Programa recreativo para la prevención del alcoholismo en adolescentes.
Enviado por Lic. Adrián Rodríguez Galán
Resumen
Frente al crecimiento del consumo de sustancias legales e ilegales con graves secuelas, como la dependencia tóxica y su efectos dañinos para la salud psico-física de las personas y su entorno afectivo, los profesionales de la Cultura Física, el Deporte y la Recreación se esfuerzan en aras de contribuir a la prevención de las mismas y específicamente del alcoholismo en las diferentes comunidades del país, por lo que en este trabajo se aplicó un programa de actividades físico deportivas recreativas a los adolescentes de la comunidad La Curva del municipio Yara, en el que se logró una participación activa en las mismas, un alto grado de satisfacción y adquisición de conocimientos sobre los daños del alcoholismo los que se aplicaron en situaciones de la vida práctica.
* Sede Universitaria Municipal de Cultura Física de Yara.
** Universidad delas Ciencias de la Cultura Física y el Deporte.
***Facultad Granma
Introducción
Una de las epidemias sociales de mayor y más rápida extensión en la pasada centuria y con probabilidad de extenderse y hacerse aún más grave en el siglo XXI, lo es el problema mundial de las drogas; fenómeno que representa una importante amenaza para la salud y el bienestar de los seres humanos, al menoscabar las bases socioeconómicas, culturales y políticas de la sociedad.
La trascendencia actual y las lamentables perspectivas del uso indebido de drogas sobrepasan los límites convencionales de la salud humana y tienen además nefastas consecuencias sociales, pues no sólo traen aparejado el deterioro personal, familiar y de comunidades completas, sino que se hallan relacionadas con todos los factores asociados a múltiples figuras delictivas, de forma que contribuyen a distorsionar la economía y a frenar el desarrollo armónico de las relaciones internacionales.
Dentro de los diferentes tipos de drogas existe una cuya dimensión se ha venido ampliando y que radica en un trastorno de conducta crónico, manifestado por un estado psíquico y físico, que conduce compulsivamente a ingestas excesivas de alcohol con respecto a las normas sociales y dietéticas de la comunidad, de manera repetida, continua o periódica con objeto de experimentar efectos psíquicos y que acaban interfiriendo en la salud y en las funciones económicas y sociales del bebedor y que en el año 1849 el sueco Magnus Huss lo definió con el término de alcoholismo (Alonso, F.1979).
Este fenómeno afecta ya, en gran medida, a prácticamente todas las latitudes del mundo. En Cuba, el 45,2 % de la población mayor de 15 años consume bebidas alcohólicas, con un índice de prevalencia de alcoholismo entre el 7 y el 10 %, uno de lo más bajo en Latinoamérica, con predominio en edades comprendidas entre los 15 y 44 años. Sin embargo, se señala que en los últimos 15 años el consumo ha aumentado notablemente.
Se calcula que el alcoholismo puede incidir hasta en el 40 % en los ingresos de los servicios de urgencia y que el 2 % de los enfermos que ingresan en los servicios médicos hospitalarios sufren de una enfermedad causada o agravada por el abuso de alcohol.
El consumo excesivo de alcohol trae consigo un gran número de enfermedades para el ser humano entre las que se pueden citar:
Daños en el hígado: el hígado es uno de los órganos más afectados por el consumo constante de alcohol, dado que es el encargado de limpiar esta toxina de la sangre. El hígado puede resultar afectado después de muchos años de beber y producirse una enfermedad alcohólica hepática, cuyos daños pueden variar desde una inflamación hasta una enfermedad mucho más grave llamada cirrosis hepática. Las células del hígado se mueren y, en su lugar son sustituidas por células fibrosas que no ejercen su función pertinente, por lo que se afecta su funcionamiento. La solución obligatoria consiste en abandonar el alcohol y tratar al enfermo para que las células sanas puedan seguir trabajando con normalidad. El alcohol, junto con la hepatitis B, son los principales causantes de producir daños severos al hígado.
Daños en el páncreas: las principales inflamaciones del páncreas, además de los problemas de vesícula y de riñón, pueden ser producidas por el alcoholismo.
Hipertensión: el alcohol aumenta la presión arterial. Un consumo de alcohol continuado puede conllevar a problemas de hipertensión. Muchos médicos consideran que un poco de alcohol ayuda a mejorar la circulación y previene las enfermedades del corazón, pero el alcoholismo perjudica a este órgano y produce lesiones en él.
Problemas digestivos: el alcohol constituye uno de los principales irritantes del aparato digestivo. Al atacar la mucosa digestiva, ya que incentiva la producción de ácidos, puede producir trastornos tan importantes como acidez, vómitos y, a veces, úlceras con sangrado.
Aumento de cánceres digestivos: el alcohol ataca las mucosas digestivas y predispone a una mayor aparición de cánceres en la boca, el esófago, el estómago o el colon.
Problemas sexuales: el alcohol no constituye un buen amigo del sexo. El alcoholismo suele producir problemas de erección en los hombres que no pueden mantener unas relaciones sexuales adecuadas y favorece la pérdida de la menstruación en las mujeres.
Daños en el sistema nervioso: el alcohol produce daños irreparables en el sistema nervioso central y periférico que se manifiestan en forma de temblores, falta de coordinación o problemas de memoria.
Problemas alimentarios: el abuso del alcohol disminuye la absorción de muchas vitaminas y minerales, por lo que el cuerpo se resiente, se debilita y tiene más facilidad de contraer infecciones o enfermedades. Así por ejemplo: es muy habitual entre los alcohólicos la presencia de bajos niveles de hierro en la sangre (anemia megaloblástica) o una mayor fragilidad ósea u osteoporosis. También suelen presentar bajos niveles de azúcar en la sangre.
Existen otros efectos negativos del alcohol sobre la salud, entre ellos están: (González, R. 2006)
Es muy soluble en agua, por lo que puede circular libremente por todo el organismo.
Tiene un efecto irritante directo, tanto mayor cuanto más concentrada sea la bebida y afecta los tejidos con que contacta.
Demanda energía para su neutralización en el organismo, y esta deja de ser utilizada en la oxidación y eliminación de las grasas, por lo que, se acumulan en las arterias y órganos como el hígado.
En esta neutralización consume prácticamente todas las vitaminas disponibles( sobre todo las relacionadas con el complejo B)y, por otra parte, produce trastornos digestivos que disminuyen el aprovechamiento de las vitaminas ingeridas en la alimentación normal.
Tiene acción reductora del apetito, por lo que conduce a la desnutrición.
Actúa como disolvente de las sustancias predisponentes al cáncer, por lo tanto determinan que estas circulen por todo el organismo.
Se transforma en acetaldehído, una sustancia más tóxica que el propio alcohol.
Psíquicamente el alcoholismo también provoca nefastas consecuencias pues la persona alcohólica sufre mucho las mismas y generalmente tiende a convertirse en un una persona solitaria a la que no le gusta que le repriman su conducta. Cada vez se aísla más y entra en una fase de depresión permanente. Muchas veces la única solución que ve adecuada es el suicido. Es desconfiado, muchas veces porque no se acuerda de lo que hizo, lo que le dijeron o hicieron los demás. Puede aparecer demencia, ansiedad y episodios habituales de psicosis con juicios poco racionales sobre la realidad, pensamiento obsesivo con posibilidad de delirios y alucinaciones. Perdida de la autoestima, así como deterioro general de la esfera moral.
El sistema emocional se comporta de forma caótica (a pequeñas causas, grandes efectos. La causa original se amplifica dentro del funcionamiento del sistema dando como resultado un efecto impredecible) se pasa con facilidad de la alegría o euforia a la tristeza profunda o la ira. El alcohólico puede verse inundado por sentimientos y emociones que no comprende y cuyo origen no conoce, tiende a mostrar una sobre reacción así como una sobre valoración de estímulos.
No existe aún un consenso sobre las causas que desencadenan esta enfermedad, a inicios de la centuria pasada primaba el factor hereditario, pero a partir de las últimas décadas se destaca el aprendizaje, por lo que se coincide al señalar que la prevención es el recurso más importante para enfrentar esta tragedia.
Los lineamientos generales de la lucha contra esta adicción están contemplados en el programa nacional de prevención y control del alcoholismo y otras fármaco dependencias vigentes en el país y a pesar de los esfuerzos de varias instituciones y organizaciones, entre los que se encuentran la radio y televisión nacional, el Ministerio de Salud Pública, entre otros, no se ha logrado aún el incremento del nivel de información de la población sobre las reales consecuencias del alcoholismo lo que se revierte en la ocurrencia de daños que van desde la esfera social, familiar, laboral o estudiantil hasta el deterioro psicofísico de quienes lo consumen.
El trabajo preventivo es variado y complejo y se puede desarrollar desde el ámbito familiar, escolar, laboral y comunitario, siendo este último propicio para a través del aprovechamiento de las potencialidades que las actividades físico deportivas recreativas brindan en función de la educación, autoeducación y desarrollo de la personalidad de los individuos, contribuir a la prevención del alcoholismo.
En la comunidad La Curva, en el municipio Yara, se ha podido constatar, a través de investigaciones que los pobladores evidencian un alto consumo de alcohol, entre los cuales están implicados los adolescentes. Esto ha repercutido de forma negativa en el buen desarrollo de las relaciones interpersonales, familiares y sociales.
Sobre la base de lo antes expuesto, se diseñó y aplicó un programa de actividades físico recreativas para contribuir a la prevención del alcoholismo en adolescentes, por ser una edad crítica en el desarrollo de la personalidad en la que se puede provocar daños irreparables en el aspecto individual y social.
Desarrollo
La comunidad La Curva se encuentra ubicada en la llanura aluvial del Cauto-Guacanayabo dentro de las plantaciones de caña pertenecientes al Consejo Popular Yara Norte del municipio Yara de la actual Provincia Granma.
Esta comunidad actualmente cuenta con 167 habitantes de los cuales 79 varones y 88 hembras, que viven en 72 hogares, de los cuales 12 están en buen estado, 32 regular y 28 en mal estado, no posee un medio de transporte que los lleve a la cabecera del municipio, ni para comunicarse con el resto del país, a lo cual hay que agregarle el mal estado de las vías de comunicación.
Los pobladores de esta comunidad cuentan solamente con una bodega de productos alimenticios, una escuela primaria y un consultorio del médico de la familia, careciendo de instalaciones recreativas, culturales y gastronómicas lo que a pesar de la existencia de un área recreativa, ha incidido en la práctica de juegos ilícitos y en que esta zona geográfica sea escenario la ocurrencia de delitos que comprenden el hurto de ganado mayor y robos.
Otra situación desfavorable en el contexto de La Curva, lo constituye el bajo nivel de conocimientos sobre las consecuencias del alcoholismo que muestran sus pobladores, lo que ha traído consigo un alto grado de consumo de alcohol que en no pocos casos ha sido motivo de manifestaciones de violencia entre los habitantes de esta población y los miembros de una familia y otra.
Llama la atención dentro de esta problemática, que ya comienzan a insertarse entre los grupos de consumidores algunos adolescentes quienes tratando de imitar algunos de sus familiares, amigos o vecinos realizan esta práctica sin tener visión de los reales daños que el consumo de alcohol trae consigo.
Con el objetivo de contribuir a la prevención del alcoholismo en adolescentes de la ya mencionada comunidad se diseñó, aplicó y evaluó un programa de actividades físico deportivas recreativas sobre la base de las cuatro etapas definidas por Pérez, A (2003) para la programación recreativa que incluye un diagnóstico, determinación de objetivos y metas, el diseño y aplicación, así como el control y la evaluación.
Para el estudio se tomó como muestra de un total de 16 adolescentes que de una manera u otra han consumido bebidas alcohólicas y de los cuales el 75 %, es decir 12 sujetos, se encuentran en el período de consumo de riesgo que es la primera etapa, seguida por la de consumo perjudicial y la de dependencia alcohólica, que según González Menéndez (2006), marcan el desarrollo progresivo, según se aumenta el consumo, hasta convertirse en alcohólicos.
Cuando se aplicó una encuesta para determinar el nivel de conocimientos sobre el alcoholismo y sus consecuencias se conoció que aunque el 56,3 % y el 43, 6% de los adolescentes lo relacionan con problemas sociales, familiares y estudiantiles o laborales, sólo el 31, 3 % de los encuestados manifestaron la acción dañina al sistema cardiovascular y que el 28, 1 % se refirió a los efectos negativos en el sistema nervioso central.
Asimismo, se supo que el 27, 5 % de los encuestados coincidió en relacionar tales consecuencias con el sistema gastrointestinal y solamente el 18, 8 % señaló los daños al sistema urogenital.
Este bajo nivel de conocimientos sobre los efectos del alcoholismo en los sistemas y sus órganos, se verificó cuando se les pidió relacionar las enfermedades que esta enfermedad trae consigo y se alcanzó a conocer que aunque el 75 % de los adolescentes, es decir 12 de ellos, se refirieron a la cirrosis hepática, sólo 1, el 6,3 %, hizo referencia al cáncer de labios. Asimismo, 5 sujetos que representa el 31, 3 % de la muestra hizo mención a la hipertensión arterial y al hígado graso y sólo el 12,5 %, 2 adolescentes, consideró al paro cardíaco.
Se evidenció, también, que ningún adolescente tuvo en cuenta la disminución de la potencia sexual como consecuencia del alcoholismo y que 5 de ellos, constituyendo un 37, 5 % hacen alusión a la depresión y al cáncer de estómago y sólo 2 que significa el 12, 5 %, a la arteriosclerosis periférica.
En contraposición a los análisis anteriormente realizados, se les ofreció a los adolescentes, en esta propia encuesta, la posibilidad de mostrar sus conocimientos en lo referido a falsas creencias populares sobre el consumo de alcohol que conforme con el criterio de González Menéndez (2006) influyen negativamente en este sentido, y se conoció que el 75 % de ellos, 12 adolescentes, coincidieron en que el alcohol es beneficioso para aumentar la estimulación sexual y el 87, 5 %, es decir 14 sujetos, consideran que es bueno para calmar el frío.
Asimismo, 5 adolescentes, constituyendo 31, 3%, estiman que el alcohol es bueno para aliviar una determinada pena. Además, 4 sujetos, que significa el 25 %, consideran que el alcohol sirve para el insomnio y el 18, 6% cree que el alcohol es favorable para mejorar la hipertensión arterial.
En este análisis se resalta que sólo 1 de los 16 adolescentes, representando el 6,3 % de la muestra, no acepta ninguna de las creencias anteriores lo que evidencia que existe una tendencia a estimar como ciertos estos mitos populares que al creerlos verdaderos conllevan al consumo de alcohol.
Una vez demostrada la insuficiencia cognoscitiva relacionada con los daños fisiológicos, psíquicos y sociales del alcoholismo en los adolescentes de La Curva, de los cuales ya 12 se encuentran en la etapa de consumo de riesgo, y que ha venido dando al traste con reiteradas escenas de consumo de alcohol, se diseñó, aplicó y evaluó el programa de actividades físico deportivas recreativas dirigido a contribuir a la prevención del mismo en el ya mencionado grupo etario y teniendo en cuenta sus necesidades e intereses recreativos.
El programa que ocupa esta investigación, dirigido a adolescentes de la comunidad La Curva del municipio Yara, se diseñó y puso en práctica a partir de las concepciones teóricas sobre la programación recreativa así como los principios de la recreación física enunciados por Pérez, Aldo (2003) sobre la base de los siguientes postulados:
– Las actividades deben tener lugar dentro del tiempo libre de las personas,
– Es una forma de actividad libre, realizada voluntariamente de forma opcional, sin ninguna compulsión,
– Debe cumplir una función educativa y autoeducadora, a la vez que su práctica coadyuva al trabajo y a la vida social,
– Debe estar al alcance de todos independientemente de la edad, sexo, talento, capacidad.
El programa incluye festivales deportivos recreativos, de juegos tradicionales, juegos recreativos, cicloturismo y marchas. Vinculadas con estas actividades se insertaron otras como mesas redondas, discusiones de grupos, conversatorios y talleres que complementan la labor preventiva hacia el alcoholismo.
Durante el desarrollo de las actividades del programa se reflejó una buena asistencia y puntualidad a las mismas en más del 95 % de éstas. Los adolescentes, además lograron identificar, mostrar y aplicar conocimientos relacionados con las consecuencias del alcoholismo para el ser humano desde los puntos de vista físicos, psíquicos y sociales.
El buen desarrollo físico, de manera general así como la fuerza y la energía que caracteriza a estos adolescentes se puso de manifiesto en la ejecución de actividades que exigían la puesta en práctica de las habilidades motrices básicas, las que realizaron exteriorizando cualidades volitivas como la independencia, la valentía, la decisión y la iniciativa.
Mostraron, además, preocupación, sensibilidad y sentimientos de rechazo ante el consumo irresponsable de alcohol por parte de algunos de sus compañeros u otros individuos de la comunidad.
Se sintieron, también, muy satisfechos con las actividades incluidas en el programa, pues durante la puesta en práctica de las mismas se evidenció una gran motivación y alegría así como un alto grado de distracción y esparcimiento lo que propició que de una manera amena los adolescentes adquirieran y pusieran en práctica conocimientos relacionados con los efectos negativos del alcoholismo para la vida humana.
Otro de los impactos que se logró con la puesta en práctica de este programa, es que 4 de los 12 adolescentes que se encontraban en la etapa de consumo de riesgo, lo que equivale el 25 % del total, cesaran su estadía en la misma significando la no existencia de estados de embriaguez durante los 10 meses de aplicación de las actividades, aspecto significativo, pues según González Menéndez (2006), los trabajos preventivos están lejos de la aplicación de la ley seca o la sugerencia de la abstinencia total, sino que lo verdaderamente importante es que desaparezca para siempre el consumo irresponsable de estas bebidas. Ninguno de los adolescentes, además, transitó hasta las próximas etapas de consumo perjudicial o dependencia alcohólica.
Dentro de las actividades de más preferencia para los adolescentes se encontraron los juegos recreativos y dentro de los mismos el titulado: corre y lanza la anilla llamó, incluso, la atención de otros pobladores de la comunidad que observaron el desarrollo del mismo.
En este juego dirigido a ejercitar la carrera y el lanzamiento y a reflexionar sobre los mitos populares sobre el consumo de alcohol se evidenció que los adolescentes corrieron de manera coordinada, con la vista al frente, los brazos flexionados en la articulación del codo y sobre el metatarso y borde exterior de los pies. Al recorrer una distancia de ocho metros debían lanzar las anillas para insertarlas en las botellas las cuales en su etiqueta reflejaban los mitos populares sobre el consumo de alcohol.
A medida que lograban introducir las anillas se manifestaban sentimientos de júbilo y alegría en los miembros del equipo correspondiente, al igual que cuando se uno de los miembros lograba incorporarse al equipo con la botella plástica que anteriormente había alcanzado como resultado del lanzamiento.
Otro momento de gran impacto en el presente juego, lo constituyó cuando los adolescentes notaron que las botellas en vez de las tradicionales etiquetas que promocionan las bebidas alcohólicas, reflejaban falsas creencias populares, o mitos, sobre el consumo de alcohol, con la respectiva explicación científica de lo que realmente ocurre.
La reflexión se originó sobre la base de los siguientes mitos populares:
Primer Mito: El alcohol mejora la actividad sexual.
Realmente ocurre todo lo contrario, hasta el punto de que una pregunta obligada para los médicos que atienden discusiones eréctiles (Mella, C,, 1989) es; ¿tomó usted bebidas alcohólicas antes del encuentro sexual? La explicación de esta acción está en el efecto inhibidor o depresor del alcohol sobre el cerebro y la médula espinal y fue destacado 400 años atrás en una obra de Shakespeare, Macbeth, donde un personaje comenta: "el alcohol provoca el deseo, pero dificulta la ejecución". Un reciente estudio comparando la vida sexual del paciente alcohólico y su pareja con la del esquizofrénico en igual situación, evidencia mejor funcionamiento integral en los esquizofrénicos. (González, R., en prensa.
Segundo Mito: El alcohol sirve para enfrentar el frío.
Quién así se exprese debe de saber que los soldados de Napoleón muertos al congelarse durante la invasión a Rusia, fueron aquellos que ingerían bebidas alcohólicas, pues el efecto verdadero del alcohol es producir dilatación de los vasos sanguíneos de la piel y de esta forma el cuerpo se comporta como un radiador de automóvil, provoca la pérdida de la temperatura corporal al poner en contacto el calor de la sangre con el frío que actúa sobre la piel.
Tercer Mito: El alcohol es un alimento.
El criterio de los entendidos en nutrición es justamente el opuesto, es decir, el alcohol es un antialimento, pues solo aporta calorías vacías que no pueden utilizarse por el organismo y, además, por su acción irritante sobre el estómago e intestino dificulta la absorción de los alimentos.
Cuarto Mito: El alcohol es bueno para combatir la hipertensión y el infarto del miocardio.
En realidad la aparición de hipertensión e infarto, así como de accidentes vasculares encefálicos (en el lenguaje popular embolias), es seis veces mayor en los que abusan del alcohol que en quienes no lo hacen. La acción sobre la presión arterial no depende de la cantidad de líquido ingerido (como piensan algunos que recomiendan evitar la cerveza y tomar ron), sino de la acción directa del alcohol sobre las glándulas suprarrenales, determinante de la liberación de cortisona, que eleva de forma notable la presión arterial.
Quinto Mito: El alcohol es un estimulante.
El alcohol pertenece al grupo farmacológico de los anestésicos y sedantes y, como vimos antes, sus efectos son inhibitorios o depresores hasta el punto de que su consumo en grandes cantidades o excesivo puede llevar al coma y a la muerte. (González., R., 1981) Es bueno recordar el frecuente llanto de las personas en estado de embriaguez profunda y también que en muchos países el 30% de los alcohólicos terminan sus vidas por medio del suicidio.
Sexto Mito: Sólo se convierten en alcohólicas las personas débiles de carácter o carentes de moral.
Este es uno de los mayores absurdos de todos los valores, ya que uno de los aspectos más dolorosos del alcoholismo es afectar por igual a todos los que por alguna razón consumen bebidas alcohólicas habitualmente. Esto explica su falta frecuencia en trabajadores de licoreras, cervecerías y lugares de expendio como bares y clubes, con total independencia de su nivel escolar, socioeconómico o características de su personalidad. En peligro del alcoholismo está presente por igual en todas las personas, aunque el conocimiento de este tóxico puede contribuir a evitar la caída en sus redes. (Lewis. D., 1987)
Se observó que el primero y el último de los mitos mencionados anteriormente provocaron gran admiración e inquietud cognoscitiva en los adolescentes los que a través del intercambio con el organizador de la actividad y del médico de la familia se mostraron satisfechos con el nuevo conocimiento adquirido que borraba las falsas apreciaciones sobre el consumo de alcohol presente hasta ese momento en estos sujetos.
Conclusiones
La aplicación de un programa recreativo sustentado en los principios de la recreación física y en los lineamientos del programa nacional de lucha contra el alcoholismo y otras fármaco dependencias, contribuyó a la prevención del alcoholismo en adolescentes de la comunidad La Curva del municipio Yara, lo que propició una mejoría sociopsicológica en ellos y un aumento en los conocimientos sobre los riesgos que produce el alcoholismo, como punto de partida para una adecuada salud.
Bibliografía
1. Fundación Colombiana de Tiempo Libre y Recreación. (2006). Diseño y Construcción del Proyecto. Colombia, ONG.
2. Laura Domínguez García. (2003).Psicología del desarrollo: Adolescencia y Juventud. Selección de Lecturas. La Habana. Editorial Félix Varela.
3. María Elisa Sánchez Acosta y Matilde González García. Psicología General y del Desarrollo. La Habana. Editorial Educación.
4. René Castro Márquez, (2005).Problemas del mundo actual: enfoques sociofilosóficos. Selección de Lecturas. Ciudad de La Habana. Escuela Superior del Partido Ñico López
5. Ricardo González Menéndez. (2006). Cómo enfrentar el Peligro de las Drogas. Ciudad de la Habana. Editora política.
Autor:
Lic. Adrián Rodríguez Galán.