la Moneda N. °73. Pág. 24.

    [3] http://www.domovina.cl/inmigrantes.php

    [4] Chou, Diego L. (2002). Los chinos en Hispanoamérica. San José de Costa Rica, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO). Pág. 55

    [5] Estellé Méndez, Patricio. (1976). “Epistolario de Don Bernardo O’Higgins con autoridades y corresponsales ingleses, 1817-1831”. Santiago de Chile, Historia, U. Católica de Chile. Pág. 434.

    [6] Stewart, Watt. (1976). La servidumbre china en el Perú. Una historia de los culíes chinos en el Perú, 1849-1874, Lima, Mosca Azul Editores. Pág. 28

    [7] Chou, Diego L. (2002). Los chinos en Hispanoamérica. San José de Costa Rica, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO). Pág. 58

    [8] El Mercurio, Calama. “Impresionante hallazgo arqueológico en Quillagua”. Lunes 7 de Mayo de 2007.

    [9] Oficina de Información del Consejo de Estado de la República Popular China. (2005). China-Chile. China: China Intercontinental Press

    [10] Fazio Vengoa, Hugo. (2003). La globalización: ¿un concepto elusivo? Bogotá, Departamento de Historia- Facultad de Ciencias Sociales. Universidad de Los Andes.

    [11] Neghme E., Verónica. (2010). CHILE: ¿Qué tipo de relaciones con China? Diario el Financiero: 25 de agosto, Instituto de Estudios del Pacífico y del Índico. http://www.ugm.cl/main/2010/08/chile-%C2%BFque-tipo-de-relaciones-con-china/