Es por eso, que, Jesús, decía: "No vengo a abrogar la Ley, sino a cumplirlas", y toda su enseñanza fue del tipo tradicional(que expresó sin nencionar la terminología esotérica, ya que fue un Avatar de una Era Negativa): karma, la reencarnación, la Era de Aquarius (que Él denominaba "Reino de Dios"), la forma de llegar a Dios en la Era de Piscis (manifestadas en la Biblia con las alegorías: pesca milagrosa, multiplicación de panes y pescado, "comer" pescado, "pescador de hombres", etc.)
Para que este conocimiento tan antiguo tenga asegurado su continuidad existe una organización de seres especiales que se hacen cargo de ello. Nos estamos refiriendo al Centro Espiritual del Mundo[23]que existe uno en cada Era Precesional, y que permanecen ocultos siempre, excepto para esto seres (los Iniciados), que beben de su sabiduría para exponerlos al mundo.
La misión de los Cristos
Al final de cada Era Precesional la humanidad llega desgastada. Luego de 2,160 años que dura una Era, la humanidad llega en un estado de incredulidad, escepticismo y materialidad característicos, después de un largo recorrido desde que se recibió las enseñanzas originales, olvidando el verdadero significado de la palabra de Dios. Por otro lado, el final de una Era es también el inicio de otra, entonces la Misión de la encarnación divina, según la Ley Crística, es restablecer el Verbo entre los hombres y readaptar la religión al nuevo estilo que debe primar de acuerdo a las nuevas ondas de vibración de la nueva Era que se inaugura.
Restablece el contacto de Dios con los hombres, convirtiéndose en el mediador entre el Cielo y la Tierra.
En este sentido, dice el Dr. Serge Raynaud de la Ferriére: "Krishna ha venido para restituir a su pureza inicial la divina doctrina védica. Buda vino, a su vez, cuando la letra, una vez más, iba a matar al espíritu de la Ley. Jesús ha venido también, no para abolir la Ley sino para cumplirla. Ramakrishna, Vivekananda, Gandhi, Mahrana, Maharishi: en cada hora grave de declinación, de obscurecimiento, de olvido, nace un Salvador, un Mesías, un Ungido, un Mensajero, a la medida del pueblo decadente. Cada país como cada época, tiene su Salvador encarnado a su medida, a su temperamento, a sus costumbres, a sus limitaciones, a su comprensión" ("El Libro Blanco", página 74)
Los Avatares generan un florecimiento espiritual inusitado donde aparecen, cumpliendo profecías que los preceden y trayendo gran comprensión y confianza, ya que ellos traen la fuerza de arriba y las entregan a los hombres; humanizan lo divino, y diviniza al hombre. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo es la trilogía tradicional, que corresponde a Brahama, Vishnú, Shiva de la doctrina hindú. Siendo Vishnú el que corresponde al "Hijo", el que encarna diez veces en cada Manvantara, según esta tradición.
Estas tres manifestaciones de Dios existen todo el tiempo, y el "Hijo", Vishnú o Cristo está presente en espíritu todo el tiempo junto a la humanidad: "…; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo" (Mateo XXVIII, 20). Pero es muy distinto que encarne en nuestro mundo, que generalmente se cumple en periodos regulares, al final de una Era Precesional. Se trata de un verdadero "descenso"(de ahí la palabra "Avatar" que significa lo mismo), que es la única forma que el hombre se enrumbe cuando ha perdido la brújula espiritual, como siempre sucede al final de una Era astronómica.
Cedamos la palabra al doctor Serge Raynaud de la Ferriére para que nos explique este asunto:
"En realidad "Cristo" es un Avatar Divino, es la extracción, la inversión de la figura de Dios, es lo Universal que se refleja en lo individual… En matemáticas, la transformación de un número por la inversión, por ejemplo de 83 en 38, se dice que es un "Avatar". Las permutaciones son costumbres en la Ciencia de los Números, y gran parte del Sepher Yetzirah está consagrada a la explicación y a la interpretación mágica de esas orientaciones. En aritmética esotérica, los "Avatares" son extracciones de números, y es en este sentido que la tradición de la India habla de "Avatares" que son las apariciones en épocas regulares de Instructores de la Humanidad. Según la Doctrina Secreta, la llegada del Décimo Avatar coincide con la aparición del Cristo Rey, el Hijo del Hombre, mencionado tan a menudo en los textos bíblicos. "Avatara" significa "bajada" y descenso. Se emplea particularmente para expresar el descenso de los Seres Divinos a la Tierra. Pero en el concepto de la teología Hindú, no hay separación, por lo tanto, entre Dios y el Ser Humano; el mundo celeste está unido al mundo terrenal; sólo las condiciones de forma existen o "parecen" existir gracias al fenómeno de Maya (el gran espejismo)"
"Ese concepto de AVATARES no es únicamente oriental, y las demás religiones lo emplearon también para un Dios Humano, y se le renueva cada vez según el tiempo y el sitio. Así la mayoría cristiana, a mediados del siglo II, aceptaba la idea de un CRISTO como hombre primitivo encarnado sucesivamente en: Adam, Noé, Abraham, Isaac, Moisés y Jesús (mencionado en las "Homeliaes Clemenines" XIV, 5 seq)" ("Propósitos Psicológicos", Volumen II, página 44).
Todo esto se sabía en los tiempos de Jesús y en las primeras comunidades cristianas de Jerusalén (Ebionistas y Nazaritas). Era común saber que algunos profetas volverían a encarnar y que una entidad tenía que prepararse para realizar el espíritu crístico y asumir este arquetipo y someterse a lo que significa ello. En encarnaciones previas puede haber sido cualquiera, pero cuando es escogido para encarnar el arquetipo Crístico de determinada Era, desarrolla todo lo que significa asumir dicho arquetipo. Por ejemplo, cuantas entidades hayan trabajado en las características del Avatar de la Era de Piscis, para que sea escogido el niño Enmanuel; quien obtuvo las mejores calificaciones en vidas anteriores para soportar todos los padecimientos correspondientes al arquetipo del cristo correspondiente a Piscis ( capacidad de soportar dolor, sufrimientos, humillación, crucifixión, mucha fe, etc.).
En cuanto al Avatar de Aquarius las capacidades son diferentes, evidentemente, como podrá percibir el lector; gran capacidad intelectual, extraordinaria capacidad de estudio, conocedor de la ciencia, la religión, el arte, esoterismo y conocedor de todos los misterios para enseñar y revelar en la Era de Aquarius. Esta entidad vino preparándose hace miles de años, siendo, en cada encarnación, sucesivamente: doctor en medicina, ingeniero de minas, arquitecto, matemático, pedagogo, filósofo, teólogo, astrólogo, pintor, esoterista, místico, monje y por fin un Iniciado, que logró "cristalizar" el Espíritu Divino y asumió el arquetipo crístico del Avatar de Aquarius para que cumpla todo lo que debe hacer con su Sagrada Misión en esa Era. Dice el doctor Serge Raynaud de la Ferriére:
"En fin, Jesús, dispuesto a "cristalizar" el Espíritu Divino, llegó a ser CRISTO, sólo gracias a un mecanismo iniciático; el mencionar esto está lejos de ser un sacrilegio, porque, al contrario, eso da más fuerza al trabajo personal de aquel Iniciado Superior. Sin embargo, Elipando arzobispo de Toledo (que nació en 717) y Félix, Obispo de Urgela fueron condenados a causa de semejantes declaraciones" ("Propósitos Psicológicos", Volumen II, página 44-45).
Es bastante extraño que los Cristianos no sepan nada de este proceso de Cristo-alización del Espíritu Divino en un hombre, siendo que su mismo nombre proviene de Cristo (aunque los primeros cristianos se llamaban a sí mismo "Crísticos"). La cristalización, en Físico-química, es el proceso de crear cristales a partir de elementos o compuesto químicos; es decir la ciencia que nos permite llevar a los compuestos químicos al estado cristalino. Se puede cristalizar casi cualquier compuesto, siguiendo los parámetros físico-químico establecido de Presión–Temperatura. La Cristalografía estudia y sistematiza todos los cristales conocidos. Uno de los cristales más comunes es tal vez la azúcar blanca, la sal de cocina; también son cristales las gemas y las piedras preciosas. La piedras preciosos son obtenidos a grandes presiones que no pueden ser reproducidos por el hombre, son producido en la naturaleza, que en algún momento de la historia de la Tierra se producieron las presiones y las altas temperaturas necesarias para la formación de cristales de estas gemas.
El cristal emblemático es tal vez el diamante, que químicamente es el humilde y corriente carbón. Imagínese el lector, lograr transformar el carbón corriente en diamante, todo depende del conocimiento del proceso; ese es el sentido de esta comparación: ¿cómo es posible que un hombre común se convierta en Cristo? El secreto esta en el método, en el procedimiento, y este se encuentra en la Tradición Iniciática.
Entonces, existe dos condiciones para producir cristales en laboratorio: 1) Compuesto químico en estado de pureza, 2) Conocer los parámetros físico-químicos del compuesto para la operación de cristalización.
Para conseguir el compuesto en la máxima pureza posible, se debe seguir todos procedimiento de purificación, de lo contrario la cristalización saldrá imperfecta; es decir con cristales amorfos y otras fallas. En cuando a los parámetros físico-químicos, que la ciencia ya ha establecido, mediante investigación y experimentación de la mayoría de elementos y compuesto químicos de la naturaleza.
Cuando se dice que los Cristos son hombres que han logrado la cristalización del Espíritu Divino de la Esencia Cósmica, es porque el hombre logró un estado de pureza espiritual y poseía los "parámetros" necesario para hacerlo (conocímiento de la Iniciación).
Ahora podemos entender mejor lo que dice el Dr. Serge Raynaud de la Ferriére sobre este asunto:
"Cristo es un plano espiritual que denota la presencia de un rayo del Espíritu Universal cristalizado (CRISTO-alizado). Es un estado similar al título de Budha (Iluminado); una estado alcanzado por ciertos "Enviados" para instruir a la Humanidad. Los Cristos se sucedieron en el curso de la Historia y cada uno nació casi "misteriosamente" de una Madre "virgen"; siempre cumplen con una misión idéntica, con curaciones milagrosas, con profecías y con la formación de discípulos; son generalmente "crucificados" (real o simbólicamente, como se practica aún hoy día en los altos grados iniciáticos). En fin, su enseñanza misma es una colección de lecciones elaboradas también con una misma base (ver la analogía de los Cristos en mi libro "Los Misterios Revelados"[24]). Para los Cristianos, el Cristo es el Logos Universal encarnado en un cuerpo humano y eso es inherente a Jesús únicamente. Sin embargo, un pasaje de Pablo (Romanos VII, 10) indica que el caso no es inherente a un ser único y que el "Cristo" es un "espíritu" y no es un hombre aun siendo divino; es un estado que se debe adquirir, es la teoría tan a menudo repetida del "Cristo es en vosotros", cuya mención es clara en la epístola de Pablo a los Colosenses (Capitulo I, 27). Así la salvación de cada uno es válida por el desarrollo individual y hasta que el hombre haya llegado a la altura perfecto de un Cristo" ("Propósitos Psicológicos", Volumen II, páginas 43 y 44).
Esa es la misión de los Cristos: ser un ejemplo vivo para la humanidad de la crista-lización del hombre común, mostrando el Camino y la forma de recorrerlo.
Los Cristos realizan la unión del Macrocosmos con el Microcosmos; es decir, el Cosmos con el hombre, o Dios con el Hombre, por eso se le dicen: Hombre-Dios, o, "Hijo de Dios". En el dibujo de arriba, el triángulo de lineas llenas representa el Microcosmos, y el triángulo de línea doble representa el Macrocosmo, la unión es la estrella de seis puntas, conocida como Estrella de David.
Los Cristos son vegetarianos
Los sacerdotes hebreos, incas, egipcios, mayas, etc., todos han sido vegetarianos. En general, los Iniciados son siempre vegetarianos, y máxime si son Avatares o Instructores de la humanidad, ya que ellos son los portadores de la sagrada Tradición Iniciática, en donde el vegetarianismo es esencial para la evolución humana. Muchos libros sagrados denotan en forma tácita una enseñanza que provienen de un fondo común que es de esta tradición milenaria. Jesús fue formado por los Esenios[25]que fueron portadores de esta tradición iniciática en su época, quienes eran estrictos vegetarianos. Después seria un gran propagador de dicha enseñanza al público durante su Misión Pública, por lo que los primeros cristianos fueron también vegetarianos estrictos.
Esto que decimos podrá parecer algo insólito a los lectores, ya que los cristianos de hoy no tienen ni idea del vegetarianismos y su relación con la evolución de la humanidad, pero es cierto, por lo que pasamos a presentar al primer traductor de la Biblia al latín (Vulgata Latina), nos estamos refiriendo a San Jerónimo.
Jerónimo, cuyo nombre completo en latín es: Sophronius Eusebius Hieronynus, nacido en Estridon, en la frontera de la provincia romana de Dalmacia y Panonía en el año 347, y fallecido en el 30 de setiembre de 419, en Belén, fue autor de la Vulgata Latina. Él sabia que Jesús no comía carne y que enseñó a amar también a los animales y a no matar. En una carta a Juveniano, Jerónimo hizo una declaración muy significativa sobre este tema:
"El placer por la carne era desconocido hasta el diluvio universal; pero desde el diluvio se nos han embutido las fibras y los jugos pestilentes de la carne animal……"
"Jesucristo, que apareció cuando se cumplió el tiempo, volvió a unir el final con el principio, de manera que ya no nos está permitido comer carne. Y por eso os digo: Si queréis ser perfectos entonces es conveniente…., no comer carne".
San Jerónimo fue, pues, vegetariano, al final terminó perseguido por la iglesia (que no acepta esta disciplina recomendada por Jesús) y tuvo que huir de Roma para refugiarse en Belén, donde murió.
El vegetarianismo de los primeros cristianos (siglo I, II, III de nuestra era) fue evidentemente un gran problema para los poderosos de la época. El autor alemán Carsten Strehlow escribe: "El padre de la Iglesia Jerónimo, fue incluso expulsado de Roma por mostrarse claramente a favor del vegetarianismo y de la abstinencia del alcohol". Seguramente él tendría que haber temido por su vida si, conforme a la verdad, en su nueva traducción de la Biblia al latín hubiese mencionado el amor de Jesús por los animales[26]Se dice que ya bajo el emperador Constantino I se les echaba plomo derretido en la garganta a los cristianos vegetarianos y pacifistas.
Dice el Dr. Serge Raynaud de la Ferriére:
"No matarás es ciertamente el primer mandamiento que deben observar los cristianos, Mateo lo señala en su capítulo V, versículo 21 y para mayor certitud, Jesús lo indica en primer lugar, a aquel que le pregunta cómo obtener la vida eterna (Mateo XIX, 18)".
"Matar a los animales es un acto también homicida y la historia de la humanidad está llena de comentarios a este respecto. Las religiones se han levantado siempre contra la supresión de las criaturas de Dios, que existe como los hombres, ya que fueron creados en el mismo momento (Dios creó los animales vivientes y creó al hombre en el mismo período del ¡sexto día se ha dicho!)".
"Yo os doy hierba poseedora de simiente (legumbres, hortalizas, verduras y frutas), que está sobre la tierra, y todo árbol que tenga en él fruto y sea poseedor de simiente; os será para comer" (Génesis I, 29). (Extraído del libro "Propósitos Psicológicos", Tomo II, página 254).
Jesús fue vegetariano, como todos los Avatares y Salvadores de la Humanidad; el consumo de carne animal es uno de los más grandes errores de esta civilización, que será un negro recuerdo y de vergüenza en la posteridad, ya que será el motivo esotérico de una gran catástrofe que exterminará a toda la humanidad del planeta Tierra, por transgredir las gran Ley de Moisés de NO MATAR.
"YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA" (Juan XIV, 6)
Los cristos son arquetipos de la humanidad, es la meta de evolución de los hombres, modelos a que debemos aspirar. Ellos muestran el método de evolución según el tiempo que les toca vivir, y a partir de ello los hombres deben seguir ese método[27]ese "camino de evolución". El hombre tienen que hacer el esfuerzo a parecerse a él, debe ser su meta, su modelo de desarrollo, ese el sentido que dio Jesús cuando dijo "Yo soy el camino", camino que Lao Tse[28]llamó "Tao".
Cristo-Jesús siempre pidió que trataran de seguir su camino[29]de parecérsele, siguiendo sus disciplinas que enseñó, que son la más adecuada a la Era de Piscis. Eso es lo que describió con la alegoría de "comer pescado", como ya hemos explicado en otra parte; es decir, "dar la enseñanza de la Era de Piscis" ¿Cómo un Iniciado de la categoría de Jesús podría promocionar el consumo de cadáveres de pescados, siendo que los Cristos son vegetarianos estrictos?
Antes de aspirara a vibrar en las elevada frecuencia de Dios, debemos de lograr hacerlo en las tonalidades de Cristo, por lo que Jesús dijo: "Nadie llega al Padre sino a través de mi".
Entonces, el seguir la Ley Crística es en realidad seguir la Tradición Iniciática, que tienen los mismos objetivos y metodología, ya que está basada en fundamentos sagrados y eternos.
En cuanto al resto de la frase, título de este párrafo, "Yo soy el camino, la Verdad y la vida", se refiere a que si vibramos al nivel de la Jesucristo, en realidad estamos realizando la Verdad, y luego podemos decir que hemos logrado la vida trascendente, ya que no sólo existiremos, sino que viviremos en el verdadero sentido de "vida"; es decir, ya no seremos "objeto" de las circunstancias, expuesto a lo que "suceda", sino que seremos dueño de nuestro destino, seguro de nosotros mismos, con verdadera voluntad, que es la definición de "vida".
Sobre este asunto el Dr. Serge Raynaud de la Ferriére dice: "Yo Soy el Yug, el Samhadi y el Bhuba… ¡y escasamente lo traducimos como "Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida! Olvidamos fácilmente que, Jesús el Nazareno, recibió la incorporación de CRISTO, no para establecer una nueva religión, sino, para RE-establecer la Religión Antigua, la que ha existido siempre: El Yug, el Tao, la Vía, el Camino, el Sendero Iniciático Tradicional. El no vino para que se instituyera lo que actualmente llamamos "cristianismo", sino para recibir el culto Divino, el homenaje a la Gran Ley de Comprensión y de Unidad" ("Yug Yoga Yoghismo", página 494).
En todos los tiempos se habla de "camino", "sendero", en las culturas tradicionales, en donde se ha conocido la iniciación espritual; ese el caso del Khapaq Ñan de los incas, palabra quechua que significa "camino santo" o sendero iniciático.
Cristo en vosotros
Ahora vamos a hacer una gran revelación de unos de los misterios del cristianismo: ¡Cristo esta dentro de nosotros!
Sí, está dentro de cada persona desde que nace hasta que muere. Entonces, a Cristo no se le debe buscar fuera de nosotros, sino dentro de nosotros mismos; todo lo que tenemos que hacer es saber llegar a él mediante disciplinas de meditación y estudio. Cristo es un estado, un plano de conciencia, cuyo germen, o semilla se encuentra desde que nacemos en nuestro ser. Pero, sucede de que, a veces, desde la cuna a la tumba, ni nos enteramos ni lo sentimos; porque esta envuelto en diversos velos que nuestra personalidad adquiere durante la vida, y con una existencia con nula vida interior, nunca sentimos su vocecita que permanece ahogada dentro de nosotros. Dejémos que Serge Raynaud de la Ferriére, una vez más, nos explique este punto:
"El empleo de la palabra Cristo requiere alguna aclaración. Este título se le atribuye generalmente tan sólo a Jesús, lo mismo que el título de Buda se le da a Siddharta Gautama. Es indispensable saber que la palabra Cristo significa un plano o estado y este nivel Crístico atestigua la presencia de un rayo del Espíritu Universal que viene a iluminar , a inspirar y fortalecer la Chispa Divina, que mora en el interior del todo ser humano".
"El Logo Universal encarna a veces bajo forma humana como hace 2,000 años se manifestó en la carne del pequeño Enmanuel, quien tomó el nombre de Jhesú el día de su Iniciación"-
"Aquí no es posible explicar sino de una manera limitada, este tema que proviene de la teología y el esoterismo; sin embargo, podría aludirse que la salvación de una persona depende del propio desarrollo que ella misma logra alcanzar dentro de sus propias posibilidades, por decirlo así, hasta la perfecta estatura de Cristo (Cristo en vosotros Colosenses I, 27)" ("Los Grandes Mensajes", página 543).
Todos, desde que estamos vivos, poseemos esa chispa divina. Esta "chispa divina" se puede activar mediante procedimiento iniciáticos, y entonces descubrimos que habla con nosotros desde nuestro interior y es verdaderamente ¡Cristo que está dentro de nosotros!
De esta forma nos da todo tipo de indicaciones para nuestra evolución, y se convierte en una especie de confidente sagrado que siempre nos acompaña a donde vallamos. Lógicamente, son los que aman a Cristo los que logran esta comunicación, que de tanto amor hacia Él van cada vez más parecerse a su figura y llegar algún día a su propia estatura espiritual. Debemos buscar comunicarnos con este sublime amigo, que esta esperando ansioso que lo hagamos pronto:
"Tu llevas en ti mismo un amigo sublime que no conoces. Porque Dios reside en el interior de todo hombre, pero pocos saben encontrarle. El hombre que hace sacrificio de sus deseos y de sus obras al Ser de donde proceden los principios de toda las cosa y por quien el Universo ha sido formado, obtienen por tal sacrificio la perfección. Porque quien encuentra en sí mismo su felicidad, su gozo, y en sí mismo también su luz, es uno con Dios, y sábelo: el alma que ha encontrado a Dios se libra del renacimiento y de la muerte, de la vejez y del dolor, y bebe el agua de la inmortalidad" (del Bhagavad Gita, transcrito por Edouard Schure, en su obra "Misterios del antiguo Oriente", página 95).
Esta gran revelación es el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pese a que ya san Pablo dijo a los Colosenses hace dos mil años: "…a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria" (Colosenses I, 27).
La Ley Crística y la iniciación tradicional
Estamos, pues, postulando la existencia de una Tradición Eternal que nos acompaña desde la noche de los tiempos, organización sagrada de hombres que su principal preocupación es apoyar la evolución del hombre, y cumpla su misión en la tierra. El camino que tiene que seguir cada hombre que quiere evolucionar es tomando el camino tradicional de la INICIACIÓN, para lo cual debe tomar contacto con la organización, que en Eras positivas es pública y en Eras negativas es oculta. El objetivo de la iniciación es cumplir el ideal Crístico; es decir, llegar a un nivel de pureza necesaria para su autorrealización personal, como el cristal, piedra conocida por su pureza.
Dentro de esta enseñanza tradicional se encuentra la Institución Crística, para dar al mundo un Instructor cada 2,000 años (exactamente bajo cada constelación de la precesión equinoccial). En la época de Jesús, fueron los Esenios los que poseían esta enseñanza, por lo que fue unos de sus dignatarios el encargado de Reconocer al Cristo de Era de Piscis, labor que, en efecto, llevó a cabo San Juan el Bautista. Al respecto dice el Dr. Serge Raynaud de la Ferriére: "Los Esenios, de los cuales Juan Aschai (Juan Bautista) era el Maestro de la Orden, constituían la última organización encargada de proclamar la Palabra Eterna por labios de Jhesú el Cristo. El proclamó la Ley Crística y anunció la venida del Cristo Rey, quien no habrá de ser crucificado sino glorificado, porque ésta Su Segunda Venida tiene por objeto adaptar a las necesidades de los hombres la Ley Crística enseñada por él" ("Los Grandes Mensajes", página 542).
Estamos, pues, develando grandes mitos que por años han estado oculto: la Tradición Iniciática, la Ley Crística, las Eras Precesionales, los Centros Espirituales Ocultos, etc.
I.N.R.I y los Cristos
Siempre fue un misterio la inscripción que pusieron a Jesús en la cruz de su crucifixión. Estas misteriosas letras decía I.N.R.I., que han tratado de darle una significación que no convence a nadie. Ahora resulta que estas letras son bien conocidas en el campo esotérico, y lo que quisieron hacer es indicar que Jesús era un Gran Iniciado.
Estas cuatro letras están inscritas en los nombres de algunos Grandes Iniciados de diferentes partes del mundo, desde mucho antes del advenimiento del cristianismo. Y que esta relacionado con Jesús, y el nombre que adoptará cuando vuelva en su esperada Segunda Venida.
"Digamos simplemente que estamos lejos de esa interpretación primaria de "vengo de Judea, pasando por Nazaret, conducido por Rafael y soy de la tribu de Judá", cuyas principales iniciales dan igualmente: I.N.R.I.[30]"
"Hay inclusive ignorantes tan simples de espíritu como para creer que esas cuatro letras que estaban sobre la Cruz en la cual Jesús fue supliciado, significaba buenamente su nombre…! Enrique ¡ Todo lo más se habría podido marcar entonces: Emmanuel y para ello los Rosa Cruces conocen las razones".
"Por otra parte, ese emblema simbólico parece haber existido mucho antes que los primeros cristianos; se le encuentra como iniciales de los 4 elementos de la física de los Hebreos (Ianim Nour Rouah Iabeshek) y por otra parte en el nombre de varios Grandes Instructores de la Humanidad. Por otro lado Juan en sus revelaciones, parece haber comprendido bien toda la importancia de esas 4 letras formando un Nombre simbólico a presente: Aquel que vendrá… yo escribiré sobre él, el nombre de mi Dios…" (Apocalipsis III, 12). (De la serie Propósitos Psicológicos, "La franc-masoneria", página 37).
En otro lado, dice el Dr. Serge Raynaud de la Ferriére: "El INRI es como una indicación mística de personajes predispuestos: el Héroe: inYNgaRY[31](Rey Iniciado de Petatzécuaro en México) lo posee en su nombre tanto como el Mesías de los Mayas: Hanahpu, es en efecto, llamado en el Popol Vuh (Biblia de los Mayas) como "Jefe Niño Rey de la Justicia". El I.N.R.I. vuelve una vez más a resaltar del nombre al igual que el Cristo en su Segunda Venida, que es reconocido en nuestros días al poseer en su nombre las cuatro letras, INRI, según el Apocalipsis III, 12)" ("El Arte en la Nueva Era", página 141).
Estas cuatro letras tienen, pues, una gran misión en estos tiempos: para ser el medio de reconocer la Segunda Venida de Jesucristo.
"Los Grandes Maestros se han propuesto, entre otras señales del reconocimiento de su Misión, el tener inscritas en su nombre estas cuatro letras, en equilibrio. Y así mismo éstas, es la Clave o el "nombre" que el Hijo del Hombre (el Cristo Rey en su retorno) debe llevar escondida en su nombre" ("Yug Yoga Yoghismo", página 92).
Misterio, de misterio…que no conviene agregar nada, por respeto a los Maestros que vinieron a enseñar.
Los Cristos nacen en el signo Capricornio (22 de diciembre)
Los Cristos no nacen en cualquier momento, ellos encarnan en este mundo en épocas específicas. Es en el signo de Capricornio, cuando el Sol se encuentra en ese signo zodiacal que vienen a la Tierra los Avatares y Salvadores de la humanidad.
Las razones de ello son de conocimiento de un profundo esoterismo, relacionado con las características del planeta Saturno, regente del signo Capricornio.
Al respecto dice el Dr. Serge Raynaud de la Ferriére: "Así también, los Cristos nacen más especialmente cuando el Sol se encuentra en el signo del Macho Cabrio (Capricornio) (para que se cumpla la Ley de Saturno). De todas maneras no podrá siempre tratarse del 22 de diciembre (o inicio del Macho Cabrio) (Capricornio) ya que es preciso contar un grado suplementario cada 72 años para rectificar el mecanismo de la precesión equinoccial que hará progresar el Sol en el signo siempre más adelante hasta el punto de que en un poco más de 2,000 años, cuando el siguiente Cristo nazca, el tendrá "su" Sol en el signo del Acuario[32]Aquarius). Sea como sea, si los Grandes Instructores de antes, tuvieron a su nacimiento el Sol en Centauro, el Escorpión, la Balanza, etc. no queda menos cierto que el Sublime Maestre Esenio nació en la fecha del 22 de Diciembre, cuando el Sol se presentaba delante del primer grado de Macho Cabrío (Capricornio). Tal fecha, en el solsticio de Invierno, fue aceptada igualmente por la Iglesia Católica hasta el siglo IV, cuando el Papa San Julios creyó su deber posponer la fiesta de Navidad al 25 de Diciembre" ("Propósitos Psicológicos", Volumen II, página 288 y 289).
Es la cruz cósmica que se forma con el eje de los dos polos y los dos solsticios (uno de ellos cae el 22 de Diciembre), convirtiendose en portal de los Avatares para su encarnación en el mundo.
¿Fue Jesús el único hijo de Dios?
Tradicionalmente, todos los Iniciados son considerados "Hijos de Dios", o "Hijos del Cielo"; por otro lado, ha sido comprobado fehacientemente que Jesús fue un Iniciado de la comunidad Esenia. Entonces, ¿de dónde salió eso de Hijo Unigénito de Dios? Cedamos la palabra a H.P. Blavatsky para dilucidar este asunto:
"Y ahora nuevamente hemos de suplicar a quien leyere, que no dé oídos a la inculpación hecha contra los teósofos en general, y particularmente contra la autora de odiar a la Iglesia y menospreciar a Jesús de Nazareth, uno de los más grandes y nobles caracteres de la historia del adeptado. La verdad de los hechos no puede considerarse con justicia, como blasfemia ni odio. Toda la cuestión gira sobre este punto: ¿Fue Jesús el único "Hijo de Dios" y el único "Salvador" del género humano? ¿Fue una excepción, entre tantos otros casos análogos? ¿Sólo Él nació milagrosamente del seno de una Virgen, y todos los demás fueron, como sostiene la Iglesia, remedos y plagios blasfemos anticipados por Satanás? ¿O bien fue el "hijo de sus obras", un hombre eminentemente santo, un reformador, uno entre varios, que con su vida pagó el intento de dar en rostro a déspotas e ignorantes, para iluminar a la humanidad de modo que por la práctica de sus enseñanzas aligerarse su yugo? Para creer lo segundo bastan la razón y la lógica. Además, ¿ha creído siempre la Iglesia lo que ahora cree, o, mejor dicho, lo que pretende creer para justificar los anatemas lanzados contra los que de ella disienten; o bien tuvo un tiempo las mismas ansias de la duda, mejor dicho; de secreta negación e incredulidad, hasta que por ambición de poderío se inclinó a la afirmativa? No cabe vacilación al afirmar el segundo término del dilema; pues a él conducen las irrefutables conclusiones de los hechos históricos. Prescindiendo por ahora de las biografías de muchos papas y santos que presuntuosamente se arrogaron infálibilidad y santidad, fijémonos en el crecimiento y progreso de la Iglesia cristiana (no del cristianismo), y hallaremos la respuesta en las páginas de la Historia Eclesiástica. Dice un autor:
La Iglesia se ha percatado perfectamente de que el libre pensamiento nace del libre examen y que aquel engendra cuantas dudas provocan hoy sus anatemas. Así es que las "sagradas verdades" proclamadas por la Iglesia, han sido alternativamente ampliadas, restringidas, admitidas, rechazadas, alteradas y variadas por los primates eclesiásticos, sin perdonar siquiera los dogmas más fundamentales.
¿Dónde está el héroe o el dios, cuya genealogía y existencia sean tan confusas y tan difíciles de establecer y de aceptar como la de Jesús? ¿Cómo se definió el ahora irrevocable dogma relativo a su verdadera naturaleza? Según los evangelistas, era hombre por parte de madre, un simple mortal; y Dios por parte de Padre. ¿Pero cómo? ¿Es Dios, es hombre, o Dios y hombre a la vez?, pregunta la perpleja autora. La discusión de este punto le ha costado a la humanidad ríos de tinta y mares de sangre; y no obstante todavía subsiste la duda. En esto, como en todo, se han contradicho varias veces los Concilios, según demuestra la siguiente recapitulación. Esto es Historia. El obispo Pablo de Samosata, negó la divinidad de Cristo en el primer Concilio de Antioquia, cuando aún estaba en mantillas el cristianismo teológico. Le llamaba "Hijo de Dios" solamente en atención a la santidad de su vida y obras, pero diciendo que su sangre era corruptible en el sacramento de la Eucaristía".
"En el Concilio de Nicea, celebrado en año 325, el "Hijo" ya no era consubstancial, triunfando con ello los anomeanos y arrianos, que negaban esa consubstancialidad. Un año después, el segundo Concilio de Ancira decretó que el Hijo "no era consubstancial, sino tan sólo semejante en sustancia al Padre". El Papa Liberio sancionó esta decisión".
"Durante algunos siglos debatieron y controvirtieron los concilios las más opuestas opiniones, hasta dar por fruto de su labor el dogma de la Trinidad que, como Minerva de la frente de Júpiter, surgió del cerebro teológico, armada con todos los truenos la Iglesia. El nuevo misterio fue anunciado al mundo entre terribles contiendas, salpicadas de sangre. El concilio de Zaragoza (380) proclamó que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son una misma persona y que la naturaleza humana de Cristo es pura "ilusión"[33]. "Una vez en tan resbaladizo terreno, los Padres de la Iglesia tenían que caer en el absurdo"; porque ¿cómo negar naturaleza humana al nacido de mujer? La única voz juiciosa que se dejó oír en uno de los concilios de Constantinopla fue la de Eutiques, quien tuvo el valor de decir: "Dios me libre de discurrir sobre la naturaleza de mi Dios". Por ello le excomulgó el Papa Flavio" ("La Doctrina Secreta", Volumen V, páginas 138-140).
Todas estas confusiones y discusiones sin tener un fundamento tradicional han degenerado en peleas y anatemas por ignorancia. Si se hubiera conocido lo que es un Iniciado, la Tradición Iniciática, y la Ley Crítica, no hubiera tal discusión. Todos los Iniciados son considerados "Hijos de Dios", el asunto es que la iglesia se fue al extremo de considerar a Jesús no como alto Iniciado, sino como Dios mismo, para acentuar su influencia en la población, y considerarse así mismo "Vicario de Cristo" (lo que quiere decir "representante de Dios en la tierra") circunstancia que le costó grandes problemas teológicos. La iniciación es una forma de superar la condición humana, y la condición Crística es un estado a que llega un hombre especial; es decir, que un hombre asciende a la condición divina, como una especie de representante de Dios en la tierra.
Entonces, un Cristo es un hombre, nacido de un padre y una madre, lo que sucede es que en su vida realiza una operación alquímica, que le permite cristalizar el espíritu de Dios y se transforma en Cristo. Esta operación ha sido realizada por muchos hombres en la tierra a través de los siglos, con la cual se ha creado un monomito de los Hijos de Dios, cuyo Padre es la divinidad, y su madre no puede ser otra que la Tierra (la eterna "Virgen"). El padre postizo del Iniciado siempre es un "carpintero", un trabajador de la "madera", es decir un Maestro; baja a los "infiernos" y "resucita", etc… Este monomito de los iniciados lo tiene: Napoleón, Platón, Apolonio de Tyana, Hermes, Jesús, etc. Sólo se trata de un mito, de una alegoría de la operación Iniciática, como lo veremos con más detalle más adelante.
La Ley Crística: ¡esa desconocida!
A estas alturas de la exposición de esta ley espiritual, se nos viene al pensamiento: ¿por qué razón se ha ocultado tan importante ley a la humanidad? Siendo que tiene tanta influencia en el quehacer humano, ocultarla es como tratar de tapar el Sol con un dedo ¿Por qué se nos ha negado la alegría de esperar al Cristo de la Nueva Era de Aquarius, como una encarnación más del Cristo primordial?
Por lo contrario, se nos ha dicho que Jesucristo fue "hijo unigénito de Dios"; es decir, hijo ¡único!, lo que significa que la humanidad recién tendría la Segunda Manifestación de Dios[34]con su presencia física en la Tierra ¿y las decenas de miles de años de existencia de la raza humana? ¿Caminó en la Tierra sin Guías, Instructores, o Salvadores?
Por último, todas las especies, tanto vegetales como animales, tienen su Espíritu (su Ángel, su Genio, su Apu) protector que se hace cargo de ellos, que vela tanto por su existencia en el ambiente ecológico como por su desarrollo y evolución. El ser humano, que es el rey de la naturaleza ¿no tuvo el derecho, acaso, de tener también ese protector espiritual? ¡Claro que sí! Sí no, ¿cómo se explica la evolución que ha tenido a partir de cualquier animal de la naturaleza a ser el Homo Sapiens Sapiens? Tiene su Espíritu Protector, y es el más elevado, que es la Segunda Manifestación de Dios, que se hace cargo de la humanidad desde antes que aparezca el hombre físicamente en la Tierra, y nos acompaña, y nos acompañará todo el tiempo que dure la experiencia humana en este planeta.
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