Los valores patrimoniales presentes en el territorio Hanabanilla – Jibacoa – Cuba
Enviado por Celia Sanchez Pereira
- Resumen
- Introducción
- El patrimonio y sus diferentes formas de valorización: Base para la interpretación de los territorios
- El Paisaje, expresión formal del espacio y los territorios
- Los instrumentos legales de salvaguardia del Patrimonio Cultural y Natural
- La protección legal del Patrimonio en Cuba
- Valores patrimoniales presentes en el territorio Hanabanilla – Jibacoa
- Conclusiones
- Bibliografía
Resumen
La valorización del patrimonio de los territorios constituye en la actualidad una importante herramienta para lograr el desarrollo de los mismos. En el presente trabajo se aborda los principales conceptos, tendencias e instrumentos legales utilizados para el estudio, planificación y gestión de dichos valores. Se realiza una identificación de los principales valores patrimoniales existentes en el territorio montañoso Hanabanilla-Jibacoa clasificándolos de acuerdo a sus diferentes categorías.
Palabras Claves: Valor, Patrimonio, Territorio, Espacio, Paisaje y Protección y Conservación.
Introducción
Frente a los peligros de la globalización neoliberal que destruye las culturas nacionales e impone a toda costa modelos consumistas que degradan la naturaleza, la protección del Patrimonio Nacional y local adquiere una importancia vital para la sociedad en sentido general, tanto en los países desarrollados como los que se encuentran en vías de desarrollo. Es decir, en todas las naciones los individuos encuentran en el Patrimonio la expansión de su cultura y, al mismo tiempo, uno de los fundamentos de su identidad.
El Patrimonio de la Nación se divide en dos grandes sectores relacionados entre sí, denominados patrimonio cultural y patrimonio natural. El natural lo forman los paisajes que integran el territorio, con sus verdes costas, sus fértiles sabanas, las aguas que corren por nuestros ríos, las riquezas del subsuelo y el aire que cubre el territorio cubano. También lo conforman las múltiples especies de animales que de acuerdo con el clima y la geografía de cada región han creado junto con la vegetación los grandes sistemas de equilibrio de la naturaleza denominados sistemas ecológicos o ecosistemas, cuya protección permitirá que la vida continúe floreciendo.
En la actualidad reviste una importancias extraordinaria reafirmar lo local, lo autóctono, lo distintivo, "(…) adquirir esta cultura para apreciar integralmente los objetos y fenómenos del medio circundante hace más profundo, diverso y completo el proceso del conocimiento".[1] La apreciación de los elementos patrimoniales locales contribuye también a desarrollar el sentido de pertenencia a un territorio, a una comunidad y por consiguiente, a reforzar la identidad en sentido general.
No siempre la gama de profesionales que ejercen sus influencias educativas sobre los niños y jóvenes en las apartadas zonas rurales del territorio Hanabanilla – Jibacoa entre los que resaltan: maestros, profesores, especialistas de cultura física, instructores de arte, etc., disponen de la información necesaria desde el punto de vista teórico y práctico para desarrollar acciones coherentes con los mismos, dirigidas a fomentar el conocimiento sobre la riqueza patrimonial existente en esta área protegida.
A partir del preámbulo anterior, el presente trabajo tiene como propósito facilitarle a la gama de profesionales que ejercen sus influencias educativas en los niños y jóvenes del territorio Hanabanilla – Jibacoa del presente instrumento que refleja el inventario patrimonial existente en el territorio seleccionado y por consiguiente, contribuir a la defensa de la identidad y la conservación del respectivo patrimonio cultural.
El patrimonio y sus diferentes formas de valorización: Base para la interpretación de los territorios
El proceso de evaluación y valoración del patrimonio en general está estrechamente relacionado con la conservación, teniendo en cuenta el "significado cultural", término que puede utilizarse para englobar los múltiples valores adscritos a objetos, paisajes o tradiciones, que le otorgan alguna distinción sobre otros y los transforma en objetos o lugares a conservar.
El concepto de Patrimonio ha ido evolucionando y, en las últimas décadas, incluye variables cargadas de significación identitaria como las tradiciones, las costumbres, las formas de vida, el paisaje, el lenguaje, la artesanía o la gastronomía, ampliando por lo tanto el concepto más allá de lo puramente material, lo que ha condicionado la modificación del concepto hacia un sentido más amplio e integrador, superando el objeto, el monumento aislado, hacia el entorno monumental o el territorio. El Patrimonio es algo que posee un valor intrínseco determinado, que nos es leg ado o heredado de generaciones pasadas y que es considerado a ser preservado para generaciones futuras. Este puede ser desglosado en patrimonio económico, patrimonio cultural, patrimonio natural, mixto, etc.[2]
Los países europeos consideran: El Patrimonio como todo testimonio, de cualquier naturaleza, capaz de iluminar el pasado de la humanidad.[3] Por eso, las sociedades buscan definir su identidad, ejerciendo un derecho fundamental de los pueblos, que sólo puede ser satisfecho gracias a los especialistas capaces de interpretar la información.
La Convención del Patrimonio Mundial define al Patrimonio Natural como: Aquellos elementos o grupos naturales de formación física y biológica con valores estéticos y científicos; formaciones geológicas o fisiográficas en áreas perfectamente delineadas que constituyan un hábitat para especies de animales y plantas en peligro de extinción; y sitios o áreas naturales perfectamente delimitadas que puedan valorarse desde un punto de vista científico, conservador y de belleza natural.[4]
Una definición más precisa para el estudio del medio rural, sería la propuesta por la Junta de Andalucía: Espacio que además de no formar parte de los asentamientos poblacionales, es resultado de la acción combinada por las propias condiciones naturales y la transformación originada por el hombre, que por su perdurabilidad, autenticidad y sostenibilidad dan muestra de la compatibilidad entre el aprovechamiento y protección y se asocia con una identidad de la población, formando parte de su cultura. Entendido como el resultado de las formas de uso del territorio que a lo largo de su evolución ha configurado la mano del hombre, percibido en términos de paisaje cultural.[5]
El medio rural, más allá de las dificultades para delimitar su ámbito en relación al urbano, sigue funcionando como una noción que nos remite a ese espacio social vinculado al sector primario de la economía (actividades agropecuarias y forestales), estructurado en pequeños y medianos núcleos de población y con un modelo de relaciones basado en el conocimiento personal, en la confianza mutua y en un difuso control social de los comportamientos. Este espacio muchas veces presentado como una sociedad estancada y en permanente crisis de reproducción, justificada por el éxodo rural hacia los espacios urbanos, está experimentando en las últimas décadas una clara inflexión en sus términos.
La interpretación del patrimonio abarca la gestión y dinamización social de la totalidad del patrimonio de un territorio. Considera tanto el patrimonio natural como el cultural, los bienes muebles e inmuebles, el patrimonio material y el inmaterial. Es la clave de comprensión del territorio.
El Paisaje, expresión formal del espacio y los territorios
Uno de los componentes complejos del espacio rural lo constituye el paisaje. Su valor de representación de estructuras socioeconómicas, aparte de sus facetas más puramente perceptivas y estéticas, queda fuera de toda duda. Sobre el potencial natural, el proceso acumulador histórico conforma una estructura espacial de amplio significado. Pero no sólo el paisaje fija el legado del pasado sino que representa un indicador clave de los cambios actuales. Por sí mismo representa un valor cultural de integración, de organización del espacio y un patrimonio. Su trascendencia en los espacios rurales es muy elevada, hasta el punto que configura la personalidad de muchos de ellos. Al mismo tiempo supone uno de los activos o recursos más valiosos frente a un aprovechamiento económico indirecto del mismo.
El paisaje es la fisonomía, la morfología o la expresión formal del espacio y de los territorios, refleja la visión que la población tiene sobre su entorno, tiene como función soportar una identidad, y servir de base para estimular la cohesión hacia adentro de las sociedades, y rechazar la influencia de los desarticuladores externos. El paisaje, es así, el fundamento de la formación de las identidades, integra el lenguaje científico con el emocional, permitiendo el reforzamiento mutuo entre el saber geográfico y la identidad cultural.[6]
En la actualidad la mayoría de los geógrafos consideran al paisaje en una doble acepción: como totalidad del sistema natural que conforma el espacio geográfico, como la propia fisonomía, morfología o forma del espacio y como la percepción que tiene la población de su propio entorno.[7]
La noción y el concepto de paisaje se ha ido articulando en tres sentidos: como categoría científica (la Ciencia del Paisaje), como materia prima para el arte y el diseño (el "paisajismo") y como modalidad de gestión (por ejemplo en el caso de la esfera del ocio el llamado "turismo de paisajes" [8]
El paisaje se encuentra en la interfase entre la naturaleza y la sociedad. El paisaje es natural, por cuanto está formado por todos los componentes naturales, es antropo-natural, por cuanto implica la modificación de los objetos naturales por objetos artificiales, técnicos o humanizados; pero también es social y cultural, porque es el asiento de los grupos sociales y es el resultado de la manera en que los seres humanos lo perciben y lo valoran, lo usan, lo cambian para adaptarse a ellos, y adaptarlos a los valores y necesidades humanos, con vistas a que puedan cumplir determinadas funciones sociales.[9]
El paisaje natural representa un área de la superficie terrestre de cualquier dimensión, en cuyos límites los diferentes componentes naturales (la estructura geológica incluyendo la litología, el relieve, las masas de aire atmosférico, el clima, las aguas, los suelos, la vegetación y el mundo animal) tanto en estado natural, como modificados y transformados por la actividad humana, se encuentran en estrecha interacción formando un sistema integrado, uno de los tipos de sistemas ambientales y espaciales, el geosistema natural.[10]
Una de las principales características de los paisajes culturales es su concepción como patrimonio, al estar en constante evolución y transformación, ya sea por factores naturales o antrópicos que van dejando una huella, símbolo de una cultura y reflejo de la formación de un patrimonio paisajístico, un patrimonio común, pero que a la vez puede ser exclusivo. La excelencia de los paisajes se relaciona con las cualidades estéticas, el valor de sus contenidos y su estado de conservación.
Gina Rey refiriéndose a Viñales hace mención del paisaje como un sistema en que el hombre y la naturaleza conviven, donde la estructura y organización de su espacio se logra a través del tiempo por múltiples acciones y actores que dejan su huella en el entorno, formando el paisaje antropizado, resultado de la interacción y condicionamiento de factores en los que intervienen las necesidades materiales del hombre, que a la vez que afectan y transforman los procesos naturales, ya sea de forma consciente o no, crean el llamado Paisaje Cultural.
Los instrumentos legales de salvaguardia del Patrimonio Cultural y Natural
La Conferencia General de la UNESCO ha adoptado varias convenciones con el objetivo de reconocer, proteger y gestionar el patrimonio:
La Convención de 1954 para la Protección de los Bienes Culturales en Caso de Conflicto Armado.
La Convención de 1970 sobre las Medidas que Deben Adoptarse para Proteger e Impedir la Importación, la Exportación y la Transferencia de Propiedad Ilícitas de Bienes Culturales.
La Convención de 1972 para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural.
La Convención Internacional sobre el Turismo Cultural celebrada en México durante la 12 Asamblea General de ICOMOS en octubre de 1999.
Convención del Patrimonio Mundial Inmaterial, celebrada en París, del 29 de septiembre al 17 de octubre de 2003.
Dentro de ellos el Tratado Internacional denominado (Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural)[11] propone promover la identificación, la protección y la preservación del patrimonio cultural y natural de todo el mundo considerado especialmente valioso para la humanidad.
Todos los países poseen sitios de interés local o nacional que constituyen un motivo bien justificado de orgullo nacional, la convención estimula a identificar y proteger su patrimonio, esté o no incluido en la lista del patrimonio mundial.
La Carta Internacional del turismo cultural[12]plantea los objetivos y principios para la gestión del turismo en los sitios con patrimonio significativo, basados en la necesidad de comunicar su significado y la necesidad de su conservación tanto a la comunidad anfitriona como a los visitantes. El acceso físico, intelectual y/o emotivo, sensato y bien gestionado a los bienes del patrimonio, así como el acceso al desarrollo cultural, constituyen al mismo tiempo un derecho y un privilegio.
Los principios básicos acotan de forma explícita que la relación que se establece entre el sitio patrimonial, la comunidad y el turismo como vehículo de puesta en valor, debe ser beneficiosa para las partes. Con ello se asegura que la relación que se establece se base en el respeto por la autenticidad del patrimonio y sus niveles de lecturas socio-históricos y culturales. Al respecto se han manifestado las regulaciones, normativas y leyes internacionales vigentes. El valor del sitio está dado, básicamente por su nivel de autenticidad; por lo que la importancia de su preservación adquiere relevancia desde la propia rehabilitación y conservación del lugar histórico hasta la explotación del mismo como potencial de puesta en valor.
La protección legal del Patrimonio en Cuba
En las Tesis y Resoluciones del Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba se expresa con nitidez la necesidad de:(…)Promover y velar por el cumplimiento de las medidas para la preservación y mejor utilización del patrimonio cultural del país. Continuar trabajando en la restauración de los monumentos y conjuntos monumentales.[13] En correspondencia con esta política, el sistema legislativo en Cuba contempla leyes, decretos, resoluciones y otros instrumentos jurídicos dirigidos a la protección del patrimonio cultural.
La propia Constitución de la República de Cuba en el Capítulo V inciso h expresa: el Estado defiende la identidad de la cultura cubana y vela por la conservación del patrimonio cultural y la riqueza artística e histórica de la nación. Protege los monumentos nacionales y los lugares notables por su belleza natural o por su reconocido valor artístico o histórico.[14]
El sistema legislativo cubano, está formado entre otras leyes por la No. 1 y No. 2 relacionadas con el Patrimonio Cultural del año 1977 y el Reglamento No. 55 del 1979 con el objetivo de hacer cumplir las mismas.
La ley Nro 1[15]se refiere a la protección del patrimonio cultural. Plantea en los artículos 1 y 2 la necesidad de integración dentro del patrimonio cultural de la nación de todos aquellos bienes que poseen relevancia en la arqueología, la prehistoria, la historia, la literatura, la educación, el arte, la ciencia, y la cultura con el objetivo de garantizar su protección, responsabilizando al Ministerio de Cultura con su precisión y declaración.
La ley Nro 2[16]en su Capítulo I, artículo 1, establece las diferentes clasificaciones para el patrimonio cultural y natural: Los centros históricos urbanos, las construcciones, y los sitios y objetos.
La declaratoria de monumento local, monumento nacional y zona de protección que establece diferentes niveles de protección y control sobre los bienes a los cuales les sea otorgada esta condición. Para su elección se tienen en cuenta el valor histórico, artístico, natural y social y el ambiental.
El Decreto Nro 55[17]expone los instrumentos con personalidad legal y jurídica para hacer cumplir lo establecido por la ley para la protección de los bienes del patrimonio cultural.
Valores patrimoniales presentes en el territorio Hanabanilla – Jibacoa
Los valores detectados se clasifican de acuerdo a las diferentes categorías de patrimonio existentes y al significado que el mismo presenta para el territorio montañoso. Aquellos pertenecientes al patrimonio cafetalero se agrupan de forma independiente por constituir en su conjunto partes de un paisaje cultural que identifica al territorio.
Monumentos o Sitios Históricos con Valores Patrimoniales.
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Patrimonio cultural tangible
Topes de Collantes
Sitios Arqueológicos.
Enterramiento "Cueva de los Chivos.L," Cueva el Brollo, Sitios Caney (I-V), Cueva el Nogal, Farallón de los Morteros, Cueva del Guanajo, Mártires de Chile, Sede Pedagógica. (Jibacoa), Cortina Jibacoa, Rincón Naranjo, Solapa de Manatiales, Solapa de Pipo, Sitio Michel. (I-II) |
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Obras de la Ingeniería.
Medios de Transporte Tradicionales
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Asentamientos y Construcciones Vinculadas al Café.
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Construcciones típicas. |
– Casona Señorial. (Felicidad), Casonas de colonos (Rincón Naranjo, El Caney, Tres Palmas y Veguitas), Viviendas campesinas, Campamentos EJT (Casa de Tejas) |
Sistema Productivo Cafetalero
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Patrimonio Cultural Intangible.
Tradiciones del café.
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Artes Escénicas.
Artes Plásticas.
Músicos.
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Obras Literaria Relativas al Territorio.
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Festejos y Tradiciones Culturales
Mitos y Leyendas
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Memoria Histórica
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Patrimonio Natural
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Fauna: Cotorra, Tocororo, Jutía Conga. |
Flora: Helecho arborescente, Guaniquiqui, Melocactus peresasoi Arece |
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Resulta necesario identificar adecuadamente el patrimonio cultural, ambiental y natural del territorio para poder implementar adecuadamente acciones dirigidas a la conservación del mismo
Conclusiones
El patrimonio rural abarca una mezcla de todos los tipos de patrimonios, materiales e inmateriales, formados por tradiciones, costumbres y modos de vida con gran arraigo al pasado, marcadores de una identidad local cada vez más valorada por las sociedades urbanas
El paisaje como percepción de los territorios reproduce al mismo a través de imágenes y la transmisión de sentimientos, siendo a la vez una memoria individual y colectiva. En la medida que los territorios se ocupan, desarrollan y se transforman, van dejando huellas que simbolizan determinada actividad cultural, reflejada en un patrimonio paisajístico, es decir en la formación del llamado paisaje cultural, de gran trascendencia para los territorios rurales, donde configuran su personalidad. La valoración del paisaje está dada por la doble consideración como manifestación territorialidad de la cultura y como recurso económico.
La mayoría de los valores patrimoniales del territorio Hanabanilla – Jibacoa están estrechamente relacionados con el desarrollo de la cultura del café. Las zonas de mayores valores se corresponden con aquellas donde el café tiene o tuvo la mayor incidencia en el territorio, fundamentalmente como tradiciones o memoria histórica, siendo las zonas del Valle de Jibacoa y los entornos a este y al Embalse Hanabanilla las más significativas, donde sobresalen también por los valores naturales.
En la medida en que se identifique con mayor nitidez el patrimonio cultural existente en el territorio Hanabanilla – Jibacoa, y se aprecie el valor que posee el mismo, se podrán implementar acciones más efectivas dirigidas a la conservación del mismo. En tal sentido, los niños, jóvenes y pobladores de la zona, orientados por la gama de profesionales que contribuyen a su formación integral pueden desempeñar un rol protagónico.
Bibliografía
Brito Gómez, Indira González Nieda Setter. "Detección de valores en el municipio Centro Habana…"ISPJAE, la Habana 2005.
Colectivo de autores: Guía para la Puesta en Valor del Patrimonio en el medio Rural. Junta de Andalucía. 2000.
Conseil de 1"Europe. Protection du Patrimoine Archéologique. Stransbourg, 1993.
Constitución de la República de Cuba. Editora Política, La Habana, 2010.
Convención del Patrimonio Cultural y Natural. UNESCO, 1972.
Folch, Ramón. La Percepción del territorio. El territorio como Sistema. Conceptos y herramientas de Ordenación. Territorio y Gobierno, Diputación de Barcelona, España, Noviembre 2003.
Informaciones tomadas del Sitio de la UNESCO. http://www.unesco.com
Ley de los Monumentos Nacionales y Locales.
Ley de Protección al Patrimonio Cultural.
Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, Editora Política, La Habana, 2011.
Mateo Rodríguez, José Manuel. La concepción sobre los paisajes vista desde la Geografía. Facultad de Geografía. La Habana, enero 2005. [email protected]
Molinet, Eugenio, Orestes L. Oviedo, José A. Planas: ¿Patrimonio natura? Editorial Pueblo y Educación, No. 87, La Habana, 1996.
Muñoz de Escalo, Francisco. "Para una introducción a la microeconomía del paisaje". En contribuciones a la economía, septiembre 2004. Texto completo en http://www.eumed.net/ce/
Porro,J.M: "Patrimonio y Cultura: dos términos de interacción". Boletín Informativo. Instituto Andaluz del patrimonio Histórico, nº 12, p 27. 30.
Reglamento para la ejecución de la Ley de los Monumentos Nacionales y Locales.
Seijo Bagué, Carmen Rosa: La identidad cultural local en las disciplinas del ciclo artístico. Editorial Pueblo y Educación, 2010.
Tesis y Resoluciones, Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1978.
Autor:
MsC. Madelayne Mildrey Hernández García.
MsC . Celia Sánchez Pereira.
Lic. Carlos J. Benítez Pérez.
1-Profesora Asistente CUM Manicaragua Villa Clara, Máster en Ciencias de la Educación, Licenciada en Español Literatura por el ISP Félix Varela de Villa Clara
2. -Profesora Asistente CUM Manicaragua Villa Clara, Máster en Ciencias de la Educación, Licenciada en Historia y Ciencias Sociales por el ISP Félix Varela de Villa Clara
3. Profesor Asistente de UCM Serafín Ruíz de Zárate de Villa Clara. Licenciado en Ciencias Sociales por el ISP Félix Varela de Villa Clara
[1] Carmen Rosa Seijo Bagué: La identidad cultural local en las disciplinas del ciclo artístico. Editorial Pueblo y Educación, 2010. p.59.
[2] Brito Gómez, Indira, González Nieda Setter. “Detección de valores en el municipio Centro Habana…” Rojas Ángela. ISPJAE, la Habana 2005.
[3] Conseil de 1’Europe. Protection du Patrimoine Archéologique. Stransbourg, 1993, p. 6.
[4] Convención del Patrimonio Cultural y Natural. UNESCO, 1972
[5] Véase: Guía para la Puesta en Valor del Patrimonio en el medio Rural. Colectivo de autores. Junta de Andalucía. 2000.
[6] Mateo Rodríguez, José Manuel. La concepción sobre los paisajes vista desde la Geografía. Facultad de Geografía. La Habana, enero 2005. Mateo[arroba]geo.uh.cu
[7] Ibídem
[8] Ibídem
[9] Mateo Rodríguez, José Manuel. La concepción sobre los paisajes vista desde la Geografía. Facultad de -Geografía. La Habana, enero 2005. Mateo[arroba]geo.uh.cu
[10] Ibídem.
[11] Informaciones tomadas del Sitio de la UNESCO. http://www.unesco.com
[12] Informaciones tomadas del Sitio de la UNESCO. http://www.unesco.com
[13] Tesis y Resoluciones, Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1978, p.137.
[14] Constitución de la República de Cuba. Editora Política, La Habana, 2010, p.54.
[15] Ley de Protección al Patrimonio Cultural.
[16] Ley de los Monumentos Nacionales y Locales.
[17] Reglamento para la ejecución de la Ley de los Monumentos Nacionales y Locales
[18] Rememora la caída del mártir en combate durante la lucha contra de liberación nacional contra la dictadura de batista.
[19] Idem
[20] Rememora la caída del mártir en combate durante la lucha contra el bandidismo en la llamada limpia del Escambray.
[21] Idem
[22] Lugar donde radicó la oficina central del sector de la lucha contra bandidos en el inicio de los años ‘60.