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La orientaciòn vocacional en los centros deportivos tuneros (Cuba)


  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Desarrollo
  4. La cultura como valor universal
  5. Conclusiones
  6. Bibliografía

Resumen

El artículo es el resultado de la investigación empírica que da solución al problema científico: ¿Cómo podemos contribuir desde la orientación vocacional a la formación de una Cultura Deportiva en el estudiante-atleta de la EIDE Carlos Leyva González? donde tiene como objetivo elaborar un plan de actividades pedagógicas, para fomentar la cultura deportiva en el estudiante-atleta de la EIDE. Para la realización de esta investigación se aplicaron conocimientos teóricos y métodos científicos, tales como: Analítico sintético, histórico lógico, sistémico y métodos empíricos. Para la recopilación de datos consultamos bibliografías referidas al deporte, y otras manifestaciones que conforman la investigación. Se entrevistaron a glorias del deporte que se encuentran activos o retirados en la provincia de Las Tunas. Las encuestas realizadas a directivos, estudiantes y entrenadores permitieron hacer un análisis exhaustivo de las características fundamentales y particulares de los estudiantes de estos tipos de centro. Se propone también, la forma en que se organizará el proceso explicando detalladamente el contenido a impartir y las vías de cómo hacerlo.

Palabras Claves: orientación vocacional, cultura deportiva, estudiante-atleta.

Introducción

La Orientación Vocacional en un proceso de prevención en el que se trabaja para el desarrollo de las potencialidades del estudiante con el objetivo de prepararlos para la realización de una elección profesional responsable; en el que el estudiante es considerado un ente activo en la Orientación en la medida que participa en la toma de decisiones profesionales sobre la base de un complejo proceso de reflexión de sus posibilidades motivacionales y de las posibilidades que le ofrece el medio en que se desarrolla para el estudio de una u otra profesión.

La orientación vocacional del estudiante, entendida como un proceso formativo y dinámico del desarrollo humano que guarda una estrecha relación con la configuración y reestructuración de los contenidos psicológicos, debe partir de la motivación intrínseca con que cuenta el estudiante y de la motivación extrínseca real que se logre construir, que no sólo estará relacionada con lo atractivo de un determinado contenido para el alumno por su novedad científica o por el ingenio que de éste deviene, también tendrá que ser motivante desde el punto de vista de su utilidad en el futuro profesional del estudiante y el desarrollo personal que este permita, de modo que al adueñarse de este saber el alumno sienta que ha alcanzado una importante meta en su formación profesional y personal.

La palabra orientación procede del verbo orientar mientras que el término vocacional proviene de vocación. A este sustantivo se le añade el sufijo -al proveniente del latino -alis cuyo significado es relación o pertenencia.

En la actualidad la función docente se ve impregnada de un creciente número de tareas relacionadas con la acción orientadora, especialmente importantes debido a dos motivos fundamentales: por un lado las nuevas expectativas generadas sobre el sistema educativo en una realidad cambiante como la que vivimos que demanda una mayor conexión de la oferta educativa con el mundo laboral; por otro la propuesta educativa formulada al hilo de los más innovadores paradigmas psicopedagógicos, refuerza, de manera muy significativa, la función orientadora en el ámbito de los centros escolares que empiezan a potenciar los departamentos de orientación que tendrán que dinamizar un currículo con un alto grado de diversificación que ofrece la posibilidad de decidir atendiendo a intereses, aptitudes y rendimientos, para enfocar desde el desarrollo de la carrera, la futura ocupación profesional.

La orientación vocacional y profesional reducen de manera sustancial el tiempo que a una persona le costaría reconocer en qué área tiene ventaja comparativa en relación con sus semejantes.

Siendo en nuestro medio el asunto de la vocación tan importante para el futuro de los jóvenes, pues no aparece como algo puntual y espontáneo, sino que se inicia en la infancia, va configurándose durante la adolescencia para definirse en la adultez. No obstante, estas vocaciones tempranas pueden estar enmascaradas de motivos inconscientes que no son sino compensaciones, mecanismos de defensa ante conflictos de la primera infancia; por ello es necesaria una buena orientación para realizar una elección conforme al "yo" real del sujeto.

Esta vocación no sólo está determinada por los motivos inconscientes, sino también por otros más conscientes como las actitudes, aptitudes, intereses, capacidades y personalidad. A su vez, estos pueden potenciarse o no, influidos por factores socioambientales y culturales como agentes de socialización como la familia, amigos, por el prestigio y auge de ciertos estudios en comparación con otros, el género, etc. La vocación, es el resultado de unos factores más inconscientes (a veces desconocidos por el sujeto) que pueden o no modificarse a través de los factores socio-ambientales y culturales.

La evolución actual de orientación vocacional depende de las nuevas tendencias y cambios en el trabajo, en la educación y en la familia, que sugieren que se precisa una base más amplia para orientar, pues se han dado cambios en el papel del hombre y de la mujer en el mundo.

La Orientación Vocacional se caracteriza como un proceso continuo de ayuda al estudiante para el desarrollo de sus potencialidades cognitivas y motivacionales que le posibiliten elegir conscientemente una profesión y comprometerse con la calidad de su formación durante el estudio de la misma; en el que participan todos los agentes educativos en las acciones de orientación (maestros, psicólogos escolares, pedagogos, padres de familia, representantes de diferentes instituciones entre otros).

Durante la adolescencia, el joven se encuentra influido por los agentes de socialización (familia, grupo, escuela) que se encargarán de trasmitirle conocimientos y de proporcionarle una identidad individual y grupal. Tanto en la familia como en la escuela, va a realizar diversos aprendizajes, como el de la adquisición del rol social y profesional. Los grupos van a influir en el joven trasmitiéndole una serie de patrones culturales como son la valoración del poder, del prestigio, del ocio, del placer, del consumo, creándole graves contradicciones al topar con la realidad laboral, que es muy distinta y a través de la que no le será posible acceder al mundo que los agentes de enculturación valora.

En el transcurso de la adolescencia, el sujeto se prepara para cumplir determinados roles sociales propios de la vida adulta, tanto en lo referido a la esfera profesional, como en la de sus relaciones con otras personas de la familia, con la pareja y los amigos. Además el adolescente deberá regular su comportamiento de forma tal, que alcancen una competencia adecuada ante las exigencias presentes en la sociedad en que se desenvuelven. Esta etapa tiene como base los logros del desarrollo de la personalidad alcanzados con anterioridad. Aparece el pensamiento conceptual teórico y un nuevo nivel de autoconciencia, la formación de la identidad personal se intensifica. La autovaloración es más estructurada, aparecen juicios y normas morales no sistematizadas, de ideales abstractos y la elección de la profesión constituye un elemento central de la esfera motivacional.

En ocasiones la familia intenta persuadir a los hijos con informaciones hacia carreras que poseen determinada representación social, sin realmente conocer el perfil académico de la misma, y si éstos poseen las características y motivaciones personales para su elección; hemos podido apreciar que estudiantes de un buen desarrollo en las asignaturas de ciencias eligen carreras en que predominan otros aprendizajes y ello les ocasiona la frustración ante la carrera elegida una vez que comienzan los estudios universitarios. De acuerdo con algunos lineamientos para que un joven elabore objetivos efectivos futuros que le permitan autorregular su conducta, tiene que disponer de conocimientos basados en las necesidades que orientan sus objetivos efectivos mediatos, ese potencial de conocimientos le posibilitará la reflexión; el conocimiento sobre la futura profesión permitirá organizar puntos de vistas y convicciones.

La información como una de las premisas del conocimiento sobre la profesión constituye un primer eslabón para el desarrollo de la motivación profesional, tipo de motivación que puede convertirse en una tendencia orientadora de la personalidad donde el estudiante es capaz de estructurar de manera consciente sus propósitos en relación a determinada profesión. Por ello es recomendable que la información que reciban los jóvenes sobre las carreras universitarias sea lo más cercana a criterios objetivos especializados en que pueda informarse sobre la profesión y las características académicas de la misma; las características personales que favorecen su desempeño y su aplicabilidad social, como aspectos que puedan favorecer la autovaloración y la reflexión ante la elección profesional.

La familia constituye la primera institución educativa reconocida por el grupo de

estudio como agente de mayor influencia ante el proceso de orientación profesional, ello nos orienta la necesidad de brindar mayor atención a la educación familiar con vistas a saber cómo orientar a los hijos desde edades tempranas hacia el futuro profesional y que aspectos son necesarios a tener en cuenta para decidir la elección profesional de manera más objetiva, que contemple aspectos basados en decisiones más responsables en cuanto a la indagación de las características del perfil académico y profesional de la carrera, su correspondencia con capacidades y motivaciones personales, el saber reconocer la amplitud de carreras posibles a estudiar y la importancia que poseen todas para el desarrollo social y técnico, así como las vías para encontrar información sobre las mismas.

Si bien, los medios masivos como la televisión y la radio son de uso frecuente como vía de información y entretenimiento, no son identificados como fuente para la información profesional por los jóvenes, aspecto que puede en un futuro ser tomado en consideración ya que existe una programación dirigida a espacios juveniles que pudieran satisfacer esta necesidad sentida por los sujetos de estudio, dando a conocer a través de la visión de profesionales las características de las diversas profesiones y promover como buscar la información necesaria.

Desarrollo

De un tiempo atrás, se viene tratando de desarrollar lo que han denominado la Teoría de la Casualidad Planificada (Planned Happenstance Theory). Esta teoría surge como una modificación o enmienda a la teoría del aprendizaje en la Orientación Vocacional presentada en 1996 y la cual fue una ampliación de la Teoría del Aprendizaje Social en la Toma de Decisiones Vocacionales.

El trabajo del orientador/a es facilitar el aprendizaje de destrezas, intereses, creencias, valores, hábitos de trabajo y cualidades personales que capacitan a cada persona (orientado, usuario, cliente, etc.) para crear una vida satisfactoria en un mundo laboral constantemente cambiante.

De acuerdo con Molina (2001), la Orientación vocacional es un proceso dirigido al conocimiento de diversos aspectos personales: capacidades, gustos, intereses, motivaciones personales, en función del contexto familiar y la situación general del medio donde se está inserto, para poder decidir acerca del propio futuro.

Los cambios que ha experimentado el concepto de Orientación son consecuencia de la evolución de los factores históricos y sociales. Así, en sus orígenes y hasta 1925, el concepto es consecuencia de necesidades socioeconómicas: ajustar las características y capacidades de cada persona a los requerimientos de una profesión, con el objetivo de alcanzar el máximo rendimiento en el trabajo (Vidal, Javier, 2001; González, J. R. y Omaira, L., 2003).

Un aspecto a señalar, en este sentido, es lo planteado por el Dr. John D. Krumboltz de la Universidad de Stanford en la conferencia inaugural del Congreso de la Association for Educational and Vocational Guidance (IAEVG), celebrada en Suiza, donde indica que para estos tiempos es necesario hacer nuevas consideraciones relacionadas con los objetivos de la Orientación Vocacional, además de tomar en cuenta los eventos fortuitos, «casualidades» u oportunidades que se dan alrededor de las personas.

En las definiciones anteriores se recrea la práctica de la Orientación en lo vocacional, donde el orientador, que bien puede ser el docente, el entrenador o el directivo ha recibido un entrenamiento y preparación que le permite ofrecer asesoría y asistencia a los alumnos y les ayuda a tomar decisiones para progresar con éxito en su vida estudiantil y profesional.

La Orientación intenta descubrir el potencial de cada sujeto y ver que cada uno tenga su oportunidad para desarrollar ese potencial al máximo, en lo que mejor pueda ofrecer a sí mismo y al mundo. Se plantea como un proceso o conjunto de acciones para ayudar a otros en la solución de situaciones críticas y conflictivas o en la satisfacción de necesidades para el logro de un estado de bienestar.

Con una visión de la Orientación dirigida al ámbito educativo, podemos definir a la misma como «un proceso destinado a atender a los alumnos en los aspectos de su personalidad, a lo largo de todos los niveles educativos»

Chacón Martínez (2004), en La Orientación Vocacional en Educación Media, plantea el análisis de las necesidades de los estudiantes de este nivel, referidas a toma de decisiones, elección de carrera, viabilidad de la decisión, y la transición de la vida estudiantil al mundo laboral.

La asistencia orientacional en el área vocacional ha sido objeto de atención en países como Venezuela, por ejemplo, donde en la década de los ochenta se desarrollo un plan nacional a través del Centro Nacional de Asesoramiento Vocacional y Profesional (CENAVOP), integrado por una red de centros regionales y apoyados de la infraestructura de los servicios de orientación de los planteles. El objetivo de este centro era sistematizar el proceso de Orientación vocacional de forma que respondiera a las necesidades de los destinatarios y a los requerimientos de los planes de desarrollo en el país (Ministerio de Educación, 1980).

El programa de Orientación Vocacional «Decidiendo mi Profesión» se encuentra inserto en la propuesta curricular del Ministerio de Educación para la educación media y diversificada de (1998), dentro del componente de desarrollo personal social.

En el programa, se entiende por Orientación de carrera el esfuerzo consciente y sistemático de la escuela y del entorno social, con el objeto de ayudar a los estudiantes del ciclo diversificado a que se conozcan a sí mismos, conozcan las oportunidades de estudio y trabajo que les ofrece el entorno y tomen una decisión de carrera consciente y responsable.

En consecuencia su concepto original es lo relativo o perteneciente a la vocación.

Puede indicarse como la definición de esta locución al conjunto de prácticas que tienen como finalidad esclarecer no solamente la profesión a estudiar sino conducir a la persona hacia la visualización de un proyecto personal en cuanto a ser consciente de sí mismo y de su realidad cultural, laboral y socioeconómica.

Es una rama de la psicología que, generalmente, está dirigida a estudiantes de nivel secundario o medio superior con la finalidad de direccionarlos en la elección correcta de una carrera profesional. No obstante, por ser un recurso asistencial y/o preventivo también se utiliza para evaluar la posibilidad del cambio de una carrera, o el cambio necesario para disfrutar de un trabajo profesional. En todos los casos el orientador, que es un psicólogo, trabaja personalmente con el sujeto consultante.

Se realizan una serie de entrevistas, de las cuales, la primera permite la aproximación de quién es el consultante, conocer su perfil, sus preferencias, abarcando todas las áreas de la vida de la persona. Con esta entrevista se pretende llegar a la elaboración de un primer diagnóstico. Luego, si el psicólogo lo considera conveniente, se puede dar una segunda entrevista en donde esté incluido el grupo familiar.

Una vez finalizada esta etapa de evaluación, se pasa a la apreciación del perfil de personalidad, intereses vocacionales, gustos, funciones intelectuales, entre otras, a través de baterías de tests. Entre los tests para la inteligencia se pueden utilizar el Domino, Raven y Wais; los de la personalidad más comunes son los de Zulliger, Rorschach, Luscher y Eduards; y los vocacionales más usados con Kuder-C y CIPSA.

Posteriormente se realiza la corrección de las pruebas aplicadas y la elaboración del informe que se presenta al consultante con la interpretación de los datos vertidos en los tests. En esta síntesis se unifican no solamente la vocación, sino sus competencias y las demandas laborales al respecto.

Esto tiene por objetivo que la persona que ha consultado tenga una amplia mirada sobre sí mismo, y que pueda orientar su decisión para desarrollar sus gustos, y habilidades. Además es aconsejable que se ayude al consultante a concientizarse que además de elegir una carrera como preferida tienen que tener en cuenta que en la actualidad, se hace necesaria una permanente reactualización de saberes para aplicar, o sea seguir estudiando siempre.

La cultura como valor universal

Es conocido por muchos el gran valor que históricamente ha tenido el "Olimpísmo Moderno "a lo largo de su vida centenaria como motor impulsor de un ideal de perfeccionamiento de la persona humana por el esfuerzo, dominio y la superación de sus recursos intelectuales y físicos.

El Olimpísmo se propone crear un estilo de vida basado en la alegría del esfuerzo, el valor educativo, y el buen ejemplo y el respecto por los principios éticos fundamentales y universales.

Todo pasado influye sobre el futuro, y ningún futuro puede edificarse sin tener en cuenta el pasado". Pierre de Coubertin.1923

Pierre de Coubertin dijo: "La historia es la primera de todas las ciencias en importancia y eficacia educativa" 1926.

Por cuanto, el objetivo del Olimpísmo es poner el deporte al servicio del desarrollo armónico del hombre, con el fin de favorecer el establecimiento de una sociedad pacífica y comprometida con el mantenimiento de la dignidad humana.

La competencia olímpica es conocida desde la antigüedad, los primeros reportes datan del año 776 antes de Cristo, en la ciudad de Olimpia en Grecia. Los juegos olímpicos modernos se iniciaron en Atenas, 1896, por sugerencia y con la coordinación del Barón de Coubertin.

Desde entonces se realizan cada 4 años, con contadas excepciones (I y II Guerra Mundial). Las olimpiadas modernas han generado un movimiento mundial basado en el deporte y en la sana competencia, enmarcado en innumerables hechos anecdóticos que hacen de la historia del olimpismo mundial algo interesante y ameno para ser leído.

De su origen, se tiene conocimiento que hace tres mil años, hacia el 776 antes de Cristo en la ciudad de Olimpia, antigua Grecia, se reunían atletas de diferentes regiones para competir en las diversas modalidades deportivas de la época. De los atletas se esperaba el mejor desempeño para orgullo de su ciudad natal. A cambio se les veía como héroes, colocándoles una corona hecha de ramas de olivo, cortadas con un cuchillo especial por un joven de 12 años, que como condición debía tener sus padres vivos.

Hacia el año 1894, el Barón de Coubertin dio origen al movimiento olímpico mundial, al convocar a 14 países creándose el primer Comité Olímpico internacional (COI), con sede en la prestigiosa universidad parisina de la Sorbona. Dentro de ese contexto académico se adjudicaron los primeros juegos olímpicos de la era moderna en la ciudad de Atenas en reconocimiento histórico a los juegos de la antigüedad.

En el mismo congreso fue elegido el primer presidente del COI, cargo asumido por el griego Demetrios Bikelas, mientras que el Barón del deporte como se le llamó a Coubertin, ocupó el cargo de secretario general.

En efecto, aquella premisa de que "deporte es salud", conocida por los antiguos atletas griegos y comprobada una y otra vez por estudios científicos apoyados en la tecnología moderna, debe ser la principal motivación para que la actividad física, competitiva o no, haga parte de la vida cotidiana de todo ser humano.

Consideramos oportuno analizar en síntesis la labor de los atletas cubanos en estas centenarias justas, en las cuales se han protagonizado verdaderas hazañas deportivas, principalmente tras el triunfo de la Revolución del Primero de Enero de 1959. Cuba debuta en citas estivales en los II Juegos de París 1900, donde el esgrimista (espada) se convierte en el primer medallista dorado de la mayor de las Antillas en tan fuerte confrontación, y además obtiene la plata en esa misma arma, pero para maestros. Cuatro años después, en Saint Louis 1904, mejora su propia actuación al colgarse al cuello el oro en florete y espada, y también en florete por colectivos. Aquí otro espadachín criollo, Dionisio Díaz, ganó el título en el sable individual y el florete por equipos. La primera incursión de los cubanos en estas lizas después del triunfo de la Revolución se produce en los XVII Juegos de Roma 1960, a la cual asiste una pequeña delegación de tres mujeres y nueve hombres y compiten en ocho disciplinas. Fue en la justa XVIII, en Tokio 1964, cuando el deporte revolucionario gana su primera medalla olímpica, por mediación del velocista Enrique Figuerola, quien cruzó segundo la raya de sentencia en la final de los 100 metros planos.

El deporte y la cultura siempre han estado estrechamente vinculados, en otros países del mundo se han celebrado olimpiadas culturales conjuntamente cuando se celebran los juegos olímpicos la cual ofrece la oportunidad de establecer un nexo entre la educación olímpica y la sociedad de la información. Comprender un número de eventos culturales cuyo objetivo es relacionar la cultura y el deporte.

El mundo actual, rectorado por profundas transformaciones en dimensiones esenciales tales como: económico-sociales, científico-tecnológico, ecológico, político, ideológico y cultural, con su particular incidencia en la sociedad cubana, repercute en todos los órdenes, planteándoles nuevos retos, los cuales están en correspondencia con los propósitos actuales de fomentar el desarrollo de una cultura general e integral de la población y contribuir, de forma eficiente, al mejoramiento de la calidad de vida en todas las esferas sociales.

La cultura como valor universal, es la vía más legítima para depurar y enaltecer las aspiraciones creativas del ser humano. Por tanto, resulta imprescindible defender los valores autóctonos de cada nación, las tipicidades e identidades de cada territorio, comunidad o grupos sociales, lo auténtico y común de los grupos humanos que conforman este mundo.

Todo cuanto el hombre crea es cultura, específicamente, aquellas creaciones en las que se expresan sus sentimientos, sus maneras de ser y pensar, sus modos de vida y sus conocimientos atesorados a través de la historia.

Las Tunas no ha estado exenta de la participación en los juegos olímpicos, han participado muchos deportistas que han puesto en alto la calidad de nuestro deporte. Desde el triunfo de la revolución cubana muchos deportistas tuneros han participado en estas citas estivales, dándoles seguimiento a estos atletas que han puesto en lo más alto a nuestro país, la Facultad de Cultura Física ha creado la Cátedra de Teófilo Stevenson que tiene como objetivo principal de difundir el ideal olímpico y su filosofía en la población. También dentro de sus funciones se encuentra, organizar actividades educativas tales como seminarios, cursos, conferencias, congresos. Tendientes a difundir y fomentar el ideal olímpico. Organizar actividades culturales, exposiciones, certámenes, eventos científicos, encuentro de escuelas abiertas, intercambios de Orientación vocacional y Formación Profesional.

Conclusiones

  • 1. El diagnóstico realizado corroboró la necesidad de una Orientación Vocacional sustentada en las potencialidades culturales con las que cuenta el estudiante-atleta de estos tipos de centros deportivos.

  • 2. Las actividades realizadas por la cátedra Teófilo Stevenson con los familiares, pobladores y estudiante-atleta de la EIDE Carlos Leyva González de la provincia de Las Tunas permitieron corroborar que los fundamentos de las mismas, para elevar la Cultura Deportiva se encuentra en la Orientación Vocacional y el método dialectico materialista.

  • 3.  Las actividades realizadas por la cátedra Teófilo Stevenson para elevar la cultura general y deportiva del estudiante-atleta, es viable, según la evaluación de los especialistas.

Bibliografía

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Universidad de Las Tunas

Facultad de Cultura Física

 

 

 

Autor:

MSc. Osniel Echevarría Ramírez.

MSc. Yerenis Sarahis Tamayo Rodríguez.

MSc. Yaquelín Ruiz García.