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Filosofía para aprender a vivir


Partes: 1, 2

  1. Percepciones de los jóvenes sobre la filosofía
  2. La filosofía es un saber abstracto, poco comprensible
  3. La filosofía es un saber poco útil para la vida, no genera productos o cosas tangibles
  4. La filosofía es una asignatura poco importante, "de relleno"
  5. En la filosofía debe aprenderse respuestas correctas como en otras asignaturas
  6. La filosofía es una asignatura aburrida
  7. La filosofía no guarda relación con las otras asignaturas
  8. La filosofía es para sabios o inteligentes
  9. La filosofía es para los viejos
  10. La filosofía es asunto de hombres
  11. La religión puede reemplazar a la filosofía
  12. Referencias

edu.red

CONCEPCIONES SOBRE LA FILOSOFÍA

EN ESTUDIANTES DE BACHILLERATO

PRESENTACIÓN

Filosofar es pensar, pensar es preguntarse sobre el universo, el mundo, la vida, el ser humano, para encontrar sentido a la existencia

Se dice que todo ser humano es filósofo por naturaleza, pues, piensa, se pregunta, duda, cuestiona.

Fundamentado es esta premisa, el aprendiz de filósofo que escribe el presente ensayo se aventura a incursionar en el pensar filosófico, pretendiendo fungir de motivador del pensamiento de los jóvenes.

Quizás esta decisión se deba a la fortuna de ser maestro como ocupación principal de su existencia. En efecto, la misión de educar lleva implícito el anhelo de formar a los más jóvenes, de conducirlos a encontrar el verdadero sentido a sus vidas. Pero, este ideal no puede lograrse si no se tiene claro el fundamento filosófico que oriente dicha formación.

Sin embargo, la educación y la orientación de los adolescentes, aunque parezca una tarea que se justifica plenamente, no está exenta de riesgos, pudiendo caer, sin querer, en la manipulación de conductas y sentimientos, por la pasión sincera de los educadores.

Otro peligro es la tendencia a erigirse como moralistas o sea aquellas personas que se presentan como modelos que deben normar los comportamientos de los demás. Los dos riesgos contradicen la verdadera esencia de la finalidad filosófica que aspira seducir la mente y el corazón de las personas, mediante profundas reflexiones sobre diversos asuntos trascendentes que enfrentan a diario los seres humanos.

También es cierto que por evitar la manipulación y el moralismo, se puede caer en actitudes de un falso neutralismo que pueden llevarnos a traicionar la propia misión como formadores de juventudes. Desde la óptica del ejercicio del magisterio, no se debe dejar a los jóvenes librados a su suerte, o que sean fáciles presas de las nefastas intenciones del sistema dominante; es decir, que vivan, de modo inconsciente, en la gran burbuja alienante, y que profundicen aún más esta condición durante su existencia en este mundo. "No hay ni puede haber una pedagogía angelical o desinteresada, neutra o aséptica. Toda docencia es de hecho militancia, toma de partido, compromiso y acción", (Barreiro, 1974).

En verdad, es necesario tomar partido, pero ello no implica imponer un pensamiento o un código moral, por muy veraces que estos parezcan, sino fundamentarse en los principios axiológicos universales. Es fácil reconocer que las nuevas generaciones no pueden elegir libremente el rumbo de sus vidas sin tener un referente filosófico humanista. Prescindir de esta orientación, significaría dejar vía libre a los dueños del mundo para que configuren ciudadanos que conviene a sus intereses económicos, políticos e ideológicos.

Este ensayo está dirigido para aquellos jóvenes que inician el estudio de la filosofía y también para quienes ya aprobaron este estudio en los primeros años del Bachillerato; en especial para estos últimos, que a lo mejor recibieron una enseñanza inadecuada de la asignatura, provocando imágenes deformadas de la misma. Se aspira a demostrarles que la filosofía es un saber importante, imprescindible, vital, se podría decir, que contribuye a que los jóvenes encuentren sentido a sus vidas, y con ello puedan desarrollarse como personas valiosas, mental y éticamente sanas. Cualidades que hoy, como nunca, son absolutamente necesarias para construir una sociedad humanista, con profunda responsabilidad social y ecológica.

Ante todo, debe quedar claro que filosofar es romper paradigmas, modelos, esquemas, formas de pensar, que el sistema ha internalizado en los habitantes del mundo, hasta erigirse en verdades absolutas. Ahora la humanidad vive el "pensamiento único" que puede conducirle a su destrucción y a la aniquilación de su casa la Tierra. Precisamente, para enfrentar estos inminentes peligros es absolutamente necesaria la filosofía, o mejor expresado, sin esta forma de pensamiento se acelerará la pérdida de nuestra humanidad y la destrucción del planeta. Se tratará de justificar esta tesis que puede ser exagerada para los jóvenes, o pueden pensar que se recurre a estas alarmas apocalípticas para atraer su interés hacia la filosofía. Nada más alejado de esta intención; solo hace falta poner atención a lo que acontece a nuestro derredor para reconocer la urgencia de una guía que evite la hecatombe planetaria.

Para organizar el trabajo, se investigó varios criterios distorsionados que se escuchan en el ambiente escolar sobre la filosofía. Con los resultados de este estudio, se busca demostrar a los jóvenes que ninguna de esas opiniones tiene justificación; aún más, se intentará probar que esta disciplina es de mucha utilidad para su crecimiento personal y social, presente y futuro. Para este propósito, se formulan diversos argumentos que los jóvenes deben analizarlos y juzgar si tienen fundamento, o son simples apreciaciones subjetivas del autor para tratar de convencerles. Igualmente, se exponen situaciones reales que las personas viven a diario en la sociedad, para advertir cómo la filosofía se aplica a tales acontecimientos. Como soporte teórico, también se apela a la opinión versada de varios pensadores que han labrado su autoridad filosófica a lo largo de la historia.

Junto a este análisis, en la segunda parte se propone un número, más o menos grande, de temas y preguntas que pueden ser útiles para favorecer la reflexión filosófica en el aula o en el medio que se desenvuelven los y las jóvenes. Este listado demostrará la importancia de la asignatura y su utilidad para enfrentar las circunstancias cotidianas.

Son bienvenidos, pues, los jóvenes –hombres y mujeres- al apasionante mundo de la filosofía. Se procurará, con un lenguaje sencillo, con muchos ejemplos y con diversas reflexiones, demostrarles cuán necesaria es esta disciplina para sus vidas.

Percepciones de los jóvenes sobre la filosofía

La primera tarea para hablar de este temas fue investigar cuál es el criterio o la opinión de los/as estudiantes de Bachillerato sobre la filosofía. Al tener sus primeras experiencias sobre este saber, cada uno de los/as alumnos/as, debe haberse formado un parecer sobre los objetivos, naturaleza, contenidos y utilidades de esta asignatura. Luego de estas primeras vivencias, los alumnos están en capacidad de emitir sus juicios acerca de esta asignatura.

Para conocer estas opiniones, se propuso a 200 estudiantes de diferentes colegios de la Provincia una encuesta que buscaba identificar sus percepciones sobre la filosofía. El modelo de cuestionario se presenta a continuación, al mismo tiempo se exponen los porcentajes parciales y totales obtenidos de todos los cuestionarios respondidos.

ENCUESTA EDUCATIVA

Estimado/a estudiante:

Usted ha tenido durante este año el primer contacto con la asignatura de Filosofía. Después de varias clases, experiencias, lecturas, estudios y pruebas sobre esta disciplina usted debe ya tener un criterio sobre la Filosofía. Para conocer su valiosa opinión se le propone una encuesta con varias frases sobre la Filosofía. Para contestarla usted debe leer con atención los criterios propuestos, y luego juzgar en qué grado está de acuerdo o en desacuerdo con cada uno de ellos. Para ello, marque cualquiera de las casillas que significan:

edu.red

Recuerde que lo importante no es que repita lo que ha escuchado a su profesor(a) o ha estudiado en los textos, sino el criterio que usted se ha formado sobre la Filosofía después de haber recibido clases durante dos quimestres.

N.

CRITERIOS

MA

A

D

TD

1.

La filosofía es un conocimiento muy abstracto e incomprensible para los(as) estudiantes.

16

%

52

%

22

%

10

%

2.

La historia ha demostrado que los sabios o personas con capacidades intelectuales superiores se han dedicado a la filosofía.

20

50

22

8

3.

La filosofía era un conocimiento útil para las primeras eras de la humanidad.

18

46

24

12

4.

La filosofía es para personas mayores que han logrado experiencia en la vida.

12

36

24

18

5.

En los tiempos actuales es preferible saber hacer cosas más que dedicar tiempo a pensar y reflexionar filosóficamente.

18

44

22

16

6.

Leer libros de filosofía resulta aburrido para los(as) jóvenes.

24

48

16

12

7.

El ser filósofo no es una profesión que atraiga a los (as) jóvenes.

16

60

14

10

8.

La filosofía no sirve para ganar dinero, ni para defenderse en la vida

18

54

16

12

9.

Los filósofos "viven en la nebulosas", alejados de los problemas cotidianos.

14

42

18

16

10.

Es preferible que en los colegios existan más horas de ciencia y tecnología antes que de filosofía.

18

50

22

10

11.

La filosofía es un conocimiento poco útil para los(as) jóvenes.

16

50

20

14

12.

La filosofía no brinda soluciones prácticas a los problemas de la vida y el trabajo.

16

54

16

14

13.

Es preferible no amargarse la vida haciendo preguntas filosóficas.

12

46

24

18

14.

Los temas de la religión y la filosofía son muy similares.

16

46

26

16

15.

La filosofía poco o nada ayuda a las ciencias como las matemáticas, física, química o biología.

20

48

20

12

16.

La filosofía es una asignatura más para hombres que para las mujeres.

12

26

42

20

Totales promedio

16

48

22

14

Sobre la base de estos resultados, se analizan a continuación las diez opiniones que han obtenido más alto porcentaje en las dos primeras escalas. De modo complementario, se procura desvirtuar cada una de esas creencias mediante sólidos argumentos. Al lector joven le corresponde valorar estos razonamientos y con esta base reconocer si sus criterios, aprensiones o prejuicios sobre la filosofía tienen fundamento o son creencias tergiversadas.

La filosofía es un saber abstracto, poco comprensible

Esta opinión parece ser compartida por casi todos los estudiantes que han tenido contacto con la filosofía. Ellos la ven como un conocimiento difícil de comprender, pues los contenidos que trata son elucubraciones propios de sabios o letrados. En efecto, consideran que escuchar a un filósofo o leer un libro de este contenido es tropezarse con temas que rebasan su entendimiento.

La verdad es que los estudiantes tienen razón al exteriorizar esta inquietud, cualquier persona, inclusive las que han logrado cierta cultura, encuentran difícil asimilar textos como los de Platón, Sócrates, Sartre, no se diga Kant o Hegel. Cierto es que el nivel de abstracción, su vocabulario y sus interpretaciones los vuelve difícil para cualquier estudioso que se acerque a sus contenidos. Lamentablemente, algunos ilustrados de la filosofía han creado un lenguaje sofisticado y esotérico para verbalizar sus reflexiones.

Pero asimismo es necesario convenir que los temas filosóficos no tienen por qué ser enrevesados, oscuros o enigmáticos. Subirats plantea que el filósofo más profundo es aquél que puede hablar con tal sencillez que todos lo entiendan. Si los asuntos de esta disciplina son la naturaleza, la vida, el hombre, los valores, el conocimiento … y se los vivencia a diario, no tienen por qué ser incomprensibles u oscuros. Desde luego, no se puede pedir a los grandes pensadores que expongan sus ideas de modo que todos los inexpertos puedan entenderlos.

Por fortuna hoy existen muchos autores como Savater, Marina, Eco, Tierno, Cortina, Gaarder, Lipman, Onfray, Camps … quienes interpretan a los grandes filósofos y explican de manera asequible para que los jóvenes puedan mejorar la comprensión de las cuestiones filosóficas. De ahí que es preferible acercase a esta asignatura a través de estos escritores que facilitan grandemente nuestro entendimiento. Otros recursos valiosos para internarse en el estudio de la filosofía son algunos blogs, portales o páginas de Internet que aclaran, de modo significativo, los saberes filosóficos.

En este sentido, el papel de los docentes que dictan la materia de filosofía es determinante, no solo para facilitar la comprensión de sus discípulos, sino, sobre todo, para despertar en ellos el gusto hacia la reflexión filosófica. Obviamente, para ello, se requiere que el profesorado tenga buena formación filosófica, aunque no sea un filósofo o una filósofa en toda la extensión del término.

Para demostrar a los estudiantes que los contenidos de filosofía no necesariamente se elevan hasta las "nubes", veamos dos ejemplos con asuntos tan reales que experimentamos cotidianamente.

Si se toma el tema de la libertad, muchos pensadores han teorizado sobre este valor con explicaciones más o menos elaboradas que puede ser abstractas, pero siempre estarán referidas a situaciones concretas que viven las personas. Al respecto, algunos autores deterministas sostienen que todas las acciones humanas están predeterminadas y por lo tanto, la libertad es una ilusión. En cambio, los indeterministas avalan que si bien las circunstancias condicionan las acciones humanas, el individuo siempre tiene la última palabra, basándose en miles de análisis de personas que reaccionan de forma diferente ante los mismos problemas y bajo las mismas circunstancias.

En la tesis de la "verdad", los filósofos se embarcan en reflexiones más o menos complejas como las siguientes: ¿existe la verdad?, ¿qué queremos decir cuando afirmamos que algo es "verdad"? o ¿cuáles son los criterios a partir de los cuales se puede decir que algún conocimiento es verdadero?

Decimos que algo es verdad, por ejemplo, cuando alguien esboza el enunciado "llueve", y nos asomamos por la ventana, constatando que es "verdad" porque se corresponde con la realidad. Pero, claro, muchas veces es complicado lograr esa constatación, por ejemplo si alguien afirma "este cuadro es bello", ya no es tan fácil afirmar que es una "verdad" que se puede comprobar. El mundo es para la gente producto de las experiencias, de modo que sus creencias se hacen verdaderas a partir de la interacción con el mundo. De todas formas, la interpretación filosófica de la verdad ha servido para hechos reales descritos por las ciencias naturales, las matemáticas o la lógica.

 Como se ve, sí es posible que el pensamiento filosófico "aterrice" en las situaciones que viven los seres humanos. Precisamente, una corriente de la filosofía surgida hace dos siglos llamada "Filosofía Popular", ha pretendido que esta disciplina debe ser un saber socialmente útil y al alcance de todos y todas, y no solo para los académicos o profesionales que, con frecuencia, recurren a reflexiones profundas y complejas.

A pesar del valor de este movimiento, no siempre ha sido bien visto por los doctos de la filosofía. En verdad, no se puede caer en el extremo de vulgarizar el pensamiento filosófico, pues se desvalorizaría la penetrante visión de los expertos para ver las cosas de manera diferente o interpretar los hechos del mundo de modo mucho más profundo que el común de los mortales.

En síntesis, si bien la filosofía por su naturaleza no es tan concreta o "real" como se quisiera, no se puede anteponer resistencias con el supuesto que son pensamientos elevados, teóricos o abstractos, difíciles de entender o de poca aplicabilidad a la vida real. De hecho, es necesario algún esfuerzo mental para discernir los diversos planteamientos filosóficos de los pensadores a lo largo de la historia. Este conocimiento, por naturaleza, va más allá de las situaciones tangibles para dar explicaciones teóricas a las cosas, fenómenos y hechos del mundo real.

En conclusión, Subirats (2010), pensador español, nos dice que es un error pensar que la filosofía es un conocimiento árido, incomprensible, sólo asequible a especialistas en universidades, cuyos temas son lejanos de los problemas cotidianos. "Es necesario rescatar la antigua concepción de la filosofía como sabiduría vital, con poder para preguntar y responder las grandes perplejidades de la vida. Los países necesitan filosofar de la misma manera que necesitan tomar agua: el agua para sobrevivir; la filosofía para mantenerse a flote en medio del mar agitado en donde no tenemos más remedio que interpretar nuestra existencia". El célebre filósofo francés Albert Camus dijo: "Es imposible vivir sin sentido".

La filosofía es un saber poco útil para la vida, no genera productos o cosas tangibles

Cuando se pregunta sobre la utilidad de algo generalmente se piensa en las aplicaciones prácticas que ese algo proporciona. En un sentido amplio, se da por aceptado que las cosas útiles aportan algún tipo de beneficio. La medicina, por ejemplo, alivia el dolor, además de brindar salud y bienestar. La ciencia y la tecnología permiten construir objetos que hacen la vida más cómoda.

Al referirse a la utilidad de la filosofía, casi todos creen que se trata de un saber que solo sirve para pensar no para hacer cosas. Según esto, meditar, reflexionar, abstraer, razonar, serían actividades inservibles; más si se refieren a asuntos intangibles como la existencia, la verdad, la conciencia, la voluntad, la felicidad, la moral … En los tiempos de globalización económica y tecnológica, ahora se valora la producción de objetos, servicios o instrumentos. En tal virtud, si se piensa cómo hacer algo que sirve o es provechoso, se lo acepta de modo general; pero, si el pensar se reduce a cavilar sobre asuntos abstractos, tendría nula utilidad.

Entonces, ni pensar que la filosofía pueda ser una profesión elegida por los jóvenes, pues difícilmente será una carrera que permita ganarse la vida; a menos que sea profesor de esta asignatura, la sociedad, las industrias o las empresas parecen no necesitar de filósofos.

Actualmente atravesamos una época utilitarista, ahora las cosas no deben pensarse sino deben hacerse, producirse, consumirse. Según esta lógica, la reflexión es una pérdida de tiempo que no da réditos, dinero, ni ventajas concretas. De ahí que muchos afirmen que la filosofía no tiene ninguna utilidad, salvo la de "dedicarse a reflexiones ociosas e intrascendentes".  Se trata de un saber puramente teórico, no sirve ni para hacer casas ni para ganar guerras ni para nada "útil" (aunque tal vez sí para saber lo que es de "verdad" útil). No pocas personas preguntan y se preguntan: ¿por qué y para qué existe la filosofía si no tiene utilidad práctica, ni contribuye a resolver los problemas concretos y acuciantes que el ser humano enfrenta día a día para vivir y sobrevivir?

Pero, en este punto, conviene preguntar: si la filosofía no es utilitaria ¿por qué ha sobrevivido durante tres mil años a la acción corrosiva e implacable del tiempo y a los cataclismos de la historia? Quizás la respuesta sea que la filosofía más que útil es necesaria porque su finalidad no se agota en las soluciones inmediatas, sino que busca la visión estratégica de las cosas y los acontecimientos, los rasgos generales de los hechos particulares, lo universal que vive y subyace en lo singular, lo permanente que sobrevive a los cambios y lo esencial que trasciende a lo accidental. Y todas estas cuestiones son preocupaciones que van más allá del tiempo y el espacio concreto.

Sobre el asunto, el filósofo norteamericano Postman tiene una frase impactante: "Somos una nación de técnicos, expertos sumamente capacitados para hacer algo, pero aterrorizados ante la perspectiva de preguntarnos la razón de hacerlo". En este sentido, según Rojas (2002), la humanidad vive una triple crisis, reducible a una sola: de fundamentos; de pérdida o de extravío de nuestro hacer en el mundo; del qué es lo que se hace y por qué y para qué.

La filosofía no pretende enseñar a hacer zapatos, pero es capaz de descubrir el más profundo por qué es conveniente fabricar buenos zapatos. Sin filosofía no se conocería el "sentido" último de la fabricación de zapatos, ni de nada. Porque no es algo que se pueda "ver" u "oír" en modo alguno.

Se observa, pues, que la filosofía "sirve" o es importante para conseguir que los seres humanos encuentren sentido a lo que hacen. A los robots industriales no se les puede pedir que expliquen la razón de sus obras, aunque estuvieran fabricando cosas inservibles o peligrosas. Pero los seres humanos necesitan preguntarse, de vez en cuando, las razones últimas de las tareas que realizan. Por ejemplo un profesor que educa a sus alumnos necesita saber cuáles son los fines trascendentes de su labor; no los objetivos inmediatos como enseñar una asignatura o desarrollar habilidades, sino qué tipo de persona debe formar, qué sociedad quiere alcanzar. Para tener respuestas a estas cruciales preguntas, necesita acudir a la filosofía.

Los fabricantes de armas a lo mejor no realizarían estos instrumentos de muerte, porque según la filosofía la mayor ley humana es respetar la vida. Pero como priman los intereses económicos entonces se violenta esta norma suprema. Esta disciplina, "serviría", entonces, para tener un mundo en paz, con menos violencia y muerte, pues sus postulados establecen el respeto a la vida.

Asimismo, la filosofía puede ayudar a las personas a tomar decisiones justificadas en principios éticos. Si se examina el caso de las personas que deciden irrespetar sus vidas consumiendo sustancias nocivas, participando en diversiones peligrosas o destruyendo sus vidas en vicios o actividades atentatorias a su salud física y mental, este saber le proporciona los fundamentos humanistas para reconocer que sus actuaciones deben estar orientadas a su crecimiento personal. El país y el mundo tendrían, entonces, jóvenes sanos física y mentalmente que sería uno de los "productos" importantes de la filosofía.

La filosofía facilita la búsqueda de la verdad, de la sabiduría, porque en el hombre existe un afán de saber. Saber y comprender es una de sus necesidades superiores. El hombre aspira a saber y no se da por satisfecho con el saber natural, sino que se siente presionado por preguntas que lo impulsan hacia un saber sustentado y del cual pueda hacerse responsable.

Se prueba, pues, en estos ejemplos que la filosofía "sirve" para elevar la condición humana del hombre y la mujer, en particular y de toda la sociedad, en general, lo cual puede llevarles a tener un mundo mejor que beneficie a todos.

Estas breves reflexiones, nos hacen cavilar que los graves problemas en todas las esferas que afronta la humanidad son producto de la falta de reflexión filosófica. Si la humanidad hubiera antepuesto el pensamiento filosófico a las obras que ha realizado, con seguridad podría haberle librado de tantos males y sufrimientos que padece actualmente.

De paso, es preciso advertir sobre la creencia de los estudiantes que filosofía "vale" para aprobar esta asignatura, obtener calificaciones o repetir conocimientos. Si se acepta esta supuesta utilidad, entonces, la filosofía no sirve para nada. Cierto es que los alumnos están obligados a pasarla, pero en esencia la filosofía tiene otras utilidades más trascedentes relacionadas con el saber afrontar la vida, saber cómo actuar de manera correcta, comprender asuntos esenciales de la existencia, inclusive discernir para qué están formándose en las aulas.

Pretendiendo hacer una metáfora simple, se diría que los jóvenes estudian cultura física, no para ganar notas sino para lograr desarrollar sus condiciones físicas y fisiológicas. Del mismo modo, se aprende filosofía para actuar de manera más sabia frente a los dilemas de la vida, lo cual evitaría que las personas vivan amargadas por sus equivocaciones o que se pasen desesperadas buscando sentido a su existencia. La filosofía es como el ancla a la cual un náufrago puede asirse para salvar su vida, en el tormentoso mar de vicisitudes y presiones del mundo moderno.

La filosofía es una asignatura poco importante, "de relleno"

Jerarquizar a las asignaturas del currículo ha sido un prejuicio enraizado entre los alumnos, maestros y padres, en la educación ecuatoriana. La creencia común es que hay materias importantes, otras menos; unas difíciles, otras fáciles; unas interesantes, otras aburridas. Resulta complicado convencer a los actores educativos que todas las asignaturas tienen valor para la formación intelectual, afectiva, ética y psicomotriz del alumnado. Cada una de ellas aporta, en forma específica, a una faceta de la personalidad y a toda ella de manera conjunta.

Si se dirige la atención a la asignatura de filosofía, existen sobradas razones para su inclusión en el currículo del Bachillerato. En verdad, se necesitaría mucho espacio para exponer un sinnúmero de razones que verifiquen la trascendencia de esta disciplina. Cada uno de los contenidos que comprende la filosofía tiene profunda incidencia en el comportamiento individual y social de los estudiantes, pues están relacionados con aspectos de su vida personal.

Para probar su importancia, se enuncian algunos atributos de la filosofía que amplían lo expuesto sobre su utilidad, cuestión que fue tratada en el anterior subtema. Esta argumentación desvirtuará la opinión que se escucha entre los estudiantes acerca de que sería preferible dedicar las horas de filosofía a las otras asignaturas.

En primer lugar, debe decirse que la filosofía desarrolla el sentido crítico frente a las imágenes y mensajes que la actual sociedad abruma a las personas, sobre todo a los niños y jóvenes. Por desgracia, los sistemas políticos, económicos e ideológicos están llenos de sofismas, engaños, manipulaciones, que son utilizados para conseguir sus intereses y aumentar su poder sobre los ciudadanos. La filosofía enseña a los jóvenes a distinguir lo realmente importante de lo superfluo, a reconocer cuáles son los fines verdaderos del hombre, a reconocer la manera de vivir con dignidad, alejados de las bambalinas que les ofrece el sistema. La filosofía, como sabiduría, orienta acerca de lo fundamental de la vida, de aquellos valores que no solamente contribuyen a saber más, sino que pueden formar mejores personas. Con esta formación filosófica es posible resistirse a las influencias negativas que existen sobre todo en los medios de comunicación. Por ejemplo el valor de la relación fraterna con los demás que propugna la filosofía está en franca contraposición con las imágenes de violencia que se emite a raudales en el cine, la televisión, los videojuegos. Asimismo, un joven con actitud crítica, gracias a la filosofía, sería una persona resistente al consumismo que fomenta el sistema capitalista. De igual modo, la responsabilidad como valor filosófico es contraria a las conductas pusilánimes, facilistas y pasotistas que pululan en el medio educativo y social.

En segundo lugar, la conducta contestataria puede formar personas más libres, menos dependientes de los dogmas y mandatos del poder autoritario. La filosofía permite entender las grandes dimensiones de la libertad del hombre para liberarlo de las ataduras que lo esclavizan, porque el hombre actual no vive su vida en su nivel personal, se ha dejado alienar; se ha comprometido con la mentira, se encuentra desarraigado, perdido en el anonimato. El ciudadano de hoy se siente comprometido con la impostura más que con la misma verdad.

En tercer lugar, la filosofía es el mejor recurso para la orientación moral de las personas y de la sociedad. Ahora que el declive ético es un problema que amenaza a la estabilidad mundial, se vuelve imprescindible la reflexión moral de manera constante. Los jóvenes deben aprender a meditar y discutir numerosos dilemas éticos a la luz de los principios filosóficos, para estructurar una sólida personalidad ética. En su futuro, encontrarán numerosas provocaciones para violentar elementales normas de honestidad que desdicen de la calidad de educados que han logrado durante más de una década.

Es pertinente recordar que la educación en la escuela y colegio no se agota con la preparación académica en las asignaturas científicas, hay cuestiones mucho más trascedentes como la educación moral. Las profundas palabras de Johson (1979), sintetizan el papel de la formación filosófica que todos los jóvenes deberían alcanzar: "La prudencia y la justicia son virtudes de todos los tiempos y de todos los sitios; somos continuamente moralistas y raras veces geómetras … Podemos tratar a una persona casi toda la vida y no tener oportunidad de apreciar sus conocimientos de astronomía o de hidrostática, pero su índole mental y moral se revela inmediatamente. Quienes se oponen a mi juicio parecen postular que la misión del hombre en la Tierra es vigilar el crecimiento de las plantas o el curso de los astros. Sócrates pensaba que nuestro deber es evitar el mal y obrar con justicia".

De otro lado, todos los habitantes del mundo infelizmente viven llenos de prejuicios racistas, de clases sociales, económicas de género, de mayor o menor desarrollo y de estatus meritocrático. Frente a estas funestas actitudes, la filosofía puede liberarlos de la tiranía del prejuicio y de las aberraciones derivadas de las miras reduccionistas. Uno de los principales postulados que transmite la filosofía es el valor de todos los seres humanos independiente de su condición étnica, económica o social, pero no como un axioma impuesto, sino como producto de la reflexión de las personas. Esta asignatura propone a los jóvenes sólidos marcos teóricos para aquilatar el valor del hombre y de la mujer, por su naturaleza humana, lo que aporta a desterrar de su espíritu la intolerancia, el irrespeto y la injustica hacia los demás. Precisamente, el escaso desarrollo de la justicia social ha sido desde tiempos inmemoriables la causa de los conflictos y las enemistades humanas. La solución posible sería que todo el mundo actúe con los principios de los derechos humanos, cuyos fundamentos han sido extraidos de la filosofía por las grandes organizaciones mundiales como la ONU.

En fin, podría presentarse muchas más evidencias sobre la necesidad de este saber para los jóvenes, todo lo cual les demostraría su plena justificación en el currículo del Bachillerato. No se trata, pues, de una asignatura de simple complemento, ni tampoco un conocimiento para aprobarlo, sino un estudio que vela por aspectos trascendentes para que las personas puedan llevar su existencia por un buen camino.

De tal forma que los jóvenes bachilleres son afortunados de conocer y aplicar principios que les permitan tener una vida más plena, con integridad y que puedan actuar con sabiduría ante las situaciones que les proponga la sociedad. Por desgracia, quienes no tienen la oportunidad de terminar sus estudios, tal vez tengan menos fortalezas para encarar las vicisitudes de la vida y oponerse a las falsedades del sistema.

Estas ventajas también deben hacerles meditar sobre la necesidad de aprovechar al máximo las experiencias educativas donde se reflexiona, debate y se dialoga filosóficamente con los profesores, condiscípulos, padres y otros miembros de la sociedad.

En la filosofía debe aprenderse respuestas correctas como en otras asignaturas

Una creencia enraizada en los sistemas educativos de todo el mundo es aceptar que los alumnos de todas las edades, desde el preescolar hasta la universidad, asisten a la escuela a aprender respuestas a todas las preguntas posibles. A los escolares se les plantea buen número de ciencias con muchas preguntas que deben ser adecuadamente absueltas mediante la memorización de respuestas acertadas. Entonces, toda la educación gira alrededor de esta práctica: informarse de las preguntas, conocer las respuestas, grabarlas en la mente y repetirlas cuando las autoridades lo soliciten. Algunos autores han denominado "Pedagogía de la respuesta correcta" a la inclinación de la educación a demandar de los estudiantes respuestas ciertas durante toda la vida escolar. No hacerlo, indicaría, supuestamente, escaso aprendizaje y baja calidad educativa.

Precisamente, este asunto puede ser motivo de una breve reflexión filosófica. La pregunta a examinar es: ¿la educación debe consistir solo en aprender respuestas acertadas de las diferentes asignaturas?

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